GUIA DEL CATARISMO Rutas heréticas de Francia y España Ruta del Misteri de Rennes!le!Ch"teau
E# Mil$
A mis hijos, para que ellos también busquen respuestas como hicieron sus antepasados.
"La "La Bell Bella a y la Best Bestia" ia" es algo algo más más que que una una cuid cuidada ada pelíc películ ula a de dibu dibujo joss animados. !Quién diría que este cuento para niños encierra la perífrasis simblica de la doctrina cátara! La Bestia Bestia es ese ángel prisionero prisionero de atán que tras la "caída" "caída" se #a $isto arrojada a un cuerpo desagradable y #orrendo. La %nica forma de que el ángel caído pueda recuperar recuperar su estado de belle&a natural natural es mediante mediante la redencin por el 'mor. ( ese amor debe $enir de una dama pura. ería difícil difícil resumir resumir con más sencille& sencille& la temática temática que populari& populari& el catarismo catarismo #ace a#ora más de setecientos años) el mundo es imperfecto y mal$ado por que faltan faltan en él caridad caridad y amor. Bastará con introducir introducir estas $irtudes $irtudes en el cora&n de los #ombres para que rediman sus almas prisioneras del *aligno y encerradas en esas oscuras ma&morras que son nuestros cuerpos físicos. +al es en síntesis la "respuesta cátara" al problema de la e,istencia #umana.
Intrducci%n Desde 1975 suelo viajar a Montsegur con cierta frecuencia. Me gustan aquellos parajes y creo conocerlos bien. Pero siempre, en cada viaje, aprendo algo nuevo descubro episodios de la !istoria occitana que desconoc"a y fragmentos de leyendas que !asta ese momento me !ab"an permanecido velados. #uelvo algo m$s sereno para soportar la locura que los %urbanitas% debemos afrontar en el d"a a d"a una locura que parece dar la ra&'n a los c$taros cuando dec"an que (ste es el reino del Maligno. Mis ra"ces son occitanas. )e logrado reconstruir el $rbol geneal'gico de mi familia !asta el siglo *# y s( de cierto que mis !ijos son los +ltimos v$stagos de aquella pareja de proven&ales que, justo cuando mor"a el bienamado Pr"ncipe de #iana, se asentaban en el Pened(s catal$n. ntes, mis antepasados !ab"an iban de uno a otro lado de los Pirineos, acompa-ando al ganado. Pastor era una de las profesiones que sol"an adoptar los c$taros en aquellos mal!adados tiempos de persecuci'n.
®U'TAS SI' RES&UESTA( A)ER ) *O) )e de confesar que me siento, espiritualmente, muy alejado del catarismo. o nunca, por muc!os motivos, !abr"a podido ser c$taro. /o es el caso aprovec!ar estas p$ginas para formular objeciones personales a una doctrina !oy desaparecida. 0so ser"a un incalificable orgullo intelectual del que procuro guardarme. in embargo, el catarismo, sigue interesando a muc!os !ombres de nuestro siglo 2por qu(3 4nos quieren ver en aquella doctrina !er(tica algo misterioso y oculto, un saber antiguo antiguo y pro!ibido. tros se interesan interesan por la !erej"a !erej"a buscando ra"ces ra"ces nacionales nacionales y los tan cacareados factores diferenciales. 6os m$s pr$cticos son qui&$s los !osteleros del 6anguedoc que !an !ec!o del revival c$taro una buena fuente de ingresos. no creo que !aya que reproc!arles reproc!arles nada por ello. 0n mi caso el inter(s procede de la pregunta pregunta que di' vida y energ"a al catarismo 2por qu( es imposible erradicar la maldad en el mundo3 2qu( !ace que el mundo sea c'mo es3 0n mi per"odo de estudiante, le"amos a )erbert Marcusse. /adie nos obligaba a ello, pero a nuestros escasos dieciseis a-os, busc$bamos respuestas. 8reinta a-os despu(s, muc!os seguimos ansi$ndolas. 0n su libro %0l final de la 4top"a%, Marcusse se preguntaba c'mo era posible que !oy, teniendo la !umanidad a su alcance, por ve& primera, los factores necesarios para transformar el mundo y erradicar los grandes males, esta transformaci'n siga sin reali&arse. Marcusse dec"a que, por primera ve& en la !istoria, era posible reali&ar el ideal ut'pico, y sin embargo... /o me gusta el mundo que me !a tocado vivir nunca niveles tan altos de
civili&aci'n y bienestar !an coeistido tan cerca de injusticias absolutas y crueldades indestriptibles a pocos metros de la desgracia y el dolor bulle la alegr"a y la despreocupaci'n, cercano al lujo ostensoso, est$ la miseria m$s abyecta. 6os c$taros vivieron un mundo similar al nuestro y se preguntaron por qu( era as". :uscaban la verdad. olo eran pobres gentes que, como nosotros a!ora, quer"an respuestas unas pocas respuestas y una f'rmula de salvaci'n, como los %replicantes% del film %:lade ;unner%, como !an teori&ado los fil'sofos a trav(s de los siglos, o c'mo se !an planteado tantas y tantas generaciones. 0stas respuestas siguen ausentes 2por qu( el mundo es como es3 2por qu( !ay tanta maldad en el mundo3 2de d'nde !a surgido esa maldad3 2qu( !acer ante la maldad3 6as cuestiones planteadas por los c$taros siguen en vigor. 0llos dieron una respuesta, en principio, tan v$lida como cualquier otra. la dieron en un marco geogr$fico pr'imo al nuestro. )ace de eso muc!o tiempo. er"a una pena que ese fragmento de saber se perdiera para las nuevas generaciones. 0n las p$ginas que siguen vamos a profundi&ar en el catarismo siguiendo una triple direcci'n 1< sus principios doctrinales, =< su evoluci'n !ist'rica y, >< unas propuestas de recorrido por los escenarios donde tuvieron lugar, adaptado a las eigencias del viajero moderno. 0sto nos permitir$ aludir no solo a la !istoria, sino a su compa-era inseparable, la leyenda. pesar de que se tiene tendencia a considerar el catarismo como un fen'meno estrictamente occitano, en realidad estuvo presente en muc!as regiones de 0uropa. fin de vincular el estudio de la !erej"a a un marco geogr$fico accesible para el lector espa-ol, nos !emos limitado a centrar el estudio en ccitania, ndorra, la ?orona de rag'n y una breve referencia a 6e'n. 6a concepci'n de esta gu"a es eminentemente pr$ctica. /o solo permite una lectura sosegada sino que es una invitaci'n a conocer los lugares f"sicos que se citan. 6a intenci'n con que se !a escrito este libro es que el lector pueda disponer de un obra de s"ntesis te'rica, !ist'rica y pr$ctica sobre el catarismo y su entorno. ?uando me encargaron que reali&ara una gu"a sobre el catarismo, estuve a punto de rec!a&ar el encargo. ?re"a que todo lo que pod"a decirse sobre el tema ya estaba escrito. in embargo, faltaba una s"ntesis que, al mismo tiempo, divulgara al gran p+blico algunos aspectos poco conocidos del fen'meno !er(tico y de su etensi'n, particularmente, a (ste lado de la frontera. dem$s supon"a una oportunidad de repasar las cuestiones fundamentales de la doctrina c$tara. eso pod"a ser tan interesante para m" como para los lectores. ;ecorriendo las rutas c$taras, intentando descubrir como eran aquellos creyentes, necesariamente, el investigador y el lector vuelven a plantearse las preguntas claves de toda sociedad. ea quien fuere, el an'nimo primer redactor de %6a :ella y la :estia% compart"a
territorios comunes con el catarismo. 6os !ombres y mujeres quemados en las piras de Montsegur, gen, ?astres, 6avaur, etc., murieron por que dispon"an de una f( que les daba fuer&a suficiente para soportar el martirio. #ale la pena conocerla.
ALLI ) E'TO'CES### ccitania !a pasado a la !istoria de la !umanidad gracias al drama del catarismo. 0ntre los siglos *@ y *@#, en poco m$s de doscientos cincuenta a-os, la fisonom"a, las costumbres y la !istoria de ccitana cambiaron decisivamente. 0l catarismo fue uno de los elementos Ano el +nico, ni siquiera el m$s importanteA desencadenantes de una crisis que di' a Brancia Cy a 0spa-a, por lo dem$s< su actual fisonom"a. 0ra evidente que el dise-o geopol"tico del territorio galo obligaba a establecer una frontera en el ur. 0sa frontera no pod"a ser otra que los Pirineos. 6amentablemente para los c$taros occitanos, su pa"s se encontraba vinculado a la ?orona de rag'n, pero en el $mbito geogr$fico del /orte. 6a ecusa de la luc!a contra la !erej"a fue el %casus belli% para justificar la intervenci'n y la epansi'n del reino de Brancia !asta los confines pirenaicos. Pero nos equivocar"amos si solo vi(ramos este episodio !ist'rico motivado por el epansionismo franco. dem$s de un conflicto pol"tico Aluc!a del /orte contra las veleidades independentistas occitanasA fue tambi(n una guerra ideol'gica. Dos concepciones religiosas c!ocaron frontalmente sin esperan&as de soluci'n negociada. medida que el conflicto fue avan&ando, ambas partes dieron muestras de un salvajismo creciente. 6a matan&a de :e&iers obrada por los cru&ados del /orte rivali&a, sino en cantidad, si en crueldad con la cometida por los c$taros en vignonet Cver p$g. <. 0n cualquier guerras, ninguno de los dos bandos termina siendo inocente. 0n los cap"tulos siguientes sabremos c'mo pensaban los c$taros, conoceremos mil detalles de su peripecia !ist'rica. Pronto veremos como los grandes nombres propios Alos Montfort, los condes de Boi, los ;aymond de 8olosa, la casa de los 8rencavel, Bulco de Marsella y muc!os otros ilustres varonesA se convierten en protagonistas de unos sucesos que ocurrieron a!ora !ace m$s de 7 a-os. Pero la
orgullosa ccitania medieval estaba poblada por algo m$s que un par de docenas de grandes linajes. )ab"a un pueblo que tan solo ansiaba un lugar bajo el sol tambi(n (l fue el protagonista de aquellos a-os intensos. 0stas primeras p$ginas son un !omenaje a aquellas generaciones sin rostro. E E E )asta el siglo *@@ ccitania !ab"a sido diferente. u lengua, evolucionada de manera distinta a la !ablada en el /orte, se !ab"a convertido en ve!"culo de saber. 0l secreto de la pujan&a cultural occitana era esa lengua que !ab"a sido adoptada por poetas !errantes e incluso merec"a ser !ablada y le"da, por la noble&a local. 0l pueblo !ablaba occitano, mientras el clero lo !ac"a en la antigua lengua sagrada, el lat"n. l producirse el desplome del @mperio ;omano, la presencia germ$nica, aun eistiendo, fue etremadamente tenue en ccitania. 6os visigodos que !icieron de 8oulouse su capital se trasladaron con armas y bagajes a 0spa-a tras la derrota de #ouill( apenas dejaron rastros. s" como en otras &onas de 0uropa con mayor presencia de sangre germ$nica se produjo una colusi'n entre el cristianismo y la antigua religi'n pagana, en ccitania, al menos a nivel popular, la impregnaci'n cristiana fue d(bil y la religi'n popular practicada y amada por la poblaci'n ten"a muc!o que ver con el cristianismo primitivo, sin que la componente n'rdicoA germ$nica atenuara alguno de sus aspectos y los sustituyera por un sistema jer$rquico y sacramental. 6a @glesia local era muy d(bil en esa (poca y sus sacerdotes no daban el ejemplo que la poblaci'n esperaba de ellos. 6os c$taros la llamaban con gran regocijo de la poblaci'n, %alca!ueta% e %@glesia de at$n%. 6a lengua y la religi'n practicada eran un factores de separaci'n, pero la estructura feudal !ac"a de ccitania una &ona no muy diferente del resto de ccidente. 6a organi&aci'n trifuncional de las comunidades era id(ntica all" a la eistente en la ?orona de rag'n, ?astilla, el acro @mperio Ferm$nico o la @nglaterra de los Plantagenet. 6a noble&a guerreaba y se encuadraba en las 'rdenes militares. 6os templarios y !ospitalarios se implantaron ampliamente en la &ona durante el siglo *@@. 6os monjes oraban y meditaban dentro de los monasterios pertenecientes a la orden
del ?"ster y m$s adelante a los franciscanos, dominicos y otras muc!as. 6os burgueses y artesanos trabajaban con sus manos o comerciaban y sus organi&aciones gremiales eran tan fuertes en ccitania como en cualquier otra &ona de 0uropa. 0stas tres columnas de la sociedad medieval europea Ardenes ;eligiosas, Militares y FremialesA estaban sostenidas por v"nculos de co!esi'n, derec!os, obligaciones y lealtades de cada uno respecto a los dem$s. 6a prueba de que esta organi&aci'n feudal estaba viva en ccitania es que muc!os nobles situados dentro de la 'rbita cat'lica consintieron tomar las armas a favor del catarismo. 6os condes de 8oulouse y el mismo Pedro @@ de rag'n, llamado %el ?at'lico%, guerrearon en defensa de sus s+bditos c$taros, no por identidad con sus ideales sino obligados por el compromiso feudal. i este era el modelo ideal de sociedad, en la pr$ctica, tanto en el /orte como en el ur de Brancia, proliferaban los bandidos, los caminos resultaban inseguros y muy pocos se osaban adentrarse solos por territorios que desconocidos. 6os peregrinos se despla&aban en grupos numerosos sin evitar que los se-ores locales les impusieran peajes. 6os puentes eran verdaderas torres fortificadas imposibles de cru&ar sin abonar el consabido tributo de paso. 6os nobles necesitan dinero para costear sus ej(rcitos privados y las disputas con los vecinos. 6os mercaderes no se aventuran a viajar sin el acompa-amiento de %truanes%, %ribaldos% y %braban&ones%, fuer&as mercenarias !eter'clitas venidas de allende fronteras Afrecuentemente vascos y aragonesesA y seguidos de cerca por legiones de prostitutas y barricas de vino aguado. 6a usura est$ m$s etendida de lo que podr"a pensarse a tenor de la pro!ibici'n eclesial reducida a los jud"os, tambi(n los banqueros lombardos !an amasado inmensas fortunas mediante el pr(stamo con inter(s. M$s adelante la ciudad libre de ?a!ors, al /orte de ccitania se convertir$ en otro importante centro usurario. 6os desproporcionados intereses imped"an el reembolso a poco que la cosec!a fuera mediocre. Binalmente estaban los terrores apocal"pticos. 0l a-o 1 no ocurri' gran cosa parad'jicamente, el milenarismo se manifest' d(cadas despu(s. Goaqu"n de Biore y rnau de #ilanova fueron su int(rpretes y !acia finales del siglo *@@, se ten"a por inminente el fin de la cristiandad. 0ra l'gico que el inter(s por la salvaci'n de las almas
ocupara el primer plano al intuirse que no !ab"a futuro. Pol"ticamente empe&aban a percibirse las contradicciones y conflictos entre los embriones de 0stados /acionales y los feudos locales. Puede ju&garse el estado de $nimo del momento crisis social, crisis moral, crisis pol"tica. in embargo, en ccitania y 6ombard"a todos estos males estaban ligeramente atenuados por una evidente prosperiedad derivada del establecimiento de v"nculos comerciales con el 0ste las ?ru&adas !ab"an estimulado este flujo en ambas direcciones. /adie especula sobre teolog"a o metaf"sica con el est'mago vac"o, el florecimiento cultural solo puede producirse en un marco de crecimiento econ'mico. 0n ese caldo de cultivo florece el catarismo. /unca se trat' de un movimiento de masas. olo una m"nima parte de la poblaci'n occitana milit' en sus filas y sigui' sus ritos. Muc!os occitanos no se interesaban por el catarismo, pero apreciaban a sus vecinos e incluso les daban la ra&'n en las peque-as discusiones de taberna. Hue si el bautismo era absurdo por que los reci(n nacidos ignoraban lo que era el pecado, que si los curas no !ac"an lo que predicaban, que si Dios era bueno c'mo !ab"a aparecido el mal en el mundo... 6os %perfectos% no convenc"an a muc!os y sus estrictas costumbres disuad"an a los m$s, pero ten"an la virtud de predicar con el ejemplo. /adie los ten"a por !ip'critas, ni siquiera los eclesi$sticos que los apostrofaban dici(ndoles que reali&aban una predicaci'n %simple%, solo para %simples%. preciados por sus vecinos, estaban dotados de una gran !abilidad manual eran cesteros, &apateros, m(dicos, escribanos, curtidores y, sobre todo, canteros y tejedores muc!os practicaban el comercio. 4no de ellos, amas' 15. pie&as de oro de la comunidad c$tara que luego entreg' a su sobrino para que las trasladase a las m$s seguras comunidades lombardas nunca m$s volvi' a saberse de (l... Fabrielle 8eissere, !ija de tejedores del ude, !ab"a nacido no muy lejos de las riberas del lago de Mont!el a pocos Iil'metros del sendero que los c$taros sol"an recorrer en otro tiempo para llegar a la &ona de refugio de los llamados %perfectos%. ?uando la ni-a tuvo uso de ra&'n, !acia 1>15, el catarismo occitano yac"a destro&ado
su abuela ten"a cuatro a-os cuando cay' el fuerte de Montsegur y, ante el candil, le !ab"a contado !istorias sobre los %bons !omes%, tal como llamaban a los !erejes en la regi'n. 0n (poca de Fabrielle, el catarismo, aunque distante en el tiempo, segu"a formando parte del paisaje occitano, casi a modo de naturale&a muerta. 6a dure&a de los tiempos de persecuci'n !ab"a calado !ondo en el psiquismo profundo de los lugare-os. u madre y abuela !ab"an conocido bien a los c$taros y aun a pesar de apreciarlos y, en ocasiones de socorrerlos, no quer"an que sus !ijos se me&claran con ellos. 6a !erej"a no tra"a m$s que desgracias. 6os pocos c$taros que ellas !ab"an conocido eran tenidos por buenos vecinos y ecelentes ciudadanos sus valores se ponderaban por la poblaci'n, al margen de cual fuera su fe. e dec"a que nunca faltaban a la palabra dada, que respetaban a sus mujeres en un tiempo en el que la condici'n femenina era denostada en otras regiones ellos procuraban evitar mirar a mujeres para evitar con ello la tentaci'n. 6os lugare-os contaban que eran pac"ficos, jam$s entablaban peleas por motivo alguno y si alguien los desafiaba procuraban disuadir al atacante con palabras y argumentos, antes de empu-ar el palo o la espada. e dec"a incluso que liberaban a los animales presos en cepos, resarciendo al ca&ador. i algui(n les preguntaba como se llamaban ellos dec"an simplemente que eran %buenos cristianos%. ?uando Bulco, obispo de 8oulouse, orden' a sus presb"teros que denunciaran y persiguieran a los c$taros, estos no supieron como negarse, %son nuestros vecinos y son buenos vecinos%, dec"an. pesar de eistir entre ellos muc!os comerciantes, no !ac"an ostentaci'n de rique&a ni lujo e, incluso, la (lite de los c$taros, los %perfectos%, renunciaban a todo, incluso a una mala montura. ol"an trabajar con sus manos para mantenerse all" donde predicaban. 6a pobre&a era para ellos la mejor forma de vida. Predicaban de una ciudad a otra, %como ovejas entre lobos%, seg+n les gustaba decir, llevando el mensaje de la %iglesia perseguida y pobre%. /o todos los c$taros ten"an una sofisticada cultura, muc!os de ellos albergaban temores irracionales, especialmente entre los estratos m$s populares. 6a superstici'n alcan&aba, no solo a las capas populares, sino incluso a los mismos eclesi$sticos y a la noble&a. 0l vuelo de un cuervo indicaba presagios siniestros, el gato negro un alma en
pena que volv"a en busca de vengan&a, un escorpi'n blanco invitaba a quedarse en el !ogar. i se deseaba asegurar la fertilidad de los maridos, la mujer deb"a de !acerle ingerir, como fuera, una peque-a muestra de sangre menstrual. 6as comarcas ten"an su adivino, que al mismo tiempo era curandero y brujo, capa& de responder a cualquier petici'n. ?ada cual se forjaba su propio repertorio de supersticiones. Fabrielle recordaba como su abuela le !ab"a eplicado la !istoria de su cu-ado, un pastor que eperimentaba un p$nico violento al encontrarse frente a !ombres o mujeres pelirrojas en ocasiones, incluso, los !ab"a agredido dec"an que estaba endemoniado. 6o que !oy llamamos %calidad de vida% era lo peor que deb"an afrontar los campesinos y pastores occitanos. sus refugios no alcan&aba la cultura ni el saber de los palacios y las villas. u vida media, sometida a indecibles penalidades, apenas llegaba a la edad de ?risto. 6os picapedreros y maestros de obra operaban solo en burgos y castillos y los campesinos no ten"an otra forma de construir sus moradas sino era a base de obtener piedras de construcciones anteriores ya eistentes o utili&ando $rboles y paja. 6ugdunum ?onvenarum, la actual ?omminges, fue destruido en los a-os oscuros de la dinast"a merovingia y sus ruinas alimentaron las construcciones de la regi'n durante siglos. Pocas eran las casas cubiertas con tejas, !abitualmente, un entrela&ado de paja apenas resguardaba de las inclemencias del tiempo. i la familia pod"a cubrir su morada con tejas, siempre, en una esquina, quitaba una para que el alma de los difuntos tuviera facilidad para ascender al cielo. :uena parte de los campesinos se albergaban en caba-as circulares. /o eist"a divisi'n alguna en su interior. 0l ganado viv"a cerca, muy frecuentemente junto a la familia en el mismo interior de la caba-a, apenas separado por una peque-a cerca. 0ra la +nica forma de obtener calor en el duro invierno. 6os c$taros eran m$s pulcros e !igi(nicos que el resto de la poblaci'n. 0n aquel tiempo en que los caballeros se jactaban de no mudarse durante semanas, sobre todo en campa-a, los c$taros fueron reconocidos durante un tiempo por la inquisici'n por su etrema pulcritud. lgunos les llamaban moros o moriscos, por similitud con los $rabes de 0spa-a en cuyos ritos diarios, la limpie&a ocupaba un lugar primordial.
0l cuadro de aquellas pobres caba-as de los siglos *@@ y *@# era triste olores pestilentes de los animales a un lado, al otro un jerg'n sobre el que dorm"an los padres y en torno suyo sobre la paja, los !ijos, sin importar edad ni seo. /adie deb"a eplicarles los misterios de la procreaci'n, pod"an ver a un lado de la casa como se un"an los animales, mientras que al otro, sus padres reali&aban ritos parecidos. /o eist"a m$s educaci'n que la que el cura impart"a en sus sermones o la que eran capaces de transmitir los padres. 0l saber era eminentemente pr$ctico la !umanidad de aquellos a-os sab"a solo lo necesario para sobrevivir. a desde la infancia aprend"an a reconocer los signos de la naturale&a, las nubes que traer"an tempestad, el momento adecuado para sembrar, la utilidad de tal o cual !ierba para lograr este o aquel efecto esperado. olo era indicado sembrar $rboles y casarse, durante la 6una /ueva tambi(n entonces era posible cortarse el pelo y las u-as que !ab"a que conservar si se deseaba obtener suerte y fortuna. 6a instrucci'n religiosa !ab"a sido siempre pobre en el Pirineo y en ccitania la presencia de 'rdenes religiosas en la &ona fue menor que en otras latitudes y la religi'n antigua, me&cla de saberes antiguos desfigurados y cristianismo, !a subsistido casi !asta nuestros d"as a trav(s de creencias y tradiciones populares apenas adulteradas. 6a iglesia ofrec"a la %salvaci'n de las almas% y eso entra-aba poner el (nfasis en el buen morir. 6a ense-an&a religiosa tend"a a crear sugestiones ps"quicas sobre lo que el fiel encontrar"a tras la muerte, en el otro mundo. 8odas las peque-as iglesuelas pirenaicas y occitanas albergaban im$genes de an Pedro pesando las almas de los difuntos, a un lado de la balan&a un $ngel, en el otro el diablo muy frecuentemente, otro diablillo juguet'n de menor talla se colgaba del platillo de la balan&a que albergaba al alma para impedir que (sta se equilibrara con la pluma del otro platillo. 6as descripciones del infierno eran tan terror"ficas, como amables y deliciosas las venturas que esperaban al justo. 8odas las iglesias y !ermitas, por peque-as que fueran estaban cubiertas de verdaderos %programas iconogr$ficos% que resum"an la !istoria sagrada. 0l sacerdote ense-aba a %leer% la :iblia en los capiteles y arc!ivoltas, relives y frescos. 6as im$genes eran suficientemente eplicativas, frecuentemente dram$ticas, y calaban !ondo en un
pueblo !umilde e impresionable. Para un pueblo que no sab"a leer ni escribir, la +nica transmisi'n y retenci'n de conocimientos pod"a reali&arse mediante s"mbolos e im$genes. 6os c$taros no amaban entrar en las iglesias, dec"an que en ellas estaba presente el dios malvado. osten"an que el verdadero tesoro del g(nero !umano era su alma y (sta, al ser inmaterial, no precisaba de soportes f"sicos para su culto. /i siquiera cuando las lec!u&as gritaban anunciando una muerte, los c$taros utili&aban los santos 'leos para los ritos funerarios. 0llos ofrec"an algo m$s que la %salvaci'n% del alma de la que no renegaban y que era el objetivo a alcan&ar por los %creyentes%. 6a %salvaci'n% implicaba el obtener renacimientos afortunados e irse purificando a lo largo de los mismos. 6os %perfectos% A(lite religiosa del catarismoA ofrec"an la %liberaci'n% del alma, es decir, su retirada del eterno ciclo de los renacimientos en formas y especies diversas, !asta integrarla en la pura lu& divina. esto solo lo daba una estricta disciplina interior. Fabrielle no !ab"a visto nunca a los %perfectos%. ?uando empe&' a tener uso de ra&'n, la persecuci'n contra el catarismo se !ab"a etremado y ya no pod"an recorrer las tierras occitanas con la libertad que en tiempos de su abuela. 0sta le !ab"a contado, como de muy ni-a, sol"a ver por los valles pirenaicos a los %bons !omes%. @ban de dos en dos, cubiertos de !$bito negro con capuc!'n, ce-ido por cord'n de lino, signo de que !ab"an sido regularmente ordenados en ocasiones, su cabe&a se cubr"a con un bonete redondo. /o se cortaban la barba y !asta el siglo *@@@, llevaron el pelo m$s largo de lo normal. us !$bitos sol"an estar gastados y cubiertos de remiendos. Por todo equipaje llevaban una bolsa a la altura de la cintura que muy pocas veces conten"a alimentos, tan solo una copia manuscrita del 0vangelio de an Guan. una olla. Prefer"an comer y cocinar en su propia olla que utili&ar otras que pudiran contener restos de grasas animales. 0ran vegetarianos. 6a abuela asisti' a las catequesis que organi&' Fuil!abert de ?astres, noble aquitano, predicador de la buena nueva !er(tica en toda ccitania. 6a llamaban %/a% 8!erese, contracci'n de %donna% o %d'mina%, dama. 0l buen Fuil!abert la introdujo, en la comunidad c$tara, apenas por unos meses. e arrodill' tres veces ante su maestro y le pidi' la bendici'n, mostrando as" la
naturale&a sincera de su fe, tal como indicaba el ceremonial. 8!erese cont' a su nieta que este rito mejoraba su condici'n ante el buen Dios y por eso Fuil!abert le llamaba %meol!iorament%. 4n buen d"a Fuil!abert ya no vino m$s a la aldea, la edad y la persecuci'n sistem$tica, le obligaron a refugiarse en Montsegur. 6a comunidad c$tara se dispers' y cuando lleg' la @nquisici'n, apenas unos pocos fueron condenados a penitencias menores. olo all" donde !ubo luc!a o una implantaci'n insolente, se dieron grandes procesos y quemas masivas de !erejes. 8!erese, afortunadamente, pudo contarlo a su nieta. 0l !ec!o de que los %perfectos% viajasen en parejas se deb"a a una me&cla de pragmatismo, fraternidad y precauci'n. 6os caminos eran inseguros, frecuentemente asaltados por bandidos. /i la sofisticada civili&aci'n occitana se !ab"a librado de esta plaga. Dos !ombres se defend"an mejor que uno. Por lo dem$s, los %perfectos% deb"an de interrumpir su sue-o seis veces cada noc!e para re&ar sus oraciones. 4n %perfecto% velaba y re&aba, para despu(s despertar a su compa-ero que !ar"a otro tanto mientras el primero dorm"a. as" seis veces cada noc!e. /o era pues raro que los sue-os se recordaran a la perfecci'n. 6os c$taros sosten"an que el mundo on"rico tra"a mensajes ocultos a los !ombres. Dec"an que, mientras el yo f"sico dorm"a, el alma volaba en libertad en el mundo de los sue-os. 0ra inevitable que los c$taros, al interrumpir sus sue-os para meditar, los recordaran mejor y m$s detalladamente. Binalmente, se procuraba impedir que un %perfecto% pecara su !ermano deb"a vigilar su comportamiento y salvarlo y, al mismo tiempo, ser vigilado por (l. 0n tiempos de Fabrielle, los %perfectos% !ab"an cambiado de costumbres. us ropas ya no pod"an ser las que la @nquisici'n conoc"a a la perfecci'n. ?omo los comerciantes, sol"an llevar ropas a&ul oscuro y frecuentemente, las parejas de %perfectos% fueron de seo opuesto. parentaban ser marido y mujer, pero cuando deb"an acostarse juntos en cualquier posada, no se desvest"an y procuraban que sus cuerpos ni siquiera ro&aran. i la tentaci'n planeaba sobre ellos se reali&aban sangr"as. un en ese per"odo tard"o del catarismo, la inquisici'n sol"a descubrir a los perfectos por su aspecto f"sico. 6a etrema palide& de sus rostros, era una pista no
desde-able. 6os frecuentes ayunos y penitencias les !urtaban un aspecto saludable. 8res d"as a la semana ayunaban pan y agua. tros solo beb"an vino etremadamente diluido y unos pocos, solo agua templada con una nue&. Para los simples creyentes la dieta no era tan estricta y a lo largo de las generaciones fue relaj$ndose. Binalmente, solo los %perfectos% deb"an mantener un riguroso vegetarianismo, mientras que los simples %creyentes% pod"an alimentarse de cualquier otra cosa. in embargo, unos y otros, deb"an respetar la vida de los animales. 6a @nquisici'n reconoci' a los fieles c$taros por su rec!a&o a sacrificar animales. Muy frecuentemente eran obligados a sacrificar un simple animal dom(stico la negativa era un indicio de pertenencia a la !erej"a. 6a muerte estaba presente en la !umanidad medieval, guerras, !ambrunas, epidemias, !ac"an de la muerte algo cotidiano. 0n realidad, todo el !ec!o religioso giraba en torno a la vida como preparaci'n para la muerte y los !erejes no iban a ser una ecepci'n. 6os c$taros sosten"an que el alma tras la muerte, transmigraba de un cuerpo a otro. 6as almas que !ab"an ofendido a Dios y llevado una vida impura se reencarnaban en cuerpos de animales igualmente impuros. 6a madre de Fabrielle, le !ab"a contado como tras la muerte del cu-ado de la abuela, apareci' en la regi'n una gran serpiente de la que dec"an que solo mord"a a los pelirrojos, y cuando, tiempo despu(s la serpiente desapareci', vol' sobre las altas cumbres de la regi'n, un !alc'n que segu"a a los pelirrojos como intentando descubrir sus intenciones, pero sin atacarlos jam$s. Fabrielle se sinti' vivamente impresionada por estos relatos y ya nunca m$s vi' a las animales como algo radicalmente diferente de los !umanos. 4na y otra ve& se preguntaba quien podr"a !aber sido en su vida !umana aquella gallina o el puerco primorosamente engordado, y qu( infamia cometieron para !acerse acreedores de tan desgraciado destino. )ab"a muc!as damas nobles entre los c$taros, pero muy pocas entre el pueblo llano. 6a sociedad occitana ten"a rasgos tel+ricos y ginecocr$ticos qui&$s residuo procedente de las antiguas culturas mediterr$neas que adoraron y enaltecieron a la mujer como Diosa y Fran Madre. olo aqu" pudo florecer un culto eajerado a la dama.
Mientras en el /orte se viv"a una sociedad masculina, viril y guerrera, el ur era recorrido por trovadores que buscaban un tenue signo de amor en su dama a veces solo el premio de una mirada o el permiso para quitarle un &apato. 6os mismos %perfectos% deb"an apartarse al paso de una mujer, aunque cayeran necesariamente en un c!arco o en el arroyo. Gam$s compart"an un banco con personas del seo opuesto, a no ser que fuera una %perfecta% y no por displicencia sino como se-al de respeto y subordinaci'n. 6as nobles c$taras aportaron a la comunidad sus bienes y mansiones, frecuentemente se instalaron en ellas conventos y casas de retiro. Pod"an aplicar el rito del consolamentum y predicar la fe. ?uando Fabrielle y sus padres llegaron a la capital occitana, 8oulouse era la tercera ciudad de la cristiandad, tras ;oma y #enecia. 6a ciudad que d(cadas antes !ab"a sido llamada %madre de la !erej"a y cabe&a del error%, resta-aba las !eridas sufridas un siglo antes en tiempos de ;aymond #@@. 6os c$taros !ab"an desaparecido de la altiva ciudad, pero ni siquiera la llegada de los barones del /orte consigui' cambiar etraordinariamente las costumbres de sus !abitantes. 0l dinero segu"a en manos de los jud"os y muc!os orfebres y artesanos pertenec"an a la ra&a de av!(. i bien la llegada de los %franc!imanos%, %francigenae% u %!omines gallice lingue%, es decir los barones del /orte !ab"a coartado las libertades tolosanas, los pro!ombres de los gremios segu"an siendo escuc!ados y los trovadores sonaban sus instrumentos en los palacios nobles. Donde muc!o !ubo, siempre queda algo, pod"an decir con ra&'n los tolosanos. 0n 1>=J, siete notables de lengua occitana fundaron la %?ompa-"a del Fay aber% que cada a-o, el > de mayo, premiaba con una flor a los mejores rapsodas y poetas. 0n el tiempo en que Fabrielle 8eissere lleg' a 8oulouse, la 4niversidad se !ab"a convertido en teatro de controversias ideol'gicas. 0l centro !ab"a surgido de una cl$usula del 8ratado de Meau firmado entre el rey de Brancia y el ?onde 8oulouse que puso fin a la guerra civil y obligaba a (ste a contratar maestros en teolog"a y derec!o can'nico, artes liberales y gram$tica, para dar clases en la capital occitana. Pero quienes estaban pr'imos a la !erej"a !icieron la vida imposible a los profesores,
sabotearon las clases y, finalmente, les disuadieron de permanecer en aquella tierra. olo a partir de 1=>> la instituci'n empe&' a estabili&arse gracias a la creciente presencia de la @nquisici'n. 0sta se mostr' implacable. 8odos los !ombres y mujeres a partir de la pubertad est$n obligados a denunciar !erejes aun cuando solo sean simpati&antes, nadie puede albergarlos, sus familiares corren el riesgo de ser tomados como re!enes, la pena m$s leve es la pro!ibici'n de ejercer la propia profesi'n o la condena a llevar cruces penitenciales. 6a misma posesi'n de la :iblia por parte de laicos y, su traducci'n, se consideraba delictivo. 0ra frecuente ver aparecer en los peque-os pueblos occitanos una comitiva de dominicos, acompa-ados de ret(n armado tras el serm'n Aal que deb"a asistir obligatoriamente toda la comunidadA los predicadores eortaban a confesar los pecados, retractarse de los errores y comunicar delitos propios y del vecindario. Durante un mes, la @nquisici'n proclamaba un %tiempo de gracia% en el curso del cual la poblaci'n pod"a acudir a confesarse y delatar. 6as delaciones se manten"an en secreto, pero epirado el %tiempo de gracia%, los citados en las deposiciones eran convocados ante el tribunal. olo cuando la @nquisici'n percibi' el muro de silencio al que se enfrentaba, crey' necesario recurrir a la torturas. 0n pocos a-os 8oulouse fue limpiada de !erejes. 0l abigarrado mercado de 8oulouse estaba en el centro de una ciudad en plena reconstrucci'n. Por todas partes florecen nuevos templos cat'licos y se dir"a que el catarismo es tan solo un recuerdo. 6a noble&a que apoy' a la !erej"a fue desposeida de su poder, los %capitouls%, representantes de los burgueses, no volvieron a elegirse. 0l derec!o occitano fue sustituido por el tra"do del /orte. 6a primogenitura pas' a ser obligatoria. 6a milicia permanec"a desmovili&ada y los muros derribados. 6os c$taros se !ab"an refugiado, primero en los campos ejerciendo de pastores, o simplemente sobreviviendo en lugares poco accesibles m$s tarde, tras la toma de Montsegur, debieron refugiarse en las grutas del abart!(s, si bien otros muc!os prefirieron el camino del eilio. 6as familias que tuvieron c$taros entre sus filas permanec"an rotas y raras veces recib"an noticias de sus allegados residentes en rag'n, 6ombard"a o cualquier isla mediterr$nea a donde !ab"an ido a parar escapando de la @nquisici'n.
?ada occitano ten"a un familiar o un amigo en el eilio o desterrado, de peregrinaci'n a antiago, ;oma o Gerusal(n para epiar su culpa o en las ma&morras inquisitoriales. 6os pocos n+cleos c$taros que eist"an en la clandestinidad a principios del siglo *@# apenas se dejaban ver. Huienes segu"an manteniendo su fe en secreto ten"an dificultades para encontrar un %perfecto% que les administrase el %consolamentum% a la !ora de morir. Muy a menudo, los pocos %perfectos% que quedaban eran atra"dos a trampas, encontrando a la @nquisici'n all" donde cre"an ir a %consolar% alg+n anciano moribundo que les imploraba su presencia y el rito de la buena muerte. ?uando Fabrielle llega a 8oulouse el a-o del e-or de 1>=1, la ciudad sabe que acaba de ser ejecutado Fillaume :elibaste en #illerouge 8ermenKs, pero ignora que se trata del +ltimo %perfecto% occitano, postrero superviviente de las matan&as del siglo *@@@. :elibaste ya no ten"a %iglesia%, tan solo un peque-o n+cleo de partidarios que !ab"a dejado en las monta-as levantinas del Maestra&go y unos pocos contactos esparcidos por todo el ;eino de rag'n. 4no de ellos labr' su perdici'n. De todas formas eist"a una gran diferencia entre :elibaste y los primeros %perfectos% del siglo *@@ y *@@@. islado de toda jerarqu"a, !ombre sin gran cultura ni educaci'n, :elibaste solo pod"a dar ejemplo. Bue una me&cla de predicador iracundo contra ;oma, c+mulo de supersticiones y !ombre r+stico pero bueno, al fin y al cabo. u discurso, a diferencia del de los primeros misioneros b+lgaros llegados del 0ste y de sus disc"pulos occitanos, ya no pod"a ser atendido por la noble&a, ni por los burgueses, solo estaba en condiciones de seducir a campesinos pobres y antiguos c$taros. 6a idea de los dos principios opuestos, bien y mal, !ab"a llevado a estos +ltimos %perfectos% a ecentricidades teol'gicas. i eist"an dos principios y uno Ael Dios buenoA no !ac"a caso de sus fieles, !ab"a que entregarse en manos del principio del mal. lguno de los +ltimos c$taros !abia vomitado %i Dios no me proporciona lo que quiero, lo pedir( al diablo%. 0ra evidente que la vieja creencia !ab"a ido degenerando. l no eistir literatura escrita, solo unas pocas versiones del 0vangelio de an Guan y muy pocas obras espec"ficamente c$taras Ala tenencia de uno de estos tratados implicaba la !ogueraA, sobreviviendo en la clandestinidad y con dificultades de comunicaci'n, era
l'gico que la !erej"a no pudiera mantener durante muc!o tiempo su alto nivel teol'gico. Fabrielle apenas pod"a moverse en el mercado de 8oulouse !ombres y ganados, yendo y viniendo, p+blico a la b+squeda de la mejor oferta, mendigos pidiendo y bribones robando, monjes dominicos de manto blanco a los que la poblaci'n trataba con una deferencia no eenta de temor y, de tanto en tanto, alg+n noble que por rasgos, ropas y ademanes mostraba ser oriundo de la tierra occitana, compon"an el colorista paisaje urbano que maravillaba a una pobre campesina de apenas 1L a-os. us ojos se posaron en una dama noble trasladada en palanqu"n por abnegados sirvientes. ;epart"a pan a los pobres y procuraba escuc!ar sus quejas y no envanecerse con sus agradecimientos. Fabrielle not' que, sobre todo, ten"a buen cuidado en ser m$s generosa con los mendigos pelirrojos. quello le !i&o pensar en las !istorias que le !ab"a contado su abuela, sobre el !ermano de su esposo, que se encoleri&aba ante los pelirrojos y luego las que oy' de su madre sobre una serpiente que los atacaba y, m$s tarde, un !alc'n que los respetaba. a!ora ten"a ante s" una noble dama que los alimentaba. Bue entonces cuando se pregunt' si no ser"a cierto aquello que le !ab"a contado su madre y que recibi' de su abuela, sobre las almas que migran de unos cuerpos a otros y contra mas justas son m$s alto se elevan. 6a belle&a de aquella dama y su bondad le !ac"an pensar que all" donde ella estaba, estaba el 0d(n. 8al como lo recibi' de su madre lo contar"a a sus !ijos y as", siglo tras siglo, la doctrina de los c$taros, convertida en leyenda !a llegado !asta nuestros d"as. o escuc!( esta !istoria narrada en el Marne por una marquesa occitana cuya familia !ab"a emigrado del 6anguedoc tras la egunda Fuerra Mundial, !uyendo de la %depuraci'n%. 6o que en un tiempo fue una teolog"a completa y convincente, con el paso del tiempo termin' transform$ndose en una creencia e'tica enunciada de forma ingenua. :ienaventuradas las leyendas que nos dicen como fueron los !ombres que las enunciaron. obre este trasfondo !umano y cultural se desarroll' la aventura c$tara.
+ DESDE ,OROASTRO A LOS CATAROS &ARA LOS -UE SE I'TERESA' &OR LA TEORIA
Las cuestiones doctrinales resultan e,tremadamente arduas especialmente para aquellos que no sienten particular predileccin #acia la teología y la filosofía. in embargo es absolutamente necesario incluir en un libro como éste una bre$e referencia al contenido de la doctrina cátara en sus antecedentes su cosmogonía y en aspectos rituales. -n las siguientes páginas $amos a desgranar estos temas. Quien no se sienta atraído por la teoría puede eludirlas y pasar directamente a la #istoria de la #erejía y a las rutas turísticas cátaras. in embargo no está de más tener unas nociones mínimas que nos ayudarán a comprender como pensaba la sociedad que $i$ía en los parajes que $amos a $isitar.
MA'I-UEISMO ) CATARISMO nne :renon, presidenta del ?entro de 0studios ?$taros de ?arcasona, !a cuestionado la filiaci'n maniquea del catarismo. ?iertamente no es posible tra&ar una l"nea de continuidad ininterrumpida entre ambos movimientos pero s" resulta incontrovertible que, por encima del espacio y del tiempo, eisten denominadores comunes y similitudes entre ambos movimientos. Por v"as que la !istoriograf"a actual, !a sido incapa& de reconstruir, lo esencial de los contenidos del maniqueismo, muy evolucionados, distorsionados y adulterados, en ocasiones, reaparecen en el catarismo. Da la sensaci'n que quienes dieron vida al catarismo, conoc"an, al menos los ra&onamientos de partida, del viejo maniqueismo, aun cuando ignoraban sus jerarqu"as, rituales y organi&aci'n. Desde an :ernardo se !a venido sosteniendo que el catarismo ten"a su origen en la doctrina maniquea sin embargo, las cosas no son tan simples. 6a l"nea de
evoluci'n que lleva al catarismo occitano pasa por una seria de jalones intermedios zoroastrismo zoroast rismo -> mandeismo -> maniqueismo -> paulicianismo -> bogomilos bogomi los -> cátaros
0l viaje te'rico que vamos a emprender nos va a llevar por algunas de las grandes concepciones religiosas de la !umanidad. /uestra primera etapa ser"a el &oroastrismo.
El dualis. /r0stric# 0s dif"cil ponerse de acuerdo sobre el per"odo en el que naci' oroastro. lgunos sosti sostiene enen n que que no se trat trat', ', siqui siquier era, a, de un perso persona naje je aut(n aut(nti tico, co, sino sino de un mito mito colectivo. De entre todas las cronolog"as nos parece m$s probable la que sit+a su nacimiento en torno al siglo #@ a. de G?. 2motivo3, por motivos desconocidos, la !umanidad vivi' en aquella (poca una mutaci'n religiosa simult$nea que alcan&' desde @ndia !asta Frecia budismo y pitagorismo nacieron en ese momento. 0n ?!ina, la tradici'n originaria se readapt', fraccion$ndose en taoismo Creservado a una (lite y compuesta por una metaf"sica metaf"sica y ciencias ciencias tradicional tradicionales es especulativas< especulativas< y ?onfucianismo ?onfucianismo Cdoctrina de car$cter fundamentalmente pr$ctico<. 8ambi(n en esa (poca, los jud"os sufrieron la cautividad de :abilonia y desarrollaron lo esencial de su actual doctrina religiosa. Bue, as" mismo, el per"odo de los %reyes m"ticos% de ;oma y el punto de arranque de la %civili&aci'n cl$sica% griega. 0sta mutaci'n religiosa alcan&' tambi(n a Persia. ;en( Fuenon sostiene que esa misma fue la (poca del %+ltimo oroastro% y epl eplic icaa "oroa "oroastr stro o designa designa en realid realidad ad no a un person personaje aje partic particula ular r sino una funcin funcin a la $e& profética profética y legisladora/ legisladora/ #ubo $arios &oroastro &oroastros s que $i$ieron $i$ieron en épocas muy diferentes/ y es incluso $erosímil que esta funcin tu$iera un carácter colecti$o lo mismo que la de 0yasa en la 1ndia y la de +ot# o 2ermes en -gipto representa la obra de toda la casta sacerdotal".
0l &oroastrismo ejerci' una enorme influencia sobre las religiones y los sistemas gn'sticos posteriores y fue la religi'n oficial persa antes de la invasi'n de lejandro Magno. 0l gran conquistador griego, al llegar a Pers(polis, destruy' los tetos sagrados iranios. ?on los fragmentos que se salvaron se compuso el %endAvesta%, libro sagrado de la tradici'n &oro$strica desde el a-o ==L. ?on el &oroastrismo aparece un cierto dualismo en la !istoria de las religiones. oroastro cree en la unidad de Dios. 0l tiempo
produce dos principios antag'nicos rmu& CDios :ueno, eterno e infinito !acia lo alto< y !riman !riman CDios Malo, Malo, infinito infinito !acia lo bajo<. bajo<. 6os dos principios principios se oponen eternamente. !uraAMa&da !uraAMa&da u rmu& es entendido entendido como el principio principio y centro de todas las cosas. urgi' de una me&cla entre el Buego primordial y al gua elemental. @naccesible y eterno, eterno, gener' gener' una jerarqu"a jerarqu"a celestial celestial cuyas seis emanacione emanacioness Alos %antos %antos @nmo @nmort rtal ales es%A %A est$ est$n n divi dividi dido doss en dos dos grup grupos os,, masc mascul ulin inos os y feme femeni nino nos. s. 0sta 0stass emanaciones, m$s rmu&, forman la %)(ptada%. :ajo ella se encuentran veintioc!o %ngeles uperiores% Mitra es su jefe. :ajo estos, forman los $ngeles y genios tutelares de la !umanidad. 0l reino de !riman tiene una estructura similar. eis %Frandes Demonios% o %Daivas%, est$n al frente de la jerarqu"a diab'lica. ?ada $ngel o principio de la )(ptada, tiene su equivalente negativo en esta jerarqu"a inferior. 6a luc!a entre :ien y Mal no es eterna terminar$ por prevalecer el :ien despu(s de una luc!a de tres ciclos. ?ada ciclo ser$ de tres mil a-os. 0l g(nero !umano podr$ ayudar a la resoluci'n de esta luc!a mediante una vida pura y justa. 0l ciclo se cerrar$ cerrar$ con un diluvio de fuego. 0stos elementos estaban presentes en la religi'n irania en el tiem tiempo po que naci naci'' un !omb !ombre re prov provid iden enci cial al,, educa educado do en tal tal duali dualismo smo Mane Manes. s. 6o esencial del dualismo &oro$strico, tami&ado por Manes, inspirar$ la !erej"a c$tara.
Manes( 1undadr de la 23nica reli4i%n 5erdadera2# 6os !istoriadores de las religiones !an recopilado abundante documentaci'n sobre el maniqueismo. ?ontrariamente a otros fundadores de religiones, cuya vida se !a visto envuelta en brumas de leyenda, en el caso del maniqueismo, la eistencia mism mismaa de su funda fundador dor est$ est$ docume document ntad adaa por por las las llam llamad adas as %ct %ctas as de quel quelao ao%, %, transcritas por el obispo de Nas!Iar en Mesopotamia. Debi' de tratarse de algui(n ecepcionalmente culto. /o solamente escribi' varios varios tratados tratados A%0vangelio A%0vangelio #iviente%, #iviente%, el %6ibro %6ibro de los Misterios% Misterios%,, el %6ibro %6ibro de los gigantes% gigantes%,, la %Pragmateia% %Pragmateia% y el %8esoro de #ida%A #ida%A sino que tambi(n tambi(n domin' la pintura, la poes"a y la caligraf"a. ?ojeaba al igual que algunos grandes personajes mitol'gicos COotan, )efaisto, Gacob...<. imb'licamente, la cojera del pi( encuentra su simetr"a en la superioridad intelectual y moral del sujeto. 0n el a-o =1L de nuestra 0ra, cuando estaba a punto de nacer Manes, su padre, PateI, PateI, sacerdote del ol, tuvo una visi'n en la soledad soledad del templo. 4na vo& le indicaba indicaba que no deb"a comer carne, carne, beber vino ni frecuentar frecuentar mujeres. cto seguido se ad!iri' ad!iri' a la secta de los Muj!tasila, Muj!tasila, %aquellos que se ba-an%. u esposa, esposa, Miriam, pertenec"a pertenec"a a la dinast"a de los partos ars$cidas. 4n $ngel le anunci' su embara&o. u !ijo, babilonio de
nacimiento, nacimiento, pero iranio iranio de ra&a, ra&a, se educ' con los magos naci' en brumia "en el año 345 de la -ra eléucida eléucida el octa$o octa$o día de la segunda segunda luna" , es decir, el 1J de abril del =1L algunas fuentes dicen que en su juventud fue sacerdote cat'lico. #isit' buena parte del mundo conocido en su (poca. Manes, empe&' a tener visiones a los 1= a-os y la %gran revelaci'n% se produjo a los =J a-os. bandon' la religi'n de sus padres y se crey' investido por la divinidad para crear una predicar un nuevo sistema religioso. ?rey' ser el %ello del Profeta%, +lti +ltim mo de los envi enviad ados os divi divino nos. s. 0stuv stuvoo en @ndia ndia y se inte interres' es' tant tantoo por por el bra!amanismo bra!amanismo como por el budismo. ?uando regres' regres' a Persia, Persia, ya !ab"a ideado ideado su sistema religioso, verdadera s"ntesis de budismo, ma&deismo y cristianismo. 0n mar&o del =J=, Manes se present' ante el rey apor @ de Persia para eponer su doctrina que ya consideraba consideraba como "la %nica religin $erdadera". Dicen las cr'nicas que no fue recibido con ecesivo calor y prometi' volver con millones de fieles. 0sa fec!a se inici' la epansi'n del maniqueismo. partir partir de entonces, entonces, los misioneros misioneros maniqueos maniqueos se desperdigar desperdigaron on por todo el mundo. Predicando !acia el 0ste llegaron a ?!ina y tambi(n al 8"bet su marc!a !acia el este les llev' a )ispania en la ;oma @mperial se implantaron c'modamente. 8ambi(n estuvieron presentes en el siglo @# en frica del /orte, sia Menor, @liria y Frecia. Por entonces Manes ya !ab"a muerto. Mani Co Manes< no tuvo en cuenta que iba a conmover los fundamentos de las religiones institucionali&adas en muc!os pa"ses. @ba a competir con sistemas pol"ticoAreligiosos que deseaban cualquier cosa menos sufrir desestabili&aciones en sus estructuras ideol'gicas y de poder. 0l maniqueismo no "religin n más persegu perseguida ida de la #istori #istoria". a". tard tard'' en alca alcan& n&aar el dudo dudoso so !ono !onorr de "religi Diocleciano los reprimi' en el =9, los emperadores bi&antinos, Gustiniano y lejo ?omeno descargaron sobre la secta maniquea, todo el peso de la ley. 0n Persia, para colmo, !ab"a muerto apor @, que termin' aceptando bien la nueva doctrina. 6e sucedi' su !ijo )ormi&d que sigui' la misma pol"tica favorable al maniqueismo no en vano pertenec"an al mismo linaje de la madre de Manes. in embargo, )ormi&d rein' solo unos meses y fue sucedido por :a!ram @, favorable al %stablis!ment% religioso ma&deo. Bue Bue el fin fin para para Mane Manes. s. Dete Deteni nido do y carg cargad adoo de cade cadena nass que que le impe imped" d"an an todo todo movimiento, fue encerrado en la prisi'n. 8ard' =L d"as en morir. 6a tradici'n cuenta que fue desollado y su piel, !inc!ada con aire, colgada en las puertas de ?tesifone. tros dicen que, primero, fue crucificado y luego despellejado. 0n cualquier caso se sabe que su muerte acaeci' el =L de febrero del =77. 6os partidarios de Manes, perseguidos y eterminados en Persia, escaparon al 8urIest$n, otras comunidades se dirigieron a la @ndia, ?!ina y frica, etendi(ndose a trav(s de 0gipto. qu" recibieron la influencia de las comunidades cristianas y de los restos de las escuelas paganas de misterios. 0n )ipona, el que luego ser"a an gust"n,
fue maniqueo entre el >7> y el >=. 6os misioneros que llegaron a ?!ina, lograron gran difusi'n en la (poca de Fengis N!an. Perseguidos en sia Menor, !uyeron !acia los valles valles del Danubio. Danubio. 6os maniqueos maniqueos no pudieron soportar soportar durante durante muc!o tiempo tiempo la presi'n. u ocaso se present"a desde principios del siglo #. ;etrocediendo por todas part partes es,, sus fiel fieles es segu" segu"an an etr etray ayen endo do fuer fuer&a &ass para para resi resist stir ir la pers persecu ecusi si'n 'n y las las adversidades. 6a jerarqu"a maniquea fue desmantelada el contacto entre las distintas comunidades se perdi' y, para colmo, a medida que crec"an las dificultades, la doctrina inic inicia iall fue fue desvi desvirt rtu$ u$ndo ndose se y sepa separ$ r$nd ndose ose de su unida unidad d origi origina nari ria. a. 0n el 0ste 0ste el maniqueismo maniqueismo termin' pareci(ndose pareci(ndose al budismo y en el este al cristianismo. cristianismo. )acia el siglo #@ ya no podemos !ablar de una religi'n unitaria, sino de grupos dispersos que pugnaban, aislados unos de otros, por sobrevivir.
La dctrina .ani6uea# 2Hu( se sabe de la doctrina maniquea3 Manes sosten"a, con los ma&deos, que coeist"an dos principios en continua luc!a en todo el 4niverso. De un lado materia, de otro esp"ritu de un lado oscuridad, del otro lu& Mal y :ien, en s"ntesis. 6a luc!a entre ambos ambos princip principios ios se inici' inici' cuando cuando la mater materia ia,, eperi eperiment mentand andoo la atracc atracci'n i'n de la radiac radiaci'n i'n luminosa luminosa,, quiso quiso ascend ascender er !asta !asta ella. ella. ;eencon ;eencontra tramos mos aqu" aqu" el viejo viejo tema tema cl$sico de Prometeo, los titanes y el mito b"blico de la ca"da luciferina. 0l %dios bueno% cre' al !ombre, pero (ste result' capturado por las tinieblas y aprisionado en la materia. 0l !ombre, inicialmente, no era materia, sino esp"ritu sutil, s util, pr'imo a la lu&. 0l alma no ser$ feli& !asta que se separe de su prisi'n, el cuerpo material. esto ocurre en el momento de la muerte. 0l sabio, no solo no debe temer llegar al final de su vida, sino antes bien, desearla e ir !acia ella. alvar el alma, implica sacrificar el cuerpo. 0l peor mal mal que que pued puedee apar aparec ecer er en el !omb !ombre re,, es la igno ignora ranc ncia ia.. 6a %sal %salva vaci ci'n 'n%% es el ?onocimiento @nici$tico. 0l maniqueismo es, pues, una forma de %gnosis% Ccamino !acia el conocimiento o conocimiento mismo, conocimiento de lo bsoluto<. Para Manes, la creaci'n ten"a un sentido preciso. firmaba que el mundo !ab"a sido creado por !ur$ Ma&da, el Dios ol, para que le ayudara en su luc!a contra las tinieblas. Pero pronto se vi' aprisionado en la oscuridad. 6as potencias del :ien acudieron en ayuda del mundo, pero no pudieron evitar que buena parte de la creaci'n, permaneciera en poder del e-or e-or de las 8inieblas, prisionera de la materia. materia. 0l !ombre estaba a medio camino entre el Macrocosmos y el Microcosmos y eperimentaba dram$ticamente esta luc!a. 8ambi(n en (l, una parte, pertenec"a a la lu&, pero, como !emos visto, estaba encerrado en una prisi'n de materia. 6iberar ese $tomo de lu&, asfiiado, pero no muerto, que !ab"a en el interior del !ombre, era el objetivo del
maniqueismo.
La estructura de la i4lesia .ani6uea Huedaba a!ora eponer la v"a que seguir para alcan&ar la liberaci'n. Para entenderlo deberemos aludir a la jerarqu"a maniquea. 0ist"an cinco grados el Fu"a upremo, asistido por doce ap'stoles y estos, a su ve&, por 7= obispos y >L sacerdotes. 8odos ellos pertenec"an a la categor"a de %elegidos% finalmente, los los fieles, se llamaban llamaban %auditores%. 6os %elegidos% no deb"an tener contacto carnal, ingerir alco!ol, ni comer carne. ?re"an que mediante una dieta vegetariana absorv"an las part"culas de lu& contenidas en frutos y verduras, alimentos ricos en agua as" ve"an facilitado su ascenso a las alturas luminosas de la pura luminosidad. Por lo mismo, no inger"an agua, ni siquiera la utili&aban para su aseo personal. Me&clar el agua con los procesos que ten"an que ver con la limpie&a o la alimentaci'n, !ubiera supuesto convertir en impuro este elemento que, al depositarse en la tierra en forma de roc"o, era, inequivocamente, patrimonio de la divinidad. 8rabajar les estaba pro!ibido. 8oda su vida era meditaci'n, escritura y predicaci'n de la sabidur"a. 6os %auditores%, estaban obligados a seguir una norma de vida m$s relajada. Pod"an tener relaciones seuales en vistas solo a la procreaci'n nada les imped"a comer carne, pero s" deb"an abstenerse de cometer adulterio, mentir, robar o matar. 0sto no les servir"a para emanciparse de la materia, pero s" para purificarse. ?re"an en las reencarnaciones sucesivas y, para ellos, se trataba de que cada nueva eistencia sirviera para aligerar la carga de maldad que llevaban encima y acercarse a la pura lu& divina. us us ritua rituale less se real reali& i&ab aban an sin sacr sacrif ifici icios os icon iconocl oclas asta tas, s, no rend rend"a "an n culto culto a ning ninguna una imag imagen en frec frecuen uente teme ment nte, e, inclu incluso so los los %audi %auditor tores% es%,, real reali& i&ab aban an ayuno ayunoss prol prolon onga gados dos.. ;e&a ;e&aba ban n diar diaria iame ment nte, e, en cuatr cuatroo ocas ocasio ione nes, s, al ol ol y a la 6una, 6una, y practicaban sacramentos parecidos al bautismo y a la comuni'n. us fiestas eran /avidad, Pascua y Pentecost(s, que celebraban de forma diferente a la cristiana. ;ec!a&aban el ntiguo 8estamento, afirmaban que era obra de un dios malvado. 0l 0vangelio no les interesaba en particular, tan solo eperimentaban cierta atracci'n !acia las par$bolas, acaso por su mensaje simb'lico. /o apreciaban en absoluto a Pablo, sus ep"stolas, ni sus )ec!os. #aloraban la figura de Ges+s como la de un Profeta Adec"an que era un mensajero luminosoA, pero en absoluto, como el )ijo de Dios.
Mani6ueis. y cataris.
8al es, en s"ntesis la figura de Manes, su doctrina y su iglesia. i nos !emos ete etend ndid idoo es solo solo para para ver ver que que la fiso fisono nom" m"aa del del cata catari rismo smo se pare parece ce solo solo muy vagamente vagamente al maniqueismo. maniqueismo. /o podemos pensar en una filiaci'n filiaci'n directa directa entre uno y otro otro,, sino sino como como m$i m$imo mo,, en una una corr corrup upci ci'n 'n de la idea idea orig origin inar aria ia que que se fue fue transformando, progresivamente, en una doctrina, muc!o m$s simple, la c$tara. 6os %perfectos% c$taros, al rev(s de las jerarqu"as maniqueas, deb"an de trabajar con sus manos. 6a figura de an Pablo permanece real&ada en el catarismo, mientras que apenas interes' a los maniqueos. lo que es m$s importante, tal como subraya nne :renon, :renon, los c$taros, c$taros, ni en un solo teto, teto, se declaran maniqueos, maniqueos, ni mencionan mencionan a Manes en ninguna declaraci'n ante la @nquisici'n, ni siquiera en la correspondencia privada de sus fieles m$s cultos. 8ampoco demuestran !aber o"do !ablar en lugar alguno del maniqueismo. rg$nicamente, los c$taros carecieron de jerarqu"a. 0ist"an solo los %perfectos% Clos %ancians%< y los fieles de a pi(. /o !ay !uellas de una jerarqu"a tan simb'lica como la maniquea. /i rituales, ni culto, ni siquiera ornamentos religiosos y, parece parece que tampoco tampoco cantos, cantos, fueron utili&ado utili&adoss jam$s por los c$taros c$taros.. Para ellos, ellos, todos todos estos elementos !ab"an sido creados por el %gran enga-ador% Aat$nA para evitar que los fieles se concentraran en s" mismos. 6os bogomilos que proceder"an de los maniqueos epulsados por los bi&antinos !acia el valle del Danubio, tampoco mencionan a Manes ni !an oido !ablar de su doctrina. 20ntonces3 0ntonces, estamos ante dos sistemas religiosos Acatarismo y maniqueismoA cuya +nico punto de contacto es el dualismo la eistencia de dos principios antag'nicos y en continua disputa.
Ls presunts esla7nes inter.edis 0ntonces 0ntonces 2de d'nde !a nacido el catarismo3 catarismo3 pesar de las grandes grandes diferencias diferencias entr entree mani maniqu queis eismo mo y cata catari rismo smo esta estamo moss persu persuadi adidos dos que que el segun segundo do surgi surgi'' por por adaptaci'n y corrupci'n del primero, a trav(s de etapas intermedias. 0s impensable que del siglo @# al *@, es decir, durante quinientos a-os, la que !emos llamado %religi'n m$s perseguida de la !istoria%, lograra subsistir sin importantes alteraciones en su inte interi rior or,, sobr sobree todo todo cuando cuando logr logr'' ete etend nder erse se en un radi radioo de acci acci'n 'n tan tan ampl amplio io.. ometido a persecuciones de todo tipo, con un sistema jer$rquico, etraordinariamente r"gi r"gido do que, que, al ser desm desmaante ntelado lado,, debi' ebi' pro produci ducirr conf confus usi' i'n n ent entre los fiel fieles es supervivientes. bligado a convivir con otras religiones mayoritarias en las tierras donde pudo epanderse, la influencia de unas o de otras, alter' sus contenidos. 0n el 8"bet se perpetu' en algunas formas del culto budista y en 0uropa ccidental, su estr estruct uctura ura,, prin princi cipio pioss y orga organi ni&a &aci' ci'n, n, queda quedaron ron infl influi uidos dos por por el ejem ejempl ploo de las las
comunidades cristianas primitivas. De esa s"ntesis entre maniqueismo adulterado y cristianismo primitivo, surgi' el catarismo occitano. 6a evoluci'n no se produjo directamente, sino a trav(s de la transformaci'n del maniqueismo originario en la !erej"a pauliciana del siglo #@@ y en la eclosi'n de los bogomilos bogomilos balc$nicos balc$nicos doscientos doscientos a-os despu(s. 6os paulicianos paulicianos fueron campesinosA campesinosA soldados y constituyeron un 0stado particular entre :i&ancio y el 0mirato rabe de Melitene. u capital era 8efriI(. 0l ej(rcito pauciliano se opuso resueltamente a las tropas bi&antinas a las que aplastaron en el 71 cuando gobernaba en ?onstantinopla :asilio @. 4n a-o despu(s, recuperados los bi&antinos de la derrota, consiguieron sitiar 8efr 8efriI iI(( y dest destrui ruirl rla. a. Dura Durant ntee algun algunos os sigl siglos os subsis subsisti tier eron on comun comunida idades des aisl aislad adas as paulicianas paulicianas en las altas monta-as monta-as de 8racia 8racia y en las estrivacion estrivaciones es de los ?$rpatos. ?$rpatos. 6os Paulici Paulicianos anos estaban estaban organi organi&ad &ados os milita militarme rmente nte.. u derrot derrotaa ante ante los bi&ant bi&antino inoss los confin' al territorio de la actual :ulgaria. 0s, precisamente, desde all", de donde parten los misioneros bogomilos que llevar$n el mensaje !er(tico a ccitania. 0ntre los bogomilos bogomilos b+lgaros b+lgaros encontramos encontramos ya la distinci'n entre dos grupos de adictos, los %perfectos% y los %creyentes%, id(ntica a la que luego reencontraremos entre los c$taros. 6os bogomilos, como los c$taros, practicaban la imposici'n de manos y, como los valdenses m$s tarde, vivir"an solo de limosnas. 0n +ltima instancia, puede decirse, en rigor, que el maniqueismo y el catarismo, comparten un territorio com+n, el dualismo. 0n ninguno de los dos casos, se trata de !ere !erej" j"as as cris cristi tian anas as,, sino sino m$s m$s bien bien de reli religi gion ones es radi radica calm lmen ente te dife difere rent ntes es al cristianismo... y por tanto rivales de (l. i bien los te'logos fueron los primeros en denunciar al catarismo como una forma de maniqueismo, an :ernardo sosten"a la superioridad de (ste en relaci'n a la !erej"a occitana. #e"a en la doctrina de Manes un intento equivocado, pero l+cido, de eplicar la condici'n !umana y la eistencia del mal. :ernardo de ?laraval, inspirador del templarismo, despreciaba, por el contrario, a los c$taros como ajenos a cualquier especulaci'n te'rica basada en una doctrina consistente. 0l error que los te'logos cat'licos ac!acaron a los maniqueos y c$taros, era el percibir una contradicci'n insuperable entre Materia y 0sp"ritu. Para ellos se tratar"a, antes bien, de elementos complementarios, no necesariamente opuestos. 0l cuerpo material y el bagaje mental, ser"a para an :ernardo y la teolog"a cat'lica, el trampol"n a trav(s del cual el alma puede manifestarse y evidenciar su calidad. an :ernardo intent' eplicar estas tesis en decenas de sermones que !an llegado !asta nosotros.
CO'CE&TOS 8ASICOS DEL CATARISMO
;esulta m$s f$cil comprender comprender qu( fue el maniqueismo, maniqueismo, a pesar de su lejan"a lejan"a en el tiempo, que el catarismo medieval. penas se !an encontrado unos pocos tetos c$ta c$taro ros, s, se desco descono noce ce lo esen esencia ciall de sus ritua rituale less y, en cuant cuantoo a las las depos deposici icion ones es reali&adas ante la @nquisici'n, en ocasiones son contradictorias y, en cualquier caso, demuestran la notable evoluci'n que sufri' la !erej"a, a lo largo de los doscientos a-os que subsisti' en 0uropa ccidental. 0l riesgo de ser descubierto en posesi'n de documentos c$taros !i&o que los !erejes quemaran sus libros sagrados. 6a @nquisici'n remat' el trabajo, convirtiendo en ceni&as el resto. penas penas podemos podemos !acern !acernos os una idea idea aproi aproimad madaa de lo que fue el catari catarismo smo y resulta casi imposible reconstruir reconstruir lo que constituyeron constituyeron sus pr$cticas pr$cticas secretas, aquellas aquellas sobre las que los tetos !er(ticos apenas !ablan, pero que, en definitiva, fueron las que les dieron fuer&as para soportar las persecuciones y !ogueras.
El 1unda.ent de la dctrina c0tara 0iste !oy al alcance del p+blico, un documento c$taro para entender sus contenidos doctrinales. e trata del %6ibro de los Dos Principios%, escrito en un per"odo tard"o, !acia 1=5, es decir, despu(s de la ca"da de Montsegur. /o se sabe eactamente quien fue su autor, pero se presume que lo compuso cerca del lago Farda y que se trat' de un disc"pulo de Fiovani di 6ugio, %perfecto% lombardo, obispo de Desen&ano. 0l %6ibro de los Dos Principios% est$ dividido en siete tratados. 6os dos primeros A%6a ?reaci'n% y los %ignos 4niversales%A fundamentan las teor"a de la dualidad. 0l %;esumen para @gnorantes% presenta la doctrina de Fiovani di 6ugio, un dualismo radical aplicado a la cosmogon"a. 6os dos siguientes A el %8ratado del 6ibre rbitrio% y %Del 6ibre rbitrio%A niegan, con distintos argumentos, la libertad !umana y el libre albedr"o para elegir entre el :ien y el Mal la naturale&a !umana est$ abocada al Mal de la misma forma que el Mundo es el imperio del Maligno. 6os c$taros no cre"an en el arrepentimiento, est$n convencidos que el ser dominado por mal solo puede !acer el mal. Dentro del %6ibro de los Dos Principios%, eiste un tratado polemista, %?ontra los Faratenses%, en el que se combaten las tesis de los dualistas moderados. 6os %garatenses% reproc!aban a los %albaneses% que no puedan demostrar que "%nicamente un dios maligno #aya podido crear el cielo la tierra y todo el mundo $isible".
Binalmente, en %De las Persecuciones% se incluyen tetos del 0vangelio para
justificar y eplicar el sentido de las persecuciones que estaban sufriendo los c$taros, un tema que para ellos era etremadamente importante, en tanto que se consideraban como los verdaderos !erederos de los ap'stoles y divulgadores del mensaje cr"stico. 6os c$taros ten"an una particular predilecci'n por an Pablo y consideraban que, en los primeros a-os de la predicaci'n evang(lica, los esp"ritus del :ien formaron en torno a la figura del apostol de los gentiles constituyendo la iglesia primitiva. 6a inspiraci'n doctrinal procede, indudablemente, del dualismo cuya tesis central reencontramos en el catarismo /o !ay entendimiento posible Apensaban los c$taros siguiendo a los maniqueosA entre materia y esp"ritu. 0ste tipo de doctrina genera un tipo !umano fundamentalmente pesimista ante el mundo y la vida. ?ree que la vida no tiene remedio, que vivir es, necesariamente, pecar y pecar supone sujecci'n al mundo de la materia. 0l pecado es el mundo. De no pecar, el !ombre comprobar"a la realidad de su naturale&a ang(lica, pero este estadio solo puede alcan&arse mediante un largo proceso de purificaci'n que, generalmente, no se consuma en una sola vida. 6as almas deber$n tansmigrar !asta purgar sus culpas lo suficiente una ve& purificadas, el bien retornar$ al bien. De a!" se desprende el estilo de vida c$taro, !ec!o de renuncia a los placeres del mundo, penitencia y epiaci'n. Puede comprenderse que, en esta 'ptica, la tortura, la muerte en la !oguera y la ma&morra, sean considerados como formas de epiaci'n necesarias para ser arrebatado por la pura lu& solar. l morir, el %perfecto% ir$ necesariamente al cielo. 0l drama de la naturale&a !umana consiste en que est$ situada en un lugar intermedio entre los dos dos universos enemigos si bien dispone de un cuerpo despreciable !ec!o de materia impura colocada bajo el dominio del Fran rrogante Cel diablo<, tambi(n !ay en (l una parcela de lu& divina, el alma prisionera. 6iberar este alma es el objetivo prioritario del c$taro. Por lo dem$s, el c$taro, en su visi'n pesimista, piensa que el mundo manifestado es irreal e ilusorio, en tanto que perpetuo devenir solo es real la naturale&a suprema de Dios. /o le cuesta renunciar al mundo, como no cuesta renunciar a una imagen mental, ambos son, en su concepci'n, productos ilusorios.
La Cs.4n9a c0tara 6a eterna luc!a entre :ien y Mal alcan&aba su m$imo dramatismo en la cosmogon"a c$tara, es decir, en la forma en que eplicaban el nacimiento del mundo. 4n c$taro de aint Paul de Benouillet, respondi' as" a la comisi'n inquisitorial que le interrogaba "6ios el creador soberano #i&o y cre primero a los arcángeles que son en $erdad #ijos de 6ios/ éstos por una fuer&a que #abían recibido de 6ios
su padre y creador crearon a su $e& ángeles de una $irtud y de un $alor menores) esos ángeles de segundo orden se llaman todos 0irgen *aría y a su $e& crearon la abstinencia y la castidad que #abitan encima del sol y de la luna" . 0stos arc$ngeles
serv"an de v"nculo de uni'n entre el ?reador y la ?reaci'n, lo bsoluto y lo ;elativo, lo @nfinito y lo Binito, y ocupaban un lugar privilegiado en los dominios de Dios. 0l ;eino de Dios estaba constituido por siete cielos o esferas, progresivamente m$s puras y brillantes. ?ada uno de estos siete cielos estaba poblado por jerarqu"as ang(licas. 0l trono de Dios se encontraba en el s(ptimo cielo. ;ecu(rdese el tema de la )(ptada maniquea. :ajo estos cielos se formaban los cuatro elementos, est$ticos, inm'viles, informes, pero separados. 0l aire con las nubes, m$s abajo las aguas de los mares o oc(anos por debajo de estas, la 8ierra y en el interior de la 8ierra el fuego. ?ada elemento estaba presidido por una entidad ang(lica. l frente de estas entidades se !allaba el favorito de los arc$ngeles, 6ucifer. ;ecorriendo sus dominios, 6ucifer tuvo la tentaci'n de ser como Dios. Fan' para su causa a los $ngeles guardianes de los cuatro elementos y a un tercio de las jerarqu"as ang(licas. rrojado por Dios de su ;eino, la epulsi'n produjo una mutaci'n en la lu& que !asta ese momento !ab"a sido suave y clara. ?uando los arc$ngeles rebeldes fueron arrojados de los ?ielos, se gener' una nueva lu&, roja, "semejante al #ierro incandescente".
ntes de !uir, 6ucifer prometi' devolver todo lo que era propiedad de Dios. olo necesitaba tiempo. piadado de su arrepentimiento, Dios concedi' a 6ucifer siete d"as para obrar con entera libertad. 6ucifer fij' su residencia en el cielo a&ul con la mitad de su corona cre' la 6una y con la otra mitad el ol. 6as piedras preciosas que luc"a se convirtieron en estrellas. 6os partidarios de 6ucifer, mientras, en la 8ierra, vieron como su maestro !ac"a del fango las criaturas, los animales y las plantas. 6os $ngeles custodios del segundo y tercer cielo, sintieron deseos de emular a 6ucifer y pidieron permiso a Dios para bajar al reino del arc$ngel revoltoso. Dios supo que estaban envidiosos del poder de 6ucifer y solo les puso una condici'n, que no se durmieran en el trayecto que les separaba de la 8ierra. i as" ocurriera, olvidar"an el camino de retorno y no podr"an volver a despertar sino al cabo de siete mil a-os. 6ucifer, atento a la llegada de los $ngeles y a la advertencia de Dios, los durmi' y envolvi' en el lodo originario. s" fue, seg+n la cosmogon"a c$tara, el nacimiento de d$n y 0va. 6ucifer cre' para ellos el Para"so. 6uego los tent' para que, !abiendo pecado, pudiera retenerlos para siempre. igue el conocido episodio de la man&ana... Para aumentar sus dominios, 6ucifer precisaba aprisionar nuevas almas y se las ingeni' para !acer sentir a d$n y 0va el impulso seual. Fracias a (l y a la procreaci'n, otras almas ang(licas se ver"an arrancadas de la pura lu& divinas y envueltas en la c$rcel
de la materia. Binalmente, con ?a"n, la muerte entrar"a en el mundo. ?on el paso de las centurias, Dios se apiad' de los $ngeles ca"dos y les envi' a su $ngel supremo, ?risto. Cataris. y Cristianis. 6os c$taros, rec!a&aban el ntiguo 8estamento, obra de un Dios perverso. at$nicos eran, as" mismo, los profetas y los reyes de @srael. Dado el pesimismo con el que contemplaban la ?reaci'n, dec"an que el @nfierno y el Purgatorio eran invenciones en la medida en que el mundo era el reino de atan$s. Pero el enfrentamiento final entre las dos religiones se produc"a al valorar la figura de Gesucristo. ?ontrariamente a la !erej"a arriana Aque tuvo cierta implantaci'n en el 6anguedoc visigodo, y que sosten"a que en ?risto solo !ab"a una naturale&a !umanaA los c$taros estaban m$s pr'imos del monofisismo y el nestorianismo. 0l primero ve"a en ?risto una naturale&a +nica, la divina el segundo, separaba la parte !umana de la divina. 6os c$taros, por su parte, pensaban que ?risto era un ser divino, un $ngel enviado por Dios a la tierra y que, por tanto, no !abr"a podido sufrir y morir en la cru&. 4n %perfecto% c$taro, Fuillaume Babre, eplicaba ante los fieles c$taros la g(nesis de ?risto "'l $er que su reino se empobrecía por la accin de los espíritus malos 6ios pregunt a los que lo rodeaban) "7Quién de $osotros quiere ser mi #ijo de manera que yo sea su padre8" y como nadie contestaba 9esucristo que era su angel de confian&a le dijo) "(o quiero ser tu #ijo e iré donde quiera que me en$íes". ( entonces 6ios lo adopt como #ijo y lo mand al mundo para predicar el nombre de 6ios". 6a misma declaracion, de inapreciable valor, segu"a "'ntes de su misin terrestre 9es%s era uno de esos ángeles innumerables que surgidos del 6ios supremo por una serie de #ipstasis eternas formaban su corte celeste. -ra #ijo de 6ios pero con el mismo título que todos los espíritus biena$enturados que tenían el mismo origen di$ino que él. -ra di$ino e incluso 6ios por su nacimiento pero no era el primer principe padre de los dioses que slo era el 6ios todopoderoso del cielo".
Puede deducirse que no todos los c$taros estaban de acuerdo sobre estos puntos. Para algunos la encarnaci'n de ?risto no !ab"a sido m$s que una apariencia. lgunos sosten"an que la crucifii'n !ab"a sido una ilusi'n o, incluso, una simulaci'n. Dec"an que la !umanidad vi' en ?risto a una especie de sombra capa& de caminar sobre las aguas o transfigurarse. /o !ab"a rastros de materia en (l. tros simplemente sosten"an que, crucificado o no, ?risto no !abr"a sufrido dolor. #ino a ayudarnos a encontrar el camino !acia la lu& y el Dios bueno no !ubiera permitido que su )ijo !ubiera sufrido alg+n tipo de da-o. @lumin' su obra con milagros que intentaban despertar el alma !umana de su situaci'n de encierro y postraci'n. 0l inquisidor
:ertrand Fui, sin duda el mejor conocedor del catarismo occitano, escribi' que los !erejes "pretenden que el :risto no tu$o un $erdadero cuerpo #umano ni $erdadera carne #umana como todos los otros #ombres". 6a 0ncarnaci'n Anos confirma FuiA no ser"a sino una apariencia enga-osa. tro tanto suced"a con la #irgen que no ser"a sino un s"mbolo elevado para inspirar amor y, en absoluto, una figura de carne y !ueso. Pero lo cierto es que la muerte de ?risto supuso un triunfo de at$n. 4n triunfo, eso si, permitido por Dios para que sirviera de gu"a a la !umanidad en su ascenso al Mundo del 0sp"ritu. 6a ?reaci'n pues se divid"a en tres estadios perfectamente diferenciados ?a"da de los ngeles y dominio de atan$s A #enida de ?risto al mundo A ;etorno de la !umanidad a su lugar originario. 6a +ltima fase, la que m$s interesa al c$taro, implica un comportamiento lo m$s similar al ejemplo de ?risto. De a!" el (nfasis puesto por el catarismo en el estudio del 0vangelio y en el valor del ejemplo. 0l catarismo, aun partiendo de un ra&onamiento inicial distinto del cristianismo, no difer"a ecesivamente de (ste, en la conducta que eig"a a sus fieles. 0l principal argumento que facilitaba la difusi'n del catarismo era la contradicci'n entre la predicaci'n evang(lica y la realidad de la iglesia ccitana del siglo *@A*@#. 6a opulencia del clero y de la jerarqu"a, el !ec!o de que los establecimientos religiosos recibieran abundantes tributos de las poblaciones, no pod"an sino contrastar con la austera figura de ?risto. Pero, por lo dem$s, al menos en teor"a, los dos tipos de moral en conflicto eran muy similares. 6a separaci'n m$s evidente se produc"a entre formas de culto y rituales cat'licos y c$taros. /ing+n sacramento era aceptado por los c$taros. legaban contra el bautismo que era in+til pedir a un reci(n nacido una promesa de vida sin pecado que jam$s podr"a cumplir. ;especto a la comuni'n, no cre"an que en el momento de la 0ucarist"a se produjera la transubstanciaci'n, es decir, la transformaci'n del pan y el vino en carne y sangre de ?risto. /o confiaban en la confesi'n, ni en el valor de la penitencia conocedores de la condici'n !umana, reconoc"an el sinsentido de prometer algo que se iba a ser incapa& de mantener.
El estil de 5ida c0tar 4n c$taro respond"a as", ir'nicamente, a los inquisidores "-scuc#adme monseñores) yo no soy #ereje puesto que tengo mujer me acuesto con ella le #ago #ijos como carne miento y blasfemo) soy pues un fiel cristiano) !no permitáis que digan que soy #ereje porque si no pronto se dirá que $os lo sois también!". /o pod"a
sinteti&arse mejor, sino el estilo de vida c$taro, si al menos la aspiraci'n al modelo de
vida al que tend"an. 0ra frecuente ver en los territorios en los que el catarismo tuvo una implantaci'n notable, a sus misioneros recorriendo la regi'n, casa por casa, predicando su verdad. @ban de dos en dos, vestidos muy !umildemente, con !$bito negro y capuc!'n, se apoyaban en el b$culo de los peregrinos su equipaje era m"nimo y, como +nico objeto de culto, llevaban una edici'n de la :iblia c$tara que inclu"a solo los cuatro 0vangelios, los )ec!os de los p'stoles y las distintas 0p"stolas. /o pose"an caballos ni mulas y trabajan con sus manos. 0l pueblo les llama %lous bouns omes%. 0n su catequesis el dogma carec"a de valor. @ntentaban convencer ra&onando. ?onoc"an a la perfecci'n su :iblia, as" como el ntiguo 8estamento, que rec!a&aban. i lo !ab"an estudiado en profundidad era para demostrar, a trav(s de sus fragmentos, la afirmaci'n de que solo pudo ser inspirado por at$n. 6lama la atenci'n el que, tanto cristianismo como catarismo, recelaran de la seualidad. ?atarismo y cristianismo practicaron lo que algunos !an definido como %odio teol'gico !acia el seo%. i los c$taros consideraban que el mundo estaba dominado por at$n y los cuerpos constitu"an prisiones para el alma, la consecuencia l'gica era abstenerse de procrear para evitar que nuevas almas se vieran encerradas en otras tantas prisiones. ?on el paso de los a-os, las restricciones estrictas que reca"an sobre la seualidad se fueron relajando. e autori&' a los %fieles% a procrear, si bien la pro!ibici'n sigui' siendo vigente para los %perfectos%. 0n cuanto al vegetarianismo c$taro, tiene su origen en el tab+ de la seualidad y no en la prescripci'n de una dieta saludable. 6os c$taros aborrec"an todo alimento que !ubiera surgido de una copulaci'n. #e"an solamente libre de este origen a peces y vegetales. 8ambi(n en cuestiones alimentarias las restricciones se relajaron con el tiempo quedando solo circunscritas a los %perfectos%. e di' autori&aci'n para comer derivados l$cteos y !uevos y se mantuvo la abstinencia de pescado para algunos d"as de la semana Clunes, jueves y viernes<. 0n /avidad, antes de Pascua y despu(s de Pentecost(s, deb"an seguirse ayunos prolongados en los que pan y agua eran los +nicos alimentos. Matar a un ser vivo, incluso un animal con fines alimentarios, podr"a suponer matar a un alma que purgara en (l. 6os c$taros sosten"an que, en su transmigraci'n, las almas pod"an ser encerradas en determinados animales. er"an los defectos de una vida anterior, la negativa a segurir una vida de pure&a, la que determinar"a estas reencarnaciones inferiores a las que ya Pit$goras se !ab"a referido. i el sujeto persist"a en su vida de infame pecador, cada ve& ir"a revistiendo aspectos m$s degradados, reencarn$ndose en forma de simple animal. ybila abat!e& cont' un relato que muestra la inquebrantable creencia de los c$taros en la transmigracion de las almas
"-l alma de un #ombre sali de su cuerpo y entro en el cuerpo de un caballo que una $e& perdi una #erradura entre dos peñas/ una $e& muerto aquel cabalo su alma entr en el cuerpo de un justo/ un día en que este %ltimo pasaba con un amigo por el sitio donde #abía perdido la #erradura cuando era caballo se pusieron los dos a buscar y #allaron la #erradura entre dos rocas".
4no de los peores pecados en los que pod"a caer un c$taro era matar a un semejante. 8ambi(n aqu" se relaj' la pro!ibici'n e, incluso, como sucedi' con la matan&a de inquisidores de vignonet, o en los distintos episodios de la ?ru&ada contra el catarismo, menudearon los episodios de etrema violencia que demuestran que no siempre se ten"a presente el mandamiento. ?uando tuvieron ocasi'n, los c$taros no se dejaron detener sin presentar batalla y, en ocasiones, vendieron muy cara su vida. 6os c$taros esperaban !asta +ltima !ora para recibir el %consolamentum%. )ab"a que morir en estado de gracia y, por tanto, lo m$s adecuado era recibir la imposici'n de manos, en el +ltimo momento ante una muerte inminente, cuando ya no !ab"a posibilidad de pecar. Particularmente en tiempo de guerra y en los asedios, los combatientes sab"an que pod"an matar a algui(n y, por tanto, morir en pecado. 0n las fortale&as sitiadas, el %consolamentum% se reali&aba tras las refriegas, cuando los !eridos comprobaban lo irremediable de su situaci'n. 8ambi(n pod"a ser administrado a los reci(n fallecidos. 0n la vida del c$taro ten"a particular importancia la pro!ibici'n de jurar. ?uando los inquisidores quer"an comprobar si un detenido era o no c$taro, se le ped"a que reali&ara alg+n juramento. 0isten descripciones sorprendentes en las que el sospec!oso en cuesti'n, tras !aber soportado un largo interrogatorio, incluso sobre delicadas cuestiones teol'gicas, tiembla ante el requerimiento de prestar juramento. 0l tab+ proced"a de la reiteracion con que los juramentos se repiten en el ntiguo 8estamento. ?onsiderado Acomo !emos vistoA obra de at$n, todo su contenido es, por lo mismo, rec!a&able y las f'rmulas para jurar son igualmente consideradas sat$nicas. /o se trataba, en general, de una vida muy diferente a la de los fieles de base cat'licos. 6as normas de comportamiento Aa ecepci'n del vegetarianismoA eran similares, tanto para los fieles de base como para los perfectos. 6os monjes cat'licos pod"an entender perfectamente las eigencias c$taras de castidad y de pobre&a voluntaria. 6os ayunos c$taros eran m$s reiterados que los cat'licos. en cuanto a la pro!ibici'n de matar, era compartida por ambas religiones. 6os escritos de la (poca, incluso de sus adversarios, reconocen que el valor de la predicaci'n !er(tica radica en el ejemplo. 4n monje dice de ellos que "#ablan como filsofos y se comportan como santos" , pero, naturalmente, se trata de simulaci'n diab'lica. 6os c$taros repet"an, sin embargo, el valor del ejemplo, dec"an que "La fe
sens obras morta és".
Rituales y 4rads )emos !ablado del %consolamentum%. ;ecibirlo equival"a a recibir al 0sp"ritu anto. /o en vano el Fran ?onsolador era el Par$clito al que alude an Guan. 6a ceremonia se reali&aba mediante un sencillo ritual en el curso del cual un %perfecto% impon"a las manos al aspirante a alcan&ar ese mismo grado. 0l c$taro que recib"a el %consolamentum% ten"a un elevado grado de convencimiento y dominio de la doctrina !er(tica. ntes era solo un %creyente% que deb"a seguir una etapa de %probatio% en el curso de la cual un %perfecto% lo instru"a y segu"a su evoluci'n. 0l simple %creyente% estaba solo obligado a la pr$ctica de la caridad, la verdad y las buenas obras. 0l %consolamentum% implicaba que el adepto quedaba purificado. ?ometer cualquier acto que pudiera transgredir los votos contraidos equival"a a una apostas"a. ?omer carne, copular, jurar, separarse un $pice del recto estilo de vida c$taro equival"a a perder el alma. De a!" que el %consolamentum% se administrase solamente cuando el adepto ten"a una fe suficientemente fuerte como para creer que resistir"a cualquier tentaci'n, o bien cuando se encontraba pr'imo a la muerte. 8al era el caso de los moribundos y los ancianos. 0l simple creyente pod"a acojerse a dos ceremonias el %mel!ioramentum% o enmienda !onorable era un remedo de confesi'n p+blica con absoluci'n colectiva. 0n cuando al %apparel!amentum% o %parcia% consist"a en una bendici'n que recib"a un simple creyente de manos de un %perfecto%. 6os %creyentes% deb"an ten"an la obligaci'n de asistir a las asambleas presididas por los %perfectos%, en el curso de la cual se administraban nuevos %consolamentums%. 6uego segu"a un $gape fraterno que recordaba el de los primeros cristianos.
Las pr0cticas secretas /o eisten documentos fe!acientes que indiquen la eistencia de pr$cticas secretas. in embargo, resulta evidente que estas debieron eistir 2la prueba3 nadie da su vida alegremente por una causa en la que no crea profundamente y, tal creencia, no puede derivar solo de una convicci'n intelectual, sino de una eperiencia m$s profunda. ?ontra mayor es el sacrificio que algui(n est( dispuesto a reali&ar por una causa, mayor tiene que ser la fuer&a de convicci'n de esta misma causa. , como !emos
dic!o, no estamos aludiendo a una convicci'n intelectual que, en el fondo, cuesta poco de renunciar pronunciando el consabido %oppur si muove% para los adentros. 6a convicci'n con la que muc!os c$taros sostuvieron sus ideas indica que !ab"an atravesado lo que podemos llamar una %eperiencia m"stica%. 0ntendemos por %eperiencia m"stica% un estado diferenciado de conciencia en el que la intuici'n se agudi&a, proporcionando al sujeto convicciones que disipan sus dudas y abren su mente a la comprensi'n de los misterios del universo a los cuales era imposible acceder por la v"a racional. olo quien !a eperimentado la vacuidad del mundo puede renunciar al mundo. Huien !a platicado o le"do sobre esa misma vacuidad ser$, como m$imo un erudito, pero la convicci'n intelectual no tiene nada que ver con esta convicci'n que proporciona la intuici'n espiritual. 0n diversos tetos se contraponen ambos tipos de eperiencia e incluso se llega a afirmar que la eperiencia intelectual, al depender del cerebro, etrav"a en el universo de la ilusi'n, mientras que la intuici'n espiritual, se dirige, ineorable a la verdad como la flec!a busca la diana. :asta estudiar las pr$cticas c$taras, incluso las m$s banales, para advertir que nos indican de donde los c$taros etra"an la fuer&a necesaria para sostener su fe. #egetarianos, reali&aban frecuentes ayunos, trabajaban duramente con sus manos, se despla&aban caminando de un pueblo a otro, reali&aban continuas genufleiones, permanec"an aislados muc!os d"as... 0n el fondo, se trataba de una consecuencia directa de su propia teor"a. i el cuerpo es una prisi'n para el alma, mediante su estilo de vida, los c$taros consegu"an que los muros de esta prisi'n sean m$s tenues y las ventanas m$s abiertas para que pase por las rendijas la pura lu& del sol. 2?'mo puede conseguirse eso3 simplemente, debilitando el cuerpo, mediante un ascesis estricto y prolongado. ldous )uley en su libro %6as puertas de la percepci'n%, !a demostrado en este siglo que es relativamente f$cil provocar la aparici'n de visiones. :asta con alterar la qu"mica de la sangre. i en un lugar cerrado y con escasa ventilaci'n, el sujeto repite cadencialmente jaculatorias, o simplemente ora, o medita en silencio, antes o despu(s, la atm'sfera viciada se saturar$ de ?=, mientras que se empobrecer$ de o"geno. ?uando la proporci'n es de cuatro partes de o"geno por una ?=, el sujeto sufrir$ alucinaciones que tomar$ como %eperiencias m"sticas%. tro tanto ocurre con las genufleiones repetidas por un cuerpo debilitado por ayunos de pan y agua. con el trabajo reali&ado en condiciones de etenuaci'n tras largos viajes por los caminos... 0l mismo recurso a la castidad no tiene otro sentido que concentrar una fuer&a que se dispersa mediante el acto seual. 6as eposiciones m"sticas m$s claras y sinceras, previenen sobre los riesgos de la seualidad, no por ra&ones moralistas, sino por consumir energ"as que pueden ser canali&adas en otra direcci'n en vistas de
alcan&ar una eperiencia m"stica. el criterio es universal los c$taros solo lo adaptaron a su particular concepci'n del mundo. i se comparan las pr$cticas c$taras con las que, epont$neamente, sigui' un personaje tan pr'imo y conocido como ntonio Faud", se ve que, efectivamente, son universales, !an estado presentes en todas las (pocas y lugares. #egetariano radical, ayunando frecuentemente, caminando !asta el agotamiento, durmiendo poco, etenuando su cuerpo mediante un trabajo infatigable, re&ando constantemente el rosario, sin seualidad alguna, Faud" lleg' a la convicci'n de que su misi'n era edificar un 8emplo por mandato divino. 6a frase de Faud" "a medida que se debilita mi cuerpo se ele$a mi espíritu" es suficientemente significativa de los efectos que tuvieron tales pr$cticas en Faud" y, seiscientos a-os antes, en los c$taros. 0n el fondo la eperiencia m"stica supone, en parte, el dominio de ciertos %trucos% y !abilidades, gracias a los cuales, la conciencia ordinaria queda in!ibida y se ponen en marc!a mecanismos escasamente estudiados por la psicolog"a moderna, pero que !acen surgir a la superficie estratos profundos de la personalidad. 8odas las tradiciones mist(ricas !an !ablado de la %iluminaci'n%, como de un brusco despertar que provoca una invasi'n de lu& capa& de esclarecer lo que solo un instante antes permanec"a velado. 8ambi(n esta fraseolog"a es com+n a los c$taros es el alma aprisionada la que ans"a conocer la lu& y la que logra elevarse !acia la fuente originaria del :ien, gracias a la predicaci'n y a las pr$cticas de su secta.
El .isteri de la 2endura2 0n misterio de las pr$cticas secretas c$taras gira en torno a la %endura%. 0ste concepto !a desencadenado violentas pol(micas entre los estudiosos. Para algunos se trataba de una forma de suicidio ritual otros, sin embargo, !an sostenido que apenas era otra cosa que un ayuno prolongado. 0s posible que bajo el mismo r'tulo se !ayan albergado conceptos distintos. 6a %endura% pudo ser en la inmensa mayor"a de los casos un ayuno que, acompa-ado de oraci'n y meditaci'n, dar"a acceso a la eperiencia m"stica a la que antes !emos aludido. 0n ese sentido era, como toda iniciaci'n mist(rica, una divisoria entre un %antes% y un %despu(s% y por tanto, una eperiencia simb'lica de la muerte. 0l %!ombre viejo% mor"a Csentido aleg'rico de la %endura% en tanto que suicidio< y nac"a un %!ombre nuevo%, renovado por la eperiencia m"stica. /ing+n otro rito c$taro tiene la intensidad y el dramatismo de la %endura%. /i el %consolamentum%, ni el %mel!ioramentum%, que apenas suponen otra cosa m$s que la inserci'n en el sujeto de una fuer&a purificadora eterior a (l, transmitida por un
%perfecto%, ten"an la fuer&a del %endura%. Mientras que aquellos ritos eran impartidos por otros, la %endura% solamente pod"a ser eperimentada por el propio sujeto, en solitario, sin que pudiera eistir ninguna ayuda o participaci'n eterior. 6as osamentas que se !an descubierto en las inmediaciones de Montsegur, colocadas en forma circular a modo de radios de una rueda, no implican que los esqueletos alli yacentes se !ubieran suicidado mediante la %endura% tal como se !a dic!o muy bien pudo tratarse de fallecidos en el asedio, situados as", en el curso de un ritual f+nebre que desconocemos. ?iertamente los c$taros no apreciaban en eceso la vida su doctrina pesimista les llevaba a rec!a&ar el mundo como reino del Maligno. 0isten referencias !ist'ricas que aluden a c$taros que se dejaron morir de !ambre en las ma&morras inquisitoriales y otros que una ve& detenidos y encadenados, intentaron lan&arse por precipicios. 2c'mo !ay que calificar la actitud de los c$taros que !ubieran podido salvarse solo renunciando a su f(, justo cuando las llamas les acariciaban3
:
EL CATARISMO OCCITA'O
&ri.eras huellas ;o está suficientemente documentada la presencia de #erejías anteriores al catarismo en
gracias al flujo comercial e,itente con el -ste europeo.
84.ils en 8ul4aria ;eiteradamente los estudios !ist'ricos sobre la (poca citan un documento contra los %bogomilos%, escrito por un sacerdote b+lgaro llamado ?osmas, redactado !acia el 97. Dice que eran adeptos de un pope llamado :ogomil Cen lat"n, %8e'filo%, literalmente %amado por Dios% o %amigo de Dios%< y que %seduc"an a las almas sencillas%. lo que era peor, ten"an mujeres que se %arrogaban el derec!o de absolver los pecados%. 0n el a-o 1 se tiene constancia de la epansi'n de los %bogomilos% por todo el @mperio :i&antino. 6os bogomilos estaban organi&ados en %siete @glesias% Macedonia, 8racia, ?onstantinopla, erbia, :osnia y sia Menor. )ay datos suficientes para pensar que no se trataba de una opini'n disidente en relaci'n a la @glesia romana, sino m$s bien, de una alternativa que quer"a desembocar en otra estructura paralela, org$ncia y teol'gica, ajena al catolicismo y que, entre otras fuentes, estaba inspirada por el cristianism primitivo. partir del a-o 1 empie&an a proliferar en las cr'nicas detalles, aqu" y all", en 0uropa ccidental, que demuestran que ya se !ab"a epandido una !erej"a similar a la de los bogomilos. 6os cronistas cat'licos asimilan el car$cter de !erejes al de embrujados. 4n campesino de ?!ampagne, otro del Perigord, !acen llamamientos p+blicos a la castidad, %predican el 0vangelio de modo imp"o%, rompen cruces y, sobre
todo, claman contra el die&mo para sostener a los eclesi$sticos.
&ri.eras huellas c0taras en Francia Huince a-os despu(s, varios cronistas franceses, m$s precisos, !ablan ya de %maniqueos%. en 1== son quemados, por !erej"a, doce can'nigos de la catedral de rleans en tiempos del rey ;oberto el Piadoso. 6a progresi'n de la !erej"a, a partir de entonces, es alarmante ?!ampagne, quitania, el Perigord, rras, 6os procesados de rras niegan los sacramentos, rec!a&an el ntiguo 8estamento, critican el comportamiento del clero, proponen la castidad, el amor y la no violencia y llaman a esta norma de comportamiento %;egla de Gusticia y #erdad%. /o !ay duda, el catarismo !a entrado en la !istoria de ccidente.
E;pansi%n 0n los cien a-os siguientes el catarismo se epande como una manc!a de aceite por ccitania a epensas del catolicismo. 6as vocaciones sacerdotales est$n bajo m"nimos en la regi'n, las familias se niegan a bauti&ar a sus !ijos. lgunas iglesias, como la de ?astelnaudary, se !an transformado en lugares de culto c$taros. 0n otros lugares, como aintes Puelles, todos los !abitantes se !an ad!erido al catarismo, incluso los nobles locales. Da la impresi'n que el catarismo predica abiertamente y no encuentra problemas para su epansi'n. 0n 6ombers, un obispo c$taro etremadamente culto, icard ?ellerier, epone sus tesis ante el tribunal reunido para condenarle. 6os predicadores cat'licos, por ejemplares que sean, no llegan al cora&'n de la poblaci'n, que ve en ellos un ardid del clero opulento que los !a eplotado durante siglos. an :ernardo fracasa en lbi y #erfeil. M$s tarde, anto Domingo de Fu&m$n eperimentar$ id(ntica amargura. (l se debe la creaci'n de la rden de los Padres Predicadores, gestores ind'mitos de la @nquisici'n.
Cndena de la here<9a 0n 11L5, el ?oncilio de 8ours, condena la "abominable #erejía $enida del pais de +oulouse desde donde se #a difundido a la ?ascuña y a las demás pro$incias". 0n 1179 el @@@ ?oncilio de 6etr$n dict' severas disposiciones contra los c$taros de Fascu-a,
lbi y 8oulousse. 4n a-o antes, el Papa !ab"a enviado un legado a la capital languedoquiana para valorar la epansi'n de los !erejes. ?omo fruto de sus pesquisas fueron ecomulgados el conde 8oulouse, el vi&conde de :e&iers, el conde de Boi y muc!os barones occitanos. 0l legado, ?ardenal Pedro de ?ris'gono, fue recibido !ostilmente por la poblaci'n tolosana su primera actividad fue confeccionar una lista de !erejes. 6a encabe&aba Pierre Mauran, comerciante, muy respetado. 0l legado le pregunt' si era arriano, a lo que Mauran respondi' "oy caballero y cristiano" amena&ado con la confiscaci'n de bienes, accedi' a jurarlo aun as", fue condenado a sufrir la !umillaci'n p+blica de la flagelaci'n. Desnudo y descal&o debi' recorrer el trayecto de la prisi'n a la iglesia de aintAernin. ?ondenado a tres a-os de peregrinaci'n en 8ierra anta al servicio de los %pobres de Gerusal(n%, !asta su partida se le a&ot' dirariamente en las calles de 8oulouse. ?umplida la penitencia, a su regreso fue recibido triunfalmente. Pose"a dos mansiones, una en la capital occitana y otra en aint B(li de ?araman!, donde, cuenta la tradici'n, que se aloj' el obispo bogomilo /iIita, venido para presidir el concilio de iglesias c$taras occitanas. 0l castigo inflingido a Mor$n bast' para que muc!os tolosanos abandonaran la !erej"a y se reconciliaran con la @glesia. 6a actividad del legado Pedro ?ris'gono oblig' a los c$taros m$s contumaces pero prudentes a abandonar 8ouloue y establecerse en territorios de ?arcasona, donde la familia 8rencavel se mostraba muy tolerante en materia de religi'n.
&ri.er ch6ue entre n7le/a c0tara y cler 0n 117, se produjo una disputa de l"mites entre el #i&conde de ?arcasona, ;oger @@ 8rencavel, pr'imo a la !erej"a y el obispo de lbi. presado el obispo, su custodia fue confiada a los !erejes. 6a represalia que sigui', estimulada por el abad del ?"ster, !i&o !uir a ;oger @@ de 8rencavel. 6a posterior negociaci'n y la abjuraci'n de la !erej"a, salvaron la posici'n de 8rencavel. 0ste episodio fue conocido como %la peque-a cru&ada% y ya muestra la buena predisposici'n de la familia 8rencavel !acia los !erejes c$taros.
Reacci%n cat%lica 6a subida de 6ot!ario ?onti al solio pontificio con el nombre de @nocencio @@@, cambi' la situaci'n. )ombre teocr$tico, raro fue el monarca que, antes o despu(s, no
se enfrent' a (l. e erigi' luc!ador implacable contra la !erej"a c$tara y nombr' un legado cisterciense, Pierre de ?astelnou.
El ri4en de la In6uisici%n @nocencio @@@ lan&' la anatema, no solo contra los !erejes sino contra quienes no pusieran el celo necesario en su persecuci'n. 0l Papa albergaba la fundada sospec!a de que el clero languedoquiano, reducido a la m"nima epresi'n y desprestigiado, apenas pod"a !acer nada contra los !erejes ni siquiera los obispos, ten"an fuer&a suficiente, ni inter(s en muc!os casos, por emprender una luc!a que deb"a enfrentarles a sus conciudadanos. @nocencio @@@ prefiri' desposeer a los obispos locales de jurisdicci'n para procesar !erejes y otorg' tal prerrogativa a enviados de su confian&a. 8al es el origen de la @nquisici'n que pronto fue confiada a los dominicos.
&ierre de Castelnau( le4ad papal Pierre de ?altelnau y el abad del ?"ster, rnaud malric fueron nombrados legados pontificios. 0l error de @nocencio @@@ consisti' en !aber elegido para la misi'n a un !ombre que reivindicaba algunos territorios occitanos. 0n efecto, Pierre de ?astelnau, albergaba aspiraciones nobiliarias en ?arcasona y 8oulouse. /i (l, ni malric est$n dotados para la diplomacia, ni tampoco se !a rodeado de buenos negociadores. 8odo lo contrario, desde su aparici'n en ccitania, ofenden constantemente a los lugare-os. no solo al pueblo llano, sino tambi(n a la noble&a. 6a !ermana del conde de Boi, 0sclarmonda, viuda, c$tara y de reconocido prestigio en la regi'n, es interrumpida al terciar en el famoso %coloquio de Pamiers%. 4n monje fanati&ado no duda en eclamar "!0áyase a #ilar con su rueca!". ?omo ya intentara sesenta a-os antes an :ernardo, el que luego ser$ anto Domingo de Fu&m$n, decide convencera los !erejes mediante la persuasi'n en 1=5. ;ecorrer$ la &ona viviendo de limosna, vistiendo pobres !$bitos y durmiendo al raso. /adie cree en su sinceridad. olamente en Banjeau logra algunas conversiones. 8ras dos a-os de predicaci'n, debe necesariamente, constatar su fracaso. 0s entonces cuando recuerda que, mientras su madre estaba embara&ada de (l, tuvo una visi'n en la que ve"a como el !ijo que iba a nacer incendiaba el mundo con una antorc!a. 6a visi'n resultar"a prof(tica. anto Domingo ser"a el principal impulsor de la @nquisici'n.
Un tr5adr 7isp de Tuluse 6os legados papales apenas pueden !acer otra cosa que relevar a los obispos y ar&obispos ju&gados d(biles en la luc!a contra la !erej"a. )abitualmente los sustituyen por personajes, decididos, pero torpes, y en algunos casos, incluso, por !ombres sin escr+pulos. 4no de ellos es Bolquet de Marsella, un antiguo trovador, luego abad de 8!oronet. Bolquet, !ijo de un comerciante genov(s, en su (poca de trovador !ab"a cortejado a la mujer del #i&conde :arral de Marsella, que "accedi a su #omenaje sin corresponder a su afecto". Despec!ado, ingres' en el clero y fue elevado a la dignidad obispal en 1=5. Protector y colaborador de anto Domingo, fue consejero C%bien escuc!ado% dice Mart"n de ;iquer< de im'n de Montfort. /unca se trat' de un trovador que recorr"a el mundo viviendo de sus canciones, sino m$s bien de un rico y culto burgu(s que dominaba el arte de versificar. Dante lo situ' en el circulo de #enus en su Para"so. 0n 1195 entr' en el ?"ster tras meditar sobre las penas del infierno cinco a-os despu(s ya era obispo de 8oulouse. Bolquet y los inquisidores formaron grupos operativos que detuvieron y asesinaron sin juicio a no menos de . languedoquianos. ;am'n ;oger de Boi dijo de (l en el ?oncilio de 6etr$n ":uando fue abad y lle$ #ábito de monje en su abadía se oscureci la lu&. ( cuando fue elegido obispo de +olosa prendi tal incendio por toda la tierra que jamás #abrá agua que pueda e,tinguirlo" y concluy' "' fe mía que en sus #ec#os palabras y comportamiento más parece el 'nticristo que un mensajero de =oma". 6o acus' de
!aber dado muerte a 5. personas.
El lla.a.ient a la Cru/ada 0n una carta del 1 de mar&o de 1=J, @nocencio @@@ conminaba a Belipe ugusto, rey de Brancia, a luc!ar contra la !erej"a "protegida por el :onde de +oulouse" . /i esta carta, ni las sucesivas e!ortaciones de 1=5 y 1=7, tuvieron (ito. 0l papa medit' la oportunidad de una cru&ada, pero la empresa era dif"cil justificar. 0l ?onde de 8oulouse, ;aymond #@, estaba emparentado con casi todas las casas reales europeas. /o es, ni un infiel, ni un jefe aislado pol"ticamente. 0n 1=, el legado Pierre de ?astellnau ecomulga al ?onde de 8oulouse en nombre del Papa utili&ando como ecusa banal una disputa sobre l"mites. 0l ?onde, consciente del peligro, negocia y se entrevista con ?astelnou en aintAFilles. 0l legado
no est$ dispuesto a negociar y abandona la reuni'n tras presentar nuevas e inaceptables eigencias. 0l 15 de enero de 1=, al d"a siguiente, cuando est$ cru&ando el ;'dano con su comitiva, un jinete le atraviesa el cora&'n de un lan&a&o. /adie sabe quien era el asesino, ni que intenci'n le animaba, pero, en cualquier caso, el Papa y el ?"ster ya ten"an su m$rtir. 0l L de mar&o de 1= el Papa reali&a un llamamiento a la cru&ada.
La cru/ada la llamada del Papa acuden nobles del /orte, fundamentalmente aventureros y gentes sin oficio ni beneficio. 0l compromiso es solo por cuarenta d"as y !ay promesa de bot"n. 0l rey de Brancia env"a a su !ijo y la direcci'n militar de las operaciones es asumida por rnau malric. 6os ej(rcitos cru&ados se concentran en 6yon. e promete a los voluntarios indulgencia plenaria y vida eterna en el Para"so de los justos. 0l =J de junio de 1=9, gruesas columnas cru&adas abandonan 6yon y, siguiendo las riberas del ;'dano se dirijen !acia ccitania. #einte mil caballeros y doscientos mil infantes y auiliares, componen el ej(rcito cru&ado. ;aymond #@ percibe el riesgo y decide negociar. e retracta y es a&otado p+blicamente en el atrio de aintAFilles, por el obispo Milon. 6uego pide !acerse cru&ado, con lo cual sus tierras son declaradas inviolables. Pero, a pesar de !aber salvado moment$neamente la situaci'n, el conde es consciente de lo dif"cil de su situaci'n.
&ri.er episdi= la .asacre de 8e/iers malric debe buscar, tambi(n moment$neamente, un nuevo enemigo. lo encuentra en los 8rencavel de ?arcasona, una familia que desde la aparici'n de la !erej"a en el 6anguedoc, siempre le !a concedido su apoyo. 0l #i&conde 8rencavel, sobrino de ;aimond #@, apenas tiene =J a-os. 0l = de julio de 1=9, los cru&ados sit"an :e&iers donde se encuentran == %creyentes% c$taros cuya entrega pide malric. 6os c'nsules de la ciudad se niegan a aceptar cualquier trato y los ciudadanos cat'licos no consienten abandonar la pla&a. 0l == de julio, unos j'venes caballeros de :e&iers, provocan a los cru&ados desde el puente y saltan al r"o un peregrino, probablemente monje predicador, se dirije !acia ellos
intentando entablar di$logo pero los j'venes lo matan. 0nfurecidos los cru&ados, quieren vengar al peregrino y persiguen a los j'venes !asta las puertas de la ciudad. 0l inesperado ataque en masa de los cru&ados coje a los defensores desprevenidos. 0n pocas !oras :e&iers resulta devastada. 0l cronista ?es$reo de )eisterbac! cita la, desafortunada pero significativa, frase que presuntamente pronunciara malric cuando le preguntaron como distinguir cat'licos de c$taros "*atadlos a todos 6ios reconocerá a los suyos". 0s probable que esa tarde fueran asesinadas entre 17 y =. personas. malric, eultante de j+bilo, escribi' al Papa "+ras una enorme matan&a de enemigos toda la ciudad #a sido saqueada y quemada) la $engan&a de 6ios #a sido admirable".
Se4und episdi= la .asacre de 8ra.s 0n :rams no eisten grandes fortificaciones, tan solo una empali&ada de madera sin embargo los defensores lograron detener tres asaltos de los cru&ados. 6a poblaci'n no estaba dispuesta para un asedio y, finalmente, a los pocos d"as, un asalto bien preparado y en toda regla, consigue quebrar la resistencia. 6os cru&ados est$n enfurecidos esta peque-a poblaci'n les !a retrasado en su marc!a !acia ?arcasona. Huieren reali&ar un castigo ejemplar que, junto a la masacre de :e&iers, sirva para sembrar el des$nimo en las poblaciones, inicialmente dispuestas a ofrecer resistencia. ?ien !ombres son aislados del resto de la poblaci'n en una !orrible carnicer"a, los cru&ados les arrancan los ojos, las orejas y los labios a todos menos a uno al que solamente se le arranca un ojo. 0ste guiar$ al resto por toda la comarca la sola presencia de este verdadero cortejo de la muerte ser$ un aviso para los demasiado osados.
Ca9da de Carcasna y .uerte de Trenca5el 0l impacto de la ca"da de :e&iers y el sangriento escarnio de :rams, !acen que otras pla&as fuertes se entreguen sin combatir. finales de julio los cru&ados est$n a las puertas de ?arcasona. 8rencavel intenta negociar con malric a trav(s de su cu-ado Pedro @@ de rag'n. 0l rey Pedro se presenta en el campamento cru&ado con apenas cien caballeros aragoneses y catalanes. 6os sitiados se felicitan por la presencia de aquel de quien se consideran vasallos. in embargo, el rey aragon(s, se siente muy distante de los !erejes est$ en el campo de la f( cat'lica. un as" pide servir de mediador, tarea que recibe la aprobaci'n del vi&conde de ?arcasona y de sus barones.
trav(s de Pedro @@, malric ofreci' garant"as, a 8rencavel y a doce de sus caballeros, a cambio de la rendici'n de la ciudadela. 6a respuesta da la talla del personaje y eplica el por qu( setecientos a-os despu(s sigue siendo considerado como el !(roe nacional occitano por ecelencia "7me creéis capa& de traicionar al más ínfimo de los míos8 'ntes muerto que entregar al más #umilde de mis s%bditos" . 0l rey de rag'n se retir' !acia el sur, mientras comen&aba el asalto de la ciudadela. 6a luc!a fue larga y dura. 6os occitanos rec!a&aron repetidos asaltos. 0l !acinamiento, la sequ"a y la cantidad de animales que desprend"an un olor insoportable, provocaron una epidemia. un as" continuaron rec!a&ando asalto tras asalto. 6leg' un momento que los cru&ados se convencieron de la inutilidad de proseguir la carnicer"a y optaron por la astucia. 4n emisario asegur' al vi&conde de ?arcasona que el ;ey de Brancia quer"a negociar con los sitiados. compa-ado de 1 caballeros, ;aymond ;oger de 8rencavel, acudi' a la trampa en el campamento cru&ado. 0l abad del ?"ster orden' inmediatamente su detenci'n y la de su s(quito. l d"a siguiente, el 15 de agosto de 1=9, fiesta de la sunci'n, Patrona de la cru&ada, los asaltantes se llevan una terrible sorpresa. 6a ciudadela de ?arcasona amaneci' silenciosa, sin que pudiera divisarse siquiera a un centinela. 8odos los !abitantes, salvo quinientos ancianos, mujeres y ni-os, !ab"an !uido por los subterr$neos, !acia los bosques de ?orbiKre, las alturas de Montsegur y la Monta-a /egra. De los presos, cien abjurar$n de su f( c$tara, los otros cuatrocientos ser$n colgados o quemados. Die& meses m$s tarde, el 1 de noviembre de 1=9, mor"a en prisi'n ;aymond ;oger de 8rencavel, qui&$s envenenado. us posesiones fueron ofrecidas a distintos nobles del /orte. olo uno acepta, im'n de Montfort, conde de 6eicester. ?on el fin de 1=9 termina tambi(n la primera fase de la cru&ada. eguir$n combates en torno a ciudades y fortale&as de segundo orden. Minerva caer$ tras un asedio prolongado y toda la poblaci'n, salvo tres mujeres, preferir$n morir en las llamas que abjurar de su f(. 6uego le toca el turno al fuerte de 8ermes. 6as m$quinas de guerra dise-adas por Fuillermo de Par"s, ingeniero militar y ar&obispo, sirvieron de poco para derribar los muros de la fortale&a. 8ras unas semanas de prolongada sequ"a, las lluvias trajeron tambi(n una epidemia de disenter"a. Despu(s de un intento de fuga nocturna, los defensores son derrotados y los !erejes llevados a la !oguera.
La re7eli%n de ls 1aidits
@nocencio @@@ se revuelve a!ora contra el conde de 8olosa. 6e pide eplicaciones sobre el asesinato de ?astelnou y le quiere imponer unas obligaciones !umillantes Cdisoluci'n del ej(rcito, destrucci'n de las fortale&as, etc.<. ;aymond #@ y sus vasallos son un$nimes en la respuesta antes que aceptar, prefieren la muerte. 6os episodios que seguir$n demostrar$n, poco a poco, la imposibilidad de la independencia occitana. us caballeros, ser$n despose"dos de sus tierras y condenados a vivir fuera de la ley, como %faidits%, bandidos.
La cn6uista de Occitania 6os legados del Papa celebran una conferencia con ;aymond #@ en la ciudad de rl(s, pero sus condiciones vuelven a ser insoportables para los occitanos licenciar tropas, entrega de !erejes, solo podr$n vestir !$bitos oscuros, desmantelamiento de castillos y fortale&as, tributo de cuatro escudos de plata, las posesiones del propio ;aymond #@ ir$n a parar al ?"ster y (l deber$ cumplir una penitencia en 8ierra anta junto a los templarios. "@referimos abandonar nuestra patria con el conde que tener que someternos a curas o franceses" , es la respuesta un$nime de los vasallos del conde. 0l L de febrero de 1=11 ;aymond #@ resulta ecomulgado. im'n de Montfort que se !ab"a visto con problemas para sostenerse en sus nuevas posesiones, pasa al contraataque. 0l primer episodio es el asedio de 6avaur. ?ien caballeros resisten y los guerrilleros reclutados por el conde de Boi empie&an a !acer estragos entre los mercenarios. 8ras un asedio prolongado, se produce un !ec!o que los cru&ados tienen por milagroso. ?uando las jerarqu"as religiosas entonan el !imno de la cru&ada, el #eni ?reator, se derrumba un pa-o de la muralla de la ciudad. Binalmente, Montfort entra en 6avaur, arroja a donna Feralda, la propietaria del castillo, a un po&o que cubre con piedras. 0l resto de los defensores ser$n degollados y cuatrocientos c$taros quemados. 0n la etapa siguiente, ;abastens, son quemados sesenta c$taros. Dentro de 8oulouse, Bulco, el trovador devenido obispo, intenta fomentar la rebeli'n, pero es epulsado de la ciudad por ;aymond #@. 0n el puente de Montaudran, cercano a 8oulouse, los caballeros occitanos con ;aymond #@, Faston de :earn y el conde de Boi, derrotan a las tropas de Montfort y los persiguen !acia el sudAeste. medida que el ej(rcito occitano va avan&ando se producen sublevaciones y episodios de vengan&a contra los antiguos cru&ados. 0sto se van obligados a replegarse a ?arcasona, la pla&a mejor protegida, e intentar estabili&ar su situaci'n.
La inter5enci%n de &edr de Ara4%n# Muret 0stos episodios provocan la inquietud en los pa"ses vecinos. Pedro @@ de rag'n, est$ emparentado con ;aymond #@. u !ija anc!a se !a casado con el !ijo del ?onde. pesar de ser en la (poca un !(roe para la cristiandad Ano en vano !a vencido a los moros en la batalla de las /avasA el papa le pide que abandone su amistad con ;aymond #@. Pedro @@, junto a mil caballeros, se planta en 8oulouse en apoyo del conde. 0n enero de 1=1>, el rey de rag'n solicit' a los legados papales gracia para su vasallo el conde ;aymond #@. compa-' la carta con una renuncia de ;aymond #@ y de los condes de Boi y de ?omminges, a sus derec!os y dominios que eran entregados al rey Pedro. 6a carta endureci' las relaciones del ;ey Pedro con los legados papales que le amena&aron de ecomuni'n en caso de que mantuviera sus relaciones con ;aymond #@. principios de septiembre de 1=1>, el ej(rcito occitano est$ atrinc!erado en Muret. 0l d"a 1= el ;ey Pedro propone atacar a los franceses, contra la opini'n del ?onde de 8olosa partidario de sitiar a los cru&ados y esperar su rendici'n. 6os catalanoA aragoneses le tac!an de cobarde. 0l ;ey Pedro deseaba una batalla al estilo de las /avas de 8olosa, en campo abierto, y en la que sus armas pudieran ganar nuevos laureles. 6os !istoriadores !an reconocido que Pedro @@ fue siempre "más caballero que =ey" . 0n la cr'nica de Fuillaume de Puylaurens se cuenta que los cru&ados interceptaron una carta de Pedro @@ a una dama tolosana que posiblemente fuera su propia !ermana, esposa del ?onde de 8olosa. 0n la carta, Pedro @@ le promet"a epulsar a los %franc!imanes% del 6anguedoc y ofrecerle a ella la victoria, seg+n los usos y costumbres de la caballer"a de su tiempo. 6a noc!e anterior a la batalla Pedro @@ reali&' ecesos con una dama. 6os cru&ados epandieron la leyenda de que "los nobles cátaros para tener a @edro más de su parte le entregaron sus mujeres e #ijas. La mañana de la batalla se encontraba por ello tan agotado que no podía mantenerse en pie durante la celebracin de la misa". 6o cierto es que en la misa celebrada antes de la batalla el ;ey Pedro no pudo
ponerse en pi(. 6os !ombres Montfort saben que solo pueden vencer mediante un golpe de audacia. lain de ;oucy y Blorent de #ille juraron matar al rey Pedro. l frente de un peque-o grupo, buscaron al rey en el fragor de la batalla y finalmente lo locali&an provisto de otra armadura. 0l mismo rey Pedro se !ace reconocer y muere rodeado de un gran n+mero de caballeros. partir de ese momento, reina la confusi'n en las filas occitanas. 6a batalla se resuelve, finalmente, en las orillas del Farona, donde perecen =. soldados, entre caballeros y milicianos de 8oulouse. 4na placa colocada en el
7 aniversario del episodio conmemora el episodio. oldevila en su monumental %)istoria de ?atalu-a% afirma que a la vista del cad$ver del rey, ensangrentado y enfangado, el propio Montfort no pudo contener las l$grimas. 0n cuanto a la milicia tolosana, buena parte se a!og' en el Farona al intentar !uir. 0n 175, una crecida del r"o arrastr' cerca de aubens, !uesos y objetos del per"odo en que tuvo lugar la batalla. ;aymond #@ que !a debido !uir para salvar la vida, ve como sus tierras son entregadas a Montfort en el ?oncilio de 6etr$n. ;aymond #@, tuvo que arrodillarse en /otre Dame de Par"s ante el legado papal. Despojado de sus ropas fue conducido ante el altar mayor donde se le levant' la ecomuni'n. Permaneci' prisionero en el 6ouvre !asta que su !ija se cas' con el !ermano del futuro an 6uis. 0n cuanto a Montfort terminar$ siendo ecomulgado por rnau malric.
La lle4ada a Tuluse de Ray.nd >I 0ntre tanto, el conde de 8oulouse !a tardado poco en reconstruir un peque-o ej(rcito que se prepara para reconquistar el feudo. 0n vignon, la entrada de ;aymond #@ causa entusiasmo general. 6uego, prosigue el camino !acia 8oulouse. u !ijo, sit"a a Montfort en :eaucaire. e cuenta que los tolosanos lan&aban con catapulta los miembros descuarti&ados de los cru&ados presos sobre la fortale&a. Montfort rinde la pla&a a cambio de salvar la vida y luego se retira a 8oulouse. 6os tolosanos, ante la inminente llegada de ;aymond #@ se sublevan contra Montfort que debe refugiarse en el castillo /arbon(s de la ciudad. ofocada la rebeli'n siguen otras muc!as en distintos puntos de ccitania. Poco a poco, Montfort se va convenciendo de lo indomable del car$cter occitano. 8oulouse es liberada el 1> de septiembre de 1=17 y sus murallas reconstruidas. Montfort, entre tanto, se !a atrinc!erado en las afueras de la ciudad y all" resistir$ durante nueve meses. 0l =5 de junio de 1=1, ;aymond #@@ se lan&a al asalto del reducto donde languidece Montfort con sus escasas fuer&as. 0n un momento dado de la batalla, una piedra lan&ada por una catapulta que, seg+n la tradici'n, manejan las mujeres tolosanas, le aplasta la cabe&a. )asta no !ace muc!o, una placa recordaba el lugar donde muri' Montfort se dice que los tolosanos iban a escupir ella... 8ras la muerte de Montfort, ning+n cru&ado tiene fuer&a, talla ni empuje suficiente para contener la reconquista del pa"s que ;aymond #@ y su !ijo ;aymond #@@. Poco a poco el feudo es reconquistado y los %franc!imans% epulsados.
Las 3lti.as escenas del dra.a
maury de Montfort, !ijo de im'n, termina vendiendo al rey de Brancia el t"tulo de ?onde de 8oulouse. 0n Par"s !a muerto Belipe ugusto y tras la figura de su sucesor, 6uis #@@@, aparece una dama con muc!o m$s car$cter que su marido :lanca de ?astilla. 6a famosa %reina :lanca% decide conquistar lo que pertenece nominalmente a su marido, el condado de 8oulouse. as" comien&a la +ltima parte del drama.
Tierra 6ue.ada y rendici%n de Ray.nd >II !ora son los guerrilleros franceses los que causan la desolaci'n en ccitania queman cosec!as, destruyen granjas, arrasan bosques y campos, matan ganado. 0l objetivo es someter ccitania por el !ambre, ya que es imposible !acerlo solo mediante la @nquisici'n y las operaciones militares cl$sicas. 6os enfrentamientos que tienen lugar no son concluyentes para ninguna de las dos partes. 0n Marmande, los franceses matan a 5 personas pero en 6avaur cae preso el !ermano de im'n de Montfort y en Montreal muere lain de ;oucy, el asesino del ;ey Pedro @@ de rag'n. vignon y 8oulouse no se rinden. Pero la sistem$tica campa-a de destrucci'n de los recursos alimentarios de ccitania se deja sentir al cabo de un a-o. 6a resistencia se vuelve imposible y ;aymond #@@ se ve obligado a firmar el 8ratado de Meau, ratificado solemnemente en Par"s el a-o 1==9. 8odo se !ab"a perdido.
Matan/a de here> se instituye la anta @nquisici'n. 6os inquisidores se trasladan de un punto a otro de ccitania acompa-ado
de un contingente armado. #einte a-os despu(s de su instituci'n, el Papa autori&a a la @nquisici'n a practicar la tortura, mientras no derrame sangre. 6a violencia inquisitorial se ceba frecuentemente sobre occitanos muy populares. 0sto entra-a vengan&as. 0n ?ordes C1=>>< el pueblo lan&a a dos inquisidores a un po&o que todav"a puede verse otro inquisidor es apaleado en lbi despu(s de que intentara e!umar los restos de una c$tara. 0n Moissac, incluso los franciscanos ocultan a un perseguido. 0n 8oulouse los inquisidores resultan epulsados tras un tumuto popular.
Su7le5acin de Ray.nd de Trenca5el 6a presi'n inquisitorial y las !umillaciones de los se-ores venidos del /orte son tales que provocan la sublevaci'n del conde ;aymond 8rencavel de ?arcasona, llamado el Goven. eguido por aragoneses y por los +ltimos faidits, progresan por ?orbiKres, 6imou, Minerva, Montral, l&ille, ?aune, P(pieu y llegan, finalmente, a las murallas de ?arcasona. 6a aventura fue corta, el rey de Brancia, 6uis @*, envi' fuertes contingentes que dispersaron a las fuer&as sublevadas. Muc!os !uyeron a 0spa-a. Pero ;aymond #@@ de 8oulouse estaba dispuesto a borrar el afrentoso tratado de Meau y prepar' una sublevaci'n de mayor alcance. 0n los meses anteriores su maquinaria diplom$tica !ab"a llegado a las principales cortes europeas, rivales de Brancia. rag'n, /avarra y ?astilla le prometieron su apoyo @nglaterra lo estimul' )ugo de 6usignan y los condes de ?arcasona y Boi no dudaron en seguirlo.
Masacre de in6uisidres en A5i4nnet 0l episodio inicial de esta +ltima sublevaci'n fue la matan&a de inquisidores en vignonet en mayo de 1=J=. nce de ellos y su s(quito de cincuenta personas fueron acogidos en vignonet. 6a noticia de la presencia de los inquisidores llega a Pierre ;oger de Mirepoi, jefe de la guarnici'n de Montsegur. caballo, alcan&a r$pidamente un bosque pr'imo a vignonet y distribuye las 'rdenes entre los conjurados. 0l senescal de la ciudad en persona les abre las puertas de la ciudad, distribuye !ac!as y les indica donde se encuentran los inquisidores. los pocos minutos todos !an sido asesinados. 6a noticia corre como un reguero de p'lvora por ccitania. @ncluso algunos sacerdotes cat'licos la celebran campanas al vuelo. 0nrique @@@ de @nglaterra desembarc' en ;oyan y present' batalla a 6uis @*.
Pero la suerte le fue desfavorable y, tanto (l, como )ugo de 6usignan, resultaron derrotados por el ;ey de Brancia. ;aymond #@@ pidi' la pa& que signific' el final definitivo de las aspiraciones occitanas. 0ra el a-o del e-or de 1=J>. olo quedaba Montsegur.
La ca9da de Mntse4ur 0l mayo de 1=J> )ugo dRrcis siti' la fortale&a. Dentro se encuentran unas J5 personas, 15 defensores armados y = c$taros %perfectos%. 0l cerco no es total, los c$taros de Montsegur reciben mensajes de apoyo desde el eterior. Durante meses solo se produce un duelo de catapultas. ?uando se pierde la barbacana del castillo, dos c$taros cru&an las l"neas, benefici$ndose de la complicidad de algunos sitiadores, y ponen a salvo el %tesoro c$taro%. /adie sabe eactamente en qu( consiste Clibros sagrados, objetos de culto, oro y piedras preciosas...<. 0n una de las etremidades del castillo, todav"a pueden verse los restos de (sta barbacana. 6os mercenarios vascos que constitu"an lo esencial de las tropas mercenarias se apoderaron por sorpresa del lugar, amparados en la noc!e y con p(rdidas notables. e cuenta que, a la ma-ana siguiente, cuando los mercenarios pudieron comprobar el precipicio que !ab"an debido de salvar durante la noc!e para alcan&ar la barbacana, palidecieron de !orror. Desde el lugar fueron instaladas catapultas que bombardearon cont"nuamente a los sitiados. Para colmo la abundancia de ratas envenen' los po&os del lugar. lgunos est$n convencidos que algui(n les !a traicionado, pero no !ay tiempo para encontrar al culpable. 0l > de abril se luc!a al pi( de la muralla. 6os muertos son muc!os. 6os %ancians% c$taros imparten en %consolamentum% entre los moribundos y la %convinen&a% entre quienes se aprestan al combate. Pero todo est$ perdido. De !ec!o, con el tesoro a salvo, a nadie de los sitiados le interesa ecesivamente seguir resistiendo. Pierre ;oger de Mirepoi y ;am'n de Perel!a, piden negociar. 6as condiciones de la rendici'n, para los que no profesen el catarismo, no ser$n ecesivamente duras. ;esultar$n absueltos e indultados de sus culpas, incluso de la matan&a de vignonet. 6ograron quince d"as de pla&o para preparar el abandono de la fortale&a. 0l 1J de mar&o de 1=JJ, d"a del equinoccio de primavera, se rinde Montsegur. Diecisiete !erejes Aonce de ellos, guerrerosA reciben el consolamentum que, dadas las circunstancias, equival"a a una condena a muerte. 0l 1L de mar&o de 1=JJ, doscientos quince c$taros son quemados en la eplanada situada al pi( de Montsegur. un !oy se
conoce aquel lugar como el %camp dels cremats%. Desde la cumbre del :idorta prendi' otra !oguera avivada por los c$taros que !ab"a conseguido !uir. @ndicaba a los condenados que su tesoro se !ab"a salvado. Huerib+s, una fortale&a no lejana, capitular$ sin combate unos a-os despu(s en 1=5L. Despu(s, solamente algunos c$taros se reunir$n en las cuevas de :ouan, rnolac y 6ombrives son las catacumbas de la @glesia c$tara. 6as !ogueras proseguir$n !asta la segunda d(cada del siglo *@#. )oy solo queda el recuerdo.
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RUTAS DEL CATARISMO OCCITA'O
-l $iajero que quiera conocer
Mapa J.A ;uta de las Frandes ?apitales del 6anguedoc
Mapa 5.A Mapa de la ciudadela de ?arcasona
RUTA DE LAS GRA'DES CA&ITALES DEL LA'GUEDOC FOI@= LA CIUDAD DE ESCLARMO'DA ) DE SA' >OLUSIA'O 0isten tres formas de llegar a Boi, dependiendo de nuestro punto de partida. aA
6esde el litoral *editerráneo sin duda la ruta más directa es cru&ar la frontera por La 9unquera seguir #asta @erpignan por la 'utopis 'C #asta @erpignan ;orte DEF Gm.A y tomar entonces la :arretera 6EE5 que nos lle$ará #asta Hoi, Den torno a EII Gm.A. A lo largo de esta ruta están localizados la mayoría de los castillos cátaros.
bA
6esde 'ndorra atra$esando el @uerto de -n$alira y cru&ando luego la frontera por el @as de la :asa será preciso remontar #asta ', les +#ermes D43 Gm.A Jssat les Bains Dtramo de 4K Gm.A +arascn D4 Gm. másA y finalmente Hoi, Da E Gm.A circulando siempre por la :arretera ;4I. Es la ruta más indicada para visitar las cuevas de Lombrives, iau! y el castillo de "ontsegur, desviándose solo ligeramente.
cA
0iniendo desde los @irineos :entrales y desde el :antábrico el punto de referencia a llegar es @au. aliendo desde 2uesca y cru&ando la frontera por el :oll du @ortalet es preciso recorrer casi 5I Gm. por la :arretera 6epartamental 6CMK y una $e& en @au buscar la :arretera ;acional ;EE5 que nos lle$ará a +arbes Ddistante MI Gm.A y de a#í sin abandonar esa misma $ía dirigirse primero a t. ?audens D33 Gm.A luego a t. ?irons Dtramo de K Gm.A y finalmente Hoi, Ddistante KK Gm. del anterior puntoA. Esta ruta recorre, en parte, la zona de los #cagots# y Lourdes, con una leve desviaci$n #
8res son, pues, los caminos que conducen a la ciudad de la gran 0sclarmonde. Boi, al crecer, !a perdido parte de ese encanto que debi' tener en otro tiempo cuando la sombra del castillo condal se proyectaba sobre lo esencial de la villa. )oy ese castillo !a sufrido profundas reformas y !a quedado reducido a la m"nima epresi'n. Gunto al castillo, la iglesia de an #olusiano, son los lugares en donde el viajero debe ineludiblemente detenerse. La leyenda de >lusian# 6a !istoria de an #olusiano no es en absoluto edificante m$s bien es una manc!a en los valores de !onor y lealtad de la regi'n. Parece como si el clero languedoquiano no !ubiera estado muy acertado a la !ora de elegir a sus santos locales. )acia el a-o 5 los visigodos arrianos ocupaban el 6anguedoc. 6a ambici'n de la dinast"a merovingia que reinaba en el norte de las Falias y el catolicismo del que !ac"an gala, encontraron un perfecto aliado en #olusiano, obispo cat'lico de la regi'n. itiada la ciudad de 8ours por los francos, #olusiano les abri' las puertas y luego !uy'. 6os visigodos supervivientes persiguieron al traidor y le dieron alcance en los Pirineos lo asesinaron. Poco despu(s larico @@, rey visigodo, result' derrotado por los francos en la batalla de #ouill( su jefe, ?lovis A?lodoveoA rescat' los restos de #olusiano y lo proclam' santo. 0n torno a su tumba se edific' la actual ciudad de Boi. 6a @glesia de an #olusiano es g'tica y simple. ?asi podr"a decirse que es sencilla por g'tica. 0st$ situada en el punto en que el r"o riKge, que da nombre a la comarca,
se separa de su afluente el rget. 0l $bside casi est$ situado sobre la orilla del riKge. 6as ventanas de la iglesia son etremadamente altas y estrec!as. 4na ve& en el interior, sorprende el altar, tard"o en relaci'n al conjunto Cal&ado entre el siglo *@# y *#< que representa las escenas de la #isitaci'n y de la 4ltima ?ena. Fi; y ls Fcenses
tto ;!an cuenta que el nombre de Boi procede de los focenses que "en el siglo 01 antes de nuestra era abandonaron su ciudad materna Hocea despla&ados por el tirano persa 2arpagos y emigraron a la costa sur de la ?alia a *assilia la actual *arsella. @ort 0eneris D@ort 0endrésA y muc#as otras ciudades más del ur de Hrancia surgieron de esa manera" .
e trata de un pueblo m"tico. lgunos ge'grafos la sit+an a >= Im. al / de 0smirna. 0ntre informaciones brumosas a medio camino entre el mito y la !istoria, puede deducirse que fue una de las ciudades m$s prominentes del sia griega. 6os focios eran buenos marinos y sus buques de guerra ten"an 5 remeros, que les llevaron incluso a 0spa-a. 0n nuestro suelo mantuvieron relaciones amistosas con rgantonio, rey de 8artesos. 6uc!aron y vencieron a cartagineses y etruscos. Boi fue una de las colonias que fundaron, la Bocea o %B'cida del Poniente occidental%.
El castill de Fi; y la a5entura c0tara
0l castillo est$ "ntimamente ligado a la aventura c$tara. principios del siglo *, la casa de Boi ten"a fuer&a suficiente para contar con una mansi'n se-orial amurallada. 0n el 1=, ;ogerA:ernard, !ijo de ;oger el #iejo, conde de ?arcasona, recibi' de (ste el castillo de Boi y el t"tulo de conde de la villa. ;ogerA:ernard, ampli' las defensas que !ab"an sido levantadas cincuenta a-os antes y las convirti' en un formidable castillo que im'n de Montfort procur' evitar durante la ?ru&ada. lgunos de sus !ombres fueron detenidos por los occitanos de ;am'nA;oger de Boi llevados
al castillo de la ciudad, sufrieron tortura previa al descuarti&amiento. 6a fortale&a fue adquiriendo una fama siniestra entre los cru&ados, pero al resultar derrotado en Muret el conde ;am'nA;oger, vasallo de Pedro @, Montfort ocup' la fortale&a de Boi y, poco tiempo despu(s, se apropi' de todo el feudo. l terminar la ?ru&ada contra el catarismo, el castillo perdi' su valor estrat(gico y simb'lico y se convirti' en prisi'n !asta 1LJ. partir de esa fec!a, cuando ya algunas torres !ab"an sido demolidas, se transform' en Museo Departamental del riKge. ll" el visitante puede encontrar elementos sobre la !istoria de la comarca, restos de animales pre!ist'ricos, armas antiguas, documentos, etc. 0l aficionado a la espedeolog"a encontrar$ cumplida informaci'n sobre las casi > grutas contabili&adas en la regi'n. 0l castillo de Boi destaca desde la lejan"a. 0sa castillo lleg' en aquella (poca !asta el empla&amiento de la iglesia de an #olusiano. 6as tres torres que !oy siguen en pi( son el +ltimo destimonio de la grande&a de esta fortale&a. 0n el per"odo de la luc!a contra el catarismo, el castillo ocupaba una superficie cuatro veces superior a la actual un doble recinto amurallado disuad"a a los agresores pusil$nimes. 8anto en Boi como en los alrededores eiste una infraestructura !otelera discreta pero agradable.
TOLOSA= LA 2ROA2 CA&ITAL MAGICA DEL LA'GUEDOC ) SEDE DEL RE) DEL MU'DO Hoi, está separado de +oulouse por F4 Gm. que pueden recorrerse siguiendo la :arretera ;acional ;4I.
0n un valle situado en uno de los meandros del Farona se encuentra la capital del 6anguedoc. )oy su nombre est$ ligado a la industria aeron$utica francesa, como ayer lo estuvo al Fay aber y poco antes al catarismo. Pero la !istoria de 8oulouse Ay su leyendaA se remontan a los visigodos y, antes que ellos, a los romanos y ligures. 4n cronic'n franc(s del siglo *#@ cuenta con pasmosa seguridad que 8oulouse fue fundada >91L a-os despu(s de la creaci'n del mundo por un !(roe troyano, de
nombre 8!olus. 0se mismo a-o, sigue el cr(duclo cronista, naci' D(bora, la profetisa jud"a. 8!olus fund' la ciudad observando los astros. 8odav"a !oy en la !istoria y en las leyendas tolosanas se descubre la importancia que debi' tener esta ciencia tradicional en el pasado de la villa. 0l primer rey legendario de 8oulouse fue %cuario% y la ciudad fue puesta bajo la influencia de Mercurio. u patr'n es an aturnino Caturno< que muri' y fue enterrado por dos %puellas% Cdoncella en occitano, #irgo<, tras ser muerto por un toro C8auro<. 0s Marcus CMarte<, c'nsul romano, quien lo !a enviado al martirio. Para colmo un carnero figura en el escudo de la ciudad. 0s la alusi'n a ries, el jefe de la manada y primer signo del &od"aco. 0n el >7L los visigodos franquearon el Danubio y derrotaron a las legiones romanas en ndrin'polis. 0n el J1 larico, ocup' ;oma. 4n a-o despu(s, su sucesor, taulfo Ael que inaugura la consabida %lista de los reyes godos%A se enamor' de la !ermana del 0mperador )onorio, Fala Placidia. 6a !istoria de este amor pasa por :arcelona. taulfo consigui' estabili&ar un reino que alcan&aba quitania, ?atalu-a y la eptimania Cel 6anguedoc mediterr$neo<. u capital era 8oulouse. 4no de sus sucesores, nuestro 8eodorico, muri' al frente de sus !uestes conteniendo a tila y a los !unos en la batalla de los ?ampos ?atalaunicos. 0ra el a-o J51, un a-o crucial para 0uropa. ?incuenta a-os despu(s, su sucesor larico @@ fue vencido en #ouill( y esta derrota sell' el destino del reino visigodo de 8oulouse. ?on armas y bagajes cru&aron el Pirineo y, tras vencenr a los v$ndalos y suevos, se establecieron en el territorio de la Pen"nsula @b(rica. )ab"an perdido 8oulouse C8olosa<, pero se establecieron en 8oledo. Durante el tiempo que permanecieron en el 6anguedoc, los visigodos eran arrianos, es decir, cat'licos que no admit"an la naturale&a divina de ?risto. 0ntre la retirada visigoda y la aparici'n de los c$taros en el 6anguedoc, median quinientos a-os, pero ese tiempo, no fue el suficiente para que el clero cat'lico consiguiera estabili&arse en la &ona e impregnar completamente a las poblaciones locales. 0l sello de ;aymond #@, conde de 8oulouse, es famoso por su simbolismo. e ve en (l al ?onde sentado en un trono, con la espada en una mano y un castillo en la otra, a
ambos lados de su rostro, el sol y la luna. 0s indudable que es una representaci'n del %cosmocrator% y que su mismo nombre no es casual ;ayAmond, rey del mundo, seg+n la etimolog"a presentada por un trovador de su corte... El Dn<n de Tulusse= el rastr de ls rsacruces 8ras el yuntamiento de 8oulouse, se encuentra un peque-o edificio de estilo g'tico, el %Donjon% literalmente, el torre'n. un cuando el %Donjon% no eist"a en el per"odo c$taro, el viajero no puede dejar de visitarlo. 0l %Donjon% est$ ligado a la !istoria de la alquimia y del ocultismo contempor$neo. 0n 19, pencer 6eSis, afiliado a uno de los grupos que dec"an descender de los primeros rosacruces norteamericanos establecidos en Biladelfia en el siglo *#@@, viaj' a Brancia para establecer contacto con %los )ermanos Mayores de la ;osacru&%. pencer 6eSis fue mandatado por algui(n que dec"a ser %Delegado de la rden ;osacru& en la @ndia%, para que reali&ara el contacto con %los )ermanos Mayores%. /ing+n !istoriador del ocultismo !a sabido dar ra&'n de quienes eran los %rosacruces indios%, ni tampoco eisten datos sobre %los )ermanos Mayores%. 0n cuanto a los rosacrucianos norteamericanos, no resulta evidente que lograran perpetuarse desde el siglo *#@@ !asta principios del **. 0ntonces 2por qu( pencer 6eSis viaj' a 8oulousse3 Durante todo el siglo *@* el 6anguedoc, rivali&' con Par"s en ser la capital del ocultismo franc(s. Desde que en 17 el marqu(s BranTois de ?!efdebien fundara el ;ito Mas'nico de los Biladelfos en /arbona, una corriente ocultista de rasgos ambiguos se aposent' en el 6anguedoc. 0l m"stico iluminista 6ouis ?laude de aint Martin reali&' iniciaciones en 8oulouse. e sabe que algunos nobles locales recibieron la transmisi'n espiritual que impart"a el fundador del %martinismo%, en especial la familia :ourg de :o&as. Pocos a-os despu(s Marconis de /Kgre fund' en Montauban el ;ito mas'nico de Menp!is y en 115 los !ermanos :edarride trasladaron su e'tico ;ito de MisraUm a ccitania. i todos estos movimientos afectaban solo a ritos minoritarios y ocultistas de la masoner"a, debi' de llegar 1J5 para que un alto grado mas'nico, el ?onde de 6apasse, desarrollara el Frado 1V de la masoner"a, cuyo t"tulo es el de %?aballero ;osacru&% y
constituyera una asociaci'n paraAmas'nica en 8oulouse que se llam' %rden de la ;osacru& del 8emplo y el Frial%. Gosep!in Peladan, Papus y tanislas de Fuaita, fundadores de la rden ?abal"stica de la ;osacru& en 191, recibieron la iniciaci'n en este grupo. eguramente, pencer 6eSis intentaba contactar con este n+cleo rosacruciano con el fin de difundirlo a 00.44. Pero las cosas le saldr"an muc!o mejor de lo esperado. pencer 6eSis cuenta que llegado a 8oulouse fue llevado a una antigua torre a la que llamaban %Brater Donjon%. ll" le presentaron a un anciano de barba blanca y luenga que le anunci' su elecci'n como difusor del rosacrucianismo en 00.44. pencer 6eSis, a la vista de documentos que calific' de %aut(nticos y apasionantes%, acept' someterse a la ceremonia inici$tica. Pasaron unos pocos d"as de preparaci'n y ayuno. 0n uno de sus libros, pencer 6eSis relat' detalladamente lo que ocurri'. las doce campanadas entr' en una mansi'n de las afueras de 8oulouse %!ab"a encontrado la lu&%, sentencia. la ma-ana siguiente asisti' a una %convocatoria mensual de iluminados% que tuvo lugar en otro edificio situado a orillas del Farona. 0l edificio !ab"a sido construido con piedras tra"das de 0gipto, 0spa-a e @talia, pa"ses en los que !ab"an formado parte de monumentos, templos y pir$mides !oy en ruinas. l abandonar 8oulouse unos d"as despu(s, parti' para 00.44. con %documentos de la mayor importancia%. 0n pocos a-os, la ntigua y M"stica rden ;osacru& CM;?< reali&aba publicidad en cientos de revistas de todo el mundo y contaba con cientos de miles de suscriptores a sus cursos por correspondencia. lgunas fuentes indican que el (ito de M;? consisti' en que, a su regreso, pencer 6eSis dispon"a de cierta cantidad de %polvo de proyecci'n% que permit"a transmutar plomo en oro y lo utili&' para admiraci'n de propios y etra-os. )oy, desde !ace pocos a-os, la cabe&a de M;? est$ situada en Brancia. pencer 6eSis dirigi' la orden !asta su muerte en 19>9. u !ijo ;alp! M. 6eSis le sucedi', muriendo, a su ve&, en 19. ctualmente ?!ristian :ernard ocupa el cargo de %@mperator%. u padre, aficionado al ocultismo, compr' un castillo restaurado en las
inmediaciones de 8oulouse que entreg' a M;?. 6a bandera de esta organi&aci'n ondea sobre las almenas de esta fortale&a donde sus miembros de todo el mundo acuden en peregrinaci'n. 0l n+mero 1> de la revista %;osa W ?ru&%, editado por la filial espa-ola de M;?, est$ dedicado a la cultura c$taro. 6os caminos neoA rosacrucianos pasan tambi(n por 8oulouse y, a la postre, quieren confluir con los c$taros. Ls ac7ins= un edi1ici 3nic en la histria del 4%tic anto Domingo pas' por aqu". tto ;!an cuenta en su libro %6a ?ru&ada contra el Frial% "9uana de '&a noble española una noc#e del año EE5I tu$o un e,traño sueño) lle$aba en su seno un perro que cuando lo trajo al mundo tenía en su boca una antorc#a encendida con la que prendi fuego al mundo. :uando 9uana dio a lu& un muc#ac#o sano y el sacerdote le bauti& con el nombre de 6omingo su madrina tu$o una $isin singular) $i en la frente del recién bauti&ado 6omingo una estrella que daba $ueltas y que iluminaba toda la tierra con su resplandor". Por eso los
propios dominicos daban dos eplicaciones al origen de su nombre no solo derivaba del patron"mico de su fundador, sino que tambi(n dec"an que eran %domine cani%, perros de Dios. 0l 1=15, el que luego ser"a anto Domingo, fund' la rden de los )ermanos Predicadores con la intenci'n de combatir al catarismo. u primer convento se instal' en 8oulouse en 1=1L. 4n a-o despu(s se instalan en una capilla consagrada a antiago Caint Gacques<. De a!" el nombre de %Gacobinos%. 6a construcci'n del convento y de la @glesia Aque, de paso, fue el primer %estudio general% Cuniversidad< tolosanaA empe&' en 1=> y prosigui' durante 11 a-os. 0n 1>L9 acogi' el cuerpo de anto 8om$s de quino. un !oy se mantiene el culto a este anto y en el peque-o tenderete donde pueden adquirirse objetos cultuales y recuerdos del lugar, est$ en venta la llamada %?ru ngelica% de anto 8om$s de quino, reputada de generar aplicaci'n en los estudiantes y buen aprovec!amiento en su trabajo. Desde 197J, s(ptimo centenario de la muerte del anto, sus restos pueden venerarse en un altar lateral de la @glesia de los Gacobinos.
Pero estas caracter"sticas palidecen ante las dos naves en las que est$ dividido el templo. 0n efecto, no !ay ninguna otra iglesia g'tica en la que la nave est( dividida por siete columnas centrales de = metros de altura. 6a +ltima de estas columnas sostine la b'veda del $bside. e conoce como %la palmera de los Gacobinos%, de ella parten == nervios que sostienen la b'veda y van a parar a las columnillas del $bside. 0s evidente la voluntad deliberada de utili&ar los n+meros sagrados el 7 la suma del ternario Cmundo espiritual< con el cuaternario Cmundo material<, es decir, n+mero de la totalidad manifestada el ==, los veinti+n arcanos del 8arot Ctres veces siete<, m$s el 6oco, es decir, la totalidad de posibilidades de lo manifestado y de la vida !umana. Por distintos canales la @glesia de los Gacobinos !a influido un estilo genuinamente barcelon(s. 6a @glesia tolosana, contrariamente al g'tico septentrional A/otre Dame de Par"s, de ?!artres, ?atedral de :eauvais, etc.A tiene los contrafuertes de la nave lateral integrados en el conjunto. 6os contrafuertes constituyen las divisiones entre las capillas laterales. u proporci'n es alargada, casi cuatro veces de largo m$s que de anc!o. 0ste estilo se conoce como g'tico meridional. 6a iglesia del convento de los dominicos de :arcelona Cver ;uta de los ?$taros en :arcelona< ten"a esta misma fisonom"a. 6a gran diferencia estriva en que el ?onvento de anta ?aterina Cque as" se llamaba la sede de los dominicos de la ?iudad ?ondal< ten"a una sola nave central. Pero eiste otra influencia no desde-able. 6a @glesia de los Gacobinos est$ recubierta interiormente por nervios policromados, tanto las b'vedas como las paredes est$n cubiertas por baldosas que reencontramos en las construcciones de los modernistas barceloneses. ?omp$rese esta @glesia con el )ospital de an Pablo dise-ado y construido por el modernista Domenec! i Montaner y se ver$ que los modernistas encontraron su inspiraci'n neog'tica y su estilo de construcci'n en 8oulouse, %la ;oja%. Para otros modernistas, el ladrillo rojo, propio de la capital languedoquiana, es el elemento m$s frecuentemente repetido. Catedral de Saint Sernin# aint ernin es nuestro an eren"n o an aturnino y en ?atalu-a, adurn". an aturio ser"a un avatar m$s de un personaje que parece polim'rfico. 0l santo
languedoquiano que avengeli&' la regi'n, fue martiri&ado en el =5 y sus restos se guardan en una de la capilla situada en el centro del $bside. #isitarla supone ir al monumento rom$nico franc(s de mayores dimensiones, si eceptuamos las ruinas de ?luny. aintAernin era uno de los puntos de encuentro de los peregrinos que viajaban a antiago de ?ompostela. 8oda la bas"lica fue construida por una !ermandad de ?anteros. Para el movimiento gremial franc(s Aimportante por su esoterismo Cdispon"a de palabras de paso, rituales secretos, ceremonias inici$ticas que !an inspirado en parte a la actual francAmasoner"a< y por !aber construido la totalidad de las catedrales del vecino pa"sA aintAernin de 8oulouse era un punto capital. 6os aprendices de los gremios Alos %compagnons%A cada a-o emprend"an un %tour de Brance% Cde a!" procede el nombre de la conocida prueba ciclista< que les llevaba en el sentido de las agujas del reloj por las principales ciudades del pa"s, especialmente de Par"s al ur. 0l recorrido pasaba por el 6anguedoc y una de sus principales etapas era 8oulouse. Procedentes de gen, los j'venes aprendices ir"an, despu(s de unos meses a la sombra de aintAernin, !acia ?arcasonna, luego a :e&iers y Montpellier. 0n cada una de estas etapas ejerc"an su oficio Acarpinteros, canteros, talladores, etc.A en el establecimiento de alg+n maestro del propio gremio. prend"an los secretos de la profesi'n de esa comarca y luego pasaban a la siguiente. 0l %tour% duraba, por t(rmino medio tres a-os. 6os %aprendices%, pasaban a %compa-eros% y luego a %maestros% solo entonces pod"an establecerse por su cuenta. 6os s"mbolos de estos gremios Ala escuadra, el comp$s, el mallete, el nivel, la plomadaA !an pasado al acervo de la masoner"a y la decoraci'n de sus templos Acon las dos columnas, el tablero de ajedre&, la :iblia abierta por los primeros vers"culos de an Guan, etc.A prosigue casi inalterable en los distintos grupos mas'nicos. 0l catarismo tuvo "ntimas relaciones con el movimiento gremial de su tiempo. De ese gremialismo derivaron las clases burguesas que !icieron, junto a la noble&a, fueron los motores del fen'meno c$taro. a !emos repetido que los c$taros comerciaban con telas, y eran tejedores muc!os de ellos estaban, tambi(n, ligados a los oficios de la construcci'n.
0n el tercer pilar del p'rtico principal se encontraba una escultura que !oy !a sido trasladada al museo de los gustinos Cotro lugar digno de ser visitado<. 0n ella pueden verse a dos mujeres embara&adas, con las piernas cru&adas ritualmente una !a dado a lu& un le'n, el otro un carnero, alusi'n !erm(tica a los dos poderes, real y sacerdotal. 6as dos mujeres tienen un pie cal&ado y el otro no y bajo los pies descal&os de ambas !ay una cabe&a de le'n los dos poderes Areal y sacerdotalA no son m$s que uno, unificado en la figura del 0mperador o del ;ey del Mundo C;ayAmond<. 6a tem$tica gibelina y antigregoriana, no !ac"a m$s que insinuarse. ntes que la gigantesca catedral que podemos ver !oy, !ubo en el lugar una modesta ermita que albergada a aint ernin. 0n el 175 se inici' la construcci'n de la catedral que deber"a prolongarse por espacio de dos siglos. Primero se emple' piedra en la construcci'n, pero luego se opt' por el ladrillo. 0l campanario y la nave central est$n casi completamente construidos en ese ladrillo rojo que otorgar$ sobrenombre a la ciudad. 0n 155 fue restaurada por #iolletAleADuc. 6a catedral tiene forma de cru& latina. u aspecto es ecepcionalmente s'lido y lo parecer"a todav"a m$s de no ser por los cinco pisos que preceden a la aguja del campanario. 4na vieja leyenda urbana nos cuenta que el diablo serpentea en este lugar. e trata, sin duda, de una leyenda que tiene su origen en la animadversi'n que sent"a la poblaci'n tolosana !acia quienes !ab"an abolido su independencia y que identificaban, no tanto con Brancia como con el papado. El r .aldit 7a< las na5es de Saint!Sernin ?uando algui(n tiene mala suerte en el 6anguedoc, se dice que %)a encontrado el oro de 8oulouse%. 6a frase procede de un episodio a medio camino entre la !istoria y la leyenda. )acia el a-o = a. de G? los galos, con :reno al frente, conquistaron @liria y saquearon Delfos, la ciudad en la que polo se transform' en delf"n para guiar la nave de los sacerdotes cretenses. 6os galos regresaron a su pa"s con el tesoro que depositaron en 8oulouse. Poco despu(s estall' una epidemia en la ciudad y los ar+spices culparon al oro robado en Delfos. ;ecomendaron que se arrojara el tesoro al fondo de un lago
para que la epidemia cesara. 0n el a-o 19 a. de G? los romanos que acababan de ocupar 8oulouse, oyeron este relato y el c'nsul romano ervilio ?epi'n orden' se disecara el lago. ll" se encontr' el oro de Delfos. ?uando ?epi'n conduc"a el oro a ;oma fue atacado por los cimbrios que destro&aron su ej(rcito. Pero otra tradici'n quiere que parte del oro de Delfos qued' en 8oulouse, en otro lago subterr$neo situado justo bajo las naves de la catedral de aintAernin. Por curioso que pueda parecer eisten testimonios !ist'ricos sobre la eistencia de dic!o lago subterr$neo. 0n una cr'nica del siglo *#@ se dice, incluso, que en su entrada se encuentra una l$pida que advierte al osado "2e aquí el oro de +oulouse maléfico para quien se apodere de él" . 6a lista de testimonios sobre este lago subterr$neo llegan
!asta 1. La I4lesia du Thuir 6a catedral de aintAernin y la @glesia du 8!uir est$n separados por doscientos cincuenta metros de la rue du 8aur. 0s f$cil llegar a ella. 6a calle se inicia en un $ngulo de la Place des ?apitouls, apenas a cincuenta metros sobresale el fino campanario de ladrillo de la @glesia du 8!uir. 0l lugar no sorprende precisamente por su magnificencia. 0s una iglesia como encontraremos otras muc!as en la regi'n. 6a nave es etremadamente sombr"a y es precisamente por eso que contrasta el lujoso altar dorado en cuyo frontal se rememora la espantosa muerte de aint ernin. presado por los paganos fue llevado al lugar actualmente ocupado por la catedral y atado a un toro bravo que lo arrastr' !asta la @glesia du 8!uir, donde falleci' y fue enterrado. 0n todo el 6anguedoc florecieron, en el per"odo romano, los templos a Mitra. ?omo se sabe, el tema central de los misterios paganos de Mitra es el sacrificio de un toro. Mitra, para matarlo, se subi' en sus lomos y de la sangre del animal surgieron las espigas Creino vegetal< y escorpiones Creino animal<. Mitra, por lo dem$s, era uno de los $ngeles de la jerarqu"a maniquea. 0s indudable que el tema del martirio de aintA ernin est$ conectado con estos antecedentes y evoca un recuerdo secular y ancestral
en la psicolog"a profunda de los tolosanos. La &lace des Capituls ?ualquier visita a 8oulouse no puede sino partir del centro social y administrativo de la villa la pla&a dels ?apitouls. 6os %capitouls% eran los representantes del pueblo tolosano, eran elegidos por los distintos estamentos y gobernaban la ciudad. De su moderaci'n y buen !acer dan f( las cr'nicas medievales. Muc!os de entre estos %capitouls% fueron c$taros, a la vista de lo cual im'n de Montfort suprimi' el cargo. 6a palabra %capitoul% deriva de %capitulum% y (sta a su ve& de %caput%, cabe&a, que en occitano es %cap%. 6os %capitouls% son los que tienen el mando, la cabe&a y el saber. 6levaban gorro rojo. 6a palabra proceder"a, pues, de %cap% o %capus% Cjefe< y %8!olus% Cel m"tico fundador de la ciudad<. 6a pla&a actual es relativamente reciente. 6o esencial fue construido entre mediados del siglo *#@@@ y los primeros a-os del *@*. Porticada, alberga bajo los porc!es librer"as que el amante de la cultura debe necesariamente visitar y cuyas compras podr$ eaminar detenidamente en los muc!os y agradables caf(s y %bistros% que se alternan. 0n esa misma pla&a est$ el %?apitolio% o ayuntamiento de la ciudad. ?ualquier informaci'n sobre la ciudad puede ser facilitada en las oficinas de turismo que se encuentran en este edificio. Brente a (l, en el suelo, incisa en m$rmol, una gigantesca cru& roja occitana nos recuerda cual es el distintivo de la regi'n. 6a %cru& de 8oulouse% se llama en !er$ldica %clec!(% y est$ rodeada por doce peque-as %man&anillas% dispuestas en c"rculo. estos puntos se les llama %bordones del peregrino%. e trata de un s"mbolo astrol'gico. 0n el escudo de la ciudad la %cru& de 8oulouse% figura entre la esquemati&aci'n del castillo /arbonais y la iglesia de aintA ernin.
AL8I= MADRE DE LA *EREIA ' 55 Gm. al ;or-ste de +oulouse se encuentra 'lbi. Llegar a ella es fácil basta seguir la :arretera ;FF o bien por la 'utopista 'F. -l $iaje de la capital
languedoquiana a 'lbi está jalonado por lugares que tu$ieron protagonismo en la #istoria del catarismo. i nuestras ganas de conocer estos parajes son suficientes y disponemos del tiempo necesario no podemos dejar de $isitar La$aur.
La5aur= etapa pre5ia ineludi7le ?uando abandonamos 8oulouse y nos dirigimos !acia lbi, de entre todas las paradas posibles, solo una es necesaria 6avaur. Gusto a mitad de camino, siguiendo la ?arretera /A, llegaremos al pueblo de aint ulpice. ll" deberemos tomar la ?arretera DAL> con direcci'n a 6avaur Capenas 1L Im.<. ?onviene visitar dos monumentos en este pueblo la ?atedral de aint lain y la @glesia de aint BranTois. 6a primera es un edificio construido en ladrillo antes, !asta 1=11, eist"a una iglesia rom$nica. 0n la fac!ada sur se encuentra un antiguo campanario que ostenta una figura enigm$tica, el %jacquemart%, una figura de madera que golpea la campana. e !an dado muc!as interpretaciones a esta imagen y a su etra-o nombre que evoca a la ve&, a los %jacques%, campesinos, y al nombre del dios de la guerra, Marte. Probablemente se trate del mismo recuerdo deformado que di' lugar a la canci'n %Brere Gacques%, cuyo estribillo, !oy repetido por voces infantiles, ser"a en otro tiempo, la llamada al despertar y al combate de los %Gacques%# 0ste campanario y el interior de la iglesia, con una sola nave g'tica, son qui&$s lo m$s notable del lugar. Pero tambi(n se impone la visita a la iglesia de aint BranTois, en la calle principal de la villa. e trata de una construcci'n de principios del siglo *@#, es decir, posterior al per"odo c$taro. 6avaur !a pasado a la !istoria del catarismo por el asedio que sufri' durante dos meses. l rendirse la fortale&a, su defensor, ymeric de 6aurac, fue degollado, despu(s de que se rompiera la cuerda con que lo !ab"an intentado a!orcar los !ombres de Montfort. 0n cuando a su !ermana, Firalda, fue arrojada a un po&o Aembara&ada, seg+n cuenta la cr'nicaA y cubierta de piedras !asta que falleci'. M$s de > c$taros fueron, igualmente, ejecutados. La here<9a de ls .il n.7res
6as primeras referencias a lbi aparecen en el siglo #. 6os visigodos fueron sus primeros !abitantes. lo largo de los quince siglos siguientes lbi !a cobrado merecida fama por dos !ec!os muy distintos. ?omo se sabe los c$taros son llamados indistintamente %albigenses%. lbi fue uno de sus primeros centros de difusi'n en ccitania. iglos despu(s, tras etinguirse las piras y apaciguarse la regi'n, surgi' en esta misma ciudad otro !ereje, (ste de la pintura. u estilo es tan personal que in+tilmente !a intentado ser imitado en cientos de ocasiones. 0n efecto, )enri de 8oulouseA6autrec, vino al mundo en esta ciudad. i tenemos una m"nima sensibilidad art"stica, la visita a lbi, nos servir$, adem$s de cubrir otro jal'n en nuestra ruta por tierras c$taras, para conocer mejor la obra de 8oulouseA6autrec. ?on el catarismo siempre !a eistido una indeterminaci'n a la !ora de fijar un nombre con el que llamar a ese amplio fen'meno !er(tico que se etendi' desde los :alcanes al ;eino de 6e'n. Da la sensaci'n que los obispos c$taros tuvieron una ecepcional autonom"a y que Acuesti'n debatida y que a+n no se !a cerradoA jam$s eisti' un %papa% c$taro, es decir, una autoridad situada en la c+spide jer$rquica de la secta. 6os 77 Im. que nos separan de lbi son una buena oportunidad para meditar sobre este tema. 6os c$taros no se conoc"an a s" mismos como tales. 0n la 0dad Media, llamar a algui(n c$taro A!ereje o noA significaba insultarlo. 6a etimolog"a que quiere que la palabra %c$taro% derive del t(rmino griego %Iat!aro% que indicar"a pure&a, son fantasiosas. 0l c$taro era aquel que adoraba a un gato Ccat<. 0n tanto que secta disidente de la iglesia oficial, los c$taros eran considerados gente supersticiosa Aluego veremos que, efectivamente, algunos lo eranA y de a!" proceder"a el nombre, en principio despectivo, con el que !an pasado a la !istoria. ?uando llegaron de los :alcanes a trav(s de 6ombard"a, la l'gica !ubiera querido que el nombre originario que ten"an en los ?$rpatos, bogomilos, se !ubiera transmitido. Pero no fue as". 0n Mil$n y la 6ombard"a se les conoci' como %Patarinos%, pero tampoco se generali&' el nombre. pocos Ims. de Mil$n, ya se les llamaba %concorre&anos%. an :ernardo los llam' simplemente %maniqueos% y otros proA
!ombres de la f( cat'lica utili&aron, err'neamente, el nombre de %arrianos% para referirse a ellos. ll" donde se implantaban recib"an un nombre distinto en muc!as regiones de Brancia y durante muc!o tiempo se les conoci' como %teiserands%, tejedores. 0n :orgo-a %popelicanos% o %publicanos%, %pfeifers% en lemania y %pifles% en 6ieja... Para colmo, Men(nde& y Pelayo nos !ace saber que aqu" y en 6yon se les conoci' como %insabattatos% dado que utili&aban unos &apatos cortados por arriba como s"mbolo de pobre&a, los %sabots%. 6a @glesia no a!orr' ep"tetos injuriosos para definirnos %ap'stoles de at$n%, %enviados del Maligno%, %!erejes ignorantes%, etc. 6a identidad entre el nombre de la !erej"a y la ciudad de lbi, procede del peso que tuvieron, inicialmente all", y su proyecci'n actual deriva de la confusi'n que produjo en el siglo *@*, la %?anci'n de la cru&ada contra los albigenses%. ?iertamente :ernardo de ?laraval cuando fue a predicar a lbi advirti' el arraigo de la !erej"a "'quí el pueblo está mas contaminado que en cualquier otro lugar por la depra$acin #erética" !ab"a escrito. Parad'jicamente, la ciudad de lbi se mantuvo
fiel a im'n de Montfort en 1=9, cuando toda ccitania se sublev'. in embargo siguieron eistiendo c$taros en la ciudad como lo demuestra el que !asta los primeros a-os del siglo *@# se celebraran regularmente procesos. lgunos !erejes llegaron a esperar !asta trece a-os que se celebrara su juicio. 2 ellos3 2c'mo se llamaban a s" mismos3 nne :renon sostiene que, inicialmente, se llamaban simplemente %cristianos% o %cristopolitanos%. 8ambi(n en las actas inquisitoriales aparece el nombre de %migos de Dios% que se daban en la clandestinidad y tambi(n %pobres de ?risto%, %ap'stoles%. 0l t(rmino %bons !omes%, tambi(n fue utili&ado, como el de %buenos cristianos%. 0n los +ltimos tiempos de clandestinidad y persecuci'n, la palabra que m$s se repite es, simplemente, %se-ores%. 8odo esto da que pensar sobre la solide& de las estructuras c$taras. Probablemente si !ubieran sobrevivido a la persecuci'n o si esta no se !ubiera producido, la !erej"a Aque, m$s por convenci'n que por rigor seguiremos llamando catarismoA !abr"a terminado estabili&$ndose y coagul$ndose en una iglesia con una jerarqu"a bien estructurada. Pero no !ubo tiempo. 6a (poca no facilitaba el intercambio
de contactos y las comunicaciones regulares, as" que podemos pensar que despu(s del impulso inicial dado por los misioneros bogomilos y lombardos, las relaciones entre los n+cleos !er(ticos fueron m$s bien tenues. 0sto ocasion' el fraccionamiento en la denominaci'n y que en cada burgo fueran llamados como mejor se adecuara a cada realidad concreta. BCatedral 1rtale/a ?uando cay' Montsegur y se etingui' el fragor de los combates, la @glesia cat'lica procur' re!acerse como pudo en el territorio ccitano. lbi era sede obispal, pero al llegar su pastor :ernard de ?ombret, all" no !ab"a ni catedral ni palacio obispal. /o vamos a preocuparnos a!ora del gigantesco edificio que :arnard de ?ombret construy' como sede obispal y que aun !oy permanece en pi( destinado a otro fin. u sucesor, :arnard de ?astanet en 1== emprendi' la construcci'n de la nueva catedral. ?uando el viajero ve de lejos la catedral, sobre todo si !a entrado en la ciudad por el /orte, m$s le recordar$ una fortale&a que un edificio sagrado. 6os contrafuertes, ocultos por los muros parecen torreones y el campanario muy bien puede ser tenido por la torre del !omenaje. 8al era el mensaje que el clero cat'lico quer"a transmitir a su grey catedral y fortale&a, oraci'n y fuer&a, predicaci'n y amena&a. 8odo el edificio est$ construido en ladrillo rojo, salvo el p'rtico principal Ade anta ?eciliaA labrado en piedra y cubierto por un baldaquino. 6a catedral tard' un siglo en edificarse y solo el p'rtico de anta ?ecilia es posterior quien lo pag', 6ouis @ de mboise, observ' que el campanario apenas sobresal"a del edificio y el conjunto quedaba ecesivamente pesado. Fracias a (l, en los +ltimos a-os del siglo *# se edificaron los tres pisos del campanario. ?uando se flanquea el p'rtico, la sensaci'n de austeridad que nos !ab"a acompa-ado !asta a!", se desvanece. ?on casi = capillas laterales, todas ellas ornadas ricamente, el programa iconogr$fico que nos presenta, en retablos, tapices y esculturas, cubre pr$cticamente todo el 0vangelio, sin que falten los profetas del ntiguo 8estamento que auguraron la venida de ?risto. Dos estatuas llaman la atenci'n guarneciendo ambas puertas de acceso al coro
?arlomagno y ?onstantino el Frande. 0s dif"cil intuir !oy con qu( intenci'n se colocaron all". Fregorio #@@, el que antes fuera el !umilde monje )ildebrando, !ac"a siglos que !ab"a iniciado la separaci'n entre el trono y el altar mejor dic!o, con Fregorio #@@ lo que !ay es una voluntad de situar el altar sobre el trono, !acer depender el poder civil del eclesi$stico. 0sta actitud ensombrecer$ parte de la 0dad Media llegando en @talia a su m$ima violencia con las luc!as entre guelfos y gibelinos. 6a noble&a c$tara Apor su alejamiento del papadoA se sent"a pr'ima del gibelinismo. El palaci ar/7ispal :ernard de ?ombret abord' en 1=L5 la construcci'n del palacio obispal. mbos edificios, la catedral y el palacio, son contiguos. 0l palacio est$ sobre las ribera del 8arn y desde all" puede verse el Molino lbigense, perfectamente restaurado que est$ en la otra orilla, justo al lado del puente sobre el que pasa la ?arretera DAL que conduce !acia el norAoeste. 0l palacio se conoce con el nombre de %:erbie%, t(rmino derivado del t(rmino %bisbia%, obispado, en dialecto local. 0l palacio fue concebido como fortale&a y rodeado de una muralla uno de cuyos pa-os daba al r"o 8arn. 0n el siglo *#@ se desmantel' parte de las defensas y, en 199= fue reconvertido en Museo 8oulouseA 6autrec. 0l original pintor !ab"a nacido en el %)otel du :osc%, dentro del casco antiguo de la ciudad. 0ra !ijo del ?onde lp!onso de 8oulouseA6autrec. /aci' en 1LJ y cuando apenas ten"a catorce a-os, dos sucesivos accidentes le atrofiaron las piernas. lo 1 a-os abandon' su tierra natal y se instal' en Montparnase. partir de entonces no dejar"a de dar que !ablar en el mundo de la bo!emia y el arte. Muri' prematuramente a los >7 a-os tras una vida desordenada y despu(s de !aber abusado del alco!ol. 0l antiguo palacioAfuerte de los obispos cat'licos de lbi es en la actualidad sede de la mejor colecci'n de pinturas de 8oulouseA6autrec. Santa Cecilia y San Sal5y 6a catedral de lbi est$ consagrada a anta ?ecilia. )oy se sabe que las actas de su martirio son completamente falsas, pero eso no quita para que su !istoria sea curiosa. ?asada con un pagano, en la misma noc!e de bodas, consigui' convertir a su
marido a la f( de ?risto y arrancarle la promesa de virginidad. Detenida, fue martiri&ada en el 17L. e la tiene por patrona de los m+sicos e inventora del 'rgano. Muc!os cuadros y retablos Auno de ellos en el interior de la ?atedral de lbiA la representan, en esta tierra de trobadores, con instrumentos musicales. 6o cierto es que el recuerdo de anta ?ecilia y de su relaci'n con la m+sica, !i&o que en el siglo *#@@@ se construyera un monumental 'rgano que constituye uno de los atractivos del interior de la ?atedral. Dos atlantes sostienen la parte superior del 'rgano que tambi(n est$ adornado con las im$genes de anta ?ecilia y an #aleriano. 0l culto a anta ?ecilia es muy anterior a la presencia c$tara ni siquiera en el per"odo c$taro perdi' vigor debido a que el propio catarismo ve"a con buenos ojos el ejemplo de anta ?ecilia en lo relativo a la castidad. menos de cien metros de la ?atedral y del palacio obispal se encuentra la peque-a y antigua iglesia de aint alvy. @niciada su construcci'n en el siglo *@, la iglesia y su claustro fueron dise-ados en estilo rom$nico, pero la construccion se interrumpi' por la p(rdida de vigor de la iglesia local durante el siglo *@@. Debi' de acabar la luc!a contra el catarismo para que en el *@@@ prosiguieran las obras pero el estilo dominante era otro y lo que empe&' como rom$nico, termin' en g'tico. 0l campanario es un prodigio de los estilos que se superpusieron desde el *@ !asta el *#. Pocas iglesias muestran el sincretismo arquitect'nico que se percibe aqu" y que cada cual deber$ calificar. aint alvy era abogado antes de devenir anto. 0l leguleyo se convirti' en monje primero y luego en obispo de lbi a principios del siglo #@. (l se debe la implantaci'n del catolicismo en la regi'n. l morir, fue enterrado en el lugar donde !oy se levanta la iglesia que lleva su nombre. ?asi en el $bside de la ?atedral de anta ?ecilia se inicia la rue MariKs que nos lleva a la @glesia de aintAalvy pues bien, siguiendo esa misma calle encontramos un lugar que vale la pena visitar. e trata de una casa reconstruida con el estilo del siglo *#, solo en madera y ladrillo. 0n edificios muy parecidos vivieron los c$taros doscientos a-os antes. 6a casa fue reconstruida por los gremios de %compagnons% que
todav"a !oy eisten, siguiendo las mismas t(cnicas que utili&aban sus ancestros !ace quinientos a-os y que se !an ido transmitiendo generaciones de artesanos.
CARCASO'A=
LA
MO'UME'TAL
CIUDAD
DE
LOS
TRE'CA>EL i al llegar a +oulouse #emos decidido que no nos adentraremos más en el territorio occitano y eludiremos $isitar 'lbi bastará dirigirnos por la 'utopista 'E o la :arretera ;EEM para cubrir los casi EII Gm. que separan la capital languedoquiana de :arcasona. i por el contrario es tras $isitar 'lbi que decidimos despla&arnos a la ciudad amurallada la ruta más directa es a tra$és de la :arretera ;EE4 #asta *a&amet Dun tramo de 3F Gm.A y a partir de a#í la :arretera 6EEF DKC Gm. másA que nos lle$arán #asta sus puertas.
?arcasona alcan&' importancia en el per"odo de ?(sar. 0n su libro %6a Fuerra de las Falias% se refiere a ella como ?arcaso. )umbolt !a insistido en que este nombre no es latino. Bue en el siglo @ cuando se transform' en colonia latina, formando parte de la Falia /arbonensis !asta el siglo @#. e sabe que luego fue fortale&a visigoda y que los francos no pudieron conquistarla !asta el siglo #@@@, siendo fiel al reino de 8oledo. 0l cerco al que ?lovis la someti' en el 57 termin' en fracaso. M$s tarde, un ej(rcito mandado por el conde de 6imoges intent' apoderarse de la ciudad para el rey de los francos, Fontr$n de :orgo-a. 6os carcasoneses les abrieron la puerta y una ve& dentro, los invasores fueron muertos. 0l conde de 6imoges pereci' de una pedrada. ;ecaredo acudi' en socorro de sus vasallos y consigui' recuperar para la corona visigoda de 8oleda algunos fortines como ?abaret, al /orte de 8oulouse. Por entonces ;ecaredo era todav"a arriano cuando se convirti' al catolicismo sus vasallos al /orte de los Pirineos se sublevaron, pero los visigodos lograron superar la crisis y ?arcasona, as" como las ciudades de la eptimania, permanecieron en su poder !asta la invasi'n sarracena. 0l 71> entraron en ?arcasona, dos a-os despu(s de la derrota de Don ;odrigo. 6a ciudad solo permaneci' en poder isl$mico JL a-os. 6uego se inici' la !istoria de los condes de
?arcasona y con ella la de los 8rencavel. 6a ciudad est$ dividia en dos partes bien diferenciadas por el r"o ude. 6a que nos interesa es %la ?it(%, la ciudadela. 6as murallas actuales fueron construidas de 11> a 1=. /ada queda de las murallas visigodas. 6a puerta principal es llamada /arbonesa. 0l per"metro eterior de las defensas mide poco m$s de un Iil'metro y el eterior Iil'metro y medio. 0l espacio entre ambos es llamado %lices%. ?ada torre tiene su nombre. 6as m$s famosas son la de /otreADame, la Porte ;ouge, la Porte du Frand :urlas, la de #ade, en el recinto eterior y en el interior, las del 8resor, la @nquisition y aint /a&aire. aint /a&aire es el nombre de la antigua catedral, edificada en el siglo #, reconstruida en el *@, ampliada en el *@# y restaurada en 1J. 6a catedral, como el resto de la ciudad, est$ fortificada. 6a cripta data del siglo *@ y las vidrieras que representan escenas del antiguo y nuevo testamento se confeccionaron entre el *@# y el *#@. Particularmente notable es la que representa el rbol de la #ida. ll" tambi(n est$ enterrado, bajo una losa de > metros de longitud, el cuerpo de im'n de Montfort. Distintos relieves, situados en el interior de las capillas, recuerdan los episodios m$s notables de la cru&ada contra los c$taros. >illet( .aestr de Gaud9( hacedr de Carcasna# ntonio Faud", fen'meno +nico en la !istoria de la arquitectura, viaj' poco. penas sali' fuera de 0spa-a. ?on sus compa-eros de la sociaci'n ?atalana de 0cursiones ?ient"ficas, Maragall y #erdaguer entre ellos, viaj' a 0lna, ?ui$ y a otros lugares pr'imos a la frontera. 0n uno de sus escasos despla&amientos lleg' !asta ?arcasona cuando ya ten"a barba y pelo canoso. #iolletAleADuc estaba en aquellos momentos reconstruyendo la ciudadela !ab"a empe&ado su trabajo en 179. Faud", eamin' algunos planos de la obra y !abl' con obreros y capataces y se sinti' sumamente orgulloso de que el p+blico que visitaba la ciudadela lo confundiera con el genial restaurador del g'tico franc(s. 0l romanticismo franc(s revalori&' el arte g'tico, tenido como b$rbaro en los siglos anteriores y, literalmente, masacrado durante el per"odo de la ;evoluci'n
Brancesa. 6a novela de #"ctor )ugo sobre %0l Gorobado de Par"s% gener' una corriente de simpat"a !acia la catedral de /otre Dame que #iolletAleADuc transform' en t(cnica de reconstrucci'n. #iollet, escribi' los nueve tomos del %Diccionario ;a&onado de rquitectura Medieval% que fueron considerados libros de teto para los modernistas catalanes y para el propio Faud". 0l neoAgoticismo modernista deriv' de la inspiraci'n que imbuy' #iollet a los estudiantes de la 0scuela de rquitectura de :arcelona. iempre se !a dic!o que #iollet reconstruy' ?arcasona a su manera y que, en particular, la restauraci'n de la ?atedral de aint /a&aire es ecesivamente %imaginativa%. Por nuestra parte, felicitamos a #iollet por su imaginaci'n. #iollet, conoci' a mediados del siglo pasado a un oficial de @ngenieros al que le unir"a una gran amistad. upo transmitir a ese oficial el amor por el arte g'tico y por sus claves simb'licas. 6uego, ese oficial dar"a muc!o que !ablar tras publicar sus dos libros %0l misterio de las ?atedrales% y %6as moradas filosofales%. 0ra Bulcanelli, el +ltimo alquimista del siglo **. Las .urallas de &erce5al ?arcasona fue la ciudad de los 8rencavel. Bue la gesta de ;aymondA;oger de 8rencavel la que inspir' al %minnesinger% alem$n, Oolfram von 0sc!embac!, su poema %Parsifal%. Por eso algunos !an llamado a la cru&ada contra los albigenses, %?ru&ada contra el Frial%. 6a tesis, enunciada, inicialmente por Gosep!in Peladan en su libro %0l secreto de los trovadores%, fue desarrollada por el investigador alem$n tto ;!an en %6a ?orte de 6ucifer%. 6o esencial de la tesis es que los c$taros alemanes, y en particular Oolfram, describieron y elevaron a la categor"a de poema (pico, a los principales protagonistas y eventos de la luc!a contra le !erej"a c$tara. Oolfram llama a su !(roe %Perceval% es decir, el que %corta bien% o el %bien cortado%. 0n ?atalu-a se conoc"a a los 8rencavel como %8allaferro% Ccorta !ierro< y en occitano la traducci'n literal era %corta bien%. Para Pelad$n y ;!an, ;aymondA;oger de 8rencavel y Perceval son una sola y misma persona. 6a madre de 8rencavel era delaida, cortejada por lfonso el ?asto. 0n el poema de Oolfram, delaida se
transforma en )er&eloyde y lfonso el ?asto pasa a ser el %;ey Nastsis%. 0l paralelismo es evidente. delaida y ;aymondA;oger fueron !erejes, es decir, %puros%. s" pues la tierra de los 8rencavel era %tierra pura% por ello es all" donde Oolfram sit+a el ;eino del Frial. /o acaban a!" los paralelismos. Oolfram trata al ;ey del Frial, mfortas, %guotman% o %guotenman%, es decir %!ombre bueno%, %!ombre bondadoso%... los %bons !omes% de la !erej"a. Oolfram en su poema eplica que %la saga del Frial lleg' a lemania procedente de Prove&a, del ur de Brancia%. Bue Nyot, un bardo latino de Proven&a quien le cont' la leyenda. , efectivamente, eisti' en ?arcasona en el siglo *@@, un trovador llamado Fuiot de Provins que fue acogido y !onrado por los 8rencavel. Oolfram tom' como modelo a Fuiot, transform$ndolo en Nyot. Binalmente es escalofriante constatar que delaida y su !ijo 8rencavel eran parientes de 0sclarmonde de Boi, se-ora del castillo de Montsegur. Oolfram saca a colaci'n tambi(n a esta dama como la %e-ora de Montsalvatsc!e, ?astillo del Frial%. 0s a trav(s de esta filiaci'n como aparece el Frial en la epopeya c$tara. ?iertamente se trata de una leyenda, pero eso no impide que ;!an afirme al final de su eposici'n "'unque =oma #aya destruido los escritos cátaros nosotros poseemos de todas maneras el "@arsifal" de Nolfram un poema sin lugar a duda dictado por el catarismo".
8asilica de San 'a/ari De la iglesia eistente durante el per"odo de la cru&ada queda apenas la nave central. ?onsagrada en 19L, cuando la ciudad pas' a manos de im'n de Montfort, una de las primeras tareas de los cru&ados fue emprender las obras de ampliaci'n de la catedral. 0ntre 1=L9 y el 1>= se a-adieron los elementos estructurales y decorativos que !an dado a an /a&ario los rasgos propios de un templo g'tico. De entre todos los elementos de la catedral los vitrales son, con muc!o, lo m$s interesante, en concreto el que representan el $rbol de la vida. El castill cndal Por si el doble recinto amurallado no fuera suficiente para garanti&ar la
seguridad de sus moradores, en el siglo *@@ se construy' este fuerte del que descuellan oc!o altas torres. 4na barbacana y un amplio foso !icieron esta fortale&a pr$cticamente inepugnable. /o siempre est$ abierto al p+blico, solamente en d"as se-alados se ofrecen espect$culos de caballer"a en el patio. 0n las proimidades del castillo se encuentran dos museos que pueden interesar al visitante el Museo de la 8ortura y el Museo de la 0dad Media.
8E,IERS= *OLOCAUSTO ES LA &ALA8RA -UE CO'>IE'E 6ejando atrás las maci&as torres de :arcasona llegaremos #asta Be&iers siguiendo la :arretera 6EI D4F Gm.A y luego la 63 D3I Gm.A. @ero si se trata de detenerse antes en ;arbona bastará con recorrer los 33 Gm. que separan la :iudadela de :arcasona de esta ciudad. ;arbona está separada de Be&iers por apenas 45 Gm. que pueden recorrerse por la :arrera ;C o si se quiere por la 'utopista 'C.
?on no m$s de 9. !abitantes, :e&iers supuso la primera gran victoria de la cru&ada contra el catarismo, m$s que por su valor estrat(gico, por el ejemplo de lo que pod"a ocurrir a otras ciudades del 6anguedoc. 6a !istoria no registra como aut(ntica la frase del legado papal "*atadlos a todos 6ios reconocerá a los suyos". ?esareo de )eisterbac!, el cronista de la cru&ada, da cuenta de la frase con evidente admiraci'n. e trat', sin duda, de la mayor y m$s injustificable masacre de toda la campa-a. 6os romanos ya se fijaron en este enclave para construir la colonia a la que llamaron :eterrae o :iterrae eptimanorum, veinte a-os antes de nuestra era. an frodisio predic' aqu" el cristianismo, pero no pudo evitar que en el >5L se celebrara un concilio arriano. )oy eiste en la ciudad una iglesia consagrada a este santo que data del 99. ?arlos Martel destruy' :e&iers en su luc!a contra el @slam y le cupo a Pipino el :reve el !onor de reconstruirla. 0n el per"odo de la cru&ada contra el catarismo se celebraron distintos concilios para saber un poco m$s sobre las medidas promulgadas contra el catarismo ser$
necesario !acer referencia al que tuvo lugar en esta ciudad el 1=>>. 0ra el per"odo en el que la @nquisici'n se estaba organi&ando. e aprobaron =L c$nones en los que se ordenaba ecomulgar todos los domingos a los !erejes, se di' capacidad a cualquier ciudadano para que pudiera detener por s" mismo a !erejes y conducirlos ante el obispo, que los conversos que no !icieran la penitencia de llevar una cru& ser"an tratados como !erejes y ser"an vigilados por los sacerdotes para comprobar si efectivamente acud"an a los oficios sagrados los domingos. 6a iglesia de 6a Madeleine, rom$nica, sufri' enormes reformas en los siglos de apogeo del g'tico que alteraron completamente su p'rtico sur y las naves. 0n cuanto a la segunda iglesia monumental de la ciudad, la de an frodisio, lo m$s notable es la cripta donde est$ enterrado el primer obispo de la ciudad. 4n sarc'fago galoAromano es utili&ado como pila bautismal. Pero estas dos iglesias apenas pueden destacar a la sombra de la magnificencia de la catedral de aint /a&aire, situada sobre una peque-a elevaci'n. ;ecuerda el estilo de la catedral de lbi, con su p'rtico principal, m$s semejante a un fuerte que a una edificaci'n religiosa. e construy' entre el siglo *@@@ y el *@#. 0l gran roset'n de la fac!ada es uno de los mas notables de la Brancia meridional. @n+tilmente buscar"amos en :e&iers recuerdos del catarismo, ni monumentos, ni l$pidas, tan solo algunos restos aislados en el Museo du #eiu :iterrois, situada en el antiguo convento de los Dominicos, dedicado, en parte, a la !istoria de la ciudad.
'AR8O'A= MAS UDIA -UE CATARA ;arbona está situado a FI Gm. de la frontera española. La 'utopista 'C permite cubrir ese trayecto en poco más de K3O. La $isita a ;arbona es pues la %ltima de nuestro recorrido por las grandes capitales de la #erejía cátara.
6a antigua capital de la Falia /arbonensis, la ciudad que fundaran los impenitentes romanos con el nombre de /arbo Martius, se someti' sin combatir tras conocer la masacre reali&ada por los cru&ados. 6a !erej"a c$tara nunca estuvo ecesivamente implantada en esta &ona, sin embargo vale la pena detenernos aqu", no
solo por que en las inmediaciones se encuentra la abad"a de Brontfroie, sino por que la ciudad es rica en lugares que interesar$n al turista sensible que busca ecos del ayer. Bue /arbona la ciudad m$s poblada de Brancia en tiempos del Divino ugusto. u fundaci'n se remonta al 11 a. de G?. 4n decreto del enado ;omano plasm' la voluntad pol"tica de crear esta colonia mediterr$nea. 0n el a-o =7 a. de G?, ugusto di' el nombre de /arbona a la provincia en torno a la cual se encontraba enclavada la floreciente colonia. Durante un corto per"odo /arbona fue, luego, capital visigoda. penas treinta a-os la situaron bajo el dominio musulm$n. ?arlomagno cre' el Ducado de Fot!ia con /arbona como capital. 6a influencia jud"a en la &ona fue enorme !asta el punto que Pipino el :reve les di' el mando de una parte de la ciudad en el 7L. e sabe muy poco de este episodio, tan solo que a principios del siglo #@@@ los musulmanes cru&aron los Pirineos y ocuparon la eptiman"a Cliteralmente %siete ciudades%<. 6a presencia isl$mica se prolong' del 7= al 759 y para ellos la pla&a de /arbona fue muy importante. 6es permiti' recibir refuer&os y vituallas por mar y prolongar sus ataques !acia el /orte. Moros partidos de /arbona ocuparon 6yon. ?arlos Martel, vencedor de la morisma en Poitiers, no logr' franquear los altos muros de /arbona, acaso por que entonces los jud"os fueron fieles al ocupante. lgunos !istoriadores sostienen que, Pipino les di' una autonom"a pr$cticamente total y que el gobernador de la &ona era, esencialmente independiente. 2Por qu( tal condescendencia3 6os jud"os narboneses, despu(s de sublevarse contra los moros en el 759 y recibir ayuda del rey de los francos, lo reconocieron como sucesor leg"timo de los reyes del ntiguo 8estamento. Por eso los medios legitimistas y mon$rquicos franceses, aun !oy, suelen recrearse diciendo que su monarqu"a est$ emparentada con la del ;ey David y, por tanto, con el linaje de Gesucristo. lgunos audaces !an intentado, incluso, buscar la tumba de ?risto en la eptimania. 6os jud"os se instalaron en la ciudad nueva con total autonom"a. lgunos !itoriadores !an podido afirmar que el pacto de Pipino con los jud"os inclu"a la concesi'n de un %principado jud"o de las galias% que etender"a sus dominios por todo
el 6anguedoc y cuya frontera ser"a la Marca )isp$nica incluida, !asta la divisoria del 0bro. 8odo esto se apoya en muy pocos datos objetivos, pero lo que s" es cierto es que, tras la sublevaci'n contra los moros, se inici' un per"odo de gran progreso y prosperidad econ'mica para /arbona. ?ulturalmente, el poder jud"o se plasm' en una importante escuela de cabalistas que compet"an con la de Ferona. ll" fueron rnau de #ilanova y los cabalistas cristianos que quer"an ampliar sus conocimientos y profundi&ar en el estudio del profetismo b"blico. /arbona es descrita por los trovadores del siglo *@@@ como un emporio de opulencia y buen vivir. 8odo esto deb"a de cambiar menos de setenta a-os despu(s. 6as desgracias de la guerra de los cien a-os, el cambio de curso del r"o ude y las epidemias de peste, junto a la epulsi'n de los jud"os, marcaron el ocaso de la ciudad. Para colmo las tierras de aluvi'n bloquearon la d$rsena de /arbona y la orilla se alej'. Catedral de San ust= a la cuarta( la 5encida# 0l 75Q de la rique&a monumental de /arbona se concentra en un abigarrado espacio, un ret$ngulo de 1 1> metros dentro del cual se sit+a la ?atedral de an Gusto y su claustro aneo, el palacio obispal, la sala de los ?'nsules, los dos palacios, viejo y nuevo y, finalmente el baluarte Filles ycelin... imposible concentrar m$s edificios religiosos y administrativos en menos espacio. 6os narbonenses lo lograron a partir del 1> de abril de 1=7=. 0n el siglo pasado segu"an en ello y buena parte del conjunto se termin' en esa (poca, cuando se aprovec!' para restaurar lo construido anteriormente. 6a ?atedral de an Gusto es pr$cticamente cuadrada. )ubiera podido prolongarse nave y transepto, pero para ello deber"a de !aberse derribado parte de las defensas de la ciudad. la !umanidad medieval prefer"a una buena alta muralla a una amplia catedral, sobre todo cuando menudeaban los conflictos feudales. an Gusto es la cuarta iglesia que se !a edificado en el lugar, las otras dos corresponden a per"odos anteriores Cla paleocristiana, la visig'tica, la rom$nica y la actual<. 6a dedicaci'n de los narboneses a sus iglesias es tal, que nunca !an dejado de reformar, ampliar y mejorar la actual catedral. pesar de ser una ciudad de marcado
acento mediterr$neo, buscar"amos en vano rasgos del g'tico meridional en esta catedral !ec!a y dise-ada por los barones venidos del /orte. ?ontrafuertes, arbotantes y rasgos flam"genos, junto a torres almenadas imprimen a esta catedral un sabor especial, impropio de la &ona. La 7%5eda= tercera en el ranin4 l visitar el claustro, al cual se accede por la puerta sur de an Gusto, inmediatamente aparecen impresionantes contrafuertes con no menos impresionantes g$rgolas. 6a importancia de las g$rgolas es otro s"ntoma de septentrionalidad. 6as primeras se colocaron en el $bside de /otre Dame de Par"s, luego fueron bajando !acia el sur. iempre Acomo en este casoA se trata de seres monstruosos. 0llas y las quimeras representan los monstruos que acec!an a la ciudad desde las alturas diablos, vampiros, perros salvajes, monstruos directamente tra"dos del verno, amena&an a los fieles. olo en el interior del templo su poder no puede alcan&ar a los mortales. Por eso se colocan en las alturas y en el eterior del recinto sagrado. ?uando el visitante entra en la ?atedral de an Gusto le impresiona la altura de las claves de b'veda. olamente dos obras g'ticas la superan miens Ccon J= m.<, :auveais Cel record del g'tico con J m.<. 6as claves de an Gusto est$n a J1 m. Al6ui.istas y te.plaris ?ru&ando el claustro llegaremos a una peque-a escalerilla que nos llevar$ a un callej'n fortificado, el pasaje del ncla. 0l ancla es tanto un instrumento marinero como el s"mbolo del %mercurio filosofal%. )emos encontrado en esta &ona Cy en el tri$ngulo /imesArlesAvignon< muc!as indicaciones y elementos ornamentales derivados de la vieja alquimia. 0l ancla es uno de ellos, pero veremos otros en el curso de estas rutas. )abitualmente se representa el mercurio con el tra&o superior que indica la luna, sobre un c"rcuo y (ste, a su ve&, sobre una cru&. #ariando la situaci'n del s"mbolo solar, se obtiene el emblema del ancla. Dado que en alquimia se tiene al mercurio como un elemento fluido e informe, muc!os alquimistas !an aprovec!ado para enmascarar su s"mbolo en el de este instrumento tan +til a los navegantes. ?uando arranca el %Pasaje del ncla% dejamos atr$s la %ala de la ?olumna%.
0sta curiosa sala es del siglo *@#. 0staban de moda en la (poca. 6a b'veda circular est$ sostenida por un pilar central. 0l castillo de Huerib+s tiene una similar y en otras muc!as iglesias, frecuentemente templarias, encontramos alardes arquitecnt'nicos como (ste. 0l pilar central es el %rbol de la #ida% o la %Palmera de la #ida%, frecuentemente construida en posesiones templarias. )emos podido percibir en muc!as ocasiones como, justo encima del capitel, se encuentra un peque-o !abit$culo Aprobablemente tambi(n debi' !aber alguno en /arbonaA donde el templario, reci(n iniciado en los misterios de la rden, meditaba en silencio y soledad sobre la trascendencia de la opci'n que acababa de asumir. &ara re.atar la 5isita 6o que queda al sur del Pasaje del ncla es el Palacio /uevo, ayuntamiento de la ciudad. u factura es g'tica pero fue construido por el inefable #iolletAleADuc el siglo pasado. 0n el etremo, casi como apoy$ndose, vale la pena fijarse en el Donjon FillesA ycellin, una de las pocas edificaciones que restan en la ciudad y que vieron los c$taros. ntes !ab"a sido una de las torres de defensa del conjunto amurallado galoAromano. u aspecto actual lo adquiri' a finales del siglo *@@@. 0n uno de sus $ngulos, una escalera de caracol con 179 pelda-os Ani uno m$s ni uno menosA llevan !asta la plataforma superior. 6a vista que se tiene entonces de /arbona y, en especial del conjunto de la catedral y los palacios, aminora la sensaci'n de esfuer&o que !emos tenido que !acer !asta llegar all". 6os amantes de los museos no deber$n salir de este %Palacio /uevo%. ll", el museo arqueol'gico, les dar$ a conocer las ricas antigXedades paganas del per"odo romano. si quieren profundi&ar en este terreno, al salir del palacio deber$n cru&ar el canal de la ;obine que trae aguas del ude. 0n la otra orilla, deber$n recorrer aproimadamente doscientos metros antes de toparse con el Museo 6apidario. Mil trescientas inscripciones aguardan al visitante, algunas de ellas con s"mbolos c$taros y otras con car$cteres !ebreos. 0l museo, instalado en una antigua iglesia del siglo *@@@, /otre Dame de la Mourgui(, dar$ una visi'n completa de la !istoria del a Falia /arbonensis.
Mapa L.A Mapa de la ;uta de la ?ru&ada
RUTA DE LA CATARISMO
CRU,ADA
CO'TRA
EL
8ras las grandes capitales, vamos a seguir una ruta, en parte superponible la ruta que siguieron los cru&ados en su luc!a contra el catarismo. 0ncontraremos en algunos de estos lugares un atractivo adicional, si lo que queremos es comprender mejor el fen'meno c$taro. Muc!os de estos pueblos son peque-as acumulaciones, !asta !ace poco, olvidadas de los recorridos tur"sticos convencionales. 6a promoci'n de las %rutas c$taras% !a !ec!o que cualquier peque-o ayuntamiento de esta &ona se !aya preocupado de sacar a la superficie el m$s m"nimo vestigio c$taro a modo de reclamo para el visitante. s" encontraremos en pueblos alejados como Minerva interesantes museos y rememoraciones de su pasado c$taro. /o nos !emos limitado a reconstruir, paso por paso, la trayectoria que siguieron los cru&ados. 0s evidente que dic!a trayectoria es solo accesible desde el /orte de Brancia y no sigue una l'gica tur"stica, sino estrat(gica. 0l recorrido propuesto est$ pues descrito en sentido inverso. #iniendo de 0spa-a, termina en 6imou y empie&a en :ellcaire. 4na serie de etapas ya !an sido descritas anteriormente C8oulouse, ?arcasona, :e&iers, /arbona<. 6os cru&ados, partiendo de :ellcaire, llegaron a Montpelier, saquearon :e&iers sitiaron ?arcasona y desde all" tomaron los fuertes de Minerva, 8ermes y Puigvert. 0l grueso de las fuer&as ocup' ?astres y de a!" acudieron a Mirepoi. Binalmente, en un vertiginoso descenso, dieron por finali&ada la luc!a en 6imou. 0s precisamente este peque-o pueblo el que, procediendo de 0spa-a, debemos de tomar como punto de partida para un recorrido que nos deparar$ las mayores satisfacciones. lgunos de estos puntos, entran tambi(n en la ruta siguiente, la de los castillos c$taros. 0n efecto, 8ermes y Puigvert est$n incluidos dentro de una ruta, ecepcionalmente lineal, que une casi una decena de fortale&as y que ser$n tratadas con detalle en nuestro siguiente recorrido.
LIMOU@= LA SA'TIDAD DEL >I'O 6a forma m$s sencilla de acceder a 6imou, viniendo de 0spa-a es, sin duda a partir de Perpignan o de Boi Cv(ase p$g. 57< aA
@rocediendo de Hoi, #abrá que seguir la :arretera 6EE5 que tras 4 Gm. conduce a Quillán pasando por La$elanet. %uede aprovecharse para visitar las cuevas de Lombrives &ver pág. '()* y el castillo de "ontsegur &ver pág. '(+*.
bA
6esde @erpignan #abrá que circular por la misma :arretera 6EE5 solo que en direccin contraria. ' 53 Gm. de encuentra Quillán el camino está jalonado por el cintur$n de castillos cátaros que puede aprovecharse para visitar &ver pág. '(*
Jna $e& en Quillán Limou, se encuentra a 45 Gm. en direccin ;orte que deben recorrerse por la :arretera 6epartamental 6EEF. -ouiza es, sin duda, la poblaci$n más importante que encontrará el viajero y que puede tomar como base para recorrer toda la ruta del tesoro de ennés/le/-h0teau &ver pág. +(*.
>I'O ) CAR'A>AL ?uando se divisa 6imou por ve& primera, el viajero tiene la sensaci'n que !a llegado a un lugar que es solo !istoria y nada m$s que !istoria. in embargo, la poblaci'n de 6imou C!oy con casi 1. !abitantes< sabe vivir y divertirse en tiempo presente. us carnavales tienen fama de ser los m$s %duros% de todo el 6anguedoc Clas fiestas se etienden de enero a mar&o< y en cuanto a su producci'n industrial, buena parte del pueblo est$ dedicado al %blanquette%, un vino efervescente que, como m"nimo, tiene car$cter propio desde principios del siglo *#, es decir, a menos de cincuenta a-os de la quema del +ltimo c$taro. pesar de su industria vin"cola, el catarismo tuvo aqu" una implantaci'n real, tard"a pero real. Durante la cru&ada los c$taros supon"an un porcentaje "nfimo de la poblaci'n cuando aparecieron en el !ori&onte las tropas de Montfort, la ciudad abri'
sus puertas y pas' a manos de uno de sus caballeros. Bue a partir de esa (poca, cuando el catarismo creci' !asta convertir a pr$cticamente toda la ciudad. Puede suponerse que los ecesos cometidos por los barones del /orte contra la poblaci'n, determin' el cambio de orientaci'n de sus !abitantes. ?uando el ?onde de Boi recuper' la ciudad y m$s tarde 8rencavel y su improvisado ej(rcito, llegaron a la villa y desalojaron a los %franc!imanes%, la poblaci'n les recibi' entusi$sticamente. 6a contraofensiva !i&o que cayera definitivamente en manos del rey de Brancia y luego la inquisici'n reali&ara la correspondiente %limpie&a% de c$taros. Despues, naturalmente, de saquearla. a por entonces era &ona de buenos caldos, pero los barones del /orte trajeron consigo nuevos m(todos de crian&a del vino y as" surgi', el %blanquete%, un vino espumoso que !a santificado el nombre de 6imou en la gastronom"a francesa. )ablar de vinos es ocioso, solo la degustaci'n cuenta y en la &ona es posible encontrar varios centros de distribuci'n que lo ofrecen. CAT*A!RAMA= ACE&TA8LE MARETI'G TURISTICO 6imou !a sido una de las poblaciones que m$s !a promocionado su turismo a costa del fen'meno c$taro. 0n el centro de la villa tiene su sede %?at!aA;ama%, local donde se proyecta un e!austivo audiovisual sobre la !erej"a. 0l espect$culo, traducido a siete idiomas, se proyecta sobre tres pantallas. 6a sala, moderna y acondicionada para 7L pla&as, consigue transmitir la tensi'n y el inter(s por el fen'meno c$taro. Gusto al lado de esta sala, otra menor, proyecta %0n la (poca de los caballeros%, colecci'n de diapositivas para ni-os. i nos !emos propuesto visitar el territorio occitano, %?at!aA;ama% nos sirve como resumen audiovisual de los lugares que luego conoceremos en directo. SA' *ILARIO( &ARA RECU&ERAR LA FE DEL &UE8LO aliendo del pueblo, por la ?arretera DA1J se llega a la peque-a iglesia de /otre Dame de Marseille y al final de la carretera, la abad"a de aint )ilaire. i la segunda es anterior al catarismo y !unde sus ra"ces probablemente en los antiguos cultos dru"dicos de la regi'n, /otre Dame de Marceille, surgi' de la necesidad de la @glesia de
construir edificios que aumentaran la fe de un pueblo, incr(dulo de las bondades de la @glesia. principios del siglo *@# se puso la primera piedra de este conjunto g'tico la aparici'n en las inmediaciones de una fuente en la que se !all' una #irgen /egra Ctal como pod"a esperarse de una %/otre Dame%< !i&o que el pueblo limosino acudiera de nuevo a la iglesia. 0 incluso con una f( renovada tal como muestran los eAvotos que cuelgan de las paredes. 0n medio del coro Acaso +nico en el mundoA se encuentra un po&o de agua milagrosa, reputada de curar todas las enfermedades. 6a inscripci'n dice ":ualquiera que beba este agua si añade fe tendrá la sal$acin".
an )ilario fue lugar benedictino desde el siglo #@@@, dedicado a an aturnino Cavatar del tolosano ernin, recu(rdese, cuyos restos, se dice, descansaron un tiempo en una de las capillas de (ste claustro. 0n su sarc'fago, labrado en el per"odo que la villa no !ab"a sido contaminada por la !erej"a, pueden verse relieves con escenas de la vida del anto. 0l claustro es notable por su forma Ctrape&oidal< y por los capiteles de las columnillas Ccon reproducciones de cabe&as<.
&AMIERS=
ESCE'ARIO
DE
LA
CO'>ERSIO'
DE
ESCLARMO'DE 0isten dos formas de llegar a Pamiers aA
6esde Hoi, siguiendo los EF Gm. de la :arretera ;4I. -s la ruta que con$iene si lo que pretendemos es $isitar solo las grandes capitales del Languedoc. 1erá la etapa previa a la llegada a -arcasona.
bA
6esde Limou, el acceso es ligeramente más complicado. 2ay que descender desde esta $illa #asta Quillan D:arretera 6EEF 45 Gm.A @ui$ert D:arretera 6EE5 E Gm.A La$elanet Dsin abandonar la 6EE5 EC Gm.A *irepoi, D:arretera 643 EK Gm.A y finalmente @amiers D:arretera 6EEC 4E Gm.A. Las posibilidades de este trayecto) / llegando a 2uillan, nos introducen en la ruta de ennes/le/
-h0teau. / llegando a Lavelanet puede accederse a "ontsegur, por peque3as carreteras a través de "ont4errier. / %uivert enlaza con la ruta de los castillos cátaros.
tto ;!an, el investigador alem$n perteneciente a las que relan&' el tema del catarismo, !ab"a pasado por Pamiers. ll" le dijeron que iba a aburrirse soberanamente. @ncluso le molest' la presencia de $rabes y senegaleses que no encajaban con su arquetipo de pure&a racial. 6a ciudad !a crecido muc!o desde entonces. Pamiers es una ciudad en desarrollo que !a aventajado a Boi. 6as posibilidades de diversi'n son, desde luego mayores que cuando al visit' ;!an. En recuerd de Tierra Santa 0l topon"mico Pamiers no tiene parang'n con ning+n otro de la regi'n. e empie&a a tener noticia de ella en 1111, cuando ;oger @@, ?onde de Boi, pact' con el abad @sarn, due-o del lugar. Durante la Primera ?ru&ada, el conde de Boi, particip' junto con otros se-ores occitanos ganando laureles para la cristiandad. 0n dic!a ocasi'n, los cru&ados permanecieron durante unos d"as en pamea, ciudad de sia Menor, de la que las !uestes cru&adas guardaron un buen recuerdo. l regresar a su tierra, ;oger @@ quiso que ese recuerdo permaneciera vivo y le di' el nombre a este lugar del 6anguedoc. El de7ate entre c0tars y cat%lics 0l paseo por Pamiers puede ser ilustrativo. Huedan todav"a vestigios de las iglesias que fueron teatro de las controversias entre cat'licos y c$taros. 0n aquella fec!a estaban en pi( dos iglesias !oy en muy mal estado. 6a ?atedral de aint ntonin en la Pla&a du Marcadal, contruida en el siglo *@@, de la que no subsiste m$s que el p'rtico principal y parte del campanario fortificado, es, junto con los restos de las construcciones que el ?onde de Boi, ;ogerA:ernard @@@ levant' en 1=5 Cla torre cuadrada del ?armelo, originariamente baluarte<, las dos +ltimas muestras del per"odo en que los legados papales vinieron aqu" a discutir con c$taros y albigenses. e suele recordar solo la invectiva que lan&' un fraile contra 0sclarmonde, pero se olvida que
fueron los cat'licos ABulquet de Marsella, entre ellosA quienes llevaron la mejor parte !asta el punto de que Dur$n de )uesca, jefe de los valdenses, se convirti' al catolicismo y cre' un movimiento de %pobre&a cat'lica%, los %pauperes cat!olici% Cver p$g. ==9<. Dur$n no !i&o otra cosa que insertar el estilo de vida c$taro en el catolicismo. s" los %pobres cat'licos% se absten"an del %juramento il"cito%, eran castos, usaban !$bito blanco o gris, no dorm"an en cama salvo en caso de grave enfermedad, ayunaban desde 8odos los antos !asta la /avidad, se abstendr"an de carne en unos per"odos del a-o y de pescado en otros, orar"an siete veces por d"a, repitiendo quince veces el Padre /uestro, el ?redo y el Miserere finalmente, se consagrar"an al servicio de los pobres. @niciados los contactos con la anta ede Areinaba en ;oma @nocencio @@@A el papa albergaba recelos contra los valdenses convertidos en Pamiers. @nocencio @@@ recomend' al obispo de la ciudad prudencia y observaci'n de los sermones dominicales. 0l movimiento se desintegr' a-os despu(s. 6amentablemente el cronista utili&a para eplicar su final la palabra %defecerunt%, que puede indicar, tanto que volvieron a la !erej"a como que murieron los fundadores. Men(nde& y Pelayo crey' siempre en la sinceridad de la conversi'n de Dur$n de )uesca y le di' la gloria de figurar durante J l"neas en su %)istoria de los )eterodoos%. 0isten datos como para pensar que en el episodio que !a pasado a la !istoria como el %coloquio de Pamiers%, la erudici'n de los Bolquet y de los representantes cat'licos, unido a su amplio conocimiento del rival Ano en vano fue bo!emio y trovador en su juventud y se relacion' con !erejesA fueron decisivos para la victoria de las tesis cat'licas. 6a percepci'n de la poblaci'n de esta villa Aque sigui' fiel a la @glesia cuando todo el 6anguedoc se sublev' contra MontfortA avalan esta !ip'tesis. Esclar.nda y ls 8elissen Bue en esta ciudad donde las mujeres de la casa condal de Boi recibieron la iniciaci'n c$tara y donde vivieron muc!os a-os una especie de monacato. Primero fue la mujer de ;aymond ;oger de Boi, luego la !ermana de esta y, finalmente, la !ermana del conde, 0sclarmonde, aquella que, seg+n la tradici'n, convertida en
Paloma, vol' libre desde las alturas de Montsegur. 0sclarmonde personali&' para los monta-eses pirenaicos una leyenda m$s antigua, la de la %Dama :lanca% Aque, como veremos, nos aparece tambi(n en leyendas andorranas presumiblemente de origen c$taroA s"ntesis de la antigua diosa de las fuentes, los lagos y los manantiales y el personaje !ist'rico de 0sclarmonde de Boi. 0n algunas leyendas 0sclarmonda surge de un lago y en otras se convierte en una paloma. 4na !ermosa leyenda local dice que un pastor se cas' con una !ada pero no pod"a llamarla por su nombre ni por su condici'n. 4n d"a lo !i&o y el !ada se transform' en paloma. ?uando el campesino sal"a de su !ogar, la esposa volv"a al entrar en la misma desaparec"a como una paloma, 0sclarmonda no se inici' aqu" sino en Banjeau, entre Pamiers y ?arcasona. u iniciador fue Fuil!abert de ?astres, de la noble familia de los :elissen. 0l compromiso del iniciado se concretaba en una declaraci'n de principios "@rometo consagrarme a 6ios y a su $erdadero -$angelio no mentir nunca no jurar nunca nunca tocar a una mujer Pu #ombe no matar ning%n animal no comer nada de carne y $i$ir solamente de frutos. ( prometo no traicionar nunca mi creencia". Fracias al
%consolamentum% Cla consolaci'n< el creyente se transformaba as" en %perfecto%. 6a ciudad fue entregada por los curas a im'n de Montfort y le permaneci' fiel durante la sublevaci'n de 1=9. Ls
Mirepi;= la ciudad de A7elli @uede accederse a *irepoi, desde @amiers o partiendo de La$elanet. La ciudad está situada en la ruta de @amiers a :arcasona. 6esde @amiers #ay
que tomar la carretera 6EEC D4E Gm.A. 6esde La$elanet basta con ascender por la 643 DEC Gm.A
ntes del cristianismo, Mirepoi se llam' :eli ?art!a, es decir, ?iudad 6uminosa. :eli es tambi(n el dios pirenaico bellio y bellio es, en palabras de tto ;!an, uno de los avatares del polo luminoso. 0n esta regi'n se adoraba a la !ermana de :eli o belio, equivalente a la diosa cl$sica rtemisa. 6a regi'n entera adopt' el nombre de su dios tutelar :elisena. 0n esta tierra vivi' Pierre ;oger de Mirepoi, del linaje de los :elisen, +ltimo defensor de Montsegur. 0stamos pues en una pla&a de primer orden de la iglesia c$tara. Una ciudadela .edie5al Del castillo de Mirepoi restan algunas !uellas. Hueda alguna puerta medieval de acceso a la ciudad y, sobre todo, la pla&a principal, compuesta por edificios del siglo *@@@ a *#. #igas de carpinter"a, tec!os inclinados, soportales con columnas de madera y una catedral pr'ima, iniciada en el siglo *@# y terminada !ace algo m$s de cien a-os, nos reconstruyen el paisaje que debieron tener las poblaciones de !ace setecientos a-os. olo faltan los trovadores. Podemos imaginar esas mismas calles con rapsodas deambulando de un sitio a otro, cantando sus canciones en cada esquina, con esas letras que no eran sino verdaderos gui-os en los que se satiri&aba a los cl(rigos y nobles oportunistas, se condenaba la iglesia romana y se cantaba al amor. Muc!os de estos trovadores !ab"an sido caballeros antes de llevar una vida !errante y bo!emia. Manejaban la espada con tanta !abilidad como la viyuela. lgunos optaron por el catarismo o bien se mantuvieron prudentemente callados durante el per"odo de la cru&ada. olo dos adoptaron abiertamente una postura a favor de la @glesia y de la noble&a del /orte ya !emos !ablado de uno, Bolquet de Marsella el otro atend"a al nombre de %Perdig'n% y termin' sus d"as en un convento quej$ndose del vac"o que le otorgaban sus antiguos compa-eros. Mirepi; y sus n7les c0tars ?incuenta a-os antes de que ardiera la pira de Montsegur, los enviados del Papa
ya ten"an la convicci'n de que la noble&a de Mirepoi apoyaba Ay no precisamente de forma veladaA al catarismo. 0n 1=L tuvo lugar un concilio c$taro que reuni' a varios cientos de %perfectos% por entonces la noble&a caballeresca de la ciudad, empe&ando por sus mujeres, ya !ab"an recibido la iniciaci'n c$tara. 0sta noble&a aport' a la !erej"a, no solo a sus mejores !ombres y mujeres, sino adem$s una riada de fondos que les permitieron abrir un cierto n+mero de establecimientos en la villa. 0sta implantaci'n !i&o que, cuando al ciudad se entreg' a Montfort sin resistencia, la ocupaci'n fuera tan f$cil como ficticia. 0n 1==>, poco antes de que entraran en la ciudad ;am'n ;oger de Boi y sus caballeros occitanos, los !abitantes de Mirepoi se sublevaron y epulsaron a los franceses. 6as represalias que siguieron cuando la ciudad fue reconquistada por los se-ores del norte fue terrible. 6a +ltima c$tara nacida en esta tierra fue condenada en 1>1.
Ter.es= 2hi
ituado en el desfiladero de 8erminet, 8ermes era uno de los castillos dependientes de los 8rencavel de ?arcasona. e conoc"a a estas fortale&as como %!ijos de ?arcasona%. )oy quedan solo unas pocas ruinas, las suficientes para intuir la grande&a que tuvo el lugar en otro tiempo. 6a luc!a en torno a 8ermes fue dura. ;am'n de 8ermes, caballero y !ereje notorio, resisti' cuatro meses de asedio, de agosto a noviembre de 1=1. la lluvia de piedras lan&adas por m$quinas de guerra, sigui' el agotamiento de las reservas. ?uando ;am'n de 8ermes !ab"a empe&ado a pactar con Montfort la rendici'n del fuerte, una lluvia aument' el vigor y la combatividad de los sitiados. 6a rendici'n se produjo despu(s de que los defensores intentaran !uir y, descubiertos, fueran
derrotados. ;am'n de 8ermes, encerrado en un calabo&o, muri' tres a-os despu(s. 6as actuales ruinas del castillo son producto de la voladura que sufri' en 1L5>. ?erca de 8ermes, en la regi'n de ?orbiKres, eisten las ruinas del catillo de Durfort, pr$cticamente inaccesibles y rodeadas por vi-edos, pr'imo a 8ermes. Durfort, literalmente, es el %fuerte s'lido%. u foso natural es un meandro del r"o rbieu en su confluencia con el ou. Para llegar a (l desde 6aroqueAdeABY, un pueblecito pintoresco, es preciso atravesar el ?ol de :edos CJ5 m< y el desfiladero de 8erminet. ?erca se encuentra el castillo de #illerouge de 8ermes. 0ste castillo est$ ligado a la aventura c$tara por !aber sido escenario de la cremaci'n de Fuillem :elibaste, considerado como el +ltimo perfecto Cver p$g. 1><. )oy se encuentra en fase de reconstrucci'n. /o se trata de un castillo propiamente c$taro sino que su construcci'n empe&' con posterioridad a la cru&ada. 0l castillo estuvo inicialmente ligado al ar&obispado de /arbona y se convirti' en un pueblo de reducidas dimensiones.
Castres= c0tars cn pedi4ree y hrrres 4yescs 'penas 3 Gm. separan :arcasona de :astres los KC primeros a recorrer por la :arretera ;EEF y los E4 siguientes por la ;EE4. La ciudad es prácticamente equidistante de las tres grandes capitales languedoquianas) +oulouse Da 5E Gm. por la :arretera ;E4A :arcasone DKC Gm. por la :arretera 6EE4 #asta *a&amet y luego por la 6EEFA y 'lbi D3F Gm. por la :arretera ;EE4A.
un !oy los tejidos de ?astres son famosos. 6os m$s antiguos tejedores que se recuerdan en la ciudad fueron los %bons !omes%. in embargo, la ciudad eist"a desde 1 a-os antes de la epopeya c$tara. 0n la orilla derec!a del gout, los legionarios romanos levantaron un %castrum%, campamento fortificado. ellos ?astres debe su nombre. 6a religi'n !a !ec!o sufrir muc!o a los !abitantes de esta villa. Primero fue baluarte c$taro, luego !ugonote. Muc!os altos dignatarios de una y otra f( proced"an de esta ciudad, verdadero semillero de l"deres !er(ticos. 4no de los m$s prestigiosos c$taros, Fil!abert de ?astres era natural de aqu". 0rmengarda de ?astres, %perfecta%, de
legendaria belle&a, dirigi' un establecimiento en el centro de la ciudad. #arios ciudadanos alcan&aron el rango de obispos c$taros y otros muc!os acabaron en el fuego. Durante la cru&ada, ?astres no sufri' ecesivamente, su consejo municipal la entreg' a Montfort y (ste a su !ermano, Fui. 6o peor vino cuando la @nquisici'n se ense-ore' de la &ona. M$s de = !erejes fueron quemados en distintos procesos que causaron indignaci'n en la villa. anto Domingo consideraba la &ona como particularmente proclive a la !erej"a, as" que decidi' trasladarse una temporada a predicar. pocos Im. del pueblo, siguiendo al ?arretera DAL== que lleva !asta 6ecaune, se llega !asta un camino que conduce a la gruta donde, seg+n la tradici'n, anto Domingo se convirti' temporalmente en ermita-o. e dice incluso que predic' en la abad"a que eisti' aqu" desde el siglo @* en el lugar !oy ocupado por la ?atedral de an :enito. Por caminos sorprendentes en esta villa se guarda una colecci'n de pinturas goyescas. ll" est$ toda la serie de los %?apric!os%, un autorretrato anterior a la guerra de la independencia y otras pie&as menores, pero no por ello menos curiosas. 0l museo est$ situado en pleno centro de la ciudad y fue creado a partir de la donaci'n que generosamente reali&' un pintor local.
Lasturs= cuatr 1uertes en un i al salir de :arcasona #emos decidido que no ascenderemos muc#o más #acia el ;orte y optamos por dirigirnos #acia el *editerráneo Dnuestro objeti$o será pues Be&iersA podremos optar por $isitar el castillo de Lastours y la $illa de *iner$a. aliendo de :arcasona #acia el ;orte por la :arretera 64IE #asta :onques Dapenas M Gm.A y de a#í por la 6EIE DFO3 Gm. másA llegaremos a Lastours.
/o se trata de un castilo sino de una agrupaci'n de torreones y fortificaciones unificados bajo el nombre de 6astours, literamente %las torres%. 4no de estos fuertes es el de ?abaret que resisti' varios ataques cru&ados !asta que im'n de Montfort !ubo de desistir y fue, en efecto, una de las +ltimas fortale&as que se rindieron en 1=11 a
cambio del perd'n para sus defensores. ?abaret es con el castillo de Huertin!eu y las dos torres de defensa Cla ;egina y la Bleur de lR0pine<, un formidable conjunto fortificado del que !oy solamente quedan algunas ruinas a pocos cientos de metros del pueblo de 6astours. Durante la cru&ada contra los c$taros solamente eisti' el fuerte de ?abaret del que !oy queda apenas un torre'n semiderruido y algunos pa-os de muralla. Durante los meses de verano tiene lugar un espect$culo audiovisual que es, sin duda, ilustrativo del pasado c$taro de la villa, en la que la !erej"a tuvo una amplia incidencia.
Miner5a= siete se.anas y .edia de asedi -n camino entre :arcasona y Be&iers es ineludible detenerse en *iner$a. @ara ello al salir de :arcasona #ay que abordar la :arretera ;EEM #asta +re$es D3 Gm.A y luego la 6EI #asta el des$ío de
6as dimensiones actuales de Minerva apenas indican que se trat' en otro tiempo de una de las m$s disputadas ciudades c$taras. 0ste peque-o pueblo es el centro de la comarca a la que da nombre, el Minervois. Dos riac!uelos la contornean casi completamente los siglos de erosi'n !an creado un ca-'n con forma de !erradura en el centro est$ Minerva ocupando lo que es, de !ec!o, una fortale&a natural. )oy, casi doscientos !abitantes son los +ltimos descendientes de aquellos c$taros que soportaron durante siete semanas y media el bombardeo constante de las piedras lan&adas con catapultas. 6os minervenses actuales !an reconstruido uno de estos ingenios y lo !an colocado frente a la ciudad. 0l recuerdo del catarismo permanece y no solo por una decisi'n de marIeting tur"stico. 6os minervenses de !oy est$n radicalmente identificados con su pasado. :uena parte del pueblo tiene siglos de antigXedad y sus casas est$n perfectamente reconstruidas. Poco queda de la poderosa muralla que tuvo la ciudad
apenas unos pa-os desnudos y las puertas de acceso. La pira de Miner5a 0n un lugar privilegiado del pueblo, con buena vista !acia el cauce del r"o, se encuentra la iglesia rom$nica de aint 0tienne. Brente a la iglesia puede verse un monumento de impresionante sencille& en la que el vaciado de una piedra, con la forma de la paloma c$tara, el s"mbolo del Par$clito, evoca el tiempo en el que 1J %perfectos% fueron quemados tras el asedio. ?uenta la tradici'n que im'n de Montfort se mostr' dispuesto a perdonar a los c$taros que se convirtieran censurado por sus capitanes, se limit' a decirles que muy pocos se convertir"an. s" fue, en efecto. *urepel= escenas de la eppeya c0tara 0n una de las empedradas calles del pueblo encontraremos un peque-o y original museo, el )urepel. 0n su interior, mediante dioramas y figuras ataviadas a la usan&a del siglo *@@@ y *@#, se resume la epopeya c$tara. Dos docenas de escenas reproducen los principales episodios de la cru&ada. 0l museo es peque-o, pero una visita por el territorio c$taro, no puede reali&arse sin pasar por (l. bre solo del 1 de abril al > de octubre.
Mapa 7.A Mapa de la ;uta de los ?astillos
RUTA DE LOS CASTILLOS ) DE LAS CUE>AS Jna de las rutas más atracti$as de
A4uilar @ara llegar al castillo de 'guilar #ay que partir de @erpignan en busca de =i$esaltes D6EE5A y seguir #asta el des$ío de +auta$el Dmuy bien indicado/ el pueblo es interesante de recorrer por los yacimientos arqueolgicosA. Luego #ay que dirigirse a +uc#an por pequeñas carreteras departamentales D63C 6EEA. Jna $e& en +uc#an el castillo está a apenas E Gm. siguiendo la 6EE en 6ireccin a 6urban.
0sta fortale&a debi' ser solo una torre de defensa y observaci'n en el per"odo
c$taro. ?uando la &ona fue conquistada para Brancia, esa torre se refor&' con una recinto eagonal y un torre'n situado en cada v(rtice. 0n su interior se encuentra una capilla rom$nica en relativo buen estado.
&adern 6e 'guilar a @adern #ay apenas F Gm. a recorrer por la 6EK. -s necesario retroceder a +uc#an y desde allí abordar esta $ía.
Bortale&a pr'ima a Hueribus. 0n otro tiempo propiedad de los abades de 6agrasse. 6as primeras referencias indican que se trat' de una torre de defensa aislada que formaba parte de la cadena de puntos de observaci'n de los que Huerib+s y Peyrepertuse eran las fortale&as m$s importantes.
-ueri7us 6esde @adern abordando la :arretera 6EK se llega al pequeño y famoso pueblo de :ucugnan después de 3O3 Gm. Querib%s está pr,imo apenas 4 Gm. por la :arretera 6E4M.
Huerib+s fue la +ltima fortale&a sitiada de la cru&ada contra los c$taros. 0ste !ec!o y algunas peculiaridades del edificio, !an !ec!o que su nombre destaque, junto a Montsegur, de entre todas las fortale&as c$taras. Pero no !ay que llamarse a enga-o, tambi(n aqu", el castillo que se puede visitar !oy, tiene muy poco que ver con el castillo c$taro del siglo *@@@. Durante unos a-os, Huerib+s fue una pie&a avan&ada del cintur'n defensivo fronteri&o entre 0spa-a y Brancia. 6os progresos de la artiller"a !icieron que sus muros debieran adecuarse a las nuevas tecnolog"as b(licas y, poco a poco, el castillo creci', perdiendo, al mismo tiempo, sus caracter"sticas originales. 6as primeras referencias al castillo de Hueribus datan del siglo *@. 0ntonces era propiedad del linaje de los :arber$, vasallos de los 8rencavel de ?arcasona. 0n el per"odo de la cru&ada el se-or del lugar era ?!abert de :arber$, que formaba parte del ej(cito de los reyes de rag'n y estaba, concretamente, encargado de las m$quinas de guerra. Muc!os de los c$taros que lograron escapar de Montsegur o que no pudieron
refugiarse a tiempo all", fueron a parar a Hueribus. ?ontrariamente a Montsegur, en Hueribus apenas !ubo luc!a, todo se limit' a sitiar la fortale&a A!ab"an pasado 11 a-os desde la ca"da de MontsegurA y a los pocos meses esta se rindi'. )asta !ace unas d(cadas circulaba por ?ucugnan Ca dos Im. de Hueribus< una leyenda t'pica "Los sitiados no tenían apenas que comer así que decidieron liberar al %ltimo cerdo que les quedaba para que los sitiadores creyeran que estaban sobrados de $ituallas y que la prolongacin del cerco era in%til. 'sí lo #icieron y a las pocas #oras el campamento sitiador se #abía desmantelado".
0sta leyenda no tiene en cuenta la realidad !ist'rica. i bien es cierto que no !ubo luc!a en Hueribus, no es menos cierto que la fortale&a se rindi'. penas se encontraban treinta !ombres de armas en su interior y un n+mero indeterminado de c$taros que, en cualquier caso, no debi' ser muy alto. /o se tiene constancia de que a la !ora de producirse la rendici'n se reali&aran ejecuciones ni siquiera procesos el acuerdo entre livier de 8ermes, jefe de los asaltantes y ?!abert de :arber$, garanti&aba que todos los sitiados quedar"an indemnes. e !a supuesto que, una ve& entregada la fortale&a Aque pasar"a directamente al rey de BranciaA los c$taros se retirar"an a 6ombard"a, o bien abjurar"an. 0l lugar m$s enig$tico del castillo es la llamada %ala F'tica%. e trata de una sala casi completamente cuadrada, situada en el fortin del castillo. 6a b'veda de la sala est$ sostenida por un pilar, descentrado en relaci'n a las paredes. 0sta columna, a su ve&, est$ situada sobre una peana rectangular que tiene una particularidad est$ perfectamente ordenada seg+n los puntos cardinales. Gunto a esta sala eiste otra, anea, con una peque-a tronera. mediod"a del solsticio de invierto el rayo que entra por esa tronera ilumina el centro de la pared frontal. e !a perdido el motivo decorativo que se encontraba en esta pared... jam$s sabremos qu( iluminaba ese rayo de lu& solsticial.
&ierrepertuse =etrocediendo desde Queribus a :ucugnan #ay que retomar luego la :arretera 6EK y K Gm. más adelante encontraremos el castillo de
@ierrepertuse.
4no de los castillos dependientes de 8oulouse, m$s fuertemente fortificados, era Pierrepertuse. 0l castillo mide casi > metros de uno a otro etremo y sus primeros rastros se remontan al per"odo romano. 6as murallas situadas sobre el acantilado a veces parecen integradas en la roca. 6as almenas en muc!os puntos dan directamente sobre el abismo y permiten pensar lo c'modo de la defensa. 0l castillo est$ dividido en tres partes el ?astillo :ajo, la esplanada amurallada y el ?astillo de an Gorge al cual solo es posible llegar a pi( por medio de una escalera tallada en la misma roca. 0l viento siempre a&ota el lugar y las cadenas situadas a modo de pasamanos suponen el +nico punto de apoyo. Desde la fortale&a de an Gorge se divisa Hueribus. 0l castillo de an Gorge fue construido con posterioridad al per"odo c$taro. 0l ?astillo :ajo, por su parte, fue defendido por tropas dependientes de los 8rencavel de ?arcasona pero se rindi' sin combate al representante de 6uis @* en 1=J. e trata de una construcci'n en forma de tri$ngulo is'sceles en cuyo interior se encuentra un baluarte construido en el siglo *@@, dentro de la cual eiste la capilla fortificada.
&uylaurens -l camino desde @eyrepertuse #asta @uilaurens #ay que cubrirlo a tra$és de la :arretera 6EK DEC Gm.A #asta llegar a Bugarac# pueblo situado a la sombra del impresionante pico del mismo nombre. -n Bugarac# #ay que buscar la direccin de :audiés de Henouilledes Da tra$és de la pequeña :arretera 6K3 #asta el pueblo de aint Louis y a partir de aquí por la 6CA. Jna $e& en :audiTs la cmoda :arretera 6EE5 nos lle$ará Gm. más adelante #asta @uylaurens.
0l castillo de Puylaurens domina el valle de :oul&ane desde sus casi 7 m. de altura. Desde la carretera pueden divisarse las cuatro torres del castillo. 0s un castillo que vale la pena visitar, o al menos tener en cuenta en el recorrido, aun a pesar de que no tuvo arte ni parte en la cru&ada contra los c$taros. u importancia creci' en los a-os siguientes a la cru&ada, cuando fue la posici'n m$s avan&ada de Brancia ante el reino
de rag'n. 0n el siglo *#@@ segu"a siendo una fortale&a operativa que fue tomada al asalto por las tropas espa-olas en 1L>L. un circula una leyenda de origen c$taro que enla&a con otra similar que !emos recogido en ndorra. 6as ruinas del castillo de Puylaurens son recorridas en las noc!es de luna llena por una %Dama :lanca%, fantasmal aparici'n, !eredera de los %bons !omes% a los cuales busca sin encontrar. 6a leyenda forma parte del sustrato (tnico pirenaico. e trata de una supervivencia de las sacerdotisas dru"das del per"odo celta.
&ui5ert @yerrepertuse está separado por ME Gm. de @ui$ert que pueden recorrerse sin abandonar la :arretera 6EE5 y nos lle$a a tra$és de Quillan.
0l peque-o pueblo de Puivert Cmenos de medio millar de !abitantes< tiene adosado el castillo del mismo nombre. 0n el pueblo vale la pena detenerse en el Museo de Huercorb. 0n una de las salas superiores encontraremos una muestra de instrumentos utili&ados por los antiguos trovadores que no faltaron en esta &ona. 0l resto del museo, tambi(n interesante, est$ dedicado a los oficios tradicionales de la regi'n. e trata de uno de los pocos castillos c$taros del que quedan muy pocos restos del per"odo c$taro. 0n aquella (poca fue sitiado y asaltado por im'n de Montfort en 1=1 y entregado a uno de sus lugartenientes. 0l pa-o de muro situado al este es, probablemente, lo +nico que queda del antiguo castillo c$taro. 0l conjunto construido sobre las ruinas del asedio de 1=1 conserva la puerta con el escudo de un le'n, propio del linaje de los :ruyeres que recibieron el castillo tras la cru&ada. 0l baluarte es alto, y comprende cuatro salas abovedadas superpuestas de las que se puede visitar la inferior. ll" est$ tambi(n la capilla y, contigua a ella una sala de abluciones. tra de las salas es llamada %de los M+sicos% era el lugar frecuentado por los trovadores en las ojivas est$n representados m+sicos con instrumentos medievales.
Mntse4ur La :arretera 6EE5 nos conducirá desde @ui$ert a La$elanet Ddistantes EC
Gm.A. Jna $e& a#í #ay que $irar #acia el ur por la 6EIC y luego por la 6C. ' F Gm. se encuentra el más famoso castillo cátaro.
e ignora la (poca que vi' al&arse el castillo de Montsegur. e sabe de cierto que fue reconstruido en el 1=J. 0ste segundo fue el castillo c$taro. 8ras el asedio 1=JJ, el castillo no sufri' ecesivos da-os a pesar de la dure&a de los combates, especialmente en la +ltima semana. in embargo dos a-os despu(s se inici' la reconstrucci'n en el curso de la cual adopt' la fisonom"a que tiene !oy. 6os !istoriadores son concluyentes el castillo que podemos visitar !oy no tiene nada que ver con el antiguo castillo c$taro. 6os muros que se !an ido reconstruyendo desde !ace veinticinco a-os, son los del castillo que !i&o edificar Fuy de 6evis, e-or de Mirepoi, uno de los pares de Montfort. 0n los a-os cincuenta el ingeniero Berdinan /iel reali&' mediciones en los muros de Montsegur y comprob' la eistencia de ciertas irregularidades en lo alto de los muros e incluso de troneras en los pa-os de muralla que no estaban justificados por las necesidades defensivas. /iel estableci' que eist"an alineaciones dirigidas !acia el orto solar en el solsticio de invierno, situadas en los puntos medios de los muros. 0l plano de Montsegur depende del recorrido solar. 0n cada entrada del sol en un signo del &odiaco corresponde un punto clave del castillo. Por lo dem$s, el castillo est$ orientado en relaci'n a los puntos cardinales. Pero esto no se advierte inmediatamente, para comprobarlo es preciso unir los dos $ngulos de la construcci'n con la mitad de la fac!ada opuesta. 0sto le permiti' afirmar "7*ontsegur8 Hortale&a para los $encedores templo para los $encidos" .
Pero las cosas no eran tan sencillas. lo largo de los a-os se e!umaron documentos que demostraban que el castillo actual es una construcci'n que nada tiene que ver con el segundo castillo levantado en aquella cumbre, el c$taro. 0l descubrimiento de /iel era, casi tan importante como los documentos encontrados posteriormente. Pues, si bien /iel ten"a ra&'n en considerar a Montsegur como una fortale&a orientada seg+n los signos del &od"aco y los tr$nsitos solsticiales, el m(rito de tal ciencia no corresponder"a a los c$taros, sino a quienes vinieron despu(s. otro
tanto vale para Huerib+s. )emos visto en otros lugares de Brancia, fen'menos parecidos los rayos del sol solsticial que entran solo por determinados !uecos del muro en castillos y catedrales, no son propios del 6anguedoc, ni muc!o menos del catarismo. 6as que !emos visto est$n siempre relacionadas con la ingenier"a templaria o bien con catedrales construidas por !ermandades de canteros ligadas directamente al templarismo. Montsegur cae en el 1=J>. 6os templarios son perseguidos sesenta a-os despu(s, pero su sabirud"a no se etingue en ese preciso momento, sino que logra prolongarse en algunas !ermandades de constructores. 0stamos persuadidos que el tercer fuerte de Montsegur debi' ser construido por maestros de !ombres nacidos, no de la m"stica c$tara, sino del entorno templario. 4na +ltima precisi'n. 0l ascenso a Montsegur es dif"cil en determinados per"odos del a-o y poco recomendable con la monta-a nevada o en per"odo de lluvias. pesar de que el ayuntamiento local !a mejorado en los +ltimos a-os las condiciones del ascenso, colocando barandillas y pelda-os, sigue siendo intr"nsecamente dificultoso por lo escarpado de la &ona. in embargo, el viajero que decida llegar a la cumbre podr$ contemplar el espect$culo +nico de contemplar otras cumbres pirenaicas a su misma altura. 6a ascensi'n se inicia en el llamado %pla dels ?remats%, donde !ace a!ora setecientos a-os se encendi' la pira que consumi' a los c$taros que no renegaron a su f(. 4n monolito que imita las estelas funerarias !er(ticas fue colocado en los a-os sesenta por la ociedad del ;ecuerdo y de los 0studios ?$taros. 0l castillo de Montsegur es proclive a las leyendas. :uena parte de ellas !an sido urdidas en el presente siglo y carecen de inter(s !ist'rico o cultural. 4n ingeniero que en los a-os treinta reali&' ecavaciones en Montsegur afirm' que bajo el castillo se le aparecieron s+bitamente tres tibetanos. 6a aparici'n fantasmal se prolong' solo unos segundos y nunca fue capa& de eplicar lo que !ab"a ocurrido. )ay que a-adir que el ingeniero Aque, efectivamente, eist"aA pertenec"a a la ociedad 8eos'fica, muy dada a este tipo de sugestiones. 4n miembro de otra sociedad paralela, la 0sp"rita, %recibi'% un mensaje en Montsegur vertido en car$cteres orientales, que tampoco fue capa& de
eplicar. lg+n lugare-o coment' a tto ;!an que !ace a-os, entre las ruinas del castillo se encontr' un libro escrito en car$cteres orientales. ;!an deduc"a que deb"a tratarse de un libro persa o !ind+. )ay que decir tambi(n que este relato casaba muy bien con la interpretaci'n que ;!an quiso dar al catarismo como surgido en el conteto del !induismo. De !ec!o no !ay que dar por buenas todas las leyendas que ;!an nos cuenta en sus libros varias las improviso %ad !oc%. Pero, sin duda, la profec"a m$s c!ocante es la que aseguraba que setecientos a-os despu(s de la ca"da de Montsegur reverdecer"a el laurel c$taro. 0n dic!o aniversario, Brancia estaba ocupada por el ej(rcito alem$n. e !a dic!o que un grupo de entusiastas del catarismo ascendi' a Montsegur y sobre ellos una avioneta alemana, en la que viajaba lfred ;osemberg Ael Ministro de suntos eteriores del @@@ ;eic!, atraido por el ocultismoA dibuj' una cru& c(ltica en el aire. )oy se sabe que, ese d"a, ;osemberg aparec"a p+blicamente en :erl"n y solo uno de los entusiastas neoAc$taros A!oy fallecidoA recordaba el episodio de la avioneta.
R6ue1i;ade @artiendo de *ontsegur #ay que regresar a La$elanet y una $e& allí tomar la :arretera 6EE5. ' C Gm. se encuentra el des$ío a =oquefi,ade castillo que puede $erse desde la carretera.
;oquefiade jam$s sufri' un asedio durante la cru&ada contra los c$taros. 6os !erejes lo consideraban un lugar de refugio que ten"a la ventaja de estar pr'imo al fuerte de Montsegur, cuya silueta se observa desde all" perfectamente. 6os defensores de Montsegur se comunicaban con los c$taros de ;oquefiade mediante !ogueras. 0l castillo fue finalmente tomado por 0nrique el 8emerario en 1=7=.
Las cue5as= L.7ri5es ! 8uan ! Ornlac# Jna prolongacin lgica de la "ruta de los :astillos" es la $isita a las cue$as de la regin que entran perfectamente en el conte,to del catarismo. @or fortuna para el $iajero estas tres cue$as están muy pr,imas unas a otras. -n =oquefi,ade #ay que recuperar la :arretera 6EE5 y seguir en direccin a
Hoi,. 'l llegar al pequeño pueblo de aint @aul situado en el cruce con la carretera de +arascon a Hoi, deberemos des$iarnos #acia aquel siguiendo la :arretera ;4I. +arascon se encuentra a C Gm. del cruce. @ues bien siguiendo esa misma direccin encontraremos las tres cue$as utili&adas por los cátaros por este orden Lombri$es
6a &ona sur de ccitania lindante con los Pirineos est$ infestada de cuevas. 6a mayor"a se formaron con los Pirineos. 0n 6ombrives se percibe perfectamente que fue lo que ocurri' si miramos el tec!o de la b'veda. Dos masas tect'nicas, al c!ocar y plegarse sobre s" mismas, dejaron una cavidad que luego, con el correr de los tiempos, fueron visitadas por pueblos que practicaban cultos tel+ricos Cparticularmente en /iau, pero tambi(n en 6ombrives< o bien por fugitivos. 6os c$taros no fueron los +nicos es esconderse en estos lugares. ntes y despu(s que ellos, otros muc!os encontraron refugio al abrigo de la oscuridad. lgunas de estas grutas fueron fortificadas C:ouan< por los c$taros. 6as llamaban %spoulgas%. 6a de :ouan Acuenta ;en( /elliA lleg' a ser la sede de la iglesia c$tara de la comarca. 8ambi(n 6ombrives fue, tras la ca"da de Montsegur la sede del obispo c$taro miel icard. /apole'n Peyrat !a podido llamar al conjunto de cuevas %rep+blica troglod"tica del abart!(s%. ;ecientes estudios !an desmitificado tan etremas afirmaciones. 6os c$taros se reunieron en las cuevas, pero en absoluto vivieron en ellas permanentemente. ntonin Fadal, presidente del indicato de @niciativa de 4ssat y el !ombre que m$s informaci'n di' a tto ;!an, vi' signos c$taros en el interior de las cuevas. )oy todav"a estos signos alimentan la pol(mica. partir de las obras de estos dos autores algunos !an sostenido que los c$taros practicaban un culto solar. obre el peque-o pueblo de 4ssat se encuentra la cueva de 6ombrives y su famosa %catedral%. 0l pueblo tuvo en otro tiempo un balneario de aguas termales, cuyas ruinas evocan tiempos mejores. pocos metros de all" se encuentra una casa cuadrada. nta-o se la conoc"a como %6es Marroniers% y era un albergue. 0l %posadero% no era otro que tto ;!an, el esp"a alem$n, miembro de las que revitali&' los estudios
c$taros con sus dos obras Cver p$g. =J7<. e dec"a que el lugar era amado por los dioses. 2Huienes sino ellos pod"an !acer que surgiera agua caliente de las profundidades3 2y qui(n sino los dioses pueden atribuir a estas aguas la propiedad de cerrar las !eridas y sanar ciertas enfermedades3 ?uando en 177 se construy' una escalera en el interior de la cueva para facilitar la visita, !ubo que derribar algunas estalagmitas. 4no de los arque'logos que trabajaron en las obras afirm' que se descubrieron 5 restos !umanos pertenecientes a distintas (pocas, muc!os de ellos cubiertos completamente por las formaciones calc$reas. 8ambi(n se encontraron restos de la edad del bronce, !ac!as y restos de recipientes. )oy este material est$ depositado en los museos de 8oulouse y :ordeau. 6as leyendas que circulan sobre estas cuevas son m+ltiples. 6a regi'n de 8oulouse !ab"a sido poblada por los #olscos 8ect'sagos. Dec"an descender de los :ebricios. u rey, :ebri, viv"a en el %antro de 8arusco%. )(rcules pas' por all", despu(s de apoderarse de los bueyes de Feri'n. 0l !(roe cl$sico se anamor' de la !ija del rey :ebry, Pyrene. ?uando !ubo de partir en busca de nuevas aventuras, Pyrene fue tras (l pero result' atacada por un oso. )(rcules lleg' tarde, cuando Pyrene ya !ab"a muerto. lgunas concordancias relacionan a los bebricios con los tartesios. 0l apogeo de 8artesos se produjo !acia el siglo #@@ antes de ?risto. 0n esa (poca un grupo de etruscosA"beros, la tribu de los %taruscos% se asent' en la &ona de Boi. 6a toponimia !a !ec!o que podamos seguir el rastro de sus asentamientos 8arraco, 8arascon del riKge y 8arascon del ;'dano, unidas por la #"a )eraclia, la 8yrr!enica 8arrago o 8arragona 0trusca. 6os primeros !abitantes de ccitania fueron, pues, tartesos. 0n 1= !ubo un combate terrible entre bandidos escondidos en la cueva y tropas del ej(rcito. 0n el pasadi&o que da entrada a la gran sala conocida como %la catedral% Csus dimensiones son parecidas a las de /otreADame de Par"s< solo pod"an pasar los soldados de uno en uno. medida que iban entrando, los bandidos los degollaban y retiraban el cad$ver para que el siguiente pudiera entrar sin saber lo que !ab"a ocurrido con el anterior compa-ero. s" acabaron Asiempre seg+n la leyenda del
lugarA con no menos de militares. Para llegar a 6ombrives !ay que detenerse en 4ssat, all", un trenecito se encarga de situarnos casi en la puerta de la cueva. Para llegar a rnolac !ay que atravesar el r"o riege, por la ?arretera DA=>. :ouan se encuentra m$s al sur, siguiendo la carretera que lleva de 8arascon a AlesA8ermes, apenas a > Im. de 4ssat, !acia el ur.
LOS *OM8RES 8UE'OS E' ES&AA Intrducci%n # 1
Las siguientes afirmaciones sorprenderán a algunos incluso a quienes cono&can el material de di$ulgacin publicado en los %ltimos años) EA la e,pansin del catarismo en :ataluña fue en algunas &onas casi tan importante como en 0. -l #ec#o de que la implantacin en -spaña se produjera a partir del foco occitano y que adquiriera cierta importancia cuando éste ya sufría las primeras persecuciones #i&o que los n%cleos formados a este lado de la frontera fueran más prudentes y en ocasiones casi completamente clandestinos. 'sí como en la $ertiente francesa la noble&a local tom partido por el catarismo en -spaña este apoyo estu$o casi completamente ausente e,ceptuando los condados fronteri&os.
6os monarcas aragoneses siempre permanecieron fieles a la religi'n cat'licas, jam$s se aproimaron al catarismo y nunca !ubieran participado al lado de los c$taros de no !aber eistido entre la corona y sus vasallos pirenaicos el v"nculo de la %fides% -n la monumental "2istoria de los 2eterodo,os -spañoles" *enénde& @idal apenas dedica $einte páginas al catarismo centrándose en generalidades y en tenues #uellas #eréticas en Len. 'fortunadamente el catarismo en la antigua :orona de 'ragn #a sido tratado en profundidad por 9orge 0entura ubirats. -n este capítulo seguimos las in$estigaciones de ambos reconociendo de paso su gran contribucin a la in$estigacin de nuestro pasado desconocido. 1
medieval. Probablemente en esto radica la grande&a del rey Pedro, que di' su vida por una causa en la que no cre"a, guiado solo por su sentido del !onor y la lealtad !acia sus vasallos. 6a aparici'n de los c$taros en ccitania y la cru&ada que sigui', cambiaron, no solo la !istoria francesa, sino el dise-o geopol"tico de la ?orona de rag'n. 0l desenlace desfavorable de la batalla de Muret y el consiguiente tratado de ?orbeil, entra-aron el final de la influencia aragonesa en el ur de Brancia. 6a frontera pirenaica se estabili&' desde entonces y solamente se volvi' a modificarse cuatrocientos a-os despu(s !asta adquirir la fisonom"a que conoce. i !a quedado memoria de las comunidades c$taras espa-olas !a sido gracias a los arc!ivos inquisitoriales. 0l catarismo apenas !a dejado documentos propios en nuestra tierra. 0s f$cil suponer que si algunos c$taros llegaron !asta el ur del ;eino de rag'n !uyendo de la @nquisici'n ccitana y formaron comunidades adictas, otros debieron cru&ar la frontera y afincarse en territorios dominados por el @slam. 6ejos de la @nquisici'n, debieron sobrevivir !asta que, poco a poco, tal como !icieron sus !ermanos bosnios o albaneses, terminaron convirti(ndose al @slam, en la medida en que se iban interrumpiendo sus la&os con las glesias c$taras, desmanteladas por la @nquisici'n. 6amentablemente los c$taros espa-oles no !an dejado rastros arquitect'nicos, ni tampoco enterramientos que !ayan sobrevivido al paso de los siglos, ni muc!o menos castillos o fuertes. i podemos establecer algunas rutas c$taras, no es tanto para buscar restos de la !erej"a, sino para conocer los lugares donde discurri' la vida de los c$taros espa-oles del siglo *@@@ y *@#. 4n viaje que, ya de por s", apasionante. LA &RIMERA DIOCESIS CATARA DEL >ALLE DE ARA' 0n 11L7 no eist"an iglesias disidentes en 0spa-a. 6as actas del concilio c$taro celebrado en ant B(li de ?araman! en 11L7 Alos m$s antiguos documentos c$taros que se !an encontrado y sobre cuya autenticidad no est$n de acuerdo todos los !istoriadoresA no mencionan ning+n grupo constituido a este lado de los pirineos. 8an solo se cita al obispo c$taro del #alle de r$n, ;am'n de ?asals, que particip' en las deliberaciones. e !a repetido que el concilio fue convocado por /iIitas, patriarca de la iglesia c$tara de ?onstantinopla, llegado a ccitania para regulari&ar las nacientes comunidades seg+n los rituales y principios de las %iglesias madres de sia%. Parece un buen arranque para la !istoria del catarismo espa-ol pero, lamentablemente, !ay sombras de duda sobre el episodio. lgunos !istoriadores recuerdan que solamente un teto da cuenta de este concilio e incluso sostienen que se trata de un documento esp+reo, entre otros motivos por la referencia a la di'cesis %aranensis%. 6a forma correcta de epresi'n !ubiera sido $allis 'rani , de 'ranno, de 'ran, #omo de 'ranno ,
barones de 'rán, etc., pero nunca aranensis . )oy, la cr"tica !ist'rica no se !a puesto
completamente de acuerdo sobre el episodio. ea como fuere, a finales del siglo *@@ en 119 una constituci'n del ;ey Pedro, promulgada en Ferona, ordena la epulsi'n del reino de los !erejes. 0l fragmento m$s significativo dec"a as" "e #ace saber que si alguien noble o plebeyo descubre en nuestros reinos a un #ereje y lo mata o mutila lo despoja de sus bienes o le causa cualquier otro daño no será castigado antes al contrario merecerá nuestra gracia" .
pesar del dramatismo de la constituci'n, no ocurri' absolutamente nada. ibilinamente el ;ey Pedro !ac"a alusi'n a los %valdenses%, apenas presentes en sus dominios, pero nada dec"a de los c$taros que ya go&aban de cierta implantaci'n entre la noble&a de los condados pirenaicos. #entura ubirats opina que se trat' "de una maniobra destinada a e$itar los duros golpes que se anunciaban en el #ori&onte"
desde que @nocencio @@@ ocup' la silla de an Pedro. ASI &E'ETRO EL CATARISMO E' LA CORO'A DE ARAGO' pesar de la escasa documentaci'n eistente, es f$cil establecer c'mo se etendi' el catarismo en la ?orona de rag'n. l !ablar del catarismo occitano se enfati&a el papel de la noble&a, pero se suelo olvidar que eisti' una burgues"a y un artesanado que constituyeron lo esencial de su implantaci'n entre la poblaci'n. Muc!os c$ratos occitanos fueron comerciantes, viajaban con frecuencia, aprovec!aban cada etapa para reali&ar proselitismo y buscar apoyos. e encontraban c$taros entre los artesanos, especialmente en el gremio de tejedores, !asta el punto de que, entre los siglos *@@@ y *@#, ejercer este oficio demostraba la condici'n de !ereje. 6a relaci'n entre el comercio y la epansi'n del catarismo se remontan ya a los or"genes. 6os primeros misioneros b+lgaros que llegaron a ccitania para epander su fe eran mercaderes en telas. 8en"an facilidad para establecer v"nculos comerciales entre :i&ancio y ccidente y sus establecimientos fueron centros de difusi'n !er(tica. 0l catarismo encontr' en las mujeres a sus primeras y principales difusoras. 0n un tiempo en que la mujer ocupaba un lugar muy secundario en la sociedad, el !ec!o de que las de una localidad coincidieran en las tiendas de los tejedores, unido al mayor respeto Ae incluso ideali&aci'nA con que la mujer era tratada en tierras occitanas, !i&o que se formaran c"rculos femeninos en torno a estos comercios que, luego, en una fase siguiente de evoluci'n, desembocasen en la creaci'n de iglesias. 6as mujeres llevaron, primero a sus !ijos, luego a sus !ermanos, m$s tarde a sus padres y, finalmente, a sus maridos. 6a inquisici'n llam' a estas tiendas "operatoria #aereticum". lgunas &onas occitanas eran fundamentalmente ganaderas. e criaban ovejas cuya lana iba a parar a los !iladores y tejedores c$taros. medida que fue aumentando la dure&a de la @nquisici'n, muc!os c$taros optaron por dedicarse al pastoreo y permanecer aislados en la monta-a durante largos per"odos de tiempo. De esta forma,
todo el circuito de producci'n de pa-os y tejidos, qued' en manos de los c$taros. l producirse el c!oque entre la monarqu"a aragonesa y los cru&ados de im'n de Monfort, el tr$fico de tejidos de uno a otro lado de los Pirineos, qued' interrumpido. 6as industrias laneras establecidas en ?atalu-a no eran suficientes para abastecer a toda la poblaci'n. a por entonces Franollers, abadell, :a-olas, 8ortosa, 8arrasa, #alls, Ferona, 6a :isbal, ;ipoll, eran los principales centros laneros catalanes al iniciarse el conflicto c$taro. Dado que no eist"an suficientes tejedores y cardadores catalanoAaragoneses, se importaban grandes cantidades de estos productos de ccitania. e estableci' una %ruta del tejido% que pasaba desde Montpelier a :arcelona a trav(s de :e&iers, /arbona y Perpi-$n. l iniciarse la cru&ada de im'n de Monfort esta ruta qued' interrumpida pero a principios del siglo *@# la lana era vendida en :arcelona "por muc#os maestos #ombres y mujeres $enidos de otras tierras" seg+n escr"b"a ;omeu Mart"n, %batlle% de la ?iudad ?ondal al ;ey Gaime @@. Pues bien, buena parte de estos %venidos de otras tierras% eran supervivientes del catarismo occitano. LA RUTA DELS 8O'S *OMES :erga fue uno de los m$s tempranos focos de epansi'n c$taro. un !oy, como veremos, eiste una Fran ;uta llamada de los %!ommes bons% que conduce por inusitados caminos pirenaicos desde esta poblaci'n !asta el castillo de Montsegur. e sabe por documentos inquisitoriales que el guardi$n del castillo de Gosa del ?ad" trajo a un grupo de %ancians% c$taros para que reali&aran los primeras ceremonias del %consolamentum% en tierra catalana. partir de 1=>, los inquisidores de 8olosa advirtieron la presencia de !erejes en :erga y Gosa. 6a @nquisici'n pudo advertir que en el concilio c$taro de Pieusa, un centenar de !erejes, constituy' el obispado del ;a&(s pues bien, a esa reuni'n asisti' el di$cono c$taro catal$n Pere de ?orona. ?orona y otros correligionarios suyos del ;a&(s reali&aron un visita por los n+cleos !er(ticos catalanes. 6a @nquisici'n pudo reconstruir la ruta que siguieron, significativa para conocer la implantaci'n c$tara en ?atalu-a. De Mirepoi pasaron a Huer y de a!" a 6a 8our de Huerol. ;amon de Gosa, se-or del castillo de Gosa del ?ad", los recibi' y present' a otros caballeros, igualmente !er(ticos como (l. 6uego fueron a ?ervera y :erga, alcan&aron las monta-as de la ?erda-a y permanecieron durante largo tiempo en la casa pairal de rnau de 6agentis de donde acud"an a 8errida con cierta frecuencia. 0n este pueblo eist"a un n+cleo !er(tico que, sin duda, contaba entre sus miembros con gente importante y econ'micamente muy pudiente. ?uando el rey de Brancia y el ?onde de 8olosa firmaron la pa&, estos misioneros c$taros regresaron a su pa"s. LA FE *ERETICA DEL SEOR DE OSA ;am'n, e-or de Gos$ era, en esos tiempos, el gran valedor de los c$taros catalanes. Debi' abjurar para salvar la vida en dos ocasiones C1=1J y 1=><. nte el
obispo de 4rgel de #ilamur, prometi' no prestar m$s ayuda a los %ancians%. Gur' incluso que los perseguir"a. /ing+n !istoriador serio opina que esta retractaci'n fue sincera la impresi'n generali&ada es que se trat' de una medida pol"tica. ?uatro a-os despu(s de la +ltima abjuraci'n, prosegu"a la agitaci'n c$tara en :erga y en las monta-as del ?ad". 4n inquisidor, fray Poncio de 0spira, fue envenenado y otro, :ernat 8ravesser, result' asesinado. 0l ar&obispo Fuillem de Montgr", convocaron acciones armadas contra los castillos de los se-ores feudales que proteg"an a los c$taros catalanes. 6os incidentes debieron ser tan graves que suscitaron un carta del abad de an Guan de las badesas al obispo de 0lna. 8anto Gaime @ como el obispo Fuillem de Montgr" no ten"an la m$s m"nima duda sobre quien era el instigador oculto de estas actividades sediciosas ;am'n de Gosa a quien convocaron en la catedral de 8arragona. #entura ubirats, rescatando un documento del rc!ivo ?apitular de 4rgel, eplica que "en $ista de las pruebas que poseían confes algunas de las cosas de que se le acusaba. 'cab suplicando con muc#as lágrimas e insistencia que se le perdonase/ puso su tierra en manos de la 1glesia y del =ey/ y $ol$i a prometer a riesgo de $erlos confiscados que no permitiría la #erejía en sus dominios". 4na ve&
m$s, por tercera ve&, ;am'n de Gos$, jur' en falso. 8anto (l como su !ijo murieron %consolados% por los c$taros a quienes defendieron, escondieron y favorecieron. 0l a-o 1=5L, la enemistad entre el obispo de 4rgel y el conde Boi, ;oger @#, provoc' que el primero lan&ara la @nquisi'n contra los dominios de (ste en :erga. 6o que, inicialmente, deber"a !aber sido una tarea de intimidaci'n y persecuci'n de algunos casos aislados, se transform' en una operaci'n religiosoAmilitar, tras comprobarse la etraordinaria etensi'n de la !erej"a en la &ona. lg+n erudito local nos !a asegurado que la casi totalidad de la poblaci'n de :erga era c$tara y, ciertamente, sino la totalidad, est$ claro que el contingente !er(tico debi' ser importante a la vista de las importantes fuer&as movili&adas para reprimirla. 6os inquisidores Pere de 8enes y Berrer de #ilarroja, encargado de la operaci'n, junto al obispo de 4rgel, entraron amparados por fuertes contingentes armados en Puigcerd$, :erga y Gos$. 6os abusos cometidos y la indignidad del obispo de 4rgel, !icieron que el #aticano lo relevase de su ministerio. ;aimundo de Pe-afort aconsej' a los dos inquisidores que volvieran a la &ona y convencieran a la noble&a local de que cesara su apoyo a los !erejes. 6a opini'n del futuro an ;aimundo de Pe-afort supon"a algo m$s que un consejo paternal, era la opini'n autori&ada de quien fuera, durante un tiempo, bra&o derec!o de Gaime @. /uevamente las investigaciones colocaron a la familia Gosa en el centro de la trama. 6os !uesos del e-or de Gosa fueron desenterrados y quemados, pero su !ijo,
siguiendo la pol"tica de su padre, consigui' reconciliarse con el ;ey y la @glesia. olo as" conserv' sus dominios. 0l 11 de enero de 1=5, quince a-os despu(s de la ca"da de Montsegur, fue emitida la sentencia contra Fuillem ;am'n de Gosa y su madre, 8imbors, en el convento de anta ?aterina, propiedad de los dominicos de :arcelona. 0stuvieron presentes el rey Gaime @, el famoso caballero Falcer$n de Pin's y Pedro de Montcada, obispo de la ciudad. 6lama la atenci'n que los e-ores de Gosa, despu(s de tantas retractaciones y juramentos en falso, siguieran contando con el apoyo y el respeto de las jerarqu"as c$taras. De !ec!o, la iniciaci'n c$tara b$sica supon"a solo la adquisici'n de un compromiso de perfecci'n personal. a !emos visto que eist"a otro rito Ael de la %?onvinen&a%A destinado a los creyentes deseosos de ser consolados, pero a quienes su estado conduc"a a !acer mal Cguerreros< o transgredir sus votos. 6a !erej"a les permit"a reali&ar una %declaraci'n de intenciones% ante un %perfecto%. 0ste les absolv"a de la culpa a reali&ar o, en caso de combate y muerte, les pod"a consolar in articulo mortis. i sal"an con vida no quedaban ligados por el voto a menos de comprometerse de nuevo. 8odo induce a pensar que los e-ores de Gos$ utili&aron este rito para retractarse oficialmente, pero sin romper con la !erej"a. CATAROS ) TEM&LARIOS E' EL ROSELLO' ) LA CERDAA /o lejos de all", en la misma (poca, el ;osell'n y la ?erda-a, vinculados a la ?orona de rag'n, eran focos !er(ticos. 6as familis nobles del llano del ;osell'n estaban ligados por mil v"nculos a las occitanas. Por otra parte, los v"nculos econ'micos eran de tal calibre que resultaba imposible distinguir donde empe&aba y terminaba cada una de las regiones. e ignora si el conde del ;osell'n, /u-o ans fue c$taro, pero no se alberga la menor duda que la mayor parte de la noble&a de la &ona tom' partido contra im'n de Monfort. 0l resultado adverso de la cru&ada para las armas occitanas y aragonesas, acarre' la represi'n contra estos nobles. 6a familia de los /iort figur' entre las m$s represaliadas. Fuillem de /iort, %veguer% para la ?erda-a y ?onflent, result' condenado a cadena perpetua por !erej"a en 1=>L. 0l Papa Fregorio @* !ab"a insistido reiteradas veces en su condena. Fuillem reconoci' que, no solo era c$taro, sino que adem$s !ab"a ayudado a la propagaci'n de la !erej"a en sus dominios. 0ntre los testigos de su condena figuraba el preceptor de la ?asa de los 8emplarios en el Mas Deu. in embargo, los templarios pudieron establecerse en el ;osell'n y la ?erda-a gracias a dos familias, los :lanc!efort y los /iort. 0n 11J7 los monjes guerreros se instalaron en ?ampagneAsurAude en terrenos cedidos por los /iort. Pero todo esto no impidi' que el resultado adverso de la cru&ada contra el catarismo entra-ara el epolio de las propiedades de la familia. 6os v"nculos entre la familia y el catarismo llegan !asta el punto de que el defensor de Montsegur, PierreA;oger de Mirepoi, era yerno de
;am'n de /iort, mientras que ;am'n de Perel!a, e-or de Montsegur era su cu-ado. Poco antes de la ca"da de Montsegur, en la /avidad de 1=J> un enviado del ?onde de 8olosa y del e-or de /iort, cru&' las l"neas enemigas y lleg' a la fortale&a. 0scot de :elcaire, que as" se llamaba el emisario, comunic' a los defensores que se encender"a una !oguera en la cumbre del :idorta, una monta-a visible desde la cumbre de Montsegur, "si el conde de +oulouse arreglaba bien sus asuntos" . 8ras la marc!a del emisario, la !oguera se incendi', efectivamente, a los pocos d"as. olo entonces se produjo el episodio ya narrado de la salida de dos defensores del castillo llev$ndose consigo un cargamento cuya naturale&a se ignora. Dado que la familia /iort ten"a dominios en ;ennesAleA?!Yteau, algunos !an podido suponer que el Padre :erKnger auni(re encontr' en esta localidad el tesoro que los dos c$taros !abr"an puesto !abr"an salvado in etremis de los cru&ados de im'n de Monfort. e trata de una improbable leyenda que citamos solo a modo de curiosidad Cver ;uta de ;ennesAleA?!Yteau, p$g <. CATARISMO E' EL E'TOR'O DE AIME I 0l se-or de 8ermes, "$iejo de mente depra$ado y #ereje demostrado" , seg+n la cr'nica de la cru&ada, era otro noble con posesiones en ?atalu-a. 0n efecto, livier de 8ermes fue amigo y compa-ero de batallas de Gaime @. u padre, ;am'n de 8ermes, muri' v"ctima de malos tratos en las ma&morras de ?arcassona, donde im'n de Monfort lo !ab"a encerrado. u viuda, cas' con :ernat )ug de errallonga, a su ve&, ecomulgado en 1=J= por su vinculaci'n a la !erej"a. 6a inquisici'n tem"a que siendo 8ermes y /iort, se-or"os pr'imos a la frontera, el entusiasmo de las familias nobles de la &ona, se contagiara a la otra vertiente pirenaica, como de !ec!o as" ocurri'. 0s de destacar que una parte considerable de los nobles catalanes de los que su fe c$tara es conocida, fueron amigos o pares de Gaime @ 0l ?onquistador, !asta el punto que el investigador tiene el derec!o de preguntar, qu( pensaba eactamente el buen ;ey Gaime sobre la !erej"a. Distintos documentos !ist'ricos indican que no compart"a en absoluto sus postulados, sin embargo, el !ec!o de que el futuro rey fuera !ec!o prisionero tras la batalla de Muret en la que su padre di' la vida por la causa c$tara, debi' de predisponerlo a ver, como m"nimo, con indulgencia a la !erej"a. Por otra parte, algunas leyendas que circulaban por la ?atalu-a medieval y que !an llegado !asta nuestos d"as son suficientemente significativas de las relaciones entre el ;ey Gaime y la @glesia, que distaron muc!o de ser buenas. e cuenta que el confesor del rey, an ;aimundo de Pe-afort, lo acompa-' a la campa-a de Mallorca. 0l rey llev' consigo a su amante, :erenguela, !ec!o que contrari' etraordinariamente al anto. 0ste intent' abandonar la isla pero el rey !ubo ordenado que ning+n nav"o lo admitiera. 0l anto, finalmente, !ubo de etender su capa sobre las aguas del mar, anudar un etremo a su callado y venir flotando !asta los
acantilados rocosos que, en otro tiempo, se situaban en la barcelonesa pla&a de ntonio 6'pe&, justo donde !oy se al&a el edificio de ?orreos y 8el(grafos. 6eyenda piadosa y edificante sobre las bondades de este santo que tanto tiempo dedic' a impedir la propagaci'n de la !erej"a, nos indica, finalmente, que !ubo rivalidad y resquemor entre @glesia y ?orona. 2Por motivo del catarismo3 abemos que el ;ey Gaime ac!ac' la derrota de Muret a !aber tomado partido su padre por el bando equivocado. Para (l Dios estaba con el bando %franc!imano%. Pero la opci'n de Pedro @@ y los detalles y relatos legendarios que afloraron en el ;eino de rag'n en aquella (poca, son suficientemente significativos de las frecuentes tensiones entre el papado y los monarcas. Por otra parte, la opci'n del rey Pedro y de su !ijo en favor de muc!os nobles c$taros, !ay que encuadrarla dentro del conteto feudal, en el que cada nivel jer$rquico recib"a vasallaje del inferior a cambio de ser protegido por el superior. 0n la 0dad Media occidental la %fides% caballeresca se situ', frecuentemente, por encima de la %fe% religiosa. Pedro @@ fue a Muret a luc!ar por sus vasallos, aun teniendo el calificativo de %el ?at'lico%. Gaime @, igualmente, ayud' a los nobles c$taros que le !ab"an servido fielmente a pesar de sus cr"ticas a la !erej"a. %0l ?onquistador% intervino, por ejemplo, a favor de ;obert de ?astellA;osell' cuando este se fug' de la prisi'n inquisitorial y se !i&o fuerte en su castillo. bsuelto por an ;aimundo, debi' prometer acompa-ar a Gaime @, con su mesnada, a la conquista de #alencia cosa que cumpli', a pesar de las protestas del obispo de 0lna que ve"a en (l al cabecilla de la @glesia c$tara de su di'cesis. tro tanto ocurri' con ;am'n de Malloles y su esposa, 0lena. ?onsiderados ambos como c$taros por el tribunal reunido en ant Miguel de ?ui$, el matrimonio aleg' que la condena se !ab"a obtenido con falsos testimonios y apel' al papa, el cual reconsider' el caso y anul' el edicto condenatorio. in embargo, tres a-os despu(s el abad mitrado de an Guan de las badesas, ju&g' nuevamente a la pareja que, tras ser condenada, vi' como sus bienes les eran epoliados. tro noble rosallon(s, Fuill(n de ?lair$, corri' peor suerte y result' quemado por !ereje y relapso. LA *EREIA E' LOS CO'DADOS ULTRA&IRE'AICOS Perpignan, en esa (poca, se encontraba rebosante de !erejes, no solo !uidos de ccitania, sino, sobre todo, aut'ctonos. )acia mediados del siglo *@@@, la presencia c$tara era masiva y los procesos que se desarrollaban en 8olosa, ?arcasona demostraron que la frontera no eist"a para los !erejes. 6a inquisici'n empe&' a citar a s+bditos de Gaime @ en tierra ccitanas el rey epres' su protesta al papa @nocencia @#, el cual emiti', poco despu(s, una bula en la que ordenaba que los inquisidores de tierras occitanas no convocaran m$s a s+bditos de la ?orona de rag'n. Pero siguieron los abusos y las protestas reales, !asta que el ;ey envi' a dos frailes ante la inquisici'n de 8olosa y el r&obispado de /arbona para asegurarse que sus s+bditos no ser"an
molestados y que se cumplir"a el deseo del papa. Fracias a esta medida Aque una ve& nos demuestra la predisposici'n de Gaime @ a impedir que cayeran en manos de la @nquisici'nA casi ning+n c$taro de su reino se vi' implicado en los cientos de procesos que se desarrollaron entre 1=JL y 1=5 en tierras occitanas, tras la ca"da de Montsegur. 0n 1=5> los dominicos encarcelaron a un grupo de !abitantes de Benouillet, feudo de Gaime @. 0n 1=5L se produjeron nuevos arrestos en la &ona y, a partir de ese momento, da la sensaci'n de un aumento de la presi'n inquisitorial sobre los feudos ultrapirenaicos de Gaime @. partir de entonces, el rey, qui&$s por prudencia, o por que considera que la !erej"a se !ab"a etendido demasiado, ofreci' menos resistencia a las detenciones. )ugo de aissac, !ijo del c$taro, Pedro de Benouillet, fue, as" mismo c$taro. )ab"a tomado parte en la conquista de G$tiva y el rey Gaime lo ten"a en alta estima. 0n 1=5, la @nquisici'n lo convoc' en la sala capitular del convento de los dominicos de Perpignan. 0staban presentes, el rey y los obispos de 6(rida y :arcelona. Pedro de 8enes fue nombrado @nquisidor del ?ondado y, all" mismo pronunci' la primera sentencia contra dos c$taros que fueron quemados en la pla&a de 6a ?anorga. 6os vi&condes de Benouillet, cru&aron los Pirineos y se afincaron en @lla, de donde tomaron el t"tulo nobiliario. 0n 1=L1 la @nquisici'n ccitana les desposey' de sus posesiones en Benouillet. 4n a-o despues, ya fallecido, Pedro de Benouillet, fue condenado por !ereje y sus !uesos e!umados y quemados. u familiar, Pedro de aissac, ingresado en la rden de los 8emplarios, fue igualmente condenado al poco de fallecer. 6a @nquisici'n desenterr' su cad$ver sepultado en la ?omander"a de Mas Deu y sus !uesos, igualmente, fueron entregados a la !oguera. 0l ?onflent, en aquella (poca bajo la influencia de la ?orona de rag'n, result' tambi(n salpicado por la actividad inquisitorial. 0n 1=L result' procesado el poderoso Pons de #ernet, cabe&a de una de las familias m$s nobles, pares del conde /u-o ans. migo del ;ey Pedro el ?at'lico, ya !ab"a muerto cuando la @nquisici'n advirti' su pertenencia a la !erej"a no pudiendo nada contra el padre, volvieron sus armas contra su !ijo, buen amigo de Gaime @, al que acompa-aba siempre que se despla&aba por sus dominios del ;osell'n. pesar de las presiones eclesi$sticas, Gaime @ restituy' los bienes y la fama de los #ernet, si bien es cierto que a costa de una sustanciosa suma. 6os #ernet se encontraron al borde de la ruina y !ubieron de vender sus propiedades al /orte de los Pirineos. 0n 1=L1 permutaron las fortale&as de Millars, 8altaull y 8orrellas, por la villa costera de ?adaqu(s donde se asentaron. 0n 1=LL fue condenado t de Paretstortes y desposeido de sus bienes. #entura ubirats nos dice de (l que "era el %ltimo de los señores #erejes que quedaban de los que en E4E5 firmaran la constitucin de pa& y tregua en pre$isin de la luc#a abierta con los cru&ados de imon de *ontfort". Pero
a este lado de los Pirineos subsisti' durante muc!o m$s tiempo la !erej"a y su
influencia entre las capas populares y la noble&a. LOS *EREES E' LOS >ALLES &IRE'AICOS a !emos comentado que el #alle de r$n fue el primer foco de difusi'n del catarismo en el ;eino de rag'n. 6a afinidad fon(tica con las poblaciones occitanas y la proimidad geogr$fica operaron el contagio. Por lo dem$s, muc!os comerciantes occitanos se !ab"an establecido en distintos punto de la Pen"nsula @b(rica llegando a constituir barrios separados en villas pirenaicas C0stella, Gaca, Pamplona<. tro tanto ocurri' en el #alle dRr$n que, a partir, del supuesto concilio de ?araman! cont' con un obispo c$taro, ;am'n de :aimiac. u trayectoria fue, sin embargo breve. itiado la ciudad de 6avaur en 111, se rindi' y ;am'n de :aimiac, uno de sus defensores, result' encarcelado. Por entonces la @nquisici'n admit"a la conversi'n de jerarqu"as c$taras. 8ras el abandono de la f( c$tara, ;am'n de :aimiac descoll' en el cristianismo occitano llegando a ser can'nigo de aint ern"n de 8oulouse. #entura ubirats piensa que "la con$ersin de su obispo di al traste con la naciente iglesia aranesa" . 8odo induce a pensar que, si bien, en relaciones posteriores de iglesias c$taras, la del #alle de r$n no figur' nunca m$s, algunos !erejes lograron que su fe subsistiera en la clandestinidad. Discretos, en ocasiones, clandestinos en otras, o declar$ndolo abiertamente, el catarismo progres' en ?atalu-a, especialmente durante la primera mitad del siglo *@@@. 0n 1=1 el rey Pedro el ?at'lico promulg' una nueva constituci'n, renovando las condenas contra los !erejes de 119. #entura ubirats dice al respecto "nos consta que ya desde muy antiguo las altas esferas de la sociedad catalana estu$ieron en contacto con el catarismo acti$o%. s" fue, en efecto, la misma !ermana del ;ey Pedro,
0leonor, casada con ;am'n #@ de 8oulouse, se !ac"a acompa-ar en sus despla&amientos de damas de compa-"a, manifiestamente c$taras. Dama Bi&$s, emparentada con Pedro de an Miguel, de familia c$tara, acompa-' a ;oma a 0leonor y llev' en el s(quito a algunos %ancians% c$taros. s" mismo, un di$cono c$taro acompa-aba al escudero, Pere de ?astelar, incluso a celebraciones religiosas en el palacio apost'lico. olo en esas ocasiones, el di$cono abandonaba su tradicional vestido de lino y se enmascaraba con los !$bitos de peregrino. LA I'-UISICIO' E' CATALUA Prueba de la preocupaci'n que caus' la etensi'n de la !erej"a en ?atalu-a fue el encargo del Papa a los dominicos de :arcelona, para que instituyeran el 8ribunal de la anta @nquisici'n. 0n efecto, el =L de mayo de 1=>=, Fregorio @* !ab"a enviado una bula al ar&obispo de 8arragona en la que mostraba su alarma por la propagaci'n de la !erej"a en esta di'cesis, conmin$ndole a que la etirpara ayudado por los dominicos. 8res a-os despu(s, el 1L de mayo de 1=>5, el obispo de #ic y el prior de los dominicos barceloneses, fueron encargados de investigar si, eist"an desviaciones !er(ticas en todos los establecimientos religiosos del principado, "sin distincin de orden se,o o
edad" .
0l establecimiento de la @nquisici'n en ?atalu-a se produjo solo tres a-os despu(s de su aparici'n en ccitania. 0st$ claro que el inicio de actividades inquisitoriales a (ste lado de los Pirineos, se produjo cuando el papado advirti' la etensi'n que estaba tomando la !erej"a. Por otra parte, an ;aimundo de Pe-afort tom' particular inter(s en traer a su tierra esta instituci'n en cuya formaci'n !ab"a tomado parte en calidad de dominico. 0n 7 de febrero de 1=>>, Gaime @ se reuni' con la naciente @nquisici'n catalana. an ;aimundo de Pe-afort asisti' #entura ubirats sostiene que fue el autor del estatuto de =L art"culos en el que el rey daba instrucciones sobre el m(todo para reprimir la !erej"a. 6os sospec!osos, por ejemplo, deb"an ser apartados del ejercicio de cargos p+blicos, se pro!ib"a leer la :iblia en otra lengua que no fuera el lat"n, se eclu"a de las constituciones de pa& y guerra a los "#erejes y a sus fautores o protectores" y, finalmente, se encargaba a un cl(rigo para que, junto con dos o tres legos, designados por la autoridad civil, buscaran, parroquia por parroquia, a sospec!osos. 6os dominicos fueron imponi(ndose y, a los pocos a-os, todas las investigaciones corr"an eclusivamente a su cargo, sin control o supervisi'n civil. 6a llegada de la @nquisici'n se impuso tras la llegada masiva de refugiados occitanos que, !uyendo de la cru&ada, epandieron su credo. 0l !ijo del joven conde 8rencavel de ?arcassona, encontr' refugio en la corte de Gaime @. #entura ubirats comenta "+renca$el se refugi con todo su séquito la mayoría #ereje como así mismo lo eran los garantes del pacto que =emn 011 de +olosa y el $i&conde +renca$el firmaron en Barcelona el E5 de octubre de E4KE a fa$or de 9aime 1" .
8ambi(n cuenta el curioso caso de "@ere de anta :oloma y su #ermana 'dalais establecida en :ataluña de manera tan definiti$a que ol$idando a su marido @onU de :astell tom a =amon de Lastors como segundo esposo y cuando el primero $ol$i $i$i con ambos en nuestra tierra".
4na leyenda cuenta que al caer Montsegur, su defensor, Pierre ;oger de Mirepoi, llev' el tesoro de la @glesia ?$tara a ?atalu-a. pesar de las especulaciones sobre la naturale&a de ese tesoro y su destino final, nada se !a logrado averiguar !asta la fec!a. Parece l'gico, en cualquier caso, que el e-or de Mirepoi intentara poner en un lugar seguro los preciados bienes que recibi' en custodia. , desde luego, el lugar m$s seguro era a este lado de los Pirineos. LAS RETRACTACIO'ES# CATAROS A&OSTATAS ?uando todav"a se combat"a en ccitania, Montsegur se aprestaba a la defensa y el castillo de Huerib+s iba a resistir todav"a durante unos a-os, los eiliados c$taros !ab"an conseguido etenderse !asta 8arragona, mpurias, Mallorca y #alencia, 6(rida y ndorra. /o !ubo, pr$cticamente ninguna comarca del ;eino de rag'n donde los
%bons !omes% no estuvieran presentes. 6a labor de la @nquisici'n resulto, empero, efica&. 0n los +ltimos a-os del siglo *@@@, cincuenta despu(s de la ca"da de Montsegur, el catarismo !ab"a desaparecido como realidad organi&ada en el ;eino de rag'n, pero persist"an n+cleos clandestinos, all" donde eistieron focos !er(ticos de relativa importancia. 0s f$cil pensar que en las calles gremiales de ciudades y pueblos, all" donde se concentraban los tejedores y oficios relacionados con la lana, all" debieron eistir n+cleos c$taros e, igualmente, en las &onas de pastoreo trans!umante. 8ambi(n se sabe que muc!os antiguos c$taros que se retractaron fueron condenados en penitencia a ir a las cru&adas en 8ierra anta o a combatir a los musulmanes en 0spa-a, o incluso, en los casos de mujeres, ni-os y ancianos, a coloni&ar las &onas en aquellos momentos reci(n conquistadas al @slam. 6a frontera en disputa estaba en aquellos tiempos en 6evante Mallorca se acababa de conquistar es presumible que all" se asentaran contingentes que !ab"an militado en el catarismo y que, sinceramente o por la fuer&a, abjuraron y se reconciliaron con la @glesia. pesar de lo tentador que es pensar en una supervivencia clandestina de la !erej"a en nuestro territorio, lo cierto es que, ni en 0spa-a, ni en ccitania, los c$taros estuvieron en condiciones de mantener su f( durante muc!as d(cadas solamente entre las iglesias !er(ticas de los :alcanes lograron prolongar su eistencia !asta la invasi'n turca. 0stamos persuadidos que estos n+cleos fueron etingui(ndose uno tras otro, a medida que la intensificaci'n de la actividad inquisitorial fue !aciendo imposible el mantenimiento, siquiera clandestino, de la !erej"a. 0n 6(rida los c$taros se beneficiaron de una amnist"a del obispado en 1=J. 6a +nica condici'n era que la retractaci'n fuera p+blica y aceptaran la penitencia impuesta. ?omo m"nimo desde 1=> eistieron c$taros en la capital de la 8erra Berma. /o todos los miembros de la comunidad !er(tica leridana se acogieron al perd'n en 1=57 consta una confiscaci'n de bienes de un c$taro difunto. 0n ?iurana y en las monta-as de Prades, eistieron tambi(n n+cleos c$taros importantes e intocables !asta finales del siglo *@@@ y principios del *@#. 8ambi(n en 6ourdes eisti' una iglesia c$tara. LA CASA DE MO'TCADA ) LA *EREIA 0n el condado de mpurias se produjeron !ec!os muc!o m$s virulentos. 0l conde )ugo @# declar' la guerra al obispo de Ferona, por una cuesti'n de l"mites y competencias marc!' contra (l con "tropas albigenses refugiadas en 'mpurias". 6a disputa surgi' por el dominio de algunas villas C4ll$, Boi$, 6a :isbal y :$scara<. 0ntre los c$taros combatientes, #entura ubirats cita a :ernat de Portella, defensor de 8oulouse contra im'n de Montfort. tros autores !an sostenido que siguieron eistiendo c$taros en las monta-as del mpurd$n !acia principios del siglo *@#. 6as fuentes son escasas, pero, al parecer,
Fuillermina de Montcada, viuda de un !ermano de Gaime @@, termin' combatiendo contra el obispo de #ic, por una disputa territorial. #entura ubirats, a quien seguimos, sin creer tales afirmaciones, cita un teto de Parassols Pi, en el que (ste cuenta como Fuillermina "se present en la $illa de +orell acompañada de los partidarios del :onde de Hoi, restos de la abominable #erejía albigense que tenían trastornada la alta montaña con sus fec#orías. 'l asociarse con los #erejes perdi la de *ontcada las simpatías de los que antes le fa$orecieran" . /osotros estamos llevados a pensar
que, efectivamente, fue as" y que la noble familia de los Montcada Apor lo menos alguna ramaA fue una de las que m$s activamente apoyaron a la !erej"a en ?atalu-a. 4no de los c$taros presos tras la ca"da de Montsegur di' el nombre de %Fuillemo ;amundi Moncade% quien termin' con sus !uesos en las ma&morras inquisitoriales de ?arcasona y que solo fue liberado seis a-os despu(s. 6os Montcada remontan su linaje a los %nueve barones de la fama% y a la leyenda de tger Nat!alon, m"tico fundador de ?atalu-a. ?iertamente, la familia prosper' a uno y otro lado de los Pirineos y si bien cuentan en su !aber con figuras de la talla de la reina 0lisenda de Montcada cuyas escudo y ataud se encuentran en el Monasterio de Pedralbes, tambi(n es cierto que la rama bearnesa simpati&' con la !erej"a y resulta posible pensar que contagiara a otras. LA DIAS&ORA DEL CATARISMO CATALA' )acia el +ltimo cuarto del siglo *@@@, los inquisidores descubren que algunos c$taros catalanes estaban !uyendo !acia la 6ombard"a italiana. Bue el principio de la di$spora que, cien a-os despu(s, llevar"a a algunos de nuestros %bons !omas% a lbania y ugoslavia. 0n 1=7 uno de los c$taros detenidos por el asesinato de los inquisidores de vi-onet, declara que diecisiete a-os antes se !ab"a trasladado al norte de @talia y en Piasen&a encontr' a un %ancian% de origen catal$n. 6uego, en Pav"a, se relacion' con una comunidad !er(tica catalana relativamente etendida. 8ambi(n supo de una comunidad similar en pulia, formada por tejedores, que luego se establecieron en lessandria. 0ra claro que !ab"a sonado la !ora de la di$spora para el catarismo catal$n. l otro lado de la frontera ya !ab"a ocurrido lo peor. 6a represi'n y el resultado adverso de la cru&ada para los c$taros occitanos, retrajo a la mayor parte de la noble&a y a muc!os burgueses de las filas !er(ticas. a !emos visto que el establecimiento de la @nquisici'n en el ;eino de rag'n, provoc' que fuertes contingentes c$taros !uyeran !acia 6ombard"a. 0ntre estos figuraban los dos !ermanos utier, !ijos del notario de AlesA8!ermes, cerca de la frontera con ndorra. 6os dos !ermanos utier regresaron a su territorio en 1=9 y reconstruyeron un peque-o grupo clandestino de treinta c$taros, a pocos Iil'metros de Montsegur. 0l > de mar&o de 1>=, el conde de Boi, ;oger @@@, agoni&ando en 8arasc'n, llam' a Pierre
utier para recibir el consolamentum. ?on todo, la mayor parte de fieles reclutados por utier eran pastores piren$icos, pero a pesar de su aislamiento, el grupo progres' pronto !asta llamar la atenci'n de :ertrand Fui, el temible inquisidor de 8olosa. Delatado por un traidor, Pierra utier y la mayor parte de su grupo, fueron detenidos y quemados el 9 de abril de 1>11. 6as cifras que nos ofrece #entura ubirats sobre este caso son espelu&nantes "3II sentencias MI condenados a la #oguera I cadá$eres e,#umados y quemados 4I $i$iendas rurales arrasadas y el resto eran penas de cárcel porte de cruces peregrinajes etc." .
GUILLAUME 8ELI8ASTE= EL ULTIMO &ERFECTO 6a !abilidad de utier consisti' en preveer lo que pod"a ocurrir y establecer comunidades clandestinadas en el sur del pa"s, justo en la frontera con ?atalu-a. 0l paso de frontera se reali&aba por 6a 8or de Huerol. 0l primero en seguirla fue un sacerdote cat'lico pasado al catarismo. tro fue Fuillaume :elibaste, jerarca c$taro fugado de la c$rcel de ?arcasona en 1>1. 0ra disc"pulo de Pierre utier, y tras su fuga !uy' a ?atalu-a donde represent' la legitimidad c$tara durante die& a-os. :elibaste ejerci' en ?atalu-a el oficio de fabricante de peines de tejedor. 0n 1>1> viaj' a Bli y 6(rida, amparado por comunidades c$taras. Dos a-os despu(s !ab"a descendido !asta Morella. e le vio por ant Mateu a pocas leguas de Morella, celebrando reuniones cada ve& m$s numerosas y logr' que los c$taros occitanos eiliados y sus descendientes oyeran !ablar de (l, como de un %perfecto% autori&ado para aplicar el %consolament%. lgunos llegaron !asta all" con sus ganados, por etapas siguiendo la ruta Puigcerd$ A 6(rida A Bli A 8ortosa A ant Mateu. 4nos proced"an de las comunidades c$taras de 8eruel, otros de 6(rida e incluso algunos descendieron de , en el actual territorio franc(s. 6a inquisici'n destruy' el grupo infiltrando a un traidor, rnau de icre, perteneciente a una conocida familia que antiguamente se !ab"a ad!erido al catarismo. u !ermano resid"a en la eo de 4rgel e intentaba recuperar su patrimonio mediante s+plicas y memorias dirigidas a las autoridades. rnau, m$s pr$ctico, pact' con la inquisici'n la recepci'n de 5 libras por cada !ereje entregado. 0n 1>1 lleg' casualmente a ant Mateu y pronto entr' en contacto con el grupo c$taro. 6o ignoraba todo sobre la !erej"a. freci' carne a los miembros de la comunidad y !ubo de jurar y perjurar que no era un enviado inquisitorial. 6os bondadosos e ingenuos c$taros eiliados, despu(s de muc!as dudas, lo instruyeron en su religi'n. Binalmente, en 1>19, icre regres' a Brancia, puso en conocimiento de la @nquisici'n sus pesquisas y regres' a ant Mateu con el fin de terminar su tarea delatora. ?ont' que !ab"a encontrado a su familia en el Pallars, alegando que su t"a estaba vieja y enferma y ansiaba recibir el %consolament% de alg+n %perfecto% c$taro. @ncluso pag' a :elibaste el costo del viaje. 4n adivino consultado por (ste le pidi' que no emprendiera la ruta, pero, desoyendo sus
consejos. :elibaste, icre y otro c$taro llamado Mauri, emprendieron el viaje. 0n la primera etapa llegaron a :eceite albergados en la casa de una fiel c$tara, (sta desconfi' de icre. l d"a siguiente :elibaste y Mauri decidieron ponerlo a prueba. 6o emborrac!aron, pero icre, advirtiendo la maniobra se finji' !ebrio. Mauri lo acompa-' a su dormitorio y le puso a prueba diciendo que quer"a denunciar a :elibaste. icre, supo simular de manera convincente enojo y furia, a la par que embriague&, luego aparent' dormirse y aun pudo oir como Mauri y :elibaste disipaban sus dudas. 6uego siguieron la ruta por Bli, ;oca, 6(rida, gramunt, 8requet, ?astellb', 8irvia, donde finalmente :elibaste fue arrestado. Dos d"as antes tuvo un mal presagio al ver volar dos urracas. Muri' quemado en #illerouge de 8ermes seg+n sentencia del ar&obispo de /arbona. 0n cuanto al traidor fue felicitado por el obispo de Pamiers en 1>==. El 1inal 0stas comunidades c$taras semiclandestinas sol"an !acerse pasar por cat'licos, acud"an incluso a misa para evitar las murmuraciones. Pero cuando se arrodillaban y finj"an recogimiento, en realidad bajaban la cabe&a ocultando el gesto de burla. 8ambi(n alteraban los rituales al !acer la se-al de la cru&, dec"an toc$ndose la frente "'ysí es la barba" y toc$ndose la barba dec"an "'ysí es la front" . 6a comunidad c$tara de ant Mateu y los n+cleos pr'imos de Morella se desperdigaron tras la detenci'n de Mauri y :elibaste. ?onsta que unos !uyeron a Pe-"scola, otros se refugiaron en Mallorca, 6(rida, ?astelldasens e incluso alguno volvi' al /orte donde fue arrestado en Perpignan. lgunos de estos c$taros, detenidos, fueron interrogados por :ernat de Puigcerc's, inquisidor famoso por su persecuci'n contra rnau de #ilanova. 0l +ltimo miembro del grupo fue condenado el 1= de agosto de 1>=J a cadena perpetua. olo unos pocos Ade los que consta el nombre, ;amon @saura, algunos miembros de la familia Mauri y toda la familia del traidor icreA consiguieron salvarse y sobrevivir clandestinamente. /unca m$s se supo de ellos. oplaban malos vientos para las !erej"as !ac"a nueve a-os que Gacques de Molay y los jerarcas templarios !ab"an sido quemados en una isla del ena a pocos metros de /otre Dame. 6os augures de los +ltimos c$taros catalanes debieron advertirles de que se aproimaba el principio del fin. abemos que sol"an consultar a videntes y que muc!os de los %ancians% Acomo :elibasteA sab"an leer en los signos de la naturale&a. La cnL un complot contra el rey Gaime de Mallorca fue desbaratado por el monarca que abofete' en p+blico a su !ijo. 0l franciscano :ernand Delicieu fue tenido como instigador del complot por cuenta de la burgues"a c$tara languedoquiana. :ernard, formaba parte de los %espirituales% franciscanos, era amigo de rnau de
#ilanova y manten"a amistad con la familia de 0sclarmonde de Boi, abuela de Bernando de Mallorca. nadie se el escapa que, a pesar de la diversidad de los elementos que entraron en juego en el complot, se trataba de un intento de restauraci'n que, si bien no estaba directamente inspirado por el catarismo, s", al menos contaba con el apoyo de la antigua noble&a c$tara y de la disidencia religiosa franciscana. 0l fracaso del complot demostr' que la !istoria no puede dar marc!a atr$s. lgunos c$taros supervivientes, considerando que ?atalu-a estaba demasiado cerca y !asta all" pod"an royectarse las garras inquisitoriales, quisieron !uir m$s lejos. ?atalu-a, recuperada del impacto de Muret, empe&aba a ser, en aquellos mismos a-os, una potencia mediterr$nea aument', tanto el comercio como los viajes de uno a otro lado del Mare /ostrum. 6as comunidades c$taras catalanoAaragonesas prefirieron epatriarse por v"a mar"tima !acia la 6ombard"a, pero, a partir del siglo *@#, aument' el flujo !acia el Mediterr$neo riental, en particular a la corte de Bederico @@@ de icilia y a :osnia. s" se inicia el +ltimo cap"tulo de la epopeya de nuestros c$taros. caso el m$s sorprendente. C0tars y 4i7elins Fuillaume :elibaste, el +ltimo %ancian% c$taro que predic' en el reino de rag'n, sol"a !acerse eco de una profec"a que entonces circulaba entre los gibelinos italianos. 0ra la leyenda del rbol eco. ?ontaban los gibelinos que cuando d$n, al ser epulsado del Para"so, logr' llevarse una rama del rbol de la ?iencia. Plant' el esqueje en )ebr'n y el brote se convirti' en un recio $rbol. ?uando ?risto muri' en la cru& el $rbol se sec' y, terminaba la leyenda, diciendo que el $rbol volver"a a florecer cuando un 0mperador %llegado de ccidente% cantara misa bajo sus ramas. Fuillem :elibaste, conoc"a esta leyenda gibelina, la simplific' y adapt' a su peculiar visi'n apocal"ptica. Para (l se estaba gestando una nueva guerra que llevar"a a un pr"ncipe de la casa de rag'n a la victoria a sus !uestes y "daría de comer a su caballo sobre el altar de an @edro".
0n ambas leyendas el tema era el mismo la supresi'n del papado y su sustituci'n por un monarca investido, no solo de la funci'n real, sino tambi(n de la sacerdotal. :elibaste y sus partidarios estaban convencidos que la leyenda alud"a a Bederico @@@ y, si bien, el rey de icilia no estaba dispuesto a comprometer su trono en una loca aventura, si en cambio, toler' el catarismo. Desde Mallrca a 8snia 0n una (poca tard"a, !acia mediados del siglo *@# los c$taros !ab"an proliferado, no solo en icilia, sino que contaba con fuertes n+cleos en ?'rcega y, a partir de la instituci'n de la @nquisici'n en esa isla, se produjo una migraci'n masiva a ?erde-a. 0sto ocurri' a partir de 1>77. 4na ve& m$s, la epansi'n se ve!iculi&' a trav(s
de intercambios comerciales tras la derrota de Muret, la pol"tica aragonesa se orient' !acia el ur Cconquista del ;eino de #alencia< y !acia el 0ste Clos grandes puertos e islas mediterr$neas<. finales del siglo, la @nquisici'n !ab"a acabado con el catarismo en las grandes islas mediterr$neas. Bue entonces cuando los restos de la !erej"a se propagaron aun m$s !acia el 0ste. ?iento cincuenta a-os antes de la desarticulaci'n de la !erej"a en el Mediterr$neo, un informe inquisitorial indicaba que en el territorio de la actual :osniaA )er&eg'vina, eist"an reductos c$taros, como m"nimo, tan fuertes como los occitanos. ;econoc"a el informe que en )um el trono estaba ocupado por un !ereje y que en el 1=>=, una revuelta !ab"a destituido al rey cat'lico y colocado en el trono a un c$taro. 0n la regi'n de breniIa, la mayor parte de la poblaci'n !ab"a vuelto la espalda a la @glesia y !ab"a abra&ado la f( de los !erejes. teven ;unciman, el gran !istoriador de las cru&adas y de la 0uropa medieval, afirma que en aquella regi'n, la inestabilidad de las monarqu"as locales ten"a su contrapartida en la solide& de las estructuras !er(ticas. Desde finales del siglo *# los mercados de esclavos catalanes, estaban repletos de c$taros apresados en las luc!as religiosas en :ulgaria y :osnia. 6a mayor"a se trataba de j'venes o incluso adolescentes que vivieron con familias catalanas durante toda su vida. /o !ay ning+n dato que permita afirmar que conservaron su f(, como tampoco !ay rastros de que su bautismo for&ado, les convirtiera en fervorosos cristianos. Bueron miles los esclavos balc$nicos que llegaron a las costas catalanas en apenas cincuenta a-os, entre finales del siglo *# y la ca"da de ?onstantinopla en poder de los turcos. partir de ese momento, el tr$fico mediterr$neo se vi' condicionado A!asta la victoria de 6epandoA por la presencia turca. Al1ns el Ma4n0ni. y Este1an >uc;icht( n7le c0tar 6a ocupaci'n de los :alcanes estableci' un nuevo mapa religioso. ?omo buenos musulmanes, los turcos constituyeron un r(gimen tolerante que permiti' la libre difusi'n del catarismo. 0sta tolerancia es lo que !i&o que, tanto en :osnia como en lbania, muc!os contingentes c$taros, tardaran poco en convertirse a la f( del @slam, m$s por ra&ones pol"ticas que religiosas. 0n efecto, su odio a los !+ngaros y d$lmatas cat'licos, as" como la desaparici'n de los focos c$taros de ccidente, les impuls' a esta decisi'n. 0n tiempos del rey 8vrtIo @@ de :osnia, la mayor"a de ese pa"s segu"a siendo c$tara y la predicaci'n del legado franciscano no logr' endere&ar la situaci'n, ni tampoco la instituci'n de la @nquisici'n en esa &ona tras el concilio de :asilea en 1J>=. 4n a-o despu(s, una revuelta dirigida por la noble&a c$tara destron' a 8vrtIo @@. 0ste, finalmente, pidi' ayuda a la ;ep+blica de #enecia, gracias a la cual pudo recuperar parte del territorio bosnio. Pero en 1J>9 los turcos aparecieron en erbia y los patriotas bosnios, con 0steban #uc!ic!t al frente, sobrino de 8vrtIo @@, llegaron incluso a atacar posiciones de la ;ep+blica de #enecia.
6a guerra se prolong' !asta 1JJ5 y termin' desfavorablemente para las armas bosnias. Pero durante ese conflicto se estrec!an los la&os pol"ticos entre el ;ey aragon(s, lfonso el Magn$nimo y 0steban #uc!ic!t. #enecia y su flota eran las rivales de las marinas catalanoAaragonesas en el Mediterr$neo puede entenderse el inter(s de lfonso el Magn$nimo en pactar con los enemigos de #enecia. 0l 19 de febrero de 1JJJ 0steban #uc!ic!t se acepto ser vasallo de lfonso a cambio de ayuda para recuperar los territorios arrebatados por los venecianos. #entura ubirats, observa acertadamente, "parecía una repeticin de lo sucedido en por sus propios pares. cup' el poder un c$taro renegado, 0steban 8!omas, un pol"tico pragm$tico que preludia a los pr"ncipes renacentistas descritos por Maquiavelo. Para obtener el apoyo de #enecia y )ungr"a contra la epansi'n turca, 8!omas se convirti' al catolicismo. 0ste episodio motivo el env"o de una flota catalanoAaragonesa a ?astelnuovo, en abril de 1JJ5 para apoyar las pretensiones de #uc!ic!t. #enecia pidi' la pa&. Pero si la ;ep+blica de los canales !ab"a quedado fuera de juego, el papa presion' para que, al menos, los c$taros bosnios fueran represaliados. 0steban 8!omas, en una situaci'n de debilidad, no pudo acceder a la totalidad de la petici'n papal, solamente accedi' a pro!ibir a los !erejes que construyeran nuevas iglesias. 0n 1J5, pro!ibi' el culto. #uc!ic!t, por su parte, !ab"a recibido del 0mperador Bederico @@@, el t"tulo de duque, en alem$n %)er&og%, cuyo recuerdo pervive todav"a entre los !abitantes de aquella regi'n balc$nica. )er&egovina, el %Pa"s del Duque%. 0l otro gran personage de la pol"tica mediterr$nea de lfonso el Magn$nimo, era aquel que a+n !oy es considerado !(roe nacional de lbania, candenberg. partir de 1J51, Gorge ?astriota candenberg suscribi' un pacto con el ;ey lfonso. Pocos meses despu(s (ste envi' un gobernador, :ernat #aquer, al castillo de ?roia, cedido por candemberg en virtud del pacto. 6e acompa-aban cien infantes que permanecieron durante a-os en la fortale&a. Pues bien, ?roia, era una nido de c$taros. ?uando el sacerdote que acompa-aba a la guarnici'n precis' un di$cono para su ministerio, no !ubo forma de encontrar sacerdotes, ni cl(rigos cat'licos. 0ste contingente militar trab' contactos con los c$taros, no solo de ?roia, sino De la vecina ;agusa, donde eisti' una iglesia !er(tica a partir de 1JJ. Ls 3lti.s estertres de la I4lesia C0tara Durante el siglo *#, :osniaA)er&eg'vina se vi' lacerada por una guerra de
religi'n cuya crueldad solo pudo compararse a la que estall' quinientos a-os despu(s, en nuestros d"as. 8ambi(n entonces las fuer&as religiosas enfrentadas eran tres, cristianos, ortodoos y c$taros. alvo un grupo de nobles advenedi&os, buena parte de la noble&a y, desde luego, el pueblo llano, se sent"an c$taros de cora&'n y marc!aban a colocarse bajo la protecci'n del duque 0steban #uc!ic!t. 0ste reconoci' en 1J5J como soberano a lfonso el Magn$nimo el cual jur' ayudarle en su luc!a contra el @slam. Pero todo termin' cuatro a-os despu(s con la muerte de #uc!ic!t, quel ducado c$taro logr' sobrevivir todav"a !asta 1J>, !aciendo profesi'n de su f(. #einte a-os antes, :osnia !ab"a ca"do en manos de los turcos, entregada por un antiguo c$taro, ;adaI, convertido por la fuer&a al catolicismo y que se desquit' a la primera ocasi'n. lgunas costumbres !er(ticas se mantuvieron m$s de doscientos a-os en aquellos territorios islami&ados. 6os c$taros convertidos a la f( de Ma!oma, sosten"an que el Profeta era el Par$clito anunciado por sus ancestros. Gunto al ?or$n le"an, el /uevo 8estamento en su lengua. 6uego solo quedaron unas cuantas tumbas y el folIlore. /o resistimos citar la conclusi'n a la que llega el !istoriador que nos !a guiado !asta aqu", y al +nico que le debemos buena parte de la recopilaci'n aqu" presentada y, sin duda, las pistas que !emos podido seguir para recomponer la portentosa !a&a-a de los !erejes catalanoAaragoneses. Dice #entura ubirats "La paradoja de la #istoria #a querido que las tropas de un rey de :ataluña defensoras de los #erejes antes de su desparicin en tierras occitanas fuesen también las %ltimas en defenderlos antes de su desaparicin en tierras europeas coincidiendo también en la pérdida de la identidad nacional".
EL MISTERIO DE LOS CATAROS LEO'ESES %6a )istoria de los )eterodoos 0spa-oles% dedica apenas > p$ginas a los c$taros, de las que = aluden a generalidades sobre la !erej"a. 0l +ltimo par$grafo de este cap"tulo est$ dedicado a %6os lbigenses en tierra de 6e'n%. Dice Men(nde& y Pelayo "'unque la secta de los albigenses dur poco e influy menos en -spaña no #a de negarse que penetr muy adentro en nuestro país puesto que de sus $isicitudes en Len tenemos fiel y autori&ado cronista" . /uestro autor alude a 6ucas de 8uy,
obispo de esa ciudad, nacido en 6e'n. 6os datos que ofrece Men(nde& y Pelayo son, en este terreno, muy ambiguos, y en alg+n momento cuesta creer que 6ucas de 8uy est( aludiendo a los c$taros. in embargo no es improbable que !ubieran llegado rastros de la !erej"a !asta all". /o !ay que olvidar que muc!os c$taros para salvar su vida, se retractaban de sus errores teol'gicos y eran enviados en peregrinaci'n a antiago de ?ompostela. 0s en la ruta a Binisterre, precisamente, donde florecen, en ese per"odo, comunidades de %agotes% y %cagots% Cver cap"tulo < y donde se encuentran focali&ados distintas %etnias malditas%. 6e'n est$ en la ruta de antiago. 0s posible que en el curso
de su peregrinaci'n, los !erejes dejaran rastro de sus verdaderas convicciones y que en la capital leonesa se reavivara un foco de !erej"a. Men(nde& y Pelayo e!uma documentos publicados en 1L9 y que fueron escritos por el propio 6ucas de 8uy, en concreto su tratado !ist'ricoAapolog(tico %De altera vita fideique controversiis adversus lbigensum errores, libri @@@%. 0l libro fue le"do a principios del siglo *#@@ por el Padre Mariana quien lo remiti' con un prefacio a su amigo el abate ndr(s coto y (ste a Gacobo Fretsero, quien lo public' en mberes. Mariana afirma !aber consultado el original depositado en 6e'n. 0n su parte doctrinal, lo que dice 6ucas de 8uy sobre los !erejes no coincide eactamente con los datos que tenemos sobre ellos da la impresi'n, o bien que no los conoc"a bien, o que aquellos a los que conoc"a, no ten"an un dominio teol'gico sobre su propia doctrina. 6a presencia !er(tica el 6e'n parece confirmada en tiempos del obispo ;odrigo, !acia 1=1L. u jefe era un proven&al, un tal rnaldo, copista. Dice Men(nde& y Pelayo que rnaldo, pon"a celo en corromper el esp"ritu y la letra de los libros atribuidos a los patriarcas de la @glesia, los adulteraba e inclu"a en ellos contenidos !er(ticos. 6a leyenda cuenta que rnaldo fue !erido de muerte por causa sobrenatural mientras falsificaba uno de los libros de an @sidoro. ":on todo eso no desmayaron sus secuaces" a-ade Men(nde&. 0l n+cleo !er(tico se val"a de par$bolas, a menudo parad'jicas, para inculcar su fe. /uestro autor nos cuenta algunas que, sin embargo, no coinciden en nada con las originarias de tierra occitana. 0l en(rgico obispo ;odrigo no estaba dispuesto a consentir desviaciones en su di'cesis y decret' la epulsi'n de los !erejes. in embargo, estos regresaron a su muerte, en 1=>=. Men(nde& y Pelayo dice que entonces "la audacia de los albigenses lleg #asta fingir falsos milagros" . u fuente, una ve& m$s, es 6ucas de 8uy, el cual carga las tintas escribiendo que, a la muerte del obispo ;odrigo, "se armaron como suelen de in$enciones. @ublicaron que en cierto lugar muy sucio y que ser$ía de muladar se #acían milagros y señales. -staban allí sepultados dos #ombres facinerosos) uno #ereje el otro que por la muerte que di ale$osamente a su tío le mandaron enterrar $i$o". l parecer all"
manaba una fuente y los !erejes dec"an que en ocasiones manaba sangre. 6ucas de 8uy no alberga la menor duda que se trataba de una artima-ana seg+n (l, eist"an otras "+enia algunos soornados de secreto con dinero que les daban para que se fingieran ciegos cojos endemoniados y trabajados por di$ersas enfermedades y que bebida aquella agua publicasen que quedaban sanos" . M$s adelante desenterraron los !uesos
de rnaldo al que proclamaron m$rtir. lgunos cl(rigos cat'licos se ad!irieron al n+cleo. 0l movimiento fue creciendo !asta que su eco lleg' a ;oma que envi' a un di$cono con eperiencia en la luc!a contra la !erej"a. Para Men(nde& y Pelayo y otros cronistas, el an'nimo di$cono fue 6ucas de 8uy quien prefiri' ocultar su nombre. 6a cr'nica sigue diciendo que "los #erejes escribieron cartas perfumadas con almi&cle
que esparcieron por el monte para que fueran encontradas. 6ecían que esas cartas #abían sido escritas por el 2ijo de 6ios y transmitidas por mano de los ángeles a los #ombres D...A @rometíanse en ellas indulgencia a todo el que las copiase o leyese" . 6a
cr'nica da la impresi'n que la agitaci'n !er(tica fue grande en 6e'n. Men(nde& y Pelayo la define como "grande aunque pasajera". 0l brote fue yugulado por an Bernando. 0l padre Mariana dice de (l que "6e los #ere#es era tan enemigo que no contento con #acellos castigar a sus ministros él mismo con su propia mano les arrimaba la leña y les pegaba fuego". 8ermina
Men(nde& su cr'nica sobre esta !eterodoia, citando una cr'nica del gobierno del ;ey anto, "en E4MM an Hernando enforc a muc#os #omes e coci muc#os en calderas" . /o queda, con todo, claro que, la !erej"a que apareci' en 6e'n a principios del siglo *@@@ fuera el mismo catarismo languedoquiano. Por nuestra parte creemos que el fen'meno leon(s fue un eco desfigurado del catarismo occitano, y si !emos de creer a 6ucas de 8uy, m$s bien un fen'meno de picaresca que de verdadera disidencia religiosa.
H RUTAS CATARAS DEL REI'O DE ARAGO' Ruta de ls 3lti.s 2per1ects2= Trtsa ! Sant Mateu ! Mrella ! 8eceite ! Asc% ! Fli; ! Rca ! Lérida ! A4ra.unt ! Castell7% ! Tir5ia (a #emos resumido la #istoria de ?uillaume Belibaste. -l periplo que supuso su perdicin transcurri por una ruta a lo largo de la cual se apoy en comunidades cátaros de las que la #istoria apenas #a dejado rastro. Los cuatrocientos Gilmetros que recorri Belibaste desde su salida de ant *ateu donde #abía establecido su centro clandestino #asta el final de la %ltima etapa en +ir$ia son una ruta de la que las crnicas inquisitoriales #an dejado cumplida cuenta. i Belibaste sigui esta trayectoria era sin duda por que otros antes que él la #abían practicado. Belibaste no fue un caso %nico en la a$entura del catarismo si #a pasado a la #istoria #a sido como el "%ltimo perfecto conocido".
Trtsa :uando Belibaste cru& la frontera se #i&o llamar @ere @enc#enier apellido ligado al oficio de la fabricacin de peines de cardar. us compañeros de #erejía lo contrataron como pastor. 6urante meses recorri el *aestra&go por el lugar donde se encuentra la ermita de anta *agdalena y por el
llamado =a$al de 9es%s lle$ su rebaño a Beceite. 'lgunas de estas rutas medie$ales siguen abiertas y están abundantemente señali&adas como ?.=. para quien desee despla&ase a pié. -l $iajero en autom$il si desea emular la ruta de Belibaste deberá partir de +ortosa ciudad perfectamente comunicada por carretera tren y autopista. ?racias a la 'utopista '5 el acceso a +ortosa es e,tremadamente fácil desde Barcelona o 0alencia y mediante la :arretera ;4M4 desde arago&a.
?uando pas' :elibaste por aqu", la ciudad era una villa floreciente. 8odo deb"a cambiar pocos a-os despu(s. 0l 1>J fue un mal a-o para 8ortosa peste, sequ"a, mala cosec!a, se prolongaron !asta bien entrado el siglo *#. 8ortosa concentrada la mayor parte de poblaci'n del :ajo 0bro. 0l censo de 1>59 da 991 fuegos en el n+cleo urbano. 0n tiempos de :elibaste !ubo un tercio m$s. 6a ciudad antigua est$ situada a la i&quierda del 0bro, justo a sus orillas. Presidida por el castillo de ant Goan, tambi(n llamado 6a uda. 0sta elevaci'n fue estrat(gica desde tiempos muy antiguos. 0isti' un antiguo asentamiento de ilercavones, luego la &ona fue ocupada por los romanas y finalmente por los $rabes. ?onquistada en 11J9 por ;am'n :erenguer @#, all" tuvieron su sede los templarios y la saga de los Montcada. De la antigua fortificaci'n se conserva apenas una muralla situada en la colina y algunas dependencias del castillo. 0l lugar se !a convertido en un Parador /acional. 0n uno de los etremos del castillo se encuentra la 8orre de 8ubal Cuno de los reyes m"ticos de 0spa-a<, llamada tambi(n Punta del Diamante, justo sobre el $bside de la catedral. ;om$nica primero fue construida entre el 115 y el 11J. 0n el mismo lugar !ubo en otro tiempo el foro romano y la me&quita. M$s adelante, en el siglo *@# se construy' el actual edificio g'tico. 0n el 1>J5 empe&aron las obras en el g'tico catal$n. 6a construcci'n fue larga y dificultosa, la fac!ada y algunos elementos ornamentales son barrocos. 0isten otros edificios dignos de visitarse en particular el palacio episcopal, construido entre los siglos *@@@ y *@#. 6os palacios liver de :oteller o Despuig, el palau riol est$n empla&ados en el recinto de la ciudad antigua. 0n cuanto a la 6lotja las obras comen&aron en 1>L9 y es, igualmente, de un notable estilo g'tico. 0n la catedral se encuentra la capilla de la mare de Deu de la ?inta. Dice la tradici'n que del =J al =5 de mar&o de 117 la #irgen se apareci' a un sacerdote y le di' la cinta que ataba su manto. 0sta cinta protege a los tortosinas a la !ora de parir. /o resistimos la ocasi'n de reali&ar una acotaci'n esot(rica que, por la (poca y la costumbre, conviene. 0n la ceremonia templaria del %bap!os met!eos%, el bautismo por el fuego que se confund"a con la adoraci'n de un "dolo Cel %:ap!omet%<, los adeptos estaban unidos mediante una cinta que simboli&aba el cord'n umbilical. 0l iniciado, por este ritual, se convert"a en un %recien nacido% a una vida nueva. 0s significativa la
presencia de esta leyenda, toda ve& que 8ortosa fue pla&a templaria de primer orden. Pedro @@, en efecto, entreg' la ciudad a los templarios en 1=1 y permanecio en poder de la orden guerrera !asta que Gaime @@ la cambi' por unos territorios en el Maestra&go. Sant Mateu ! Mrella -l acceso más directo a *orella es a tra$és de la 'utopista '5. +ras la salida de :astelln camino #acia el ;orte el $iajero pasará por las importantes $illas de @eñíscola Benicarl y 0inaro&. @ues bien en el des$ío de 0inaro& deberá buscar la :arretera ;4M4 que le lle$ará directamente a *orella a tra$és de M3 Gm. en el curso de los cuales cru&ará el maci&o del *aestra&go. i su punto de partida #a sido +ortosa deberá descender #acia el ur por la :arretera ;MKI o la 'utopista '5 #asta 0inaro&.
/o sabremos jam$s en donde !abit' :elibaste y sus compa-eros. 0s posible que se tratase de viviendas de pastores situadas en las monta-as del Maestra&go pr'imas al pueblo. 0n la pla&a de la ciudad antigua fue donde rnau icr(, el traidor, reconoci' a la primera c$tara clandestina del grupo. quella entrevista entra-' la perdici'n del +ltimo %perfecto% occitano. an Mateo, en la (poca, estaba incluida en la di'cesis de 8ortosa. 0l Fran Maestre de la rden Militar de Montesa tuvo aqu" una pla&a fuerte, ya derribada, junto al convento de los dominicos. De todo eso solo queda !oy una torre aislada no lejos de las ruinas del convento de los franciscanos. 0l templo parroquial g'tico en !onor de an Mateo, es, sin duda, una de las mejores construcciones religiosas de ?astellon data de 1>5. 0n 1=J eist"a una puerta rom$nica con tres arcos en gradaci'n apoyados sobre columnillas con capiteles. 0l campanario octogonal, recibi' la visita de ;eyes y del papa :enedicto *@@@. 0isti' ya en tiempos romanos. Gaime @ prometi' darle a una villa el nombre de an Mateo si terminaba la conquista de #alencia. 6a vecina Morella, capital del Maestra&go, vi' terminaba su iglesia arciprestal de anta Mar"a, en los a-os en que :elibaste rondaba por la comarca. 0n esa misma (poca Gaime @@ deposit' all" un %6ignum ?rucis%. Morella se vi' muy agitada en aquel per"odo de la 0dad Media. u !istoria era antigua !ubo all" un poblado visig'tico, :isgarbis, y luego un campamento romano, ?astro 0lia. 8ito 6ivio eplica que ertorio estableci' all" sus cuarteles de invierno. 6os musulmanes se sintieron atraidos por esta poblaci'n mediterr$nea y reconstruyeron su castillo. ?erca del casco de la poblaci'n se libr' la batalla entre el ?id y anc!o ;am"re& de rag'n que venci'. 6a poblaci'n result' degollada. 4n noble levantisco, vasallo de rag'n, Don :lasco, atac' y conquist' la ciudad en 1=>J. 0l incumplimiento de las promesas reali&adas a Gaime @ entra-' que a su regreso a #alencia, la ciudad fuera nuevamente asediada y Don :lasco ejecutado. ?uando llegaron :elibaste y sus
compa-eros la ciudad afrontaba un moderado crecimiento, lo cual, unido a su lejan"a de la frontera pirenaica, ofrec"a garant"as de seguridad y prosperidad. 8eceite Belibaste y sus compañeros se detu$ieron en la primera jornada de su $iaje #acia la muerte en Beceite. 'quí pasaron la noc#e. -n tiempos de Belibaste el acceso a Beceite se reali&aba siguiendo las estribaciones occidentales del *aestra&go. 2oy basta con seguir la :arretera ;4M4 desde *orella #asta *onrollo DE5 Gm.A luego la :arretera 'EKEK #asta 0alderrobres D4 Gm.A y finalmente llegado a éste pueblo se encuentra el des$ío que nos lle$ará a Beceite distante apenas 3 Gm. a recorrer por la '4KE4.
0l nombre de :eceite delata un presunto origen musulm$n. :eceite pertenece !oy a la provincia de 8eruel, se sabe muy poco de su !istoria, si bien se !an encontrado ruinas romanas de cierto inter(s. ?erca de la poblaci'n se encuentra la !ermosa ermita de Pe-a, como :eceite, situada en las estribaciones del Maestra&go. 4n lugar digno de ser visitado. Asc% -n la segunda noc#e Belibaste ibré y *aurí pernoctaron en 'sc. Bordeando el *aestra&go y dejando atrás Beceite primero por la :arretera '4KE4 y luego por la +MMII se enla&a 45 Gm. más adelante con la :arretera :4MI. +ras K3 Gm. se llega a 'sc después de dejar atrás el importante nudo de comunicaciones de *ora de -bro.
sc', desde la noc!e de los tiempos, !a sido lo que :arr(s !a llamado una %colina inspirada%. Desde la m$s remota antigXedad la colina donde los templarios edificaron su fuerte, fue considerada sagrada y en las inmediaciones eistieron lugares de culto de todos los pueblos que se fueron superponiendo en el devenir !ist'rico. ituada a la derec!a del 0bro en la falda de una colina, en su c+spide se encuentran los restos del fuerte de los templarios. 0n las inmediaciones de la ciudad se encuentra un monumento megal"tico Ala Pedra de las :ruiasA y restos de una necr'polis ib(ricas. i en sc' no quedan !uellas de la presencia c$tara, queda una abundante floraci'n de rastros templarios. Parece probable que !ubiera all" una comunidad c$tara. :elibaste se fiaba solo de aquellos que compart"an su f(. 0n aquella (poca buena parte de la poblaci'n era de origen musulm$n. :elibaste debi' ver los tres recintos del castillo templario, sus orgullosas torres de las que !oy solo quedan tres y las casas de adobe te-idas de a&ul de la poblaci'n musulmana. Poco despu(s se iniciaba el desmantelamiento de la fortale&a y la dispersi'n de sus despojos por las nuevas construcciones de la poblaci'n. Fli; 'penas EI Gm. separan 'sc de Hli,/ la :arretera :4MI nos conduce a ella.
Los dos #erejes y el traidor pasaron por aquí en la tercera jornada de $iaje.
?onquistada en tiempos de ;am'n :erenguer @#, a mediados del siglo *@@, muc!os musulmanes decidieron quedarse en la &ona y obtuvieron del conde la promesa de respeto para su religi'n. 6a ciudad pas' de unas a otra manos !asta que en 1>9 la ciudad de :arcelona compr' la baron"a de Bli con objeto de controlar el tr$fico fluvial del 0bro. 0n el siglo *@# la poblaci'n sufri' un baj'n en = a-os, a poco del paso de :elibaste por la villa, entre 1>5 y 1>7, de 11= fuegos se baj' a J, qui&$s por la peste. 0n 1J97 quedaban 7J fuegos cristianos y >1 sarracenos. ntiguamente la poblaci'n, rodeada por el 0bro como defensa natural, estuvo, adem$s, amurallada. 0n el interior de la oblaci'n se encuentra la @glesia de anta Mar"a, g'tica, desfigurada por sucesivas restauraciones. e tiene la convicci'n de que en el lugar donde se encontraba el castillo de Bli, !ubo en otro tiempo un antiguo faro ib(rico. 6o que resulta evidente es que el castillo !a sufrido muc!as y frecuentes modificaciones, desde la guerra de los egadores !asta las guerras carlistas, pero que es de una antigXedad innegable. ?erca de Bli se encuentra el santuario de la Mare de Deu del ;emei que, seg+n la tradici'n, fue construida por el ermita-o Dionisio en torno a 1L. Pero tambi(n aqu" se trata de un lugar de culto anterior. 0ste santuario !oy muy restaurado tiene la particularidad de que una del mismo !a sido ecavado en la roca. Lérida 'l salir de Hli, Belibaste sigui remontando el camino #acia el ;orte pararon en la =oca y pernoctaron allí. Luego en el cuarto día llegaron a Lérida. 'lgo más de I Gm. deben recorrerse a partir de Hli, para llegar a Lérida. ;o #abrá que abandonar la :arretera :4MI.
0l castillo de Fardeny, uno de los puntos a visitar en la capital de la 8erra :aia, estaba en poder te los templarios cuando :elibaste pas' por aqu". )ab"a sido donado a la rden por ;am'n :erenguer @# despu(s de que se declarara nulo el testamento de lfonso @ el :atallador en el que les entregaba el templo. 0l baluarte se encontraba en el interior de la ciudad amurallada, buena parte de la cual perteneci' en el siglo *@@ a la orden templaria. 6a eo #ella, era la primitiva catedral leridana, que se encontraba dentro del recinto del castillo de la uda. u construcci'n se inici' en el 1=>. 6a construcci'n termin' en 1>>J. :elibaste pas' bajo los pi(s de la eo, pero no entr' en ella lament' el lujo de la iglesia que contrastaba con la austeridad del estilo c$taro. A4ra.unt 'l abandonar Lérida Belibaste se dirigi a 'gramunt donde lleg en una sola jornada la quinta de su largo $iaje. 'llí $i dos cuer$os que gra&naban que
tu$o como un mal presagio. Qui&ás pernoct en Balaguer. -l tramo era de 3I Gm. que #oy pueden recorrerse el primer tramo por la :arretera :EMEM #asta Balaguer y luego #asta 'gramunt por una pequeña carretera comarcal la L MIM.
0n la llamada colina del ?astillo, eisten las ruinas de la que debi' ser casa se-orial. ?erca se encuentra la iglesia arciprestal de anta Mar"a. 8ales son los dos puntos que el viajero est$ obligado a visitar en la villa de gramunt. 6a ciudad fue conquistada en el 17 por el conde de 4rgel 0rmengol @#. 0n 11L>, cuando las tropas cristianas entraron en 6(rida, 0rmengol #@@ di' a la villa un amplio r(gimen de libertades. e aprovec!' para construir la iglesia rom$nica de anta Maria, iniciada por el $bside que refor&aba la muralla. e convirti', pr$cticamente en la capital del condado de 4rgel. ?uentan las cr'nicas que fue una de las ciudades m$s libres y protegidas del principado, concesi'n de Paer"a o gobierno municipal, tribunal propio. u fidelidad !ist'rica a la primera dinast"a de 4rgel les enfrent' a los vi&condes de ?abrera. Huedan pocos restos de la ciudad medieval. 0l n+cleo originario surgi' en torno a la iglesia a > metros de la orilla del r"o. 0n el siglo *@@ el recinto amurallado era un cuadril$tero en el interior del cual se concentraba la vida de la poblaci'n. Castell7% 6esde 'gramunt a :astellb Belibaste tard dos jornadas en cubrir los 3I Gm. que separan ambas $illas. e iba adentrando en territorios del ;orte tras cru&ar las tierras bajas alcan& las estribaciones de los @irineos entre las sierras del :adí y de Boumort. -l trayecto puede seguirse #oy recuperando la :arretera :EMEM desde 'gramunt y tomando la direccin #acia La eo de Jrgel. 'l llegar a 'drail pueblo situado apenas a M Gm. de La eo e,iste una des$iacin #acia la i&quierda que lle$a a tra$és de la :arretera ;4I a :astellb.
6a orgullosa capital del vi&condado del mismo nombre es !oy un peque-o pueblo pirenaico con menos de cien !abitantes. )asta el siglo *#@ la villa estaba amurallada. De entre las fortificaciones destacaban dos torres, cuyo nombre !a llegado !asta nosotros, la del errat y la de Malbet. De todo esto quedan !oy solamente unos restos desmantelados. in embargo pueden verse algunas algunas casas que datan del final de la 0dad Media y que no deb"an de ser muy diferentes de las del siglo *@#. 6a colegiata de anta Mar"a es el punto m$s interesante del pueblo. ?onstruida en un g'tico de transici'n que aun conserva muc!os elementos rom$nicos, es el lugar adecuado para quien quiera anali&ar el tr$nsito de un estilo a otro. e construy' !acia finales del siglo *@@@. 0l p'rtico sigue teniendo los rasgos rom$nicos, pero en la fac!ada de poniente ya se pueden presenciar altas ventanas que evocan el g'tico. 0n estado
ruinoso despu(s de la guerra civil, fue reconstruida en 1955 por arquitectos inspirados en el modernismo cuya influencia se nota en el interior de la nave. Gusto al lado de la colegiata se encuentra un antiguo edificio de los gramunt, tesoreros del vi&condado y que sigui' en manos de la familia !asta 195L. 0l puente rom$nico de una sola arcada merece ser contemplado como un cl$sico de la arquitectura pirenaica. )oy la mayor parte de las mas"as que rodean al pueblo !an sido abandonadas. 6os carnavales nunca m$s !an vuelto a celebrarse, aun a pesar de que ten"an ecos de la m$s remota edad media. Tir5ia La %ltima etapa de Belibaste y sus compañeros entre :astellb y +ir$ia pudo cubrirse en apenas un día. -n el siglo >10 la ruta se recorría bordeando el alto pico pirenaico del :oll de la Baseta. La ruta que separa #oy ambos pueblos se #a simplicado e,traordinariamente bordeando altas cumbres pero siguiendo por carreteras sinuosas pero bien pa$imentadas. aliendo de :astellb #abrá que desandar lo andado y recuperar la :arretera ;4I descendiendo luego #asta 'drall DM Gm.A. Luego a tra$és de la ;4I deberemos llegar a ort Ddistante K5 Gm.A y de a#í ascender por la :arretera :EK5 #asta Lla$orsí DEK Gm.A. -n direccin a =ibera de :ards encontraremos el des$ío #asta +ir$ia D3 Gm.A.
0n el documento de consagraci'n de la ?atedral de 4rgel Ca-o >9<, que ya !emos mencionado en otras ocasiones, se menciona a 8irvia y a otras parroquias del valle. 0n el siglo *@@ era una de las posesiones del obispo de 4rgel, si bien, pocos a-os despu(s Aen 1=7= ser"a adquirida por el ?onde ;oger :ernat @@@ de Boi. 6a ciudad est$ situada a casi 1 metros de altura. 6amentablemente parte de las calles antiguas de la ciudad, porticadas y con un sabor tradicional, fueron da-adas durante la guerra civil, as" como la iglesia rom$nica de ant Beliu, cuyas torres, sin duda, divisaron :elibaste, Mauri y icr(. 0l nombre de la poblaci'n alude a su privilegiada situaci'n estret(gica. 0n efecto, 8irvia, deriva de 8rivia, cruce de caminos. Parece que fue poblada desde tiempo muy antiguo. e !an encontrado estelas funerarias preArom$nicas, !oy depositadas en la capilla de la Pietat, situada cerca del cementerio del pueblo. qu" fue donde :elibaste result', finalmente, arrestado. Dos d"as antes, tuvo el fatal presentimiento. 8irvia pertenec"a en la (poca a los dominios del conde de Boi, tributario del rey de Brancia. &ui4cerd0 i incluimos @uigcerdá en la =uta de Belibaste es en primer lugar por que pas por aquí de camino a Barcelona en su $iaje al e,ilio y en segundo lugar porque tras su arresto algunos de sus fieles se refugiaron aquí. -l EI de
octubre de EM4E ya #abía sido arrestado uno de los miembros del grupo cátaro de *orella ?uillem *aurs gracias a un colaborador de la red de espionaje e infiltracin creada por icré. -l acceso a @erpignan puede reali&arse a tra$és de la :arretera ;4I que puede tomarse en la eo de Jrgell de regreso de :astellb y +ir$ia. Los 3I Gm. que separan ambas ciudades pueden cubrirse en algo más de treinta minutos.
Bundada por lfonso @ en 117, antes de esa fec!a solo eist"a una peque-a torre de vigilancia. 0l lugar pertenec"a al monasterio de ant Miquel de ?ui$. poco de la fundaci'n la comarca fue repoblada y se construyeron los principales edificios de administrativos y de culto Ciglesia, mansi'n real, casa episcopal y mercado<. Gaime @ ampli' los privilegios de la villa en 1=J> confirmando las anteriores franquicias y la amurall'. iempre se !a sospec!ado, aun cuando no se !an encontrado pruebas concluyentes, que eisti' una comunidad c$tara en esta ciudad. Debi' tratarse de peque-os grupos de pastores que se filtraban por los Pirineos y que deb"an seguir eistiendo en tiempos de :elibaste. Durante la guerra civil, la poblaci'n sufri' graves da-os, entre otros la destrucci'n de la iglesia de an :artolom( donde se encontraban los restos de ant Durand, protector de los peregrinos que cru&aban los Pirineos. 6os templarios tuvieron distintas posesiones en esta villa y dejaron un edificio sagrado, la iglesia de anta Mar"a cuyo campanario oc!avado delata su origen templario.
Mapa 9.A ;uta dels :ons )omes
Ruta dels 8ns *.es= GR de 8er4a a Mntse4ur# Sl para ca.inantes i.penitentes -sta ruta es solo apta para quienes buscan emociones fuertes y tienen una mínima e,periencia en senderismo. La ruta que $amos a describir es conocida como ?=EI5 o "=uta dels Bons 2omes". e trataba de la ruta a tra$és de la cual los cátaros occitanos se comunicaban con sus #ermanos catalano aragoneses. 2ace setecientos años muc#os de ellos recorrieron esos mismos senderos que discurren entre parajes majestuosos que a#ora perfectamente señali&ados constituyen esta ruta transpirenaica. ;o es raro que en su tiempo las comunidades cátaras que encontraremos en esta ruta #ubieran fructificado. Los #erejes que #uían de
Las clnias te;tiles= industria y 1ilantrp9a uno y otro lado de la rivera del 6lobregat observaremos unas construcciones muy reiterativas. Frandes naves industriales que, casi inmediatamente, est$n seguidas por bloques de viviendas. ?erca de ellas, a pocos metros, se encuentra una iglesia, m$s o menos grande y un c!alet, en ocasiones, de gusto equisito. on las colonias tetiles. )ace poco m$s de cien a-os, los industriales catalanes decidieron copiar el sistema de producci'n de sus colegas brit$nicos. ?asi a modo de falansterios, decidieron crear comunidades en las que los obreros vivieran cerca de la f$brica, no tuvieran necesidad de salir de ella para disfrutar de su tiempo de ocio, e incluso los propios oficios religiosos se celebraran en el interior de los recintos. 0l mismo ingenieroAjefe sol"a vivir en el c!alet aneo. 6a colonia FXell de anta ?oloma de ?ervell', dise-ada por Faud", es muestra de este proyecto que intentaba rodear el sistema de producci'n de unos altos muros que impidieran a las ideas sindicalistas y de i&quierdas corromper a la clase obrera. 8er4a y sus te
en :erga. a desde la edad media fue un importante centro de la industria lanera. 6a lana y su comercio di' relieve a la ciudad e !i&o de ella el centro comercial m$s importante del Pirineo. partir del siglo *#@@@ la industria algodonera remont' la crisis que !ab"a sufrido :erga en el siglo anterior. Gosep Pla cuenta que los !ermanos erra perfeccionaron las antiguas cardas y sistemas de tejer, con nuevos aparatos que se llamaron %de bombo i borinot%. 0n 177 los !ermanos Barguell inventaron las m$quinas %berguedanas% para !ilatura que compet"an con ventaja con los modelos ingleses de la (poca. i nos !emos etendido en la descripci'n de la industria tetil berguedana es por que, sin duda, una parte considerable de esa industria deriva de los contingentes c$taros eiliados en el siglo *@@@ a la comarca, la mayor"a de los cuales eran tejedores y cardadores e incluso, muc!os, pastores de ovejas. /o cabe duda que la prosperidad que tuvo :erga gracias a la industria tetil, deriva de aquel injerto venido del /orte !er(tico. Ori4en hist%ric Binali&ado el rosario de colonias tetiles A!oy inevitablemente abandonadas y testimonio del esplendor industrial de otra (pocaA llegamos a :erga. e supone que una tribu "bera cre' aqu" un asentamiento, tanagia, o %puerta dif"cil%, a causa de lo escarpado del terreno. M$s tarde, 8ito 6ivio, llama al asentamiento :ergium ?astrum, que parece proceder de una palabra celta, que significar"a %cima% o %lugar en la cumbre%. Pero no !ay que olvidar que el mismo topon"mico se repite abundantemente en la geograf"a n'rdicoAgerm$nica. 6a ra"& %bergA% indicar"a %oso%. oso ser"a sin'nimo de fuer&a, astucia, valor, pilosidad e incluso %orden% Clas dos %sas% que se encuentran en los cielos y que contienen a la 0strella Polar, indicativo del /orte<. La 2patu.2( 1iesta .istérica i se visita :erga durante las fiestas del ?orpus podr$ asistirse a la celebraci'n de %6a Patum%. 6a fiesta consiste en la representaci'n de una serie de %entremeses%. 0l personaje que regula la fiesta es el %*amberg% Cde c!ambergo, sombrero de ala anc!a<. 4na comparsa de cuatro caballitos, representantes de otros tantos caballeros, simular una luc!a contra los turcos a pi(, a los que vencen. )ace siglos la fiesta se celebraba de forma diferente. 0n lugar de caballos aparec"an cabritos. Figantes, enanos, $guila imperial, una mula, etc. constituyen comparsas de la fiesta. 0sta +ltima lan&a fuego y petardos por la boca. 8ambi(n aparecen diablos que bailan con el arc$ngel an Miguel y un $ngel que termina venci(ndolos. 8ambi(n los diablos lan&an fuego y petardos. 6a Patum tiene muc!o que ver con la %tarasca% que se celebraba al /orte de los Pirineos en territorios, un tiempo, c$taros. in embargo, parece que la fiesta tiene solo una antigXedad relativa. 0n el siglo *#@@@ empie&a a tenerse noticia de ella y
probablemente los elementos m$s antiguos daten del siglo anterior, es decir, trescientos a-os despu(s que los c$taros !ubieran desaparecido. La 21lr dai4ua2 )acia el /orte, ya casi en los confines de la provincia de :arcelona, una vieja tradici'n !abla de la %Blor dRigua%, surgida en las fuentes de la regi'n, desde :erga !asta :ag$ Ala tierra de la saga de Pin'sA y desde Fuardiola de :erga a la Pobla de 6illet. 6a %Blor dRigua%, de p(talos cristalinos, nace solo en el equinoccio de Primavera. btenerla supone estar predispuesto, ese a-o, para el amor y la felicidad. ?ontra m$s alto surge, m$s pura es pero al mismo tiempo, su tacto es sensible y quebradi&o. uele romperse entre los dedos y son pocos quienes !an disfrutado de ella a lo largo de las centurias. olo los elegidos. ll" donde !ay una fuente natural en la regi'n, all" el viajero puede encontrar la tan preciada %Blor dRigua%. e ignora el origen de esta tradici'n. 0stamos tentados de pensar que se trata de una adaptaci'n o corrupci'n de leyendas y tradiciones c$taras. lgunos autores !an subrayado la importancia que para los c$taros ten"a el equinoccio de primavera. , as" mismo, se sabe su concepto de Dios reducido a su pura esencia de mor. Por lo dem$s, la altura que garanti&a una pure&a creciente de la flor indica elevaci'n, sublimaci'n y espiritualidad. e trata, sin duda, de un s"mbolo m"stico de contenido similar al que unos cientos de Im. se repite en an Guan de la Pe-a. -ueralt( una >ir4en 'e4ra c. punt de partida /o podr"a eistir lugar m$s adecuado para emprender nuestra ruta que el antuario de /uestra e-ora de Hueralt, patrona de la comarca Ael :ergued$A desde el antuario puede verse la ciudad de :erga y la comarca del :ai :ergued$. ?uenta la tradici'n que la imagen all" venerada fue escondida ante la llegada de los moros, en una peque-a gruta proima al ?astell :erguedZ. 0n el siglo *@ un pastor la descubri' al buscar una vaca que se le !ab"a escapado. 8al como pod"a suponerse a tenor de la leyenda, /uestra e-ora de Hueralt es una #irgen /egra. 6a ;uta dels :ons )omes se inicia en Hueralt y la primera etapa discurre !asta ?asanova de les Farrigues. iete Iil'metros de recorrido que no deber$n de demorarnos m$s de dos !oras. 0s camino pasa por 0spinalbet, semiabandonado, con iglesia y un castillo en ruinas. ?asanova de las Farrigues es el lugar donde podemos descansar. Cercs( la huella de ls -uer7ucs poco m$s de un Iil'metro de ?asanova encontraremos un mirador sobre el pueblo de ?ercs. 0l nombre del pueblo indica que, en otro tiempo, debi' tratarse de un lugar de culto, probablemente celta o romano. 0n efecto, ?ercs, es evidentemente una derivaci'n de %cercos%, variante de %quercus%, roble o encina, $rbol sagrado. tra etimolog"a !ace derivar el nombre de %quer%, %pe-a grande o roca%. , finalmente, otra
lo emparenta con el mismo pueblo que pobl' y di' nombre a la &ona de Huerib+s, la +ltima fortale&a c$tara. 6a &ona fue poblada por los %querbucos%, de los que ya !ablaremos al referirnos al castillo occitano. Desde all" veremos el embalse de :aells y un poco m$s adelante el valle del Peguera. 1 Im. de la partida encontraremos el pueblo de Peguera, casi completamente en ruinas. ?erca de all", y siempre siguiendo el F;A17, perfectamente indicado, se llega a la Bont de la :ruia, uno de los lugares donde nacen las %flors dRaigua%. 6legados a este punto, cruce de cuatro caminos, nos dirigiremos al Berr+s, punto m$s alto del recorrido, con casi = metros de altura. :ajaremos luego !asta 1= metros en el lugar conocido como el Mol" de Beners. 0n el ?oll del Portell Ca 1 metros de altura< observaremos la misma vista impresionante con que los c$taros fugitivos se desped"an de su tierra natal. De ?asanova de les Farrigues al Mol" de Beners !ay casi veinte Im. la marc!a durar$, pues, cinco !oras Acasi imposible !acerlo sin interrupcionesA. 0s, pues, recomendable, parar en Peguera o en la Bont de las :ruias. 0n la siguiente etapa nos espera un camino m$s ben(volo. De Mol" de Beners a F'sol, apenas tardaremos una !ora y media para cubrir los poco m$s de seis Im. que separan ambos puntos. 4na etimolog"a poco convincente nos indicar"a que el nombre del lugar procede del t(rmino $rabe %alAgusul%, las %abluciones% y, por derivaci'n, los %dep'sitos%. Pero el nombre parece anterior a la presencia musulmana que, por lo dem$s, fue muy superficial en esta &ona. 0l camino es etremadamente c'modo la subida, etremadamente suave, nos conducir$ por los peque-os pueblos de 0spZ y orribes. F'sol es uno de los n+cleos !abitados m$s elevados de ?atalu-a. l llegar all", !abremos abandonado la provincia de :arcelona, para entraren 6(rida. 4n nuevo repec!'n nos !ar$ subir de 1J=> a 19= metros, a lo largo de la pendiente que durante 1>,L Im. nos conduce desde F'sol al coll de la :ena. Poco antes de llegar aqu" encontraremos una casa Acal 8asconetA donde podemos comer y alojarnos. La sa4a de &in%s y el te.plaris. :agZ est$ separado 1=, Im. del coll de la :ena. 6a dificultad del trayecto !ace que podamos cubrir la distancia en dos !oras y media a buen paso. 0l trayecto se desarrolla a!ora por una pendiente descendente. ?uando !ayamos recorrido 7 Im. encontraremos la ermita rom$nica de ant Mart" Cuna sola nave, con $bside, crucero y campanario con dos arcos<. lgo m$s de 1 Im. de ant Mart" vale la pena detenerse en un peque-o puente rom$nico primorosamente restaurado que atraviesa el r"o :astareny. metros de altura se encuentra :agZ. :agZ es un pueblo cuyo centro !ist'rico !a sido correctamente restaurado. 0n un sitial de !onor figura la estatua de Falcer$n de Pin's. ;afael larc'n refiere en su
libro %6a otra 0spa-a del 8emple%, una tradici'n que merece repetirse aun cuando no entre propiamente en la tem$tica c$tara. Pero ser"a lamentable que abandon$ramos este pueblo sin saber que all" pudo estar la cuna del fundador de la rden del 8emple. ?orresponde a ;afael larc'n el m(rito de !aber e!umado del olvido el manuscrito sign. 7.>77 de la :iblioteca /acional de Madrid, que contiene las genealog"as de la familia Pin's. 0l manuscrito redactado en 1L== se titula %Declaraci'n de la inscripci'n griega de la cru& de la iglesia de an 0steban de :agZ, cabe&a de las :aron"as de Pin's, gui'n de la rmada, que tom' 8ierra anta, a-o de 11. Don )ugo de :agZ, primer Maestre del 8emple%. e alternan en dic!o teto datos de incontrovertible veracidad con otros que desear"amos fueran ciertos. 0s aut(ntico que un contingente catal$n acompa-' a Fodofredo de :ouillon a la conquista de Gerusal(n. 0ntre ellos los condes del ;osell'n y la ?erda-a, as" como don Fuill(n de Fanete Acito a larc'nA "el cual lle$aba entre sus #ombres a los #ijos del almirante de :ataluña y de doña Berenguela de *ontcada los #ermanos ?alcerán y 2ugo de @ins" . mbos !ermanos destacaton en los
combates del 199 que permitieron quebrantar la resistencia musulmana, particularmente en la Puerta de an 0steban de Gerusal(n. 0l empuje y la tenacidad de los cru&ados catalanes !i&o posible esta espl(ndida victoria para la cristiandad. partir de aqu" entramos en el terreno de la leyenda. 0n 111 Avuelvo a citar a larc'nA "sintiendo la necesidad de organi&ar una milicia que defendiese a los pelegrinos de los constantes asaltos que sufrían por parte de los musulmanes $arios caballeros catalanes se agruparon en torno a los #ermanos @ins y crearon una cofradía o milicia puesta bajo la proteccin de anta *aría cuya primera residencia fueron unas #umildes estancias en las ruinas del +emplo de alomn". 4rbano @@ les entreg'
un fragmento de la %#era ?ru&%. Por eso Asigue la leyendaA los templarios luc"an en sus capas el emblema de la cru& roja. 0l primer maestre de esta milicia fue )ugo de Pin's que adopt' el nombre de su tierra natal, :ag$, pasando a ser )ugo de :agZ, latini&ado como )ugo de :ag$ o :aganus. Falcer$n, su !ermano, regres' a la patria para reclutar caballeros trajo consigo el fragmento de la #era ?ru& que, desde entonces puede venerarse en la iglesia de an 0steban de :ag$, donde a+n sigue. 0l fundador oficial de la rden del 8emple fue )ugues de Payns. 6a transformaci'n fon(tica de )ugo de :agZ en )ugues de Payns sigue un tortuoso recorrido pasando una primera etapa de latini&aci'n en la que queda como )ugo de :aganus, luego, por corrupci'n fon(tica pasa a ser )ugo de Paganus y, finalmente, se convierte en Pagani, Paencium, Paence, Paiens, Payens y, finalmente, en Payns. ?onsciente de los reproc!es que podr"an !acerse, larc'n, recuerda, atinadamente, que los franceses son maestros en el arte de %nacionaliar% los nombres y que otros maestres templarios, en principio, incuestionablemente franceses, resultan ser, finalmente,
espa-oles. s" pas' con %rnaud de la 8our ;ouge%, en realidad rnaldo de 8orroja o Pedro de Montagut, reconvertido por fatalidades del nacionalismo lingX"stico en %Pierre de Montaigu% y el m$s espectacular, sin duda, %Fuillaume de :eaujeu%, tras el cual encontramos, travestido e irreconocible, al muy racial Fuillermo de :elloc!. 6o cierto es que la familia Pin'sA:ag$ apereci' desde el origen ligada al templarismo. Don' amplias posesiones a la rden, e incluso la comarca de itjZ en 117. 0n cuanto a la #era ?ru&, pas' antes por #ic, para ser luego depositada en an 0steban de :ag$. 0l fragmento de la #era ?ru& reali&' su primer milagro en el propio seno de la familia Pin'sA:ag$. Falcer$n de Pinos y su compa-ero ancerni de uyl, cayeron presos de los moros en la epedici'n que ;am'n :erenguer @# y lfonso #@@ de rag'n y ?astilla, reali&aron sobre lmer"a. 6a morisma pidi' un rescate de cien doncellas pero la #era ?ru&, an 0steban y an Dionisio, operaron el milagro y liberaron a los dos cautivos. 6as calles de :ag$ nos ense-an todo esto. #ale la pena, antes de abandonarla, conocer la !istoria legendaria de esta localidad que, ya durante el per"odo de migraci'n c$tara, era una posesi'n templaria. un pueden verse algunos pa-os de la muralla medieval y la plaa mayor porticada. ll" se encuentra la estatua de Falcer$n de Pin's. :ien descansados partiremos !asta la Portella :lanca, en el l"mite fronteri&o. /os espera un recorrido de =5 Im. que, dadas las caracter"sticas del camino, podremos cubrir prudentemente en seis !oras. 8ell5er de la Cerdaña y las 2Dnas dAi4ua2 aliendo de :ag$, nuestro primer objetivo ser$ :ellver de la ?erda-a. ?aminaremos por la carretera local que va a ?oll de Pal y Fr(ier. 4n repec!'n nos !ar$ ascender desde los metros de altura en que se encuentra :ag$ a los 15 del coll de 0scriu. De all", una pendiente endiablada, nos !ar$ subir !asta los 17LJ metros del coll de Pend"s. un nos quedar$n 1> Im. para completar nuestro recorrido. 6a esplanada que !ay en el coll de Pend"s, nos muestra un sendero !acia la derec!a, bajo la pista. Descendiendo !asta los 1 metros llegaremos a :ellver de la ?erdaya por un camino en el que encontraremos la ermita de anta Mar"a de 8all'. e da la circunstancia que aqu" se conversa una antigua imagen de la %Mare de Deu%, la +nica de la comarca que consigui' salvarse del salvajismo de nuestra +ltima guerra civil. i deseamos descansar, antes de llegar a :ellver encontraremos el refugio forestal del @ngla en perfectas condiciones de !abitabilidad y de libre acceso. #ale la pena descansar. 0l tramo del recorrido que acabamos de franquear es cansado y lo que nos queda por delante eije de nosotros un esfuer&o suplementario. 4n recorrido de estas caracter"sticas no puede reali&arse sin una fuerte motivaci'n interior. /o se trata de la dificultad en cubrir las etapas, sino de aprovec!ar el silencio de los caminos para meditar sobre fragmentos de una !istoria pasada que es
la nuestra. 0stamos recorriendo, en sentido inverso, la ruta que llev' a muc!os !ombres y mujeres al eilio, por ser fieles a su f(. Pisamos piedras que en otro tiempo, fueron salpicadas por las l$grimas de dolor por la separacion de la tierra natal, pero tambi(n por la esperan&a de una vida mejor en los dominios de rag'n y ?atalu-a. todo por ser fieles a una f( religiosa. [Hu( inmensa fuer&a de convicci'n deb"a tener aquella f( para !acer que se abandonara todo solo por seguir siendo fieles a la misma[ lgo que, por desconocido, sorprende a+n m$s en nuestra desgraciada (poca. 8al puede ser el tema de meditaci'n o de conversaci'n en estos senderos pirenaicos. olo un esfuer&o m$s nos permitir$ llegar al coll de la Portella :lanca... =519 metros de altura. :ellver, como antes :ag$, es una villa que vale la pena visitar y detenerse. 8ambi(n aqu", las piedras destilan !istoria, leyenda y tradici'n. /uestros lectores m$s amantes de los viajes relajados y c'modos, podr$n llegar a :ellver a trav(s de la ?A1>1> de Puigcerd$ a eu dR4rgell. 4na torre de defensa y algunos pa-os de la muralla son los +nicos restos del otrora orgulloso castillo que !an vencido al tiempo. Desde a!" se dominaban los caminos del egre y del Pend"s. 0n esta &ona eiste una leyenda similar a la de las %Blors dRigua%. e trata de las %Donas dRigua%. 0n los lagos, numerosos, por lo dem$s, de la &ona, aparecen en los d"as m$gicos de solsticio, mujeres que lan&an encantamientos y magia sobre los varones. on las %Damas de gua del 6ago%. proimarse en los d"as m$gicos a las orillas del lago es peligroso. 6a %Dama del 6ago% puede sustraernos al mundo de los vivos con su magia. #iven en el fondo del lago, donde no llega la lu& del sol. ll" celebran sus org"as. 8ienen un palacio de cristal. Huien cae en sus manos no debe mirar atr$s, en el descenso !acia el palacio, o de lo contrario quedar$ convertido en piedra. 2?'mo no pensar en una relaci'n entre estas damas de los lagos pirenaicos y las de los relatos del ciclo art+rico3 2c'mo no pensar que los trobadores que recorrieron estas &onas !ace setecientos a-os no cantaban en sus canciones las gestas del ciclo del Frial que los lugare-os adaptaron en estas !ermosas leyendas3 0l agua como fuente de vida y la mujer como aspecto femenino de Dios. 0l descenso bajo las aguas, como viaje inici$tico el palacio de cristal, templo en el cual tiene lugar la uni'n entre la Dama y el #ar'n ;aptado... la uni'n de los contrarios. /o lejos de all" en Puigcerd$, el carnaval se celebra con la aparici'n de una figura grotesca y festiva, el %#idalot%, a la ve& !ombre y mujer, en(simo avatar del andr'gino primordial, ese ser anterior a la %ca"da%, del que nos !abl' Plat'n. u desgracia empe&' cuando los dioses del limpo, temerosos de su poder Ael poder de la 4nidadA decidieron partirlo en dos Ala carencia de la DualidadA y as" aparecieron los dos seos. 0l %#idalot% es la imagen reintegrada de este andr'gino primordial, como los esponsales entre la %Dama del 6ago% y el %#ar'n ;aptado%, suponen la uni'n de lo que la %ca"da% separ'.
En el l9.ite de Andrra y Francia 4na ve& familiari&ados con las leyendas de la comarca, nos toca emprender una nueva etapa del camino. 6a que nos llevar$ !asta el coll de la Portella. bandonaremos :ellver siguiendo atravesando el puente del egre, en direcci'n a Puigcerd$. ?aminando unas decenas de metros, !acia la i&quierda, deberemos dirigirnos a la piscina, en direcci'n a dKn. @neludible el visitar la peque-a ermita rom$nica que all" se encuentra. ubiendo !asta 8alltendre y la :astida, llegaremos a ?oborriu de la 6losa a 15 metros de altitud. 0sta +ltima poblaci'n apenas es una decenas de casas desperdigadas despu(s de las cuales nos espera una vertiginosa subida !ata los =J metros del coll de la Portella :lanca. 6os +ltimos Im. precisan un esfuer&o endiablado pero vale la pena llegar !asta el collado que separa ndorra de Brancia. !ora nos toca emprender la parte francesa del trayecto, apenas Im. 6o peor ya !a pasado. A tra5és de las GR 1rancesas Desde la Portela :lanca el caminante debe tomar entonces el F;A7 ya en la parte francesa. 0isten dos caminos, !acia el /orte o bien decidimos ascender bruscamente a trav(s del ?ol de Puymorens, o bien reali&amos un rodeo por los lagos de 6anours, bordeando las faldas del Pic ?arlit y del Pic Pedrous. penas a = m. del lago, el F;A7 enla&a con el F;A1 Cambos perfectamente se-ali&ados< y es justamente por esta nueva ruta por donde ascenderemos !asta el peque-o pueblo de Merens les #als, y luego !asta AlesA8ermes. 0ste F; nos llevar$ directamente por el ?ollado de Marmare, y las Forges de la Brau, situadas en las faldas de la monta-a del mismo nombre. Montsegur ya se divisa en el !ori&onte. 0sta ruta, a buen paso, se nos puede llevar tres d"as en el curso de los cuales atravesaremos distintas alturas y climas. 0sta ruta, insistimos, es solo aconsejable para quien tiene una amplia eperiencia en senderismo. pesar de que la se-ali&aci'n, a ambos lados de la frontera, es ejemplar, la utili&aci'n de un mapa de cotas y de una br+jula es imprescindible.
Mapa 1.A ;uta de la ?iudad ?ondal
Ruta de la Ciudad Cndal= >esti4is c0tars en 8arcelna# Ruta para 2ur7anitas2 =esultaría absurdo que indicáramos la forma de llegar a la :iudad :ondal. :iudad bien comunicada y con suficiente relie$e y entidad como para que sea posible acceder a ella desde cualquier punto y por cualquier medio de transporte lo que nos interesa es marcar en el callejero urbano unos cuantos puntos que pueden ser de interés para el $isitante en busca de #uellas del catarismo.
0l !istoriador #entura ubirats, e!umando documentos inquisitoriales, recuerda que "Los interrogatorios re$elaron que el anciá 'ndreu +a$ernier tejedor de profesin #abía efectuado en E4C3 un peregrinaje a Barcelona junto con -stefanía esposa de ?uillem 'rnau de :astel$erdun y de su #ijo con el fin de $isitar a unoscorreligionarios que $i$ían en aquella ciudad". 0n la s"ntesis !ist'rica !emos
comentado que en varias ocasiones aparecen menciones a :arcelona en las deposiciones de c$taros presos ante los tribunales inquisitoriales de 8oulouse y ?arcasone. Hue nosotros sepamos, no eisten documentos fe!acientes, depositados en alguna instituci'n barcelonesa, que ampl"en las referencias de la @nquisici'n pero el !ec!o de que no eistan dic!as referencias, no implica que no !ubiera actividad c$tara en la ?iudad ?ondal. 0sta misma ruta a trav(s de 6a 8or de Huerol fue la que tambi(n sigui' nrau de ?astelverdum y su familia, !asta llegar a :arcelona. ll" iban a visitar correligionarios, sin embargo ser"an arrestados por el camino. 0s la +nica referencia que se !a podido rescatar sobre los c$taros barceloneses. 0isten, en efecto, referencias indirectas que inducen a pensar que eisti' una actividad !er(tica en :arcelona, que atraves' por distintas etapas. /o !ay que olvidar que los c$taros balc$nicos llegaron a 0uropa ccidental gracias al comercio entre riente y ccidente. )emos visque que sus primeros misioneros fueron comerciantes, especialmente comerciantes en tejidos. Dado el flujo comercial entre ccitania y :arcelona, e incluso, dada la importancia del puerto de esta ciudad en el tr$fico mediterr$neo, es de suponer que los misioneros c$taros pudieron llegar en una temprana edad, posiblemente !acia mediados del siglo *@@. in embargo, la situaci'n era radicalmente distinta a la que viv"a la ccitania francesa. pesar de la proimidad, la sociedad catalanoAaragonesa de la (poca, estaba sometida a los peri'dicos acosos del @slam. ?ien a-os antes, lman&or !ab"a saqueado la ciudad y en esa (poca todav"a se practicaba una econom"a de subsistencia en el marco de una sociedad que distaba muc!o de la sofisticaci'n occitana. Por lo dem$s, el clero barcelon(s no !ab"a ca"do en los niveles de descr(dito que el ccitano y el
catarismo no pod"a utili&ar como ideaAfuer&a, la corrupci'n de las autoridades eclesi$sticas. De !ec!o, parece incluso que los barceloneses estaban muy ligados a sus obispos. lg+n obispo catal$n !ab"a muerto combatiendo en la epedici'n catalana a ?'rdoba. 8odo esto fren' la epansi'n del catarismo y determin' el que los n+cleos constituidos no pudieran epanderse. 6uego, cuando, durante el siglo *@@@, el catarismo fue duramente reprimido en ccitania y se produjo la derrota de Muret, los n+cleos c$taros barceloneses, debieron continuar su actividad discretamente y !acer de la ayuda a los represaliados y el socorro de los eiliados, el eje de su actividad. 0s justo en ese momento cuando empie&an a cobrar forma leyendas urbanas y detalles que indican que algo est$ cambiando en la ciudad. /o tenemos documentos fe!acientes sobre el catarismo barcelon(s, pero tenemos algo m$s vivo monumentos y leyendas. *uellas en la Catedral de 8arcelna 6a primera piedra de la ?atedral de :arcelona se coloc' el 1 de mayo de 1=9, en lo m$s dram$tico de la actividad inquisitorial. 0l $bside de la ?atedral se termin' !acia 1>=7. :uceando en la !istoria de la eo encontramos un par de detalles interesantes. 0n una de las g$rgolas situadas en el $bside, pr'imas al palacio real, se encuentra la estatua de un artesano provisto de gorro frigio, con la boca abierta, en cuclillas y con los pantalones bajados. /o cabe duda, est$ defecando sobre la ?atedral. /o puede tratarse ni de una broma, supone un acto deliberado de !ostilidad !acia el clero y lo que representa. 0l otro detalle es que la ?atedral de :arcelona, tiene en el $bside, marcas gremiales. ll" radicaba la cofrad"a de los %0steves%, que reun"a a los peque-os oficios, entre ellos el de los tejedores. fue precisamente en el eterior del claustro, donde todav"a puede verse el s"mbolo de la corporaci'n un telar esquemati&ado. /o !ay duda que los c$taros barceloneses, justo en esa (poca, eran canteros y tejedores, luego tuvieron arte y parte en estos dos s"mbolos el irrespetuoso cantero y el emblema corporativo. Una leyenda ur7ana si4ni1icati5a 4na leyenda urbana es igualmente significativa del odio de la :arcelona gremial !acia la @nquisici'n A2odio motivado por qu(3A. 0n la festividad del ?orpus Afiesta gremial por ecelenciaA los @nquisidores quisieron ocupar un sitial preferencial en la celebraci'n religiosa que ten"a lugar en la ?atedral. Para ello despla&aron a los pro!ombres de los gremios a lugares secundarios. Pero cuando se produjo la consagraci'n Aceremonia en la que un buen cristiano deb"a permanecer en actitud de recogimiento y devoci'nA los @nquisidores debieron arrodillarse, momento que aprovec!aron los pro!ombres para ocupar sus sillas. 0l revuelo fue enorme y algunos, entre ellos el ?onseller ?ap, fueron arrestados y conducidos a las ma&morras del
Palacio ;eal. 8odav"a se puede ver una peque-a ventana, situada sobre la puerta de acceso al al'n del 8inell y a la ?apilla de anta gata, por donde logr' escaparse el ?onseller. 0sta leyenda, algunos de cuyos datos, le dan una verosimilitud muy superior al mero relato imaginario, evidencia un enfrentamiento entre el poder gremial y la autoridad inquisitorial. i tenemos en cuenta que los misioneros c$taros y los eiliados occitanos pertenec"an, como ya !emos dic!o, a los gremios de tejedores y constructores y que los gremios barceloneses Aya sea por el contagio con el comercio oriental o por las relaciones entre comerciantes occitanos y barcelonesesA todo esto induce a pensar que el catarismo, aun poco implantado en un primer momento y clandestino m$s tarde, lleg' a tener una fuer&a considerable. ?on el paso del tiempo y la desaparici'n de los %ancians% patriarcas, la interrupci'n de la tranmisi'n inici$tica de unosa otros %ancians%, debi' de producirse la confusi'n y la dispersi'n entre los antiguos c$taros barceloneses que regresar"an, progresivamente a la iglesia, pero manteniendo unas posiciones antiAclericales y, fundamentalmente, antiAinquisitoriales que se reflejan en la leyenda urbana que acabamos de relatar y en otras similares que indican un enfrentamiento entre clero y una facci'n de la sociedad. Ls crdelers= etnia .aldita 0isti' en :arcelona una %etnia maldita% de la que ya !ablamos en nuestro libro %Fu"a de la :arcelona M$gica%. 0isten unos cuantos detalles significativos. 6os cordeleros barceloneses eran n'madas, iban all" donde se cultivaba c$-amo. 0l gremio se constituy' oficialmente en un per"odo tard"o, 1JJ, pero eisten rastros de su actividad a partir del a-o 1. )acia el inicio del siglo *@# las cuerdas fabricadas por los cordeleros barceloneses ten"an fama en todo el Mediterr$neo. pesar de su alta cualificaci'n profesional, eran detestados por la poblaci'n y sometidos a un estrec!o r(gimen de marginaci'n. us mujeres no pod"an dormir en el interior de las murallas de la ciudad se dec"a que les sangraba el ombligo y que pod"an mover las orejas si escup"an al suelo, de all" sal"an insectos inmundos, escond"an la cola entre sus cal&as, se les obligaba a que escuc!aran misa desde la calle y solo pod"an casarse entre ellos. 0s significativo que estos mismos motivos, justificaban la segregaci'n de los agotes y cagots de quienes tenemos sobrados motivos para pensar que se trataron de etnias constituidas por n+cleos c$taros represaliados tal como tratamos en otro lugar Cp$g. 197<. olo resta una infamia no incluida la acusaci'n de leprosos. Pues bien, eist"an dos n+cleos de cordeleros, los del barrio de la ;ibera y los del barrio del ;aval. )asta 1991 subsisti' la +ltima tienda de este gremio en las inmediaciones de la Pla&a del Padr', en pleno ;aval. 0n esta Pla&a se encuentra la ?apilla de an 6$&aro, durante la 0dad Media, !ospital de leprosos... 6a misma pla&a sobre la cual se al&' la estatua de
anta 0ulalia, fue, en la 0dad Media el cementerio del !ospital. 6os dos grupos de cordeleros eran antag'nicos. us disputas, frecuentes, llevaron al ?onsell de ?ent a retirarles las banderas gremiales, al tiempo que se les adjudicaba el paso de la disputa entre Ges+s y los ;abinos en la procesi'n del ?orpus, en alusi'n a sus eternas discusiones. Sant &au del Ca.p y el cataris. tra fuente cuyo origen ignoramos, pero que damos por la proimidad a los lugares que estamos recorriendo, indica que los c$taros barceloneses se reun"an el =5 de enero, festividad de an Pablo, en el templo de ant Pau del ?amp. Miguel F. racil, da el dato en su libro %@tinerarios por la ?atalu-a M$gica%. 8iene ra&'n racil en que los c$taros contrapon"an la @glesia de Pedro a la @glesia de Pablo y se sent"an m$s pr'imos de (sta +ltima. Por otra parte, ya desde tiempo muy antiguo, la &ona de ant Pau del ?amp estaba considerada como propia de marginados, delincuentes y gentes de mal vivir. en esta catalogaci'n entraban tambi(n los disidentes religiosos. :astaba recorrer los doscientos metros de la calle de la ;iereta Aen la 0dad Media casi completamente un descampadoA para que los cordeleros del ;aval tuvieran un lugar de culto discreto. racil ve, incluso, en el relieve de la mano p(tra que se encuentra en la fac!ada principal de ant Pau del ?amp, el gesto c$taro para impartir el rito del %consolamentum%. 0s cierto que, en buena l'gica, esa mano, siguiendo la iconograf"a catolica deber"a est$r verticar y, sin embargo, se encuentra en posici'n de practicar la imposici'n de manos. Puntos del callejero 1. ede del 8ribunal de la @nquisici'n =. ?atedral de :arcelona marcas gremiales de los 8ejedores >. ?atedral de :arcelona g$rgola del artesano con gorro frigio J. Palacio ;eal la ventana por la que !uy' el ?onseller ?ap 5. ?apilla de an 6$&aro, la leproser"a de :arcelona L. ona de epansi'n de los ?ordeleros del ;aval. 7. an Pau del ?amp o an Pablo 0tramuros. . ?onvento de los dominicos de :arcelona.
Mapa 11.A ;uta del ;osell'n y la ?erda-a
Ruta del Rsell%n y la Cerdaña= Cndads catalanes transpirenaics# -sta ruta fue catalanoaragonesa en la época del catarismo. olo a partir de E.KC pas definiti$amente a Hrancia en $irtud del +ratado de los @irineos. 6e a#í que las diferenciemos de las rutas francesas y occitanas. ;o puede #ablarse de que fuera en su momento una "ruta española" sino más bien catalanoaragonesa. @ero #ay que #acer una precisin y seguir en ella a 'mérico :astro.
2Españles2 4racias a ls c0tars Dice m(rico que "los romanos llamaban 5ispania a la @enínsula 1bérica pro$incia de su imperio. -n el latín #ablado por quienes no leían ni ante $ocal sonaba 3 #acia el siglo 111 d. de :. @or su parte la i de 5ispania ya se pronunciaba como e en los primeros siglos del imperio. -s decir) #acia el año MII la mayoría de los latinoparlantes decía Espa3a aunque los cultos escribieran 5ispania" . 0ste
planteamiento tiene, a pesar de las apariencias, muc!o que ver con el tema de esta Fu"a sobre el ?atarismo. i ya se !ablaba de la totalidad de la pen"nsula ib(rica como 0spa-a, 2de d'nde deriva el vocablo %espa-ol%3 m(rico ?astro dec"a ya en 19>L que %espa-ol% sonaba a italiano o catal$n. " Espa3ol no casaba con el fonetismo castellano/ de hispaniolus tenía que #aber salido espa3uelo como de panneolus deri$a pa3uelo. ;adie se limpia el sudor con un pa3ol ". M$s tarde, en la postguerra, tuvo ocasi'n de investigar y conocer a
otros investigadores preocupados por el enigma !ist'rico del vocablo. Para los etranjeros, 0spa-a fue en la 0dad Media, el conjunto de reinos cristianos y moros. 4n teto del siglo @* llama al emir Mu!ammad @ %re )ispaniae%. Pero a sus !abitantes se les llamaba %)ispanus% o %)ispanicus%, nunca %espa-oles%. m(rico ?astro precisa "-l nombre espa3ol no aparece como étnico en ning%n te,to antes del siglo >111" . 2De d'nde procede, pues3 0n 19J apareci' la obra del !ispanista sui&a ebisc!er, %0spa-a en su !istoria%, que desvel' el misterio. 0l idioma !ablado en ccitania en el siglo *@@@, era la lengua de c, que bast' para nombrar a la &ona, 6anguedoc. ?astro, citando a ebisc!er, sinteti&a "el término español aparece en pro$en&al primeramente como nombre de persona en la regin de
0n otras palabras es la emigraci'n occitana generada en el siglo *@@@ la que trae a nuestra tierra el vocablo %espa-ol% con que !oy nos reconocemos a esta parte de los
Pirienos. De otra manera, probablemente, nos !ubi(ramos llamado a nosotros mismos y nos !ubieran conocido como %espanescos% o %espa-ones% que, lingX"sticamente, !ubiera sido m$s correcto. esa emigraci'n solo pod"a estar generada por dos corrientes la que se dirig"a a antiago de ?ompostela y la !er(tica que !u"a del la ?ru&ada contra el catarismo primero y de la inquisici'n despu(s. De !ec!o, a antiago aflu"an personas venidas de todos los !ori&ontes situados m$s all$, al /orte y al 0ste de ccitania. Pero ebisc!er y ?astro son precisos el vocablo es occitano. 0n el siglo *@@@ viajaban a antiago muc!os occitanos condenados por la @nquisici'n por sus relaciones con la !erej"a y otros muc!os m$s !u"an de los desastres de la guerra. Fracias a ellos los !abitantes de 0spa-a nos llamamos %espa-oles%. 0l !ec!o de que el foco de difusi'n de la palabra %espa-ol% fuera 8oulouse y gen del siglo *@@@, ambas con fuerte presencia c$tara y rt!e&, entre Pau y :ayona, &onas de fuerte presencia %cagot% Cv(ase el cap"tulo <, indican que quienes nos dieron este nombre que !a quedado grabado en la !istoria, fueron precisamente los c$taros !uidos. La ruta de ls cndads ultrapirenaics La =uta de los :astillos
&rt >endres Los pueblos costeros del =oselln son e,tremadamente tranquilos e incluso en período $eraniego mantienen una serenidad que está ausente al otro lado de los @irineos. 'rgeles :olliure @ort 0endrés y Banyuls sur *er son buena muestra de lo que decimos. Llegaremos a 'rgelés por la :arretera ;EEK tras E4 Gm. de ruta.
tto ;!an el investigador na&i del catarismo se interes' muc!o por Port #endr(s. 0l nombre de %#endres% deriva de %#eneris%, esto es, #enus. /uestra primera etapa en territorio ayer espa-ol, !oy franc(s, es pues el Puerto de #enus, diosa del
amor. ;!an ligando distintas leyendas y tradiciones cl$sicas, alcan&a el tema del Frial y el catarismo. #eamos si consiguimos resumir sus ra&onamientos. ;!an cuenta que los !elenos venidos de rgos desembarcaron en el Puerto de #enus. ;!an identifica Port #endr(s con el objetivo final de los rgonautas, el lugar donde se gurdaba el #ellocino de ro. 6os rgonautas, eplica, luc!aron contra el ;ey :ebri quien retaba al pugilato a todos los que llegaban a sus tierras. :ebri, padre de Pyrene, llegaba a matar a pu-eta&os a los visitantes. 6os rgonautas, conducidos por Gas'n, lo vencieron. 4no de estos rgonautas fue )(rcules. 8ras uno de sus trabajos deber"a enamorar a la !ija del rey :ebri y seducirla Cver p$g. 19<. 0l mor y los rgonautas se unen en este Puerto dedicado a la Diosa del mor, #enus. Por eso ;!an defiende la tesis de que las %6eyes de mor% de los trovadores proven&ales !abr"an nacido aqu". ;!an termina su eposici'n "Los argonautas #an $iajado al puerto de 0enus los 6iscuros $encieron a Bebri, en la :ue$a de Lombri$es lo #an enterrado los lugareños del abart#es. 6e @ro$en&a debe #aber recibido Nolfram $on -sc#embac# la leyenda del ?rial. ;o lejos del ?rial pirenaico los lugareños del
0l famoso ge'grafo latino Pomponio Mela cita a Portus #eneris de la que dice estaba cerca de un templo c(lebre. in duda se refiere a ant Pere de ;oda que, antes que cenobio cristiano, fue templo de #enus frodita. Gaime @ !i&o de esta villa el puerto m$s famoso del ;osell'n. /o queda apenas queda ning+n resto en el casco urbano de lo que fue su dilatado pasado. 8anto el faro como el fuerte defensivo de la ba!"a datan de fines del siglo *@*, reconstruidos sobre la base de una construcci'n del inefable ingeniero militar #auvain, quien, por lo dem$s, tiene una avenida y un cine que ostentan su nombre. 0isti' aqu" una torre de observaci'n m$s antigua que, como m"nimo, fue construida a principios del siglo *@#, construida por los reyes de Mallorca. 0n el interior eiste el peque-o pueblo de ?rospons, mencionado en las cr'nicas desde 1197. 6a ermita rom$nica fue construida !acia el 1= y alberga en su interior una talla de ?risto en la cru& que los marineros de Port #endr(s, encontraron en la mar y al que se atribuyen curaciones milagrosas. Elne i no decidimos recorrer los agradables pueblos costeros pr,imos a @ort 0endrés nuestro siguiente objeti$o será -lne. Los E4 Gm. que separan @ort 0endrés de -lne se cubren a tra$és de la :arretera ;EEK.
Pasar por 0lne implica necesariamente la obligaci'n de visitar la catedral de anta 0ulalia y anta Gulia. 0lna fue fundada por tribus "beras que le dieron su primer nombre, @liberis. 6uego los romanos, en recuerdo de la madre de ?onstantino el Frande
le llamaron ?astrum )elenae, de donde deriv' el nombre actual. 0lne floreci' bajo el @mperio ;omano consolid$ndose como la ciudad m$s populosa del ;osell'n. 0l obispado de 0lne fue uno de los baluartes contra la propagaci'n del catarismo fuera de ccitania. 0n la visita a 0lne es ineludible entrar en la catedral de anta 0ulalia y anta Gulia. ll" contemplaremos el claustro de sobrio estilo rom$nico Caun cuando una parte fue construido en el per"odo g'tico, pero se decidi' no romper la unidad de estilo<. 6as columnillas gemelas que sostienen los capiteles est$n grabadas y se alternan con columnas rectangulares, tambi(n dotadas de capiteles corridos en los que se representan escenas del ntiguo 8estamento. 0n un tiempo en el que la :iblia se le"a solo en lat"n y apenas eist"a para los fieles material religioso escrito, los capiteles y toda la iconograf"a de las iglesias ten"an una funci'n mnemot(cnica que los capiteles de 0lne cumplen perfectamente. 0l visitante podr$ observar en el corredor norte del claustro capiteles con toda una fauna de animales m"ticos similares a los que se encuentran en los capiteles de ant ?ugat del #all(s, pr'imo a :arcelona. 0l visitante podr$ observar en esos mismos capiteles toda una fauna de animales m"ticos similares a los que se encuentran en los capiteles de ant ?ugat del #all(s, pr'imo a :arcelona. irenas, !ipoglifos, animales &odiacales, mujeresAp$jaro, etc. se alternan con dioses cl$sicos, Mercurio es f$cilmente reconocible y #enus est$ igualmente presente, y los temas all" reproducidos remiten al !ermetismo medieval C$rbol de lavida, p$jaros de la inmortalidad, tres serpientes, dragones, etc.<. /o ser$ la primera ve& en nuestras rutas c$taras que se plantee un problema buscando !uellas del catarismo, recorriendo los lugares que en otro tiempo tuvieron alguna relaci'n con la !erej"a medieval, nos encontraremos !uellas notoriamente !er(ticas, pero no c$taras, en el interior mismo de recintos cat'licos. 0stas !uellas atestiguan la persistencia de concepciones precristianas que se filtraron en el seno de la catolicidad y que, sorprendentemente, quedaron registradas en piedras, atestiguando que en el siglo *@# todav"a go&aban de buena salud. 0l claustro de 0lne es la muestra. dosado a la galer"a este del claustro se encuentra un peque-o museo de arqueolog"a de la regi'n en donde el visitante encontrar$ abundante material recogido en las inmediaciones sobre la pre!istoria de la comarca y en particular sobre las ra"ces "beras de la poblaci'n primitiva. diferencia del claustro, la catedral tiene superpuestos varios estilos. ;om$nica en su base, la prolongaci'n de las obras Adesde el siglo *@ !asta el *@#A !i&o que fuera continuada en g'tico y que, incluso, se pudieran evidenciar las distintas fases de transformaci'n de este nuevo estilo. 0n su conjunto, la catedral de 0lne y el claustro evidencian la pujan&a de la iglesia del ;osell'n. 0l obispo de 0lne, :ernat, y el inquisidor de la di'cesis, fray Berrer, condenaron
al e-or ;am'n de Malloles y a su mujer por !erejes. 0s de suponer que la condena se reali&' en la catedral y que supuso un golpe para la incipiente epansi'n del catarismo en la regi'n. unque los Malloles apelaron a la anta ede, no pudieron evitar que sus bienes fueran temporalmente incautados. Fregorio @*, a la vista del epediente, orden' que se les reintegraran. in embargo, poco despues, en 1=JJ, @nocencio @#, a instancias del bispo de 0lne, ordenaba la condena del matrimonio. &erpi4nan iguiendo la :arretera ;EEK a lo largo de EM Gm. completamente lineales se recorre en trayecto que separa -lne de @erpignan.
6a capital del ;osell'n permaneci' lejos del conflicto c$taro si bien se benefici' del flujo de refugiados y del tr$fico comercial que se polari&' en torno suyo. un !oy Perpignan es una ciudad que vive, en parte, del tejido, de su tinte y de su comercio. 0l crecimiento de la ciudad se eperiment' durante el siglo *@@@ el flujo comercial generado por las cru&adas y el conflicto c$taro, determinaron que la que fuera capital del ef"mero ;eino de Mallorca creciera como ninguna otra de la regi'n. 8ras la desaparici'n del ;eino de Mallocarca, la !istoria de Perpignan estuvo en los siglos siguientes ligada a la corona de rag'n y, m$s en concreto, a la ciudad de :arcelona. 6a ciudad paso, con todo el ;osell'n, de manos francesas a las aragonesas en 1J9>. )asta el 9 de septiembre de 1LJ= onde' bandera espa-ola en esta ciudad. 0l 8ratado de los Pirineos integr' a Perpignan en la corona de Brancia. e trata de una gran ciudad con multitud de lugares de inter(s !ist'rico. in duda, el centro !ist'rico es el llamado ?astillet, +ltimo resto del recinto amurallado de Perpignan. ?onstruido en ladrillo en su interior se alberga el Museo ?atal$n de rtes y 8radiciones Populares. 6a construcci'n de este recinto data de mediados del siglo *@#, por tanto, ligeramente posterior al per"odo c$taro. 0l reino de Mallorca fue un par(ntesis en la !istoria del ;osell'n. penas pudo prolongarse por espacio de setenta a-os, de 1=7L a 1>JJ, y solo puede entenderse por la particular pol"tica de alian&as matrimoniales de la (poca. 8odo esto ocurr"a cuando el catarismo ya !ab"a desaparecido de la vecina ccitania, pero no estaba completamente erradicado. 0ntonces, Perpignan, integrado en el ;eino de Malloca, era apenas una incipiente ciudad mercantil beneficiada por el conflicto c$taro no eist"an en ella ni palacios, mansiones ni fortale&a dignas de tal nombre. )ubo que edificar un palacio aprisa y corriendo al sur de la ciudad, en una peque-a elevaci'n, el Puig del ;ey. 0ste palacio eiste todav"a !oy, muy modificado, pero conservando lo esencial de la (poca medieval y una serie de atractivos tur"sticos para el visitante. #ale la pena visitar la Fran ala de Mallorca y mirar los tec!o pintados con los colores del reino y la capilla fortificada de la anta ?ru&. 6a ?atedral de an Guan empe&' a ser construida en el per"odo final del ;eino
de Mallorca, por su segundo monarca, anc!o. e encuentra apenas a = metros del ?astillet y su nave +nica es de notables dimensiones. una estilos g'tico y rom$nico y su decoraci'n interior !a proseguido !asta bien entado el siglo *#@@. 6os contrafuertes interiores delatan su estilo mediterr$neo y la incluyen en la misma familia de construcciones sagradas que va desde :arcelona !asta 8oulouse. 0n la parte /ortA0ste de la ciudad quedan algunos de los pa-os de la muralla medieval y en uno de sus etremos se encuentra la pequela iglesia de aint Gacques, adosada a los jardines de la Miranda. 0sta iglesia est$ consagrada al gremio de tejedores y en torno a ella se polari&aron los artesanos que ejerc"an esta profesi'n. 6a iglesia es del siglo *@# y, por tanto, coincide con el per"odo en el que los c$taros asentados en esta &ona Areconciliados con la @glesia la mayor"aA !ab"an arraigado en la ciudad. Salses 6e @erpignan a alses #ay EE Gm. a recorrer por la :arretera ;C. i el $iajero no quiere seguir recorriendo la =uta de los :ondados +ranspirenaicos puede enla&ar aquí con la =uta de los :astillos :átaros. alses está e,cepcionalmente pr,imo del :astillo de 'guilar que #emos dado como punto de arranque de la =uta de los :astillos. i se #a tomado esta decisin #ay que llegar por la ; C a la poblacin de :a$edes:orbiTres y tomar allí la :arretera 6E4 que nos lle$ará a +uc#án a los pies del castillo de 'guilar.
alses es el punto m$s avan&ado en este recorrido. ?uenta la tradici'n que )(rcules, despu(s pas' por aqu", despu(s de atravesar el Pirineo por el actual paso de 6e Pert!us. 0n el =1 a. de G? los cartagineses intentaron emular al !(roe cl$sico y, en su marc!a !acia ;oma, cru&aron estos mismos montes. 0l enado romano envi' una delegaci'n para entrevistarse con las tribus galas y ganar su ad!esi'n, pero estas concluyeron un tratado con nibal que ;oma jam$s perdon'. in embargo, la tarea civili&adora del @mperio se puso de manifiesto en la construcci'n de la #ia Domiciana que pasaba por aqu". Pomponio Mela citaba ya a la ciudad con su nombre actual, alsulae fons. , en efecto, eisten en la &ona diversas aguas ricas en magnesio, y de sabor salino. 0l !ec!o de que se tratara de una posici'n fronteri&a entra-' su infortunio. u posici'n geoestrat(gica, entre /arbona y Perpignan, la !ac"a paso obligado de los invasores que iban en una u otra direcci'n. n"bal fue el primero en seguir esta ruta, despu(s suyo otros muc!os la recorrieron. 0n 1=5 cay' en manos de Belipe el trevido. Bernando el ?at'lico la recuper' para su reino. 0n el siglo *# se construy' el primer fuerte de alses, justo cuando el ;osell'n fue reintegrado a la ?orona de rag'n. 0ra 1J97 y durante siglo y medio permaneci' en poder de 0spa-a !asta 1LJ=. 0l fuerte que puede visitarse !oy fue
construido por el famoso ingeniero militar, #auvain, oriundo de esta regi'n. Saint &aul de Fenuillet i se regresa de alses a @erpginan #abrá que des$iarse en :a$edes :orbiTres en direccin a -spira y a partir de a#í abordar los MK Gm. de la :arretera 6EE5 en esta parte de la =uta que coincide con la =uta de los :astillos :átaros. @asaremos por *aury des$iacin obligada para llegar al :astillo de Querib%s.
6a poblaci'n tuvo su origen en el monasterio :enedictino de ant Pau de Monisat. :ernat 8allaferro conde de :esal+, don' este monasterio a ant Miquel de ?ui$ el == de febrero del a-o 1. Pere de Benouillet, de notoria fidelidad c$tara, !ab"a perdido sus dominios en ccitania, pero aun le quedaban otras posesiones en el ;osell'n que intentaba ampliar batallando con los se-ores vecinos, entre elos el conde de ;osell'n. l marc!ar (ste a la epedici'n de Gaime @ a Mallorca quiso dejar pacificado su dominio y firm' la pa& con Pere de Bonouillet. 6a colegiata benedictina es catalogada como monumento !ist'rico. ?onstruida en los +ltimos estertores del catarismo, en 1>1, est$ dedicada a an Pablo. De una sola nave, la b'veda es g'tica y el $bside pentagonal. 0n las cercan"as se encuentra el desfiladero de Falamus repleto de cuevas. 0n una de ellas se encuentra la ermita de an ntonio de Falamus. Saint Michel de Cui;a La direccin a tomar a partir de aint @aul de Henouillet es @rades. :uarenta Gilmetros a recorrer por pequeñas carreteras departamentales D65 6ECA nos lle$arán a @rades la antesala de aint *ic#el de :ui,á. 'penas 4 Gm. por la 645 nos lle$arán al cenobio.
?ui$ !unde sus ra"ces sagradas en los primeros siglos del cristianismo. ?uando se consar' el cenobio actual, en el 97J, ya se !ab"an sucedido tres templos anteriores en la misma ubicaci'n. aint Mic!el de ?ui$ fue edificado gracias al impulso de los ?ondes de la ?erda-a y del ?onflent. 0l aspecto de este lugar !a cambiado etraordinariamente desde su momento fundacional, sin embargo, conserva lo esencial de su sabor medieval. 0l famoso abad liba impulsor de los grandes cenobios catalanes CMontserrat y ;ipoll<, se constituy' en impulsor de ant Mic!el de ?ui$. su iniciativa se debe una parte del conjunto actual y el gran florecimiento del monasterio en el siglo *@. De a!", y a instancias de liba, marc!' el grupo de monjes que fundaron ant Martin del ?anigou. 0l amante del esoterismo sabr$ apreciar la cripta de la #irgen del /acimiento. e trata de una construcci'n subterr$nea del siglo *@. u forma es circular y la b'veda est$ sostenida por una +nica columna central. 0ste tipo de construcci'n fue, pocas d(cadas
despues, utili&ado abundantemente por los templarios en sus recintos inici$ticos. lgunos de ellos ostentan todav"a !oy, no solo la forma circular, sino tambi(n una peque-a estancia sobre ese pilar central Cla palmera o el $rbol de la vida< en la que el templario que acababa de recibir la iniciaci'n meditaba sobre su opci'n en total soledad. Por lo dem$s, Faud" y sus amigos de la sociaci'n ?atalana de 0cursiones ?ient"ficas, llegaron !asta aqu". 0l gran arquitecto, retuvo en su memoria la cripta circular y la reprodujo en el barcelon(s Parque de FXell, a pocos metros de la entrada. 0l pilar central que coloc' Faud" tambi(n est$ !ueco por motivos que se desconocen. 6a iglesia de la abad"a est$ construida en un sobrio estilo rom$nico que incluye algunos elementos visig'ticos f$cilmente perceptibles Carcos en !erradura en el transepto<. 0n el coro, por el contrario, se encuentran ogivas g'ticas. Pero buscar"amos v$namente escenas religiosas en los capiteles, tan solo motivos decorativos, en principio as(pticos, pero que todav"a precisan de una lectura esot(rica. Saint Martin du Cani4u -scarpadas y carreteras ondulantes nos irán adentrando en el maci&o del :anigou. La :arretera 645 y luego la 6K5 nos lle$ará primero a 0ernetles Bains situado ya a las sombras del :anigou. -l monasterio está apenas a 4O3 Gm.
0l otro gran cenobio del ;osell'n es ant Mart"n del ?anig', construido poco despu(s que ant Miquel de ?ui$. Para #erdaguer la grande&a del ?anig' es la muestra m$s palpable de la grande&a y eternidad de Dios. 6a abad"a, en ruinas desde la ;evoluci'n Brancesa, fue restaurada en 19= y, desde entonces, se !an reali&ado nuevas obras de acondicionamiento. l igual que en ant Miquel de ?ui$, aqu" la cripta, construida en el siglo *, es notable. 0st$ dedicada a %/otre Dame sous 8erre%, #irgen del subsuelo, probable avatar de la vieja Faia romana. 0n la iglesia se encuentra una estatua de an Fauderique. 0ste santo ineistente fue el patr'n de los !ortelanos catalanes, pero, al mismo tiempo, alude a una regi'n situada en el ?$ucaso AFardaricaA de donde procedieron los visigodos. 6a restauraci'n del monasterio !a modificado ligeramente el aspecto primitivo del lugar. 0l claustro, en la 0dad Media, tuvo dos pisos, pero los destro&os y la desaparici'n de algunos capiteles, entra-' que en las obras de reconstrucci'n, debiera de reducirse a un solo nivel. 0l nombre del ?anig' quedar$ siempre ligado al gran poema (pico de Gacinto #erdaguer. 0l poeta visit' estas tierras acompa-ado por el Marqu(s de ?omillas en el verano de 179 y volvi' en a-os siguientes. 8anto ?ui$ como ?anig' estaban en ruinas, abandonados tras la ;evoluci'n Brancesa y esperaban una restauraci'n
urgente. #erdaguer trabaj' durante cinco a-os en el poema que deber"a rivali&ar con %6a tl$ntida% como su mejor obra. 0l %?anig'%, subtitulado %6eyenda pirenaica del tiempo de la ;econquista%, se public' finalmente en 15. 4n grupo de nobles, entre ellos :ernat 8allaferro, conde de :esal+, de regreso de una cacer"a, descansan en ant Mart" de ?anig' el !ijo del conde, armado caballero, se enamora de una pastora. 4n ataque de los sarracenos les !ace aprestarse a la luc!a. Por la noc!e un escudero muestra las faldas de las monta-as, cubiertas de nieve. Para el escudero no es nieve, sino las capas de las !adas. ?onseguir una, implica alcan&ar cualquier deseo por imposible que sea. 0l v$stago joven de los 8allaferro, asciende al ?anig' y en cuentra a la reina de las !adas, Blordeneu. 6a reina lo !ec!i&a y aparece ante (l con la imagen de la pastora Crecu(rdese el tema del rey rturo, embrujado por Merl"n que toma la apariencia del Duque de ?ornualles para yacer con gerne, su esposa<. 0l joven olvida sus deberes de caballero y su padre y los dem$s caballeros deben !uir derrotados por la morisma. 0l conde Fuifr(, al ver al joven sin espada y con lira, lo arroja por un precipicio y luego, tras reconstruir sus !uestes, alcan&a la victoria. :ernat 8allaferro, quiere vengar la muerte del !ijo pero es frenado por el abad liba, !ermano de Fuifr(, quien le convence de epiar su crimen construyendo all" una abad"a. 0l poema termina con una ealtaci'n al signo de la cru&, plantado en la cumbre del ?anig' como s"mbolo de la grande&a de la ?atalu-a cristiana. >ille1ranche de Cn1lent 6es#aciendo lo recorrido desde :anigou #asta 0ernet en este pueblo #ay que tomar la direccin de 0ilefranc#e de :onflent situada a Gm. a recorer por la :arretera 6EE.
6a ciudad, fundada en 19 por el conde de la ?erda-a, FuillemA;aymond, vi' ganar su papel estrat(gico con el paso del tiempo. #auban estuvo tambi(n aqu", tras el 8ratado de los Pirineos y modific' la fortificaci'n inicial d$ndole el aspecto que !oy puede verse. )asta 19=5 !ubo guarnici'n armada. u papel estrat(gico se inici' en 1=5 tras el 8ratado de ?orbeil, como posici'n fronteri&a del ;eino de rag'n. 6a protecci'n de las murallas ofreci' garant"as a los c$taros fugitivos, muc!os de los cuales establecieron aqu" sus telares y comercios. 0n el interior del recinto fortificado, algunas construcciones evocan el estilo medieval, en especial la iglesia de aint Gacques, construida en el siglo *@@. 6os capiteles, similares a los de ant Miquel de ?ui$, ostentan diversos motivos esot(ricos. 4na estatua de an Gos( de rimatea, el primer guardi$n del Frial, no deja de sorprender. obre la ciudad amurallada, en el monte de :elloc! se encuentra el Bort 6iberia al cual puede accederse por la %escalera de los mil pelda-os%. 8ur4!Mada.e
' partir de :onflent y siempre acercándonos más y más a la frontera española MI Gm. a recorrer por la :arretera ;EE #asta la poblacin fronteri&a de Bourg*adame a tiro de piedra de @uigcerdá.
4no de los pasos utili&ados por los c$taros en su entrada a la ?orona de rag'n era el paso donde !oy se ubica esta peque-a localidad fronteri&a. 0n el siglo *@@@ era la residencia veraniega de los ?ondes de la ?erda-a. e llam' !asta 115, 6a Fuingueta dR@ y solo entonces cambi' el nombre con motivo de la visita que la duquesa de ngulema, Maria 8eresa ?arlota, !ija de 6uis *#@ y de su marivo, a la ca"da de /apole'n. 6a poblaci'n tiene un car$cter comercial y destaca la sobria iglesia parroquial de ant Mart" dR@, clasificado !oy como monumento !ist'rico. ?onstruida en el siglo *@@, el primitivo frontal del altar mayor, dedicado a ant Mart", se encuentra !oy en el Museo de rte ;om$nico de :arcelona.
J A'DORRA( CATARA E I'DE&E'DIE'TE 0l poeta Gacinto #erdaguer dijo de ndorra que era "una fortale&a poderosamente defendida con sus torres a$an&adas sus troneras sus torres de $igilancia que la separan de sus alrededores" . s" es, en efecto las parroquias
andorranas aparecen perdidas entre los valles pirenaicos y rodeadas de alt"simas monta-as. u altura !a permitido que circulara la leyenda de que fue aqu" donde /o( amarr' el arca tras el diluvio. 0n efecto, dice una tradici'n que, el primer punto de la tierra que se sec' despu(s del Diluvio fue la monta-a del Bont rgent a =L= metros !acia el valle del @ncles, /0 de ndorra, pero fuera de sus l"mites. ll", dice la tradici'n, se conserva la anilla que le sirvi' para amarrar el rca de /o(. 0l arca, escondida, se conserva dispuesta a servir de refugio a los justos cuando vuelva a !aber otro diluvio. Para protegerla de los curiosos soplan trece vientos que impiden el acceso. 6a anilla de Bont rgent, durante la noc!e de an Guan se vuelve de oro ma&i&o. 8odos la buscan esa noc!e pero nadie consigue encontrarla. 6a anilla es, casi, como la presencia de c$taros en el Principado cuyas !uellas son tenues, apenas visibles, pero no por ello ineistentes. M$s aun, si ndorra es !oy el orgulloso pa"s de los Pirineos, que conocemos bien, se debe al catarismo. 0l factor c$taro !a pesado tanto en la ndorra de los or"genes que, la misma eistencia del pa"s est$ ligada a la aventura de los !erejes.
0l recuerdo de los c$taros se !a difuminado en estos altos valles de ndorra. 0l pueblo volvi' a la f( cat'lica, aun cuando debiera sus fueros a la !erej"a. 6a patrona de ndorra es la #irgen de Meritell su leyenda es significativa. ?uenta que los fieles de Meritell bajaban a ?anillo a oir misa. 4n d"a vieron que entre las ramas de un $rbol !ab"a una imagen de la #irgen con el /i-o. 0staba rodeada de englantinas, flores que, como el edelSeiss, aparecen en las alturas nevadas. /adie dud' en el pueblo que se trataba de un milagro bajaron en procesi'n la imagen a ?anillo y la colocaron en el altar mayor de la iglesia. l d"a siguiente la imagen desapareci' y volvi' a aparecer entre englantinas. /evaba en abundancia pero no !ab"a nieve en torno a la #irgen. !" se construy' el santuario. Desde 17> es la patrona de ndorra. Pero la !istoria del principado arranca muc!o antes, cuando no !ab"a m$s sacerdotes que los druidas, ni m$s culto que el profesado al ol. E' LOS ORIGE'ES DEL &RI'CI&ADO )asta el siglo ** no !an eistido carreteras en ndorra dignas de tal nombre. in embargo los altos valles pirenaicos est$n !abitados desde la noc!e de los tiempos. :osc! Fimpera afirm' siempre, a modo de evidente provocaci'n, que la cultura pirenaica fue el punto de partida de la ?ivili&aci'n ccidental. 6a afirmaci'n todav"a !oy es controvertida. ?erca de Montferrier, no lejos de ndorra, un maestro de escuela, mientras paseaba con sus alumnos en una ecursi'n cient"fica, en el ya lejano 19>9, encontr' una mano perfectamente esculpida en piedra que, inequ"vocamente era un objeto de culto dru"dico. 2Bue (ste precedente el que !i&o que se aceptara tan bien en ccitania la ceremonia del %consolamentum% que no era sino una imposici'n de manos3 0l nombre del Principado eist"a en tiempos romanos. 6os bebricios, de ra&a celta, introdujeron la industria del !ierro en los Pirineos. u nombre quiere decir literalemnte %!ijos del !ueso%. Descendieron de 0uropa ?entral y badearon el ;!in y el Danubio atravesaron los lpes y los valles del ;'dano, estableci(ndose, finalmente, en el ur de Brancia y los Pirineos. Bundaron :erga, capital de los bergistanos, que se aliaron con los andorranos y luego con los araneses. ?!ispas de informaci'n, muy escasas y tenues, en la oscura noc!e de los tiempos. EL ORIGE' DE LOS FUEROS ) LAS LI8ERTADES A'DORRA'AS 0l cta de consagraci'n de la ?atedral de 4rgel del a-o >9, conservado en la ala ?apitular de 6a eo, constituye el primer testimonio escrito sobre la !istoria andorrana. 0n dic!o documento se !ace inventario de las tierras catalanas libres de dominaci'n mora y bajo soberan"a del ?onde de 4rgel. 0n total se citan aproimadamente doscientos top'nimos. 0n relaci'n al Principado se dice tetualmente "cedemos así mismo las parroquias del $alle de 'ndorra que son la parroquia de Lauredia y así mismo
'ndorra con anta :oloma la amsa y
*@@ el se-or"o episcopal de ndorra era una realidad a pesar de que los condes de :arcelona y 4rgel conservaran derec!os particulares. 6a !istoria de ndorra !a dependido en parte de la vecina 4rgell. e !an encontrado monedas "beras en las que figura el nombre de %rgia% u %rgelia%, ciudad principal de la comarca que !a devenido, con el paso de las centurias, 4rgel. 4rgel es, desde el siglo #@, sede episcopal. ndorra fue un feudo del conde de 4rgel, detentado por el obispo de 4rgel. medida que la reconquista fue recuperando tierras al @slam, el conde se desinteres' por estos valles, demasiado elevados y de dif"cil acceso las tierras fueron cedidas al obispo para que (ste las administrara. 0l cl(rigo, por su parte, encargaba el cultivo a los campesinos. Poco a poco, el obispo se convirti' en se-or de los valles de ndorra y los enfeud' al se-or"o de ?abot C?aboet, ?aba!' o ?ab'<. AR'AU DE CASTELL8O( CATARO# 6a !eredera de la familia ?abot, rnalda, cas' finalmente con el conde rnau de ?astellb' en 115, con la oposici'n del obispo de 4rgel. rnau de ?astellb', fue consejero y miembro del s(quito de Gaime @, desde 1=17 !asta su muerte 1==L. 0ra c$taro y nadie dudaba de sus opiniones religiosas, ni siquiera la inquisici'n que, cuarenta a-os despu(s de su muerte, quem' sus !uesos. rnau educ' en el catarismo a su !ija 0rmesinda que transmiti' a la ?asa de Boi la !erencia de ?astellb' con sus derec!os sobre ndorra. 0rmesinda fue a casar con ;oger @# de BoiA?astellb'. u !ijo ;oger :ernat @@@ Atambi(n fue se-or de :earn por su casamientoA fue terrible enemigo del obispo de 4rgel. 6a guerra entre el noble c$taro y el obispo de 4rgel fue larga y terrible para ambas partes. 0n 1=7 se estableci' un %Pariatge%, pa& negociada, entre el obispo Pere dR4rt y la noble&a local. 0l Pedro @@ de rag'n y ?atalu-a, respond"a de la ejecuci'n del cta y el papa Mart"n @# daba su aprobaci'n. 0ste %Pariatge% es considerado como el primer instrumento jur"dico del r(gimen de coAsoberan"a andorrano. LA DAMA 8LA'CA ) LA IGLESIA CATARA Pero ser"a un error pensar que solamente la noble&a local tom' partido por el catarismo. 8ambi(n eisti' feligres"a !er(tica en los valles de ndorra y, sobre todo, emigraci'n occitana. 0n la %caunya%, cerca de rinsal se escond"an los c$taros y la presencia de los %:ons )omes% !a quedado eterni&ada en las leyendas locales. 0n ubinya !ay una cascada y, junto a ella, una casa se-orial dominaba el camino de la eo de 4rgel. ll" viv"a una mujer joven sola y vestida de blanco. 8en"a fama de conocer las artes m$gicas. M$s de una ve& !ab"a pro!ibido al obispo la entrada en su territorio. 0n cierta ocasi'n el obispo intent' cru&ar, pero la %Dama :lanca% se le apareci' en un claro de luna cerca de la cascada, lo encant' y lo introdujo en el bosque.
Gam$s se supo que !ab"a ocurrido en el bosque, pero cuando el obispo volvi' con los suyos su cabello !ab"a encanecido y jam$s cont' lo que !ab"a sucedido. 0l tiempo pas' y la dama no volvi' a aparecer todos la daban por ausente. Bue as" como el obispo se atrevi' a volver a ndorra. Gusto al atravesar la cascada desapareci'. ?asi inmediatamente un lobo !ambriento se ense-ore' de la comarca. 0l s"ndico, tras dura luc!a en la result' !erido, consigui' matar a la fiera, pero a partir de entonces no volvi' a conciliar el sue-o las pesadillas le asaltaban en las noc!es !asta el punto de arrastrarlo al desasosiego y el agotamiento. ?uando estaba a punto de morir, apareci' la fantasmal %Dama :lanca%. ?ont' a los presentes que no estaba en su mano salvar al s"ndico, pero si las libertades de ndorra. 6a vida de s"ndico, eplic', estaba en manos del obispo !ec!i&ado (l era el lobo. 0l s"ndico muri' y la dama no !a vuelto a aparecer, pero desde entonces nadie !a osado atentar contra la independencia de ndorra. dice la tradici'n que si eso vuelve a ocurrir, la %Dama :lanca% volver$ para defender el Principado. 0l relato legendario tiene como centro la eistencia de una %dama blanca%. Muy frecuentemente los trovadores occitanos en su lenguaje velado se refer"an a la iglesia c$tara como a una %blanca se-ora% !ec!a de amor. 6a ubicaci'n !ist'rica del relato legendario es la rivalidad entre el obispo de 4rgel y la noble&a local. 6a figura del obispo no queda en absoluto favorecida en el relato legendario, que muy bien puede ser tomada como una leyenda de sabor catari&ante. /o es la +nica. LAS LE)E'DAS A'TICATARAS i la leyenda anterior responde perfectamente al ideario c$taro, tambi(n el clero cat'lico consigui' imponer sus esquemas. 0l primer argumento que utili&' ;oma contra los c$taros fue demoni&arlos, reducirlos a un culto supersticioso y brujeril. 0ste arquetipo se advierte perfectamente en una de las leyendas que circulan en torno al lago de 0ngolasters. un !oy se dice que las brujas andorranas pululan por los montes la noc!e m$gica de san Guan. Guntas van a celebrar sus aquelarres a la cima del Bont rgent y a 0nvalira. Pero si !ay un lugar en donde se concentran las mayores brujas de los valles es en torno a 0ngolasters. ll" bailan desnudas toda la noc!e entorno al lago. )acen tres c"rculos conc(ntricos y el demonio toca para ellas el tambor y la flauta. i alg+n intruso las observa, brujas apostadas y provistas de una vara embrujada los convierten en gatos negros... 0n otro tiempo ndorra ten"a una abundante poblaci'n de brujas. ?uando mor"a una de ellas le abr"an el pec!o para ver a qu( lado ten"a el cora&'n. 6as brujas andorranas pululaban por los montes la noc!e de san Guan. e van a la cima del Bront rgent y 0nvalira y sobretodo a 0ngolasters, bailan desnudas toda la noc!e rodeando al lago. )acen tres c"rculos conc(ntricos en torno al lago y el demonio les toca el tambor y
la flauta. i alg+n intruso las observa, las que permanecen vigilantes los tocan con una vara embrujada, convirti(ndolos en gatos negros. a !emos mencionado que el clero atribuy' a los !erejes el culto al gato Ccat< y de a!" precisamente deriv' su nombre. at$n, la brujer"a y el gato conforman en la leyenda de 0ngolasters elementos suficientes como para que podamos intuir en ella propaganda antiAc$tara. Pero ese mismo lugar, 0ngolasters, es objeto de otro relato leyendario de sentido opuesto. Podemos imaginar a los trovadores, de parroquia en parroquia, cantando baladas en las que se !ablara del castigo que recibieron quienes maltrataron a los %pobres de ?risto%, tal como los c$taros gustaban llamarse. ?erca del lago !ay una iglesia solitaria, pero antes !ubo un pueblo cuya maldad le !i&o desaparecer en el fondo de las aguas. 6a gente de all" ten"a fama de avaros e inmisericordes. /o conoc"an la virtud de la caridad. 0n cierta ocasi'n, cuenta la leyenda que un mendigo entr' en el pueblo a pedir pan. /adie quiso d$rselo. ?uando, epulsado del lugar, parec"a a punto de morir, una muc!ac!a le ofreci' un tro&o de pan "+u que #as tenido compasin te sal$arás Adijo el mendigoA #uye #acia la montaña" . s" lo !i&o la muc!ac!a, justo antes de que una tormenta inundara el valle, transform$ndolo en lago. 0l pobre, naturalmente, era Gesucristo. 6a figura del %pobre% como Gesucristo es significativa de toda una corriente de la espiritualidad medieval que abarca desde los c$taros y valdenses !asta los franciscanos y su facci'n etremista, los %fraticelli%. 8odos ellos predicaban una vida de pobre&a y austeridad, sin propiedad y viviendo en comuni'n de bienes, tal como el mendigo que llega al pueblo y solo una muc!ac!a Anueva alusi'n a la %dama% entendida como @glesia ?$taraA le asiste. LA CRU, DE LOS SIETE 8RA,OS 6a +ltima leyenda del ciclo andorrano tiene como protagonista al diablo y a una cru&. 6a cru& eiste y puede ser visitada, pero de sus siete bra&os, uno !a desaparecido. ?uenta la leyenda que en Prats !ab"a 7 compa-eros, uno era muy pusil$nime y tem"a al diablo. 6os otros decidieron !acerle una broma. 6e invitaron a comer a ?anillo y le dieron una escopeta para que disparara al diablo si le aparecia. 6a escopeta estaba preparada para que al disparar no da-ara. 0n un !ostal el posadero le arregl' la escopeta. ?uando uno de sus amigos se disfra&' de diablo, (l dispar' y lo mat'. l d"a siguiente, cuando fueron a buscar el cad$ver, vieron que el diablo se lo !ab"a llevado y con (l uno de los bra&os de la cru&. 6a leyenda difunde el mensaje c$taro del diablo como entidad real y personal que secuestra a los !umanos en tanto que todos ellos le pertenecen. a !emos visto, por lo dem$s, que el n+mero siete tiene importancia dentro de la gnosis maniquea y que supone la suma de los cuatro elementos Cfuego, tierra, agua y aire< m$s los tres ve!"culos del ser Ccuerpo, alma y esp"ritu<.
LA O>EA CATARA CO'TRA EL OSO ROMA'O tra leyenda andorrana contrapone la oveja al oso. 8anto los valdenses como los c$taros tolosanos frecuentemente utili&aban el s"mbolo del cordero, con su mansedumbre y simplicidad, para definir la naturale&a y personalidad del %bon !ome%. Paralalamente, el oso era el s"mbolo de todo lo contrario. u fuer&a y fiere&a, sus dimensiones y pilosidad, su color pardoAoscuro en contraposici'n a la blancura de la oveja, !ac"an que ambos animales representaran al fiel c$taro y a la iglesia de ;oma. 6as figuras de ambos est$n deformadas en algunos relatos legendarios de entre los cuales escojemos al que tuvo por escenario el Pui livesa. ll" !ab"a un pastor que llevaba su ganado al ;ocafort. Pronto el pastor empe&' a notar que le faltaban ovejas. 4na noc!e de luna llena pudo ver que el ladr'n era una osa gigante. Pero como era muy grande no pod"a matarlo. monton' le-a ante la puerta de la cueva y cuando lleg' la osa la quem', la osa asustada por el destino de los peque-os desatendi' la guardia y el pastor la golpe' y mat'. )asta principios de siglo, en ndorra se autori&aba a que quien matase a un oso pudiera ir a pedir dinero casa por casa. Deb"a ir con la piel del oso y las cuatro garras. ?uando acababa la colecta, el batlle cortaba una garra que se colgaba de la puerta del ?om+ y as" se imped"a que la misma piel sirviera para reali&ar una nueva y fraudulenta colecta. trav(s de estas leyendas, el catarismo pervivi' en los valles de ndorra. 0stos relatos fant$sticos muestran el sustrato del psiquismo pirenaico. Mediante artificios e im$genes simb'licas se narr' durante siglos, !asta llegar a nuestros d"as, el recuerdo de unos episodios que ya no pod"an contarse en su desnuda realidad. 6a inquisici'n acec!aba. 0l catarismo !ab"a perdido la partida la !istoria se transform' en leyenda.
Mapa 1>.A ;uta de los c$taros a trav(s de ndorra
LAS RUTAS DE FUGA DE LOS CATAROS A TRA>ES DE A'DORRA lgunas rutas de fuga de los c$taros occitanos a trav(s de los Pirineos, pasaban por ndorra. 0ist"an tres rutas a.
La primera descendía por las riberas del 'riege entraba en el territorio de 'ndorra por el actual @as de la :asa atra$esaban Les -scaldes 'ndorra la 0ella y ant 9ulián de Loria. 6e a#í llegaban a la eo de Jrgel y alcan&aban luego Barcelona.
b.
La segunda camino bordeaba simplemente los $alles de 'ndorra. 6esde Hont =omeu y @uigcerdá se concentraban en Hont de Bar/ en ese punto llegaban incluso aquellos que preferían e$itar el paso por la eo de Jrgell y desde -scaldes a tra$és de los -stanys de La @era y -ngolasters llegaban a la Hont de Bar/ luego descendían #acia el ur y entraban en los dominios de 9osa del :adí. '#í ya estaban seguros/ se recuperaban de las angustias de la fuga y luego emprendían el camino #acia Barcelona.
c.
La otra ruta se iniciaba en las inmediaciones de +arascn y a tra$és de ele$adas rutas de montaña entraba por 'rinsal de a#í a la *asana y finalmente a 'ndorra La 0ella.
Ruta +#! &OR EL CORA,O' DE A'DORRA @as de la :asa :anillo Les -scaldes 'ndorra La 0ella ant 9ulián de Luria 'u$iña eo de Jrgel
6a ruta puede reali&arse en la direcci'n descrita, al regresar del periplo occitano o, en direcci'n inversa, en direcci'n al 6anguedoc. 6a distancia que separa 8arascon de 0l Pas de la ?asa son aproimadamente 5 Im. apenas !ay 9 Im. desde 6a eo de 4rgel !asta la frontera andorrana. efectos de descripci'n elegimos la direcci'n que segu"an los c$taros en su fuga. 6a ruta discurre por la ?arretera /A= en territorio franc(s, luego pasa a llamarse ?FA= en el Principado de ndorra y, finalmente es la /acional /A1J5 que nos lleva a la eo de 4rgel. 0l Pas de la ?asa es un pueblo sin !istoria naci' para facilitar al viajero franc(s la compra de art"culos de consumo. Brecuentemente est$ cubierto por la nieve. 0n fin de semana o en temporada tur"stica !ay que preveer los embotellamientos que se producen a la salida de ndorra. Brecuentemente los aduaneros franceses someten a registro los coc!es de esa nacionalidad. 0s bueno, pues, preveer el paso a Brancia a primera !ora de la ma-ana si se va en esa direcci'n. 0l mismo consejo vale en direcci'n opuesta ndorra en algunos tramos es solamente una calle de doble direcci'n, un peque-o embotellamiento o un coc!e que intente aparcar bastan para detener buena
parte del tr$fico en ambas direcciones. M$s al interior de ndorra encontraremos el puerto de 0nvalira, un punto geogr$fico fundamental, verdadera divisoria entre las cuencas atl$ntica y mediterr$nea. van&ado el oto-o y !asta bien entrada la primavera es aconsejable circular con cadenas. 6a &ona est$ frecuentemente nevada. 6os =J7 metros de altura y a partir del refugio que se encuentra casi junto a la carretera en una cota inferior. Buera del circuito c$taro, a partir de 0nvalira, pueden reali&arse ecursiones a pi( al llamado ?ercle de Pessons, uno de los lagos m$s altos de ndorra. ;uta a reali&ar a pi(, una ve& llegados a la cumbre del puerto y apta solo para caminantes impenitentes. 1= Im. de 0nvalira se encuentra la parroquia de ?anillo. ll" est$ la cru& de los siete bra&os. 0l lugar es un t"pico pueblo pirenaico de calles estrec!as, cru&ado por un brioso arroyo cuyas aguas eran aprovec!adas por un molino cuya estructura todav"a eiste !oy. /o muy lejos del camino, vale la pena detenerse en la @glesia rom$nica de an Guan de ?asellas. Desde 19L> es Monumento /acional. De estilo rom$nico y una sola nave, destaca, sobre todo el campanario de tres pisos y los porc!es que daban acogida a los peregrinos. 6a iglesia es del siglo *@@ y !ay que pensar que no fue ajena al drama c$taro. 0s posible, incluso, que, dada la postura de la noble&a local, los c$taros fugitivos encontraran refugio en el lugar. 0n 0scaldes se produc"a la bifurcaci'n de caminos. Mientras la situaci'n lo permiti' la ruta prosegu"a !asta 6a eo. )oy 0scaldes es una poblaci'n volcada a la principal actividad andorrana, !asta ayer productos de consumo y !oy sede de grandes operaciones bancarias y especulativas. 0l n+ceo antiguo de la ciudad es completamente irreconocible e incluso la iglesia est$ construida en un estilo neorom$nico de dudoso gusto. Hui&$s sea interesante recordar que el nombre de 0scaldes proced"a de los manantiales de aguas termales y sulfurosas que brotan en la &ona. ?asi sin soluci'n de continuidad, tras 0scaldes, encontramos la capital del principado, ndorra 6a #ella. 0l adjetivo no debe confundir. 0l lugar no es %viejo% Cvell en catal$n<. riginariamente ndorra era la +nica %vila% Cvilla, ciudad< eistente en el principado. 8odo lo dem$s eran pueblos y mas"as aisladas. ?on el paso de los a-os, el vocablo %vila% se fue transformando en %vella%, y as" la conocemos !oy. #ale la pena visitar la llamada %?asa de la #all%, sede del gobierno andorrano y verdadero monumento. Debi' eistir a principios del siglo *# y por sucesivas ampliaciones se fue convirtiendo en una mas"a fortificada que en 15 pas' a propiedad del ?onsell. Puede a-adirse como curiosidad que el escudo que puede verse sobre la entrada principal fue labrado en piedra de las canteras barcelonesas de Motjuic!. Huienes se interesen por el pasado andorrano podr$n visitar en el mismo lugar el Museo de rte e )istoria. ant Guli$n de 6luria se encuentra a pocos Im. un poco m$s !acia la frontera. 0ra la antigua 6auredia ya conocida por los romanos. 0l !ec!o de ser la primera
poblaci'n que se encuentra tras el cruce de la frontera y a escasos 1> Im. de eo de 4rgel le confiri' anta-o un car$cter fronteri&o que !oy se !a reconvertido. 6oria o 6luria es la primera etapa en la que muc!os viajeros se detienen. 0n otro tiempo las proimidades fueron escondite de la %Dama :lanca%. 0n la iglesia del lugar encontraremos una talla de la #irgen del siglo *@@ y desde all" pueden iniciarse ecursiones en toda la periferia, donde !an logrado sobrevivir iglesias y construcciones que, aun sin tener ninguna relaci'n conocida con el catarismo, son coetaneos con (l. ubi-$ es uno de esos lugares m"ticos por donde discurre parte del pasado ancestral andorrano. Para alcan&ar el lugar es preciso buscar en el interior de an Guli$n, la peque-a carretera que llega !asta Guberri, Anombre como otros muc!os de estos valles y de los pirineos, de resonancias v$scas o "berasA ubi-$ est$ a algo m$s de > Im. del punto de partida. Ruta :#! De ls castills c0tars a sa del Cad9# Hont =omeu @uigcerdá Hont de Bar -scaldes -stanys de La @era y -ngolasters Hont de Bar 9osa del :adí.
6os castillos c$taros situados m$s al este se encuentran sobre esta ruta. Por distintos caminos, los !erejes iban a confluir a Bont ;omeu y de a!" se dirig"an a Pont de :ar. tros llegaban a trav(s de ndorra. ?uando las luc!as con el obispo de 4rgel amena&aron la ruta que !emos descrito anteriormente, los c$taros fugitivos eludieron descender m$s all$ de an Guli$n de 6oria y, por caminos dif"cilmente transitables y !oy apenas recorridos por contrabandistas, entraban en 6a ?orona de rag'n a trav(s de los altos lagos de 6a Pera y 0ngolasters !asta Pont de :ar. De all" llegaban a Gosa del ?ad" en territorio del se-or del lugar, noble c$taro. 0se camino est$ cubierto por la nieve durante buena parte del a-o y ni siquiera est$ se-ali&ado como Fran ;uta. s" pues, llegar a Gosa del ?ad" siguiendo el recorrido de fuga que emplearon los c$taros !ace setecientos a-os, es pr$cticamente imposible e incluso altamente desaconsejable en determinados per"odos del a-o. 0l recorrido que ofrecemos a continuaci'n es practicable con un utilitario, si bien en los meses de invierno, la precauci'n m"nima es llevar cadenas. Describimos el recorrido, una ve& m$s, tal como lo vieron los c$ratos fugitivos. Para el viajero es posible enla&ar esta ruta con la que le llevar$ a visitar, tomando como punto de partida Perpignan, Prades, an Miguel de ?ui$, an Mart"n del ?anig', #illefranc!e de ?onflent y finalmente, Bont ;omeu. 0ste camino podemos seguirlo a trav(s de la ?arretera /A11L. 4na parte de este recorrido es descrito en otro lugar. :aste decir, por el momento, que Perpignan est$ separado de Bont ;omeu por 11 Im. Desde 6es 0scaldes a los altos lagos andorranos, el camino se puede seguir perfectamente Aeceptuando, como siempre, los meses de invierno y los per"odos
inmediatamente anteriores y posterioresA, sin embargo, a partir de 0ngolasters, el camino es ineistente. 0n per"odos de bonan&a puede practicarse a condici'n de tener cierta eperiencia en senderismo, disponer de mapas ecepcionalmente detallados, instrumentos de orientaci'n y un cal&ado adecuado. /o es una opci'n que podamos recomendar. /os !emos limitado a describir el recorrido por &onas accesibles. 0l lugar m$s accesible para alcan&ar el peque-o pueblo de Pont de :ar que, en otro tiempo, fue lugar de reuni'n de c$taros fugitivos, es a partir de 6a eo de 4rgel. mbas poblaciones est$n separadas 15 Im. a recorrer por la ?arretera /A=L. 4na ve& all", los c$taros segu"an !acia el sur. 4na parte de esa ruta puede reali&arse por carreteras dif"ciles, situadas a muc!a altura y por las que dif"cilmente transita algo m$s de un coc!e. 0s posible llegar a 8oloriu, :ar, :arjuga y, finalmente, 0l Huer Boradat. /os encontramos en ese punto en lo mas alto de la ierra del ?ad". 0l pico ?ristal a =5J m. de altura se encuentra en la &ona y !ay que bordearlo para llegar a la obra vertiente de la sierra. ll" est$ Gosa del ?ad". 0s muc!o m$s seguro llegar !asta all" descendiendo por la ?arretera /A1L. 17 Im. al sur de 6a eo de 4rgel, se encuentra una peque-a carretera que recorre la vertiente sur del ?ad" y bordea el peque-o arroyo de la #ansa. ucesivamente se pasa por Montal, orribes, Bornos, 8ui(n y, finalmente Gosa del ?ad". 6os c$taros, precisamente, al abandonar Gosa se dirig"an por este camino siguiendo la cuenca del egre, luego unos, se dirig"an a 6(rida y otros a :arcelona. Ruta ?#! Fu4a de Mntse4ur +arascn 'rinsal La *asana 'ndorra La 0ella.
0l tercer recorrido supone un descenso casi vertical desde 8arasc'n !asta los valles de ndorra que, en otro tiempo se reali&aba a pi( y !oy puede recorrerse casi completamente en autom'vil. 6a ruta parte de 8arascon. > Im. !acia el sur, eiste una desviaci'n, la ?arretera DA, que pasa por el peque-o pueblo de /iau y por la famosa gruta del mismo nombre. 0sta carretera termina en el pueblo de #icdesos, distante 1J Im. de 8arascon despu(s de #icdesos, y siempre ganando altura, !ay que seguir m$s al sur por la ?arretera DA1, =5 Im. en los que encontraremos los pueblos de u&at y Marc. la derec!a veremos el alto pico del 0stats C>15J m.< y a la i&quierda el Port de ;at C=5J m.<. Por caminos intransitables en autom'vil, y por un camino que pasa donde arranca ?oma Pedrosa C=9JL m.<, se entra en ndorra. Dic!o camino termina en rinsal. De a!", la ruta sigue, por 6a Masana y luego 6es 0scaldes y, en este punto, enla&aba con la anterior.
K LA RUTA DE LOS AGOTES DEL 8A,TA'
Intrducci%n 2asta #ace pocas décadas e,isti una "etnia maldita" en pleno @irineo cuyo radio de accin abarc todo el suroeste de Hrancia y parte de la &ona pirenaica española desde 9aca #asta el :antábrico. -n la $ertiente española en el 0alle del Ba&tán subsisten restos de la misma "etnia maldita". =astreando por el barrio de Bo&ate y aledaños puede toda$ía #oy reconocerse a un tipo étnico diferenciado probablemente producto de la endogamia de estas comunidades. on los %ltimos descendientes de los cátaros.
ORIGE' CATARO DE U'A ET'IA MALDITA %gotes% en 0spa-a, %?agots% en Brancia, son los apelativos con los que se conoci' a una comunidad marginada !asta lo aborrecible y cuyos or"genes, los !istoriadores son incapaces de eplicar. Por nuestra parte, no albergamos ninguna duda que se trata de antiguas comunidades c$taras segregadas. 6legamos a esta conclusi'n por tres motivos 1< las $reas de epansi'n del catarismo occidental y el de esta etnia maldita son correlativas. =< ambos aparecen en fec!as superponibles en el tiempo y, finalmente, >< los oficios que !ist'ricamente ejercieron los c$taros eran id(nticos a los que !asta !ace poco desarrollaron los cagots y agotes. 4no de los alicientes de viajar a las antiguas tierras de %agotes% es reconocer con los propios ojos aquello que se !a le"do en los libros. nimamos, pues, a nuestros lectores a despla&arse a las &onas que describimos a continuaci'n y observar con la mirada respetuosa, a las gentes que pueblan las villas y valles que citaremos. lgunos de ellos son el eco ancestral del pasado, los +ltimos descendientes del catarismo. )onor a los !erederos de quienes fueron perseguidos en defensa de un ideal.
*istria y caracter9sticas# LOS AGOTES DEL 8A,TA' 0l %/oble #alle y 4niversidad del :a&t$n% se etiende por cuatrocientos Iil'metros cuadrados y agrupa catorce pueblos Clm$ndo&, ni&, ri&cun, rrayo&, &pilicueta, :erroeta, ?iga, 0lvetea, 0rra&u, Far&ain, @rurita, 6ec$ro&, Maya y rono&<. u capital es 0li&ondo. 0l #alle est$ administrado por la Gunta Feneral compuesta por 15 jurados Acada una de ellos elegido por una de las villas en /avidad y cuyo mandato es de dos a-osA y J junteros, electos por cada uno de los cuatro \cuarteles] en los que se divide el valle. 0l escudo de todos ellos es evocador un tablero de ajedre& y la leyenda "?eneroso con los e,tranjeros no soportamos su yugo".
eg+n la ponderada %0nciclopedia #asca% se menciona a los agotes ya en tetos del siglo *@@@. 6o que, en su brevedad, la locuci'n %agote% no menciona, es que
aparecen m$s adelante en el Buero Feneral de /avarra, con el nombre de %gafos%. ntes, el ?'digo de las iete Partidas !ab"a pro!ibido insultar a un !ombre %gafo%, sin serlo. /o !ay ninguna duda que estos %gafos% son los agotes posteriores. 2AGOTES2( 2CAGOTS2 ) 2GAFOS2( MISMA MARGI'ACIO' 0n Brancia los %cagots% son mencionados por primera ve& en 1=, pero d(cadas antes ya se les conoc"a con el nombre de %crestias%. Pod"an poseer tierras pero no vender los productos agr"colas o de ganader"a y tuvieron que dedicarse a ser carpinteros, ebanistas y carniceros. M$s tarde se !icieron alba-iles y tejedores. /ing+n agote se ten"a por siervo. Fo&aban, bajo la protecci'n y jurisdiccion de la @glesia, de entera libertad, pero se les eclu"a totalmente de la comunidad. 0sto da que pensar sobre si se trat' de antiguos !erejes reconciliados con la @glesia, pero (sta, deseosa de que no volvieran a reproducirse infecciones disidentes, predic' contra ellos ante el pueblo llano !asta cubrirlos de infamias. 0sto eplicar"a, tanto su segregaci'n, como su pasado !er(tico, as" como el !ec!o de que luego fueran cat'licos practicantes. 0l trato que recib"an era in!umano e infamante. ?uando visitaban los pueblos vecinos, sus !abitantes quemaban manojos de paja en las viviendas para evitar una improbable %contaminacion%. e dec"a que eran leprosos. De !ec!o la %gafedad% es una enfermedad bien conocida que encorva los dedos de las manos y los pies dando forma de garras. %Faffel% en !oland(s significa !orquilla y la misma ra"& da en !ebreo la idea de encorvar. 6a palabra %gafe%, aun !oy indica personas que atraen la mala suerte sobre otros. e dec"a que todos eran leprosos, algunos insinuaban, incluso, que se trataba de penitentes que !ab"an regresado de 8ierra anta con esta enfermedad, muy com+n en la (poca. 6os rectores de algunas iglesias les daban la ?omuni'n colocando la agrada Borma en el etremo de un palo para evitar acercarse y, aun pueden verse en aint avin, ?ominges, 6u& y 6ibourne, iglesias que tienen una peque-a puerta lateral para el acceso de los agotes y cagots. 0n Brancia, se les imped"a incluso el entierro en lugar sagrado su +nico lugar para el descanso eterno era una fosa. 4n cagot franc(s que intent' enterrar a su !ija en el cementerio, fue recibido a pedradas. 0ra el siglo *#@@@, el siglo de las %luces%. @ncidentes parecidos se produjeron en 171 cuando doce cagots quisieron entrar en la iglesia de ;iviKreAaas, por la puerta principal. M$s !umillante incluso era la costumbre de retorcer el saco donde los fieles depositaban la limosna tras !aber introducido los agotes sus monedas se imped"a as" que, incluso, los 'bolos de la poblaci'n pudieran me&clarse con los de los agotes. ?uando iban a trabajar a una casa que no era de las suyas, deb"an utili&ar plato y jarra reservados para ellos. M$s curiosa es todav"a la costumbre que eist"a en ri&cun cuando ve"an a un agote descal&o. 6e increpaban a cal&arse o de lo contrario, dec"an, que quemar"a la tierra sobre la que caminaba para convercerlos les lan&aban p+as al suelo. e dec"a, igualmente, que
corromp"an todo cuanto tocaban. Pod"amos seguir enumerando los gestos discriminatorios, pero es suficiente como para darse una idea de la precaria vida de un agote en el valle del :a&t$n. ambos lados de la frontera, desde :ayona a Gaca, y de )endaya a ?ominges, son id(nticas y se ven afectadas por prejuicios similares a los que pesaron sobre los agotes del :a&t$n. ?omo si respondiera a un tab+ at$vico, del cual todos !an perdido la memoria, estas comunidades fueron consideradas malditas. Ferard de ede cuenta que los cagots franceses llevaban una pata de oca bordada en pa-o rojo y cosida sobre el !ombro del vestido. /o parece que esa costumbre !aya sido general. Dif"cilmente encontrar"amos una !uella de esta pr$ctica entre nuestros agotes. i, es cierto que la pata de oca pudo ser un s"mbolo de reconocimiento entre !erejes, en la medida en que una m"tica dama tolosana, ?lemencia @saura, ostentaba un pie palmeado. DESA&ARECE' LOS CATAROS( A&ARECE' LOS AGOTES Pero no es (sta, sin duda, la ra&'n que nos lleva a pensar en una identidad entre c$taros y agotes, sino, m$s bien, su simultaneidad en el tiempo. Gustamente cuando arrecia la persecuci'n inquisitorial contra los c$taros, aparecen los cagots y agotes... parece eistir una correlaci'n causaAefecto. 6os agotes y cagots dan la sensac"'n de ser el efecto de la represi'n contra el catarismo. a !emos dic!o que muc!os c$taros, tras ser ju&gados y condenados, se reconciliaron con la @glesia es posible que algunos de sus vecinos, vieran en ellos oportunistas o, simplemente, consideraran su conversi'n como un rasgo de insinceridad. 8al pudo ser uno de los motivos de secregaci'n. 6a acusaci'n de leprosos, no ser"a m$s que un insulto adicional para cargar las tintas sobre su maldad. Ferard de ede apunta que incluso tal acusaci'n resultase injustificara y fuera solo un malentendido lingX"stico. 0n efecto, se sabe que el adjetivo %cagot% es posterior en el tiempo a otro con el que fueron designados antes %crestias% que significa en occitano, a la ve&, %cristiano%, %leproso% y %cretino%. rgumenta, no sin agude&a, de ede, que el 0vangelio define al cristiano como %pobre de esp"ritu% Ccretino< aludiendo a un estado de simplicidad interior e igualmente que 6$&aro es el amigo de ?risto, muerto y que %ya ol"a%, cuando el Maestro lo resucit', trat$ndose, evidentemente, de una par$bola simb'lica e inici$tica en la que a un estado de muerte espiritual Cy descomposici'n< sigue la resurrecci'n a una vida nueva Cpor eso las leproser"as en la 0dad Media se llamaron %la&aretos%, como promesa de salud futura<. 6as palabras %gafos% y %gavots% Cotro nombre por el que se llamaba a los leprosos en ccitania< tienen, desde el punto de vista lingX"stico la s"laba b$sica com+n, derivan del mismo t(rmino. 6os %gavots% son, adem$s en Brancia, el sobrenombre por el que se conocen a los %?ompa-eros ?arpinteros del Deber de la 6ibertad%, una !ermandad corporativa francesa a la que pertenecieron muc!os c$taros inculpados por la
@nquisici'n. 0tnicamente, los %cagots% franceses responden, m$s o menos, a un mismo arquetipo. De baja estatura, con alta proporci'n de rubios y de ojos a&ules, y lo m$s significativo, con las orejas desprovistas de l'bulos, seg+n unos, o bien con los l'bulos pegados al cr$neo, seg+n otros. Pero buscar"amos vanamente esta caracter"stica entre los agotes espa-oles. e trata de algo privativo de algunas &onas francesas. in duda, tales caracter"sticas fueron aceradas con el correr de los siglos a base de fuertes dosis de endogamia. EL 8ARRIO DE 8O,ATE 0n territorio espa-ol los n+cleos num(ricamente m$s significativos !an subsistido !asta el presente siglo en el valle del :a&t$n y, m$s en concreto, en el barrio de :o&ate, aneo a la villa de ri&cun. 0l se-or"o del :a&t$n fue instituido por anc!o el Mayor de /avarra !acia 1=5 y entregado a enen @ c!ani&, se-or de los castillos de Gauregi&ar, Maya y oba. Desde el siglo *@@ !asta mediados del *@@@ la &ona vi' la luc!a entre distintos se-ores feudales y luc!as entre iglesia y se-ores. 6ope de #ega en su %Gerusal(n ?onquistada% dedic' varios versos en loor de don 0nrique del :a&tan quien, con 1 !idalgos, asisti' a la conquista de 8ierra anta junto al infante don ;amiro de /avarra. 6os reyes de navarra reconocieron y !onraron a los !abitantes del :a&t$n. lfonso @ de /avarra y rag'n se titul' rey de su nombre en 1=1>. 4n a-o antes anc!o el Buerte les !ab"a concedido el escudo por el valor con que se comportaron en la batalla de las /avas. )ay un estandarte guardado en el yuntamiento de 0li&ondo que se cree arrebatado a los almo!ades en esta batalla. 0stas glorias iban parejas al desprecio por los agotes. 0n :o&ate, aneo a ri&cun se locali&' la comunidad de agotes m$s numerosa del pa"s junto con los barrios de :ayona, pero como veremos en la descripci'n de la ruta, eistieron %agotes% en los valles del ;oncal y ala&ar, tambi(n en las di'cesis de )uesca y Gaca y, en la parte francesa en las de Da y :ayona. 0n todas estas &onas, o bien se tiene constancia de la eistencia bien documentanda de n+cleos c$taros C)uesca y Gaca<, o bien se trata de &onas perif(ricas de ccitania en la que el catarismo no fue reprimido con la misma virulencia que all". CAMI'O DE SA'TIAGO lg+n observador !a notado que la mayor parte de los pueblos segregados en la Pen"nsula @b(rica Cpasiegos, vaqueiros, maragatos<, y los mismos %agotes% y %cagots%, se encuentra en la ruta de antiago de ?ompostela. Puede tratarse de una casualidad, sin embargo, no !ay que olvidar que una de las penitencias que los inquisidores utili&aban para lavar las culpas de los !erejes acusados de delitos de menor gravedad, consist"a en reali&ar una peregrinaci'n. Dic!a penitencia se reali&aba, a veces, en 8ierra anta,
mientras que otros etinguieron sus culpas arrodill$ndose ante la tumba de antiago en Falicia. 8ambi(n eist"a la dura pena del destierro, casi equivalente en la mentalidad antigua, a una condena a muerte. Hui&$s, n+cleos de antiguos !erejes resultaron eiliados y tambi(n muc!os de ellos fueran obligados a peregrinar estos, no quisieron regresar a sus lugares de origen, !orrori&ados por las !ogueras y los ecesos inquisitoriales que !ab"an dejado atr$s. e asentaron all" donde pudieron, intentaron olvidar su origen el adversario, los predicadores y la inquisici'n, los cubrieron de las peores infamias. 6os propios segregados quisieron olvidar los motivos de su segregaci'n y subsisti' solo la leyenda que justificaba la marginaci'n m$s etrema. 0ste, para nosotros, es el origen m$s plausible de todas estas comunidades de agotes o cagots. tras interpretaciones se nos antojan d(biles. /o eiste ni una sola prueba de que fueran godos arrianos, tal como !an sostenido algunos eruditos. Para Fuilbeau, proceder"an de Brancia epulsados por Belipe el 6uengo en el siglo *@# creemos, m$s bien, que la marginaci'n se remont' una centuria atr$s, cuando las piras ard"an en Minerva y Montsegur. Muc!as menos !uellas indican que se trate de descendientes de musulmanes. gotes y cagots sol"an ir a misa e incluso, no s'lo parec"an, sino que adem$s eran buenos cristianos. EL LARGO CAMI'O *ACIA LA I'TEGRACIO' finales del siglo *#@, por decreto del Parlamento de :urdeos y a petici'n de la poblaci'n, se pon"an en vigor viejas disposiciones legislativas que segregaban a los agotes implacablemente. 6a situaci'n lleg' a ser tan agobiante que, en 151J, los agotes navarros escribieron al papa 6eon * para ser relevados de las restricciones infamantes que se les ven"a imponiendo en las pr$cticas del culto. 0l papa les di' la ra&'n pero un pont"fice radicado en ;oma dif"cilmente pod"a borrar por decreto un tab+ tan ancestral. 6os 0nciclopedistas Arecuerda Ferard de edeA que adoptaron la defensa de todas las minor"as oprimidas, solamente citan dos veces a los %cagots% Cpor su fama de !ip'critas, seg+n recuerda Kde<. /ada cambi' !asta el siglo *@*. 6as ?ortes de 117 y 11, !icieron todo lo posible por destruir la marginaci'n de los agotes. e pro!ibi' el uso del nombre infamante y se les concedi' prenitud de derec!os. Mendi&$bal, el desamorti&ador de sangre jud"a conversa Cotra etnia maldita<, fue el gran corrector de este error !ist'rico. 0l =7 de diciembre de 117, el ?onde de 0&peleta, firmaba un decreto en el que los agotes pasaban a ser !ombres iguales a los dem$s. ?uriosamente, en el mismo teto legal se alud"a a su origen "conjeturan ser descendientes de las reliquias disipadas del gran ejército albigense que fue derrotado en el año E4EK por el :onde imn de *onforte junto al castillo de *urello P*uret sito a las márgenes del ?arona" .
tto ;!an, el investigador alem$n, miembro del 0stado Mayor Personal de
)immler, alude en una sola ocasi'n a los cagots, solo para decir que "la desaparicin total de un mo$imiento tan importante como el catarismo #a parecido tan improbable que con frecuencia se #a creído que los cagots o agotes eran los descendientes de los cátaros". ;!an, solo unas p$ginas m$s adelante, cuenta la !istoria
que se produjo en uc, pueblo del abart!(s, en el a-o 17. 4nos ca&adores locali&aron en el pico del Montcalm, a una mujer desnuda que saltaba de risco en risco con una seguridad envidiable sin que pareciera importarle nada la altura, ni el vac"o de los abismos. ?apturada al d"a siguiente, sufre un ataque de nervios y aunque luego se calma, por la noc!e, abandona las ropas que le !an dado y !uye !acia el Montcalm. Meses despu(s volver$ a ser vista en el pico de :assies, all" pasar$ el invierno. 0n primavera el jue& de pa& de #icdessos, acompa-ado de una fuer&a de polic"a, ascender$ al Montcalm. ?apturada, el funcionario le preguntar$ c'mo !a logrado sobrevivir a los osos. "7Los osos8 on mis amigos. !-llos me daban calor!" . Huienes la !an podido ver coinciden en que, a pesar del abandono f"sico, debi' tratarse de una mujer de gran dignidad con rasgos de noble&a o, al menos, educada por nobles. 6levada al !ospital de Boi tras caer enferma, volver$ a fugarse en el verano de 1. Detenida en 8arasc'n, ser$ devuelta a Boi y encarcelada en la prisi'n de la fortale&a. ll" morir$ a la 1 de la madrugada del =9 de octubre de 1. tto ;!an, quien refiere la !istoria, sentencia "la nostalgia de los montes la mat '%. luego a-ade "los campesinos de aquellos remotos $alles querían #acerme $er que era la %ltima descendiente de los #erejes" . 6a !istoria es misteriosa y terrible, pero los +ltimos descendientes de los c$taros ya no !abitaban en los valles occitanos, se !ab"an despla&ado a otras &onas y, perdidos, muertos o prisioneros, todos los %ancians% que sobrevivieron prefirieron !acerse olvidar. 6a %loca de Montcalm%, no fue la +ltima c$tara, tal !onor les corresponde a los %agotes% y %cagots%. Pero tambi(n ellos, poco a poco, fueron desapareciendo como comunidad organi&ada.
Mapa 1J.A 6a ;uta de los gotes
ITI'ERARIO 0isten tres posibilidades para seguir la ;uta de los gotes. bien se inicia en Pamplona, o en arago&a, o como tercera posibilidad, partir$ de :arcelona. Depender$ del tiempo que estemos dispuestos a invertir que podamos cubrir toda la &ona o solamente una parte. 6a ruta puede recorrerse en dos sentidos Pamplona A :ayona A ?ommingues A 6(rida A arago&a A Pamplona. 0sto supone tres d"as de trayecto. )ay que tener presente, por lo dem$s, que esta ruta nos sit+a fundamentalmente en la periferia del territorio occitano. e trata de una ruta con entidad propia. 0l empla&amiento de la ruta de los agotes nos confirma en nuestra intuici'n de que se trat' de comunidades de origen c$taro. 6a &ona que vamos a recorrer es, casi como el cerco que deja una manc!a, marca la periferia misma de la manc!a y subsiste aun cuando lo esencial de la manc!a ya !aya desaparecido. s" mismo, los agotes y cagots se sit+an en una &ona no espec"ficamente c$tara y en la que apenas !ubo catararismo, o m$s frecuentemente, no lo !ubo en absoluto. 6a mayor parte de peque-os pueblos que vamos a visitar, nos muestran la soberana austeridad en la que siempre !an vivido los !abitantes de los Pirineos. 0stos pueblos y villas nos pueden ense-ar que la sencille& y el seguir la m$ima plat'nica de %nada de m$s% Cesto es, nada superfluo< puede generar comunidades etremadamente atractivas y tranquilas, lugares en donde el stress jam$s !a tenido lugar. + Fase del Trayect= el >alle del 8a/t0n 0isten dos formas de acceso. aA a partir de an ebastián D6onostiaA. Quienes por ra&ones de ubicacin u oportunidad partan de an ebastián tienen que tener presente que si deciden despla&arse #acia el sur y $isitar el 0alle del Ba&tán les quedará descolgada una parte del recorrido la que les lle$ará a Bayona y 6a,. -n ese caso pueden optar por iniciar el recorrido a partir de Bayona y dejar el 0alle del Ba&tán en %ltimo lugar si lo que pretenden es reali&ar todo el circuito de los agotes y cagots. -n cualquier caso para el $iajero que parte de an ebastián la :arretera ; E4Ea le permitirá cubrir los apro,imadamente cien Gm. que le separan de @amplona. -s a mitad de este recorrido justo al llegar a la poblacin de ;arbarte y luego seguir die& Gm. más al sur #asta llegar a 'lmando& primera poblacin del 0alle del Ba&tán. bA a partir de @amplona D1ruñeaA Quienes emprendan el recorrido desde @amplona deberán tomar la :arretera ;E4Ea #acia el ;orte con direccin a 2endaya y an ebastián. ' algo más de MI Gm. del punto de partida llegarán a la pequeña poblacin de 'lmándo&
puerta de entrada al Ba&tán.
A tra5és del 8a/t0n# Los pueblos que $amos a recorrer son e,tremadamente pequeños solo destaca -li&ondo. 6esde 'lmando& basta con transitar por la :arretera ; E4Eb para sin salir de ella recorrer la mayor parte de $illas del 0alle del Ba&tán. Jn recorrido de apenas 4I Gm. en los que encontraremos sucesi$amente Berroeta 'ni& iga Dsi nos des$iamos trescientos metros a la i&quierdaA igaurre 1rurita -li&ondo Dla capital del $alleA y -lbete. ' tres Gilmetros quinientos metros de esta %ltima localidad encontraremos un des$ío que nos lle$ará por la :arretera ;4I a 'ri&Gun y unos pocos metros más adelante di$isaremos el barrio de Bo&ate principal concentracin de agotes na$arros.
4na de las m$s antiguas familias del valle es la de los 4rs+a, se-ores ya desde el siglo *@. /o se trata de la +nica familia noble del pueblo. De !ec!o, recorrer las calles de ri&Iun supone casi un tratado de !er$ldica. Muc!as son las casas que ostentan escudos se-oriales el contraste con el cercano barrio de :o&ate es, por esto, todav"a m$s evidente. qu" las casas son modestas, in+tilmente buscar"amos escudos de rancio abolengo. :o&ate fue creado por los 4rs+a para alojar la comunidad de agotes. ?asi setecientos a-os despu(s de ver llegar a los primeros agotes, aun !oy salta a la vista la diferencia entre esta &ona y el resto de poblaciones del :a&t$n. 6as construcciones son m$s modestas y pobres, todo parece como m$s gris. B(li 4rabayen en %0l barrio maldito% escrib"a "7-n que os distinguís los de 'ri&Gun de nosotros8 -n nada. abemos cantar y #acer $ersos en $ascuence/ somos más finos más rubios mejores musicos y sin embargo en cuanto un agote sale carretera adelante $a pregonando que es e 'ri&cun/ en cuanto tiene dos reales se $a a umillao a 1r%n/ jamás dirá que es de Bo&ate. ;osotros mismos reconocemos nuestra inferioridad. ;os #umilláis a cada paso y a pesar de ello os admiramos D...A omos mansos somos tristes somos un pueblo que solo sabe llorar". 0n este fragmento se perciben tanto el estado de
$nimo como los rasgos f"sicos de esta comunidad. Miner tamendi que tambi(n dedic' unas p$ginas a los agotes cuenta que los de :o&ate "son rubios y guapos en su mayoría. Los niños si. Los #emos $isto ir a la escuela junto con los de 'ri&Gun. e e,presan en eusGera probablemente mejor que en castellano. ' lo mejor sus "aitona" les #ablaron de los Jrsua junto a cuya torre palacio se e,tienden los mai&ales".
0l mismo Miner tamendi cuenta que en el siglo *#@@@ el ministro de )acienda, Foyenec!e, fund' cerca de lcar$ de )enares un "pueblecito al que bauti&aron con el añorante nombre de ;ue$o Bastán. @ara poblarlo lle$aron agotes de Bo&ate/ pero la añoran&a fue más fuerte que la esperan&a de mejorar y los emigrados regresaron
pronto a su barrio querido por maldito que fuese". @n+tilmente, pues, buscar"amos
agotes en las proimidades de lcal$. in embargo, en las poblaciones navarras de 6esaca, 4rda, Maya, 0lvetea, @rurita, 0li&ondo, yeregui, an 0steban de 6erin, 6an&, 6arrasoana, @saba, 0c!avarri, 4rro&, :urgui, 0stella, randigoyen, Monreal, 6umbier, ?irauqui, Puente la ;eina, Mendigorria, :erasoain, ibar, angXesa, rtajona, 8afalla, ?$seda, llo, 6arraga, Fallipien&o, lite, M(lida y Miranda de rga, eistieron n+cleos agotes, como m"nimo !asta el siglo *#@. 0n siglos sucesivos, se fueron difuminando y, entrado ya el **, solo en :o&ate eist"a un n+cleo de poblaci'n agote. Dejado atr$s :o&ate y la torre de los 4rs+a, la ?arretra /A1=1b nos llevar$ !asta el puerto de tondo a = Im. de :o&ate. 4n poco m$s adelante, por esa misma carretera, ya en la parte francesa, a 1 Im., se encuentra in!oa, otro n+cleo de agotes ya desaparecidos, pero que conserva todo su sabor vascuence. : Fase del trayect= La ruta de ls a4tes 1ranceses -sta ruta es relati$amente larga/ consta de dos partes perfectamente diferenciadas el centro de los @irineos DLourdes :ommingues Lu&A y el
*endaya y su cru/ c9clica -l $iajero que decida despla&arse de an ebastián a Bayona con solamente cru&ar la frontera se encontrará en 2endaya. +iene a su disposicin tanta la 'utopista 'EI como la :arretera ;EI.
i es amante de lo oculto y del esoterismo, no puede dejar de visitar la iglesia de esta primera localidad francesa. ll", cerca del transepto /orte, en el eterior de la iglesia encontrar$ una etra-a cru& que !a !ec!o verter r"os de tinta a los amantes del esoterismo. e trata de la famosa %?ru& c"clica de )endaya% que el genial Bulcanelli, el +ltimo alquimista del siglo **, describi' en el +ltimo cap"tulo de %0l Misterio de las ?atedrales%. 0l origen de este monumento es misterioso. /o debe ser anterior a finales del siglo *#@@, ni posterior a principios del *#@@@. Bue trasladada al actual empla&amiento en 1J=. u factura es primitiva e ingenua, no fue, desde luego, labrada por ning+n cantero profesional. 8odo induce a pensar que su art"fice fue un amante del noble arte de la alquimia y quiso llevar su ciencia a la piedra, constituyendo lo que Bulcanelli llama una %morada filosofal%, es decir, un soporte f"sico de verdades !erm(ticas. u forma es la de una cru& griega el bra&o transversal ostenta una enigm$tica inscripci'n %cruaves pesunica% que !a sido descifrada alterando la separaci'n de las
letras, % cru ave spes unica%, te saludo, o! cru&, esperan&a +nica. Bulcanelli, no contento con esta eplicaci'n, dio otra. Para el +ltimo de los alquimistas, la cru& profeti&a el fin de nuestra civili&aci'n y enuncia la ley c"clica por la que se rige el cosmos. 0scribe Bulcanelli "La letra que adopta la forma sinuosa de la serpiente corresponde a la ji D>A de la lengua griega y toma de ella su significado e,otérico. -s el rastro #elicoidal del sol llegado al cenit de su cur$a a tra$és del espacio al producirse la catástrofe cíclica. -s la imagen terica de la bestia del 'pocalipsis del dragn que $omita en los días del 9uicio Hinal fuego y aufre sobre la creacin macrocsmica. ?racias al $alor simblico de la letra despla&ada adrede comprendemos que la inscripcin debe e,presarse en lenguaje secreto es decir en la lengua de los dioses o en la de los pájaros". 0n cuanto a la inscripci'n @/;@ que se
encuentra en el reverso de la cru&, Bulcanelli recuerda que para los antiguos alquimistas y rosacruces quer"a decir %@gne /atura ;enovatur @ntegra%, solo el fuego renueva "ntegramente a la naturale&a. 0l alquimista a-ade "@ues es con ayuda del fuego y en el mismo fuego que nuestro #emisferio será pronto anegado".
0n cuando al pedestal es igualmente rico en simbolismo. 0n cada uno de sus cuatro lados puede verse un s"mbolo diferente, que ecede con muc!o el meramente cristiano. 0n una cara se ve el s"mbolo del sol, en otra la luna, la tercera muestra una estrella y la cuarta una figura geom(trica circular dividida en cuatro cuartos. Bulcanelli sostiene que las cuatro caras son el jerogl"fico de las cuatro edades de la !umanidad y que la +ltima figura es la s"ntesis de la doctrina c"clica. )oy nos encontramos, siempre siguiendo a Bulcanelli, en la +ltima de las cuatro edades, la 0dad del )ierro. "La edad de #ierro no tiene más sello que el de la *uerte. u jeroglífico es el esqueleto pro$isto de los atributos de aturno) el reloj de arena $acío imagen del tiempo cumplido y la guadaña reproducida en la cifra siete que es el n%mero de la transformacin de la destruccin del aniquilamiento. -l -$angelio de esta época nefasta es el que fue escrito bajo la inspiracin de an *ateo. *att#aeus en griego Ματθαις, viene de Μαθ?μα, Μαθ?ματoς, que significa
Ciencia.
De
estudio, conoci#iento,
esta
palabra
de μα$θα$!ις,
deriva
Μαθ?ις,
aprender,
μαθ?!"ς,
instruirse. %s
el %vangelio seg %n la :iencia el %ltimo de todos pero el primero para nosotros
ya que nos enseña que sal$o un pequeño n%mero de elegidos debemos perecer colecti$amente. @or esto se dio a an *ateo el atributo del ángel/ porque la ciencia %nica capa& de penetrar el misterio de las cosas de los seres y de su destino puede dar al #ombre alas con que ele$arse #asta el conocimiento de las más altas $erdades y llegar #asta 6ios".
qu" terminan las refleiones de %0l Misterio de las ?atedrales% y el cap"tulo que
el Maestro Bulcanelli dedic' a la cru& c"clica de )endaya. i !emos decidido incluir este punto en nuestro recorrido, no es por su relaci'n con los agotes, sino con el misterio en general. 0l esp"ritu pesimista que destila la interpretaci'n que Bulcanelli !ace de la cru& c"clica de )endaya, es, en el fondo, el mismo estado de $nimo que ostentaron los c$taros y el fatalismo que, luego, !emos encontrado en los agotes. on distintas lecturas de un mismo tema la gnosis, una visi'n pesimista del mundo en la que el adepto tiende al conocimiento de la realidad +ltima. Huien tall' la cru& c"clica de )endaya era, en esp"ritu, un !eredero del catarismo. 8ayna 6espués de este inciso recuperemos nuestro camino. -ncontraremos distintas rutas alternati$as. i queremos seguir la ruta de la costa #asta Bayona podremos tomar la :arretera 6CE4 #asta an 9uan de Lu& y una $e& alli enla&ar con la 'utopista 'M o con la :arretera ;EI. ;o necesariamente tendrá que detenerse en Biarrit& puede seguir directamente #acia su destino.
0n el barrio que !ay pasada la puerta de aint im'n, tras la puertuc!a de aint 6a&are se encontraba en otro tiempo el barrio de los %cagots%. 0s significativo que el origen de la &ona se encuentre bajo el patrona&go de an 6$&aro el patr'n de los leprosos. /o en vanos los cagots eran considerados como aquejados por esta enfermedad. )oy cuesta encontrar tipos raciales que encajen con la descripci'n tradicional de los %cagots% sin embargo queda el barrio en que vivieron. 6os obispos de la ciudad se alarmaron en distintas ocasiones por la proliferaci'n de %cagots% y no pararon !asta encerrarlos en un barrio marginal, descolgado de la ciudad antigua. 6a visita a :ayona puede servir, igualmente, para presenciar algunos de los lugares en donde se desarrollaron importantes conferencias diplom$ticas y se firmaron tratados decisivos para la !istoria de Brancia y 0spa-a. Bue all" donde ?arlos @# estableci' su eilio tras la salida de Madrid y all" mismo donde fue a visitarlo el aventurero Domingo :ad"a, m$s conocido como liA:ey. Podemos imaginar la sorpresa de este !ombre que regresaba de 6a Meca Cfue el primer europeo no musulm$n en llegar !asta la me&quita de esta ciudad y ver la piedra Naaba< cuando ?arlos @# le afirm' fr"amente que "-spaña #a sido integrada en Hrancia en $irtud de un tratado". Doscientos cincuenta a-os antes, en aquella ciudad ?atalina de M(dicis y su !ija @sabel se reunieron con el Duque de lba para importantes tratados. Da; ' MI Vm de Bayona se encuentra la ciudad de 6a, a la que se puede acceder siguiendo $arias carreteras cuya eleccin dependerá del tipo de recorrido que queramos #acer Drápido por autopista pintoresco por la carretera nacionalA.
0n Da se encontraba otro n+cleo de %cagots% del cual !oy no queda ni rastro. e trata del n+cleo situado m$s al norte. e sabe de (l por los registros de la di'cesis. 0n
las localidades dependientes de este obispado Cy!erre, Masparraute, @sturi&, Farris, aint Palais, aint 0steben, 6ar$bal, oldi, stabat, 6antabat, 6arceveau, n!au, Mongelos, aint Gean de Pied de Port, 0c!au&, )arriette y aint Gulien<, eistieron %cagoteries%, m$s o menos importantes. Las 2ca4ter9as2 1rancesas de Da; a &au @ara seguir la ruta de los agotes que nos condu&ca de nue$o a los @irineos deberemos $ol$er a Bayona y de a#í circulando por la :arretera 644 alcan&ar el pueblo de 2asparrán y luego 1sturi& por la 643E en donde ya #emos $isto que e,iti otra "cagoterie". +ras estos primeros 4I Gm. encontraremos distintos pueblos que tu$ieron comunidades de "cagots" y en donde toda$ía pueden percibirse algunos rasgos étnicos endogámicos. ' M Gm. de 1sturi& está aint -steben y a casi EI Gm. (oldi. 6e (oldi a aint @alais #ay 4I Gm. que pueden cubrirse siguiendo la pequeña y estrec#a :arretera 6F. -l nue$o tramo de 4E Gm. que desde aint @alais nos lle$ará a *aulen son un deleite para la $ista. La :arretera 64 nos lle$ará a lo largo de EC Gm. a ;a$arren, sede de otro n%cleo marginado #oy desaparecido. 0einte Gm. recorridos por la :arretera 6CM separan el ;a$arren, de el
Lurdes ' tra$és de la :arretera ;EE5 recorreremos EI Gm. #asta llegar a la pequeña aldea de oumoulou y aquí deberemos des$iarnos por la :arretera 6CKI. Lourdes está apro,imadamente a 43 Gm.
8ras la visita a Pau, capital departamental, se impone la estancia en 6ourdes, pueblo importante por las apariciones marianas que tuvieron lugar en el siglo pasado. /o est$ completamente documentada la presencia de %cagots% en la &ona, pero no es del todo imposible. Baltan los datos objetivos, pero tambi(n es cierto que las apariciones marianas de mediados del siglo pasado, entra-aron un reavivamiento de la fe en la regi'n y la destrucci'n de templos antiguos en los que, seguramente, !ubi(ramos podido encontrar la puerta maldita de los %cagots%. 8odo esto se !a perdido y no nos queda m$s remedio que aprovec!ar el viaje por estas tierras para visitar estos lugares, no por marianos, menos misterioso. 8odo lo contrario. 0l 11 de febrero de 15, casi a medio d"a, tres ni-as de 6ourdes recorren un bosque pr'imo cubierto por la bruma. :ernadette oubirous es una de las tres apenas tiene 1J a-os, su salud es d(bil, frecuentemente se ve aquejada por ataques de asma. u
padre, BranTois oubirous est$ enfermo !asta entonces se !a ganado la vida como alba-il y carretero. 6a madre se dedica a !acer tareas de !ogar en otras casas. on seis los !ermanos que !a dado a lu&. :ernadette, una !ermana y una vecina, !an ido a traer madera del bosque. #a a ser el principio de su portentosa aventura. 6legados a unas formaciones rocosas, :ernadette se queda re&agada. 0l lugar se llama Massabielle, !oy es f$cil encontrarlo, all" se encuentra un santuario mariano. 0l nombre, en el dialecto antiguo de la &ona quiere decir %vieja roca% el lugar est$ jalonado de cuevas como otros muc!os montes pirenaicos. :ernadette acaba de tener una crisis de asma y pide que se le ayude a atravesar el arroyo sin mojarse pero sus compa-eras desaparecen. 0n ese momento siente una viento suave C\uo rumou]< que le acaricia el rostro. /inguna rama se mueve. :ernadette cree !aber so-ado y se introduce en el arroyo. De nuevo un rumor misterioso le !ace levantar la cabe&a entonces ve, ante ella, en la entrada de la cueva, la cosa, \aquero]... ?uando relate su eperiencia, primeramente se referir$ a la forma, el vestido y el rostro que !a visto, llam$ndole %la joven%, m$s tarde %la se-orita% y finalmente %la e-ora%, vocablo que cree m$s conveniente, por respetuoso. 0s evidente que, fuera lo que fuere que vio, inicialmente, la ni-a no lo consideraba una aparici'n mariana. ?uando vuelven sus amigas la encuentran arrodillada e inm'vil, con las manos juntas y los ojos fijados en la pared rocosa. #uelve a entrar en el agua y les dice "6ecíais que estaba fría pero está templada como el agua de la$ar la $ajilla" . Por la tarde, medio centenar de personas conocer$n la !istoria que, a partir de ese momento, no dejar$ de etenderse a velocidad prodigiosa por toda la cristiandad. 6a visita a 6ourdes disgusta a muc!os creyentes. )uyssman a finales del siglo pasado critic' las masas de cat'licos que llevaban a sus enfermos en busca de un milagro, mientras a las puertas del santuario se vend"an todo tipo de estampas y objetos religiosos de m$s que dudoso gusto. ola visit' la &ona en 191 y se sinti' inmensamente inc'modo. n't' en su %Gournal de #oyage% "-n este momento de misticismo de re$uelta contra la ciencia un tema admirable) mostrar la necesidades de sobrenatural persistente en el #ombre con esta e,traordinaria #istoria de Bernadette oubirous".
0l =5 de febrero de 15, naci' la fuente Massabielle, bajo los dedos de la peque-a :ernadette. un !oy la gente recorre la &ona buscando milagros y sanaciones para enfermedades incurables. lgunas veces, es innegable, tales milagros se producen. 8odo induce a pensar, que la &ona era, ya antes de las apariciones, un lugar sagrado para los pueblos que !abitaban el lugar. 6a !istoria de 6ourdes es rica en episodios !ist'ricos, mitos y leyendas. 0l lago de las proimidades fue siempre considerado un lugar maldito del que la leyenda dec"a que reten"a las almas de quienes se arrojaban a (l. 4n dic!o lugare-o
dec"a de algui(n capa& de escapar a no importa qu( peligro, "Que podría tirarse al lago de Lourdes". e dice que se arrojaron algunas campanas al interior del lago que suenan en las tardes melanc'licas del oto-o. principios del siglo *@* empe&' a circular la leyenda de la fundaci'n de la ciudad por la princesa 6orda, venida de 0gipto con su !ermana 8arbis Cfundadora a su ve& de la vecina 8arbes, a la que se llega siguiendo la ?arretera /A=1 y que apenas dista =1 Im. de 6ourdes<. 0n las ecavaciones que se !an reali&ado en las proimidades del castillo, se !an encontrado restos romanos de una posesi'n llamada 6apurdum, qui&$s dotada de una peque-a guarnici'n. 0n la rampa de acceso al castillo se encontr' una inscripci'n funeraria dedicada a los manes de Primulus, !ijo de Primus y a su mujer, as" como una cabe&a finamente tallada de una mujer de edad avan&ada pero de gran dignidad, que los arque'logos !an identificado con 6ivia, esposa de ugusto. 0ntre los escombros de la vieja iglesia parroquial romana se encontraron, as" mismo, los restos de la diosa 8utela, protectora de varias ciudades de la antigua quitania. /ada se sabr"a del paso de los musulmanes por aquellas tierras de no ser por las leyendas que nos !an dejado y que, sin duda, son adulteraciones de episodios reales. 0n tiempos de ?arlomagno, un grupo de moros fugitivos se apropi' del fuerte de 6ourdes. l acercarse las tropas carolingias al lugar, el emperador de ccidente pens' en la oportunidad de desalojar la pla&a. Pero el lugar era impenetrable. 6o prolongado del asedio !i&o que en el interior de la fortale&a se empe&ara a pasar !ambre. cert' a pasar sobre el lugar un $guila que acababa de pescar una truc!a y que aun la llevaba atena&ada entre sus garras. 0l $guila dej' caer la truc!a a los pies del jefe musulm$n, llamado Mirat. 0ste envi' la truc!a a ?arlomagno dici(ndole que el ?ielo mismo lo alimentaba. ?uando el 0mperador estaba a punto de levantar el cerco, el obispo de Puy tuvo la idea de plantear a Mirat una salida airosa "(a que no quieres rendirte al mayor soberano de la tierra ríndete a la reina de los :ielos que es #onrada en mi iglesia y que tu también re$erenciarás". Mirat accedi' a capitular y con sus !ombres
marc!' !asta la iglesia del Puy donde deposit' su espada a los pies de la #irgen /egra. 0l PuyAdeADome es uno de los lugares donde estuvo acreditada la presencia de una comunidad %cagot%. 0videntemente, la leyenda de Mirat es una alteraci'n de un episodio !ist'rico en el que se me&cla Muret Cque por corrupci'n fon(tica llega a ser %Mirat%<, los s"mbolos imperiales del guila y el 0mperador, el s"mbolo de la sabidur"a, el alm'n o la 8ruc!a y finalmente, una conversi'n. dem$s, el eje de la trama es el culto a la #irgen Cuna #irgen negra, por lo dem$s<. e sabe la veneraci'n que sent"an los c$taros por el %e-or de ccidente%, el 0mperador :arbarroja y, m$s tarde, Bederico @@, o por ;aymond de 8olosa, el \rey del mundo] occitano. 0sto eplica los s"mbolos del $guila y el emperador. 0l salm'n o la truc!a son s"mbolos de conocimiento, gnosis, que los
c$taros pretend"an impartir. MuretAMirat es el recuerdo de la batalla en la que queda derrotada la causa !er(tica. 20ra esta leyenda un ve!"culo de epansi'n de las ideas gibelinas e imperiales en la &ona3 0stamos persuadidos que las leyendas nacen de un mito colectivo y, en este caso, el mito era el apoyo que los c$taros esperaban del %e-or de ccidente%. Por lo dem$s, las alusiones a los %moros%, tanto en la Brancia Pirenaica como en 0spa-a, frecuentemente evocan lugares que, por alg+n motivo, son considerados m$gicos. e ten"a al %moro% por disidente, miembro de otra religi'n cuyos ritos y cultos se ignoraban y se pensaba que eran m$s bien, operaciones m$gicas que actos de fe. 0l resto de elementos nos !abla de 6ourdes como un lugar en el que el elemento m$gicoAfemenino estaba ya presente desde tiempo atr$s posiblemente pueda alg+n d"a locali&arse alg+n antiguo templo de @sis, tra"da por los legionarios romanos. 0n cuanto a 8utela, la diosa adorada en la &ona, es, en realidad, 8utelina, divinidad romana que velaba por la conservaci'n de las cosec!as y los frutos de la tierra. Hu( nos indica todo esto3 Hue 6ourdes era una tierra m$gica, consagrada a una #irgen, muc!o antes de las apariciones marianas. ?ada (poca tiene una religiosidad que le es propia y unos mitos cuya dramati&aci'n var"a pero cuyo argumento es concordante. Saint Sa5in y Lu/ -n Lourdes nos enfrentaremos ante la disyunti$a de marc#ar directamente a aint Bertrand de :omminges o bien dirigirnos #acia el ur direccin a aint a$in y a Lu&. *ás allá solamente encontraremos el @arque ;acional de los @irineos. i #emos optado por la direccin ur deberemos ir en direccin a 'rgelés por la :arretera ;4E DEM GmA y luego una $e& en esta localidad deberemos buscar la direccin @ierrefitte;estalas Dtramo de O3 Gm.A. aint a$in está a 3 Gm. de 'rgelés. ' partir de ese punto bastará recorrer los seguir la :arretera 6C4E para entrar en Lu&. Los %ltimos EC Gm. de nuestro recorrido los #abremos reali&ado entre desfiladeros magestuosos que cada $e& más nos irán introduciendo en los @irineos.
0sta &ona estuvo plagada de %cagots%. 6os pueblos que !emos mencionado tuvieron todos una comunidad m$s o menos grande de esta etnia maldita que fue etingui(ndose progresivamente a partir del siglo *#@@. 6os !ubo en rgel(s y en aintA avin y posiblemente en 6ourdes Cotro pueblo en donde en contramos la ra"& %6ugA%, como en 6ugdunum, que nos indica que all" !ubo un santuario a este dios c(ltico<. aintAavin se encuentra en el cora&'n del valle de rgel(s, la iglesia por la que los %cagots% entraban por la !umillante puerta subalterna, era !asta !ace poco la construcci'n m$s maci&a del pueblo. 6a monta-a que domina el lugar lleva un nombre siniesto 0scornecabre, la %cabra sin cuernos%.
/o puede dejarde visitarse la abad"a de aintAavin. e dice que, antiguamente estuvo en el mismo empla&amiento el Palatium 0milianum. 6as columnas y capiteles de la sala capitular pueden, efectivamente, proceder de alguna construcci'n anterior, pero, m$s bien visig'tica que romana. 6a leyenda cuenta que la abad"a estaba dirigida por Borminius, cuando lleg' un joven desconocido, de nombre abinus, !ijo del gobernador romano de :arcelona. abinus buscaba soledad y silencio para llevar adelante una vida retirada y de santidad. Borminius mostr' a avinus, sobre el pueblecito de 4s, un mirador rocoso, que dominaba los tres valles de 6u&, ?auterets y rgel(s. 0l lugar cubr"a las necesidades de avinus que no tard' en instalar una caba-a y !oradar la roca para construir un ataud p(treo donde recogerse, meditar y dormir. un se le puede ver en la capilla construida en el lugar. 0l coro de la abad"a muestra los distintos episodios de la vida de aintAavin. 0n el tesoro de la abad"a se encuentra una de las im$genes m$s interesantes de los Pirineos. 6a #irgen del %dedo largo% que posee una mano derec!a desproporcionadamente enorme y un pulgar aun m$s grande, s"mbolo de misericordia. u mano derec!a, s"mbolo de Gusticia, sostiene a Gesucristo. e sospec!a que muc!as im$genes sagradas aparecidas en relieves y frescos en peque-as ermitas pirenaicas en las que pueden verse manos desproporcionadas, son reminiscencias c$taras. 6os artistas que las trabajaron deb"an tener en mente la ceremonia del \consolamentum] o \imposici'n de manos]. 0n la abacial se encuentra la famosa pila de los %cagots%, un bloque de granito tallado, de aproimadamente un pie de alto. 6a pila est$ sostenida por dos peque-os personajes, %cagots% o, en la jerga local, %capots%. 0n el barrio de Mail!oc se concentraban los antiguos !erejes discriminados. l fondo de la nave, en el muro, junto al p'rtico, se muestra la ventana baja donde se permit"a que se situaran para seguir el oficio religioso. casi = Im. de aintAavin se encuentra 6u&. 8ambi(n este pueblo tuvo, en otro tiempo, una notable aglomeraci'n de %cagots%. 0n la iglesia eiste aun la puerta lateral por donde entraban y si preguntamos a los lugare-os, alguno incluso recuerda que alg+n abuelo le !abl' de %los leprosos%. 0n el t"mpano de la iglesia de los templarios se encuentra un grabado que mereci' ser comentado por Bulcanelli en %0l Misterio de las ?atedrales ". "9es%s está e,puesto sentado la mano i&quierda apoyada sobre un libro la derec#a al&ada en gesto de bendicin y separada de los cuatro animales que le acompañan por la elipse llamada 'lmendra *ística". 0stos cuatro animales representan el orden inmutable de
las cosas y est$n representados en la +ltima carta del 8arot de los :o!emios, %0l Mundo%. San 8ertr0n de C..in4es
Las formas de acceder a aint Bertrand de :ommingues son di$ersas. i antes #emos $isitado Lourdes deberemos tomar la :arretera 6CM5 #acia Bagneres de Bigorre y seguir luego por la 6CMF #asta La Bart#e de ;este y luego a aint Laurent de ;este. -n total MI Gm. -n el %ltimo pueblo deberemos tomar la :arretera 64 que nos lle$ará a :ommingues situado a EI Gm.
an :ertrand de ?omminges es la +ltima etapa en territorio franc(s Co la primera, dependiendo de nuestro punto de partida<. penas ro&a el territorio de epansi'n de la !erej"a c$tara. 0n otro tiempo !ubo poblaci'n marginada, buena muestra de ello es la pila de agua bendita situada a la derec!a del p'rtico y que representa una cabe&a de mujer. Por esa puerta ten"an obligatoriamente que entrar los cagots en el templo. Pero no es esta la +nica rare&a que encontraremos en este !ermoso paraje. 6a mole de la catedral domina toda la villa ba-ada por el Farona. 0n otro tiempo ?omminges fue una formidale posici'n defensiva que dominaba la gran ruta que un"a el tl$ntico con el Mediterr$neo. 0l origen del asentamiento es "bero, pero su nombre actual se debe a los #olcos 8ect'sagos. Bueron ellos quienes elevaron en el lugar donde !oy se encuentra la catedral un templo al ol. 0l lugar fue llamado originariamente %la fortale&a del ol levante%, 6ugdunum. e !an encontrado monedas de las tribus vecinas, oscenses C!abitantes de la actual )uesca< y jacetanos Cde la actual Gaca<. lg+n !istoriados !a podido escribir que para los "beros no eist"an los Pirineos. 6os romanos construyeron una ciudadela militar. 8odav"a pueden verse sobre las orillas del Farona, restos de la fortale&a que construyeron. 0n la ciudad antigua, eisti' un barrio, probablemente anterior a la ocupaci'n romana, llamado alles ruyes, las ?asas ;ojas, cuadril$tero de 1155 amurallado. 0ste espacio sagrado era el lugar de culto, donde los ar+spices piren$icos se reun"an y establec"an sus predicciones. 0n tiempos de la dinast"a merovingia, un !ijo bastardo de ?lotario @, FondoSald, se sublev' contra ?!ildeberto @@. FondoSald, educado por /ars(s, gobernador bi&antino de @talia, intent' adue-arse de la Falia y ponerla al servicio de la pol"tica bi&natina de reconstrucci'n del @mperio ;omano. 6a primera parte de su plan consisti' en atacar al rey burgundio Fontran pero (ste, aliado con los merovingios, logr' rec!a&ar el ataque. Mientras FondoSald se atrinc!er' en 6ugdunum ?onvenarum C?omminges< a la espera de ayuda del rey visigodo espa-ol 6eovigildo. Fregorio de 8ours relat' ampliamente los distintos episodios del asedio de la ciudad, su incendio y saqueo y la muerte de FondoSald, precipitado desde lo alto de las rocas que van a dar al Farona. 0l inter(s de los bi&antinos por la actual ?omminges consist"a en que dominaba un nudo de comunicaciones situado de manera inmejorable para una proyecci'n atl$ntica del antiguo @mperio ;omano de riente. 6os francos arrasaron
completamente la ciudad cuyas ruinas, durante siglos, constituyeron una cantera inagotable para las vecinas aldeas en busca de materiales de construcci'n. 0n el castillo de :arba&an eisten estancia construidas con piedras etra"das de la arrasada ?omminges. 6a @glesia de #alcabrKre fue construida "ntegramente con bloques del mismo origen. 6o poco que !a quedado de la ciudad romana da una idea aproimada de la grande&a e importancia del lugar. 0n el museo de la ciudad Acuya visita recomendamosA puede verse una maravillosa estatua llamada %de la !ermosa cautiva%. Posiblemente se tratase de una cautiva deportaba, procedente de sturias o ?antabria, qui&$s una princesa. u rostro es triste y su belle&a serena. 0s posible que fuera el propio ugusto quien !i&o erigir la estatua en el a-o =5 de nuestra era en recuerdo de su victoria sobre las tribus de la cornisa cant$brica. olamente en el siglo *@ la ciudad empe&' a recobrar su esplendor anterior. 4n descendiente de los condes de 8oulouse, :ertrand de lR@sle Gourdain, gasc'n, convertido en cl(rigo despu(s de a-os de servicio de las armas, fue proclamado obispo de la di'cesis, apenas un mont'n de ruinas. 0l templo del ol Cbellio en la mitolog"a pirenaica< fue transformado en la catedral. Pronto empe&aron los milagros de :ertrand. 4n noble levantisco, anc!o de 6abarta, fue pacificado por :ertr$n quien le prometi' ayuda en este y en el otro mundo. -os despu(s de la muerte de :ertrand, anc!o 6abarta fue !ec!o prisionero por los musulmanes. 0ncarcelado en 0spa-a, una noc!e se abri' la puerta de su celda y el propio :ertrand, apareciendo, le tom' por la mano, situ$ndolo fuera del alcance de los musulmanes. ?lemente #, el papa que destruy' a los templarios, en recuerdo de este milagro, autori&' que el 6ugdunum ?onvenarum pasara a llamarse aintA:ertrandAdeA?omminges. parte de la pila de los %cagots% muc!as otras cosas sorprenden al visitante de la catedral. 4n cocodrilo Apor ejemploA est$ situado en el interior del campanario. Bue tra"do por un cru&ado local que acompa-' al ;ey de /avarra en 8ierra anta. 0n la edad media fue considerado como equivalente al drag'n. 4na leyenda local afirma que aint :ertrand se enfrent' a un drag'n armado solo con su b$culo obispal. 0n la fac!ada del campanarioAbaluarte de la catedral, se encuentra enclastada una cabe&a esculpida que unos tienen por la cabe&a de G+piter, otros por las de una F'rgona y, finalmente, alguno considera la cabe&a del diablo. tras estelas pr'imas, grabadas en los muros, dentro y fuera de la catedral, son igualmente notables. 0n una de ellas, comentada ya por Bulcanelli en %6as Moradas Bilosofales% puede verse a la serpiente que descubre un busto de mujer con un bra&o y una cabe&a. Para Bulcanelli tal imagen representa el Mercurio de los abios, es decir, el principio femenino que entra en juego en la obra !erm(tica. @gualmente notables son los vitrales del ;enacimiento y la tumba en m$rmol negro de )ugo de ?astellane. Frabados de rico simbolismo est$n representados en el
coro, reali&ado por Gean de Mauleon, 5=1 obispo de ?omminges, entre 15=> y 1551. 0n varios lugares de la catedral figura la divisa de Maule'n %mnis amor tecum% Ctodo mi amor es para t"<. 6as estelas est$n cargadas de simbolismo religioso. 0ntre ellas se encuentra el $rbol de Gess(, con la l"nea sucesoria de los reyes de @srael, s"bilas vestidas como en las representaciones de los misterios del siglo *# y una rueda de cuyo centro salen unas plumas y la leyenda %Bortunat solus nostros Deus ipse labores% Csolo Dios nos !ace triunfar en nuestros trabajos< divisa cuyo contenido !erm(tico no !a pasado desapercibido a los especialistas que ven en la imagen la traslaci'n simb'lica del llamado %fuego de rueda% que utili&aban los alquimistas en la segunda fase de su obra filosofal. De todas formas aun est$ por !acer la e(gesis completa de la ?atedral de ?omminges a la lu& de la tradici'n !erm(tica. 8ras el altar mayor se encuentra el cuerpo de an :ertr$n. 0st$n representadas las distintas peripecias y milagros que reali&'. i el viajero tiene ocasi'n de visitar la sacrist"a encontrar$ all" el %cuerno milagroso%, el %alicornio%. ?uerno de marfil, de cinco pies de largo, era un diente !ipertrofiado de un cet$ceo Cel %monodon monoceros% o narval<. Bue entregado por ?lemente #, cuando aun era :ertrand de Fot!. 0l cuerno despert' ambiciones en distintas (pocas y ?atalina de M(dicis en varias ocasiones pidi' a su marido, el ;ey de /avarra, que el cuerno pasara a formar parte del tesoro real. 0l cuerno fue robado por los !ugonotes de ?orbeyran dRure en mar&o de 15J9. olo lo entreg' a cambio de una amnist"a completa y, seg+n algunos testimonios de la (poca, por miedo al %e-or aint :ertrand%. 0n el siglo *#@@ el inspector de bosques de 6uis *@# quiso comprobar si se trataba del cuerno del unicornio. 6o sumergi' en agua, pero esta no se recalent', tal como esperaba de !aber sido el objeto m"tico que buscaba. tra pie&a enigm$tica del tesoro de la catedral es un peque-o cofre de cuero dorado que ostenta la inscripci'n "@er lOamor de ma dona combat ab aquesta libra" Cpor el amor de mi mujer, combato con esta librea<. 0l cofre debi' pertenecer a alg+n trobador occitano cuyo nombre se !a perdido para la posteridad. i el visitante pasea por el claustro de la catedral podr$ observar un pilar cuadrangular, +ltimo resto de un edifico romano. obre (l, los canteros medievales esculpieron las figuras de los cuatro evangelistas. /o muy lejos de la ?atedral se encuentra la llamada 8umba de )erodes. 4na construcci'n misteriosa, situada sobre el acantilado de Moartrouil!, sobre el Farona, al oeste del puente de 6abroquKre. 0n aquella &ona se situ' el cementerio romano de la ciudad. 6a 8umba de )erodes es una construcci'n cuadrada de 1 m. de lado y de alto, !oy en ruinas. 4na tradici'n afirma que el asesino de Guan :autista se eili' en 6ugdunum ?onvenarum en el a-o >9, reinando ?al"gula en ;oma. Por etra-o que pueda parecer, la leyenda tiene una confirmaci'n !ist'rica. Blavio Gosefo en sus %ntigXedades Gud"as% eplica que el tetrarca de Falilea y Perea fue enviado a
6ugdunum, %ciudad pr'ima a 0spa-a%. De las muc!as 6ugdunum que se elevaron en Brancia, solamente ?omminges responde completamente a la descripci'n. Re4res 6esde :omminges podemos regresar directamente a -spaña siguiendo la :arretera 6MM #asta :#aum luego la ;E43 #asta la frontera. -n total apenas 3I Gm. Jna $e& en -spaña será necesario seguir la :arretera ;4MI que nos introducirá en el 0alle de 'rán y posteriormente en el t%nel de 0iella. @ara la mayoría de los $iajeros se tratará entonces de dirigirse #acia Lérida distante EFI Gm. donde cada cual partirá #acia su lugar de origen con la seguridad de encontrar autopistas o carreteras cmodas. La ruta de los agotes #a quedado atrás.
K CATARISMO= E'TRE REALIDAD ) MITO para actar el te.aN Pocos fen'menos !ist'ricos !an suscitado tantos equ"vocos como el catarismo. e !a dic!o que el misterio c$taro y el del Frial eran uno solo, se !a confundido catarismo con valdes"a, se !a identificado a c$taros y templarios como procedentes de una misma gnosis, y, se !a llegado a decir que el rosacrucianismo y el catarismo ten"an, id(ntica matri& o que los trovadores constitu"an un fen'meno eclusivamente !er(tico. 0n buena parte se trata de mitos o malentendidos. Para redondear una visi'n global del catarismo, es preciso disipar tales equ"vocos. 0n el marco geogr$fico occitano coinciden en el tiempo distintos movimientos que tienden a confundirse con el catarismo. 0sta !erej"a no era sino una de las corrientes espirituales enfrentadas a la ortodoia romana. Pero eistieron otras. 6a valdes"a fue, sin duda, la m$s importante. 0n ocasiones, algunos movimientos sociales fueron confundidos con el catarismo. 0n @talia, por ejemplo, el t(rmino %patarino% fue sin'nimo de !ereje e, incluso, pas' a calificar a los c$taros occitanos. 0n realidad, ambos movimientos tuvieron poco que ver. 6as leyendas en torno al catarismo se fueron urdiendo a lo largo del siglo *@* y, sobre todo a partir del **, apareci' una corriente interesada por estudiar el fen'meno desde una perspectiva cient"fica. 0n este +ltimo cap"tulo vamos a intentar situar todo esto en la !istoria y en el conteto que le es propio.
&atarins y pataria -n el siglo >1 las clases #umildes milanesas y el bajo clero se suble$aron
contra los abusos eclesiásticos y la opresin de las jerarquías catlicas. -l mo$imiento se gest en el mercado de ropa de *ilán la "@ataria"/ sus partidarios fueron los "patarinos".
0l conflicto puso de manifiesto la corrupci'n del clero lombardo y evidenciaba la necesidad de la reforma que, pocos a-os despu(s, llev' a cabo el monje )ildebrando, elevado al papado con el nombre de Fregorio #@@. 0n cierto sentido la %pataria% era un movimiento reivindicativo, pero nos equivocar"amos si limit$ramos sus aspiraciones al mero dominio social. ?uando la poblaci'n !umilde de Mil$n miraba al alto clero, su pompa y lujo, sent"a en su propia carne los altos tributos que deb"a pagar para garanti&ar el alto nivel de vida de los cl(rigos dominantes. 6a situaci'n, si cabe, era m$s dram$tica aun que en el 6anguedoc. 0ntonces volvieron su mirada !acia el @mperio all" donde el clero abusaba, el acro @mperio podr"a ser una ayuda. 6a revuelta %patarina% se desencaden' al fallecer el obispo de Mil$n, riberto. 0l papado design' nuevo obispo a Fuido. e dec"a que, en la (poca, sobre mil sacerdotes milaneses, solamente cincuenta no eran simon"acos todos ellos utili&aban su dignidad eclesi$stica, comprada con dinero, en beneficio propio y de sus familias. 0l di$cono rialdo y el cl(rigo 6andolfo se erigieron en jefes de la revuelta. 4no de los revoltosos, el sacerdote nselmo di :aggio, vuelto al redil, se convertir"a en obispo de 6ucca en 157 y, poco despues, subir"a al papado con el nombre de lejandro @@. rialdo y 6andolfo fueron convocados a un concilio por 0stefano @@, a petici'n del obispo Fuido. 8al como Fuido pensaba, no se presentaron y fueron ecomulgados fulminantemente. @nmediatamente apelaron a ;oma. 4na primera misi'n papal, dirigida por )ildebrando, comprob' que, con el paso de las semanas, la %pataria% se !ab"a organi&ado en una combativa liga dispuesta a todo, incluso a declarar la independencia de la iglesia lombarda. 4na segunda misi'n, dirigida por Piero Damani, obtuvo, a fuer&a claudicar, la sumisi'n del clero simon"aco y el que las aguas se apaciguaran. Pero se trat' de una sumisi'n aparente. ?uando se demostr' que todo !ab"a sido una patra-a para conservar las posiciones de privilegio y mantener la corrupci'n del alto clero, Fuido fue denunciado a ;oma en el 1LL y ecomulgado por lejandro @@. us partidarios juraron vengarse. 0n la guerra civil que sigui', rialdo, epulsado de la ciudad por los que !ab"an sido sus propios partidarios, fue asesinado el = de junio de 1LL. 6a direcci'n de la %pataria% fue asumida por 0rlembaldo, un laico, !ermano de 6andolfo quien, a su ve&, tambi(n !ab"a muerto. 0l ar&obispo se di' a la fuga y las tropas de 0rlembaldo se !icieron due-as de Mil$n cometiendo los m$s atroces ecesos y represalias. 4na nueva legaci'n papal, enviada en 1L7, obtuvo las dimisiones de los obispos simon"acos, pero la situaci'n, en lugar de calmarse, se radicali&'. 6os partidarios de
Fuido Cque muri' tras ser ecomulgado en el 171< eligieron al subdi$cono Fodofredo y consiguieron que su elecci'n fuera refrendada por 0nrique @# de lemania. 6a luc!a se reaviv' cuando los %patarinos% no quisieron reconocer a 0nrique @# el derec!o de investidura y eligieron, por su parte, al cl(rigo nt'n como obispo en la 0pifan"a del 17=. 0n varias ocasiones, Foffredo, consagrado por los obispos lombardos por orden de 0nrique @# y ecomulgado por el papa, intent' en vano penetrar en Mil$n defendida f(rreamente por los %patarinos%. 0l sucesor de lejandro @@, Fregorio #@@, intent' encontrar una soluci'n pac"fica al conflicto. us simpat"as estaban con la %pataria%, pero esto no le impidi' recurrir al 0mperador 0nrique para buscar una componenda. 0n la ?uaresma del 17J, como fruto de estas negociaciones, Fregorio #@@ proclam' a ttone ar&obispo de Mil$n. 0l > de mar&o de 175, 6unes anto, un incendio destruy' gran parte de los barrios milaneses. 6os patarinos fueron acusados de !aber propiciado el fuego. e reprodujeron los desordenes, durante los cuales 0rlembardo fue muerto el 5 de abril del 175. u muerte sell' la !istoria de la %pataria% milanesa. 6a elecci'n de 8eobaldo, como nuevo obispo de Mil$n, por parte de 0nrique @# y la reacci'n de Fregorio #@@ a esta abierta violaci'n de los pactos pertenecen a la !istoria del conflicto entre 0nrique @# y Fregorio #@@. 6a luc!a entre el @mperio y el Papado desembocar"a, d(cadas despu(s, en las guerras entre %gibelinos% y %guelfos%. ?uando el combate se radicali&', los \patarinos] tomaron resueltamente partido por el @mperio, en especial por los )o!enstaufen y por los dos Bedericos. Bederico @@, %stupor mundi%, era esperado como salvador por los c$taros encerrados en Montsegur. si bien el acro @mperio permanec"a, en su esencia y en su diplomacia, muy alejado del catarismo y sus secuelas, s" es cierto que algunos c$taros vieron en la idea imperial el leitAmotiv para oponerse al epansionismo de la monarqu"a francesa. ?uando en 1>7, Belipe el )ermoso destruy' la rden de los 8emplarios e impuso su poder absoluto y nivelador sobre la noble&a, se !i&o evidente que se abr"a en 0uropa la era de los %estados nacionales%. 6a misma eistencia de estas entidades iba en contra de la autonom"a feudal que tanto amaba la noble&a y el pueblo del 6anguedoc. 6a colusi'n entre los intereses del catarismo y de la noble&a occitana con los del acro @mperio, si bien no desemboc' en pactos, se epres' de forma t$cita en canciones como las que sonaban por los rincones de ccitania y cuyo estribillo \0@4], era anagrama de %ustri 0st @mperare rbi 4niverso] C ustria ?orresponde Fobernar en el 4niverso<. ?uando la %pataria% inicial ya se !ab"a etinguido, el nombre fue aplicado a los !erejes c$taros que !ab"an surgido del mismo medio social y dotados de id(nticos objetivos la destrucci'n del poder del clero simon"aco. partir del siglo *@@@A*@#, el nombre pas' a definir a todo tipo de !erejes. /o fue el +nico nombre con que los !erejes c$taros fueron conocidos en @talia.
0l nombre de patarinos se populari&' en Mil$n, pero en otras villas se les conoci' con nombres diferentes. 0n la peque-a ciudad de ?oncorre&o, a J Im. de Mon&a y a 171 Im. de Mil$n, los !erejes c$taros tuvieron una notable implantaci'n. )asta el primer tercio de siglo todav"a quedaban residuos de esa implantaci'n en la floreciente industria tetil que !ab"a estado presente desde la llegada de los misioneros bogomilos, la mayor"a de ellos comerciantes del tetil o tejedores. 0n la ciudad de lba en el Piamonte, se les conoci' como %albaneses%. 0ntre el siglo *@@ y *@@@ eistieron fuertes n+cleos c$taros en Piamonte... l igual que ocurri' en Brancia con el movimiento valdense, la pataria milanesa fue confundida, sin muc!os motivos, con el catarismo. si bien en la valdes"a eist"a una reflei'n teol'gica, (sta se encuentra del todo ausente en los patarinos.
>ALDE'SES ) CATAROS= TA' CERCA ) TA' LEOS 1ncluso los e,pertos inquisidores medie$ales confundieron frecuentemente cátaros con $aldenses. :oincidentes en el tiempo y muy pr,imos en sus focos de difusin se trata sin embargo de dos corrientes completamente diferentes. 6esde el principio #emos considerado al catarismo más que como una #erejía como un mo$imiento religioso radicalmente distinto de la 1gleisa :atlica/ los $aldenses por su parte son una disidencia religiosa del catolicismo que como $eremos pretendía retornar al cristianismo de los orígenes. Jna ?uía sobre el catarismo no podía sino tratar el mo$imiento $aldense a fin de completar la perspecti$a religiosa de la época.
ORIGE'ES DE LOS 2&O8RES DE L)O'2 4n rico comerciante de 6yon, Pedro #aldo, cambi' bruscamente de estilo de vida a causa de la muerte s+bita de un amigo "ntimo. Poco despu(s, al o"r a un juglar cantar una composici'n sobre la vida de an leis, se impresion' tanto que, a partir de entonces, solo se interes' por la salvaci'n de su alma. 0sta, pasaba por encontrar un camino a la perfecci'n. 8orturado por estos pensamientos, acert' a o"r la predicaci'n de un cl(rigo que le dio la clave. 0sta se encontraba en el conocido teto de an mateo "$ende todo lo que tengas dalo a los pobres y luego $en y sígueme" . #aldo inventari' sus posesiones e !i&o cuatro partes entreg' una a su mujer, dividi' otra entre sus !ijos, la tercera la don' a los pobres y la +ltima tuvo a bien distribuirla entre aquellos que !ab"an sido v"ctima de sus enga-os como comerciante. 0l d"a de la #irgen de agosto de 117>, abra&' la pobre&a evang(lica. ?uatro a-os despu(s, #aldo !ab"a conseguido atraer unos pocos disc"pulos que constituyeron la primera comunidad valdense. ol"an predicar por las calles de 6yon, en calles, pla&as y viviendas particulares sus asambleas estaban abiertas a toda la poblaci'n y a pesar de no tener formaci'n teol'gica, su lenguaje, sencillo y llano,
congregaba a un gran auditorio. ?onsideraban la predicaci'n p+blica como una forma de epiaci'n de sus pecados eist"an predicadores valdenses de ambos seos. 0sta actividad era la que deb"a acarrearles los mayores problemas. /o s'lo la predicaci'n p+blica estaba reservada al alto clero, sino que, adem$s, los libros sagrados no estaban traducidos, deb"an leerse en lat"n y solo el clero ten"a la potestad de eplicarlo al pueblo. #aldo consider' que esta situaci'n era injusta y orden' a dos monjes que figuraban entre sus partidarios que tradujeran la :iblia luego aprendieron fragmentos de la :iblia de memoria. 0sto fue ir demasiado lejos. 0l obispo de 6yon pro!ibi' que continuaran su predicaci'n. #aldo contest', como !ombre de fe que era, que m$s val"a obedecer a Dios que a los !ombres. 0l y sus partidarios resultaron ecomulgados y luego epulsados de la di'cesis. /o por ello renunciaron a su fidelidad a la @glesia. #aldo logr' ser recibido por el papa lejandro @@@ en el ?oncilio de 6etr$n y someti' sus escritos al papa. us tesis no fueron, inicialmente, rec!a&adas, y solo se le pro!ibi' predicar en p+blico. 8al es, pues, la primera diferencia entre los valdenses y el catarismo. Mientras que los primeros no quer"an alejarse de la disciplina de la @glesia, los c$taros consideraban a la iglesia cat'lica como algo literalmente sat$nico. Para los valdenses se trataba de vivir los ideales de pure&a evang(lica tal como !ab"an sido descritos en los 0vangelios. 6a opci'n de pobre&a c$tara, siendo id(ntica en su forma, ten"a otro punto de partida supon"a una forma de alejarse del mundo, entendido como dominio del Maligno. su regreso a 6yon, #aldo y los suyos, tras un per"odo de acomodamiento a las eigencias papales, no pudieron soportar la inactividad y se lan&aron a nuevas predicaciones. Por entonces, ya eran suficientemente conocidos en la regi'n y empe&aron a ser llamados %pobres de 6yon%. 0n 111 resultaron condenados y epulsados de la ciudad. ucesivas apelaciones a ;oma no anularon la sentencia del obispo de 6yon. 0n 11J el ?oncilio de #erona conden' su doctrina de forma inapelable. olo a partir de entonces fue considerada !er(tica. 0l programa valdense de reforma de la cristiandad era, fundamentalmente, moral. 6a iglesia no !abr"a tenido ning+n problema en aceptarlo como !i&o treinta a-os m$s tarde, con Brancisco de s"s. #aldo y el de s"s eran !ijos ambos de ricos comerciantes y su programa com+n consist"a en un llamamiento a la pobre&a como mejor forma de seguir el camino evang(lico !acia ?risto. De no !aber sido por la insistencia en la predicaci'n p+blica y por su traducci'n de la :iblia, los valdenses, no !ubieran tenido grandes problemas en ser aceptados como una corriente de pobre&a evang(lica.
in embargo, tras ser apartados de la @glesia, se encontraron compartiendo el mismo territorio marginal que otras !erej"as de su tiempo. 0sto influy' en su trayectoria posterior e incluso, es posible que modelara en parte su teolog"a. 6a fortale&a del movimiento valdense !i&o, adem$s, que absorbieran a otras sectas !er(ticas menores o de inferior vitalidad. Pedro de :ruis y 0nrique de 6ausanna, defensores de ideales similares de pobre&a, fueron a confluir con la valdes"a. ea como fuere, a partir de 11J, los valdenses se dispersan, etendiendo su predicaci'n m$s all$ de 6yon. 4nos se dirigen a los lpes y 6ombard"a, donde son llamados %pobres lombardos% y, en ocasiones, confundidos con los %patarinos% otros van a ccitania. u presencia est$ constatada en /arbona a finales del siglo *@@. 0n esos mismos a-os, los c$taros !an progresado etraordinariamente y coinciden en tiempo y lugar con los misioneros valdenses. EL &ROGRAMA RELIGIOSO DE LOS 2&O8RES DE L)O'2 6a doctrina valdense puede diferenciarse en antes y despu(s de su ecomuni'n. ntes, lo !emos dic!o, constitu"an una corriente dentro del catolicismo que apenas ten"a otra originalidad que la de predicar una vida sencilla y pobre, lo m$s similar a la descrita en los 0vangelios como propia de ?risto. M$s adelante, tras la epulsi'n, y al deber competir con otras escuelas !er(ticas, los valdenses debieron forjarse una teolog"a propia y definirse en relaci'n a los c$taros. 6os valdenses se opusieron, a partir de entonces, a la eistencia de un clero profesional. osten"an que cualquier bauti&ado pod"a predicar el evangelio y estaba dotado con la Fracia de Dios. /o era la iniciaci'n sacerdotal, sino la virtud que la persona demostraba a lo largo de su vida, lo activaba el don del 0sp"ritu anto. )$biles argumentadores y estudiosos impenitentes de los 0vangelios, sosten"an que los disc"pulos de ?risto no ten"an otro m(rito ni instrucci'n m$s que el ejemplo que siguieron a lo largo de toda su vida. obre este argumento se introdujo la cu-a que fue aumentando las diferencias entre cat'licos y valdenses. 0ist"an una serie de implicaciones de orden ritual y sacramental. Por que si los sacerdotes no ten"an un don especial para administrar los sacramentos, o estos no ten"an ninguna valide&, o bien los pod"a administrar cualquiera que llevara una vida pura. l igual que los c$taros, los %pobres de 6yon% se distingu"an por llevar una vida asc(tica, ayunaban varias veces al a-o, vest"an y cal&aban de manera caracter"stica. 6as sandalias que llevaban les !ac"an acreedores del nombre de %insabatatos%. /o reconoc"an valor alguno a los lugares sagrados, ni a los rituales o al culto. 8odo lo que derivaba del clero y de la iglesia que los !ab"a epulsado de su seno, no era sino superstici'n propia de ignorantes. ;ec!a&aban en bloque los sacramentos, cada cual por un motivo distinto. /o cre"an en la virtud del bautismo para lavar el Pecado riginal. 0n cuanto a la confesi'n
que deb"a recibir el sacerdote, consideraban que pod"a ser administrada por cualquiera que !iciera de la pure&a su ra&'n de vivir por ello se confesaban unos a otros. /egaban que el ?uerpo y la angre de ?risto se manifestara en la 0ucarist"a. Daban una interpretaci'n mati&adamente diferente a la frase repetida por el sacerdote en la consagraci'n, tomada de la 4ltima ?ena cuando ?risto dijo %este es mi cuerpo%, se !ab"a referido a su propio cuerpo, no al pan $cimo que ten"a entre sus manos. Bundamentalmente pesimistas, cre"an en el infierno, pero no en el purgatorio. /o se imaginaban en qu( pod"a consistir sino era en este valle de l$grimas que era la vida. 6os valdenses establec"an una diferencia sustancial entre el mundo de los santos y el de los !ombres. /o negaban la eistencia del primero, sino que afirmaban que estaban separados, esencial y sustancialmente, del mundo de los !ombres. /i santos ni difuntos pueden ayudar a los !ombres y ni unos ni otros est$n interesados, ni tienen capacidad para reali&ar milagros una ve& muertos. ?ualquier culto que se les depare es tiempo perdido. 6a comunidad valdense se divid"a en dos grupos parecidos a los c$taros %perfectos% y %creyentes%. ?uando entraba en la fraternidad un nuevo miembro y, tras una etapa preparatoria, manifestaba su intenci'n de entrar en la comunidad de los %perfectos%, promet"an obediencia al superior y a la comunidad y observar la pobre&a evang(lica. )ac"an voto de castidad y renunciaban a cualquier propiedad su vida mendicante estaba "ntegramente dedicada a la predicaci'n y solamente subsist"an gracias a las limosnas de los %creyentes% y simpati&antes. diferencia de los c$taros se consagraban "ntegramente a su sacerdocio. osten"an que reali&aban un favor a la comunidad y por tanto (sta deb"a darles todo lo necesario para vivir. Durante un tiempo fue relativamente f$cil reconocer a los valdenses por su t+nica, blanca o gris, sus sandalias y su negativa a otro trabajo que no fuera la predicaci'n. 6a persecuci'n les !i&o desistir de algunas de estas pr$cticas que los delataban como !erejes. diferencia de los c$taros, los valdenses jam$s pudieron penetrar en la noble&a y en las clases altas de los pa"ses donde predicaron. 0l grueso de sus efectivos estaba constituido por campesinos pobres y artesanos de las ciudades. E@&A'SIO' DE LA >ALDESIA orprende que los valdenses lograran en poco tiempo etenderse a una velocidad mayor a los c$taros. Pierre SicIer, inquisidor alem$n, que los persigui' durante 1> a-os, entre finales del siglo *@# y principios del *#, se-al' su presencia en lugares tan alejados de 6yon como el :$ltico, ustria y )ungr"a. 0n 1>95 SicIer permaneci' en lta ustria, territorio completamente dominado por los valdenses, estableciendo su tribunal en teyer. 0ntre 1>9= y 1>9J interr'g' en tettin, a orillas del :$ltico, a J personas y obtuvo informaci'n privilegiada de valdenses arrepentidos.
Fracias a (l se sabe que en 1J los valdenses de 0strasburgo eran llamados %SinIeler%, es decir, los %de la esquina%, y en )absburgo, %FrXblingsleute% C%gentes del agujero%<. ?uenta tambi(n como las redes !er(ticas de 8ubingia, la Marca de :randemburgo, :o!emia y Moravia, fueron desmanteladas y = antiguos valdenses convertidos al catolicismo. 0n 1>95 un millar m$s fue procesado en ustria y )ungr"a. 0n el lto Delfinado las comunidades valdenses lograron prolongar su eistencia !asta bien entrado el siglo *#. 0n el per"odo comprendido entre 1J7 y 1J tuvieron lugar varios procesos contra estas comunidades !er(ticas e incluso en 151 el problema no estaba completamente &anjado si tenemos en cuenta que el obispo de 8ur"n constat' el abandono pastoral en su di'cesis. Desde 1>>L la 6ombard"a !ab"a sido denunciada como refugio valdense por :enito *@@. 0n ?alabria llegaron en 1>5 tras las persecuciones de que fueron objeto m$s al norte. 0n Brancia los restos de la valdes"a fueron a confluir con el movimiento !ugonote. lgunos !istoriadores a la pregunta de qu( deben los !ugonotes a los valdenses, responden sin dudar %pr$cticamente todo%. 6as +ltimas comunidades valdenses se sumaron a la reforma preAcalvinista y, en concreto a los seguidores de Barel de Fap, disc"pulo de Singlio. 0l esp"ritu de los %pobres de 6yon% quedaba, por entonces, ya muy lejos. >ALDE'SES E' ES&AA 0n 119J, lfonso @ de rag'n, promulga en 6(rida el que se considera primer decreto contra los valdenses en tierras ib(ricas. 8odos los !istoriadores coinciden en que no !ay pruebas de que el decreto se aplicase. 0n 119 el rey Pedro mandaba salir de su "reino a todos los $aldenses $ulgarmente llamados insabatados y a todos los #erejes innombrables como enemigos p%blicos nuestros y del reino. 6espués del domingo de @asin se encuentra alguno en nuestra tierra sus bienes serán confiscados y dos terceras partes serán para el fisco mientras la tercera irá a parar al denunciante y sus cuerpos serán quemados por el fuego".
0ntre 1=J= y 1=J> la sede episcopal de :arcelona permaneci' vacante tras la muerte del famoso :erenguer de Palou. Durante ese tiempo la di'cesis de :arcelona fue gestionada por el obispo de 8arragona. 0l 1> de mayo de 1=J= el obispo de esta ciudad, Pedro de lbalate, convoc' un ?oncilio en su di'cesis del que surgi' el documento que algunos especialistas no !an dudado en calificar como el %primer manual pr$ctico para inquisidores% en su luc!a contra la !erej"a. 0n este documento no se distingue entre c$taros y valdenses, se !abla de manera indistinta de %insabatatos% y resulta evidente que se alude tanto a unos como a otros. Gorge #entura ubirats que !a investigado la presencia de valdenses en ?atalu-a reconoce que no eisten apenas datos. 6as alusiones de 8arragona y 6(rida parecen indicar que los predicadores valdenses cru&aron los Pirineos y que lograron
reclutar adeptos. 0n 1=5 dos valdenses catalanes residieron circunstancialmente en ?arcasona uno de ellos ten"a la dignidad de %perfecto%. Gorge #entura ubirats cita una canci'n del trovador catal$n )ugo de Mataplana en la cual considera farsantes a los %pobres de 6yon% y no a!orra invectivas De probresa sou confrare ls bons !omes de 6yon Mes de fe no en sembleu un ?ar vos sou fol i jugador @ de putes cortejador... 6os %pobres de 6yon% fueron debilit$ndose con el paso del tiempo. 0staban preparados para predicar y vivir en condiciones de etrema austeridad, pero no para soportar la presi'n inquisitorial durante muc!o tiempo. 6a ausencia de estructuras s'lidas para organi&ar y encuadrar su fe y la !ostilidad de los poderes p+blicos que ve"an en ellos un fermento an$rquico de disoluci'n y caos, terminaron por disolverlos como movimiento militante. lgunos !istoriadores sostienen que, la persecuci'n moder' algunos de sus principios m$s radicales, y que, finalmente, terminaron confundi(ndose con los beguinos en unos casos, con los c$taros en otros y en @talia con los patarinos. Particularmente significativo de la deriva que tom' este movimiento es el caso bien documentado de Dur$n de )uesca. DURA' DE *UESCA= EL CAMI'O DE RETOR'O DE LA >ALDESIA A LA IGLESIA Desde Men(nde& y Pelayo y otros !istoriadores !an e!umado repetidamente documentos relativos a Dur$n de )uesca, cuyo nombre delata su origen cispirenaico. e ignora en d'nde se incorpor' Dur$n a la #aldes"a, pero si se tiene la certidumbre, en cambio, de que asisti' al famoso %coloquio de Pamiers% con un grupo de %pobres de 6yon%. 8ras o"r a los predicadores cat'licos y a los !er(ticos, terminaron por convertirse al catolicismo y desarrollar dentro de la @glesia el mismo estilo de vida que luego universali&ar"a Brancisco de s"s. 0l grupo valdense que !ab"a llegado unido !asta all", pidi' a la autoridad eclesi$stica autori&aci'n para no disolverse y seguir bajo la direcci'n de Dur$n. Peregrinaron a ;oma, siendo finalmente recibidos por @nocencio @@@ en oto-o del a-o 1=7. 0l papa que tanto y tan bien !ab"a combatido a los c$taros, acept' bien el ideal de los eAvaldenses. 6a regla que sometieron a la aprobaci'n del papa inclu"a lo esencial de la doctrina valdenses, anterior a su epulsi'n de la iglesia pobre&a absoluta, vida comunitaria, ministerio de palabra sagrada y aceptaci'n de los sacramentos. Pidieron autori&aci'n para seguir llevando !$bitos religiosos diferentes de los lucidos por los valdenses y, as" mismo prometieron usar "el cal&ado abierto por arriba y de manera
especial" , en lugar de las sandalias propias de la valdes"a.
6a curia romana mantuvo discreta vigilancia sobre Dur$n y los suyos. ;ecordaban todav"a como unos a-os antes, #aldo !ab"a formulado id(nticas manifestaciones y, al volver a su lugar de origen, se desdijo de sus promesas, regresando r$pidamente al camino !er(tico. Durante el a-o y medio que Dur$n permaneci' en la ?iudad 0terna, !i&o que algunos miembros de la curia se fijaran en su estilo de vida. 0ra evidente para muc!os que la @glesia !ab"a tocado fondo y que las ordenaciones simon"acas condujeron a muc!os indignos a la tonsura eclesi$stica. lgunos jerarcas de la @glesia comprend"an Asino justificabanA la actitud disidente de los !erejes que rec!a&aban la corrupci'n eclesi$stica y pon"an en entredic!o la virtud del clero. 0l movimiento carism$tico de Dur$n parec"a adecuado para competir con los !erejes en aquellas &onas donde los valdenses eran fuertes. Fracias a estos apoyos, Dur$n fue autori&ado para seguir adelante con su !ermandad. 0l 1= de diciembre de 1= @nocencio @@@ ordenaba al obispo de 8arragona que readmitiera a Dur$n y a sus compa-eros en el seno de la @glesia. provec!aron el camino de regreso para predicar en 6ombard"a y ccitania. 0n abril del 1=9 convirti' a 1 valdenses en Mil$n. in embargo, fueron mal acogidos en ccitania. 6os obispos cat'licos se quejaron del comportamiento de los eAvaldenses que daban por conversos a muc!os antiguos !erejes que no !ab"an abandonado completamente el error y, en cualquier caso, les ac!acaban desviaciones doctrinales y el !aberse convertido en lugar de refugio de monjes que abandonaban los monasterios. 0stas tensiones !icieron que algunos miembros del grupo inicial de %pobres cat'licos% volvieran a reincorporarse a la valdes"a. u ideario consist"a en restituir las cosas mal adquiridas, a ejemplo de Pedro #aldo y, como (l, aceptaban no poseer propiedad, y propon"an el uso comunitario de bienes, la pr$ctica estricta de la castidad Co virginidad en su caso<, no mentir o jurar il"citamente, llevar !$bitos Ct+nicas blancas o grises<, no dormir en camas Csalvo enfermos<, practicar restricciones alimenticias durante todo el a-o Cayuno los viernes desde 8odos los antos !asta /avidad, abstenci'n de pescado en las vigilias de festivos y en cuaresma, y de carne los lunes, miercoles y s$bados, fuera de /avidad, m$s ayuno en los oc!o d"as anteriores a Pentecost(s<, asistencia los domingos a los oficios sagrados y re&o diario de quince veces del Padre /uestro, ?redo y Miserere. 0n la primavera del 1=1= Dur$n fue llamado a ;oma y obtuvo la protecci'n apost'lica para la orden de los %pobres cat'licos%. Pocos a-os despu(s surgir"a el movimiento franciscano que le restar"a espacio social y religioso sobre el que operar. 6uego, la violencia inquisitorial y la etinci'n del catarismo, as" como la muerte de Dur$n de )uesca, impidieron que el movimiento de los %pobres cat'licos% pudiera prolongarse en el tiempo. 6a valdes"a, contra la cual deb"an luc!ar, se !ab"a,
igualmente, etendido. 6os %pobres cat'licos% fueron, finalmente, los franciscanos. Dur$n de )uesca, entr' en la senda del olvido. ?uando eso ocurr"a la rden de los 8emplarios estaba en su apogeo que aun durar"a cien a-os m$s. 0l !ec!o de que fueran detenidos todos los templarios de Brancia en 1>7 y, posteriormente, ju&gados por !erej"a, !i&o que algunos quisieran ver en el templarismo un fen'meno conectado con el catarismo, v"ctimas ambos de la misma represi'n.
TEM&LARIOS ) CATAROS= 'ADA E' COMU' ' principios de los años 5I distintos trabajos de desigual calidad pusieron de moda los estudios sobre el templarismo y la #erejía cátara. 'lgunos de tales estudios siempre difundidos en medios pr,imos a distintos grupos ocultistas populari&aron una idea que toda$ía #oy permanece anclada en numerosos cerebros. La serie de ra&onamientos encadenados empie&an definiendo a los cátaros como maniqueos Dpremisa EA/ el maniqueismo es una forma de gnosis Dpremisa 4A/ los templarios son igualmente maniqueos Dpremisa MA/ luego los cátaros y los templarios deri$an del mismo tronco y son lo mismo DconclusinA. Los estudios de Herdinand ;iel sobre *ontsegur y Querib%s como templos solares abonaban aparentemente este ra&onamiento. ( otro tanto ocurría con los estudios que relacionaban el ?rial con los cátaros. in embargo ni *ontsegur fue un templo solar ni los cátaros practicaron culto alguno al ol ni tu$ieron nada que $er con la gnosis templaria que ciertamente e,isti.
LA G'OSIS TEM&LARIA( >IA DE LA ACCIO' efectos de nuestro estudio deberemos de resumir el estado de la cuesti'n los templarios constituyeron una orden asc(ticoAmilitar. )ay que encuadrar al templarismo y al resto de 'rdenes asc(ticoAmilitares de su (poca entre las surgidas como v"as de reali&aci'n de la casta guerrera. 0l catarismo y la valdes"a, por el contrario, reclutaron esencialmente entre la burgues"a naciente. 8al es la primera diferencia sociol'gica entre catarismo y templarismo. 0istieron otras 'rdenes asc(ticoAmilitares en su tiempo los templarios constituyeron la m$s poderosa y sobre la que recay' la sospec!a de !erej"a Cno fue tampoco la +nica los ?aballeros 8eut'nicos fueron acusados por el obispo de ;iga en 1>7 y Fregorio @* acus' a los )ospitalarios en 1=5<. 0sta !erej"a, efectivamente, eist"a. /o era compartida por toda la rden sino por un %c"rculo interior% al cual solo ingresaban algunos templarios. 6a funci'n de ese c"rculo interior era reconstruir un %esoterismo cat'lico% bajo la forma de gnosis. s" puede entenderse la acusaci'n de escupir contra el crucifijo Crito en el que manifestaban su voluntad de trascender el
mero culto eterior< o quemar reci(n nacidos y de adorar a un "dolo, el :afomet Cel :afomet era en realidad una ceremonia inici$tica en la cual el postulante recib"a el %bautismo por el fuego%, bap!osAmet!eos, de a!" la confusi'n con la acusaci'n de quemar reci(n nacidos< es de destacar que jam$s se plantearon a los templarios objeciones teol'gicas. )ay que suponer que no eist"an diferencias doctrinales entre los templarios y la iglesia simplemente, los templarios quer"an %ir m$s all$% de la simple fe, trascender el eoterismo para profundi&ar en el esoterismo. 0n realidad la luc!a de la @glesia contra el templarismo, si pudo calificarse en rigor de %cru&ada contra el Frial% Cnombre del apolog(tico libro escrito por tto ;!an sobre el catarismo<. 0n varios relatos del Frial los guardianes de la copa sagrada son considerados monjesAguerreros que, incluso, en Oolfram von 0sc!embac! son llamados %templeisen%. 4no de los antepasados de Fala!ad, el !(roe del Frial, recibi' del propio Gos( de rimatea, un escudo blanco con la cru& pat(... es decir, la cru& templaria. 6a vida del templario recordaba etraordinariamente a la sugerida como mod(lica para los caballeros de la 8abla ;edonda. 0s significativo, igualmente, que los romances de la 8abla ;edonda aparecieran con el templarismo y desaparecieran en la primera mitad del siglo *@@@, cuando (ste ya estaba suficientemente instaurado. ?oinciden con el momento $lgido de las cru&adas y con la incorporaci'n del concepto de %guerra santa% a la cristiandad. ?uando en el siglo *@# y *# reaparecen algunos relatos gra(licos, se trata de obras estereotipadas y carentes de valor inici$tico. De !ec!o, todo induce a pensar que el templarismo consigui' estabili&ar su sistema inici$tico durante apenas un siglo. 0l !ec!o de que se tratara de una orden guerrera, sometida a constantes situaciones b(licas y a la p(rdida de sus mejores efectivos en combate, !i&o que !acia el +ltimo tercio del siglo *@@@, la tensi'n metaf"sica de la orden se relajara. ?uando se produjo la detenci'n de todos los templarios de Brancia, ordenada por Fuillaume de /ogaret en 1>7, y en los interrogatorios que siguieron, da la sensaci'n de que el significado de muc!os ritos secretos ya se !ab"a perdido. 6os templarios presos apenas eran capaces de describir las ceremonias a las que !ab"an sido sometidas, sin entenderlas, en ocasiones pensando que se trataba de simples novatadas pero el relato de algunas leyendas templarias Ccomo aquella del caballero que copul' con la dama muerta y de su seo naci' el :afomet, difundida entre los templarios de rmenia< y el esoterismo Caun perceptible< de las construcciones templarias, indican muc!o sobre la doctrina interior de la rden. #anamente buscar"amos algo parecido en el catarismo. 0l !ec!o de que pensemos que, efectivamente, ten"an ceremon"as secretas y rituales propios, no implica necesariamente que eistiera un esoterismo c$taro. 0ste solo eisti' en la mente de muc!os de sus admiradores y fue imaginado con el siglo ** Cver p$g. >5<.
LA &RACTICA TEM&LARIA= I'*I8IDOS &ERO 8ELIGERA'TES ;esulta significativo que :ernardo de ?laraval, el gran predicador contra el catarismo en tierras de c, fuera el inspirador de la rden del 8emple. an :ernardo, redact' la ;egla de la rden, les dedic' su libro %De la /ueva Milicia del 8emple% y, finalmente, fue el principal valedor de la nueva orden ante el papa. 0ste mero !ec!o bastar"a para disolver la supuesta identidad entre catarismo y templarismo. 6os votos templarios les imped"an tomar las armas contra otros cristianos. los c$taros, aunque tenidos por !erejes eran considerados, cristianos. ?onsta, sin embargo, que si bien las encomiendas templarias de ccitania permanecieron neutrales en el conflicto, las simpat"as de la rden se decantaban !acia los cru&ados del /orte. M$s aun, se registran algunos episodios en los que los caballeros templarios tomaron las armas junto a los cru&ados, nunca, o"gase bien, nunca, las tomaron por el campo opuesto. ctitud opuesta adoptaron los !ospitalarios Aesto es, la rden de an Guan de Gerusal(n, llamada tambi(n rden de los ?aballeros )ospitalarios y, posteriormente, ?aballeros de ;odas o ?aballeros de MaltaA que ten"an unas relaciones m$s estrec!as con la noble&a languedoquiana y eran fuertes en 8oulouse, mientras los templarios ten"an su mayor encomienda en gen. s" quedaban establecidas las afinidades entre las dos 'rdenes militares y los bandos combatientes 8emplarios simpati&ando con la noble&a del /orte y !ospitalarios !aciendo causa com+n con la noble&a 6anguedoquiana y, en particular, con los condes de 8oulouse. u feudo fue la &ona donde mejor se implant' en Brancia el )ospital. )ay ejemplos de este orden de afinidades Aya que no de alian&asA los !ospitalarios reali&aron los oficios f+nebres al rey de rag'n tras su muerte en Muret, mientras que ;aymond #@ de 8oulouse, tras cru&arse, fue recibido en el )ospital de an Guan de Gerusal(n como caballero armado. 0n Muret, los !ospitalarios de 8oulouse fueron autori&ados por im'n de Montfort para retirar el cuerpo de Pedro @@. @n!umado en el cementerio tolosano de la rden, debi' esperar el traslado a su empla&amiento definitivo. u !ijo, Gaime @, con apenas L a-os y medio, fue entregado al Fran Maestre de los 8emplarios de rag'n, Fuillaume de Montredon, permaneciendo dos a-os y medio en el castillo de Mon&'n. 6os templarios, por su parte, rescataron el cuerpo de :alduino de 8oulouse, colgado por orden de su !ermano, y le dieron sepultura en el claustro de #illadieu, una de las encomiendas de la rden en el 6anguedoc. 6os propios condes de 8oulouse, pero tambi(n los de ?arcasona, !ab"an cedido, antes de la cru&ada, amplias posesiones a los templarios. 8odo esto no ser$ obst$culo para que en 1=1L Montfort !aga incendiar el barrio de aintA;emy de 8oulouse donde se encontraba la casa de sus amigos templarios que
resultar$ igualmente da-ada. 0staba situada entre los n+meros 1> y 15 de la actual rue de la Dalbade. partir de la destrucci'n de su casa en 8oulouse, los templarios instalar$n su cuartel general en la encomienda de #illedieu, cerca de Montauban, donde todav"a puede visitarse. #illadieu, est$ situada en un meandro del Farona, en la ruta principal del Midi. Durante un tiempo, Bulco de 8olosa, el eAtravador devenido obispo de la ciudad, tuvo all" su puesto de mando. 6a casa de los ?aballeros de Malta, por su parte, estaba situada cerca de all", en el n+mero > de la misma calle y fue reconstruida en el siglo *#@@. LA IM&LA'TACIO' DEL TEM&LE E' OCCITA'IA e tienen informaciones muy concretas sobre la implantaci'n de los templarios en ccitania. 0istieron encomiendas en /arbona, Mirepoi, ?arcasona, gen y otras poblaciones menores. 6a implantaci'n templaria en la &ona se remontaba a los primeros a-os de la orden. 0n 11>L el conde ;oger de Boi y su esposa *imena, fundaron en /ogarede, cerca de Pamiers, el primer centro templario en riege, !oy llamado 6a ?avalerie. 6a comander"a sigue siendo una gran eplotaci'n agr"cola. 0l 1> de octubre de 1>7 el +ltimo jefe templario del lugar fue detenido en ?arcasona. 8orturado, confes' cr"menes de los que luego se retract'. 6os templarios pose"an casa en Mirepoi, en 1=7. 8ambi(n ten"an molino cerca del r"o, granja en ?omegoude y una iglesia dedicada a aint Martin. 0n 1=19 los templarios ayudaron a maury de Montfort durante su asedio a Marmande. ino participaron, si al menos asistieron pasivamente, al saqueo de la ciudad que cost' 5. muertos. 0n 1=1= los templarios de /arbona volvieron a ayudar a maury de Montfort, alberg$ndolo en su fuerte, tras ser asediada su casa durante un peque-o mot"n. 0n 1=15 cuando, su padre, im'n de Montfort fue al concilio de Montpellier, debi' albergarse en el castillo de los templarios situado fuera de los muros de la ciudad. 0n otro edificio templario, en 1=9, recibi' a los parlamentarios que cedieron, en nombre de rges, viuda del vi&conde de ?arcasona, 8rencavel, el abandono de sus derec!os. 6a comander"a de Mas Deu fue la mayor posesi'n del 8emple en el ;osellon. 0l lugar est$ situado a > Im. de 8rouillas y fue ofrecido por los e-ores de #ilemolaque antes del a-o 11>. ?uando la cru&ada contra los albigenses, el ;osell'n pertenec"a al reino de rag'n y estaba gobernado por el conde anc!o. EL DESTI'O DE LOS TEM&LARIOS( BLIGADO AL FI' DEL CATARISMO Por aquellas fatalidades del destino, los c$taros y los templarios tienen un nombre com+n, Fuillaume de /ogaret. /ogaret, no solamente fue el gran perseguidor de los templarios, el !ombre que sell' su ruina, sino que tambi(n perteneci' a una familia occitana. lgunos estudios !ist'ricos consideran que Fuillaume de /ogaret, oriundo de
aint Beli de ?araman!, la villa en la que presuntamente tuvo lugar el primer concilio c$taro del 6anguedoc. e sostiene que /ogaret quiso vengarse de la actitud de los templarios durante la cru&ada contra los c$taros. 0l abuelo de /ogaret, !ereje y relapso, !ab"a sido ejecutado tras ser prendido por los templarios y entregado a la inquisici'n. 0l papa :onifavio #@@@ lleg' incluso a acusar a /ogaret de pertenecer a una familia de contumaces %patarinos%. 0n el estado actual de conocimientos !ist'ricos parece demostrado que no s'lo el abuelo, sino otros ascendentes de /ogaret fueron condenados por !erejes, sancionados y ejecutados en algunos casos. 6lama la atenci'n, eso s", que se disponga de abundante documentaci'n sobre otras familias de la &ona, sin embargo, la saga de los /ogaret adolece de falta de rastros !ist'ricos. Presumiblemente, el propio interesado se encarg' de destruirla y apenas se salvaron las referencias al arc!ifamoso abuelo, un peque-o noble local cuyo nombre sobresali' en varios procesos. 0sto eplicar"a el odio irracional de /ogaret !acia los templarios y la sa-a innecesaria con que los persigui'. 0plicar"a tambi(n que, templarismo y catarismo, lejos de coincidir en punto alguno, estaban situados en trinc!eras enemigas. ESOTERISMO TEM&LARIO E' EL LA'GUEDOC. BMO'TSEGUR 6os templarios de ?ominges, lejos de colaborar con los invasores del /orte, permanecieron en la m$s estricta neutralidad. 0sta actitud qui&$s se debi', en parte, a que algunos nobles locales ingresaron en el 8emple y, fieles a su voto, prefirieron permanecer al margen del conflicto, sin enfrentarse Apero tampoco sin apoyarlos ciertamenteA a sus paisanos. 8al fue el caso de Dodon, conde de ?ominges, armado templario en mayo 117J. Dodon entreg' el gobierno del condado a su !ijo :ernard @#. 0ste prometi' a su padre proteger a los templarios de Montsaumes. si bien es cierto que durante la cru&ada luc!' junto a los condes de 8olosa y Boi, cumpli' en todo momento la promesa reali&ada a su padre. :ernard @# de ?ominges era muy amigo de ;aymond #@ conde de 8oulouse. Muri' el == de febrero de 1==5 y no reali&' m$s donaciones a los templarios de Montsaum(s. 4na tradici'n dice que es all" donde se encuentra el sepulcro del terrible inquisidor :ernard Fui. 0s posible que su sarc'fago sea uno de los que pueden verse bajo las arcadas del p'rtico de la iglesia. Montsaun(s es una t"pica capilla templaria. ustera y sencilla, recia y compacta, tiene la planta de un rect$ngulo terminado en un semic"rculo o coro. 6a construcci'n reali&ada en estilo tolosano Aesto es, en ladrilloA la construcci'n es muy perfecta y cuidada. Huienes la levantaron dominaban el arte de la construcci'n. 6os capiteles est$n ornados con escenas del ntiguo 8estamento y !ojas de acanto corintias. 6os firmantes de la obra dejaron una cru& en un c"rculo esculpido en una clave de b'veda de una peque-a puerta, la cru& es similar a la templaria. 0n otros lugares de la iglesuela
pueden verse distintos signos lapidarios. e detecta con facilidad la presencia de una fraternidad de constructores, veros"milmente, ligada a la rden de los 8emplarios. 0sta !ermandad sinteti&' t(cnicas mediterr$neas e irlandesas que !ab"an sido conservadas por los monjes de an ?olumbano. lgunos de estos monjes, instalados en 6ombard"a, se situaron bajo la influencia cluniacense. 0n este n+cleo tienen su origen los %)ijos del Maestre Gacques%, futuros %?ompa-eros del anto Deber de Dios%, la !ermandad de constructores que reali&' las construcciones esot(ricas en el 6anguedoc. 6a iglesia de la encomienda de Montsaun(s est$ repleta de signos astrol'gicos. Podemos ver f$cilmente rosas de seis p(talos, flores de lis arcaicas, patas de oca. Pero el sello de la !ermandad es un etra-o rect$ngulo de oc!o por cinco casillas de las cuales, una porci'n de tres por tres tiene en su interior aspas. 0ste %cuadrado m$gico% esconde el n+mero de oro y guarda el secreto de la %divina proporci'n%. olamente una !ermandad de constructores capa& de !aber conservado estas sutile&as estil"sticas pudo reconstruir los castillos de Montsegur, Huerib+s y otros de la &ona, d$ndoles el aspecto de templos solares. /o, Montsegur, no fue un %templo para los vencidos% tal como sosten"a Berdinand /iel. Puede decirse que, en su estudio sobre Montsegur y Hueribus, !ab"a aterri&ado impecablemente... pero se !ab"a equivocado de aeropuerto. i Montsegur tiene innegables connotaciones esot(ricas se debe a los templarios y no a los c$taros. Pero los malentendidos y la adulteraci'n !ist'rica ven"an de lejos. lo largo del siglo ** se !a producido una verdadera pugna entre quienes se adentraron en los rom$nticos caminos de la mitificaci'n del catarismo y quienes persiguieron la verdad !ist'rica.
LOS TEEDORES DE LA LE)E'DA= -n EFFM el @apa Len >111 sostenía que la $ictoria sobre los cátaros se #abía logrado no por la fuer&a de las armas sino mediante el re&o del rosario. ;ue$amente tras seiscientos años de oscuridad $ol$ía a #ablarse del catarismo. 7Qué #abía ocurrido desde la ejecucin de Belibaste el %ltimo "perfecto"8 7:uál es el estado actual de los estudios cátaros8
Mistral y el 2Feli7ri4e2 0l viento m$s furioso que sopla en ccitania se llama %mestral%. e trata de una contracci'n de la palabra latina %magistralis%. 0se viento nunca !a dejado de soplar, ni en ccitania, ni en el mpurd$n. lgunos dicen que es un viento que vuelve loco. Por aquellos felices a&ares del destino, el poeta que estuvo llamado a redescubrir la causa occitana, ten"a precisamente como apellido el nombre de ese viento. e llamaba Bederico Mistral y !ab"a nacido en el Mas du Guge, en Maillane, el a-o 1>. u amigo, Gosep ;oumanille le abri' los ojos a la poes"a proven&al. 0l =9 de agosto de
15= en rles, un peque-o grupo de poetas rom$nticos se reunieron en asamblea preparatoria para constituir un asociaci'n que revitali&ara los Guegos Blorales de 8oulouse. 6es mov"a el recuerdo de los trovadores, sus poemas y sus gestas, su concepto del amor y el recuerdo de las libertades occitanas. l a-o siguiente volvieron a encontrarse en iAenAProvence entre los asistentes se figuraba un colegial de apenas 15 a-os que luego se !ar"a c(lebre en la literatura universal, 0mile ola. Pero no fue sino en 15J cuando se congregaron los siete fundadores del %felibrige% con Mistral a la cabe&a. 2Por qu( ese nombre3 %Belibres% eran los doctores de la 6ey, en el ntiguo 8estamento. "76nde esta la ley8" , preguntaron a Mistral sus compa-eros "(o os la escribiré" , contest'. 8ard' a-os en compilar el %8esoro del Belibrige%, diccionario del idioma proven&al. 'aplen &eyrat y 2La histria de la here<9a al7i4ense2 6os Guegos Blorales de 8oulouse tuvieron tanto (ito que pronto se propagaron a :arcelona, apoyados por el ?onde de FXell. 6os fundadores ven"an de muy distintos !ori&ontes pol"ticos. B(li Fras era de etremaAi&quierda, mientras que Mistral, ;oumanille y ubanel, militaban entre los mon$rquicos tradicionalistas. 0l movimiento no !ubiera pasado de ser una brillante contribuci'n a la cultura local, sin m$s proyecci'n, de no !aber sido por la ad!esi'n en 177 de /apoleon Peyrat, un pastor calvinista que ejerc"a su ministerio en aint Fermain en 6aye. Peyrat, entre 17= y 17J !ab"a escrito una %)istoria de los lbigenses% que puede ser considerada como el primer documento moderno que contempl' el catarismo de una manera etremadamente favorable. 0ste libro ejerci' gran influencia sobre los %felibres%, en especial el desarrollo del episodio de Montsegur que relat' con singular br"o rom$ntico. 0n 19L apareci' la revista titulada %Montsegur%, fundada por Pr'spero 0stieu. 0ste grupo es el primero en desarrollar la idea de Mntse4ur P Castill del GrialQ con el personaje de 0sclarmonde de Boi en el centro. 6a leyenda, acto seguido, fue conocida por Gosep!in Peladan, fundador de la ;osa ?ru& ?at'lica, y epuesta en su libro %0l secreto de los trovadores% C19L<. 0l Montsegur de los Pirineos es, para ellos, el Montsalvatge que aparece en el %Parsifal% y en la leyenda del Frial. /unca nadie antes que ellos, ni siquiera en el per"odo c$taro, !ab"a defendido esta idea. Te%s1s( espiritistas( rsacruces principios de siglo, en el ambiente ocultista parisino, aparece una @glesia Fn'stica dirigida por Gules Dionel, arc!ivero del ude. Dionel no dud' en !acerse llamar %bispo Fn'stico de Par"s y Montsegur%. 0n torno a Dionel aparecen, por primera ve&, los nombres de Deodat ;oc!( y el doctor Bugairon. 0ste +ltimo organi&' en 199 el primer peregrinaje moderno a Montsegur. eg+n se dice, Dionel, por su parte, !ab"a organi&ado misas neoAgn'sticas en el castillo de Montsegur. 0l ejemplo de Dionel !i&o que los movimientos ocultistas franceses, te'sofos,
espiritistas y rosacruces, se interesaran por el catarismo. 0n 19> la ?ondesa de PujolA Murat, primero te'sofa, luego pasada a la %ociedad ntropos'fica% de ;udolf teiner y finalmente miembro de %6a ociedad de los Polares%, reuni' en su castillo un c"rculo del que formaban parte el ya citado Deodat ;oc!(, el ingeniero rnaud, ntonin Fadal y tto ;!an, un joven alem$n que, ineplicablemente !ab"a ido a parar a la &ona. Ott Rhan( SS( esp9a y di5ul4adr del cataris. ;!an residi' en ccitania durante varios a-os. 6leg' incluso a alquilar un albergue para turistas que aun eiste en 4ssatAlesA:ains. 6a finca A%6es Marroniers%A est$ casi al pi( de las cuevas de 6ombrives. ;!an, aprovec!ando las informaciones cedidas por ntonin Fadal, compuso dos obras que pasaron desapercibidas en su tiempo, pero que fueron muy apreciadas por 0inric! )immler, jefe de las . De !ec!o, la aut(ntica misi'n de ;!an en ccitania no era cultural. ;!an pertenec"a a las muc!o antes de que )itler tomara el poder en :erl"n. 8odo induce a pensar que se trat' de un agente secreto alem$n, probablemente encargado de constituir un enlace con redes similares que operaban en 0spa-a, entonces \&ona caliente] de 0uropa. ?iertamente, se trataba de un na&i las dos obras de ;!an A%6a ?orte de 6ucifer% y %6a cru&ada contra el Frial%A est$n repletas de alusiones claramente antisemitas. tto ;!an desapareci' en 19>9. e dijo que !ab"a muerto. 0rror. ;!an no !ab"a podido presentar a )immler el certificado de pure&a racial que se eig"a a partir de entonces a los . 8en"a antecedentes jud"os pero, a la vista de sus servicios prestados, se le permiti' seguir sirviendo al ;eic!. ;!an formaba parte del 0stado Mayor Personal de )immler. 0staba en la c+pula de las ... tto ;!an desapareci' Acomo buen agente secreto, las le construyeron una nueva identidad y borraron !uellas de la anteriorA para reaparecer en %operaciones especiales% en riente Medio e @talia durante la guerra. 4tili&aba el nombre de %;udolf ;!an%, pero se trataba del mismo !ombre ni siquiera cambi' de secretaria... Pues bien, a este agente secreto y a la popularidad que !an go&ado sus dos libros tras la guerra mundial, se debe buena parte del inter(s actual por el catarismo. Dedat Rché y Antnin Gadal# Deodat ;oc!e, nacido en el ude en 175, tras ejercer como Magistrado, fund' en 195 la %ociedad del ;ecuerdo y del 0studio del ?atarismo%. e estableci' en la ciudad de rqu(s. 0staba influido por ;udolf teiner y la escuela antropos'fica. ?rey' percibir una v"a inici$tica en el catarismo. su impulso se debe el peque-o monolito que se encuentra en el %?amp dels ?remats% al pi( de Montsegur. ntonin Fadal, por su parte, nacido en el abart!(s, fue presidente del indicato de @niciativa de 4ssatAlesA:ains. 0ra un te'sofo convencido. ntes de la @ Fuerra Mundial conoci' a dolp!e Farrigou que !ab"a consagrado su vida a estudiar el
catarismo. Fadal se convirti' en su disc"pulo. us muc!os libros sobre la !erej"a se resienten de su filiaci'n ocultista que pesa como una losa, desde luego muc!o m$s que su rigor !ist'rico. Bacilit' a tto ;!an el acceso a sus arc!ivos personales y fue uno de los %tejedores% de la leyenda del Frial pirenaico. Public' un libro en el que designaba !erederos del catarismo al %6ectorium ;osacrucianum%, uno de los grupos que se disputan el t"tulo de ;osa ?ruces. 0sta organi&aci'n constituy' en 4ssat un centro de retiro, un monumento y un museo %Fadal%. Fadal muri' en 19LL dando soporte a estas actividades ocultistas. ntes de la guerra, en 19>7, ;en( /elli, Deodat ;oc!(, ntonin Fadal, 6an&a del #asto, /ita de Pierrefeu y )enri Beraud, coincidieron durante las vacaciones en Montsegur y fundaron la %ociedad de migos de Montsegur y del Frial de abart!(s%. Bue elegido presidente Maurice Magre, poeta que relacion' a c$taros y rosacruces. Para (l, ?!ristian ;osenIreut& era un c$taro refugiado en lemania. ;en( /elli, que ya por entonces descollaba como medievalista, fue elegido vicepresidente de la asociaci'n. 0n 19J= result' disuelta por el gobierno de #ic!y. Ls 2Cahiers dEtudes Cathares2 6os restos de este grupo fundaron en 19J los %?a!iers dR0tudes ?at!ares% y, anualmente fueron celebrando congresos en 4ssatAlesA:ains. @nicialmente asisti' un p+blico muy !eterog(neo, pero progresivamente, la presencia de los antrop'sofos de Deodat ;oc!( fue !aci(ndose m$s masiva y asfiiante. 0n el \c!Yteau] de la ?ondesa MarieA8!erese :ouniol de Fineste, oriunda de ccitania, !emos podido leer la colecci'n de estos %?a!iers%, de muy desigual contenido y demasiado frecuentemente presos de puntos de vista ecesivamente ligados al ocultismo. 8ambi(n asisti' a estos congresos Berdinand /iel, ingeniero que sistemati&' las investigaciones en torno a Montsegur. us trabajos y los de ;en( /elli pueden considerarse como los mejores estudios de la (poca sobre el fen'meno c$taro. /elli, dotado de un gran rigor, alumbr' a toda una generaci'n posterior de estudiosos a los que la admiraci'n por el catarismo no enturbi' la necesaria objetividad que requiere el tema. /ita Pierrefeu, era una de las pocas mujeres del grupo. 8uvimos ocasi'n de conocerla poco antes de su muerte en 19. /o era del lugar, pero termin' instal$ndose en Montsegur y su casa fue, durante a-os, el lugar de encuentro en el que se conocieron muc!os estudiosos del tema y buscadores como fue nuestro caso. in ella no !ubiera sido posible que se coagulara el grupo de medievalistas, eruditos y apasionados por el catarismo. LAS TRES DIRECCIO'ES DE LOS ESTUDIOS CATAROS )asta aqu" resulta evidente que estamos !ablando de tres orientaciones completamente diferentes para el tratamiento del mismo fen'meno. !ay que tener
bien presente las diferencias de enfoque cada ve& que cae en nuestras manos alg+n estudio sobre el catarismo. E. Literatura de di$ulgacin
6a obra de tto ;!an fue recuperada en los a-os 7 por Gean y Mic!el ngebert en un provocador libro, %)itler y la 8radici'n ?$tara%. partir de entonces, las obras de ;!an !an sido reeditadas en multitud de idiomas y ediciones. tro escritor especiali&ado en la !istoria del esoterismo, Ferard de ede, envuelto en la publicaci'n de un libro A%0l oro de ;ennes% Cver p$g. =5>
partir de Deodat ;oc!(, de un lado, de ntonin Fadal de otro, y de grupos como M;? Cver p$g. L1<, la ;osa ?ru& ?at'lica de Gosep!in Peladan y, sobre todo, el %6ectorium ;osacrucianum%, puede entenderse que toda una corriente del ocultismo contempor$neo, siga considerando a Montsegur y el catarismo como %territorios% propios, a despec!o de la investigaci'n !ist'rica y de los m$s recientes !alla&gos sobre el catarismo. M. +rabajos científicos
Mientras vivi' Deodat ;oc!(, su amigo ;en( /ell", se neg' a impulsar ninguna revista que pudiera competir con los %?a!iers dR0tudes ?at!ares%. l morir ;oc!(, /elli, liberado de su compromiso, tom' la decisi'n de crear el ?entro de 0studios ?ataros en 197=. 0l proyecto, falto de fondos, !ubo de retrasarse die& a-os. 0n ese momento vi' la lu& el ?entro /acional de 0studios ?$taros, la asociaci'n cuyo fin era el %estudio cient"fico del catarismo%. Desde entonces los interesados por la !erej"a cuentan con publicaciones, seminarios, p$ginas en @nternet, donde la investigaci'n serena y pausada se auna con el calor !umano que desprenden unos estudiosos apasionados por el tema. )oy el centro, !a a-adido a su nombre el de su fundador, %?entro de 0studio ?$taros ;en( /elli% y est$ dirigido por nne :renon desde ?arcasona. Publica la revista %)eresis%. Turis. e histria a la 7usca de c0tars partir de mediados de la d(cada de los setenta, los departamentos franceses que inclu"an territorios de la vieja occitania medieval, vieron en el catarismo un valor a-adido a sus ecelentes calidades tur"sticas. 0l flujo viajero !acia ccitania no !a cesado de crecer desde entonces. Paralelamente, el recuerdo de la !erej"a c$tara se !a ido afian&ando, aunque no siempre de manera conforme a la !istoria. 8ambi(n en ugoslavia, las tumbas c$taras y las
peque-as iglesias !er(ticas fueron contempladas como elementos de promoci'n tur"stica y, como tales, estimularon viajes en los el placer se un"a a la cultura. 6a guerra civil :osnia interrumpi' dram$ticamente este circuito y, aun !oy, resulta dif"cil y peligroso despla&arse a aquellas &onas que todav"a no !an sido limpiadas de la gran cantidad de minas antipersonales sembradas por todos los bandos en la reciente guerra civil. 0l inter(s que causaron las reediciones de los libros de tto ;!an, de ede, y otras muc!as obras que desarrollaban la tem$tica c$tara de forma subjetiva y partidaria, arrastraron el inter(s de los !istoriadores. )acia principios de los a-os , el tema c$taro que !ab"a sido considerado como cerrado y arc!ivado, para la mayor parte de la !istoriograf"a oficial. Pero los epertos, bajo presi'n de los aficionados al esoterismo y al misterio, debieron reabrir el dossier. us obras, m$s fr"as, seguramente, pero mejor documentadas, siguen produci(ndose en el momento de escribir estas l"neas. 0l catarismo brilla !oy con m$s lu& que nunca. @nteresa a amplias masas, qui&$s como curiosidad, acaso solo como una ecusa para emprender una ruta tur"stica. 8al como dec"a la profec"a occitana, al cabo de setecientos a-os, !a reverdecido el laurel C\l cap de set cents anys verdegea el laurel]<. 0l catarismo muri' en la pira de Montsegur y nunca jam$s los %bons !omes% volver$n a recorrer las aldeas de la regi'n pero, entre los muc!os visitantes de esta &ona y de otras muc!as donde apenas restan tenues !uellas de la presencia c$tara, algunos aspiran a ir m$s all$ del mero recorrido tur"stico y se interesan por los valores de la !umanidad medieval y de la cultura !er(tica. 0so indica que la gesta de los 8rencavel de ?arcasona y de 0sclarmonda de Boi, de los ;aymond de 8olosa y los :elisena, no !a sido en vano. Barcelona 5 de no$iembre de ECC5.
Ane; >IAE A RE''ES!LE!C*TEAU SOLO &ARA AMA'TES DEL MISTERIO ) DE LOS TESOROS OCULTOS I'TRODUCCIO' La inclusin en esta guía de una ruta particular centrada en el pequeño pueblo de =ennesle:#Rteau puede e,trañar. 6e #ec#o el misterio generado en este pueblo pirenaico no tiene nada que $er con la epopeya cátara. -,iste eso sí una superposicin geográfica entre ambos temas de tal forma que el
despla&amiento a la tierra occitana entraña casi necesariamente el cru&ar el territorio sobre el que se #a desarrollado durante los %ltimos cien años este misterioso "affaire". -l atracti$o que el pequeño pueblo de =ennesle:#Rteau alberga para los amantes de lo fantástico radica en tres elementos) un tesoro escondido, un rey perdido y un sacerdote heresiarca. @or todo ello no #emos resistido la tentacin de ofrecer a nuestros lectores esta ruta complementaria que les sumergirá en otra sugerente temática.
SI'TESIS *ISTORICA 0l Padre :er(nger auniKre !ab"a nacido en 15= en el pueblo de Monta&els. rdenado sacerdote en 179, fue nombrado vicario de let y luego p$rroco de 6e ?lat, siempre en la misma comarca del ;a&(s. Binalmente, en 15, el obispado de ?arcasona lo destin' a ;ennesAleA?!Yteau. ll" se desarroll' su portentosa aventura. 6a iglesia de ;ennes, una construcci'n visig'tica, estaba casi completamente en ruinas cuando apareci' el padre auniKre. 0n 191 abord' la restauraci'n del templo. Poco despu(s de iniciadas las obras, el Padre auniKre, ayudado por cuatro alba-iles, despla&' el altar uno de los pilares sobre los que se sosten"a result' ser !ueco. 0n su interior se !allaron tres tubos de madera sellados con cera que conten"an cuatro pergaminos. auniKre propuso al obispo de ?arcasona, financiar con la venta de los pergaminos la restauraci'n de la iglesia. 6legado a Par"s se entrevist' con el director del seminario de aint ulpice, el padre :ieil. 0ste le present' a su sobrino, 0mile )offet, un oblato, especialista en criptograf"a y paleograf"a. )offet, adem$s, pertenec"a al %betal%, organi&aci'n secreta vaticana, especiali&ada en la vigilancia de asociaciones mas'nicas y sectas secretas. lgo etra-o debi' ocurrir en el curso de ese viaje porque, a partir de entonces, la vida del padre auniKre dio un vuelco espectacular. 0ntabl' amistad con intelectuales y artistas de primera magnitud, como 0mma ?alv(, diva del bel canto, relacionados todos con c"rculos ocultistas, y, m$s en concreto, con el al'n ;osa ?ru& de Gosep!in Peladan. De regreso a su di'cesis, auniKre dice a sus superiores que !a vendido los documentos y liquida las deudas generadas por la restauraci'n de su iglesia. 0s entones cuando, con singular precisi'n, reali&a nuevas obras en el interior del templo y modifica el paisaje del cementerio adosado a (l. nte el altar, retira una losa Cla %6osa de los ?aballeros%< bajo la que encontrar$ una olla llena de monedas y medallas de oro. M$s tarde, borra la inscripci'n que figuraba en la l$pida de una dama de la noble&a local muerta en el per"odo de la revoluci'n francesa, Marie de /egri dRbles. 6a l$pida, redactada por el padre :igou, antiguo presb"tero de ;ennes, era una pista que auniKre
decidi' destruir... 0l cura, ya en esas fec!as, daba muestras de poseer fondos econ'micos en abundancia, reali&a costosas obras y despla&amientos a /i&a y Perpignan, donde efect+a transacciones financieras. 8ambi(n abrir$ una cuenta corriente en la banca Brit& Dorje de :udapest. 0ntre las obras que aborda figura la decoraci'n interior de la iglesia que conf"a a Fiscard, un escultor de 8oulouse, francAmas'n. 6uego construye un edificio que utili&a como residencia C%#illa :etania%<, m$s tarde una torre neog'tica C%8orre Magdala%< en la que instalar$ su biblioteca y, finalmente, un jard"n provisto de lujos orientales, entre ellos, un peque-o &ool'gico, mirador e invernadero. 0s evidente que se mueve con fondos inusitados para un sacerdote. ?uando sus superiores le pregunten de d'nde obtiene tales ingresos, se niega a contestar. 0s f$cil suponer que !a encontrado un tesoro. 0n 197 el obispo de ?arcasona inaugur' la iglesia reconstruida y percibi' lo an'malo de la decoraci'n. 0n efecto, abundan los temas mas'nicos y rosacrucianos Cque todav"a !oy subsisten< y, en especial, la imagen de smodeo, el diablo cojuelo, sosteniendo, a la entrada, la pila de agua bendita. auniKre colocar$ en la puerta de su iglesia el pilar visig'tico, dentro del cual encontr' los pergaminos el pilar que ostenta una cru&, fue colocado invertido con una imagen blanca de la #irgen encima. De la noc!e a la ma-ana el peque-o pueblo pirenaico empie&a a ser visitado por personalidades notables del mundo de la cultura Cla cantante 0mma ?alv(<, la pol"tica Cel diputado francmas'n y ecretario de 0stado de :ellas rtes, DujardinA:aumet&<, la noble&a Cla marquesa de :o&as<, el mundo de la cultura Cla escritora ndr(e :rugui(re< e incluso personalidades etranjeras Cel rc!iduque Guan alvador de )absburgoA 6orena<. 8odos pasan largas vacaciones en ;ennes, invitados por el padre auniKre y consumen manjares y vinos de primera calidad. auniKre no era el +nico sacerdote implicado en el %affaire%. 0l p$rroco del pueblo vecino de ;ennesAleA:ains, el padre )enri :oudet, !abr"a desentra-ado una parte del misterio para llegar al tesoro y transcrito sus !alla&gos en un libro etra-o e inquietante, %6a verdadera lengua c(ltica y el cromleI de ;ennesAleA?!Yteu%. Dic!o libro Aaparentemente, una locura bibliogr$ficaA a poco que se consulta, resulta evidente que esconde un sentido y ofrece unas rutas precisas. :oudet, fue, no s'lo un colega, sino el gran amigo de auniKre. 0l secreto de uno era el secreto del otro. Pero aun eiste un tercer sacerdote, el padre Fellis, p$rroco de ?oustausa, pueblo situado a un Im. de los dos ;ennes. Fellis, result' asesinado cruelmente por alguien que conoc"a. 0n el presbiterio y en distintos lugares de su iglesia, se encontraron cantidades desmesuradas de dinero, in!abituales para un sacerdote. 8ambi(n Fellis, participaba del secreto. 6os rumores sobre las actividades del Padre auniKre llegan a la polic"a local y al
obispado que termina proces$ndolo. auniKre se niega a ser despla&ado a otra parroquia y prosigue oficiando misa. er$ suspendido %a divinis%, en primera instancia posteriormente se le levantar$ la suspensi'n. 0n 1917 el padre auniKre fallece de apoplej"a. Huince d"as antes !ab"a firmado un presupuesto por valor de =5 millones de francos actuales. 0ntre 191 y la fec!a de su muerte, auniKre !ab"a manejado una cantidad pr'ima a los mil millones de pesetas actuales. Puede entenderse que la opini'n etendida es que el Padre auniKre encontr' un tesoro en su iglesia y en el cementerio cuyas l$pidas modific' y que los datos que le llevaron a este !alla&go los descifr' de los pergaminos !allados en el pilar !ueco de su iglesia. 8odo induce a pensar que se trataba de un tesoro que distaba muc!o de agotarse cuando falleci' el padre auniKre. 0se tesoro permanece !oy oculto. Marie Danarnaud, sirvienta del padre auniKre y su fiel compa-era desde los d"as en que lleg' al pueblo, recibi' como !erencia todas las propiedades y construcciones. Durante a-os, la !istoria fue solo recordada por quienes conocieron a sus protagonistas. in embargo, a mediados de los a-os L, volvi' a !ablarse del oscuro episodio. Bue entonces cuando apareci' en escena Pierre Plantard de aintA?lair, antiguo colaborador del secretario personal de Gosep!in Peladan Cel jefe del grupo rosacruciano con el que contact' auniKre en su viaje a Par"s<. Plantard contact' con el escritor Ferard de Kde y lo puso en la pista de la !istoria del padre auniKre. 0n 19L7 fue publicado %0l oro de ;ennes% causando un formidable impacto en la opini'n p+blica. Poco a poco fueron conoci(ndose m$s y m$s aspectos de la aventura del padre auniKre. Pierre Plantard dec"a ser el Fran Maestre del Priorato de i'n, leg"timo propietario del tesoro !allado por auniKre. Dic!a organi&aci'n se !abr"a fundado para proteger a la estirpe de los merovingios, primera dinast"a que rein' en Brancia. 6os merovingios !abr"an obtenido un antiguo tesoro romano entre cuyas pie&as se encontraba el rca de la lian&a. 0l !ijo del +ltimo rey merovingio, Dagoberto, se !abr"a refugiado en ;ennes. ll" !abr"a escondido el formidable tesoro. Durante siglos la dinast"a merovingia sobrevivi' en la clandestinidad y, apoyados por el Priorato de i'n, consiguieron desestabili&ar en varios momentos a los monarcas usurpadores. 8ransmiti(ndose de generaci'n en generaci'n, a trav(s de los siglos, el Priorato de i'n, lleg' !asta nuestros d"as, dirigido por Pierre Plantard. Bue (l quien facilit' el que volviera a !ablarse del Padre auniKre, cincuenta a-os despu(s de su muerte. 2Por qu(3 8al es la otra clave del enigma. auniKre debi' encontrar algo m$s que un tesoro. 0l propio Ferard de ede, !a sostenido que el !alla&go fundamental consisti' en documentos y genealog"as que !ar"an peligrar la reputaci'n de alguna ?asa ;eal europea... Hui&$s fueran documentos
definitivos que demostrar"an que el !ijo de 6uis *#@ sobrevivi' a su prisi'n en 6a :astilla, o que Guan rt!, !ijo de 6eopoldo @@ de )absburgoA8oscana, de quien se dijo que muri' al nacer, !abr"a sobrevivido y era, por tanto, !eredero leg"timo del trono de #iena y, por consiguiente, de un patrimonio inagotable. 0n cualquiera de las dos !ip'tesis, lo que estaba en juego era muc!o y es l'gico que las partes implicadas, quisieran mantener el secreto. 0l padre auniKre, as" pues, no solo se benefici' de un tesoro, sino tambi(n de la subvenci'n de alguna casa real europea, para que mantuviera el silencio. Pero no era el +nico en estar en el secreto. auniKre debi' compartirlo con los altos grados del c"rculo rosaAcru& parisino. eguramente, los documentos que encontr' en su iglesia ten"an s"mbolos rosacrucianos y acudi' a Par"s en busca de algui(n que los pudiera descifrar... trav(s de 0mile )offet, lleg' al c"rculo de Peladan, logr' desentra-ar el misterio y compartirlo con Feorges Monti. trav(s de (ste se establece la relaci'n entre auniKre y Pierre Plantard. 0n efecto, Plantard fue amigo "ntimo y colaborador del secretario de Pelad$n, Feorges Monti, y fue as" como la !istoria lleg' a o"dos de Ferard de (de, el cual public' los libros !asta convertir al cura de ;ennes en alguien etremadamente popular en Brancia, sobre quien se !an escrito no menos de un centenar de libros, casi un millar de art"culos period"sticos e incluso una serie de televisi'n y un c'mic. pesar de todo este cuantioso material, el misterio que rodea a ;ennesAleA ?!Yteau, lejos de desentra-arse sigue planeando sobre los Pirineos. 4na &ona que vale la pena visitar.
Mapa 15.A 6a ruta del 8esoro de ;ennesAleA?!Yteau.
;48 D06 80; D0 ;0//0;48 D06 80; D0 ;0//0;48 D06 80; D0 ;0//0;48 D06 80; D0 ;0//0 i se #a sentido atraído por la #istoria que le acabamos de relatar tiene suerte por que el empla&amiento geográfico en el cual se desarroll la a$entura del padre auniTre está a pocos Gms. de la frontera española.
A;at( punt de partida 0s posible abordar esta ruta a partir de dos puntos la Gonquera o eu dR4rgell. 0stas rutas Acuya elecci'n depende de su punto de partida Aconvergen en el peque-o pueblo de at. Para llegar all", si !a partido de la Gonquera, deber$ ganar Perpignan. Opci%n + 9onquera@erpignan=i$esaltes*aury',at. 6eberá llegar a la frontera por la autopista '5 o por la carrera ;acional ;EE y una $e& en Hrancia continuar por la autopista 'C o bien por la :arretera ;C. -n @erpignan deberá tomar la 6EE5 en direccin a =i$esaltes y a partir de allí siguiendo un tramo e,cepcionalmente recto de la misma carretera llegará a ',at. -n total 5 Gm. i quiere apro$ec#ar este recorrido sin des$iarse e,cesi$amente le recomendamos se detenga en +auta$el y *aury. 6autavel es uno de los santuario de la pre#istoria europea. -n EC5C se encontr en la ":aune de lO'rago" el cráneo de un #ombre que #abit -uropa #ace K3I.III años. i es amante de la pre#istoria disfrutará en el *useo de +auta$el con los dioramas y las reconstrucciones del entorno en el que $i$i el #ombre más antiguo de -uropa. @ara llegar a +auta$el deberá circular por 6EE5 #asta el des$ío a la i&quierda que conduce a -stagel. 6os Gilmetros después un des$ío a la derec#a le lle$ará primero por la 6EE y dos Gilmetros después por la 6C a +auta$el. "aury se encuentra a 5 Gm. del des$ío de +auta$el siempre siguiendo la 6 EE5. -ste tramo carece de cur$as. *aury es un pequeño pueblo que produce $inos perfumados de fama mundial. @recisamente sin abandonar la carretera e,iste un local donde podrá degustar gratuitamente y adquirir los $inos de la &ona. @ero si mencionamos este lugar no es tanto por su interés enolgico Dque lo tieneA como por estar situado en el des$ío que conduce al :astillo de Querib%s D$er página EIMA. ' 4M Gm. de *aury siempre en línea
recta llegará a ',at. 7pci$n eo dOJrgell'ndolla la 0ella@as de la :asa', les +#ermes',at @or la ;EK3 saldrá de La eo dOJrgell y atra$esará la frontera andorrana. +ratamos la ruta de 'ndorra en otro capítulo D$er página EFMA así que no insistimos. 6eberá llegar al puerto 6O-n$alira y finalmente entrar en Hrancia por la frontera del @as de la :assa. Jna $e& en Hrancia la :arretera ;4I le permitirá llegar primero a ',les+#ermes. 'llí deberá afrontar una opcin e,cluyente) si marc#a #acia el ;orte sin abandonar esta carretera entrará de lleno en el @aís :átaro DJssat +arancon *ontsegur y Hoi,A si decide ir #acia el -ste deberá tomar la :arretera 643 #asta *ilanés y luego seguir el curso del =io 'ude que da nombre a la comarca por la :arretera 6EEF que le conducirá directamente a ',at.
A;at!-uill0n s", unificadas las dos rutas de acceso en la peque-a ciudad de at, el paso siguiente ser$ llegar a Huill$n. :asta con seguir la ?arretera DA117. travesar$ el desfiladero de Pierre 6ys. Despu(s de 11 Im. llegar$ a la capital tur"stica del valle del ude. Poco antes de llegar, a menos de = Im. podr$ ver a la derec!a de la carretera una peque-a fortale&a medieval abandonada. 6a peculiaridad de esta construcci'n es su base cuadrada. 0l castillo es posterior a la epopeya c$tara. bandonando Huill$n entramos de lleno en la regi'n que !emos descrito en la s"ntesis !ist'rica. -uill0n!Cui/a mbas ciudades, comunicadas por la ?arretera DA11, est$n separadas 1= Im. i queremos recorrer algunos de los pueblos relacionados con la vida del Padre :er(nger auniKre, a Im. de Huillan se encuentra el desv"o que nos llevar$ a 0spera&a. 0sta ciudad fue en otro tiempo un importante centro sombrerero. a no eiste la f$brica en la que trabaj' Marie Denarnaud, antes de unirse al Padre :er(nger auniKre, cuando apenas ten"a 1 a-os. in embargo, el viajero puede visitar el Museo de la ombrerer"a y conocer las veinte operaciones, casi alqu"micas, que llevan a la fabricaci'n de un sombrero de fieltro. ?onocer$ tambi(n los distintos modelos de sombreros y las modas actuales. 6a otra atracci'n de 0spera&a es el Museo de los Dinosaurios. 6a pie&a cumbre de la colecci'n es el esqueleto reconstruido de un %titanosaurius%, cuya longitud es de 11 m. i el visitante desea aprovec!ar su estancia en el museo, deber$ visionar las proyecciones y seguir detenidamente las eplicaciones aneas a los dioramas saldr$ convertido en un especialista en saurios pre!ist'ricos de la &ona. aliendo de 0spera&a y siguiendo la ?arretera DA1=, paralela al curso del r"o ude a J Im. encontrar$ el desv"o que conduce a la derec!a a Monta&els, y a la
i&quierda a ntugnac Capenas a >,5 Im<. Mnta/els es el peque-o pueblo en el que naci' el padre :er(nger auniKre. u casa eiste todav"a en una pla&a f$cilmente distinguible por una fuente construida en 1751 que ostenta el adorno de unos delfines. e trata de un pueblo etremadamente peque-o, cuya visita viene solo obligada para situarnos en el conteto geogr$fico y social en el que naci' auniKre. 0n Antu4nac auniKre pas' unos meses, cuando la parroquia estaba vacante. us sermones en este pueblo, actualmente reeditados con el nombre de %Mi ense-an&a en ntugnac%, son de una ortodoia irreproc!able y demuestran el talante did$ctico y las cualidades de predicador de nuestro sacerdote. pocos Im. de Monta&els, casi como si fuera un barrio, encontraremos la villa de ?oui&a. Cui/a= el pri.er
obediencias mas'nicas de car$cter cat'lico como el ;ito 0scoc(s ;ectificado. 0l \$rbol seco] seco] es una alusi'n alusi'n al alma !umana !umana incapa incapa&& de manifest manifestars arse. e. Para reaviva reavivarlo rlo se recurre a la %iniciaci'n% Cevidenciada a trav(s de la rodilla descubierta, la misma que los masones descubren en el momento de su iniciaci'n<, y la piedra Cpiedra filosofal< que aportar$ vida nueva al sujeto. 6a figura del $ngel que aparece llevando un ancla simboli&a un esp"ritu purificado que quiere servir para renovar el cuerpo f"sico del sujeto Cmediante el ancla, indica una retenci'n voluntaria<, mientras que la de ?risto crucificado y la inscripci'n @/;@ a cuyo pie se sit+a la rueda !acen de esa imagen, la del %e-or de la ;ueda%, aquel que domina el devenir del tiempo y est$ %fijado% a la estabilidad trascendente es el s"mbolo del alma renovada y manifestada que !ar$ revivir al $rbol seco. 6a ense-an&a que puede etraerse de este cuadro es que en toda la regi'n eisti' una buena implantaci'n mas'nica con capacidad para penetrar en el interior de las iglesias y atraer !ac"a s" a parte del clero todo induce a pensar que si el padre auniKre fue quien lleg' m$s lejos en estos contactos, el resto de cl(rigos de la &ona, de una forma u otra, ten"an acceso a conocimientos !erm(ticos. )arina de otro costal es si algunos de ellos AauniKre en particularA se implicaron ecesivamente en todo este mundillo ocultista y fueron finalmente arrancados del seno de la @glesia. 0sta pregunta deberemos plante$rnosla continuamente a lo largo de nuestra ruta por el ;a&(s. !ora es el momento momento de llegar llegar al al cora&'n cora&'n de esta ruta ruta RE''ES!LE!C*TEAU= RE''ES!LE!C*TEAU= EL TEATRO DEL MISTERIO aliendo aliendo de :oui& :oui&á á nos espera espera una carreter carretera a bre$e pero dificu dificultosa ltosa.. 2ace cien cien años años era era apena apenass un camino camino de carro carros s ora ora pol$ pol$or orien iento to ora ora enfa enfanga ngado do.. 6ebemos 6ebemos al @adre auniTre auniTre el que asfaltara asfaltara los MO3 Gm. Gm. que nos esperan #asta #asta llegar al centro de este pueblo situado en lo alto de una colina. 6e forma natural llegaremos a una amplia pla&a que da a un mirador desde el que se percibe percibe una e,traordinaria e,traordinaria $ista del $alle del =a&és. 'llí podemos aparcar el $e#ículo y reali&ar a pie la $isita. ;o es cierto que todo el pueblo $i$a del turismo. -n realidad se percibe acti$idad en los campos $ecinos y queda algo de pastoreo.
Huienes se !ayan interesado por el misterio de ;ennes y del Padre auniKre, podr$n recorrer las mismas calles por las que !ace 1 a-os transit' nuestro misterioso cura. 0n distancias que apenas superan, como m$imo, los 5 metros de separaci'n, encontraremos las distintas construcciones que se al&aron por la munificencia de auniKre. cada uno de nosotros compete buscar all" lo que m$s nos interese el misterio, el esoterismo, la gastronom"a, documentaci'n, un tesoro... Ori4en /o es f$cil establecer las circunstancias de la fundaci'n de ;ennes. ?iertamente
el nombre c(ltico del dios del rayo es er ;ed, probablemente al llegar los romanos este nombre fue alterado y convertido en ereda, del que derivar$ ;eddas o ;!eddae y ;edessium. ;edessium. l llegar llegar los visigodos, visigodos, cuya mitolog"a mitolog"a no estaba estaba ecesivamen ecesivamente te alejada alejada de la c(ltica, recuperaron el significado primitivo de er ;ed, y le dieron el nombre de la runa que representada al rayo y al carro, %;aido%. De a!" derivar$ ;ennes. 8ambi(n es cierto, seg+n nos !an observado que no muy lejos de all", en la parte espa-ola, eiste el monasterio ampurdan(s de ant Pere de ;oda, cuya %s"laba b$sica%, ;ADA, tiene la misma ra"& que ;!eddae. 4n escritor, despu(s de investigar durante a-os todo este asunto, y de !aberse convertido en ve!"culo de mistificaciones, lleg' finalmente a la conclusi'n de que el verdadero verdadero misterio misterio de ;ennes, ;ennes, es ;ennes ;ennes mismo y que el lugar contiene, contiene, per se, elementos m$gicos. B-ué 5isitar en Rennes La 8glesia. 8glesia.
6a peque peque-a -a igle iglesi siaa de ;enn ;ennesA esAle leA? A?!Y !Yte teau au es un para paradi digma gma simb simb'l 'lic icoo de contenido mas'nico y rosacruciano. ?uando el Padre auniKre tom' posesi'n de la @glesia, estaba pr$cticamente en ruinas. )ab"a sido contruida !acia finales del siglo #@, pero se tiene la certidumbre de que eisti' anteriormente un templo visig'tico del que se aprovec!aron parte de los cimientos. 6a iglesia fue consagrada a Mar"a Magdalena en 159. 6as obras emprendidas por auniKre, si bien es cierto, que salvaron al edificio de la ruina, denotan su falta de gusto art"stico. ?uando se penetra en la @glesia de ;ennes, uno siente que le pesa en el alma tanto abigarramiento de objetos devotos, unos colores tan vivos y contrastados para unas escenas que necesitar"an m$s recogimiento y, sobre todo, el !ec!o de que no !aya pa-os de pared libres de estatuas, frescos, vias crucis se mire donde se mire, siempre !ay alg+n motivo decorativo, con frecuencia desagradable. la @glesia @glesia de ;ennes ;ennes no se puede acudir a buscar arte, arte, sino a descifrar descifrar un c'digo... @nvitamos al viajero a que penetre en ella con amplitud de miras y la mente bien despierta. despierta. 6e bastar$ activar las luces colocando colocando una moneda de un franco franco en el contador situado a la derec!a de la puerta de acceso, justo frente a la imagen del diablo. Duran Durante te cinco cinco minut minutos os %se %se !ar$ !ar$ la lu&%. lu&%. 6o que indi indicam camos os a conti continua nuaci' ci'n n son solamente algunos de los detalles de la decoraci'n que muestran lo factible de que se trate de un lenguaje jerogl"fico destinado a ocultar algo. Pero no queremos privar a los lectores de placer que les provocar$ encontrar m$s y m$s anomal"as en este lugar que, consagrado por la religi'n cristiana, permanece muy alejado de ella. 0s un templo !erm(tico. bs(rvese todo lo que el !$bil buscador puede encontrar en apenas 9 metros cuadrados. El 6ímpano 6ímpano de la 8glesia 8glesia
0n el t"mp t"mpan anoo de la igle iglesi siaa pued puedee vers versee un conj conjun unto to part partic icul ular arme ment ntee desagradable que el padre auniKre coloc' all" y que era ineistente antes de las reformas que abord' el t"mpano est$ formado por un tri$ngulo en el cual rosas y cruces se alternan en lo que parece un jerogl"fico poco discreto los tri$ngulos son nombres de logias en formaci'n y la uni'n de rosas y cruces remite a un tipo de ocultismo concreto el rosacrucianismo o bien al grado 1V del ;ito 0scoc(s. los lados del tri$ngulo eisten unas palomas de porcelana sobre dos jarrones y unos adornos, tambi(n de porcelana y color crema, especialmente desagradables. Pueden verse, sin embargo, las dos g$rgolas que, probablemente fueron incorporadas a la @glesia !acia los siglos *@@@ y *#. 4na inscripci'n sorprende por su brutalidad %8erribilis locus iste%, %0ste lugar es verdaderamente terrible%, parece como si se quisiera disuadir al fiel de penetrar en el interior del templo. 6a inscripci'n latina, por lo dem$s, tiene == letras, como == son los arcanos mayores del 8arot. El 9iablo 9iablo y los -uatro -uatro Angeles Angeles -elosos -elosos
penas entramos entramos en la iglesia iglesia de ;ennes, ;ennes, inmediatame inmediatamente nte a mano i&quierda, i&quierda, tras la puerta se encuentra la inquietante pila de agua bendita sostenida por el Diablo. obre ella, figura la escultura de los cuatro $ngeles que aqu" !emos reproducido. Pueden verse dos inscripciones %?on este signo le vencer$s% y las iniciales %:..%. 0l conjunto fue colocado por el padre auniKre en el curso de los trabajos de decoraci'n de su igle iglesi sia, a, pero pero conti contien enee una seri seriee de elem elemen ento toss an'm an'mal alos os que impi impiden den una una interpretaci'n reducida al mero marco cat'lico. Por de pronto la frase est$ alterada no es %?on este signo le vencer$s%, sino %con este signo vencer$s%, sobran pues dos letras, en franc(s %Par ce signe tu le vaincras%. 6a inclusi'n de estas dos letras permite que el jerogl"fico tenga ==, como == son los arcanos mayores del 8arot. Pero estas dos letras a-adidas son precisamente la 1> y la 1J, unidas dan la fec!a de 1>1J, a-o de la destrucci'n de la orden templaria. 0n cuanto a las iniciales :.. pueden ser tanto las del padre :(renger auniKre como las de los dos r"os de la &ona :lanque y alses, pero tambi(n las de :oudet y auniKre. 6os cuatro $ngeles, con los cuatro signos reali&ados, situados bajo el emblema de la rosa rosaWc Wcru ru&, &, son son evid eviden ente teme ment ntee los los %?ua %?uatr troo nge ngele less ?elo ?eloso sos% s% de la leye leyend nda, a, relacionados cada uno con los cuatro elementos. 0stos $ngeles est$n representados reali&ando, cada uno, un gesto de la se-al de la cru&. e trata, evidentemente, de cuatro signos de reconocimiento, propios de la secta rosacruciana a la que perteneci' auni(re. El %aviment %avimento o ajedrezado ajedrezado
0n la actualidad toda la @glesia de ;ennes est$ cubierta por baldosas blancas y
negras. ?uando el Padre auniKre inaugur' su re!abilitaci'n del templo, solamente eist"a una &ona cubierta con LJ baldosas, es decir, un verdadero tablero de ajedre&. 0l tabl tabler eroo esta estaba ba situa situado do en el arra arranqu nquee del del corr corred edor or centr central al,, y los los asis asiste tent ntes es a las las ceremonias estaban obligados a pasar sobre so bre (l. abemos que un tablero depositado en el suelo, figura en los templos mas'nicos en determinadas ceremonias. 6os rosacrucianos sienten, igualmente, viva atracci'n por este s"mbolo que es, a la ve& s"mbolo de la dualidad Calternancia de blanco y negro< y de la unidad CLJ casillas ^ LWJ^1, 1W^1<. e trata de una prueba m$s de la militancia de auniKre en grupo mas'nicos y rosacrucianos. El Abside Abside estrella estrellado do
0l $b $bsi side de de la igle iglesi siaa est$ est$ cubi cubier erto to por por un cuar cuarto to de esfe esfera ra deco decora rada da orig origin inal alme ment nte. e. ;epr ;epres esen enta ta un ciel cieloo noctu nocturn rnoo estr estrel ella lado do en el que pueden pueden vers versee cono conoci cida dass cons conste tela laci cion ones es.. 8amb 8ambi( i(n n en las las logi logias as mas' mas'ni nica cass y rosa rosacr cruc ucia iana nass encontramos este motivo en los tec!os. #anamente intentar"amos encontrar la misma decoraci'n en un templo cristiano reciente Csi eceptuamos el &od"aco que Faud" situ' en el P'rtico del /acimiento de su 8emplo 0piatorio de la agrada Bamilia<. El :ia :ia -rucis -rucis invertido invertido
l eaminar eaminar este etra-o etra-o v"a crucis situado en las paredes paredes que sostienen sostienen la b'veda de ca-'n de la iglesuela iglesuela de ;ennes ;ennes nos !a asaltado asaltado la amargura amargura de no !aber podido descifrar su mensaje. Pero si algo est$ claro, es que las alteraciones a los motivos tradicionales del #ia ?rucis cristiano, demasiado burdos para ser casuales o simples %originalidades% de un mal artista Cla factura de las im$genes es mediocre<, encierran un misterio. Parece ser que el Padre :oudet estuvo dirigiendo los trabajos del #ia ?rucis ?rucis y que intent' intent' llevar llevar a las im$genes im$genes la misma t(cnica t(cnica criptogr$ criptogr$fica fica y %p+nica% %p+nica% Cenga-osa< que !ab"a publicado en su libro sobre %0l cromleI de ;ennes%. 0l !ec!o de que el #ia ?rucis est( invertido invertido en relaci'n relaci'n a la posici'n normal normal de estos objetos de culto, es ya de por s" significativo y determina una orientaci'n contraria a ;oma. 6a Primera 0staci'n Pilatos se lava en un plato blanco sostenido por un negro Calusiones a :lanc!efort y a la ;oca /egra, lugares situados en las inmediaciones<. egunda 0staci'n ?risto lleva la cru&, ante (l una viuda con un !ijo vestido con tela escocesa Clos masones se llaman a s" mismos %!ijos de la #iuda% y en cuanto a la tela es, sin duda, una referencia al ;ito 0scoc(s ntiguo y ceptado, propio de la masoner"a tradicional<. 8ercera 0staci'n Ges+s de rodillas, despla&a una piedra con ambas manos C2un paso estrec!o que obliga a andar en cuclillas3 2una gran piedra que !ay que mover3<. ?uarta 0staci'n un soldado levanta su escudo y ve ante s" un camino sin salida, vuelve la mirada !acia atr$s, donde la Magdalena indica el camino C2se !a perdido de vista la entrada3<. D(cima 0staci'n ?risto sin vestiduras, desciende !acia
una una grut grutaa inte interi rior or,, dos dos sold soldaados dos se repa repart rten en sus sus ves vestidu tidura rass con con dos dos dado dadoss an'malamente grandes cuyas cifras pueden verse perfectamente, 5 y 7 C2los pasos que !ay que dar3<. 0ntre esta estaci'n y la siguiente se encuentra una estatua de an ;oque este santo suele representarse con una rodilla descubierta, s"mbolo de los inicia iniciados, dos, un perro perro entre entre las pierna piernass Calego Calegor"a r"a a los bajos bajos instin instintos tos vencido vencidoss que siempre acosan< y se dice que naci' con una cru& roja al pec!o Ccomo los reyes merovingios sobre los que circulaba la misma leyenda<. Por otra parte ;oque, ;oc! en franc(s, indica roca, piedra, pero tambi(n deriva de rubeus Crojo< en recuerdo a la cru& con la que naci' se-alado C2es la cru& que marca la ubicaci'n del tesoro3<. 0l #ia ?rucis invertido es verdaderamente la firma de la fraternidad que conoc"a el misterio de ;ennes. Pero es tambi(n, sin duda, el plano del tesoro. El jeroglí4 jeroglí4ico ico de La "agdalen "agdalena a
0l altar est$ sostenido sobre una estructura en cuyo frontal es encuentra una esce escena na cuyo cuyo prot protag agon onis ista ta es Mar" Mar"aa Magd Magdal alen ena. a. 8amb 8ambi( i(n n aq aqu" u" enco encont ntra ramo moss anormalidades que remiten al conjunto jerogl"fico. 0l cuadro fue pintado por el propio auniKre. parece Mar"a Magdalena arrodillada. 0l paisaje es una gruta en la que puede divisarse la roca de :lanc!efort y la monta-a del ?ardou. )ay tambi(n una peque-a pe-a que sugiere el perfil de una nari&. 6a Magdalena tiene los dedos cru&ados en una posici'n an'mala, acaso un signo de reconocimiento. 6leva un delantal en forma de cora&'n y junto a ella !ay una calavera ante s" dos ramas secas que forman una cru&. :ajo el cuadro se encontraba una etra-a inscripci'n en lat"n en la que !allamos varias anomal"as, la m$s importante el que tiene signos de puntuaci'n ine ineist isten ente tess en lat lat"n. "n. %G(su G(su..medK medKla la..vuln vuln(r (rum um W pes pes..una una.poet poeten enti tium um.. _ Per.magdalenae.lacrymas W peccata.nosta.diluas%. 6as s"labas acentuadas son cuatro je, de, ne, ni, en pronunciaci'n pronunciaci'n francesa francesa jais Ca&abac!e<, Ca&abac!e<, de Cdado<, ne& Cnari&<, Cnari&<, nid Cnido<. auniKre estaba indicando algunas &onas de la regi'n la mina de a&abac!e cerca de ougraignes ougraignes un men!ir en forma de dado la pe-a en forma forma de nari& nari& situada en Peyrolles el %nido de las $guilas% del monte ?ardou, con sus minas de caol"n. 4na ve& m$s, se trata de alusiones alusiones a lugares lugares geogr$fi geogr$ficos cos efectivamen efectivamente te eistentes eistentes en la regi'n 2con qu( intenci'n3 Los dos dos estatuas; estatuas; 1an Antonio Antonio y 1an oque oque
ambos lados del altar altar se sit+an las im$genes im$genes de an ntonio. ntonio. 0l primero primero es an ntonio 0rmita-o, cuya fiesta se celebra el 17 de enero Cuna fec!a importante en la mitolog"a de ;ennes un 17 de enero de 1>= el alquimista /icol$s Blamel fabric' plata por primera ve&, un 17 de enero de 179J el Delf"n de Brancia, 6uis *#@@, fue raptado y susti sustitui tuido do en la :a :asti still lla, a, el 17 de ener eneroo de 151 151 se produ produje jeron ron mani manife fest stac acio iones nes diab'licas en ?idevilla, veinte a-os despu(s de esa fec!a, la #irgen, sosteniendo una cru& roja, se apareci' a unos pastorcilos para pedir la consagraci'n de Brancia al
agrado ?ora&'n, seg+n recuerda Ferard de (de en su libro \0l oro de ;ennes]<. 6as dos estatuas est$n situadas ante el altar, una frente a otra. iguiendo con el ra&onamiento que venimos utili&ando desde el principio, si la iglesia es una templo mas'nico o una logia rosacru&, este elemento tendr$ algo que ver. efectivamente, as" es. 6as dos estatuas, a uno y otro lado de la nave, son el equivalente a las dos columnas del 8emplo, GaIin y :oa&. 4na estatua tiene el libro abierto, la otra el libro cerrado, una muestra una calavera a sus pies, de la otra sale un infante. 0videntemente estamos ante una una represe esentaci' ci'n simb'lica de la dual ualidad dad, con con sus con contradicci ccione ones y complementariedades. 4n refuer&o del simbolismo del tablero de ajedre&, situado en la parte anterior de la nave. La sacrist sacristía ía
e encuentra casi en el $bside. 0s una peque-a !abitaci'n en la que puede verse la inscripci'n %ante missam% y %post missam% Crecodatorio de la obligaci'n que es sacerdote tiene de lavarse antes y despu(s de la misa<. ll" eiste un peque-o armario en donde el sacerdote deja los objetos de culto. Pero la !abitaci'n y el armario tienen trampa. 0iste un doble fondo que conduce a una peque-a estancia, de m"nimas dimensiones, iluminada solo por un tragalu& y que puede verse mejor desde el eterior. qu" se encerraba encerraba bajo llave llave el padre auniKre auniKre tras regresar regresar de sus paseos en la monta-a con Marie Denarnaud. 0s f$cil llegar a una conclusi'n si todo el conjunto de la @glesia es un templo rosacru& o una logia mas'nica, este peque-o !abit$culo, es la sala de meditaci'n, en la que el ne'fito valora las consecuencias de su decisi'n de ingresar en la !ermandad inici$tica. In.ediacines de la I4lesia El %ilar %ilar :isig$ti :isig$tico co 8nvertido 8nvertido
Brente a la puerta de la @glesia, apoyada en una de las paredes del presbiterio se encuentra el pilar visig'tico sobre el que se apoyaba el altar antes de que auni(re reali&ase su restauraci'n. Dado que el altar sufri' muc!as modificaciones, auniKre consider' que lo mejor era conservar aquel pilar que le !ab"a proporcionado tanta fort fortun unaa y deci decidi di'' utili utili&a &arl rloo como como pean peanaa de una imag imagen en de la #irg #irgen en.. ?on ?on toda toda probabilidad de trata de la #irgen de la alette. finales de siglo todav"a eist"a una corriente integrista en el catolicismo franc(s que consideraba aut(nticas las apariciones marianas de 6a alette. 4na de las ni-as a las que presuntamente se apareci' la #irgen era Melania ?alvat, familiar de la cantante 0nma ?alv(, amiga "ntima del Padre aun a uniK iKre re y ocult ocultis ista ta noto notori ria. a. 6a 6ass apar aparic icio ione ness de 6a a ale lett ttee fuer fueron on consi conside dera radas das igualmente como aut(nticas por buena parte del ocultismo franc(s y de los medios mon$rquicos m$s integristas. 6o verdaderamente turbador del detalle decorativo es que la cru& visig'tica Ca la que se !a a-adido la notaci'n %Mision 191%< est$ invertida. :asta con que nos fijemos
un poco para ver que el tra&o vertical m$s largo de la cru& est$ en la parte superior. Probablemente este detalle, junto con el #ia ?rucis, situado al rev(s y la presencia del diablo smodeo en un lugar preferencial de la @glesia, son las muestras m$s fe!acientes que indican que auniKre ingres' en los medios rosacrucianos y, probablemente, como frecuente en la (poca, se aproim' al satanismo Cen esos mismos a-os toda 0uropa suf sufr"a r"a una una epide pidemi miaa de sata satani nism smoo o, si se quie quiere re de obse obsesi si'n 'n sat sat$nic $nica a los endemoniados de Gaca y la ?asa de raci'n en la que Gacinto #erdaguer reali&aba eorcismos, son los recuerdos de esta epidemia en nuestro pa"s<. La %laza %laza de La 8glesia 8glesia
8ras volver de su viaje a Par"s y dedicarse a modificar l$pidas y dar nuevos empla&amientos a tumbas, auni(re, acompa-ado de Marie Denarnaud, empie&an a salir de paseo cada ma-ana y a regresar al medio d"a cargados de piedras y rocalla. auni(re auni(re responder$ responder$ que ese material material le era necesario necesario para construir construir una pla&aAjard pla&aAjard"n "n triangular ante la @glesia. decir verdad las decoraciones con rocalla est$n de moda en la (poca. auniKre construy' las grutas con sus propias manos. )ac"a pocos a-os que Faud Faud"" !ab" !ab"aa cons constr trui uido do grut grutas as pare pareci cida dass en el Pa Parq rque ue de la ?iud ?iudad adel ela, a, !oy !oy desaparecidas. Por cierto, una fuente nos !a indicado que auni(re viaj' varias veces a :arcelona y que se entrevist' con el arquitecto catal$n. eg+n esta versi'n, auni(re le solicit' que proyectase lo que luego ser"a la 8orre Magdala. ea como fuere, Faud" Aen cuya cuya obra obra enco encont ntra ramos mos algun algunos os signo signoss rosa rosacru crucia ciano noss y que que !ab"a !ab"a viaj viajad adoo a las las proimidades de la regi'n con la sociaci'n ?atalana de 0cursiones ?ient"ficasA no pudo atender el encargo, pero el aspecto final de la 8orre Magdala, tiene un car$cter neog'tico que tanto gustaba al modernismo catal$n y que marc' un per"odo en la vida de Faud". 0n el centro de la pla&a colocar$ una cru& de !ierro forjado con una serie de etra-as inscripciones, entre ellas una etra-a %?!ristus ..M.P.. defendit% que, para unos es el lema del papa ito # C?!ristus ab omni malo plebem suam defendat, Hue ?risto proteja a su pueblo de todo mal< y para otros es el anagrama del %ntiquus rdo Mysticusque Prioratus ionis%. El -ementer -ementerio io de ennes/l ennes/le/-h0t e/-h0teau eau
0s indudable que la muerte envuelve de manera siniestra todo el misterio de ;enn ;ennesA esAle leA? A?!Y !Yte teau, au, no en vano vano el ceme cement nter erio io de ;enn ;ennes es tien tienee una impor importa tanci nciaa particular en esta !istoria. dosado a la @glesia, se accede a (l por una puerta que ostenta una calavera en !ierro forjado. e trata de un cementerio todav"a en uso y nuestra visita debe discurrir en la serenidad y el silencio propias de un lugar as". )acia la parte derec!a, adosadas a la tapia, encontraremos las dos tumbas, etremadamente sencillas de Marie Denarnaud y :er(nger auniKre. Guntos vivieron y juntos descansan descansan..
abemos el papel que jug' el cementerio de ;ennes en la trama del tesoro. De regreso de su viaje a Par"s, el padre auniKre acomete una serie de reformas no solo en la @glesia sino tambi(n en el cementerio que le es aneo y que suscitaron la c'lera de algunos de sus feligreses. 0videntemente el padre auniKre reali&aba clandestinamente tales reformas amparado en la oscuridad de la noc!e. in embargo sus feligreses pod"an o"r el repicar del ma&o y del escoplo sobre la l$pida de la tumba de Marie de /Kgre dRbles, esposa del marqu(s de :lanc!efort, BranTois dR)autpoul, fallecida en 171 y de la que !ab"a sido confesor el padre ntoine :igou, en su calidad de p$rroco de ;ennes en la (poca. auniKre destruy' la l$pida y cambi' los restos de empla&amiento, pensando que con ello desaparecer"a todo rastro de las inscripciones estas, sin embargo, !ab"an sido recogidas anteriormente por ecursionistas y reproducido en el %:ulletin des `tudes cientifiques de lRude%. 0l =1 de septiembre de 191 figura una misteriosa inscripci'n en el diario de auniKre %Descubrimiento de una tumba% y oc!o d"as despu(s aparece otra palabra misteriosa en el mismo cuaderno %ecreto%. ?uatro a-os despu(s los rumores sobre los trabajos de auniKre en el cementerio se !ab"an etendido ecesivamente como para que el ayuntamiento no le advirtiera tajantemente que los abandonara. olo un a-o despu(s auniKre ya daba muestras de disponer de cuantiosos medios econ'micos y !ab"a abordado su ambicioso plan de construcciones. Marie de /Kgre dRbles tuvo un familiar ilustre, fundador del ;ito mas'nico de Menp!is, Gacques Marconis de /Kgre. 6a cuna de esta familia era ?lat, un peque-o pueblo del 6anguedoc del que !ab"a sido presb"tero el padre auniKre antes de llegar a ;ennes. 0s posible que la relaci'n directa con miembros de esta familia pusiera a auniKre en la pista del simbolismo, los planes y los objetivos del ;ito de Menp!is, o de su simbolismo y que (ste, al menos en parte, fuera recogido en la l$pida de Marie de /Kgre. 8ampoco !ay que olvidar que el !ermano de auniKre, lfred, jesuita, asisti' espiritualmente a la otra gran familia ocultista occitana, los ?!efdebien de /arbona. Bue alejado de esta familia despu(s de !aber sido acusado de robar documentos. /o puede ecluirse que la suma de todos estos conocimientos y documentos !allados fortuitamente u obtenidos de diversas maneras Clos robados por lfred, los que el propio auniKre debi' recopilar en ?lat, y finalmente las relaciones que adquiri' en su visita a Par"s, Par"s, junto con los documentos documentos que encontr' encontr' ocultos en su iglesia, iglesia, y la interp interpret retaci aci'n 'n de la l$pida l$pida de Marie Marie de /Kgre<, /Kgre<, le dieran dieran la clave clave para resolve resolverr el enigma que !ar"a de (l Ay de los que le rodeaban, no lo olvidemosA un !ombre afortunado. Las cnstruccines del &adre Saunire lo largo largo de su aventura, aventura, el Padre auniKre se comport' comport' como un ec(ntrico ec(ntrico constructor. constructor. ll" gast' cuantiosos fondos dif"ciles dif"ciles de justificar justificar ante sus superiores superiores y no
solo en las edificaciones en s", sino tambi(n en su decoraci'n interior y en proveer para (l y para sus allegados, un ritmo de vida tan absolutamente fren(tico y espectacular que no pod"a por menos que llamar la atenci'n de un microcosmos tan reducido como ;ennesAleA?!Yteau. 8ras las reformas de la @glesia y la construcci'n de las grutas de rocalla en la placeta situada ante ella, :er(nger auniKre abord' una obra fara'nica... :illa
0l lugar fue el escenario de las m$s animadas reuniones sociales en las que auniKre atrajo a aquel peque-o lugar, apartado de la civili&aci'n, a las personalidades m$s brillantes de la cultura y la pol"tica de su tiempo. a !emos !ablado de 0nma ?alv( pero no se trat' de un caso +nico. l menos, en cuatro ocasiones, lleg' !asta ;ennes, el rc!iduque Guan alvador de )absburgoA6orena que encontr' a la vi&condesa de rtois y a la marquesa de :o&as. Mientras la 8orre Magdala es su dominio particular a donde casi nadie tiene acceso, una especie de anto de los antos, #illa :et!ania es un lugar mundano, abierto a todos. @nicialmente fue concebida Atal es la eplicaci'n que auniKre di' a sus superioresA como un lugar de retiro para sacerdotes ancianos. Pronto se !i&o evidente que era cualquier cosa menos eso. pesar de que el mobiliario del lugar y la decoraci'n se !a perdido casi completamente, queda todav"a un pel"cano que alimenta con sus entra-as a sus poyuelos y que, en vida de auniKre, estaba en el vest"bulo del inmueble. 0se emblema es, inequ"vocamente, un signo rosacru& de reconocimiento e incluso en el ;ito 0scoc(s ntiguo y ceptado de la masoner"a, es emblema del Frado 11, el de ?aballero ;osacu&. 2Puede eistir confesi'n m$s evidente de la militancia espiritual de nuestro sacerdote3 #illa :et!ania es un c!alet convencional, con planta y dos pisos, no es ecesivamente grande, pero s", en cualquier caso, la construcci'n %moderna%, m$s grande de ;ennes. 0l nombre es, ya de por s", etra-o. :et!ania apenas se cita en una ocasi'n en los evangelios. 6ucas cuenta que Ges+s envi' dos disc"pulos a :et!ania a buscar un asno que les esperaba... algo insignificante para dar el nombre a la mayor construcci'n del pueblo. no ser que se asocie este asno a la leyenda del ;ey Midas, con orejas de asno, al cual todo lo que tocase se convert"a en oro. 6os trabajos de construcci'n se prolongar$n desde mayo de 191 !asta 195. Bueron los a-os de mayor gloria para :erenger auniKre. ?osa curiosa el cura no recurri' a los obreros de ;ennes para reali&ar esta obra, sino a los de la lejana 6imou. 0sta actitud le caus' cierta !ostilidad en un pueblo en el que eist"a muc!o paro en la (poca. 8ras la muerte de auniKre, Marie Denarnaud residir$ all" !asta su muerte. Despu(s de que la familia ?orbX comprara el lugar, vivieron durante unos a-os. 6uego qued' des!abitada y, en la actualidad, !a sido re!abilitada como residencia. 6a parte
trasera est$ adosada al presbiterio en donde se encuentra el Museo de ;ennes. La 6orre "agdala
8orre Magdala fue construida en unos terrenos comprados en 19, situados justo ante el precipicio que va a dar al valle del ;!a&(s. u estructura es neog'tica e interiormente no es muy grande. lmenada en su parte superior tiene tres niveles el superior, el terrado, comunicaba mediante una escalerilla de > metros con el peque-o torre'n situado en el $ngulo. e llega !asta la torre por un camino de ronda que contiene el jard"n y se inicia en el invernadero. Bue dise-ada enteramente por el padre auniKre. 0n la parte inferior, casi enterrada entre la roca e iluminada solo por unas estrec!as arpilleras, el sacerdote ten"a su despac!o privado al que generalmente no ten"an acceso los invitados que, sin embargo, le esperaban entretenidos en la biblioteca del piso superior. 0l lugar fue concebido como &ona de estudio y meditaci'n y solo muy aleatoriamente destinada a recibir visitantes. 0l nombre procede de la devoci'n de auniKre a la pecadora arrepentida, Mar"a Magdalena. s" como #illa :et!ania es una casa cl$sica de la (poca y no despierta particularmente la atenci'n, la 8orre Magdala es doblemente llamativa, tanto por el destino que se le dio como por la espectacular ubicaci'n. Bue esta construcci'n la que suscit' los m$s variados rumores en torno a auniKre cuando empe&' la Primera Fuerra Mundial se epandieron rumores de que Adado su aspecto militar de fortificaci'nA escond"a all" un ca-'n que pondr"a al servicio de los alemanes tambi(n la investigaci'n del obispo de ?arcasone se inicio, m$s o menos, en la (poca de construcci'n de la ostentosa 8orre Magdala. El "useo
0n el antiguo presbiterio de la @glesia podemos visitar el Museo de ;ennesAleA ?!Yteau donde. 6a mayor"a de material tiene que ver con la vida y el recuerdo del Padre auniKre. Botos, documentos, diarios, alg+n mueble, rememoran a este !ombre sorprendente. Pero, sin duda, la pie&a de m$s valor es la llamada %6osa de los ?aballeros% que antes de la restauraci'n de auniKre se encontraba en el suelo ante el altar. 6a %6osa de los ?aballeros% tiene unas proporciones pr'imas a las del /+mero de ro y est$ dividida en dos partes, ambas muy deterioradas. 0n la parte i&quierda un caballero armado con escudo y espada tiene sobre su cabe&a dos animales, uno probablemente un &orro. 6a parte derec!a, mejor conservada, muestra a otro caballero con una vara o un cetro en una mano y un ni-o en la otra. e trata de una estela merovingia, etremadamente antigua. Permaneci' durante siglos ante el altar, con las im$genes !acia la tierra. auni(re, muy seguro de s" mismo, orden' que se cavara una fosa de un metro de profundidad y luego envi' a los obreros a comer. ntes de irse,
(stos pudieron ver dos esqueletos Cuno de ellos con el cr$neo trepanado ritualmente< y una olla con objetos brillantes. auniKre rest' importancia al !alla&go diciendo a quienes lo !ab"an visto que se trataba de monedas sin valor. i bien todo induce a pensar que se trat' de una modesta cantidad, fue el primer tesoro material !allado por el sacerdote. 6a %6osa de los ?aballeros% !a estado durante muc!o tiempo en el Museo de ?arcasona y solo recientemente !a sido restituida a su lugar originario. =ardín y el mirador
)asta aqu" la visita al pueblo puede sorprender y ecitar el gusto por el misterio, sin embargo, el mirador que construy' el Padre auniKre, !ace comprender por qu( eligi' el lugar como teatro de operaciones. 6a vista que se percibe desde el camino de ronda que comunica el jard"n de #illa :et!ania con la 8orre Magdala es grandiosa. Desde all" puede contemplarse en toda su magnificencia el valle del ;a&(s. lo lejos, la cumbre del :ugarac!. 0n uno de los etremos situ' un invernadero donde cultiv' plantas e'ticas y lo que !oy en d"a es un jard"n modesto, en vida de auni(re fue un aut(ntico &ool'gico provisto de loros, pavos reales, monos, peces e'ticos y patos de corral a los que aliment' con bi&coc!os. iendo su !uerto notable y muy elogiado por los visitantes, !ar$ que le traigan !abic!uelas de la lejana 6ille para su %casoulet%, guisado t"pico de la &ona que recomendamos buscar en la carta de los restaurantes. Bue en este jard"n donde algunos investigadores e!umaron tres cad$veres en los a-os sesenta. penas llevar"an all" enterrados veinte a-os oficialmente se dijo que pod"a tratarse de guerrilleros espa-oles acampados all" durante la guerra. Pero en la &ona no oper' ning+n maquis. 0l misterio contin+a. 8orre Magdala !a sido convertida en un agradable restaurante y en la temporada estival, mesas situadas en el jard"n !acen que, si bien como p$lido reflejo, el lugar evoque el jolgorio que tuvo cuando los invitados de auniKre acud"an a pasar all" largas temporadas. Otrs punts de interés pesar de su peque-e&, aun valdr"a visitar ;ennesAlaA?!Yteau incluso si el padre auniKre y su tesoro jam$s !ubieran eistido. 0l pueblo nos pone en contacto con la Brancia rural de los Pirineos, con su pobre&a y austeridad en un pa"s rico e industrioso. ;ennesAleA?!Yteau est$ en la Brancia moderna, pero vive otra (poca. Dos lugares merecen ser visitados sin que nos desviemos un $pice la ruta jalonada por las construcciones de auniKre el castillo de ;ennes y la librer"a. -astillo de ennes
e trata, m$s bien de una casa solariega con una torre fortificada que, en otro tiempo debi' servir de defensa. /o puede visitarse, tan solo es posible contemplarla
desde la verja y con la dificultad que suponen el muro y la vegetaci'n. 6a casa solariega perteneci' a las familias de #oisins, )auptoulA:lanc!efort y Breury, cuyos apellidos aparecen una y otra ve& en la !istoria de ;ennes y en la peripecia del Padre auniKre. Librería #du -h0teau#
ituada casi enfrente de la casa solariega est$ instalada en una antigua casa de piedra y cuenta en sus estanter"as con la mejor recopilaci'n de material sobre el asunto y, por etensi'n, con un fondo abundante sobre el catarismo occitano. 8ambi(n env"an libros por correo y organi&an eplicaciones, audiovisuales y cursos que, sin duda, suponen una introducci'n eminentemente did$ctica al misterio del lugar. us propietarios se !an preocupado por investigar los puntos oscuros de la trama y siempre est$n dispuestos a ofrecer eplicaciones a quienes les requieren. Probablemente se trate de las personas que, en la actualidad, mejor conocen el %affaire% y el estado de la cuesti'n. Ls alrededres de Rennes!le!Ch"teau -oustaussa; la osa y la -ruz
l dejar atr$s el peque-o camino que nos !a conducido a ;ennes Cy que fue esfaltado por el Padre auniKre<, podemos divisar, al otro lado de la carretera nacional, la espectacular silueta de un castillo cuya sombra se proyecta sobre ?oustaussa. #ale la pena visitar las ruinas asilvestradas de este castillo, as" como el cementerio. ll" reviviremos la !istoria del tercer cura misterioso de la regi'n, el padre ntoine Fellis. Para acercarnos a ?oustaussa deberemos retornos a ?oui&a y, girando luego, situarnos sobre la ?arretera DAL1>. penas a = Im. m$s adelante encontraremos un desv"o a la i&quierda que nos llevar$ a esta peque-a villa. /uestro objetivo ser$ el cementerio antiguo. 6as tumbas est$n plantadas en tierra, sus l$pidas siempre torcidas se nota que es un lugar de temperaturas etremas las frecuentes lluvias !an inclinado las l$pidas, derribando algunas. 0l desorden es tal que, muy frecuentemente no sabemos si estamos pisando las tumbas. 2Hu( nos !a llevado !asta un lugar tan siniestro3 tro eslab'n del misterio, sin duda. 0l 1 de noviembre de 197, apareci' el cad$ver !orriblemente asesinado del padre Fellis. 0ra un gran amigo del padre auniKre y !ab"a pasado largas estancias en #illa :et!ania invitado por (l. e trataba de un !ombre poco sociable y receloso, de cuya vida nada sab"an incluso sus propios feligreses. 0n medio de un gran c!arco de sangre, las dos manos estaban unidas sobre su pec!o y una de las piernas dobladas !acia dentro el cad$ver del Padre Fellis presentaba 1J !eridas en su cabe&a y las fracturas del cr$neo dejaban ver el cerebro. 6a sangre salpic' toda la estancia. 0l m'vil permanece desconocido no fue el robo se encontraron muy accesibles 5 francos. 0l asesino del padre Fellis jam$s fue descubierto. 0l padre Fellis, muy desconfiado, dorm"a incluso en verano con las ventanas y
los p'stigos cerrados su asesino lleg' a altas !oras de la madrugada y parece dif"cil que le abriera las puertas de no !aberlo conocido. Primeramente fue golpeado con un ati&ador de le-a, luego con una peque-a !ac!a. 0l bolso y la cartera del sacerdote estaban abiertos, pero el dinero permanec"a intacto. M$s tarde en otros lugares de su iglesia y en el s'tano de la casa se descubrir$n una gran suma de dinero 11. francosAoro. ?ada a-o el padre Fellis confiaba a otro sacerdote 1. francos anuales Cel suelo que le asignaba el 0stado ascend"a a 9 francos anuales...< para que los invirtiera en acciones. 0l cad$ver !ab"a sido cambiado de sitio y colocado en posici'n yacente y %dignificada%. pareci' tambi(n una inscripci'n que nadie !a sido capa& de descifrar %[#iva ngelina[%, posiblemente se trate de una pista falsa destinada a crear confusi'n. )oy la tumba del padre Fellis se distingue de las dem$s del cementerio est$ coronada por una cru& y una rosa... @ndudablemente se trataba de otro sacerdote atra"do por la misma secta rosacruciana a la que pertenecio auniKre. 4na advertencia. 0isten dos cementerios en ?oustaussa. 0l m$s moderno est$ alejado del pueblo y, a nuestros efectos, carece de inter(s la l$pida del padre Fellis se encuentra en el antiguo, m$s pr'imo al pueblo. u tumba es muy f$cil de ubicar. 0n efecto, la l$pida destaca de entre todas las dem$s, por su tama-o y por el s"mbolo de la rosacru&.. ennes/les/
8ras volver sobre nuestros pasos, descenderemos de ?oustaussa y recuperaremos la ruta por la ?arretera DAL1>. ?uatro Im. adelante se encuentra un desv"o a la derec!a Cla ?arretera DA1J< y avan&ando otros tres Im. llegaremos a ;ennesA lesA:ains, otro importante jal'n de esta ruta. 0l segundo ;ennes fue coloni&ado por los romanos que ya supieron apreciar la bondad de sus aguas. +n !oy sigue siendo una estaci'n termal de primer orden. La -ruz del Atrio
l llegar a la iglesia debemos advertir la cru& situada en el atrio de la @glesia de ;ennesAlesA:ains de la que fue rector el padre :oudet. /o muestra al ?rucificado. 6a cru& y el via crucis del interior fueron erigidos en tiempos del padre #i( y puede creerse por tanto que la inscripci'n A%Domine #ie ;ectore%A que ostenta es simplemente conmemorativa. Pero una ve& m$s estamos es ante un jerogl"fico. 0s, en efecto, etra-o que se !able de un sacerdote como %se-or% y %rector% a la ve& la inscripci'n convencionalmente traducida nos dir"a %l e-or #i(, rector%. Pero tambi(n, si jugamos con la peculiar fon(tica francesa, lo que obtenemos es %Domine #iae ;ectore% %l se-or que muestra la v"a%. obre esta inscripci'n as" interpretada se encuentra otra aparentemente convencional %@n !oc signo vinces%, %con este signo vencer$s%. 0l signo al que se alude es la se-al de la cru&, gesto ritual que marca con un J al fiel que la
reali&a. partir de aqu" !ay que tener en cuenta, tanto el libro %0l cromlec! c(ltico de ;ennes%, escrito por el padre :oudet rector de esta iglesia Cverdadero tratado de criptograf"a<, contempor$neo y amigo de auniKre, y las modificaciones que aqu(l reali&' en el paisaje de su pueblo, llegando a cambiar de empla&amiento un men!ir antropomorfo. El cementerio de la 8glesia
l igual que el padre auniKre, :oudet modific' empla&amientos de tumbas e inscripciones de l$pidas, creando toda una serie de pistas para ocultar, sin duda, algo pero si bien los buscadores del misterio se !an visto imposibilitados para superar las pistas !$bilmente dispuestas por el padre :oudet, una cosa es clara a lo que se refiere la inscripci'n de la cru&, la %v"a% a la que alude, conducen a ;ennesAleA?!Yteau a cuya iglesia puede llegarse siguiendo la l"nea marcada por las tumbas modificadas del cementerio de ;ennesAlesA:ains y cuyo otro punto es el men!ir decapitado por :oudet conocido como %el cap de lR!ome%... i el visitante quiere ver esas tumbas en el cementerio, no le costar$ muc!o encontrarlas. 4na de ellas es la de 4rban Bleury, el cual, por un a&ar misterioso, tiene [ dos tumbas[, la otra es la sepultura del Padre :oudet y la tercera la de %Gean #ie%. 4na ve& m$s %#ie% es sin'nimo de %v"a%. 6os datos relativos a las dos tumbas de Bleury son completamente falsos y no encajan con los datos geneal'gicos incuestionables. 0n cuanto a la de Gean #ie, los datos est$n, igualmente falseados. 0l Padre :oudet, evidentemente, pertenec"a a la misma secta que auniKre, si bien m$s discreto e ingenioso, se limit' a legar a la posteridad, un libro misterioso escrito en lengua %p+nica% Cenga-osa y codificada<, %0l cromlec! de ;ennesAleA?!Yteau% y aumentar las brumas del cementerio con alteraciones, igualmente, codificadas. El -risto de la Liebre
0n el interior de la @glesia se encuentra un etra-o cuadro, %0l ?risto de la liebre%. iempre !a suscitado inter(s y curiosidad. /o se conoce quien fue el pintor que consigui' reali&ar mediante un juego de luces y sombras que apareciera en la pierna i&quierda de ?risto una liebre a la altura de la rodilla. 0l lien&o fue donado en el curso del siglo *@* por el marqu(s de :lanc!efort, un !ombre que reabri' minas supuestamente agotadas desde el per"odo de los romanos. 0l bra&o i&quierdo de ?risto cae sobre una bandeja encima de la cual puede verse una ara-a gigante. 0stamos ante un nuevo jerogl"fico. Ferard de Kde !a intentado descifrarlo subrayando el !ec!o aprovec!ando los juegos fon(ticos que permite la lengua francesa la ara-a aludir"a a ;ennes Canta-o se !ab"a llamado ;egnes, luego en franc(s %araigne% se pronuncia igual que % ;egnes%< la figura de ?risto muerto ser"a %6R)omme Mort%, nombre de un arroyo efectivamente eistente cerca de ;ennes la bandeja aludir"a al %plateau%, la llanura C2la que est$ ante
;ennes3< mientras que finalmente la %liebre% probablemente aludiera al objetivo a seguir, la mina o el tesoro. 0l jerogl"fico se leer"a pues as" %0n ;ennes cerca del bra&o del )ombre Muerto que se dirige !acia la meseta, yace la liebre%. 0s evidente que el misterioso Padre :oudet, p$rroco de esta @glesia donde se encuentra el cuadro, al redactar su abraIadabrante libro sobre ;ennesAleA?!Yteau, no !i&o otra cosa que ampliar el jerogl"fico mediante nuevos y originales juegos de palabras. La 4uente de los Amores
i el visitante se siente atra"do por este pueblo, ecepcionalmente agradable y acogedor, puede albergarse en alguno de los establecimientos termales. 8ambi(n podr$ documentarse en la librer"a del lugar y, si prefiere el acampar, en las afueras del pueblo eisten lugares para acampar pr'imos a la bifurcaci'n entre los r"os :lanque y alses y apenas 5 m. siguiendo la orilla del segundo, encontraremos un lugar id"lico, la Buente de los mores. 0n esta &ona eisten lugares id'neos para comer sobre la !ierba y observar la grande&a de los paisajes vecinos. Desde all", a pocos Im. se divisa el pico del :ugarac!. Arqués; un lugar inspirado
rqu(s es la pen+ltima etapa de nuestro viaje en torno al misterio de ;ennesAleA ?!Yteau. /o es el pueblo lo que nos interesa visitar, sino m$s bien, el castillo y un paraje alejado situado a pocos metros de la ?arretera /AL1>. 0n la ra"& de esta poblaci'n encontramos qui&$s su origen etimol'gico rqu(s, del t(rmino griego %rItos%, oso, animal ecepcinalmente abundante !asta !ace treinta a-os en esta &ona o bien %arc!(%, arca. 8anto uno como otra etimolog"a encajan perfectamente en el conteto del misterio de ;ennes. El castillo de Arqués
6a ?arretera DAL1> que nos !a llevado de ?oustaussa al desv"o de ;ennesAlesA :ains, llega !asta la villa de rqu(s. Huinientos metros antes de llegar al pueblo, puede verse a la i&quierda de la carretera una construcci'n majestuosa que !a sufrido en los +ltimos a-os una curiosa transformaci'n. Desde el siglo *@@@ se trataba de un baluarte C%donjon%< destinado eclusivamente a vivienda noble. #eros"milmente fue el reducto de un castilloAfuerte. 6a muralla estuvo completamente destruida !asta !ace poco solo en los +ltimos a-os se !a restaurado r$pidamente a efectos tur"sticos Capenas se trata de una tapia de piedra<. 0n el interior eisten establecimientos de %souvenirs% y un bar. 0l castillo, a finales del siglo *#, fue propiedad del Duque Gean de Goyeuse, se-or de ?oui&a Cdonde se encuentra la casa se-orial de la familia<, ;ennesAleA?!Yteau y rqu(s. 0n el siglo *#@@ el Duque de Fuisa cas' con una !ija de los Duques de Goyeuse tras conspirar contra el trono de Brancia, el Duque debi' !uir a @talia. 8ras su muerte s'lo se permiti' a su viuda regresar a Brancia, tras vender a la corona los ?astillos de rqu(s y de ?oui&a.
La tumba de Arqués y el pintor icolás %oussin
iempre por la ?arretera DAL1>, entre las ciudades de erres y la propia rqu(s. ll" se encuentra el empla&amiento de una etra-a tumba. )ay que apearse aproimadamente a = Im. antes de legar a rqu(s y andar 15 metros a la i&quierda de la carretera. 0l lugar es f$cilmente reconocible por que desde all" se divisan los picos de 8oustounes, la monta-a de ?ardou y la cumbre de :lanc!efort. e !a dic!o que el famoso pintor /icol$s Poussin Cuno de los supuestos Frandes Maestres del Priorato de i'n<, !abr"a reproducido esta tumba en su cuadro %6os Pastores de la rcadia% pintado en el siglo *#@@. in embargo ello no es posible la tumba fue construida en 19> por 6ouis Falibert el cual no la utili&'. Despu(s de la primera guerra mundial, el terreno fue adquirido por un norteamericano 6ouis :. 6aSence, de :oston, que contaba entonces 5= a-os, la abri' y comprob' que estaba vac"a. 6aSrence modificar$ ligeramente la tumba !asta darle su aspecto definitivo, posiblemente inspir$ndose en el cuadro de Poussin. e trataba de un individuo $spero, !ura-o, temido por sus vecinos, criaba cabras un ec(ntrico, qui&$s desequilibrado. 0mbalsam' all" a su abuela con sus dos gatos y cuenta la leyenda de la &ona que reali&' etra-os rituales. l divulgarse la eistencia de la tumba y desvelarse el parecido que ten"a con el cuadro de Poussin, innumerables buscadores de tesoros ecavaron en la &ona. 0l propietario primeramente rode' la tumba de alambre de espino sin lograr que el lugar fuera respetado. Binalmente la destruy', al parecer para evitar que la eagerada afluencia de forasteros terminara por causar alg+n da-o mayor a su propiedad. )oy solo eisten restos de lo que fue la tumba. in embargo puede observarse la similitud con el paisaje que Poussin reprodujo en su famoso cuadro %6os Pastores de la rcadia%. 0ste cuadro, pintado !acia 1LJ, representa un paisaje ante el cual unos pastores refleionan sobre la muerte, se-alando una tumba. 0n la mitolog"a cl$sica la rcadia era un pa"s !abitado por pastores que llevaban una vida id"lica y feli&, recorrido por el r"o lfeo. 0ste tema es recogido por Poussin de manera completamente arbitraria y ficticia en un cuadro reali&ado seg+n la tradici'n cl$sica en efecto, las l"neas maestras de la tela est$n se-aladas por las que corresponden al tra&ado de una estrella de cinco puntas algo relativamente frecuente en la pintura del ;enacimiento y de los siglos inmediatamente posteriores. 0n otro de sus cuadros, Poussin vuelve a recoger el mismo tema y a-ade una inscripci'n %...et in rcadia ego%, literalmente % yo en la rcadia%, supuesto lema nobiliario de la dinast"a merovingia superviviente. 0l paseo !asta los restos de la 8umba de rqu(s vale la pena. e trata de un lugar salvaje, situado en medio de la naturale&a, rodeado de altas monta-as y en donde planea la sensaci'n de un gran misterio que algunos estudiosos del tema no !an dejado de percibir. )enry 6incoln, por ejemplo, !a escrito "Jna aureola de misterio rodea a
=ennesle:#Rteau. -l lugar mismo es un misterio. -l enigma del tesoro y el papel jugado por Berenger auniTre los +emplarios el @riorato de in los :átaros no están allí más que para oscurecer pistas". 6incoln qui&$s tenga ra&'n. Le
:(&u se aparta ligeramente de nuestra ruta. 6legar all" es relativamente complicado y, por lo dem$s, el lugar est$ situado en un %cul de sac%. Despu(s de visitar ;ennesAlesA:ains y sus alrededores, llegar a :ugarac! y dejar a la i&quierda la impresionante monta-a del mismo nombre, siempre circulando por la ?arretera Departamental DAJ5, a = m. de un pueblo llamado aint 6ouis, encontraremos un desv"o a la derec!a que, tras 1= Im., nos llevar$, primero a aint Gust C!asta aqu" por la DAJL< y, finalmente a :(&u Cpor la DAL9<. M$s que la monumentalidad del pueblo, lo que cuenta es que se trat' de un lugar templario cuya particular !istoria es imprescindible si nos queremos atribuir un cierto conocimiento del %affaire% del Padre :er(nger auniKre. 0n 1=5 el e-or de #oisins del que depend"a ;ennesAleA?!Yteau, empla&a a los caballeros templarios para que se instalen en :e&u. Poco despu(s acude un destacamento rosellon(s que abre una nueva encomienda en la &ona. ?uando en 1>7 son detenidos todos los caballeros templarios de Brancia, los de :e&u, sin embargo, no son molestados, 2por qu(3 :ertrand de :lanc!efort, Fran Maestre de los templarios entre 115> y 117 ten"a sus dominios en esta &ona que luego cedi' a la rden. 0n 115L el Fran Maestre despla&' un contingente de mineros alemanes que ecavaron las minas de oro de la regi'n descubiertas por los romanos y que se cre"a ya agotadas. estos alemanes se les pro!ibi' toda relaci'n con la poblaci'n local y se cre' una %Gudicatura de los lemanes% para ju&gar sus faltas. Por esta (poca la regi'n estaba encuadrada en la ?orona de rag'n. 0ste !ec!o y que el maestre de la encomienda fuera el e-or de Fot! emparentado con el papa ?lemente # Cde nombre :ertrand de Fot!, cuya madre era @da de :lanc!efort<, mantuvieron fuera de la represi'n del rey de Brancia a los templarios de :e&u. 0l que se tratara de la +nica encomienda no intervenida por Belipe el )ermoso !a !ec!o pensar a algunos que el tesoro a disposici'n del padres auniKre proceder"a del tesoro templario puesto a buen recaudo en :e&u. :e&u, con :lanc!efort, ;ennesAleA?!Yteau, la oulane y erre de 6au&et es uno de los v(rtices de una estrella de cinco puntas que puede tra&arse sobre el mapa geogr$fico. Aliciente del viaje; El pentágono per4ecto
6a tumba de rqu(s sit+a un nuevo elemento en el misterio de ;ennesAleA ?!Yteau la estrella de cinco puntas que Poussin utili&' como plantilla para su cuadro. 0mblema utili&ado por la masoner"a Cla estrella irradiante< el s"mbolo de la
estrella pentagonal !a representado desde tiempo inmemorial al iniciado, al !ombre reali&ado. Desde la Frecia cl$sica se sab"a que el pent$gono ten"a impl"cito en su tra&ado el /+mero de ro o la Divina Proporci'n. @nsertar un pent$gono en una obra de arte implicaba, colocar un ritmo, una medida y una armon"a particulares que enla&aban lo !umano con lo divino. ;ennes es uno de los cinco v(rtices de un pent$gono, cuyos otros cuatro son :e&u, erre de 6au&et, :lanc!efort y la oulane. 0stos cinco puntos forman un pent$gono regular perfecto. Puede tratarse, efectivamente, de una casualidad, pero la regularidad de la figura y los contenidos m"sticos que siempre se !an atribuido al pent$gono y a su $ngulo de 7=1, !acen altamente improbable esa consideraci'n. 20st$ oculto el tesoro de ;ennes en el centro de la estrella pentagonal3 2acaso en las prolongaciones de sus v(rtices3 2o en uno de ellos3 8ales son las cuestiones que vienen formul$ndose los buscadores de tesoros desde !ace treinta a-os. i se visita esta &ona es posible encontrarlos recorri(ndola, provistos con equipos de detecci'n de metales. otros, m$s primitivos, pero qui&$s igualmente eficaces, se les puede ver guiados por el p(ndulo propio de los radiestesistas. 2Hu( m(todo prefiere usted3 El %ic de
8ras visitar rqu(s, emprenderemos el camino de retorno. Por la misma carretera que nos !a llevado desde ?oustaussa a rqu(s, en direcci'n contraria, pasaremos por ;ennesAlesA:ains y, siempre por la ?arretera DA1J recorreremos los == Im. que nos separan del pueblo de :ugarac!, situado al pi( del monte del mismo nombre. 6os 1=> metros de altitud !acen del lugar una mole impresionante que destaca desde lejos en el paisaje circundante. 6a monta-a vista desde gly es todav"a m$s impresionante. i algui(n desea contemplar la vista desde esa vertiente, al llegar a :ugarac! deber$ tomar la direcci'n de ?oubieres por la misma ?arretera DA1J a trav(s de la cual es posible llegar, desde all" a los castillos de Peyrepertuse y Hueribus Cver p$g. 1><. gly se encuentra a 1 Im. de la villa de :ugarac!. 0iste un curioso libro escrito por Gulio #erne titulado %?lovis Dardentor% C?lovis, el gran rey merovingio, %Dardentor% ^ DRrdent r, es decir ?lovis el del ro rdiente en recuerdo al tesoro merovingio< demuestra que el genial escritor !ab"a visitado la &ona y la conoc"a a la perfecci'n. 0l libro narra un viaje a trav(s del Mediterr$neo, reali&ado por el pintoresco protagonista y un grupo de acompa-antes no menos pintorescos. 6os nombres de los protagonistas, del buque y de su capit$n, est$n entresacados de la toponimia de la regi'n !asta el punto de que cabe preguntarse si Gulio #erne, miembro de una fraternidad rosacru& en su (poca, no conocer"a, igualmente, el misterio de ;ennesAleA?!Yteau y su entorno. Por cierto que el capit$n
del buque %rgel(s%, sobre el que discurre la trama, se llama %:ugarac!%, un viejo e imponente lobo de mar como vieja e imponente es la monta-a del mismo nombre. 2Hu( nos quiso decir #erne en su novela3 20ra otro rastro dejado por iniciados rosacruces3 8enemos todo el recorrido de vuelta para meditar sobre tanto misterio.
E&ILOGO= DEL >ALOR I'ICIATICO DEL >IAE 0l libro que el lector est$ a punto de concluir es en parte, un libro de viajes. #ale la pena refleionar, en la !ora de las despedidas, sobre el valor esot(rico e inici$tico del viaje. lgunos viajes transforman al viajero en el curso del trayecto. 6ejos del !ogar, en un marco geogr$fico que no es el suyo, enfrentado a un paisage que nunca antes !a visto, el viajero sufre un c!oque eistencial que puede llegar a cambiar la escala de valores que informa su vida. De a!" deriva la magia del viajar y el valor inici$tico de cierto tipo de turismo. 0l turismo, en tanto que fen'meno de masas, es algo propio del siglo **. Pero desde la m$s remota antigXedad el !ombre sabio gust' de viajar y aprovec!' el ir y venir como escuela de car$cter y m(todo de conocimiento. estos !ombres se les llam' %nobles viajeros% su !istoria jalona los mejores momentos del mundo antiguo. #ale la pena recordar su aventura. 8odav"a !oy los %?ompa-eros ?arpinteros del Deber de la 6ibertad%, una fraternidad artesanal fracesa, animan a sus alumnos a que realicen un %tour de Brance%, esto es, una peregrinaci'n por todo el pa"s. 0n cada etapa son acogidos por los compa-eros de la misma fraternidad y colocados en sus talleres as" pueden adquirir un bagaje pr$ctico para el desarrollo de su profesi'n, aprendiendo los trucos del oficio en cada regi'n. principios de siglo cuando alg+n joven ingenuo solicitaba al mago y satanista ingl(s leister ?roSley ser admitido como disc"pulo, (ste ordenaba seguirle a los m$s inveros"miles !ori&ontes desde los glaciares polares !asta las selvas africanas, de las altas cumbres alpinas !asta barrios !ostiles magreb"es, incluso en la ascensi'n al peligroso NA=. 8anto ?roSley como los %compagnons% franceses trataban de someter al disc"pulo a situaciones etremas obtenidas a trav(s del viaje los artesanos franceses quieren que el nuevo miembro, no tenga m$s punto de apoyo que su trabajo para ello
deber$ alejarse de sus amigos y familiares, de todo aquello que pueda suponer un sost(n fuera de s" mismo y de su empe-o. @gualmente, ?roSley situaba al disc"pulo a situaciones l"mite en las que se !ac"a realidad la palabra de /iet&sc!e, "lo que no me destruye me fortalece".
6os gitanos, pueblo viajero por ecelencia, despla&ados de la @ndia durante el siglo *@@@, iniciaron una lenta e ineorable marc!a !acia el este. 0n el curso de su migraci'n atravesaron la ruta de las m$s grandes culturas de la !umanidad debieron cru&ar la @ndia v(dica, :abilonia y Persia, 0gipto Cal llegar a Par"s fueron llamados %egyptiens%, palabra que deriv' en su nombre actual, %gitanos%< y, ya en 0uropa, de :o!emia pasaron a Brancia y luego descendieron camino de ndaluc"a. 0n todas estas etapas se familiari&aron con las artes m$gicas para las que estaban ecepcionalmente dotados. ?ourt de Fibelin afirma que fueron ellos quienes trajeron el 8arot a 0uropa. Pues bien, una de las cartas del 8arot, el rcano @* %0l 0rmita-o%, representa a un personaje cuyas caracter"sticas son propias del viajero cubierto con una gruesa capa que lo defiende de las inclemencias del tiempo, en su mano i&quierda sostiene el cayado del peregrino, mientras que en su derec!a al&a un farol que ilumina su ruta. 0l 0rmita-o no es un ser %!errante%, viaja con una misi'n aprender para ense-ar. us atributos simb'licos sugieren una larga marc!a, a lo largo de la cual convierte en lu& la oscuridad. 6a carta de %0l 0rmita-o%, es inmediatamente posterior a las de %0l ?arro% y %6a Gusticia%. 6a primera indica rapide&, velocidad, impaciencia 6a Gusticia, por el contrario, es su contrario, retarda los procesos, !uye de las improvisaciones y busca el orden y lo est$tico. %0l 0rmita-o% concilia el antagonismo de estas dos cartas es din$mica, pero serena. 8ales eran las carater"sticas de los %nobles viajeros%. DE LA CA8ALLERIA E'TE'DIDA COMO &EREGRI'ACIO' ?ervantes escrib"a en %0l Huijote% "oy caballero. :omo tal $i$iré y moriré si place al 'ltísimo. *arc#o por el sendero estrec#o de la :aballería errante despreciando las rique&as pero no el #onor. 2e $engado las injurias #e endere&ado entuertos y castigado insolencias. ;o tengo intencin que no sea recta y no intento más que #acer el bien a todo el mundo. Jn #ombre que piensa un #ombre que act%a de esta suerte 7merece ser tratado de loco8
?uando ?ervantes escrib"a estas l"neas, la caballer"a ya !ab"a desaparecido. De !ec!o, la verdadera caballer"a se fundament' sobre los tetos del %ciclo del Frial% que aparecieron en poco menos de cincuenta a-os, entre el +ltimo cuarto del siglo *@@ y el primero del siglo *@@@, coincidiendo por casualidad con el momento $lgido del catarismo occitano. 0n ese breve espacio de tiempo, como obedeciendo a una consigna oculta, aparecen por toda 0uropa relatos que tienen como tem$tica central el viaje inici$tico de un grupo de caballeros en busca del Frial. 6uego la corriente se oculta,
acaso obedeciendo igualmente a una consigna. ;enacer$ 1= a-os m$s tarde y prolongar$ su vigencia durante un siglo, pero estereotipada y sin inter(s inici$tico. er$n estos tetos esp+reos y sin contenido los que ?ervantes !ar$ quemar al boticario y al cura de su famosa novela. 6a llamada %caballer"a del Frial% fue una caballer"a !errante y nos equivocar"amos si pens$ramos que solamente eisti' en los relatos (picos. 0st$n perfectamente documentadas !asta mediados del siglo *#@, caballeros !errantes que recorr"an los caminos ret$ndose a duelo e impartiendo justicia. ;en( Fuenon comenta que los %nobles viajeros% tienen su origen en los !(roes cl$sicos cuyas aventuras tienen frecuentemente el car$cter de un viaje Gas'n y sus argonautas afrontar$n mil peligros antes de alcan&ar la ?'lquida 4lises, igualmente de la ra&a de los !(roes, recorrer$ todo el Mediterr$neo !asta regresar a su amada @taca )(rcules, paradigma de las virtudes !eroicas, marc!ar$ por todo el cosmos a trav(s de sus doce trabajos, verdaderos escalones !acia la inmortalidad. 0l !ec!o de que se aludiera a los viajeros con el calificativo %nobles% es, para Fuenon, el s"mbolo de que est$n relacionados con la iniciaci'n guerrera, esto es, aquella que tiende a refor&ar las cualidades de acci'n en el seno de la personalidad del sujeto. 8ras todo viajero !ay un !ombre de acci'n. 0l m$s famoso %noble viajero% de la antigXedad se llam' polonio de Diana. u biograf"a se conoce a la perfecci'n. Blavio Bilostrato presenta a polonio como un santo pagano, contempor$neo de Ges+s y con rasgos muy parecidos a (l. ?omo Ges+s, sorprende a los sabios del 8emplo de 0sculapio en donde es iniciado en los misterios pitag'ricos si el Falileo viaja a 0gipto, polonio lo !ace a :abilonia, @ndia y 8"bet Ges+s es ju&gado, condenado, muerto y resucita. polonio abrevia este periplo ju&gado, eclama ante el tribunal "@odeis detener mi cuerpo pero no mi alma y añado ni siquiera mi cuerpo podeis detener" al decir estas palabras desaparec"' envuelto en un cegador resplandor... 0l caso de polonio es particular por la abundante documentaci'n que eiste sobre (l, pero no fue el +nico. Dem'crito, iniciado en los secretos de la alquimia por los sacerdotes egipcios, movido por su ansia de conocimiento viaj' a 0gipto y ?aldea. Pit$goras fue otro %noble viajero% a medio camino entre la !istoria y el mito en las Falias conoci' la sabidur"a dru"dica, en Persia fue instruido por el mago aratas se afirma tambi(n que sus despla&amientos le llevaron a @ndia y ?!ina. 8ales de Mileto, otro de los grandes preAsocr$ticos, fue formado al calor de los templos egipcios y caldeos. 0s rigurosamente cierto que la alquimia est$ jalonada de %nobles viajeros%. /icol$s Blamel el famoso alquimista franc(s, abandon' sus !ornos y su oficio de escribano, se despidi' de su mujer Perrenelle y viaj' !asta antiago de ?ompostela a lo
largo de su peregrinaci'n comprendi' el camino para fabricar la piedra filosofal. tros muc!os, despu(s de (l, !an seguido id(nticos periplos. e conocen las cualidades viajeras de lejandro !eton, alquimista ingl(s, que fue llamado %0l ?osmopolita%, pero tambi(n #alent"n ndreae, ;obert Bludd, Bilaleto y :ernardo, pr"ncipe de la Marca 8revisana, alquimistas de los que est$n documentadas transmutaciones de plomo en oro, cru&aron 0uropa de /orte a ur y llegaron incluso al Medio riente. Del +ltimo se sabe que visit' @talia, 0spa-a, 8urquia, Frecia, 0gipto, Palestina y Persia, en una (poca en la que la dure&a de los caminos y la dificultad de comunicaciones no favorec"an ninguna empresa viajera. 6os aut(nticos rosacruces asumieron los valores in!erentes a la peregrinaci'n. Del fundador de esta escuela, el m"tico ?!ristian ;osenIreut&, se afirm' que !ab"a conocido ?!ipre, Damasco, Be&, 0gipto y 0spa-a. 8ambi(n circul' la leyenda seg+n la cual, antes de iniciarse la guerra de los 8reinta -os, los +ltimos aut(nticos rosacruces !abr"an emigrado %!acia riente% a un punto que se identificaba con el m"tico reino del Preste Guan al que alud"an los relatos del Frial. 8odo esto nos confirma en el sentido pedag'gico del viaje. 0s evidente que se trata, fundamentalmente de un viaje interior en el cual el adepto se sumerge progresivamente en estratos mas profundos de su personalidad y va tomando posesi'n de s" mismo. 0n ocasiones ese viaje interior es favorecido por la eperiencia eterior traum$tica de un viaje real y objetivo. M$s recientemente el m(dico alquimista 8eop!rastus :ombast Paracelso, miembro de la orden rosacru&, ya en el siglo *#@, adquiri' conocimientos por las rutas de Brancia, ustria, lemania, 0spa-a y Portugal, y permaneci' largos a-os en el 0ste europeo, #alaquia, Dalmacia, ;usia, Polonia, 6ituania su af$n de saber le llev' incluso a 8urqu"a. tro alquimista :alt!asar Oalter se instruy' durante de seis a-os en las ciudades de rabia, iria y 0gipto. 6os grandes sabios de la antigXedad consideraban el viaje como una oportunidad ecepcional para absorver conocimientos de los lugares que visitaban. Probablemente su sabidur"a derivaba de este esp"ritu viajero. DE LOS 2'O8LES >IAEROS2 AL TURISMO DE MASAS ?on el ;enacimiento aparecen los descubridores y grandes conquistadores de los que Brancisco Pi&arro es el arquetipo. M$s que de !(roes, se trata de aventureros en el sentido propio de la palabra no son %guerreros% sino %soldados% Ces decir, los que luc!an por la %soldada%, el sueldo<. 0l viaje no es para ellos una pedagog"a educativa o un recorrido inici$tico, sino una aventura lucrativa. 8odav"a aparecer$n algunos nobles viajeros, a t"tulo p'stumo en los siglos *#@@ y *#@@@. 0l misterioso conde de aintAFermain ser$ uno de ellos Fiusepe de :alsamo, conocido como %conde de ?agliostro%, muestra ya rasgos problem$ticos recorri' todas
las grandes capitales europeas seguida por su amante 6oren&a Beliciani. /adie dudaba de sus cualidades paranormales y los nobles se afiliaban gustosos en el ;ito 0gipcio de la francAmasoner"a que acababa de crear. Durante su paso por :arcelona se aloj' en el )ostal del ol, pr'imo a anta Mar"a del Mar. ll" mismo ser"a detenido junto a su amante acusados de estafar a un cura... Despu(s la calidad de los %nobles viajeros% se encontrar$ de forma residual en la figura de eploradores como avorgan de :ra&&a, tanley, o el espa-ol %l" :ey%. )emos visto como los nobles viajeros de la antigXedad tuvieron un car$cter sagrado luego fueron sustituidos por los caballeros !errantes, formulaci'n %tur"stica% adaptada a la noble&a guerrera en una tercera etapa aparecen los viajes ligados a las !ermandades corporativas, esto es, a los gremios burgueses artesanales. Binalmente, durante el siglo ** se produce la +ltima mutaci'n aparecen los circuitos tur"sticos abiertos a la gran masa de la poblaci'n. 0l turismo se convierte en una forma de ocio. )ay que celebrarlo. 0n la evoluci'n +ltima de la industria tur"stica se percibe una tendencia a a-adir al viaje unos contenidos educativos que cada ve& ganan importancia !asta situarse, en algunos productos, al nivel de los l+dicos y festivos. 0l mercado tiende cada ve& m$s a ofrecer circuitos tem$ticos en los que la presencia de gu"as especiali&ados, conocedores, tanto de la !istoria como de los lugares de inter(s tur"stico, aparece como imprescindible. 0l viajar vuelve a ser una actividad formativa y educativa. 0sto es volver a los or"genes... esta tendencia nueva del viajar quiere contribuir esta gu"a del catarismo. Hue el lector, en el curso de su periplo, se convierta tambi(n (l, en un %noble viajero%...
AGE'DA 6os que !an sido nuestras principales fuentes de informaci'n, son tambi(n los libros que podemos recomendar a los lectores para completar su visi'n sobre el tema y ampliar algunos puntos de vista.
LI8ROS RECOME'DADOS 2La >erdadera histria de ls C0tars2 A nne :renon A Mart"ne& ;oca A :arcelona, 1997. #5eresis# re$ista semestral de #eresiología medie$al editada por el :entro ;acional de -studios :átaros "=ené ;elli" :arcasona Dcoleccin completa ECFM ECC5A. 1mportante para tener una nocin e,acta del estado de las in$estigaciones #istricas sobre el catarismo.
2El .isteri del Grial2 A Gulius 0vola A la-eta A Palma de Mallorca, 1997. @ara tener una $isin global de las doctrinas místicas medie$ales y encuadrar en ellas el fenmeno cátaro. -specialmente la %ltima parte .
2El cataris. en Cataluña2 A Gordi #entura ubirats A %:olet"n de la ;eal cademia de :uenas 6etras% A :arcelona, 19L. 2Ls *ere. 'mbas obras son fundamentales y prácticamente los %nicos trabajos sobre el catarismo en el antiguo reino de 'ragn.
2La 5ida ctidiana de ls c0tars2 A ;en( /elli A rgos #ergara A :arcelona, 19J. 2Ls c0tars2 A ;en( /elli A Mart"ne& ;oca A :arcelona 199.
2El Tesr C0tar2 A Ferard de Kde A Pla&a Gan(s A :arcelona, 19L9. 2*itler y la Tradici%n C0tara2 A Mic!el ngebert A Pla&a Gan(s A :arcelona, 197>. 2*istria de las Dctrinas Estéricas2 A Gean ;iviere A D(dalo A :uenos ires, 197L. +res trabajos reali&ados desde distintos puntos de $ista que recojen los puntos de $ista de la di$ulgacin #istrica el ocultismo y el esoterismo.
2Dcu.ents C0tars2 C6a ?ena ecreta del ;eino de los ?ielos, 0l libro de los dos Principios, ;itual ccitano< A :iblioteca 0sot(rica A Mu-o& y Montraveta 0ditores, A evilla, 199. 6ocumentos que contienen lo esencial de la doctrina cátara.
2Cathares et te.pliers2 A ;aymond ;e&niIov A Portet su Faronne A 6oubatiKres, 1991 obre las relaciones entre #erejes cátaros templarios y #ospitalarios.
2Cru/ada cntra el Grial2 A tto ;!an A 6ibros )iperi'n A :arcelona, 19=. 2La crte de Luci1er2 A tto ;!an A 0diciones ;igal A arago&a, 199>. 2Mnts4ur et le Graal2 A ?!ristian :ernadac A Brance 0mpire A Par"s, 199J Los dos libros de =#an para quienes deseen conocer las teorías sobre el ?rial y los +emplarios y finalmente una biografía sobre el polémico personaje.
2Ls a4tes( histria de una e;clusi%n2 A Paola ntolini A @tsmo A Madrid, 199. 2Ls pue7ls .aldits2 A Miner tamendi A 0spasa ?alpe A Madrid, 197. 6os obras correctas y completas sobre esta etnia marginada a ambos lados de la frontera.
2Guide des &yrenées .ystérieuses2 A :ernard Du!ourcau A 0ditions and A :ourges, 195. 2La France des Lieu; et des De.eures Alchi.i6ues2 A G. ?!arpentier A 0ditions ;et& A Par"s, 19. 2Aude( &a9s C0tar2 A Gordi :astart A 0diciones ?+pula A :arcelona, 1997. 2&yrénées Russilln ! Al7i4eis2 A Fuide de 8ourisme A Pneu Mic!elin A ?lermont, 199J.
?uías especiali&adas de distintos tipos.
2La triple alian/a de la Lu/2 A ?at!arose de Petri A 0diciones del 6ectorium ;osacrucianum A Madrid, 199. 2En el ca.in del Sant Grial2 A ntonin Fadal A Bundaci'n ;osacru& A arago&a, 199L. -l punto de $ista del ocultismo neorosacruciano.
2El .isteri de Rennes!le!Ch"teau2 A Ferard de Kde A Mart"ne& ;oca A :arcelona, 1991. 2El eni4.a sa4rad2 A M. :aignet, ;. 6eig! y )enry 6incoln A Mart"ne& ;oca A :arcelona, 19=. 6os opiniones diferentes sobre el misterio de =ennesle:#Rteau.
I'FORMACIO' TURISTICA Casa del Lan4uedc!Russilln A c_Pau ?laris, L5L A 1 :arcelona. Casa de Francia A Fran #"a, 59 A =1> :arcelona. c_lcal$, L> A =1J Madrid. O1icina de Turis. de Carcasna A 15, bvb. ?amilleAPelletan A ?arcasona. O1icina de Turis. de 'ar7na A Pla&a ;oger alengro A /arbona. O1icina de Turis. de Fi; A J5 cours Fabriel Baur( A Boi. O1icina de Turis. de Tuluse A Donjon del ?apitolio A 8oulouse.
CO'TACTOS I'TER'ET @nternet es en la actualidad el principal proveedor de datos e informaciones sobre el ?atarismo. 0l crecimiento continuo de la red !ace que sea imposible acotar unas cuantas direcciones interesantes. )emos seleccionado las que est$n en vigor en la fec!a de aparici'n del libro. A Oeb sobre la ?ru&ada contra los albigenses. #ttp)WWfree&one.e,mac#ina.netW*ons'gendaWcat#M.#tml
A )istoria de los ?astillos c$taros. #ttp)WWXXX.geocities.comW@arisW4M3KWcat#are.#tml
A obre la religi'n c$tara. ?onteto !ist'rico, bases del pensamiento. #ttp)WWXXX.cat#ares.orgWcat#aresetcat#arisme.#tml
A #iajes inici$ticos ?ompostelle, ccitania, etc. #ttp)WWXXX.Gyberco.comW=otasolisW$oyages.#tm
A ?astillos c$taros y cronolog"a #ttp)WWXXX.ilap.comWYlftorWfseWinternetWcat#aresWcat#ares.#tm
A 6os c$taros A 6e centre dR(tudes ?at!are