Ensayo crecimiento demográfico Introducción La alarma acerca de los riesgos de la superpoblación, lanzada por Thomas Malthus, economista y religioso irlandés hace algunos siglos, sobre el riesgo de que el crecimiento poblacional del mundo acabaría con los recursos disponibles en unas pocas décadas o siglos, al parecer encuentra en las mujeres de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, sus mejores aliadas, según indican algunos estudios relativos a la postergación de la maternidad y el matrimonio. Según se observará en este ensayo, desarrollado en basea base a varias lecturas y análisis de estudios especializados en demografía, las prioridades de la mujer moderna dejaron de ser el matrimonio y la maternidad, pero no se trata de una negativa al desempeño de dichos roles, sino simplemente su postergación. En el primer caso, no son sólo las mujeres, sino también los varones quienes anhelan mejores condiciones materiales que ofrecer a sus futuras familias, mientras que en el segundo, la decisión de postergar la maternidad correspondería casi en exclusiva a las mujeres, mujeres, por lo que, sin presión ni miedo a las catástrofes anunciadas por Malthus o sus seguidores, la situación negativa tiende a revertirse, conforme se explicará en este ensa yo. Esto deriva principalmente en que el crecimiento acelerado de la población en todo el mundo sufra una suerte de desaceleración. Si bien no se registran crecimientos negativos, la evolución experimentada por el crecimiento demográfico a lo largo de las décadas precedentes sufrió un claro proceso de hacerse hacerse más lento. Como resultado final, frente a los augurios apocalípticos de Malthus, el consumo desmedido de los recursos naturales parecen tener un alivio, al menos momentáneo, y los estadistas podrán evaluar y planificar, considerando ventajas y desventajas de la nueva situación, el futuro de la humanidad con algo más de optimismo.
Desarrollo El enfoque de Thomas Malthus Malthus respecto a la población humana resultó una fuente inagotable de polémica sobre demografía humana, y viendo la situación actual del planeta, con muchos recursos naturales agotados o en proceso de agotamiento, resulta reflexivo considerar como apropiadas las afirmaciones de aquél. Empero, una vista crítica, no conformista, podría dar un respiro en las predicciones del crecimiento poblacional humano. Gabriela Carelli (2010: 258-259) afirma que ³en 1798, el economista Thomas Malthus vaticinó el colapso del mundo, con más gente y menos comida, según su Ensayo su Ensayo sobre el Principio de la Población. En los años 60 [(del siglo XX)], el biólogo norteamericano Paul Ehrlich anunció las consecuencias trágicas de un aumento poblacional desmedido, en un best seller llamado La bomba poblacional . La previsión de las Naciones Unidas de que la población mundial que hoy es de 6.9 mil millones de personas llegará en cuatro décadas a 9.1 mil millones, estabilizándose a partir de entonces, volvió a alimentar el temor de un planeta superpoblado, sin recursos naturales para suplir las necesidades de tan grande contingente humano´. Esta primera cita de la autora consultada nos hace ver el sombrío panorama que se perfilaba para los especialistas de siglos pasados. En efecto, sin necesidad de hacer cálculos minuciosos ni grandes especulaciones matemáticas, queda por demás claro que la población de una determinada región consumirá los recursos de la misma en un período determinado, incluyendo los nutrientes de la tierra (por efecto de los cultivos que agotan el primer recurso que vendría a ser la propia tierra, así como el agua). Visto de esa manera, al considerar las extensas sabanas, bosques tropicales e incluso desiertos que deben ser
transformados para proveer alimento a las comunidades humanas que se asientan, el futuro no era nada halagador para quienes reflexionaran sobre la correlación crecimiento poblacional-recursos disponibles. Sin embargo, como indica puntualmente Carelli, la situación parece tener un giro positivo que ³descomplicaría´ la situación antes citada, cuando la citada autora afirma: ³Tal previsión ha sido puesta en duda por una corriente que gana fuerza en los estudios demográficos y que garantiza que no hay motivo para alarmarse. De acuerdo a dicha corriente, la bomba demográfica se está desarmando lentamente y la población mundial no pasará de los 7.9 mil millones de habitantes en el año 2050. De ahí en adelante, la tendencia irá en caída, de la forma más simple posible´ (Carelli, 2010: 259). Estos datos, según explica la autora consultada, implica el descenso de la tasa de natalidad, lo cual redunda positivamente en relación a dos variables: la renta per cápita y los efectos sobre el medio ambiente, resultando ambos favorecidos, con lo que toda la humanidad, aunque no en la misma proporción, saldría ganando. Respecto al otro factor señalado en líneas anteriores, la postergación del matrimonio, Karla Pesantes (2010: 41) afirma: ³un reciente estudio de la Consultora Advance muestra que el matrimonio para las ecuatorianas también llega más tarde. Hace 35 años, la edad media para casarse era de 21 años en las mujeres. Hoy es de 27, mientras que para los hombres la edad promedio es de 30´, y al referirse a los factores que impulsan esta decisión, complementa la autora: ³los motivos que arrojaron los cerca de 1.000 jóvenes encuestados en Quito, Guayaquil y Cuenca fueron principalmente la inseguridad económica, el temor a que la relación no funcione y el deseo de alcanzar logros profesionales personales´. Es decir, factores de orden totalmente personal y subjetivo, estarían contribuyendo a la desaceleración demográfica del mundo. En el enfoque malthusiano, valga mencionarlo, el crecimiento poblacional sólo podría hallar su freno en las guerras y las pestes, las cuales terminarían siendo una forma natural de evitar la catástrofe de la superpoblación. Entonces, los tiempos modernos, debido a diversos factores algo diferentes a los planteados inicialmente por este influyente economista irlandés, posibilitaron un descenso de la tasa de natalidad, tanto en los países altamente industrializados como los que todavía se encuentran en vías de desarrollo, como es el caso ecuatoriano. Conclusión
Thomas Malthus planteó hace alrededor de dos siglos una predicción negativa sobre el crecimiento de la población, y que la superpoblación humana en algún momento de la historia agotaría los recursos del planeta. Tal como van las cosas, se podría dar la razón respecto a la preocupación principal: el agotamiento de los recursos (principalmente los alimentos), que crecen en progresión aritmética, mientras que la población humana crece en progresión geométrica. Empero, revisados algunos estudios, se constata que en estas décadas son las propias personas, sin imposición de ninguna clase por el poder estatal (como sucedió y aún sucede en la República Popular China), reduce su tasa de natalidad, lo que impediría una explosión demográfica de las magnitudes predichas por los seguidores de Malthus. A este fenómeno habría contribuido decisivamente sobre todo la decisión de las mujeres de postergar la maternidad, aparejando la postergación del matrimonio tanto por las mujeres como por los varones.
Sin embargo, los estudiosos de la demografía deben estar alertas ante cualquier cambio en el comportamiento general de la población, aunque es poco probable que se dé un cambio de visión entre la población del siglo XXI, que parece optar p or su superación personal antes que por formar una familia con los rasgos distintivos de décadas y siglos pasados: matrimonios jóvenes y numerosa prole. Bibliografía
Carelli, Gabriela (2010): S alvados por las mujeres. La decisión femenina de tener menos hijos está derrumbando las previsiones de un planeta con exceso de habitantes y menos recursos. Revista Vistazo, Quito, Ecuador, Septiembre 23 de 201 0, pp. 258 y siguientes. Pesantes, Karla (2010): El matrimonio puede esperar, Revista Vistazo, Quito, Ecuador, Noviembre 5 de 2010, pp. 40 y siguientes.