A L
G D G A D U
Oriente de BUENOS AIRES, 08 de junio de 2010 E ∴V∴
L∴I∴F∴ VENERABLE MAESTRO QUERIDOS HERMANOS TODOS
EL SIGNO DEL GRADO DE APRENDIZ Y EL USO DE LA PALABRA
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. !traído del vangelio de "antiago
El signo del aprendiz, es un símbolo que nos recuerda en forma permanente el juramento que hicimos de no revelar los secretos de nuestra Orden, so pena de que se nos corte el cuello si incurrimos en esa penosa falta. Los símbolos son el acicate a nuestra inteligencia y están abiertos, lo cual nos indica que no debemos detenernos en la primera base que nos brinda la rancmasonería. La mano derecha cortando en cruz a la garganta, constituye una valla en la e!presi"n de forma tal que quedan preservados por arriba de ella la boca, los ojos, los oídos y el cerebro. #o voy a innovar al decir que el $igno está se%alando el control de las palabras que debemos tener en nuestras manifestaciones. &ero creo que es un deber recordarlo permanentemente dado que siempre observo, seg'n mi modesto entender, una severa falla conceptual al respecto. (uchas veces he escuchado decir que no somos un club de f)minas como respuesta al pedido del cuidado que debemos tener en las palabras y tonos empleados. &arecería ser que la calidad de hombres se e!presa ruda y selváticamente, y que la verdad de lo que tenemos que decir cobra fuerzas si le inyectamos mayor volumen, aceptando los desbordes como algo natural de la pasi"n de nuestras convicciones. *niciáticamente esto no es correcto. +Debéis +Debéis hacer de vos un hombre nuevo” , nos dicen al ingresar en la (asonería -lo conseguiremos con las viejas y detestables detestables prácticas prácticas del mundo profano /spiramos a ser constructores -conseguiremos edificar algo algo s"lido empleando medios discordantes discordantes En el libro evang)lico de 0omás, se dice: dice: “…Si alguno no ofende en palabra, éste es hombre perfecto, capaz también de frenar al cuerpo entero. He au!, ponemos freno en la boca de los caballos para ue nos obedezcan " dirigimos también su cuerpo entero. #onsiderad también los barcos: $unue son tan grandes " son llevados por impetuosos vientos, son dirigidos con un tim%n mu" peue&o a dondeuiera, seg'n el anto(o del ue los conduce. $s! también la lengua es un miembro peue&o, pero se (acta de grandes grandes cosas. )*irad c%mo un fuego tan peue&o incendia un bosue tan grande+” -1"nde se abre el Libro de la Ley al abrir los los trabajos En el evangelio de 2uan, donde dice: dice: “n el principio fue el verbo” , y yo creo y verifico la eficacia de estas palabras, creo que aquí
está el principio de todo Orden, o de todo caos. En algunos talleres se abre e l libro de la ley en el salmo 344, donde en su primer versículo dice “¡*irad cu-n bueno " cu-n delicioso es habitar los hermanos (untos en armon!a+” 5a de suyo que esto se logra comenzando por el principio, por hacer un uso correcto de la palabra. &odemos aquí citar el caso de la 0orre de 6abel, donde 1ios confundi" sus lenguas y esto deriv" en mortales enfrentamientos. Los relatos bíblicos permanentemente hacen alusi"n a la intervenci"n directa de 1ios, enviando por castigo diluvios o columnas de fuego, pero aquí bast" con da%ar el lenguaje para dejar trunca la vana pretensi"n de aquellos hombres. 7reo que no debe pasar desapercibido que las escrituras están revelando precisamente la importancia del lenguaje como factor de construcci"n o destrucci"n, y nuevamente en el Evangelio de (ateo lo clarifican o es lo ue entra en la boca lo ue contamina al hombre/ sino lo ue sale de la boca, eso es lo ue contamina al hombre”. 88.9. ::.9. , podemos apreciar en el signo del grado del aprendiz, no solo la discreci"n que debemos guardar sobre los secretos de nuestra Orden, sino tambi)n el cuidado que debemos tener en las palabras o tonos que empleamos. $i tenemos que observar una falta, ello no nos faculta para golpear verbalmente al que incurri" en ella. $i debemos decir n uestra sincera verdad, ella no debe llevar en su seno la semilla de la violencia. 5eamos lo que dice /ldo Lavagnini en +El libro del aprendiz; +< 0a escuadra debe apo"arse, seg'n nos lo indica el signo de $prendiz, sobre la ga rganta, para medir todas nuestras palabras, de conformidad con nuestros ideales " sentimientos m-s elevados, rechazando todas auellas ue no se conformen con esa medida, de manera ue nunca se hagan ellas portavoces de nuestras tendencias m-s ba(as " negativas, de nuestros errores " (uicios superficiales, de nuestros resentimientos " pasiones mezuinas, o del dominio ue la ilusi%n puede tener todav!a sobre nosotros. Debemos, asimismo, evitar toda cr!tica ue no sea realmente constructiva, " sobre todo nos permitirnos ninguna e1presi%n ue no sea inspirada por una verdadera benevolencia.; :asta aquí las palabras de este verdadero (aestro, en el sentido cabal del t)rmino, cuyas profundas palabras me permito sugerir que debemos releer permanentemente, para incorporar el espíritu bienhechor que albergan en su seno. &asando al signo gutural, o signo del aprendiz -7"mo debemos cargarlo La mano izquierda pende en forma perpendicular al costado del cuerpo, los pies deben estar en escuadra, y el signo debe estar cargado mientras se hace uso de la palabra, y se descarga inmediatamente al haber concluido la alocuci"n. $e pens" con esta postura que la forma inducía a no e !tenderse en demasía, cayendo en la verborragia. 7uando hablamos en Logia, no estamos dictando 7átedra, no estamos para provocar el lucimiento en e!tensas participaciones, no estamos leyendo una plancha con numerosas observaciones. Estamos trabajando la claridad, la objetividad y la síntesis. La falta de apego a la forma correcta de cargar el signo, provoca que la mano izquierda comience a gesticular para reafirmar los dichos, cuando a veces no se deposita en el interior del bolsillo. -= que pasa con la mano derecha /dopta cualquier posici"n, muy lejos de guardar la rectitud de la Escuadra, &iensen que en el hecho de no apelar al lenguaje gestual, se busc" que nos concentráramos en la fuerza propia que debía tener nuestra Oratoria, sin tener que apoyarla o socorrerla con ademanes. -&or que la palabra no vuelve al valle -&or qu) no hay diálogo o respuesta a los dichos de alg'n hermano 7omienzan los aprendices a hacer uso de la palabra, y luego lo h acen los hermanos de grados superiores, para finalmente recalar la palabra en Oriente. $e dijo algo en Oriente o en el valle que tal vez quisi)ramos aclarar por considerar que se nos malinterpret", pero no podemos ni debemos hacerlo. -8u) se busca con esto La pr"!ima vez que me toque hablar, tratar) de ser lo más e!plícito posible, incluso anticipándome a objeciones o despejando de antemano las malas interpretaciones que suele despertar una línea de pensamiento. Ese momento que se me concedi" para hablar, lo utilizar) de la mejor forma posible, en su má!ima plenitud. -#o nos tornará finalmente eficaces esta práctica, sinti)ndonos due%os de una facultad que carecíamos La rancmasonería no busca modelar en nosotros la forma de un sofista ni un gran Orador quiere esculpirnos como constructores a trav)s del verbo. 7uando un :ermano pide la palabra, el 5igilante suele decir +5.9. (.9. , un :.9. de mi columna desea hacer uso de las herramientas. Observemos que esas herramientas en el aprendiz son el mazo, el cincel y la regla de >? pulgadas, y que se le concede el usarlas pronunciando palabras, como una manera de indicarnos que el pulir la piedra bruta se proyecta necesariamente sobre el terreno del lenguaje.
En las tenidas, debemos observar una serie de conductas, a saber #adie puede ingresar o salir del 0emplo mientras un :.9. está haciendo uso de la palabra. $e debe hablar con el signo cargado, salvo e!cepciones autorizadas por el 5.9. (.9. , que seg'n nuestro reglamento interno queda bajo su orbita este derecho, pero en los @@.9. AA.9. no aparece esta salvedad. 1esde mi modesta opini"n, ni la trayectoria ni el haber sido un 5.9. de la Logia deberían e!imir al :.9. en cuesti"n de su obligaci"n de cargar el signo, por el alto contenido simb"lico que )ste posee. (uy por el contrario, esa trayectoria debe apuntalar a todo los ::.9. en la necesidad de tener presente el signo, y no estamos aquí para otorgar distinciones que establezcan diferencias entre los ::.9. . &or otra parte, aquellos ::.9. que más han hecho carne en sí el ideal mas"nico y con muchos a%os de trayectoria, caso del :.9. raternidad, cuando fueron invitados a descargar el signo declinaron amablemente el hacerlo. 7reo que esta es una lecci"n para todos. 7uando se hace uso de la palabra, siempre se debe dirigir hacia el 5.9. (.9. . Esto se debe a que la palabra siempre debe dirigirse hacia la verdad, y )sta tiene asiento en el Oriente. /demás, como la sabiduría emana de allí, dirigimos nuestro rostro hacia ella para recibir su ben)fico influjo. &or otra parte, es notorio que la secuencia de la circulaci"n de la palabra B5.9. (.9. C 5igilantes C :ermanosD siempre forma una escuadra, y con esto se busca internalizar en cada uno de nosotros este emblema de la rectitud. 7on todo, a pesar de las fallas se%aladas, nuestro ritual ha preservado algo primordial que pasa a veces desapercibido no es posible que nos interrumpan, como penosamente ocurre en el mundo profano. &odemos hablar hasta manifestar lo que necesitamos o debemos decir, podemos realizar nuestro modesto aporte con la seguridad de no ser interrumpidos. Las interrupciones son manifestaciones autoritarias, que lesionan el respeto que debemos tener hacia el pr"jimo que está hablando. La mayoría de las veces ocurre que nuestro interlocutor no nos está escuchando y e stá esperando su momento para comenzar con su mon"logo. #o son muchas las ocasiones en que nos sentimos escuchados en el mundo profano, pero en Logia esto se da siempre. -8ue logramos con esto nos están inculcando el oír. = el sentirnos a su vez escuchados nos da en forma paulatina la conciencia de sopesar lo que estamos diciendo. Estas virtudes se trasladan luego a todos los "rdenes de nuestras vidas, logrando instaurar en nosotros la conciencia de estar manifestando el poder de las palabras en forma constructiva, sintiendo además que los otros aprecian este don como un bien deseable. En síntesis enti)ndase que a la rancmasonería no le interesa el discurso brillante, ni atractivos ornamentos, ni mucho menos el oropel. $encillamente busca edificar en nosotros el verbo constructor, como un medio para generar orden, belleza y armonía. *niciáticamente, no somos hombres, pero estamos en camino de serlo. -8ue es lo que somos /nimales racionales, y esto es lo que debe morir en nosotros. La raz"n en manos de un animal se pone al servicio del crimen, de la bestialidad o de la hipocresía, y sobrados ejemplos hay de ello. El signo del aprendiz, y todas las derivaciones que se disparan de )l, nos brinda una herramienta para edificar un nuevo ser. :ablando del hombre como categoría del ser que nos eleva a la semejanza del que nos cre", concluyo esta plancha con los versos de un hermano nuestro $i puedes mantener intacta tu firmeza cuando todos vacilan a tu alrededor $i cuando todos dudan, fías en tu valor y al mismo tiempo sabes e!altar su flaqueza $i sabes esperar y a tu afán poner brida O blanco de mentiras esgrimir la verdad O siendo odiado, al odio no le das cabida y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad $i sue%as, pero el sue%o no se vuelve tu rey $i piensas y el pensar no mengua tus ardores $i el triunfo y el desastre no te imponen su ley y los tratas lo mismo como dos impostores. $i puedes soportar que tu frase sincera sea trampa de necios en boca de malvados. O mirar hecha trizas tu adorada quimera y tornar a forjarla con las herramientas gastadas. $i todas tus ganancias poniendo en un mont"n las arriesgas osado en u n golpe de azar y las pierdes, y luego con bravo coraz"n sin hablar de tus p)rdidas, vuelves a comenzar. $i puedes mantener en la ruda pelea alerta el pensamiento y el m'sculo tirante para emplearlo cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que te d ice que sigas adelante.
$i entre la turba das a la virtud abrigo $i no pueden herirte ni amigo ni enemigo $i marchando con reyes del orgullo has triunfado $i eres bueno con todos pero no demasiado = si puedes llenar el preciso minuto en sesenta segundos de un esfuerzo supremo 0uya es la tierra y todo lo que en ella habita y lo que es más importante... serás un hombre, hijo mío.... 2oseph @udyard Fipling, (as"n 1ebemos poner proa en direcci"n a estos versos, y la rancmasonería habrá anidado en nuestro coraz"n. 0al vez nos lleve toda la vida, o qui)n sabe si podemos alguna vez cristalizarlos, pero el esfuerzo que habremos puesto en ello, jamás habrá resultado en vano. :abremos dejado este mundo en un estadio del ser que será superior al que habíamos traído. = si nos sorprende la muerte física, que nos encuentre empe%ados en el ejercicio de tan noble tarea. Es mi palabra, 5.9. (.9.
2uan 7arlos 5aschetto @aumsol