El Poder está Dentro de Ti, es unos de los libros de autoayuda más leidos a nivel mundial. Su autora Louise Hay, nos explica con palabras muy sencillas, como nosotros teniendo un potencial tan extraordinario muchas veces le delegamos ese poder a otras personas hasta incluso a situaciones. La clave es descubrir en nosotros mismos lo maravillosos que somos. Somos creación de un poder infinito que nos dotó de sabiduría y fortalezas; que por infinidad de circunstancias tardamos en descubrirlas. En la primera parte nos habla del poder interior, de como todas las creencias que tenemos muchas veces nos dejan estancados en el camino.Como nuestros pensamientos crean nuestros sentimientos y vivimos de acuerdo a esos sentimientos y creencias. Lo importante es que podemos elegir pensar, creer y decidir lo que queremos para este momento. Lo que te ocurrió ayer, déjalo atras, eso ya no tiene solución y no podemos hacer nada todavía con el mañana. Por eso la importancia de la elección presente. Usted puede cambiar su vida desde este momento si se decide a cambiar sus pensamientos. Escoja pensamientos positivos, de prosperidad, de salud, de amor, de buenas relaciones laborales y familiares. El poder de la palabra es tan bien muy importante. cada vez que expresamos una idea, frase, esta se devuelve a nosotros convertida en experiencias. Es por eso que nuestro poder proviene de hacernos responsables de nuestra vida. Quien de nosotros no va a querer una vida llena de abundancia y prosperidad en todos los sentidos. También nos enseña con palabras sencillas nada rebuscadas, que nuestro subconciente no distingue entre lo que es en broma o es en serio, lo que verdadero o falso, por eso cualquier frase que pronunciemos sobre nosotros mismos, nuestro subconciente lo toma como verdadero. Si no pasamos la vida diciéndonos que somos feos, torpes, aburridos, flojos, inútiles, eso es lo que nuestro subconciente va a asimilar y es asi como realmente nos vamos a sentir.Como sabemos que lo que pensamos de nosotros eso es lo que creemos... pues a pensar cosas maravillosas desde este mismo momento. Para lograr todo esto que no es fácil, pararse un buen día y desprogramar la cinta que tenemos en nuestra mente desde que eramos pequeños, es necesario emplear energías en empezar a conocernos, ver por qué tenemos esas creencias, perdonar a nuestros padres o a las personas que pudieron formar parte de esta situación pero sobre todo perdonarnos a nosotros mismos. Tengamos seguridad que si se puede porque el Poder Superior que llevamos dentro nos ayudará a librarnos de todas esas pautas. En el libro hay una serie de ejercicios que ayudarán a liberar las culpas, las rabias, los complejos. De igual manera hay ejercicios que colaborarán para aumentar nuestra autoestima, aumentar la confianza en las personas que nos rodean, en la curación de las viejas heridas asi como el reencuentro con nuestro niño interior. Todo esto nos va llevando a un total y absoluto encuentro con la prosperidad. Si a la prosperidad y a la abundancia que el Universo y el Poder Superior quieren que nosotros disfrutemos. La limitación la tenemos en nuestras mentes...limitación de dinero, limitacion a tener buenas realaciones. Tengamos presente entonces lo que nos recalca esta autora genial: Si nos despreciamos o subvaloramos, la vida va a significar muy poco para nosotros, En cambio si nos amamos y valoramos, entonces la vida puede ser un don precioso, un maravilloso regalo. Nuestro poder
proviene de hacernos responsables de nuestra vida. Para finalizar: Los demás sólo tienen el poder sobre nosotros si nosotros se lo cedemos. Tomemos el Control.
Fuente: http://es.shvoong.com/books/1648687-el-poder-esta-dentro-ti/#ixzz1Nz2wS2l9
VARGAS LLOSA, Mario La casa verde
Ed. Seix Barral, Biblioteca Formentor, 13 ed., Barcelona 1979. I. Argumento y estructura de la novela Los núcleos argumentales que se van desarrollando alternativamente a lo largo de la novela son cinco. Cada uno de ellos bastaría para configurar una novela independiente. A cada una de las historias o núcleos argumentales los designamos con las cinco primeras letras del alfabeto: A, B, C, D, E. Las historias se apoyan en dos de los principales espacios geográficos del Perú: la costa y la selva. Dentro de la costa, la acción transcurre en Piura, ciudad del norte del Perú, que está en el desierto, rodeada de arenales. El otro lugar es Santa María de Nieva, factoría cauchera de la Amazonia peruana, en el alto Marañón, donde hay además una misión de religiosas españolas. Iniciamos el relato argumental de cada historia por separado; luego, en un cuadro esquemático, se podrá ver la estructura secuencial del relato, y la inserción de cada historia dentro de la totalidad narrativa. A. Las religiosas españolas del convento de Santa María de Nieva intentan civilizar, al tiempo que evangelizar, a niños indígenas. La novela se inicia justamente con una especie de recogida de futuras pupilas para el convento. Las niñas son sorprendidas en su vida normal, semidesnudas y correteando por la selva. Con ayuda de fuerzas policiales, puesto que las madres se resisten a entregar a sus hijas, éstas son conducidas a la misión. La primera parte se entretiene minuciosamente en contarnos la extraña convivencia entre monjas y policías para lo que va tomando sesgo de cacería humana. El autor somete al lector a una extraña visión donde las monjas son miradas bajo un prisma antipático y ridiculizante: gordas, hipócritas, que mezclan sus rezos con la insólita forma de recoger pupilas para el convento: "La Madre Angélica se cubre la boca con un pañuelo, la polvareda crece y se espesa, el Pesado estornuda y el Sargento listo, podían irse al barranco, muchachos, Madre Angélica. Y al Rubio quién lo ayudaba, Sargento, ¿no veía que se le soltaban? El Chiquito y la vieja ruedan al suelo abrazados, que el Oscuro fuera a ayudarlo, el Sargento lo reemplazaría, vigilaría al calato. Las madres caminan hacia el barranco tomadas del brazo,
el Rubio arrastra dos figuras entreveradas y gesticulantes y el Oscuro sacude furiosamente la melena de la vieja hasta que el Chiquillo queda libre y se levanta. Pero la vieja salta tras ellos, los alcanza, los araña y el Sargento listo, Pesado, se fueron. Siempre apuntando a los dos hombres retroceden, se deslizan sobre los talones y los aguarunas se levantan al mismo tiempo y avanzan imantados por los fusiles. La vieja brinca como un maquisapa, cae y apresa dos pares de piernas, el Chiquito y el Oscuro trastabillean, Madre de Dios, caen también y que la Madre Patrocinio no diera esos gritos. Una rápida brisa viene del río, escala la pendiente y hay activos, envolventes torbellinos anaranjados y granos de tierra robustos, aéreos como moscardones. Los dos aguarunas se mantienen dóciles frente a los fusiles y el barranco está muy cerca. ¿Si se le aventaban, el Pesado disparaba? y la Madre Angélica bruto, podía matarlos. El Rubio coge de un brazo a la chiquilla del pendiente, ¿por qué no bajaban, Sargento?, a la otra del pescuezo, se le zafaban, ahorita se le zafaban y ellas no gritan pero tironean y sus cabezas, hombros, pies y piernas luchan y golpean y vibran y el práctico Nieves pasa cargado de termos: que se apurara, don Adrián, ¿no se le quedaba nada? No, nada, cuando el Sargento quisiera. El Chiquito y el Oscuro sujetan a la vieja de los hombros y los pelos y ellas está sentada chillando, a ratos los manotes sin fuerza en las piernas y bendito era el fruto, Madre, Madre, de su vientre y al Rubio se le escapaban, Jesús. El hombre del tatuaje mira el fusil del Pesado, la vieja lanza un alarido y llora, dos hilos húmedos abren finísimos canales en la costra de polvo de su cara y que el Pesado no se hiciera el loco. Pero si le aventaba, Sargento, él le abría el cráneo, aunque fuera un culetazo. Sargento, y se acababa la broma. La Madre Angélica retira el pañuelo de su boca: bruto, ¿por qué decía maldades?, ¿por qué se lo permitía el Sargento?, y el Rubio ¿podía ir bajando?, estas bandidas lo despellejaban. Las manos de las chiquillas no llegan a la cara del Rubio, sólo a su cuello, lleno de rayitas violáceas, y han desgarrado su camisa y arrancado los botones. Parecen desanimarse a veces, aflojan el cuerpo y gimen y de nuevo atacan, sus pies desnudos chocan contra las polainas del Rubio, él maldice y las sacude, ellas siguen sordamente y que la Madre bajara, qué esperaba, y también el Rubio y la Madre Angélica ¿por qué las apretaba así si eran niñas?, de su vientre Jesús, Madrid, Madre. Si el Chiquito y el Oscuro la soltaban la vieja se les echaría encima, Sargento, ¿qué hacían? y el Rubio que ella las cogiera, a ver, Madre, ¿no veía cómo lo arañaban?" Una vez en el convento, las niñas son educadas, y luego entregadas para el servicio doméstico de familias conocidas o para otras labores. El autor de a entender que la mayoría de ellas acaban en la prostitución. Es el caso de Bonifacia, una pupila que lleva tiempo en la misión, que sabe cristiano (español) y no pagano (lengua indígena), que un buen día deja la puerta libre para que se escapen las pupilas recién traídas a la misión. Las monjas se enfadan con ella, y tras largos interrogatorios, utilizados para ridiculizar a las Madres, se la lleva el gobernador de la zona, Reátegui, como doméstica (chica de servicio). Una vez fuera, es violada por el Sargento en al campamento militar. El Sargento decide casarse con ella, y la boda se celebra en plena guarnición de la selva. Bonifacia volverá a aparecer en otro momento del relato con el nombre de Selvática, convertida en ramera de La casa verde. Los personajes principales entre las monjas que aparecen son: Madre Angélica, Madre Leonor, Madre Griselda (la Superiora). Las pupilas pertenecen al pueblo de los aguarunos y al de los huambisas.
B. El protagonista del segundo núcleo narrativo es Fushía, un contrabandista japonés que vive en la región de los huambisas, en una isla del Río Santiago, cercana a la frontera de Ecuador. Tiene una especie de banda, y se dedica a asaltar a las tribus vecinas para llevarse su caucho. Pero la historia de Fushía la vamos conociendo según avanza la narración, y a través de un Fushía ya viejo, que le cuenta sus memorias a su amigo Aquilino. De esa manera, sabemos que estuvo en la cárcel y se escapó. Que pasó una vida intensa en aventuras, peleas, traiciones, crueldades, y entre todo destaca su amor por Lalita, con la que se escapa y a la que somete a continuas palizas por celos o por peleas domésticas. Con Lalita tendrá hijos. Pero poco a poco, siente que la lepra le va envejeciendo, y Lalita se escapa con el gobernador Reátegui; con él tiene dos hijos también, para acabar con el Pesado, otro de los nombres con los que aparece el Sargento del que hemos hablado en la narración A. En el epílogo de la novela vemos a Fushía, esperando la muerte en una isla de leprosos, visitado una vez al año por su amigo Aquilino, al que ha contado la historia de su vida en el trayecto por el río, hasta llegar al leprosorio de San Pablo. Esta parte la podríamos llamar la historia de la Casa verde, el prostíbulo de la ciudad de Piura. Primero se nos cuenta cómo era Piura antes de la llegada de Don Anselmo, personaje misterioso, fundador y constructor de la Casa verde. Don Anselmo llega a la ciudad, busca un terreno y construye en medio del desierto, en los arrabales de Piura, una casa pintada de verde. Todo el mundo se pregunta la finalidad: se disipan las dudas cuando llegan las primeras "habitantas". El pueblo masculino va pasando casi en su totalidad por la Casa. La pequeña ciudad se transforma. El Padre García clama contra la amenaza moral, trata de sublevar a las gentes. Las personas de bien ²que son nombradas por el autor como gallinazas y beatas² acabarán quemando la Casa verde. En el incendio muere Antonia, de la que se cuenta su historia y sus amores con Don Anselmo. Antonia era muda y ciega. El autor se recrea en el relato de sus amores turbios, con violaciones, y algún que otro momento lírico. De los amores de Anselmo y Antonia había nacido la Chunga, que es salvada del incendio por Juana Baura, una lavandera indígena. La Chunga, sin que aparezca muy claro en la novela, funda una segunda casa verde y contrata a su padre, que había formado una orquesta con otros mangaches (Mangachería es un barrio de Piura), Bolas y Alejandro. En el epílogo muere Don Anselmo, y le revela la verdad de su vida: la muerte de Toñita (Antonia) y el nacimiento de la Chunga en pleno prostíbulo. El Padre García llega a tiempo para administrarle los últimos sacramentos y suyas son las palabras finales de la novela: "Era para tener un velorio como Dios manda ¿ve usted? ¿A quién podríamos llamar, entonces? El Padre García se ha puesto de pie y está acomodándose el sombrero. El doctor Zeballos también se ha levantado. ² Vendré yo ²el Padre García hace un ademán impaciente². ¿No ha pedido ese marimacho que yo venga? Para qué tanta habladuría entonces. ² Sí, Padrecito ² dice la Selvática ². La señora Chunga prefería que viniera usted.
El Padre García se aleja hacia la puerta, curvo y oscuro, sin levantar los pies del suelo. El doctor Zevallos saca su cartera. ² No faltaba más, doctor ² dice Angélica Mercedes ². Es una invitación más, por el gusto que me dio trayendo al Padre. ² Gracias, comadre ² dice el doctor Zevallos ². Pero te dejo esto de todos modos, para los gastos del velorio. Hasta la noche, yo vendré también. La Selvática y Angélica Mercedes acompañan al doctor Zevallos hasta la puerta, besan la mano del Padre García y regresan a la chichería. Tomados del brazo, el Padre García y el doctor Zevallos caminan dentro de un terral, bajo un sol animoso, entre piajenos cargados de leña y de tinajas, perros lanudos y churres, quemador, quemador, quemador, de voces incisivas e infatigables. El Padre García no se inmuta: arrastra los pies empeñosamente y va con la cabeza colgada sobre el pecho, tosiendo y carraspeando. Al tomar una callecita recta, un poderoso rumor sale a su encuentro y tienen que pegarse contra un tabique de cañas para no ser atropellados por la masa de hombres y mujeres que escolta a un viejo taxi. Una bocina raquítica y desentonada cruza el aire todo el tiempo. De las chozas sale gente que se suma al tumulto, y algunas mujeres lanzan ya exclamaciones y otras elevan al cielo sus dedos en cruz. Un churre se planta frente a ellos sin mirarlos, los ojos vivaces y atolondrados, se murió el arpista, jala la manga al doctor Zevallos, ahí lo traían con el taxi, con su arpa y todo lo traían, y sale disparado, accionando. Por fin, termina de pasar el gentío. El Padre García y el doctor Zevallos llegan a la Avenida Sánchez Cerro, dando pasitos muy cortos, exhaustos. ² Yo pasaré a buscarlo ² dice el doctor Zevallos ². Vendremos juntos al velorio. Trate de dormir unas ocho horas le menos. ² Ya sé, ya sé ² gruña el Padre García ². No me esté dando consejos todo el tiempo." D. En la Guarnición de Borja, zona cauchera, ocurre un intento de levantamiento contra los despiadados explotadores del caucho. La rebelión es acaudillada por el indio Jum, para acabar con la explotación de los patrones del caucho. Intenta crear una especie de cooperativa que venda directamente y a mejores precios. Las fuerzas del orden, con Julio Reátegui, prenden a Jum. Lo torturan, lo rapan ("lo que para los aguarunos es una atroz humillación"), lo cuelgan de un árbol durante un día, y le queman las axilas con huevos calientes. La rebelión termina pronto. La explotación continúa. Aquí aparece junto con el Sargento, ya conocido, otro personaje, Adrián Nieves, el práctico, que deserta, se fuga con Lalita, y luego la abandona, para entregarse a las autoridades. Con lo que Lalita pasa por las siguientes manos: Fushía, Reátegui, Adrián Nieves, y el Pesado, que es el Sargento. E. La acción se desarrolla en la Mangachería, donde viven cuatro matones, los inconquistables: Josefino Rojas, José, el Mono y Lituma. Son las más asiduos visitadores de la Case verde (segunda casa). Tienen un himno triunfal y estúpido: "Eran los Inconquistables, no sabían trabajar, sólo chupar, sólo timbear, eran los Inconquistables y
ahora iban a culear". Son la representación del machismo no piurano. Políticamente se definen como urristas, es decir, simpatizantes de la Unión Revolucionaria, fundada por los años treinta por el General Sánchez Cerro, militar de tendencia conservadora, que llegó a ser Presidente de Perú. Existía la creencia de que el general tenía origen Mangache, y por eso su partido gozaba de una audiencia más bien sentimental en la Mangachería. De los cuatro inconquistables, el más importante es Lituma, otro de los nombres con los que aparece e Sargento, ahora ex-policía, que tras pasar por la cárcel, vuelve con los inconquistables. Al regresar se entera de que, en su ausencia, Josefino Rojas, después de violar a su mujer, Bonifacia, la hace su amante, y acaba en el burdel de la Casa verde. Conviene recordar que Bonifacia aparece ahora con el nombre de la Selvática. Lituma propina una paliza de muerte a Josefino y a la Selvática, para acabar todos viviendo de los beneficios del trabajo de la Selvática. Los personajes de Lituma (el Sargento) y la Selvática (Bonifacia) son la obra personajes-puente, que participan en todas las historias y así enlazan unas con otras, en los diversos ámbitos geográficos, dando unidad a la novela. Vamos a examinar ahora el cuadro secuencial de cómo van apareciendo las historias, en un plazo de unos cuarenta años, sin que haya una sucesión temporal clara: UNO
Prólogo (A)
DOS
TRES
Prólogo (A)
CUATRO
Prólogo (D)
(B)
Prólogo
Epílogo
Prólogo
(A)
I:ABCDE
I:ABCDE
I:ABCE
I:ABCE
I: B
II:ABCDE
II:ABCDE
II:ABCE
II:ABCE
II: C
III:ABCDE III:ABCDE
III:ABCE
III:ABCE
III: B
IV: ABCDE
IV:ABCE
IV: EC
El libro está dividido en cuatro capítulos y un epílogo. Cada uno de estas partes se inicia con un prólogo, una especie de narración flotante, que trata del relato A en los capítulos UNO, DOS y Epílogo, de B en el CUATRO, y de D en el TRES. Estas narraciones flotantes no se diferencian en estilo de las anteriores, pero están separadas de lo que llamaríamos subcapítulos por espacios en blanco. Cada uno de los subcapítulos (I, II, III, etc.) está constituido por unidades, separadas por espacios en blanco, que alternativamente nos presentan las historias ABCDE, individualizadas gráficamente por sus dos o tres primeras palabras escritas íntegramente con mayúsculas. II. Los personajes Quizá los únicos personajes no mencionados en el resumen del argumento son los Maestros Benito Pérez y T. Cañas, que intentan enseñar a los indios las primeras letras. También conviene recordar que el Sargento aparece con las denominaciones de Lituma y el Pesado; y que Bonifacia y Selvática son la misma persona. Para completar el análisis del argumento conviene ver el esquema que se adjunta al final de la reseña.
III. Análisis del contenido La novela, partiendo de un rigorismo estructural, está concebida como un inmenso relato que sorprenda al lector. Es una novela de aventuras múltiples, que se suman en el mosaico de la realidad peruana. En el libro están recogidas las propias experiencias personales del autor, sobre asuntos vividos, con un cierto impulso objeticista, que sólo se convierte en adscripción al realismo mágico ² combinación de realidad y fantasía a través de lo mítico y legendario o lo poético: como en Cien años de soledad ² cuando nos cuenta la historia de la fundación de la primera Casa verde. Vargas Llosa adopta un tono alejado, donde los hechos vividos se mezclan con lo mítico. "Se ha hablado tanto en Piura sobre la primitiva Casa Verde, esa vivienda matriz, que ya nadie sabe con exactitud cómo era realmente, ni los auténticos pormenores de su historia. Los supervivientes de la época, muy pocos, se embrollan y contradicen, han acabado por confundir lo que vieron y oyeron con sus propios embustes. Y los intérpretes están ya tan decrépitos, y es tan obstinado su mutismo, que de nada serviría interrogarlos. En todo caso, la originaria Casa Verde ya no existe." (p. 97) La perspectiva mítica de la Casa verde se manifiesta también en la atmósfera que rodea a los inconquistables. Con sus absurdas hazañas y su vida vacía de contenido, llenada únicamente por un machismo vago y ridículo, nos presentan una ambientación esperpéntica de la realidad provinciana. La historia de Fushía se encuentra también cercana a lo legendario. Él mismo al contarla la magnífica. La historia de las niñas, separadas de su pueblo para llevarlas a la civilización, está tratada de forma minuciosa y con perspectiva objetivicista. El autor basa sus acusaciones en una foto de antropólogo, Morote Best, en la cual se ve a dos monjas llevando en compañía de soldados dos indias un poco asustadas. Sobre esa foto, ha inventado la historia de la misión de Sta. María de Nieva. Historia, con perspectiva más real, es la del caudillo Jum. Los personajes que aparecen en este relato pertenecen rigurosamente a la realidad. El autor denuncia directamente los abusos del capitalismo, y el expolio de la única riqueza de los indios: el caucho. Jum intenta un arreglo más justo. Sólo consigue, y el autor se detiene en sus pormenores, la tortura y la desgracia para su familia. IV. Evaluación La Casa verde nos presenta un fondo con resonancia trágica. Todos los personajes
intentan hacer algo, salir del medio, evadirse de su propia miseria, pero la frustración les espera siempre al final. Los personajes, a veces, parecen movidos por un instinto sexual, un tanto envilecido; son seres primarios, amargos, cuya vida es un letargo del que siempre despiertan en la calamidad: Fushía, antes dueño de la selva, después viendo cómo muere su piel en la lepra; Anselmo, ciego; Lituma, en la cárcel; Bonifacia, en la Casa verde; Jum, torturado, etc.
El autor sigue la acción sin detenerse en comentarios más o menos sociales o demagógicos. Simplemente, presenta hechos imaginarios que, por sí solos, bastan para denunciar la sociedad en la que transcurre la acción. El manejo del autor está en la disposición de los materiales, y en el objetivismo minucioso con que los describe. Sin embargo, el gran problema de La Casa verde no es tanto su contenido, como su estructura. Puede afirmarse que sólo un lector concentrado y acostumbrado logra hacerse cargo del total de la novela, que está hecha para pasto de los críticos más o menos estructuralistas. Un lector normal no acaba de enterarse de quién es Fushía, ni el Sargento, ni la Selvática. La estructura es minuciosamente perfecta. Vargas Llosa ha realizado ese alarde estructural y organizativo partiendo de una narración lineal, en el más puro estilo de Balzac. Luego ha ido trastocando el orden temporal y estructural hasta ofrecernos, bajo una apariencia totalmente caótica, una novela perfectamente estructurada y con una notable unidad. VALORACIÓN DOCTRINAL En esta novela se retratan ambientes en los que abundan los comportamientos inmorales, descritos con crudeza y de un modo morboso, con desenvoltura y tolerancia. De ese modo, la ciudad de Piura y la selva del Perú ² los dos escenarios de la acción del libro ² aparecen configurados lejos de una vida humana decorosa, como lugares en los que reina la miseria y el pecado. Las monjas de Sta. María de Nieva son retratadas, en ocasiones, con un humor satírico. Aparecen empeñadas en cristianizar a las indias, y para ello no dudan en poner medios inmorales, como la cacería de niñas indias en contra de la voluntad de sus padres. El cristianismo de las monjas es presentado frecuentemente con una perspectiva formalista, con una rigidez moral caricaturesca. El Padre García aparece como un predicador con aires esperpénticos: su carácter irritable e intransigente lo hace blanco de burlas y desprecio constantes. Sin embargo, los piuranos le buscan y le necesitan, pero llevados de una religiosidad supersticiosa, en la que la verdadera fe queda muy desdibujada. Otra expresión reveladora del ambiente de la novela es la acogida que el pueblo dispensa al legendario D. Anselmo, considerado como un benefactor, por haber aumentado las posibilidades de esparcimiento y diversión de las gentes, merced al prostíbulo ² la Casa verde ² que instala en la ciudad, introduciendo la novedad de los placeres en el horizonte decaído de la vida de sus habitantes. Casi todos ²excepto el Padre García y algunas beatas tristes² quieren y admiran a D. Anselmo. Los personajes de la novela viven, en general, como si desconocieran la ley natural; cuando se ayudan unos a otros es más bien por una bondad sentimental, que parece nacer de la comunidad de dificultades en que deben convivir.
Bonifacia había sido robada por las monjas y educada en un colegio convento. Cuando llega un nuevo grupo de chicas ± las que las monjas raptan en la primera escena de la obra-, Bonifacia, ya mujer y ahora al cuidado de sus chicas, las deja huir. Las monjas al enterarse de su acción desleal, la expulsan del convento.
Bonifacia al quedarse en la calle, se siente angustiada por que no conoce a nadie y por casualidad halla aposento en la casa de Lalita, ahora amancebada con Adrián Nieves, la llevara al matrimonio con el sargento Lituma, amigo de Adrián Nieves. Lalita antes de ser la mujer de Adrián Nieves fue la amante de Julio Reategui. Todavía adolescente Lalita se convierte en mujer del japonés Fushía,
cuando
su
madre
la
vende.
En ese tiempo el Japonés Fushía estaba en todo su apogeo, tenía toda una isla bajo el control de su ejército de huambisas y su mujer. Lalita pasaba por
momentos de gran peligro cuando el japonés se entregaba a sus orgías. Mas gorda y mas contenta que en Santa Maria De Nieva, Lalita encuentra la vida mas
fácil
con
Adrian
Nieves
y
talvez
hasta
placentera.
El sargento Lituma parece ³un buen hombre´, por lo que Lalita induce a Bonifacia a pensar que casarse con el es lo mejor que le puede pasar. Bonifacia termina casándose con el sargento Lituma. La pareja de esposos regresa a Piura una vez que el sargento termina su periodo de conscripción en el ejército. Ya en la ciudad piurana le espera a Bonifaci la sorpresa mas horrible de
su
vida.
El sargento Lituma resulta ser uno de los ³incorregibles´, grupo de vividores, que no solamente esperan que las mujeres los mantengan, sino que las obligan
a
trabajar
como
³putas´
en
el
prostíbulo
la
casa
verde.
La chunga es la que regenta el prostíbulo. La Bonifacia termina convertida en una meretriz apodada ³la selvática´. Esta trabaja para ella y para los cuatro inconquistables
de
la
casa
verde.
La novela finaliza revelando a un Fushía victima de lepra, pobre y a merced de aquilino que lo lleva a su destino final; el leprosorio.
La casa verde De Wikipedia, la enciclopedia libre Saltar a navegación, búsqueda
La casa verde
Autor
Mario Vargas Llosa
Género
Novela
Idioma
Castellano
Editorial
Seix Barral S.A. Perú
País
Fecha de
1966
publicación
Formato
Impreso Serie
La ciudad y los perros
La casa verde
Los cachorros (1967)
(1963)
La casa verde (1966) es la segunda novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa.
La novela se caracteriza por la asimilación de las nuevas técnicas narrativas de autores europeos y estadounidenses desarrolladas a lo largo de la primera mitad del siglo XX. La obra consiguió el Premio Rómulo Gallegos.
Contenido [ocultar] y y y
1 Escenarios 2 Argumento 3 Sinopsis de la obra o 3.1 Historia de Don Anselmo o El Arpista
o o y y
y y y y
3.2 Historia de Lituma o el Sargento 3.3 Historia de Fushía
4 Estructura 5 Personajes o 5.1 Principales o 5.2 Secundarios
6 Crítica 7 Novelas de Mario Vargas Llosa 8 Fuente 9 Enlaces externos
[editar] Escenarios
Mapa del norte peruano, donde se desenvuelven las historias de la novela.
La acción de la novela transcurre entre dos escenarios, separados entre sí por muchos kilómetros: la ciudad de Piura (situada en el desierto de la costa norte peruana), y la selva amazónica peruana, principalmente en el poblado de Santa María de Nieva, sede de una misión religiosa española así como de un puesto de la Guardia Civil. Otros escenarios selváticos son Iquitos, la principal ciudad del oriente peruano, y Borja, sede de un destacamento del ejército peruano. Los nervios de aquel mundo selvático son los ríos caudalosos e imponentes: el Marañón, el Amazonas y sus afluentes.
[editar] Argumento En esta novela confluyen muchas historias que, espacial y temporalmente, se entrecruzan, se complementan y se enriquecen mutuamente, sin embargo, es posible distinguir tres historias ³base´: la de Don Anselmo, la del Sargento Lituma y la del bandido Fushía. Don Anselmo es un forastero que funda un prostíbulo en Piura, conocido como ³La Casa Verde´. Ante ello el cura García, junto con otros ³guardianes de la moral´ de la ciudad inician una lucha frontal contra el ³antro de perversión´, al cual terminan por incendiar. Don Anselmo cae en la miseria y se dedica a tocar el arpa en las cantinas. Años después, su
hija, apodada ³La Chunga´, funda otra casa-burdel al cual bautiza con el mismo nombre de la anterior. Lituma es un piurano o mangache más que frecuenta la Casa Verde (la regentada por La Chunga), junto con sus amigos, tipos vagos y vividores como él, apodados ³los Inconquistables´. Tiempo después se enrola en la Guardia Civil, fungiendo de sargento en el poblado selvático de Santa María de Nieva. Allí conoce a Bonifacia o ³La Selvática´, una lugareña de ascendencia aguaruna, con quien se casa y regresa a Piura. Pero al reunirse de nuevo con sus amigos ³inconquistables´, recae en las andadas y termina por ser encarcelado, mientras su esposa se prostituye en la Casa Verde. Al salir de prisión, Lituma no solo no hace nada para rescatar a su esposa, sino que junto con sus amigos empieza a vivir a expensas de ella. Fushía es un contrabandista de origen japonés, quien junto con una muchacha iquiteña llamada Lalita, se instala en una isla del río Santiago, cerca a la frontera con Ecuador, donde se dedica a robar mercaderías a las tribus vecinas. Le ayuda su fiel amigo Aquilino, quien se encarga de llevarle dinero y víveres a cambio de las mercaderías robadas. Pero empieza a maltratar a Lalita y esta huye junto con otro prófugo, el práctico Adrián Nieves, desertor del Ejército. Solitario y víctima de una repulsiva enfermedad, Fushía es trasladado por su amigo Aquilino al leprosorio de San Pablo, cerca de Iquitos.
[editar] Sinopsis de la obra [editar] Historia de Don Anselmo o El Arpista
Plaza de Armas de Piura
O mejor podríamos llamarla la ³historia de la Casa Verde´. Transponiendo los médanos montado en un asno, aparece un día en Piura un misterioso forastero de oscuro origen. Nadie sabe quién es ni de dónde viene. Un día, sorprende a los pobladores de la zona, sobre todo a los habitantes de la Mangachería (barrio marginal de Piura), al comprar un terreno en pleno arenal, donde piensa edificar una casa. Desoyendo los consejos de la gente, don Anselmo ("este es el nombre del enigmático personaje, quien afirmaba ser peruano "), levanta la casa y la pinta totalmente de color verde. Obviamente la casa resulta extraña por su color, y no menos extraña por la disposición de sus habitaciones. Un espacioso salón en
el piso de abajo y seis cuartos minúsculos en el de arriba. Ello aumenta la expectativa de los pobladores. Para implementar aquel misterioso ambiente, llegan media docena de camas, seis lavabos, seis espejos y seis bacinicas. Las sospechas en el pueblo aumentan cada vez más; tanto es así que el Padre García expresa en la misa de un domingo, que una agresión moral se cierne sobre la ciudad. Empiezan a llegar las mujeres o trabajadoras sexuales (llamadas ³las habitantas´), y don Anselmo se enriquece y se pasea orgulloso por el pueblo. Pese a las críticas del cura, las actividades en la "Casa Verde" convertida en burdel continúan. En esta parte de la novela empiezan los contrastes. Llega al pueblo Antonia, una niña e hija de unos viajeros asesinados por bandidos una mañana en las dunas. Tendida sobre la arena es encontrada moribunda con la lengua y los ojos arrancados por los buitres. Esta hija de la desgracia centra la atención del pueblo. Todos la miran y algunas veces la compadecen. Una lavandera, Juana Baura, la acoge y la cría como si fuera su hija en el barrio de la Gallinacera, hasta que un día la Antonia o ³La Toñita´, ya adolescente, desaparece misteriosamente. La gente se conmueve de tal hecho. Tiempo después se enterarían que había sido raptada por don Anselmo, quien, enamorado de ella, la instala en un hediondo cuarto privado del burdel, situado en el piso superior (llamada ³la Torre´), donde alternativamente la ama y la viola, quedando Antonia embarazada. Al momento del alumbramiento y a pesar de las medidas de emergencia tomadas por el doctor Pedro Zeballos, la mujer muere en el parto, pero la niña recién nacida se salva. La gente se entera al fin del oscuro secreto de don Anselmo y durante el sepelio de Antonia la ira estalla incontenible. El cura García instiga al pueblo a acabar de una vez con el antro de la perversión. Una muchedumbre portando antorchas se dirige hacia la "Casa Verde" la cual es totalmente arrasada por el fuego. La gente intenta lapidar a don Anselmo, pero terminan perdonándolo, cuando lo ven emocionado abrazar a su hijita, rescatada de las llamas. La cólera popular se vuelve entonces contra el padre García, a quien desde entonces apodan como ³el quemador´. De todos modos don Anselmo cae en la ruina; deja a la niña al cuidado de la lavandera Juana Baura (la misma que criara a la Antonia) y arrastra su miseria por tabernas, tocando su arpa en juergas noctámbulas. Pasan los años y la ³Casa Verde´ se convierte en leyenda, de la que solo guardan un recuerdo real los más viejos. Con un grupo de músicos mangaches (el Bolas y el Joven Alejandro) don Anselmo, conocido ahora como ³el arpista´, decide formar una orquesta. Una mujer, apodada la Chunga, reconstruye la "Casa Verde" y contrata a don Anselmo y a sus músicos para que animen su local. La Chunga era nada menos que la hija de don Anselmo, la misma que recién nacida fuera salvada del incendio de la primera ³Casa Verde´. En el epílogo muere don Anselmo, en el local de la Chunga, pero antes confluyen allí el doctor Zevallos y el Padre García para asistirlo en sus últimos instantes. En la conversación que sostienen ambos personajes, esclarecen al lector la muerte de la ciega Antonia durante el parto y el nacimiento de la Chunga en pleno prostíbulo. El padre García administra los últimos sacramentos a don Anselmo y acepta oficiar la misa del sepelio.
[editar] Historia de Lituma o el Sargento
Casas flotantes en el río Amazonas
Lituma es un residente del barrio de la Mangachería, en Piura, y a lo largo de la narración es conocido también como el Sargento. Junto con tres amigos mangaches (Josefino Rojas y los primos de Lituma: José y el Mono) forma el grupo de los ³inconquistables´, gente vividora, sin ideales ni metas concretas. Lituma se enrola en la policía y parte a la selva, donde funge como Sargento en el recién creado puesto de la Guardia Civil del poblado de Santa María de Nieva, situado en el Alto Marañón (Amazonas). Allí también se hallaba una misión de religiosas españolas, que reclutaban ³pupilas´ de los pueblos nativos para internarlas en un convento y ³civilizarlas´. Una de dichas pupilas es Bonifacia, cuya historia, entrelazada con la de Lituma, conforma otro núcleo argumental del relato. Niña aún, Bonifacia había sido rescatada del poder de los aguarunas, cuando una patrulla del Ejército, dirigida por el gobernador don Julio Reátegui, incursiona en el territorio de dicha tribu, a raíz de una rebelión acaudillada por el jefe aguaruna Jum de Urakusa. Reátegui se encariña con la niña y la entrega a las madres españolas, quienes la acogen y la bautizan con el nombre de Bonifacia. Años después Reátegui vuelve para llevársela a fin de tomarla como empleada doméstica pero la muchacha prefiere quedarse con las madres aunque poco después es expulsada del convento, como castigo por dejar huir a un grupo de pupilas aguarunas recién venidas. Bonifacia logra conseguir trabajo como sirvienta en la casa del práctico (guía) Adrián Nieves y su mujer, la Lalita. El práctico Nieves era un desertor del ejército, de la guarnición acantonada en Borja, pero aprovechando que nadie lo conocía en Nieva, trabajaba eventualmente para la guardia civil. Precisamente es requerido para ayudar a los guardias a fin de encontrar a las pupilas fugitivas y así es como conoce al Sargento Lituma, de quien se hace amigo y lo invita a su casa. Lituma conoce a su vez a Bonifacia, de quien se enamora, y un día en que los Nieves se ausentan de su casa, aprovecha para visitarla y seducirla. Bonifacia se resiste al principio pero al final acepta; luego Lituma le propone matrimonio, contando con el apoyo de Lalita. Pero antes de realizarse la boda, Lituma es enviado a una misión junto con el Teniente de la guarnición de Borja, hacia la isla del río Santiago, situada cerca de la frontera con Ecuador , donde debían capturar a unos contrabandistas que se dedicaban a robar mercancías a las tribus vecinas. Solo logran capturar a uno de los bandidos, un individuo apodado Pantacha, que ya estaba
completamente loco, mientras que el cabecilla de la banda (un tal Fushía, apodado ³el japonés´) hacía tiempo que se había escapado. Suponen que el bandido ya había cruzado la frontera. De retorno a Nieva, Lituma contrae matrimonio con Bonifacia y se prepara para retornar a Piura, pero antes se le comisiona una última misión en la selva: arrestar al práctico Nieves, por desertor del ejército y por estar también involucrado con los bandidos, según informaciones obtenidas por la policía en el interrogatorio a Pantacha. Lituma trata de salvar a su amigo Nieves, aconsejándole que se internara en el monte, mientras que él diría que lo había perdido, pero Nieves prefiere entregarse a la justicia, para no llevar una permanente vida de fugitivo. Felicitado por sus servicios, Lituma por fin puede retornar a Piura, junto con su esposa, feliz con la idea de volver donde sus familiares y amigos de infancia. Por un tiempo la pareja vive tranquila en el barrio de la Mangachería, pero Lituma nuevamente frecuenta con sus amigos, los ³inconquistables´ y empieza a golpear a Bonifacia, a quien reprocha no querer adaptarse a la ³civilización´. En una de sus frecuentes visitas a la ³Casa Verde´ (la administrada por la Chunga), Lituma se ve envuelto en una discusión con un iracundo hacendado apellidado Seminario, a raíz de la cual éste se mata de un disparo en la cabeza jugando a la ³ruleta rusa´. Lituma es arrestado, trasladado a Lima y encarcelado, quedando Bonifacia desamparada. Algún tiempo después Lituma retorna a Piura y se entera que durante su ausencia Bonifacia se había convertido en amante de uno de sus amigos, Josefino, quien la obliga a abortar el hijo que esperaba de Lituma; luego de esta penosa experiencia, Bonifacia había empezado a prostituirse en la ³Casa Verde´, adoptando el apelativo de ³la Selvática´. Furioso, Lituma propina a Josefino y a Bonifacia una paliza feroz, para finalmente aceptar resignado los hechos. Todos los ³inconquistables´ usufructúan del trabajo de ³la Selvática´. En el epílogo, se encuentran todos cara a cara con el padre García, a raíz del sepelio de don Anselmo (el arpista). El cura les echa en cara su vida de vagos y parásitos. Los personajes de Lituma (el Sargento) y la Selvática (Bonifacia) son los personajes-puente de la obra, que participan en todas las historias, dando unidad a la novela. [editar] Historia de Fushía
Fushía es un contrabandista brasileño de origen japonés, que huye de Campo Grande (Mato Grosso, en el Brasil) hacia la selva peruana, y cuya historia, llena de aventuras, peleas, traiciones, crueldades y amores se va conociendo según avanza la narración, a través del relato que hace él mismo, ya viejo y enfermo, a su amigo Aquilino. Fushía es el prototipo del bandido cruel y sin escrúpulos. Llega primero a Moyobamba, donde recluta a Aquilino, un humilde aguatero con quien se dedica a traficar con las tribus indígenas, adquiriendo pieles y bolas de caucho a cambio de baratijas y utensilios domésticos. Luego se traslada a Iquitos, donde participa del tráfico ilícito de caucho que realiza el gobernador de Santa María de Nieva, don Julio Reátegui. Descubierto el negociado por la policía, toda la responsabilidad recae en Fushía, quien huye de la justicia, llevándose consigo a Lalita, una linda muchacha iquiteña de quien se había enamorado.
Pero antes de internarse por los ríos de la selva, Fushía pide a don Julio una lancha con víveres, con la promesa de irse muy lejos y no delatarlo. Don Julio acepta darle todo a cambio de Lalita, a quien quería convertirla en su amante. Fushía acepta el trato pero Lalita lo alcanza justo cuando ya partía en la lancha, burlando así a don Julio. Tras una larga y penosa navegación por la Amazonía la pareja llega a una isla del río Santiago, cerca de la frontera con Ecuador , en donde se establecen y con la ayuda de los huambisas se dedican a robar caucho y pieles de animales a las otras tribus nativas de los contornos: los achuales, los muratos, los shapras y los aguarunas. Se suman en tal labor otros dos fugitivos: el serrano Pantacha y el práctico Nieves, el recluta que desertara del ejército, hastiado de la vida severa en la guarnición de Borja. También recala por un tiempo en la isla el aguaruna Jum, el mismo de la rebelión de Urakusa anteriormente mencionada, quien ayuda a Fushía convenciendo a los indígenas a entregar sus mercancías sin violencia. Cada cierto tiempo Aquilino llega a visitarlos para intercambiar la mercadería robada por víveres y dinero. Fushia tiene un hijo con Lalita, a quien llama Aquilino, en honor al fiel amigo, pero empieza a maltratar a su esposa y no tiene tampoco reparos en llevar a su cabaña a nativas selváticas cautivas con quienes tiene relaciones sexuales ante la vista de su mujer. Pero tal prepotencia y abuso tiene al fin su retribución: Fushía empieza a decaer físicamente y desarrolla una rara enfermedad de la piel que le hace perder su virilidad y exhalar un olor insoportable. Hastiada de tal vida, Lalita abandona a Fushía, llevándose a su hijo y fugándose con el práctico Nieves, con quien se instala en Santa María de Nieva, empezando una nueva vida (allí es donde conocen a Lituma, según lo relatado anteriormente). Fushía, viejo y enfermo, termina abandonado por todos y solo le recuerda el fiel Aquilino, quien lo convence a dejar la isla, llevándolo en su lancha rumbo a San Pablo, un albergue de leprosos situado al otro lado de Iquitos. En el transcurso de la larga y penosa navegación por el Amazonas, Fushía cuenta los pormenores de su aventurera vida a Aquilino. Cuando meses después las fuerzas del orden llegan a la isla de río Santiago, solo encuentran a Pantacha, tirado en la playa y narcotizado. Suponen que Fushía ya había cruzado la frontera y dejan de buscarlo. En el epílogo, Fushia es visitado por Aquilino en el albergue, después de mucho tiempo, y entre otras cosas, se entera de la vida de Lalita: ella, tras el arresto del práctico Nieves, se había vuelto a casar, esta vez con el guardia civil Huambachano, apodado "el Pesado", con quien tuvo varios hijos. Estaba ya irreconocible, se había puesto muy gorda. Su hijo mayor, el pequeño Aquilino, ya era un joven que trabajaba en el muelle de Iquitos. Fushía no parece muy feliz con las noticias de su amigo y se sume en una profunda melancolía. Aquilino promete volver a visitarlo el próximo año, pero Fushía cree que no volverá más a verlo.
[editar] Estructura La novela está dividida en cuatro capítulos y un epílogo. Cada una de estas cinco secciones se inicia con una especie de prólogo o narración flotante, para luego dar paso a subcapítulos
rotulados con números romanos, cuyo número varía entre tres y cuatro, distribuyéndose de esta manera: Capítulo Uno: I, II, III y IV Capítulo Dos: I, II y III Capítulo Tres: I, II, III y IV Capítulo Cuatro: I, II y III Epílogo: I, II, III y IV. A la vez, cada uno de los subcapítulos está conformado por entre 4 y 5 unidades narrativas (una sola en las correspondientes al Epílogo), que se distinguen gráficamente al estar separadas por espacios en blanco y con las dos o tres primeras palabras iniciales escritas en mayúsculas (esta última característica corresponde a la edición príncipe; otras ediciones posteriores no la tienen). Dichas unidades narrativas corresponden a cinco núcleos argumentales que se van desarrollando a lo largo de la novela. Para esquematizar los señalaremos con las letras del alfabeto: A.- Se desarrolla en Santa María de Nieva, sede de una misión de religiosas españolas y de
un puesto de la Guardia Civil (policía). En el convento de la misión son acogidas niñas indígenas para evangelizarlas y ³civilizarlas´. Entre dichas pupilas se encuentra Bonifacia, quien tras ser expulsada del convento, se casa con el Sargento Lituma, de la Guardia Civil. B.- Corresponde a la historia del bandido Fushía, un brasileño de ascendencia japonesa, que
tiene su centro de operaciones en una islita del río Santiago. C.- Es la historia de Don Anselmo y la ³Casa Verde´, burdel de Piura, historia
que se
prolonga en un espacio de 40 años. D.- Tiene su centro de referencia la guarnición militar de Borja, en la Amazonía, cuyas
fuerzas son solicitadas por las autoridades para reprimir a los nativos encabezados por el aguaruna Jum. Uno de los reclutas, el práctico Adrián Nieves, deserta y termina recalando en la isla de Fushía. Los militares actúan en coordinación con la Guardia Civil de Nieva. E.- La acción se desarrolla en la Mangachería, barrio bravo de Piura, en torno a las
andanzas de los ³inconquistables´, con el Sargento Lituma a la cabeza. Su canto triunfal era: Eran los Inconquistables, no sabían trabajar, sólo chupar, sólo timbear, eran los Inconquistables y ahora iban a culear . "
"
Estas historias se distribuyen a lo largo de la novela del siguiente modo:
Capítulo Uno: ³Prólogo´
(A), I (A-B-C-D-E), II (A-B-C-D-E), III (A-B-C-D-E) y IV (A-
B-C-D-E) Capítulo Dos: ³Prólogo´
(A), I (A-B-C-D-E), II (A-B-C-D-E) y III (A-B-C-D-E)
Capítulo Tres: ³Prólogo´
(D), I (A-B-C-E), II (A-B-C-E), III (A-B-C-E) y IV (A-B-C-E)
Capítulo Cuatro: ³Prólogo´
(B), I (A-B-C-E), II (A-B-C-E) y III (A-B-C-E)
Epílogo: ³Prólogo´ (A), I (B), II (C), III (D) y IV (C/E).
La edición príncipe contaba además con un mapa del escenario de los sucesos de la novela: es decir todo el norte peruano, desde Piura en la costa hasta la selva amazónica repartida entre los departamentos de Amazonas y Loreto. No todas las ediciones posteriores incluyen dicho mapa.
[editar] Personajes [editar] Principales y
Don
Anselmo o El Arpista.- Aparece un día en Piura, donde se radica para no salir más de
ahí. Parece ser un personaje que está más allá del tiempo, pues nadie sabe nada de su pasado y él no parece tener proyectos a futuro. Sin embargo, sorprende a todos creando un burdel en las afueras de la ciudad, al que bautizan como la Casa Verde. Es odiado por los sectores conservadores de la ciudad, a la cabeza de los cuales se halla el padre García. Otros lo respetan y lo frecuentan solo por su riqueza. Don Anselmo es el prototipo del empresario hábil y sin escrúpulos que hace dinero a expensas de los bajos instintos de los hombres. Quizás el único momento puro de su vida sea su amor por Antonia, la niña ciega; pero la muerte de ésta, durante el parto, seguido del incendio de la Casa Verde detiene absolutamente todo, y para don Anselmo ya sólo existe el recuerdo de ese instante crucial de su vida. Termina sus días trabajando como músico en locales de ínfimo nivel. "Es el hombre de un solo sitio, sin pasado y sin futuro: la casa". o El Sargento.- Es uno de los "Inconquistables", nombre con el que se apodan un grupo de mangaches (piuranos del barrio de la Mangachería) vividores, que no tienen ideales ni metas concretas. Lituma parte a la selva, enrolado en la Guardia Civil, pero trabaja sólo por cumplir, y la posibilidad de abusar de su cargo le permite la revancha de disponer un pequeño poder. Pero ya de regreso en Piura, no es siquiera capaz de salvar a su mujer, Bonifacia, de la prostitución. Lituma es la debilidad, la casi inexistencia de una existencia gris: el fracaso.
y
Lituma
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Fushía.- Es el aventurero que vive al margen de la ley y que aspira a tener poder y riqueza.
Cree que el crimen es el único camino para llegar a donde se propone; pero el puro ímpetu no basta para imponerse sobre los demás, y poco a poco va perdiendo su ilusorio poder. Así, sus actos forjarán su soledad final, agudizada por el aislamiento al que lo condena una rara enfermedad de la piel. Pese a todo, su naturaleza emprendedora hace que su mirada esté siempre puesta en el futuro, pues aun enfermo y solo mantiene algún
proyecto: confía en el regreso del que quizás sea su único amigo, Aquilino. "Fushía es el movimiento, lo temporal: el río". y
o la Selvática, de origen desconocido. Era de baja de estatura y de ojos verdes. Había nacido entre los aguarunas y criada por el cacique Jum. Niña aún, es capturada por los soldados y llevada al convento de Nieva. Expulsada de allí, se casa con el Sargento Lituma, quien la lleva a Piura. Acaba convertida en una prostituta de la Casa Verde (la regentada por La Chunga) y a sus expensas viven Lituma y sus amigos los inconquistables. Bonifacia
Barrio de Belén, en Iquitos y
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Lalita,
una mujer iquiteña, del barrio de Belén, muy atractiva, de cabello largo y claro. Muy joven aún, se enamora de Fushía, cuando éste trabajaba en Iquitos como empleado de Julio Reátegui, en el comercio de tabaco. Cuando la policía descubre que este negocio era solo una fachada del tráfico de caucho, Fushía huye y Lalita lo sigue, arribando ambos a una isla del río Santiago, donde llevarán durante mucho tiempo una vida muy dura dedicada al robo y el contrabando. En ese ambiente tienen un hijo, el pequeño Aquilino, pero cansada de los maltratos de Fushía, Lalita se fuga con el práctico Nieves, con quien se instala en Santa María de Nieva y tiene dos hijos. Descubierto y arrestado Nieves, Lalita se casa después con el guardia Huambachano, apodado el Pesado, con quien tiene más hijos. El práctico Adrián Nieves, natural de Amazonas. Su trabajo consistía en guiar a los
foráneos a través de los ríos y parajes de la selva. Se enrola en la guarnición de Nieva, pero cansado de la dura vida cuartelaria deserta y se interna en una isla del río Santiago, cercano a la frontera con Ecuador, donde lo a coge Fushía, jefe de bandidos. Se traslada luego a Santa María de Nieva, junto con Lalita (la mujer de Fushía) con quien tiene dos hijos. Pero es descubierto por la policía y arrestado, permaneciendo en prisión durante muchos años. y
La
Chunga, hija de don Anselmo y de la ciega Toñita, nacida poco antes del incendio de la
Casa Verde, de la que se salva. Ya mayor, trabaja en el bar de Doroteo, y termina apoderándose del negocio, que prospera bajo su impulso. Funda luego una casa-burdel a la que denomina como la Casa Verde en recuerdo del anterior prostíbulo.
[editar] Secundarios
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La ciega Antonia o la Toñita, hija de los esposos Quiroga, unos hacendados que habían sido asesinados por unos bandidos en el camino hacia Piura. Es adoptada por la lavandera Juana Baura, pero don Anselmo la rapta y lo encierra en una habitación, donde la viola, fruto de lo cual nace una niña conocida después como La Chunga. La lavandera Juana Baura, una gallinaza, es decir del barrio de la Gallinacera de Piura, que cría a la ciega Antonia y después a la hija de ésta, La Chunguita o La Chunga. Angélica Mercedes, cocinera de La Casa Verde (la primera) y que luego funda su propia chichería, en la Mangachería. La "habitantas" o prostitutas de la "Casa Verde", todas foráneas. El doctor Pedro Zevallos, natural de Lima pero establecido en Piura. Amigo de don Anselmo y asiduo concurrente de la Casa Verde. El español Eusebio Romero, dueño de un almacén en Piura. Otro de los que frecuentan la Casa Verde. Se traslada luego a Sullana, donde su negocio prospera. Chápiro Seminario, rico hacendado de Piura, famoso por su fuerza y brío. Asiduo visitante de la Casa Verde (la primera). El padre García, el cura de Piura, severo vigilante de la moral pública. Encabeza a las personas de bien en contra del funcionamiento de la Casa Verde. El camionero Bolas, aficionado a la música, y el Joven Alejandro, un mediocre compositor de baladas, que se juntan con don Anselmo, ya caído en desgracia, para formar una orquesta. Josefino Rojas, José y el Mono, amigos y parientes del Sargento Lituma, quienes forman el grupo de los Inconquistables, gente maleante y vividora del barrio de la Mangachería, en Piura. El hacendado Seminario (sobrino de Chápiro), quien agrede verbalmente al Sargento Lituma en la Casa Verde y acepta el reto de la ruleta rusa, disparándose un tiro en la cabeza. La religiosas españolas de la misión de Santa María de Nieva: Madre Angélica, Madre Leonor, Madre Griselda (la Superiora). Acogen a niñas nativas en el convento para civilizarlas. Las tribus amazónicas del alto Marañón: los aguarunas, los huambisas, los shapras, los muratos, los achuales, entre las cuales existen peleas y rivalidades. Son conocidos genéricamente como chunchos. Venden bolas de caucho y pieles de animales a los patrones pero a cambio reciben pagos irrisorios.
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Jum, cacique aguaruna de la localidad de Urakusa (Alto Marañón), quien azuzado por unos forasteros, exige un pago más justo para el caucho que su tribu vendía a los intermediarios o patrones al servicio de Julio Reátegui, uno de los hombres más ricos de la Amazonía. Al ser ignorado, decide organizar una cooperativa para vender el caucho directamente a los comerciantes de Iquitos y así obtener mayores ganancias. Las fuerzas del orden intervienen y capturan a Jum, acusándolo de sedicioso. Enseguida lo torturan y lo cuelgan durante un día en la plaza de Nieva, para luego soltarlo bajo promesa de no volver a azuzar a su gente. Jum no se arredra y cada cierto tiempo retorna a Nieva exigiendo la devolución de las mercancías que el Ejército le había confiscado, así como a la muchacha que le habían arrebatado (la Bonifacia). Don Julio Reátegui, hombre de negocios y Gobernador de Santa María de Nieva. Es dueño de múltiples empresas en Iquitos, pero su negocio más rentable es el comercio ilegal del caucho (que estaba prohibido por ser material estratégico en los años de la segunda guerra mundial). Recurre al ejército y a la policía para someter a todos aquellos que hacían peligrar su negocio: tanto a los aguarunas sublevados por Jum como a los bandidos encabezados por Fushía. Don Fabio Cuesta, socio de Reátegui, a quien sucede en la gobernación de Santa María de Nieva.
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El doctor Portillo, abogado de Reátegui, cuyos pleitos siempre los gana.
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Manuel Águila, Pedro Escabino y Arévalo Benzas, intermediarios de Juli o Reátegui en el
comercio del caucho con los aguarunas. y
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Bonino Reyes y Teófilo Cañas, forasteros que azuzan a los aguarunas a exigir un pago justo por el caucho. El Cabo (luego Sargento) Roberto Delgado, perteneciente a las fuerzas militares acantonadas en Borja. El Capitán Artemio Quiroga, de la guarnición de Borja. El Teniente Cipriano, jefe de la Guardia Civil de Santa María de Nieva, superior del Sargento Lituma. Los guardias civiles bajo las órdenes del Sargento Lituma: el Rubio, el Chiquito, el Oscuro y el Pesado, todos limeños. De todos ellos, solo el Pesado (Huambachano), el más lujurioso, decide establecerse definitivamente en la selva, casándose con la Lalita, a quien llena de hijos. Aquilino, aguatero de Moyobamba, que es reclutado por Fushía para servirle de ayuda en el comercio con las tribus selváticas. Destaca por la fideli dad que demuestra a su jefe. Pantacha, un aventurero, serrano de origen. Es recogido por Aquilino y se suma a la banda de Fushía en la isla del río Santiago.
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El pequeño Aquilino, hijo de Fushía y Lalita, quien nace en la isla del río Santiago.
[editar] Crítica Mario Vargas Llosa había tenido un enorme e inesperado éxito con su primera novela La ciudad y los perros, en la que novelaba sus experiencias en la Escuela Militar, y abordó esta segunda novela con tiempo y ganas de experimentar. El relato se mueve en tiempos y espacios cambiantes, reales e imaginarios. Su historia, confusa y fragmentaria en principio, se va construyendo conforme avanza la novela, sin que se pierda la claridad, como un enorme rompecabezas que sólo al final se completa. Vargas Llosa aprovechó el recuerdo de sus años en Piura para componer este fresco, utilizando técnicas narrativas vanguardistas e innovadoras. Ejemplo de su habilidad técnica son las llamadas "narraciones telescópicas": se presentan simultáneamente dos (y hasta tres) diálogos que ocurren en diferentes momentos del tiempo y del espacio. Y a pesar de que pueda parecer complejo, el lector atento no se pierde en este juego artístico, pues la maestría del narrador lo orienta paso a paso a través del laberinto que ha construido no por una mera exhibición de virtuosismo, sino porque la naturaleza misma de la novela exige esta fusión abrumadora de realidades fragmentadas. Ellas van dándonos a conocer el universo total que la novela pretende abarcar, como Luis Loayza apunta: "Lo genial estriba en que esta estructura es necesaria; el autor va graduando sus efectos de tal manera, que mantiene nuestro interés en todo momento y, al terminar la lectura, comprendemos que ³La Casa Verde´ no podía escribirse de otra manera".