REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO “LUIS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA”
EL TALLER CORAL Técnicas de Armonización para coros principiantes. Capítulo I La persona que se acerca a un coro vocacional tiene en mente un simple objetivo: cantar con otros, es decir, participar de una actividad que le permita expresarse musicalmente, en un contexto de socialización y encuentro. Este objetivo se ve muchas veces distorsionado por diversos factores. Puede ser que esta persona sea "desafinada" y no se le permita participar de la actividad. O quizá afina pero nunca cantó a varias voces y al no comprender la mecánica de la armonización vocal cante con una actitud poco musical, con principal objetivo de "no perderse". También puede suceder que el director proponga obras demasiado difíciles para el nivel de los cantantes y se genere en el grupo una sensación de culpa por no ser capaces de responder a las expectativas del director. En todos estos casos, el coro no está cumpliendo con una misión fundamental: la de servir de medio educativo, que paralelamente a la actividad recreativa de canto y a la función socializadora sirva para formar musicalmente a los cantantes.
El primer paso en este proceso educativo debería respetar el hecho fundamental de que la percepción y realización de música es ante todo una actividad cargada de fuertes contenidos emocionales. La simple actividad de cantar al unísono en grupo es un vehículo de expresión individual y de sentido de pertenencia grupal y requiere de especial cuidado en los aspectos interpretativos. Un canto machacado, aunque aparentemente sirva para reforzar el aprendizaje de aspectos rítmicos o melódicos, no cumple con su misión de expresar emociones. A partir de esa actividad de canto al unísono, el director puede encarar un proceso educativo que permitirá a los coristas comprender mejor la música que están cantando y adentrarse en ciertos aspectos técnicos de la música que les permitirán crecer como cantantes. Entre otras tantas cosas, hay
una serie de actividades que progresivamente
permitirán alcanzar estos objetivos y que nombrare a continuación.
El canto al unísono La actividad de canto al unísono (en lo posible acompañada por un instrumento armónico) obliga en primer lugar a la toma de conciencia de la diferencia de registro de las voces femeninas y masculinas y del hecho de que nuestra cultura considere a la octava como un
de su propia voz, conectarse con sus dificultades emocionales para el canto y comenzar a reconocer algunos elementos técnico - musicales que le serán de suma utilidad para el aprendizaje.
Las técnicas de armonización Cuando el cantante ha desarrollado un buen manejo del canto al unísono y puede espontáneamente analizar las canciones que canta, estará capacitado para encarar el reconocimiento de la existencia de la armonía como plano de significación musical paralelo al melódico. La tarea consiste entonces en hacerle tomar conciencia de este plano armónico, permitiéndole extraer del conjunto sonoro los acordes de acompañamiento, cantar sus bajos y usarlos para acompañar las canciones, improvisar sobre bases armónicas, explorar la relación entre los sonidos de la melodía y los de la armonía, etc. Por
medio
de
esta
actividad
se
llega
a
los
primeros
arreglos
vocales
(la
melodía acompañada por los bajos u otros sonidos de los acordes), elaborados en la clase, que pueden aportar un repertorio a dos voces al repertorio al unísono que el grupo ya tiene. Si los cantantes han desarrollado convenientemente cierta conciencia del movimiento de la melodía y reconocen el plano armónico como parte del conjunto sonoro, podrán encarar
incluyendo el disfrute de la polifonía, donde las voces se independizan rítmica y melódicamente y encarará la posibilidad de un trabajo expresivo en el que todas las voces imiten no sólo la entrada de la primera voz sino también su manera de cantar. En
este
punto
los
cantantes
estarán
preparados
para
estudiar
arreglos
corales sencillos, ya que todos los integrantes del grupo han experimentado los diferentes roles que el coro impone: saben cantar bajos, y mantener sonidos cuando cambia el acorde, pueden acompañar en paralelo a una melodía y sostener un contra-canto con conciencia del resultado armónico generado por las voces. Los primeros arreglos que el coro canta deberían tener puntos de contacto con las actividades que se han realizado en el taller. Todo el coro debería saber cantar la canción antes de encarar el estudio del arreglo. Luego, se estudiarán las partes frase por frase explicitando la función que cumple cada parte en el conjunto armónico. Si cada integrante del grupo es consciente en todo momento del sentido que tiene cantar su parte y puede escuchar a las demás voces y adaptarse a ellas, se evitará la típica falta de musicalidad que exhiben los coristas cuando han aprendido sus partes sin conciencia del conjunto. El
proceso
de
introducción
al
canto
coral
llega
entonces
a
su
fin.
El
cantante está preparado para asumir los roles fijos que el coro le impone y su crecimiento