EXPLOTACION Y REGALIAS«ALGO MAS ALLA DEL PETROLEO
La Constitución Política de Colombia y la Ley 141 de 1994 definieron las regalías por la explotación de los recursos naturales no renovables como un instrumento financiero para el desarrollo regional y nacional, a través de la transformación de estos recursos en otros activos, el fortalecimiento de la descentralización y el aumento de la inversión pública1
La presentación brindada consta de mucha información valiosa para nosotros como estudiantes y como futuros ingenieros, información sobre la reforma actual en las regalías petroleras de nuestro país, Se trata de una reforma en la que se plantea un propósito nacional, donde -según los mandatarios- la regalías deben redistribuirse entre todos los municipios, productores y no productores, cambiando el sistema actual, donde solo se les entregan recursos a los primeros. El petróleo es la fuente de energía más importante en la actualidad; además es materia prima en numerosos procesos de la industria industri a química. Además de es un recurso natural no renovable que aporta el mayor porcentaje del total de la energía que se consume en el mundo. La importancia del petróleo no ha dejado de crecer desde sus primeras aplicaciones industriales. Personalmente pienso que el petróleo es hoy uno de los motores de la economía colombiana, por ser el principal generador de renta externa por encima incluso del café, nuestro producto tradicional de exportación, exportación, y por ser la fuente principal de rentas para las regiones. Las bonanzas o regalías petroleras, según algunos críticos, generan corrupción corrupción y desperdicio; además, las economías regionales tienen que enfrentar procesos migratorios desordenados y de magnitud. Puedo decir que tienen un impacto ambiental adverso, cambian la naturaleza de la actividad económica, aceleran el crecimiento urbano, propician la corrupción y malos manejos, e incentivan los conflictos redistributivos. Para otros, al contrario, el balance es positivo pues aceleran el crecimiento económico regional con efectos incuestionables sobre el bienestar. Sin importar cual visión se adopte, los cambios ocurridos en la economía de los principales departamentos departamentos productores, Arauca, Casanare y Meta, han sido radicales. La producción de crudo cambió la estructura económica de estas regiones, perdiendo importancia la vocación agrícola y ganadera frente al aumento de las actividades del sector minero. Creo que el llano, en general, es una región con un gran potencial de desarrollo aún desaprovechado, tiene la ventaja del petróleo y, por ende, un flujo de regalías que eleva su PIB regional y abre amplias posibilidades de inversión.
Las regalías son la contraprestación económica a favor del Estado por la explotación de recursos no renovables, como petróleo y gas, que se le otorgan a departamentos y municipios en cuyo territorio se adelantan explotaciones, y a los puertos por donde se transportan dichos recursos.
Estos recursos contribuyen a las finanzas locales y a la inversión social, pues buscan el mejoramiento de la calidad de vida, el desarrollo, la descentralización y la pacificación. Las regalías están direccionadas direccionadas a la inversión inversión en la salud, educación educación y saneamiento. saneamiento. Esto significa que el gasto de estos recursos debe responder a las necesidades de la comunidad, beneficiando las necesidades insatisfechas. Regalías petroleras son el pago que realizan las compañías petroleras al Estado colombiano colombiano por explotar los yacimientos de petróleo, un recurso natural no renovable, es decir, que se extingue en el transcurso del tiempo. El Estado recibe regalías por la producción producción de petróleo, no por la exploración ni por la perforación de los pozos. Impacto de las regalías petroleras en el departamento del Meta. El departamento del Meta extrae petróleo crudo desde el año 1976, ubicándose, en la actualidad, actualidad, entre los tres mayores productores del país. En consecuencia, con la influencia de su producción y las regalías, que han elevado el PIB departamental y fortalecido sus finanzas públicas, deben garantizarse amplías oportunidades de inversión, tanto pública como privada. El objetivo de este estudio es, entonces, observar el impacto socioeconómico y el manejo dado a los recursos de las regalías petroleras a partir del año 2000, en el que se incrementaron notablemente los recaudos de esta entidad territorial por este concepto. En mi opinión la destinación de las regalías ha sido ineficiente; la inversión efectuada con esos recursos no se ha reflejado en beneficio económico y social para el departamento, como habría de esperarse, pues, aunque se muestran inversiones, lo cierto es que los recursos se desvían de su cauce. En esta condición, las prioridades de gasto de inversión no conservan un patrón definido y, los sectores de salud y educación, posiblemente los de mayor rentabilidad social, pierden importancia a favor de gastos como mantenimiento de vías y, pagos del servicio de la deuda. En conclusión, el departamento del Meta se encuentra en la fase de aumento de sus ingresos por petróleo y tiene aún la oportunidad de dirigir esos recursos hacia proyectos bien concebidos concebidos que contribuyan a consolidar su desarrollo. Para nadie es un misterio que las actividades de exploración y producción de hidrocarburos en el país están enfrentando desafíos, como satisfacer satisfacer la demanda doméstica de hidrocarburos y sostener excedentes exportables durante los próximos años, para contribuir substancialmente substancialmente con el desarrollo del país. Ya para concluir puedo decir que el Gobierno no necesitaría de una reforma en la que se sea necesario quitarle a los municipios y departamentos productores los recursos que hoy reciben por concepto de regalías, sino hacer un ajuste directo al porcentaje de regalías petroleras y mineras, retomando para el caso del petróleo el 20% fijo y tomando esos nuevos ingresos para el fortalecimiento del Fondo Nacional de Regalías, donde participan los municipios y departamentos no productores.
MARYLIN FONSECA CRUZ Ingeniería Ambiental