EL SENTIDO
COMÚN
EN LA ECONOMÍA
TEXTOS DE LECTURA PARA UNIVERSITARIOS LATINOAMERICANOS
Octava edición actualizada para América Latina
HERNÁN ECHAVARRÍA ÜLÓZAGA
Edición Especial - 2006 ©Colegio de Estudios Superiores de Administración - CESA © Hernán Echavarría Olózaga Permitida la reproducción parcial o total de éste libro. Diseño de carátula: Ana Cristina Múnera R. - Múnera Editores Coordinación editorial en ésta edición: Múnera Editores. Impresión y encuadernación: Gente Nueva Editorial. ISBN: 958-982-486-1 Impreso en Colombia. Printed in Colombia
CONTENIDO
XV
Introducción CAPITULO
1
ÜRGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 1. 7 1.8 1.9 1.1 O 1.11 1.12 1.13 1.14 1. 15 1.16 1. 17 1.18 1.19 1.20 1.21 1.22 1.23 1.24 1.25
El sistema de producción El nivel de vida Los factores de producción Aprovechamiento pleno de los factores de producción Los factores de producción son limitados Naturaleza de la producción Cómo opera la limitación de los factores de producción Subdivisión social La protección de los gremios Los derechos gremiales La demanda de las empresas Organización de la producción Empresarios y capitalistas La formación de la empresa La eficiencia en la producción Más sobre la eficiencia en la producción Mano de obra, capital y eficiencia Aumento de la producción con capital Inmigración y eficiencia La empresa privada y la inversión La importancia del empresarismo Quiénes son los empresarios La utilidad como incentivo Concepto de utilidad marginal Economía en expansión
3 5 5 6 7 8 9 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 25 26 28
El sentido común en la economía
CAPtTm.o 2 FoRMACIÓN DE LA RENTA NACIO~AL
2.1 2.2 2.3
2.4 2.5 2.6 2.7 2.8
2.9 2.10 2.11
2.12 2.13
2.14 2.15
2.16 2.17 2.18
2.19 2.20 2.21 2.22 2.23
2.24 2.25 2.26 2.27
La renta nacional Renta de particulares y renta de empresas Distribución de la renta de las empresas Estructura de la renta nacional Producción y demanda Una economía de expansión Incentivos bajos y salarios bajos Renta nacional y medio circulante El dinero sí es riqueza para el particular El dinero no es riqueza para la comunidad El dinero internacional sí es riqueza para la comunidad De dónde sale el dinero Funciones del Banco Central Encaje de los bancos comerciales Los billetes y los bancos Los bancos comerciales y el público Expansión bancaria Limitación de los bancos comerciales El sistema bancario comercial Detalle de la contracción monetaria Las reservas del Banco Central Los préstamos del Banco Central al gobierno Límite a los préstamos del Banco Central Estabilidad del sistema bancario Los bancos oficiales Resumen: el dinero La velocidad de la circulación
31 32 33 34
37 38
39 39 40 41 41 44 45 46 47
49 49 50 51 52 54 55 55 56 57 58 59
CAPfnrw 3 DISTRIBUCIÓN DE LA CAPACIDAD PRODUCTORA
3.1 3.2 3.3 3.4
Bienes de producción y bienes de consumo Mecanismo de capitalización Capitalización social y capitalización privada Subdivisión del poder de compra vi
63 64 66 67
Contenido
3.5 3.6 3.7 3.8 3.9 3.10 3.11 3.12 3.13 3.14 3.15 3.16 3.17 3.18 3.19 3.20 3.21
El famoso error de 1930 Ilustración de la circulación La crisis del consumo Los gastos compensatorios Excesivo poder de compra Inflación Ventajas sociales de la capitalización La parábola del banano Significado social de la capitalización privada Crecimiento del equipo de producción por capitalización Capitalización y desempleo Los consumos suntuarios El suplicio de Tántalo Efectos de la concentración de capital Efectos de la dispersión de capital Métodos de capitalización Efectos de la capitalización
68 69 70 72 73 74 75 76 77 78 80 81 82 83 84 85 86
CAPfTULO 4 Los MERCADOS Y EL PODER DE COMPRA
4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 4.10 4.11 4.12 4.13 4.14 4.15 4.16
La ley de la oferta y la demanda El mercado El sistema de precios Precios y producción Interferencias con el sistema de precios El precio justo Los precios y el consumidor Casos ilustrativos Precios y nivel de vida Los monopolios Posibilidad de evitar los monopolios La competencia El intermediario La elasticidad de los precios Mecanismo de la inflación y la reactivación La carestía de la vida vii
91 92 93 95 96 97 98 98 99 100 101 102 103 104 104 105
El sentido común en la economfa
4.17 Consecuencias de la inflación 4.18 Control de precios 4.19 Racionamiento y control 4.20 La cuestión del mercado y la perestroika 4.21 Congelación del poder de compra 4.22 El remedio fundamental 4.23 El Fondo Monetario Internacional 4.24 Inflación de capitalización 4.25 Limitación del crédito 4.26 El crédito y el ahorro 4.27 El crédito gubernamental y el consumidor 4.28 Efectos de la inflación 4.29 Quiénes hacen la fuerza 4.30 La deflación
CAPíTIILO
106 107 108 109 110 111
112 114 115 116 116 117
118 119
5
CoMERCIO EXTERIOR
5.1
5.2 5.3 5.4
5.5 5.6 5.7
5.8 5.9 5.1 O 5. 11 5.12 5.13 5. 14 5.15 5.16 5. 17 5.18 5.19 5.20
Vender para vivir El desarrollo económico y los dólares ¿Qué podemos vender? Poder de compra externo e interno Demanda de dólares Propensión a importar Las bases del intercambio Precios internos y exportación El café como producto de exportación La prohibición de las exportaciones La balanza de pagos La tasa de cambio Inflación y tasa de cambio La tasa de cambio en desequilibrio El control de cambios Tasa de cambio y costo de vida Cómo se suceden las cosas Efectos económicos del control de cambios La deformación del equipo de producción Conveniencia de la tasa de cambio real
\'111
123 124 124 126 127 128 .129
129 130
131 132
133 134 135
136 137 138
139 140 141
Contenido
5.21 5.22 5.23 5.24 5.25 5.26 5.27 5.28 5.29 5.30 5.31 5.32 5.33 5.34
Cupos de importación Cupos y planificación Cupos y desarrollo industrial Un sistema de cambios razonable Gravámenes a las importaciones El control de cambios y la redistribución de la renta nacional El papel de los importadores Obstáculos a las importaciones La importación de artículos de lujo Verdaderas razones para el control de c:ambios Exportar urgentemente Subsidios de las exportaciones La devaluación y las exportaciones La globalización de la economía CAPITUI.O
Los
6.1 6.2 6.3 6.4 6.5 6.6 6.7 6.8 6.9 6.10 6.11 6.12 6.13 6.14
142 143 145 146 147 148 148 149 150 151 152 153 153 154
6
IMPUESTOS
El sistema impositivo, base de toda democracia ¿Impuestos a las empresas o a los particulares? Naturaleza de los gastos públicos Subdivisión de los gastos públicos Efectos económicos de los impuestos Los impuestos y la nivelación social El gargantúa Clasificación de los impuestos Impuesto de renta Incidencia del impuesto de renta: incentivo Incidencia del impuesto de renta: capitalización Impuesto de renta a las empresas Impuestos al consumo Impuesto de emisiones y complementarios CAPITULO
159 160 161 162 164 155 166 168 169 170 171 172 173 174
7
ELEMENTOS DE DESARROLLO ECONÓMICO
7.1 7.2
Qué es desarrollo económico Cómo salir de pobres ix
179 180
El sentido común en la economía
7.3 7.4 7.5 7.6
7.7 7.8 7.9 7.10 7.11
7.12 7.13 7.14 7.15 7.16
7.17 7.18 7.19 7.20 7.21 7.22 7.23 7.24 7.25 7.26
7.27 7.28 7.29 7.30 7.31 7.32 7.33 7.34 7.35 7.36
7.37 7.38 7.39 7.40
Política oficial de fomento El progreso legislado La cuestión del empleo Las leyes del progreso económico El incentivo a trabajar La clase dirigente y el progreso económico El mecanismo de la empresa privada Debilidad del espíritu empresarial Condiciones para la inversión La parábola del pozo Expansión y estratificación El factor estabilidad Empleo de la clase dirigente Más sobre la clase dirigente El incentivo a invertir y el presupuesto El incentivo a invertir y la tierra La tierra como primera inversión Ahorro, acumulación e inversión Acumulaciones que produce la inversión La renta de la tierra Más sobre la teoría de la renta La acumulación de riqueza en tierras El acaparamiento de la tierra La esterilización de la tierra La esterilización de la clase dirigente La tierra en otras latitudes Fomento agrícola con crédito La estabilidad de precios de los productos agrícolas El consumidor y los precios mínimos El fomento a la agricultura Incidencia del impuesto a la tierra Conveniencia del impuesto a la tierra La tierra suburbana El tributo al dueño del lote Justificación de la propiedad privada en la tierra El problema demográfico La tasa de crecimiento demográfico El marxismo y el problema demográfico
X
181 182 183 184 186
187 188 189 189 190 191 192 193 195 196
197 198 199 200 201 203 204 205 206
207 208 209 210 211 212 213 214 215
216 217 218 218 219
Contenido CAPfTULO
8
PROBLEMAS DE LA INTERVENCIÓN ESTATAL
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
La intervención estatal La razón de ser de la intervención La cuestión fundamental Efectos de la intervención estatal Perjuicios de la intervención Libertad económica y libertad política Un esfuerzo económico social Un costo económico de la sociedad La intervención y la mayor carga social ¿Quién hace el esfuerzo económico? El ahorro y el crecimiento del equipo de producción Obras públicas y formación de capital Obras públicas y destrucción de capital La deuda pública no es capital social Los recursos de las cajas de ahorros Las inversiones forzosas Acción anticapitalizadora Las empresas estatales La intervención en la distribución y su costo social El gremio intermediario y la intervención El costo de la burocracia en la distribución Resumen de la intervención en la distribución Normas indispensables de intervención La prestación de servicios Contabilización del costo social de la intervención Modelo para la intervención en la distribución Resumen: la teoría de la intervención Los peligros de la intervención Las décadas perdidas La cuestión del mercado La acumulación de capital CAPiTITLO
223 224 225 226 227 228 229 231 233 234 234 235 237 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 252 253 254 259
9
DESARROLLO INDUSTRIAL
El proceso de industrialización xi
261
El sentido común en la economía
9.2 9.3 9.4 9.5 9.6 9.7 9.8 9.9 9.10 9.11 9.12 9.13 9.14 9.15 9.16 9.17 9.18 9.19 9.20 9.21 9.22 9.23 9.24 9.25 9.26 9.27 9.28 9.29 9.30 9.31 9.32 9.33 9.34 9.35 9.36 9.37 9.38 9.39 9.40
Requisitos para la industrialización La urbanización en los paises latinoamericanos La agricultura y las exportaciones El costo de la industrialización La entidad en funcionamiento El concepto de la unidad económica El dumping La teoría del menor costo Precios internos y precios externos La clave del problema arancelario El caso de los paises subdesarrollados Justificación de los impuestos de importación Los altos precios internos La apertura Altas utilidades de los industriales Naturaleza del servicio del empresario El Estado productor La privatización La tasa de interés y la industrialización El rendimiento del capital El Estado y la capitalización El Estado y el rendimiento de capital La destrucción de capital Limitación de la industrialización ¿Es la autarquía posible? La sustitución de importaciones Industrias clave La pirámide del desarrollo Un ejemplo de la pirámide del desarrollo Industrialización alocada Industrialización planificada Peligros de los impuestos de aduana Derechos de aduana bajos Extensión geográfica y desarrollo económico La integración andina El comercio interzonal La política intervencionista y la integración Industrialización vs. agricultura Mercados complementarios
xii
262 263 264
265 266
267 268 268 269 270 270 271 272 273 274 275 276 276 277 278 279 280 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 293 293 294 295 296 297 297
Contenido
9.41 La industria, base de la agricultura moderna 9.42 La industria valoriza el trabajo nacional 9.43 Efectos internacionales de la industrialización 9.44 El Going Concem 9.45 Por qué el mercado común
ABREVIATURAS A.L. ART., ARTS. Banrepública BCH B.M. Carta Circ. Cas. CAV.
c.c.
CCA C.Co.
C. E. CERT Circ. Circ. Ext. Circ. Gral. Circ. P.
C. N. Conc.: Con pes Cpto. Cpto. Gral. Cpto. Unlf. CPC CPP CSJ CTCP
D. DANCOOP DANE DDI
D. E. Decis. DGAN DGIN DIAN
D. L. D.Leg. DNP D.O.
Acto Legislativo Articulo, Articules Banco de la República Banco Central Hipotecario Banco Mundial Carta Circular Casación Corporación de Ahorro y Vivienda Código Civil Código Contencioso Administrativo Código de Comercio Consejo de Estado Certificado de Reembolso Tributario Circular Circular Externa Circular General Circular Postal Constitución Nacional Concordancia Consejo Nacional de Polftica Económica y Social Concepto Concepto General Concepto Unificado Código de Procedimiento Civil Código de Procedimiento Penal Corte Suprema de Justicia Consejo Técnico de la Contadurfa Pública Decreto Departamento Administrativo Nacional de Cooperativas Departamento Administrativo Nacional de Estadistica Dirección Distrital de Impuestos Decreto Extraordinario Decisión Dirección General de Aduanas Nacionales Dirección General de Impuestos Nacionales Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales Decreto-Ley Decreto Legislativo Departamento Nacional de Planeación Diario Oficial
xiii
298 299
300 302 302
El sentido común en la economía D.R. DTF E.F. E. T. Exp. Fen FMI G.J. IAPC IASC ICBF ICFES IFAC IFI inc. lncomex IPC iVA JAL JCC J.D. Banrepública J. y D. l. l.E. Ut. LO. M.P. N2 Ofl. OIT PAAG PEPS PUC Res. R.F. ss. Superbancaria Supercambios Superlndustria Supersociedades Supervalores T. Tim. UEPS UPAC UPC V.
Decreto Reglamentario Tasa Promedio de Captación Estatuto Rnanciero Estatuto Tributario Expediente Financiero Energética Nacional Fondo Monetario Internacional Gaceta Judicial Comité de Prácticas Internacionales de Auditarla Comisión de Normas de Contabilidad Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior Federación Internacional de Contadores Públicos Instituto de Fomento Industrial Inciso Instituto Colombiano de Comercio Exterior Índice de Precios al Consumidor Impuesto al Valor Agregado Juntas Administradoras Locales Junta Central de Contadores Junta Directiva del Banco de la República Jurisprudencia y Doctrina ley ley Estatutaria literal Ley Orgánica Magistrado Ponente Número Oficio Organización Internacional del Trabajo Porcentaje de Ajuste del Año Gravable Primeros en entrar, primeros en salir. Plan Único de Cuentas Resolución Retención en la Fuente Siguientes Superintendencia Bancaria Superintendencia de Cambios Superin.tendencia de Industria y Comercio Superintendencia de Sociedades Superintendencia de Valores Tomo Timbre Últimos en entrar, primeros en salir Unidad de Poder Adquisitivo Constante Unidad de Pago por Capitación Véase
xiv
INTRODUCCIÓN
Este no es un tratado de ciencia económica. Es solamente una explicación de los problemas más corrientes que el hombre de la calle encuentra en este campo. Estos problemas, a pesar de su sencillez, requieren cierta técnica de análisis para evitar que se llegue a conclusiones erróneas y, a veces, absurdas. Es el caso, en cierto modo, de la fábula hindú de los seis ciegos y el elefante. Seis ciegos se pusieron a examinar un elefante por primera vez. Uno le tocó un costado y dijo: "Creo que es un muro". Otro le tocó la trompa y exclamó: "Es una culebra". El tercero le tocó la rodilla y afirmó: "Me parece que es un árbol". Y el cuarto, quinto y sexto le tocaron el colmillo, la oreja y la cola, que les parecieron respectivamente una lanza, un abanico y una cuerda. En el análisis de los problemas económicos la experiencia individual de la persona puede servirle algunas veces, no siempre, para llegar a conclusiones acertadas. Una persona inteligente intuye, por experiencia personal. la ley de la oferta y la demanda. Si no sabe, al menos presiente que a mayor precio menor demanda, por ejemplo. También, que si una empresa gana más tiende a producir más. Todas estas son cosas casi de sentido común y ellas pertenecen a lo que los economistas llaman la microeconomía, o sea lo que se refiere al comportamiento económico de las personas o de las empresas. esto es, de las unidades de producción.
X\'
El sentido común en la economía
Pero hay ciertos problemas económicos para el análisis, de los cuales la experiencia individual por sí sola no es suficiente. A éstos se aplica el ejemplo de la fábula hindú de los seis ciegos y el elefante. Su análisis requiere una visión del conjunto económico, pues de lo contrario se llega a conclusiones absurdas. Por ejemplo, una persona puede ser muy inteligente e ilustrada y, a pesar de ello, no comprender las implicaciones sociales del mecanismo económico. Puede darse el caso, por ejemplo, de un eminente banquero y hombre de negocios que no entienda por qué el crédito al público tiene que ser, necesariamente, limitado. Dirá, a lo mejor: "Si a mr me conceden crédito desarrollo mis negocios, luego si a todos los hombres de negocios se les da más crédito, todos ellos podrán, a la vez, crear nuevas empresas". Pero esto no es así. En determinadas circunstancias, el crédito simultáneo para todos sólo conduce a la inflación. Un eminente político puede argüir: "Si tengo más dinero podré comprar más cosas, luego, si todo el pueblo tiene más, todos estarán también en posibilidad de adquirir más cosas, elevando asr su nivel de vida". Por desgracia, esto tampoco es siempre así. En determinadas condiciones, más dinero en poder del público sólo conduce a precios más elevados y a la inflación. Estos fenómenos, para los cuales se requiere un análisis de conjunto, son el campo de la macroeconomia. En el caso de los ciegos y el elefante, las seis personas que examinaban el elefante por partes eran microeconomistas. El que vino después, quien no era ciego y, por tanto, podía apreciar que se trataba de un elefante, era un macroeconomista.
Libre empresa y empresa privada Esta obra se publicó por primera vez en 1958. Su octava edición ha sido reformada y adaptada a las condiciones actuales de la economía. En las primeras ediciones se usó la expresión empresa privada para designar el sistema de economía de mercado, sistema que rige en la parte del mundo que llamamos occidental. Esta expresión se empleó en lugar de libre empresa, pues cualquier mención de libre empresa podría interpretarse como libertad para las empresas de hacer de su capa un sayo. xvi
Introducción
Pero libre empresa no quiere decir esa libertad anárquica para que las empresas obren como quieran. Libre empresa quiere decir la libertad que tienen los particulares para establecer empresas; para organizar la producción de cualquier artrculo o servicio y atender la demanda del consumidor; libertad para contratar trabajadores, comprar materia prima, hacer gastos de toda clase y luego vender lo producido. Ésta es una libertad que reconocen Jos países llamados occidentales, libertad que se ejerce dentro de las normas trazadas por el Estado. Libertad que no reconocen Jos parses marxistas de régimen socialista, en Jos cuales sólo el Estado puede establecer empresas. Las expresiones libre empresa y empresa privada son a veces intercambiables, pero no significan exactamente Jo mismo. Resulta que, generalmente, en el sistema de libre empresa, las unidades de producción, las empresas, pertenecen a los particulares y por eso se puede decir que la libre empresa conduce a la empresa privada. Sin embargo, en el régimen de libre empresa también puede haber empresas estatales, operando al lado de las privadas, las dos atendiendo al mercado. En este trabajo preferimos la expresión empresa pn"vada, pero en las ocasiones en que nos parece más apropiado utilizamos libre
empresa.
De la importancia del tema Por razones filosóficas y geográficas, América Latina está comprometida en un régimen de libre empresa, en gran parte de empresa privada. A menos que las circunstancias cambien mucho, éste será el régimen bajo el cual habrá de vivir y desarrollarse el continente. En un régimen de esta naturaleza son los particulares los llamados a atender las necesidades de la comunidad. En un sistema democrático de libre empresa puede ser que el Estado se encargue de la producción de muchos artículos y de la prestación de servicios, pero la mayor parte de los artículos y de los servicios producidos tienen que ser suministrados por la empresa privada. De allí que el bienestar económico de la sociedad dependa de la actividad empresarial de Jos particulares.
xvii
El sentido común en la economía
En el sistema de producción marxista, el Estado se encarga de llevar a cabo toda la producción; luego los servicios de la empresa privada no son necesarios. En este trabajo se asume que el sistema que hemos adoptado es el de libre empresa, en el cual el Estado tiene un papel muy limitado en la producción y, por tanto, las consideraciones que se hacen parten de ese postulado. Las implicaciones, ventajas, desventajas y el mecanismo del sistema de empresa privada no son fáciles de apreciar. El sistema comunista es mucho más fácil de comprender: el Estado es el dueño de todo el equipo de producción, los particulares trabajan en el puesto que a cada cual se le asigne y reciben su remuneración del Estado; con esta remuneración compran lo que el equipo estatal produce. En la empresa privada el equipo de producción pertenece a los particulares, y son éstos los que dan trabajo y pagan los servicios de trabajadores y empleados. ¿De dónde sale el dinero? ¿Quién lo crea? ¿Por qué a veces suben los precios en forma tan inexplicable? ¿Cómo compaginar los intereses del consumidor, quien quiere precios bajos, con los del productor, quien dice que si los precios no suben ellos no pueden producir? ¿Por qué el Estado no logra, por medio de leyes, que los ricos sean menos ricos y los pobres menos pobres? ¿Cuál es la función del capital? ¿Cómo se puede hacer para que la acumulación de éste favorezca al consumidor, perteneciendo el capital a los empresarios? ¿Qué razones hay para que el Estado permita la acumulación privada de capital? Todas estas preguntas son difíciles de contestar; las respuestas a ellas no son en modo alguno obvias. Sin embargo, si un país ha de vivir con el sistema de empresa privada, y si su economía ha de desarrollarse con él, todas estas preguntas deben estar claras en la mente de todos los ciudadanos, o al menos en la de la clase políticamente dirigente. El problema político latinoamericano radica, en gran parte, en que la clase dirigente no entiende bien el sistema de empresa privada. El sistema es necesario, no puede ser descartado sin graves consecuencias; sin embargo, no se cree en él, o al menos se Jo considera imperfecto e injusto. Así, las corrientes del pensamiento político y económico xviii
Introducción
aparecen contrapuestas, y el resultado es el atraso y el desorden económico e institucional. Hasta 1987, existía la propuesta del socialismo como un sistema alterno al capitalismo, pero desde que el mundo se enteró, por declaraciones de los mismos jerarcas comunistas, de que el sistema socialista no era viable, no tenemos esa alternativa. Al menos no es una alternativa racional, puesto que si no resultó viable en Rusia, país con toda clase de recursos naturales y humanos, después de 75 años de haber sido impuesto por un régimen férreo, ¿qué posibilidad hay de que tenga éxito en nuestros países? El comunismo no ha resultado ser un sistema viable en ninguna parte, porque elimina el mercado como ordenador de la producción, sustituyéndolo por la planeación central. En la práctica, la ordenación de la producción centralizada y planificada fue ineficiente. Dio como resultado el empobrecimiento de los paises comunistas que lo adoptaron. Éstos ahora hacen esfuerzos por restablecer los mecanismos del mercado y están encontrando que ello sólo es posible si restablecen la propiedad privada.
De la exactitud Para que sea exacto, todo argumento económico debe ser completo. Esto quiere decir que debe prever todas las excepciones, casos especiales, etc. He aquí la razón por la cual todos los libros que tratan de explicar los fenómenos económicos suelen ser largos, pesados y difíciles. Desgraciadamente, al tratar de simplificar se tienen que dejar incompletos muchos argumentos. De ahí puede resultar una inexactitud relativa. Por ejemplo, con respecto a la teoría cuantitativa de la moneda, si se dice que los precios suben en proporción a la cantidad de dinero en circulación, se comete una inexactitud relativa. Todo el mundo sabe que la teoría cuantitativa no es tan sencilla como puede creerse, que xix
El sentido común en la economía
son más de una las distintas circulaciones monetarias, etc. Pero eso no obsta para que, grosso modo y en forma de tendencia, esta vieja teoría sea cierta y comprobada dolorosamente en la práctica, y que todas las inflaciones conocidas hayan sido el resultado del aumento inmoderado de la circulación monetaria. Los diagramas aquí utilizados sólo pueden considerarse como una aproximación a la verdad, como habrla de verse. por ejemplo, la representación en un solo plano de una figura tridimensional. Pero aun asl. estos diagramas son importantes, pues llevan a la mente la idea visual del mecanismo económico. Al mirarlos hay que pensar que se trata de como quien dice y nada más. Todo el material empleado en el análisis económico pertenece al conjunto de la doctrina económica, tal como se enseña en el mundo occidental. No hay, pues, aquí nada original, salvo la forma de presentación.
De la limitación del tema El tema ha sido limitado estrictamente a los problemas económicos. Pocas referencias encontrará el lector a problemas filosóficos y culturales, ya que de lo que se trata principalmente es de hacer una descripción escueta del sistema económico de libre empresa y de mercado. Es indiscutible que la riqueza material no garantiza la felicidad de la comunidad y que el ansia infinita de los bienes de consumo modernos puede degenerar en ordinariez. Pero también es verdad que sin contar con los elementos básicos para la vida, sin los comúnmente llamados bienes-salarios, esto es, los alimentos, el vestuario y la vivienda, el país no puede desarrollar sus valores culturales. Aquí no se trata de equiparar los valores materiales y los espirituales, sino de señalar cómo se puede lograr el mejor resultado del esfuerzo económico dentro del sistema de libre empresa y de mercado. También se intenta demostrar que éste es un sistema voluntario. indispensable para la existencia de las libertades polfticas y personales y que la alternativa no es a medias: se acepta la libre empresa con todas sus consecuencias o es la ordenación centralizada de la producción, impuesta por una dictadura marxista. X.'l(
Introducción
De la organización del tema
Cada capítulo está dividido en secciones. Las secciones son muy cortas y en cada una sólo se estudia un tema limitado. De este modo se trata de obtener una mayor claridad, dejando el tema concluido, antes de que el lector se canse y deje el libro. Esta forma de presentar los temas tiene ventajas y desventajas. Se la ha adoptado aquf para evitar lo que sucede en todos los libros de economía: el argumento va haciéndose gradualmente tan elaborado y complicado que solamente las personas con conocimientos económicos pueden seguirlo. En cada sección el lector tiene que soportar con paciencia la forma escueta y limitada como se trata el tema, esperando que las partes importantes omitidas sean ampliadas en otras secciones. Lo que aquf se dice se aplica principalmente a los países más subdesarrollados de América Latina. En algunas secciones se repiten leyes y observaciones ya conocidas del lector. Éste habrá de perdonar tales repeticiones, teniendo en cuenta que ellas son tan fundamentales, que es, desde todo punto de vista, necesario recordarlas. Perdonará además el lector que en las primeras páginas se traten temas un tanto elementales. Como quiera que la obra es de divulgación, exenta de pretensiones académicas, era necesario tratar aquf todos los temas, aun los más elementales, antes de pasar a cosas de mayor complicación y trascendencia. La moneda
En los ejemplos numéricos se usa el peso, por ser esta la moneda más común en América Latina, pero, sea una u otra la moneda, los ejemplos no se alteran. El autor Bogotá, D. C., octubre de 2002.
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CAPfTULO
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ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 l. 7 1.8 1.9 1.1 O 1.11 1.12 1.13 1.14 1.15 1.16 1.17 1.18 1.19 1.20 1.21 1.22 1.23 1.24 1.25
El sistema de producción El nivel de vida Los factores de producción Aprovechamiento pleno de los factores de producción Los factores de producción son limitados Naturaleza de la producción Cómo opera la limitación de Jos factores de producción Subdivisión social La protección de Jos gremios Los derechos gremiales La demanda de las empresas Organización de la producción Empresarios y capitalistas La formación de la empresa La eficiencia en la producción Más sobre la eficiencia en La producción Mano de obra, capital y eficiencia Aumento de la producción con capital Inmigración y eficiencia La empresa privada y la inversión La importancia del empresarismo Quiénes son los empresarios La utilidad como incentivo Concepto de utilidad marginal Economía en expansión
3 5 5 6 7 8 9 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 25 25 25 26 28
CAPfTULO
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ORGANIZACIÓN DE LA PRODUCCIÓN
1.1
El sistema de producción
Si fuéramos a observar desde un avión o desde el punto más alto de una montaña el sistema de producción de una sociedad cualquiera, en forma tal que pudiéramos apreciar todo su conjunto, veríamos campos cultivados, fábricas, ferrocarriles y carreteras, edificios y almacenes, numerosos vehículos transitando de un sitio a otro y, lo más significativo de todo, multitud de hombres y mujeres desempeñando toda clase de tareas. Unos trabajando en los campos; otros operando máquinas en las fábricas o manejando transportes. Otros sentados ante escritorios dirigiendo y controlando las tareas de los que trabajan en las fábricas. en los campos y en los transportes. Pero podrramos ver también a muchos prestando servicios a otros miembros de la comunidad: médicos, abogados, artistas, dependientes de almacenes, sirvientes personales y de restaurantes, etc. Estos últimos no estarran dedicados a producir cosas y artículos. sino a prestar servicios que hacen más fácil y cómoda la vida de sus conciudadanos. Podrfamos ver que la producción se transporta de los campos y de las fábricas a los mercados públicos o a los almacenes. donde estarfan congregados los consumidores para adquirir todo lo deseado. La descripción no quedaría completa si no se mencionara el sector público, las personas encargadas de los servicios que presta el Esta3
El sentido común en la economía
do: policía y ejército, maestros, trabajadores hospitalarios, etc. Todos estos estarían atendiendo las necesidades colectivas de la comunidad y, por tanto, también produciendo servicios. Ese conjunto de personas que operan equipos para producir y distribuir toda clase de cosas y los profesionales que prestan servicios se llama el sistema de producción o el equipo de producción. Como se anotó, los profesionales no producen cosas pero sí servicios. A la vez son consumidores de artículos y servicios que otros producen. Luego, en todo sentido, forman parte del sistema de producción de la comunidad. Ahora, el equipo de producción no surge espontáneamente del conglomerado social, como podría creerse. El equipo de producción es una creación deliberada, resultado de la capacidad técnica y administrativa de la población del país. fruto de su imaginación y energía. Si su población no dispone de estos atributos, el país no puede contar con un equipo de producción eficiente que satisfaga adecuadamente las
necesidades de la comunidad. 1.2 El nivel de vida Se afirma que un país es materialmente rico, que tiene un alto nivel de vida, cuando sus habitantes disponen de muchas cosas útiles: comida, vestidos, casas, automóviles, neveras, etc. Las riquezas naturales por sí solas no garantizan el alto nivel de vida del país. Éste puede ser muy rico en potencia y en realidad ser pobre. Puede, por ejemplo, tener mucho petróleo bajo tierra, pero si no lo sabe extraer, de nada le sirve. Su tierra puede ser muy rica, y si no está en posesión de la técnica para cultivarla, no tendrá alimentos en abundancia. Para que el consumidor se beneficie de ellas, las riquezas naturales deben ser elaboradas y estar listas para el consumo. El dinero, visto en conjunto, no es riqueza para el país, pues sólo sirve para que unos habitantes compren cosas de otros (ver 2.1 O). La sola existencia de dinero, de medio circulante, no garantiza que el país tenga bienes de consumo: comida, vestuario, automóviles, neveras, 4
Organización de la producción
etc. El dinero permite que estas cosas, ya existentes, pasen de una mano a otra, pero el dinero en sr no remplaza la falta de esas cosas. Por tanto, no es posible elevar el nivel de vida si no se aumentan las cosas y los servicios que requiere el consumidor. El mejor gobierno, con la mayor y mejor voluntad, no puede decretar el mejoramiento del nivel de vida. Puede, sí, efectivamente, decretar el aumento del dinero en poder del público (ver 3.9), pero si las cosas y los servicios no aumentan y mejoran, el nivel de vida permanece inalterable: se cuenta con las mismas cosas de antes para satisfacer mayor demanda. El aumento del dinero en poder del consumidor sólo produce un alza de precios, puesto que hay más dinero para comprar la misma cantidad de cosas de antes.
1.3
Los factores de producción
Los economistas reconocen tres factores o recursos necesarios para la producción de riqueza: • • •
Tierra Mano de obra Capital
La tierra comprende todos los recursos naturales: tierras, minas, aguas. etc.
La mano de obra incluye a los asalariados y jornaleros, a los técnicos y a los administradores. El capitallo integra todo el equipo de producción acumulado: maquinaria, herramienta, etc. Los billetes y los saldos en los bancos no son capital, socialmente hablando, desde el punto de vista de la comunidad entera. Puede haber otros elementos importantes para la producción, tales como vías de comunicación, etc., pero todos ellos, por razones de conveniencia, se agrupan en estos tres factores: tierra, mano de obra o capital. 5
El sentido común en la economía
Equipo de producción Rgura 1
La producción se genera mediante la combinación eficaz y racional de estos tres factores, y la organización productora se llama equipo de producción o sistema de producción. El equipo de producción es una gran máquina que rinde producción. Con un equipo pequeño, sólo es posible una producción pequeña; con un equipo mayor, la producción es más considerable. En ocasiones podemos referirnos a los factores de producción como recursos de producción, y el significado es el mismo.
1.4 Aprovechamiento pleno de los factores de producción Se dice que un factor de producción está en empleo o aprovechamiento pleno cuando todo el factor se utiliza y no es posible aumentar el tamaño del equipo de producción:
Figura 2
6
Organización de la producción
Todos los tres factores (tierra, mano de obra y capital) están totalmente ocupados, como lo demuestra la parte sombreada de la figura 2. No hay aprovechamiento pleno cuando parte de los factores está sin utilizar (ver figura 3).
Figura 3
Entonces se dice que hay desempleo o crisis. Este desempleo no ocurre de manera uniforme en todos los factores sino que, por el contrario, suele presentarse en forma desigual o por partes. Unos factores se agotan primero que otros, y hay algunos que nunca llegan a estar plenamente utilizados. En Colombia, el factor tierra es, casi se puede decir, ilimitado. Pero la tierra plana, buena y accesible, no lo es. Entonces, al haber pleno aprovechamiento, ésta no tarda en agotarse. Igual cosa sucede con la mano de obra. El país tiene mano de obra sobrante, si se trata de trabajadores no adiestrados. Pero, tratándose de mano de obra experta, las disponibilidades son muy limitadas, y al existir empleo pleno, es éste el factor que más rápidamente se agota. El capital es igualmente escaso; de ahí que, en general, esté también en pleno aprovechamiento.
1.5
Los factores de producción son limitados
Todos los factores o los recursos de producción (tierra, mano de obra, capital) son limitados; es decir, un país no pueoe aumentarlos en un 7
El sentido común en la economia
momento cualquiera. Para acrecentarlos, el país necesita hacer un esfuerzo económico que implica tiempo. La tierra y los recursos naturales requieren vías de comunicación y explotación. Sin embargo, en general, es más fácil aumentar la tierra en producción que aumentar uno de los otros factores, ya que tierra, al menos en los paises americanos, siempre sobra y puede ser incorporada a la producción mediante nuevas vías de comunicación.
La mano de obra es un factor limitado, especialmente si se trata de personal capacitado. En países subdesarrollados, los ingenieros. los mecánicos, etc., son relativamente escasos, de modo que cualquier obra grande o cualquier nueva industria pueden agotar rápidamente las posibilidades. Sólo es dado aumentar la mano de obra mejorando el nivel educativo de la población y su capacidad técnica, pues así se puede lograr un mayor rendimiento de la misma población. El capital está, por lo general, totalmente ocupado, a menos que el país, o una industria en particular, se hallen en crisis. Para aumentar el factor capital, el país tiene que acumular más equipo, más maquinaria, etc. Es un proceso largo y dificil, pero esencial, puesto que la productividad de todo país depende de la cantidad de maquinaria y equipo disponible por hombre empleado (ver 1.17). Si los factores de producción están totalmente ocupados, es imposible aumentar la producción sin previa ampliación de éstos. Muchos de los errores de poUtica económica que cometen los países en desarrollo se deben a que no se toma en cuenta esta ley sencilla de la limitación de los factores o recursos de la producción. Al no tomar en cuenta esta ley, se acometen muchas obras simultáneamente, sin considerar las prioridades, lo que genera desperdicio de esfuerzo y recursos.
1.6
Naturaleza de la producción
El equipo de producción proporciona cosas y servicios ya listos para el consumo y la utilización, tales como comida, vestidos, neveras, carros, trasportes, etc.
Organización de la producción
También produce cosas que no están destinadas al consumo, sino que son elementos de producción, es decir, capital. Éstos son: máquinas y herramientas, obras de ingeniería, etc. y se denominan bienes de capital. Para producir una y otra clase de bienes, de consumo y de capital, el equipo de producción debe producir ciertos materiales y materias primas intermedias. Así, por ejemplo, debe producir algodón para luego producir telas. Ciertos materiales producidos pueden emplearse para una cosa u otra. Por ejemplo, el cemento puede usarse para construir obras de irrigación, pero también se emplea para construir casas de habitación. Ahora. las casas no se consumen, como se consume una libra de arroz: no desaparecen; sin embargo, en cuanto satisfacen la demanda del consumidor, se las clasifica como bienes de consumo. Asf pues, las casas, los automóviles, etcétera, son bienes de consumo llamados durables. Cuando los factores de producción están en plena utilización, escasean todos los productos, tanto los bienes de consumo y de capital como los recursos intermedios para producirlos, es decir, las comúnmente llamadas materias primas. El público no se da cuenta de que son el capital o la mano de obra los que escasean, y nota sólo la falta de cemento y ladrillo, o la falta de cuero, etc. Pero en realidad, cuando estos recursos escasean es porque faltan los factores de producción fundamentales: tierra, capital y mano de obra, en las distintas etapas de su producción.
1.7
Cómo opera la limitación de los factores de producción
La industria de la construcción demuestra. claramente y en la práctica, la forma como opera la limitación de los factores de producción. Se puede, mediante el crédito y los recursos estatales, tratar de construir. por ejemplo, cien mil casas en un año. 9
El sentido común en la economía
Para hacerlo se necesita ladrillo, cemento, arena, madera, mano de obra capacitada, etc. Si no se cuenta con todos estos recursos en la cantidad suficiente, no se puede construir las cien mil casas: se trata de una imposibilidad física. El Estado puede suministrar todos los fondos que quiera. puede conceder todo el crédito que desee, puede controlar los precios de los materiales de construcción, etc., pero aun así no se construirán las cien mil casas. Sencillamente no se cuenta con los materiales y la mano de obra técnica suficientes. Si el país trata de construir las cien mil casas en el plazo de un año, sucede lo siguiente: en primer término, se establece el empleo pleno de todos los factores de la industria de la construcción. lo cual quiere decir que todos los recursos de esa industria están siendo aprovechados y que no quedan disponibles. A continuación viene la escasez, y así falta cemento. ladrillos, piedra, etc. La escasez hace subir los precios de todos los materiales, y las fechas de entrega se hacen más prolongadas, todo lo cual dificulta y demora la construcción. Así, por ejemplo, si Pedro tiene principiada su casa y necesita más cemento para terminarla, ofrece pagarlo a mejor precio, para que lo prefieran a él y no a otro. En esta forma le quita el cemento a Juan. Puesto que la industria está en empleo pleno, el alza de precio del cemento no hace que se produzca más de este material. La cantidad de cemento disponible continúa siendo la misma, y el resultado es que uno de los dos, o Pedro o Juan, tienen que demorar la terminación de su casa. En esta forma se limita automáticamente el número de casas que el país construye en el año, y esta cantidad no puede ser mayor, no importa el dinero gastado, que aquel para el cual existieren los recursos necesarios de cemento, ladrillo, piedra, etc. El caso de las construcciones no es el único. En toda la economía opera el factor limitante de los recursos para la producción.
10
Organización de la producción
1.8 Subdivisión social La división de la sociedad entre productores y consumidores no es exacta. Todo productor es, a la vez, consumidor. r - - - - -- - - - - - - , r--- --- - - - - - - -, l
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Figura 4
Más ajustado a la realidad sería clasificar las funciones de producción distribuyéndolas por gremios, así: •
Gremios productores propiamente dichos -
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•
Captlalistas: los dueños del capital, en cualquier cantidad. Empresarios: los que promueven la inversión, corren con el riesgo de las pérdidas y obtienen la utilidad, ya sea por cuenta propia o como asociados o gerentes. Asalariados: todos los que derivan sus ingresos de su trabajo personal.
Gremios de servicios Por ejemplo: abogados, médicos, burócratas, intermediarios.
Las funciones de consumo se pueden subdividir de acuerdo con el tipo de consumo en: -
Clases altas Clases medias Clases obreras. 11
El sentido común en la economía
La división del consumo por clases es conveniente, pues cada clase tiene un consumo distinto. Así, en un país pobre, la clase obrera sólo alcanza a consumir los artículos que pudiéramos llamar bienes salados. los vitales o necesarios. En cambio, la clase alta tiene suficiente renta para atender a éstas y a otras necesidades: gastos suntuarios y de capitalización (ver 4.30).
1.9
La protección de los gremios
La organización económica tiene por objeto consumir, no producir. Lo agradable es consumir, lo desagradable es trabajar para producir. Pero esto último es necesario para que sea posible el consumo, ya que al fin es el consumo lo que se busca. Los gremios son necesarios, pues sin ellos no hay producción. Toda sociedad, capitalista o marxista, tiene gremios. En la primera se llaman empresados, intermediarios, trabajadores. etc. En la segunda se denominan funcionarios. trabajadores, activistas de los partidos, etc. El equipo de producción se organiza para producir y satisfacer la demanda de cada gremio, de acuerdo con el poder de compra de cada cual. Así pues, cuanto más grandes sean los ingresos de un gremio, mayor poder de compra adquiere y mayores factores de producción Equipo de producción
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Distribución de los factores de producción
Figura 5 12
Organización de la producción
pone a su servicio. Es, como quien dice, la distribución de un ponqué. El ponqué es el equipo de producción, la totalidad de los factores de producción. Cada gremio controla un sector del equipo de producción y, por tanto, recibe el producido de ese sector. Como los factores de producción son limitados, cuantos más factores de producción tenga a su disposición un gremio, tantos menos quedan disponibles para los otros. El ideal de una sociedad democrática es que todos sus miembros consuman cantidades más o menos iguales, es decir, que dispongan para su servicio aproximadamente de la misma cantidad de factores de producción. Así pues, cuando el Estado pretende proteger a algún gremio, debe hacerlo principiando por aquel que menos recibe en la distribución del ponqué, por el gremio de los asalariados. Si se protege a otros gremios mejor dotados, esa protección redunda en perjuicio de los otros, posiblemente de los asalariados. Todo, pues, hace ver que si ha de haber protección estatal, ésta debe amparar al gremio menos favorecido y no a otros, por lo menos hasta el punto en que no se rompa el equilibrio de los factores.
1.10 Los derechos gremiales La producción, en toda sociedad, tiene que ser dirigida deliberadamente. Son los gremios quienes dirigen la producción; de ahí que ellos sean indispensables. La sociedad reconoce a cada gremio una recompensa por sus servicios y, cuanto más democrática sea la sociedad, menos diferencia económica existe entre los gremios. El ideal en estas materias fue pregonado hace treinta años por los comunistas: cada cual debe dar a la sociedad de acuerdo con sus capacidades y recibir de ella según sus necesidades. Este lema de igualdad absoluta tuvo que ser modificado más tarde por los m1smos comunistas al llegar al poder, debido a que, al ser :oocs ·g~a~es el oueblo dejó de trabajar con interés. El lema de lJ
El sentido común en la economía
los marxistas originales fue: cada cual debe dar a la sociedad lo más que pueda y recibir de ella según su esfuerzo. En la sociedad de empresa privada, los gremios ganan de acuerdo con la necesidad que la sociedad tiene de ellos, es decir, de acuerdo con la demanda. Cuando la necesidad del servicio es muy grande, el gremio gana mucho. Esta ganancia atrae más gente hacia él, lo cual hace entonces que su utilidad disminuya. La sociedad de empresa privada debe proteger las utilidades de cada gremio, puesto que ellos son necesarios para la producción. Pero la protección no debe tener otro fin que inducirlos a producir mayor rendimiento. Mayor protección no debe prestarle a ninguno, salvo a los asalariados. Los factores de producción son limitados, y lo que toma un gremio para sí, lo toma a costa de los otros (ver 1.9). Ahora bien, la protección que concede el Estado a un gremio no puede impedir la competencia que resulta del incremento del número de los agremiados. En la empresa privada la competencia no puede ser eliminada, pues sólo ella garantiza que las utilidades de todos los gremios tiendan a igualarse.
1.11 La demanda de las empresas Las empresas, a diferencia de las personas, no consumen artículos de consumo y, por tanto, no compiten con los gremios en la distribución del ponqué (ver 1.9). Las empresas o unidades de producción, grandes o pequeñas, aun las que elaboran un solo producto, son las encargadas de llevar a cabo la producción, de adquirir materia prima y contratar personal, con lo cual producen los artículos que demanda la comunidad. Así, encontramos que una empresa textil adquiere algodón, lamateria prima, pero no sale al mercado a comprar camisas, a menos que 14
Organización de la producción
sea para regalarlas a sus trabajadores. Los productos terminados, las camisas, se denominan artículos de consumo, porque son los que adquieren los consumidores. Hablamos de la canasta del consumidor queriendo significar una cantidad de artículos de consumo que adquiere el consumidor tipico, figurada por los que llevan las estadísticas. Esta diferenciación entre lo que consumen los particulares y lo que adquieren las empresas para llevar a cabo la producción es muy importante y hay que tenerla en cuenta. Ella explica por qué el dinero que gana una empresa, si no lo reparte en utilidades a sus accionistas, no es poder de compra que sale al mercado a competir con el poder de compra de los gremios, es decir, del consumidor.
1.12 Organización de la producción La riqueza material, esto es, todo cuanto proporciona satisfacción material {la comida, el vestido, los automóviles, las neveras, etc.), no nace espontáneamente del conglomerado social. Todo tiene que ser deliberadamente producido. En la sociedad de empresa privada, aquellos que aunan y combinan los factores de producción (tierra, mano de obra y capital) y que deliberadamente producen, se llaman empresarios. Un zapatero que trabaja por su cuenta es un empresario: la empresa es su taller. Allí se juntan, en efecto, los tres factores de producción, encaminados a elaborar zapatos. Un zapatero cumple la misma labor social que una empresa que ocupa mil obreros. Los dos son empresarios de igual manera. El chofer que maneja un taxi de su propiedad es también un empresario. Sin empresarios no hay producción en un sistema de empresa privada, ya que la producción no puede ser espontánea. 15
El sentido común en la economía
Los marxistas quisieron hacer una sociedad distinta que, como vemos hoy, fracasó. Pretendieron estatizar todos los medios de producción y que éstos fueran administrados por empleados del Estado, convirtiéndolos en empresarios estatales. Correspondía a estos empresarios ordenar y organizar la producción, combinando los factores de producción (tierra, mano de obra y capital). El proceso de organización de la producción es, pues, fundamentalmente el mismo en toda sociedad, sea ella de empresa privada o del fracasado sistema socialista. En todas ellas, los artículos y servicios deben ser producidos deliberadamente. En ninguna sociedad la producción resulta por generación espontánea.
1.13 Empresarios y capitalistas En el sistema de empresa privada no siempre el empresario y el comúnmente llamado capitalista son uno mismo. Para mayor claridad es
mejor analizar sus funciones separadamente. El empresario es el que idea la empresa y reúne los factores para crear la unidad de producción. El capitalista es el que suministra el dinero necesario para adquirir esos factores.
La sociedad reconoce: • •
Al capitalista, un interés o rédito por el servicio del capital. Al empresario, la utilidad en el negocio.
En la sociedad de empresa privada, el empresario percibe las utilidades pero sufre las pérdidas. Este es el castigo que recibe por hacer mal las cosas. En este hecho radica la fuerza y eficiencia del sistema: cada cual cuida de los recursos de producción porque le son propios. El resultado es la economía de los recursos de producción. Éstos rinden más, de modo que la producción es mayor. Uno de los defectos más graves que la sociedad comunista demostró tener, fue que por ser la producción del Estado, los funcionarios 16
Organización de la producción
estatales no tenían espíritu de responsabilidad y no cuidaban de ella. Era pues desperdicio económico. Este desperdicio se manifiesta en una menor capacidad productora del equipo de producción y, por ende, en un más bajo nivel de vida de la comunidad. Los recursos de producción son muy escasos, de modo que todo desperdicio es fatal, especialmente en los países pobres y subdesarrollados. 1.14 La formación de la empresa
Hasta hace algún tiempo toda la producción corría por cuenta de pequeñas empresas de carácter artesanal. Pero a medida que la producción se ha ido mecanizando y haciéndose más técnica, los talleres han disminuido y han surgido las grandes empresas. Las grandes empresas son una riqueza para el país que cuenta con ellas, pues hacen posible la producción eficiente de muchos artículos complejos. Pero no hay que pensar que cuanto mayor sea la empresa, es más eficiente. Una empresa demasiado grande es dificil de administrar, su trabajo se vuelve ineficiente y hay desperdicio de factores de producción. Las empresas pueden ser mayores en Estados Unidos que en cualquier otra parte, sin volverse ineficientes, debido a que allí hay más técnica administrativa, además de otros factores favorables. Una gran empresa no se improvisa ni se crea por arte y gracia de un decreto. Las grandes empresas nacen pequeñas y se desarrollan gradualmente. En geopolítica (la ciencia de la estrategia económica de las grandes potencias), las empresas que se hallan en funcionamiento se llaman going concerns, lo que en español podríamos denominar entidades en funclonamlenta Se considera que todo país que aspire a tener una vida económica vigorosa, debe contar con grandes y eficientes golng concems, o entidades en funcionamiento, bien organizadas y bien dirigidas. Así. por ejemplo, la Royal Dutch Shell es una riqueza para Holanda e Inglaterra. y esos países pensarían menos en acabar con este instrumento económico que en destruir con explosivos una gran represa. 17
El sentido común en la economía
En Rusia y en otros pafses comunistas también había empresas, hasta ahora. La diferencia es que allí estas empresas han pertenecido al Estado, pero su funcionamiento tenía los mismos objetivos que en cualquier Estado capitalista: llevar a cabo la producción. En la sociedad de empresa privada ya no se puede pensar en democratizar toda la propiedad de las maquinarias, herramientas, etc., haciendo que cada cual tenga un taller. La microempresa puede prestar grandes servicios, pero el pafs debe contar también con empresas grandes y complejas. Para democratizar las sociedades grandes se debe pensar en distribuir más ampliamente sus acciones a través del mercado de valores. Así. puede llegarse a la verdadera democracia política y económica, como está sucediendo lentamente en los paises industrializados, aun cuando la producción se adelante principalmente a través de grandes empresas. Todo lo anterior no quiere decir que el fenómeno de la desaparición del pequeño propietario sea deseable socialmente hablando. Pero en muchos casos éste es un fenómeno que no tiene remedio. Sin embargo, en los países en desarrollo hemos tenido que hacer un esfuerzo, en los últimos años, por desarrollar el pequeño productor, el microempresario, ante la imposibilidad de que las grandes empresas den trabajo de acuerdo con el rápido crecimiento de la población.
1.15 La eficiencia en la producción La riqueza material de un país es la cantidad de bienes disponibles. Un país rico es un país cuyo equipo de producción puede suministrar a sus habitantes mucha ropa, comida, viviendas, etc. La eficiencia con que funcionan las empresas es importante, ya que de ellas depende, en gran parte, el buen funcionamiento del equipo de producción. Por ejemplo, es más rico un país que en forma eficiente produce zapatos, que otro que emplea. para la misma producción, el doble de cuero y de mano de obra. Los factores de producción son limitados
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Organización de la producciün
(ver 1.5), de modo que los obreros y el cuero que el país eficiente economiza en la producción de zapatos pueden ser empleados en la fabricación de maletas. Así, el país eficiente tiene zapatos y maletas, en lugar de zapatos únicamente, todo ello con el mismo esfuerzo económico. La eficiencia de la empresa depende, en gran parte, de la inteligencia, del entrenamiento y de la aplicación de los administradores. Si estos son activos y juiciosos, las empresas marchan bien. Si no lo son, la producción es ineficiente y costosa. La ciencia administrativa se hace más compleja a medida que crecen las empresas y se complican los procesos de producción. Hace cien años una persona cualquiera podía manejar fácilmente una empresa; hoy hay pocos que puedan gerenciar eficientemente una del tamaño y de la complejidad de la General Motors, por ejemplo. El problema de la eficiencia de las empresas es un problema nacional, que debe preocupar al Estado y a todo el país. Si las empresas productoras de zapatos trabajan mal y desperdician cuero, no son los dueños de ellas los únicos perjudicados: es todo el país. Es a todo el país al que le hace falta el cuero perdido.
1.16 Más sobre la eficiencia en la producción El equipo de producción es una gran organización dedicada a producir bienes y servicios para la comunidad. A fin de que éstos sean abundantes, el funcionamiento del equipo debe ser eficiente y económico. Si no lo es, la producción decae y con ella el nivel de vida del país. Los fenómenos monetarios tienden sobre los problemas económicos un verdadero velo que hace ditrcil apreciar la realidad. En general, se responsabiliza al bajo nivel de vida del pueblo porque "no tiene dinero", o porque "los salarios son muy bajos", etc. Realmente, el nivel de vida es bajo, porque no hay producción. Asf, si no se produce carne, el pueblo no la puede comprar, y hágase lo que se haga, si no la hay no la hay. 19
El sentido común en la economía
Unas cuantas cifras dan una idea de la eficiencia que debe alcanzar el equipo de producción para que pueda cumplir su función adecuadamente. Un país rico y poderoso como Estados Unidos, por ejemplo, aumenta su producción anualmente en algo así como un 2% a un 3%. Más es difícil. Con respecto al crecimiento de los bienes de capital, éste no alcanza, por lo general, a ser superior al15% de la renta nacional, es decir, del producido total nacional; en el caso de los países más pobres, quizá no llegue a ser un 10%. Ahora, si la producción sólo aumenta en un 2% al año, es evidente que cualquier trastorno, cualquier desajuste o impedimento que afecte la eficiencia del equipo de producción, será bastante como para destruir el margen de aumento. Igual cosa sucede con el porcentaje disponible para capitalizar. Si éste sólo alcanza a ser el 10% del producido, una merma de un porcentaje igual, causada por trastornos o por la ineficiencia en la marcha del equipo de producción, anulará el margen disponible, y en tal caso no podrá haber capitalización. Así se explica por qué toda política económica insensata produce en corto tiempo resultados tan evidentemente desastrosos. Explica además los peligros que acarrea a veces la intervención del Estado. Ésta no logrará aumentar la eficiencia del equipo de producción, a lo más que puede aspirar es a poner a trabajar mano de obra desocupada. Pero lo que logra avanzar en este sentido posiblemente se pierde en el desorden y en la ineficiencia que acompañan a la intervención estatal, mal concebida y peor dirigida.
1.17 Mano de obra, capital y eficiencia La eficiencia de las empresas depende también de la calidad de la mano de obra disponible. Si ésta es inteligente, disciplinada y bien adiestrada, la producción es buena. Por tanto, los centros de capacitación adecuados son un requisito indispensable para obtener una producción eficiente. La riqueza de muchos países no es otra cosa que el resultado de la alta calidad y la buena capacitación de su población. 20
Organización de la producción
En la industria moderna, la máquina tiende a desplazar más y más al obrero especializado. Muchas operaciones que antes requerfan años de adiestramiento son efectuadas hoy por maquinaria automática. Así pues, la eficiencia de la producción y el rendimiento por hombre dependen cada vez más de la cantidad de máquinas disponibles por cada trabajador ocupado: •
Un trabajador bien provisto de maquinaria y equipo produce mucho más que uno mal equipado.
•
El progreso industrial moderno implica la acumulación de herramienta compleja.
•
Maquinaria y equipo debidamente utilizados multiplican la producción y reducen el esfuerzo económico.
Los economistas modernos le dan mucha importancia a la necesidad de producir o de importar más bienes de capital. Lo que ellos quieren decir es que para producir más y mejor y más eficientemente, se necesita cada vez mayor cantidad de maquinaria y de equipo industrial. Todo lo anterior no significa que el equipo moderno haga innecesario el buen adiestramiento de la mano de obra. Todo lo contrario, mientras más complejo el equipo, más alta debe ser la calidad del obrero requerido. La alta calidad del equipo rebaja el número de operarios, no la calidad de éstos. Lo que tiende a desaparecer en la industria moderna es el artesano con poca capacitación, quien va siendo remplazado por el obrero inteligente y alerta, capaz de manejar maquinaria compleja.
1.18 Aumento de la producción con capital Los economistas ilustran con una fórmula sencilla la importancia del equipo y la maquinaria, es decir, el capital, en el aumento de la producción: producción= (mano de obra+ recursos naturales) x capital
21
El
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la
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La producción resulta de la potencia humana sumada a los recursos naturales (la tierra, minas, agua), multiplicado todo por el capital (maquinaria) disponible. Un país puede tener un suelo rico en carbón y petróleo y poseer grandes extensiones de tierra fértil, pero la explotación exitosa de todos estos recursos depende de que posea una población trabajadora y eficientemente capacitada, y que cuente con suficiente maquinaria y equipo. Si el pafs no tiene estas cosas, su petróleo y su carbón permanecerán bajo el suelo y sus tierras fértiles quedarán incultas. De allí la importancia de la educación y el entrenamiento de lapoblación, y de la continua acumulación de capital (maquinaria).
1.19 Inmigración y eficiencia La inmigración es la manera más fácil y rápida de aumentar la eficiencia de la mano de obra local. Cuando los Estados Unidos, Argentina y otros países financiaron la inmigración y gastaron ingentes sumas en ella, no pensaban ciertamente en prestar ayuda a los pobres de Europa. Trataban sólo de fortalecer sus propias economías, como lo hizo después Venezuela. La mayoría de los países latinoamericanos no tiene mano de obra capacitada, debido a que en general fueron poblados por inmigrantes de España, país poco desarrollado industrialmente. Además, la escasa técnica de producción que vino con los españoles se perdió debido al esnobismo social del siglo XVII. En aquella época la nobleza criolla, para probar su sangre azul, alegaba ante los tribunales que nunca había ejercido oficio v1l o mecanico. Este noble concepto subsiste en nuestros países en alto grado, en casi todas las capas sociales. Esa deficiencia se puede suplir con centros de capacitación, pero más fácil, rápido y económico es hacerlo con inmigración. Un inmigrante viene y establece una salsamentaría. Al poco tiempo, el mucha22
Ur~anización
de la producción
cho que trabaja con él sabe hacer salchichas, y a los pocos años muchos otros han adquirido la técnica. O viene un buen mecánico matricero y no solamente trasmite la técnica a los que trabajan con él sino que, incluso, puede suministrar los elementos necesarios de los que antes no se disponía, y que entonces hacen posible la creación de otras nuevas industrias. Y cuando ven que hay blancos que trabajan, otros pierden el miedo.
La inmigración enseña por contacto e incluso complementa la producción nacional. Traer inmigrantes, más que hacer un bien a esas personas, es beneficiar al país.
1.20 La empresa privada y la inversión En el régimen de libre empresa los particulares deciden cuándo y cómo quieren crear las empresas. Si los particulares no desean trabajar, los factores de producción no se juntan y no hay producción. Puede haber riquezas naturales en potencia, inertes, pero la mano de obra no se une con el capital y con la tierra y, por tanto, no hay producción. La voluntad creadora de Jos particulares es, pues, decisiva. Esta voluntad se denomina el incentivo para invertir. Si los particulares tienen incentivos, hay producción. Si no los tienen, no la hay, dicte o no dicte el Estado decretos o leyes sobre el particular. Hay ciertas cosas que obviamente crean o destruyen el incentivo para invertir en el sistema de libre empresa. Por ejemplo: •
Las perspectivas de ganancias o pérdidas.
•
La estabilidad o inestabilidad política y social del país.
•
Las fuertes cargas tributarias o, por el contrario, las exenciones de impuestos.
•
La acertada dirección del Estado sobre el proceso económico o su inepta intervención.
También hay otros factores que afectan el incentivo y son aún más difíciles de precisar. Por ejemplo: 23
El sentido común en la economía
La naturaleza y el carácter de los habitantes. Un nórdico ama más el trabajo y goza más con él que un meridional. De donde se deduce que los países nórdicos tienen más predisposición a invertir que los países tropicales.
Las posibilidades de ganar dinero en negocios de especulación eliminan elincentivo empresariaL Si estas posibilidades existen, es obvio que los particulares las preferirán al trabajo que implica la creación y administración de empresas. El incentivo para invertir es la clave del progreso económico de la sociedad de empresa privada. Cuando él existe, progresa la sociedad; cuando no lo hay, la sociedad se estanca. Los bienes salarios, las casas, las neveras, los radios, la comida, etc., no brotan espontáneamente del suelo: son el resultado de la actividad económica de los empresarios.
1.21 La importancia del empresarismo La teoría económica le ha dado, hasta ahora, poca importancia al factor empresarial, como agente principal del cambio y del progreso económico. Hoy, por el contrario, el ejemplo del extraordinario desarrollo de los parses de Asia, inexplicable si no se considera el empresarismo de su población, ha hecho cambiar el criterio de los economistas académicos, y ya el empresario se considera agente importante en el progreso económico. Quizá la poca importancia que dieron los economistas clásicos al factor empresarial como motor de desarrollo se debió a que éstos eran, en su mayorra, británicos, y en Inglaterra no hubo, hasta época reciente, escasez de empresarismo. Los economistas británicos partían de un sistema económico que tenía ciertos recursos de mano de obra y materiales. Ese sistema, con esos recursos, tenía que producir una cantidad racional de artículos para el consumo. No había alternativa.
La experiencia de los tiempos modernos ha demostrado que esto no es así. Todos los recursos para la producción pueden estar aiH. pero
24
Or~anización
de la producción
si no existen empresarios que los acopien, los organicen y los pongan a trabajar, no hay innovación ni progreso económico. Nada se suple el Estado operando sobre los mecanismos macroeconómicos, y los distintos aspectos económicos, buscando activar la economía, si en el sistema no hay empresarios que reciban la pelota, como quien dice, y metan el gol.
1.22 Quiénes son los empresarios Los empresarios son los miembros de la clase dirigente que se quieren apersonar de la tarea de producir. Tienen que provenir de la clase dirigente, pues ser empresario requiere recursos económicos (capital o crédito) y conocimientos de manejo de la producción. ¿Por qué algunos miembros de la clase dirigente optan por las actividades empresariales? Porque después de analizar todas las alternativas de ocupación deciden que la más conveniente, desde todo punto de vista, es la empresarial. En una economía de libre empresa ningún miembro se queda sin ocupación. Puede haber algunos que por indolencia o por ser muy ricos no tienen interés en actividad alguna, espiritual o empresarial, pero estos parásitos son pocos; la gran mayoría tienen alguna ocupación. Sucede, sin embargo, que en algunas sociedades la clase dirigente tiene otras alternativas en las cuales, con mayor facilidad, pueden ganarse la vida y prosperar. Cuando esto ocurre, los que se dedican a las actividades productivas son pocos, lo cual resulta en escasa producción y en gran número de población marginada.
1.23 La utilidad como incentivo La perspectiva de buenas utilidades es el mejor incentivo que tiene el empresario. 25
El sentido cormin en la economia
Si las empresas ganan, se expanden y crecen, y como consecuencia de esto hay otros empresarios que entran a producir. Si las empresas no ganan, la producción se estanca y no hay aumento, o si lo había desaparece. En Estados Unidos y en otros países de influencia anglosajona se considera que, en un régimen de libertad, en el caso de no existir monopolios, es legítimo y ético que las empresas ganen el máximo posible. De ahí que en esas naciones no se acostumbre gravar el exceso de utilidades, salvo en casos de emergencia nacional. La teoría norteamericana es muy sencilla: si una empresa produce un artículo que el consumidor necesita y desea vehementemente, la empresa presta un servicio a la sociedad. Prueba de ello es que el consumidor está dispuesto a pagar. y bien. ese servicio. La medida de éste es la utilidad de la empresa; y por ser un buen servicio el consumidor lo paga. En el régimen de libertad cualquiera puede producir. De modo que si hay una empresa que gana mucho, otra puede entrar a competir con ella, obligándola a reducir sus precios. Si otras no le compiten, habrá alguna razón. Puede ser que la utilidad no sea tan grande, o que otras no se quieran tomar el trabajo, o que sean menos hábiles y por tanto ganen menos. Al consumidor le interesa que haya producción y que ésta satisfaga sus necesidades y que los precios sean competitivos. En el régimen de empresa privada, la manera más rápida y segura de aumentar la producción es incrementando la utilidad de las empresas. Esto es lo que se llama el incentivo de la utilidad y la base sobre la cual descansa el sistema de empresa privada.
1.24 Concepto de utilidad marginal El concepto de utilidad marginal es importante porque ayuda a comprender muchos fenómenos económicos. 2ti
Or¡.!anización de la producción
Supongamos que el capital invertido en la producción de zapatos da una utilidad del 20% al año. Por un alza de precios o por un nuevo procedimiento, la utilidad aumenta hasta el 21 %. En este caso, la utilidad marginal del capital es 1%. En toda producción debe haber la utilidad marginal necesaria para llamar a más producción, con el fin de hacer que un número mayor de empresarios se interese en juntar los factores de producción. Por ejemplo, si la utilidad marginal, necesaria para llamar producción, es, en el caso de los zapatos, de 5%, esto quiere decir que sólo cuando la utilidad en la fabricación de zapatos suba al 25% habrá nuevas empresas que entren a competir. En la práctica, ningún sistema económico es lo bastante elástico para que, si existe sólo un pequeño incremento de las utilidades, se interesen nuevos factores en la producción. Un 1% es cosa que no interesa. Pero a la larga y en términos generales, la utilidad llama y atrae los factores. El sistema económico no es particularmente dúctil y adaptable: es bastante rígido. Por ejemplo, el traslado de los factores de la producción de papa a la de zapatos es difícil. Pero el deseo de lucro es un incentivo extraordinario, y la iniciativa particular puede hacer milagros. Así pues, la tendencia general lleva a los factores a trasladarse allí donde la utilidad es mayor. Sin embargo, todo depende de si la sociedad tiene espíritu empresarial, es decir, si su clase dirigente está dispuesta a emprender la producción. Puede suceder que los que pudieran ser empresarios tengan otras alternativas para obtener utilidades en negocios especulativos y no productivos. Entonces, la clase dirigente, lejos de ocuparse de la producción, se dedica a esas otras actividades más fáciles y quizá más rentables para ellos.
:n
El sentido común en la economía
1.25 Economía en expansión Se dice que una economía está en expansión cuando la creación de bienes de capital es constante. Este crecimiento engendra mayor producción y consumo. La producción genera su propia demanda (ver 2.5). Esto ha sido probado en la teoría y en la práctica. El temor que antes había, de que no habría mercados para la producción, ha mostrado ser infundado, a menos que intervengan fenómenos de orden monetario. Solamente una economía en expansión puede garantizar al consumidor un mayor nivel de vida. Una economía estática o estancada no lo puede hacer. El crecimiento de la población exige que el aumento de la productividad sea constante. En diez años, un hombre puede casarse y tener cuatro hijos. Antes era un consumidor, uno solo. A los diez años ya son seis. ¿De dónde saldrán las cosas para que ellos puedan consumir y mejorar sus condiciones de vida? Todo tiene que ser producido. El equipo de producción debe aumentar su productividad; si no lo hace, las condiciones de vida no pueden mejorar. En el sistema de empresa privada son los empresarios particulares los que deciden cuándo y cómo debe iniciarse o ampliarse la producción. Si las condiciones son favorables, lo realizan. Si no lo son, la economía se estanca y el crecimiento económico se detiene. Para que en un sistema de empresa privada la economía esté en expansión, es necesario que exista la paz y la concordia entre el Estado y la fuerza política, por una parte, y entre los empresarios por la otra. Si no se entienden, si hay un estado de amenaza y de zozobra permanente, la economía se atrofia y no hay progreso. Cuando la economía de un país en desarrollo está en permanente expansión se dice que el país "ha despegado~
28
CAPfTULO
2
FORMACIÓN DE LA RENTA NACIONAL
2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2. 7 2.8 2.9. 2.1 O 2.11 2.12 2.13 2.14 2.15 2.16 2.17 2.18 2.19 2.20 2.21 2.22 2.23 2.24 2.25 2.26 2.27
La renta nacional Renta de particulares y renta de empresas Distribución de la renta de las empresas Estructura de la renta nacional Producción y demanda Una economía de expansión Incentivos bajos y salarios bajos Renta nacional y medio circulante El dinero sí es riqueza para el particular El dinero no es riqueza para la comunidad El dinero internacional sí es riqueza para la comunidad De dónde sale el dinero Funciones del Banco Central Encaje de los bancos comerciales Los billetes y los bancos Los bancos comerciales y el público Expansión bancaria Limitación de los bancos comerciales El sistema bancario comercial Detalle de la contracción monetaria Las reservas del Banco Central Los préstamos del Banco Central al gobierno Límite a los préstamos del Banco Central Estabilidad del sistema bancario Los bancos oficiales Resumen: el dinero La velocidad de la circulación
31 32 33 34
:n 38 39 39 40 41 41 44 45 46 47 49 49 50 51 52 54 55 55 56 57 58 59
CAPÍTULO
2
FORMACIÓN DE LA lmNTA NACIONAL
2.1
La renta nacional
La renta de una persona es el dinero que ésta percibe en un perfodo determinado, en un mes o un año, y con el cual puede comprar cualquier clase de cosas: comida, vestidos, casas, neveras, maquinaria y herramientas, etc.; es decir, todo lo que produce el equipo de producción. La renta nacionales la suma total de todas las rentas de los habitantes del país. Toda el dinero que reciben las personas y que forma su renta, se puede clasificar en tres renglones: •
Emolumentos. sueldos y jornales, comisiones, honorarios, etc.; todos los pagos hechos a la mano de obra.
•
Arriendos. todos los pagos hechos por uso de tierra, edificios, etc. Es la recompensa que se reconoce al factor de producción tierra.
•
Utilidades. lo que reciben los dueños del equipo de producción; esto es, la recompensa reconocida al tercer factor de producción: capital. Por consiguiente: renta nacional = emolumentos + arriendos + utilidades
:11
El sentido común en la economía
Los economistas llaman la renta nacional al producto nacional y lo designan como PIB. Esto quiere decir Producto Interno Bruto, para diferenciarlo del PIN, Producto Interno Neto. El PIB es el Producto Interno Bruto antes de deducir las depreciaciones. El PN se llama también PIN. La renta nacional también se puede calcular sumando el valor de toda la producción de bienes y servicios en el período. Como lo veremos más adelante, el valor de todos los bienes y servicios terminados y entregados a la comunidad por el sistema es siempre igual a la renta nacional; es decir, igual a: emolumentos+ arn"endos +utilidades pagados al público, asalariado, empresario o propietario de bienes raíces. En los países en desarrollo el dato que las autoridades y publicaciones dan sobre el PIN se debe tomar con reservas, dada la poca confiabilidad de las estadísticas.
2.2
Renta de particulares y renta de empresas
, En todo sistema económico existen rentas de particulares y rentas de empresas. Pero lo que forma la renta nacional es únicamente la renta de los particulares, esto es, la renta de las personas que, como acabamos de ver, consiste de emolumentos+ amendos + utilidades repartidas. Muchos de los errores en la interpretación de los fenómenos económicos que comete el público, los políticos, y aun algunos estadistas, provienen de no reconocer la diferencia entre rentas de los particulares y rentas de las empresas. La renta de las empresas representa una etapa previa, ya que éstas entregan eventualmente todo a los particulares. En efecto, de lo que la empresa recibe por la venta de sus productos, paga sus obreros y empleados y hace además otros gastos. Lo que le queda, su renta propia, lo distribuye entre sus accionistas. En la sección siguiente se analizará en detalle esta distribución. Una empresa no consume lo mismo que consume el particular, es decir, no come, ni se viste, como lo hacen las personas. Una empresa
Formación de la rt:nla nacional
distribuye su renta neta, esto es, lo que queda después de pagar los gastos de producción, así: a) Para pagar utilidades a sus accionistas. b) Para comprar maquinaria y equipo con el fin de aumentar su producción. Cuando las empresas no reparten utilidades sino que las retienen para adquirir maquinaria y equipo e incrementar su producción, están aumentando su patrimonio. Como este patrimonio es de sus accionistas podemos considerar que estas utilidades fueron repartidas a los accionistas y éstos las volvieron a invertir en las empresas. Es lo mismo que si las utilidades hubieran sido repartidas y vueltas a invertir. En seguida veremos el análisis de la distribución del dinero recibido por las empresas. Notaremos que. de lo que reciben las empresas por la venta de sus productos. solamente una parte, lo que va a los particulares en emolumentos, arriendos y utilidades, forma parte de la renta nacional. Lo otro, lo que invierten en pagar sus gastos de producción, queda dentro del sistema y no se computa como renta nacional. Esto hace que la renta de las empresas tenga efectos económicos y sociales muy distintos a los de la renta nacional o renta de los particulares.
2.3
Distribución de la renta de las empresas
La diferencia entre la renta de las empresas y la renta de los particulares, queda más clara si estudiamos en detalle cómo reparte una empresa los ingresos que recibe por la venta de sus productos. Tomemos un ejemplo. Un zapatero vende un par de zapatos en $40.000. Recibe pues un ingreso bruto de $40.000. Parte de este ingreso lo tiene que invertir en adquirir materia prima, pagar emolumentos (jornales y salarios) y, posiblemente. atender al arriendo del local donde tra-
El sentido común en la ~:conumfa
baja. Deducidos estos gastos obtiene la renta neta o las utilidades. (Para mayor simplicidad del ejemplo nos olvidamos de la depreciación del equipo que todo productor tiene que reservar para reponer su desgaste). Una distribución gráfica de la renta del zapatero se muestra en la tabla 1. Utilidades Salarios
$8000
1----------1
+----- $14000
Arriendos Materias primas
$2000
+----- $16000
Total
$40000 Tabla 1
De todos estos pagos, sólo forman parte de la renta nacional: Las utilidades
$8000
Los salarios
$14000
Los arriendos
$2000
Total
$24000
Los otros $16.000 son pagos internos entre una empresa y otra: entre el zapatero y el fabricante de cuero.
2.4
Estructura de la renta nacional
Los $16.000 (ver 2.3) que fueron pagados por el zapatero al fabricante de cuero, también entran eventualmente a formar parte de la renta nacional. Por ejemplo, el fabricante de cuero puede hacer la distribución que aparece en la tabla 2. :i4
Formación de la renta nacional
Utilidades
$4000
Salarios
$6000
Arriendos
$2000
Materias primas
$4000
Total
$16000 Tabla2
Hasta este punto, solamente forman la renta nacional $12.000: Las utilidades
$4000
Los salarios
$6000
Los arriendos
$2000
Total
$12000
Pero el ganadero recibió $4.000 por su cuero y puede hacer a su turno la distribución que muestra la tabla 3. En este caso, todos los $4.000 forman parte de la renta nacional. Utilidades
+----- $1000
Salarios
.,_..__ _ $1000
Arriendos
+----- $2000
Total
$4000 Tabla3
En conclusión, el total, $40.000 pagados por los zapatos, forman en su totalidad parte de la renta nacional. Todos los $40.000 llegaron a descomponerse en: Emolumentos + arriendos + utilidades
Valor de la producción= renta nacional Por consiguiente: 35
El sentido común en la economía
Precio de los zapatos: Renta pagada a los factores de producción:
$40.000 $40.000
Todo lo cual se puede ilustrar como se indica en la tabla 4. La tabla 4 muestra las tres etapas en la fabrica:ión de zapatos. Principiamos analizando la que llamamos primera etapa, la del zapatero. Luego pasamos a la segunda, que es la del curtidor del cuero. La tercera es la del ganadero. Así trabajamos del proceso final hacia la materia prima. Cada etapa la separamos en tres componentes de la renta nacional: utilidades, arriendos y salarios. Así vemos que la materia prima de cada etapa constituye las utilidades. los arriendos y los salarios de la anterior. Las utilidades, los arriendos y los salarios de cada una de las tres etapas van a formar la renta nacional. Por tanto:
renta nacional= utilidades + arriendos + salarios En salarios quedan incluidos, claro está, todos los pagos a terceros, hechos en forma de salarios, jornales, honorarios y otros emolumentos. Aquí, para mayor sencillez, solo se habla de salarios. Fabricación de zapatos Utilidades Salarios
Arriendos
1'etapa: zapatero
Materia Prima
.,"'
"'o.,
G)
'C
·e:
!!
-¡¡¡
5
(/)
"'o
"BCD
Materia Prima
"E
<
t"'
~
5
.,
.g ~
(/)
+
Primera etapa
Segunda etapa
Tabla4
36
.,
-8e: CD ·e e(
2'etapa: fábrica de cueros 3'etapa: ganadero
Total Tercera etapa renta nacional
•·ormación de la renta nacional
2.5
Producción y demanda
El equipo de producción (las empresas) distribuye el poder de compra (renta nacional). La figura 6 muestra cómo el equipo de producción lanza, por un lado, la renta nacional y por el otro un torrente de bienes y servicios. Estos dos caudales iguales se encuentran frente a frente en el mercado, y la renta compra la producción, en un proceso continuo.
3IIICUIO!I
~-~ Figura&
Las empresas, al producir, lanzan al mercado renta nacional en forma de emolumentos + arriendos + utilidades, por una cuántfa igual al valor de su producción, al precio de venta. Por consiguiente, el poder de compra del público es un caudal de igual cuantía al valor de la producción. Esto ha sido demostrado en la teoría y en la práctica. Así que, siempre que no haya complicaciones de índole monetaria (ver 3.7), la producción crea su propio mercado en forma casi indefinida. Nótese bien que si la renta nacional o, lo que es lo mismo, el poder de compra del público aumenta, los precios de venta suben para que ta ecuación continúe como antes: 37
El sentiuu común en la economía
.___.. __. ___.. __.__JI -1. . _~_ . ___:--___ _. Valor de la producción a precios de venta
2.6
Renta nacional
Una economía de expansión
La producción genera su propia demanda. Esto explica el fenómeno bien conocido de ciertas economías en expansión; es decir. de países cuya economía crece y crece, en forma continua, sin que nunca les falte mercado. Se afirma que las economías que han alcanzado este ritmo han despegado.
La economía se pone en expansión cuando un número apreciable de empresas decide iniciar o aumentar su producción. Ese poder de compra que ellas desarrollan al producir (ver 2.5) crea el mercado para nuevos productos. La expansión es indefinida y se mantiene mientras duran los factores de producción disponibles (tierra, mano de obra y capital) o mientras el progreso técnico permita economizar y usar mejor los factores disponibles. Un empresario, por sí solo, trabajando en una economía estancada, no puede producir este fenómeno de expansión, pues~o que cada empresa no trabaja para suplir sólo las necesidades de sus obreros y empleados, sino las de un sector muy amplio de la población. Un empresario solo en una economía estancada no encuentra mercado. Su mercado lo tiene que crear él mismo con la ayuda de los otros empresarios. Se necesita una especie de esfuerzo conjunto nacional, un interés en producir dentro de un sector importante, lo que comúnmente se llama el incentivo para invertir.
Formación de la renta nacional
2.7
Incentivos bajos y salarios bajos
El desempleo y los salarios bajos son el resultado de la falta de empresa del país. Si no hay empresas que ofrezcan trabajo, no hay producción y no podrá haber consumo. La proposición "hay que pagar salarios altos para que haya mercado" es una proposición falsa. Si los salarios aumentan sin que se aumente la producción, los precios tienen que subir para que los lados de la ecuación continúen iguales:
valor de la producción =renta nacional Son dos caudales que se encuentran (ver 2.5). Si el poder de compra es superior a la producción, los precios suben y con ellos el valor de la producción. Ésta es una verdad aritmética inevitable. El único aumento válido del poder de compra, es decir. el único que no ocasiona un alza de precios, sino que permite mayor consumo, es el que proviene de una mayor productividad. La actividad productora desarrolla poder de compra y, a la vez, la producción que se ha de adquirir mediante ese mismo poder de compra. Es un error creer que un mayor poder de compra por sí solo permite un consumo mayor. Si así fuese, la cosa sería demasiado fácil, no existiría el problema económico; todos los Estados lo habrían resuelto desde hace mucho tiempo, por medio del sencillo y conocido recurso de la emisión de moneda.
2.8
Renta nacional y medio circulante
La renta nacional, o el producto nacional (PN), es la suma de todos los ingresos y rentas de los individuos que forman la sociedad, durante un año u otro espacio determinado de tiempo, y corresponde al valor de los bienes producidos. 39
El sentido común en la economía
El medio circulante es la suma total del dinero de que dispone el país para permitir la formación y el pago de las rentas y la adquisición de los bienes producidos. Hay que tener mucho cuidado en no confundir la una con la otra. La renta nacional es varias veces mayor que el medio circulante. Como la renta nacional, o el producto nacional, es el valor de todos los bienes y servicios producidos en el período, se puede asimilar entonces a las mercancías que carga un barco. El medio circulante es el dinero que sirve para movilizar la producción, luego se puede asimilar a las aguas por las cuales navega un barco.
......
·Figura 7
2.9
El dinero sí es riqueza para el particular
Para un particular el dinero (medio circulante) es riqueza. puesto que con él puede comprar cosas. Así, si Pedro tiene billetes puede adquirir un potro o un ternero o cualquier otra cosa. 4ll
Formacion de la nmta nacional
Cuando Pedro compra a Juan un ternero. Pedro recibe el ternero y los billetes pasan a Juan. Ambos se consideran igualmente ricos, el uno con los billetes y el otro con su ternero. Se dice que el dinero circula porque pasa de mano en mano. Así, si toda la comunidad consistiera de tres personas, Pedro, Juan y Pablo, y Pedro tuviera un ternero, Juan un potro y Pablo billetes, el ternero, el potro y los billetes podrían cambiar de mano multitud de veces, sin que ninguno desapareciera. El dinero circula llevando las cosas de una persona a otra. Cuando Pablo invierte sus billetes en la compra del potro, éstos no desaparecen: van a manos de Juan, listos para otra operación.
PAILO
Rgura8
2.10 El dinero no es riqueza para la comunidad Desde el punto de vista de toda la comunidad el dinero no es riqueza, puesto que los billetes o los depósitos en los bancos no podrían servir para satisfacer las necesidades de ésta. La comunidad satisface sus necesidades con cosas reales, alimentos, vestuario, etc., no con billetes. 41
El sentido comün en la economía
La riqueza de la comunidad son las cosas producidas por el equipo de producción, el ternero y el potro. La comunidad no sería más rica si Pablo tuviera más billetes, pero sí sería más rica si poseyera dos potros o dos terneros en vez de uno. El dinero sólo sirve para llevar la riqueza de una persona a otra, como las aguas de un canal llevan los barcos de un puerto a otro. El dinero y las aguas son el medio circulante, lo que lleva la riqueza. Pero ni el dinero ni el agua se pueden confundir con la riqueza misma (ver 2.8). En el barco va la producción nacional (igual a la renta), la cual es llevada de un punto a otro por el medio circulante, esto es, por las aguas.
Figura 9
En la comunidad, el agua del canal es el dinero. El dinero circula llevando de un individuo a otro la riqueza. es decir, el potro y el ternero. La comunidad no se enriquece al aumentar el medio circulante: del mismo modo que no hay más barcos cuando hay más agua en el 42
Formación de la renta nacional
canal. Para que la comunidad sea más rica necesita más cosas: más potros, más terneros, más comida, más vestidos, etc.
2.11 El dinero internacional sí es riqueza para la comunidad Los dólares, otras monedas fuertes y el oro son el dinero internacional. Especialmente los dólares y el oro sirven para comprar en cualquier parte del mundo. Así pues, para cualquier país latinoamericano tanto el oro como los dólares son riqueza. Estados Unidos le envía riqueza a otro país en distintas formas: automóviles, trigo, maquinaria, etc. El otro país le paga con dólares y oro. Para efectuar estas compras no sirven los pesos nacionales. Ni Estados Unidos ni ningún otro país los reciben. Éstos no sirven sino para las transacciones entre los nacionales del mismo país. Otros países se proveen de dólares enviando café y algunos otros productos a Estados Unidos.
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LLU U
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IMPORTACION
EXPORTAClON Figura 10
El St!ntillu común en la economía
Los dólares son necesarios porque nos sirven para importar toda clase de cosas de Estados Unidos y de otros paises, ya que es moneda que se recibe en todas partes. Hoy muchos paises latinoamericanos exportan productos distintos al café, entre ellos petróleo y carbón, etc. También exportan toda clase de manufacturas, que llamamos exportaciones menores. Otros paises le pagan a los paises productores latinoamericanos los productos exportados con diferentes clases de moneda, que llamamos divisas y nos sirven para pagar las importaciones.
2.12 De dónde sale el dinero Cuando una persona realiza una compra en cualquier país latinoamericano, la debe pagar en efectivo (billetes y monedas) o por medio de un cheque. Otra manera de pagar no hay. Por tanto, el dinero o medio circulante en cualquier país consiste en: billetes + monedas + cheques
El efectivo, los billetes y las monedas, los imprime o acuña el Banco Central. Los cheques son órdenes de pago. Cuando Pedro compra un automóvil no paga con billetes, ya que esto se(ía muy engorroso, sino que paga con un cheque. Este cheque es una orden que le da Pedro a su banco para que pague por su cuenta. El vendedor del automóvil lleva a su banco el cheque de Pedro y lo deposita en su cuenta. Los dos bancos se entienden en lo que se llama compensación y se pagan mutuamente, pero los particulares no ven el dinero que hace la transacción. Cuando se dice que los cheques son dinero, se habla en realidad de los depósitos del público en los bancos. ya que sólo cuando se dispone de estos depósitos se puede pagar con cheques. Únicamente 44
Formación~~~
la r~nt.a nacional
cuando un particular tiene fondos en depósito en su banco puede hacer uso de ellos, por medio de cheques, para comprar un automóvil, o cualquier otra cosa. Es, pues, más correcto decir que el medio circulante consiste de billetes + monedas + depósitos en los bancos. En la época actual, el Estado puede crear todo el dinero que quiera. La creación de dinero, de poder de compra, es fácil. Pero si el Estado hace tal cosa, sin que aumente simultáneamente la producción, sobreviene la inflación. Ésta no es más que un exceso de poder de compra del público con respecto a las cosas que pueden adquirirse.
2.13 Funciones del Banco Central El Banco Central es el banco del país, el banco del gobierno y el banco de los bancos. La función primordial del Banco Central es comprar todo el oro y todas las divisas que produce el pafs, para lo cual imprime billetes. Un billete no es más que un recibo que da el banco al que le entrega el oro. Así. todo billete reza: "El Banco Central pagará al portador un peso oro". Esta convertibilidad ya está derogada y el banco ya no entrega oro a quien le lleva billetes. El Banco Central también imprime billetes para prestarles dinero al gobierno y a los bancos particulares. El Banco Central es un banco con imprenta. Los billetes en circulación aumentan cuando el Banco Central compra mucho oro, dólares y otras monedas extranjeras, o hace préstamos al gobierno y a los bancos comerciales. Cuando el Banco Central vende dólares ejecuta una operación contraria: entrega dólares y recibe billetes, Jos cuales retira de la circulación. El Banco Central también retira billetes de la circulación cuando cobra lo que había prestado, pues exige el pago en moneda nacional. 45
El sentido común en la economía
Emisión de billetes
Figura 11
El Banco Central puede disminuir el caudal del medio circulante como disminuye el caudal de agua una bomba, la cual saca el agua de un caño y la bota afuera.
Contracción monetaria
Figura 12
2.14 Encaje de los bancos comerciales Todos los billetes que emite el Banco Central, ya sea para comprar divisas o para hacer préstamos, van a dar a los bancos comerciales y forman parte del encaje de éstos. Este encaje se denomina también reservas bancarias. 46
Formación de la renta nacional
La figura 13 muestra los canales A, B y C, por los cuales circulan los billetes emitidos por el Banco Central, así: a. Si el Banco Central emite billetes y le presta al gobierno. éste gasta prestado, los particulares reciben el dinero, que luego depositan en sus cuentas bancarias. b. Si el Banco Central compra divisas, los particulares llevan los billetes recibidos o los cheques a su favor girados por el Banco Central, a sus bancos, para ser depositados allí a nombre de cada cual. c. Si el Banco Central le presta a un banco, éste recibe directamente el dinero y aumenta sus depósitos en el Banco Central. Con lo recibido del Banco Central, ya sea directamente o por conducto de sus clientes, los bancos forman su encaje. Éste también se denomina reservas. pues es con ello con lo que, teóricamente, los bancos deben responder a sus clientes por los depósitos. La ley dice que cada banco comercial debe tener una reserva equivalente a un porcentaje de los depósitos del público en el banco. Así, teóricamente. cuando un cliente exige la devolución de su depósito, el banco tiene modo de atenderlo. Le paga con billetes o le da un cheque sobre los fondos que a su favor tiene el banco privado en el Banco Central. Es pues éste, el Banco Central, el creador de las reservas bancarias, de lo comúnmente llamado encaje.
2.15 Los billetes y los bancos Hoy el Banco Central no tiene necesidad de imprimir tantos billetes. Todo el proceso bancario es mucho más abreviado. Si el Banco Central compra $1.000.000 en dólares, no le entrega al vendedor $1.000.000 en billetes, sino que le da un cheque, esto es una orden de pago, contra sf mismo. Si el cliente quisiera, podría traer su automóvil a la puerta del Banco Central y llevarse el millón en billetes. Pero esto sería muy engorroso. Prefiere, pues, recibir el cheque y depositarlo a su favor en su banco comercial.
4i
El sentido común en la economía
1 1 1
1
IBIIV.U
IMPIINfA
1
1
L----------L- ---------1
Figura 13
El banco comercial tampoco necesita de tanto billete, así es que no cobra el cheque, sino que deja los pesos en el Banco Central y se queda con un saldo a su favor. Estos fondos, que el banco puede retirar en cualquier momento, forman mientras tanto parte de sus depósitos en el Banco Central. Así pues, los billetes que el Banco Central teóricamente emite, no circulan en realidad: lo que circula son sus cheques. Una pequeña parte de billetes viene a circular, y es aquella que los particulares consideran necesario llevar en sus bolsillos para los gastos cotidianos. Estos billetes no forman parte del encaje de los bancos, pues no están en poder de éstos sino en poder del público, pero la cuantía de ellos es relativamente baja. Los bancos tampoco dejan todos los billetes en el Banco Central. Una pequeña parte la necesitan para atender las necesidades de sus clientes: esos billetes los guardan los bancos en sus cajas fuertes. Tales sumas en billetes sí forman, naturalmente, parte del encaje, pues están allí, disponibles para pagar al cliente que reclame sus depósitos.
48
FormaciiÍn d~ la renta nacinnal
2.16 Los bancos comerciales y el público Los depósitos del público en los bancos comerciales son mucho más considerables que el dinero efectivamente depositado por el público en los bancos. Esto se debe a que los bancos han desarrollado un sistema para aumentar los depósitos sin recibir dinero del público. Este sistema consiste en prestar dinero para formar depósitos. Pedro se presenta al banco y pide un préstamo de $10.000.000. El banco se los concede. El banco carga entonces a Pedro, en obligaciones por cobrar $10.000.000 y le abona en depósitos a la vista $10.000.000. En esta forma, los depósitos de los particulares en los bancos comerciales suben en $10.000.000, sin que haya mediado depósito alguno. ¿Y si Pedro gasta los $1 0.000.000? No importa. Si Pedro compra un televisor a Pablo, éste recibe el cheque de Pedro y lo lleva a su banco. Los depósitos de Pedro en su banco disminuyeron, pero los de Pablo en el suyo aumentaron. Por consiguiente, los depósitos de los particulares en todo el sistema bancario siguen siendo iguales que antes de la compra del televisor. Los bancos comerciales crean gran parte de sus propios depósitos motu proprio, asr como también los pueden reducir. La actividad prestataria de los bancos tiene, pues, efectos monetarios, aumentando o disminuyendo el medio circulante. Por esta razón están estrictamente regulados por el Estado.
2.17 Expansión bancaria Se dice que hay expansión bancaria cuando los bancos comerciales aumentan motu propno los depósitos del público (ver 2.16). Estos depósitos forman, con los billetes y las monedas, el medio circulante (ver figura 14).
49
El sentido wmún en la economía
~+
Figura 14
Puesto que los depósitos del público son parte del medio circulante, si aumentan los depósitos, aumenta también el medio circulante. Así pues, los bancos comerciales pueden por sí mismos crear medio circulante adicional. Esta creación de medio circulante se denomina expansión bancaria y, cuando es excesiva, conduce a la inflación y al alza de precios. La lógica más elemental nos indica que si aumenta el medio circulante se incrementan los precios. El medio circulante es el poder de compra del consumidor. Si los consumidores, todos a una tienen más poder de compra en determinado momento, y las cosas en el mercado son las mismas de antes, obviamente los compradores pujan los precios y éstos suben (ver 3.9).
2.18 Limitación de los bancos comerciales Si no existiera una limitación legal, los bancos comerciales podrían aumentar indefinidamente sus préstamos, aumentado de modo ilimitado los depósitos, y con ellos el medio circulante. 50
Formación de la renta nacional
Para evitar este fenómeno indeseable hay una ley según la cual todo banco debe observar y mantener cierta proporción de reservas o encaje con relación a los depósitos de sus clientes. Las reservas o encaje de los bancos los forman los billetes que existen en las cajas de los bancos, más los depósitos de éstos en el Banco Central (ver
2.14). Si la ley dice, por ejemplo, que el encaje de los bancos debe ser del 10%, un banco cualquiera puede prestar diez veces más de los que le llega del Banco Central. Éste emite billetes que van a dar, casi en su totalidad, a los bancos comerciales y forman el encaje de éstos. Así, los bancos comerciales pueden prestar, si el encaje legal es del 10%, diez veces los fondos que reciben del Banco Central. Si Pedro le vende al Banco Central dólares por la suma de $1 0.000.000, esta suma va, a la larga, a formar parte del encaje del banco de Pedro. Así pues, suponiendo que el encaje es del 10%, el banco puede prestar sobre esta suma diez veces más, o sea un millón
de pesos. 2.19 El sistema bancario comercial El Banco Central ejerce control sobre la política de los bancos comerciales, a tal punto que, en general, puede obligarlos a seguir una política expansionista o, por el contrario, a contraer el crédito. Tiene, pues, el control efectivo de la política monetaria. Los bancos comerciales necesitan aumentar sus reservas para incrementar sus depósitos, ya que la ley les exige un porcentaje de reservas en relación con éstos. El Banco Central controla la cuantía total de las reservas del sistema bancario, las aumenta o las disminuye, poniendo billetes en circulación o retirándolos de ella. Al controlar la cuantía de sus billetes en circulación, el Banco Central puede vigilar la expansión bancaria. El Banco Central también tiene en sus manos otra arma contra la expansión bancaria. Puede, en efecto, aumentar o disminuir la proporción de reservas en relación con los depósitos que los bancos co51
F.l sentido común en la economía
marciales están obligados a mantener. Si ésta es del 10%, y el Banco Central decide llevar a cabo una contracción monetaria, y para el efecto declara que la proporción debe ser del 20%, los bancos comerciales se encuentran entonces desencajados. No tienen suficientes reservas para mantener la nueva proporción legal en relación con sus depósitos. Cada banco comercial exige, entonces, a su clientela el pago de una parte proporcional de sus préstamos. Los clientes pagan, y así se disminuyen los préstamos y, con ellos, los depósitos de todo el sistema. Entre los bancos comerciales y el Banco Central existe otro vínculo, gracias al cual el Banco Central ejerce un control todavía mayor sobre la expansión del medio circulante. Cuando un banco comercial necesita aumentar su encaje, va al Banco Central y le solicita un redescuento. Al efecto le presenta un documento que uno de sus clientes le ha firmado por un préstamo hecho. El Banco Central se lo descuenta: recibe el documento en prenda y le entrega al banco comercial el dinero en billetes o en cheque. Así, el banco se hace a nuevas reservas. Descontar quiere decir vender. el banco comercial le vende al Banco Central la deuda de su cliente. Cuando el Banco Central necesita controlar la expansión o la contracción monetaria, reduce o aumenta sus redescuentos a los bancos comerciales. En esta forma, y por medio de todos esos instrumentos, el Banco Central de todo sistema bancario moderno es el director supremo de la expansión o contracción monetaria.
2.20 Detalle de la contracción monetaria El procedimiento bancario parece a veces complicado y oscuro, pero en realidad no lo es. Un ejemplo puede ayudar a comprender esto mejor. Un banco comercial tiene depósitos por valor de $100.000.000. La reglamentación ordena que todo banco comercial mantenga en reserva el 10% de sus depósitos y, efectivamente, el banco en cuestión tiene $10.000.000 en 52
Formación de la renta nacional
billetes y en depósitos en el Banco Central, como reserva. Está cumpliendo, pues, con la ley. En este estado de cosas, el Banco Central decide hacer una contracción monetaria, y para el efecto aumenta el porcentaje obligatorio de reserva hasta el 12%. Nuestro banco, entonces, incumple la ley o tiene que disminuir sus depósitos o aumentar sus reservas. Ahora bien, ningún banco comercial quiere disminuir sus depósitos. pues esto no le conviene. El banco tiene que proceder entonces a aumentar sus reservas. Con este fin pide a sus clientes le paguen parte de lo que deben, y para el caso escoge aquellos que estén más a su alcance. Supongamos que Pedro se ve obligado a pagar al Banco de Oriente $10.000 a buena cuenta de lo que éste le había prestado. Para pagar, Pedro puede usar depósitos que tiene en el mismo Banco de Oriente o tomar de otros que posee en otro banco. En el primer caso, el pago que hace Pedro ocasiona una disminución de los depósitos del público en el Banco de Oriente. En efecto, este banco toma el cheque de Pedro y lo carga en sus libros en la cuenta "depósitos del público"(lo cual reduce esa cuenta) y lo cancela en la cuenta de obligaciones por cobra. Así, con este pago, el Banco de Oriente consiguió rebajar sus depósitos del público y cumplió con la nueva reglamentación bancaria. Ahora, si Pedro paga al Banco de Oriente con un cheque del Banco del Norte. los efectos son distintos: entonces las reservas del Banco de Oriente aumentan a costa de las del Banco del Norte. En efecto, el Banco del Norte tiene que pagar el cheque de Pedro entregando al Banco de Oriente un cheque por $10.000 de los fondos que posee en el Banco de la República. En esta forma, el Banco de Oriente puede cumplir la nueva reglamentación bancaria, aumentando sus reservas. El banco que perdió reservas tiene, naturalmente, que tomar medidas similares para conservar su porcentaje de reservas. En esta forma se contrae el crédito comercial y disminuyen los depósitos. 53
El sentido común en la econumíJ
2.21 Las reservas del Banco Central El Banco Central compra todo el oro y todas las monedas extranjeras que produce el país: todas las disponibilidades de estas especies, llamadas divisas, están en su poder. El Banco Central paga las divisas compradas mediante la emisión de billetes que él mismo imprime, como se ven en la figura 15. Cuando el Banco Central vende dólares a los importadores para que éstos puedan pagar sus importaciones, el proceso es el contrario: el Banco Central recoge billetes y disminuye sus reservas. Hasta la terminación de la década del treinta, las compras y ventas de divisas determinaban la expansión o contracción del medio circulante en el país. Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos aprendieron la técnica de las emisiones de moneda, mediante préstamos que hacen al Banco Central. Desde entonces la expansión monetaria ha sido casi continua, a través de emisiones del Banco Central, sin respaldo de reservas de divisas.
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Figura 15
Formación de la renta nacional
2.22 Los préstamos del Banco Central al gobierno El Banco Central también emite para hacerle préstamos al Estado. El Estado paga sueldos y salarios y, a la larga, esos billetes van también a aumentar el encaje de los bancos comerciales y a fomentar la expansión del medio circulante (ver 2.14). A medida que el Estado ha visto la posibilidad de exigir, en una forma u otra, más préstamos del Banco Central, el sistema bancario ha cambiado de fisonomía. Antiguamente casi todo lo que emitía el Banco Central estaba destinado a la compra de dólares y oro. Ahora, una buena parte de sus emisiones las hace el banco para prestarle dinero al Estado o a los institutos oficiales. Tal transformación tiene ciertas ventajas. pero encierra muchos peligros. Las ventajas consisten en que el medio circulante no está ya tan estrechamente ligado a las reservas de divisas. Hace unos años, si había reservas había medio circulante. Si no las había, desaparecía el circulante, y el país sufría las consecuencias, como sucedió en la gran crisis de 1930. En la actualidad, si las reservas de divisas bajan, el Banco Central se ve obligado a recoger billetes, pero por otro lado remplaza estas emisiones con otras, a fin de conceder préstamos al Estado o a los particulares. Pero el sistema. como acaba de anotarse, no deja de tener graves peligros, pues un Estado irresponsable puede exigir más y más préstamos del Banco Central, aumentando así el medio circulante de manera desproporcionada, con lo cual se produce la inflación monetaria.
2.23 Límite a los préstamos del Banco Central Antiguamente había un límite automático para los préstamos que el Banco Central podfa hacer. En la práctica, este límite ha desaparecido. El límite consistía en exigir al Banco Central que mantuviera un porcentaje determinado de reservas en relación con sus depósitos, 55
El sentido común ~n la economía
digamos un 30%. Si el Banco Central compraba $300.000 en divisas, podía prestar hasta un millón sobre ellos. Al prestar el banco creaba depósitos, pero por cada millón de pesos en depósitos necesitaba $300.000 en reserva. De este modo se fijaba un límite legal a la expansión. En la práctica, el Estado burla hoy esa disposición en mil formas distintas, y es dueño y señor de la imprenta del Banco Central. Antes, el límite a la expansión del Banco Central se consideraba muy importante, puesto que, además de ser un freno contra la expansión, le daba estabilidad al banco. En ese entonces había convertibilidad, lo cual quería decir que el público podía, en cualquier momento, exigir el pago de sus depósitos en oro o divisas; y si el banco no tenía fuertes reservas, podía verse obligado a cerrar sus puertas. Pero ese peligro ya pasó. Ahora, por ley los billetes no son convertibles en oro, ni en divisas; el público ya no puede producir la quiebra del Banco Central. Por ley, el banco sólo debe pagar en billetes, y éstos son ilimitados,
puesto que el banco tiene imprenta. Entonces, ¿para qué sirven las reservas del Banco Central? Únicamente para el comercio internacional. El país no puede vivir sin reservas, como una empresa no puede trabajar sin saldo en el banco. Las reservas le sirven al país para pagar puntualmente sus compras en el exterior, independientemente del valor de las exportaciones efectuadas.
2.24 Estabilidad del sistema bancario Un sistema bancario moderno, que posee un Banco Central con capacidad de emisión, es esencialmente estable, a pesar de las emisiones sin respaldo de divisas que tengan lugar. Hasta hace unas cuantas décadas, los bancos centrales estaban obligados a redimir sus billetes entregando al portador oro o divisas. Ya esto no se acostumbra, luego el Banco Central no está obligado a hacerlo. Así, si el público pierde confianza en la estabilidad del Banco Central y se presenta a redimir los billetes que posea, éste no está obligado a atenderlo. 56
Formación de la renta nacional
En las condiciones actuales, ningún Banco Central puede encontrarse en la situación de tener que suspender pagos, como ocurría en otras épocas, cuando las emisiones superaban la capacidad del Banco Central. En cuanto a la confianza del público en los bancos comerciales, tampoco es hoy tan vital como antes. Si el público pierde la confianza en un banco puede retirar sus depósitos de éste, pero tiene que llevarlos a otro, ya que no se puede quedar con los billetes en la casa. De este modo, lo que un banco pierde lo gana otro. El sistema en conjunto nada pierde. En esta situación, el Banco Central puede fácilmente ayudar a la institución que se halle amenazada. Todo lo que debe hacer es imprimir tantos billetes cuantos sean necesarios, y prestarlos al banco en peligro. Las quiebras y fallas de algunos bancos en 1982 se explican por actos dolosos cometidos por la administración de éstos, con tolerancia de la Superintendencia Bancaria y otros altos funcionarios del gobierno. El sistema bancario del país demostró en esa ocasión su estabilidad y pudo soportar, sin derrumbarse, todos los abusos cometidos.
2.25 Los bancos oficiales El Estado puede, dentro de un sistema bancario inconvertible, como el colombiano, formar cuantos bancos quiera y aumentar indefinidamente el crédito a los particulares y las entidades oficiales, sin que ello ofrezca peligro alguno para la estabilidad del sistema bancario. Para hacerlo no necesita recursos. Por ejemplo, si decide fundar el Banco de Educación, se forma la sociedad con $20.000.000, que el Estado o un instituto oficial adelantan provisionalmente. Como el Estado tiene permanentemente depósitos en el Banco Central, puesto que ese es su banco, del cual recibe préstamos, le da orden de depositar en la cuenta del Estado en el Banco de Educación diez millones de pesos. 57
El senlidu cumún en la economía
Ahora bien, si los bancos están obligados a mantener, por ejemplo, el 20% del encaje. este depósito del Banco Central permite al Banco de Educación prestar $50.000.000 (ver 2.18). Allí mismo este banco presta al Estado $20.000.000 para corresponderle por su aporte de capital, y le quedan para otras operaciones $30.000.000. Así se inicia la cadena de la suerte. Es cosa como de magia, pues los depósitos se multiplican a medida que se hacen los préstamos (ver 2.16). De allí en adelante. cada vez que el Banco de Educación quiera aumentar su encaje. sólo tiene que presentarse a descontar al Banco Central. Lleva a este banco los documentos de deuda que le firman sus clientes, y el banco se los descuenta. Así se hace a más reservas y puede prestar, otra vez, cinco veces más. ¿Hay algún límite? En realidad ninguno, pero el sistema monetario del país sí sufre las consecuencias. A medida que aumentan los préstamos de los bancos se incrementa el medio circulante. Los consumidores adquieren más poder de compra. Aumenta la demanda. Los productos escasean en el mercado y los precios suben. Asé se inicia el proceso inflacionario (ver 3.1 0). Esta experiencia se ha visto en Colombia y en muchos países.
2.26 Resumen: el dinero El dinero o medio circulante consiste en: Monedas + billetes + depósitos en los bancos comerciales La creación del dinero la inicia el Banco Central al emitir billetes. Los bancos comerciales reciben esos billetes y sobre ellos crean una estructura de crédito, que podría ilustrarse como lo indica la figura 16.
58
Formación d~ la renta nacional
Reserva . ' (-
del BB"co central
-- J...:_j Figura -----16
2.2:1 La velocidad de la circulación
La cantidad de dinero en circulación no es lo único que afecta la situación monetaria del país. El dinero funciona con distintas velocidades, según las circunstancias económicas. Unas veces los particulares están en estado de gran actividad y las cosas cambian de mano rápidamente; otras veces la economía está perezosa, y las transacciones se suceden con lentitud. Si, por ejemplo, cada transacción toma dos días. diez mil pesos de medio circulante hacen en el mes: $10.000 x 15 =$150.000 en transacciones. Pero si cada una sólo toma un dla, los mismos diez mil pesos sirven para hacer $300.000 en transacciones en el mes: $10.000
X
30 = $300.000
El dinero con mucha velocidad tiene alta potencia (figura 17).
Figura 17 5!:1
El sentido común en la economía
El dinero con poca velocidad tiene escasa potencia (figura 18).
Figura 18
Por tanto, no siempre es la cantidad de dinero en circulación la que produce la expansión y el alza de precios. La velocidad de la circulación también tiene que ver con el incremento de los precios y la inflación. Las dos cosas cuentan: la cantidad de dinero y la velocidad de su circulación.
611
CAPíTULO
3
DISTRIBUCIÓN DE LA CAPACIDAD PRODUCTORA
3.1
Bienes de producción y bienes de consumo
63
3.2
Mecanismo de capitalización
64
3.3 3.4 3.5 3.6 3. 7 3.8 3.9 3.1 O 3.11 3.12 3.13 3.14
Capitalización social y capitalización privada Subdivisión del poder de compra El famoso error de 1930 Ilustración de la circulación La crisis del consumo Los gastos compensatorios Excesivo poder de compra Inflación Ventajas sociales de la capitalización La parábola del banano Significado social de la capitalización privada Crecimiento del equipo de producción por capitalización Capitalización y desempleo Los consumos suntuarios El suplicio de Tántalo Efectos de la concentración de capital Efectos de la dispersión de capital Métodos de capitalización Efectos de la capitalización
66
3.15 3.16 3.17 3.18 3.19 3.20 3.21
67 68 69 70 72 73 74
75 76 77 78 80 81
82 83
84 85
86
CAPÍTULO
3
DISTRIBUCIÓN DE LA CAPACIDAD PRODUCTORA
3.1
Bienes de producción y bienes de consumo
La producción del país se subdivide en dos grandes clases de bienes: a) Bienes de producción o de capital.
b) Bienes de consumo. Son bienes de producción todas las cosas que no se consumen pero que sirven para producir otros bienes. Por ejemplo: •
Maquinaria
•
Equipo
•
Herramientas
•
Obras de comunicaciones
•
Obras de irrigación, etc. Son bienes de consumo las cosas ya listas para consumir:
•
Alimentos
•
Vestidos
63
El sentido común en la economía
•
Zapatos
•
Automóviles
•
Neveras, etc.
Hay otros artículos que no están en estado de usarse, los cuales son materia prima en el proceso de producción. Por ejemplo, para producir pan se requiere trigo, el cual se muele para fabricar harina y de ésta se hace el pan. El trigo y la harina son materias primas, el pan es artículo de consumo. Algunas materias primas sirven para producir indistintamente bienes de capital y bienes de consumo. Así, por ejemplo, una lámina de hierro puede ser materia prima para producir un motor (bien de capital) o una nevera (bien de consumo). Los economistas también hacen diferencia entre bienes de consumo durables y no durables. Son durables: •
Automóviles
•
Neveras
•
Casas, etc. Son no durables:
•
Trigo
•
Papa
•
Vestidos, etc.
3.2
Mecanismo de capitalización
Un país capitaliza cuando desvía parte de su producción a la producción de bienes de capital. Mientras más alta sea la producción desviada; mayor es la capitalización, como lo demuestra la proporción relativa de los dos caudales.
64
Distribución de la capacidad productora
Total de bienes producidos
Figura 19
Por desgracia, la producción total de bienes es limitada. No puede ser aumentada de un momento a otro sin que aumenten los factores de producción (ver 1.5). Esta ley económica es de hierro, inmodificable, y si no fuese así, el problema económico no existiría.
Total de bienes producidos
Figura 20
Asf pues, si un país quiere capitalizar más rápidamente, tiene que disminuir la cantidad de bienes disponibles para el consumo. El caudal de bienes producidos se reparte entonces en dos brazos de distinto tamaño en relación con los anteriores (figura 20). 65
El sentido común en la economía
Mayor capitalización significa menos consumo. Esto sucede así en toda sociedad. Sucede también con las personas. El que quiera capitalizar, necesariamente tiene que reducir su consumo.
3.3
Capitalización social y capitalización privada
Un particular capitaliza dejando de consumir, así: Si gana en el año
$1.000.000
y consume
$800.000
Capitaliza
$200.000
Un país capitaliza exactamente del mismo modo: Si su producción total vale en el año
$10.000.000
y dedica para la producción de bienes de consumo
$8.000.000
Puede capitalizar
$2.000.000
Pero un particular capitaliza cosas que socialmente no son capital. Así se considera que si Pedro compra una casa por $2.000.000, ha aumentado su capital en esta suma. Pero una casa, socialmente hablando, no es capital, puesto que no sirve para aumentar la producción. Socialmente, una casa es un bien de consumo durable. Pero el edificio destinado a una fábrica sí es capital social, puesto que sirve para aumentar la producción. Cosa parecida sucede si Pedro deposita $50.000 en el banco. Desde el punto de vista de Pedro, ha habido una capitalización de $50.000. Desde el punto de vista de la sociedad, si los pesos permanecen en el banco, no ha habido capitalización. Solamente cuando el banco le presta los $50.000 a otra persona, que adquiere con ellos un activo de producción, se efectúa la capitalización social. Desde el punto de vista del particular, es capital todo lo que aumenta los haberes de aquél. Desde el punto de vista social, solamente
66
Distribución de la capacidad productora
es capital que sirve para aumentar la producción, todo lo que se puede considerar como un crecimiento de los tres factores de producción: •
Tierra debidamente equipada.
•
Mano de obra preparada.
•
Capital (equipo y herramientas).
3.4
Subdivisión del poder de compra
Así como la producción del país (producto nacional) se subdivide en producción de bienes de capital y producción de bienes de consumo, la renta nacional, o pod~r de compra, se subdivide, en igual forma, en lo que sirve para la adquisición de bienes de capital y lo que se destina para bienes de consumo. Unas personas deciden capitalizar o ahorrar, lo cual viene a ser lo mismo, ya que una cosa sigue generalmente a la otra. Para el efecto dejan de consumir parte de su renta y adquieren en cambio bienes de capital. La capitalización produce una división en los factores de producción, proporcional a la división en el poder de compra. La distribución del equipo de producción y la circulación monetaria se pueden ilustrar como se ve en la figura 21 . La manera como el público gasta la renta nacional produce la destinación o la división de los factores de producción. Así, si el público gasta el 20% en bienes de capital y 80% en bienes de consumo, el equipo de producción se divide en: 20% para producir bienes de capital y 80% para bienes de consumo. Se entiende que esto llega a ser así a largo plazo y más como tendencia que como hecho exacto. En la práctica y a corto plazo, el proceso es más complicado y puede frustrarse (ver 3. 7).
67
El sentido común en la economía Salida del poder de compra
Entrada del poder de compra
+
Equipo de producción de bienes de capital
Emolumentos Arrtendos
~
Utilidades
Figura 21
3.5
El famoso error de 1930
Durante la gran crisis mundial de 1930 surgieron varias teorías económicas comúnmente denominadas teorías subconsumistas. Se pretendía probar con ellas que, matemáticamente, podía demostrarse que el sistema de empresa privada no generaba suficiente poder de compra para absorber su propia producción. La tesis era esta: supongamos una sociedad con una sola empresa productora de zapatos. La producción anual vale $5.000.000. Los empresarios obtienen una utilidad de $1.000.000, que capitalizan íntegramente. Los otros $4.000.000 representan la renta nacional (ver 2.5), que directa o indirectamente va al consumidor. Ahora, como los empresarios capitalizan $1.000.000, quedan $4.000.000 de renta para comprar $50.000.000 de zapatos. Asr pues, no hay suficiente renta para comprar todos los zapatos producidos. Sobrevienen entonces el subconsumo, la crisis, etc. 68
Distribución de la capacidad productora
Equipo de producción de maquinarias Figura 22
Es, sin embargo, muy sencillo demostrar el error de este análisis. El $1.000.000 que capitalizan los empresarios también genera poder de compra. No se guarda, sino que se utiliza para comprar equipo industrial. La producción de equipo industrial por valor de $1.000.000 genera poder de compra adicional suficiente para completar los $5.000.000 necesarios para comprar toda la producción de zapatos. El diagrama de la circulación monetaria se puede entonces dibujar como aparece en la figura 22.
3.6
Ilustración de la circulación
En la práctica, los medios de pago circulan literalmente para formar la renta nacional o, lo que es lo mismo, el poder de compra, saliendo del equipo de producción y volviendo a él. 69
El sentido común en la economía
Resulta, pues, más conveniente ilustrar el proceso en forma circular (ver figura 23). Salida del poder de compra
Entrada del poder de compra
----~·~~~~~· Equipo de producción de bienes de consumo Equipo de producción de bienes de capital
Emolumentos ~ Arriendos ___..../' Utilidades
Figura 23
El medio circulante sale del equipo de producción, una parte de las empresas que producen bienes de capital y el resto de las que producen bienes de consumo. Es un único torrente de poder de compra (renta nacional o producto nacional), cuya cuantía es igual al valor de la producción a los precios de venta. Ese torrente de renta nacional formado por la suma de todos los emolumentos, arriendos más utilidades pagadas, se divide en dos: parte se destina a comprar bienes de capital, y el resto para adquirir bienes de consumo. Para que exista estabilidad de precios es necesario que el poder de compra disponible no sea superior ni inferior al valor de la producción. Si es inferior, caen los precios; si es superior, éstos suben (ver 2.5).
3.7
La crisis del consumo
Sin embargo, el sistema de empresa privada puede sufrir crisis violentas de subconsumo. 70
Distribución de la caracidad rroductora
Este problema se puede presentar cuando los empresarios no invierten las utilidades recibidas, sino que las dejan en dinero en los bancos. En ese caso no se completa el poder de compra suficiente para adquirir toda la producción. En el caso ilustrado, $1.000.000 quedó en los bancos sin invertir. Como se puede apreciar en la figura 24, los empresarios no invirtieron toda la renta recibida, permaneciendo $1.000.000 en los bancos. Queda faltando, pues, poder de compra en el equipo de producción, y por tanto parte de la producción queda sin vender. Hubo falta de demanda en el sistema económico debido a la carencia de inversión, lo cual produce la crisis del subconsumo. Este fue el análisis que hizo el economista inglés Maynard Keynes en la década del treinta, a raíz de la gran crisis y que tanta influencia ha tenido en la política económica de América Latina.
Equipo de producción de zapatos
'-.. ',,
Poder de compra faltante
'",lj) 1
1
./ //
------------ _.... ' " Bancos
---------------~"""' Figura 24
71
,'
1 /
1
1
·'
El sentido común en la economía
3.8
Los gastos comper.satorios
Keynes sostenía que era obligación del Estado garantizar el pleno empleo de la población y que para conseguirlo debería tomar medidas en el campo monetario y así mantener la demanda efectiva. Que si esta demanda se mantenía, no tenía por qué haber desempleo.
Nuevas emisiones
o nuevo crédito
Figura 25
Que el Estado debía suministrar al sistema el faltante de demanda, mediante emisiones, para compensar lo que se estaba quedando en los bancos y en otras entidades financieras. Muchos gobiernos en América Latina, invocando a Keynes, han seguido políticas expansionistas que luego han desembocado en inflación. Ya en la década del ochenta las teorías de Keynes no son universalmente aceptadas. En general, ya no se cree más que el problema del desempleo se puede resolver con emisiones. 72
Distribución de la capacidad productora
En la década del ochenta principiamos a oír las teorías de Keynes presentadas con ropaje moderno, bajo el título de reactivación, políticas que en la práctica no han tenido éxito y sí han causado trastornos monetarios.
3.9
Excesivo poder de compra
Del mismo modo que puede haber escasez de poder de compra, o sea falta de demanda efectiva, también puede suceder que éste sea excesivo, y entonces el resultado es un alza general de precios, producida por el exceso de demanda y relativa escasez de bienes para satisfacerla. La figura 26 trata de ilustrar el problema.
Salida ciel poder de compr¿¡,
Entrada del poder de compra
----~·~~~~~· de bienes de consumo Equipo de producción
Equipo de producción de bienes de capital
Emolumentos Arriendos Utilidades
Figura 26
Para que los precios permanezcan estables, el poder de compra, es decir. la renta nacional, sólo puede ser aquella que genera el equix :re producción en el proceso normal de producir (ver 2.5). Es decir, ·= :.ve entra por B no puede ser mayor de lo que sale por A, como se ~-:-a en la figura 26.
El sentido común en la economfa
Cuando el Estado ordena, por ejemplo, un alza general de salarios, aumenta el poder de compra, y si no se opera un aumento correspondiente en la producción, sobreviene un alza general de precios. Igual cosa ocurre cuando se permite una expansión inmoderada del crédito bancario o cuando el Estado emite y aumenta el medio circulante. Al aumentar el poder de compra, hay más competencia para adquirir igual cantidad de productos que antes, y los precios suben.
3.10 Inflación,-' Se dice t¡ue hay inflación cuando el costo de vida se eleva continuamente y en una forma casi igual para todos los bienes y servicios. La causa más frecuente de la inflación es el aumento de la circulación monetaria, producido por el exceso de emisión de moneda o por el incremento del crédito bancario. Cualquiera de éstos aumenta la circulación monetaria y con ella la demanda del consumidor. Y si al mismo tiempo no se producen más bienes, necesariamente sobreviene el alza de los precios. En la inflación, el consumidor resulta perjudicado puesto que todo cuesta más; el mismo ingreso de antes no le alcanza para mantener su nivel de vida. ¿Quién sale beneficiado con la inflación? Si ésta se produjo debido a que el gobierno emitió moneda, gana el gobierno, puesto que tiene más dinero para gastar. Cuando el gobierno emite lo que hace es "echarle agua a la sopa" para que asr el caldero tenga más sopa, pero más aguada. La inflación agrava también las desigualdades sociales, puesto que las utilidades de los que están en los negocios se incrementan y los propietarios de los bienes de producción pueden entonces incrementar sus consumos suntuarios. Esto explica por qué en la inflación vemos aumentar las construcciones lujosas y disminuir la producción de los artículos de primera necesidad. 74
Distribución de la capacidad productora
Muchos de los males que sufre América Latina en las últimas décadas, provienen del excesivo poder de compra debido a las emisiones del Estado y la inflación permanente que ello causa. Muchos han intentado explicar la inflación latinoamericana como un problema estructural, término éste sin ningún valor científico. La verdad es que la inflación en América Latina no tiene sino una explicación: gobiernos políticamente irresponsables y a veces desconocedores de los principios elementales del manejo económico. So debe, en otros, a la errada interpretación de las tesis de Keynes, aplicadas a situaciones que no corresponden. (En el capítulo cuatro se tratan--más en detalle los problemas que causa la inflación).
3.11 Ventajas sociales de la capitalización La producción de bienes de capital es muy importante para todo país, puesto que cuanto mayor sea el capital, tanto mayor y más eficiente es también la producción. Un trabajador bien equipado produce más que uno sin equipo. En las condiciones modernas, el equipo es absolutamente esencial: un trabajador sin equipo es un trabajador primitivo. Por tanto, el sistema de empresa privada reconoce al que ahorra el derecho de obtener utilidades del capital que crea. Si Pedro y Juan ganan al año $2.000.000 y Pedro decide comprar un automóvil en $10.000.000, mientras que Juan compra una máquina adicional para su taller, se considera conveniente reconocer a Juan una utilidad o premio por la capitalización efectuada. Pedro, al fin y al cabo, obtiene su ventaja en el placer que le proporciona el uso del automóvil. No debe resentirse, pues, si Juan obtiene a su vez ventajas de la máquina que compró. Una cosa por otra. La acción de Pedro sólo lo benefició a él, puesto que sólo él y sus amigos obtuvieron placer del automóvil. En cambio, la acción de Juan benefició a la sociedad, puesto que aumentó uno de los factores de producción, el capital, y permitió así ampliar la producción del país. 75
El sentido común en la economía
La alta tasa de interés que se paga en los países subdesarrollados se debe a la escasez de capital. Poco capital produce una alta tasa de interés. Cuando el capital es abundante, como en los países industrializados, la tasa es baja. La escasez de capital en los país~s subdesarrollados proviene, en general, de la falta de austeridad por parte de los habitantes. Éstos, ante todo, quieren el automóvil, y son pocos los que prefieren comprar máquinas de taller.
3.12 La parábola del banano Una historia sencilla sirve para ilustrar la naturaleza de la tasa de interés y la formación de capital.
/
Supongamg§__una-socíC§dad piimitiva que vive únicamente de una /·plantaciÓn de-bananos. El trabajo de los habitantes consiste en coger banano y consumirlo. Pero los bananos son difíciles de coger: un hombre, para vivir y alimentar a su familia, necesita trabajar todo el tiempo en la recolección. Un habitante, de los más emprendedores, decide fabricar un gancho especial, el cual le permite coger los bananos más rápidamente que a mano. Para hacerlo necesita tiempo, que ha de quitar a la recolección de banano. Así pues, decide trabajar únicamente 7 de las 8 horas que antes empleaba recogiendo el banano para su consumo. La otra hora la dedica todos los días a la fabricación de su instrumento. En esta forma capitaliza. Para lograrlo debe disminuir su consumo, puesto que sólo consume el banano que recoge en 7 horas, y pierde el consumo de una hora de trabajo. Al cabo del tiempo tiene el gancho listo, y con éste recoge más banano del que recolectan los otros a mano, y puede incrementar su consumo. Con el banano sobrante puede también alimentar a otros trabajadores, para que éstos fabriquen más ganchos, y así aumenta aún más su capitalización.
76
Distribución de la capacidad productora
Si otro quiere usar el gancho, le paga una tasa de interés o alquiler por el uso del instrumento. Esto lo puede hacer, puesto que con el gancho coge más que sin él, y puede cederle al dueño del instrumento parte del incremento de la producción. Puesto que el capital produce, quien lo recibe en préstamo puede y debe pagar interés. El interés lo recibe el que ahorró, como premio por haberse negado el gusto de comer banano cuando lo podía haber hecho, y otros lo estaban haciendo. En la vida real, el capital, es decir los equipos y las herramientas, multiplican enormemente la efectividad del trabajo. No hace lo mismo un trabajador con un azadón que con un tractor. Por eso representamos la fórmula de la productividad así: producción =recursos naturales + mano de obra x equipo y herramienta
3.13 Significado social de la capitalización privada La capitalización de los particulares en una sociedad de empresa privada tiene el mismo efecto en la producción que la capitalización del Estado en una sociedad comunista o socialista. Sólo que en una empresa socialista, como ya se vio, la capitalización termina perdiéndose porque a nadie "le duele':· allí no hay propietarios individuales. En ambos casos, la capitalización produce un aumento de los bienes disponibles para el consumo de toda la comunidad, no del empresario o de los administradores únicamente. Supongamos que Pedro es un empresario, fabricante de zapatos, y que es tan frugal que nada gasta, ni come, ni se viste, ni se divierte: todo lo capitaliza. Supongamos también que la empresa de Pedro produce $50.000.000 anuales en zapatos, y que las utilidades son del 20%, o sea $10.000.000, que éste capitaliza e invierte en la compra de maquinaria.
77
El sentido común en la economía
Al año siguiente la empresa está mejor equipada, puesto que tiene más máquinas y puede aumentar su producción. En lugar de producir $50.000.000 produce $60.000.000 y al hacerlo genera mayor poder de compra que antes. Las cuentas podrían suponerse entonces así: Utilidad o renta del empresario, 20%
$12.000.000
Salarios y arriendos pagados
$48.000.000 $60.000.000
Ingreso total o renta de la comunidad: $60.000.000 = valor de la producción. Al tercer año las utilidades han sido invertidas todas en maquinaria, y la producción ha aumentado, pudiendo ser ya de $65.000.000. Así las cuentas podrían ser: Utilidad o renta del empresario, 20%
$13.000.000
Renta de los factores
$52.000.000 $65.000.000
Ingreso total de la comunidad: $65.000.000 =valor de la producción. Por cada año la renta total de la comunidad se eleva. La mayor renta de los factores pasa a comprar el aumento de la producción de bienes de consumo. La mayor renta del empresario, suponiendo que éste sea totalmente frugal, se emplea en la adquisición de maquinaria. Mientras que el empresario no reparta utilidades, el crecimiento favorece a toda la sociedad en un 100%.
3.14 Crecimiento del equipo de producción por capitalización El caso de Pedro con su empresa productora de zapatos (ver 3.18) puede ilustrarse como se muestra en la figura 27. 78
Distribución de la capacidad productora
Equipos de producción Primer año
A
! A
!
B
A
Figura 27
A. Representa el caudal de bienes de consumo, que desaparece consumido por la sociedad. B. Representa las utilidades capitalizadas todos los años, y que van a engrosar el equipo de producción del año siguiente. El proceso puede ser indefinido, y no importa el porcentaje de utilidad de Pedro con respecto al volumen total. Los salarios pagados más las compras de maquinaria de Pedro generan el poder de compra necesario para adquirir todos los zapatos producidos (ver 3.5). Año por año, el equipo de producción crece y produce más zapatos. Alguien tiene que consumir esos zapatos; ese alguien no puede ser Pedro, dueño de la empresa. Éste puede ser todo lo derrochador que se quiera, pero más de un par de zapatos a la vez no puede usar. 79
El sentido común en la economía
El límite a la expansión de la empresa productora de zapatos sólo se alcanza cuando todos los miembros de la comunidad están calzados, y no hay más demanda de zapatos. La empresa puede ser toda de Pedro, pero los zapatos no se los pone todos él: son. en gran parte, para la comunidad.
3.15 Capitalización y desempleo Pero supongamos que Pedro no aumenta la producción, sino que mecaniza su empresa y despide obreros. ¿No se crean entonces el desempleo y la crisis? No; porque estamos suponiendo que la economra es una economía en expansión, que mira hacia el aprovechamiento pleno de todos los factores de producción. Por tanto, si al mecanizar Pedro quedan obreros cesantes, otros empresarios los pondrán a trabajar, y en esa forma se aumentan la producción nacional y su equivalente, la renta nacional. Las economías de los países que están en expansión han demostrado que esta teoría funciona perfectamente en la práctica; que no hay lugar a temer a la tesis marxista de que el progreso en la mecanización de las empresas significa el empobrecimiento de los trabajadores. Se requiere sí que la economía esté en expansión, esto es, que el incentivo por invertir funcione debidamente (ver 1.25). Si no es así, lo que produce Pedro no encuentra mercado. Si el incentivo por invertir es normal, la expansión es indefinida. Esto ha sido demostrado por el progreso de las economras más sólidas y vigorosas del mundo: la norteamericana. la de Europa occidental y las de algunos países de Asia.
80
Distribución de la capacidad productora
3.16 Los consumos suntuarios
Por lo general se critica al rico que ahorra y capitaliza para ampliar su empresa, y a la vez se alaba al que gasta y derrocha. Según el parecer popular, el primero es un avaro, y el segundo un hombre de progreso, que hace circular la riqueza y proporciona trabajo a otros. Esta creencia es totalmente falsa y perjudicial. Toda persona que ahorra y capitaliza da trabajo, puesto que el crecimiento del equipo de producción requiere factores de producción (ver 1.3), así que quien acrecienta estos bienes da trabajo. El que gasta en artículos suntuarios también da trabajo y hace circular el dinero. ·Pero al hacerlo ocupa factores de producción en la satisfacción de sus necesidades suntuarias. Ahora bien, los factores de producción son limitados. Cuanto mayor sea el número de operarios ocupados en la producción de artículos suntuarios, menor será el de los disponibles para formar capital o atender a los consumos indispensables para el resto de la población. Los factores de producción se organizan para producir en la misma forma en que el consumidor distribuye su poder de compra (ver 3.4). Una sociedad que distribuye su poder de compra así: 1O% para capitalizar 1O% para gastos suntuarios 80% para gastos de consumo normal 100%
distribuye su equipo de producción también así: 10% para producir bienes de capital 1O% para producir artículos suntuarios 80% para producir artículos de consumo normal. 100%
81
El sentido común en la economía
Cuanto más se gaste en producir artículos suntuarios, menos habrá para capitalizar y menos también para producir bienes de consumo necesarios.
3.17 El suplicio de tántalo La defensa con que cuenta el sistema de empresa privada es que la mayoría de los empresarios voluntariamente se quieren someter al suplicio de Tántalo. En efecto, son tan ambiciosos que, lejos de estar satisfechos, siempre pretenden aumentar más y más la producción. Como en el suplicio mitológico, la copa se aleja de sus labios, que siempre permanecen sedientos. Si no fuera por esto, los empresarios gastarían todas sus utilidades en satisfacer necesidades suntuarias, y el equipo de producción no crecería. Afortunadamente para el sistema de empresa privada, la mayoría de los empresarios quieren crecer y ampliar cada vez más sus empresas. Este deseo de crecimiento se convierte en manía y en la razón de ser de la existencia de aquéllos. El resultado de todo esto es el crecimiento del equipo de producción y el consiguiente aumento de la producción nacional (ver 3.14). La ambición de los empresarios no es, pues, un problema social sino, por el contrario, una ventaja. Es el motor que impulsa la economfa. Es lo que hace posible la existencia de la empresa privada. Si esto no fuera así, los empresarios gastarían todas sus entradas en vez de capitalizarlas. El equipo de producción no crecería, y el sistema de empresa privada sería imposible. Los socialistas critican duramente los gastos suntuarios de algunos empresarios y proponen reducirlos o eliminarlos totalmente por medio de controles y planificación. Los empresarios deben tener incentivos o no trabajan. Si los empresarios no trabajan, la sociedad no obtiene los beneficios de lo pro82
Distribución de la capacidad productora
ducido. Por tanto, a los empresarios no se les puede privar de todos los frutos de su trabajo y del goce de parte de ellos. Sin embargo, uno de los problemas que afronta la sociedad latinoamericana es que su clase dirigente tiende a gastar un porcentaje alto de sus ingresos y poco capitaliza.
3.18 Efectos de la concentración de capital Evidentemente, la demasiada concentración e e riqueza tiende a producir subconsumo. Supongamos de nuevo el caso de Pedro, fabricante de zapatos y empresario insaciable. Año tras año capitaliza todas sus utilidades, y mientras así lo haga y continúe invirtiendo anualmente todo lo capitalizado en maquinaria, no hay problema. Pero supongamos que llega un momento en que ya ha crecido tanto su empresa y que, por el hecho de estar más viejo y pesimista, ya no desea seguir haciéndolo. Por tanto deja de comprar maquinaria y detiene la expansión. ¿Qué puede hacer entonces con sus utilidades? La capacidad de absorción de bienes de consumo de un rico como Pedro es limitada. Pedro puede tener 100 pares de zapatos, pero más de eso le es imposible usar. No puede, entonces tomar para sí mismo toda la producción de su empresa. Ésta no le sirve, tiene que dejar que otros se la lleven. Mientras quiera cambiar zapatos por maquinaria, y seguir creciendo, todo va bien. El problema económico se presenta a la sociedad cuando Pedro ya no está interesado en más expansión, sino que se dedica a atesorar, a guardar sus utilidades, sin invertirlas. Entonces sobreviene la falta del poder de compra del consumidor y, con ésta, la crisis y el subconsumo (ver 3.7). En las sociedades muy avanzadas, como Estados Unidos, existe esta tendencia. De allí la necesidad de los altos impuestos y los altos gastos del Estado. En esta forma, los empresarios demasiado ricos
83
El sentido común en la economía
entregan parte de su poder de compra al Estado, poder de compra que ellos en definitiva no usarían. El Estado lo pone en circulación y evita asr el problema del subconsumo, que fue la tesis de Keynes. Sería mejor, naturalmente, que en lugar de que el Estado gastara ese dinero, muchas veces mal gastado, los ricos hicieran inversiones constantes en activos productivos.
3.19 Efectos de la dispersión de capital Una persona pobre no capitaliza voluntariamente; prefiere aumentar su consumo. A un rico le resulta más fácil capitalizar. Una vez colmadas las necesidades vitales, el rico tiende a capitalizar, y puede hacerlo. Al fin y al cabo, lo que una persona alcanza a consumir es bastante limitado. Ciertos consumos, por ejemplo la comida y el vestido, nb aumentan indefinidamente, en proporción a la riqueza. Crecen hasta cierto punto, y de allí en adelante se estancan. Por consiguiente, una excesiva distribución de la riqueza impide el crecimiento de la capitalización. Ya sea dentro del sistema de empresa privada o en un sistema colectivista, el incremento de la producción exige la acumulación de capital. Capital quiere decir herramientas y maquinaria, y ya sabemos que la producción sólo puede aumentar si se aplica más capital al trabajo humano (ver 3.16). Pero todo depende también del nivel cultural del país. Un país culto tiene más conciencia de las necesidades del mañana; de ahí que sus habitantes tiendan a capitalizar más fácilmente y a negarse bienes de consumo innecesarios. Si el nivel cultural es bajo, el consumidor difícilmente se niega ciertos gustos, y prefiere el consumo a la capitalización. De ahí la tendencia de los países subdesarrollados y de escaso nivel c;ultural a consumir proporcionalmente más artículos y a ahorrar menos que los más desarrollados.
84
IJistribución de la capacidad productora
Depende también del espíritu empresarial de la clase dirigente y de su frugalidad. Países como Suiza y Holanda, por ejemplo, tienen un alto nivel de vida debido a la elevada tasa de ahorro de su población. No hay duda de que el éxito de un sistema de empresa privada depende del buen uso que los empresarios les den a las utilidades que reciben del sistema de producción. Si son trabajadores y austeros invierten gran parte de lo que obtienen y por eso el sistema se desarrolla, pero si un porcentaje alto lo emplean en consumo suntuario, la producción no se desarrolla.
3.20 Métodos de capitalización En un sistema de empresa privada, la capitalización es voluntaria; cada persona decide a su agrado capitalizar o consumir.
Equipo de producción de bienes de ca ital
Figura 28 85
El sentido común en la economía
En las sociedades comunistas o socialistas es el Estado el que decide cuánto debe capitalizarse. Así, por ejemplo, en Rusia el gobierno determinaba cuánto había de dedicarse a la capitalización y, de acuerdo con un plan general, producía determinada cantidad de bienes de capital. El resto de la capacidad productora se dedicaba a producir bienes de consumo, y el consumidor tenía que contentarse con los artículos que el Estado producía. Como se ha visto, este sistema resultó, en la práctica, ineficiente y tiende a desaparecer. En la sociedad de empresa privada el que capitaliza puede emplear sus ahorros de varias maneras: a) Comprando él mismo, directamente, bienes de capital, como lo hacen los pequeños empresarios. b) Invirtiendo sus economías en acciones de sociedades. e) Depositando su dinero en una caja de ahorros o en un banco, para que éste lo preste a las empresas y éstas puedan adquirir con él bienes de capital. El proceso se ilustra en la figura 28.
3.21 Efectos de la capitalización Toda capitalización, ya sea en una sociedad de tipo empresa privada o marxista, obliga al pueblo a reducir su consumo. En una y otra, la capitalización implica la reducción de la producción de bienes de consumo para aumentar la de los bienes de capital. Unos bienes excluyen necesariamente a otros, puesto que los factores de producción son limitados. Cuando la capitalización es excesiva, el nivel de vida del pueblo se rebaja de inmediato, pero también crece al mismo tiempo el equipo de producción. A la larga, alcanzada una etapa más elevada de desarro86
Distribución de la capacidad productora
llo, el consumo puede aumentar nuevamente, pudiendo entonces el pueblo gozar de los frutos de su esfuerzo. En Rusia, como en cualquier otro país de régimen marxista, existía contradicción entre la burocracia del partido y el establecimiento militar, por una parte, y el sector consumidor por la otra. Los primeros querían siempre incrementar al máximo la acumulación de bienes de capital, mientras que los consumidores pedían más artículos de consumo. Pero como los factores de producción son limitados, una cosa excluía la otra. En las sociedades capitalistas de empresa privada existe la misma contradicción, pero como los obreros pueden protestar y hacer huelgas, los problemas sociales son más críticos. Esto explica por qué la sociedad de empresa privada tiene a veces un crecimiento económico tan lento. El crecimiento requiere capitalización acelerada, pero los obreros no aceptan fácilmente que los empresarios hagan grandes utilidades en lugar de elevar los salarios, aun cuando muchas veces esas utilidades son necesarias para incrementar la producción.
87
CAPfTULO
4
Los MERCADOS Y EL PODER DE
4.1 4.2 4.3
4.4 4.5 4.6 4. 7 4.8 4.9 4.10 4.11 4.12 4.13 4.14 4.15 4.16 4.17 4.18 4.19 4.20 4.21 4.22 4.23 4.24 4.25 4.26
La ley de la oferta y la demanda El mercado El sistema de precios Precios y producción Interferencias con el sistema de precios El precio justo Los precios y el consumidor Casos ilustrativos Precios y nivel de vida Los monopolios Posibilidad de evitar los monopolios La competencia El intermediario La elasticidad de los precios Mecanismo de la inflación y la reactivación La carestía de la vida Consecuencias de la inflación Control de precios Racionamiento y control La cuestión del mercado y la perestroika Congelación del poder de compra El remedio fundamental El Fondo Monetario Internacional Inflación de capitalización Limitación del crédito El crédito y el ahorro
COMPRA
91
92 93
95 96 97 98 98 99 100 101 102 103 104 104 105 106 107 108 109 110 111 112 114 115 116
4.27 4.28 4.29 4.30
El crédito gubernamental y el consumidor Efectos de la inflación Quiénes hacen la fuerza La deflación
116 117 118
119
CAPíTULO
4
Los MERCADOS Y EL PODER DE COMPRA
4.1
La ley de la oferta y la demanda
La ley de la oferta y la demanda indica que cuando hay mucha oferta de un artfculo, el precio de éste baja, mientras que cuando hay gran demanda, los precios suben. Es ésta una ley de sentido común e irrevocable, que no puede ser derogada por decreto. Supongamos que en un mercado público hay 1.000 pollos para la venta, y un determinado número de compradores con $5.000.000 disponibles para ser invertidos en pollos. Supongamos que la oferta de pollos es efectiva, lo mismo que la demanda, lo cual quiere decir que tanto los dueños de los pollos como los compradores necesitan hacer la transacción ese mismo día. En el caso de un mercado ordenado, los 1.000 pollos pasan a manos de los compradores, y los vendedores se quedan con los $5.000.000. Total que el precio promedio es de: $5.000.000
- - - - - = $5.000 por pollo
1.000
91
El senlido común en la economía
Supongamos ahora que al día siguiente la situación es la misma, pero que los compradores se presentan con $10.000.000 para invertirlos en pollos. El resultado es, entonces, que los pollos cambian de mano a un precio de $10.000 cada uno: $10.000.000 - - - - - = $10.000 por pollo 1.000
El precio de los artículos varía, sea porque aumenta o disminuye el poder de compra, o porque aumenta o disminuye la cantidad del producto que se ofrece para la venta. Grosso modo esa es la realidad. El fenómeno puede ser comprobado estadísticamente: un mayor poder de compra hace subir los precios, mientras que uno menor los hace bajar; mucha abundancia de productos hace bajar los precios; la escasez, los hace subir. La ley de la oferta y la demanda ha sido comprobada empíricamente en todas partes del mundo. Que no siempre funcione con la exactitud y simplicidad descritas, con mil excepciones y con una multitud de fuerzas heterogéneas que influyen en ella, no justifica que la desconozcamos.
4.2
El mercado
Los mercados son imperfectos porque no todos los compradores ni todos los vendedores están reunidos bajo un mismo techo, comprando y vendiendo simultáneamente, ni tienen la misma información. Un mercado perfecto sería como una subasta pública realizada bajo un mismo techo. En la práctica, unas transacciones se desarrollan lejos y otras a distintos tiempos. Pero el resultado estadístico es el mismo,, a largo plazo y en grandes cantidades. Las noticias vuelan, los compradores se movilizan hacia donde hay mucha oferta, y los precios están flojos. En cambio, los vendedores 92
Los mercados y el poder de compra
salen a buscar los lugares donde los precios están firmes por efecto de la demanda. Si el país está organizado, si no hay trabas, si las comunicaciones son buenas y si el teléfono funciona, el mercado tiende a ser más perfecto: los precios se igualan en todo el país, al nivel del poder de compra disponible. Un mercado perfecto facilita las transacciones, porque impide que los intermediarios abusen de los productores y de los consumidores. En un mercado perfecto, las transacciones tienen lugar como en una subasta pública. Los vendedores se presentan y ofrecen públicamente sus artículos; los compradores los rematan. Es un error creer que los vendedores o los compradores fijan los precios. Los precios los fijan la demanda y la oferta, a menos que se formen monopolios o asociaciones que, mediante arreglos previos y artificiales, limiten la oferta e impongan los precios. Muchos de los problemas económicos de los países del Tercer Mundo se deben a que ni la opinión pública ni los gobiernos entienden, ni quieren aceptar, el funcionamiento del mercado. Estiman que éste no es justo con los sectores populares y creen que la intervención del Estado puede subsanar la falta de producción. Se interviene el mercado pero todo lo que se logra es desorganizarlo, para perjuicio de la sociedad.
4.3
El sistema de precios
El sistema de precios indica las preferencias del consumidor. Cuando un precio sube, es señal de escasez o de mayor demanda del artículo. Los factores de producción se movilizan entonces para satisfacer esa escasez o esa mayor demanda. Lo inverso sucede cuando los precios bajan. Los precios son timbres que suenan a través de toda la economía y que ordenan la producción. 93
El sentido común en la economía
Por ejemplo, el maíz se puede consumir de dos maneras: o en la forma original, como grano, o alimentando cerdos para engordarlos y luego consumir su carne. Supongamos que el maíz está a $40.000 la carga y la carne de cerdo a $3.000 la libra. A esos precios, la demanda del consumidor y de la producción, tanto de maíz como de cerdo, están equilibradas; es decir, se consume lo que se produce. Pero por un motivo u otro, el consumidor decide comer más carne de cerdo. El equilibrio se rompe entonces y resulta que hay más demanda que producción de carne, de modo que el precio de ésta sube, digamos a $3.500 la libra. Esta alza implica que los criadores de cerdos pueden pagar mejor el maíz y que también lo tendrán que pagar mejor para conseguirlo. Como consecuencia, el precio del maíz tiende a elevarse, y los que antes consumían maíz en grano tendrán que disminuir su consumo para que los criadores de cerdos puedan aumentar la producción de carne. Eventualmente, el mejor precio del maíz fomentará la producción de este artículo. En un nivel de precios determinado, digamos de $3.500 la libra de carne de cerdo y $45.000 la carga de maíz, se establecerá un nuevo equilibrio entre producción y demanda. El proceso descrito puede suceder a la inversa, con una baja del precio de la carne; o puede ser más complejo, como consecuencia de un aumento de la producción de maíz y una elevación del precio de la carne. Las combinaciones son infinitas. De cualquier manera, si el Estado interviene, para impedir, por ejemplo, el alza del precio de la carne, el sistema económico se desorganiza. Entonces no hay quién pueda conseguir que el equipo de producción produzca más carne para satisfacer la demanda del consumidor. Se supone que éste tiene derecho a comer más carne y menos maíz en grano, si así lo desea, pero no puede hacerlo.
94
Los mercados y el poder de compra
4.4
Precios y producción
El sistema de precios es la sangre que alimenta la producción en la sociedad de libre empresa y de empresa privada. En una sociedad estatal, es el Estado el que determina cuánto cerdo y cuánto maíz deben producirse y a qué precios (ver 4.3), sistema que no funcionó, como quedó demostrado, en 75 años de experiencia en Rusia. En la libre empresa, los precios llaman la producción. Son éstos los que inducen a los empresarios a producir en mayor cantidad aquellos artículos cuyo precio está alto, y en menor aquéllos de bajo precio. Si el precio de la carne de cerdo sube, los empresarios aumentan la cría de cerdos, por lo cual sale menos marz al mercado, hasta cuando el precio de la carne de cerdo se equilibre con la demanda, y suceda otro tanto con el del maíz. Si no hay monopolios ni influjos extraños en el mercado, es decir, si se trata de un mercado libre, el precio que el consumidor paga es un precio justo. Justo porque es el precio necesario para atraer la producción. Si el precio llegara a ser aún más alto, entonces otros entrarían a producir y la competencia reduciría aquél a nivel justo, esto es, precisamente al nivel necesario para que se genere la producción que el consumidor desea. Un precio libre es un precio justo. En la sociedad de empresa privada, lo importante es impedir los monopolios y todo lo que obstaculice la competencia, porque solamente la competencia puede asegurar que el precio sea justo. En el sistema de empresa privada, la producción la realizan los particulares voluntariamente, cuando los precios en el mercado indican la conveniencia de producir; por tanto, un mercado libre y eficiente es importante para que el sistema funcione bien.
95
El sentido común en la economía
4.5
Interferencias con el sistema de precios
Las intervenciones estatales en el sistema de precios, los controles, el racionamiento y otras medidas gubernamentales para combatir la carestía y la escasez de artículos esenciales no resuelven los problemas económicos; todo lo contrario, los agravan, puesto que impiden que los factores de producción se movilicen a producir lo que el consumidor demanda con especial interés y que se establezcan y se fortifiquen los canales naturales del comercio. Los controles de precios sólo se justifican cuando existe un estado de emergencia nacional, guerra u otra calamidad. Si se parte del supuesto de que la emergencia impide de todas maneras que el equipo de producción se movilice para satisfacer la demanda que los altos precios indican, resultará que los poseedores de los artículos escasos obtendrán entonces una ventaja monopolística, ventaja que el Estado, por medio de los controles, tratará de impedir. Pero en una situación normal, cuando no hay razón alguna que impida al equipo de producción acomodarse a producir aquello que mayor demanda tenga (esto es, lo de más alto precio), los controles son nocivos. Impiden la máxima satisfacción del consumidor, expresada libremente a través de los precios. Estadistas y políticos tienden a creer que el control de precios resuelve el problema de la carestía, porque miran el efecto inmediato del control y desconocen sus resultados posteriores. Ciertamente, si uri producto está en las estanterías de los almacenes a $1.000 la libra y el Estado ordena su rebaja a $800, los primeros compradores que llegan pueden encontrar una poca cantidad a ese precio controlado. Pero los que llegan después no lo encontrarán en el almacén. Las existencias habrán desaparecido y los compradores tendrán que rebuscarse comprándolo en la calle a los intermediarios, posiblemente no a $1.000 la libra sino a un precio más alto. Así, en la mayoría de las veces, el control de los precios sólo consigue que el intermediario se quede con el mayor precio que el consumidor esté dispuesto a pagar. Por otra parte, con precios controlados, o con precios políticos, nadie aumentará la producción de esos artículos. 96
Los mercados y el poder de compra
4.6
El precio justo
Hay una teoría según la cual puede existir un precio justo. Éste viene a ser el precio de costo más una utilidad razonable. Pero nadie ha podido definir esa utilidad razonable, y los que de ella hablan olvidan la importancia que en la economía tiene también el sistema de precios de la libre empresa (ver 4.3). De modo que precios justos, entendida esta palabra en el sentido anotado, son siempre un anhelo irrealizable y que, si se realiza, darían al traste con la organización de la producción. Otra teoría sostiene que los precios representan la demanda, por parte del consumidor, de los bienes producidos. Según esta teoría, si el mercado es libre, si no hay monopolios, cualquier productor puede suplir la demanda. De modo que el precio del mercado es el precio justo. Precio justo es el necesario para llamar la producción; es decir, el que induce al equipo de producción a producir mayor cantidad del artículo que el consumidor reclama y que, de paso, hará bajar el precio por la mayor oferta. En los países latinos predomina la primera teoría. Pero los anglosajones son más realistas, o conocen mejor el sistema de libre empresa, y por eso aiH impera la teoría de que el precio justo es el precio del mercado libre. Esto explica también por qué el sistema de libre empresa funciona mejor y tiene menos contradicciones en los países anglosajones que en los países latinos. En estos últimos, la interferencia constante con el sistema de precios impide la producción y causa toda clase de distorsiones en el sistema económico. Si no se acepta como teoría que el precio justo es aquel que fija un mercado libre, el sistema de empresa privada no es viable. En éste no hay juntas ni comités centrales que ordenen la producción; esa orden viene de los consumidores y se hace efectiva a través de los precios. Por eso este sistema se llama también libre empresa, porque los particulares, voluntariamente, atienden la demanda.
97
El sentido común en la economía
4.7
Los precios y el consumidor
La teoría del precio justo, a saber, aquella según la cual éste debe ser igual al precio de costo más una utilidad razonable, crea toda clase de problemas insolubles. ¿Cómo favorecer al productor y al consumidor simultáneamente? Lo que es bueno para el uno es malo para el otro. Los precios altos son buenos para el productor, pero malos para el consumidor. Así, toda política de fomento tropieza, desde el principio, con esta contradicción insoluble. ¿Qué gobierno hay tan malo que deliberadamente haga subir los precios para beneficio del productor y perjuicio del consumidor? ¿Cómo podrá ser ésta una sabia política social? Hay otra teoría: la que sostiene que el precio justo es el necesario para atraer la producción. Sus tesis son estas: •
Toda política que sirva para atraer producción es buena.
•
El consumidor necesita, ante todo, producción, porque sin producción no hay consumo.
•
La producción genera su propia demanda y distribuye, además, por sí misma, el poder de compra necesario para que el consumidor absorba lo producido.
•
Las utilidades del productor no deben preocupar a nadie, puesto que si son altas, si no existe monopolio, la competencia se encarga de rebajarlas.
Si el sistema es verdaderamente de libre empresa, y el Estado no interviene el funcionamiento del mercado, al empresario que esté abusando con los precios pronto le sale competencia.
4.8
Casos ilustrativos
En general, los precios que el Estado controla con más frecuencia son los de los servicios y alimentos. 98
Los mercados y el poder de compra
Frecuentemente observamos también control de precios en los servicios de transporte y en los hoteles. Tomemos el caso de estos últimos. No parece muy racional controlar el costo de este servicio, puesto que los hoteleros pueden resarcirse fácilmente reduciendo la calidad del servicio. El dueño puede, de mil maneras, cumplir nominalmente con el control de precios, pero de hecho ganando más, si la competencia de otros hoteles se lo permite, economizando en lo que ofrece a su clientela. En los trasportes, si las rutas son libres, también es un error controlar los precios. Esos controles son los que explican los malos servicios. Si hay libertad de empresa, más lógico es permitir que la competencia fije los precios. En los alimentos, los controles son también igualmente perjudiciales. A un productor de papa se le puede obligar a que la venda a un determinado precio, pero como en el sistema de libre empresa nadie le puede ordenar al productor que produzca, si el precio fijado por el Estado no es rentable, los productores de papa no la producen, o reducen su producción. ¿Quién sale perdiendo? El consumidor.
4.9
Precios y nivel de vida
Los países pobres y subdesarrollados se caracterizan por tener precios altos para las mercancías y precios bajos para los servicios. Así, una nevera vale mucho, pero la sirvienta de la casa gana poco. Los precios bajos que se pagan al servicio doméstico se deben a la falta de demanda de la mano de obra. Puesto que el país tiene muy pocas empresas, los pobres venden su trabajo por cualquier cosa o no trabajan, aun cuando nunca faltará quienes acepten jornales de miseria y la esclavitud del servicio doméstico. Los precios altos para las mercancías manufacturadas se deben a la falta de equipo en el país. Así, la culpa de los altos precios no es solamente del fabricante nacional de neveras, o de cualquier otra manu99
El sentido común en la economía
factura. Éstos dependen de los materiales, de la mano de obra nacional y de todos los servicios públicos y privados, que en una u otra forma contribuyen a su industria. El resultado final es que, para fabricar neveras en Colombia, se requiere un número considerable de horas de labor. Por eso las neveras son caras, y su precio, expresado en jornales, es muy alto. Para que una nevera valga lo mismo en un país latinoamericano que en Estados Unidos, se necesita que toda la producción de ese país sea tan eficiente como la norteamericana. El dfa en que eso se consiga, todo colombiano será tan rico como un norteamericano cualquiera, y tendrá el mismo nivel de vida. Los precios de la mercancía determinan el nivel de vida. Precios bajos significan alto nivel de vida; precios altos, bajo nivel. De ahí que los países subdesarrollados no pueden tener los mismos precios que los países altamente industrializados; si los tuvieran, tendrían el mismo nivel de vida.
4.1 O Los monopolios A los gremios, claro está, no les gusta la competencia. Prefieren un mercado protegido, ya que entonces pueden exigir de la sociedad un alto precio por sus servicios. De ahí que tiendan a asociarse y a ponerse de acuerdo entre sí para sostener altos precios e impedir la entrada de otros a prestar el servicio. Así, por ejemplo, los profesionales establecen asociaciones que regulan las profesiones, y valiéndose de esa reglamentación, impiden la entrada de otros, empleando toda clase de subterfugios y sofismas, encaminados, según ellos, al mayor bienestar de la sociedad. Los productores y distribuidores hacen otro tanto siempre que pueden. En estos casos se invoca también el bienestar social, la necesi-
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Los mercados y el poder de compra
dad de evitar el desperdicio, etc., pero el objeto verdadero es acorralar al consumidor y obligarlo a pagar peaje. Hay ciertos casos en que la libre competencia no puede operar. Por ejemplo, sería absurdo que una ciudad tuviese dos sistemas telefónicos, y que cada casa se viera obligada a instalar dos aparatos. Igual cosa sucede con casi todos los servicios públicos, tales como el agua, alumbrado, etc. En esos casos es forzoso que exista el monopolio y, claro está, es necesaria también la reglamentación por parte del Estado, para impedir el abuso del productor. La competencia se cambia por la reglamentación. En los servicios públicos que presta el Estado, éste es juez y parte, y el monopolio es total. Además, el Estado es mal administrador, por eso los servicios públicos se prestan mal y son caros. En la producción y distribución de todos los otros artículos y en la prestación de servicios, la competencia no es perjudicial y ruinosa, como los monopolistas quieren ·hacerla aparecer. Todo lo contrario, es la fuerza vital del sistema que obliga a los productores a prestar un buen servicio o a desaparecer.
4.11 Posibilidad de evitar los monopolios Evitar los monopolios mediante normas legales es difícil, puesto que la legislación antimonopolista puede conducir a impedir la libre empresa y la consiguiente competencia. Lo que sí puede hacer el Estado es impedir que empresas grandes absorban a los productores pequeños y consoliden así el monopolio. El Estado puede también impedir que las empresas existentes entren en convenios de fijación de precios y condiciones de venta. La lucha antimonopolios tiene más éxito cuando se limita a evitar estos convenios y busca incrementar la libre competencia, favoreciendo a las nuevas unidades de producción que traten de establecerse, ya sea con facilidades de crédito o protegiéndolas de la competencia desleal. 101
El sentido común en la economía
No hay duda de que la libertad de empresa y la competencia activa de los productores es lo que le da vigor a la empresa privada y lo que favorece al consumidor. Cuando en el país no hay varios productores del mismo artículo, el Estado debe permitir que las importaciones suplan la competencia faltante.
4.12 La competencia Los gremios reaccionan contra la competencia, puesto que limita sus utilidades: de ahí que traten de eliminarla. Por eso la libre competencia necesaria, es lo único que defiende al consumidor de los precios altos y del mal servicio. La competencia no arruina al productor. Lo que hace la competen-
cia es eliminar del mercado a los productores ineficientes. En este sentido es una poda y un control severo sobre los empresarios. El que trabaja mal, el que es descuidado e ineficiente, desaparece para beneficio de la sociedad. El Estado no tiene por qué impedir la competencia entre los productores. Todo lo contrario, la debe fomentar y proteger. Ésta es la que garantiza el precio justo y obliga a los empresarios a ser eficientes. Los productores, como clase aislada, no tienen derecho a reclamar ninguna protección. El Estado sólo tiene que proteger al consumidor. Pero como el consumidor necesita del productor para obtener los artículos de consumo necesarios, el productor debe ser protegido; pero esta protección no debe ir más allá de lo necesario para el desarrollo de la producción. El objetivo económico de la sociedad es consumir, pero consumir lo mejor y al mejor precio posible. El objetivo no es proteger a un grupo para que viva a costa de otro menos favorecido. Una y otra vez oímos a los gremios exigiendo protección y ventajas del Estado. No se les debe atender sino cuando sea necesario para conseguir que aumenten su producción. 102
Los mercados y el poder de compra
4.13 El intermediario El comerciante o el intermediario no es un productor, y por tanto su actividad económica no aumenta los bienes disponibles para el consumo. El comerciante presta un servicio muy importante a la sociedad, pues ayuda a perfeccionar el mercado; un mercado perfecto favorece al consumidor. El consumidor necesita las cosas en un lugar accesible, donde sepa que la libre oferta lo protege de los abusos del productor. Al consumidor de la costa atlántica no le sirve que haya abundancia de papa en Boyacá, lo que él necesita es un mercado de papa en la costa. Esto, el mercado, es Jo que ofrece el intermediario al consumidor. En una sociedad normalmente organizada, el comerciante no tiene cómo especular. Si el que lleva la papa a la costa quiere recargarle el precio, otros habrá que le hagan competencia. El mercado es libre y, por consiguiente, el precio de la papa en la costa, en esas circunstancias, es un precio justo y razonable. Por lo demás, lo que comúnmente se llama especulación no es tal cosa, sino el alza de precios causada por la inflación. En general es la inflación la que produce el alza de precios, no la especulación, aun cuando, preciso es anotarlo, la inflación fomenta la especulación y, hasta cierto punto, la hace posible. Si es evidente que todos los precios suben, debido a la inflación, los comerciantes tratan de acaparar los productos, pues saben que el alza inevitable los favorecerá. En general, la lucha contra la especulación es absurda, una mera pantalla para ocultar la verdadera causa del alza de precios: la inflación. No se trata, naturalmente, de defender al especulador, sino de recalcar que éste sólo existe como resultado de la inflación. La lucha directa contra la especulación no produce resultados positivos; lo que se requiere para combatirla es el adecuado manejo monetario y el respeto a sanas normas económicas. En un mercado caótico e intervenido por el Estado, el intermediario, aun cuando especule, le presta un servicio a la sociedad, puesto que hace llegar al consumidor los bienes escasos que éste necesita. 103
El sentido común en la economía
4.14 La elasticidad de los precios Hay productos cuyo precio responde rápidamente al poder de compra, y hay otros cuya reacción no es tan inmediata. Cuando existe una relación perfecta entre precio y demanda se dice que el precio del producto es elástico. Por ejemplo, entre las clases más pobres la carne tiene una demanda elástica. Esto quiere decir que si el precio baja, o si el poder de compra del consumidor aumenta, el consumo de la carne crece inmediatamente. En los sectores pudientes, la demanda de carne es menos elástica. Éstos no consumen más carne porque el precio sea más bajo o porque la renta de los particulares aumente. Igualmente, la gente en general no consume más sal porque el precio de ésta baje. Toda persona tiene una demanda determinada de sal y de allí no pasa. Cuando el precio de un artículo responde muy fielmente a la demanda, o su precio se altera muy fácil con cualquier modificación de la oferta, se dice que tal precio es elástico. Si lo que sucede es todo lo contrario, el precio es inelástico.
4.15 Mecanismo de la inflación y la reactivación Cuando el Estado adopta una política monetaria excesivamente expansionista, aumenta el medio circulante y la velocidad de la circulación; principian a subir los precios y, de seguir la política expansionista, el sistema termina en la inflación. En muchos casos, esto se ha llamado eufemísticamente reactivación. Al estar el país con la economía en poco movimiento y con mucho desempleado, el Estado ha pretendido reactivarla expandiendo el medio circulante. El resultado, en muchos casos, no ha sido la reactivación sino la inflación.
La dificultad estriba en que es difícil graduar la expansión. En un principio no hay problema. El público comienza a sentir la afluencia del 104
Los mercados y el poder de compra
dinero y las utilidades de los empresarios se incrementan. Las rentas del Estado también aumentan y el país entero siente la prosperidad. En ese punto hay dos caminos posibles: el Estado detiene la expansión y trata de estabilizar el crecimiento del medio circulante o se decide por seguir la expansión. En el primer caso, si la expansión ha sido muy acelerada, la estabilización es ya difícil. Tanto el Estado como los particulares han cambiado sus patrones de gastos y reducirlos ya es difícil. Si se persiste en la estabilización puede venir un estancamiento económico. En el segundo caso, si se decide seguir la expansión, al final está la superinflación (el caso de Argentina y Brasil). Una vez embocado el país en superinflación, es ditrcillograr la estabilización, a menos que se esté dispuesto a pasar por un período penoso de estancamiento económico. El problema está en que es muy fácil adoptar una política monetaria expansiva pero, como lo hemos visto en todos los países de América Latina, salir de ella sin dolor es muy difícil. Otro factor que ha contribuido a la inflación y al alto costo de vida en América Latina ha sido la elevación de los salarios por decreto. Más adelante veremos cómo estas alzas, que se justifican por la inflación resultante de la expansión monetaria, agravan el problema del alto costo de vida. Una vez creada la expansión monetaria es imposible detener el alza general de los precios. No se trata de especulación o algo por el estilo. El alza de precios es inevitable, pues está saliendo más poder de compra al mercado que artículos disponibles (ver 2.5).
4.16 La carestía de la vida El público conoce la inflación como un alza general de precios; éstos suben constantemente y los sueldos y jornales no alcanzan para comprar lo que antes se consumía. Se dice entonces que hay carestía
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El sentido común en la economía
de la vida y se acusa a los productores e intermediarios de especulación. ¿Qué se han hecho los productos? ¿Por qué escasean? En el caso de ciertos artículos, se puede concebir que los productores los tengan almacenados con el fin de hacer subir los precios. Pero hay otros productos, los más, que se dañan y pierden con el tiempo. Por ejemplo, la papa no se conserva por muchos meses, y los huevos se alteran rápidamente. Entonces, ¿qué se han hecho? ¿Quién los está consumiendo? ¿O es acaso que la producción ha disminuido? En general, las dos cosas pueden suceder simultáneamente: por una parte, la producción disminuye y, por otra, hay más público con poder de compra consumiendo; lo que antes alcanzaba, ahora ya no es suficiente. ¿Por qué disminuyen los suministros? Porque la inflación hace más ricos a los que están en el giro de los negocios. Ella les permite comprar a un precio menor del que luego venden. Con las utilidades así obtenidas la clase dirigente puede rearreglar el sistema de producción para producir más artículos suntuarios que satisfagan sus necesidades y menos bienes salarios: alimentos, vestuario, etc. Los mayores ingresos del Estado y de los particulares también aceleran el proceso de urbanización. Más gente se traslada del campo a las ciudades, porque es en éstas donde está circulando mayor cantidad de dinero. Así se agrava la escasez de suministros y, a la vez, entran a consumir muchas personas que antes se sostenían con pancoger en el campo.
4.17 Consecuencias de la inflación Si la inflación produce la carestía de la vida o la escasez de artículos de consumo, en relación con el número de consumidores, la consecuencia no puede ser otra que la reducción del consumo de algunos sectores.
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Los mercados y el poder de compra
La reducción se hace efectiva a través de los precios. Así, si la papa está a $24.000 la carga y su precio sube a $26.000, esto quiere decir que el artículo ha comenzado a escasear y que, por tanto, todos los consumidores deben dejar de comer un poco, para que los suministros disponibles alcancen para todos. Es inútil apreciar lo que dicen muchos: «Hay que darle más poder de compra al consumidor para restablecer el equilibrio, o sea, para que pueda consumir lo mismo que antes». Pero, ¿de dónde saldría la papa necesaria para satisfacer la demanda de todos? Cuando no hay, no hay, y el único remedio es producir más. Ahora bien, si a un sector de la población se le da mayor poder de compra, ese sector sí puede restablecer su propio equilibrio, es decir, puede consumir más. Pero lo que ese sector consume de más, es papa que les quita a otros, a los más pobres. La verdad económica es que la población entera no puede, aun cuando se le den millones y millones de pesos, restablecer del todo su consumo, puesto que no hay papa en cantidad suficiente para todos. Así se explica por qué todos los decretos de alza de salarios, de primas de costo de vida, etc., fracasan en la práctica y sólo agravan la inflación. Los poHticos y sociólogos generalmente no entienden el problema, pues quieren aplicar su experiencia personal a un problema general. Así creen que, tan evidente como es, si a cada uno de ellos le mejoran su sueldo, resuelve su situación, y si se hace otro tanto con toda la población, sucede lo mismo. Pero esto no es así. Unos pueden consumir más a costa de los otros, pero todos a una no lo pueden hacer, a menos que la producción aumente.
4.18 Control de precios El control de precios es imposible en la teoría y en la práctica, puesto que si el consumidor tiene dinero en exceso ocasiona un alza de precios, sin que nadie lo pueda impedir. 107
El sentido común en la economía
Tomemos de nuevo el caso de los pollos. Los consumidores se presentan al mercado con $8.000.000 y sólo hay 1.000 pollos. Entonces el precio promedio es de $8.000 por pollo (ver 4.1). Ahora, si las autoridades fijan un precio máximo de $5.000 por cada pollo, son varias las cosas que pueden suceder: a. Los consumidores más astutos se compran todos los pollos y dejan a los otros sin nada. Como todos los 1.000 pollos se pueden comprar con $5.000.000, aproximadamente la mitad de los consumidores se quedan sin poder de compra. b. Los que se han quedado sin pollos tratan de comprar otra cosa. Buscarán huevos, por ejemplo, y entonces la demanda de éstos sube, y con ella su precio. De este modo el problema se ha desplazado hacia los huevos. c. El control hace surgir los especuladores. Puesto que es posible vender pollos a más de $5.000, burlando las disposiciones del Estado, los especuladores tratan de comprar todos los pollos posibles al precio oficial de $5.000, para suplir la demanda de los compradores que llegan tarde, dispuestos a pagar más. Así, el control crea al especulador, y el alto precio favorece a éste, no al productor. d. La producción se desorganiza. Como no se permite al sistema de precios funcionar y organizar el sistema económico para que produzca lo que el consumidor necesita (ver 4.8), la escasez de aquellas cosas cuyo precio ha sido controlado se hace permanente y nunca desaparece. El resultado es que el grueso de los consumidores se perjudica. Los productores no se benefician y los que ganan son los intermediarios.
4.19 Racionamiento y control Si se establece el control de precios, para evitar todos estos problemas, es necesario establecer simultáneamente el racionamiento. Sulfl.'l
Los mercados y el poder de compra
cede entonces que cada persona sólo puede comprar un pollo pagando $500 por él. Pero un sistema de racionamiento es muy complicado y difícil de administrar. Además, no son muchos los problemas que soluciona: a. Los $3.000.000 que les sobran a los consumidores de pollos van a crear demanda y problemas en otros productos. b. El mercado negro y la especulación no se pueden impedir. El racionamiento no corrige el problema fundamental: si el consumidor tiene necesidades urgentes y poder de compra, trata de adquirir lo más urgente a cualquier precio. El problema es el exceso de poder de compra del consumidor: mientras tal poder subsista, continúan la inflación y el alza de precios. Cómo controlaban los precios, y cuáles fueron los grandes problemas que se crearon, lo pudimos ver en los regímenes de Europa Oriental, al caer el comunismo. El Estado controlaba los precios a medida que lanzaba más moneda a la circulación. Con un control dictatorial de toda la economía, el Estado podía vigilar los precios. Así, los primeros consumidores que llegaban a los almacenes, o los que tenían vara alta en el gobierno, se quedaban con los escasos artículos disponibles. Los otros, que llegaban tarde, se regresaban a sus casas sin nada y con los bolsillos llenos de papel moneda sin valor.
4.20 La cuestión del mercado y la perestroika Si los controles de precios son tan perjudiciales, ¿por qué estadistas y polfticos inteligentes y aparentemente bien informados los propugnan? Son muchos los que en realidad no entienden los mecanismos del mercado y reaccionan más emotivamente que por el análisis cuidadoso de las condiciones económicas.
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El sentido común en la economía
Sucede también que en América Latina las tesis marxistas han penetrado profundamente en la conciencia del público. Se recordará que Marx rechazó totalmente el mercado como sistema de distribución de la producción, considerándolo como uno de los mecanismos más injustos y, a la vez, más ineficientes del sistema capitalista. Gran parte del público latinoamericano sigue influido por las tesis marxistas, a pesar del fracaso que éstas han tenido en Europa Oriental. Entre nosotros subsisten los mercados, pero la mala fama y el desprestigio que les dejó Marx persisten, y no es exagerado afirmar que son muchos los estadistas latinoamericanos que le tienen alergia al concepto de mercado, y tratan por todos los medios de no dejarlo funcionar. La perestroika que llevó a cabo Gorbachov en Rusia consistió en abandonar la ordenación centralizada de la producción por órdenes del Estado y la adopción del sistema de la ordenación por el mercado. Es el restablecimiento del mercado lo que buscan ahora todos los países antes comunistas. Tal vez, ahora que en los países comunistas se está propugnando este cambio, los estadistas latinoamericanos aprendan a apreciar mejor las ventajas que tiene contar con un mercado eficiente y libre.
4.21 Congelación del poder de compra Colombia ha sufrido varias inflaciones del poder de compra con la consiguiente alza de precios. Para evitar esto se ha tratado en algunas ocasiones de llevar a cabo una congelación del poder de compra. Pero resulta que, políticamente hablando, es difícil congelar el poder de compra del consumidor, puesto que el público reacciona contra toda limitación que se quiera poner a sus compras. Al particular le parece absurdo que no le dejen comprar cosas, cuando las necesita y tiene con qué hacerlo. 110
Los mercados y el poder de compra
Entonces se ha optado por congelar el poder de compra de las empresas. Se ha pensado que es más democrático congelárselo a éstas y no al consumidor. Pero, democrático o no democrático, la verdad es que el poder de compra de las empresas no es el responsable de la inflación (ver 2.3). Las empresas no consumen, ni comen, ni se visten. El poder de compra de las empresas sólo sirve para desarrollar la producción. Puede que su congelación las obligue a disminuir la producción y, al hacerlo, se reduce el poder de compra de los consumidores y, por tanto, la presión inflacionista sobre los precios. Pero como esa medida también disminuye la producción, la solución del problema se aleja aún más. Puesto que las empresas no consumen bienes salarios, alimentos, vestuario, etc., nunca se puede alegar que son las utilidades de éstas las que están causando la carestía. La llamada carestía de la vida proviene de que el consumidor tiene mucho dinero con relación a la producción. Con ese exceso de demanda en el mercado, el público puja los precios, y los más pudientes se quedan con las cosas disponibles, dejando a los otros sin suministros.
4.22 El remedio fundamental El remedio fundamental contra la inflación es disminuir el poder de compra del consumidor, o al menos impedir que éste siga aumentando. El Estado debe suspender por completo las emisiones y equilibrar el presupuesto: no gastar más de lo que percibe en impuestos. El crédito de los bancos a las industrias y al comercio necesariamente debe limitarse. Contra la inflación, en otras palabras, sólo hay un remedio: la ortodoxia financiera, la abstinencia del Estado y la abstinencia de los particulares.
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El sentido común t:n lo. t:conomía
Si el Estado no combate la inflación con la ortodoxia financiera, los particulares se ven abocados a un alza general de precios y de utilidades. quiéranlo o no lo quieran. El dinero, sencillamente, circula en mayor cantidad por toda la economía. Si las cosas son las mismas que antes y el dinero es el doble, lo que antes valía un peso valdrá dos. Cuando eso sucede no son los especuladores los responsables. No es tampoco que los empresarios estén abusando del consumidor. Es que el Estado está emitiendo y llevando una política económica errónea. El culpable es el Estado y los que administran el sistema monetario. Ellos son los verdaderos responsables, no los especuladores, que sólo tienen una influencia secundaria. No lo son tampoco los empresarios, quienes siguen produciendo lo mismo de siempre. El que está haciendo difícil la producción y causando el alza de precios es el Estado.
4.23 El fondo monetario internacional A los países que han seguido una política monetaria expansionista e inflacionaria, como la mayoría de los latinoamericanos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) les ha recomendado que disminuyan el poder de compra del consumidor y devalúen su moneda, para que así puedan exportar más. Estas medicinas recomendadas por el FMI han sido mal recibidas por la opinión pública latinoamericana, como era de esperarse. A ninguna persona, ni a ningún país, le gusta que le recomienden que reduzca sus consumos. Pero nada nos suplimos siendo irracionales y, como dice el refrán, dando coces contra el aguijón. Lo que nos exige el FMI son las medidas lógicas para corregir una situación inflacionaria creada por la excesiva demanda del consumidor.
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Los mercados y el poder de compra
El FMI, como lo conocemos en Latinoamérica, es un fondo cooperativo. En realidad es una especie de banco central o banco de último recurso, al cual acuden los países cuando han gastado todas sus reservas internacionales y no tienen cómo pagar sus compromisos en el exterior. En realidad, el FMI no es un banco, es sólo un fondo, como su nombre lo indica. Este Fondo tiene divisas de muchas clases, dólares, libras esterlinas, marcos, yenes, etc., las cuales presta a los países accionistas cuando éstos están en dificultades. Obviamente, el Fondo exige que los país,~s que le piden ayuda se comprometan a llevar cierta poi ítica monetaria, para asegurarse asr que el dinero que está prestando no se va a perder, que el país deudor podrá pagar. Este compromiso que hace el país con el Fondo se llama
carta de intención. En los países de América Latina estas cartas de intención han sido mal vistas y se han considerado como una intervención en los asuntos internos del país, pero en realidad no lo son. El Fondo no le está exigiendo al país al cual le concede el préstamo más de lo que le exige un banco a su cliente en dificultades, cuando éste le pide ayuda. El banco le dice a su cliente: "Dígame qué va a hacer con este dinero y garantíceme que usted va a reducir sus gastos para que efectivamente me pueda pagar". Esto es exactamente lo que le dice el Fondo al país que le solicita ayuda. No es ninguna imposición; si al país no le gustan las condiciones del Fondo, no tiene por qué tomar el préstamo. Además, las condiciones que les exige el Fondo a los países en dificultades son las medidas razonables que éstos deben llevar a cabo para restablecer su solvencia: limitar los gastos del Estado, o al menos no cubrirlos con emisiones; establecer una tasa de cambio realista, que les permita incrementar sus exportaciones; eliminar los subsidios y otras maromas que no resuelven el problema, sino que lo agravan. Adoptar, en fin, políticas similares a las que han permitido a los países 113
El sentido común en la economía
hoy desarrollados arreglar sus economías para dar bienestar a toda su población.
4.24 Inflación de capitalización Hay otro tipo de inflación que proviene de un exceso de capitalización, el cual resulta en una disminución de la producción de bienes de consumo. Cuando la política económica y monetaria favorece demasiado la capitalización, los factores de producción se trasladan de la producción de bienes de consumo a la de bienes de capital, disminuyendo así los bienes de consumo disponibles. Sobreviene, pues, un alza de precios de los artículos de consumo (ver 3.16 y 4.16). Este tipo de inflación es el que comúnmente se observa en países en estado de guerra. Entonces no se trata del aumento de la producción de bienes de capital sino de producir elementos de guerra. Puesto que los factores de producción son limitados, una mayor producción de elementos de guerra sólo se obtiene reduciendo la producción de bienes de consumo. Pero, mientras tanto y a menos que se tomen medidas monetarias complementarias, los consumidores continúan con el mismo poder de compra, y sobreviene entonces un alza de precios. Aquellos países subdesarrollados que han adoptado programas de desarrollo industrial superacelerados, también han conocido este tipo de inflación. La verdad es que no se puede producir todo a la vez. Si el Estado fomenta la capitalización, ésta reduce los factores de producción disponibles para la producción de artículos de consumo. Además, el mayor poder de compra, proveniente de la expansión monetaria, causa un alza general de precios. Tal alza es esencialmente aguda en los artículos de consumo, ya que no es sólo que el consumidor adquiere mayor poder de compra, sino que la producción de estos bienes se reduce a fin de aumentar la de los bienes de capital. 114
Los mercados y el poder de compra
4.25 Limitación del crédito El crédito interno no es una panacea que resuelve todos los problemas, que permite hacer todas las obras deseadas y soñadas. En un país cualquiera, el crédito interno es ilimitado, puesto que el sistema bancario es inconvertible (ver 2.25). Mediante toda clase de operaciones bancarias y toda suerte de excusas, el crédito al Estado y a las empresas puede ser aumentado en forma ilimitada. Pero todas las operaciones de crédito aumentan los depósitos de los particulares en los bancos y, por tanto, el medio circulante, con lo cual se produce la inflación. Sólo cuando hay factores de producción desocupados, cuando el país no está en empleo pleno, puede el crédito interno servir para fomentar la producción; el crédito, entonces, desempeña las funciones de los gastos compensatorios (ver 3.8) y pone a trabajar los factores de producción desocupados. En empleo pleno, el aumento del crédito interno no produce la expansión de la producción, sino la inflación, pues aumenta el poder de compra sin el correspondiente aumento de la producción, y éste es imposible por estar ya en pleno aprovechamiento todos los factores. No hay que dejarse engañar por lo que vemos en los países subdesarrollados: vastas extensiones de tierra y masas incultas. Éstos no son los factores que limitan la producción, ni son factores que puedan emplearse fácilmente. Los factores escasos, irremplazables y difíciles de aumentar son la mano de obra entrenada y lo que se adquiere con dólares: maquinaria, equipo, etc. Éstos son los factores que tan eficazmente limitan el desarrollo económico de África y América Latina, problema que sólo se resuelve con crédito externo o con ahorro. El crédito interno se puede fabricar fácilmente por medio de decretos, como lo hemos apreciado en toda América Latina. Lo que sr no se puede crear por medio de decretos, ni con la extensión excesiva del crédito, es la riqueza material: los factores de producción que requiere todo proceso de crecimiento económico. 115
El sentido común en la economía
4.26 El crédito y el ahorro Un crédito que verdaderamente puede fomentar la producción es aquel que proviene de ahorros hechos por la comunidad. Cuando los particulares ahorran, es decir, dejan de consumir, los fondos van a los bancos y a otras entidades financieras. Éstas prestan a los empresarios o al Estado los fondos ahorrados, y con éstos puede desarrollarse la producción. En ese caso no hay inflación, porque el proceso es de sustitucion de consumos: ciertos consumidores dejan de consumir, y aquellos factores de producción que quedan cesantes pasan a servir a los empresarios que reciben los fondos ahorrados. Cuando se dice que en un pafs el productor no tiene crédito, esto no significa que no existan leyes ni instituciones de crédito adecuadas. Quiere decir que no hay gente ahorrando y que, por tanto, los empresarios no disponen de factores de producción para desarrollar las empresas. Las instituciones bancarias se crean (ver 2.25) y el crédito interno puede hacerse ilimitado por medio de leyes. Pero solamente el ahorro crea aquellos factores de producción que constituyen la base del crédito efectivo, del que desarrolla la producción sin causar inflación.
4.27 El crédito gubernamental y el consumidor Si el país está en aprovechamiento pleno, todo crédito del banco de emisión al Estado es un impuesto extra y oculto, a cargo del consumidor. El medio circulante extra, creado para atender las exigencias del Estado, entra a competir con el de los consumidores, y el resultado es un alza de precios (ver 3.9). Los consumidores compran menos y el Estado compra más. En esta forma el gobierno obtiene un tributo oculto por parte de los consumidores. 116
Los mercados y el poder de compra
Si el país no está en aprovechamiento pleno, entonces los préstamos al Estado tienen carácter de gastos compensatorios (ver 3.8). En tal caso, lejos de causar inflación, fomentan y desarrollan la producción. Cuando el país está en aprovechamiento pleno, el Estado puede naturalmente aumentar su crédito, sin crear inflación, disminuyendo el crédito de los particulares. En otras palabras, en esa situación, el Estado puede impedir que los empresarios obtengan crédito, a fin de que él pueda monopolizar todo lo disponible. Esto lo logra impidiendo que los bancos comerciales expandan su crédito, o haciendo que los ahorros vayan a parar al Estado y no a los particulares (por ejemplo, obligando a las compañías de seguros a que compren bonos del Estado). Pero todo lo que haga en este sentido impide el desarrollo del equipo de producción y causa, por tanto, inflación. Si los recursos así obtenidos por el Estado se destinan a obras productivas, el efecto sobre el nivel de vida del pueblo no es necesariamente adverso. Sin embargo, es conveniente advertir que, en general, las inversiones del Estado son menos productivas, de inmediato, que las de los particulares.
4.28 Efectos de la inflación La inflación desorganiza los mercados y perjudica a los consumidores de menores recursos. Quien tiene una entrada o renta fija pierde con la inflación, como en el caso de los asalariados. Los precios aumentan constantemente, pero las entradas permanecen fijas, y así la vida se hace cada día más difícil. Los que tienen entradas variables, es decir los empresarios, obtienen más utilidades. Son éstos, pues, los que teóricamente se beneficien con la inflación. 117
El sentido común en la economía
Pero los empresarios también pierden a la larga con la inflación. Muchos de ellos venden sus existencias a precios inferiores en relación con aquellos a quienes tienen que reponerlas. A la postre poseen menos cosas efectivas y más papel moneda. Así tiene que ser, puesto que hay un comprador extra (el Estado) que no ha puesto nada. La situación se puede equiparar a la de cuatro jugadores que están a la mesa, habiendo pagado cada uno su puesto. Llega un quinto jugador, que no paga, y empieza a jugar pagando con vales. Cuando llega el momento de saldar cuentas, todos tienen que haber perdido, menos el quinto jugador (el Estado), quien pagó con vales. La más peligrosa característica de la inflación es que ella se alimenta a sí misma, como una hoguera. Una vez que se inicia, el público pierde confianza en la estabilidad financiera, y el dinero principia a circular como tortas calientes: nadie se queda un momento con él en la mano. Todo el mundo compra cosas pronto, antes de que se pongan más caras, y la fuga del dinero, una vez iniciada, es difícil de contener.
4.29 Quiénes hacen la fuerza Las diferencias en materia de poder adquisitivo entre una clase y otra, hacen que siempre sean las clases más bajas en la escala social las que más sufren en caso de inflación u otros trastornos económicos. Esto es evidente cuando se estudia lo que se pudiera llamar el mosaico de consumo (ver figura 29): las columnas representan tres hipotéticos mosaicos de consumo de la clase alta, media y obrera. El consumo vital (A) representa todo lo que es esencial, principalmente comida. Tiende a ser constante para todos, suponiendo que el país alcanza a suplir sus necesidades más elementales. Una persona rica no come más por ser rica, pues su capacidad para ingerir alimentos es limitada. Los pobres, por su parte, suplen sus necesidades vitales antes que todo. En un país pobre, la clase obrera sólo alcanza a suplir sus necesidades vitales. La clase media está un poco mejor: alcanza a cubrir los gastos vitales, quizá algunos extras (B) y aun algunos suntuarios (C). 118
Los mercados y el poder de compra
La clase alta tiene suficiente para atender a todos sus consumos, y le sobra para capitalizar (D).
Capitalización
Consumo suntuario
~~a B
Consumos extras
Clase alta
Clase media
11 Clase obrera
Figura 29
Ahora bien, es obvio que si, por cualquier motivo, falta producción, la clase que más sufre es la obrera. Ésta sólo tiene poder de compra suficiente para atender a su consumo vital, de suerte que si los precios de estos artículos suben, no podrá comprar lo que antes compraba. En cambio, las otras clases tienen de dónde recortar, sin que su consumo vital se afecte. Así, por ejemplo, la clase alta deja de capitalizar, si es necesario, para conservar su capacidad adquisitiva de productos vitales extras y aun santuarios. Puesto que tiene más poder de compra puede hacerlo, y no se ve obligada a reducir su consumo vital. Otras clases, sin embargo, tienen que reducir sus consumos, extras o vitales, puesto que hay menos producción. La clase obrera es, pues, la que más sufre con la disminución de la producción de bienes vitales, de los llamados bienes salarios.
4.30 La deflación La deflación es lo contrario de la inflación. Cuando el consumidor no tiene suficiente poder de compra, la llamada demanda efectiva es defillY
El sentido común en la economía
ciente y lo que produce el equipo de producción no se vende. Muchos artículos quedan sin mercado, caen los precios, descienden las utilidades de los empresarios, éstos disminuyen sus actividades y un sector importante de la población queda cesante. La deflación no es un remedio racional contra la inflación. Cuando hay inflación lo más que puede pretenderse es alcanzar la estabilización_ es decir, impedir que continúe la inflación. La deflación no es conveniente porque produce una disminución de la producción. Los precios bajan en la deflación, no porque haya abundancia de artículos, sino porque el consumidor no tiene poder de compra. Esta situación, naturalmente, no favorece al consumidor. Lo que éste necesita es que haya gran abundancia de artículos de consumo y que esa abundancia haga bajar los precios. Pero si la baja ha de ser producida por falta de poder de compra, el consumidor no se beneficia; todo lo contrario, se perjudica, y la pobreza es entonces general. La dificultad para corregir un estado de inflación radica en que ésta produce una distorsión del equipo de producción. Generalmente ocurre porque la producción de bienes de capital del Estado, o de los particulares, ha sido fomentada, a costa de la producción de bienes de consumo, sin limitar la capacidad de compia del consumidor, y esa distorsión es la que produce la inflación. Ahora bien, volver al estado anterior, es decir, reducir la producción de unos bienes para aumentar la de otros, es difícil y puede implicar desajustes dolorosos, pérdidas cuantiosas y desempleo. Esta es la explicación de por qué es tan difícil detener una inflación, una vez iniciada, sin producir una pequeña crisis. Lo que se debe hacer es no permitir la expansión monetaria que produce la inflación, para así evitar el problema.
120
CAPíTULO
5
COMERCIO EXTERIOR
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:1.3
5.4 5.5 5.6 5.7 5.8 5.9 5.10 5.11 5.12 5.13 5.14 5.15 5.16 5.17 5.18 5.19 5.20 5.21 5.22 5.23 5.24 5.25
Vender para vivir El desarrollo económico y Jos dólares ¿Qué podemos vender? Poder de compra externo e interno Demanda de dólares Propensión a importar Las bases del intercambio Precios internos y exportación El café como producto de exportación La prohibición de la'i exportaciones La balanza de pagos La tasa de cambio Inflación y tasa de cambio La tasa de cambio en desequilibrio El control de cambios Tasa de cambio y costo de vida Cómo se suceden las cosas Efectos económicos del control de cambios La deformación del equipo de producción Conveniencia de la tasa de cambio real Cupos de importación Cupos y planificación Cupos y desarrollo industrial Un sistema de cambios razonable Gravámenes a las importaciones
123 124 124 126 127 128 129 129 130 131 132 133
B4 135 136
137 13X 139 140 141 142 143 145 146 147
5.26 El control de cambios y la redistribución de la renta nacional 5.27 El papel de los importadores 5.28 Obstáculos a las importaciones 5.29 La importación de artículos de lujo 5.30 Verdadera-; razones para el control de cambios 5.31 Exportar urgentemente 5.32 Subsidios de las exportaciones 5.33 La devaluación y las exportaciones 5.34 La globalización de la economía
148 148 149 150
151 152
153 153 154
CAPíTULO
5
COMERCIO EXTERIOR
5.1
Vender para vivir
Ningún país puede vivir y prosperar sin vender y comprar en el exterior. Todo país necesita alguna cosa que él mismo no produce, y para adquirirla tiene que exportar. Hay que exportar porque los otros países no reciben pago en moneda nacional. Todos exigen pago en especies, en oro o en divisas de los países industrializados. Al referirnos aquí a divisas hablamos de dólares, por estar el público más familiarizado con esta moneda. En el comercio internacional, los dólares son tan valiosos como el oro, pues todos los países los reciben en pago: son, pues, moneda internacional. Esto se debe a que los Estados Unidos tienen toda suerte de mercancías de buena calidad a buenos precios; así, quien posee dólares puede adquirirlas. Para otros países, otras monedas no son tan importantes. Por ejemplo, si un país exportara al Ecuador, obtendrfa sucres. Pero Ecuador puede que no produzca nada que el otro país necesite vitalmente, de modo que los sucres no le resuelven ningún problema. Un país no exporta sólo porque necesite poder de compra externo, exporta también para complementar su equipo de producción con otros 123
El senlido común
~:n
la economía
mercados. Todo país tiene algunos recursos de producción (mano de obra o recursos naturales), que no puede emplear plenamente dentro de su mercado. Si quiere incorporarlos a su equipo de producción tiene que buscar mercados externos.
5.2
El desarrollo económico y los dólares
Un país necesita comprar en el extranjero muchas cosas que el mismo no produce ni producirá en mucho tiempo. A medida que la economía se vuelv~ más compleja, ciertas necesidades se hacen más apremiantes. Mientras más se industrialice un país, más materia prima y maquinaria necesita importar del exterior. La economía de un país subindustrializado es una columna que descansa en un pedestal de importaciones. La industria moderna requiere una infinidad de materias primas, accesorios y máquinas especializadas, que un país pequeño nunca podrá producir. A medida que nuevas industrias de carácter cada vez más técnico se desarrollan en Estados Unidos, mayor es nuestra necesidad de importaciones. Así, la industria electrónica, la química moderna, la atómica, la de máquinas de controlar y de calcular, etc., son industrias que hacen que un país necesite cada vez más de ciertas importaciones. La producción nacional descansa en esas importaciones esenciales. Hasta cierto punto, pues, un país subdesarrollado sólo se puede desarrollar si cuenta con esas importaciones.
5.3
¿Qué podemos vender?
¿Qué podemos vender? Esta es la pregunta que se hacen todos los países. Pero no vender para salir de las cosas, para buscar mercados, como se acostumbra decir. Lo importante es vender para poder comprar, porque el que no vende no compra.
124
Comercio exterior
Equipo
de Producción
............. US$
/
~ Figura 30
El Tercer Mundo encuentra hoy más dificultades para exportar que hace algunos años. En primer lugar, la naturaleza de los mercados mundiales ha cambiado gradualmente. Desde la Segunda Guerra Mundial, la demanda para los productos primarios, alimentos básicos, metales, etc., ha disminuido considerablemente. De estos productos, el petróleo es quizá el único que encuentra un mercado mundial fácil y seguro. Esto se debe al progreso tecnológico, el cual tiende a darle más importancia a los artículos de alta tecnología, en cuya producción entran la ciencia y el capital en mayor proporción que la materia prima. Sin embargo, cualquier país que cuente con una tasa de cambio real y que tenga alguna tecnología puede encontrar mercados internacionales para muchos productos. Ciertas industrias como la textil y la de artículos de cuero, que antes era posible exportar a los grandes mercados de Europa y Estados Unidos encuentran ahora dificultades, dado el sentimiento proteccionista que hoy impera en el mundo. Pero aún así, en muchos otros y variados productos, el Tercer Mundo, desde que sepa organizar un comercio estable, puede desarrollar su comercio de exportación. 125
El sentido común en la economía
5.4
Poder de compra externo e interno
El equipo de producción nacional está acoplado al equipo de producción extranjero por medio de las importaciones y las exportaciones. Parte del equipo de producción está ocupado produciendo artículos para la exportación. Estos artículos se convierten en poder de compra externo, el cual va al equipo de producción extranjero el que, a su vez, suministra mercancías por igual valor para equilibrar asf la demanda nacional (ver figura 31).
Equipo de producción extranjero
Equipo de producción para consumo local
1 A
Figura 31
Por un lado, (A) el equipo de producción desembolsa poder de compra en forma de emolumentos, utilidades y arriendos. Este poder de compra se divide en dos torrentes, parte que va al equipo de producción extranjero (E) y parte que circula en la nación (N) y pasa a cambiarse por los bienes nacionales producidos para el mercado doméstico (BN). El poder de compra que fue al equipo de producción extranjero 126
Comercio exterior
(E) regresa al país en importaciones (1), y así completa el caudal de bienes que exige el poder de compra total general (A). Si el país, por algún motivo, no puede exportar, los bienes que se producen para la exportación (E en la figura 31) se dejan de producir, y los factores de producción que se emplean en ellos quedan cesantes. En consecuencia, el producto nacional es menor. Luego las exportaciones no sólo suplen al país de lo que necesita y no puede producir, sino que pone a trabajar factores de producción que, de no haber exportaciones, permanecerían cesantes.
5.5
Demanda de dólares
Si un país tiene una renta externa de aproximadamente US$10.000 millones proveniente de las exportaciones, se entiende que tiene un poder de compra externo equivalente a esa suma. El país puede, pues, comprar productos extranjeros por valor de US$1 0.000 millones. Para el caso, los US$10.000 millones se distribuyen entre todos los que deseen importar. ¿Cómo se distribuyen? Como cualquier otra mercancía, de acuerdo con el poder de compra de cada cual y las necesidades individuales. Si en el país no hubiera control de cambios y la oferta y la demanda de los dólares operaran libremente, los dólares saldrían al mercado, y los que los necesitaran se ofrecerían a comprarlos. Se establecería entonces un precio que ajustaría la oferta a la demanda, es decir, el precio necesario para que la una y la otra fueran iguales. En esas condiciones se diría que la tasa de cambio está en equilibrio. El país no trataría de importar más de lo que exportara. La balanza de pagos, lo que el país debe pagar al extranjero, estaría también en equilibrio, lo cual quiere decir que se pagarían puntualmente los compromisos adquiridos.
127
El sentido común en la economía
Ahora bien, mientras más alto sea el poder de compra interno de otro país, mientras más alta sea su renta, tanto más alta es también la tasa de cambio resultante de la oferta y de la demanda, y viceversa. Porque los dólares son mercancía extranjera en potencia, de modo que si hay mucho poder de compra en pesos, el precio de los dólares tiende a subir, como lo hace cualquier otra mercancía.
5.6
Propensión a importar
Una característica muy conocida de toda la América Latina es la propensión a importar. Cuando hay un aumento de la renta nacional se produce un desmedido crecimiento de las importaciones y, por ende, un desequilibrio de la balanza de pagos internacionales. Esto se debe, en parte, a la propensión a aumentar todos los consumos suntuarios cuando mejoran los ingresos. El aumento de la demanda de automóviles, neveras, radios, etc., o de las partes necesarias
para producirlos, ocasiona mayor demanda de divisas. Pero la propensión a importar tiene otra explicación quizá más fundamental. No todo es aumento de consumo suntuario. En gran parte, la mayor demanda de artículos de importación se debe al más alto nivel de actividad económica interna. En todo lo que produce el país entra un porcentaje, pequeño a veces, pero siempre presente, de elementos importados. No puede, pues, aumentar la producción interna sin que ello implique un correspondiente aumento de las importaciones. Se puede decir que a cada nivel de producción interna corresponde un nivel de importaciones: sin estas importaciones la producción nacional se hace difícil o, al menos, muy costosa. No es exagerado afirmar que, en el caso de un país subdesarrollado, no puede haber aumento de la actividad económica interna sin un crecimiento correspondiente del poder de compra externo, es decir, de las exportaciones.
128
Com~rcio
5.7
exterior
Las bases del intercambio
Básicamente, un país exporta por las mismas razones por las que un particular vende. Pedro es un agricultor pobre, que cultiva trigo y mantiene un gallinero. Cuando recoge su cosecha, Pedro vende el trigo no sólo porque necesita el dinero para comprar otras cosas, sino porque seguramente él y su familia no alcanzarían a consumir todo el trigo producido. Así que vende trigo porque le sobra. Pero en el caso de las gallinas, la cosa puede ser distinta. Pedro puede vender gallinas porque necesita el dinero, no porque le sobren. La familia de Pedro puede muy bien quedarse sin comer gallina, para comprar zapatos. En este caso, Pedro vende pues gallinas para cambiarlas por otra cosa. La teoría de que un país sólo exporta sobrantes es una falsa teor/a del intercambio. Intercambio quiere decir precisamente eso: cambiar. Un país puede exportar cosas de las cuales no tiene la cantidad suficiente, para importar otras aún más escasas o importantes. Se puede concebir el caso de que para un país subdesarrollado sea un buen trato exportar carne para importar antibióticos; ambos productos son escasos, pero quizá los antibióticos sean más urgentes. En ese caso, el país subdesarrollado está como el pobre agricultor del ejemplo, que tuvo que vender las gallinas para comprar zapatos. Podía muy bien haberse comido la gallina, pero entonces se habría quedado sin zapatos. Sólo él, el agricultor, estaba en capacidad de escoger qué prefería: si comer gallina o comprar los zapatos.
5.8
Precios internos y exportación
Si un país subdesarrollado en Latinoamérica exporta café es porque para sus habitarrtes es negocio cultivar café. Es decir, porque quien cultiva café y lo vende al precio internacional, hace un buen negocio, le entran más pesos de los que gastó cultivándolo.
El sentido común en la economía
Pero, ¿qué sucedería si mañana, por un motivo u otro, desapareciera la cosecha de café? En el caso de este país subdesarrollado no tendría dólares cafeteros. Los dólares son indispensables para la vida del país. Éste no podría vivir sin dólares. La escasez de dólares haría subir la tasa de cambio y al nuevo cambio muchas cosas que antes no se podían exportar podrían ya venderse en el exterior. Entonces sería posible, por ejemplo, vender arroz, que antes no podía exportarse debido a que su precio, en dólares, resultaba demasiado caro. La exportación haría subir el precio del arroz en el interior, claro está. Así, el consumo de arroz del país disminuiría a fin de poder atender a la exportación. Pero porque se exportó arroz se pudo importar otras cosas. No se exportó arroz porque sobrara necesariamente. Se exportó porque el país necesitaba comprar otras cosas más urgentes que arroz. Es el caso de Pedro, el agricultor pobre, quien vende las gallinas en vez de comérselas, porque necesita comprar zapatos. El alza del cambio permitió al país vender arroz en el mercado internacional, a un precio competitivo. Y si este cambio no resultara adecuado, la moneda del país tendría que desvalorizarse aún más, hasta cuando pudiera exportarse arroz o cualquier otro producto. En todo caso, el país no podría quedarse indefinidamente sin dólares. La necesidad de dólares haría subir la tasa de cambio hasta cuando el precio del dólar permitiera exportar muchos artículos que hasta entonces no se habían podido vender en el exterior. En algún punto, el tipo de cambio establecería el equilibrio entre el comercio de importación y el de exportación.
5.9
El café como producto de exportación
El café es un mal producto de exportación por varios motivos. En primer lugar, es una cosecha fácil y por tanto abundante en muchos paí130
Comercio exterior
ses tropicales. En segundo lugar, en muchas partes se considera artículo hasta cierto punto innecesario y aun de lujo. Además, el café es un producto cuya demanda no es elástica, lo cual quiere decir que su consumo no aumenta proporcionalmente cuando su precio baja. Por ejemplo, si su precio baja un 10% en Estados Unidos, su consumo no tiene un aumento proporcional. El café afronta los mismos problemas que todos los otros productos de la agricultura: su demanda es limitada. Además, ya está comprobado que tarde o temprano otros países que hoy no producen café, llegado el caso, lo tendrán; los que hoy lo producen, lo producirán en el futuro en mayor cantidad. Hay que tener presente también que de un producto que debe recolectarse pepa por pepa, y cuyo cultivo en laderas no se presta para emplear maquinaria, no puede esperarse que mantenga un alto nivel de vida. En el Tercer Mundo hay millones de personas de poco nivel cultural y técnico que pueden efectuar las mismas tareas por salarios aun más bajos que los nuestros. Se está, pues, compitiendo en un producto de escasa aceptación internacional y que puede ser producido también por millones de personas de más bajo nivel de vida que el de Colombia, por ejemplo, por tanto, tiene, pues, que buscar otros artículos de exportación, y debe hacerlo ya, si quiere ordenar su economía con sentido previsivo.
5.1 O La prohibición de las exportaciones En algunas épocas se ha prohibido la exportación especialmente de productos agrícolas. En general, la política ha sido prohibir la exportación de ciertos productos que escasean, alegando que el país no se puede quedar sin suministros. Por ejemplo, en algunas ocasiones, bajo la presión de los talabarteros y los zapateros se ha querido prohibir la exportación de cuero. Lo menos que se puede considerar de esta política es de insensata. Si el país exporta un artículo puede importar otro, quizá más necesario. 131
El sentiuo común en la economía
Además, el desarrollo de la producción requiere apoyarse muchas veces en el mercado externo. En ocasiones sobran recursos de producción que no pueden emplearse para incrementar la producción interna pero que, con la exportación, se pueden ocupar. Por ejemplo, si el país cuenta con condiciones favorables para la ganadería y esta actividad puede extenderse aún más, pero la demanda de carne, a los precios vigentes, no es suficiente para absorber toda la producción, el país se beneficia si exporta carne e importa otras cosas que son igualmente necesarias. El consumidor es quien decide. Dice: "A los precios vigentes, yo prefiero adquirir estas u otras cosas importadas, más que consumir más carne". El consumidor no lo dice directamente, se lo dice la demanda en el mercado a los productores, exportadores e importadores. La voz del consumidor se oye a través de los precios.
5.11 La balanza de pagos La balanza de pagos es el conjunto de cuentas del país con el exterior. Los países, lo mismo que los particulares, tienen que hacer cuentas de entradas y salidas, cuánto vende y cuánto compra y qué otras entradas y salidas de divisas tiene. Un país subdesarrollado, como todos los demás países, tiene que ver cada año cuánto vendió y cuánto compró. El resultado es la balanza comercial, la cual puede ser a favor o en contra. Tiene además otras entradas por turismo e importación de capital y salidas por infinidad de pagos que tiene que hacer en el exterior. Sumando todo esto se obtiene la balanza de pagos. Ningún país puede tener su balanza permanentemente desequilibrada. Si la tiene, llega un momento en que gasta todas sus disponibilidades de moneda extranjera y no tiene cómo pagar sus deudas.
132
Comercio exterior
Todo país mantiene siempre una reserva de divisas, a fin de evitar el incumplimiento de sus compromisos; así como el particular siempre dispone de una cantidad de dinero en el banco. Antiguamente, estas reservas eran también el fundamento del sistema bancario (ver 2.24). Hoy las reservas no sirven sino para evitar que llegue el momento en que el país no tenga, literalmente, con qué comprar nada en el exterior. Con reservas de divisas adecuadas, el país puede ordenar mejor su economía. No tiene que estar suspendiendo las compras en el exterior cuando le faltan las exportaciones. Las reservas le permiten el ajuste permanente de la balanza sin correr el riesgo de faltar a sus compromisos.
5.12 La tasa de cambio La tasa de cambio es el precio al que se cotizan los dólares en moneda nacional. Como cualquier otra mercancía, los dólares se cotizan según su disponibilidad en el mercado y de acuerdo con la cantidad de moneda nacional disponible para comprarlos. Un ejemplo: supongamos que la renta nacional es de $500 mil millones en el año y que el valor de los ingresos al país por divisas es de US$7.000 millones en igual período. Los habitantes destinan parte de su renta para comprar esos US$7.000 millones, con los cuales los importadores pagan lo importado. Supongamos también que en esas condiciones el país ha encontrado su equilibrio en una tasa de cambio de $600 por dólar. Encontrar su equilibrio quiere decir que, a ese precio del dólar, los habitantes adquieren en el año exactamente los US$7.000 millones que el país tiene disponibles para importar. Así la balanza está equilibrada: ni sobran ni faltan dólares. Supongamos que en esa situación el Estado inicia una política de expansión monetaria y de inflación y, debido a ella, la renta nacional se duplica a $1.000 millones. U:.!
El sentido común en la economía
Los dólares disponibles son, sin embargo, los mismos de antes, US$7.000 millones. Pero todos los habitantes del país son ya más ricos en moneda nacional: tienen el doble. Lo natural es que quieran comprar más cosas en el exterior, y que esa mayor demanda produzca un alza del tipo de cambio. En esas condiciones es posible que el cambio suba al doble, a $1.200 por dólar. Lo más probable es que suba más, puesto que el que duplica su renta trata de consumir más del doble en artículos importados, debido a la propensión a importar (ver 5.6). Estos ejemplos sirven para explicar la estrecha relación que existe entre la tasa de cambio y el medio circulante interno o renta nacional. La tasa de cambio está en equilibrio cuando la demanda de dólares por parte del público está en equilibrio con la oferta y, por tanto, la tasa de cambio no trata de subir ni bajar.
5.13 Inflación y tasa de cambio La inflación produce el alza de la tasa de cambio; no es la tasa la que produce la inflación. La tos no produce la gripa, es la segunda la que produce la primera. Porque hay inflación sube la tasa de cambio, como suben todos los precios. Si hay más pesos y los mismos dólares que antes, éstos tienen que subir de precio; no hay otra posibilidad. Más justo sería, claro está, que el Estado pudiera inflar el país, que las rentas en pesos de todos los habitantes se duplicaran y que pudieran seguir comprando cosas extranjeras al precio de antes: así la vida sería un sueño. Pero en la economía las cosas no suceden como en los sueños. Cuando hay inflación, los ciudadanos tienen más dinero y quieren comprar más. Pero como los dólares son los mismos de antes, no pueden comprar más cosas en el exterior, puesto que no hay dólares. Así pues, el precio de los dólares sube, y obliga a los colombianos a comprar únicamente lo que compraban antes. 134
Comercio exterior
Ésta es la defensa que tiene la balanza internacional contra los excesos financieros; defensa eficaz, irremediable, contra la cual no hay apelación. Muchos consideran que el alza de la tasa de cambios, o sea la devaluación de la moneda, es perjudicial para la economía nacional e injusta para las clases populares. Pero digamos más bien que la inflación es la perjudicial y la injusta, puesto que trae como consecuencia la devaluación.
5.14 La tasa de cambio en desequilibrio Cuando se produce una expansión monetaria interna y, como consecuencia, hay inflación, la demanda de todos los artículos aumenta, sean ellos de producción interna o de importación. De todos modos, el país necesita importar más, crece la demanda de dólares. Ahora bien, los dólares no se improvisan; provienen de las exportaciones, e incrementar éstas es difícil. Si antes de la inflación la tasa de cambio era de $600 por dólar, y a esa tasa había equilibrio (ver 5.12), sobrevenida la inflación, el equilibrio desaparece: aumenta la demanda, la cantidad de dólares disponibles es la misma de antes, y vienen a faltar dólares. La tasa de cambio queda en desequilibrio. Para corregir el desequilibrio o lo que el público llama escasez de dólares, sólo hay unos pocos remedios, de sobra conocidos y catalogados en todo el mundo. Si descartamos la posibilidad de aumentar los dólares disponibles incrementando las exportaciones, estos son los remedios conocidos: a) Reducir la demanda interna, es decir, disminuir la circulación monetaria, todo lo cual equivale a la deflación. El remedio es doloroso, peor que la enfermedad. Es como cortarse la mano porque está infectada (ver 4. 31 ). A lo más que se puede aspirar en estos casos es a estabilizar la inflación. b) Encarecer las importaciones. Una vez encarecidas éstas, la demanda de artículos de importación se rebaja y con ella la demanda 135
El sentido común en la economía
de dólares. Esto se puede lograr aumentando los derechos de aduana u obstaculizando la importación con otros trucos conocidos, tales como timbres, depósitos, etc. e)
Imponer controles directos, lo cual equivale a racionar los dólares.
d) Por último, queda el remedio más lógico y racional y el que menos trastornos produce, a la larga: elevar la tasa de cambio, esto es, elevar el precio de los dólares.
5.15 El control de cambios El control de cambios obliga a todos los exportadores o a parte de ellos a vender al Banco Central los dólares provenientes de sus exportaciones. El Banco Central vende los dólares a los importadores, según las reglamentaciones que establece el control. La idea es que el país gaste los dólares disponibles, únicamente los disponibles, en la adquisición de los artículos más urgentes y necesarios. Por otra parte, el control limita las importaciones mediante licencias. Nadie puede importar sin licencia. De esta manera el país puede asegurarse, si el control está bien dirigido, de que las importaciones no sobrepasan las exportaciones, y de que no faltarán dólares para pagar las compras en el exterior. El control permite al Estado fijar una tasa de cambio más baja de la que existiría sin control, es decir, una tasa en desequilibrio. En este caso es requisito indispensable que las importaciones se limiten en alguna forma, ya sea mediante la fijación de cupos, o sencillamente no concediendo licencias cuando no hay dólares disponibles. Esta limitación de las importaciones es indispensable, pues, de lo contrario, la tasa de cambio artificialmente baja, fijada por el Estado, fomenta las importaciones y luego no hay manera de pagarlas. En varias ocasiones se ha podido apreciar divergencias apreciables entre la tasa de cambio oficial y la del mercado libre o negro. Esto se debe a que los dólares suministrados por las autoridades maneta-
136
Comercio exterior
rias, para pagar compras o gastos en el exterior, no son suficientes para atender todas las solicitudes. El resultado es que muchos apelan entonces al mercado negro, el cual obtiene los dólares de actividades ilícitas. El efecto del control de cambios es, pues, en la práctica, efectivo hasta cierto punto.
5.16 Tasa de cambio y costo de vida La inflación produce el alza del costo de vida y el alza de la tasa de cambio. No es la tasa de cambio la que produce la inflación y el alza del costo de vida. Es inútil tratar de contener el alza del costo de vida impidiendo artificialmente la elevación de la tasa de cambio. Cuando hay inflación todos los precios suben, ya sean de artículos importados o de producción nacional. Ésta alza la produce la mayor demanda que resulta del aumento de la renta nacional. A más dinero. mayores precios. Si el Estado impide artificialmente la elevación de la tasa de cambio, no detiene el alza del costo de vida. Ésta se produce automáticamente con la inflación, sin relación alguna con el costo de los artículos importados, porque el alza del costo de vida es consecuencia de la inflación. Si el Estado mantiene baja la tasa de cambio para importar artículos de primera necesidad, que luego logra llevar hasta el consumidor, puede impedir el alza del costo de vida para ese consumidor, en ese artículo. Es una subvención que el Estado le da a ese consumidor. ¿Quién paga esa subvención? El exportador, quien recibió menos por sus exportaciones. Si mantenemos la tasa de cambio baja para importar trigo, por ejemplo, y logramos llevar el pan hasta un consumidor, estamos subvencionando el consumo de pan de este consumidor. Esa subvención la paga el cultivador de café, quien obtuvo menos pesos en la exportación, puesto que la tasa de cambio se mantuvo baja.
El sentido común en la economía
Ahora, si el Estado no logra llevar el pan hasta el consumidor la cosa es más complicada: nadie puede garantizar que la ventaja del precio bajo del trigo importado vaya a beneficiar al consumidor del pan. Puede suceder que quien produce el trigo y el fabricante de pan vendan sus productos al precio del mercado, no al precio que la importación de trigo a una tasa de cambio reducida les permite. Es decir, estos intermediarios se quedan con lo que podemos llamar el margen de la inflación. Lo mismo sucede con todos los otros productos importados, sean ellos artículos de consumo o materias primas. Los importadores que reciben el cambio bajo e importan a un precio de costo bajo, se aprovechan de la situación del mercado. En éste hay escasez de los productos de importación y los compradores tienen exceso de poder de compra, luego los importadores hacen su agosto. Compran barato en el exterior y venden caro en el interior. Eso no lo puede evitar gobierno alguno en un país de organización democrática y de libre empresa, porque así es como funciona el sistema. El control de la tasa de cambio a un precio artificialmente bajo ha contribuido, en toda América Latina, a trasladar el ingreso de los sectores populares a los importadores de productos terminados y de materias primas, que son las clases altas. Y lo notable es que esta política ha sido diseñada para favorecer a los sectores populares.
5.17 Cómo se suceden las cosas Las relaciones monetarias hacen difícil interpretar correctamente los fenómenos económicos. Así, por ejemplo, a un industrial le resulta incomprensible el que la devaluación de la tasa de cambio no produzca un aumento del costo de vida. Piensa que si él está pagando la materia prima al cambio de 100 y la tasa sube a 200, por ejemplo, él tiene que subir sus precios, luego el costo de vida sube y, consecuentemente, el nivel de vida del pueblo baja. Lo mismo piensa el hombre de la calle, y aun muchos estadistas y políticos poco entrenados en el análisis económico. 138
Comercio exterior
La verdad es que cuando la tasa de cambio sube, todo lo importado cuesta más, pero esto se debe a que el país tiene escasez de dólares, luego debe importar menos; si hay menos importaciones, el nivel de vida del pueblo necesariamente baja. Pero esta baja no es resultado del alza de la tasa de cambio, ella se debió al fenómeno que redujo la cantidad de dólares disponibles. Fue esa baja la que redujo la entrada de dólares, y la menor disponibilidad de éstos produjo un encarecimiento de los artículos importados, todo lo cual condujo a un alza de precios y, por tanto, a la reducción del nivel de vida. Tanto el alza de la tasa de cambio como la elevación del costo de vida provinieron del mismo fenómeno: de la reducción de la disponibilidad de divisas. Pero la elevación de la tasa de cambio no es la causante del alza del costo de vida, es una consecuencia. Naturalmente, la escasez de dólares puede provenir del incremento de la circulación monetaria, no de la disminución del suministro, lo cual, como lo hemos visto, también produce el alza del costo de vida.
5.18 Efectos económicos del control de cambios El control de cambios, en combinación con una tasa de cambio en desequilibrio, no sólo no evita el alza del costo de vida, sino que, por el contrario, introduce la inestabilidad, la ineficiencia y el desorden económico y, por ende, mayor aumento del costo de vida. Mientras mayor sea la diferencia entre la tasa de cambio fijada artificialmente y la tasa de equilibrio, mayor es la demanda de dólares. Las utilidades obtenidas por los importadores, provenientes de las importaciones con tasa de cambio artificialmente baja, fomentan éstas y hacen que la escasez de divisas sea mayor de lo que debería ser. Así pues, el desequilibrio, la inestabilidad y la escasez de divisas se perpetúan. Por otra parte, todo el sistema de producción se deforma. El efecto es el mismo que produce el control de precios (ver 4.18). 13!l
El sentido común en la economía
Como no se permite que la demanda del consumidor opere a través de los precios, y que éstos organicen la producción, el sistema no produce lo que, económicamente, debería producir, sino aquello que interesa a los productores o importadores para hacerse a las utilidades que el Estado anda repartiendo como quien reparte premios. Así se importan y producen muchas cosas que no se deberían importar ni producir y, para hacerlo, se dejan de importar y producir otras que hacen más falta. Se produce un esfuerzo económico mal aplicado y el resultado, a la larga, es el esperado: mayores dificultades económicas y mayor descenso del nivel de vida. No hay duda de que uno de los factores que más han contribuido al desorden de las economías de los países de América Latina, ha sido la práctica de mantener una tasa de cambio en desequilibrio y el control estatal de las importaciones. La consecuencia ha sido la deformación del equipo de producción.
5.19 La deformación del equipo de producción Uno de los efectos económicos más perjudiciales del control de cambios es la deformación del equipo de producción y la consiguiente desorganización económica. El proceso ha sido el mismo en todos los países donde se ha practicado. Primero viene la inflación y luego el aumento de la demanda de artículos de importación. Los dólares escasean y tienden a subir de precio, pero el gobierno, en un intento inútil para mantener bajo el costo de vida, controla el cambio e impide su alza. Desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial, se ha acostumbrado mantener la tasa de cambio más baja de lo que fija la demanda de dólares, a la vez que se mantienen control sobre las importaciones. Esto ha permitido, naturalmente, que los comerciantes e industriales importadores hagan utilidades excepcionales. Estas utilidades deforman la inversión eficiente de los recursos externos, haciendo que el país importe muchas cosas que no necesita con urgencia, 140
Comercio exterior
y deje de importar otras más necesarias, creando deformaciones en el equipo de producción. Esto no sucede si se permite que el cambio se ajuste a la mayor demanda proveniente de la expansión monetaria. Entonces el cambio sube a medida que aumenta el medio circulante, todo de conformidad con los precios internos. Con el alza del cambio se eleva el costo de los artículos importados. Aunque los precios internos de la producción nacional son altos, la maquinaria también cuesta más, y otro tanto sucede con la materia prima, así que las utilidades de los productores nacionales no resultan exageradamente altas. No hay, entonces, tendencia a importar más maquinaria de la que el país puede emplear, de acuerdo con sus disponibilidades de divisas.
La deformación del equipo de producción es típica de los países que han pretendido retener la tasa de cambio a un nivel artificialmente bajo. Todos ellos sufren las consecuencias de un equipo de producción en parte inactivo, por falta de divisas.
5.20 Conveniencia de la tasa de cambio real Para que la economía pueda desarrollarse ordenadamente es necesario que la tasa de cambio sea real, que esté en equilibrio (ver 5.12). Una tasa de cambio real fija el precio económico de los artículos importados. Por tasa de cambio real fqa se entiende el precio que los productores y consumidores están dispuestos a pagar, de acuerdo con las condiciones económicas del país. Un productor de drogas, por ejemplo, puede empacar su producto de dos maneras: en una caja de cartón, de producción nacional, o en un empaque importado del exterior. Si se presenta una escasez de dólares, y se permite que la tasa de cambio suba hasta ajustar la oferta y la demanda, el droguista pronto encuentra que el empaque importado le está saliendo muy caro, y se 141
El sentido común en la economía
ve obligado a remplazarlo por la cajita de cartón de producción nacional. El significado de esta sustitución es muy sencillo. Puesto que el país no tiene dólares, el droguista no puede darse el lujo de utilizar empaques importados. Puede que este empaque sea mejor, pero el país no está en condiciones de hacer el gasto. Ahora bien, si el Estado adopta la política de control y fija la tasa de cambio artificialmente baja, el droguista puede seguir utilizando el empaque importado. Así, el país continuará haciendo un gasto que no debe hacer, por no estar dentro de sus posibilidades económicas y por su más bajo nivel de vida. Si este caso se repite a través de toda la economía, el resultado es un desperdicio colosal del esfuerzo económico, anomalía que tarde o temprano tiene que manifestarse en dificultades económicas. Esto explica por qué todos, absolutamente todos los países que han adoptado la política de tasa de cambio artificialmente baja, han terminado con desorden económico y con poco crecimiento de la producción. Si el sistema fuera marxista y toda la economía se manejara mediante un plan centralizado de la producción, como se hacía en la Unión Soviética, por ejemplo, se podría alegar que el plan evitaría esas deformaciones. Pero en los países de organización de libre empresa y de democracia no existe, ni puede existir, ese plan, luego el buen orden y desarrollo de la producción tienen que ser impuestos por el sistema de precios. Además, como hemos visto, tampoco el plan soviético pudo sobrevivir.
5.21 Cupos de importación Si la tasa de cambio se mantiene arbitrariamente baja, el Estado tiene que buscar la manera de limitar, artificialmente también, y por medio de controles directos, las importaciones.
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Comercio exterior
Uno de los sistemas ensayados en varios países han sido los cupos de importación, por medio de los cuales el Estado determina qué cosas pueden importarse, y así se limitan las importaciones de acuerdo con las disponibilidades de divisas. Los que obtienen los cupos hacen utilidades excepcionales, puesto que con dólares relativamente baratos importan artículos que escasean en el país, ya que las importaciones están controladas. ¿Puede el control de importaciones evitar que el precio de los artículos cuya entrada al país está controlada, suban en el mercado interno? Ya vimos que no. Si la expansión monetaria ha producido la inflación, los importadores venden a los precios del mercado. Pero como son tantas y tan grandes las utilidades, el sistema se presta a toda clase de prácticas inmorales. La distribución de los cupos, indefectiblemente, se convierte en un mercado de influencias. Por otra parte, los efectos económicos del sistema son desastrosos. El control pretende que, mediante un estudio, sea posible determinar con exactitud qué se puede importar y quiénes pueden hacerlo. En esta forma se pretende dar prelación a lo más esencial y trazar una verdadera política de fomento y dirección. Pero en la práctica esto no es así. Ni en un sistema de empresa privada ni en uno colectivista, el Estado tiene los elementos necesarios para juzgar cuáles son los artículos más esenciales. En la práctica, del control sólo resultan desperdicio y desorden. Se importan muchas cosas que no deberían importarse, mientras que se prescinde de otras esenciales. La eficiencia del equipo de producción se merma y la producción se perjudica. Los únicos beneficiados son los que dan los cupos y los que los reciben.
5.22 Cupos y planificación Los cupos de importación tienen cierto prestigio en América Latina, como todas las medidas con visos de control y de planificación. Per143
El sentido común en la economía
miten, como dirían los teóricos de esta corriente del pensamiento, «dirigir la economía sabiamente hacia etapas más elevadas de productividad, evitando las malformaciones de la infraestructura, dentro de una sana economía en la subestructura», o palabras igualmente insensatas. Pero tal prestigio es totalmente infundado y pertenece al pasado. Los cupos de importación son una deformación de lo que podría ser una política de planificación. Ellos destruyen por completo el significado de los costos en todo el proceso de producción, y lo remplazan por decisiones arbitrarias. Veamos un ejemplo: un fabricante de muebles necesita clavos para sus obras. Puede usarlos de cobre o de hierro: es ésta una cuestión de relación de precios. Si el Estado fija el cambio a $200 y da cupo de importación al fabricante, éste, posiblemente, encarga los de cobre, puesto que lo puede hacer al cambio de $200. Si, por el contrario, el cambio refleja la situación económica del país y se eleva a $400, los clavos se encarecen y así el fabricante se ve obligado a economizar utilizando los más baratos, los de hierro. El control no puede entrar en detalles para determinar si el fabricante verdaderamente necesita clavos de cobre o si podría usar los de hierro. Ésta es una cuestión que debe determinarse sobre el banco, tomando en cuenta las ventajas y los costos de uno y otro clavo. Lo que sucede en este ejemplo pasa en todo el equipo de producción, y los efectos acumulados de miles y miles de problemas de esta naturaleza pueden ser desastrosos para la producción. Le corresponde al fabricante, no a la oficina central que controla las importaciones, decidir si con los nuevos costos es más económico trabajar con clavos de hierro que con los de cobre. Si no es así, se usan clavos de cobre cuando se podrían usar los de hierro; o el control hace que falten los de cobre, no pudiendo ser remplazados económicamente por Jos de hierro.
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Comercio exterior
5.23 Cupos y desarrollo industrial Los defensores del sistema de cupos alegan que éste se presta para planificar el desarrollo industrial. El control de cambios determina, mediante estudios previos, cuáles son las industrias que merecen desarrollo, y a ellas adjudican los escasos dólares disponibles, que han de dedicarse a la importación de maquinaria. Pero este método no es factible dentro del sistema de empresa privada, a menos que se corra el riesgo de pro:jucir toda clase de trastornos y la destrucción de riqueza nacional. En el sistema de empresa privada, los precios que fija el consumidor llaman la producción. Los empresarios toman en cuenta los costos de tierra, mano de obra y capital, y producen lo que más fuertemente llama al consumidor; esto es, lo que más alto precio tiene. En este cálculo que hacen los empresarios, uno de los costos más importantes es el del equipo, es decir, el del capital. Si el Estado controla la tasa de cambio y la fija artificialmente baja,
y luego distribuye los dólares disponibles, no de acuerdo con el clamor, esto es con los precios, sino de acuerdo con normas que traza una junta de control, el producido del equipo de producción de la nación es inferior y hay destrucción de riqueza. Por ejemplo, una fábrica de engranajes pide cupo para traer una fresadora. Al mismo tiempo, una fábrica de tornillos pide cupo para una máquina similar. Las dos, a los ojos de la junta de control, son esenciales; pero no hay cupo para ambas, de modo que la licencia se le da a una sola. ¿A cuál, a la más esencial? No, a la que tenga más influencias. Por el contrario, si la tasa de cambio refleja verdaderamente la demanda económica, las dos fábricas compiten por los dólares, y los viene a obtener la que económicamente necesita más de la fresadora. ¿Cuál es ésta? La que puede pagar mejor precio por ella.¿ Y cuál será ésta? La que mayor precio obtenga por sus productos. ¿Y cuáles son éstos? Los que el consumidor necesite con mayor urgencia. Éste es el 145
El sentido cumün en la economía
sistema de dirección de la producción que ocasiona el máximo rendimiento en el sistema de empresa privada y, según lo que nos dijo Gorbachov, en su momento, en el sistema marxista también.
5.24 Un sistema de cambios razonable Un sistema de cambios razonable puede tomar muchas modalidades. Los detalles son múltiples y varían de pafs a país. Pero lo que no varía, lo que es igual en todos aquellos que siguen una política económica sensata, son los esenciales. Por esenciales se entienden: a) La tasa de cambio debe ser de equilibrio. Es decir, que las importaciones que el país quiera hacer, para las cuales exista demanda a esa tasa, deben estar equilibradas con los dólares disponibles. No son posibles el orden ni la tranquilidad dentro del sistema, cuando la tasa de cambio está en desequilibrio y es necesario echar mano del control con cupos de importación y otras modalidades. b) Es indispensable que el público crea en la estabilidad del sistema cambiario y en la cordura de los directores de la política económica. Si esta base psicológica no existe, es inútil buscar la estabilidad del sistema. e) Los importadores deberán contar con algún mecanismo de seguridad contra las fluctuaciones del cambio. O el Estado fija el tipo y sólo lo modifica con el fin de encontrar nuevas tasas de equilibrio, respetando los compromisos ya adquiridos, es decir, respetando las importaciones autorizadas al cambio anterior, o se debe permitir el libre juego del mercado internacional de divisas y desarrollar la bolsa de futuras en cambio exterior. Sólo así pueden los importadores trabajar con seguridad, hacer cuentas exactas de costos y competir activamente, con márgenes de utilidad razonables.
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Comercio exterior
5.25 Gravámenes a las importaciones Todos los países imponen gravámenes a las importaciones, unas veces con fines fiscales y otras con el fin de proteger su equipo de producción de la competencia extranjera. Generalmente se buscan los dos objetivos simultáneamente. Los gravámenes a las importaciones no los pagan verdaderamente los importadores. En realidad, éstos corren por cuenta de los exportadores, por las siguientes razones. Para que la tasa de cambio pueda estar en equilibrio, es decir, que las exportaciones sean suficientes para pagar las importaciones, el valor de los artículos importados debe absorber el poder de compra en moneda nacional necesario para adquirir las divisas disponibles. Esto quiere decir que, suponiendo que el país contara con US$5.000 millones en divisas y la tasa de cambio en equilibrio fuera $100 por dólar, los pesos disponibles para pagar las importaciones serían $500 mil millones (5.000.000.000 x 100). Ahora, si se elevan los aranceles 10%, esto significa que la tasa de cambio puede ser más baja, tal vez de $90 por dólar. Veamos por qué. Para completar los $500 mil millones que deben valer las importaciones, para que la tasa esté en equilibrio, tenemos esta cuenta: El costo de las importaciones a la nueva tasa sería de: -
US$5.000 millones a $90 = $450 mil millones.
-
Más 1O% de impuestos de aduana equivalentes a $45 mil millones. Total costo de los artículos importados: $495 mil millones. Aproximadamente igual a los $500 mil millones disponibles para pagar las importaciones.
En este ejemplo vemos que el costo de los gravámenes a las importaciones corre por cuenta de los exportadores y no de los importadores, como generalmente se estima. Corre por cuenta de los exportadores puesto que los gravámenes permiten una tasa de cambio más baja que si no hubiera gravámenes arancelarios. 147
El sentido común en la economía
5.26 El control de cambios y la redistribución de la renta nacional Una tasa de cambio sobrevaluada, es decir, una tasa de cambio mantenida artificialmente baja, mediante el control de importaciones, favorece a éstas y penaliza las exportaciones. Esto implica una trasferencia de renta nacional del sector exportador al importador. Lo mismo se puede decir con respecto a otros sectores exportadores. Un peso subvaluado, una tasa de cambio baja, penaliza los productores de bienes exportables, a favor de los habitantes importadores de las ciudades. La explicación es que una tasa de cambio por debajo de su precio de equilibrio, mantenida mediante el control de importaciones, da al sector exportador un ingreso menor que si la tasa estuviera en equilibrio. ¿Quiénes se llevan esa renta que pierde el sector exportador? Los comerciantes e industriales importadores de materia prima, quienes obtienen dólares relativamente baratos para pagar lo que importan (ver 4.6}. Son muchos los que creen que el control de importaciones y una tasa de cambio baja para la moneda nacional sirven para mantener más bajo el costo de vida. Pero, como lo hemos visto, en un mercado donde la demanda por productos importados es superior a los suministros, los que obtienen las licencias de importación pueden obtener precios altos y llevarse la renta adicional en mayores utilidades.
5.27 El papel de los importadores Los importadores son el gremio intermediario entre el exportador extranjero y el público consumidor. El importador compra en el exterior al mejor precio posible y vende en el interior al precio más alto que puede, según el mercado. La diferencia es su utilidad. La cuantía de la utilidad depende de las dificultades, trabas y riesgos que tiene el comercio de importación. Si no hay trabas ni riesgos. 148
Comercio exterior
cualquiera puede importar; entonces la competencia entre los importadores es muy activa y el margen de utilidad es bajo. Si las trabas y los riesgos son muchos, la utilidad es proporcionalmente más elevada. Los importadores no fijan arbitrariamente sus utilidades; las fijan las condiciones en que se efectúa el comercio internacional. Cuando las utilidades son altas, ello no se debe a especulación por parte de los importadores, sino a que el Estado está haciendo el comercio de importación tan difícil y arriesgado, que las utilidades tienen que elevarse; de lo contrario no habría nadie dispuesto a importar. Es conveniente anotar también que el poder de compra disponible para importar no es el de los importadores sino el del consumidor nacional. El importador es un intermediario que compra y vende, y que para hacerlo cuenta con un fondo rotativo llamado su capital. Pero ésta es una pequeña fracción del poder de compra total del consumidor. El importador no vende según su precio de costo, sino al precio que le paga el mercado. De allí el error en que están quienes creen que manteniendo artificialmente la tasa de cambio baja, mediante el control de las importaciones, consiguen mantener el costo de vida bajo.
5.28 Obstáculos a las importaciones Cuando un país no posee dólares para pagar todas las importaciones, que le son necesarias, tiene que buscar la forma de reducirlas. La mejor manera de hacerlo es encareciéndolas, y el encarecimiento debe lograrse mediante el alza del tipo de cambio. Simultáneamente, la misma alza produce un abaratamiento de las exportaciones, y así, llegado el caso, se restablece el equilibrio de la balanza. Las exportaciones dan para pagar las importaciones. Pero una cosa es que se encarezcan las importaciones y otra que se obstaculicen. El encarecimiento produce la reducción de las importaciones y el equilibrio de la balanza. La obstaculización produce el encarecimiento, pero también reduce el número de las personas dedi-
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El sentido común en la ewnumía
cadas a la importación y, por tanto, aumenta las utilidades de ese gremio. La importación es una función de intermediario que, siendo necesaria, no produce riqueza. Por tanto, las mayores utilidades de los importadores son una carga social que paga el consumidor. Además, toda la producción depende directa o indirectamente de las importaciones. Si en esta actividad se introducen el desorden, la inseguridad y el papeleo, los perjuicios se extienden a toda la producción nacional. A mayores obstáculos y mayor ineficiencia en la producción corresponde un más bajo nivel de vida del consumidor. Un país subdesarrollado depende de la importación de infinidad de artículos para la buena marcha de su equipo de producción. Por tanto, es deber elemental del Estado facilitar el comercio internacional. Si no
lo hace, perjudica el funcionamiento del equipo de producción y el progreso nacional.
5.29 La importación de artículos de lujo El único caso que justifica el control específico de las importaciones es el de los artículos de lujo o no esenciales. Cuando en el país faltan divisas, o aun teniéndolas, no se justifica la libre importación de bienes no esenciales. La importación de estos bienes para suplir la demanda de las clases más altas hace que la tasa de equilibrio para la importación de los productos esenciales se establezca a un nivel más alto, puesto que la demanda para los de lujo puja el precio de las divisas. Con todo, debemos tener en cuenta el problema del contrabando y la desmoralización que éste produce. Si los impuestos para la importación de artículos de lujo son muy altos, o si la importación de ellos está prohibida, las utilidades del contrabando son muy elevadas y la tenta150
Comercio exterior
ción del soborno a las autoridades aduaneras es grande. Para bien de la salud pública y su moralización, es mejor que no exista esa tentación y que la importación clandestina de estos bienes no sea tan rentable.
5.30 Verdaderas razones para el control de cambios El control de cambios y la tasa de cambio artificialmente baja, implantados en épocas que no son de emergencia, como se ha practicado, no tiene justificación alguna ni encuentra apoyo en la teoría económica contemporánea. El control de cambios ha creado el desorden económico y ha hecho posible que unos cuantos puedan enriquecerse rápidamente, ejercitando la influencia y el control de los altos puestos burocráticos. Cuando el comercio internacional está estabilizado y reinan el orden y la seguridad, como sucede en los países bien organizados, la posibilidad de especular y hacer grandes y súbitas ganancias con las importaciones es muy poca. Pero cuando se establece una tasa de cambio artificialmente baja para las exportaciones y el Estado reparte arbitrariamente los escasos dólares entre los importadores, las posibilidades de especulación y abuso son muchas. El contrabando de las exportaciones crece y llega a ser de tanta utilidad que todo negocio es posible. Los que importan con dólares baratos venden en el mercado inter-· no a precios de inflación, no al precio de costo, y sus utilidades son colosales. Todo esto se hace, naturalmente, con el pretexto de defender al consumidor, de impedir la inflación, de buscar la estabilidad, etc. La verdad es otra. La verdad es que se están reduciendo los ingresos de los productores de los artículos exportables, arbitrariamente y con su151
El sentido común en la economía
puestas razones. Si todo esto se corrigiera, si desapareciera el control y la tasa de cambio subiera al nivel de equilibrio, no sufriría perjuicios el consumidor ni el país se iría a pique. Todo lo contrario: la situación económica se equilibraría y el país podría desarrollar mejor su producción.
5.31 Exportar urgentemente Desde la década del sesenta hemos visto a los países de Asia desarrollarse y mejorar su nivel de vida, y a los de América Latina permanecer en escaso desarrollo y, en algunos casos, con menor nivel de vida. Muchos tratadistas consideran que esto se debe, en gran parte, a que los países asiáticos se han preocupado por desarrollar sus exportaciones cuando América Latina no lo ha hecho. La política económica preconizada en el continente ha sido la de sustitución exagerada de importaciones. Más que pretender exportar para poder importar, hemos preferido intentar producirlo todo. Pero todo no se puede producir a la vez, puesto que los recursos son limitados. En efecto, el país tiene que hacer un esfuerzo por industrial izarse, pero la polrtica de protección a la producción nacional tiene que ser muy selectiva e inteligente. El obstáculo más serio que han tenido las exportaciones, ha sido la política de control de la tasa de cambio a un nivel bajo, mientras se mantiene la expansión monetaria, lo que ha hecho difícil, si no imposible, la exportación de otros artículos. Con un peso sobrevaluado, el país no puede exportar, a menos que sean artículos en los cuales goza de una ventaja comparativa excepcional. Se ha alegado entonces que no se exportará porque no se tiene que exportar. Pero todo país encuentra qué exportar, si las condiciones lo permiten. Y la condición más importante es que sus precios de venta sean competitivos. Cuando no lo son, debido a la tasa de cambio, ésta tiene que modificarse para hacerlos competitivos, lo cual significa devaluar. 152
Comercio exterior
5.32 Subsidios de las exportaciones Las exportaciones también se pueden incentivar con subsidios, lo cual evita tener que devaluar la moneda, o al menos permite hacerlo en menor grado. El sistema más empleado ha sido el de los Certificados de Exportación. El Estado fija un porcentaje sobre el valor de la exportación de los productos que quiere incentivar, y el Banco Central emite un título por ese valor a favor del exportador, el cual obtiene un reintegro. No todos los artículos exportados tienen el mismo subsidio. Algunos artículos no lo han tenido porque se estima que no lo necesitan. Otros productos lo han tenido con distintos porcentajes. Los subsidios a las exportaciones tienen dos desventajas. En primer lugar, Estados Unidos y otros países los han considerado un sistema de competencia desleal, una especie de dumping y, por tanto, le pone gravámenes de aduana adicionales al país que subsidia sus exportaciones. En segundo lugar, todo sistema de subsidio tiene características de medida provisional y arbitraria. Los productores, por tanto, piensan dos veces antes de iniciar la producción de un artículo que hoy puede tener subsidio y mañana no.
5.33 La devaluación y las exportaciones No se puede afirmar que la devaluación de la tasa de cambio es siempre esencial para poder exportar. Lo que sí se puede afirmar es que un país que no tiene una tasa de cambio real no puede exportar, o sólo exporta aquellos productos en los cuales tiene una ventaja comparativa excepcional. Porque si la moneda está sobrevaluada, los precios de sus productos, cotizados en el mercado extranjero, resultan costosos. Tampoco es posible afirmar que si el país devalúa, automáticamente aumentan sus exportaciones. Para exportar un país requiere un equipo de producción que pueda responder al incentivo de la demanda del
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El sentido común en la economía
mercado externo. Si no lo tiene, su moneda se puede ir al suelo y no tendrá posibilidad de exportar. La devaluación de la moneda obviamente no es una panacea, pero si la inflación ha elevado los costos internos, lo único que puede hacer el país es aceptar la realidad e igualar el valor de su moneda a las nuevas condiciones. Si no lo hace no puede organizar su comercio de importación y exportación, y sufrirá las consecuencias. El equivocado manejo de su sector externo y la continua inflación interna, han sido las causas principales del atraso que ha sufrido el continente latinoamericano en las últimas décadas. La inflación, por otra parte, siempre va unida al populismo. Populismo y demagogia han caracterizado la vida política de América Latina en los últimos sesenta años.
5.34 La globalización de la economía Las comunicaciones entre naciones y continentes se incrementan a pasos agigantados. Antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), un viaje de cualquier parte de Latinoamérica a Europa tomaba semanas. Hoy tenemos los aviones trascontinentales, que nos ponen en cualquier parte del mundo en cuestión de horas. Los satélites y el fax nos han dado comunicación oral y escrita instantánea con cualquier parte del mundo. En concordancia con ese progreso tenemos en todo el mundo una tendencia a la globalización de las economías. Se trata de formar grandes mercados comunes, como el que se está gestando en Europa y pronto lo veremos en Norteamérica con Canadá y México. De allí la tendencia que encontramos en América Latina a la formación del mercado común e incluso, más recientemente, a la unión aduanera con Estados Unidos. Todo ello tiene como fundamento principal nociones sencillas de técnica económica. Todos los países se están dando cuenta de que el 154
Comercio exterior
intercambio comercial con otras naciones mejora las condiciones de vida de quienes comercian. Muchas de las nociones proteccionistas que hemos tenido están desapareciendo. Especialmente nos hemos venido a dar cuenta que el control de cambios y el mantenimiento de una tasa de cambio artificialmente baja, junto con altos aranceles, son una mala política. Pueda ser que no volvamos a la política de la moneda nacional sobrevaluada y la restricción a las importaciones que acabamos de pasar. Esto lo veremos más detalladamente en el capítulo 9, cuando analizaremos el desarrollo industrial.
155
CAPíTULO
6
Los IMPUESTOS
6.1 6.2 6.3 6.4 6.5 6.6 6. 7 6.8 6.9 6.10 6.11 6.12 6.13 6.14
El sistema impositivo, base de toda democracia ¿Impuestos a las empresas o a los particulares? Naturaleza de los gastos públicos Subdivisión de los gastos públicos Efectos económicos de los impuestos Los impuestos y la nivelación social El gargantúa Clasificación de los impuestos Impuesto de renta Incidencia del impuesto de renta: incentivo Incidencia del impuesto de renta: capitalización Impuesto de renta a las empresas Impuestos al consumo Impuesto de emisiones y complementarios
159 160 161 162 164 155 166 168 169 170 171 172 173 174
CAPíTULO
Los 6.1
6
IMPUESTOS
El sistema impositivo, base de toda democracia
El sistema impositivo es la base de toda democracia. Un país bien organizado, política y económicamente, tiene un sistema impositivo justo y racional, respetado a la vez por recaudadores y ciudadanos. Todo Estado necesita el concurso económico de sus ciudadanos para resolver los problemas comunes. No puede haber Estado sin recursos, y corresponde a los que tienen dinero contribuir en proporción a sus entradas. Pero las posibilidades impositivas no son ilimitadas en el sistema de empresa privada. Hay ciertas reglas que el Estado debe respetar si no quiere ser él el principal actor en la destrucción de la moral impositiva. Por otra parte, los gastos del Estado influyen directamente en el crecimiento del equipo de producción. Los recaudos del Estado son parte de la renta nacional, luego si esos dineros son malgastados, se destruye ésta y se desmejora el nivel de vida del pueblo. Gran parte del público, y aun muchos estadistas, consideran que el dinero que pagan las empresas y los particulares por impuestos corre por cuenta de éstos únicamente. Así sería si los impuestos no limitaran también las inversiones en bienes de capital, las cuales son necesarias para incrementar la producción. Cuando los impuestos son excesi15!:1
El sentido común en la economía
vos impiden estas inversiones, desmejorando el nivel de vida del pars, sobre todo cuando los pagan las empresas.
6.2
¿Impuestos a las empresas o a los particulares?
Los impuestos pueden gravar a las empresas o a los particulares y los efectos económicos son totalmente distintos. Los impuestos que pagan las empresas gravan la producción, puesto que les resta capacidad económica a éstas, que son las unidades que adelantan la producción. Las empresas no consumen artículos de primera necesidad (ver 1.11 ). Las empresas adquieren con sus ingresos únicamente los insumes que requieren para la producción, materias primas y otros suministros y, más importante aún, bienes de capital. Luego los impuestos que pagan las empresas, sobre utilidades no repartidas, son dinero que sale de la producción y le resta a ésta capacidad económica. Los particulares invierten sus ingresos en toda clase de bienes: de consumo vital, de consumo extra, de consumo suntuario y de capital (ver 1.8). Los impuestos que pagan los particulares deben salir de uno de estos rubros, como se señalará más adelante. Lo que sale del renglón destinado a bienes de capital afecta el crecimiento del equipo de producción, pero lo de los otros renglones, que son de consumo, no lo afecta. Éste es un punto vital que debe tomar en cuenta el Estado al establecer el régimen impositivo. El Estado sueco, que es el sistema demócrata-social moderno más inteligente de Europa Occidental, grava las empresas únicamente con el 25% de impuesto sobre la renta. Los impuestos a los particulares, por el contrario, se gravan con una tarifa máxima. El Estado sueco indudablemente comprende muy bien el papel diferente que desempeñan las rentas de las empresas y las rentas de los particulares en el desarrollo de la producción y la formación de capital. 160
Los impuestos
Los impuestos que pagan las empresas son un gravamen a la producción, puesto que reducen el rendimiento del capital invertido por éstas en la producción, y es ese rendimiento el que las incentiva a producir. Mientras la empresa no reparta dividendos y entregue parte de la utilidad a los propietarios, todo lo que se gana queda en el giro de la producción, sirviendo a la comunidad. Una vez que la empresa reparte utilidades, éstas pasan a ser renta de los particulares y deben ser gravadas lo mismo que las otras rentas personales.
6.3
Naturaleza de los gastos públicos
Los dineros que el Estado gasta controlan una parte del equipo de producción y lo ponen a trabajar al servicio del mismo Estado, disminuyendo la producción que queda disponible para otras actividades (ve figura 32). A. representa el equipo de producción de bienes para el consumo. B. representa el equipo de producción de bienes para la formación de capital. C. representa el equipo de producción de bienes para el Estado. Los gastos que hace la comunidad determinan el empleo del equipo de producción. Mientras más gastos haga el Estado, mayor es el porcentaje del equipo de producción que se pone a sus órdenes, y menos lo que queda para atender la producción de bienes de consumo y lo que se emplea para producir bienes de capital. Los mayores gastos del Estado significan, por tanto, menor consumo y menos capitalización. Es decir, menor nivel de vida para el consumidor y menor crecimiento económico. La cuantía de los gastos públicos no afecta, pues, únicamente a los que pagan los impuestos. En realidad, éstos son colectores por cuenta del Estado. Los gastos públicos afectan toda la economía del país, lfil
El sentido común en la economía
pues establecen la forma como el equipo de producción se organiza para producir. En la figura 32 se puede apreciar cómo, siendo los factores de producción limitados, el crecimiento de cualquier sector se hace a costa de los otros dos.
Emolumentos
Arriendos Utilidades
Figura 32
En América Latina, el alto nivel de los gastos públicos y la absurda manera como éstos son invertidos, es una de las causas principales del bajo nivel de vida. Lo que el Estado capta se invierte en gran parte en la producción de bienes de consumo y poco en herramientas y equipo, o sea en bienes de capital.
6.4
Subdivisión de los gastos públicos
Los gastos públicos se pueden subdividir en: a. Gastos públicos de consumo, o gastos burocráticos; todos gastos improductivos. b. Gastos públicos de capital, que pueden ser productivos. 162
Los impuestos
Los gastos públicos de consumo son los gastos del Estado necesarios para mantener funcionando la máquina del gobierno. Son gastos necesarios, claro está, pero que una vez efectuados no dejan al país nada tangible. Los gastos públicos de capital son los gastos en obras públicas, en empresas oficiales o en mejorar el factor humano. En esta categoría se incluyen los gastos de educación y los de higiene. Todos ellos son gastos que aumentan el tamaño del equipo de producción del país, o mejoran la calidad del elemento humano. Los gastos públicos de consumo o burocráticos son una verdadera carga para el país y afectan enormemente el nivel de vida. Cuando el funcionamiento del Estado es eficiente y los gastos públicos de consumo son modestos, queda mayor capacidad productiva para atender al consumidor o para capitalizar y desarrollar el equipo de producción. Cuando esos gastos son muy altos, reducen los recursos dedica-
dos al consumo e impiden la capitalización, afectando así el nivel de vida. Los gastos públicos de capital del Estado aumentan la riqueza del país en forma parecida a aquella en que lo hacen los gastos de capital de los particulares. Las obras públicas, sin embargo, tienen sobre la producción un efecto más retardado que los gastos de capital que efectúan los particulares. Con ambos, el equipo de producción crece y se fortalece pero, aun siendo aquéllos esenciales como son, un alto nivel de obras públicas deprime más, en un principio, el nivel de vida del país que lo que lo deprime la capitalización privada (ver 3.2). Toda inversión en capital, sea ella hecha por el Estado o por los particulares, aumenta el tamaño del equipo de producción y, por tanto, el nivel de vida del país. La inversión en bienes de capital, no importa quién la haga, implica una disminución del consumo inmediato, para un incremento posterior. En el caso de las inversiones públicas, el efecto posterior en la producción de bienes y servicios de consumo es más
163
El sentido común en la economía
retardado que el que tienen las inversiones privadas, puesto que las inversiones públicas se limitan a la prestación de servicios sociales, no a la producción de bienes de consumo.
6.5
Efectos económicos de los impuestos
Es un error creer que los impuestos corren siempre por cuenta de los que los pagan y que necesariamente son un buen sistema para lograr la democratización de la propiedad. La tesis es algunas veces cierta, no siempre. La figura 33 muestra el mosaico hipotético de consumo de los particulares de las clases altas (ver 4.30). Cuando se establece un impuesto, los que lo pagan se ven obligados a reducir algún renglón de sus gastos. Como las clases altas son las que pagan los impuestos, los efectos económicos de éstos dependen del renglón que esas clases reducen para poder pagarlos.
Capitalización
Consumo suntuario
Consumo extra
Consumo vital
Figura 33 164
Los impuestos
Es de presumirse que las clases altas, por razón del pago de impuestos, no dejan de atender a sus consumos vitales; seguramente no reducen tampoco aquellos consumos que, sin ser vitales, son importantes. Quedan, pues, dos renglones que estas clases pueden reducir: los gastos suntuarios y la capitalización. Mientras que las clases altas reduzcan los gastos suntuarios, los efectos económicos de los impuestos pueden ser convenientes, si otras cosas quedan iguales. Los factores de producción que los particulares así liberan, pasan a servir al Estado el cual los emplea, se supone, en servicios sociales para beneficio del público en general. Pero si los contribuyentes prefieren reducir la capitalización para atender al pago de los impuestos, en lugar de reducir otros renglones, los efectos económicos de esa reducción son perjudiciales a la sociedad y al consumidor, ya que una menor capitalización implica menor producción y, por tanto, menor consumo con un nivel de vida más bajo eventualmente.
6.6
Los impuestos y la nivelación social
Los efectos económicos de los impuestos dependen del efecto de éstos sobre la capitalización privada (ver 6.5), puesto que si afectan la acumulación de bienes de capital, de herramientas y equipo, resultan contraproducentes. Por esto, las utilidades que quedan en las empresas sin distribuir deben pagar impuestos menos gravosos que los ingresos de los particulares, ya que todo lo que queda en las empresas sin distribuir se capitaliza. Es claro que si el Estado, con el producto de los impuestos, mejora sustancialmente el nivel cultural y técnico de las clases populares, se da un paso hacia la nivelación social, y a la acumulación de capital humano. Al hacer referencia únicamente a los valores materiales, el capital personal de todo individuo es su educación y su preparación técnica. Además, la preparación de todos los ciudadanos forma parte lfi5
El sentido común en la economía
real del capital de trabajo de la comunidad. Luego el dinero recolectado en impuestos y gastado en educación e higiene produce una trasformación de lo que se podría denominar capital personal. En esta forma, mediante la preparación técnica de las clases populares, se obtiene el resultado deseado: la nivelación social. No sólo sin perjudicar la producción sino, todo lo contrario, aumentándola. Pero tampoco se debe perder de vista la necesidad de mantener en esto las debidas proporciones. Este proceso de trasferencia, como se le podría llamar, no puede ir tan lejos que impida la acumulación de bienes de capital, ni de las empresas ni por parte de los particulares. La preparación técnica de las clases populares presupone una economía privada en expansión, en la que puedan encontrar trabajo los nuevos técnicos. Si el nivel de impuestos es tan alto que impide la acumulación de capital, la sociedad no cuenta con el equipo necesario para poner a trabajar la mano de obra adiestrada. El proceso debe ir, pues, mano a mano y en proporción lo uno con lo otro.
6.7
El gargantúa
El Estado ineficiente toma riqueza de las empresas o de los particulares, impidiendo así que éstos capitalicen, y la invierte en gastos burocráticos o en gastos innecesarios. Un sector importante del equipo de producción se destina, entonces, a producir riqueza para que luego el Estado la destruya (ver figura 34). Así, el equipo de producción se divide, en la práctica, en cuatro partes: a. Para atender a la producción de bienes de consumo del público. b. Para atender a la producción de bienes de capital. c. Para atender a la producción de gastos del Estado. d. Para atender a la producción de bienes que el Estado destruye, por ineficiencia o para mantener la excesiva burocracia. lfi6
Los impuestos
Entrada del poder de compra
Salida del poder de compra
+
+
A
B
e D
Equipo de producción
Figura 34
El dinero que el Estado toma de los particulares representa riqueza nacional en la forma de factores de producción o, lo que es lo mismo, recursos económicos. Si el Estado destruye esta riqueza, o la invierte en mantener burocracia ociosa, no es la riqueza de los ricos la que destruye, sino la riqueza nacional en todo el sentido de la palabra. Aun cuando los impuestos hayan salido de la clase pudiente, si los factores de producción se emplean en producir riqueza que el Estado destruye, en lugar de acumularse capital productivo, resultan perjudicadas las clases populares, ya que la producción no aumenta como debiera aumentar. En los países subdesarrollados esta destrucción de riqueza por parte del Estado es, sin lugar a dudas, el factor más importante del atraso económico. Los países que soportan una maquinaria estatal ineficiente no pueden progresar. Su progreso está limitado por la colosal destrucción de riqueza nacional que impide la acumulación de bienes de capital y, por tanto, el desarrollo del equipo de producción.
167
El sentido común en la economía
6.8
Clasificación de los impuestos
Los impuestos pueden ser de dos clases: Impuestos directos: los que gravan progresivamente a las personas según su capacidad impositiva, y a las empresas según una tarifa uniforme. Impuestos indirectos: los que paga el público en general, sin referencia ninguna a su capacidad impositiva.
Son impuestos directos: •
El impuesto a la renta. Este impuesto es progresivo porque grava al contribuyente particular más pudiente con una tarifa más alta.
•
El impuesto al patrimonio. También es progresivo.
•
El impuesto a la renta presuntiva. El Estado considera que todos los patrimonios deben producir normalmente una renta y que si el contribuyente no está declarándola es porque su declaración no es correcta. Asume, pues, una renta presuntiva y cobra la tarifa sobre ella.
Los impuestos indirectos son: •
El VAT o de valor agregado sobre las transacciones. Cada persona que efectúa una transacción debe cobrar este impuesto a la persona con la cual transa y depositar su valor en la Administración de Hacienda.
Hay otros impuestos de tipo especial, como los de industria y comercio y los catastrales, que gravan el valor de la tierra. En Colombia, el impuesto a la tierra tiene muy poca importancia, pues se cobra sobre avalúos catastrales muy bajos. Más adelante veremos las implicaciones sociales y económicas de los bajos impuestos a la tierra.
168
Los impuestos
6.9
Impuesto de renta
El impuesto de renta puede recaer sobre dos clases de renta: a. Sobre rentas de particulares. b. Sobre rentas de empresas. Las dos rentas son muy distintas (ver 2.2 y 2.3). La renta de los particulares es dinero disponible para el consumo. La renta de las empresas es dinero de producción, aún no distribuido. La teoría impositiva de los paises democráticos avanzados es que cada ciudadano debe contribuir a los gastos del Estado en proporción con sus ingresos. Pero esa teoría agrega que el Estado debe limitarse a cumplir con sus funciones específicas. En casi todos los países existe también el impuesto sobre la renta de las empresas, la llamada doble tributación, pero este impuesto no es progresivo, es decir, no aumenta con la cuantía de la renta. Es un porcentaje igual para todas las rentas, grandes y pequeñas. En este caso el impuesto no es progresivo, pues se considera que no hay razón para gravar una renta de empresa grande con un porcentaje mayor que el de una pequeña. En el caso de los particulares sí hay que diferenciar entre grandes y pequeños, porque aquí se trata de hacer que todas las personas contribuyan a sufragar los gastos del Estado, en proporción con sus entradas. Aquel que tiene más para gastar, puede dar más en proporción ascendente. En el caso de las empresas el impuesto grava la producción. Por tanto se considera más justo gravar las con una tasa igual, a fin de que todas queden en igual base competitiva, sin aumentar el tributo a las empresas de mayor desarrollo.
Hi~l
El sentido común en la economía
6.1 O Incidencia del impuesto de renta: incentivo En general se considera que el impuesto sobre la renta de los particulares no influye sobre el costo de vida del consumidor en general. El tema es un poco difícil. Pero aun aceptando que el impuesto no lo trasladan los ricos a los pobres directamente, no se puede negar que hay efectos secundarios muy importantes, que de todas maneras afectan al consumidor. El más conocido es el efecto que este impuesto produce sobre el interés por el trabajo. Un impuesto sobre la renta demasiado alto destruye el deseo de trabajar por parte de aquellos que deben pagarlo. Al ser impuesto progresivo, las últimas adiciones a la renta obtenida pagan cada vez una tasa más alta, y puede llegar un momento en que el contribuyente se diga: "Ya no vale la pena hacer un esfuerzo mayor; aquí descanso••. En los países subdesarrollados, el factor de producción quizá más escaso y más difícil de conseguir es el de personas con suficiente preparación, capacidad y deseo de iniciar producción. Éstos son los que comúnmente se llaman empresarios. Y como la producción no es espontánea, si los pocos que trabajan no lo hacen, la producción se estanca o no existe. Cuando hay menos empresarios interesados, la competencia entre los restantes es menor. Aumentan así las utilidades de éstos, de modo que pueden, seguramente, trasladar en todo o en parte la carga impositiva al consumidor. No hay duda de que el amor al trabajo en la clase dirigente de los países meridionales no es tan grande como en los países del norte. De ahí que la carga impositiva en estos últimos países pueda ser mayor que en los primeros, sin producir efectos adversos. En los países meridionales basta muy poco para destruir el escaso amor al trabajo y al riesgo económico.
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Los
impu~stos
6.11 Incidencia del impuesto de renta: capitalización Menos conocidos son los efectos que produce el impuesto de renta sobre el crecimiento del equipo de producción. El impuesto de renta reduce la capacidad consumidora de los particulares que pagan el impuesto. Éstos pueden dejar entonces de consumir bienes de consumo o bienes de capital (ver 6.5). En los países donde las clases ricas son muy frugales y económicas, el impuesto de renta seguramente reduce los consumos de bienes suntuarios o innecesarios. Pero si estas clases no son frugales, seguramente prefieren reducir su consumo de bienes de capital, antes que reducir su consumo personal. Además, la cuantía de los gastos suntuarios tampoco es de gran magnitud, en comparación con los gastos del Estado, de modo que aun cuando los suntuarios desaparecieran totalmente, no se alcanzarían a satisfacer las necesidades del Estado moderno. Esto se puede afirmar al menos en el caso de los países pobres y subdesarrollados. Así pues, de todas maneras, buena parte de lo que los particulares pagan al Estado en impuestos, sale de lo que éstos tienen para capitalizar. En esta forma el impuesto de renta reduce la capacidad capitalizadora de los particulares, y si se reduce esta capacidad se reduce también el crecimiento del equipo de producción, porque éste crece sólo con la acumulación de bienes de capital. Todo queda condicionado naturalmente a lo que haga el Estado con el producto de los impuestos. Si éste capitaliza en bienes de capital, el efecto en el crecimiento del equipo de producción no es adverso; a pesar de que el capital privado no crece, el capital social lo hace. Pero si el Estado toma esos fondos y los invierte en bienes públicos de consumo, el efecto es de todas maneras adverso al crecimiento del equipo de producción. Se reduce la capitalización privada para aumentar 171
El Sl!ntido común en la economía
el consumo del Estado. Hay un desahorro, una destrucción de la riqueza social. Algo parecido sucede si el Estado invierte en bienes de capital públicos, pero lo hace en forma torpe e ineficiente, y así destruye riqueza nacional. Los factores de producción son limitados, y lo que destruye el Estado hace falta en el equipo de producción. En este sentido la ley económica es inexorable y las torpezas del Estado se traducen indefectiblemente en descenso del nivel de vida: en pobreza.
6.12 Impuesto de renta a las empresas El impuesto de renta a las empresas es claramente un impuesto a la producción, y con seguridad lo paga el consumidor, directa o indirectamente. Las empresas se forman para producir a medida que ofrecen perspectivas de utilidad (ver 1.23). El impuesto a las empresas reduce esa utilidad y, por consiguiente, aminora también el interés por formar nuevas empresas. Las ya formadas pagan el impuesto, que no pueden trasladar inmediatamente al consumidor. Pero por razón de que hay menos interesados en formar nuevas empresas, las ya existentes tienen menos competencia, por lo cual no tardan en encontrarse en situación competitiva ventajosa. Así pueden llegar a recuperar las utilidades perdidas, hasta cuando éstas, las utilidades, se elevan a un punto tal, que ya otros empresarios pueden entrar a competir. A la postre no hay impuesto alguno que definitivamente acabe con las empresas. A la larga ellas se recuperan: el mismo impuesto se encarga de limitar la competencia y asegurar las utilidades normales del capital. El impuesto de renta a las empresas es desde todo punto de vista menos conveniente que el impuesto a los particulares. Estos últimos 172
Los impuestos
pueden disminuir sus consumos suntuarios para pagarlos. Pero las empresas no consumen; lo que gastan, lo utilizan en capitalización o en pagar dividendos. Luego la renta de las empresas, que no reparten a sus accionistas, está asegurada, socialmente hablando, desde que no se reparta: se usa siempre para capitalizar, no puede gastarse en bienes suntuarios ni de consumo. Así, todo impuesto de renta quepagan las empresas significa menor capitalización privada y, por ende, menor crecimiento de la producción. Tradicionalmente, el legislador no siempre comprende las diferentes implicaciones sociales que tienen las rentas de las empresas y las de los particulares, y en lugar de favorecer con los impuestos la renta de las empresas, la ha gravado aún más. Ha tenido un sentimiento populista mal entendido. Tal vez porque las empresas son más importantes que los particulares, ha creído conveniente gravarlas más. O quizá es que le queda más fácil cobrarles impuestos a las empresas que a los particulares. La reforma tributaria de 1986 en Colombia, por ejemplo, gravó la renta de las empresas y eximió de la doble tributación a los particulares, cuando debió haber sido a la inversa.
6.13 Impuestos al consumo Los impuestos de consumo o impuestos de venta gravan el precio de los artículos vendidos. Esto cobra no sólo por el valor de los artículos listos para el consumo, sino sobre todas las ventas, trátese de productos terminados o de insumas para la producción. Se denominan VAT (valor agregado de transacción). A diferencia de los impuestos a la renta y al patrimonio, que gravan el producto y que, por tanto, se denominan impuestos directos, los impuestos a las ventas o a las transacciones se denominan impuestos indirectos. El público en general cree que los impuestos directos son más justos, pues los pagan los productores, cuando los indirectos los paga el consumidor. 173
El sentido comt"m en la economía
La verdad es que todos los impuestos, directos o indirectos, los paga el consumidor. Los productores pagan los impuestos directos, es verdad, pero como nadie trabaja por amor al arte, los productores recargan los precios hasta lograr la utilidad neta de impuestos, por la cual están dispuestos a trabajar y producir. Si esa utilidad neta llega a ser menor, dejan de producir; y menor producción implica precios más altos. Así consiguen los productores el rendimiento neto mínimo por el cual están dispuestos a trabajar.
6.14 Impuesto de emisiones y complementarios Cuando el Estado emite medio circulante establece un impuesto indirecto a cargo del consumidor (ver figura 35).
Salida del poder de compra
+
Entrada del poder de compra
+
Figura 35
174
Los impuestos
El Estado entra a competir con los particulares en la adquisición de toda clase de bienes, valiéndose del poder de compra extra creado por él mismo. Los precios suben y los particulares se ven obligados a comprar menos con el mismo dinero de antes. Lo mismo sucede cuando el Estado obliga a los bancos a comprar bonos y a suministrarle fondos, causando asr una expansión del crédito bancario. Este tipo de impuestos adquiere día por día mayor importancia. Antiguamente lo que el Estado podía hacer en este sentido estaba limitado por la convertibilidad del sistema bancario. Pero hoy el sistema es cerrado, no es convertible (ver 2.23) y el Estado puede emitir indefinidamente. El mecanismo y las consecuencias de este impuesto son ya bien conocidos. El Estado emite y aumenta la circulación monetaria. Esto produce el desequilibrio de la balanza de pagos y el alza del tipo de cambio. Sobrevienen entonces las restricciones a las importaciones, y el país se ve obligado a reducir éstas en forma que llegan a escasear todos los productos, incluso los más necesarios. Al llegar a este punto se hace evidente el empobrecimiento del país, consecuencia de la riqueza que el Estado ha tomado para su uso y ha desperdiciado. Los países pobres no pueden soportar errores de esta naturaleza.
17!i
CAPíTULO
7
ELEMENTOS DE DESARROLLO ECONÓMICO
7.1 7.2 7.3 7.4 7.5 7.6 7.7 7.8 7.9 7.10 7.11 7.12 7.13 7.14 7.15 7.16 7.17 7.18 7.19 7.20 7.21 7.22 7.23 7.24 7.25
Qué es desarrollo económico Cómo salir de pobres Política oficial de fomento El progreso legislado La cuestión del empleo Las leyes del progreso económico El incentivo a trabajar La clase di rigente y el progreso económico El mecanismo de la empresa privada Debilidad del espíritu empresarial Condiciones para la inversión La parábola del pozo Expansión y estratificación El factor estabilidad Empleo de la clase dirigente Más sobre la clase dirigente El incentivo a invertir y el presupuesto El incentivo a invertir y la tierra La tierra como primera inversión Ahorro, acumulación e inversión Acumulaciones que produce la inversión La renta de la tierra Más sobre la teoría de la renta La acumulación de riqueza en tierras El acaparamiento de la tierra
179 180 181 182 183 184 186 187 188 189 189 190 191 192 193 195 196 197 198 199 200 201 203 204 205
7.26 7.27 7.28 7.29 7.30 7.31 7.32 7.33 7.34 7.35 7.36 7.37 7.38 7.39 7.40
La esterilización de la tierra La esterilización de la clase dirigente La tierra en otras latitudes Fomento agrícola con crédito La estabilidad rle precios de los productos agrícolas El consumidor y los precios mínimos El fomento a la agricultura Incidencia del impuesto a la tierra Conveniencia del impuesto a la tierra La tierra suburbana El tributo al dueño del lote Justificación de la propiedad privada en la tierra El problema demográfico La tasa de crecimiento demográfico El marxismo y el problema demográfico
206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 218 219
CAPíTULO
7
ELEMENTOS DE DESARROLLO ECONÓMICO
7.1
Qué es desarrollo económico
Desarrollo no es ningún concepto abstracto o filosófico, como muchas veces se afirma. Desarrollo es poner a trabajar al país en una forma más activa y eficiente. Es perfeccionar su sistema de producción (ver 7.3) para que la comunidad pueda gozar de un mejor nivel de vida. El desarrollo de una sociedad comprende también, naturalmente, lasatisfacción de sus necesidades de higiene, educación y recreación. Pero estas necesidades sociales no las puede satisfacer la sociedad sin perfeccionar su sistema de producción de bienes salarios, es decir de alimentación, vestuario y habitación. Solamente si produce en abundancia estos bienes salarios, puede la comunidad trasladar parte de su población a prestar los servicios de higiene, educación y recreación. Luego el desarrollo social va parejo con el desarrollo de la producción. No es desarrollismo afirmar que el desarrollo de la producción de bienes salarios es la base del desarrollo de la sociedad en todos sus aspectos, materiales y culturales. Un país desarrollado es un país que ha logrado montar muchas empresas, grandes o pequeñas, tanto en el campo agrícola como industrial. Que cuenta además con equipo de trasporte en abundancia, para trasladar la producción de un sitio a otro; y, tan importante como lo anterior, que cuenta con un sistema de distribución bien organizado. 179
El sentido común en la economía
Así, el desarrollo implica crear todas esas empresas agrícolas e industriales, de trasporte y de distribución, que el sistema de producción del país requiere, y sin el cual su producción de bienes salarios nunca puede ser satisfactorio. La diferencia entre un país desarrollado y uno subdesarrollado es que el primero, el desarrollado, cuenta con todas esas unidades de producción o empresas que prestan los servicios, y el subdesarrollado no ha sabido crearlas. El proceso de desarrollo de cualquier sociedad, de empresa privada, de sistema cooperativo o marxista, es la creación de las empresas que, en todos los campos, deben completar el llamado equipo de producción.
7.2
Cómo salir de pobres
Para que un país pueda desarrollarse sólo hay una fórmula, y ésta es la misma para los individuos y para las naciones: producir más de lo que se consume, es decir, ahorrar. Es lo mismo que cuando se trata de llenar un estanque. Para que se colme tiene que entrar más agua de la que sale, o tiene que salir menos de la que entra.
Sale lo mismo que entra: No hay acumulación
Eltanumlanto
•···
-~,..,.
.
Entra más de lo que sale: SI hay acumulación.
Progreso
Figura 36
180
Elementos de desarrollo económico
En la economía, el ahorro es aún más eficaz. Porque el ahorro se convierte en bienes de capital, esto es, en herramientas y equipos, y son éstos los que aumentan la producción de bienes de consumo. La acumulación de ahorros hace posible que el país se equipe de herramientas y equipo, y pueda así producir más eficientemente y con menos esfuerzo material (ver 3.11 ). Pero el ahorro no basta por sí solo. Es necesario que haya ahorro y que a éste siga la inversión. El ahorro hace posible la inversión, pero es ésta, la inversión, la que reúne los tres factores de producción (tierra, equipo humano y capital) y logra la producción. Es la inversión la que permite la construcción del equipo de producción. Por tanto, la mejor política del Estado en un sistema de empresa privada es la que hace ahorrar al país y luego convence a los particulares de que inviertan, es decir, que trabajen en cosas productivas. El ahorro facilita los factores de producción a los empresarios y éstos invierten, lo cual quiere decir que ponen a trabajar los tres factores de producción (ver 1.3). Así se construye el equipo de producción que rinde los bienes y servicios que la comunidad requiere.
7.3
Política oficial de fomento
Preciso es distinguir entre la verdadera política oficial de fomento y aquella que sólo sirve de mero pretexto para intervenir en la economía, para beneficio de quienes intervienen, colocados como quedan en situación de disfrutar del trabajo de la sociedad, sin tener ellos necesidad de producir. Una política de verdadero fomento tiene necesariamente que redundar en un aumento de la producción, o de lo contrario no hay fomento. Ahora bien, en la economía no existe la magia, ni se ven salir conejos de un sombrero vacío. Toda la producción tiene que provenir del equipo de producción. Así, para que la política de fomento logre una mayor producción, tiene que contribuir a aumentar el equipo, o al menos a hacerlo funcionar con mayor eficiencia. 181
El sentido común en la economía
Cuando el Estado propone planes de fomento. el público debe hacerse estas preguntas: ¿darán ellos en realidad por resultado un aumento de los factores de producción disponibles, gente capaz, tierra y capital? Se busca más bien hacer que los existentes funcionen más eficientemente, obteniendo de ese modo una economía? El público no debe aceptar ciegamente planes de fomento. Debe recordar que la burocracia está siempre interesada en elaborar esos planes, pues son ellos los que le procuran mayor poder y ventajas económicas. Esto no quiere decir que no haya planes de fomento que se justifiquen y efectivamente logren aumentar la producción. Pero la sociedad debe precaverse de los profesionales del fomento, ya que éstos resultan muy costosos, por ser un costo social (ver 8.8) y a veces causan trastornos y dificultades al equipo de producción. Por otra parte, la conocida política de fomento por medio del crédito barato tiene lfmites, puesto que el crédito no logra aumentar la producción sino cuando hay factores de producción desocupados que puedan ser incorporados al equipo. Pero cuando el país está en aprovechamiento pleno, el crédito sólo puede servir para trasladar el esfuerzo económico de un sector a otro, sin contribuir al crecimiento neto del equipo de producción (ver 4.25).
7.4
El progreso legislado
En los países latinoamericanos existe una importante escuela económica, la cual sostiene que el progreso ha de ser necesariamente dirigido por el Estado, y que sin la intervención directa de éste, o no hay progreso, o lo hay pero muy lento. ¿Qué fundamento tiene tal aseveración? Ninguno. En un sistema de libre empresa el Estado puede fomentar la economía con métodos indirectos, por medio de toda clase de incentivos y aunando el esfuerzo colectivo para resolver determinados problemas que deben ser resueltos colectivamente (por ejemplo, la expansión y mejora de los servicios públicos, la organización social en sectores tan vitales como la higiene, la justicia, la educación, la moneda, etc). Y el Estado debe IH2
Elementos de desarrollo económico
intervenir en el sistema económico en forma aún más directa, mejorando los mercados e impidiendo los monopolios, haciendo llevar a cabo investigaciones que resultarían demasiado costosas para los particulares, tales como las que se refieren al desarrollo agrícola y, en fin, creando el marco legal y reglamentario que exige una sociedad moderna. Pero el Estado nada logra con planes de fomento que tiendan a obligar directamente al particular a trabajar de una manera u otra. En el sistema libre empresa y de empresa privada, la producción se desarrolla cuando los particulares quieren trabajar y lo hacen eficientemente. Todo el progreso depende del fuego sagrado, que viene a ser el incentivo por invertir. Cuando el Estado trata de convertir sus burócratas en gerentes y administradores de empresas productoras y distribuidoras, los resultados son pésimos, y el tal fomento no es fomento sino una carga social (ver 8.8). La experiencia demuestra la verdad de esta aseveración. Si se hiciera un catálogo de los errores y abusos cometidos en la aplicación de esta polftica, no sólo en los últimos años sino desde finales de la Segunda Guerra Mundial, el público se daría cuenta de cómo ha sido engañado, y de los errores cometidos al aceptar ciegamente que el progreso puede ser legislado. Son muchos los autores latinoamericanos que hoy consideran que el atraso en el desarrollo económico del continente se debe, en gran parte, a la intervención burocrática. En América Latina esta intervención se ha vuelto una cuestión de interés personal de la burocracia, de su método de vida, por la cual buena parte de la clase dirigente vive del trabajo del resto de la sociedad, como un parásito.
7.5
La cuestión del empleo
En los últimos años el fenómeno predominante, no sólo en América Latina sino en muchas otras partes, incluso en los países industrializados, ha sido el gran porcentaje de la población desocupada. La prescripción keynesiana (ver 3.9) no tiene aplicación en estos casos 183
El sentido común en la economía
puesto que el desempleo ha estado, desde el principio de la década del ochenta, acompañado de inflación; por tanto, una mayor demanda no puede ser su remedio. Esta coyuntura se ha llamado estanflación: estancamiento con inflación. Muchos de los problemas monetarios que ha sufrido el continente se deben a la aplicación de la llamada reactivación, que al final de cuentas no ha sido sino la emisión de medio circulante en exceso, en busca de reactivar la economía. Esos ensayos heterodoxos, que se creen novedosos, no han conseguido adelantar el proceso de la construcción del equipo de producción sino, todo lo contrario, producir la inflación haciendo más difícil su construcción Entonces, ¿qué es lo que puede aumentar el empleo? El empleo lo dan las empresas cuando se organizan para producir algún artículo o servicio. Y ¿quiénes organizan las empresas? En un régimen de libre empresa, les corresponde a los empresarios privados organizar las empresas. Si por cualquier motivo, por falta de empresarismo, o por dificultades ocasionadas por la intervención estatal, o por escasez de recursos, los empresarios no organizan nuevas empresas, es decir no invierten en activos reales de producción, no hay quién dé trabajo. Luego la mejor política de fomento es la que consigue que los empresarios, grandes y pequeños, inviertan en bienes de capital y organicen empresas (ver 1.24).
7.6
Las leyes del progreso económico
El progreso económico es muy lento porque sólo se puede lograr mediante la mayor productividad por hombre ocupado. Esto sólo se consigue perfeccionando el equipo de producción, lo cual depende de la acumulación de herramienta y equipo, y del mejoramiento técnico y directivo del elemento humano que trabaja los equipos. 184
Elementos de desarrollo económico
La acumulación de la herramienta y equipo depende de la capacidad de ahorro de la población. Pero para ahorrar es necesario abstenerse de consumir. En cuanto al mejoramiento de la capacidad técnica de la población, el progreso es aún más difícil y más lento, puesto que implica, en muchos casos, cambio de mentalidad y de método de vida. Así pues, el progreso económico depende casi totalmente de la mayor productividad y eficiencia por hombre ocupado. Así es en todos los países del mundo; en todos ellos la capitalización es necesaria, y ésta sólo es posible cuando el hombre está en capacidad de producir un sobrante. Aún subsiste en buena parte del pueblo la creencia de que el Estado puede, con su intervención, fomentar la producción en forma casi milagrosa, pero los innumerables ejemplos lo desmienten. El más reciente y el que nos queda más cerca es del Perú. En 1984 llegó al
poder en ese pafs el partido del Apra, con una abrumadora mayoría en el Congreso, lo cual le permitió tomar cuantas medidas drásticas quiso. Pretendió cambiar las estructuras, incrementar la demanda del pueblo, fomentar la industria, la agricultura y el comercio exterior, todo a la vez. A los cinco años de gobierno entregó el país con una inflación del 6.000% al año y en extrema pobreza. Así ha habido muchos casos. Sin embargo, el efecto inicial de estas medidas, por los primeros 18 meses, sí logró incrementar el empleo y la producción. Terminado ese breve período, que la izquierda mundial celebró como un triunfo de la heterodoxia, sobrevino el desastre. La experiencia mundial es inexorable: la única manera de mejorar el nivel de vida del pueblo es mejorando el funcionamiento del equipo de producción. No hay alternativa que abrevie este proceso. Ese perfeccionamiento no se obtiene ni con decretos ni con planificación. Se consigue con el trabajo, con intensa aplicación por parte de los directores y técnicos que dirigen la producción, y con la formación de la mano de obra.
185
El sentido común en la economía
Es el resultado de la acción concentrada de todos los habitantes sobre el banco, en el terreno, para economizar factores de producción y dinero, y así producir un volumen mayor de bienes de consumo.
7.7
El incentivo a trabajar
La diferencia fundamental entre una sociedad de empresa privada y una comunitaria o marxista, estriba en el incentivo a trabajar que cada una ofrece al ciudadano. La sociedad totalitaria exige perentoriamente el trabajo, de modo que a quien no trabaja se le sanciona legalmente. La sociedad de libre empresa reconoce a cada cual el derecho a trabajar o a no hacerlo, según su propio parecer. El que trabaja gana dinero y con él puede satisfacer sus necesidades; el que no lo hace, no tiene derecho a consumir. Los dos si;;temas tienen, pues, distintos incentivos: el uno, el castigo; el otro, el premio. No hay otros incentivos conocidos fuera de estos dos. Setenta y cinco años de experiencia marxista en Rusia soviética demostraron que no había alternativa y que la naturaleza humana no cambiaría fácilmente. Posiblemente el día en que la humanidad esté más evolucionada se logrará hacerla trabajar ofreciéndole honores públicos, medallas, etc. Pero hasta ahora son indispensables incentivos más positivos, y si éstos no existen, o si se debilitan, no hay trabajo, la producción decae y faltan suministros. En el sistema de empresa privada, el premio (o el incentivo) es la utilidad que logra el empresario. Al no haber utilidades, no hay premio, ni tampoco incentivo para el trabajo. La producción entonces decae y,. llegado el caso, se estanca. En el sistema de empresa privada la utilidad de los empresarios, en todos los niveles, es lo que da cohesión al sistema, factor que lo mantiene funcionando eficazmente. Si ella desaparece, desaparece también la producción. 186
Elementos ue de$élrrollo económico
7.8
La clase dirigente y el progreso económico
En la sociedad de empresa privada son los particulares los encargados de iniciar y de llevar a cabo la producción. Empresa privada quiere decir precisamente eso, que son los particulares los que realizan la producción. La parte de la producción que atiende el Estado es necesariamente limitada, pues de no serlo, el país dejaría de ser de empresa privada y se convertiría en un sistema marxista, con todo lo que esto significa. Ahora bien, la producción no es espontánea, todo lo que se produce sale del equipo de producción y éste tiene que ser deliberadamente construido. Corresponde al sector de la población que tiene los recursos, la capacidad técnica y el arrojo, a los empresarios, llevar a cabo esa tarea. Una vez construido el equipo de producción, les corresponde a estos mismos dirigirlo eficientemente. En la mayoría de los casos el subdesarrollo y el atraso económico de los países pobres se debe, en gran parte, a que la clase dirigente no trabaja, o no quiere asumir el riesgo de cumplir con su deber: producir. En esos países las personas con educación adecuada para dirigir la producción son muy escasas. A cargo de ellas está, no obstante, el fuego sagrado que debe poner en marcha el equipo de producción. Entonces, si esos pocos elementos disponibles no cumplen con su deber social, ¿cómo se pretende que exista un sistema de empresa privada sano, y que éste crezca y se desarrolle? Pero, ¿por qué hay ciertas clases dirigentes que no trabajan mientras que otras sí lo hacen? Por el clima, por las tradiciones ancestrales, por factores culturales y por mil razones más. El hecho es que las clases dirigentes de los países subdesarrollados no trabajan ni luchan como deberían hacerlo y, precisamente, por eso, estos países están subdesarrollados. No es como se cree comúnmente, que en esos países la clase dirigente explote al trabajador; es todo lo contrario, que no cumple con su deber, que no pone a trabajar los factores de producción cuando debería hacerlo y que, como resultado de ello, no hay producción ni puede haber consumo. 1M7
El sentido común en la economía
A las clases dirigentes les corresponde también remover los obstáculos que tradicionalmente se han opuesto al desarrollo económico, como son, entre otros, el exceso de regulaciones y papeleo, la corrupción oficial, el paternalismo del Estado y su intervención excesiva, la cultura antiempresarial, etc.
7.9
El mecanismo de la empresa privada
Para que una máquina de vapor funcione es necesario ponerle agua y carbón. El carbón calienta el agua y produce vapor; el vapor mueve la máquina. La máquina no funciona si carece de alguno de estos elementos, por ejemplo, si no se le pone agua, o si no se enciende la caldera. El sistema de empresa privada también requiere ciertos elementos para su funcionamiento, pues solo y de cualquier manera no marcha. El consumidor indica su preferencia a través del mercado, pagando mejor ciertos productos que necesita con más urgencia. Los empresarios interpretan esta demanda y hacen cuentas. Las cuentas se refieren a la posible utilidad. El empresario calcula cuánto le cuesta en dinero comprar los factores necesarios, y cuánto recibirá en dinero también por la venta de los productos. Si cree que hay margen, invierte; es decir, se lanza a producir. Si cree que no lo hay, no actúa y no produce. El mecanismo de la empresa privada es sumamente delicado. Como una planta exótica, sólo vive en un ambiente propicio. Si" el Estado quiere ser arbitrario y fija precios, controla utilidades, da prestaciones sociales excesivas, etc., los empresarios activos desaparecen y la economía no marcha normalmente y deja de expandirse. ¿Qué se hacen los posibles empresarios? Se trasladan a ocupaciones distintas, en las que no encuentren problemas. Se van a la especulación, a hacer negocios ocasionales con el Estado, o se ocupan en la burocracia.
188
Elementos de desarrollo económico
7.10 Debilidad del espíritu empresarial Evidentemente unos países tienen más espíritu empresarial que otros. En términos generales, el latino tiende a tener menos que los nórdicos, aun cuando muchos latinos emigrados a Estados Unidos han demostrado poseerlo. Desde luego, el hispano históricamente ha demostrado ser menos empresarial que otros latinos, que el francés o el italiano, por ejemplo. ¿Cuánto de la falta de espíritu empresarial del latinoamericano, demostrada en la falta de desarrollo del continente, en comparación con otras regiones, se debe a razones históricas y cuánto a otras circunstancias? Son muchos los que creen que el atraso del continente se debe más a las políticas de manejo económico que hemos seguido en las últimas décadas, que a la falta de empresarismo. Que ha sido la política de excesiva expansión monetaria, seguida de inflación y de moneda sobrevaluada, resultado del control de cambios, el factor que más ha tenido que ver con el atraso. A eso habría que añadir la intervención burocrática torpe y, desde luego, el ambiente inamistoso a la actividad empresarial, resultante de la influencia de las teorías marxistas y del desprecio con que hemos mirado el desarrollo y la riqueza. Hay que tener presente que en un sistema de libre empresa el empresarismo es voluntario. El Estado puede inducir a la población a mayor empresarismo, pero no puede exigírselo, por eso se dice que el sistema es de libre empresa.
7.11 Condiciones para la inversión En su deseo de mejorar las condiciones de vida de las clases menos favorecidas, el Estado puede imponer toda clase de condiciones a los inversionistas, condiciones cuya justicia no se discute, dadas las tremendas desigualdades sociales. El Estado puede decir, por ejemplo: ce Toda empresa que funcione en el país ha de pagar a sus trabajadores dos meses al año extra». ¿Justo? ¿Injusto? La respuesta es justo pero torpe. 189
El sentido común t!ll la t!COnomía
Es justo, pues los trabajadores ganan muy poco, y debían ganar más. Torpe, puesto que el decreto no beneficia la situación real del trabajador sino que, por el contrario, la desmejora. Los trabajadores reciben en dinero un beneficio que los efectos económicos del decreto sobre el equipo de producción vienen a anular más tarde. Los empresarios invierten en nuevas empresas cuando creen que las utilidades lo justifican. Si la medida limita las utilidades de las empresas, no se constituyen nuevas. Que haya menos empresas significa menos producción, y menos producción significa también menos consumo por parte de las clases más pobres. Ahora bien, menos empresas también significan menos competencia, así que las ya existentes ganan más, y de esta manera restablecen su posición perdida. La verdad es que todo lo que afecta el incentivo a invertir produce una limitación de la producción, con lo cual se impide que el beneficio concedido en dinero a los asalariados se traduzca en beneficio económico real. Sólo puede haber beneficio real cuando la producción aumenta y, en este caso, ha pasado lo contrario. La cosa aparece clara y evidente cuando se recuerda el mecanismo de la empresa privada. Las utilidades de las empresas llaman la producción. El Estado, al limitar la utilidad, impide la creación de nuevas empresas y, por ende, el crecimiento de la producción, todo lo cual pe~udica al consumidor.
7.12 La parábola del pozo La parábola del pozo sirve para explicar mejor la naturaleza de los problemas que surgen cuando el Estado pone condiciones a la inversión. Pedro tiene un pozo en el patio de la casa. En el fondo del pozo hay un tesoro en monedas de oro, pero Pedro no tiene la técnica para sacarlo. Además no posee el equipo necesario para hacerlo. Pablo se presenta y ofrece traer su equipo y sacar el tesoro a cambio de una participación. A Pedro le suena la idea: las monedas en el 1911
Elementos de dt!sarrollo económico
fondo del pozo de nada le sirven; mejor sería tener algunas de ellas por fuera, aun cuando Pablo se lleve parte. Pero Pedro es ingenuo y cree que ya tiene el toro de un cuerno; así que, iniciados los trabajos, principia a poner condiciones: Pablo tendrá que asfaltar el patio; además deberá emplear al hermano de Pedro, pagarle bien, etc. Así va poniendo condiciones a Pablo, una tras otra. Al fin, Pablo se aburre y se retira. Pedro se queda con las monedas en el fondo del pozo, y tanto él como Pablo se quedan sin nada. Ahora bien, si Pablo ya ha iniciado los trabajos, es posible que Pedro logre imponerle toda clase de condiciones que aquel tenga que aceptar. El equipo ya está funcionando íntegramente, ha hecho determinados gastos, etc. Pero debido a las nuevas condiciones por él impuestas, Pedro no recibirá más ofertas de otros que quizá querrían venir a sacar también alguna parte del tesoro. Ya todos saben en qué se van a meter y prescinden de hacer propuestas. Queda, pues, sólo Pablo trabajando. El caso es el mismo cuando el Estado pone condiciones a la inversión. Sencillamente los empresarios no trabajan. Los que están ya comprometidos siguen seguramente, y se defienden, por la falta de competencia. Pero no habrá nuevas propuestas.
7.13 Expansión y estratificación Se afirma que una economía está en expansión cuando cada dfa hay nuevas inversiones y, como consecuencia, la producción aumenta constantemente. La economía está estratificada o estancada cuando no hay nuevas inversiones y la producción sigue dependiendo de las ya existentes. Toda economía debe estar en expansión para poder atender a las necesidades crecientes de la población. Cada año hay más gente, de 191
El sentido común en la economía
modo que la producción debe aumentar ininterrumpidamente, al menos para mantener el nivel de vida. Cuando el Estado toma medidas que congelan los precios o pone condiciones a la inversión, impide la expansión de la economía y la estratifica y suspende o limita las nuevas inversiones. El error consiste en considerar el sistema económico como un conglomerado de productores y consumidores ya completo, definido y estático. Se cree entonces erróneamente que el Estado puede, de manera brusca y sin mirar las consecuencias, fijar las relaciones entre un sector y otro. En otras palabras y volviendo a la parábola del pozo (ver 7.12), se cree que Pedro puede fijar las condiciones del trabajo de Pablo, sin afectar la cantidad de monedas que salen del pozo. En realidad, Pedro puede hacerlo hasta cierto punto. Pablo ya está organizado y no se puede retirar. Pero no habrá otros que vengan. Además, Pablo no le pondrá tanta atención a su trabajo ni mejorará el equipo. Así que la cantidad de monedas que salgan del pozo será la misma, no aumentará, y aun posiblemente disminuirá. Que la economía está en expansión quiere decir, pues, en este caso, que hay muchos que quieren sacar monedas del pozo. La economía es estática cuando Pablo es el único que está dispuesto a trabajar, sin que Pedro reciba nuevas propuestas.
7.14 El factor estabilidad La inseguridad es lo que más destruye el incentivo a invertir. Los empresarios son generalmente muy tímidos y con razón, puesto que la liquidación de una inversión es tarea difícil, si no imposible. Si, por ejemplo, en la parábola del pozo (ver 7 .12) Pablo cree que Pedro le exigirá más condiciones y ventajas después de que tenga el equipo montado y listo para sacar las monedas, pensará mucho antes de hacer la inversión y efectuar los primeros gastos, y solamente lo 192
Elementos de desarrollo económico
hará si las perspectivas del negocio son muy halagüeñas. El temor de Pablo le cuesta caro a Pedro. Mientras más grande sea este temor, mayor margen de utilidad tiene que ofrecer Pedro a Pablo para convencerlo a que haga la inversión. Esto explica por qué, en los países en que no hay estabilidad política y económica, los empresarios ganan más. Ganan más sencillamente porque hay más riesgos, y a mayor riesgo, mayor es el premio que se les tiene que ofrecer para inducirlos a invertir. Un sistema de empresa privada no puede desarrollarse eficientemente si el Estado está continuamente en guerra con los empresarios. O hay paz y confianza mutua, o la economía se estanca. Esto resulta evidente al estudiar la historia reciente de la mayoría de los países latinoamericanos, y al compararla con la de los países hoy desarrollados.
7.15 Empleo de la clase dirigente La clase dirigente la conforman las personas que más educación tienen, quienes son más capaces y se quieren tomar el trabajo de participar en las actividades de la comunidad. Puede haber personas muy inteligentes y muy capaces, pero que no quieran participar en las actividades económicas, que prefieran vivir una vida contemplativa o cultural; la mayoría tiene que escoger alguna actividad. Si estudiamos la sociedad de empresa privada, se encuentra que las actividades que permiten a la clase dirigente vivir y prosperar son estas: 1. Empresarios industriales. 2. Empresarios agrícolas. 3. Profesionales. 193
El sentido comLm en la economía
4. Altos empleados. 5. Distribuidores y comerciantes.
6. Funcionarios públicos. 7. Inversionistas en papeles. 8. Terratenientes. 9. Negociadores e intermediarios. La clasificación es arbitraria y sólo sirve para enfocar ciertos problemas. Para la clase alta representa una distribución aproximada de las alternativas que se ofrecen para trabajar y ganar dinero. Quien se inicia en la vida activa tiene que escoger una ocupación y elige la que más le conviene, sea en la vida económica, cultural o como funcionario del Estado. Las siete primeras categorías corresponden a gremios que la sociedad necesita para producir, distribuir y organizar los servicios: empresarios, industriales y agricultores; profesionales, altos empleados, distribuidores, funcionarios públicos e inversionistas en papeles son todos más o menos necesarios. Cada uno presta un servicio al equipo de producción o a la sociedad en la organización del Estado. Por terrateniente se entiende la persona que posee tierra y vive de las rentas que ella le produce. Este gremio es distinto al de los agricultores, pues el terrateniente vive de la renta que obtiene del alquiler de la tierra o de su valorización, mientras que el agricultor vive de la actividad productiva: reúne tierra, capital y mano de obra, y produce. El inversionista vive del capital acumulado. Es aquél que fabricó el gancho en la parábola del banano (ver 3.12) y que subsiste de lo que éste le produce. Es quien ha dejado de consumir para ahorrar, y a quien la sociedad le reconoce una remuneración por este esfuerzo. El negociadorrepresenta una clase muy especial. En Estados Unidos lo llaman five per center. En los países de América Latina lo conocemos como el intermediario.
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Elementos ue desarrollo económico
7.16 Más sobre la clase dirigente Es obvio que la clase dirigente escoge su actividad económica de acuerdo con sus conocimientos y conexiones. Pero lo que más cuenta son las perspectivas. En las diversas esferas sociales llegan a ser pronto conocidas aquellas actividades que dan mayor prestigio y más dinero están produciendo, y hacia ellas se concentra el interés de los más vivos y los más capaces. El prestigio social cuenta enormemente, lo mismo que la satisfacción personal. Todo aquel que ande buscando algo que hacer, pesa todos estos factores en su mente antes de tomar una decisión. La sociedad se beneficia o se perjudica de acuerdo con la decisión que tome el grueso de la clase dirigente. Si son muchos los que escogen ser empresarios, la economía se desarrolla y crece la producción. Si los empresarios son pocos y si la mayoría se dedica al comercio y a la distribución, hay poca producción pero bien distribuida. Si la clase dirigente prefiere las profesiones liberales, habrá un alto nivel de cultura y poca comida y vestido para el pueblo. El país será pobre pero digno. Mucha burocracia es una carga para el país, puesto que el gremio burocrático, a pesar de que es indispensable, no produce y tiene que ser sostenido por la producción de los demás (ver 7.7). Al haber muchos inversionistas hay muchas personas que ahorran e invierten en empresas. Esta actividad suministra el capital real que necesitan los empresarios para poder incrementar su producción. La existencia de muchos terratenientes indica que la tierra se tiene en gran aprecio y que es buen negocio adquirirla para acumular riqueza o para vivir del producido de ella. El que haya muchos ocupados en los negocios, o intermediarios, indica que el presupuesto del Estado es vigoroso y está bien centralizado y que, por tanto, hay en torno suyo muchas posibilidades de ganancia. Este gremio no contribuye en nada a la producción, y su existencia es una carga y un factor de desorden para el país. 19!'1
El sentido común en la economía
7.17 El incentivo a invertir y el presupuesto Por invertir se entiende juntar los factores de producción (tierra, mano de obra y capital) para construir el equipo de producción y hacerlo rendir los bienes y servicios que requiere la comunidad. En los países latinoamericanos, la centralización administrativa y los grandes presupuestos del Estado, con relación al resto de la economía, han creado lo comúnmente llamado negocios. Buena parte de la clase dirigente, quizá la más capaz, se concentra en la ciudad capital y, por medio de relaciones personales y conexiones hace negocios. Sin necesidad de participar en la producción vive cómodamente y prospera. La cuenta es muy sencilla. Si usted puede ganar buen dinero hablando, ¿para qué se va a tomar el trabajo de adquirir factores de producción y correr los riesgos de la inversión? El país se organiza entonces así: la producción la crea la masa que trabaja, dirigida por aquella parte de la clase dirigente que no está bien conectada, o a la que no le gustan los negocios. El dinero recolectado en impuestos controla parte de los factores de producción para atender a las necesidades del Estado, y de allí viven la burocracia y los más inteligentes, los cuales hacen negocios. En esta forma el esfuerzo económico de gran parte de la clase dirigente, de los que están haciendo negocios, se pierde para la producción. Un presupuesto desproporcionadamente elevado también perjudica el desarrollo económico del país, por el efecto que tiene en la actividad de la clase media. El presupuesto del Estado ofrece posibilidades de vivir, honrada y cómodamente, sin hacer mayor esfuerzo, aunque también sin grandes perspectivas. Gran parte de la clase media prefiere esto a la lucha económica. ¿Por qué? Tal vez por tradición y costumbre. Porque para muchos es preferible cccomer habas y cebollas sin trabajar que capones trabajando••. 196
Elementos de desarrollo económico
El presupuesto del Estado es, en los países latinos, uno de los factores que más contribuye a debilitar el incentivo a trabajar, puesto que ofrece una buena alternativa, sin exigir mayor esfuerzo.
7.18 El incentivo a invertir y la tierra El incentivo a invertir es el deseo de los particulares de combinar tierra, mano de obra y capital para producir y obtener utilidades. Toda actividad no productiva, que permita al particular obtener de qué vivir sin trabajar, destruye el incentivo a invertir. Nadie trabaja cuando puede vivir cómodamente sin hacerlo; y muchos no trabajan si pueden vivir casi tan bien sin trabajar. La inversión en tierras, como el presupuesto del Estado, permite vivir de ella sin trabajar. Por inversiones en tierra se entiende el acaparamiento de éstas con fines de acumulación de riqueza, no la actividad económica del agricultor que reúne tierra, mano de obra y capital para producir. La tierra tiene ciertas características que la hacen muy atractiva como activo de acumulación de riqueza: •
Da rendimiento, es decir, produce.
•
Ofrece seguridad.
•
Se valoriza con el correr del tiempo.
•
No cuesta almacenarla, es decir retenerla como activo de inversión.
En los países en que no hay otros activos que los particulares puedan usar para acumular riqueza, que ofrezca todas estas garantías, buena parte de la clase dirigente vive y prospera en los negocios de bienes raíces. Además, como tradicionalmente la tierra ha pagado pocos impuestos catastrales, ha venido a ser el activo de acumulación de riqueza de toda la población, ricos y pobres. Mientras cueste poco almacenar la 197
El sentido común en la economía
tierra, es decir usarla como activo de acumulación de patrimonio, la población seguirá prefiriendo invertir en ella, más que en activos de producción, esto es en herramientas y equipo, en empresas industriales, comerciales· o de servicios.
7.19 La tierra como primera inversión La tierra fue el primer factor de producción que el hombre juntó con su labor para producir. Cuando aún no había empresas, ni burocracia, ni profesionales, ya existía el campesino. Y después del campesino vino el terrateniente, quien adquirió título sobre la tierra y se la alquiló al campesino para que éste la trabajara. Así llegaron los primeros inversionistas en tierra, los barones, duques y condes de la Edad Media. Por mucho tiempo el que tenía tierra contaba en la sociedad; el que no tenía, no contaba. En español, hidalgo viene de hq"o de algo, es decir, del que tenía solar. Hasta el siglo XVIII el que quería probar su nobleza en España y en América Latina, debía hacerlo demostrando que por cuatro generaciones ninguno de sus ascendientes había trabajado, que todos habían vivido de las rentas provenientes de la posesión de la tierra. Sólo mucho después vino el desarrollo industrial y comercial. En Estados Unidos, Inglaterra y en todos los países donde ha habido desarrollo económico, la tierra ha dejado de ser el principal activo de acumulación de riqueza. En esos países el capital ha pasado a ser el activo de acumulación por excelencia, entendiéndose por esto la acumulación de maquinaria, herramientas o títulos financieros. Pero en los países de tradición hispánica, la tierra tiene todavía un gran prestigio social. En igualdad de condiciones, cualquiera prefiere, con mucho, la inversión en tierras; mientras esto continúe así, la tierra seguirá siendo la principal inversión y por tanto no habrá suficiente desarrollo de la producción de bienes y servicios. 19H
Elementos de desarrollo económico
El caso de los pequeños países de Asia, que han tenido tan extraordinario desarrollo, es muy diciente. En ellos la expansión económica sobrevino después de que hubo una reforma agraria y de que la clase dirigente se salió de la tierra. En los países de América Latina es posible llevar a cabo una reforma agraria significativa aumentando los impuestos al valor de la tierra, no a su producción. Haciendo que el almacenaje cueste y obligando así al propietario a trabajarla o a venderla; impidiendo que la tierra siga siendo activo de acumulación de riqueza y se convierta en activo de producción.
7.20 Ahorro, acumulación e inversión El ahorro es lo que permite que la sociedad progrese y se desarrolle. Pero el ahorro en sí no garantiza el progreso. Lo que hace el ahorro es economizar o guardar factores de producción, para que luego los em-
presarios los empleen en la producción. Lo que debe seguir al ahorro, para que la sociedad progrese, es la inversión. Por inversión se entiende la unión de los tres factores de producción (tierra, mano de obra y capital) para crear el equipo de producción que debe producir los bienes y servicios. En la sociedad de empresa privada algunos particulares ahorran, quienes pueden y quieren hacerlo. Pero esto no indica que quien ahorra invierte necesariamente. Algunos particulares ahorran con el fin de invertir, es decir, con el fin de reunir tierra, mano de obra y capital, y producir. Pero hay otros que ahorran únicamente para aumentar su riqueza, para acumular y acrecentar su patrimonio. Al hacer esta acumulación puede que inviertan o puede que no: todo depende de lo que acumulen. Los activos que los particulares usan para acumular rique· za en una sociedad de empresa privada se pueden clasificar en: 1. Dinero. 2. Tierras. 3. Edificaciones. 199
El sentido común en la economía
4. Acciones y bonos. 5. Empresas personales (de agricultura, comercio o industria). Quien ahorra tiene que hacerse esta pregunta: ¿en qué voy a acumular? El particular generalmente se hace la pregunta en otra forma: ¿en qué voy a invertir? Pero para mayor claridad es preferible dejar el vocablo invertir para designar la acción de juntar los factores de producción con fines productivos, y el vocablo acumularpara el aumento patrimonial de los particulares. Esta distinción es conveniente porque al invertir siempre se aumenta la riqueza social; en cambio, la acumulación por si sola no tiene, necesariamente, significado, desde el punto de vista social.
7.21 Acumulaciones que produce la inversión Cuando los particulares adquieren edificaciones, acciones y bonos o acumulan en empresas personales, necesariamente invierten. En las tres actividades se juntan tierra, mano de obra y capital para producir. No hay que olvidar que quien compra acciones o bonos ha ahorrado, ha dejado de consumir y ha entregado sus ahorros al empresario, a través de una institución financiera, para que éste invierta. Así pues, la inversión en acciones y bonos es una inversión tan real y efectiva como la que crea por sí misma una empresa. Pero si el particular acumula dinero, no invierte necesariamente. Si acumula en monedas de oro y las mete debajo del colchón, no hay inversión, puesto que ello no conduce a mayor producción. Lo mismo sucede si acumula en billetes. En estos dos casos hay acumulación e incremento del patrimonio del que ahorró, pero no hay inversión propiamente dicha. En cambio, quien ahorra y acumula en una caja de ahorros o en los bancos, sí provoca la inversión. Porque la caja o el banco toman esos fondos, que representan factores de producción no consumidos, y los prestan a otros, para que éstos efectúen la inversión. Este tipo de aho200
Elementos de desarrollo económico
rro es el que permite el crecimiento del crédito a la producción sin causar inflación (ver 4.26). La inversión en tierras se debe diferenciar de la inversión en empresas agrícolas. Esta última es una inversión, pero la acumulación de patrimonio en tierras con miras a buscar su valorización no es inversión. Esta diferenciación hay que tenerla presente permanentemente.
7.22 La renta de la tierra Si Pedro tiene una finca y en ella monta una empresa agrícola, percibe una utilidad como empresario y como dueño de la finca. Si no quiere trabajar su finca y decide arrendarla a Pablo, este último le paga un arriendo. Se afirma entonces que la tierra le produce a Pedro una renta y a Pablo una utilidad como inversionista en la empresa agrícola. En esas condiciones el producido de la finca se divide en dos: la renta para el dueño y las utilidades de la empresa agrícola para el empresario. ¿Cuánto le corresponde al empresario como productor y cuánto al terrateniente como renta de propietario? La teoría de la renta de la tierra es muy vieja; tiene más de cien años y fue desarrollada por los economistas ingleses del siglo pasado. Según esta teoría, la renta de la tierra es su mayor producido sobre la tierra marginal, aquella de tan mala calidad que a duras penas se encuentra quién la trabaje. Hay unas tierras mejores que otras, y unas más accesibles que las demás. Primero se cultivan las que más ventajas tienen, luego las inferiores y así sucesivamente, según la demanda que haya para la tierra. Analicemos cómo opera la renta a la tierra (ver figura 37). La parcela Nº 1 es la mejor tierra, plana, fértil y cercana a la ciudad. La parcela Nº 5 es la peor. No es de buena calidad, está lejos y le faltan 201
El sentido común en la economía
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
Parcela
N" 1
W2
N"3
W4
N"5
Figura 37
vías de comunicación. Primero se cultiva la parcela Nº 1, luego la parcela Nº 2, y así sucesivamente hasta llegar a la parcela Nº 5, cada una según sus cualidades. Supongamos que el empresario agrícola que arrienda la parcela Nº 5 hace producir la tierra $1.000.000 al año por fanegada, y que esto apenas justifica tomarse el trabajo de explotarla, de modo que no queda renta para el dueño de la tierra, y si resulta es muy poca. Si el dueño quiere hacer pagar renta al agricultor, éste deja de cultivarla, pues no le trae cuenta trabajarla. Sólo está produciendo $1.000.000, que es lo mínimo que él considera debe ganar como agricultor. _ La parcela Nº 1 es de mucha mejor calidad y está mejor situada; por tanto, el agricultor que la trabaje, con la misma habilidad que trabajó el otro la Nº 5, la puede hacer producir mucho más, digamos $5.000.000 al año. Por el caso anterior sabemos que lo que el agricultor debe ganar por su trabajo personal es $1.000.000 anuales. Si en este segundo caso el agricultor se contenta también con $1.000.000, encontramos que la renta que puede cobrar el terrateniente, dueño de la parcela Nº 1, es $4.000.000 anuales. La renta de una tierra cualquiera se mide, pues, por la diferencia entre lo que ella produce y lo que rinde la tierra marginal; esto es, lo que apenas se justifica trabajarla, dado su escaso rendimiento. Esto es lo que se conoce como la renta rlcardiana, llamada así por el economista Ricardo, quien la determinó.
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Elementos de desarrollo económico
7.23 Más sobre la teoría de la renta La teoría de la renta es un poco difícil de captar cuando se piensa en ella en relación con la agricultura, debido a la confusión que existe en la mente del público entre terratenientes y agricultores. Es de más fácil apreciación cuando se aplica a los locales comerciales. El dueño del local fija el canon de arrendamiento de acuerdo con la situación. Un local comercial en el centro de la ciudad paga más que otro en los barrios alejados. El dueño fija el arrendamiento de acuerdo con lo que pagan. El comerciante que aspira a arrendarlo hace sus cuentas. Dice: «A este negocio le tengo que sacar tanto dinero para que me resulte ventajoso. ¿Puedo o no puedo pagar el arriendo?». Si un comerciante no está dispuesto a pagar el arrendamiento, habrá otro que lo quiera hacer. La cuestión la decide la competencia entre los aspirantes. Los comerciantes tienen que contentarse con la utilidad normal del negocio de comercio. Lo que se podría llamar la crema,· lo más que produce el local, debido a su buena situación, se lo lleva el dueño del local, como es obvio. Esa es la llamada renta ricardiana. En la misma forma se ajusta la renta de la propiedad rural. El que se lleva toda la renta es el terrateniente; al agricultor le corresponden únicamente las utilidades normales del negocio de agricultura. Así, en el ejemplo anterior (ver 7.23), la renta de la tierra es $4.000.000 y ésta la recibe íntegramente el dueño de la tierra; el agricultor sólo recibe la utilidad normal de la agricultura (los $1.000.000 en el caso supuesto). Las decisiones no se toman, claro está, en forma tan sencilla. Pero a la larga la tendencia es esa, es decir, que el dueño de la tierra se quede con toda la renta proveniente de las ventajas que ofrece su tierra sobre otras. La clara comprensión de la teoría de la renta es necesaria, porque demuestra cómo los impuestos que gravan el valor de la tierra no los 203
El sentido común en la economía
paga el empresario que la explota, sino su dueño, el terrateniente. Esos impuestos disminuyen la renta de la tierra, no su producido como activo de producción.
7.24 La acumulación de riqueza en tierras Los particulares acumulan riqueza en tierras y, desde el punto de vista individual, se afirma que la persona invierte en tierras. Pero desde el punto de vista de la sociedad no hay inversión por el sólo hecho de que alguien compre tierra. Hay inversión cuando se establece una empresa agrícola. Pero la compra de la tierra no es por sí sola inversión, socialmente hablando (ver 7.21). Pedro tiene una hacienda que vale $1 0.000.000. Se la vende a Pablo. Comercialmente se afirma que Pablo invirtió en tierra. Pero desde el punto de vista de la sociedad no ha habido cambio alguno: la tierra y el dinero cambiaron de mano, eso es todo. Pedro se quedó con los $10.000.000 y Pablo con la hacienda (ver 2.9). En algunos países, como los de América Latina, la tierra es muy popular como alcancía, o mejor dicho, como sistema de acumulación de riqueza. Las ventajas de la tierra como alcancía son muchas. La tierra produce renta, la cual va constantemente en aumento debido al crecimiento de la población y con esto se incrementa su valorización. Tiene la enorme ventaja de que su cantidad no puede ser aumentada a medida que crece la demanda. La tierra está allr, permanece tal cual, ni aumenta ni disminuye, lo cual hace que su valor aumente constantemente. No cuesta, además, nada almacenarla, es decir, guardarla sin trabajarla. Ningún otro activo de acumulación de riqueza tiene características semejantes. Si un particular invierte en maquinaria para hacer espaguetis, por ejemplo, cualquiera puede importar más maquinaria de esa clase, de modo que el crecimiento de la demanda no le da al dueño de ella una ventaja permanente. 204
Elementos de desarrollo económico
Los particulares pueden, pues, acumular en tierra con mayor facilidad y seguridad que en cualquier otro activo. Acumular riqueza en arroz, por ejemplo, es difícil: su precio varía, puede dañarse, cuesta almacenarlo, etc. Lo mismo con respecto a la maquinaria y aun a los edificios. Estos activos se desvalorizan, mientras que la tierra no se desvaloriza sino que, por el contrario, aumenta su valor con el crecimiento de la población.
7.25 El acaparamiento de la tierra En los países de América Latina la clase dirigente tiene una predilección especial por la tierra como activo de acumulación patrimonial. Esto ha dado como resultado que buena parte de la tierra permanezca inculta o inadecuadamente trabajada. Ésta es, sin duda, una de las causas más directas del escaso desarrollo económico y social de los países latinoamericanos. Mediante el mecanismo de las utilidades que obtiene la clase dirigente en el proceso económico, lo que Marx llamó la plusvalía y Prebisch el excedente, esta clase posee capacidad de inversión. Al no tener mayor interés por ocuparse de las inversiones en activos de producción, muchas veces debido al inmenso papeleo que es necesario cumplir para crear empresas, acumula sus excedentes en propiedad raíz. En el proceso de apertura de nuevas tierras vemos esto con gran claridad. Los colonos tumban monte, abren rozas y echan una o dos cosechas de pancoger. Detrás vienen los citadinos con excedente de dinero disponible y compran la apertura, siembran pasto y dejan la tierra en ganadería extensiva, no como un núcleo productivo sino, principalmente, en espera de valorización. En América Latina mucha de la tenencia de la tierra se encuentra en esas condiciones: en explotación extensiva en espera de valorización. De la tierra nunca se espera un gran producido, pero si buena valorización. Está en esas condiciones porque los impuestos catastrales son muy bajos, luego no cuesta gran cosa sostener tierra sin uso. 205
El sentido común en la economía
7.26 La esterilización de la tierra El problema agrario en muchos países no consiste en que la tierra esté en muy pocas manos, en que haya grandes latifundios. En estos países los grandes latifundios no son un fenómeno generalizado. Por las sucesivas herencias y parcelaciones, ellos ya casi no existen. El problema agrario radica en que, en general, resulta de mayor utilidad comprar tierras y esperar simplemente su valorización, más que explotar con empresas agrícolas las que ya se poseen. O, visto desde otro ángulo, que es mal negocio vender parte de la tierra para adquirir capital, con el fin de trabajar eficientemente la tierra restante. Por ejemplo: si un propietario tiene una hacienda y necesita capital para montar una ganadería de primera, podría vender parte de la tierra y con ese dinero mejorar la restante. Pero si procede así, hace, a la larga, un mal negocio. Porque el producido de la venta de la tierra, invertido en ganado, nunca dará tanta utilidad como la valorización de la tierra vendida. Por esto, la tierra en nuestro país se ha convertido en el activo de acumulación de riqueza más buscado por todas las capas sociales. Así, no solamente los muy ricos quieren invertir en tierras, sino que todos, ricos y pobres, tienden a adquirirlas, pero no para trabajarla sino como inversionistas. El resultado es que buena parte de la tierra está esterilizada, desde el punto de vista de producción agrícola. Y si no está totalmente esterilizada, al menos se la trabaja a medias, a lo que dé buenamente, porque lo que ante todo interesa es su valorización, no su producido. Con lo anterior no se quiere negar que en muchos países latinoamericanos hay empresas agrícolas prósperas y eficientes. Las hay indudablemente, y son muchos los agricultores que trabajan el doble para alcanzar las mismas utilidades que logra el industrial o el comerciante, y a veces menores. Sin embargo, en Latinoamérica, como en todos los países subdesarrollados, resulta mejor negocio ser terrateniente que agricultor y, debido a ello, gran parte de la tierra buena está 206
Elementos de desarrollo económico
acaparada con fines especulativos, y no se la trabaja intensivamente, con la urgencia que la pobreza del país exige. Por eso el país está subdesarrollado.
7.27 La esterilización de la clase dirigente Pero la esterilización de la tierra en la forma anotada no es el único perjuicio que sufre la sociedad. Otro perjuicio igualmente grande es la esterilización de la clase dirigente como clase productiva. En los paises subdesarrollados el hombre no es puramente económico, como en la mayoría de los países nórdicos. Esto quiere decir que sus móviles no son esencialmente económicos; quiere decir que lo impulsan otras consideraciones distintas del deseo de obtener una máxima utilidad. En el caso, por ejemplo, del terrateniente que, además de serlo, tiene empleo o empresa en la ciudad, existe la tendencia a no depender de la tierra como fuente de entradas. En estos casos el dinero necesario para vivir lo produce el empleo o la empresa urbana; a la tierra poco o nada se le exige, es meramente una alcancía, y su dueño confía en que con el tiempo lo hará rico, debido a su valorización, sin necesidad de producir y ahorrar. En otros casos, los terratenientes explotan ellos mismos su tierra y viven de ella, pero existe tal confianza en su valorización futura, que bien pueden contentarse con hacerla producir lo necesario para pagar sus gastos, confiando en que a la postre serán más ricos de todas maneras, sin necesidad de trabajar. En esta forma la clase dirigente se esteriliza económicamente porque no tiene necesidad de invertir en activos de producción, de juntar Jos factores de producción, para conservar su posición en la sociedad como clase dirigente. El trabajo es un esfuerzo que todo el mundo trata de evitar. Asr pues, si la clase dirigente puede conservar su posición económica, 20i
El sentido común en la economía
gracias a alguna actividad que no le exige mayor esfuerzo, preferirá ésta a otra cualquiera que, aun dejándole mayor rendimiento, implica también mayor esfuerzo y riesgo. Y esto sucede así con mayor razón en los países subdesarrollados, en los cuales la clase dirigente está filosóficamente inclinada a la indolencia y al buen vivir.
7.28 La tierra en otras latitudes ¿Por qué en otras latitudes la acumulación de riqueza en la tierra no produce, en el desarrollo económico, los mismos efectos perjudiciales que encontramos en los países latinoamericanos subdesarrollados? Porque en otras latitudes la clase dirigente es más emprendedora y, precisamente por eso, por ser ella más emprendedora, esos países están más desarrollados. Y no solamente es la clase dirigente más emprendedora, sino que allí hay mayor estabilidad política y económica, y mayor incentivo para la empresa privada. Por otra parte, la estructura de los impuestos es distinta. En los países económicamente desarrollados es ruinoso conservar la tierra inculta: los impuestos sencillamente arruinan al que intente hacerlo. De modo que en ellos es imposible usar la tierra como alcancía. En todo país subdesarrollado, la clase dirigente está enquistada en la tierra, la tierra no se trabaja, al menos en forma intensiva, y además el incentivo a invertir es muy débil. En estos países se prefieren grandes extensiones incultas a pequeñas parcelas bien trabajadas. A quien así procede le va mejor, puesto que la ganancia no proviene del trabajo de la tierra sino de su valorización. Ahora bien, la valorización depende en gran parte del crecimiento de la población, pero también, y en alto grado, del consenso general, del aprecio que se le tiene a la tierra. Si este aprecio es grande y general, es obvio que, por ese solo concepto, la tierra tiende a tener un valor
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Elementos di! desarrollo económico
especial en la sociedad, valor que podemos llamar de coleccionista. Mientras esa preferencia por la tierra como activo de inversión no se modifique, los países de América Latina seguirán teniendo sociedades semifeudales y permanecerán en el subdesarrollo.
7.29 Fomento agrícola con crédito Cuando se habla de fomento agrícola, en lo primero que se piensa es en el crédito al agricultor. Pero el crédito tiene muchos bemoles. El crédito que se da a los agricultores particulares no siempre se invierte en agricultura. El pequeño agricultor puede, por ejemplo, recibir un crédito y usarlo para comprar artículos de consumo y no hace ninguna inversión productiva. El grande, el terrateniente, puede recibir el crédito y usarlo también para una cosa distinta a la producción agrícola, en forma directa o indirecta. Por ejemplo: Pedro tiene una hacienda con ganado. Recibe un préstamo ganadero de diez millones de pesos, garantizado con el ganado y con la finca. Pedro se paga a sí mismo con este préstamo parte de lo que tenía invertido en ganado, de modo que el dinero del crédito fue efectivamente a la ganadería. Pero el crédito le permitió a Pedro retirar diez millones de pesos de lo que tenía invertido en ganado. Con ese dinero Pedro construyó una casa en la ciudad. ¿Fomentó tal crédito la producción agrícola? De ninguna manera. Pedro también puede, con su propio dinero, que entonces le sobra, comprar más tierra con fines de valorización. ¿Hubo fomento de la producción? No hubo. En verdad el crédito selectivo es imposible de controlar. El patrimonio de los particulares es indivisible. El crédito podría ser selectivo si se concediera únicamente a empresas. Entonces sf se podría controlar su destinación. Se podría exigir, por ejemplo, que la empresa aspirante al crédito tuviera como objeto social únicamente la inversión agrícola. Al recibir dinero tendría que invertirlo en agricultura y, de no hacerlo, el traslado aparecería en sus libros. 209
El sentido común en la economía
El crédito que algunos Estados han concedido a los agricultores y ganaderos, lejos de desarrollar la producción agrícola, ha contribuido, en gran parte, a empeorar la situación del uso de la tierra como alcancía. Ese crédito ha dado otra ventaja a la tierra como factor de acumulación de riqueza. Ahora ya no solamente ofrece seguridad, producido y valorización, sino que tiene liquidez, puesto que el que tiene tierra puede, a base de ella, obtener dinero efectivo a bajas tasas de interés.
7.30 La estabilidad de precios de los productos agrícolas Una manera muy eficaz de fomentar la agricultura es guiarse por la experiencia de Estados Unidos y otros países de agricultura desarrollada. En éstos, el Estado ha creado la superproducción agrícola, garantizando al agricultor precios mínimos, con suficiente anterioridad para inducirlo a sembrar. En esta forma el agricultor puede hacer sus cuentas y producir con seguridad. La fluctuación de los precios de los productos agrícolas es bien conocida en todo el mundo. Al garantizar precios mínimos, el Estado contribuye en forma efectiva al desarrollo de la producción. Sin embargo, ésta es una práctica peligrosa, ya que a la larga puede degenerar en un subsidio indefinido del Estado a la agricultura que, pasado el tiempo, se hace difícil quitar. Por eso no debe considerarse como un subsidio. Debe darse como una medida de estabilización a un precio conveniente para el agricultor, para una determinada cosecha. ¿Cuál es el precio conveniente? El que llama la producción (ver 4.7). El que hace que los agricultores produzcan. El precio puede ser fijado todos los años para la cosecha siguiente, de acuerdo con la producción anterior. Si la producción ha sido muy alta, el precio debe ser más bajo; si muy poca, hay que subir el precio.
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El~:mentos
de desarrollo económico
En esta forma el Estado puede llamar o rechazar la producción, según el volumen de sobrantes o faltantes. Esta sabia poHtica se degenera, como se ha degenerado en varios países, cuando el Estado se ve obligado, por razones políticas, a continuar pagando un precio alto por ciertos productos, aun cuando exista superproducción de ellos.
7.31 El consumidor y los precios mínimos A primera vista parece existir una contradicción entre los intereses de los agricultores y los del consumidor. Los p~·ecios altos favorecen al productor pero perjudican al consumidor. ¿Cómo puede el Estado perjudicar al pobre consumidor para favorecer al rico productor? La respuesta es muy sencilla. Nada que aumente la producción de bienes salarios perjudica al consumidor. La producción genera su propia demanda: si se produce, se consume. Hay que tener fe en este postulado sencillo pero, desde luego, él solamente se aplica cuando la producción es de artículos esenciales, no cuando se trata de artículos de lujo que sólo sirven a un reducido sector de la población. Puede que la economía presente ciertos desequilibrios; que en un momento dado haya una cantidad de un producto mayor de la que el país puede absorber. Pero, en conjunto, hay poder de compra para consumir lo que se produce, siempre que la economía sea sana. Los desajustes, los sobrantes de ciertos productos, no son los grandes problemas de la economía. Si resultan sobrantes en una cosecha, el Estado debe rebajar el precio garantizado de ese producto para la cosecha siguiente, y así la producción merma y se ajusta a la demanda. Lo que no debe hacer el Estado es persistir en mantener un precio alto, cuando hay sobrante y se acumulan existencias: así se causa desperdicio de factores de producción. Pero si el Estado fija un precio conveniente para los productos de primera necesidad y, debido a esta política, el agricultor produce, el
211
El sentido común en la economía
consumidor se beneficia. Si las cosas se producen, hay consumo; si no se producen, no lo hay, no puede haberlo.
7.32 El fomento a la agricultura El tema convencional de la agricultura es la reforma agraria y el fomento de la agricultura, mediante la acción estatal, a través de un instituto agrario que distribuya tierras y las adjudique a los campesinos junto con implementos mecanizados, abonos y semillas. De antemano sabemos que cosa tan perfecta nunca será posible, que todo se quedará en planes y programas, y que quizá sólo se harán unas pocas adjudicaciones. El problema agrario en toda América Latina tropical, es un problema masivo. Son millares las familias que no tienen tierra, en países en los que este recurso material es abundante. La verdad es que se trata de tierra inaccesible y que, al menos por algún tiempo, no puede ser trabajada. Sin embargo, hay mucha tierra accesible que está acaparada por grandes y pequeños propietarios, que no la tienen para cultivarla sino como activo patrimonial. De inmediato lo que se requiere es que esa tierra accesible pueda ser cultivada ya, aun cuando sea con instrumentos burdos y para cosechas de pancoger. Para conseguirlo se necesita un cambio fundamental en la actitud hacia la tierra del público en general, no de unos pocos. Que ésta deje de ser un activo de acumulación patrimonial y que los particulares la retengan únicamente para trabajarla. El que no quiera o no pueda trabajarla la debe vender. Esta trasformación se puede conseguir, sin violar los títulos de propiedad, modificando el sistema impositivo. Se requiere gravar la tierra por su valor comercial y eximir la producción agraria del impuesto a la renta. Una vez que los propietarios, quienes tienen la tierra como inversión patrimonial, sin trabajarla activamente, encuentren que deben pagar un impuesto catastral razonable, saldrán a venderla. Entonces 212
Elementos de desarrollo económico
cualquier instituto de reforma agraria la puede comprar a precios más razonables y distribuirla, cosa que no puede hacer en este momento puesto que la tierra, como activo de acumulación patrimonial, tiene un alto valor. Lo otro, darle al campesinado tierra con irrigación, implementos, semillas y abonos, vendrá más tarde. Por ahora lo que tenemos que resolver es el problema de las grandes masas campesinas que tienen que emigrar a las ciudades porque no tienen tierra, y en las ciudades no encuentran habitación ni trabajo.
7.33 Incidencia del impuesto a la tierra La teoría económica considera que los impuestos que gravan el valor de la tierra salen de la renta que recibe el terrateniente, y no los paga el arrendatario, esto es, el agricultor o el comerciante. En el caso del comerciante, él no puede pagar el impuesto porque, de acuerdo con la teoría de la renta, éste está pagando todo lo que puede (ver 7.24), y sólo tiene como utilidad lo normal del negocio de comercio. Luego si el terrateniente trata de pasar el impuesto al comerciante, éste no puede económicamente pagarlo, y desocupa el local. Para que los terratenientes pudieran pasar el impuesto a los comerciantes, se tendrían que poner todos de acuerdo para ejercer una acción de tipo monopolístico, y reducir el rendimiento normal del negocio de comercio. Al menos esta es la teoría. En la práctica, el impuesto a la tierra en otros países ha operado en esta forma. Sin embargo, la mentalidad económica de los países en desarrollo es tan peculiar que, muy posiblemente, la incidencia del impuesto recaería directamente sobre el consumidor, a través de un alza del costo de distribución, pues los dueños de los locales preferirían verlos desocupados antes que pagar ellos el impuesto. De todas maneras, los impuestos siempre caen, a la larga, sobre el consumidor, por los efectos que ellos producen sobre la estructura del 2l:J
El sentido común en la economía
equipo de producción (ver 6.5). Lo que se debe analizar es cuáles son los impuestos que más fomentan la producción, al obligar a más personas a trabajar más activamente, por el efecto que ellos tienen sobre los incentivos.
7.34 Conveniencia del impuesto a la tierra El impuesto sobre el valor de la tierra agrícola fomenta la producción al hacer imposible que la clase dirigente se enquiste en la tierra, sin hacerla producir (ver 7.27). Gracias al impuesto sobre el valor de la tierra, los terratenientes se ven obligados a trabajarla para pagarlo, o tienen que venderla. Además, los especuladores en valorización abandonan la tierra como sistema de enriquecimiento eventual y se dedican a las actividades productivas. De no hacerlo así pierden su posición económica en la sociedad, y ellos mismos o sus descendientes dejan de pertenecer a la clase dirigente. El resultado del impuesto es, pues, un desarrollo general de toda la producción, particularmente de la agricultura. En la mayoría de los países latinoamericanos, el respeto a la propiedad raíz está tan incrustado en la mentalidad del país que los impuestos a la tierra, como el catastral, son en muchos casos casi nominales. Sin embargo, donde la tierra tiene mejoras y está bien trabajada, el impuesto catastral se cobra, pero nunca sobre el valor comercial del predio sin las mejoras. Como ya lo vimos, el impuesto sobre el valor de la tierra no lo paga el que la trabaja como activo de producción sino su propietario, pero si se quiere proteger la producción agrícola, se puede modificar la estructura impositiva, para que la tierra tribute sobre su valor y no sobre su producción.
214
Elementos de desarrollo económico
Entre otras cosas, un impuesto sobre el valor de la tierra es más fácil de colectar que uno sobre la producción, por obvias razones.
7.35 La tierra suburbana Uno de los sistemas preferidos de acumular riqueza en los países subdesarrollados es comprar tierra suburbana cerca de los centros más importantes. La tierra suburbana poco o nada produce, pero su valorización es tan rápida que compensa con creces la falta de renta. Esta forma de acumulación causa a la sociedad muchos perjuicios. Los centros de población son centros porque es allí donde se encuentra el gobierno y la principal actividad económica del país. Es cerca de los centros donde la gente desea vivir y construir sus casas. Pero si la tierra vecina a las ciudades está en manos de gente pudiente que no la necesita, y que sólo espera su eventual valorización, el grueso de la población no tiene dónde vivir. Así se ve cómo en las principales ciudades del país la mejor tierra suburbana, la que más fácilmente se podría urbanizar, está desocupada, mientras las clases sociales más pobres viven en lomas y cañadas. Los ricos que poseen la tierra no la venden porque no necesitan venderla: algún día esa tierra valdrá un Potosí. Pero a los otros, a quienes no tienen dónde levantar sus viviendas, sí les corre prisa. El resultado es, pues, que para adquirir un terreno apropiado hay que pagarlo a precios exorbitantes. ¿Qué servicio le prestan a la sociedad los particulares que así acumulan en tierras suburbanas? Ninguno. Todo lo contrario, son un estorbo. No toman parte ninguna en la producción; no hacen otra cosa que acaparar la tierra sin pagar tributo y además sin dejar que otros la usen. Para impedir este acaparamiento, y obligar a los acaparadores a que busquen oficio más productivo, no es necesario violar los títulos de propiedad. Basta con fijar zonas de acción urbana y elevar conside215
El sentido común en la economía
rablemente los impuestos catastrales en esas zonas. Sin violar la propiedad se obtendrá así lo deseado, es decir, obligar a los acaparadores a dejar en libertad la tierra.
7.36 El tributo al dueño del lote Por el aspecto social no hay objeción que hacer al hecho de que algunos se ganen la lotería y se vuelvan ricos. Tampoco hay que dejarse llevar por el pesar del bien ajeno, cuando algún dueño del lote suburbano llegue a ser, gracias al crecimiento de la población y a la apertura de nuevas vías, millonario de la noche a la mañana. Pero sucede que los dueños de los lotes suburbanos son un estorbo social, pues impiden el uso económico de la tierra sin beneficio para la sociedad. Generalmente un trabajador que quiere construir una casa pequeña en un sitio apropiado, se ve obligado a pagar al dueño de la tierra un tributo, sin razón alguna que lo justifique. Cuando una empresa se organiza para la producción, el primer problema que tiene que resolver es el del terreno. Empiezan la búsqueda y las dificultades. ¿Cuánto habrá que ofrecerle a alguien para que ceda un lote? El resultado es que un buen porcentaje del costo del montaje hay que pagárselo como tributo al terrateniente. ¿Hay alguna razón de conveniencia social que justifique tal tributo? Todo lo contrario: la sociedad no puede premiar a quien impide la inversión y el desarrollo de la producción. Lo único que justifica el precio de un lote suburbano es el dinero invertido en él para llevar a cabo trabajos de urbanización. Esta actividad sí es conveniente para la sociedad. Los trabajos de urbanización ponen tierra en situación de ser edificada, y los dineros invertidos en ella representan ahorros efectuados y convertidos en factores de producción. Quien ahorra e invierte debe ser premiado. Por tanto, quien urbaniza debe obtener utilidad de su labor; de lo contrario no habría urbanizaciones. Pero una cosa es obtener utilidad en trabajos de urbanización, y otra es participar en el monopolio de la tierra suburbana. 216
Elementos de desarrollo económico
Hay además una razón muy importante para intentar sacar a la clase dirigente de las inversiones en lotes suburbanos: que se ocupen en actividades productivas.
7.37 Justificación de la propiedad privada en la tierra Desde el punto de vista social y económico es conveniente que la tierra sea de propiedad privada. La tierra es uno de los factores de producción y debe ser cuidada, conservada y mejorada. Hay tierra de calidad tan buena que resiste cualquier trato, pero la mayor parte necesita el cuidado constante de su dueño. Por eso es más conveniente que la tierra sea de propiedad privada, y que tenga quien la cuide y la mejore. Si no fuera por esto, no habría razón que justificara la propiedad privada de la tierra. Al fin y al cabo ésta es un bien de la naturaleza que, como los ríos y el aire que respiramos, no pueden ser creados por el hombre. Los edificios, las máquinas, etc., son creados a discreción. No así la tierra. Pero la conveniencia de conservar la tierra como propiedad privada no debe ser tergiversada en forma tal que los dueños sean amos y señores absolutos de ella. No se puede permitir que la tierra se convierta en alcancía y que permanezca inculta. Tampoco se puede permitir que los más vivos acaparen la tierra suburbana, y cobren un tributo sin sentido ni razón a la sociedad, por el mero hecho de haberse ellos localizado habilidosamente. Esto no se puede permitir, como no se permite que los particulares levanten cercas de un lado a otro de los caminos para cobrar peaje, o que acaparen los ríos e impidan el uso de las aguas. Los impuestos son el mejor medio para llevar a cabo la reforma agraria. Todas estas aberraciones en el uso de la tierra se pueden corregir, en poco tiempo, con un sistema impositivo inteligente. Es un error tratar de corregir los abusos con leyes y decretos de expropiación. Los títulos de propiedad no deben ser violados, pues tal cosa sólo causa trastornos innecesarios y desconfianza en la organización social, tan necesaria para el progreso económico en un sistema de 217
El sentido común en la economía
libre empresa. Basta copiar el sistema impositivo que se sabe ha dado buenos resultados en los países ya desarrollados.
7.38 El problema demográfico Hasta hace algunos años se le daba muy poca importancia al problema demográfico. Hoy sabemos que un crecimiento demasiado rápido de la población, así como su descenso, pueden tener consecuencias graves en la vida económica y social de los pueblos. Si la población crece demasiado rápido el país no tiene tiempo para organizar los servicios públicos, empezando por la educación, que los nuevos habitantes requieren. Tampoco hay tiempo para crear los cuadros administrativos que han de organizar las unidades de producción, en las cuales deben participar los recién llegados a la fuerza del trabajo. Así como tampoco se tiene tiempo para acumular las maquinarias y los equipos con que éstos han de trabajar. Un país con un crecimiento demasiado rápido de la población se encuentra con mucha gente menor de edad, a la cual hay que alimentar, vestir y educar, cuando son relativamente pocos los que trabajan para producir y atender a esa demanda. Por tanto, el nivel de vida de la población es más bajo que si fueran menos numerosos los menores de edad. Es el mismo caso de las familias. Los hijos son más sanos, mejor alimentados, mejor vestidos y mejor educados, cuando ellos son pocos que cuando la familia es numerosa.
7.39 La tasa de crecimiento demográfico Se acostumbra afirmar que Latinoamérica es un territorio muy extenso, que aún tiene muchas tierras incultas, que nuestra población puede duplicarse y triplicarse sin problema. 218
Elementos de desarrollo económico
Sin embargo, no se trata únicamente del número absoluto de habitantes. El problema demográfico estriba no en el número total sino en la tasa de crecimiento. En la rapidez con que se duplica la población. La población de América Latina se está duplicando aproximadamente cada 25 años. Para fines del siglo XX serán 40 ó 45 millones de colombianos, por ejemplo. Es obvio que este número de personas cabe físicamente muy bien en el país. El problema no es de espacio. El problema es que en 25 años la actual población tiene que producir para atender sus propias necesidades y, además, para suplir las de los otros que llegarán. Muy bien puede suceder que esos millones que van a llegar no encuentren al país suficientemente preparado para darles adecuada educación y posibilidad de trabajo remunerado. Se tendrán que regar por el territorio nacional en busca de sustento, y las consecuencias ecológicas serán muy graves. Un crecimiento demasiado rápido de la población puede arrasar con la vegetación y destruir la capa vegetal, antes de que el país tenga los recursos administrativos y financieros adecuados para controlar el proceso. Esto ya lo estamos viendo. El crecimiento demasiado rápido de la población, sin que exista una base de recursos técnicos y financieros, puede producir una erosión del suelo y su empobrecimiento, que a su vez hacen difícil la producción de alimentos.
7.40 El marxismo y el problema demográfico Hasta hace poco la tesis del marxismo internacional era que el exceso de población no tenía que ser un problema en un siste~a marxista. Que mientras más habitantes tenía un país, más trabajadores estarían disponibles, luego la producción sería mayor. Con esa idea peregrina Mao Tse Tung gobernó la China durante 40 años. Cuando murió, sus sucesores se encontraron con que tenían que alimentar varios cientos
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El sentido común en la economía
de millones más que antes de la revolución comunista. Como consecuencia, la ración de arroz per cápita había disminuido, en lugar de aumentar. Hoy China tiene los programas de control de la natalidad más severos del mundo, no voluntarios sino obligatorios. Influidos por el criterio de Mao, los liberales latinoamericanos de izquierda, seudomarxistas, sostuvieron durante varias décadas la misma teoría, en otra forma. Afirmaban que no había necesidad de extender al pueblo la información sobre planeación familiar, porque era sabido que las clases altas tenían menos hijos que las populares, luego lo que había que hacer era incrementarle los ingresos a toda la población, y el enriquecimiento general reduciría el crecimiento demográfico. Con este cuento chino no sólo no quisieron informar a la población sobre planeación familiar, sino que, siendo gobierno, impidieron que instituciones privadas lo hicieran. De todas las cosas absurdas e imprácticas que se le han ocurrido a la izquierda, ésta es seguramente la que más la debe avergonzar.
220
CAPITULO
8
PROBLEMAS DE LA INTERVENCIÓN ESTATAL
8.1 8.2 8.3 8.4 8.5 8.6 8. 7 8.8 8.9 8.10 8.11 8.12 8.13 8.14 8.15 8.16 8.17 8.18 8.19 8.20 8.21 8.22 8.23 8.24 8.25
La intervención estatal La razón de ser de la intervención La cuestión fundamental Efectos de la intervención estatal Perjuicios de la intervención Libertad económica y libertad política Un esfuerzo económico social Un costo económico de la sociedad La intervención y la mayor carga social ¿Quién hace el esfuerzo económico? El ahorro y el crecimiento del equipo de producción Obras públicas y formación de capital Obras públicas y destrucción de capital La deuda pública no es capital social Los recursos de las cajas de ahorros Las inversiones forzosas Acción anticapitalizadora Las empresas estatales La intervención en la distribución y su costo social El gremio intermediario y la intervención El costo de la burocracia en la distribución Resumen de la intervención en la distribución Normas indispensables de intervención La prestación de servicios Contabilización del costo social de la intervención
223 224 225 226 227 228 229 231 233
234 234 235
237 237 238
239 240
241 242 243 244
245 246
247 248
8.26 8.27 8.28 8.29 8.30 8.31
Modelo para la intervención en la distribución Resumen: la teoría de la intervención Los peligros de la intervención Las décadas perdidas La cuestión del mercado La acumulación de capital
249 250 252 253 254 259
CAPíTULO
8
PROBLEMAS DE LA INfERVENCIÓN ESTATAL
8.1
La intervención estatal
La intervención estatal merece un análisis cuidadoso puesto que, en los países latinoamericanos, ha adquirido características de enfermedad. El crecimiento acelerado de la población en estos pafses ha venido a crear problemas de organización social y económica sumamente complejos. A la par con nuestro crecimiento demográfico ocurría la Segunda Guerra Mundial y el período de reconstrucción que la siguió, lo cual obligó a los países involucrados en el conflicto a adoptar métodos intervencionistas de manejo económico, métodos que nosotros creímos que podíamos emplear también para solucionar nuestros problemas. Normalizada la situación, esos países han abandonado esos métodos casi por completo y regresado, en su mayoría, a los sistemas de manejo económico por el mercado, eliminando muchos de los controles de la economía. Nosotros, en cambio, nos quedamos con ellos y actualmente América Latina es una isla intervencionista y atrasada, en un mundo neoliberal y progresista. El principal problema del intervencionismo es que, una vez admitido como tesis válida, la burocracia se involucra en el proceso económico y lo estrangula, como estrangulan los bejucos a los árboles en los bosques tropicales. Los puestos burocráticos y los negocios alrededor del Estado se vuelven un método de vida para una gran parte de la clase dirigente (ver 7.16), y los efectos sobre el desarrollo del país son muy similares a los que produce la tenencia de la tierra con miras a
El sentido común en la economía
obtener valorización (ver 7.19), puesto que esterilizan la labor productiva de buena parte de lo mejor de la clase dirigente. Ésta prefiere dedicarse a los puestos burocráticos e ignora las actividades productivas.
8.2
La razón de ser de la intervención
Ciertamente, al Estado le corresponde llevar a cabo el manejo económico de la sociedad, y para lograrlo cuenta con toda clase de mecanismos que operan indirectamente, entre ellos, la moneda, el crédito y los impuestos. Cuando aquí se señalan los problemas de la intervención estatal nos estamos refiriendo a la intervención directa, especialmente en el mercadeo. Cuando se objeta este tipo de intervención no se pretende defender presuntas libertades democráticas per se, sino objetar el intervencionismo como inconveniente por su inoperancia. Ni se propugna por un laissez !aire intransigente como el del siglo pasado, puesto que una sociedad industrial moderna requiere normas y disposiciones, sin las cuales no podría subsistir. En nuestros países muchos consideran que la intervención del Estado es necesaria, dada la pobreza y las desigualdades sociales, pero falta ver si esa precaria situación de gran parte de la población no proviene precisamente de exceso de intervencionismo. Muchas de las medidas intervencionistas que aplicamos nosotros son malas copias de lo que se hacía en los países marxistas. No tomamos en cuenta que el régimen de libre empresa o de empresa privada en que vivimos es un régimen voluntario, mientras que el sistema marxista es compulsivo. En nuestro sistema hay libertad de empresa y se produce cuando los particulares buenamente quieren hacerlo. El sistema marxista está dirigido centralmente por un plan de producción, adoptado por la cúpula del partido único. Luego, lo que los marxistas pudieron hacer raras veces, lo pretendemos copiar nosotros. Seguramente gran parte del atraso económico y la pobreza de nuestros países se explica por los errores de manejo económico que durante las últimas décadas hemos cometido, errores que muchas veces
224
Prohlemas de la intervención estatal
son influencias de teorías marxistas que, como tenía que suceder, ya pasaron a la historia.
8.3
La cuestión fundamental
En las condiciones en que están otros países de América Latina es difícil objetar la intervención como una violación de los derechos democráticos de la persona. El argumento de tipo filosófico de las libertades democráticas, que muchos utilizan para rechazar el intervencionismo, no es válido cuando se toman en cuenta las grandes diferencias sociales que existen en nuestros paises, y la precaria situación de los sectores marginados. Si el intervencionismo pudiera corregir esas diferencias, y solucionar el problema de los marginados, sería muy difícil objetarlo, aun cuando un sector privilegiado perdiera derechos. Pero es que el argumento más poderoso en contra del intervencionismo estatal mal concebido, no es de tipo filosófico ni político, sino práctico y de manejo económico. El argumento es que la intervención torpe no establece mayor justicia ni mejora la situación de los menos favorecidos. Todo lo contrario, hace menos eficiente el sistema económico y, dentro de un sistema de libertad de empresa y democracia electiva, contribuye, en muchas ocasiones, a crear mayores diferencias entre la clase alta, que está en el giro de la actividad económica, y los asalariados. Si no queremos que eso suceda, si se pretende conservar el sistema de libre empresa y de democracia electiva, y hacerlo cada día más eficiente y equitativo, las medidas de intervención estatal deben tratar de no perjudicar la buena marcha del sistema sino, todo lo contrario, mejorar su funcionamiento para que eleve el nivel de vida de toda la población y elimine los sectores marginados.
8.4
Efectos de la intervención estatal
La mayoría de las constituciones modernas establecen que la propiedad tiene una función social. cosa que se sobreentiende, y que no 22!1
El sentido común en la economía
parece necesario que sea objeto de una disposición constitucional. Pero tener una función social no quiere decir que sea conveniente que el Estado intervenga en todo momento, en cosas en las que la intervención impide el buen funcionamiento del sistema. La función social de la propiedad es contribuir al bienestar social, y si la intervención está obstaculizando la producción no está permitiendo que la propiedad cumpla su función: facilitar el bienestar de la comunidad. Son dos las razones que generalmente se aducen en defensa de la intervención estatal: primera, que el Estado debe intervenir para lograr una mejor distribución de los beneficios de la producción, y segunda, que la intervención es necesaria para alcanzar una mayor eficiencia en la producción. Dejemos para más adelante la primera, la aspiración a hacer el sistema más justo, y concretémonos a la segunda: pretender que la intervención estatal mejore la eficiencia del sistema.
Ante todo hay que observar que una sociedad industrial moderna requiere, para su buen funcionamiento, un marco legal bien definido y rigurosamente impuesto por el Estado. Lo que algunos idealistas ingenuamente pretenden, que volvamos al /aissez !aire del siglo pasado, es imposible. Basta con tomar un caso, la reglamentación y vigilancia de la estructura de las sociedades y del mercado de valores. Tanto en los países industrializados como en los que están en vía de desarrollo, estas cosas tienen que estar debidamente reglamentadas, o se hace imposible el progreso económico. En América Latina hemos visto los perjuicios que ha sufrido la sociedad por falta de acertada reglamentación y vigilancia del Estado en el sector financiero. Pero toda esa vigilancia del Estado, que se requiere para hacer posible el desarrollo de una sociedad industrial moderna, es muy distinta a la burda interferencia que se está practicando en nuestros países, en nombre de intervención estatal. La más pe~udicial, sin lugar a dudas, es la interferencia en el sistema de precios y en el comercio internacional. Igualmente inútil y perjudicial es el establecimiento de empresas estatales, tanto en las manufacturas como en la distribución, empresas que han demostrado, en la práctica, ser polos no de 226
Problemas de la intervención estatal
desarrollo sino de destrucción de los escasos recursos con que cuenta el pais. En el caso de la distribución de productos agrícolas, no solamente se han destruido recursos escasos sino que se han introducido la inestabilidad y la inseguridad en la producción agrícola, creando graves trastornos a la marcha del sistema de producción y a la creación y consolidación de los canales naturales del comercio. El sistema de empresa privada es un sistema voluntario, que gira alrededor del delicado mecanismo del incentivo a invertir. Todo el sistema es un conjunto formado por relaciones monetarias de precios, utilidades, jornales, ahorros, tasas de cambio, etc., todo íntimamente vinculado y conectado. Cuando el Estado interviene, y peor aún, cuando lo hace torpemente, el sistema no marcha eficientemente, las fricciones internas se multiplican y la producción disminuye. La experiencia mundial a este respecto es clarísima. Los países pobres son los más intervencionistas, y la causa principal de su miseria es la intervención misma. En el sistema de empresa privada, el Estado sólo puede aspirar a intervenir indirectamente, y de esto se dan cuenta cabal los países más desarrollados. Pero en los otros, por falta de experiencia y de una mayor técnica social, el Estado trata de intervenir directamente y sólo logra aumentar la pobreza y la desigualdad social.
8.5
Perjuicios de la intervención
Una vez aceptado universalmente el derecho del Estado a intervenir, se ha pretendido dejar establecida la conveniencia de que lo haga directamente. Se dice: si el Estado interviene en las aduanas y en tantas otras cosas, ¿por qué no ha de fabricar zapatos también? Aceptado el principio, se pretende que toda intervención es legítima y conveniente. La verdad es que no se discute el derecho legal del Estado a fabricar zapatos, como no se pueden discutir otros derechos tales como el que tiene de administrar puentes, plantas eléctricas, etc. El derecho no 227
El sentido común en la economía
se discute; se discute su conveniencia, y plantear el problema de otra manera es embrollarlo innecesariamente con legalismos inútiles. No es conveniente que el Estado fabrique zapatos porque la administración del Estado es siempre, en Colombia y en todas partes, ineficaz. Ahora bien, esta ineficiencia es una carga social (ver 8.9) que pagan las clases más pobres, y no, como generalmente se cree, las más pudientes. El Estado productor y distribuidor tampoco es políticamente conveniente. La mezcla de política y de negocios produce una combinación explosiva, que conduce a la violencia política. Tampoco es conveniente que el Estado sea propietario de radiodifusoras y periódicos por razones obvias para todos. Debe reconocerse que en la lucha económica actual desempeñan un papel muy importante las ambiciones personales de los políticos. A éstos no les cae bien la idea de limitar la intervención del Estado a
métodos indirectos, puesto que esto no produce poder ni ventajas económicas. Tanto en los países de empresa privada como en los de sistema comunista, se está perfilando una nueva clase. Es esta clase la que reclama para sí la dirección de la economía en todas sus fases, y la que aspira a remplazar a los empresarios particulares. En verdad, la burocracia tiene tanto derecho a aspirar a los puestos de dirección y administración como cualquiera otra clase. Razones de derecho no hay para negárselo. Las razones son de conveniencia política y económica: no es conveniente que el nombramiento de los gerentes de las empresas tenga origen político, porque ello conduce a la violencia política y a la ineficiencia económica.
8.6
Libertad económica y libertad política
Contra el Estado empresario y contra la intervención económica existen también argumentos políticos muy poderosos. El control de la actividad económica por parte del Estado exige una organización política que no se compagina con el sistema democráti228
Problemas de la intervención estatal
co. A medida que el Estado se vuelve más intervencionista y su actividad económica es más sobresaliente, el control policivo sobre todas las actividades ciudadanas es más necesario. Ello es fácilmente explicable. En el sistema de libre empresa cada cual cuida lo suyo, y las pérdidas, ineficiencias y mal trabajo corren por cuenta del productor. En un sistema colectivista todo pertenece al Estado y éste se ve obligado a vigilar con métodos policivos a sus empleados, es decir, a todos los ciudadanos. Si no lo hace, el sistema no funciona adecuadamente y la producción decae. Por otra parte, en el sistema de libre empresa, la parte económica la dirigen unos grupos y la política está a cargo de otros. En el colectivismo, los órganos de control estatal son unitarios y así el comité central del partido en el poder rige simultáneamente la economía y la política. El ciudadano queda subordinado a los gobernantes en todas sus actividades. Se dirá que en el sistema de libre empresa el ciudadano también está subordinado a poderosos intereses económicos privados, y que esto es aún más grave. Pero los intereses económicos privados son muchos, y ellos no controlan la política y todos los órganos del Estado. No tiene, por tanto, posibilidad de tiranizar al individuo en su vida privada. El Estado totalitario es infinitamente más poderoso y, por tanto, mucho más peligroso. Históricamente se puede demostrar que todo Estado colectivista, en el cual se ha eliminado la libre empresa, ha terminado con régimen político totalitario y esclavizando al individuo aun en sus actividades más privadas. Por lo demás, a pesar de los inmensos sacrificios de setenta años de totalitarismo, hemos visto cómo todo el modelo socialista se derrumbó.
8.7
Un esfuerzo económico social
La sociedad hace un esfuerzo económico cuando destina parte de sus factores de producción a la producción de bienes distintos de los bie229
El sentido común en la economía
nes de consumo, y esto explica por qué el incremento de los gastos del Estado implica necesariamente una disminución del nivel de vida del consumidor. Supongamos que la sociedad tiene sus factores de producción distribuidos como se muestra en la figura 38. Distribución de los factores de producción
1
Factores de producción destinados a la producción de bienes para el Estado
~
Factores de producción destinados a la producción de bienes de capital
1
Factores de producción destinados a la producción de bienes para el consumo
Equipo de producción Figura 38
Supongamos que, debido a la política monetaria, se obliga al país a una mayor capitalización. El resultado es que los factores de producción destinados a la producción de bienes de consumo se reducen, y aumentan los destinados a la producción de bienes de capital (ver figura 39). Se consume menos y se capitaliza más. Se afirma entonces que la sociedad está haciendo un esfuerzo económico, porque está dejando de producir bienes de consumo, de modo que tiene que consumir menos, simplemente porque hay menos que consumir. Lo mismo sucede cuando el Estado aumenta sus gastos. Parte de los factores de producción pasan a servir al Estado, lo que implica una 230
Problemas de la intervención estatal Distribución de los factores de producción
1 1
Fadores de producción destinados a la producción de bienes de capital
Factores de producción destinados a la producción de bienes para el consumo
1
Factores de producción destinados a la producción de bienes para el Estado
Equipo de producción Figura 39
reducción de la producción destinada al sector privado, por lo cual éste se ve obligado a consumir menos. También aquí hay un esfuerzo económico, puesto que la reducción del consumo deprime el nivel de vida de la comunidad.
8.8. Un costo económico de la sociedad Veamos ahora los efectos de la redistribución de los factores de producción, analizando el problema desde el punto de vista de lo que se va en producción, distribución y gastos del Estado. Si una sociedad tiene sus factores de producción distribuidos como lo muestra la figura 40 y debido a una política cualquiera se reducen los factores destinados a la producción y aumentan los factores destinados a la distribución, quedando los factores de producción distribuidos como lo muestra la figura 41, la sociedad queda con mayor costo social por concepto de la distribución. Como destina más factores a la distribución, quedan menos disponibles para la producción. La sociedad tiene, pues, un mayor costo económico. El equipo de producción funciona con menor eficiencia: produce menos para el consumo, porque gasta más en la distribución. Los factores de producción son limitados (ver 1.5), no salen de la nada: si se gastan más en la distribución, hay menos para la producción. 231
El sentido común en la economía Distribución de los factores de producción
IJmdesUnados Factores de producción a la producción
1 1
Factores de producción desUnados para el Estado
Factores de producción destinados para la distribución
Equipo de producción
Figura 40
Lo mismo sucede si el Estado invierte más en gastos públicos. Esto es un mayor costo social. El resultado es el mismo de antes: más factores de producción se destinan a atender al Estado, y menos quedan disponibles para la capitalización o el consumo del pueblo. Distribución de los factores de producción
1
Factores de producción destinados a la producción
1 1
Factores de producción destinados para el Estado
Factores de producción destinados para la distribución
Equipo de producción
Figura 41
232
Problemas de la intervención estatal
8.9
La intervención y la mayor carga social
Muchos consideran que los gastos que ocasiona la intervención estatal para nada influyen en el nivel de vida del pueblo, puesto que ellos provienen de dineros obtenidos de los más pudientes por medio de los impuestos. Pero esta creencia es errónea, puesto que todo gasto adicional del Estado implica un mayor esfuerzo económico de la sociedad, que se ve obligada a consumir menos para que el Estado pueda gastar más (ver 8.8). La realidad es que los mayores gastos del Estado producen un incremento de los factores destinados a actividades que no aumentan la cantidad de bienes disponibles para el consumidor. El resultado es que la sociedad experimenta los efectos de un mayor costo económico. Este costo adicional obliga a la sociedad a reducir lo que le toca al consumidor y, por ende, a bajar su nivel de vida. No importa de dónde salen los dineros para la intervención. Éstos pueden salir de los más pudientes, pero aun así la sociedad se ve obligada a un mayor esfuerzo económico. Si la intervención reorganiza los factores de producción para que una mayor parte vaya a servir al Estado, quedan menos recursos para producir bienes de consumo, por lo cual el consumidor se ve obligado a reducir su consumo. Si la intervención es, además, torpe y da como resultado que una cantidad mayor de factores de producción se dediquen a la distribución y una menor a la producción, sucede lo mismo. Ahora, cuando estas cosas suceden, el consumo dE:: bienes esenciales de las clases pudientes, de los que pagan los impuestos, no sufre; sufre el consumo de las clases más pobres, de aquellas a las que se quiso ayudar. Porque siempre, cuando se reduce la provisión de bienes esenciales, sufren las clases más débiles (ver 4.30}. Las clases pudientes se perjudican en cuanto a que los impuestos les impiden acumular capital, pero no en cuanto a que tengan que reducir su consumo de artículos esenciales. La no acumulación de capital, de parte de las clases pudientes, implica naturalmente menos capacidad de producción eventual de bienes de consumo y, por consiguiente, más bajo nivel de vida futuro del pueblo. 233
El sentido común en la economía
8.10 ¿Quién hace el esfuerzo económico? Cuando una sociedad tiene que hacer un esfuerzo económico (ver 8. 7), o cuando el costo social aumenta (ver 8.8), las clases obreras son las que sufren económicamente, las que ven reducir su consumo y, con él, descender su nivel de vida. Tanto el esfuerzo social como el mayor costo social causan una reducción de la producción de bienes de consumo y, por tanto, alguien se ve obligado a consumir menos, ya que hay menos producción de bienes de consumo, sufriendo los asalariados, que son los que tienen menor poder de compra. Ahora bien, las clases altas no disminuyen su consumo vital, el de los artículos indispensables, por el hecho de que éstos cuesten más. Un rico no deja de comer carne o mantequilla, cuando estos artículos suben de precio; él paga lo que sea, pero sin estos artículos no se queda. Pero las clases más pobres tienen menores ingresos y, por tanto, no pueden hacer lo que hacen los pudientes. Si la carne sube de precio, el presupuesto de gastos no le permite mantener su consumo (ver 4.30). Cuando una sociedad se ve obligada a hacer un mayor esfuerzo económico, o se encuentra con un equipo de producción menos eficiente, y por tanto con menos producción, rebaja, en primer término, la producción de los artículos que menos resisten el alza de precio o, lo que es lo mismo, los artículos de consumo popular. Si la situación llega a ser muy grave, seguramente disminuye también la producción de artículos suntuarios. Pero, en primer término, disminuye la de los artículos vitales, y son las clases más pobres las primeras en sufrir los efectos de esta disminución.
8.11 El ahorro y el crecimiento del equipo de producción El equipo de producción crece cuando hay capitalización, y esto sólo es posible cuando el país ahorra.
Problemas de la intervención estatal
En el sistema de empresa privada ahorran los particulares, las empresas y el Estado (este último en ciertos casos). Los particulares ahorran llevando su dinero a los bancos, o a las cajas de ahorros, o suscribiendo capital en las empresas, dando así a éstas dinero para aumentar la producción. Las empresas ahorran también guardando las utilidades y reinvirtiéndolas en aumentar su producción. El Estado ahorra invirtiendo parte de sus entradas en bienes públicos de capital: obras públicas, etc. También se puede considerar como ahorro lo que invierte el Estado en educación, pues ésta mejora uno de los factores de producción más importantes: la mano de obra. El aumento del ahorro es la forma más eficaz de fomentar la economía del país. Sin ahorro no puede haber fomento. La producción no puede crecer sin ahorro. Sin ahorro, todo lo que se haga para fomentar la economía es inútil. En una sociedad de empresa privada el crecimiento del equipo de producción depende, casi exclusivamente, del ahorro de los particulares (ver 4.26 y 7.2).
8.12 Obras públicas y formación de capital El Estado capitaliza construyendo obras públicas o montando empresas estatales. Como toda capitalización, ésta, hecha por el Estado, representa un esfuerzo social, un menor consumo de las clases más pobres (ver 8.1 O). Sin embargo, si se lleva a cabo con juicio, representa también una futura mayor producción y, por ende, mayor consumo y, eventualmente, más alto nivel de vida del pueblo. Pero la capitalización que hace el Estado representa no sólo menos consumo inmediato de las clases obreras, sino también menor capitalización del sector privado.
2:15
El sentido común en la economía
La capitalización privada es la que permite el aumento inmediato de la productividad del equipo de producción. Así, una mayor capitalización por parte del Estado significa menor capitalización de los particulares y, por consiguiente, un menor aumento inmediato de la producción de la canasta familiar. En términos más concretos, un mayor número de obras públicas significa no solamente menos arroz, menos papa, etc., sino también menos máquinas para hacer zapatos y, por tanto, menos zapatos. Una cosa por otra. Los factores de producción del país son limitados, y lo que se lleve el Estado hace falta en otra parte; a la larga hace falta en la canasta familiar. Es un problema de alternativas y prioridades. Las obras públicas son indispensables, puesto que son el capital social. Pero todas ellas deben justificarse por los resultados. El pafs puede, por ejemplo, aspirar a tener el mejor aeropuerto de América Latina e invertir en él millones; el aeropuerto puede ser necesario y todo lo que se quiera, pero su construcción implica, naturalmente, menos capitalización en otros sectores: menos fábricas de zapatos, menos maquinaria agrícola, etc. Los factores de producción son, al fin y al cabo, limitados, y si no fuera así, el problema económico no existiría, la riqueza sería ilimitada (ver 1.5). Hay, claro está, otras consideraciones distintas a las puramente económicas que justifican las obras públicas. Por ejemplo, una autopista de Bogotá a Tunja puede no ser económicamente indispensable, puesto que una buena carretera prestaría, más o menos, el mismo servicio. Sin embargo, el escenario que la nueva vía ofrece al turista y el placer de la velocidad pueden justificar la construcción en época de abundancia. Pero, de todas maneras, si una obra así cuesta muchos millones de pesos, son muchos millones que se fueron en escenario y en velocidad, y que hacen falta en las fábricas de zapatos o en la producción de arroz, etc. Lo importante es tener presentes las prioridades importantes al escoger las inversiones.
236
Problemas de la intervención estatal
8.13 Obras públicas y destrucción de capital En América Latina se considera que toda obra pública es, sin discu-
sK>n. conveniente, y que fomenta el crecimiento de la economfa. En esta forma se ha dado a la construcción de carreteras una importancia ~izá
excesiva.
La construcción de una vía tiene que justificarse económicamente, o aJ menos debe ofrecer ventajas indiscutibles de otro orden, si las ecouómicas no bastan. La construcción de toda carretera es un es• .820 social. Los recursos económicos son limitados, de modo que Jo ~ se destina a la carretera podría muy bien haber sido destinado a ::::!
cosa
::n general. se puede afirmar que la actividad en el ramo de obras
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del país. Si ese dinero y ese esfuerzo económico se des· :ra'a, Ciirante unos años al aumento del equipo de producción, la ~ económica del país se desarrollaría en forma tal que la :x:~.x:Oón de las carreteras, que hoy es un esfuerzo difícil, sería -as :ame faoJ de realizar. Un equipo de producción poderoso se abre, ::::r s... ~ potencialidad económica, las vías de comunicación ne-
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El sentido común en la economía
tido en otras cosas. Pero, socialmente hablando, no es capital. Un país no aumenta su capital creando bonos de deuda pública. Éstos sólo representan deuda del Estado para con los particulares. Si el Estado emite bonos para construir hidroeléctricas, el país aumenta su capital social. Las hidroeléctricas son capital; los bonos, no. Si los bonos son emitidos para hacer pagos burocráticos, no se crea capital social. Los particulares consideran esos bonos como capital, pues esperan recuperar algún día el dinero. Pero, socialmente hablando, y visto el problema en el conjunto social, el dinero se ha gastado en burocracia y de él no queda nada. Si la deuda pública interna no es un capital social, tampoco se la puede considerar como un pasivo social. Sería un pasivo si el país tuviera que pagarlo a otra nación. Siendo como es, deuda interna, significa ella que, por ejemplo, todos los colombianos, en cuanto nación, les deben a otros colombianos, es decir, a los poseedores de bonos, un dinero. La cosa, como quien dice, es en familia. Visto el problema en conjunto, no hay deuda. El dinero ya se gastó. La sociedad ya hizo el esfuerzo económico. Cuando el conglomerado nación efectúa el pago, saca de unos bolsillos y mete en otros. Como nación todo queda en el mismo estado que antes.
8.15 Los recursos de las cajas de ahorros En América Latina se ha acostumbrado que el Estado se apodere de los fondos de las cajas de ahorros, obligando a éstas a suscribir bonos de deuda pública. En cuanto este dinero se use para la construcción de hidroeléctricas y otras obras públicas, que forman capital, el Estado está realizando el ahorro, es decir, está invirtiendo. En cuanto se use para pagar gastos burocráticos, el Estado está desahorrando, es decir, destruyendo ahorro creado por los particulares. El resultado neto es el mismo si el Estado, contando con estos fondos para obras públicas, gasta lo que tenía para estas obras y aumenta los gastos burocráticos. 238
Problema~
de la intervención estatal
El caso es que el crecimiento de los depósitos de las cajas de ahorros no garantiza, por sí solo, el ahorro del país. El ahorro, lo que se llama la capitalización, el aumento del equipo de producción, no se realiza sino cuando esos fondos se invierten en bienes de capital. Si se invierten en bienes de consumo o en burocracia, esta inversión no es ahorro, desde el punto de vista de la sociedad. El particular es el que ahorra, no la sociedad, ni ella hace efectivo el ahorro; el Estado consume lo que los particulares ahorran.
8.16 Las inversiones forzosas Las teorías intervencionistas de las últimas décadas han llevado a los Estados a querer participar en todos los campos de la economía. Para hacer acopio de recursos ha obligado frecuentemente a las entidades financieras a suscribir papeles de deuda pública. En el caso de los bancos, esta práctica ha tenido resultados nefastos. No solamente ha congelado a los bancos, impidiendo que ejerzan su función primordial (la financiación a corto plazo de la producción), sino que ha contribuido a la inflación. Como se recordará, los depósitos en los bancos son parte del medio circulante (ver 2.15), luego si el Estado toma parte de éstos, se los está quitando al público y efectuando una contracción. Para corregir entonces esta contracción del sector privado, el Banco Central se ve obligado a aumentar los préstamos y descuentos a los bancos y así éstos le pueden facilitar más crédito al público. Total, el resultado final es una emisión disfrazada de moneda, con sus consiguientes perjuicios. A los bancos se les ha exigido suscripciones forzosas porque el legislador ha creído que los depósitos en los bancos son dinero ocioso. que puede ser movilizado, pero se sabe que estos depósitos son parte del medio circulante. Una demostración más de la ignorancia del legislador en cuestiones económicas elementales. Otras entidades, como las compañías de seguros, también han sido obligadas a hacer estas inversiones forzosas. Ahora, los seguros son, o deberían ser, recursos de capitalización importantes para desarrollar 239
El sentido común en la economía
el equipo de producción, o al menos lo son en todos los países industrializados. Si el Estado los toma y los desperdicia en proyectos no productivos, está impidiendo la acumulación de capital y el desarrollo económico.
8.17 Acción anticapitalizadora Las teorías intervencionistas han llevado a varios países latinoamericanos a crear toda clase de institutos y empresas estatales. Estas instituciones han absorbido buena parte del capital social disponible que, en muchos casos, han desperdiciado. La errónea y a veces absurda acción concertada de Jos numerosos institutos gubernamentales, y el crédito oficial mal dirigido, es lo que más ha impedido la formación de capital nacional. Al impedir el incremento del capital nacional, los institutos oficiales impiden el crecimiento del equipo de producción. Porque no hay capital acumulado, no hay producción; y si no hay producción, no hay consumo ni puede haberlo, de allí el bajo nivel de vida. Mientras tanto, el crecimiento de la población continúa su ritmo normal. Las nuevas bocas que llegan se reparten lo que antes había con las ya existentes, y en esta forma el consumo per cápita es siempre menor. Las clases altas no sufren por falta de consumo vital; las que sufren son las más débiles (ver 4.30). El resultado es el que podía esperarse: los ricos no se enriquecen más sino que mantienen su nivel de vida, mientras los pobres se aprietan el cinturón. Éste es el panorama típico de los países subdesarrollados: unos cuantos a quienes nada les falta para llevar una vida tranquila y segura, rodeados de empleados del servicio doméstico, y a su lado los marginados, mal vestidos y sin dónde vivir. Esto es en gran parte el resultado de la ineficiencia de los institutos oficiales, que impiden la acumulación de capital nacional.
240
Problemas de la intervención estatal
8.18 Las empresas estatales En el folcklore de los partidos latinoamericanos de izquierda las empresas estatales desempeñan un papel importante. Existe la teoría de la economía mixta, la cual puede trazar un camino equidistante entre los defectos del capitalismo y los del socialismo, y ésta se basa principalmente en el desarrollo y fortalecimiento de las empresas estatales. En los países latinoamericanos, como en la mayoría de los países con sistema de libre empresa, los servicios p(;blicos, casi en su totalidad, son prestados por empresas estatales: teléfonos, energía eléctrica, comunicaciones, acueducto, etc. Hoy gran parte de los bancos son también empresas estatales. En los años de crisis financiera, al final de la década del setenta y principios de la del ochenta, debido a malos manejos de los financistas privados, el Estado tuvo que encargarse de adquirir varios bancos y compañías financieras. Pero ese fracaso de la banca privada no se debió a mal manejo administrativo, fue simple fraude que los organismos del Estado pudieron haber impedido y no lo hicieron, por cohecho y por estar el Estado en todo menos en lo que verdaderamente le corresponde. La ineficiencia e ineficacia de la empresa estatal provienen de la injerencia política. Los administradores son, en la mayoría de las veces, incompetentes porque son nombrados por razones políticas, no por su capacidad. Además, la política en las democracias no permite la estabilidad en los cargos, puesto que su esencia es la alternación. Cada cambio político implica el cambio de los administradores y, ya sabemos, lo más perjudicial para la buena administración es la inestabilidad. Todas estas aventuras empresariales del Estado le han costado al pueblo latinoamericano ingentes cantidades de recursos, y han sido una de las causas de su bajo nivel de vida.
241
El sentido común en la economía
8.19 La intervención en la distribución y su costo social La distribución o mercado de la producción es un costo social necesario. Llevar a cabo la distribución de la producción es cosa que cuesta a la sociedad, ya que de los factores de producción disponibles, una parte habrá de dedicarse a esa distribución (ver figura 42). Distribución de los factores de producción
1 1 1
Factores de producción destinados a la producción
Factores de producción destinados para el Estado
Factores de producción destinados para la distribución
Equipo de producción
Figura 42
Mientras más factores se destinen a la distribución y al mercadeo, menos quedan disponibles para la producción, puesto que Jos factores son limitados. Por tanto, la intervención estatal en la distribución, sólo favorece al consumidor cuando se logra reducir el costo de la distribución; si éste no se reduce sino que, por el contrario, aumenta, el consumidor no se favorece: se perjudica. Si el mercadeo del Estado es más económico que la distribución de los particulares y si viene a reducir el costo social, el consumidor se favorece. Entonces hay menos factores de producción destinados a la distribución y, por tanto, quedan más disponibles para la producción. 242
Problemas de la intervención estatal
Pero si la intervención del Estado produce todo lo contrario, un aumento de los factores destinados a la distribución, con merma de los que quedan para la producción, el resultado es una disminución de ésta. Aun cuando el Estado financie la distribución por medio de impuestos, el resultado es el mismo. Las clases altas ponen el dinero, pero si ello resulta en menos producción, porque se gastan innecesariamente factores de producción, son las clases menos pudientes las que, como siempre, dejan de consumir. De modo que son ellos, los menos pudientes, los que pagan el mayor costo social de la distribución (ver 4.30), pues son los que hacen el esfuerzo económico.
8.20 El gremio intermediario y la intervención Lo que un gremio gana disminuye lo que queda para los otros (ver 1.9). Luego si los intermediarios ganan mucho, esas ganancias disminuyen el dividendo social de los otros gremios. Como hemos visto, la distribución es un costo social necesario; sin embargo, mientras menos gane este gremio mejor para la comunidad, puesto que queda más para los otros. Los transportadores también son un costo social necesario, y de la eficiencia del transporte depende igualmente el nivel de vida del consumidor, como en el caso de la distribución. A la sociedad lo que le interesa es que el intermediario gane lo suficiente, justo lo suficiente, para que se mantenga activo y ejerza su función de intermediario satisfactoriamente. Cuando el intermediario gana demasiado es porque hay poca competencia entre ellos, o porque condiciones especiales impiden la competencia. El Estado debe vigilar para evitar que se establezcan arreglos y combinaciones que eliminen la competencia, y permitan altas e injustificadas utilidades del gremio. Ésta es la mejor intervención que puede ejercer el Estado en la distribución y en los transportes. El Estado puede también aumentar el número de personas capacitadas en la distribución, y así incrementar la competencia, educando la 243
El sentido común en la economía
clase media en técnica administrativa y contable. Puede también abreviar el proceso trayendo inmigrantes. En este caso los inmigrantes no serían traídos por hacerles un favor, sino para favorecer la sociedad donde se instalan. Su actividad reduciría el costo social de la distribución y aumentaría la competencia entre el gremio intermediario, obligándolo a trabajar más eficientemente y con márgenes de utilidad más razonables. Lo que no parece una intervención razonable es que el Estado trate de remplazar al intermediario privado con burocracia, porque la burocracia nunca es tan eficiente como los particulares. La ineficiencia de la burocracia corre por cuenta de las clases populares, a través del mayor esfuerzo económico. Por eso mucho del esfuerzo y de los recursos que el Estado invierte en grandes entidades distribuidoras de productos alimenticios se pierde y, a la postre, el resultado es en todo sentido negativo y contraproducente.
8.21 El costo de la burocracia en la distribución Lo que gana el gremio intermediario reduce, naturalmente, lo que queda disponible para otros gremios, al redistribuir el empleo de los factores de producción (ver figura 43). Distribución de los factores de producción
1 1
Factores de producción para los otros
Factores de producción al servicio de gremios de asalariados
l!ll
111
Factores de producción para los Intermediarios
n Factores de producción U para los empresarios
Equipo de producción Figura 43 244
Problemas de la intervención estatal
Si el Estado logra disminuir lo que le corresponde al intermediario, es obvio que queda más disponible para los otros gremios. Pero si lo que hace el Estado es disminuir lo que les toca a los intermediarios y aumentar lo que va a la burocracia, nada ha hecho para favorecer a los otros. En la práctica, por desgracia, esto es lo que generalmente sucede con la intervención del Estado en la distribución. El Estado toma por su cuenta las funciones del intermediario. Lo que antes iba al intermediario, pasa a la burocracia. Eso, desde luego, no es lo grave. Lo perjudicial es que la burocracia gasta, en prestar el mismo servicio, más recursos de los que gastaban los particulares y, por tanto, es una carga social más pesada. Esto no lo ven ni la opinión pública ni muchos de los estadistas intervencionistas, que sólo alcanzan a apreciar el servicio que puede prestar la institución oficial, sin considerar su costo social.
8.22. Resumen de la intervención en la distribución El Estado puede reducir la carga social que implica la distribución de dos maneras: a. Reduciendo los costos de distribución, esto es, reduciendo los factores de producción destinados a esa actividad, por medio de una mayor eficiencia en el proceso de la distribución.
b. Reduciendo las utilidades de los intermediarios. En cuanto logre hacer una de estas dos cosas, su política de intervención será acertada. En teoría parece fácil obtener resultados favorables pero, infortunadamente, en la práctica, la intervención estatal directa, en la mayoría de los casos, sólo viene a aumentar la carga social y a reducir aún más el nivel de vida de las clases menos favorecidas en la escala económica. El Estado es pésimo administrador, peor que los particulares, que a veces son malos. De modo que su intervención, lejos de disminuir la 245
El sentido común en la economía
carga, la aumenta, rebajando la producción y disminuyendo el nivel de vida del pueblo, aun cuando tal intervención se haya llevado a cabo con dineros de las clases más ricas. El Estado no tiene manera de suplir la falta de personas, debidamente preparadas, para actuar como intermediarios, pues si los particulares no lo logran, tampoco lo puede hacer el Estado, y la falta de este elemento es justamente lo que encarece la distribución. En la práctica, el Estado elimina los intermediarios privados y los remplaza por empleados públicos de menor capacidad. Así, pues, lejos de mejorar la eficiencia del proceso de distribución, aumenta los factores destinados a ella y reduce la producción del equipo. Una buena política de intervención del Estado en la distribución debe tener estas características: a. Favorecer la creación de entidades eficientemente organizadas y serias, que presten un servicio económico y reduzcan, al mínimo posible, el costo social de la distribución. b. Formar ciudadanos que puedan servir de intermediarios o fomentar la inmigración de extranjeros con suficiente nivel cultural para desempeñar esas funciones. Si hay muchos intermediarios disponibles, sus pretensiones económicas serán menores. c. Impedir la formación de monopolios y combinaciones que mantengan los precios artificialmente altos. Dentro del sistema de empresa privada, a esto se reduce entonces la intervención que debe ejercer el Estado en el campo de la distribución.
8.23 Normas indispensables de intervención Si el Estado interviene torpemente en la distribución, puede causar graves daños al sistema económico, aun cuando logre hacerlo más eficientemente que los particulares. 246
Problemas de la intervención estatal
En una sociedad de empresa privada, el Estado nunca puede monopolizar toda la actividad distribuidora. Lo máximo que puede hacer es intervenir parcialmente, y esto es desde luego todo lo que generalmente pretende hacer. Una parte muy importante de la distribución queda, pues, en manos de los particulares. Pero si la intervención estatal es errónea, los intermediarios particulares no pueden organizarse ni consolidarse. La distribución no marcha en forma organizada y continua, sino a saltos. En estas condiciones el costo social de la distribución aumenta, con perjuicio para todo el país, en especial para las clases más pobres. Además, en esta situación de inseguridad, la utilidad de los intermediarios tiene que ser, a la larga, mayor. Las condiciones de inseguridad reducen la competencia, y los intermediarios que se mantienen en ejercicio ganan más que antes. Cuando en una sociedad de libre empresa se introducen elementos de inestabilidad e inseguridad, se aumenta el costo social y se perjudican la producción y la distribución. Así que si el Estado se empeña en intervenir, debe hacerlo en forma moderada, continua y estable. No debe ser la acción caprichosa de un funcionario que, temporal y ocasionalmente, llega a elevada posición. La intervención equivocada del Estado en la distribución es lo más perjudicial que se puede idear para el desarrollo normal del equipo de producción.
8.24 La prestación de servicios Lo que el consumidor necesita son servicios, alguien que se los preste eficientemente y a precios razonables. El consumidor no se beneficia si la intervención del Estado hace desaparecer los servicios particulares, sin que el Estado esté en capacidad de prestarlos en su lugar. Por ejemplo, si el Estado entra a comprar arroz en una región cualquiera, en competencia con los particulares intermediarios comprado-
247
El sentido común en la economía
res, y saca del mercado a todos éstos, debe estar en situación de comprar todo el arroz de la región, tan eficientemente y a buen precio, al menos, como los particulares. Si no lo logra hacer sino parcialmente, perjudica el equipo de producción, pues habrá muchos cultivadores que no tendrán a quién venderle su producto. En este caso el Estado está destruyendo el mercadeo, que es un factor indispensable (ver 4.13). Igualmente, si el Estado decide monopolizar la importación de insecticidas, no debe hacerlo antes de que esté en condiciones de prestar ese servicio, por lo menos tan satisfactoriamente como los particulares. Los agricultores necesitan productos baratos posibles de obtener. El Estado causa graves perjuicios cuando importa productos para la agricultura: los vende baratos, destruye la distribución privada y luego sólo los suministra al público ocasionalmente. Gran parte de los errores que el Estado comete con la intervención en la economía provienen de que los funcionarios encargados de hacerlo no tienen claro el carácter funcional del sistema económico. Éste es una entidad en funcionamiento, y sólo marcha eficientemente cuando todas sus partes están coordinadas. La intervención torpe o inconsulta del Estado sólo consigue impedir el buen funcionamiento del sistema natural del mercado.
8.25 Contabilización del costo social de la intervención Si la intervención estatal es inevitable, lo menos que se puede pedir es que el costo social se contabilice con toda claridad. En esta forma se sabe si la intervención está elevando el nivel de vida del pueblo o si, por el contrario, lo está deprimiendo. No se debe permitir que los institutos oficiales disfruten de ventajas ocultas, tales como rebajas arancelarias o en los transportes, etc. No porque este tratamiento discriminatorio sea injusto con la empresa privada, sino porque, si se permite, no se llega nunca a conocer el verdadero costo de la intervención. 248
Problemas de la intervención estatal
Si vamos a tener institutos oficiales interviniendo, se les debe someter a la competencia nivelada con los particulares. En esta forma es posible controlar su eficiencia, y la comparación sirve, a la vez, para obligar a la empresa privada a prestar un mejor servicio. Así se sabe, además, si los institutos oficiales están o no están gastando más factores de producción de lo necesario en la distribución y produciendo o no produciendo un mayor costo social. Se debe recordar que el mayor costo social, el empleo de más factores de producción, representado en más dinero gastado, corre por cuenta de la sociedad, no de los pudientes que pagan los impuestos (ver 8.21). Si en igualdad de condiciones el organismo oficial no puede competir con la empresa privada, esto quiere decir que es más ineficiente, que gasta más factores de producción o presta peor servicio que los otros. En ese caso su existencia no se justifica, y constituye una carga social. La política intervencionista parece muy razonable cuando el Estado, con dinero de las clases altas, interviene en la distribución y rebaja los precios. Pero todo depende del costo a que lo haga, medido éste en los factores de producción empleados. Si el Estado emplea en la distribución más factores de los que gastan los particulares, el costo social, en el mismo servicio, es mayor y grava las clases más bajas, aun cuando el organismo estatal ofrezca mejores precios. La carga social extra va por dentro y está oculta, representada en el menor rendimiento del equipo de producción.
8.26 Modelo para la intervención en la distribución Al correr la carga social corre por cuenta de las clases económicamente más débiles; se pueden establecer las siguientes normas generales para la intervención en la distribución, cuando ella sea necesaria: •
El costo de la intervención debe ser cuidadosamente contabilizado y comparado. Todos los datos deben ser públicos. 249
El senlido común en la economía
•
No se debe permitir el funcionamiento de institutos oficiales que resulten más costosos que la empresa privada.
•
No se debe permitir el monopolio de ningún instituto oficial. La comparación es indispensable. La competencia también lo es. Sin ésta no hay interés en prestar un servicio bueno y barato. Los monopolios abusan, sean ellos del Estado o de los particulares.
•
A los institutos oficiales no se les puede permitir que introduzcan el caos y la inseguridad en la distribución. Su misión debe ser de regularización y de control de las utilidades de la empresa privada. Por tanto, deben fijar normas de utilidad que representen la realidad del costo de distribución, y dejar suficiente margen para atraer al gremio intermediario privado a prestar sus servicios a la comunidad.
•
Se debe impedir que los institutos oficiales se conviertan en defensores de intereses creados, preocupados únicamente por desarrollar negocios que beneficien a los dirigentes burocráticos, sin ocuparse del servicio social para el cual fueron creados.
Es preciso observar que todo instituto oficial termina por representar intereses creados tan reales y egoístas como los de la empresa privada. Si se permite que esos intereses monopolicen un sector importante de la economía, se causa un perjuicio grave a la sociedad. Los monopolios oficiales abusan tanto como los privados, con el agravante de que son mucho más ineficaces y poderosos. Además, como son del Estado, no rinden cuentas ni sufren las consecuencias eventuales de su ineficacia. Al fin y al cabo, en los monopolios oficiales al consumidor se lo denomina despectivamente como elpúblico, mientras que en los monopolios privados el consumidor todavía es el cliente. Ésta es la diferencia entre unos y otros.
8.27 Resumen: la teoría de la intervención En resumen, debemos reconocer que: 250
Problemas Je la intervención estatal
1. El Estado moderno tiene amplias facultades legales para intervenir en todos los aspectos de la vida nacional. 2. El éxito de una sociedad industrial moderna depende del marco legal y reglamentario que establezca el Estado. Sin un marco racional y estable, el sistema de libre empresa no opera eficientemente. 3. En determinadas ocasiones el Estado puede, con una política imaginativa, poner en marcha una economía estancada. 4. Ciertas actividades le corresponden obviamente a la esfera del Estado, además de crear el marco legal y reglamentario: la higiene, la educación, las obras públicas, servicios comunales de todo género, experimentaciones fundamentales, etc. 5. Hay otras razones tales como la construcción de viviendas y la organización de esfuerzo de integración comunal que, si bien no son necesarias en los países industrializados, sí pueden ayudar al rápido progreso en los subdesarrollados. 6. Un Estado moderno dirigido por estadistas inteligentes tiene armas de intervención y fomento poderosísimas, sin necesidad de participar en el ajetreo de compra, producción y venta. Los impuestos, las aduanas, la fijación de precios mínimos para la agricultura y el control del crédito y la moneda, son armas decisivas. Todos estos recursos permiten al Estado moderno dirigir ampliamente la economía. 7. Los profesionales del fomento son un peligro real para la sociedad. Ellos sólo buscan entrelazar la política con los negocios para beneficiarse personalmente, a costa del consumidor. 8. Se requiere una opinión pública inteligente y alerta que establezca un filtro: que rechace los profesionales que hipócritamente predican el bien común, y acepte sólo medidas de intervención que beneficien al conglomerado social.
2!11
El sentido común en la economía
8.28 Los peligros de la intervención Los peligros del intervencionismo estatal consisten en que, a la vez que se toma una medida intervencionista, se impone otra para corregir los desajustes que crea la primera. Así, de medida en medida intervencionista, el sistema se desorganiza y tiende a paralizarse o a funcionar con ineficiencia. Una vez que el sistema de libre empresa no funciona, se crean las condiciones económicas y sociales para que aparezca necesario, como única salida, el totalitarismo político y económico marxista. Es decir, la ordenación centralizada de la producción y la total eliminación de la propiedad privada y de la democracia electiva. En Latinoamérica hemos visto las consecuencias eventuales del intervencionismo. A medida que éste se hacía más particular y se extendía, los gremios de la producción y la distribución se organizaban, para hacer que el Estado los oyera y les concediera favores. Esta lucha entre los gremios hace muy difícil el buen manejo económico del sistema, y poco a poco va minando las buenas costumbres políticas, esenciales para la supervivencia de la democracia electiva. Tomemos unos ejemplos. A los criadores de pollos les interesa que se permita la libre importación y distribución de sorgo, pero a los productores nacionales de sorgo no les conviene que éste se importe. Cada uno tiene buenos argumentos. El Estado entra entonces a tomar la decisión y es muy fácil que los funcionarios se equivoquen y que, a la postre, la perjudicada resulte ser la canasta familiar. Desde luego, esa distribución de ventajas económicas, con nombre propio, no conduce a buenas costumbres políticas ni administrativas. Los problemas que crea la intervención en un sistema de libre empresa y de empresa privada provienen, principalmente, de que queremos adoptar medidas dirigistas en la producción y la distribución, cuando el sistema no obedece a un plan centralizado de la producción. Queremos hacer cosas que se creyó eran posibles en un sistema marxista, y que tampoco en éste resultaron. En el sistema nuestro la producción es descentralizada y llevada a cabo voluntariamente por los particulares. 252
Problemas de la intervención estatal
8.29 Las décadas perdidas La última década del siglo XX, la de los años noventa, pasará a la historia como la década perdida para América Latina. Todos los analistas concuerdan en que, en promedio, los países latinoamericanos dejaron de crecer económicamente y que sus índices de progreso social no mejoraron. La verdad es que América Latina perdió elasticidad y entusiasmo de progreso en las dos últimas décadas del pasado siglo. Los países latinoamericanos ya no tienen el optimismo que tuvieron en el período de la posguerra, cuando el occidente principió la reconstrucción europea. En Europa, Norteamérica y Asia, todavía encontramos ese espíritu. En América Latina ya no. ¿Cuál es la diferencia entre esos países y nosotros? Que ellos creen en la bondad del sistema de empresa privada y los latinoamericanos no creemos en él, o al menos le tenemos desconfianza, porque consideramos que es un sistema injusto y algo inmoral. En Europa y Asia el marxismo hizo grandes progresos ideológicos, pero lo avasalló el progreso económico, y el derrumbe del Muro de Berlín le dio el puntillazo final. En América Latina la doctrina marxista se ha extendido y penetrado en casi todas las clases sociales. Hasta la burguesía está afectada. Pero además en América Latina el progreso económico ha sido muy lento, lo que ha creado condiciones sociales muy difíciles de sortear. Según la teoría del valor-trabajo de Marx, el valor de la producción equivale a la cantidad de trabajo incorporado en ella. Otros costos de producción que pueda haber son trabajo anterior congelado. Esta teoría permite establecer entonces que la diferencia entre el precio de costo de un producto y su precio de venta es un sobrante que pertenece al trabajador y que el empresario se apropia. Es, pues, un robo, un abuso. En esta apreciación de la doctrina de Marx la Iglesia Católica está dividida. Un sector, liderado por los jesuitas, se adhiere a la Teoría de
253
El sentido común en la economía
la Liberación. Ésta está de acuerdo con la teoría del valor-trabajo y del sobrante del que se apropian los empresarios. Es, por tanto, crítica del sistema de empresa privada. El otro sector de la Iglesia es de la jerarquía eclesiástica. Ésta no acepta la doctrina marxista y apoya el sistema democrático y de empresa privada, pero eso no obsta para que, históricamente, la Iglesia haya tenido sus dudas sobre el sistema y sobre las enormes diferencias de clases que de él provienen. Todo esto conlleva a que en América Latina, donde la mayoría de la población es católica o de ascendencia hispánica, el empresario privado trabaja bajo un palio de complejo de culpabilidad. Y que gran parte de la clase académica o cultural no vea con buenos ojos el sistema. Pero no siendo posible ya, especialmente después del derrumbe del Muro de Berlín, el establecimiento de un sistema estatal de la producción, la opinión pública latinoamericana se encuentra en un dilema espiritual. El resultado ha sido el estancamiento económico y social de la región en las últimas décadas. Sencillamente, la sociedad en América Latina no cree en el sistema de producción que está empleando.
8.30 La cuestión del mercado Desde que Adam Smith publicó su obra La riqueza de las naciones, al finalizar el siglo XVIII, hasta nuestros días, todos los países de cultura occidental, incluyendo los democráticos de Asia, han considerado que el mercado es el sistema más idóneo para distribuir la producción. Al fin y al cabo el mercado es una subasta pública en la que se presentan libremente compradores y vendedores y, después de examinar y discutir los productos y servicios, acuerdan un precio y efectúan las transacciones. Que esa subasta no es perfecta ha sido siempre reconocido, pero que ella es el mejor sistema para distribuir lo producido, no se ha puesto en duda. Los marxistas no aceptan esta teoría del mercado, puesto que tampoco aceptan la validez del sistema de empresa privada. El sistema económico que implantaron los sóviets en Rusia no aceptó la distribu254
Problemas de la intervención estatal
ción por el mercado, sino por unos años durante la década de los veinte del pasado siglo, cuando rigió en ese país la llamada Nueva Economía. En América Latina la influencia marxista ha ocasionado que la intervención del Estado en los mecanismos del mercado se considere la política más apropiada, del punto de vista tanto de la eficiencia de la producción como de la mayor igualdad social. En los países que hoy consideramos como desarrollados, la intervención del Estado en el mercado es cada día menor. En ellos no rige ya la teoría del valor-trabajo de Marx. Desde finales del siglo XIX rige la teoría del valor de la utilidad marginal. Esta teoría le da importancia máxima a la libertad absoluta del funcionamiento del mercado, porque considera que esta libertad es la que permite que el consumidor aproveche la información que le suministra el mercado para adquirir lo que desea, con máxima utilidad para él.
Muchos creen que el extraordinario auge de la economía norteamericana en estos últimos años se debe, en gran parte, al desarrollo del mercado por Internet. Este desarrollo le ha permitido al público aprovechar, no sólo en el consumo, sino en el aprovisionamiento de equipos y materiales para la producción, las ventajas de la utilidad marginal. Falta ver si las dificultades que está teniendo la economía latinoamericana no se deben en gran parte a la constante interferencia del Estado en el funcionamiento del mercado.
8.31 La acumulación de capital La acumulación de capital es la base del crecimiento económico, como éste es la base del progreso social y cultural de un país. Ninguna de las tareas que realiza la sociedad para colmar las necesidades de su población puede ser realizada sin herramientas y equipos. Si estas cosas no provienen de donaciones o préstamos externos, ellas tienen que ser producidas por la sociedad. 255
El sentido común en la economía
¿Cómo puede una sociedad acumular capital para realizar la producción? La única manera es ahorrando. Dejando de consumir parte de lo producido y, en sustitución, invirtiendo los recursos ahorrados en producir bienes de capital. En una sociedad de empresa privada este proceso de ahorro y luego de inversión lo tienen que realizar los particulares. Se presume que al Estado le corresponde prestar los servicios sociales, pero que todos los bienes y servicios que requiere el consumidor, especialmente la comida, vestuario y habitación, deben ser producidos por la empresa privada. Pero la empresa privada no efectúa la labor de producción espontáneamente. No se trata de un mecanismo que funciona solo, sin que un sector de la población se preocupe por organizar su funcionamiento y exigirle actividad productiva. Es el sector empresarial el que tiene que apecharse esta labor. Son los que aspiran a ser empresarios los que tienen que recoger recursos materiales, buscar facilidades de producción, contratar mano de obra y, desde luego, conseguir quién le preste dinero para financiar la operación hasta que sea rentable. Por ese servicio y por haberle suministrado a la población, a través del mercado, los productos y servicios que satisfacen su utilidad marginal, la sociedad le reconoce, si lo merece, un premio: la utilidad. Los empresarios acumulan parte de esas utilidades, y es esta acumulación la que resulta en crecimiento del equipo y herramientas, para hacer mayor el producido de la sociedad. Obviamente mientras mejor funcione el sistema económico, mayores son las utilidades de los empresarios y más elevada la capitalización. Es evidente, pues, que si la sociedad no cuenta con un mercado de valores eficiente, que permita, como lo está permitiendo ya en muchos países desarrollados, que la propiedad de los medios de produc256
Problemas de la intervención estatal
ción se riegue por toda la población, las diferencias entre una clase y otra serán mayores todos los días. El sistema de empresa privada latinoamericano se encuentra hoy en esa disyuntiva. Tiene que encontrar la manera de poder capitalizar para mejorar el nivel de vida de su población, pero a la vez tiene que desarrollar los mecanismos para distribuir mejor la propiedad de los bienes de producción.
257
CAPíTULO
9
DESARROLLO INDUSTRIAL
9.1 9.2 9.3 9.4 9.5 9.6 9.7 9.8 9.9 9.10 9.11 9.12 9.13 9.14 9.15 9.16 9.17 9.18 9.19 9.20 9.21 9.22 9.23 9.24 9.25
El proceso de industrialización Requisitos para la industrialización La urbanización en los países latinoamericanos La agricultura y las exportaciones El costo de la industrialización La entidad en funcionamiento El concepto de la unidad económica El dumping La teoría del menor costo Precios internos y precios externos La clave del problema arancelario El caso de los países subdesarrollados Justificación de los impuestos de importación Los altos precios internos La apertura Altas utilidades de los industriales Naturaleza del servicio del empresario El Estado productor La privatización La tasa de interés y la industrialización El rendimiento del capital El Estado y la capitalización El Estado y el rendimiento de capital La destrucción de capital Limitación de la industrialización
261 262 263 264
265 266
267 268 268 269
270 270 271 272 273
274 275
276 276 277 278
279 280 282 283
9.26 9.27 9.28 9.29 9.30 9.31 9.32 9.33 9.34 9.35 9.36 9.37 9.38 9.39 9.40 9.41 9.42 9.43
¿Es la autarquía posible? La sustitución de importaciones Industrias clave La pirámide del desarrollo Un ejemplo de la pirámide del desarrollo Industrialización alocada Industrialización planificada Peligros de los impuestos de aduana Derechos de aduana bajos Extensión geográfica y desarrollo económico La integración andina El comercio interzonal La política intervencionista y la integración Industrialización vs. agricultura Mercados complementarios La industria, base de la agricultura moderna '.a industria valoriza el trabajo nacional Liectos internacionales de la industrialización 9.44 El Going Concem 9.45 Por qué el mercado común
284 285 286 287 288 289 290 291 293 293 294 295 296 297 297 298 299 300 302 302
CAPíTULO
9
DESARROLLO INDUSTRIAL
9.1
El proceso de industrialización
Un país próspero consume muchas otras cosas fuera de la comida, tales como ropa, zapatos, radios, neveras, automóviles, etc. Un país pobre es aquel que apenas alcanza a producir lo que se come. Así pues, el país que tiene organizada su mano de obra en forma tal que un pequeño porcentaje de la población basta para producir toda la comida que se requiere, es más rico que otro que necesita un alto porcentaje de la población para producirla. Si tomamos el caso de Estados Unidos y un país latinoamericano, se puede ilustrar la distribución de la mano de obra empleada como se muestra en la figura 44. En Estados Unidos queda más gente disponible para producir otras cosas distintas a la comida. El ideal no está en producir toda la comida que el país necesita: el ideal es producirla utilizando en ella un porcentaje cada vez más reducido de la población. El resto de la mano de obra queda entonces disponible para ser empleado en la industria o en los servicios privados o del Estado, en expansión constante. En esta forma se garantiza el continuo desarrollo social, tanto en el campo de los abastecimientos como en el de los servicios. Esto es lo que en todas partes se ha venido a denominar la Revolución Industrial. 261
El sentido común en la economía
1111
35% en alimentos
95% en otros - - +
+--- 65% en otros
Estados Unidos
País latinoamericano
Figura 44
9.2
Requisitos para la industrialización
Un país no se industrializa porque el Estado decida que va a haber industrialización y proceda a montar unas cuantas empresas industriales estatales. Un país se industrializa si su población tiene los conocimientos técnicos y administrativos necesarios, y su espíritu y vigor hacen posible la industrialización. Solamente un país con espíritu empresarial y manufacturero logra industrializarse. La industrialización requiere un estado mental de la clase dirigente y un clima general de fe en la iniciativa privada y el mercado. Claro está que las condiciones favorables a ese estado mental deben ser establecidas por el Estado. Éste tiene que crear los incentivos necesarios, y debe ver que la clase dirigente no pueda vivir y prosperar en otras actividades menos productivas para la comunidad, como los negocios de especulación y las inversiones en bienes raíces (ver
7.18). Una vez establecidas las condiciones económicas corresponde a la clase dirigente, con la capacidad empresarial y que quiera ocuparse 2!12
Desarrollo industrial
de las tareas manufactureras, llevar adelante la formación del equipo de producción industrial. Para el efecto tiene que tomar los ahorros de la comunidad y con ellos juntar los recursos del país, recursos naturales y mano de obra. También es requisito para la industrialización que el país tenga la mano de obra adecuada, con capacidad técnica y administrativa. En técnicas de administración hemos entrenado gente, pero no así en las artes de fabricación. La preparación técnica en los países latinoamericanos es muy deficiente. Les hemos puesto atención a las universidades, y todo muchacho inteligente y ambicioso quiere ser universitario, pero los institutos técnicos son pocos y de escaso prestigio. Un país no puede desarrollar sus manufacturas si su población no cuenta con el arte del manejo de los materiales, especialmente de los metales. Nuestro pueblo tiene un origen hispánico y la colonización de América Latina se llevó a cabo cuando en España eran especialmente pobres las artes manuales y las manufacturas.
9.3
La urbanización en los países latinoamericanos
Un país altamente urbanizado es un país económicamente más desarrollado que otro de estructura rural. En los países latinoamericanos hemos tenido un proceso de urbanización acelerado en las últimas décadas. ¿Quiere decir esto que esa urbanización se ha debido toda al progreso económico del país? De ninguna manera. El proceso de urbanización en Latinoamérica ha sido, en gran parte, producto de condiciones especiales de la organización de nuestra sociedad, y únicamente en parte, resultado del desarrollo económico. En las últimas décadas, la política intervencionista y estatista ha incrementado considerablemente los recursos del Estado, haciendo al sector estatal más importante que el sector de la producción. Ahora, como el Estado gasta la mayor parte de su presupuesto, especialmente en las ciudades capitales, no nos debemos sorprender si esto ha 263
El sentido común en la economía
constituido un aliciente para que la población abandone el campo y se traslade a donde hay más posibilidades de ganarse la vida. Las características de la tenencia de la tierra también contribuyen a movilizar la población del campo a las ciudades en busca de trabajo (ver 7.32). La tierra constituye el activo de acumulación de riqueza más popular entre los inversionistas latinoamericanos, pero la mayoría invierten en ella como alcancía, no como activo de producción. Por esto, gran parte de la población no encuentra tierra disponible ni trabajo en el campo, y por eso también emigra a las ciudades.
9.4
La agricultura y las exportaciones
Pero en el caso de los países latinoamericanos, ¿por qué no se podría pensar en desarrollar la economía del país para que produjera cada vez mayor cantidad de artículos agrícolas, y de ese modo, con el producido de su exportación, poder importar la ropa, los zapatos, etc., que el país necesita? Esto no es posible porque la exportación de productos agrícolas es labor ingrata y no siempre encuentran mercado en el exterior (ver 5.3). Los productos agrícolas no tienen una demanda elástica, los mercados se saturan fácilmente, y los precios se mantienen en permanente estado de depresión. Además, las labores agrícolas son muy mal remuneradas en el comercio mundial. Los trabajadores de la industria reciben buenos jornales, mientras que los de la agricultura son de hambre. En la producción de automóviles se pagan, en efecto, mejores salarios que en la producción de arroz o en cualquier labor agrícola. Esto tiene su explicación: no todo el mundo tiene capacidad para fabricar un automóvil, mientras que muchos son capaces de cultivar arroz. Además, para importar se necesitan dólares, y no es fácil encontrar países dispuestos a comprar productos agrícolas, de los que está repleto el mercado mundial, y a pagarlos en dólares. En otras palabras, los productos agrícolas tienen un mercado internacional muy ingrato. 264
Desarrollo industrial
Así pues, si el país quiere tener ropa, zapatos, neveras, etc., en abundancia, tiene que aprender a producirlos. Ésta es la experiencia de todos los países subdesarrollados del mundo.
9.5
El costo de la industrialización
Industrializar un país subdesarrollado cuesta dinero, puesto que la industria requiere experiencia y entrenamiento, lo cual es costoso conseguirlo. Por esto las industrias nuevas necesitan protección arancelaria especial. Los dirigentes industriales tienen que adquirir experiencia, y ésta sólo se consigue con el tiempo. También la mano de obra debe ser adiestrada. Mientras que todo esto se logra, la producción es necesariamente cara e ineficiente. De todas maneras, cuesta más producir un artículo en un país subdesarrollado que en otro industrializado. En el primero no hay facilidades y todo tiene que ser importado. En el segundo hay toda clase de facilidades, y las empresas pueden funcionar con mayor eficiencia. La concentración industrial es ya una ventaja incalculable. Ello explica por qué las industrias tienden a concentrarse en determinadas regiones. Una vez establecida una industria, se crean condiciones favorables al establecimiento de otras. Las unas suministran a las otras materias primas y servicios indispensables, sin los cuales la producción es diffcil y cara. Pero, de todos los factores, el que facilita más la concentración, el más importante, es el adiestramiento técnico e industrial de la mano de obra y de sus dirigentes. La industria es la inteligencia humana empleada en reunir los tres factores de producción (recursos materiales, mano de obra y capital) para llevar a cabo la producción. Es, pues, el genio humano el que realiza la producción: sin éste ella no existe, ni puede existir. El hombre no nace formado. Para que pueda producir telas, zapatos, etc., tiene que aprender a usar sus manos y su inteligencia en los distintos procesos industriales. 265
El sentido común en la economía
9.6
La entidad en funcionamiento
En la geopolítica se emplea un vocablo difícil de traducir al español,
going concern. Un going concern es una entidad en funcionamiento u operativa, y en geopolítica el término se aplica a la estructura política y económica de un país como entidad operativa.
El going concern de un país lo constituye la suma de los going concern o entidades en funcionamiento, esto es, las empresas o unidades de producción con que cuenta el país. Una unidad de producción no se improvisa, sobre todo cuando debe producir o prestar algún servicio complejo y de algún tamaño. Cualquier empresa es una entidad en funcionamiento, una entidad valiosa para el país, como lo son muchas otras. La creación de una entidad en funcionamiento como ésta toma trabajo y es difícil de lograr; por tanto, un país no puede permitir que, debido a cambios de la situación del comercio mundial, la competencia internacional ponga fuera del juego a sus entidades en funcionamiento. Es decir, a las empresas que están produciendo y dando trabajo. En la historia moderna de la posguerra, el Japón es el país que mejor ha sabido desarrollar su entidad en funcionamiento. A la vez ha podido, mediante inteligentes sistemas de dirección estatal, desarrollar su producción, a tiempo que la protege de la competencia exterior. Así ha logrado producir, por varios años consecutivos, un sobrante en la balanza de pagos, que lo ha llevado a ser el acreedor más importante del mundo. El caso de otros cuatro países asiáticos, Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur y Singapur, son un ejemplo de dirigismo estatal bien comprendido. El éxito de todos estos países lo encontramos en la inteligencia con la que han sabido desarrollar su entidad en funcionamiento, su equipo de producción. Sin estorbar la iniciativa privada, han sabido protegerla y ayudar a su desarrollo, consiguiendo así extraordinario crecimiento económico y alto nivel de vida para su población.
266
Desarrollo industrial
9.7
El concepto de la unidad económica
Lo que obliga, aun a los países más industrializados, a mantener barreras arancelarias es, principalmente, el concepto de la unidad económica, de la entidad en funcionamiento. La práctica económica moderna considera que todo país debe mantener su equipo de producción en plena ocupación. Y a ningún país, considerado como unidad económica, le conviene permitir que su equipo de producción esté sujeto al vaivén del comercio mundial. Supongamos, por ejemplo, que Estados Unidos sufre un aumento de medio circulante, una expansión monetaria, y que, por tanto, los precios internos suben. Alemania, que no ha sufrido igual expansión, queda entonces en posibilidad de exportar automóviles a Estados Unidos. La teoría librecambista del siglo pasado sostenía que esas importaciones de Alemania a Estados Unidos producían la siguiente serie de fenómenos económicos, que a la larga restablecían el equilibrio perdido: •
Para pagar las importaciones, Estados Unidos exportaría oro y, al hacerlo, perdería reservas. Esta pérdida ocasionaría una contracción monetaria (ver 2.22). A ella seguiría una baja de precios, acompañada, claro está, de un desempleo momentáneo.
•
En Alemania la exportación produciría el fenómeno contrario: aumento de reservas, expansión monetaria y alza de precios.
•
Estas dos tendencias contrarias producirían, llegado el caso, el equilibrio entre los precios en Estados Unidos y Alemania, y las cosas quedarían como antes.
Hoy el ajuste entre las economías no se hace a través de la exportación de oro, como se hacía antes, cuando el oro era la base monetaria. Ahora ese ajuste se hace a través de la tasa de cambio. El país que tiene un déficit en su balanza de pagos se ve obligado a devaluar su moneda. Así encarece la importación y favorece la exportación, logrando otra vez el equilibrio.
267
El sentido común en la economía
9.8
El dumping
Se entiende por dumping vender un producto en el exterior a precio inferior al que se le cobra al mercado doméstico. A muchas empresas les conviene vender a un precio que sólo cubra sus gastos directos de materia prima y mano de obra. Esto se debe a que poseen gastos fijos altos que deben absorber de todas maneras; así, mientras puedan mantener precios rentables en el mercado doméstico, les conviene rebajar sus precios para la exportación. El dump1i1gnaturalmente crea toda clase de conflictos en el comercio exterior, y son muchos los países que imponen derechos de aduana compensatorios para impedir la desorganización de su mercado interno.
9.9
La teoría del menor costo
En el siglo pasado Jos librecambistas defendían la libertad absoluta del comercio internacional, alegando que era más conveniente para todos los países que cada uno se especializara en producir aquello que le resultara más económico. ¿Para qué producir tejidos en un país latinoamericano si se pueden importar más baratos de Hong Kong? Según la vieja teoría librecambista, Latinoamérica debería producir café o petróleo e importar textiles de Hong Kong, pagándolos con las exportaciones de éstos. En el mundo moderno, el libre comercio no existe. Hay sí una tendencia definida a reducir los aranceles y a formar grandes bloques comerciales que se conceden mutuas ventajas. La dificultad para lograr el libre comercio entre todos Jos países reside en que cada cual lleva políticas macroeconómicas distintas, lo que conlleva a movimientos de las paridades de las monedas.
268
Desarrollo industrial
Después de la Segunda Guerra Mundial, los principales países del mundo llegaron al convenio de Bretton Woods. En éste acordaron mantener una paridad monetaria con respecto al oro, fijándose el precio de este metal en dólares americanos. En la década del setenta, Estados Unidos tuvo que devaluar su moneda y, de allí en adelante, la mayoría de los países industrializados han venido fluctuando el valor de sus monedas unas con otras. Al fluctuar el valor de las monedas se alteran las corrientes del comercio entre los países. Los que quedan con moneda subvaluada tienden a incrementar sus exportaciones a los países que quedaron con moneda dura. Esta fluctuación del valor de las monedas modifica la dirección det comercio y hace muy difícil el libre comercio de las mercancías. Cada país tiende a proteger su entidad en funcionamiento, valiéndose de derechos de aduana y de otras medidas administrativas.
9.1 O Precios internos y precios externos Tanto los precios internos como los externos, son altos o bajos, dependiendo de la tasa de cambio. Una tasa de cambio sobrevaluada encarece los precios internos cotizados en dólares. Por el contrario, una tasa de cambio devaluada produce precios bajos para la producción nacional. Si en el país hay un proceso de expansión monetaria y de inflación, los precios de lo que se produce en el país tienden a subir. Si el Estado, por alguna razón, decide mantener artificialmente baja la tasa de cambio, impidiendo que se eleve a la par con los precios internos, ocasiona que los artículos producidos en el país suban de precio en moneda nacional, pero que los de procedencia extranjera permanezcan más bajos, en términos de esa moneda nacional. Por tanto, si en un período de inflación, cuando todos los precios en el país están subiendo, el Estado mantiene artificialmente baja la tasa de cambio, la producción extranjera puede competir favorablemente con la producción doméstica. En consecuencia se fomentan las importaciones y se desincentivan las exportaciones.
269
El sentido común en la economía
9.11 La clave del problema arancelario El problema arancelario de un país subdesarrollado radica en que el país tiene que poner a trabajar a toda su población, y para hacerlo necesita formar su equipo de producción. Un país subdesarrollado sólo logra esto por medio de una política arancelaria y cambiaria inteligente. El arancel favorece al productor nacional, lo subvenciona, y le da por tanto oportunidad de establecerse. Por otra parte encarece los artículos importados y disminuye su demanda. En esta forma quedan dólares disponibles para la compra de los bienes de capital, necesarios para formar el equipo de producción. La política cambiaria debe orientarse a mantener una tasa de cambio en equilibrio. Es esta tasa la que pone en equilibrio el nivel de precios interno con el externo y hace posibles las exportaciones. La política arancelaria de todo país subdesarrollado tiene, pues, que estar dirigida a crear su equipo de producción, de magnitud tal que alcance a ocupar toda la población. Ésta es la medida, el indicador que debe guiar la política arancelaria y cambiaria. Obviamente, decidir cuáles artículos deben tener protección y cuáles no, y en qué grado cada uno, es muy difícil. ¿Se debe proteger a la industria de hilados y tejidos, o es mejor proteger las confecciones? Si se protegen los hilados y tejidos se perjudican las confecciones, que podrían importar materiales mejores y a más bajo precio. La política arancelaria no es fácil, indudablemente.
9.12 El caso de los países subdesarrollados Los países subdesarrollados, que no tienen desarrollo suficiente para dar trabajo a toda la población, necesariamente tienen que desarrollar su propio equipo de producción, para producir mucho de lo que su población requiere y que no puede importar por falta de divisas. Latinoamérica requiere, por tanto, seguir una política de tasa de cambio en equilibrio (ver 5.12) que permita incrementar sus exportaciones hasta ocupar todos los recursos de producción disponibles. 270
Desarrollo industrial
Requiere, además, seguir una política arancelaria razonable de protección a su producción interna, que le dé oportunidad de desarrollar nuevas técnicas de producción y que, cuando sea el caso, la proteja del dumping internacional. Con estas dos políticas el país puede ir mejorando e incrementando su equipo de producción, para suplir al país de lo que no puede importar, y a la vez darle trabajo a su población.
9.13 Justificación de los impuestos de importación Los gravámenes a las importaciones elevan los precios de los artículos protegidos, lo cual permite a los productores nacionales vender a mejores precios. Precios más altos permiten producir con utilidad muchos artículos que de otra manera no se podrían produc:r. Las mayores utilidades permiten, además, mayor capitalización e inversión de los productores nacionales. Los impuestos de importación se justifican porque ofrecen al empresario nacional una utilidad adicional que lo induce a trabajar y a invertir más; en esta forma se aumenta el equipo de producción. Así se crean factores de producción adicionales: dirigentes con más experiencia, mano de obra calificada, bienes de capital, etc. Con mayor cantidad de factores de producción disponibles se consigue el aumento de la producción nacional. Esto presupone, naturalmente, que se acepta el principio de que el desarrollo del equipo de producción nacional constituye una riqueza pública, aun cuando esté en manos de los particulares (ver 3.14). Si no se acepta este principio, hay que admitir que toda la política arancelaria de todos los países que la practican es equivocada. Nada podría justificar. en efecto, el que se gravara al consumidor para aumentar la riqueza de los empresarios. Esto sólo es justificable si se acepta que el crecimiento del equipo de producción redunda en un aumento de los bienes de consumo, disponibles para elevar el nivel de vida del oueblo.
271
El sentido común en la economra
9.14 Los altos precios internos Los precios internos de la mayoría de las industrias protegidas son siempre más altos que los precios internacionales. Precisamente en eso consiste la protección: en que las industrias puedan vender más caro y gracias a eso consiguen desarrollarse. En el caso de los países subdesarrollados, los altos precios internos de toda la producción se explican también por tratarse de países menos eficientes, de menor capacidad industrial. Cuanto mayor es la eficiencia del equipo de producción de un país, tanto más elevado es el nivel de vida de éste. Ahora bien, alto nivel de vida significa precios bajos, o mejor, son los precios bajos Jos que hacen posible un alto nivel de vida. Así pues, Europa y Norteamérica pueden producir más barato y gozan de un nivel de vida más alto, gracias a que tienen un equipo de producción más eficiente que el de los países subdesarrollados. El costo de producción de toda la industria nacional depende tanto de su propia eficiencia como de la de todas las otras actividades, que contribuyan a formar el equipo de producción nacional. Ninguna unidad de producción funciona aisladamente: todas dependen de Jos suministros y de los servicios de otras. Ahora bien, en la eficiencia de las unidades de producción intervienen también factores tales como la habilidad y la técnica de la mano de obra, la efectividad de los servicios públicos, los transportes, etc. Los países industrializados pueden producir más barato que los subdesarrollados, gracias a que disponen de mano de obra experta, de servicios públicos y de industrias complementarias que gozan de las mismas ventajas. Para que la industria de los países subdesarrollados llegara a ser tan eficiente como la de las otras naciones aludidas, tendría que gozar de esas mismas ventajas. Al tenerlas, el pafs, ya no sería subdesarrollado: su nivel de vida sería alto y esto se notaría en los precios, que
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Desarrollo industrial
serían bajos. Pedirle precios bajos a la industria de los países subdesarrollados es contrario a la realidad. Sin embargo, hay que anotar que en los países subdesarrollados los servicios, y los artículos en cuya producción entra un alto componente de mano de obra, son relativamente menos costosos. Esto se debe al bajo nivel de vida y de salarios que tienen los países subdesarrollados.
9.15 La apertura En la década de los años noventa varios países latinoamericanos iniciaron una nueva política de comercio exterior denominada apertura. Ésta, esencialmente, consiste en reducir paulatinamente los aranceles, dejando que la demanda por artículos de importación eleve la tasa de cambio a su nivel de equilibrio. El nivel de equilibrio es aquel en el cual las exportaciones y otros ingresos dan para pagar las importaciones. Se llega así a una balanza de pagos equilibrada. Esta política es totalmente distinta a la que traían los países latinoamericanos desde 1945, después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Entonces se tenían altos aranceles y control administrativo de las importaciones, lo cual permitía mantener una tasa de cambio por debajo de su nivel de equilibrio natural. En consecuencia, el nivel de precios de la economía quedaba por encima del nivel de precios externo, y sólo se podían exportar aquellos artículos que, como el café, gozaban de una ventaja comparativa excepcional. La nueva polftica de apertura indiscutiblemente fomentará las exportaciones y permitirá al país un nivel de actividad económica muy superior al que ha tenido en estos años. ¿Se perjudicará la producción nacional con los nuevos bajos aranceles? No, si se permite que, a la vez que se reducen los aranceles, se eleve la tasa de cambio. No se perjudicará el consumidor con el alza de la tasa, porque a la vez que ésta se eleva, los aranceles se reducen.
273
El sentido común en la economía
Muchos de los países subdesarrollados que han hecho la apertura han sufrido grandes perjuicios, con disminución considerable de su producción. Esto se debe principalmente a que, a la vez que disminuían los aranceles, se mantenía la tasa de cambio. La teoría de la apertura era que, a medida que se rebajaban los aranceles aumentaba la demanda por artículos importados. Como consecuencia crecía la demanda por divisas y con ella subía la tasa de cambio. Una tasa de cambio más alta daba protección a la producción nacional. Una cosa por otra, menores tarifas pero tasa de cambio más alta.
9.16 Altas utilidades de los industriales Las altas utilidades industriales son el resultado de la escasa competencia entre los empresarios. Poca competencia significa, como siempre, altas utilidades. Los derechos de aduana son generales para todo el país; ningún industrial goza de monopolio legal, ni tiene por qué tenerlo en la práctica. Si las utilidades industriales son muy altas, otros empresarios deberían entrar a competir. Si no lo hacen, alguna explicación debe haber. La explicación es, generalmente, que si no hay más competencia es porque faltan empresarios y capitales. Si existieran estos dos factores en abundancia, y si las utilidades fueran altas, la competencia no tardaría en entrar al negocio y hacer rebajar el margen de utilidad. Ahora bien, para aumentar el número de empresarios sólo hay tres sistemas: a) Traer gente de fuera, es decir, fomentar la inmigración (esta es la forma más rápida y eficaz). b) Aumentar el número de escuelas técnicas para formar empresarios. e) Obligar a la clase dirigente, por medio de incentivos económicos, a trabajar más. Para aumentar el capital sólo hay un sistema: ahorrar. El crédito no puede suplir la falta de ahorros; por desgracia, eso no se toma en
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Desarrollo industrial
cuenta, y muchos son los que creen que el crédito es la única solución (ver 4.26). El ahorro es, claro está, muy impopular, puesto que exige un esfuerzo. Son muy pocos aquellos a quienes les gusta guardar dinero; los más prefieren comprar bienes de consumo y darse el gusto inmediato.
9.17 Naturaleza del servicio del empresario El empresario industrial es un servidor social, lo mismo que el representante de cualquier otro gremio, como el agricultor, el comerciante o el profesional. La sociedad le reconoce al industrial una participación en la forma de utilidades, por el trabajo realizado. Por conducto del mercado le fija el precio a su producción; el industrial produce entonces por su cuenta y riesgo y vende al precio que le ha fijado el mercado, reservándose la diferencia, su utilidad. La sociedad, estrictamente hablando, no tiene por qué reconocer al empresario un margen de utilidad superior a lo justo, necesario para llamar la producción, es decir, superior al incentivo que lo induzca a producir. Al fin y al cabo, cuanto más bajas sean las utilidades, tanto menores serán los precios y, por consiguiente, mejor librado saldrá el consumidor. O, Jo que es lo mismo, cuanto más baja sea la participación de los industriales, mayor será la de los otros sectores de la población (ver 1.9). Puesto que los empresarios industriales, grandes o pequeños, están en mejor situación económica que los asalariados, el Estado no tiene por qué proteger a los primeros. Su protección a éstos se debe limitar a la necesaria para que sigan produciendo. Porque si no trabajan no hay producción, y sin ésta no hay cosas para comprar, ni dinero con qué hacerlo: ni renta ni producción. Como a cualquier otro gremio, no hay que darles más protección de la estrictamente necesaria para hacerlos producir.
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El sentido común en la economía
9.18 El estado productor Algunos estiman que el Estado debe tomar parte activa en la producción industrial, entrando a producir artículos de consumo en competencia con el sector privado, para así obtener un desarrollo económico más acelerado. Pero en un sistema de propiedad privada y de democracia electiva, las empresas estatales encuentran serios problemas. Muy rara vez una empresa estatal logra llevar a cabo eficientemente la producción, debido a la interferencia política y a la interinidad de la administración. Es cierto que en los países subdesarrollados se nota falta de empresarismo, especialmente en el sector industrial y es esta falta lo que en muchos casos explica la escasez de servicios y de suministros. Esa falta no la debe suplir el Estado montando empresas estatales, puesto que éstas, mal administradas, constituyen una carga para la sociedad; el capital invertido en ellas podría haber sido mejor empleado por el sector privado. No podemos olvidar que el capital de la sociedad es limitado, y que toda obra que emprende el Estado, sea obra pública o empresa (ver 8.22), consume capital. El Estado debe buscar la manera de suplir la falta de empresarios incentivando a los posibles privados, pues la falta de empresarismo es una de las causas principales del subdesarrollo.
9.19 La privatización Actualmente hay una fuerte discusión entre los partidarios de la economía de mercado, pero mixta, en la cual funciona un sector importante de empresas estatales, y los que consideran que el Estado sólo debe participar en las empresas que, por motivos especiales, deban ser estatales. Esta discusión se desarrolla generalmente en términos ideológicos, cuando es una cuestión meramente de conveniencia económica y social. Una empresa privada es una entidad que ha contratado con la sociedad la producción de un artículo o la prestación de un servicio. La empresa se compromete a adquirir recursos económicos, contratar 276
Desarrollo industrial
personal y organizar la producción, para vender lo producido a precios del mercado. Si lo hace eficientemente obtiene utilidades, si lo hace mal pierde dinero. Cuando la empresa pertenece al Estado es éste el que tiene que llevar a cabo esas tareas. Si es ineficiente se pierde dinero, que el ciudadano contribuyente tiene que pagar. Generalmente la empresa estatal pierde dinero porque está gerenciada por funcionarios a los cuales no les duelen las pérdidas. En todo esto no debe haber discusión ideológica sino práctica y consideraciones de eficiencia. Cualquier persona experimentada en los problemas de la vida sabe que ~iempre es más económico realizar una tarea por contrato que emprenderla uno mismo. Las empresas más modernas, con frecuencia acostumbran contratar todo lo posible por fuera de su administración, porque saben que el trabajo que se hace por contrato es más barato que el efectuado por administración.
9.20 La tasa de interés y la industrialización La tasa de interés es el premio que la sociedad reconoce al que dejó de consumir e invirtió en bienes de capital. En la parábola del banano (ver 3.12), la tasa es lo que se le reconoce al productor que dejó de comer bananos para fabricar ganchos. Cuando una sociedad no tiene ahorros es inútil tratar de fomentar la industrialización concediendo crédito a tasas preferenciales. Así sólo se consigue trasladar los escasos recursos disponibles de otras actividades a la industrialización, cosa que no necesariamente tiene que ser buena política. El interés es más bajo en una sociedad que ahorra que en una que no lo hace. Cuando no hay ahorro no hay capital y, naturalmente, lo poco que hay gana entonces más, entre otras cosas porque así se induce a que otros ahorren.
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El sentido común en la economía
La estabilización de la tasa de interés oficial a un nivel artificialmente bajo es un error que perjudica el desarrollo económico. Si la tasa de interés tiende a elevarse es señal de que faltan ahorros, que los empresarios están dispuestos a pagarlos más caros para suplir la demanda del consumidor. Su estabilización impide el crecimiento de los ahorros, al negar al público el premio (la tasa) que lo induce a ahorrar. Las tasas artificialmente bajas desaniman el ahorro y, por tanto, crean escasez de capital, lo cual dificulta la industrialización. Si la tasa de interés que fija el Estado artificialmente es más baja que la del mercado, los que reciben el crédito a esas tasas bajas están recibiendo una donación. La tasa de interés del mercado indica que hay algunas personas quienes consideran que, pagando esas tasas, pueden conseguir dinero con el cual compran cosas, obteniendo un beneficio gratuito. En épocas de inflación, el público trata de conseguir todo el crédito posible, puesto que, con el dinero prestado, puede comprar cosas para después de algún tiempo obtener una utilidad gratuita, sólo por la desvalorización de la moneda. Por tanto, en épocas de inflación las altas tasas de interés corresponden a la devaluación de la moneda y es natural que así sea. Si no lo es, se crea la escasez de capital y se hace más difícil la industrialización.
9.21 El rendimiento del capital El rendimiento del capital es un concepto muy distinto al de la tasa de interés. El interés es un concepto individual; es lo que le produce el capital a su dueño. El rendimiento es un concepto social, es lo que contribuye a incentivar el ahorro y el suministro de capital al equipo de producción. Cuando en forma eficiente se aplica capital a la producción, el rendimiento es mayor. Por ejemplo, en la parábola del banano (ver 3.12), el capital queda bien invertido, da un alto rendimiento, si los ganchos fabricados permiten coger muchos más bananos.
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Desarrollo industrial
En esa parábola puede suceder, por ejemplo, que un gancho de tal tipo permita que un hombre coja 50 bananos por día, mientras que con un gancho de otro estilo alcanzaría hasta los 1OO. El rendimiento del segundo es mayor. En ese caso el capital ha sido mejor invertido. Como el capital es tan escaso en los países subdesarrollados, éstos deben tener sumo cuidado al invertirlo. Si lo hacen en forma eficiente, la producción aumenta; si no lo saben hacer y se comprometen en proyectos descabellados, sólo logran una pérdida o un bajo aumento de la productividad con la misma inversión de capital. Así pues, un país pobre no puede hacer inversiones a tontas y a locas. Su capital es el factor de producción más valioso y escaso. Tiene que invertirlo cuidadosamente para obtener el mayor rendimiento posible. Capitalizar es difícil: requiere que la sociedad haga un esfuerzo económico, que ahorre, que deje de consumir. Una vez hecho este esfuerzo, es un crimen desperdiciarlo.
9.22 El estado y la capitalización Los fondos que el Estado gasta en cualquier forma representan dinero que no gastaron los particulares, que fue retirado de la demanda de los particulares por bienes de capital o por bienes de consumo. En la figura 45 se aprecia cómo la renta nacional se divide en tres partes: la que va al consumo, la que se destina para capitalización y la que toma el Estado. En igual forma, el equipo de producción distribuye los factores de producción para atender la demanda, según la distribución de la renta (ver figura 46). Así pues, lo que toma el Estado disminuye la capitalización privada o el consumo del público (ver 6.5). Posiblemente disminuye más la capitalización que el consumo. Cuanto más altos sean los gastos oficiales, menor será esa capitalización. 279
El sentido común en la economía
Renta nacional
Figura 45
No es aventurado afirmar que lo que el Estado toma para sí se resta de la capitalización que pudieran hacer los particulares (ver 6.5). Por tanto, si el Estado desperdicia dinero es lo mismo que si estuviera destruyendo capital. La opinión pública, y muchos distinguidos estadistas, estiman erróneamente que si el Estado monta las empresas industriales, la sociedad está haciendo una economía. La sociedad recibe lo mismo que cualquier empresa, sea ella de propiedad privada o estatal, siempre que sea igualmente eficiente. Sólo que, como se ha corroborado históricamente, las empresas estatales siempre son deficientes. La diferencia estriba en que si la empresa de propiedad privada fracasa, la pérdida la sufren los empresarios que la promovieron. Si la empresa es estatal, los promotores son burócratas y la pérdida va por cuenta de la sociedad. Por eso la burocracia comete más errores que la empresa privada: los recursos que arriesga no son de su propiedad. La empresa estatal, se ha dicho, no tiene dolientes.
9.23 El estado y el rendimiento de capital Cuando el Estado interviene como productor, el rendimiento del capital invertido debe ser igual al rendimiento que de él sacan los particulares. 280
Desarrollo industrial
~
Factores de producción destinados a la producción de bienes de consumo
1 1
Factores de producción destinados a la producción de bienes del Estado
Factores de producción destinados a la producción de bienes de capital
Equipo de producción Rgura 46
Si esto no es así, la sociedad no se favorece con la intervención: se perjudica. La sociedad es tanto más rica cuanto mayor sea el rendimiento que obtiene de su capital invertido. Puesto que los factores de producción son limitados, los existentes deben ser usados con economía y efectividad, con miras a la mayor productividad. Si el Estado quita a los particulares, por medio de los impuestos, el uso de los factores de producción y los invierte en él, produciendo menos de lo que habrían producido los particulares, el Estado destruye riqueza. En Latinoamérica hay una regla fácil para medir la eficiencia del capital. Se estima que, en condiciones normales, no es económico un proyecto de inversión que no mueva su capital por lo menos una vez al año. Esto quiere decir que si la inversión es cien millones de pesos, el valor de los artículos producidos en el año debe ser también de cien millones de pesos. Ésta es la medida aproximada del rendimiento de capital. Ahora bien, si una empresa produce cien millones de pesos, y de éstos $50.000.000 representan materia prima y los otros $50.000.000 281
El sentido común en la economía
utilidades, jornales y arriendos, esto quiere decir que la empresa añadió $50.000.000 a la renta nacional (ver 2.4). Por tanto, una empresa extractiva puede rendir menos sobre el capital invertido que otra de trasformación y aumentar, sin embargo, la renta nacional en igual cuantía, puesto que estas industrias no adquieren materia prima de otras. Por ejemplo: una industria textil que produce cien millones de pesos al año, con una inversión también de cien millones, y que compra $50.000.000 en materia prima, aumenta la renta nacional en $50.000.000. Igual rendimiento tiene (igual aumento de la renta nacional produce) una empresa extractiva con una inversión de cien millones de pesos que no compra materia prima y produce artículos por valor de $50.000.000. Esta regla es, naturalmente, sólo aproximada y apenas expresa una tendencia general, en la cual hay infinidad de excepciones y variantes.
9.24 La destrucción de capital Todo proyecto de inversión mal concebido, que no rinda producción razonable, implica destrucción de capital social, sea proyecto público o privado. El capital con que cuenta el país es uno, sea de propiedad pública o privada; luego su destrucción afecta el bienestar de toda la comunidad. En un régimen de libre empresa, los particulares son libres de invertir en lo que estimen conveniente. Se presume que, siendo el capital de su propiedad, estudian cuidadosamente la inversión antes de hacerla. Si se equivocan se perjudican ellos y perjudican a la sociedad puesto que, como se ha anotado, el fondo de capital es uno, sea público o privado. Pero en un régimen de libre empresa algunas empresas pueden ser de propiedad del Estado. Cuando una de éstas se equivoca y hace
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Desarrollo industrial
una mala inversión, la sociedad pierde, pero los que hicieron la inversión nada perdieron. Al contrario, muy posiblemente ganaron, puesto que muchas veces los que otorgan los contratos algo reciben. En eso principalmente se diferencian los proyectos de inversión estatal de las inversiones privadas. No podemos dudar de que en Latinoamérica, en los últimos años, el Estado ha hecho malas inversiones. Algunas de ellas se pueden justificar por razones distintas a las económicas (por ejemplo, que dan trabajo en alguna región deprimida; o que producen un artículo que es indispensable para complementar otra producción). Pero toda inversión estatal se debe justificar, si no por razones de rentabilidad económica, por motivos de otra índole. Si no se justifica es una destrucción de capital, el recurso más escaso en el país. En la década del setenta, cuando hubo grandes facilidades de préstamos externos, las empresas de energía eléctrica destruyeron capital en proporciones gigantescas. en inversiones inconsultas o incluso absurdas. Toda esa destrucción de capital pesa ahora sobre la deuda externa que tenemos que pagar, y se ha trasladado ahora a las altrsimas tarifas de servicios públicos que tenemos que pagar los colombianos.
9.25 Limitación de la industrialización Hay varios factores que impiden la industrialización indefinida de un país. Una nación grande como Rusia, por ejemplo, puede industrial izarse indefinidamente, pues tiene todos los recursos dentro de sus fronteras. Así, si tiene suficientes ingenieros y acumula los bienes de capital necesarios, puede aumentar indefinidamente su producción, reuniendo los tres factores básicos: tierra, capital y mano de obra. Si le faltara algún recurso, el combustible, que no es el caso, podría ser un factor limitante. Rusia se industrializaría mientras tuviera suficiente poder de compra externo para adquirir el combustible necesario y así mantener en funcionamiento su establecimiento industrial. 283
El sentido común en la economía
Los países pequeños no pueden industrializarse indefinidamente porque les faltan muchos recursos. Los países latinoamericanos pueden industrializarse mientras tengan divisas suficientes para adquirir lo que necesitan en el exterior y así poder mantener en funcionamiento su equipo de producción. Las divisas son la columna sobre la cual descansa todo el equipo de producción (ver figura 47). Cuantas más divisas tenga el país tanto mayor podrá ser la variedad de su producción industrial. En Colombia no son sólo los recursos naturales los que limitan la producción de ciertos artículos; el tamaño del mercado y el nivel técnico del país constituyen, además, una barrera. Ciertas industrias que requieren grandes capitales y técnica superior, como la reducción de bauxita para producir aluminio, no se justifican sino en un mercado muy grande. Colombia, pues, puede contar con extensos depósitos de bauxita y, sin embargo, no resulta económica su explotación y reducción, a menos que sea para la exportación.
9.26 ¿Es la autarquía posible? Ningún país puede bastarse a sí mismo, toda nación carece de algún elemento que puede adquirir de otro, evitándose así mucho esfuerzo innecesario en producirlo. Cuanto más pequeño y menos desarrollado técnicamente sea el país, tanta mayor necesidad tiene de importar elementos de otros países. Cuando un país exporta no le está haciendo un favor al que importa. Se está haciendo un favor a sí mismo. Ningún país exporta por gusto; ninguno se desprende innecesariamente de sus bienes. Si exporta es porque necesita hacerse a divisas con qué adquirir otras cosas que necesita con mayor urgencia. En general se piensa mucho en los mercados y en la necesidad de vender. Pero se olvida que el único objetivo de vender es comprar, y que es esto último, la compra, lo que trae cosas al país y aumenta su riqueza. 284
Desarrollo industrial
Equipo de producción
US$
Figura 47
El comercio de importación y exportación no empobrece la nación, todo lo contrario, la enriquece. Lo que no se puede permitir es que las compras en el extranjero destruyan el equipo de producción nacional (ver 9.7). Pero si no se causa este perjuicio, el país debe tratar de incrementar por todos los medios su comercio internacional, porque la experiencia de muchos siglos le ha enseñado a la humanidad que el comercio internacional enriquece a los países.
9.27 La sustitución de importaciones Durante las décadas del sesenta y setenta estuvo muy de moda en América Latina la técnica llamada de sustitución de importaciones. La tesis era que el continente tenía que industrializarse y que, para lograrlo, los países deberían sustituir la importación de todo, remplazando lo importado por producción local. Aun cuando, como se ha dicho, los países subdesarrollados deben proteger su producción gravando razonablemente los artículos importados, para ir así formando su equipo de producción, hay que anotar que las tesis exageradas de la sustitución de importaciones, tal como 285
El sentido común en la economía
se han practicado en nuestros países, lejos de fomentar la producción interna han sido un obstáculo. La producción se desarrolla como la construcción de una pirámide. Uno a uno se van colocando los bloques, y cuando se ha colocado uno, va el otro encima. Las pirámides no se construyen colocando todos los bloques de una sola vez. Otro símil: es como armar un rompecabezas. En su política de protección a la producción nacional, el país tiene que ir paso a paso y con mucho sentido común. No se pueden desarrollar todas las líneas de producción a la vez, como lo quiso hacer la sustitución de importaciones, con tan malos resultados. En esto el Japón le ha dado una gran lección al resto del mundo, pues con su política cuidadosa e inteligente de protección a su producción interna, ha logrado, en pocas décadas, ser uno de los países más desarrollados.
9.28 Industrias clave Hay ciertas industrias que se pueden denominar clave porque de ellas depende el desarrollo de otras. Así, por ejemplo, la industria de maquinaria agrícola es clave en el desarrollo de la agricultura, puesto que sin maquinaria tal desarrollo es muy limitado. Lo mismo sucede con los insecticidas, bonos, etc.; todos estos son productos clave en el desarrollo agrícola. En general es muy difícil dar protección arancelaria a estas industrias clave. Por ejemplo, no sería conveniente proteger la industria de insecticidas puesto que ésta es clave en el desarrollo de la agricultura. Protegiéndola se podrían añadir seguramente algunos cientos de miles de pesos a la renta nacional, pero esta suma no se podría comparar con los millones que vale la cosecha de algodón, para tomar el caso de un solo producto. Como los insecticidas sólo representan una fracción en el costo de la producción de algodón, pero, a la vez, son indispensables, es preferible no proteger su producción local, para facilitar la producción de algodón. En otras palabras, un suministro exter286
Desarrollo industrial
no de insecticidas buenos y baratos puede aumentar más la renta nacional, contribuyendo a la producción de algodón, que lo que se lograría montando fábricas de insecticidas. Así pues, las industrias protegidas no deben ser clave para otras industrias más importantes, a menos que el país haya llegado a tal etapa de desarrollo industrial que pueda, sin perjuicio, dar un paso hacia adelante y acrecentar su renta y su desarrollo industrial protegiendo nuevas industrias, sin perjudicarse por otro lado. El problema arancelario es, pues, puramt3nte técnico y requiere extensos conocimientos de lo que es la producción, por dónde viene y cómo se desarrolla.
9.29 La pirámide del desarrollo No se debe olvidar que la producción procede en forma de pirámide. Un producto es, en muchos casos, parte de la producción de otro, y así se completa la producción hasta arrojar el producto final. Algunas industrias presentan problemas difíciles, por ejemplo la destilación industrial de carbón. Esta destilación produce innumerables productos que, a su vez, son materia prima para otros procesos. Si se comienza por destilar carbón, sin que existan esas otras industrias que puedan ser consumidoras de los productos resultantes de la destilación, el proceso de destilación puede no resultar económico. En tal caso, todo indica que es preferible empezar por desarrollar las industrias que consumen los productos finales de la destilación y luego pasar a ésta, cuando sus subproductos tengan suficiente demanda. En la mayoría de las veces, el desarrollo de la producción es una pirámide cuya base son los productos finales, y la cúspide el proceso básico (ver figura 48).
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El sentido común en la economia
Productos básicos Productos intermedios Productos finales
Figura 48
9.30 Un ejemplo de la pirámide del desarrollo La electrólisis de sal común + cal viva + aire produce una serie de artículos que a su vez son materia prima para otros, que lo son también de otras industrias:
Sal común
+ Cal viva
+ Aire
Amoniaco anhidro
Hidrógeno
Acido muriático
Cloro Soda cáustica Cal apagada
Varias combinaciones de éstas producen
Hipoclorito de sodio Cloruro de cal Soda cáustica
Nitrógeno
Cloruro de amonio
Oxígeno
Cloro líquido, etc.
El amoníaco anhidro, por ejemplo, se usa en: Fibras sintéticas
Productos farmacéuticos
Anilinas
Caucho
Nitrato de amonio
Refrigeración
Urea
Textiles
Adhesivos
Metalurgia
Tintas
El cloruro de amonio se emplea, entre otras industrias, para: 288
Desarrollo industrial Pilas secas
Agricultura
Explosivos
Metalurgia
Tinturas
Curtiembres
Galvanización
Productos farmacéuticos
Textiles, etc.
Es evidente, pues, que antes de montar la industria de electrólisis de sal, tienen que existir suficientes industrias finales diferentes que puedan absorber los productos y subproductos de la electrólisis: textiles, curtiembres, laboratorios, pilas secas, tintas, adhesivos, etc. De no ser así, la electrólisis de sal no es una operación económica. No es, pues, como muchas veces se cree, que primero se desarrolla la producción de materia prima y luego las otras industrias. La realidad es todo lo contrario. La pirámide de la producción se estructura mejor, no del producto básico hacia los productos finales, sino de éstos hacia los básicos.
9.31 Industrialización alocada En el afán, muy comprensible, de los países subdesarrollados por industrializarse se cometen toda clase de locuras costosas que, lejos de llevar al país hacia adelante, lo atrasan. Puesto que los recursos son limitados y difíciles de adquirir, principalmente el capital, es preciso conservarlos con prudencia. Si el país inicia proyectos alocados que cuestan el doble de lo que deberían costar, el efecto tiene que traducirse más adelante en la dificultad de siempre: en el alza del costo de vida. Cualquier país latinoamericano tiene ciertos factores de producción abundantes que puede desperdiciar sin efectos adversos apreciables por el momento (por ejemplo, mano de obra ordinaria). Pero otros factores tales como mano de obra entrenada, capital y materiales de construcción, etc., son sumamente escasos. Su despilfarro constituye una verdadera tragedia nacional.
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El sentido común en la economía
Si el país no hace uso eficiente de estos escasos recursos, su desarrollo se retardará forzosamente. En los últimos años ha habido una tendencia en todo el continente latinoamericano a desarrollar grandes proyectos industriales, planeados y dirigidos por funcionarios estatales. Cínicamente se ha dicho que no importa el costo; lo importante es la realización. Esta noción de que no importa el costo es errónea, porque desconoce los más elementales principios económicos. Los dineros del Estado representan capital nacional; si son despilfarrados se destruye capital acumulado, y el resultado no puede ser otro que el atraso del desarrollo nacional (ver 1.16 y 9.33). Todo proyecto debe justificarse económicamente. Esto quiere decir que debe producir un aumento de la renta nacional, al menos igual al que hubiera producido otro. Pueden muy bien tomarse en cuenta factores invisibles. tales como la necesidad de que el país tenga su propio acero; pero, una cosa con otra, el proyecto debe justificarse, no puede ser meramente a la loca y a lo que resulte.
9.32 Industrialización planificada Entre todos los fenómenos y vicios que están deteniendo el desarrollo económico de los países subdesarrollados, ninguno más evidente y peligroso que la política de industrialización a cualquier precio. Por una parte, la industrialización es necesaria, ya que el equipo de producción tiene que crecer, y su crecimiento no puede limitarse a la agricultura. Pero, por otra, mucho esfuerzo económico puede desperdiciarse si se intentan programas de industrialización que no correspondan a la realidad económica. Es decir, si se producen artículos con un esfuerzo económico que, de haberse aplicado en otra dirección, habría producido mayor satisfacción al consumidor. No hay que olvidar que los factores de producción (los recursos) son limitados, que si no se aplican con la máxima eficiencia, el equipo de producción produce menos, y el nivel de vida se reduce. 290
Desarrollo industrial
El arte está, pues, en aplicar los recursos a la industrialización de los frentes de producción que mayor satisfacción pueden dar al consumidor, que mejor satisfacen su demanda, con un mínimo de gasto de recursos. Ahora bien, lo único que con alguna aproximación puede indicar este máximo de satisfacción es el sistema de precios. En otras palabras, el mercado es el mejor indicador de las necesidades y de los deseos del consumidor. Se puede comparar con un computador (imperfecto, claro está), que toma en cuenta millones de indicaciones, las digiere y proyecta el resultado en una pantalla. El computadordel mercado no puede ser remplazado satisfactoriamente por decisiones gubernamentales arbitrarias, ya que ningún Estado está en capacidad de interpretar las verdaderas necesidades de toda una economía. Así pues, si el Estado se encarga de tomar esas determinaciones y remplaza las decisiones de los precios por decisiones arbitrarias de juntas planificadoras, se expone a cometer graves errores. Por tanto, el control de importaciones (ver 5.23) y otros sistemas que el Estado emplea con miras a planificar el desarrollo industrial, son sumamente peligrosos. Menos peligrosa y menos costosa es la industrialización cuando el Estado se limita a establecer la protección arancelaria, y deja que los precios y la demanda del consumidor llamen aquellas industrias que más urgentemente requiere la economía, con un régimen de tasa de cambio en equilibrio.
9.33 Peligros de los impuestos de aduana La industrialización que se busca por medio de los derechos de aduana puede ser también peligrosamente costosa, y convertirse en una piedra de molino al cuello del consumidor. Si se establecen derechos muy altos sobre todas las importaciones, la protección a la producción nacional se torna nominal, puesto 291
El sentido común en la economía
que todos los elementos que necesariamente deben importar los productores resultan muy costosos. Así, toda actividad productora en el país se encarece y dificulta. El alto nivel de derechos arancelarios produce también altos recaudos fiscales; el Estado puede, pues, apoderarse de una parte importante de los factores de producción y deprimir el nivel de vida del país (ver 6.5). Por tanto la comunidad que quiera gozar de un alto nivel de vida sólo debe gravar con derechos de aduana los productos que puedan ser producidos en el país, sin que esa producción estorbe el proceso de otras actividades clave (ver 9.28). El objetivo de la protección es desarrollar el equipo de producción, para que en él encuentren trabajo todos los habitantes en forma continua y remuneradora. Lo que se busca es proteger el trabajo nacional, o mejor, proteger aquellas actividades que dan más empleo a mayor número de personas, con el menor gasto posible de capital. La economía de capital es indispensable puesto que éste es el factor más escaso en todo país subdesarrollado, y, por consiguiente, el que limita el crecimiento de la producción nacional, pues sin él los dos factores restantes, tierra y mano de obra, no pueden trabajar. Un ejemplo de dos casos extremos puede ayudar a aclarar la cuestión. Para hacer una olla de aluminio sólo se requiere como equipo un torno, y la técnica es sencilla. En poco tiempo, un obrero aprende a tornear una lámina para fabricar una olla. Pero cuando se trata de hacer la lámina la cosa es distinta: no solamente el equipo necesario es muy grande y muy costoso, sino que la técnica requerida es de carácter fundamental. Es, pues, más razonable, en un país subdesarrollado, proteger la fabricación de ollas y no gravar la importación de láminas. No hay razón para que en el país no se pueda llegar a fabricar ollas económicamente, pero es menos razonable pretender producir aluminio y laminarlo antes de que el país haya acumulado mucho capital y experiencia industrial. En el caso de los derechos que se impongan a la importación de láminas no tienen carácter de protección a la producción local sino de impuesto fiscal. 292
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9.34 Derechos de aduana bajos Al adoptar el país la política de apertura, hay que revaluar el criterio con el cual hemos venido estableciendo los derechos de aduana. Cualquier cosa que incida o encarezca las importaciones, estando el país en política de apertura, perjudica las exportaciones. Los recargos y estorbos a las importaciones las encarecen y las reducen, luego hace que se disminuya la demanda de divisas. Esto se traduce en una tasa de cambio más baja, lo cual conlleva condiciones desfavorables para las exportaciones. Cierto nivel de protección arancelario es necesario para proteger el equipo de producción y mantener la economía nacional funcionando. Pero no debemos olvidar que la economía puede funcionar igualmente bien trabajando para la exportación o para el consumo interno. Y que, cuando trabaja para la exportación, lo hace más eficientemente, puesto que está compitiendo.
9.35 Extensión geográfica y desarrollo económico La existencia de dos áreas extensas bajo un mismo sistema monetario, Rusia y Estados Unidos, y la de otra igualmente grande, Europa Occidental, subdividida en muchos países, ha demostrado prácticamente la ventaja económica de las grandes naciones: de allí el esfuerzo de Europa por conformar su mercado común. Rusia y Estados Unidos pueden desarrollarse ilimitadamente. Lo tienen todo o casi todo dentro de sus fronteras, y el problema de las divisas no existe para ellos. Además, su tamaño les permite desarrollar económicamente toda clase de industrias, sin limitación alguna por razón del mercado. Económicamente las repúblicas latinoamericanas son una creación falsa y no se justifica la existencia económica independiente de ninguna de ellas, ni aun la de Venezuela, rica en dólares petroleros, dado su tamaño y población. 293
El sentido común en la economía
Mientras esta fragmentación subsista, cada república continuará siendo un prisionero económico: produciendo uno o dos artículos de exportación para comprar con ellos lo esencial y poder alimentar así el resto de su producción. En estas condiciones, el desarrollo ilimitado de la producción es imposible. El progreso está condicionado a que el país pueda encontrar, como Venezuela, un producto que Estados Unidos esté dispuesto a tomar en cantidades ilimitadas. La subdivisión del continente en 20 repúblicas selló su porvenir económico. Mientras no sea posible el sueño de la unión económica, su desarrollo será limitado e incompleto. Los intentos de los países andinos por integrarse en un mercado común son, por tanto, lo más importante que podemos hacer para mejorar nuestras condiciones económicas. Desgraciadamente las técnicas empleadas para conseguir la integración han sido equivocadas. '
9.36 La integración andina Desde principios de la década del sesenta, los países andinos vienen intentando llevar a cabo una integración de sus economías, con el fin eventual de conformar un mercado común. Al principio eran seis los miembros del llamado Pacto Andino: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Chile se retiró en la década del setenta, los otros siguen intentando la integración. El proceso de integración no ha tenido éxito debido al equivocado enfoque que se le ha dado. No es posible integrar la economía de dos países menos la de cinco, cuando éstos están siendo conducidos con políticas divergentes. La integración exige que las economías estén, más o menos, en las mismas condiciones; de lo contrario es como querer acoplar dos ruedas dentadas que giran en direcciones contrarias y a velocidades distintas. La integración debió haber comenzado por mejorar los sistemas de comunicación y de transporte y la movilidad de capital. Luego, pasar a 294
Desarrollo industrial
establecer un arancel externo común hacia terceros países, seguido por un proceso de coordinación de sus políticas monetarias y fijación de una tasa de cambio más o menos estable. Una vez conseguida la coordinación de políticas económicas, se podía pensar en la desgravación automática de los aranceles y en la integración. Antes no. Hay que observar también que al haber adoptado Colombia y Venezuela la política de apertura hacia el comercio exterior, con libertad de importaciones y aranceles bajos, la integración andina pierde mucha importancia. Subsiste sí la necesidad de facilitar las vías y las comunicaciones y coordinar la política comercial hacia las grandes potencias. En esos campos resta mucho por hacer.
9.37 El comercio interzonal Si no hemos logrado llevar a cabo la integración andina por falta de técnica económica y de comprender cómo funcionan los mercados, debemos hacer un esfuerzo por desarrollar el comercio interzonal, mediante convenios bilaterales o trilaterales, lo cual es mucho más fácil. Desde luego, es poco menos que vergonzosa la manera como se desarrolla el comercio fronterizo entre Colombia y sus vecinos Ecuador y Venezuela. En cada lado de la frontera de los tres países hay una fila de policías, impidiendo la salida y entrada de productos. Las instrucciones que tienen los guardas de los tres países son de un primitivismo elemental: impidan todo el comercio, entradas y salidas. En todos los países del mundo se considera que el comercio enriquece los pueblos. Entre nosotros la creencia es que el comercio nos arruina, al menos el fronterizo con nuestros vecinos. Hay ciertamente dificultades para liberar el comercio fronterizo, puesto que los vaivenes de las economías son muy bruscos y establecen corrientes hacia un país u otro, causando trastornos. Pero, al me-
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El sentido común en la economía
nos, deberíamos tener convenios bilaterales de intercambio en algunos artrculos, reglamentando el intercambio por cuotas. Lo hacen todos los países, tal vez menos Albania, y no hay razón para que no lo podamos hacer nosotros. Quizá la razón es que estas cuestiones las reglamenta la burocracia centralista desde la capital, sin conocimiento de las condiciones fronterizas.
9.38 La política intervencionista y la integración Tenemos que preguntarnos si es posible la integración económica de países que están conducidos por políticas intervencionistas. La respuesta es no; si cinco países tienen un manejo económico intervencionista, y los cinco son soberanos, es muy ditrcil conseguir que acuerden llevar cinco políticas intervencionistas iguales. Y si no son iguales no pueden mantener sus economías coordinadas, y la coordinación económica es la condición sine qua non de la integración. Ciertamente, los países que intentan integrarse pueden intervenir en ciertos aspectos generales del orden económico. Lo hacen los países del Mercado Común Europeo, aun cuando todos los dras en menor grado, a medida que se coordinan mejor. Pero, básicamente, la integración exige el manejo económico por las leyes del mercado, puesto que éstas son un denominador común. Para lograr la integración es necesaria también una política monetaria que mantenga a la vez sus tasas de cambio más o menos en equilibrio. El obstáculo más grande de la integración andina ha sido que los estadistas encargados de realizarla no han creído en el sistema del mercado. Han sido dirigistas. ¿Cómo estadistas que no creen en el mercado pueden llevar a cabo la creación de un mercado común? Lo que han estado tratando de hacer es crear una zona de comercio intervenida, dirigida a su antojo por los países miembros. Para que uno o más países puedan integrarse deben tener un denominador común en su política económica. Ese denominador común 296
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no lo pueden dar políticas intervencionistas adoptadas individualmente. Lo único que puede darles ese denominador común es la economía de mercado. Si todos aceptan las reglas de la economía de mercado, no encuentran dificultades en integrarse.
9.39 Industrialización vs. agricultura La industrialización del país no perjudica su desarrollo agrícola. Todo lo contrario, tanto el desarrollo agrícola como industrial son complementarios. La industrialización indudablemente eleva los salarios al aumentar la demanda por la mano de obra y obliga a la agricultura a modernizarse y a pagar mejores salarios. La industria no pe~udica la agricultura, a la que sí perjudica es a la agricultura tradicional, basada en explotaciones extensivas con peones mal pagados y propietarios ausentes. Un país industrializado no es compatible con esa clase de agricultura. Al industrializarse el país obliga a la agricultura a trabajar la tierra más comercialmente. Muchos terratenientes pueden tener objeciones a esto, pero es lo que conviene al país. La industrialización, por otra parte, le quita presión a la tierra, al ofrecerle trabajo remunerado a los que no son propietarios. Si no fuera por la industrialización, el problema agrario en América Latina sería mucho más agudo.
9.40 Mercados complementarios La agricultura y la industria producen mercados complementarios. La una no podría desarrollarse sin la otra. Muchas veces oímos juicios divergentes sobre si es preferible desarrollar la agricultura o la industria. La respuesta es muy clara. La producción agrícola no se puede desarrollar sino en cuanto encuentre 297
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mercado, y el mercado de los productos agrícolas lo hacen los habitantes de las ciudades. Más allá de sus propias necesidades, la agricultura tiene que enviar el sobrante de su producción a los centros urbanos, para ser cambiados por los suministros que éstos producen y les son indispensables. Pero para que las manufacturas y los servicios se puedan desarrollar, es necesario que la agricultura les suministre a los centros urbanos los alimentos y las materias primas. Un país no puede hacer crecer sus ciudades si simultáneamente no incrementa su producción agrícola; de lo contrario, los trabajadores urbanos carecerían de los suministros esenciales para subsistir. Debemos tener presente, pues, que el crecimiento de la producción agrícola está limitada por la demanda para sus productos, y que ésta proviene de los centros urbanos. Pero los productos agrícolas no tienen demanda de parte de los habitantes de las ciudades, a menos que éstos tengan empleos bien remunerados. Luego una y otra cosa, el desarrollo agrícola y el industrial, deben necesariamente ir parejos, o no es posible el uno ni el otro.
9.41 La industria, base de la agricultura moderna La agricultura moderna es muy distinta a la de hace 50 años, o de la que aún se practica en forma rudimentaria en algunas regiones, a pico y pala. La agricultura moderna está altamente mecanizada, y en ella desempeña papel primordial la química. Para que un país pueda tener agricultura moderna necesita una base industrial: sin esta base la agricultura es rudimentaria. La hacienda moderna es una empresa con técnicos, taller de montaje y laboratorios. Estos sistemas de trabajo son los que han trasformado la agricultura en Estados Unidos y en Europa Occidental y han producido una nueva revolución económica. Pero estos sistemas provienen del progreso industrial y son el resultado de él. La industria se ha trasladado al campo. Ya no se debe hablar de la agricultura sino de la industria agrícola. 298
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No todos los elementos necesarios para la agricultura moderna se pueden importar. Muchos de ellos, como los abonos y los insecticidas, son costosos para transportar, de tal modo que si no son subproductos de la industria química doméstica, su costo es prohibitivo. La industria moderna forma un complejo industria/con la agricultura. Ésta le suministra a aquélla muchos elementos, y viceversa. La una no puede subsistir económicamente sin la otra. Por eso los países latinoamericanos no pueden pensar en tener una agricultura moderna si no desarrollan simultáneamente su industria. Algunos pequeños países europeos han podido hacerlo, pero siempre a base de un gran entendimiento comercial con otro u otros países industrializados.
9.42 La industria valoriza el trabajo nacional Una de las ventajas de la industrialización es que valoriza el trabajo nacional y, al hacerlo, fortalece las condiciones del comercio exterior. Si un país no tiene técnica industrial, y todo lo debe importar y pagar con productos primarios, la necesidad lo obliga a ofrecer sus productos en los mercados mundiales a bajos precios. Ésta es, sin lugar a dudas, la razón principal por la cual los productos primarios, que exportan los países subdesarrollados, tienen precios tan vulnerables en los mercados mundiales. La necesidad de vender y la falta de alternativa para ganar con qué comprar lo más esencial, son la razón de los precios bajos de los productos primarios. Un ejemplo sirve para ilustrar el problema. Si Pedro es un pobre jornalero que sólo sabe trabajar con el azadón, gana jornal de peón, lo cual quiere decir, en codas partes del mundo, aquello que apenas sí alcanza para vivir. Pero supongamos que Pedro aprende a manejar automóvil o domina otro arte cualquiera. ¿Cuál es el resultado? Que entonces tiene otra alternativa de trabajo y está en condiciones de exigir, si alguien lo necesita como peón, que le pague mejor. Mientras Pedro no tenga alternativa, tiene que aceptar el pago de subsistencia de peón raso; pero luego que la tenga puede exigir mejor salario. 299
El sentido común en la economía
Lo mismo sucede en el comercio mundial. Si un país latinoamericano sólo sabe producir café y banano, y tiene que importar todo lo demás que necesita para la vida moderna, está en las mismas malas condiciones para negociar en que estaba Pedro antes de aprender a manejar automóvil. Puesto que no sabe otro arte y necesita importar cosas esenciales, el país se ve obligado a arrojar su café en el comercio mundial a cualquier precio, al igual que otros países subdesarrollados. El resultado es la depresión de los productos agrícolas de la zona tropical en el mercado internacional.
9.43 Efectos internacionales de la industrialización Si los países subdesarrollados se industrializan, los viejos países industrializados se perjudican, en cierto modo, ya que estos últimos se verían obligados a pagar mejor los productos tropicales. Al contar Colombia, por ejemplo, y otros países similares con diferentes alternativas de trabajo, el café, el cacao, etc., tendrían forzosamente mejor precio, o no se producirían. En términos más técnicos, esto se explica afirmando que las condiciones del comercio mundial mejorarían en favor de los países tropicales. En otras palabras, que Europa tendría que entregar un tonelaje mayor de productos manufacturados a cambio del café y del cacao que necesitan. En términos relativos, la renta de los países tropicales aumentaría a expensas de la de Europa y Norteamérica. En primera instancia sí tienen, pues, razón los viejos países industrializados cuando miran con recelo la industrialización de los países tropicales. Si la industrialización de éstos llega a ser completa, seguramente será difícil encontrar quién eche azadón. Es decir, será difícil persuadir a los países tropicales a que produzcan artículos de poco rendimiento pero esenciales para todos, tales como el café, el cacao, etc. En realidad, los perjuicios para los viejos países no son tan graves. Seguramente el crecimiento de la productividad de los países tropicales generará una elevación general del nivel de vida de todo el mundo,
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con provecho también para los países industrializados, pues un aumento de la productividad favorece a todos, directa o indirectamente. Sin embargo, las enormes diferencias en el nivel de vida entre los países del trópico y los de la zona templada tenderían indudablemente a desaparecer. Lo mismo sucede entre los individuos. La educación técnica que se le da a un trabajador obliga al patrono a pagar mejor sus servicios, o a perderlo. Pero es esa educación la que, cuando se extiende a muchos, permite aumentar la productividad con beneficio para todos, incluso, y en primer lugar, para el patrono, que se vio obligado a pagar mejor. La experiencia norteamericana prueba la verdad de esta aseveración. En la reunión del OMM que se celebró en Seattle a principios del milenio, los dos grandes bloques de comercio mundial, Norteamérica (Nafta) y el Mercado Común Europeo, mostraron unas cartas que tenían hasta entonces cuidadosamente guardadas contra el pecho, como buenos jugadores de póker. Ello nos obliga, no a corregir sino a enfatizar algunos de los conceptos emitidos. Hasta entonces todos pensábamos que la teoría de la apertura era en verdad una política convenida mundialmente en innumerables conferencias internacionales. Sin embargo, en Seattle se destapó una oposición contra el comercio internacional, no gubernamental sino populista. Allí nos dimos cuenta que los movimientos de izquierda, tanto en los países subdesarrollados como en los ya industrializados, se oponían a él. En los industrializados la oposición venía de los sindicatos, temerosos de la mano de obra barata del Tercer Mundo. En los países no industrializados se hizo evidente la oposición de los ecologistas, siempre en busca de algún motivo de oposición. Pero después de Seattle se hizo evidente que, tanto Norteamérica como el Mercado Común Europeo, no están dispuestos a abrir sus aduanas e integrar sus economías con el Tercer Mundo. De ahora en adelante éste tendrá que buscar entrada a esos dos grandes mercados, negociando cuidadosamente ítem por ítem. Esos mercados no estarán abiertos a todos. Selectivamente se abrirán las aduanas para ciertos productos en cada uno de estos grandes mercados.
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Después de Seattle la política que deben seguir los países subdesarrollados tiene que ser una poi ítica de comercio exterior totalmente distinta a la que tuvieron cuando adoptaron la poHtica de la apertura. Ahora los países en desarrollo tienen que formar agrupaciones en mercados comunes, no sólo para poder negociar mejores condiciones para su comercio, sino para tener un área de transacciones suficientemente amplio para poder establecer en ella industrias más sofisticadas todos los días.
9.44 El Going Concern Se habla, en geopolítica, del Goíng Concern. Por esto se quiere decir el entable de producción y distribución de un país. Cada país es un Goíng Concern. Está limitado por lo que podemos llamar sus fronteras monetarias. Cada país tiene su moneda y, mediante éstas, se transan los biE:nes y servicios libremente. Pero las transacciones que se realicen fuera de esta unidad monetaria nacional, ya son transacciones del comercio internacional. Ya están sujetas a las disposiciones aduaneras y deben efectuarse tomando en cuenta la tasa de cambio internacional. Cada gobierno es responsable ante su electorado por el buen funcionamiento de su Goíng Concern. Porque toda su población esté empleada, trabajando eficientemente, dentro de las instituciones establecidas. Además, y esto es lo más importante, porque todas sus industrias, agrícolas o manufactureras, cuenten con mercados estables. Desde la reunión de Seattle esta noción del Goíng Concern parece haber hecho su aparición. Seguramente estaba ahí desde hacía mucho. Pero en la reunión de Seattle, se percibió.
9.45 Por qué el mercado común Los grandes mercados no necesariamente son más eficientes y prósperos que los pequeños. China o India no son más ricos y más desarrollados que Suiza u Holanda, por ejemplo. 302
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Suiza, Holanda y muchos otros países pequeños son ricos y prósperos y su población goza de alto nivel de vida. Son países que transan con todo el mundo, con baja protección arancelaria, dispuestos a que sus industrias agrícolas e industriales compitan en el mercado interno y externo. Pero son países de gran capacidad técnica y administrativa, que ya pueden flotar solos en el mercado mundial competitivo. Los pequeños países latinoamericanos no están en esa liga. No tienen la técnica ni la capacidad administrativa para competir en el mercado mundial. Ni aun Argentina y Brasilia tienen. Todos los países de América Latina tienen que proteger su Going Concern de la competencia mundial, si no quieren jugar el papel de territorios coloniales subdesarrollados, sirviendo de mercado a los países desarrollados. Ninguno de los subdesarrollados puede crear industrias sofisticadas, porque éstas exigen mercados amplios. No se puede tener una industria automovilfstica en un país con un mercado pequeño, a menos que sea como Suecia, que puede desarrollar esa industria para todo el mercado mundial. Los países latinoamericanos tienen que crear sus mercados comunes para desarrollar Going Concerns que les permitan pasar a etapas de industrialización más avanzadas, a base de protección de sus mercados internos. Pero no podemos pensar, por ahora, en un gran mercado para toda América Latina. Eso es una quimera. Las distancias y las enormes diferencias culturales y técnicas entre tantos países hacen imposible pensar en un solo mercado. Si Colombia y Venezuela, por ejemplo, fueran a pensar en unirse al Mercosur, cometerían un grave error. El resultado sería que el establecimiento de las industrias sofisticadas se iría para el Cono Sur y Colombia y Venezuela quedarían como territorios subdesarrollados, como es hoy el nordeste del Brasil. Convenios de integración, como el llamado G-3 de México, Colombia y Venezuela, son fantasías de diplomáticos mal informados que creen que toda la cuestión de la integración se reduce a convenios diplomáticos traídos del aire. 303
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