El problema alimentario en el Perú Introducción
En el mundo se vive un periodo de sucesivas crisis, las cuales ha determinado que las instituciones globales visualicen el tema de la alimentación a futuro según las tendencias que se dan como es el incremento de la población y las consecuencias que esta cause. (Sobre el foro de expertos de alto nivel, como alimentar al mundo 2050, llevado a cabo en Roma 12-13 de octubre 2009)
En el Perú al igual que en el mundo, el problema de hambre y desnutrición se relaciona principalmente con el nivel de pobreza (el 60% 60% de nuestra población vive en pobreza extrema), con la capacidad de adquirir los alimentos y el hábito alimenticio de la persona. Los más afectados con este problema alimentario en el Perú son los niños menores de 5 años. Objetivos Comprender
la realidad de la seguridad alimentaria en el mundo y el nuestro nuestro país.
Marco teórico
Contexto internacional
En el foro mundial sobre la alimentación, se apreció que la población mundial aumente en más de un tercio, o 2300 millones de personas, entre 2009 y 2050. Esta tasa de crecimiento es muy inferior a la que se registró en las últimas cuatro décadas, durante las cuales se incrementó en 3300 millones de personas, o en más del 90%. Se prevé que casi todo ese crecimiento tendrá lugar en los países en desarrollo. Se pronostica además que la urbanización seguirá aumentando a un ritmo acelerado, que las áreas urbanas pasaran a representar el 70% de la población mundial en 2050 (frente al 49% en la actualidad) y que la población rural, tras alcanzar un nivel máximo a lo largo larg o del próximo decenio, disminuirá. Paralelamente, se estima que los ingresos per cápita en 2050 se multiplicarán respecto al nivel actual. Existe un consenso entre los analistas en el sentido de que es probable que se mantenga en el futuro la tendencia reciente de las economías de los países en desarrollo a crecer mucho más rápido que las de los países desarrollados. La desigualdad relativa en los ingresos per cápita se reduciría considerablemente para 2050. Sin embargo, las diferencias en términos absolutos seguirían siendo notables e incluso aumentarían aún más, dada la enorme brecha existente actualmente entre los ingresos per cápita en términos absolutos. Por otra parte, las desigualdades entre países y regiones en el mundo en desarrollo actual tenderían a ser más marcadas. El crecimiento económico mundial previsto de alrededor del 2,9 % anual conduciría a una reducción importante o incluso a la práctica eliminación de la pobreza económica absoluta en
1
los países en desarrollo (personas que viven con menos de 1,25 USD al día según los precios de 2005). Sin embargo, incluso en 2050 el mundo distará mucho de haber resuelto el problema de la penuria económica y la malnutrición de gran parte de la población: el umbral de pobreza de 1,25 USD al día es sencillamente demasiado bajo. Ateniéndose a criterios menos estrictos, la penuria y la desnutrición seguirán estando muy extendidas, aunque considerablemente menos que actualmente. Estas tendencias significan que la demanda comercial de alimentos seguiría creciendo. Se calcula que la demanda de cereales, destinados tanto al consumo humano como animal, alcanzará unos 3 mil millones de toneladas en 2050, frente a la cifra actual de cerca de 2,1 mil millones de toneladas. Las proyecciones muestran que para alimentar una población mundial de 9 100 millones de personas en 2050 sería necesario aumentar la producción de alimentos en un 70 % entre 2007 y 2050. La producción en los países en desarrollo casi tendría que duplicarse. Ello implica un aumento importante en la producción de varios productos básicos fundamentales. La producción anual de cereales, por ejemplo, tendría que incrementarse en casi mil millones de toneladas, y la producción de carne en más de 200 millones de toneladas, hasta alcanzar un total de 470 millones de toneladas en 2050 el 72 % de ellas en los países en desarrollo, frente al 58 % en la actualidad. Alimentar de forma adecuada a la población mundial también significaría producir el tipo de alimentos que faltan para garantizar la seguridad nutricional.
Con respecto al acceso a los alimentos
Las proyecciones actuales indican que el promedio de energía diaria disponible podría alcanzar las 3 050 kcal por persona para 2050 (2 970 kcal en los países en desarrollo), lo que representaría un incremento respecto a la cifra de 2770 kcal en 2003/05. Sin embargo, las mismas proyecciones indican que el aumento de la producción por sí solo no sería suficiente para garantizar la seguridad alimentaria para todos. A menos que los gobiernos garanticen y mejoren considerablemente el acceso a los alimentos para las personas necesitadas y vulnerables, dado que la prevalencia de la subnutrición crónica en los países en desarrollo podría caer del 16,3 % (823 millones) en 2003/05
2
al 4,8 % en 2050, ello implicaría aún así que unos 370 m illones de personas estarían desnutridas en 2050. De las tres regiones en desarrollo con el mayor número de personas desnutridas en la actualidad, la caída sería más pronunciada en Asia (tanto en el este como en el sur del continente), pero menos en el África subsahariana. La proporción de personas hambrientas en los países en desarrollo disminuyó, pasando del 18 % en 1995-97 al 16 % en 2004-06, pero ha aumentado al 19 % en 2009. Desde esta perspectiva, cabe que el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de reducir a la mitad el número de personas hambrientas para el año 2015 (respecto de los 813 millones de 1990/92) no se logre hasta bien entrada la década de 2040.
Contexto Nacional
Se entiende por seguridad alimentaria al acceso material y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para todos los individuos, de manera que puedan ser utilizados adecuadamente para satisfacer sus necesidades nutricionales y llevar una vida sana, sin correr riesgos indebidos de perder dicho acceso. Esta definición incorpora los conceptos de disponibilidad, acceso, uso y estabilidad en el suministro de alimentos. (Decreto Supremo N° 1182002-P CM)
En el Perú se reconoce que el 54% de la población del país se encuentra por debajo de la línea de pobreza, y dentro de esta población en situación de extrema pobreza. En el año 2002 aproximadamente 35.8% de los hogares del país sufría de déficit calórico en su alimentación. Este déficit llegaba a 47.7% en los hogares rurales y a 29.4% en los urbanos. Cabe
señalar que las principales fuentes de energía y proteína en el Perú son el arroz y el trigo. No obstante la enorme riqueza pesquera marina, la oferta de productos hidrobiológicos destinados al consumo humano directo representa apenas 7% del total de los recursos pesqueros extraídos, y aporta solo 10% de las proteínas totales que consume la población peruana.
3
El problema de la inseguridad alimentaria se agrava por la inequitativa distribución del ingreso que acentúa el desigual acceso a los alimentos, y afecta sobre todo a las poblaciones en situación de pobreza extrema que habitan mayormente en las áreas rurales. El mayor crecimiento relativo de las exportaciones en los últimos años y el saldo favorable en la balanza comercial, junto con el mayor dinamismo de la demanda interna, generaron mayor volumen en la importación de alimentos.
Desnutrición crónica
Según la ENDES 2000, ese año la desnutrición afectaba al 25,4% de los niños menores de 5 años, habiéndose reducido en 3,9% para el año 2008. Una característica de la desnutrición crónica es su conexión con la educación (así como el uso inadecuado de alimentos por parte de la población), el nivel de ingreso familiar. El 25% de menores de 5 años están afectados por la desnutrición crónica (unos 700 mil
4
niños) y el 50% padece de anemia y el 11% manifiesta deficiencia subclínica de vitamina A. El 35% de los niños menores de 5 años de hogares en pobreza extrema padecen de desnutrición crónica, comparada con el 13% de los niños que no son grandes diferencias entre grupos socioeconómicos, tanto en ámbitos urbanos como rur ales.
Población según grupos con riesgo de daños nutricionales e inseguridad alimentaria Fuente: MIMDES
Conclusiones y
y
y
y
La crisis mundial ha repercutido en el aumento de hambrientos en el mundo incentivando a la preocupación de la instituciones internacionales como la FAO que aceptaron el hecho de aumentar la inversión a 209 000 millones de USD en la agricultura y los servicios posteriores para poder suplir las necesidades de alimento en el mundo al 2050, lo que representa un aumento casi del 50% respecto del nivel actual. Se prevee un crecimiento económico de los países desarrollados como el caso de Perú en los próximos años, lo cual es una buena oportunidad para establecer estrategias con el fin de fortalecer la seguridad alimentaria del país; con los programas de ayuda, incentivo de la producción agropecuaria y fortalecer la comercialización en el mercado interno. En el Perú la desnutrición afecta a la población de niños pobres a partir de los 36 a 60 meses en condiciones de pobreza y pobreza extrema. El acceso a los alimentos es un factor de importancia a tener en cuenta al momento de proponer alternativas de solución, como por ejemplo los programas de asistencia alimentaria y nutrición en nuestro país como los comedores populares, el vaso de leche, etc.
5
y
El trigo, la soya y el maíz son productos de dependencia alimentaria; se debería generar políticas de educación a la buena alimentación y campañas de incentivo a consumir productos alternativos a estos, para disminuir esa dependencia alimentaria y evitar su importación.
Referencia
-
Estrategia Nacional se Seguridad Alimentaria Perú 2004 2015.
MIMDES.
2004
http://www.fao.org/righttofood/inaction/countrylist/Peru/EstrategiaNacional_SAN_2004.pdf
-
Lineamientos Estratégicos para el Desarrollo
Nacional al 2010- 2021. CEPLAN
http://www.ceplan.gob.pe/img/lineamientos_2010_2021.pdf
-
Foro
de expertos de alto nivel, como alimentar al mundo 2050, llevado a cabo en
Roma
12-13 de octubre 2009
ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/meeting/018/k6021s.pdf ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/meeting/018/k6360s.pdf
6