Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán
Centro Universitario de Educación a Distancia
CUED-Choluteca
Espacio Formativo Específico:
Cátedra Morazánica
Sección: "A"
Catedrático:
Lic. Enrique Alexander Ordoñez
Presentado por:
Erika Dilenia Hernández 0610-1988-00278
III Periodo
Choluteca 13 de Octubre de 2015
Las Últimas Palabras De Él Más Grande Patriota.
Ensayo Acerca Del Testamento De Francisco Morazán.
Cuando tuve en mis ojos para después pasar a mi memoria el Testamento de Morazán cuyo legado debe impregnarse en todos los ciudadanos, su valor, su estoicismo, su valentía, su amor todo resumido en esas palabras, últimas palabras antes de ser fusilado, me dejó helado convirtiéndose mi piel lisa en piel de gallina, después me di cuenta que era parte de la normalidad los que leen a Morazán buscando un poco la historia usurpada.
Primero a los que lo acusaban de anticristo y diablo, dedica estas palabras: "En nombre del autor del universo en cuya religión muero" su delito; abolición del diezmo, educación laica. Y estas lapidarias palabras las cuales debieron ser la razón para maquinar su muerte: "ni el oro del Río Guayape, ni las perlas del Golfo de Nicoya, volverán a adornar la corona del Marqués Aycinena, ni el pueblo centroamericano verá más esta señal oprobiosa de su antigua esclavitud; pero si alguna vez brillase en su frente este símbolo de la aristocracia, será al blanco de los tiros del soldado republicano…" (Manifiesto de David).
Dejó todos sus bienes en manos de su esposa doña María Josefina Lastiri Lozano quien heredó sus tierras únicamente porque su efectivo lo gasto en su búsqueda de libertad para ese país que la pedía a gritos, además una deuda la cual se elevaba entre los veintiocho y treinta mil pesos.
Desmintió la carta que forzosamente el cobarde del jefe del pelotón de fusilamiento costarricense Antonio Pinto Suarez había hecho escribir a Morazán ya que este sentía pavor al saber que el general Isidoro Saget lo esperaba junto con 350 hombres listos y decididos para devolverle la gloria a la unificación centroamericana. Pinto amenazó con matar a la familia de Morazán y a todos los soldados que le escoltaban si este no accedía a realizar sus peticiones, Pinto obligo al más grande Hondureño a que le escribiera a Saget una orden de rendición ante el ejército Costarricense y que este les entregara su armamento.
Morazán reprocho la falta de palabra que le dio el comisionario de Cartago, este no le dio al general hondureño la protección prometida en la pedida de auxilio que hizo, puesto que pudo más el temor que imponía el régimen Costarricense a las ganas de libertad que en ese entonces proclamaban todos los pobladores de dicho país.
El general dijo "Mi amor a Centroamérica muere conmigo" esa expresión que me acelera el corazón con solo escucharla. Su amor por la patria fue tan grande que aseguro que él no lo sintió en verdad y lo dijo más con un sentido para enaltecer el amor que debemos de tener por la tierra en que nacemos, pienso, que si volviera a nacer y viese la clase de amor que en estos tiempos se le tiene a la patria en verdad moriría su amor por nuestra tierra, el egoísmo, la avaricia y la poca identidad que impera en nuestro país fusionado con la corrupción de los que ejercen los puestos públicos que no están ahí por otra cosa que el deseo de hacerse ricos con el dinero del pueblo, es ahí donde lo mataríamos.
Incitó a la juventud del país donde murió, sin poder erradicar la anarquía que dominaba en él, a que prefirieran la muerte antes de dejarse someter a un régimen anarquista que se estaba estableciendo, años después lo han logrado, son el país más desarrollado de Centroamérica y la economía más fuerte, lastimosamente para el general es su país, nuestro país, el que ahora se encuentra inmerso en una anarquía, en donde el caudal económico está distribuido enormemente a favor de unas cuantas familias y si estuviese vivo le daría un infarto saber que estas no son de origen hondureño.
El general murió sin llevar, en su corazón ni su alma, rencor alguno contra los que lo ultimaron, pues él no les iba a dar ese lujo de ser odiados por tan gloriosa persona, es más, el pueblo les agradece, se llevaron a una gran persona e inigualable patriota pero nos devolvieron un mártir, una persona a quien seguir, a quien imitar, un ilustre que admiramos desde que conocimos su historia y su pensar.
El cuerpo, la materia nació un 3 de octubre, pero realmente Morazán nació el 15 de septiembre de 1842 día de su fusilamiento, fue ahí donde terminaba lo que empezaba, donde perecía la persona y comenzaba la leyenda del más grande patriota que ha nacido en tierras hondureñas.
A tres horas de entregarse al orificio de balas traicioneras llevándonos la patria entera a la tumba pero que hoy muchos estamos dispuestos a resucitar, nos dejó estas palabras, un legado que debe palpitar al ritmo de nuestros corazones.
Su legado esta no solo en su pensamiento sino también en sus actos, está en la batalla de la trinidad, está en dar un gobierno ejemplar a Honduras y a la Confederación Centroamericana, el predicaba con el ejemplo, sus actos son recordados hoy en día y sus pensamientos trasmitidos a los hijos que llevamos en nuestro corazón esta maravillosa e inigualable tierra que es Honduras, su pensamiento revolucionario ha sido reproducido por grandes personajes en nuestro país y toda América.
Sus ideas debieron dar vueltas en la cabeza de Pablo Neruda cuando escribió: "Alta es la noche y Morazán vigila" en Canto General. Las estatuas hoy en día reciben ramos y coronas de flores por América los 3 de octubre de cada año, actos solemnes en la tumba del Salvador. Los soldados de Honduras se roban esa fecha para celebrarse ellos mismos como "Día del Soldado", mentiras, ese es día de Morazán.
Les debería dar vergüenza el participar en esas farsas, en donde se le sigue engañando al pueblo hondureño, 3 de octubre se usa para honrar a las fuerzas armadas las cuales no son más que los peones en el tablero de ajedrez de los que verdaderamente dominan el país, 15 de septiembre se celebra un remedo de independencia. Dos fechas que deberían servir para homenajear a una sola persona, a quien ha dejado huella en la historia no solo de Honduras sino de toda Centroamérica, deberían de servir para recordar a, él más grande patriota.