ENSAYO HACIA UNA PEDAGOGÍA DE LA PREGUNTA INTRODUCCIÓN.
La curiosidad necesariamente se traduce en una pregunta, el detalle es saber formular la pregunta correcta para colmar la curiosidad que uno tiene, se dice que quien conoce con limitaciones o sospecha lo que puede ser, (de aquello que se habla) hace preguntas relacionadas con el tema; pero aquella persona que no no conoce ni tiene interés en lo que se habla no tiene ninguna pregunta. Con este antecedente es muy importante conocer lo que dice Paulo Freyre acerca de la pedagogía de la pregunta, como maestros es de vital importancia conocer los detalles de estas corrientes pedagógicas. DESARROLLO.
Desde tiempos inmemoriales, los humanos empezaron a tomar conciencia de que existía una realidad diferente a él mismo, o sea el no yo, esta realidad objetiva abrió una serie de interrogantes que llevaron a una búsqueda. Es decir que muchos siglos antes el hombre y la mujer han estado captándolo, comprendiéndolo, leyendo el mundo. Esa capacidad de captar la objetividad del mundo proviene de una característica de la experiencia que llamamos “curiosidad”. La curiosidad es el motor esencial del conocimiento, pues ella nos empuja, nos motiva, nos lleva a develar la realidad a través de la acción. Curiosidad y acción se relacionan y producen diferentes niveles de curiosidad. En el aspecto educativo se olvidaron las preguntas tanto tanto por parte del profesor como del estudiante es lo que se llama “castración de la curiosidad”; pero la curiosidad se traduce en una pregunta, porque todo conocimiento comienza por la pregunta, entonces es democrático empezar a preguntar en las escuelas. Lo que actualmente ocurre es un movimiento unilineal que va de uno a otro en este caso del profesor hacia el estudiante, es decir que no hay opción a que los estudiantes pregunten, pues el profesor va con las respuestas que se supone son las respuestas a las curiosidades que tienen los estudiantes, ellos están tan acostumbrados a que la enseñanza sea de esa manera convertidos en receptores y nada más, no hay cultura ni conciencia que solamente a partir de preguntas es que se llega al conocimiento.
En los orígenes de la pedagogía Platón decía que todo comienza con la curiosidad que unida a la pregunta más la acción se constituyen en el camino al sólido conocimiento. Las preguntas deben empezar con lo cotidiano por ejemplo la cotidianidad de nuestra existencia, todas las preguntas exigen respuestas; las preguntas más las respuestas en lo posible unidas a la acción. CONCLUSIÓN
Paulo Freyre nos reflexiona sobre temas muy profundas que al parecer por el devenir de los acontecimientos hemos olvidado sobre la importancia de las preguntas que por ejemplo como padres, madres sabemos que los niños a la edad de cuatro años aproximadamente hacen demasiadas preguntas hasta colmarnos la paciencia la mayoría de las veces. Nuestra responsabilidad es recuperar estos aspectos cotidianos que enriquecen las acciones pedagógicas reales situadas, no es necesario acudir a recetas externas, importadas de otros contextos sino recuperar nuestras experiencias de vida como ocurrió con Warisata que se convirtió en un ícono de enseñanza que trascendió fronteras. Como educadores debemos insistir, estimular a preguntar a nuestros estudiantes pero no solo eso sino también preguntarnos nosotros mismos pues para enseñar es necesario primero aprender, entonces aprendamos a formular preguntas apropiadas, atinadas, relacionadas a temas de interés para luego enseñar a ser un interrogador pertinente a las futuras generaciones para que sean mucho mejores que nosotros, que transformaran la sociedad convertidos en seres tremendamente consientes y lectores de una realidad.