ENTORNO ECONOMICO DE BOLIVIA
La economía de Bolivia se ha basado, a lo largo del tiempo, en las distintas riquezas naturales explotadas y vendidas al extranjero. Así por ejemplo, Bolivia se constituyó en uno de los principales países productores de estaño, llegando la economía boliviana a depender depender de los precios de este mineral en el mercado mundial durante décadas. décadas. Hoy en día las principales exportaciones bolivianas están compuestas compuestas por minerales como el zinc o el estaño, gas natural y soya. Bolivia posee las segundas más importantes reservas de gas natural en América del Sur pero que no alcanzan al 1% del total de las reservas mundiales. Dichas reservas se constituyen hoy por hoy en fuente de un amplio debate nacional respecto a su utilización futura. El sector agroindustrial ha tenido un impacto importante en la economía boliviana, debido a la tecnificación y optimización de productos agropecuarios como ser: La ganadería, la producción de soya, la producción de azúcar, producción de arroz, etc. El turismo es un sector en crecimiento debido a que Bolivia es un país de contrastes profundos ubicado entre las altas cumbres de los andes y las selvas tropicales del amazonas. Otro dato importante son los grandes yacimientos mineralógicos existentes en suelo nacional que en los próximos años serán explotados o están en reserva, en licitación o en proceso de extracción, estos son la mina de plata a cielo abierto más grande del mundo, en proceso de extracción, San Cristóbal, que pondrá al país entre los primeros productores de este mineral precioso, El Mutún, el séptimo yacimiento de hierro y manganeso del mundo, con una reserva de 42.000 millones de toneladas del primer mineral, en proceso de licitación en junio de 2006, con lo cual proveerá de hierro al país, así como la complementación de una industria siderúrgica, que abastecerá de acero a todo el territorio nacional, así como países vecinos. vecinos. El Salar de Uyuni, la mayor reserva de potasio y litio del mundo, este último considerado la energía del futuro, así como la de mineral de sal. El sector de los hidrocarburos es la principal fuente de ingresos económicos del país, ya que cuenta con las segundas mayores reservas de gas natural de América del Sur, con 48 trillones de pies cúbicos, y petróleo en menor cantidad con una producción de 16.194.089 de barriles anuales, el gas natural se exporta a los países limítrofes, principalmente a los mercados de Brasil y Argentina, el primero es el principal comprador del gas boliviano, ya que tiene un contrato de compra de unos 20 millones de pies cúbicos diarios. Representando la principal fuente de ingresos, estos recursos eran administrados o eran propiedad de compañías extranjeras principalmente Petrobras (Brasil) e RepsolYPF (España-Argentina), así como otras muchas capitalizadas por el estado, hasta el 1 de mayo del año 2006, en el cual estos recursos pasaron a manos del estado boliviano los cuales serán administrados por la empresa estatal YPFB. La agricultura tiene en los últimos un gran peso en la economía de Bolivia. Ya que se emplea al 5 por ciento de la población laboral del país y representa el 15% anual del producto interior bruto, los principales productos agrícolas son, la azúcar, arroz, soja,
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producto estrella del oriente boliviano, del cual se saca, muchos derivados, como el aceite, torta de soja, y muchas otras cosas, la superficie cultivada de este cereal es de aproximadamente unas 200.000 ha, café, maíz, patatas y cereales e infinidad de otros productos minoritarios. En Bolivia existen aproximadamente 13.500 industrias, de las cuales se estima que el 90% son pequeñas, las restantes clasificadas como medianas y grandes. La industria boliviana representa un 35 por ciento del total del producto interior bruto (PIB), esta industria está principalmente enfocada en la manufactura en gran y pequeña escala, el refinado de azúcar y derivados, artículos de piel, fabricas de tabaco, cemento, química, papelera, mobiliaria, mobiliaria, de vidrio, explosivos, y otras de gran importancia económica. económica. El 80% de las industrias del país están ubicados en las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, La Paz y Cochabamba. En el país se pueden distinguir aproximadamente cinco categorías de industria manufacturera: Industria metalúrgica: Existen varias plantas metalúrgicas pequeñas que funden chatarra para producir válvulas y accesorios en bronce, latón, aluminio y piezas de hierro fundido. Otra actividad en este sector es el reciclado de baterías de plomo gastadas de chatarra de estaño que producen tubos de plomo, baterías reconstituidas y soldaduras. Otro dato importantes es la construcción de plantas metalúrgicas de gran capacidad, para la fabricación de acero, que estarán terminadas a finales de 2007 para la explotación del yacimiento de hierro Mutún. Industria minera: Este sector incluye la manufactura de cemento, de cemento asbesto y la industria del vidrio. Estas ramas extraen materias primas de las minas o canteras de su propiedad, excepto la manufacturera de cemento asbesto (Duralit), que usa materias primas importadas. Las cementeras del país y las de vidrio han iniciado una fase de crecimiento para poder cubrir la creciente demanda, por ejemplo, las cuatro plantas de cemento del país, emprenden un acelerado crecimiento de su producción, entre otros, la manufactura de botellas de vidrio en Cochabamba ha implementado actualmente un proyecto de expansión. Industria del petróleo: Hasta hace poco la industria petrolera del país estaba íntegramente controlada por la compañía estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), creada en 1936 con la misión de explotar, refinar y distribuir los recursos de hidrocarburos. A partir de la Ley de Capitalización, se dieron concesiones tanto a empresas extranjeras como a nacionales para el transporte de gas natural y petróleo, habiendo la exploración, explotación y producción sido sujeta a contratos de riesgo compartido (join venture) desde 1990 y las refinerías privatizadas en 1999. Hasta la nueva Nacionalización del presidente Evo Morales, a fecha de 1 de mayo de 2006, donde todas las reservas hidorcarburíferas volvían a ser parte del estado boliviano, aunque la explotación de las mismas continúa en manos privadas. Los campos de gas natural y petróleo están ubicados en la parte oriental y sur del país. Las operaciones principales en las refinerías son las de destilación para la fraccionar el crudo, transformación catalítica para obtener gasolina con elevado octanaje, y refinación de
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fracciones pesadas para producir lubricantes. Los productos finales son gasolina para vehículos, propano y butano líquido, combustible para aviones, gasóleol, fueloil y lubricantes para uso en maquinarias e industria. Como producto auxiliar se genera electricidad con turbinas a gas natural en Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca. Debido a la naturaleza del petróleo boliviano, la producción de gasóleo es insuficiente para satisfacer la demanda interna, y el producto debe ser importado. Industria textil: La industria textil fue el segundo sector manufacturero en importancia después de la industria alimenticia en los años 1970, y fue reduciendo importancia progresivamente representando cada vez menor valor del total de manufactura. Sin embargo la industria textil ha ido aumentando su índice de crecimiento desde los años 1990. La industria del algodón y lana se redujo a expensas de fibras sintéticas, un cambio que fue provechoso para las exportaciones que ascienden con su contribución a 3,2% del total de productos exportados en 1997. La mayor concentración de plantas textiles está en La Paz, pero también se encuentran en Santa Cruz y Cochabamba y en menor escala en Oruro. Fuera de esta industria pero relacionada con ella, se encuentra la fabricación de prendas de vestir excepto calzado, que ha tenido impresionante crecimiento en los últimos años, llegando a más de doble del tamaño en volumen físico a partir del año 1990. Industria alimenticia: Este sector ocupa un lugar predominante en la industria manufacturera que crece continuamente, tanto en producción como en cantidad de empresas y empleos. No obstante, la industria alimenticia a partir de la apertura de la economía, ha entrado en competición ya sea en el mercado interno o el mercado externo donde su cuota en las exportaciones fue más o menos del 26%, incluyendo la soja y sus derivados que alcanzaron a mercados de exportación muy amplios durante los últimos años, (excluye algodón). Dentro de esta rama se encuentran las plantas de aceite comestible, los ingenios azucareros, las destilerías, las cervecerías y una fábrica de levadura y alimentos en La Paz. La unidad monetaria de Bolivia es el boliviano (moneda) de 100 centavos (en Junio del 2010 7.07 Bs bolivianos equivalen a 1 $ dólar estadounidense). El Banco Central de Bolivia es el banco emisor de monedas y billetes. Los bancos bolivianos y privados proveen de créditos de inversión a la pequeña empresa minera y agrícola. También operan en el país instituciones financieras privadas nacionales y extranjeras. Las monedas de circulación oficial son de 10, 20 y 50 centavos y de 1, 2 y 5 bolivianos. Los billetes de circulación oficial son de 10, 20, 50, 100 y 200 bolivianos.
PRINCIPALES VARIABLES ECONOMICAS DE BOLIVIA
La evolución de la economía boliviana en los últimos años ha sido muy positiva, con tasas de crecimiento del PIB en torno al 5%, como consecuencia de los elevados precios de las materias primas que han provocado un auge de las exportaciones liderado por los sectores de hidrocarburos y minería. Ello originó superávit en la cuenta corriente externa y un gran incremento de reservas internacionales. Por otra parte, las reformas en el
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régimen tributario de los hidrocarburos efectuadas en el año 2006 propiciaron que el déficit fiscal se transformara en superávit. PIB
El crecimiento del producto interno bruto en 2008 se explica tanto por el incremento de la demanda interna como por la dinámica del sector extractivo. La tasa alcanzada en este período (6,15%) es la más elevada de los últimos 30 años. El consumo privado y la inversión pública fueron los principales factores de crecimiento de la demanda interna, como consecuencia del aumento del ingreso nacional disponible y los flujos de remesas, además de los proyectos de infraestructuras llevados a cabo por el Gobierno. Las cuatro actividades económicas que registraron un mayor dinamismo en 2008 fueron la minería (56,3%), la construcción (9,2%), las finanzas (4,7%) y el comercio (4,0%). También destacó la tasa de crecimiento de la industria manufacturera (3,7%) por su importante participación en el PIB y como resultado del crecimiento del consumo privado. Es importante destacar que el crecimiento del sector minero se debe fundamentalmente a la producción del proyecto minero de San Cristóbal, que se encuentra en la provincia Nor Lípez (Potosí) siendo uno de los yacimientos de zinc, plomo y plata más grandes del mundo. La única empresa accionista del proyecto es la japonesa Sumitomo. Las operaciones se iniciaron a mediados del 2007 y la producción prevista para los primeros años es de 1.300 toneladas métricas/día de concentrados de zinc-plata y 300 de plomo y plata. Para ello, la planta procesa diariamente 40.000 toneladas de roca. Sin embargo, por efecto de la caída de los precios de minerales en el mercado internacional, en particular de la plata y del zinc, la empresa ha reducido sus niveles de producción desde finales del 2008. El desempeño de la actividad económica durante el primer trimestre del 2009, muestra un crecimiento del 2,1%, representando una desaceleración importante con una pérdida de hasta cuatro puntos porcentuales en el crecimiento respecto a similar período de 2008. Precios
En 2008, la tasa de inflación de la economía boliviana fue del 11,85%, es decir 0,12 puntos porcentuales más que en 2007. Los capítulos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayor incidencia en el resultado inflacionario fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas (58,86%), los restaurantes y hoteles (22,18%) y los muebles y artículos domésticos (7,45%). Hay que señalar que el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia modificó el sistema de cálculo desde abril de 2008, incorporando a la base de cálculo del IPC nuevos productos como hornos microondas, lavadoras, secadoras, computadoras y automóviles, y servicios de gimnasio, piscina y televisión por cable, entre otros, disminuyendo la incidencia del precio de los alimentos, vestimenta, salud y educación en el cálculo inflacionario. Además, se produjo un cambio del año base de 1991 a 2007.
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Con estos cambios se obtendría un menor indicador de la inflación, atenuándose la información relativa al alza de precios ya que se disminuye la ponderación de los alimentos (que han sido los más inflacionarios) y se incrementa el de transporte y comunicaciones (los menos inflacionarios), además se utilizan promedios geométricos en lugar de aritméticos para medir las variaciones de precios dentro de cada categoría. Se estima que la inflación real llegó al 19% en el 2008. El IPC registró en el mes de julio de 2009 variación de -0,20% respecto al índice del mes de junio, con una variación acumulada de -0,82% y variación doce meses de 1,45%.La variación negativa, se debió principalmente al decremento de los precios de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas en 1,05%, que incidió negativamente en 0,31%. De esta forma, la tendencia inflacionaria, registrada a partir de 2002 parece haber encontrado un punto de inflexión para hacerse descendente y con características de una acentuada caída de los precios, pero debemos tener en cuenta el cambio señalado en la metodología de cálculo del IPC. Desempleo, Población Activa, Población ocupada por sectores
De forma tradicional la economía sumergida ha supuesto en Bolivia una gran cantidad de empleo. El sector informal de Bolivia es el mayor de América Latina: casi el 80% de los empleos urbanos y rurales son informales, comparado con el 60% para la región. Además, mientras que América Latina tiene en promedio un 60% de empleo informal, en Bolivia la proporción de la economía informal en relación con el PIB se calcula en un 68%, lo que convierte a Bolivia en el primer país del mundo en lo que se refiere al valor agregado generado por en el PIB. El contrabando promedio entre los años 2005 y 2007 llegó a 1.200 millones de USD, representando más de un tercio de las importaciones formales del país y su ponderación ha subido a un 10% del Producto Interno Bruto boliviano. Por otra parte, se calcula que la tasa de desempleo abierta en el área urbana fue del 7,5% en 2008. En este sentido, el informe Panorama Laboral 2008 advierte que la tasa de desempleo urbano se ha duplicado en los últimos 14 años. Este informe, realizado anualmente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recoge datos hasta el 2006 y señala que para ese año el desempleo era del 8% de la población activa; el doble respecto al porcentaje registrado en 1996, cuando se cifraba en 3,8%. En cuanto al empleo femenino, en el año 2008 Bolivia registró una tasa de desempleo en ciudades del 9,9%, mientras que el desempleo de jóvenes en las áreas urbanas fue superior al 14%. Los datos sobre población ocupada varían según las fuentes, siendo las estimaciones oficiales del INE al 2006 de 4.550.309 personas, siendo la población económicamente activa (PEA) de 4.793.841 personas. La creación del empleo está directamente relacionada con la tasa de inversión, que en Bolivia ha sido muy baja durante los años 2006 al 2009. Si continua esta tendencia, los empleos que se generen no serán suficientes para atender la demanda de trabajo, que está incorporando a una creciente población juvenil en edad de trabajar. Por otra parte, la
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tasa de crecimiento del producto interior bruto ha estado concentrada en actividades que no son intensivas en empleo. En cuanto a la población urbana ocupada por sectores, podemos observar que el 78,37% de la población está empleada en los sectores Agricultura, pecuaria y pesca (38,54%); Industria extractiva y manufacturera (15,51%); Comercio y servicios (15,24%) y Trabajadores no cualificados (9,08%). Distribución de la Renta
El Índice Gini es uno de los indicadores más comunes usados para medir la desigualdad del ingreso, tomando valores entre 0 (perfecta igualdad) y 1 (perfecta desigualdad). Bolivia es uno de los países con más desigualdad del ingreso del mundo, con un índice Gini del 0,56 en 2007 y un promedio en los últimos años del 0,60, a unos altos niveles de pobreza y generando tensión social y política. Se observa que, a nivel rural, la desigualdad del ingreso es superior y desproporcionada con los estándares internacionales, la cual se encuentra en 0,64. En el año 2008, Bolivia ocupaba la posición 111 en el ranking del Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado por la ONU, avanzando dos posiciones desde 2005. A pesar de los esfuerzos realizados, factores como la calidad de la educación, la cobertura en salud e indicadores como la elevada mortalidad infantil continúan siendo un problema para Bolivia. Cuentas Públicas
En 2008 se registró por tercer año consecutivo un Superávit fiscal como porcentaje del PIB, que alcanzó el 3,2%. El desempeño fiscal se debe al aumento del valor de las ventas de hidrocarburos, que en 2008 generaron el 45% de los ingresos fiscales, y a una mayor recaudación por concepto de renta interna (por una mayor recaudación de impuestos) y aduanera (como consecuencia de los mayores volúmenes importados). En cuanto al gasto fiscal, el mayor incremento se observó en la adquisición de bienes y servicios (+48,3%) y la inversión pública. La Inversión Pública alcanzó los 632,6 millones de USD en 2008, lo que representa un incremento del 11,3% respecto del 2007. Su estructura ha cambiado a favor del sector productivo y social (+25,7%), en detrimento de las infraestructuras (-1,5%). El presupuesto de inversión pública para el 2009, se ha incrementado un 84% que representa un aumento de 1.104,5 millones USD respecto del año 2008, aunque las tasas de ejecución son muy bajas (3,4% en el primer trimestre del 2009). Es importante resaltar que en el primer trimestre de 2009 la composición de la financiación de la inversión pública fue de 29,7% recursos externos y un 70,3% internos. Contrariamente a lo sucedido en gestiones pasadas, los recursos internos ahora están sustentados principalmente por la fuente de recursos propios (16,8% del total), quedando en un segundo plano los ingresos correspondientes al IDH que han sufrido una contracción del 32,3% en dicho período.
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Comercio exterior de bienes y servicios
Las exportaciones bolivianas han experimentado una clara tendencia ascendente desde 2003. Según datos del Instituto Nacional de Estadística boliviano (INE), en el año 2008 el valor de las exportaciones bolivianas batió un nuevo récord al situarse en 6.836,46 millones de USD, lo que supuso un 42,64% más que en 2007, año en el que se exportaron 4.792,74 millones de USD. Del mismo modo las importaciones experimentaron en 2008 un aumento del 44,25% respecto del año anterior. En 2008 se importaron 4.986,80 millones de USD frente a los 3.456,98 de 2007. En definitiva, el saldo de la balanza comercial alcanzó en 2008 un superávit de 1.849,66 millones de USD, lo que supuso un aumento del 38,47 % respecto al año anterior. El gran aumento del saldo de la balanza comercial se produjo en el 2006 respecto al 2005, en el que se pasó de un superávit de 583,53 a 1.317,6 millones de USD, lo que supuso un incremento del 125,79% en dicho período, como consecuencia de los elevados precios de las materias primas. No obstante, el problema más importante del sector exterior boliviano es la falta de diversificación tanto en productos como en mercados. Es destacable que los 5 productos más exportados durante el año 2008 fueron los mismos que en el año anterior y suponen el 74,30% de sus exportaciones: gas natural en estado gaseoso (45,82%), zinc (10,80%), plata (7,40%), Soya y derivados 6,78% y manufacturas de estaño (3,49%), es decir, las exportaciones fueron principalmente de materias primas, productos sin valor agregado, que en general reportan poca riqueza al sector productivo nacional y que son muy sensibles a las variaciones de precios en los mercados internacionales. Del mismo modo, la mayoría de su comercio se realiza con países de su mismo ámbito regional, sólo Brasil representa el 44,2% de las exportaciones, y no se están aprovechando las facilidades como las que ofrece la UE a través del sistema SPG Plus, que otorga preferencias arancelarias al país y le exime del pago de aranceles en más de 7.000 partidas arancelarias. Otro inconveniente a considerar es que en 2009 las exportaciones bolivianas a los Estados Unidos no se podrán acoger al sistema preferencial de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA), que no fue renovado por el gobierno de ese país finalizando el 15 de diciembre de 2008. Las exportaciones todavía gozan de otros programas de beneficios, como el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP Plus) y la cláusula de nación más favorecida (NMF), así como de convenios de cooperación firmados en años recientes con la República Bolivariana de Venezuela y la República Islámica del Irán. Principales sectores de servicios (Importación y Exportación)
La balanza de servicios de Bolivia ha sido históricamente negativa. La exportación de servicios siempre ha sido superada por la importación. Según datos del Banco Central de Bolivia, en 2008, esta balanza alcanzó un déficit de 202,2 millones de USD, lo que supone un aumento del 6,98 % respecto al año 2007, en el que hubo un déficit 189,0 millones de
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USD. Asimismo en 2008 las importaciones de servicios alcanzaron los 699,9 millones de USD mientras que las exportaciones de servicios alcanzaron los 499,7 millones de USD. En junio de 2009 el déficit alcanzó los 96 millones de USD. Los sectores en los que puede observarse un saldo positivo son el Servicio de Comunicaciones (saldo positivo de 38,6 millones de USD en 2008) y en los Servicios Financieros y Corretaje (saldo positivo de 10,5 millones de USD en 2008). Por último destacar que la partida viajes había registrado un saldo positivo durante varios años hasta que en 2006 comenzó a registrar un saldo negativo. En el año 2008 esta partida reflejó un saldo negativo de 6,3 millones de USD.
ANALISIS DE LAS VARIABLES ECONOMICAS DE BOLIVIA Crecimiento Económico Boliviano
El crecimiento económico es una de las metas de toda sociedad y el mismo implica un incremento notable de los ingresos, y de forma de vida de todos los individuos de una sociedad. Existen muchas maneras o puntos de vista desde los cuales se mide el crecimiento de una sociedad, se podría tomar como ejes de medición de la inversión, tasas de interés, el nivel de consumo, las políticas gubernamentales, o las políticas de fomento al ahorro; todas estas variables son herramientas que se utilizan para medir este crecimiento. Y este crecimiento requiere de una medición para establecer que tan lejos o tan cerca estamos del desarrollo. En el caso Boliviano para fijarnos como se ha ido desarrollando en los últimos 20 años tomaremos como referencia el PIB y sus componentes.
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1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
PIB
CONSUMO
INVERSION
EXPORTACIONES
IMPORTACIONES
14.219.987 14.758.943 15.443.136 16.256.453 16.524.115 17.229.578 18.033.729 18.877.396 19.700.704 20.676.718 21.716.623 21.809.329 22.356.265 22.732.700 23.297.736 23.929.417 24.928.062 26.030.240 27.278.913 28.524.027 30.277.826 31.294.253
13.081.940
1.937.449
13.299.133
1.644.507
13.685.301
1.935.324
14.140.433
2.502.123
14.645.768
2.635.304
15.117.318
2.633.482
15.564.768
2.354.272
16.099.237
2.644.054
16.610.534
3.140.810
17.465.757
4.090.388
18.349.485
5.256.561
18.867.185
4.270.319
19.296.127
3.955.281
19.581.579
3.264.328
20.018.917
3.847.377
20.441.779
3.353.843
21.043.316
2.956.582
21.744.693
3.750.885
22.606.118
3.559.962
23.536.324
3.953.569
24.776.444
5.112.492
25.691.408
5.310.793
2.541.495 3.166.949 3.517.480 3.774.038 3.816.036 4.018.461 4.625.108 5.046.839 5.252.178 5.141.346 5.474.630 4.773.615 5.491.595 5.951.639 6.290.480 7.055.594 8.228.272 8.914.207 9.924.796 10.231.390 10.453.875 9.329.492
3.340.896 3.351.646 3.694.970 4.160.141 4.572.994 4.539.684 4.510.420 4.912.734 5.302.818 6.020.772 7.364.052 6.101.790 6.386.738 6.064.846 6.859.038 6.921.800 7.300.109 8.379.546 8.811.963 9.197.256 10.064.984 9.037.440
Usamos el análisis de regresión, técnica estadística para determinar cuál de las variables expuestas tienen más correlación al PIB y por ende al crecimiento económico. Estos fueron los resultados:
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Regresión Lineal Múltiple
Variable Dependiente: PIB Método: Mínimo Cuadrados Fecha: 06/06/10 Hora: 20:51 Períodos: 1988 2009 Observaciones Incluidas: 22
Variable C CONSUMO INVERSION EXPORTACIONES IMPORTACIONES R-squared Adjusted R-squared S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
Coefficient Std. Error -1.62E-07 1.000000 1.000000 1.000000 -1.000000
t-Statistic Prob.
3.10E-07 -0.521854 0.6085 3.70E-14 2.71E+13 0.0000 1.23E-13 8.11E+12 0.0000 1.12E-13 8.93E+12 0.0000 1.61E-13 -6.22E+12 0.0000
1.000000 Mean dependent var 1.000000 S.D. dependent var 1.27E-07 Akaike info criterion 2.76E-13 Schwarz criterion 320.9004 F-statistic 1.446540 Prob(F-statistic)
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21631643 5012167. -28.71822 -28.47026 8.13E+27 0.000000
INVERSION vs. PIB 6000000 5000000 N O I S R E V N I
4000000 3000000 2000000 1000000 1.20E+07
2.00E+07
2.80E+07
PIB La inversión es esencial para mantener o aumentar la capacidad de la producción en un encomia. Cuando aumenta la inversión, se eleva la capacidad productiva, de generación de empleos e ingresos para las personas. En el caso de Bolivia, podemos destacar que las variables analizadas se relacionan directamente con el crecimiento económico de este país. Por cada millón de pesos más que el Gobierno destine para la inversión el PIB se incrementará en 8.11 millones.
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IMP RTACI NES vs. PIB 1.10E+07 1.00E+07 S E N I C A T R P M I
9.00E+06 8.00E+06 7.00E+06 6.00E+06 5.00E+06 4.00E+06 3.00E+06 1.20E+07
2.00E+07
2.80E+07
PIB Las importaciones permiten a los ciudadanos adquirir productos que en su país no se producen, o más baratos o de mayor calidad, beneficiándolos como consumidores. Al realizarse importaciones de productos más económicos, automáticamente se está librando dinero para que los ciudadanos ahorren, inviertan o gasten en nuevos productos, aumentando las herramientas para la producción y la riqueza de la población. La variable inversión para el PIB de la nación Boliviana se relaciona negativamente con este ya que por cada millón que se disminuya en importaciones el PIB se incrementará en 6.21 millones.
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E P
I
E vs. PIB
. E . E 9. E E I
8. E . E . E
P E
. E . E 3. E . E . E
. E
.8 E PIB
La exportación es el tráfico legítimo de bienes y servicios nacionales de un país pretendidos para su uso o consumo en el extranjero. Las exportaciones pueden ser cualquier producto enviado fuera de la frontera de un Estado. Las exportaciones son generalmente llevadas a cabo bajo condiciones específicas. Esta variable es la que más explica al PIB, ya que por cada millón que el país incremente en inversión el PIB aumentará en 8.93 millones.
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S
S
2. E
7
2. E
7
2.2 E
7
2. E
7
1. E
7
1. E
7
1. E
7
1.2 E
7 1.2 E
7
2. E
vs. PIB
7
2. E
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PIB Si el consumo de los habitantes de Bolivia se incrementa en un millón, el PIB se incrementará en 2.71 millones. Esta es la variable más estrechamente relacionada con el PIB de Bolivia, esto significa que si aumenta el consumo, la demanda de producción aumentará, y en consecuencia la producción será mayor. Si se produce más se necesitarán más empleos, con lo que el paro descenderá, los salarios crecerán y el nivel de vida mejorará. En resumen, el consumo ayuda de manera muy importante al crecimiento de una economía, y cuando éste aumenta, la economía mejora.
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Desarrollo económico Boliviano
A nuestra consideración el desarrollo económico es un reflejo del, crecimiento económico, aunque el desarrollo se observa en el mejoramiento de las condiciones económicas de la sociedad, así como en el mejoramiento de la infraestructura agrícola e industrial. Cabria hacer aquí la diferencia entre el desarrollo y crecimiento; el crecimiento se refiere al análisis de elementos macroeconómicos como el desempleo, las crisis etc. Y sus acciones a tomar para la solución de estos aunque su principal elemento de análisis es el estancamiento del sistema capitalista. Por otra parte el desarrollo se observa a través de las transformaciones y cambios estructurales en el sistema productivo.
Año
Producto Interno Bruto (PIB) per capita (US$)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Año
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
3000 2600 2600 2500 2400 2600 2900 3100 4400 4200 Población bajo el nivel de pobreza (%)
70 70 70 70 70 64 64 64 60 60
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Año
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Tasa de Tasa de inflación desempleo (precios al (%) consumidor) (%)
2,10 4,40 2,00 2,00 3,30 4,90 5,40 4,30 8,70 14,00
11,40 11,40 7,60 7,60 11,70 9,20 8,00 7,80 7,50 7,50
La nación Boliviana en busca de su desarrollo conjunto con sus variables sociales nos permiten definir que durante el transcurso de los últimos 10 años este país ha logrado reducir la tasa de desempleo hasta el año 2009 manteniéndola en un 7.50% ya que gracias a que este ha incentivado la Inversión extranjera directa ha creado así fuentes de trabajo que han logrado cubrir la oferta existente del mismo creando equilibrio en el mercado laboral propendiendo así al desarrollo. Con un enfoque del índice de precios al consumidor hemos podido concluir que la Economía Interna de dicho país ha permanecido activa con mínimas variaciones en lo que a los precios de bienes de consumo de primera necesidad se refiere esto hasta el año 2008, ya que a partir de este año las inminentes cifras que el gobierno destino para el gasto público provoco un aumento de circulante monetario en el mercado conllevando así al alza de precios en 6.40 puntos.
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Año
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Tasa de crecimiento (%)
1,83 1,76 1,69 1,63 1,56 1,49 1,45 1,42 1,38 1,77
Bolivia desde el año 2000 al 2008 presentó una desacelerización en su crecimiento económico dado el gran porcentaje de déficit en su balanza comercial, sin embargo en el 2009 esta se ha incrementado puesto que sus exportaciones se han incrementado regulando así su balanza comercial. Cabe señalar que esta cifra es un logro en el entorno de América Latina dado que el 2009 fue el año en el que el mundo vivió en recesión.
Tasa de Año alfabetización Población (%)
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
83,1 83,1 83,1 87,2 87,2 87,2 87,2 86,7 86,7 86,7
8152620 8300463 8445134 8586443 8724156 8857870 8989046 9119152 9247816 9775246
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A medida que la tasa de natalidad ha ido creciendo, el nivel de alfabetizacion ha ido aumentando en forma equiparable a esta. El cual nos indica que este pais ha estado designando parte de los recursos economicos para buscar el desarrollo intelectual de sus habitantes conviertiendolos asi en personas capacitadas para cumplir los diferentes roles competitivos dentro de la productividad boliviana.
PROYECCIONES PARA LA ECONOMIA BOLIVIANA
Antes de avanzar en la discusión sobre modelos y patrones, es importante describir la «nacionalización» de los hidrocarburos. El proyecto nacionalizador fue precisado en dos medidas legales: la Ley 3.058, de julio del 2005, y el Decreto Supremo 28.701, de mayo de 2006. Es la tercera vez que Bolivia nacionaliza los hidrocarburos en el último siglo: en 1937 se nacionalizaron las operaciones de Standard Oil y en 1969 las de Gulf Oil. Pero, a diferencia de las dos ocasiones anteriores, esta vez la «nacionalización» no implicó una confiscación de la propiedad de las compañías multinacionales. El contenido de los contratos firmados por las empresas y el gobierno y refrendados por el Congreso en abril de 2007 es un híbrido entre contratos de producción compartida y contratos de operación o asociación con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). La participación estatal en los beneficios se define por una metodología parecida al «factor R» aplicado en Perú, donde el Estado participa de la renta petrolera una vez que la compañía privada recupera sus costos de operación y capital. De acuerdo con la nueva normativa, la participación estatal tiene cuatro ejes. Las regalías, equivalentes a 18% del valor de la producción de gas en el punto de fiscalización; el Impuesto Directo a Hidrocarburos (IDH), equivalente a 32% del valor de producción de gas en el punto de fiscalización; el pago al titular (el operador del campo) de los costos recuperables mediante un porcentaje a convenir del valor de la producción de gas en el punto de fiscalización; y la distribución del remanente en calidad de utilidad compartida entre YPFB y el titular, en base a una fórmula que toma en cuenta las inversiones hechas y depreciadas, el precio de venta del gas y los volúmenes de producción. Así, la participación estatal tras la firma de los nuevos contratos petroleros varía entre 67% del valor bruto de producción en boca de pozo a un dólar por millón de BTU y 75% cuando el precio llega a 4,5 dólares por millón de BTU. La participación estatal Esto significa una participación estatal un poco mayor al 50% estipulado en la Ley 3.058 y un poco menor al 82% establecido en el decreto de nacionalización. El modelo nacionalizador boliviano muestra, a un año de su inicio, dos aspectos positivos. El primero es que la economía boliviana logró cruzar el umbral de 10.000 millones de dólares de Producto Interno Bruto en 2006, de los cuales 2.000 millones provienen de las exportaciones del sector hidrocarburífero. El segundo es que los ingresos fiscales por impuestos y ventas directas de gas superaron los 1.600 millones de dólares en 2006, lo que ha hecho que, por primera vez en 20 años, los ingresos tributarios del país hayan
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triplicado los aportes de la cooperación internacional. Bolivia, perteneciente al grupo de naciones de la Iniciativa para Países Altamente Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés), tiene ahora la posibilidad histórica de sustituir gradualmente su dependencia de la ayuda externa. Las desventajas del modelo nacionalizador se concentran en tres aspectos. En primer lugar, actualmente el «efecto precio» prima sobre el efecto producción o productividad en el dinamismo de la economía del gas. En 2006, los precios promedio de exportación del gas fueron 5,4 veces mayores que ocho años antes y tres veces mayores que tres años antes. Y, si bien hoy los precios se mantienen altos, la bonanza está expuesta a un bajón o una desaceleración de los valores regionales y mundiales del gas. En segundo lugar, hay una fuerte incertidumbre en la expansión de inversiones en exploración y explotación en los próximos años. Los nuevos contratos que prevén un aumento de las exportaciones a Argentina y Brasil requieren de un horizonte de certidumbre en la expansión de la inversión al que no se han comprometido ni Petrobrás ni Repsol. Finalmente, en la medida en que el mercado energético mundial siga en tensión permanente, Bolivia requerirá ampliar su horizonte hacia los mercados de ultramar. Esto implicaría diseñar una estrategia de integración energética en el Cono Sur, pero también un vínculo más certero con puertos de gasificación y regasificación en los océanos Pacífico y Atlántico. En suma, el balance del proceso nacionalizador es positivo en el corto plazo, ya que permite consolidar un motor que sustituye al estaño, que dinamizó gran parte de la economía en el siglo XX. El problema es que la actual estrategia repite muchos de los errores de una trayectoria de desarrollo basada en un solo motor, es decir, un patrón de desarrollo de base estrecha. Para dar el paso de un viejo a un nuevo patrón será necesario diversificar los mercados y multiplicar los actores con el objetivo de construir una economía de base ancha. ¿Cómo modificar la dependencia histórica de Bolivia sin desconocer las oportunidades abiertas por el nuevo modelo nacionalizador? Creemos que la respuesta se encuentra en la construcción de una economía diversificada que enfrente los desafíos de articulación externa e interna y que intente resolver las dificultades de articulación interna de miles de actores productivos. La economía boliviana requiere un nuevo modelo para un nuevo patrón que ayude a superar el crecimiento empobrecedor. Afortunadamente, el embrión ya existe. Una investigación reciente tipifica la economía en función de su heterogeneidad estructural. En primer lugar, la economía boliviana ha tenido una tasa real de crecimiento promedio de 0,5% per cápita en los últimos 50 años. Es una economía que no creció. En segundo término, entre los motivos habituales del bajo crecimiento se encuentran obstáculos estructurales ±como la mediterraneidad, la heterogeneidad geográfica, la baja calificación de los recursos naturales y las trabas burocráticas, entre otros±, lo que incrementa el costo- país de cualquier exportación y, por lo tanto, de cualquier posibilidad de mejorar el crecimiento económico. En tercer lugar, a pesar de este panorama negativo, existen algo así como 156 rubros productivos que ampliaron su posición en el mercado mundial en los últimos 20 años, y 23 rubros que consistentemente mantuvieron su liderazgo en el mercado mundial.
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¿Cómo caracterizar esas bolsas de crecimiento? Existen al menos tres tipos de articulaciones alternativas al gas en la economía boliviana. El primer tipo de articulación está asentado en exportaciones de mercancías, materias primas homogéneas como la soya y otras oleaginosas, que generan eslabonamientos hacia la economía popular rural, pero que tienden a concentrar su competitividad en materia prima y mano de obra baratas, más que en valor agregado o cambio tecnológico. En 2006, estos sectores generaron cerca de 371 millones de dólares de exportaciones. El segundo tipo de eslabonamiento es el producido por las exportaciones no tradicionales «basadas en precio», como la joyería, el cuero o la madera tropical, que también generan eslabonamientos hacia la economía popular ±en este caso urbana± y que producen bolsones de agregación de valor en algunos eslabones de la cadena de exportación. Estas exportaciones contabilizaron cerca de 534 millones de dólares en 2006. El tercer tipo de articulación se apoya en las exportaciones no tradicionales «basadas en calidad», como las manufacturas de muebles, la joyería especializada, los alimentos orgánicos y el comercio justo, que generan valor agregado y eslabonan hacia adelante y atrás en la economía. Aunque pequeños, estos nichos se muestran promisorios para la expansión. En 2006 representaron cerca de 174 millones de dólares en exportaciones. La cuestión, entonces, ya no es cómo hacer crecer la economía boliviana. Así formulada, la pregunta nos puede llevar a una revisita de las recetas ancladas en la lenta y tortuosa convergencia de factores de competitividad con países vecinos y desarrollados. La pregunta relevante es: ¿por qué crecen algunas bolsas de la economía a pesar de que enfrentan los mismos obstáculos estructurales que el resto de los sectores? Este planteo nos permite tender un puente entre un nuevo modelo que retiene y transfiere excedentes del gas, y un patrón de desarrollo que genera empleo e ingresos en la base de la pirámide y en el largo plazo. El paso de una economía de base estrecha, basada exclusivamente en la exportación del gas natural, a una economía de base ancha, diversificada y con muchos actores productivos y rubros competitivos, implica instalar una agenda de políticas alternativa al estatismo estático de los 50 y 60, pero también al laissez faire de los 80 y 90. Esta agenda no debe temerle a la inserción internacional, pero tampoco a generar empleo en la base de la pirámide. Bolivia tiene hoy la oportunidad de avanzar en ambas tareas y superar los obstáculos del pasado. Para ello debe superar tres retos. El primero es trabajar a tres ritmos en la construcción de una economía de base ancha, que a la vez conserve los recursos naturales y le imprima identidad a su producción. Bolivia tiene la oportunidad de sacar ventaja de su heterogeneidad estructural. Esto significa promover una agenda de políticas públicas heterogéneas para los diferentes motores de la economía (políticas de industrialización e inserción internacional alternativas) y políticas públicas comunes para reducir el costo-país derivado de los obstáculos estructurales (transportes, integración física y desarrollo de capital humano). La agenda de conservación del ambiente, la de valoración de identidades interculturales en la producción y comercialización y la expansión de las oportunidades de desarrollo en la base de la economía no tienen por qué estar reñidas entre sí. A diferencia de sus
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vecinos, Bolivia puede darse el lujo de «saltar etapas» en el proceso de desarrollo económico. No hace falta esperar 178 años para que el goteo económico erradique la pobreza de manera inercial, ni esperar 70 años para que los indicadores de competitividad global converjan con el promedio europeo. Se puede avanzar ya en la construcción de una economía pujante para el siglo XXI. El segundo reto es multiplicar las articulaciones entre los actores de la economía popular y los de la economía exportadora, construyendo cadenas entre iguales donde hoy solo hay eslabones entre desiguales. La masa crítica de la actual «economía más allá del gas» suma alrededor de 330.000 trabajadores, uno de cada 10 trabajadores de la población económicamente activa. Esta masa crítica articula altiplano y trópico, norte y sur, proveedores de materias primas e industrializadores de cerca de 10 rubros productivos. La generación de más actores productivos depende del tipo de articulación que privilegie la economía boliviana a futuro. El desafío de crear nuevas articulaciones entre la economía popular y la economía exportadora no tiene que ver con la voluntad política, sino con la económica. Por lo tanto, se requiere avanzar aceleradamente para superar las restricciones vinculantes de los actores y rubros competitivos identificados. El embrión de la economía alternativa ya existe. Lo que falta es un entorno institucional favorable al desarrollo económico en tres ritmos. Persiste aún en la política económica boliviana una excesiva fijación en sectores más que en articulaciones, en actores e insumos (crédito, tecnología) más que en productos (exportaciones alternativas). El tercer reto es liderar la apertura de nuevos mercados de comercio orgánico y justo predicando con el ejemplo. La región y el mundo se aprestan a reiniciar negociaciones de liberalización multilateral en el marco de la Ronda de Doha. Al mismo tiempo, emergen nuevos mercados en los rubros de comercio orgánico y de comercio justo que merecen mayor atención desde el Sur. Bolivia tiene la oportunidad de liderar el comercio alternativo con el ejemplo, planteando una agenda de reconversión gradual de su economía hacia estándares de protección del ambiente, de eliminación del trabajo infantil y de implementación de políticas salariales más dignas en su «economía más allá del gas». En 2012, Bolivia podría convertirse en el primer país en proclamar su economía de exportaciones no tradicionales como de «comercio justo», lo que implica estándares salariales, ambientales y laborales. Dado el diminuto tamaño de esta economía en la actualidad, esto significaría atraer más que perder un nuevo motor para su economía. La capacidad de avanzar en esta agenda alternativa está en manos del sector privado y del gobierno en rubros tan variados como ecoturismo, biodiversidad, desarrollo artesanal y agricultura orgánica. Bolivia requiere de un nuevo modelo económico que ayude a transformar su patrón de inserción internacional y de articulaciones internas entre grandes, medianos y pequeños empresarios. En ese sentido, el reto posneoliberal no es teórico y no significa encontrar un nuevo decálogo para el desarrollo. Implica construir una nueva manera de «hacer economía» desde la experiencia, sin obviar la importancia de construir competitividad en
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un mundo globalizado. La esperanza de una agenda posneoliberal se asienta en que miles de actores económicos ya producen y generan mercados alternativos.
BIBLIOGRAFIA
www.economiayfinanzas.gob.bo www.economiabolivia.org www.bcb.gob.bo www.fundacion-milenio.org/inf_eco.html www.ine.gov.bo www.indexmundi.com
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