EL ESPÍRITU DE LA LITURGIA
UNA INTRODUCCIÓN
JOSEPH RATZINGER
CONTENIDO
Prólogo ................................................ 29 Primera pare. So!re la e"e#$ia %e la li&rgia.. li&rgia....... .................. ........................................... .............................. '( Seg%a pare. El e"pa$io ) el iempo e# la li&rgia li&rgia ............................................ ............................................ *' Ter$era pare. El are ) la li&rgia ... ('+ C&ara C&ara pare. ,a -orma -orma lirgi$a... lirgi$a............. (/( 0i!liogra-1a.......................................... 0i!liogra-1a.......................................... 2+( 1#%i$e o#om"i$o............................... 2+' 1#%i$e 1#%i$e ge#eral .................................... 2++
PRÓLOGO Una de mis primeras lecturas, después de comenzar los estudios de teología a principios de 1946, ue la primera de las o!ras de Romano Guardini, "#om Geist der Liturgie$ %"&o!re el espíritu de la liturgia$'( un pe)ue*o +olumen pu!licado en la Pascua de 191 )ue inaugura!a la serie de "-cclesia Orans$, editada por el a!ad .er/egen, 0 )ue tendría numerosas reimpresiones asta 1923 -sta o!ra puede considerarse, con toda la raz5n, el punto de partida del o+imiento Lit7rgico en 8lemania contri!u05 de manera decisi+a a redescu!rir la !elleza de la liturgia, toda su ri)ueza oculta, su grandeza intemporal, e izo de ella el centro +i+i:cante de la ;glesia 0 el centro de la +ida cristiana -sta o!ra traería como consecuencia un esuerzo por cele!rar la liturgia "de orma m
e entenderla como oraci5n inspirada 0 guiada por el -spíritu &anto mismo, en la )ue ?risto +uel+e a ser contempor
completamente distinta, a :nales de la Primera Guerra undial, 0 trasladarlo al conte=to de nuestros planteamientos, esperanzas 0 peligros actuales 8l igual )ue Guardini, tampoco 0o pretendo orecer in+estigaciones o discusiones cientí:cas, sino una a0uda a la comprensi5n de la e 0 a su adecuada cele!raci5n en la liturgia, )ue es su orma de e=presi5n central &i el li!ro pudiese impulsar algo así como un "mo+imiento lit7rgico$, un mo+imiento acia la liturgia, )ue lle+e a una cele!raci5n adecuada de ella, tanto interna como e=ternamente, se cumpliría con creces la intenci5n )ue me a mo+ido al realizar este tra!aBo Roma, :esta de &an 8gustín, 1999 ?ardenal Cosep R8DE;FG-R
PR;-R8 P8RD- &OR- L8 -&-F?;8 >- L8 L;DURG;8 ?8PHDULO ; L;DURG;8 I #;>8( -L LUG8R >- L8 L;DURG;8 -F L8 R-8L;>8> JKué es realmente la liturgia JKué ocurre en ella J?on )ué tipo de realidad nos encontramos -n los a*os +einte del 0a siglo pasado, se izo una propuesta( entender la liturgia como un "Buego$ la comparaci5n se !asa!a en )ue, tanto la liturgia como el Buego, tienen sus propias reglas, constru0en su propio mundo, +igente en la medida en )ue nos in+olucramos en él, un mundo )ue, naturalmente, +uel+e a su ser cuando aca!a el "Buego$ aBo otro punto de +ista, el Buego, si !ien tiene un sentido, carece de :nalidad 0, precisamente por eso, tiene un aspecto curati+o e incluso li!erador nos aleBa del mundo de los o!Beti+os cotidianos 0 de sus presiones para introducirnos en lo gratuito, e=imiéndonos, de este modo, 0 por un tiempo, de todo el peso de nuestro mundo la!oral &eg7n esto, el Buego es, por así decirlo, otro mundo distinto, un oasis de li!ertad en el )ue, por un instante, podemos deBar Auir li!remente la e=istencia Fecesitamos esos momentos en los )ue nos e+adimos del dominio de la +ida cotidiana, para poder so!relle+ar su carga Dodo esto tiene algo de +erdad, pero una e=plicaci5n así no es su:ciente, por)ue, en ese caso, lo importante no sería a )ué Bugamos -ecti+amente, lo )ue emos dico es aplica!le a cual)uier Buego, 0 en cada Buego e=iste un es)uema :Bo impuesto por sus reglas, )ue se materializa mu0 pronto en su propio gra+amen 0 sus propias :nalidades &i pensamos en el mundo del deporte actual, en los campeonatos de aBedrez o en el Buego )ue sea, en todos los casos se pone de mani:esto )ue el Buego, si no se )uiere perder en un mero Bugueteo +acío, r
)ue no termina de cumplirse totalmente en la +ida &ería la orma +isi!le de la esperanza, anticipo de la +ida utura, de la +ida +erdadera, )ue nos prepara para la +ida real @la +ida en la li!ertad, en la inmediatez de >ios 0 en la apertura auténtica de unos a otros@ >e este modo, la liturgia imprimiría tam!ién a la +ida cotidiana, aparentemente real, el signo de la li!ertad, rompería las ligaduras 0 aría irrumpir el cielo en la tierra -ste planteamiento de la teoría del Buego pone a la liturgia esencialmente por encima del Buego en general, en el cual parece estar siempre presente el anelo del "Buego$ +erdadero, de lo completamente otro de un mundo en el )ue el orden 0 la li!ertad se unden Nrente al carios, sin el cual la "+ida utura$ no sería mios al ara5n es éste( ">eBa partir a mi pue!lo, para )ue me dé culto en el desierto$ %-= 3,16' -stas pala!ras( "deBa salir a mi pue!lo para )ue me dé culto$ se repiten con pe)ue*as +ariaciones cuatro +eces, es decir, en todos los encuentros )ue tienen lugar entre el ara5n 0 oisésM8ar5n %-= 3,6 9,1 9,1 1Q,' &in em!argo, en la negociaci5n con él se ir< concretando mios en este país$ %-= ,1' Pero oisés insiste @de acuerdo con el mandato de >ios@ en )ue para el culto es necesario el é=odo &u lugar es el desierto( ";remos tres Bornadas de camino por el desierto, 0 allí oreceremos sacri:cios a Ia+e, nuestro >ios, seg7n él nos ordena$ >espués de )ue se sucedan las plagas, el ara5n amplía la oerta de compromiso ?onsiente en )ue el culto tenga lugar en el desierto, conorme a la +oluntad de la di+inidad, pero s5lo )uiere deBar partir a los om!res las muBeres 0 los ni*os, así como el ganado, de!en permanecer en -gipto -sta
manera de actuar presupone una prios Por ello es recazada tam!ién la tercera 0 me lo )ue se +iene tratando a)uí, no es de la tierra proMmetida -s el culto el )ue aparece como 7nica meta del é=odo, 0 7nicamente puede realizarse conorme a la medida di+ina, una medida )ue est< uera de las reglas de Buego del compromiso político ;srael sale de -gipto no para ser un pue!lo como todos los demios La meta del é=odo es la monta*a santa, a7n desconocida, el culto a >ios 8ora !ien, se podría o!Betar )ue el interés por el culto durante las negociaciones con el ara5n era de naturaleza tios +erdadero La mera posesi5n de la tierra, la mera autonomía nacional re!aBaría a ;srael al ni+el de los demios reina en ella I esto tiene lugar 7nicamente si ;srael muestra su singularidad como -stado aut5nomo, si es el espacio de la o!ediencia, en el )ue se ace la +oluntad de >ios, de modo )ue dé pie para )ue surBa la e=istencia umana +erdadera La reerencia al te=to !í!lico nos permite una de:nici5n a7n mios &in em!argo, llegar< tres
meses "después de la salida de -gipto, ese mismo día, al desierto de &inaí$ %-= 19,1' I al tercer día tiene lugar el descenso de >ios a la cum!re de la monta*a %19,16Q' -s aora cuando >ios a!la al pue!lo, diez Pala!ras$ %Q,1M 13' 0 le orece la 8lianza por medio de oisés %-= 4' 8lianza )ue se concreta en una orma minuciosamente reglamentada >e este modo se cumple el o!Beti+o de la marca al desierto, se*alado ante el ara5n( ;srael aprende a adorar a >ios seg7n el )uerer del mismo >ios -l culto, la liturgia propiamente a!lando, orma parte de esta adoraci5n Pero tam!ién la +ida conorme a la +oluntad de >ios constitu0e una parte imprescindi!le de la adoraci5n +erdadera "La gloria de >ios es el om!re +i+iente, la +ida del om!re es +er a >ios$, dice san ;reneo en cierta ocasi5n %8+d aer ;# Q,3' 0 e=presa con ello, precisamente, la esencia del encuentro en la monta*a del desierto( en 7ltima instancia la +erdadera adoraci5n a >ios es la +ida misma del om!re, el om!re )ue +i+e rectamente, pero la +ida es +ida +erdadera cuando nos deBamos con:gurar por >ios apo0ando la mirada en -l -l culto e=iste para encauzar esa mirada 0, de ese modo, dar la +ida )ue +a a consistir en onrar a >ios .a0 tres aspectos rese*a!les en este sentido( en el &inaí el pue!lo no s5lo reci!e preceptos para el culto, sino un amplio orden Burídico 0 de +ida &5lo así se puede constituir como pue!lo Un pue!lo sin un orden Burídico com7n no puede +i+ir &e destru0e en la anar)uía )ue es la parodia de la li!ertad( poner la propia +ida al margen del dereco indica ausencia de li!ertad -n la 8lianza del &inaí @en segundo lugar@ los tres aspectos cultoMderecoM etos se entremezclan de orma ine=trica!le sta es su grandeza, pero tam!ién su limitaci5n, como se pondr< de mani:esto en la transici5n de ;srael a la ;glesia de los gentiles -n la ;glesia se perder< esta especie de uni5n para dar lugar a las m7ltiples con:guraciones Burídicas 0 ordenamientos políticos Pero después de esta disoluci5n necesaria, )ue en la -dad oderna lle+aría :nalmente a la secularizaci5n total del dereco, 0 )ue pretendi5 e=cluir por completo la reerencia a >ios de la con:guraci5n del mismo, no se puede ol+idar )ue, de eco, e=iste una relaci5n interna esencial entre los tres 5rdenes Por un lado, un dereco )ue no se undamente en la moral se con+ierte en inBusticia una moral 0 un dereco )ue no procedan de la reerencia a >ios degradan al ser umano, por)ue le despoBan de su medida 0 de sus posi!ilidades m
8sí llegamos a una tercera a:rmaci5n )ue nos de+uel+e al punto del )ue emos partido, a la pregunta por la esencia del culto 0 de la liturgia( un orden de cosas )ue prescinda de >ios empe)ue*ece al ser umano -n 7ltimo caso, 0 precisamente por eso, tampoco se pueden separar del todo el culto 0 el dereco( >ios tiene dereco a una respuesta por parte del om!re, tiene dereco al om!re mismo, 0 donde este dereco de >ios desaparece por completo, se desintegra el orden Burídico umano, por)ue alta la piedra angular )ue le dé coesi5n 8ora !ien, J)ué tiene )ue +er todo esto con nuestra pregunta so!re las dos :nalidades del é=odo )ue es, a :n de cuentas, la pregunta acerca de la esencia de la liturgia -s e+idente )ue ese alto en el camino a tra+és del desierto, )ue tiene lugar en el &inaí, es lo )ue +a a con:gurar la posesi5n de la tierra -l &inaí no es una estaci5n de paso, no es, por así decirlo, un descanso en el camino acia lo esencial, sino )ue, en cierto modo, proporciona la tierra interior, sin la cual la e=terior no sería acogedora La tierra puede con+ertirse en don para ;srael en la medida en )ue llega a ser pue!lo por medio de la 8lianza 0 del dereco di+ino contenido en esa 8lianza, 0 por)ue a reci!ido así la orma com7n de un orden de +ida -l &inaíS sigue presente en la tierra -n la medida en )ue se pierde su presencia, tam!ién se pierde interiormente la tierra asta llegar a la e=pulsi5n 0 el e=ilio &iempre )ue ;srael reniega del culto +erdadero a >ios, siempre )ue se aleBa de él para consagrarse a los ídolos @los poderes 0 +alores intramundanos@ decae tam!ién la li!ertad Puede estar +i+iendo en su propia tierra 0, sin em!argo, estar como en -gipto La mera posesi5n de una tierra 0 -stado propios no proporciona la li!ertad, sino )ue puede con+ertirse en una escla+itud muco mel conBunto del Pentateuco se puede deducir asta )ué punto el "ser+ir a >ios$, la li!ertad para el culto +erdadero )ue ante el ara5n aparece como la 7nica meta del é=odo, constitu0e, de eco, la esencia de ese culto -l Pentateuco, +erdadero "canon dentro del canon$, n7cleo de la i!lia de ;srael, se desarrolla en su totalidad uera de la tierra prometida Ninaliza al !orde del desierto "al otro lado del Cordios 0 acia >ios JKué signi:ca esto @una +ez m
orden de toda la +ida umana en el sentido de las pala!ras de ;reneo( el om!re se con+ierte en glori:caci5n de >ios, 0 )ueda, por así decirlo, iluminado por la mirada )ue >ios pone en él( esto es el culto 8 la in+ersa, el dereco 0 el etos no se mantienen unidos si no este entrada, podemos decir( )uien deBa a >ios al margen de su +isi5n de la realidad es s5lo aparentemente un realista &e a!strae de 8)uél en el )ue "+i+imos, nos mo+emos 0 e=istimos$ %.c 13,' -sto signi:ca )ue s5lo si la relaci5n con >ios es +erdadera, estarios, es, a su +ez, constituti+o del dereco Podemos ampliar aora esta a:rmaci5n dando un paso mios, con:gura la e=istencia umana propia en el mundo I esto es así, por el eco de ir mios, de la orma de e=istencia en el "cielo$, 0 ace irrumpir la luz del mundo di+ino en nuestro mundo -n este sentido el culto tiene, de eco, @como diBimos al analizar el "Buego$@ el carios no se da a conocer, no acertar< ?uando oisés le dice al ara5n( "no sa!emos toda+ía )ué emos de orecer a Ia+e$ %-= 1Q,6' realmente est< mostrando, con estas pala!ras, una le0 undamental de toda liturgia &i >ios no se mani:esta, el om!re puede, sin duda, en +irtud de la noci5n de >ios inscrita en su interior, construir altares "al >ios desconocido$ %c .c 13,' puede intentar alcanzarlo mediante el pensamiento, acercarse a él a tientas, pero la liturgia +erdadera presupone )ue >ios responde 0 muestra c5mo podemos adorarle >e alguna orma necesita algo así como una "instituci5n$ Fo puede !rotar de nuestra antasía o creati+idad propias @en ese caso seguiría siendo un grito en la oscuridad o se con+ertiría en una mera autoa:rmaci5n Presupone un t7 concreto )ue se nos muestra, un t7 )ue le indica el camino a nuestra e=istencia
Una serie de testimonios mu0 insistentes del 8ntiguo Destamento dan e de este carios al ídolo, sino )ue, aparentemente, se permanece al lado del mismo >ios( la pretensi5n es glori:car al >ios )ue sac5 a ;srael de -gipto 0 se intenta acerlo representando de!idamente su uerza misteriosa en la :gura del !ecerro 8parentemente todo es correcto, el ritual parece aBustarse a lo prescrito I, a pesar de ello, es una apostasía 0 una idolatría .a0 dos causas )ue pro+ocan esta )uie!ra, apenas percepti!le Por una parte, la inracci5n de la proi!ici5n de las imios in+isi!le, leBano 0 misterioso &e le ace descender al propio terreno, al mundo de lo palpa!le 0 comprensi!le >e este modo, el culto 0a no es un ele+arse acia él sino un re!aBar a >ios al propio terreno Diene )ue estar aí cuando se le necesita 0 tiene )ue ser tal 0 como se le necesita -l om!re utiliza a >ios 0, de este modo, se sit7a, aun)ue aparentemente no lo parezca, por encima de él ?on esto )ueda 0a aludida la segunda causa( se trata de un culto en el )ue )ueda de relie+e el propio poder &i oisés tarda demasiado en +ol+er, 0 >ios mismo parece con+ertirse en inaccesi!le, se le +a a !uscar -ste culto se con+ierte en una :esta )ue la comunidad se orece a sí misma, 0 en la )ue se con:rma a sí misma La adoraci5n de >ios se con+ierte en un girar so!re uno mismo( comida, !e!ida, di+ersi5n -l !aile alrededor del !ecerro de oro es la imagen de un culto )ue se !usca a sí mismo, con+irtiéndose en una especie de autosatisacci5n insustancial La istoria del !ecerro de oro es la ad+ertencia de un culto ar!itrario 0 egoísta, en el )ue, en el ondo, 0a no se trata de >ios, sino de a!ricarse, partiendo de lo propio, un pe)ue*o mundo alternati+o -n ese caso, la liturgia realmente se con+ierte, no ca!e duda, en un Bugueteo +acío O, lo )ue es peor, en un a!andono del >ios +i+o camuAado !aBo un manto de sacralidad Pero al :nal lo )ue )ueda es la rustraci5n, el sentimiento de +acío Fo tenemos 0a esa e=periencia de li!eraci5n con+ertida en acontecimiento allí donde tiene lugar un encuentro con el >ios +i+o ?8PHDULO ;; L;DURG;8 M ?O&O& M .;&DOR;8 -n la teología moderna se a e=tendido, en gran parte, la opini5n de )ue, tanto en las llamadas religiones naturales, como en las grandes religiones noMteístas, el culto tiene una orientaci5n c5smica, sin em!argo, en el 8ntiguo Destamento 0 en el cristianismo el culto sería de orientaci5n ist5rica -l ;slam s5lo conoce
@a semeBanza del Budaísmo pos!élico@ la liturgia de la pala!ra, )ue reci!e su impronta 0 orientaci5n de la re+elaci5n ist5rica, pero )ue, tal 0 como se deri+a de la tendencia uni+ersal de esta re+elaci5n, pretende, en cual)uier caso, tener +alidez para todo el mundo La idea de una orientaci5n c5smica o una orientaci5n ist5rica del culto no deBa de tener su undamento Pero sería e)ui+ocado plantearla desde una contraposici5n e=clu0ente, 0a )ue en ese caso se ignoraría la conciencia ist5rica )ue est< presente tam!ién en las religiones naturales 0 se restringiría el signi:cado del culto cristiano &e ol+idaría, ademios 0, de este modo, sir+e al todo -s +erdad )ue podemos correr el riesgo de a!usar de tales planteamientos( el om!re, de alg7n modo, tiene poder so!re los dioses su comportamiento con ellos ace )ue tenga en sus manos, en cierta medida, la cla+e de la li!ertad Los dioses le necesitan, pero, naturalmente, él tam!ién los necesita a ellos si a!usara de su poder podría perBudicarles, pero, al mismo tiempo, se destruiría a sí mismo -n el relato +eterotestamentario de la creaci5n %Gn 1, 1M,4', estas concepciones son del todo percepti!les, pero al mismo tiempo )uedan transormadas La creaci5n se dirige acia el sios, en su li!ertad Fo se a!la directamente de culto 0 muco menos de )ue el ?reador pueda necesitar las orendas de los om!res -l s
tiende a mostrar una mera +isi5n de la sociedad li!erada como meta de toda la istoria, es decir, )ue desde el principio su orientaci5n era meramente antropol5gica 0 social, e incluso re+olucionaria -l relato de la creaci5n 0 los preceptos del &inaí acerca del sios 0 el om!re recapitula desde dentro la esencia de la 8lianza 8 partir de a)uí, podemos decir cuios 0 los om!res La meta de la creaci5n es la 8lianza, istoria de amor entre >ios 0 el om!re La li!ertad e igualdad de los om!res, )ue da consistencia al sios llegar< a ser li!re, s5lo entonces aparece la igualdad 0 la dignidad de todos los om!res Por tanto, si todo depende de la "8lianza$, a0 )ue tener en cuenta )ue la 8lianza es relaci5n, un darMse de >ios al om!re, pero tam!ién un responder del om!re a >ios La respuesta del om!re a un >ios )ue es !ueno para con él es el amor, 0 amar a >ios signi:ca adorarle &i la creaci5n est< pensada como un espacio para la 8lianza, como el lugar de encuentro entre >ios 0 el om!re, esto signi:ca tam!ién )ue se a conce!ido como un lugar para la adoraci5n Pero, J)ué signi:ca realmente adoraci5n J?uios esta!lece su morada en el mundo, el cielo 0 la tierra se unen -n este conte=to se entiende )ue el +er!o +ara en el 8ntiguo Destamento tenga dos 0 s5lo dos signi:cados -=presa, por una parte, el proceso de la creaci5n del mundo, la separaci5n de los elementos )ue ace )ue el caos se con+ierta en cosmos Por otra parte, se*ala el acontecimiento undamental de la istoria de la sal+aci5n, es decir, la elecci5n 0 la separaci5n entre lo puro 0 lo impuro, el surgir de la istoria de >ios con los om!res 0, por lo tanto, la creaci5n
espiritual, la creaci5n de la 8lianza, sin la cual el cosmos creado s5lo sería una ce este modo, creaci5n e istoria, creaci5n, istoria 0 culto mantienen una relaci5n de interdependencia( la creaci5n espera la 8lianza, pero la 8lianza consuma la creaci5n 0 +a a la par )ue ella Pero si el culto @ !ien entendido@ es el alma de la 8lianza, eso signi:ca )ue no s5lo sal+a al om!re, sino )ue )uiere arrastrar a toda la creaci5n acia el interior de la comuni5n con >ios ?on ello nos situamos de nue+o ante la pregunta( J)ué es realmente la adoraci5n, J)ué ocurre en ella Prios una realidad )ue, de alg7n modo, es +aliosa para el om!re -sta orenda presupone, sin em!argo, )ue dica realidad se le )uita al om!re, 0 eso s5lo es posi!le destru0éndola, con lo cual el om!re 0a no puede disponer de ella 8 esto a!ría )ue responder de inmediato con otra pregunta( Jc5mo es )ue >ios puede deleitarse con la destrucci5n J8caso se le orece algo mediante la destrucci5n La respuesta )ue se da es )ue detrios so!re todas las cosas Pero Jpuede realmente un acto ormal de estas características ser+ir a la gloria de >ios -+identemente no La +erdadera orenda a >ios tendr< )ue plantearse desde miras distintas ?onsiste @0 así lo +eían los Padres de la ;glesia interpretando el pensamiento !í!lico@ en la uni5n del om!re 0 de la creaci5n con >ios La pertenencia a >ios no tiene nada )ue +er con destrucci5n o con el noM ser, 0 sí con cierto modo de ser &igni:ca salir del estado de separaci5n, de la autonomía aparente, del ser s5lo para sí mismo 0 en sí mismo &igni:ca ese perderse a sí mismo )ue es la 7nica orma posi!le del encontrarse a sí mismo %c e ,2 t 1Q,9' Por ello san 8gustín podía decir )ue el "sacri:cio$ +erdadero es la ci+itas >ei, es decir, la umanidad con+ertida en amor, )ue di+iniza la creaci5n 0 )ue es la orenda del uni+erso a >ios( a :n de )ue >ios sea todo para todos %1 ?or 12,', esa es la meta del mundo, esa es la esencia del "sacri:cio$ 0 del culto >e este modo, podemos decir aora )ue la meta del culto 0 la meta de toda la creaci5n es la misma( la di+inizaci5n, un mundo de li!ertad 0 de amor ?on ello aparece lo ist5rico dentro de lo "c5smico$ -l cosmos no es una especie de edi:cio cerrado, no es un recipiente )ue gira so!re sí mismo 0 en el )ue, a lo sumo, se puede desarrollar la istoria -l cosmos mismo es mo+imiento )ue parte de un principio 0 se dirige a una meta -n cierto modo él mismo es istoria
-sto puede plantearse de mucas ormas Por eBemplo, con el trasondo de la moderna concepci5n e+oluti+a del mundo, Deilard de ?ardin a descrito el cosmos como un proceso ascendente, como un camino de uni:caci5n Partiendo de las realidades me esta orma, tam!ién el culto tiene )ue +er con las tres dimensiones de estos mo+imientos circulares, con la personal, la social 0 la uni+ersal 8ntes de intentar puntualizar este 7ltimo punto, tenemos )ue prestar atenci5n a la segunda alternati+a, oculta en el es)uema de e=itus 0 reditus, 0 )ue es, en mucos aspectos, m
)uiz< la mios, 0 en este sentido >ios llega a ser "todo en todo$ -l camino del reditus signi:ca sal+aci5n, 0 sal+aci5n signi:ca li!eraci5n de la :nitud )ue, como tal, es la +erdadera carga de nuestra e=istencia -l culto a)uí tiene )ue +er con ese )uie!ro en el mo+imiento, es percatarse de la caída, es, por así decirlo, el instante del arrepentimiento del iBo pr5digo, el +ol+erMlaMmiM rada al origen Puesto )ue, seg7n mucas de estas :losoías, el conocimiento 0 el ser coinciden, el eco de poner la mirada en el principio, constitu0e tam!ién, 0 al mismo tiempo, un nue+o ascenso acia él -l culto, en cuanto alzar la +ista acia a)uél )ue est< antes 0 por encima de todo ser e s, esencialmente, conocimiento 0 en cuanto conocimiento es mo+imiento, retorno, sal+aci5n Faturalmente, a partir de a)uí las :losoías so!re el culto emprenden caminos di+ersos -=iste una teoría seg7n la cual s5lo los :l5soos, s5lo los espíritus capacitados para el pensamiento m
cristiano -n ellas, por eBemplo, el "pecado original$, generalmente tan diícil de entender, se identi:ca con la caída en lo :nito 0, por tanto, se comprende como algo propio de todo lo )ue est< inmerso en el ciclo de la :nitud 8demios )ue es !ueno 0 crea cosas !uenas -l acto esencial de >ios )ue da origen al ser creado es un acto de li!ertad -n ese sentido, el principio de li!ertad est< presente, 0a desde su undamento, en el mismo ser -l e=itus, o meBor, el li!re acto creador de >ios, de eco, apunta al reditus, pero éste no signi:ca la re+ocaci5n del ser creado, sino lo )ue emos descrito mios, )ue acepte la creaci5n como su mandamiento de amor 0, de esta orma, surBa un diios todo para todos$ Pero el todo est< necesariamente ligado a la li!ertad, 0 es la li!ertad de la criatura la )ue do!la el e=itus positi+o del acto creador e incluso lo )uie!ra, por decirlo así, acia la caída, acia el noM)uererMdepender, acia el no al reditus -l amor es entendido aora como dependencia 0, como tal, es recazado en su lugar se coloca la autonomía 0 la autar)uía( ser s5lo desde sí 0 en sí mismo, ser un dios por propio poder >e este modo, se parte en dos el arco de e=itus 0 reditus -l retorno 0a no es deseado 0 el ascenso por propio esuerzo resulta ser
imposi!le &i el "sacri:cio$ es esencialmente el retorno acia el amor 0, con ello, di+inizaci5n, entonces tiene )ue incluirse en el culto el momento de cicatrizaci5n de la li!ertad erida, de e=piaci5n, de puri:caci5n 0 de li!eraci5n de la alienaci5n La esencia del culto, del "sacri:cio$ en cuanto proceso de semeBanza, de con+ertirseMenMamor 0, de este modo, de camino acia la li!ertad, permanece inalterada &5lo )ue aora acoge el momento de la curaci5n, de la transormaci5n amorosa de la li!ertad )ue!rantada en reconciliaci5n La dependencia del otro )ue tiene )ue li!erarme del lazo )ue, por mí mismo, 0a no puedo desacer, pasa a ormar parte del sacri:cio, precisamente por)ue todo a!ía estado centrado en el serMparaMsíMmismo, en el noMnecesitar al otro La sal+aci5n aora necesita del sal+ador los Padres lo +ieron e=presado en la parios -l pastor )ue +a a !uscarla 0 la lle+a de +uelta a casa es, para ellos, el Logos mismo, la pala!ra eterna, el sentido eterno )ue reside en el .iBo de >ios, )ue se pone en camino acia nosotros 0 )ue aora carga la o+eBa so!re sus om!ros, es decir, adopta la naturaleza umana 0, como .om!reM>ios, lle+a a la criatura umana de +uelta a casa >e este modo se ace posi!le el reditus )ue lle+a al retorno ?on ello, el sacri:cio adopta naturalmente la orma de la cruz de ?risto, del amor )ue se da en la muerte, )ue nada tiene )ue +er con destrucci5n, sino )ue es un acto de la nue+a creaci5n )ue de+uel+e la creaci5n a sí misma Dodo el culto es aora participaci5n en esta "Pascua$ de ?risto, en ese "paso$ de lo di+ino a lo umano, de la muerte a la +ida, acia la unidad de >ios 0 om!re -l culto cristiano es, de esta orma, el cumplimiento 0 la realizaci5n concretos de la pala!ra )ue Ces7s proclam5 el primer día de la gran semana, el >omingo de Ramos, en el templo de Cerusalén( "?uando 0o sea ele+ado so!re la tierra, atraeré a todos acia mí$ %Cn 1,' -l círculo c5smico 0 el ist5rico son aora distintos -l elemento ist5rico tiene, de!ido al don de la li!ertad en cuanto centro del ser, tanto di+ino como creado, su signi:cado propio e irre+oca!le, pero no por ello es arrancado de lo c5smico 8m!os ciclos siguen siendo, a :n de cuentas, 0 a pesar de sus dierencias, el 7nico ciclo del ser La liturgia ist5rica del cristianismo es 0 seguir< siendo c5smica @sin separaci5n ni mezcla@ 0 s5lo así ostentar< toda su grandeza 8)uí radica la no+edad de la realidad cristiana, 0 a pesar de ello, el cristianismo no recaza la !7s)ueda de la istoria de las religiones sino )ue acepta dentro de sí todos los elementos e=istentes en las religiones del mundo 0 mantiene, así, una uni5n con ellos
?8PHDULO ;;; >-L 8FD;GUO 8L FU-#O D-&D8-FDO( L8 NOR8 8&- >- L8 L;DURG;8 ?R;&D;8F8, >-D-R;F8>8 POR L8 N- HL;?8 >espués de lo dico asta aora, podemos considerar )ue la :nalidad esencial del culto en todas las religiones naturales es la paz del uni+erso concretada en la paz con >ios, en la uni5n de lo )ue est< en lo alto con lo )ue est< a)uí a!aBo -sta orientaci5n undamental de los actos lit7rgicos se caracteriza, sin em!argo, por la conciencia de la caída 0 de la alienaci5n, de modo )ue se e=presa necesariamente en una luca por la e=piaci5n, el perd5n 0 la reconciliaci5n La conciencia de culpa pesa so!re la umanidad -l culto es el intento, presente en toda istoria, de superar la culpa 0, de este modo, reconducir la propia +ida acia el orden +erdadero -n torno a esto, ademios, Jc5mo puede lograr una reconciliaci5n +erdadera La 7nica orenda digna de >ios sería él mismo la conciencia de )ue todo lo deme aí )ue, con el ma0or desarrollo de las religiones, se uera eliminando, poco a poco, este terri!le intento de reconciliaci5n pero al mismo tiempo, se ponía mios 7nico 0 +erdadero precisamente por esa conciencia de )ue de nada le pueden ser+ir los sacri:cios de animales Los sacri:cios +an destinados a los "poderes 0 las uerzas$, con los )ue el ser umano tiene )ue +erse a diario, a los )ue tiene )ue temer, a los )ue tiene )ue +ol+er propicios, con los )ue tiene )ue reconciliarse ;srael no
s5lo a repudiado a esos "dioses$, sino )ue siempre los a considerado como demonios )ue sit7an al om!re como a un e=tra*o ante sí misMno 0 ante el >ios +erdadero( >ios es el 7nico )ue merece adoraci5n, 0 éste es el primer mandamiento 8l 7nico >ios se le adora mediante un amplio sistema sacri:cial, escrupulosamente reglamentado en la Dor< Pero si o!ser+amos mios, )uiere sacri:car a su 7nico iBo, ;saac, destinatario de la promesa 8l orecérselo le orece todo, 0a )ue, si no tiene descendencia, el orecimiento de la tierra otorgada a su descendencia carecería de sentido -n el 7ltimo instante >ios mismo impide )ue lle+e a ca!o este tipo de sacri:cio a cam!io, se le entrega un carnero @un cordero maco@ )ue podr< orecer a >ios en lugar de su iBo 8sí se constitu0e el sacri:cio +icario por orden di+ina( >ios da el cordero )ue 8!rae alg7n modo, esta istoria tenía )ue deBar una espina, a la espera del +erdadero "cordero$ )ue +iene de >ios 0 )ue, precisamente por ello, no es
un sustituti+o sino "representaci5n$ +erdadera en la )ue nosotros mismos somos lle+ados a >ios La teología del culto cristiano @comenzando por Cuan el autista@ a reconocido en ?risto el "cordero$ en+iado por >ios -l 8pocalipsis descri!e este cordero sacri:cado, )ue +i+e inmolado, como el centro de la liturgia celestial 0 )ue aora, por medio del sacri:cio de ?risto, est< presente en medio del mundo con+irtiendo en superAuas las liturgias sustituti+as %8p 2' -l segundo acontecimiento es el )ue est< en la !ase de la instituci5n de la liturgia pascual en -= 1 8)uí el sacri:cio del ?ordero pascual se sit7a en el centro del a*o lit7rgico 8l mismo tiempo regula la memoria cre0ente de ;srael, undamento perenne de su e -l cordero aparece claramente como el rescate mediante el cual ;srael es li!rado de la muerte de los primogénitos Pero este rescate tam!ién tiene carios reclama es, a :n de cuentas, a los primogénitos mismos( "consagrarios, me este modo, el culto en el templo siempre estu+o acompa*ado de una conciencia aguda de su propia insu:ciencia "&i tu+iera am!re, no te lo diría, por)ue mío es el or!e 0 cuanto lo a!ita J-s )ue +o0 a comer carne de toros, o a !e!er sangre de macos ca!ríos Orece al &e*or un sacri:cio de ala!anza, cumple tus +otos al 8ltísimo$ %&al 2Q V49W 1M14' La crítica radical al templo )ue izo -ste!an en un encendido discurso, seg7n el relato de .c 3, es, sin duda, ins5lito en su orma 0 est< determinado por el nue+o patos de la e cristiana sin em!argo, no es algo nue+o en la istoria de ;srael, en la )ue siempre se puso en entredico la manera concreta de conce!ir el sacri:cio 8l
:n 0 al ca!o, -ste!an toma la a:rmaci5n central de su crítica del proeta 8mos( "Io detesto 0 re7so +uestras :estas, no )uiero oler +uestras orendas 8un)ue me orezcios -stas pala!ras proéticas, citadas por -ste!an en la +ersi5n de los aleBandrinos, tu+ieron )ue producir un enorme socX en los o0entes, pero incluso podría a!er a*adido tam!ién las dramios, seg7n el modelo )ue a!ía +isto en el monte %3,44 -= 2,4Q' -so signi:ca )ue el templo terreno tan s5lo es una copia, 0 no el +erdadero templo es una imagen )ue remite ma+id encontr5 gracia ante >ios 0 pidi5 construir una morada para el >ios de Caco!( "Pero ue &alom5n el )ue la constru05$ %3,43' -l paso de la tienda, con toda su pro+isionalidad, a una casa )ue intenta encerrar a >ios en un edi:cio de piedra, se considera 0a como apostasía, pues "el 8ltísimo no a!ita en casas ecas por mano de om!re$ Ninalmente, -ste!an pone de relie+e, Bunto con la idea del careuteronomio %1,12' 0 )ue le suministra la cla+e de interpretaci5n de todo el Pentateuco( ">ios suscitar< entre +uestros ermanos un proeta como 0o$ %3,3' &i la o!ra undamental de oisés ue la erecci5n
de la tienda 0 el ordenamiento del culto )ue, al mismo tiempo, constituía el n7cleo del orden Burídico 0 moral, es e+idente )ue el nue+o 0 de:niti+o proeta deBar< atrios La proecía de la destrucci5n del templo atri!uida a Ces7s remite, por sí misma, a la escena de la puri:caci5n del templo relatada por los cuatro e+angelistas -ste eco no podía ser considerado 7nicamente como un acceso de c5lera contra los a!usos )ue podían e=istir en todos los santuarios, sino )ue, en 7ltima instancia, tenía )ue ser +alorado como un ata)ue contra el culto del templo, en el )ue se incluían tanto los animales para el sacri:cio, como la moneda propia del templo 0 )ue allí se podía ad)uirir Finguno de los sin5pticos se ace eco de las pala!ras de Ces7s en este conte=to, es Cuan )uien las presenta como una maniestaci5n proética mediante la cual e=plica su actuaci5n( ">estruid este templo, 0 en tres días lo le+antaré$ %Cn ,19' Ces7s no dice )ue él +a0a a destruir el templo( esta ser< la +ersi5n )ue darios 0 )ue ser< el lugar de todo culto ?on este cuerpo a!raza a todos los om!res( 0a no es la tienda construida por mano de om!re, es el lugar de la +erdadera adoraci5n a >ios )ue disuel+e las tinie!las 0 pone en su lugar la realidad Por su parte, la proecía de la resurrecci5n, leída en toda su proundidad, es, al mismo tiempo, una proecía de la eucaristía( se anuncia el misterio del cuerpo de ?risto
inmolado 0, precisamente por ello, cuerpo +i+iente )ue se nos orece, introduciéndonos, introduciéndonos, de ese modo, en la comuni5n real con el >ios +i+o -n ese conte=to a0 )ue situar tam!ién otro aspecto )ue se encuentra en los e+angelios sin5pticos Dodos ellos narran )ue, en el momento de la muerte de Ces7s, el +elo del templo templo se rasg5 en dos, dos, de arri!a a!aBo a!aBo %e 12, t 3,21 3,21 Le ,42' ?on ello )uieren decir )ue en el instante de la muerte de Ces7s conclu0e la unci5n del antiguo templo Kueda "destruido$ Ia no es el lugar de la presencia de >ios, el "esca!el de sus pies$, so!re el )ue a descendido su gloria La destrucci5n e=terior del templo, )ue tendr< lugar pocos decenios después, 0a est< anunciada teol5gicamente -l culto a las imios -ste culto +erdadero deBa atrios +i+o -l gesto proético de la puri:caci5n del templo, de la reno+aci5n del culto a >ios en su orma +erdadera, a llegado, de esta orma, a su :n &e a cumplido la proecía( "-l celo de tu casa me de+ora$ %&al 69 V6W 1Q Cn ,1' en 7ltimo e=tremo, e=tremo, ue el "celo$ de Ces7s por la adoraci5n +erdadera el )ue le lle+5 a la cruz Precisamente de este modo se allan5 el camino acia la casa de >ios "+erdadera, no eca por mano de om!res$ el cuerpo resucitado de ?risto Dam!ién se cumple la interpretaci5n )ue los sin5pticos a*aden al signo proético( "i casa se llamar< ?asa de oraci5n para todos los pue!los$ %e 11,13' ?on la destrucci5n del templo se a!re el nue+o uni+ersalismo del culto "en espíritu 0 +erdad$ %Cn 4,' )ue Ces7s a!ía anunciado en la con+ersaci5n con la samaritana 8í, espíritu 0 +erdad no pueden ser conce!idos de orma su!Beti+a, o al modo de la ;lustraci5n, sino partiendo de a)uél )ue pudo decir de sí mismo( Io so0 la +erdad %Cn 14,6' 8ntes de intentar sacar las conclusiones )ue resuman la dinios, tal 0 como esta!a pre+ista por la Le0 ;srael tu+o )ue sentirse in:nitamente po!re 0 misera!le, se presenta!a ante >ios con las manos +acías Ia no a!ía e=piaci5n 0 la ala!anza de la "o!laci5n perpetua$ 0a no se ele+a!a a >ios -n esta época de crisis ue tomando cuerpo, cada +ez con ma0or claridad, la idea de )ue el surimiento de ;srael por
0 para el grito de su coraz5n a!atido, su apremiante apremiante oraci5n, eran ante l como "sacri:cios de animales$ 0 perume de incienso( precisamente precisamente las manos +acías 0 el coraz5n lleno eran, en sí mismos, "culto$ 0 podían compensar interiormente los sacri:cios )ue alta!an del templo -n el tiempo de la nue+a represi5n del culto Budío, !aBo 8ntíoco ;# -píanes %132M16' estas ideas, )ue encontramos e=presadas en el li!ro de >aniel, co!raron nue+a uerza 0 proundidad proundidad &eguían gozando de actualidad incluso después de la reno+aci5n del templo por los aca!eos, cuando @en contraposici5n con la uni5n de sacerdocio 0 realeza de los aca!eos@ se orm5 la comunidad de Kumre este modo, +a madurando cada +ez mios en el mundo &i a partir de la e=periencia dolorosa del e=ilio 0 de la época elenística lo )ue esta!a en primer plano era, en principio, la oraci5n como e)ui+alente del sacri:cio e=terior, aora, por medio de la pala!ra logos se introduce en este pensamiento toda la :losoía de la pala!ra desarrollada en el mundo griego -l espíritu griego lo ele+aría después a la idea de la uni5n mística con el Logos considerado como el sentido mismo de todas las cosas Los Padres de la ;glesia an recogido esta e+oluci5n espiritual, cali:cando la esencia de la eucaristía como oratio, sacri:cio en la pala!ra ?ircunscri!en, de este modo, el lugar del culto cristiano a la luca espiritual de la antigTedad, en su !7s)ueda del +erdadero camino del om!re 0 su encuentro con >ios ?uando de:nen la eucaristía sencillamente como "oraci5n$, es decir, sacri:cio de la pala!ra, a*aden un algo mios, por otra, deBan +er su insu:ciencia La mera pala!ra no es su:ciente, se espera la restauraci5n del templo puri:cado 8sí se e=plican las aparentes
contradicciones contradicciones )ue encontramos en el &almo 21 %2Q' donde, por un lado, se encuentra, grandiosamente desarrollado, desarrollado, el nue+o concepto de culto( "Los sacri:cios no te satisacen, si te oreciera un olocausto, no lo )uerrías i sacri:cio es un espíritu )ue!rantado$ Por otro lado, todo ello apunta a la +isi5n de una consumaci5n utura( "-ntonces aceptarios 8ora el logos 0a no es s5lo el "sentido$ )ue est< detrios Las dos líneas )ue el salmo 21 no pudo reconciliar 0 )ue corren paralelas a lo largo de todo el 8ntiguo Destamento sin llegar a unirse, es aora cuando realmente llegan a encontrarse 8ora la "pala!ra$ 0a no es s5lo representaci5n de otra cosa, de algo palpa!le aora se une a toda la realidad de la +ida 0 el surimiento del om!re en la entrega )ue Ces7s ace de sí mismo en la cruz 8ora 0a no es culto sustituti+o sino el sacri:cio +icario de ?risto )ue nos acoge 0 nos conduce a esa semeBanza con >ios, a esa entrega por amor )ue es la 7nica 0 +erdadera adoraci5n >e este modo, la eucaristía es, desde la cruz 0 la resurrecci5n resurrecci5n de Ces7s, el punto de encuentro de todas las líneas de la 8ntigua 8lianza, e incluso de la istoria de las religiones en general( el culto +erdadero, +erdadero, siempre esperado 0 )ue siempre supera nuestras posi!ilidades, la adoraci5n "en espíritu 0 +erdad$ -l +elo rasgado del templo es el +elo rasgado entre la az de >ios 0 este mundo( en el coraz5n traspasado del cruci:cado )ueda a!ierto el coraz5n del mismo >ios en él +emos )uién es 0 c5mo es >ios -l cielo 0a no est< cerrado( >ios a deBado de estar oculto Por ello, Cuan resume el signi:cado de la cruz 0, al mismo tiempo, la esencia de la nue+a adoraci5n de >ios en la misteriosa proecía del proeta Eacarías %1,1Q'( "irar
esto se distingue de la liturgia de la pala!ra en el ;slam )ue @Bunto con la peregrinaci5n 0 el a0uno@ constitu0e toda la adoraci5n de >ios e=igida por el ?orios )ue a!arca el cielo 0 la tierra 0 )ue se a a!ierto mediante la cruz 0 la resurrecci5n La liturgia cristiana nunca es la iniciati+a de un grupo determinado, de un círculo particular o, incluso, de una ;glesia local concreta La umanidad )ue sale al encuentro de ?risto se encuentra con ?risto )ue sale al encuentro de la umanidad l )uiere unir la umanidad 0 conseguir la 7nica ;glesia, la asam!lea de todos los om!res en torno a >ios La dimensi5n orizontal 0 la +ertical, la unicidad de >ios 0 la unidad de los om!res, la comuni5n de todos los )ue rinden culto en espíritu 0 en +erdad constitu0en una 7nica cosa >esde a)uí a!r< )ue considerar el concepto paulino de la logiXe latreia, del culto espiritual, como la 5rmula m
puri:caciones interiores de la istoria de las religiones, la !7s)ueda umana 0 la respuesta di+ina -l logos de la creaci5n, el logos en el om!re, se encuentran con el +erdadero 0 eterno Logos eco om!re @el .iBo@ Dodos los demios lo sea "todo en todo$ &-GUF>8 P8RD-L -&P8?;O I -L D;-PO -F L8 L;DURG;8 ?8PHDULO ; ?U-&D;OF-& PR-L;;F8R-& &OR- L8 R-L8?;ÓF >- L8 L;DURG;8 ?OF -L -&P8?;O I -L D;-PO JPueden encontrarse, a7n, lugares 0 tiempos santos en la realidad de la e cristiana JFo es acaso el culto cristiano liturgia c5smica )ue a!arca cielo 0 tierra ?risto padeci5 "uera de las murallas$, su!ra0a la ?arta a los .e!reos, )ue a*ade la e=ortaci5n( "&algamos, pues, a encontrarlo uera del campamento, cargados con su opro!io$ %1,1' JFo es el mundo entero su santuario JFo se consigue la santidad precisamente en la +ida diaria +i+ida seg7n Busticia JFo consiste nuestro culto en una +ida diaria +i+ida en el amor, en a!rirnos al +erdadero sacri:cio, aciéndonos semeBantes a >ios J8caso puede e=istir otra sacralidad )ue no sea el seguimiento de ?risto en la so!ria
paciencia de la +ida cotidiana J-=iste otro tiempo sagrado )ue no sea el amor al pr5Bimo +i+ido donde 0 cuando lo re)uieran las circunstancias de la +ida Kuien se ace estas preguntas toca un aspecto decisi+o del concepto cristiano de culto 0 adoraci5n, pero, al mismo tiempo, pasa por alto un aspecto undamental acerca del límite de la e=istencia umana en este mundo( ol+ida el "toda+ía no$ )ue orma parte de la e=istencia umana 0 da por eco )ue 0a an llegado el cielo nue+o 0 la tierra nue+a La +enida de ?risto 0 la diusi5n de la ;glesia por todo el mundo, la transici5n del sacri:cio del templo a la adoraci5n uni+ersal "en espíritu 0 +erdad$, constitu0e un importante primer paso, un paso acia el cumplimiento de la promesa del 8ntiguo Destamento Pero es e+idente )ue la esperanza toda+ía no a llegado a su pleno cumplimiento Doda+ía no a llegado la nue+a Cerusalén, )ue 0a no necesita templo, por)ue es su santuario el &e*or >ios todopoderoso 0 el ?ordero toda+ía no a llegado la ciudad )ue no necesita sol ni luna )ue la alum!re, por)ue la gloria de >ios la ilumina 0 su le esta orma, el tiempo del Fue+o Destamento constitu0e un peculiar momento intermedio, )ue mezcla el "0a$ pero "toda+ía no$ en el )ue siguen +igentes las condiciones empíricas al mismo tiempo )ue 0a este esta comprensi5n del Fue+o Destamento como tiempo de transici5n, como imagen entre som!ra 0 realidad, resulta la orma especí:ca de la teología lit7rgica Dal orma se nos aclara me lo contrario sería como un recuerdo sin +alor alguno, sin un contenido real
-l &e*or s5lo pudo decir )ue su cuerpo era "entregado$ por)ue, de eco, lo entreg5 s5lo pudo orecer la sangre en el nue+o ce este modo, este "dar$, en el pasi+o de ser cruci:cado, encamina la pasi5n de la naturaleza umana a la acci5n del amor I a!arca todas las dimensiones de la realidad( cuerpo, alma, espíritu, logos 8sí como el dolor corporal encamina acia el patos del espíritu, 0 se con+ierte en el sí de la o!ediencia, así encamina el tiempo acia lo )ue +a m
e=presada por san ernardo la )ue pone al descu!ierto su +erdadero sentido -l epapa= %una +ez' est< ligado al aionios %perpetuo' -l "o0$ a!arca todo el tiempo de la ;glesia Por ser esto así, la liturgia cristiana no es s5lo algo )ue apunta al pasado, sino )ue se +i+e en contemporaneidad con lo )ue es undamento de la propia liturgia -se es el +erdadero n7cleo 0 la +erdadera grandeza de la cele!raci5n eucarística, )ue siempre es mios #ol+amos al punto de partida >ecíamos )ue e=iste el ni+el del acontecimiento undante 0, en segundo lugar, el de la rememoraci5n 0 actualizaci5n lit7rgica, es decir, el ni+el propiamente lit7rgico .e intentado demostrar )ue am!os ni+eles estios +i+o mismo )ue es ".iBo$ Por tanto, nunca podr< ser una mera adi5 lit7rgica &u origen lle+a dentro de sí su uturo, tam!ién en el sentido de )ue la sustituci5nMrepresentaci5n inclu0e en sí a los representados, no permanece e=terior a ellos sino )ue los orma La simultaneidad con la Pascua de ?risto )ue tiene lugar en la eucaristía de la ;glesia es, después de todo, tam!ién una realidad antropol5gica La cele!raci5n no es s5lo un rito, no es s5lo un "Buego$ lit7rgico, pues )uiere ser logiXe latreia, transormaci5n de mi e=istencia en direcci5n al logos, simultaneidad interna entre mi 0o 0 la entrega de ?risto &u entrega )uiere con+ertirse en la mía para )ue se consume la simultaneidad 0 se lle+e a ca!o el acerse igual a >ios Por ello, el martirio se considera!a en la ;glesia antigua como una +erdadera cele!raci5n eucarística, la realizaci5n e=trema de la simultaneidad con ?risto, el ser uno con -l La liturgia me remite, en eecto, a la +ida cotidiana, a mí en mi e=istencia personal 8punta, tal 0 como +uel+e a decir san Pa!lo en el te=to mencionado, a )ue "nuestros cuerpos$ %es decir, nuestra e=istencia terrena real' se con+iertan en "+íctimas +i+as$, unidas al "sacri:cio$ de ?risto %Rom 1,1' &5lo
así se e=plica esa característica propia de toda liturgia cristiana( la intensidad con )ue pedimos a >ios )ue acepte nuestros dones Una teología )ue no +ea las relaciones a)uí consideradas, s5lo puede considerar esto como contradictorio o como una recaída en lo precristiano, puesto )ue el sacri:cio de ?risto ue aceptado ace muco tiempo &í, pero en cuanto unci5n +icaria no a :nalizado -l semel %una +ez' )uiere alcanzar el semper %siempre' -ste sacri:cio s5lo estar< completo cuando el mundo se a0a con+ertido en el lugar del amor, tal 0 como lo +e san 8gustín en su ?i+itate >ei -ntonces @a!lamos de ello al principio@ el culto consumado ser< la consumaci5n del acontecimiento del G5lgota Por ello, cuando pedimos )ue se acepten nuesZtros dones, pedimos )ue la unci5n +icaria se aga realidad 0 nos asuma Por eso, en las oraciones del ?anon Romano, nos unimos a los grandes sacri:cadores de los primeros tiempos( 8!el, el)uisedec, 8!raios -l mismo se izo puente I aora se trata de )ue nosotros nos deBemos incluir en ese ser "para$, )ue nos deBemos a!razar por su !razos a!iertos )ue nos ele+an -l, el &anto, nos santi:ca con la santidad )ue nosotros Bamios todo para todos$ -n este sentido, lo )ue a primera +ista aparece como la dimensi5n moral es, al mismo tiempo, la din
constituido algo permanente )ue @0 este es el segundo paso@ por medio de la acci5n lit7rgica se introduce en nuestro presente, 0 @tercer paso@ )uiere a!arcar, a partir de a)uí, la +ida de los cele!rantes, 0 en 7ltimo e=tremo, toda la realidad ist5rica -l acontecimiento inmediato @la liturgia@ s5lo tiene sentido 0 signi:cado para nuestra +ida por)ue lle+a dentro de sí las otras dos dimensiones pasado, presente 0 uturo se compenetran 0 tocan la eternidad 8ntes a!íamos conocido tres ases en la istoria de la sal+aci5n )ue @seg7n la 5rmula de los Padres de la ;glesia@ a+anza desde la som!ra acia la realidad pasando por la imagen ?on ello a!íamos +isto )ue en nuestro tiempo @el tiempo de la ;glesia@ nos encontramos en este ni+el intermedio del mo+imiento ist5rico( el +elo del templo se a rasgado, el cielo se a a!ierto gracias a la uni5n del om!re Ces7s 0, con él, la uni5n de toda la umanidad con el >ios +i+o Pero s5lo se nos ace partícipe de esta nue+a apertura por medio de los signos de sal+aci5n Fosotros necesitamos de la mediaci5n 0 toda+ía no +emos al &e*or "tal 0 como es$ &i aora so!reponemos los dos es)uemas @el ist5rico 0 el lit7rgico@ se pone de mani:esto )ue la liturgia es la e=presi5n e=acta de esta misma situaci5n ist5rica, )ue e=presa el care a)uí deri+a, a :n de cuentas, la respuesta a la pregunta de la )ue a!íamos partido( después de )ue se rasgara el +elo del templo 0 )uedara a!ierto para nosotros el coraz5n de >ios en el coraz5n traspasado del cruci:cado Jtoda+ía necesitamos de un espacio sagrado, de un tiempo sagrado, de unos sím!olos mediadores &í, los necesitamos, precisamente para )ue aprendamos, por medio de la "imagen$, por medio del signo, a +er el cielo a!ierto, para )ue lleguemos a ser capaces de reconocer el misterio de >ios en el coraz5n traspasado del cruci:cado La liturgia cristiana 0a no es un culto sustituti+o, sino un acercamiento acia nosotros de a)uel )ue lo lle+a a ca!o, es una participaci5n en su acci5n +icaria como si participios en nuestro ascenso La liturgia introduce el tiempo terrenal, en el tiempo de Cesucristo 0 en su presencia -s el punto de inAe=i5n en el proceso de la salMnaci5n, el pastor carga so!re sus om!ros a la o+eBa perdida 0 la lle+a a casa ?8PHDULO ;;
LUG8R-& &8GR8>O&, -L &;GF;N;?8>O >-L D-PLO ;ncluso los enemigos me la misma manera, tampoco los templos de todas las demios' 0 mios con+ocado', cuando aparece por primera +ez, concretamente en el Pentateuco, con moti+o del nom!ramiento de 8ar5n, est< orientada acia el culto &e*ala )ue esto +ale tam!ién para todos los demios 0 sellarla mediante el sacri:cio, de modo )ue surBa la "alianza$ entre >ios 0 el om!re
Pero, en lugar de seguir con estas consideraciones de carios Pero, para los Budíos, esta presencia de >ios esta!a %0 est<' estrecamente +inculada al templo &eg7n esto, la sinagoga esta!a caracterizada por dos puntos neurios( ace presente la pala!ra )ue >ios dirigi5 0 dirige a ;srael por mediaci5n de oisés >ios a!la o0 por medio de oisés La cios )ue a!la Por tanto, la cios Los )ueruZ!ines )ue, en cierto modo, representa!an los elementos del mundo, :gura!an allí como "asistentes al trono$ 0a no son di+inidades aut5nomas sino la e=presi5n de las uerzas de la creaci5n )ue adoran al 7nico >ios "D7 )ue te sientas so!re )ueru!ines$ es la in+ocaci5n )ue se ace al >ios )ue los cielos no pueden a!arcar, pero )ue a eleZgido el arca como "esca!el$ de sus pies -n este sentido, el arca encarna algo así como la presencia real de >ios enZtre los su0os( es, al mismo tiempo, la orma imponente )ue adopta la ausencia de imios en su so!eranía 0 le orece, por así decirlo, s5lo el esca!el de su trono -l 8rca de la 8lianza se perdi5 en el e=ilio 0, a partir de entonces, el &anto de los &antos )ued5 +acío 8sí lo enZcontr5 Pompe0o cuando, tras cruzar el templo, descorri5 la cortina lleno de curiosidad 0 entr5 en el &anto de los
&antos -n ese espacio +acío se encontr5, precisamente, con lo especí:co de la religi5n !í!lica( el &anto de los &antos +acío se a!ía con+ertido tam!ién aora en un acto de espera, de esperanza en )ue el mismo >ios restauZrar< su trono &i la sinagoga encierra en la urna de la Dor< una espeZcie de 8rca de la 8lianza, este eco la con+ierte en un esZpacio para una especie de "presencia real$, puesto )ue en ella se guardan los rollos de la Dor<, la pala!ra +i+a de >ios, por medio de la cual reina en ;srael, en medio de su pue!lo Por eso, el escri*o se rodea!a con los sím!olos del mios( esta!a protegido por un +elo delante del cual ardían las siete +elas de la menor<, el candela!ro de siete !razos -l eco de a!er dotado a la sinagoga con un "8rca de la 8lianza$ no signi:ca, de ning7n modo, )ue la comunidad local se con+irtiera en autios !asada en el 7nico >ios( la Dor< es, en todas partes, la misma >e este modo, el arca remite mios a elegido para sí @el &anto de los &antos en el templo de Cerusalén -ste &anto de los &antos sigui5 siendo, como lo e=presa ou0er, "el 7ltimo punto neurios para su pue!lo 8sí seguiría ocurriendo incluso después de la destrucci5n del templo &i el &anto de los &antos +acío 0a a!ía sido la e=presi5n de una esperanza, aora es el templo destruido el )ue espera el regreso de la seXin<, el )ue est< a la espera su reconstrucci5n lle+ada a ca!o por el esías )ue a!r< de +enir -sta orientaci5n acia el templo 0, con ella, la cone=i5n de la liturgia de la pala!ra de la sinagoga con la liturgia sacri:cial del templo, se mani:esta en la orma de la oraci5n Las oraciones )ue acompa*a!an el acto de desenrollar 0 leer los rollos de la Dor<, e+olucionaron partiendo de las oraciones rituales )ue, originariamente, esta!an relacionadas con los sacri:cios del templo 0 )ue aora @conorme a la tradici5n del tiempo sin templo@ podían considerarse como un e)ui+alente del sacri:cio mismo La primera de las dos grandes oraciones del rito sinagogal culmina en la recitaci5n conBunta del Kuiddus, del )ue orman parte el imno de los sera:nes de ;s 6 0 el imno de los )ueru!ines de -z ou0er o!ser+a al resZpecto( "Pro!a!lemente, el unirse los om!res a este c
incienso )ue se acía diariamente, por la ma*ana 0 por la noce$ %3' -sto nos recuerda induda!lemente al Drisagio de la liturgia cristiana, al "tres +eces santo$ del principio del canon, en el )ue la comunidad no ormula sus propios pensamientos o poesías, sino )ue es arre!atada 0 lle+ada me la esencia de la e cristiana resultan tres inno+aciones )ue constitu0en el rasgo propiamente nue+o 0 especí:co de la liturgia cristiana, rente a la orma a)uí es!ozada de la siMFago0a La primera, es )ue la mirada 0a no se dirige a Cerusalén( el templo destruido 0a no es considerado como el lugar de la presencia terrenal de >ios -l templo de piedra 0a no es la e=presi5n de la esperanza de los cristianos su +elo est< rasgado para siempre 8ora se mira acia el oriente, acia el sol naciente Fo es un culto al sol, es el cosmos )ue a!la de ?risto 8 él se aplica aora el imno al sol del &almo 19%1', donde se dice( "él %el sol', como un esposo )ue sale de su alco!a 8soma por un e=tremo del cielo, 0 su 5r!ita llega al otro e=tremo$ %/ 6ss' -ste salmo pasa directamente de ensalzar la creaci5n a la e=altaci5n de la le0 -sto se entiende aora desde ?risto, )ue es la pala!ra +i+a, el Logos eterno 0, con ello, la
+erdadera luz de la istoria )ue a surgido en elén de la cios +i+o Por medio de la encarnaci5n, la naturaleza umana se a con+ertido +erdaderamente en el trono de >ios )ue, de esta orma, est< ligado para siempre a la tierra 0 es accesi!le a nuestra oraci5n La oraci5n dirigida al oriente ue considerada en la ;glesia antigua como una tradici5n apost5lica 8un)ue no se pueda datar e=actamente en el tiempo ese cam!io de la orientaci5n al oriente, de dirigirse al templo a dirigirse acia el oriente, lo )ue sí es seguro es )ue se remonta a una época mu0 temprana 0 )ue siempre se consider5 como un rasgo característico de la liturgia cristiana %igual )ue ocurría con la oraci5n pri+ada' -n esta "orientaci5n$ %oriens este, oriente, orientaci5n signi:ca, por tanto, "dirigirse al oriente$' de la oraci5n cristiana se unen distintos signi:cados La orientaci5n es, en principio, sencillamente, la e=presi5n del mirar acia ?risto en cuanto lugar de encuentro entre >ios 0 el om!re -=presa la orma cristol5gica undamental de nuestra oraci5n -l eco de )ue ?risto esté sim!olizado por el sol naciente remite, por su parte, a una cristología determinada por la escatología -l sol sim!oliza al &e*or )ue +ol+er<, en el 7ltimo amanecer de la istoria Orar en direcci5n al oriente signi:ca salir al encuentro del ?risto )ue +iene La liturgia dirigida al oriente eect7a, por así decir, la entrada en el curso de la istoria )ue se mue+e acia su uturo, acia el cielo nue+o 0 la tierra nue+a )ue en ?risto nos salen al encuentro -s oraci5n de esperanza, es rezar caminando en la direcci5n )ue nos indica la +ida de ?risto, su pasi5n 0 su resurrecci5n Precisamente por esto, mu0 pronto, en parte de la cristiandad, la direcci5n acia el oriente )ued5 indicada por la cruz -sto pudo resultar de una com!inaci5n de 8pocalipsis 1,3 0 t 4,Q -n el 8pocalipsis de Cuan se dice( "irad( -l +iene en las nu!es Dodo oBo lo +er< tam!ién los )ue lo atra+esaron Dodos los pue!los de la tierra se lamentarn 3,1' con gran poder 0 aBestad$ La se*al del .iBo del .om!re, de 8)uél al )ue traspasaron, es la cruz )ue aora se a con+ertido en la se*al de la +ictoria del Resucitado >e este modo, se
unden el sim!olismo de la cruz 0 el del oriente am!os son la e=presi5n de una misma e en la cual la conmemoraci5n de la Pascua de Ces7s se ace presencia 0 le orece la dine este modo, el altar signi:ca la entrada del oriente en la comunidad reunida 0 la salida de la comunidad de la cios )ue a a!ierto ?risto -s e+idente )ue el altar Bunto al e este modo, introduce el cielo en la comunidad reunida o, m
&in em!argo, antes tenemos )ue puntualizar algo so!re las reormas de la sinagoga )ue se deducen de la esencia de la e cristiana -l tercer elemento )ue a0 )ue mencionar a este prop5sito, es el eco de )ue el arca de la -scritura mantiene tam!ién su lugar dentro del templo, pero con una no+edad sustancial 8 la Dor< se a*aden los -+angelios )ue son la cla+e para entender el signi:cado de la Dor<( "oisés escri!i5 de mí$, dice ?risto %Cn 2,46' -l escri*o de la Pala!ra, el "8rca de 8lianza$ se con+ierte en el trono del -+angelio )ue, naturalmente, no deBa a!olidas las "-scrituras$, ni las deBa de lado, sino )ue las interprete de modo )ue éstas constitu0en tam!ién las "-scrituras$ de los cristianos, sin las cuales el -+angelio carecería de undamento &e mantiene la costum!re sinagogal de cu!rir el escri*o con un +elo para e=presar la santidad de la pala!ra >e este modo resulta completamente natural el rodear tam!ién el segundo lugar sagrado, el altar, con un +elo a partir del cual se desarroll5 el iconostasio en la ;glesia oriental La dualidad de los lugares sagrados se con+irti5 en signi:cati+a para la realizaci5n de la liturgia( durante la liturgia de la pala!ra, la comunidad esta!a reunida en torno al escri*o de los li!ros sagrados o en torno a la cios nos dirige aora 8l término de la liturgia de la pala!ra, durante la cual los :eles estominum$, dirigios acia el &e*or, es decir, mirad Bunto con el o!ispo acia el oriente en el sentido de las pala!ras de la carta a los .e!reos( "NiBos los oBos en el )ue inici5 0 completa nuestra e( Ces7s$ %1,' La liturgia eucarística se realiza con la mirada puesta en Ces7s, es una mirada dirigida acia l La liturgia tiene, por tanto, dos lugares en la estructura de la iglesia cristiana primiti+a -l primero de ellos es el de la liturgia de la Pala!ra, en el centro del espacio, durante la cual, los :eles se agrupan en torno al "!ema$, el terreno ele+ado, en el )ue se encontra!an el trono del -+angelio, la silla del o!ispo 0 el am!5n La cele!raci5n de la eucaristía propiamente dica, tiene su lugar en el
;glesia de ?risto, a partir 0a de los ap5stoles, no e=isti5 tal distinci5n 8un)ue a las muBeres no se les con:ara el ministerio p7!lico de la pala!ra, éstas esta!an plenamente integradas en el culto igual )ue los om!res Por ello, aora encontra!an sitio, separadas de los +arones, naturalmente, en el espacio sagrado, en torno al !ema, así como en torno al altar ?8PHDULO ;;; -L 8LD8R I L8 OR;-FD8?;ÓF >- L8 OR8?;ÓF -F L8 L;DURG;8 -sta transormaci5n de la sinagoga en unci5n de la liturgia cristiana deBa entre+er con claridad @como 0a emos dico@ la continuidad 0 la no+edad entre el 8ntiguo 0 el Fue+o Destamento, incluso desde una perspecti+a ar)uitect5nica 8sí toma!a orma el espacio para el culto cristiano propiamente dico, la cele!raci5n eucarística 0 el ser+icio de la Pala!ra unido a ella -s e+idente )ue las transormaciones posteriores no s5lo eran posi!les, sino necesarias -l !autismo tenía )ue tener un espacio apropiado -l sacramento de la penitencia recorri5 una larga e+oluci5n, cu0o resultado a!ría de incorporarse a la orma ar)uitect5nica de la iglesia La religiosidad popular, en sus distintas ormas, deBaría tam!ién, necesariamente, su impronta en el espacio cele!rati+o .a!ía )ue aclarar la cuesti5n de las imios )ue se nos a mostrado, como 0 donde se nos a mostrado@, en el mundo occidental se a ido imponiendo un pensamiento a!stracto )ue, asta cierto punto, es incluso ruto de la e+oluci5n cristiana >ios es espíritu 0 >ios est< en todas partes JFo signi:ca esto )ue la oraci5n no est< +inculada a ning7n lugar 0 a ninguna direcci5n -n eecto, podemos orar en todas partes 0 >ios es accesi!le en todas partes
La uni+ersalidad de la idea de >ios es consecuencia de la uni+ersalidad cristiana, de la mirada cristiana puesta en el >ios )ue est< por encima de todos los dioses, )ue a!arca el cosmos 0 )ue es mios se nos a maniestado &5lo por esto lo conocemos, s5lo por esto podemos acudir con:adamente a l a tra+és de la oraci5n en cual)uier lugar I, precisamente por esto, tam!ién sigue siendo adecuado el )ue en la oraci5n cristiana se e=prese la entrega al >ios )ue él nos a re+elado I al igual )ue >ios a tomado un cuerpo entrando en el espacio 0 el tiempo de la tierra, así es apropiado )ue en la oraci5n @al menos en la liturgia comunitaria@ nuestro a!lar con >ios sea "encarnado$, )ue sea cristol5gico, )ue, a tra+és de la mediaci5n del #er!o -ncarnado, se diriBa al >ios trinitario -l sím!olo c5smico del sol )ue nace e=presa, por un lado, la uni+ersalidad por encima de todos los lugares 0, al mismo tiempo, mantiene el carios Pero, J)ué ocurre con el altar, Jacia d5nde oramos en la liturgia eucarística ientras )ue en las construcciones !izantinas se mantenía, en líneas generales, la estructura )ue aca!amos de descri!ir, en Roma se ue desarrollando una disposici5n dierente La sede episcopal se traslada al centro del e este modo se e=presa!a concretamente el eco de cele!rar el sacri:cio del &e*or en la comuni5n de los santos, )ue a!arca todos los tiempos La costum!re de edi:car el altar so!re las tum!as de los me modo )ue, si el cele!rante )uería mirar a oriente @tal 0 como e=ige la tradici5n lit7rgica cristiana@, tenía )ue estar detr
pue!lo 0, en consecuencia, mira!a acia el pue!lo -n cual)uier caso, por inAuencia directa de la !asílica de &an Pedro se puede +er esta disposici5n en toda una serie de iglesias La reno+aci5n lit7rgica del recién aca!ado siglo a eco su0a esta presunta posici5n del cele!rante, para desarrollar una nue+a idea de orma lit7rgica >e acuerdo con ella, la eucaristía tiene )ue ser cele!rada +ersus populum %de cara al pue!lo' el altar @como puede deducirse en la con:guraci5n de &an Pedro considerada como normati+a@ se a de erigir de tal manera )ue el sacerdote 0 el pue!lo puedan mirarse unos a otros 0 Buntos constitu0an el círculo de los cele!rantes &5lo esta orma se aBustaría al sentido de la liturgia cristiana, al compromiso de la participaci5n acti+a &5lo esta orma aría Busticia, ademe eco, es la consecuencia m
cruz 0, por tanto, a la transormaci5n del sacri:cio del templo en el culto conorme al Logos Otra consecuencia es )ue la liturgia sinagogal de la pala!ra, reno+ada 0 proundizada por el cristianismo, )uedo undida con la memoria de la muerte 0 resurrecci5n de ?risto en la "eucaristía$ 0, de esta manera, se cumpli5 con :delidad el mandado del "aced esto$ -sta nue+a orma integradora, no podía, en cuanto tal, deducirse simplemente de la "comida$ sino de la cone=i5n de templo 0 sinagoga, de pala!ra 0 sacramento, de la dimensi5n c5smica 0 la dimensi5n ist5rica &e e=presa precisamente en la orma )ue encontramos en la estructura lit7rgica de las primeras iglesias de la cristiandad semita Faturalmente, sigui5 siendo undamental tam!ién en Roma ?ito, una +ez me eco, el sacerdote @"el presidente$, como aora se le pre:ere llamar@ &e con+ierte en el +erdadero punto de reerencia de toda la cele!raci5n >e él depende todo -s a él a )uien a0 )ue mirar, participamos en su acci5n a él respondemos &u creati+idad es la )ue sostiene el conBunto de la cele!raci5n Por eso es comprensi!le )ue aora se intente recortar el papel )ue se le a!ía atri!uido, distri!u0endo di+ersas acti+idades 0 con:ando la preparaci5n de la liturgia a la "creati+idad$ de unos grupos )ue, ante todo, )uieren 0 de!en "integrarse acti+amente$ ?ada +ez se dirige menos la atenci5n a >ios, 0 cada +ez co!ra m
mismo Ia no es @por su misma disposici5n@ una comunidad a!ierta acia delante 0 acia arri!a, sino cerrada en sí misma La orientaci5n de todos acia el oriente no era una "cele!raci5n contra la pared$, no signi:ca!a )ue el sacerdote "diera la espalda al pue!lo$, en ella no se le da!a tanta importancia al sacerdote 8l igual )ue en la sinagoga todos mira!an acia Cerusalén, a)uí todos miran "acia el &e*or$ Usando la e=presi5n de uno de los Padres de la ?onstituci5n so!re la &agrada Liturgia del ?oncilio #aticano ;;, C 8 Cungmann, se trata!a mios en camino, se ponen en marca acia el oriente, acia el ?risto )ue a+anza 0 sale a nuestro encuentro Pero, Jno a0 en todo esto cierto romanticismo 0 nostalgia del pasado La orma originaria de la oraci5n crisM liana Jpuede tener o0 en día alg7n signi:cado para nosotros, o m
el 7nico criterio de autenticidad 0, por tanto, como normati+o, cali:cando como apostasía todo lo desarrollado posteriormente tanto en la -dad edia como a partir de Drento 8sí se llega a reconstrucciones cuestiona!les de lo me +erdad )ue no J8caso el cosmos es aBeno a nosotros J>e +erdad estamos encerrados irremedia!lemente en nuestro propio círculo J8caso no es importante, precisamente o0, orar con la creaci5n entera J8caso no es importante, precisamente o0, introducir la dimensi5n de uturo, de poner la esperanza en el &e*or )ue a!r< de +enir J8caso no es importante reconocer la dinios por tanto, la orientaci5n correcta de la oraci5n sería a)uélla en )ue unos miran a los otros e resulta diícil creer )ue el amoso crítico ormule en serio esta réplica, 0a )ue no es tan ios en el om!re I es )ue la "imagen de >ios$ no es a)uello )ue, en el om!re, se pueda perci!ir con una mirada estrictamente otogr<:ca Por supuesto )ue se puede +er, pero s5lo con la nue+a +isi5n de la e &e puede +er, de la misma orma )ue puede +erse en el om!re la !ondad, la rectitud, la +erdad interior, la umildad, el amor, a)uello )ue lo con+ierte en semeBante a >ios Pero precisamente para ello, a0 )ue aprender a perci!ir con la nue+a mirada 0 Bustamente para esto e=iste la -ucaristía e este modo, el oriente se uni5 mu0 pronto al sím!olo de la
cruz 8llí donde la orientaci5n de unos 0 otros acia el este no es posi!le, la cruz puede ser+ir como el oriente interior de la e La cruz de!ería estar en el centro del altar 0 ser el punto de reerencia com7n del sacerdote 0 la comunidad )ue ora >e este modo, seguimos la antigua in+ocaci5n pronunciada al comienzo de la -ucaristía( "?on+ersi at >ominum$, dirigios acia el &e*or 8sí ponemos la +ista en 8)uél cu0a muerte rasg5 el +elo del templo, en 8)uél, )ue intercede por nosotros ante el Padre 0 )ue nos acoge en sus !razos, con+irtiéndonos en el templo +i+o 0 nue+o Uno de los en5menos +erdaderamente a!surdos de los 7ltimos decenios est<, a mi modo de +er, en el eco de colocar la cruz a un lado para +er al sacerdote J-s )ue la cruz molesta durante la eucaristía J8caso el sacerdote es m
?8PHDULO ;# L8 R-&-R#8 >-L &8FDH&;O &8?R8-FDO La ;glesia del primer milenio no conoce el ta!ernios +i+o, no se desarroll5 asta el segundo milenio, como ruto de clari:caciones teol5gicas conseguidas con gran esuerzo 0 )ue acentua!an la presencia permanente de ?risto en la ostia consagrada -n este punto nos enrentamos con la teoría de la deMcadencia, la canonizaci5n de lo primiti+o 0 el romanticismo del primer milenio La transu!stanciaci5n %con+ersi5n de las sustancias del pan 0 del +ino', la adoraci5n del &e*or en el
sacramento, el culto eucarístico con la custodia 0 las procesiones serían, seg7n nos dicen, errores medie+ales errores de los )ue a!ría )ue distanciarse de una +ez para siempre Los dones eucarísticos serían para comerlos 0 no para mirarlos -stos 0 otros comentarios similares son los )ue escucamos La ligereza con la )ue se acen este tipo de a:rmaciones s5lo puede causar asom!ro, después de los proundos de!ates ist5ricoMdogmios, en el cuerpo de ?risto, se e=pres5 asta principios de la -dad edia mediante los conceptos "corpus m0sticum$ 0 "corpus +erum$ 0sticum en el lenguaBe de los Padres no tiene el signi:cado de "místico$ en el sentido actual, signi:ca, me modo )ue lo )ue se e=presa!a mediante la e=presi5n corpus m0sticum era el cuerpo sacramental, la presencia corporal de ?risto en el sacramento &eg7n los Padres, éste nos a sido dado a :n de )ue nosotros mismos lleguemos a ser corpus +erum, cuerpo real de ?risto Los cam!ios )ue se produBeron en el uso del lenguaBe 0 en las ormas del pensamiento lle+aron a una in+ersi5n de los signi:cados en la -dad edia 8ora era el sacramento el )ue reci!ía el nom!re de corpus +erum %cuerpo +erdadero' a la ;glesia, sin em!argo, se la llama!a corpus m0sticum, "cuerpo místico$, si !ien "místico$ 0a no se entendía en el sentido de sacramental, sino
de "místico$, es decir, misterioso 8 partir de este cam!io terminol5gico, descrito cuidadosamente por >e Lu!ac, algunos an sacado como conclusi5n )ue se a dado paso a un realismo e=tremo, asta aora desconocido, un +erdadero naturalismo, sustitu0endo la amplia perspecti+a patrística por una idea estios 0 el om!re, entre el 0o 0 el t7, integrios -sta es la perspecti+a )ue une a am!os periodos, la )ue a de tomarse como punto de partida ;ncluso la antigua ;glesia a sido siempre consciente de )ue el pan, una +ez transormado permanece transormado Por eso se conser+a!a para los enermos por eso se le tenía un proundo respeto, como ocurre a7n o0 en la ;glesia Oriental &in em!argo, aora se proundiza en esta conciencia( el don est< transormado -l &e*or a eco de:niti+amente su0a esa materia 0 en ella no se contiene un don material sino )ue est< presente -l mismo, el indi+isi!le, el resucitado, con su carne 0 su sangre, su cuerpo 0 su alma, su di+inidad 0 su umanidad ?risto todo entero est< aí -n los comienzos del o+imiento Lit7rgico, en ocasiones, se creía tener )ue distinguir entre una concepci5n "o!Beti+a$ de la eucaristía de la época patrística 0 otra personalista a partir de la -dad edia &eg7n esto, la presencia eucarística no se entendería como una presencia personal, sino como la presencia de un don distinto de la persona -so es a!surdo Kuien lea los te=tos no podr< encontrar ning7n apo0o para estas ideas J?5mo i!a a
con+ertirse el cuerpo de ?risto en una "cosa$ &5lo e=iste la presencia completa de ?risto I reci!ir la eucaristía no signi:ca comer un don "material$ %Jcuerpo 0 sangre', sino lle+ar a ca!o un encuentro recíproco 0 proundo entre una persona 0 otra persona -l &e*or +i+o se me orece, entra en mí 0 me in+ita a entregarme a l de modo )ue "no so0 0o, es ?risto )uien +i+e en mí$ %Gios, el trono )ue, estando entre nosotros, acoge su presencia %seXin<' entre nosotros, 0a sea en la iglesia del pue!lo me esta orma, la adoraci5n no se opone a la comuni5n,
ni se sit7a paralelamente a ella( la comuni5n alcanza su proundidad s5lo si es sostenida 0 comprendida por la adoraci5n La presencia eucarística en el ta!erne esta orma me prepara para la eucaristía, me pone en camino acia su segunda +enida -ste cam!io )ue se produBo en la -dad edia traBo consigo pérdidas, pero tam!ién nos o!se)ui5 con una proundizaci5n moral mara+illosa, despleg5 la grandeza del misterio instituido en el cen
?8PHDULO # D;-PO &8GR8>O &i preguntamos aora por el signi:cado de los tiempos sagrados dentro de la estructura de la liturgia cristiana, estamos dando por supuesta la reAe=i5n eca, en el primer capítulo de esta secci5n, so!re el signi:cado del espacio 0 el tiempo en la liturgia cristiana Dodo el tiempo es tiempo de >ios La pala!ra eterna ace su0a la e=istencia umana a tra+és de la -ncarnaci5n 0, con ello, acoge la temporalidad, introduciendo así el tiempo en el espacio de la eternidad ?risto mismo es el puente entre el tiempo 0 la eternidad &i, en un primer momento, no parece posi!le )ue pueda e=istir relaci5n alguna entre el "siempre$ de la eternidad 0 el tiempo )ue +a pasando, aora es el -terno mismo el )ue a atraído el tiempo acia sí -n el .iBo coe=isten tiempo 0 eternidad La eternidad de >ios no es simplemente ausencia de tiempo, negaci5n del tiempo, sino dominio so!re el tiempo, )ue se realiza en el serMcon 0 el serM en el tiempo -ste serMcon se ace corp5reo 0 concreto en el #er!o -ncarnado, )ue siempre seguir< siendo om!re Dodo el tiempo es tiempo de >ios Pero, por otra parte, tam!ién es cierto )ue la estructura particular del tiempo de la ;glesia )ue emos conocido como un "entre$ @enZtre la som!ra 0 la pura realidad@, e=ige un signo, un tiempo especialmente elegido 0 determinado cu0o :n es poner el tiempo, en su totalidad, en las manos de >ios Precisamente esto es lo )ue caracteriza al uni+ersalismo !í!lico( )ue no se apo0a en una condici5n trascendental general del om!re, sino )ue )uiere llegar a la totalidad a tra+és de una elecci5n I, en este punto, es ine+ita!le acerse la pregunta( J)ué es, realmente, el tiempo -s e+idente )ue una pregunta como ésta, )ue a mo+ido a los grandes pensadores de todas las épocas, no podemos agotarla como tal Pero, para comprender la especi:cidad de la relaci5n entre tiempo 0 liturgia, es imprescindi!le dar unas !re+es indicaciones al respecto -l tiempo es, en principio, una realidad c5smica( el mo+imiento giratorio de la tierra en torno al sol %o, como creían los antiguos, del sol en torno a la tierra' da un ritmo al ser al )ue llamamos tiempo, de ora en ora, de la ma*ana a la noce 0 de la noce a la ma*ana, de la prima+era al in+ierno, pasando por el +erano 0 el oto*o Cunto a este ritmo solar est< el de la luna )ue es m
Pero, Bunto a esta realidad 0 por encima de esta realidad, e=isten otros ritmos )ue, en cierta medida, son propios de los distintos ni+eles del ser La planta tiene su tiempo los anillos de crecimiento de los e este modo, en la oraci5n cristiana, el espacio 0 el tiempo se entrelazan( el espacio se a con+ertido, él mismo, en tiempo 0 el tiempo se ace, por así decirlo, espacial, entra en el espacio I al igual )ue se entreteBen espacio 0 tiempo, tam!ién estios 0 el mundo, de istoria 0 uni+erso, de materia 0 espíritu( en una pala!ra, se orienta a la "ciudad nue+a$, cu0a luz es >ios mismo, de modo )ue el tiempo se con+ierte en eternidad 0 la eternidad se comunica al tiempo -n la religiosidad +eterotestamentaria encontramos una do!le distinci5n en lo )ue respecta al tiempo( por un lado, la esta!lecida por el ritmo semanal )ue se dirige acia el sios en la istoria ?on recuencia, estos dos orígenes se unen -sta :gura undamental sigue +igente en el cristianismo, )ue guarda una prounda e íntima relaci5n de continuidad con la erencia Budía en lo )ue al orden del tiempo se re:ere -n el cristianismo, a su +ez, se a incorporado la erencia de las grandes religiones )ue, puri:cada e iluminada, se orece al >ios 7nico -mpecemos con el ritmo semanal .a!íamos +isto )ue el sec
de la -ncarnaci5n, la ?ruz 0 la Resurrecci5n, la 8lianza )ueda ele+ada a un grado superior, asta tal punto )ue a0 )ue a!lar 0a de una "nue+a 8lianza$ >ios a actuado una +ez me este modo, la nue+a alianza llega a su cumplimiento por medio de la resurrecci5n( aora el om!re )ueda unido a >ios para siempre -s aora cuando se unen +erdaderamente de un modo indisolu!le Por eso, el día de la resurrecci5n es el nue+o sios, el día en )ue se da a ellos La ma*ana del "tercer día$ se con+ierte en la ora de la cele!raci5n cristiana &an 8gustín, partiendo de la relaci5n e=istente entre la \ltima ?ena, la cruz 0 la resurrecci5n, a mostrado c5mo, en +irtud de su unidad interna, la ?ena se con+irti5, de un modo natural, en sacri:cio de la ma*ana cumpliéndose, precisamente así, el cometido de la ora de la \ltima ?ena -l paso de la 8ntigua a la Fue+a 8lianza se pone de mani:esto, de orma e+idente, en el paso del sios ace su aparici5n en el mundo, después del tiempo de la espera &i partimos del es)uema semanal, es el primer día de la semana Ninalmente, los Padres a*adieron la idea de )ue, si consideramos la semana recién transcurrida, sería el octa+o día >e este modo, los tres sim!olismos aca!an interrelacionados, aun)ue, no ca!e duda de )ue el mios, a partir de la eca de resurrecci5n de ?risto Pero resulta )ue, de repente, esta eca e=presa!a el mismo sim!olismo c5smico )ue la orientaci5n de la oraci5n cristiana -l sol anuncia a ?risto, el cosmos 0 la istoria a!lan tam!ién de l
8 esto a0 )ue a*adir, ademios puso el ser en el mundo -s agradecimiento por el eco de )ue >ios no permite la destrucci5n de la creaci5n, sino )ue la recompone, después de las inter+enciones negati+as del om!re -n el primer día est< contenida la idea paulina de )ue la creaci5n espera la maniestaci5n de los iBos de >ios %Rom ,19'( igual )ue el pecado destru0e la creaci5n %]0 es algo )ue +emos con claridad^', tam!ién la creaci5n )ueda restaurada cuando se acen presentes "los iBos de >ios$ >e esta manera, el domingo ace e=plícito el mandato e=presado en el relato de la creaci5n( " ]&ometed la tierra^$ %Gn 1,' Lo cual no signi:ca( ]escla+izadla^, ]e=plotadla^, ]aced de ella lo )ue )uerios^ ?onser+adla 0 cuidad de ella, como los iBos cuidan la erencia del padre ?uidad de ella, a :n de )ue se con+ierta en un +erdadero Bardín de >ios 0 )ue se realice su sentido mios sea "todo en todo$ -ra e=actamente ésta la orientaci5n )ue )uerían e=presar los Padres cuando llamaron día octa+o al día de la resurrecci5n -l domingo no s5lo dirige la mirada acia atrios, en el )ue la som!ra 0 la imagen estios con sus criaturas 8 partir de este sim!olismo del octa+o día, los !aptisterios @las iglesias !autismales@ se construían, con recuencia, so!re una planta octogonal, para e=plicar el !autismo como nacimiento en el octa+o día, en la resurrecci5n de ?risto 0 en el tiempo nue+o )ue con ella se a inaugurado -l domingo es, por tanto, para el cristiano, la +erdadera medida del tiempo, lo )ue marca el ritmo de su +ida Fo se apo0a en una con+enci5n ar!itraria, sino )ue lle+a en sí la síntesis 7nica de su memoria ist5rica, del recuerdo de la creaci5n 0 de la teología de la esperanza -s la :esta de la resurrecci5n para los cristianos, :esta )ue se ace presente todas las semanas, pero )ue no por eso ace superAuo el recuerdo especí:co de la Pascua de Ces7s >el Fue+o Destamento se desprende claramente )ue Ces7s se encamin5 con total
conciencia a su "ora$ La e=presi5n la "ora de Ces7s$, resaltada por el -+angelio de san Cuan, tiene, sin duda, un signi:cado mu0 compleBo Pero, ante todo, remite a una eca, Ces7s no )uiso morir en un día cual)uiera &u muerte tenía un signi:cado para la istoria, para la umanidad, para el mundo Por eso mismo, tenía )ue estar incluida en el conte=to de una ora c5smica e ist5rica determinada -st< íntimamente ligada a la Pascua de los Budíos, tal 0 c5mo est< descrita 0 reglaMmentada en -= 1 Danto el -+angelio de san Cuan como la ?arta a los .e!reos muestran c5mo incorpora tam!ién el contenido de otras :estas, so!re todo el día de la e=piaci5n Pero su +erdadera reerencia es la Pascua( su muerte no es un accidente, es una ":esta$ )ue consuma lo )ue en la Pascua se a!ía comenzado de orma sim!5lica ?onduce @como 0a emos +isto@ de la imagen a la realidad, a la entrega +icaria entendida como ser+icio La Pascua es la "ora$ de Ces7s Precisamente el eco de estar ligada a esta eca pone de mani:esto el signi:cado ist5ricoMuni+ersal de la muerte de Ces7s La Pascua, en su origen, ue una :esta n5mada desde 8!el asta el 8pocalipsis, el cordero inmolado es la pre:guraci5n del Redentor, del auténtico sacri:cio Fo es necesario entrar a)uí en los pormenores del signi:cado )ue tu+o el nomadismo en el origen de la religi5n !í!lica -n lo )ue respecta al nacimiento del monoteísmo es importante recordar )ue no podía surgir en las grandes ciudades ni en los países értiles Bunto a los grandes ríos &5lo podía surgir en el desierto, donde s5lo a0 cielo 0 tierra, s5lo podía desarrollarse con la ausencia de un co!iBo concreto por parte del caminante, )ue no di+iniza un lugar determinado, sino )ue a de apo0arse siempre en el >ios )ue camina Bunto a él \ltimamente se est< llamando la atenci5n so!re el eco de )ue la :esta de la Pascua cae en el tiempo de la constelaci5n de 8ries, el cordero -ste dato tu+o 7nicamente una importancia marginal, si es )ue la tu+o, a la ora de :Bar la eca de la Pascua Lo esencial ue la reerencia a la eca de la muerte 0 resurrecci5n de Ces7s )ue, 0a de por sí, implica!a una estreca relaci5n con el calendario esti+o de los Budíos ?laro )ue, precisamente esta relaci5n, en la )ue se trata!a, una +ez m
unirse estrecamente el calendario solar 0 el lunar( las dos maniestaciones del orden c5smico del tiempo )uedaron ligados a partir de la istoria de ;srael 0 el destino de Ces7s Pero, +ol+amos a la imagen del cordero %del carnero 8ries' -n el siglo # tu+o lugar una contro+ersia entre Roma 0 8leBandría so!re la 7ltima eca posi!le para la cele!raci5n de la Pascua &eg7n la tradici5n aleBandrina de!ía ser el 2 de a!ril -l papa Le5n agno %44QM461' critic5 esta eca tan tardía, se*alando )ue, conorme al mandato !í!lico, la Pascua de!ía caer en el primer mes ?on ello no se reería al mes de a!ril, sino al tiempo en )ue el sol atra+iesa el primer segmento del zodíaco, es decir, la constelaci5n de 8ries -l signo zodiacal en el cielo parecía a!lar anticipadamente, 0 para todos los tiempos, del "cordero de >ios$ )ue )uita el pecado del mundo %Cn 1,9', de a)uél )ue recapitula en sí los sacri:cios de los inocentes, dios, sustitu05 a ;saac@2 se entiende aora como preM istoria de ?risto, el madero del )ue est< prendido, como imagen del signo del zodíaco 8ries, 0 éste, a su +ez, como pre:guraci5n celestial del ?risto cruci:cado Llegados a este punto a0 )ue acer a7n otra o!ser+aci5n( la tradici5n Budía data!a el sacri:cio de 8!raios dispuso( ".
emenino pero, so!re todo, como sím!olo de la caducidad >e este modo, el sim!olismo c5smico de la luna se corresponde con el misterio de la muerte 0 la resurrecci5n )ue se cele!ra en la Pascua cristiana &i el domingo, después de la primera luna llena de la prima+era, aparece como la eca de la Pascua, se unen el sim!olismo del sol 0 el de la luna( lo caduco es asumido e introducido en lo imperecedero La muerte se con+ierte en resurrecci5n 0 desem!oca en la +ida eterna Ninalmente de!emos considerar, a pesar de todo, )ue incluso para ;srael la Pascua no es solo una :esta c5smica, sino )ue est< undamentalmente dedicada a una memoria ist5rica( es la :esta )ue cele!ra la salida de -gipto, la :esta de la li!eraci5n, con la )ue ;srael comienza su propio camino como pue!lo de >ios en la istoria La Pascua de ;srael es recuerdo de la actuaci5n de >ios )ue ue acontecimiento de li!eraci5n 0 constitu0e la comunidad -ste contenido esti+o tam!ién a pasado a ormar parte de lo cristiano 0 a contri!uido a comprender la proundidad del signi:cado de la resurrecci5n de ?risto Ces7s a!ía +inculado, conscientemente, sus 7ltimos pasos, con la Pascua de ;srael, :Be eco, la opresi5n de ;srael en -gipto era una especie de muerte, cu0o o!Beti+o era destruir al pue!lo en cuanto tal Dodos los descendientes +arones esta!an condenados a la muerte &in em!argo, la noce de Pascua, el ios )ue es el ser mismo >e este modo, la resurrecci5n de ?risto no e+oca un destino indi+idual -l, aora, est< aí 0 permanece, por)ue l +i+e l nos re7ne para )ue +i+amos( "0o +i+o 0 tam!ién +osotros +i+iréis$ %Cn 14,19' >esde la perspecti+a de la Pascua los cristianos se comprenden como "+i+ientes$, como personas )ue an encontrado la salida de una e=istencia )ue era mios +erdadero, 0 a tu en+iado, Cesucristo$ %Cn 13,' La li!eraci5n de la muerte es, al mismo tiempo, la li!eMraci5n del cauti+erio del indi+idualismo, de la ce este modo, la Pascua se con+ierte en la gran :esta !autismal en la )ue el om!re realiza, por así decirlo, el paso a tra+és del ar RoBo, sale de su antigua e=istencia para entrar en comuni5n con ?risto, el Resucitado 0, de esta orma, con todos los )ue le pertenecen La resurrecci5n crea comuni5n
?rea el nue+o Pue!lo de >ios -l grano de trigo )ue a muerto solo, no se )ueda solo, sino )ue da muco ruto -l Resucitado no se )ueda solo, sino )ue atrae acia sí a toda la umanidad, 0 da lugar, con ello, a la comuni5n uni+ersal entre todos los om!res Dodo el sentido e=presado en la Pascua Budía se ace Presente en la Pascua cristiana Fo se trata de recordar un acontecimiento pasado e irrepeti!le, sino acer )ue @tal 0 como 0a emos +isto@ lo )ue ocurri5 "una +ez$ se con+ierta en el acontecimiento para "siempre$( el Resucitado +i+e 0 da +ida, +i+e 0 crea comuni5n, +i+e 0 da paso al uturo, +i+e 0 se*ala el camino Pero no ol+idemos tampoco )ue esta :esta ist5ricoMsal+í:ca, )ue est< a!ierta acia delante, acia el uturo, tiene sus raíces en una cele!raci5n c5smica 0 no renuncia a ellas( la luna )ue muere 0 +uel+e a nacer se con+ierte en el sím!olo c5smico de la muerte 0 la resurrecci5n, el sol del primer día se con+ierte en mensaBero de ?risto )ue "sale como el esposo de su alco!a, contento como un éroe, a recorrer su camino$ asta los e=tremos del espacio 0 del tiempo %&al 19 V1W, 6s' Por ello, las :estas cristianas no pueden ser manipuladas a discreci5n en lo )ue al tiempo se re:ere la "ora$ de Ces7s se nos mani:esta una 0 otra +ez tam!ién en la unidad del tiempo c5smico e ist5rico 8 tra+és de la :esta entramos en el ritmo de la creaci5n 0 en el orden de la istoria de >ios con los om!res -n este punto surge esponte tal manera )ue lo c5smico encuentra su centro 0 su meta en lo ist5rico La encarnaci5n signi:ca tam!ién la +inculaci5n al origen, a su singularidad 0 @ a!lando a lo umano@ a su "contingencia$ Precisamente ésta es nuestra garantía de )ue no estamos apo0ios a o!rado realmente para con nosotros, de )ue a tomado nuestro tiempo en sus manos 0, aora, cruzando el puente del "una +ez$ podemos palpar el "siempre$ de sus misericordias .a0 )ue medir, sin em!argo, el alcance del sím!olo 0 el alcance de la actuaci5n de >ios en la istoria #o, a sa!ido poner en e+idencia algunos de los aspectos "oto*ales$ )ue est
misterio pascual, )ue a0udan a proundizar 0 ampliar nuestra comprensi5n de esta :esta, 0 pueden darle su :sonomía propia en el otro emiserio Por otra parte, tanto la -scritura como la propia liturgia, orecen indicios para delimitar en su interioridad los sim!olismos Io 0a a!ía llamado la atenci5n so!re el eco de )ue, para interpretar la pasi5n de Ces7s, el -+angelio de &an Cuan 0 la ?arta a los .e!reos no se sir+en s5lo de la :esta de la Pascua, )ue desde el punto de +ista cronol5gico coincide con su "ora$, sino )ue la interpretan a partir del rito de la :esta de la e=piaci5n, )ue se cele!ra el décimo día del "séptimo mes$ %septiem!reM octu!re' -n la Pascua de Ces7s coinciden, por así decir, la Pascua e!rea %en prima+era' 0 el día de la e=piaci5n %en oto*o' -l ace coincidir la prima+era 0 el oto*o del mundo( el oto*o del tiempo )ue pasa, se con+ierte en un nue+o comienzo, pero tam!ién la prima+era, en cuanto ora de su muerte, se con+ierte en reerencia al :n de los tiempos, al oto*o del mundo en el )ue, seg7n los Padres, +ino ?risto 8ntes de la reorma postconciliar, el calendario lit7rgico conocía un peculiar reparto de los tiempos )ue, sin duda, acía tiempo )ue no se entendía 0 se conce!ía de orma mu0 super:cial &eg7n ca0ese, antes o después, la eca de la Pascua, a!ía )ue alargar o acortar el tiempo Posterior a la -pianía -sos domingos )ue no se cele!ran, se traslada!an al :nal del a*o lit7rgico Kuien e=amine lentamente las lecturas propuestas para tales ocasiones, se dar< cuenta de )ue son, en gran medida, te=tos )ue apuntan el tema de la siem!ra, )ue se con+ierte, de esta orma, en imagen de la semilla del -+angelio )ue a de ser esparcida Precisamente por tal moti+o, estos te=tos 0 los domingos en )ue se leían, pueden encontrar su acomodo tanto en prima+era como en oto*o, las dos estaciones en )ue es tiempo de siem!ra -n prima+era el la!rador siem!ra para el oto*o, en el oto*o para el a*o siguiente La siem!ra siempre se*ala acia adelante, orma parte tanto del a*o )ue comienza como del a*o )ue termina, por)ue tam!ién el a*o )ue termina anuncia un nue+o uturo -n uno 0 otro caso est< en Buego el misterio de la esperanza, 0 encuentra su proundidad precisamente en el a*o )ue aca!a, )ue +a m
cristianismo -s un elemento tan :Bado 0 determina asta tal punto la e=istencia cristiana )ue san ;gnacio de 8ntio)uía no duda en a:rmar( "Fo +i+imos 0a conorme al sios eco om!re, el Redentor La cruz 0 la resurrecci5n presuponen la -ncarnaci5n &5lo por)ue el .iBo, @0 >ios mismo con l@, "!aB5$ realmente 0 "se encarn5 en la #irgen aría$, la muerte 0 la resurrecci5n de Ces7s son acontecimientos actuales para todos nosotros, )ue nos tocan a todos 0 nos arrancan del pasado marcado por la muerte, a!riendo el presente 0 el uturo 8 su +ez, la encarnaci5n tiende a acer )ue esta "carne$, la e=istencia terrena 0 perecedera, alcance una orma imperecedera, es decir, )ue tenga lugar la transormaci5n pascual >espués de a!er reconocido la -ncarnaci5n como centro de gra+edad de la e en ?risto, tenía )ue encontrar tam!ién su e=presi5n en la cele!raci5n lit7rgica, representarse tam!ién en el ritmo del tiempo sagrado -s diícil determinar con precisi5n asta d5nde se remontan las raíces de la :esta de Fa+idad -n cual)uier caso, ad)uiri5 su orma de:niti+a en el siglo ;;; &urgen, m
cuarto día, es decir, el de marzo, por consiguiente, este día a!ría de ser considerado como el día del nacimiento de ?risto, el día )ue a +isto surgir el +erdadero sol de la istoria -sta idea llega asta el siglo ;#, con la +ariante de )ue el día de la Pasi5n 0 el de la ?oncepci5n de ?risto se considera!an idénticos, por este moti+o el 2 de marzo se cele!ra!a el anuncio del e este modo, se respondía tam!ién a una :esta pagana )ue se cele!ra!a en 8leBandría en este mismo día, 0 cu0o o!Beto era el nacimiento mítico de una di+inidad .o0 resultan insosteni!les las antiguas teorías seg7n las cuales el 2 de diciem!re a!ía surgido en Roma en contraposici5n al mito de itra, o tam!ién como reacci5n cristiana ante el culto del sol in+icto, promo+ido por los emperadores romanos del siglo ;;;, como intento de crear una nue+a religi5n imperial Lo mios @ no aca!a en lo a!surdo o en lo trios lo con:rma de manera auténtica 0 de:niti+a Partiendo de este contenido, originalmente c5smico, de la eca de la ?oncepci5n 0 Facimiento de Ces7s, el desaío del culto al sol pudo ser aceptado e incluido de orma positi+a en la teología de la :esta -n todos los Padres encontramos te=tos magní:cos )ue e=presan esta síntesis &an Cer5nimo, por eBemplo, a:rma en una predicaci5n na+ide*a( "La propia criatura da raz5n a lo )ue predicamos, el cosmos es testigo de la +erdad de nuestra pala!ra .asta este día crecen los días oscuros, a partir de este día declina la oscuridad 8+anza el día, la noce retrocede$ Por su parte, 8gustín predica!a de esta manera a sus :eles de .ipona la noce de Fa+idad( "8legrémonos tam!ién nosotros, ermanos Por muco )ue los gentiles se llenen de B7!ilo, no es el sol +isi!le el )ue consagra este día, sino su creador in+isi!le$ Los Padres +uel+en una 0 otra +ez so!re el pasaBe anteriormente citado del &almo 19 %1', )ue para la ;glesia antigua se con+irti5 en el &almo de Fa+idad en sentido propio( "l %el sol, es decir, ?risto' es como un esposo )ue sale de su alco!a$ -n este salmo, )ue era interpretado como una proecía de ?risto, se +islum!ra!a el misterio de aría
Posteriormente, se intercala entre las dos ecas, del 2 de marzo 0 el 2 de diciem!re, la :esta del precursor, Cuan autista, el 4 de Bunio, el día del solsticio de +erano La cone=i5n entre las ecas aparece aora como la e=presi5n lit7rgica 0 c5smica de las pala!ras del autista( "-l %?risto' tiene )ue crecer, 0o tengo )ue menguar$ La :esta del nacimiento de Cuan coincide con el momento del a*o en )ue el día comienza a menguar, de la misma manera )ue la :esta del nacimiento de ?risto es el inicio de una nue+a aurora La te=tura de esta :esta es puramente cristiana, sin un modelo directo en el 8ntiguo Destamento, aun)ue sí guarda continuidad con la síntesis de cosmos e istoria, de memoria 0 esperanza )ue 0a era característica de las :estas +eterotestamentarias 0 )ue, de un modo nue+o, se con+ierte en característica del calendario esti+o de los cristianos La íntima cone=i5n entre -ncarnaci5n 0 Resurrecci5n se pone de mani:esto precisamente en su relaci5n concreta 0, al mismo tiempo, com7n con el ritmo solar 0 su sim!olismo 8ora )uiero mencionar !re+emente la :esta de la -pianía @6 de enero@ )ue guarda una estreca relaci5n con la Fa+idad >eBemos de lado en este punto, tanto los detalles ist5ricos como los numerosos 0 e=celentes te=tos patrísticos )ue e=isten al respecto ;ntentemos, sencillamente, comprender la :esta, partiendo de la orma )ue a adoptado entre nosotros, en Occidente La -pianía interpreta la -ncarnaci5n del Logos a partir de la antigua categoría de la "-pianía$, es decir, de la autore+elaci5n de >ios, )ue se mani:esta en la criatura 0, de esta manera, esta!lece una uni5n entre las dierentes epianías( la adoraci5n de los magos como comienzo de la ;glesia de los gentiles, de la procesi5n de los pue!los acia el >ios de ;srael, seg7n la proecía de ;saías 6Q el !autismo de Ces7s en el Cordios las !odas de ?an< en las )ue mani:esta su gloria -l relato de la adoraci5n de los magos tiene su importancia en el pensamiento cristiano, por)ue pone de mani:esto la íntima relaci5n entre la sa!iduría de los pue!los 0 la promesa de la )ue a!la la -scritura por)ue pone de relie+e c5mo el lenguaBe del cosmos 0 el pensamiento umano en !usca de la +erdad, conducen a ?risto -sa estrella misteriosa pudo con+ertirse en el sím!olo de tales relaciones, por)ue +uel+e a su!ra0ar el eco de )ue el lenguaBe del cosmos 0 el lenguaBe del coraz5n umano proceden, am!os, de la "Pala!ra$ del Padre, )ue en elén sali5 del silencio de >ios 0 recompone en su unidad los ragmentos de nuestro conocimiento umano Las grandes :estas )ue con:guran el a*o de la e son :estas de ?risto 0, precisamente por ello, apuntan al 7nico >ios, )ue se a!ía maniestado a oisés en la zarza ardiente, 0 )ue a!ía elegido a ;srael para )ue a:rmara la conesi5n de su unicidad -sto a lle+ado después a )ue, como imagen de ?risto, Bunto al sol, se encuentre la luna, )ue no !rilla con luz propia, sino )ue reci!e del sol toda su luminosidad, lo cual recuerda )ue nosotros, los om!res,
tam!ién necesitamos una 0 otra +ez, esas pe)ue*as "lios Uno 0 Drino Drino Por Por esto, desde los primeros primeros tiempos del del cristianismo, las las :estas de los santos pasaron a ormar parte del a*o cristiano Ia nos emos :Bado en aría, cu0a :gura est< tan estrecamente estrecamente unida al misterio de ?risto )ue la ormaci5n del ciclo na+ide*o introduBo, necesariamente, una nota ma*ana en el ano lit7rgico lit7rgico La dimensi5n ma*ana de las :estas cristol5gicas es, de esta manera, algo patente Posteriormente Posteriormente se a*adi5 la memoria de los ap5stoles, de los mios &u luz, )ue procede de >ios, nos a0uda a reconocer meBor la ri)ueza interior de la gran luz de >ios, )ue por nosotros mismos no podríamos perci!ir en el esplendor de su purísima gloria
D-R?-R D-R?-R8 8 P8R P8RD- -L 8RD8RD- I L8 L;DURG;8
?apítulo 1 La cuesti5n de las im
-n el primer mandamiento del >ecios, el 7nico )ue es digno de adoraci5n, leemos este precepto( "Fo te art 2,' -=iste, sin em!argo, una nota!le e=cepci5n a esta proi!ici5n de las imios a oisés %-= 2,' "De comunicaré todo lo )ue a0a de ordenarte para los israelitas$ Respecto a la orma del propiciatorio, oisés reci!e el siguiente encargo( ".arios ?omo emos oído 0a, Pa!lo consider5 )ue ?risto cruci:cado era el +erdadero 0 +i+o "lugar de la e=piaci5n$, e=piaci5n$, )ue a!ía )uedado Pre:gurado en el _apporet @el "propiciatorio$@ perdido en la época del e=ilio -n él >ios puso su rostro al descu!ierto -l icono oriental de la resurrecci5n resurrecci5n de ?risto esta!lece Una estreca relaci5n entre el 8rca de la 8lianza 0 la Pascua de ?risto, cuando muestra a ?risto de pie so!re una ta!la cruzada )ue, por una parte, representa el sepulcro 0 por otro, recuerda tam!ién al _apporet de la 8ntigua 8lianza ?risto est< Aan)ueado por los )ueru!ines 0 acia él se dirigen las muBeres )ue a!ían +enido al sepulcro para ungir su cuerpo La imagen de ondo del 8ntiguo Destamento Destamento se mantiene, mantiene, pero a partir de la resurrecci5n resurrecci5n ad)uiere ad)uiere un nue+o signi:cado 0 un nue+o punto de reerencia( reerencia( >ios )ue 0a no se oculta del todo sino )ue se mani:esta en la :gura del .iBo ?on esta transormaci5n transormaci5n del recuerdo del 8rca de la 8lianza en una imagen de la resurrecci5n, se anuncia 0a lo undamental de la e+oluci5n )ue +a de la 8ntigua a la Fue+a 8lianza Pero para entenderlo todo correctamente correctamente tenemos )ue mirar m
ientras )ue en el ;slam 0 en el Cudaismo, a partir del siglo ;;; o ;# después de ?risto, se interpret5 de manera radical la proi!ici5n proi!ici5n de las imios lle+o a ca!o se acen presencia Las :estas son participaci5n en el actuar de >ios en el tiempo, 0 las imaniel en el oso de los leones, deBan entre+er la resurrecci5n resurrecci5n de ?risto 0 nuestra propia resurrecci5n resurrecci5n -s e+idente en estos casos, incluso me la misma manera )ue todas estas im
Por mu0 po!res @artísticamente a!lando@ )ue puedan ser las imios en la istoria, la -ncarnaci5n, la !7s)ueda de la o+eBa perdida 0 el camino de +uelta a la ;glesia de Budíos 0 gentiles Un cam!io de gran alcance en la istoria de las imos de estas imesde )ue apareci5, esta imagen de!i5 suscitar una enorme ascinaci5n Ia se podía +er el rostro del &e*or, asta aora oculto, 0 sentir c5mo se cumplía, de este modo, la promesa( "el )ue me a +isto a mí, a +isto al Padre$ %Cn 14,9' ?on ello parecía a!rirse la posi!ilidad de +er al .om!reM>ios 0, a tra+és de él, al mismo >ios parecía cumplirse el anelo griego de la +isi5n de lo eterno Por consiguiente, el icono tenía )ue ocupar casi el mismo lugar de un sacramento,
0a )ue permitía una comuni5n )ue no era inerior a la de la eucaristía &e lleg5 a pensar incluso, en una especie de presencia real en la imagen, de 8)uél )ue allí esta!a representado La imagen, por tanto, en el sentido pleno de no estar eca por mano de om!res, es participaci5n de la misma realidad, irradiaci5n 0 presencia de 8)uél )ue se da a sí mismo en la imagen -s espués de!en retener al misterioso compa*ero de camino, orecerle su ospitalidad, para )ue, al partir el pan, suceda, de modo in+erso, lo )ue les ocurri5 a 8d
trata de una nue+a orma de +er -l icono mismo tiene )ue proceder de una nue+a apertura de los sentidos internos, de un llegar a +er )ue +a me este modo, el icono conduce al )ue lo contempla, mediante esa mirada interior )ue a tomado cuerpo en el icono, a )ue +ea en lo sensorial lo )ue +a mios )uedar< e=cluido de nuestro campo +isual -l icono, !ien entendido, nos aleBa de la pregunta e)ui+ocada por una representaci5n )ue pueda ser captada por los sentidos 0 nos permite reconocer, precisamente por esto, el rostro de ?risto 0, en -l, el rostro del Padre >e este modo, en el icono est< presente la misma orientaci5n espiritual )ue 0a a!íamos apuntado al acentuar la direcci5n acia oriente en la liturgia( )uiere introducirnos en un camino interior, en el camino )ue se dirige acia el "oriente$, acia ?risto )ue +a a +ol+er &u dinios, el in+isi!le, entra en él espacio de lo +isi!le, para )ue nosotros, )ue estamos atados a lo material, podamos conocerle -n este sentido, la encarnaci5n est< siempre presente en la actuaci5n ist5ricoM sal+í:ca 0 cada +ez )ue >ios a!la en la istoria Pero este descenso de >ios se da para eso, para atraernos a sí en un proceso de ascenso( la encarnaci5n tiene como :n la transormaci5n por medio de la cruz 0 la nue+a corporeidad de la resurrecci5n >ios nos !usca allí donde estemos,
pero no para )ue sigamos allí, sino para )ue lleguemos a donde l est<, para )ue nos superemos a nosotros mismos Por ello, la reducci5n de la :gura de ?risto a un "Ces7s ist5rico$, perteneciente al pasado, alsea el sentido de su :gura, pasa por alto la +erdadera esencia de la encarnaci5n Fo a0 )ue despoBarse de los sentidos, sino ampliarlos asta su m<=ima posi!ilidad &5lo +eremos a ?risto realmente cuando digamos con Domios mío$ >el mismo modo )ue emos constatado anteriormente el alcance trinitario del icono, aora tenemos )ue comprender su e=tensi5n en lo )ue a su esencia se re:ere( el .iBo de >ios pudo acerse om!re por)ue el om!re 0a a!ía sido pensado en unci5n de él, como imagen de 8)uél )ue es, a su +ez, icono de >ios La luz del primer día 0 la luz del octa+o día se tocan en el icono, como, una +ez mios &5lo se entender< !ien la -ncarnaci5n si se perci!e en esa tensi5n mios, )ue est< me esta manera, la e se desploma Fuestra sensi!ilidad contemporios est< mios son igualmente +ios, se con+ierte, por sí misma, en so!er!ia )ue no le deBa ni una pala!ra a >ios, 0 )ue no le permite entrar realmente en la istoria Por una parte se a!solutiza la materia 0, al mismo tiempo, se la declara impermea!le para >ios, materia pura )ue )ueda así pri+ada de su dignidad Pero, como dice -+doXimo+, e=iste tam!ién un sí apoios es radicalmente trascendente en su esencia, pero en su e=istencia a )uerido 0 a podido presentarse como +i+iente >ios es el totalmente Otro, pero es lo su:cientemente poderoso para poder maniestarse I a eco a su criatura de modo )ue sea capaz de "+erlo$ 0 amarlo ?on estas consideraciones llegamos al momento presente 0 tocamos, con ello, tam!ién, la e+oluci5n de la liturgia, el arte 0 la e en el mundo occidental -sta teología del icono tal 0 como se desarroll5 en Oriente Jes cierta 0, por
consiguiente, +
por medio de ellas -l aristotelismo recaza la doctrina de las ideas La realidad, compuesta de materia 0 orma, permanece en sí misma mediante la a!stracci5n reconozco la especie a la )ue pertenece -n lugar de la +isi5n, por la cual lo metaísico se ace +isi!le en lo sensi!le, se da paso a la a!stracci5n &e modi:ca la relaci5n entre lo espiritual 0 lo material 0, con ello, la actitud del ser umano ante la realidad )ue se le aparece Para Plat5n, la categoría de lo !ello a!ía sido decisi+a, lo !ello 0 lo !ueno, en 7ltimo término, coinciden en >ios ediante la aparici5n de lo !ello somos eridos en lo me este modo, tam!ién cam!ia su relaci5n con la liturgia La liturgia se considera, por así decirlo, como una imitaci5n sim!5lica del acontecimiento de la cruz La de+oci5n reacciona dedicios 8un)ue la cruci:=i5n del reta!lo de GrTne/ald radicaliza asta el e=tremo el realismo del surimiento, no de!emos ol+idar )ue se trata!a de una imagen consoladora, )ue permitía a los aectados por la peste, atendidos por los 8ntonianos, reconocer a un >ios identi:cado con su destino Permitía darse cuenta de )ue se a!ía acercado a
su surimiento 0 )ue su surimiento )ueda!a asumido en el su0o La e+idente +uelta a lo umano, a la realidad ist5rica de ?risto se alimenta, a :n de cuentas, de un eco( el surimiento umano orma parte del misterio Las imios )ue se ace om!re 0, de este modo, lle+an en sí mismas la esperanza de la resurrecci5n -stas imios se a identi:cado con nosotros ani:estan el realismo del misterio, pero no se distancian de él I en lo )ue respecta a la isa como presencia de la ?ruz, Jno podríamos comprenderla mios Lo )ue a)uí se a es!ozado en relaci5n con la imagen de la cruz, puede aplicarse tam!ién a todo el restante arte g5tico "narrati+o$ ]Kué uerza de interiorizaci5n podemos encontrar en las imios^ -n ellas se mani:esta la nue+a umanidad de la e ;mios con el om!re, desde la creaci5n asta su segunda +enida -l mismo muro, en ese Buego de luz pro+ocado por los ra0os del sol, se con+ierte en ;magen, el iconostasio de Occidente, oreciendo al espacio una sacralidad )ue llega a conmo+er, incluso el coraz5n del agn5stico -l Renacimiento ue, ciertamente, m
se ol+ida, aora s5lo se perci!e 7nicamente su !elleza di+ina, 0 surge la nostalgia de los dioses, del mito, de un mundo )ue no tiene miedo al pecado, 0 sin el dolor de la cruz, )ue )uiz
de c5mo emos de +i+ir, c5mo podemos acer rente a la muerte, o si nuestra e=istencia tiene un sentido u otro -l positi+ismo, ormulado en nom!re de la seriedad cientí:ca, limita el orizonte a lo demostra!le, a lo +eri:ca!le en el e=perimento todo ello con+ierte el mundo en opaco La mateme este modo, nuestro mundo de imios >ios, en su actuaci5n ist5rica, a entrado en nuestro mundo sensi!le para )ue el mundo se aga transparente acia l Las imios in+isi!le orman parte del culto cristiano ?iertamente, siempre a!r< alti!aBos seg7n los tiempos, a+ance 0 retroceso 0, por tanto, tam!ién a!r< tiempos de cierta po!reza en las imamasco al emperador Le5n ;;;, enemigo de las im
Las imios con los om!res no s5lo muestran una serie de acontecimientos del pasado, sino )ue ponen de mani:esto, a tra+és de ellos, la unidad interna de la actuaci5n de >ios Remiten al sacramento @so!re todo al !autismo 0 la eucaristía@ 0 en ellos est
Oriente, 0 )ue tu+ieron una sistematizaci5n de:niti+a en el concilio de osc7, en el 1221, el llamado ?oncilio de los ?ien ?e la su!Beti+idad aislada no puede surgir el arte sacro -l arte sacro presupone, mas !ien, el suBeto interiormente ormado en la ;glesia, 0 a!ierto al nosotros &5lo de este modo el arte ace +isi!le la e com7n, 0 +uel+e a a!lar al coraz5n cre0ente La li!ertad del arte, )ue tiene )ue e=istir tam!ién en el ios, las pala!ras se acen insu:cientes &e despiertan esos espierta, gloria mía^, ]despertad, cítara 0 arpa^, ]despertaré a la aurora^ De daré gracias ante los pue!los, &e*or tocaré para ti ante las
naciones( por tu !ondad, )ue es mios en una situaci5n desesperada 8l igual )ue oisés de ni*o ue sal+ado de las aguas del Filo 0, por esto mismo, podemos decir )ue ue de+uelto a la +ida, tam!ién ;srael se siente, en cierto modo, sal+ado del agua, li!re, de+uelto a sí mismo por la mano poderosa de >ios La reacci5n del pue!lo ante el acontecimiento undamental de la sal+aci5n se descri!e en el relato !í!lico con la siguiente e=presi5n( "?re0eron en Ia+e 0 en oisés, su sier+o$ %-= 14,1' Pero le sigue otra reacci5n )ue se a*ade a la primera con una naturalidad des!ordante( "-ntonces oisés 0 los israelitas cantaron este cios, se sa!en li!erados por >ios para la +ida +erdadera -l 8pocalipsis de &an Cuan a!re un poco mespués de )ue los 7ltimos enemigos de >ios an su!ido al escenario de la istoria @la trinidad satios, el +idente reci!e la +isi5n del +encedor( "-sta!an de pie Bunto al mar de cristal, lle+ando las cítaras de >ios I cantan el cios, 0 el cios, oisés, )ue aora se con+ierte en el cios, el tema principal de los cios Para los cristianos +erdadero é=odo es la resurrecci5n de ?risto, )ue a!ía atra+esado el "ar RoBo$ de la muerte, )ue a!ía descendido al mundo de las tinie!las, 0 a!ía a!ierto las puertas del a!ismo -se era el +erdadero é=odo, )ue se con+ertía en nue+a presencia a tra+és del !autismo( el !autismo es +i+ir, al mismo tiempo )ue ?risto, su descenso a los in:ernos 0 su ascensi5n, 0 ser acogidos, por medio de él, a la comuni5n de la +ida nue+a
Un día después de la alegría del é=odo, los israelitas descu!rieron )ue se encontra!an e=puestos al desierto 0 sus peligros, 0 )ue el camino acia la Dierra Prometida no esta!a e=ento de amenazas Pero tam!ién se pusieron de mani:esto las o!ras, siempre nue+as, de >ios, )ue permitían +ol+er a cantar el cios no era un >ios del pasado, sino del presente 0 del uturo -n cada cios 8Aicci5n, lamento, tam!ién acusaci5n, temor, esperanza, con:anza, agradecimiento, alegría, toda la +ida, tal 0 como se desarrolla, )ueda reAeBada en el diios Lo )ue llama la atenci5n es )ue inclusoS el lamento en una situaci5n desesperada, casi siempre aca!a, por así decirlo, con una pala!ra de con:anza, con una anticipaci5n de la acci5n sal+í:ca de >ios Por eso, todos estos "nue+os imnos$ podrían de:nirse, en cierto sentido, como +ariaciones del cios se ele+a por encima de esa situaci5n desesperada de la )ue no nos puede sal+ar ning7n poder de este mundo de modo )ue s5lo )ueda >ios como reugio Pero, al mismo tiempo, ese c
siempre aca!an desem!ocando en la oraci5n com7n de ;srael 0, de igual modo, se alimentan del undamento com7n de las o!ras )ue >ios a lle+ado a ca!o -n lo )ue se re:ere a la ;glesia )ue canta, podemos o!ser+ar al respecto la misma relaci5n de continuidad 0 reno+aci5n )ue 0a +imos a prop5sito de la ar)uitectura eclesial 0 las ima+id la autoría de los salmos, aciendo con ello cierta interpretaci5n ist5ricoMsal+í:ca 0 teol5gica Para los cristianos, sin em!argo, es e+idente )ue ?risto es el +erdadero >a+id, 0 )ue >a+id reza en el -spíritu, con ?risto 0 en ?risto, )ue a!ría de ser su iBo, siendo al mismo tiempo .iBo Unigénito de >ios ?on esta cla+e interpretati+a los cristianos se unían a la oraci5n de ;srael, sa!iendo )ue, de esta orma, precisamente, la con+ertían en el ca+id a la ora de cantar 0 orar, ace )ue >a+id a!le de ?risto, incluso le con+ierte en su +oz Por eso en los salmos a!lamos, por ?risto, al Padre, en el -spíritu &anto -sta interpretaci5n pneumatol5gica 0 cristol5gica de los salmos no aecta 7nicamente al te=to, sino )ue inclu0e tam!ién el elemento musical( es el -spíritu &anto el )ue ense*a a cantar a >a+id 0, por medio de él, a ;srael 0 a la ;glesia -s mios, 0 del ?ordero ?on ello se ponía de relie+e otra dimensi5n del canto ante >ios -n la i!lia de ;srael emos constatado asta aora dos moti+os undamentales para cantar ante >ios( la situaci5n de necesidad 0 de alegría, de tri!ulaci5n 0 de sal+aci5n La relaci5n con >ios esta!a demasiado determinada por el temor 0 ese proundo respeto ante el poder eterno del ?reador, como para osar plantearse los cios 8un)ue detr
de esa con:anza, )ue interiormente caracteriza a todos los te=tos, se esconde en 7ltimo e=tremo ese mismo amor, es un amor )ue sigue siendo tímido, 0 por consiguiente, +elado La estreca cone=i5n entre amor 0 canto se introduBo en el 8ntiguo Destamento de una orma )ue, en principio, puede resultar e=tra*a( mediante la introducci5n del ?antar de los ?antares )ue, en cuanto tal, era una recopilaci5n de poemas de amor umano &in em!argo, al incorporarlas al canon, se tiene 0a en cuenta una interpretaci5n mios a ;srael -n el lenguaBe de los proetas, se denomina!a prostituci5n al culto a los dioses e=tranBeros %lo cual tenía un signi:cado mu0 concreto, 0a )ue los cultos de ecundidad orma!an parte, normalmente, de los ritos de ecundidad, de la prios con su pue!lo La alianza se interpreta con la imagen de los desposorios 0 del matrimonio, como +ínculo de amor de >ios con el om!re 0 del om!re con >ios >e esta orma, el amor umano se podía con+ertir en imagen real de la actuaci5n de >ios con ;srael Ces7s a!ía eco su0a esta línea de la tradici5n de ;srael, asta tal punto )ue, en una de sus primeras parado )ue estas !odas parecen siempre anticipadas en la +isi5n de la liturgia celestial, los cristianos comprendieron )ue la eucaristía es presencia del esposo 0, precisamente por esto, anticipaci5n de la :esta nupcial de >ios Pues en ella se ace eecti+a esa comuni5n )ue tiene su correspondencia en la uni5n )ue se da en el matrimonio entre om!re 0 muBer( al igual )ue éstos se con+ierten en "una sola carne$, tam!ién nosotros nos con+ertimos a tra+és de la comuni5n en un "espíritu$, en una unidad con -l -l misterio nupcial de la uni5n de >ios 0 om!re, anunciado en el 8ntiguo Destamento, se cumple de orma real en el sacramento del cuerpo 0 la sangre de ?risto, precisamente pasando por su muerte %c - 2,9M 1 ?or 6,13 G
la m7sica de la ;glesia( el -spíritu &anto es el amor 0 en l est< el origen del canto l es el -spíritu de ?risto, l es el )ue atrae al amor a tra+és de ?risto 0 de esta orma nos conduce al Padre Dras considerar estas uerzas internas )ue mue+en la m7sica lit7rgica, a0 )ue +ol+er, una +ez m
pneume este modo, se perdi5 la pre esta orma, a0 dos nue+os actores )ue se introducen en la m7sica de la ;glesia( la li!ertad artística +a a rei+indicar cada +ez m
la m7sica proana, de modo )ue para los o0entes podría incluso sonar como una canci5n popular pegadiza -s e+idente )ue las perspecti+as a!iertas por la creati+idad artística 0 los moti+os proanos traían consigo, ine+ita!lemente, un peligro( la m7sica no surge 0a de la oraci5n, mios toda la uerza luminosa de la m7sica, resultado de ese momento culminante de la istoria cultural -n la ;glesia podemos escucar a ac o a ozart, 0 en am!os casos perci!imos, de manera sorprendente, lo )ue signi:ca gloria >ei, la Gloria de >ios Fos encontramos rente al misterio de la !elleza in:nita )ue nos ace e=perimentar la presencia de >ios de una manera muco me orma semeBante Pío [ intent5, entonces, aleBar la m7sica operística de la liturgia, declarando el canto gregoriano 0 la gran polionía de la época de la reno+aci5n cat5lica %con Palestrina como :gura sim!5lica destacada' como criterio de la m7sica lit7rgica 8sí, la m7sica lit7rgica se a de distinguir claramente de la m7sica religiosa en general, igual )ue ocurre con el arte :gurati+o, cu0os criterios lit7rgicos an de ser distintos a los del arte religioso en general -l arte en la liturgia tiene una responsa!ilidad mu0 especí:ca 0, precisamente Por esto, se con+ierte en motor de la cultura )ue, en 7ltimo e=tremo, se de!e tam!ién al culto
Dras la re+oluci5n cultural de los 7ltimos decenios nos encontramos o0 ante un desaío )ue, sin duda alguna, no es menor )ue estos tres momentos de crisis )ue emos +isto al acer nuestro !os)ueBo ist5rico( la tentaci5n gn5stica, la crisis de :nales de la -dad edia 0 principios de la -dad oderna, 0 la crisis a principios del siglo ==, )ue constitu05 el preludio de las cuestiones a7n mentro de ella est<, por un lado, la m7sica pop, cu0o soporte, desde luego, 0a no es el "pue!lo$ %pop', en su antiguo sentido, sino )ue +a ligada a un en5meno de masas, es producida de un modo industrial 0 puede de:nirse, en 7ltimo e=tremo, como un culto a lo !anal La m7sica rocX es, rente a eso, e=presi5n de las pasiones elementales, )ue en los grandes esti+ales de m7sica rocX an adoptado un car
conclusi5n, los criterios )ue an ido apareciendo a lo largo de nuestra reAe=i5n so!re los undamentos internos de la m7sica sacra cristiana La m7sica lit7rgica cristiana se de:ne por su relaci5n con el Logos en un triple sentido( 1' Remite a los momentos de la actuaci5n de >ios atestiguados por la i!lia 0 presentes en el culto Una actuaci5n )ue sigue en la istoria de la ;glesia, pero )ue tiene su centro inmuta!le en la Pascua de Cesucristo @en su cruz, resurrecci5n 0 ascensi5n@ -sta inter+enci5n ist5rica de >ios a!arca tam!ién los acontecimientos sal+í:cos del 8ntiguo Destamento, así como la e=periencia de sal+aci5n 0 la esperanza de la istoria de las religiones, interpretios )ue se izo carne en ?risto, al amor )ue por nosotros se entreg5 asta la muerte Puesto )ue, incluso después de la resurrecci5n, la cruz no es en a!soluto un acontecimiento del pasado, este amor se caracteriza siempre por el dolor ante el ocultamiento de >ios, por el grito )ue surge desde lo proundo de la necesidad @_0rie eleison@ por la esperanza 0 la oraci5n Pero, dado )ue este amor siempre puede e=perimentar la resurrecci5n como +erdad, a modo de anticipaci5n, implica tam!ién la alegría del sentirse amado, ese gozo interior con el )ue .a0dn decía sentirse transportado cuando ponía m7sica a los te=tos lit7rgicos La reerencia al Logos signi:ca, ante todo, reerencia a la pala!ra >e a)uí se deri+a en la liturgia, el predominio del canto so!re la m7sica instrumental %)ue de ning7n modo a de ser e=cluida' 8sí se entiende )ue los te=tos !í!licos 0 lit7rgicos sean las pala!ras determinantes, )ue marcan los criterios )ue de!en orientar la m7sica lit7rgica Lo cual no se opone, en modo alguno, a la creaci5n de "nue+os imnos$, sino )ue los inspira 0 constitu0e la garantía del undamento 0 la :a!ilidad de ese sentirse amado por >ios, es decir, de la redenci5n ' &an Pa!lo nos dice )ue nosotros no sa!emos pedir lo )ue con+iene, pero )ue el -spíritu mismo intercede por nosotros "con gemidos inea!les$ %Rom ,6' La oraci5n, en cuanto tal 0, de un modo particular, el don del canto 0 del sonido )ue +a m
piensa cuando, en la tradici5n de la ;glesia, se a!la de la so!ria em!riaguez )ue el -spíritu &anto o!ra en nosotros >e todas ormas e=iste una so!riedad 7ltima, una racionalidad mios 0 del om!re 0, m
)ue nos sit7a el &e*or Pero el radio de acci5n es a7n ma0or ?omo 0a emos +isto, la liturgia cristiana es siempre liturgia c5smica JKué signi:ca esto en relaci5n con nuestra pregunta -l preacio, la primera parte de la plegaria eucarística, conclu0e a!itualmente con la a:rmaci5n de )ue nosotros cantamos Bunto con los Kueru!ines 0 &era:nes, con todos los coros celestiales( "&anto, &anto, &anto$ ?on ello, la liturgia ace reerencia a la +isi5n de >ios de ;s 6 -l proeta +e en el &anto de los &antos del templo, el trono de >ios, protegido por los sera:nes )ue se grita!an uno a otro diciendo el &anctus( "&anto, &anto, &anto, el &e*or de los -Bércitos, la tierra est< llena de su gloria$ %;s 6,1M' Fosotros, al cele!rar la &anta isa, nos incorporamos a esta liturgia )ue siempre nos precede Fuestro canto es participaci5n del canto 0 la oraci5n de la gran liturgia )ue a!arca toda la creaci5n -ntre los Padres ue, so!re todo, san 8gustín )uien intent5 armonizar esta perspecti+a, )ue es propia de la liturgia cristiana, con la +isi5n del mundo propia de la antigTedad grecoMromana -n sus escritos m
@matemios e iluminan el uni+erso La percepci5n de la "m7sica c5smica$ se con+ierte, de este modo, en la escuca atenta del canto de los ei @arte de >ios %]+iro DecM ne' -l Logos mismo es el gran artista, en el )ue este ello resulta una 7ltima indicaci5n La interpretaci5n c5smica de la m7sica sigui5 +i+a, con +ariaciones, asta principios de la -dad oderna &e distancia de ella 7nicamente en el siglo [;[, por)ue le parece )ue la "metaísica$ est< superada .egel intent5 interpretar la m7sica e=clusi+amente como e=presi5n del suBeto 0 la su!Beti+idad Pero, mientras )ue en su o!ra sigue reinando la idea undamental de la raz5n como punto de partida 0 meta del todo, en la o!ra de &copenauer se da un +erdadero cam!io de postura, )ue i!a a tener grandes consecuencias para la e+oluci5n posterior -l mundo, en su undamento, 0a no es raz5n, sino "+oluntad e imaginaci5n$ La +oluntad precede a la raz5n I la m7sica es la e=presi5n m
#iene a la mente la reormulaci5n )ue Goete izo del pr5logo de san Cuan, 0a no sería "-n el principio e=istía la Pala!ra$, sino "-n el principio e=istía la acci5n$ -n el siglo == este proceso contin7a con la tentaci5n de sustituir la "ortodo=ia$ por la "ortopra=is$ 0a no e=iste una e com7n %por)ue la +erdad es inalcanza!le', tan s5lo e=iste una pra=is com7n Nrente a ello, resulta e+idente en la e ?ristiana algo )ue Guardini a sa!ido e=poner con gran claridad en su magistral o!ra -l espíritu de la liturgia( la primacía del Logos so!re el etos ?uando se in+ierte esta primacía, el cristianismo como tal )ueda des)uiciado Nrente al do!le cam!io de coordenadas )ue la modernidad introduce en la interpretaci5n de la m7sica @la m7sica como pura su!Beti+idad 0 la m7sica como e=presi5n de la pura +oluntad@ est< el carios 0 por el encuentro con su presencia en la liturgia constitu0e una inagota!le uerza de inspiraci5n Los artistas )ue se comprometen a esta tarea ciertamente no tienen por )ué considerarse como la retaguardia de la cultura, por)ue la li!ertad +acía )ue los otros deBan tras de sí, se arta de sí misma -l umilde sometimiento a lo )ue les precede es origen de la auténtica li!ertad 0 les conduce a la +erdadera altura de nuestra +ocaci5n como seres umanos
?U8RD8 P8RD- L8 NOR8 L;D\RG;?8 ?8PHDULO ; -L R;DO La pala!ra rito a mucos o0 no les suena !ien -l "rito$ aparece como la e=presi5n de la rigidez, como estar atado a normas 0a esta!lecidas 8l rito se le opondría la creati+idad 0 la dinios, una orma de oraci5n 0 de culto com7n )ue sea agrada!le al mismo >ios 0 sea conorme a su naturaleza -n este conte=to, se puede recordar )ue la pala!ra "ortodo=ia$, originariamente no signi:ca!a, como suele pensarse o0 en día, "la recta doctrina$ -ecti+amente, por una parte, la pala!ra do=a en griego signi:ca "opini5n$, "apariencia$ por otra parte, en el lenguaBe cristiano, signi:caría algo así como "+erdadera apariencia$, es decir( "gloria de >ios$ Ortodo=ia signi:ca, por consiguiente, el modo adecuado de glori:car a >ios 0 la orma adecuada de adoraci5n -n este sentido la ortodo=ia es tam!ién, por su misma de:nici5n, "ortopra=is$ La contraposici5n moderna entre los dos términos, )ueda disuelta en sí misma 0a desde el origen Lo )ue importa no son las teorías acerca de >ios, sino la manera adecuada de encontrarse con -l &e consider5 como un gran don de la e cristiana el sa!er cuios a tra+és del camino de la cruz I eso a tra+és de la participaci5n en la oraci5n, compartiendo el camino Pascual de Cesucristo, tomando parte plenamente en la -ucaristía, en la cual la -ncarnaci5n conduce a la Resurrecci5n Podríamos decir, pararaseando una e=presi5n de _ant, )ue la liturgia reci!e todo de la -ncarnaci5n 0 lo re:ere todo a la Resurrecci5n, pero a tra+és del camino de la cruz -l "rito$ es, por tanto, para el cristiano, la orma concreta, )ue supera el tiempo 0 el espacio, en el )ue, de manera colecti+a, toma cuerpo el modelo undamental de la adoraci5n, )ue se nos orece por la e 8 su +ez, esta adoraci5n @como emos +isto en la primera parte@ inclu0e siempre toda la pr
tam!ién en una orma determinada de acer teología, en la orma de la +ida, 0 en los ordenamientos Burídicos de la +ida eclesial ?omo emos se*alado, una +ez llegados a este punto, a0 )ue intentar dar una oBeada, aun)ue sea general, a los ritos esenciales )ue se an ido desarrollando en el seno de la ;glesia J?ue d5nde proceden &e trata de preguntas )ue, en su especi:cidad suscitan toda una serie de pro!lemas )ue no podemos arontar en este momento Para acernos una idea general acerca de ello, un punto de partida )ue puede ser 7til es el canon ;# del ?oncilio de Ficea, )ue a!la de tres sedes primaciales en la ;glesia( Roma, 8leBandría 0 8ntio)uía Fo ace alta proundizar e=cesi+amente en el eco de )ue las tres sedes este cual)uier orma, en los tres casos nos encontramos con puntos en )ue cristaliza la tradici5n lit7rgica .emos de a*adir, ademesde esta perspecti+a podríamos a!lar de cuatro grandes n7cleos de tradici5n lit7rgica, teniendo en cuenta como, por una parte, las relaciones entre Roma 0 8leBandría eran al principio relati+amente estrecas, mientras )ue, por otra parte, izancio 0 8ntio)uía est
de!ido al ;slam 0 a las in+asiones de los mongoles ?on todo, en la ;ndia perdur5 la ;glesia mala!ar -l e un
inicial de uniormidad a producido, entretanto, el en5meno contrario( la creciente 0 amplia disoluci5n del rito )ue, a de ser sustituido por la "creati+idad$ de la comunidad concreta 8ntes de a!ordar, una +ez mios, )ue )uiso a!larnos, acerse om!re, morir 0 resucitar en un lugar 0 en un tiempo determinados -l "siempre$ s5lo puede proceder del "una sola +ez$ La ;glesia no reza en una temporalidad genérica 0 a!stracta, por)ue no puede a!andonar sus raíces Reconoce las +erdaderas pala!ras de >ios, precisamente en la concreci5n de su istoria, en el lugar 0 en el tiempo al )ue l est< ligado 0 al )ue nos liga a todos nosotros 0 a unos con otros -l rito implica el elemento diacr5nico, la oraci5n con el Padre 0 con los ap5stoles, )ue inclu0e, al mismo tiempo, un momento local, )ue se e=tiende desde Cerusalén asta 8ntio)uía, Roma, 8leBandría 0 ?onstantinopla Los ritos no son, por tanto, productos de la inculturaci5n, por muco )ue a0an asimilado los elementos de las distintas culturas &on :guras de la tradici5n apost5lica 0 su desarrollo en los grandes onde mios para gran parte del mundo esla+o, Roma marc5, desde el punto de +ista lit7rgico, a los pue!los germanos, a los latinos 0 una parte de los pue!los esla+os -n el primer milenio a7n e=istía el intercam!io lit7rgico entre Oriente 0 Occidente después, los ritos se consolidaron en su orma de:niti+a, )ue apenas deBa!an espacio a posteriores enri)uecimientos mutuos Lo importante es )ue las grandes ormas rituales a!arcan mucas culturas )ue no implican 7nicamente el elemento diacr5nico, sino )ue, adem
no ago por mí mismo, entro en contacto con algo muco mespués del ?oncilio #aticano ;; se e=tendi5 la impresi5n de )ue el Papa, en realidad, lo podía todo en materia lit7rgica, so!re todo, cuando actua!a con el respaldo de un concilio ecuménico -n 7ltimo e=tremo, lo )ue ocurri5 ue )ue la idea de la liturgia como algo )ue nos precede, 0 )ue no puede ser "ela!orada$ seg7n el propio criterio, se perdi5 en la conciencia m
liturgia La grandeza de la liturgia reside, precisamente @0 esto lo +amos a tener )ue repetir con recuencia@, en su carios Pero en la interpretaci5n de las le0es esenciales de la erencia !í!lica, )ue +a m
-sto signi:ca )ue la "creati+idad$ no puede ser una categoría auténtica en la realidad lit7rgica Por lo demios en nuestro mundo, aciéndose el encontradizo 0 o!rando la +erdadera li!eraci5n &5lo l puede a!rir la puerta acia la li!ertad ?uanto mios, tanto "mios, sin mediaron umana alguna, el cristiano sa!e )ue >ios a!l5 por miedo de los om!res 0 )ue, por consiguiente, el actor umanoMist5rico tam!ién orma parte integrante del actuar de >ios Por eso mismo, la pala!ra !í!lica encuentra &u plenitud 7nicamente en la respuesta de la ;glesia )ue nosotros llamamos tradici5n Por eso, los relatos de la Ultima ?ena presentes en la i!lia encuentran su concreci5n s5lo cuando la ;glesia los ace su0os en las cele!raciones Por eso puede e=istir una e+oluci5n en la "liturgia di+ina$ )ue, por supuesto, sucede espont
-dad oderna, por esas +ariadas ormas so!re la !ase de una orma ritual undamental )ue a!arca!a el conBunto de todas las demei$, es decir, en el culto di+ino Por eso, con pleno dereco, el ?atecismo de la ;glesia ?at5lica, pone de mani:esto )ue esta e=presi5n nos a!la del ser+icio com7n, re:riéndose, por consiguiente, a todo el pue!lo santo de >ios %?-? 1Q69' Pero Jen )ué consiste esta participaci5n acti+a JKué es lo )ue a0 )ue acer >esgraciadamente, esta e=presi5n se interpret5 mu0 pronto de una orma e)ui+ocada, reduciéndola a su sentido e=terior( a la necesidad de una actuaci5n general, como si se tratase de poner en acci5n al ma0or n7mero posi!le de personas, 0 con la ma0or recuencia posi!le &in em!argo, la pala!ra "participaci5n$ remite a una acci5n principal, en la )ue todos tenemos )ue tener parte Por tanto, si se )uiere descu!rir de )ué acci5n se trata, a0 )ue a+eriguar, antes )ue nada, cu
sacri:cios de animales 0 todo lo )ue teníais 0 tenéis no puede satisacer a nadie, es algo 0a superado &u lugar lo ocupa aora el sacri:cio de la pala!ra Fosotros somos la religi5n espiritual, en la )ue tiene lugar el culto di+ino conorme a la pala!ra 0a no se orecen sacri:cios de carneros ni !ecerros, sino )ue la pala!ra se dirige a >ios como 8)uél )ue sostiene nuestra e=istencia, pala!ra )ue se une con la Pala!ra por e=celencia, el Logos de >ios, )ue nos atrae a la adoraci5n +erdadera Kuizios -n esta oratio, el sacerdote a!la con el Io del &e*or @"esto es mi cuerpo$, "ésta es mi sangre$@ con la conciencia de )ue en este momento no a!la por sí mismo, sino )ue, en +irtud del sacramento )ue a reci!ido, se con+ierte en la +oz del otro )ue es el )ue aora a!la 0 act7a -sta actuaci5n de >ios, )ue se lle+a a ca!o a tra+és del discurso umano, es la +erdadera "acci5n$ de la )ue est< pendiente toda la creaci5n( los elementos de la tierra son transMsu!stanciados, arrancados, por así decirlo, de su enraizamiento creatural, asumidos en el undamento mios mismo -sta es la no+edad 0 la singularidad de la liturgia cristiana( >ios mismo es el )ue act7a 0 el )ue ace lo esencial >a paso a la nue+a creaci5n, se ace accesi!le, de tal manera )ue podemos comunicarnos con -l personalmente, a tra+és de las cosas de la tierra, a tra+és de nuestras orendas Pero Jc5mo podemos tomar parte en esta acci5n JFo son, acaso, inconmensura!les >ios 0 el om!re -l om!re, )ue es :nito 0 pecador Jpuede cooperar con >ios, )ue es ;n:nito 0 &anto Puede, por el eco de )ue >ios mismo se a eco om!re, a asumido un cuerpo 0, con su cuerpo, sale al encuentro de los )ue +i+imos en el cuerpo Dodo el acontecimiento de la -ncarnaci5n, la cruz, la resurrecci5n 0 la segunda +enida so!re la tierra, est< presente como la orma en )ue >ios atrae al om!re a cooperar con él mismo -n la liturgia esto se e=presa, como 0a emos +isto, en el eco de )ue la oratio orma parte de la oraci5n de aceptaci5n ?iertamente, el sacri:cio del
Logos 0a est< aceptado para siempre &in em!argo, nosotros tenemos )ue pedir para )ue se con+ierta en nuestro sacri:cio, por)ue nosotros mismos, como emos dico, somos transormados en el Logos 0 nos con+ertimos, de esta manera, en el +erdadero cuerpo de ?risto( de eso se trata I esto es lo )ue a0 )ue pedir en la oraci5n -sta misma oraci5n es un camino, es encaminar nuestra e=istencia acia la -ncarnaci5n 0 la Resurrecci5n -n esta "acci5n$, por la )ue nos acercamos, orando, a la participaci5n, no a0 dierencia alguna entre el sacerdote 0 el laico ;nduda!lemente, dirigir la oratio al &e*or en nom!re de la ;glesia 0 a!lar, en su punto culminante, con el Io de Cesucristo, es algo )ue s5lo puede suceder en +irtud del poder )ue con:ere el sacramento Pero la participaci5n es igual para todos, en cuanto )ue no la lle+a a ca!o om!re alguno, sino el mismo &e*or 0 s5lo -l Para todos nosotros se trata, seg7n se lee en 1 ?or 6,13 de )ue( "-l )ue se une al &e*or es un espíritu con l$ &e trata de superar, en 7ltima instancia, la dierencia entre la actio de ?risto 0 la nuestra, de modo )ue e=ista 7nicamente una acci5n, )ue sea, al mismo tiempo, su0a 0 nuestra @nuestra en el sentido de )ue nos emos con+ertido en "un cuerpo 0 un espíritu$ con l La singularidad de la liturgia eucarística consiste, precisamente, en el eco de )ue es >ios mismo el )ue act7a, 0 )ue nosotros nos sentimos atraídos acia esta acci5n de >ios Nrente a esto, todo lo demios Kuien a0a comprendido esto, entiende ios )ue, a tra+és del acontecimiento lit7rgico, )uiere transormarnos a nosotros mismos 0
al mundo ?laro )ue, en este sentido, la ormaci5n lit7rgica actual de los sacerdotes 0 de los laicos tiene un dé:cit )ue causa tristeza Kueda muco por acer -l lector, )uizios, la liturgia de la e +a siempre mios, tarea )ue se resume en la 5rmula( "onde se lle+a a ca!o la +oluntad de >ios, allí est< el cielo, la tierra se con+ierte en cielo 8dentrarse en la acci5n de >ios para cooperar con -l( esto es lo )ue se inicia con la liturgia, para después desarrollarlo mios, pero pasando por la cruz %la transormaci5n de nuestra +oluntad en comuni5n de +oluntad con >ios' -l cuerpo tiene )ue ser "entrenado$, por así decirlo, de cara a la resurrecci5n Recordemos, a este prop5sito, )ue el término "ascesis$, o0 pasado de moda, se traduce en inglés, sencillamente como "training$( entrenamiento .o0 día nos entrenamos con empe*o, perse+erancia 0 muco sacri:cio para :nes +ariados( Jpor )ué, entonces, no entrenarse para >ios 0 para su Reino >ice san Pa!lo( "Golpeo mi cuerpo 0 lo escla+izo$ %1 ?or 9,3' Por cierto, ue precisamente san Pa!lo el )ue puso la disciplina de los deportistas como eBemplo para el entrenamiento de la propia +ida -ste entrenamiento orma parte esencial de la +ida cotidiana, pero de!e encontrar su punto de apo0o en la liturgia, en su "orientaci5n$ acia el ?risto resucitado >igios, 0 deBarse moldear 0 utilizar por -l
La implicaci5n del cuerpo, de la )ue se trata en la liturgia de la pala!ra eca carne, se e=presa en la misma liturgia mediante esa cierta disciplina del cuerpo, en los gestos )ue an ido madurando precisamente con la e=igencia interior de la liturgia 0 )ue, por así decirlo, acen +isi!le su esencia -stos gestos, considerados en su singularidad, pueden +ariar seg7n los distintos lugares 0 las distintas culturas, pero en su orma esencial orman parte de la cultura de la e, )ue se a con:gurado, precisamente, a partir del culto Por consiguiente, en cuanto lenguaBe e=presi+o com7n, superan los ios 0 sa!iduría de >ios$ %1 ?or l,s' I mios lle+ado asta el e=tremo un sí al >ios )ue no go!ierna con la destrucci5n, sino con la umildad del surimiento 0 un amor )ue es mios por nosotros La proesi5n de e es una proesi5n de esperanza( creo en 8)uél )ue, en su de!ilidad, es Omnipotente en 8)uél )ue, a pesar de su ausencia aparente, 0 e=trema impotencia, puede sal+arme 0 me sal+ar< -n el instante en )ue acemos so!re nosotros la se*al de la cruz, nos ponemos !aBo su protecci5n, la ponemos delante de nosotros como un escudo )ue nos protege de las tri!ulaciones de cada día, e incluso nos da el +alor para seguir adelante La aceptamos como una se*al )ue indica el camino a seguir( "-l )ue )uiera +enirse conmigo, )ue se niegue a sí mismo, )ue cargue con su cruz 0 me siga$ %e ,4' La cruz nos muestra el camino de la +ida( el seguimiento de ?risto Fosotros relacionamos la se*al de la cruz con la proesi5n de e en el >ios Drinidad( Padre, .iBo 0 -spíritu &anto >e este modo, se con+ierte en recuerdo del !autismo, recuerdo mios nos orece, el puente, gracias al cual atra+esamos el a!ismo de la muerte 0 todas las amenazas del mal, 0 :nalmente podemos llegar asta -l &e ace presente
en el !autismo, por el cual nos con+ertimos en contemporios +i+o 8 :n de cuentas, el !autismo 0 el signo de la cruz, )ue lo representa 0 lo renue+a, son, ante todo, un acontecimiento de >ios( el -spíritu &anto )ue conduce a ?risto, 0 ?risto )ue a!re la puerta acia el Padre >ios 0a no es el >ios desconocido( tiene un nom!re Podemos llamarlo, 0 l nos llama >e este modo, podemos decir )ue en la se*al de la cruz, con la in+ocaci5n trinitaria, se resume toda la esencia del acontecimiento cristiano, 0 est< presente el rasgo distinti+o del cristianismo &in em!argo, tam!ién por esto mismo, a!re el camino a todo el conBunto de la istoria de las religiones 0 al mensaBe de >ios presente en la creaci5n Ia en el 13 se descu!rieron, Bunto al onte de los Oli+os, epita:os griegos 0 e!reos )ue se remontan al tiempo de Ces7s 0 )ue i!an acompa*ados de la se*al de la cruz los ar)ue5logos, en este caso, deduBeron )ue se trata!a de cristianos de la época mios le dice a su mensaBero, +estido de lino, )ue tenía la cartera de escri!a a la cintura( "pasa por la ciudad 0 marca con una tau en la rente a los om!res )ue gimen 0 lloran por todas las a!ominaciones )ue se cometen en medio de ella$ -n la terri!le catios @suren con impotencia, pero distanciios Responde al anelo 0 al dolor del om!re por >ios, 0 lo introduce, de esta manera, !aBo la particular protecci5n de >ios - >inXler pudo demostrar )ue la estigmatizaci5n cultual @en las manos o en la rente@ se anuncia 0a de di+ersos modos en el 8ntiguo Destamento, 0 )ue esta costum!re tam!ién era conocida en la época del Fue+o Destamento -n el Fue+o Destamento, 8p 3,1M ace su0a la idea undamental de la +isi5n de -ze)uiel Los allazgos de tum!as, Bunto con los te=tos de la época, ponen de mani:esto )ue, en ciertos círculos del Budaismo, la Dau se a!ía diundido como signo sagrado, como se*al de la proesi5n de e en el >ios de ;srael 0, al mismo tiempo, como signo de la esperanza puesta en su protecci5n >inXler resume sus conclusiones en la a:rmaci5n de )ue, en la Dau con orma de cruz "se resume toda una proesi5n de e en un solo signo$, "las realidades creídas 0 esperadas )uedan inscritas en una imagen +isi!le Una imagen )ue es m
un mero espeBo, una imagen de la )ue, antes !ien, se espera una uerza sal+adora$ %4' Por lo )ue asta aora podemos sa!er, los cristianos, en un primer momento, no retomaron este sím!olo Budío de la cruz, sino )ue encontraron la se*al de la cruz desde lo proundo de su propia e, 0 pudieron reconocer en ella la suma de toda su e &in em!argo, la +isi5n de -ze)uiel de la tau sal+adora 0 toda la tradici5n !asada en ella Jno de!ía contemplarse como una mirada a!ierta al uturo JFo se "des+ela!a$ aora %cr ?or ,1' lo )ue se a!ía )uerido decir de manera misteriosa JFo se aclara!a en este momento a )uién pertenecía este signo 0 de )uién reci!ía su uerza JFo podían +er, por tanto, en todo esto una pre:guraci5n de la cruz de ?risto, )ue realmente a!ía con+ertido la Dau en la uerza de sal+aci5n Los Padres ligados al ios trinitario 0 con su inter+enci5n sal+í:ca en Cesucristo -n la idea del demiurgo 0 del alma del mundo, Custino +e presagios del misterio del Padre 0 el .iBo, presagios )ue, ciertamente, necesita!an ser corregidos, pero )ue tam!ién podían corregirse Lo )ue dice Plat5n acerca del alma del mundo le parece una alusi5n a la +enida del Logos, del .iBo de >ios I así, asta llega a decir )ue la :gura de la cruz es el ma0or signo del se*orío del Logos, sin el cual la creaci5n entera no podría e=istir en su conBunto %1 8pol 22' La cruz del G5lgota est< anticipada en la misma estructura del cosmos el instrumento de martirio, en el )ue muri5 el &e*or, est< inscrito en la estructura del uni+erso -l cosmos a!la a)uí de la cruz, 0 la cruz a)uí des+ela el misterio del cosmos sta es la +erdadera cla+e interpretati+a de toda la realidad La istoria 0 el cosmos son el uno parte del otro &i a!rimos los oBos, leemos el mensaBe de ?risto en el lenguaBe del uni+erso 0, por otra parte, ?risto a)uí nos ace comprender el mensaBe de la creaci5n
8 partir de Custino, esta "proecía de la cruz$, 0 la cone=i5n )ue en ella se pone de mani:esto entre cosmos e istoria, se a con+ertido en una de las ideas undamentales de la teología patrística Para los Padres tu+o )ue ser un descu!rimiento ascinante el )ue el :l5soo )ue resumía e interpreta!a las tradiciones memostraci5n de la predicaci5n apost5lica$ a:rma lo siguiente( el cruci:cado "es, l mismo, la pala!ra de >ios Dodopoderoso, )ue con su presencia in+isi!le impregna nuestro uni+erso I por eso a!arca todo el mundo, su ancura 0 su longitud, su altura 0 su proundidad por)ue, por medio de la Pala!ra de >ios, todas las cosas son conducidas al orden I el .iBo de >ios est< cruci:cado en ellas al estar impreso en todo, en orma de cruz$ %1,' -ste te=to del gran Padre de la ;glesia, oculta una cita !í!lica )ue es de gran importancia para la teología !í!lica de la cruz La ?arta a los -esios nos e=orta a estar arraigados 0 cimentados en el amor 0, al apo0arnos en él, ser capaces de a!arcar con todos los santos "lo anco, lo largo, lo alto 0 lo proundo, comprendiendo lo )ue trasciende toda :losoía( el amor de ?risto$ %,1s' Fo puede dudarse de )ue esta carta, perteneciente a la escuela de san Pa!lo, a!la 0a a)uí, a modo de alusi5n, de la cruz c5smica, recogiendo pro!a!lemente tradiciones religiosas )ue a!lan del ios %>e doctr ?rist 1141,6 ??r [[[;;, 32s' .ugo Raner recopil5 los te=tos mios e=tendi5 los !razos, a!arcando así el or!e para anticipar 0a entonces )ue, desde la salida del sol asta el ocaso, se reunir< un pue!lo )ue a!r< de +enir para ser acogido !aBo sus alas$ %1' Un griego desconocido del siglo ;# contrapone la cruz al culto al sol 0 dice( aora .elios %el sol' a sido +encido por la cruz "0 el om!re, al )ue el sol creado en el cielo no a podido instruir, aora est< !a*ado por la luz solar de la cruz e iluminado %en el !autismo'$ 8 continuaci5n, el autor an5nimo, ace su0a una e=presi5n de san ;gnacio de 8ntio)uía %muerto en torno al a*o 11Q', )ue a!ía de:nido la cruz como "
como los demios se a ser+ido para su +ictoria$ %3s' -n su discurso escatol5gico, Ces7s a!ía anunciado )ue al :nal de los tiempos "aparecer< en el cielo la se*al del .iBo del om!re$ %t 4,Q' La mirada de la e podía, 0a desde aora, reconocer su se*al inscrita en el cosmos desde el principio, 0 +er así con:rmada por el cosmos la e en el Redentor cruci:cado 8l mismo tiempo, los cristianos sa!ían, de este modo, )ue los caminos de la istoria de las religiones se dirigían acia ?risto, )ue su espera representada en mucas imios a 8!raios ediante la cruz podemos !endecirnos los unos a los otros Personalmente, Bam
PO&DUR8&
1
8rrodillarse %Prostratio'
-=isten am!ientes, no poco inAu0entes, )ue intentan con+encernos de )ue no a0 necesidad de arrodillarse >icen )ue es un gesto )ue no se adapta a nuestra cultura %pero Jcuios 0 se presenta erguido, o, por lo menos, no es apropiado para el om!re redimido )ue, mediante ?risto, se a con+ertido en una persona li!re 0 )ue, precisamente por esto, 0a no necesita arrodillarse &i ecamos una oBeada a la istoria, podemos constatar el eco de )ue los griegos 0 los romanos recaza!an este gesto de arrodillarse 8 la +ista de esos dioses intolerantes 0 di+ididos, descritos por el mito, tal postura esta!a plenamente Busti:cada -ra demasiado e+idente )ue estos dioses no eran >ios, aun cuando se dependía de su poder capricoso 0, a ser posi!le, a!ía )ue procurarse su a+or &e decía )ue arrodillarse era algo indigno del om!re li!re, no encaBa!a con la cultura griega era una postura mios -l eco de arrodillarse no tiene su origen en una cultura cual)uiera, tiene su origen en la i!lia 0 en su e=periencia de >ios La importancia central )ue este gesto tiene en la i!lia puede deducirse, concretamente, de un eco( s5lo en el Fue+o Destamento, la pala!ra prosX0nein aparece cincuenta 0 nue+e +eces, +einticuatro de ellas en el 8pocalipsis, el li!ro de la liturgia celeste, )ue se le presenta a la ;glesia como el punto de reerencia de su liturgia O!ser+ando mios después, 0 so!re todo en el Fue+o Destamento est< el caer a los pies 0, :nalmente, el arrodillarse ?laro )ue, las tres posturas no son siempre
incluso desde el punto de +ista lingTístico Pueden unirse entre sí, superponerse la una a la otra Por razones de !re+edad, )uisiera citar, a prop5sito de la postratio, dos te=tos, uno del 8ntiguo Destamento 0 otro del Fue+o -n el 8ntiguo Destamento tenemos la teoanía de Cosué, antes de la con)uista de Ceric5, )ue el autor !í!lico pone en estreco paralelismo con la teoanía de oisés ante la zarza ardiente Cosué +e "al Bee del eBército de Ia+e$, 0 después de a!er reconocido su identidad, se postra ante él, rostro en tierra -n ese momento escuca las pala!ras )ue, 0a antes, ueron dirigidas a oisés( "Kuítate las sandalias de tus pies, por)ue el lugar en )ue estios oculto a!la a Cosué a tra+és de la misteriosa :gura del "Bee del eBército de Ia+e$, 0 ante l Cosué se postra, rostro en tierra -s !ellísima la interpretaci5n )ue Orígenes ace de este te=to( "J-=iste otro Bee de los poderes del &e*or )ue no sea nuestro &e*or Cesucristo$ Cosué adora, por tanto, a 8)uél )ue est< por +enir, al ?risto )ue est< por llegar -ntre los te=tos del Fue+o Destamento, ue la oraci5n de Ces7s en el onte de los Oli+os la )ue, a partir de los Padres, co!r5 una importancia especial para la piedad cristiana &eg7n san ateo %6, 9' 0 san arcos %14, 2', Ces7s se postra rostro en tierra, es mios no es lo contrario de nuestra li!ertad, sino su undamento 0 su condici5n de posi!ilidad &5lo permaneciendo en la +oluntad de >ios, nuestra +oluntad se con+ierte en +erdadera +oluntad 0 es +erdaderamente li!re -l surimiento 0 la luca del onte de los Oli+os es la luca por esta +erdad )ue li!era, por la unidad de lo )ue esta!a di+idido, por una uni5n )ue es la comuni5n con >ios 8sí comprendemos )ue en este paso se encuentra tam!ién la in+ocaci5n de amor del .iBo al Padre( 8!!< %e 14,6' Pa!lo +e en este grito, la oraci5n )ue el
-spíritu &anto pone en nuesZtros la!ios %Rm ,12 Gal 4,6' e incluso nuestra comuni5n espiritual con la oraci5n del &e*or en el onte de los Oli+os -n la liturgia de la ;glesia la postratio aparece o0 en día en dos ocasiones( en el +iernes santo, 0 en la consagraci5n -n el +iernes santo, día de la cruci:=i5n, es la e=presi5n adecuada de estremecimiento, por el eco de ser, con nuestros pecados, corresponsa!les de la muerte de ?risto en la cruz Fos postramos, rostro en tierra, 0 tomamos parte en su angustia, en su descenso al a!ismo de necesidad Fos postramos, rostro en tierra, 0 reconocemos, de esta manera, d5nde estamos 0 lo )ue somos( seres caducos )ue s5lo l puede le+antar Fos postramos, rostro en tierra, como Ces7s ante el misterio de la presencia poderosa de >ios, sa!iendo )ue la cruz es la +erdadera zarza ardiente, el lugar donde arde, sin consumirse, la llama del amor de >ios -n el momento de la consagraci5n este gesto e=presa la conciencia de nuestra a!soluta incapacidad de acoger, 7nicamente con nuestras uerzas, la tarea sacerdotal de Cesucristo, a!lar con su Io ientras los candidatos a la ordenaci5n se postran rostro en tierra, toda la comunidad reunida canta la letanía de los santos Para mí a )uedado como algo im!orra!le este gesto realizado con ocasi5n de mi ordenaci5n sacerdotal 0 episcopal ?uando ui consagrado o!ispo la percepci5n ardiente de mi insu:ciencia, de mi incapacidad ante la grandeza de la tarea, ue a7n ma0or )ue en ocasi5n de mi ordenaci5n sacerdotal Nue para mí mara+illosamente consolador sentir a la ;glesia en oraci5n, )ue in+oca!a a todos los santos, sentir )ue la oraci5n de la ;glesia me en+ol+ía 0 me a!raza!a ísicamente -n la propia incapacidad, )ue de!ía e=presarse corporalmente en el estar postrado, esta oraci5n, esta presencia de todos los santos, de los +i+os 0 los diuntos, era una uerza mara+illosa, 0 s5lo ella podía conortarme &5lo permanecer en esa postura podía acer posi!le la salida )ue esta!a delante de mí -n segundo lugar, a0 )ue mencionar el gesto de ecarse a los pies, )ue se e=presa en los e+angelios en cuatro ocasiones %e 1,4Q 1Q,13 t 13,14 3,9' mediante la pala!ra gon0petein Domemos, por eBemplo, e 1, 4Q Un leproso se acerca a Ces7s suplice nue+o eliBo dos eBemplos para aclarar la pregunta )ue se le plantea al traductor 8ntes )ue nada la istoria de Ces7s )ue, después de la multiplicaci5n de los panes, su!e a la monta*a, para orar al Padre, mientras
)ue, en el lago, los discípulos lucan en +ano contra el +iento 0 las olas Ces7s +a acia ellos caminando so!re las aguas Pedro le sale al encuentro, pero, asustado, se unde en las aguas asta )ue el &e*or lo sal+a Ces7s, entonces, su!e a la !arca 0 el +iento amaina >espués, el te=to prosigue( pero los discípulos )ue i!an en la !arca "se postraron ante -l$, 0 diBeron( "Realmente eres .iBo de >ios$ %t 14,' Las traducciones mios es adoraci5n -n el -+angelio de san Cuan tam!ién nos encontramos con una pro!leme eco, toda la escena apunta al acto de e 0 de adoraci5n de Ces7s, )ue de él resulta( en este momento no s5lo se an a!ierto los oBos del cuerpo, sino tam!ién los del coraz5n -l om!re se a con+ertido +erdaderamente en "+idente$ Para la interpretaci5n del te=to es importante o!ser+ar )ue, en el -+angelio de san Cuan, la pala!ra prosX0nein aparece once +eces, nue+e de ellas en el di
pero tam!ién cuando la adoraci5n se reduce 7nicamente a la dimensi5n espiritual, sin encarnaci5n, el acto de la adoraci5n se des+anece, por)ue la pura espiritualidad no e=presa la esencia del om!re La adoraci5n es uno de esos actos undamentales )ue aectan al ser umano en su totalidad Por ello, do!lar las rodillas en la presencia del >ios +i+o es algo irrenuncia!le ?on ello 0a emos llegado a la postura típica de arrodillarse con una o am!as rodillas -n el 8ntiguo Destamento e!reo, a la pala!ra "!ereX$ %rodilla' le corresponde el +er!o "!araX$, arrodillarse Las rodillas eran consideradas por los e!reos como sím!olo de la uerza do!lar las rodillas es, por tanto, do!lar nuestra uerza ante el >ios +i+o, es el reconocimiento de )ue todo lo )ue somos lo emos reci!ido de l -ste gesto aparece en importantes pasaBes del 8ntiguo Destamento como e=presi5n de adoraci5n ?on ocasi5n de la consagraci5n del Demplo, &alom5n "se arrodill5 rente a toda la asam!lea de ;srael$ % ?r 6,1' >espués del e=ilio, en esa situaci5n de necesidad en la )ue se encuentra ;srael tras el retorno a casa, -sdras repite este mismo gesto en el momento del sacri:cio +espertino( "caí de rodillas, e=tendí las manos acia Ia+e mi >ios$ %-sd 9,2' -l gran salmo de la Pasi5n %">ios mío, >ios mío, Jpor)ué me as a!andonado$', conclu0e con la promesa( "8nte -l s5lo se postrar
en+idia!le$ la di+inidad )ue le es propia, sino )ue se umilla asta la muerte de cruz Precisamente esta umildad, )ue procede del amor, es lo +erdaderamente di+ino 0 le otorga el "Fom!reMso!reMtodoMnom!re$ "de modo )ue al nom!re de Ces7s toda rodilla se do!le, en el cielo, en la tierra, en el a!ismo$ -l imno de la ;glesia apost5lica recoge la pala!ra proética de ;s 42,( "Io Buro por mi nom!re de mi !oca sale pala!ra +erdadera 0 no ser< +ana( Kue ante mí se do!lar< toda rodilla$ -n este complementarse entre el 8ntiguo 0 el Fue+o Destamento, se pone de mani:esto )ue Ces7s, precisamente en cuanto es el ?ruci:cado, lle+a el "Fom!reMso!reMtodoMnom!re$ @el nom!re del 8ltísimo@ 0 )ue es l mismo de naturaleza di+ina Por medio de l, el ?ruci:cado, se cumple la proecía del 8ntiguo Destamento( todos se ponen de rodillas delante de Ces7s, 8)uél )ue a ascendido, 0 se do!lan las rodillas delante del 7nico >ios +erdadero, )ue est< so!re todos los dioses La cruz se a con+ertido en signo uni+ersal de la presencia de >ios, 0 todo lo )ue antes emos escucado acerca de la cruz ist5rica 0 c5smica, a de encontrar aora su +erdadero sentido La liturgia cristiana es, precisamente por esto, liturgia c5smica, por el eco de )ue do!la sus rodillas delante del &e*or cruci:cado 0 ensalzado I éste es el centro de la +erdadera "cultura$, de la cultura de la +erdad -l gesto umilde con el )ue caemos a los pies del &e*or, nos inserta en el +erdadero camino de la +ida, en armonía con todo el cosmos &e podría a*adir muco mios 0 suplicando el perd5n para su pue!lo %;; ,6' O el relato de las sentencias de los Padres del desierto, seg7n el cual el dia!lo ue o!ligado por >ios a presentarse ante un tal a!ad 8polo, su aspecto era negro, des:gurado, con miem!ros de una escualidez espantosa 0, so!re todo, no tenía rodillas La incapacidad de arrodillarse aparece, por decirlo así, como la esencia misma de lo dia!5lico Fo )uiero e=tenderme demasiado en esto &5lo )uisiera a*adir una 7ltima o!ser+aci5n( la e=presi5n con la )ue Lucas descri!e el acto de arrodillarse de los cristianos %teis ta gonata' es desconocida en el griego cl
estarían enermas en un punto central 8llí donde este gesto se a0a perdido, a0 )ue +ol+er a aprenderlo, para permanecer con nuestra oraci5n en comuni5n con los ap5stoles 0 m
-star de pie 0 estar sentado Liturgia 0 cultura
?on respecto a estas dos posturas, podemos ser !astante mios para +enir a nuestro encuentro Fo se a retirado, intercede por nosotros, 0 nosotros, precisamente en la ora de la tri!ulaci5n, podemos estar seguros de )ue +endr< asta nosotros, igual )ue una +ez sali5 del Padre 0 camin5 so!re las aguas al encuentro de sus discípulos, cu0a !arca no podía acer rente al +iento 0 a las olas 8l estar en pie nos sa!emos unidos a la +ictoria de ?risto 0 si escucamos en pie el -+angelio, lo acemos como e=presi5n de respeto( delante de esta pala!ra no podemos permanecer sentados( es una pala!ra )ue nos ele+a acia lo alto -=ige respeto 0, al mismo tiempo +alor, la +oluntad de ponerse en camino para seguir su llamada, para acerla penetrar en nuestra +ida 0 nuestro mundo
8)uí tam!ién puede ser+irnos de a0uda otro recuerdo Por la pintura de las catacum!as conocemos la :gura de la Orante, esa :gura emenina )ue ora de pie con las manos e=tendidas &eg7n los estudios mios .a0 dos elementos importantes al resZpecto( el alma, casi siempre est< representada por una muBer, por)ue lo especí:co de la umanidad ante >ios se e=presa en la :gura emenina( el elemento esponsal reerido a las !odas eternas por otra parte est<, ademe este modo, la Orante +uel+e a poner de mani:esto )ue la oraci5n en pie es una anticipaci5n del uturo, de la gloria )ue +endr< acia allí )uiere orientarnos -n tanto )ue la oraci5n lit7rgica es una anticipaci5n de la promesa, le es propio el estar en pie sin em!argo, en tanto )ue permanece en el "mientras tanto$ en el )ue +i+imos, el arrodillarse es, en la liturgia, e=presi5n ineludi!le de nuestro "a)uí 0 aora$ La liturgia conoce, :nalmente, el gesto de estar sentado durante las lecturas, durante la omilía 0 la meditaci5n de la pala!ra %canto de los salmos, etc' &e puede pasar por alto la discusi5n de si este gesto es el apropiado para la presentaci5n de las orendas -s un gesto )ue se a introducido en tiempos mu0 recientes, partiendo de una determinada comprensi5n de esta parte de la sagrada liturgia, a la )ue se )uiere )uitar o0 su car
dirige su mirada, mios )ue es mios )ue !uscamos, precisamente, cuando deBamos de +agar por lo e=terior, 0 nos adentramos en nosotros mismos, para encontrarnos, precisamente, con nuestra interioridad, con nuestro undamento mios I, desde esta perspecti+a, a0 )ue decir )ue arrodillarse 0 estar de pie son posturas de la oraci5n propiamente cristiana, a tra+és de las cuales e=presamos )ue miramos al rostro de >ios, a la mirada de Cesucristo( +iéndolo a -l podemos +er al Padre %Cn 14,9' La danza no es una orma de e=presi5n de la liturgia cristiana .u!o círculos docéticoMgn5sticos )ue intentaron introducirla en la liturgia cristiana, apro=imadamente en el siglo ;;; Para ellos, la cruci:=i5n s5lo era apariencia antes de la Pasi5n, ?risto a!ría deBado el cuerpo )ue, realmente, nunca a!ía eco propio de tal manera )ue el !aile podía ocupar el lugar de la liturgia de la cruz, puesto )ue, después de todo, la cruz s5lo a!ía sido apariencia Las danzas cultuales de las distintas religiones tienen :nalidades di+ersas( conBuro, magia anal5gica, é=tasis místico ninguna de estas :guras corresponde a la orientaci5n interior de la liturgia de "sacri:cio de la pala!ra$ Lo )ue es completamente a!surdo es cuando, en un intento de acer )ue la liturgia sea m