“EVALUACIÓN DE CIERRE DE LATAS”
Un enlatado es un alimento fresco, envasado en un recipiente de hojalata, herméticamente cerrado, el cual se somete a un proceso de calentamiento (esterilización o pasteurización), a unas condiciones de tiempo y temperatura determinadas, para conservarlo tan cerca como sea posible en su estado natural hasta el momento de consumirlo. El calor es el único factor utilizado
para
conservar
todas
las
características
nutricionales,
microbiológicas y organolépticas, propias del alimento, tales como: sabor, color, olor y textura entre otras. El mantenimiento de la esterilidad en conservas alimenticias depende de la hermeticidad del cierre, ocurriendo las alteraciones por fugas principalmente por defectos en el mismo. Por ello, en la industria conservera es de obligado cumplimiento el control de calidad de los cierres. Para evaluar su calidad, un técnico cualificado y entrenado debe inspeccionar una muestra representativa. Los resultados han de ser registrados en hojas de control y en caso de no ser satisfactorios, aplicar adecuadas medidas correctoras. Una lata o envase de hojalata, es un recipiente metálico, hermético y aséptico, apto para conservar alimentos frescos y naturales, cuya base es un acero recubierto de estaño y lacas protectoras de origen orgánico, compatible con los alimentos.
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El objetivo objetivo de este ensayo es evaluar el doble doble cierre en en latas por medio medio del examen dimensional y visual de sus componentes.
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Desarrollar, con un enfoque práctico, las habilidades habilidades del estudiante para llevar acabo las diversas operaciones del procesamiento del control de la calidad en conservas de pescado.
Según Ing. Guillermo Covas (2000). Hay diversos tipos de cerradoras
de latas: automáticas y manuales, con rulillos fijos o móviles, con mandril fijo o giratorio. Pero independientemente del tipo de cerradora, la formación del cierre en el envase metálico se realiza de una forma similar, ya que las partes básicas de cualquier cerradora son coincidentes. Es importante conocer el funcionamiento de una cerradora, porque muchos defectos del cierre están provocados por un mal ajuste de la misma. Y basado a esta definición, podemos decir que la selladora que tenemos en la planta piloto necesita de mantenimiento ya que no logra un buen sellado en las latas de tapa convencional, comprobándolo también por los resultados obtenidos que andan por debajo de los parámetros de (penetración de gancho, compacidad y aceptabilidad).
Según Gustavo Adolfo (1998). La evaluación del cierre es la metodología empleada para juzgar su aceptabilidad. La misma está relacionada, por tanto con las especificaciones y requerimientos que el fabricante indica. Estas varían para cada formato y tipo de envase. Por tanto para enfrentarse con la avaluación de un cierre, se ha de disponer en primer lugar, de la tabla de especificaciones completas que el mismo debe cumplir. Sucede con frecuencia que un cierre aparentemente normal y dentro de especificaciones en sus medidas exteriores, presenta al efectuar un análisis más completo, una serie de defectos que lo hacen incorrecto. Es por ello que debemos enfocarnos primero para que serán utilizados los envases, y regirnos a sus parámetros de aceptabilidad, ya que a simple vista pueden estar bien, pero matemáticamente con cálculos establecidos podemos llegar a la conclusión de que tiene defectos la cual nos será de utilidad para definir el problema y dar un mantenimiento a la misma.
Según Ing, Maria Elena (2004). Un fallo en la operación esencial de cierre compromete la inocuidad del producto y su estabilidad en almacén. Dadas las consecuencias potencialmente graves de un defecto en el cierre y de la contaminación del producto después del tratamiento, los fabricantes deben asegurarse de que todas las operaciones se sometan a un control estricto a intervalos regulares.