Trastorno de la estructuración espacio-temporal La orient está asoc asocia iada da al espa espaci cio o perc percep epti tiv vo e incl incluy uye e orientaci ación ón espaci espacial al está esencialmente relaciones topológicas. Orientarnos significa establecer relaciones entre el cuerpo y los demás objetos para encontrar el camino. Para que podamos estructurar el espacio de forma adecuada deberemos dominar las nociones de conservación, apreciación de las distancias, reversibilidad, superficies, volúmenes, etc., por lo que se trata de un proceso de adquisición largo que se va configurando desde desde los planos planos más eleme element ntale ales s (arri (arriba, ba, abajo abajo,, dela delante nte,, atrás atrás,, cerca cerca de, grande! "asta los más complejos (derec"a#i$quierda!, dándose, en primer lugar, en la acción, y pasando posteriormente a ser representados en uno mismo, en el otro y en el espacio con los objetos, con lo que el dominio seria completo. La mayor%a de los ni&os de ' a&os dominan los conceptos básicos espaciales espaciales y la noción derec"a#i$quierda sobre s% mismo. sta misma noción la logran sobre el evaluador a los ) a&os y la posición relativa de tres objetos a los **#*+ a&os (igal, *-)e! (v/ase tabla 0.+*!. l cono conoci cimi mien ento to de estos stos conc concep epto tos s cons consti titu tuy ye un punt punto o básic ásico o en los los aprendi$ajes escolares y, por contrapartida, la no adquisición de los mismos está relacionada con alteraciones en la lectura (disle1ia! y en la escritura (disgraf%a!. 2egún 2egún algunos algunos autores, autores, la confusi confusión ón derec"a derec"a#i$q #i$quie uierda, rda, que vendr%a vendr%an n de una laterali$ación laterali$ación cerebral incompleta, ser%an las responsables responsables de los problemas en la lectura. Pero esa e1plicación es dif%cil de verificar e1perimentalmente. 3ambi/n ser%an las responsables de las inversiones de letras y números y de la escritura en espejo. Por último, el d/ficit en la organi$ación espacial tambi/n es considerado como la caracter%stica principal de las dispra1ias, trastorno que veremos a continuación. La estruc estructur turac ación ión tempo tempora rall se funda fundamen menta ta sobr sobre e los cambi cambios os que que el sujet sujeto o percibe, estando constituido este concepto por dos componentes esenciales4 el orden, o aspecto cualitativo, y la duración o aspecto cuantitativo. 5on el orden apreciamos la sucesión que e1iste entre los acontecimientos y con la duración se permite la medida del intervalo intervalo que separa dos puntos de referencia4 el principio principio y el fin de un acontecimiento. 6mbos elementos se encuentran sinteti$ados en el ritmo, el cual constituye la base de la e1periencia temporal (Poaletti, *-)b!. La evolu evoluci ción ón de la compr compres esión ión del del orden orden y la durac duración ión aconte acontece ce durant durante e los los periodos preoperatorios (de los + a los '# a&os! y operatorio (de los '# a los **# *+ a&os! y su estudio se fundamenta en los trabajos de Piaget.
l periodo preoperatorio se caracteri$a por la dificultad de establecer seriaciones cronológicas y lógicas de los acontecimientos, ya que en /l no se da ni el pensamiento reversible ni entiende la ley de la conservación. n el periodo operatorio el ni&o puede ya reali$ar las tareas lógicas que impliquen la conservación, la reversibilidad y los ordenamientos, por lo que las nociones temporales podrán ser denominadas completamente. itmo y motricidad se "allan %ntimamente relacionados en la medida en que el ritmo permite manifestarse a trav/s del movimiento y este se beneficia con /l. 7gualmente relacionados están el ritmo y la lectura al principio de su aprendi$aje, ya que este necesita la discriminación de fonemas y la transformación de estructuras visuales, distribuidas en el espacio, en estructuras auditivas, distribuidas en el tiempo. 5uando los ni&os escriben al dictado se da el proceso inverso, integrándose ambas estructuras espacio#temporales en el proceso lecto# escritor. 8uc"os ni&os normales de primero y segundo de primaria ejecutan con bastante "abilidad estructuras r%tmicas con apoyo visual, pero cometen bastantes errores cuando este apoyo se les retira (v/ase tabla 0.+0!. stos errores desaparecen rápidamente cuando se les entrena en esta actividad durante un tiempo. 6demás, se encuentran grandes dificultades en la reproducción de estructuras r%tmicas asociadas a las dispra1ias y en las deficiencias por disfunción cerebral m%nima, pero estas no son tan fácilmente susceptibles de reeducación.
Debilidad motriz ste t/rmino fue definido por 9upr/ en *-** y bajo el agrupaba un conjunto de manifestaciones4 torpe$a de la movilidad voluntaria, paraton%a (imposibilidad o dificultad e1trema para obtener una relajación activa! y sincinesias (movimientos parásitos difusos, implicando grupos musculares normalmente no afectados por un determinado gesto! que interesaban en forma desigual a aspectos motores, ps%quicos, sensoriales y afectivos, y cuya proced%a de una ralenti$ación del desarrollo de las funciones motrices, y especialmente de sistema piramidal. 3en%a, por tanto, una clara etiolog%a neurológica. Posteriormente, este t/rmino englobo un variado número de alteraciones4 corea, tartamude$, tics, de origen etc., de naturale$a muy diversa y de origen patógeno muy distinto.
n la actualidad, deben ser e1cluidos este concepto los s%ntomas neurológicos y reservar este t/rmino para el ni&o que presenta torpe$a gestual al moverse por el espacio con una movilidad intencional. La debilidad motri$ se encuentra tambi/n en ni&os de emotividad lábil que frecuentemente presentan una discreta perturbación en el esquema corporal (6juriaguerra y 8arcelli, *-)!.
Hábitos y descargas motrices :ajo este ep%grafe se encuentra un cierto número de actos motores primitivos que aparecen en los primeros a&os del desarrollo psicomotor y que puedan, en ocasiones, llegar a ser considerados patológicos. ;nos aparecen con cierto ritmo y reciben el nombre de ritmias motoras mientras que en otras esta caracter%stica está ausente, tal es el caso de algunas formas de "ábitos motores resistentes, como son el head banging, la tricotiloman%a y la onicofagia y los tics, que abordaremos brevemente a continuación4
RITMIAS MOTORAS:
Las ritmias motoras afectan sobre todo a las funciones posturales y motrices. 5omprometen e1clusivamente a la cabe$a o a la cabe$a y tronco, uni/ndosele, en ocasiones, los miembros superiores. 2on muy frecuentes en el ni&o normal y se pueden dar tanto de noc"e# #' a&os, persistiendo en ocasiones "asta los ) o *? a&os. 2on más frecuentes en ni&os "ipertónicos que en los "ipotónicos. EL HEAD BANGING:
El head banging supone un amplio balanceo acompa&ado, en cada una de sus fases, por un golpe más o menos intenso en la cabe$a con alguna superficie dura. Los padres se preocupan bastante por el da&o f%sico que puedan causarse y por el ruido molesto que producen cuando lo reali$an por la noc"e.
Puede ocurrir en ni&os perfectamente normales, con una inteligencia media y sin que se encuentre en ellos ningún rasgo psicótico. Los resultados del electroencefalograma son normales. n la población normal se da una incidencia en torno al *> por *?? en edades comprendidas entre los *- y 0' meses, siendo muc"o más frecuente en ni&os que en ni&as. stas manifestaciones suelen ir acompa&adas de ritmias y desaparecen progresivamente, pudiendo perdurar "asta los @ a&os y a veces "asta la preadolescencia.
TRICOTILOMANIA:
La tricotiloman%a se caracteri$a por la necesidad, más o menos importante, de arrancarse, tirarse de los cabellos o acariciarlos y enrollarlos. n ocasiones, la más grave, conduce a la aparición de grandes $onas peladas ya que se arrancan los cabellos a manojos y pueden incluso llegar a comerlos (tricobe$oar!. Puede e1tenderse a otras $onas4 pesta&as, cejas y, en c"icos mayores, a1ilas y pubis. n fases menos severas, es muy frecuente encontrarla en ni&os peque&os que se acarician o tiran del pelo. Puede aparecer en la adolescencia o en la edad adulta siendo más frecuente en el se1o femenino e independientemente del nivel de inteligencia.
ONICOFAGIA:
La onicofagia, o "ábito de comerse las u&as, es un fenómeno muy frecuente que reali$an entre un *? por *?? y un 0? por *?? de los ni&os en edad escolar, alcan$ando un mayor nivel a los **#*0 a&os. 9ic"o comportamiento persiste en numerosos adultos. s independiente del se1o y no tiene que ver con el nivel de inteligencia. 6parece en sujetos ansiosos, vivos y activos. 2uele ir acompa&ado de inestabilidad motora y de un fondo de tensión y ansiedad, yendo unido en ocasiones a otras descargas, como c"uparse el dedo.
Los tics Aasta finales del siglo pasado los tics no eran considerados como manifestaciones de perturbaciones psicomotrices, sino de orden neurológico. 2e trata de movimientos involuntarios, bruscos, rápidos y repetidos que afectan a un grupo o a varios grupos de músculos y no tiene utilidad. 6parece generalmente a los '# a&os y se van fijando lentamente. 2uelen ir precedidos de una necesidad, de una tensión que se libera ejecutando el tic. 6umentan con los estados de ansiedad, disminuyen cuando el sujeto esta distra%do y desaparecen durante el sue&o. 2i se reprimen originan malestar. Los tics se locali$an en diferentes partes del cuerpo4
Tics faciales: tics de parpados (gui&os y parpadeo!, tics de las pesta&as, nari$, labios (mordisqueos, muecas y succión!, de la lengua (lameteo y silbido!, frente y tics del ma1ilar. 2on, probablemente, los más frecuentes. Tics de cabeza y cuello: movimiento de negación, afirmación, saludo o rotaciones.
Tics de tronco y miembros: elevar los "ombros (normalmente un solo lado!, tics de bra$os y dedos, tic del salto (paso de polca!. Tics respiratorios: resoplidos, boste$os, sollo$os, etc. Tics fonatorios y verbales: son semejantes a las anteriores, pero van acompa&ados de ruidos diversos, silabas, palabras o frases que siempre son las mismas. Tics digestivos: tics de deglución con aerofagia, eructos y falsas ganas de ir al Báter.
s importante distinguir los tics de otros movimientos anormales que no presentan ni su brusquedad ni su aspecto es estereotipado, como son los coreicos (de carácter amorfo y muc"o más variables!, conjuratorios de obsesiones (tocar preventivamente un objeto o dar tres pasos al cru$ar el umbral!, clonias (se dan en conte1to cl%nico diferente!, espasmos faciales (con sincinesias y posibilidades de in"ibición temporal! y ritmias diversas (duran más y son menos complicadas!. 5on respecto a la personalidad de estos ni&os, esta puede adoptar dos formas distintas. ;na es la de los ni&os bien adaptados, buenos escolares, en los cuales el tic es lo único que preocupa a los padres, aunque presentan frecuentes estados de ansiedad y son e1cesivamente infantiles. La otra corresponde a aquellos ni&os inestables, distra%dos, problemáticos en clase, que no están adaptados al medio. Pueden llegar a ser agresivos y provocadores. La inteligencia es un factor que no tiene incidencia en este trastorno. s importante e1aminar el ambiente familiar en el que se mueve el ni&o porque, frecuentemente, se encuentra lleno de tensiones y e1igencias para que se controle y reprima los tics. La gravedad de los mismos va a depender del grado de tolerancia que presente la familia ante este tipo de comportamiento. n el ámbito escolar, la situación que vive el ni&o que repite tics tambi/n es muy duraC permanentemente, está e1puesto a la burla y al rec"a$o, lo cual contribuye a que se sienta tenso de forma casi constante, contribuyendo esto a perpetuar los tics. La reorgani$ación del medio familiar y escolar será, por tanto, indispensable a la "ora de plantarnos su eliminación. Para su tratamiento, "an resultado eficaces las t/cnicas de modificación de conducta y la terapia psicomotri$. La medicación "a producido escasos resultados, siendo el diacepán y la butirofenona los únicos que "an producido algunos.