MONS. RAMÓN BENITO DE LA ROSA Y CARPIO
EL COMBATE PERSONAL CONTRA EL MALIGNO
EDICIONES DE BOLSILLO
COLECCIÓN LIBROS DE LA ROSA
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CONTENIDO PRESENTACIÓN INTRODUCCIÓN ORACIONES 10. LETANÍAS OTRAS PRECE P RECES S
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EL COMBATE PERSONAL CONTRA EL MALIGNO Mons. Ramón Beni to de La Rosa y Carpi o
Edición bajo el cuidado de: Lennys Tejada Tejada Betancourt
Diseño de portada: Juan Ortega
Diagramación: Collage Graphic
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PRESENTACIÓN Ofrecemos ahora un instrumento oficial de la Iglesia para el combate personal contra el maligno. Son “súplicas que pueden ser utilizadas privadamente por los fieles en la lucha contra el poder de las tiniebl tinieblas”, as”, aprobadas por la Igl Iglesia esia y publi publicadas como Ap Apéndi éndice ce II del Ritual Ritual de Exorcismo. Espero que su uso us o traiga traiga paz y seguridad seguridad a muchos. mucho s. Algunos Algunos piensan piensan que la victoria victoria contra el Maligno sólo se obtiene mediante exorcismos u oraciones de liberación, hechas por determinados sacerdotes o ministros. ministros. También cada uno puede ayudarse a sí mismo y a su familia. familia. Este pequeño manual manu al pone en nuestras manos mano s unas súplicas súplicas que están al alcance alcance de todos. Ruego encarecidamente que antes de su empleo se lea atentamente la introducción, que sigue sigue a continuación.
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INTRODUCCIÓN I A lo largo de la historia de la salvación, aparecen criaturas angélicas, unas estando al ervicio del plan divino y proporcionando continuamente una ayuda poderosa y arcana a Iglesia, otras caídas, también llamadas diabólicas, las cuales, opuestas a Dios y a su bra y voluntad voluntad salvífi salvífica ca cumplid cumplidaa en Cristo, Cristo, intentan asociar asociar al hombre a su propia propia beldía beldía contra Dios. n la sagrada Escritura, el Diablo y los demonios son denominados de diversas formas, lguna de las cuales hace alusión en cierto modo a su naturaleza y a su actividad. El iablo, que es llamado Satanás, serpiente primordial y dragón, él mismo es quien seduce a do el mundo y hace la guerra a aquellos que guardan los mandatos de Dios y mantienen l testimonio de Jesús (cf. Ap 12, 9.17). Se le designa como enemigo de los hombres (1 P , 8) y homicida desde el principio (cf. Jn 8, 44), puesto que por el pecado hizo al hombre ometido a la muerte. Porque con sus insidias provoca al hombre para que desobedezca a ios, aquel Malvado es llamado Tentador (cf. Mt 4, 3 y 26, 3644), mentiroso y padre de mentira (cf. Jn 8, 44), que obra astuta y falsamente, como se muestra en la seducción e nuestros primeros padres (cf. Gn 3, 4.13), intentando que Jesús se desviara de la isión recibida del Padre (cf. Mt 4, 1-11; Mc 1, 13; Lc 4, 1-13), y, por último, en su parienci parienciaa de áng ángel el de luz (cf. 2Co 11, 14). Se le llama también también príncipe príncipe de este mundo f. Jn 12, 3 1; 14, 30), es decir, del mundo que yace entero en poder del Maligno (cf. 1 5, 19) y no conoce la Luz verdadera (cf. Jn 1, 910). Finalmente, su poder se manifiesta omo poder de las tinieblas, puesto que odia la Luz, que es Cristo, y arrastra a los ombres hacia sus propias tinieblas. Por su parte, los demonios, aquéllos que con el iablo no observaron la hegemonía de Dios (cf. Judas 6), se hicieron réprobos (cf. 2P 2, ) y son los espíritus del mal (cf. Ef 6, 12), como espíritus creados que pecaron, y son amados ángeles de Satanás (cf. Mt 25, 41; 2Co 12, 7; Ap 12, 7.9), lo que puede ignificar también que les ha sido confiada una misión por su maligno príncipe. as obras de todos estos espíritus inmundos, perversos, seductores (cf. Mt 10, 1; Me 5, ; Le 6, 18; 11, 26; FIch 8, 7; 1 Tm 4, 1; Ap 18, 2) las deshace la victoria del Hijo de ios (cf. Un 3, 8). Aunque «una ardua lucha contra los poderes de las tinieblas penetra da la historia humana» y «se prolongará... hasta el último día» Cristo por medio del isterio pascual de su muerte y resurrección nos «ha arrancado de la esclavitud del diablo del pecado » destruyendo su poder, liberando todas las cosas de los contagios malignos. n efecto, puesto que la acción dañina y contraria del Diablo y de los demonios afecta a ersonas, cosas, lugares y se manifiesta de formas diversas, la Iglesia, siempre consciente e que «corren malos tiempos» (Ef 5, 16) ha orado y ora para que los hombres sean brados de las insi insidi dias as del diabl diablo” o” (Texto (Texto tomado del Ritual Ritual de Exorci Exorcismos). smos).
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II ) Para los casos muy graves en los que las personas se han implicado con Satanás, libre, onsciente y voluntariamente, y han firmado un pacto con él, como sucede en los ritos del atanismo, la la Iglesia Iglesia tiene “el exorcismo mayor”. mayor” . El “exorcismo mayor” debe ser racticado sólo por el sacerdote que ha sido designado por el Obispo para este ministerio, ólo en el caso de “posesión diabólica” y sólo cuando la persona poseída lo pide. Nadie es oseído por Satanás, si no quiere; y, una vez poseído, siempre puede liberarse de esa posesión”, posesión”, pero con ayuda de la Iglesi Iglesia. a. A ese sacerdote se le llama llama “exorcista “exorcista de la iócesis” iócesis” y a él se puede acudir para consultar sobre esta materia y para pedirle pedirle el exorcismo mayor”, cuando el caso lo requiera. ) Hay otros casos de influencia maligna, menos graves, para los que se requieren exorcismos exorcismos menores”, menores ”, llamados llamados también “oración de liberación”. liberación”. Estos casos se dan, ormalmente, cuando una persona o una familia ha buscado brujería u otras prácticas rohibidas ya desde el Antiguo Testamento, tales como: espiritismo, astrología, horóscopo, cturas de la taza o barajas, uso de la “ouija” o búsqueda de cualquier tipo de divinación. divinación. La influencia influencia maligna maligna allí allí se llama llama “opresión” y “obsesión” “obse sión” y puede enfermar enfe rmar las personas o traerle otros males sicológ sicológicos icos y espirituales. espirituales. P ara estos casos cas os la la persona uede ayudarse a ella misma con los medios ordinarios establecidos por la Iglesia, que numeraremos más abajo, o con la ayuda de aquellos ministros designados por el Obispo ara este fin, los cuales pueden ser sacerdotes, diáconos, religiosas o laicos y laicas. or otra parte, todo cristiano ha de tener en cuenta también la exhortación del Señor: Vigilad y orad para no caer en la tentación" (Mt 26,4 l), y la advertencia del Apóstol: Sed sobrios, estad alertas, que vuestro enemigo el diablo, como león rugiente, ronda uscando a quién devorar. Resistidle, firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos en l mundo entero pasan por los mismos sufrimientos. Tras un breve padecer, el mismo ios de toda gracia, que os ha llamado como cristianos a su eterna gloria, os restablecerá, s afianzará, os robustecerá" (1 Pe 5, 8-10)”. e ahí que cualquier fiel, cuando sospecha con fundamento que se encuentra bajo alguna rma de influjo diabólico, puede y debe buscar protección contra ese influjo y ombatirlo.
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III III ara ello están a su alcance los medios ordinarios, presentes, aquí y allá, en la vida normal e la la Iglesi Iglesia. a. He aquí veinte: veinte: 1. La lectura y uso de la la Palabra de Dios. Dios. 2. La Eucaristía: celebración de la Misa, comunión y visitas al Santísimo en el Sagrario. 3. La Confesión frecuente. 4. La oración de alabanza alabanza,, dirigi dirigida da a cada persona de la Santísima Trinidad. Trinidad. 5. La oración del Padre Nuestro y, en la Misa, la oración que le sigue. 6. La oración, el ayuno (la sobriedad) y la limosna, por separado o unidas las tres prácticas prácticas siempre que se pueda. 7. El rezo del Rosario, del Magnifi cat y y otras oraciones a la Virgen María. “Las cuentas cuenta s de mi Rosario son balas de artillería, artillería, que hasta el e l infierno infierno tiembla cuando yo digo: “AVE MARÍA”, se afirma popularmente desde antiguo. 8. Persignarse, como también la señal de la cruz. 9. La oración a San Miguel del Papa León XIII. 10. Invocar la presencia protectora de los Santos Ángeles. “Ángel de mi guarda…” 11. La cruz: “Esta es la cruz del Señor, huid adversarios”. “Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, bendecimos, porque con tu santa cruz liberaste al mundo”. 12. El agua bendita. 13. Revestirse Revestirse de las las armas de Dios Dios (Efesios (Efesios 6, 10-18). “Por “P or lo lo demás, fortalézcanse en el Señor y en la fuerza de lo alto. Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las asechanzas del Diablo (idem 6,10). 14. Poner en práctica el mandato de Pedro: “Resistidle (al diablo) firmes en la fe” (1 Pedro 5, 9) y de Santiago: “Resistid al diablo y el huirá de vosotros” (Santiago 4, 7). 15. Invocar la sangre protectora de Cristo y esconderse en sus llagas, particul particularmente armente en su corazón traspasado. 16. La oración: “Alma de Cristo”, de San Ignacio de Loyola. 17. El Trisagio: “Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, líbranos, oh Dios, de todo mal”. 18. Los salmos, tales como el Salmo 3, el 10, el 12, el 21, el 30, el 34, el 69 y el 90. 19. La oración a la Virgen María, la más antigua dirigida a ella: “Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita”. 20. La oración de Completas en las solemnidades que no coincidan en domingo: 11
“Visita, Señor, esta habitación; aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella, nos guarden en su paz y que tu bendición permanezca siempre con nosotros. P or Cristo nuestro Señor. Amén”. Amén”.
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IV as oraciones privadas y personales, que damos a continuación son, pues, otro strumento que la Iglesia pone a nuestra disposición para el combate espiritual, que no es ontra seres de carne y hueso, sino contra los espíritus del mal, que están en el aire (cf. fesios 6, 12). ecordamos, una vez más, que no son, de ninguna manera, exorcismos menores ni ucho menos un exorcismo mayor. Son otra manera de enfrentar a las huestes diabólicas. on lo que su título indica:
ÚPLICAS QUE PUEDEN SER UTILIZADAS PRIVADAMENTE POR LOS IELES EN LA LUCHA CONTRA EL PODER DE LAS TINIEBLAS.
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ORACIONES . Señor Dios, apiádate de mí, siervo tuyo, que, a causa de muchas insidias, me he vuelto omo un objeto perdido; sálvame de la mano de mis enemigos y ven a buscarme si estoy erdido, acógeme cuando me encuentres, y no me abandones, así podré agradarte por iempre, porque sé que me has redimido con tu fuerza. Por Jesucristo nuestro Señor. mén. . Dios Todopoderoso, ue das cobijo a los afligidos en tu casa conduces a los cautivos a la prosperidad, ira mi aflicción ven en mi auxilio; errota al enemigo malvado, ara que, una vez vencida la acción del adversario, libertad me conduzca a la paz, e modo que restablecido en la piedad serena, roclame que eres admirable ú que diste fuerza a tu pueblo. or Jesucristo nuestro Señor. Amén. Dios, creador y defensor del género humano, que formaste al hombre a tu imagen imagen . Oh Dios, lo recreaste más admirablemente con la gracia del Bautismo, dirige tu mirada sobre mí, iervo tuyo, y sé propicio a mis súplicas. Te pido que nazca en mi corazón el esplendor de gloria para que, eliminado plenamente todo temor, pueda alabarte con ánimo y espíritu ereno, junto a mis hermanos en tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
. Oh Dios, origen de toda misericordia y de toda bondad, que quisiste que tu Hijo friera por nosotros el suplicio de la cruz para librarnos del poder del enemigo; mira ropicio mi humillación y dolor, y concédeme, pues me renovaste en la fuente bautismal, ue, habiendo vencido el ataque del Maligno, me colme la gracia de tu bendición. Por esucristo nuestro Señor. Amén. . Oh Dios, que por la gracia de la adopción, quisiste que yo fuera hijo de la luz, te pido ue me concedas no verme envuelto en las tinieblas de los demonios sino que pueda por iempre permanecer plenamente en el esplendor de la libertad recibida de ti. Por Jesucristo uestro Señor. Amén.
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6. INVOCACIONES A LA TRINIDAD · Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. · Sólo a Dios honor y gloria. · Bendigamos al P adre y al Hijo y al Espíritu Santo; sea alabado y ensalzado por los siglos de los siglos. · Te invocamos, te alabamos, te adoramos, oh santa Trinidad. · Esperanza nuestra, salvaci salvación ón nuestra, honor nuestro, oh santa Trini Trinidad. dad. · Líbrame, sálvame, vivifícame, oh santa Trinidad. · Santo, Santo, santo es el Señor, Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que vendrá. · A ti el honor y la fuerza, oh santa Trinidad, a ti la gloria y el poder por los siglos de los siglos. · A ti la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias por los siglos de los siglos, oh santa Trinidad. · Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal, ten piedad de mí.
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7. INVOCACIONES A NUESTRO NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ) esús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de mí esús, imagen imagen del P adre, ten piedad piedad de mí esús, Sabiduría Sabiduría eterna, ten piedad piedad de mí esús, resplandor resplandor de la luz eterna, ten piedad piedad de mí esús, P alabra alabra de vida, vida, ten piedad piedad de mí esús, Hijo de la Virgen irgen María, ten piedad de mí esús, Dios Dios y hombre, ten piedad piedad de mí esús, Sumo Sacerdote, ten piedad piedad de mí esús, heraldo del reino de Dios, ten piedad de mí esús, camino, verdad y vida, vida, ten piedad piedad de mí esús, pan de vida, vida, ten piedad piedad de mí esús, vid vid verdadera, ten piedad piedad de mí esús, hermano de los pobres, ten piedad piedad de mí esús, amigo amigo de los pecadores, pecado res, ten piedad de mí esús, médico del alma y del cuerpo, ten piedad de mí esús, salvación de los oprimidos, oprimidos, ten piedad de mí esús, descanso de los abandonados, ten piedad de mí ú que viniste viniste a este mundo, ten piedad de mí ú que libraste a los oprimidos or el diablo, diablo, ten piedad de mí ú que estuviste colgado colgado en la cruz, ten piedad de mí ú que aceptaste la muerte or nosotros, ten piedad piedad de mí ú que yaciste en el sepulcro, ten piedad de mí ú que descendiste descen diste a los infiernos, infiernos, ten piedad de mí ú que resucitaste e entre los muertos, ten piedad piedad de mí 17
ú que subiste a los cielos, cielos, ten piedad de mí ú que enviaste el Espíritu Santo obre los Apóstoles, Apóstoles, ten piedad de mí ú que te sientas la derecha del Padre, Pa dre, ten piedad piedad de mí ú que vendrás a juzgar vivos vivos y muertos, ten piedad piedad de mí or tu encarnación encarnación Líbrame, Señor or tu nacimi nacimiento, ento, Líbrame, Señor or tu bautismo bautismo y santo ayuno, Líbrame, Señor or tu pasión pasión y cruz, Líbrame, Señor or tu muerte y sepultura, sepultura, Líbrame, Señor or tu santa resurrección, resurrección, Líbrame, Señor or tu admirabl admirablee ascensión, ascensión, Líbrame, Señor or el envío del Espíritu Espíritu Santo, Líbrame, Señor or tu gloriosa gloriosa venida, Líbrame, Líbrame , Señor B) uando se nombra la cruz, puede el fiel oportunamente hacer la señal de la cruz). álvame, Cristo Salvador, por la fuerza de la Cruz†: que salvaste a Pedro en el mar, ten piedad de mí. or la señal de la santa Cruz, e nuestro enemigos líbranos, eñor, Dios nuestro. or tu Cruz, sálvanos, oh Cristo Redentor, que muriendo muriendo destruiste nuestra muerte resucitando restauraste la vida. u Cruz adoramos, Señor, tu gloriosa pasión contemplamos: n misericordia de nosotros, Tú que padeciste por nosotros. e adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, orque con tu Cruz has redimido al mundo.
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. INVOCACIONES A SANTA MARÍA VIRGEN Bajo tu protección nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. onsoladora de los afligidos, ruega por nosotros. Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros. Dígnate aceptar mis alabanzas, oh Virgen santa; hazme fuerte contra tus enemigos. enemigos. adre mía, confianza mía. aría, Virgen Madre de Dios, ruega a Jesús por mí. ignísima Reina del mundo, irgen perpetua María, tercede por nuestra paz y salvación, que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. aría, Madre de gracia, adre de misericordia, efiéndenos del enemigo, ampáranos en la hora de la muerte. ocórreme, oh piadosísima Virgen María, n todas mis tribulaciones, ngustias y necesidades, lcánzame de tu Hijo querido liberación de todos los males de los peligros de alma y cuerpo. cuérdate, oh piadosísima Virgen María, ue jamás se ha oído decir, ue ni uno solo de cuantos han acudido a tu protección implorado tu socorro, aya sido desamparado por ti. o pecador, animado con esta confianza, confianza, cudo a ti, oh Madre, Virgen de las Vírgenes; ti vengo, ante ti me presento con dolor. o desprecies, Madre del Verbo, mis súplicas, ntes bien inclina a ellas tus oídos dígnate atenderlas favorablemente. 19
. INVOCACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL rcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la maldad y las sechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, ríncipe de la milicia celestial, arroja con el poder divino, en el infierno a Satanás y los tros espíritus malignos, que andan por el mundo tratando de perder las almas. Amén.
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10. LETANÍAS eñor, ten piedad. risto, ten piedad. eñor, ten piedad. anta María, Madre de Dios, ruega por nosotros / por mí an Miguel, Miguel, ruega por nosotros / por mí an Gabriel, ruega por nosotros / por mí an Rafael., ruega ruega por nosotros / por mí antos Ángeles Ángeles Custodios, rogad por nosotros / por mí an Juan Bautista, Bautista, ruega ruega por nosotros / por mí an José, ruega por nosotros / por mí an P edro, ruega ruega por nosotros / por mí an P ablo, ablo, ruega ruega por nosotros / por mí an Juan, ruega por nosotros / por mí odos los Santos Apóstoles, Apóstoles, rogad por nosotros / por mí anta María Magdal Magdalena, ena, ruega ruega por nosotros / por mí
ueden añadirse los nombres de otros Santos y Beatos) e todo mal, e todo pecado, e las insidias insidias del diablo, diablo, e la muerte eterna, risto, risto, risto, risto,
Líbranos / me, Señor Líbranos / me, Señor Líbranos Líbran os / me, Señor Líbranos / me, Señor Óyenos / me Escúchanos / me
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OTRAS PRECES A estas oraciones oficiales de la Iglesia, yo agrego las siguientes preces que uso personalmente personalmente en mi combate espiritual espiritual contra el mali maligno. Todas ellas ellas están basadas en textos bíblicos bíblicos y nombres nombre s que tiene tiene Satanás. Satan ás. A parte de la fuerza de la oración misma, está la fuerza de la Palabra de Dios que está detrás de cada plegaria. 1. “Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo” (Efesios (Efesios 6,10). 6, 10). “Revísteme, Señor, de la armadura de Dios, para entablar el combate espiritual que no es contra seres de carne y hueso, sino contra los espíritus malignos que habitan en los aires”. 2. “Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua” (Juan 19,33-34). “Guárdame, Padre, en el costado abierto de tu Hijo Jesús, el Cordero muerto y resucitado, en su corazón; y con su sangre y agua protégeme, purifícame purifícame y libérame de Satanás y de todas sus huestes mal ma lignas y hazme vencedores de ellos”. 3. “Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno infierno no prevalecerán contra ella” ella” (Mateo 16,187). 16, 187). “Por la promesa hecha a Pedro y por el poder del Espíritu Santo, cierra las puertas del infierno para que el poder de las tinieblas no penetre en mí, como miembro de la Iglesia que soy”. 4. “Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién quién devorar. Resisti Resistidl dlee fi f irmes en la fe, f e, sabiendo sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos (1 Pedro 5, 8-9). “Concédeme, Señor, la gracia de estar siempre sobrio y vigilante para resistir firme en la fe los ataques, insidias y tentaciones del Diablo, que anda como león rugiente buscando a quien devorar”. 5. “Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estéis airados, ni deis ocasión al Diablo” (Efesios 4, 26-27). “No permitas, Señor, que la puesta del sol me sorprenda en la ira para no dar lugar al Diablo en mí”. 6. “Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: "Ahora ya ha llegado la 23
salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y la potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios” (Apocalipsis (Apocalipsis 12, 10) “Arroja, Señor, a Satanás, el acusador de los hermanos, el que nos acusa día y noche, para que no me perturbe ni me quite la paz ni me haga sentir condenado”. 7. “Y el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los los sigl siglos” os” (Apocali (Apoca lipsis psis 20, 10). 10) . “Echa fuera al Diablo, el que divide seduciendo, para que no siga creando rupturas internas en mí ni dividiendo a mi familia”. 8. “Y no no nos dejes caer en tentación, mas líbranos líbranos del mal” mal” (Mateo 6, 13). “Líbrame de los demonios, fuerzas que maquinan el mal, para no caer en tentación y para no permitirles que me hagan daño a mi o a mi familia”. 9. “Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11, 14-15). “Concédeme el discernimiento necesario para conocer y rechazar enérgicamente a Satanás, cuando se viste de ángel de luz para engañarme, incluso con cosas buenas”. 10. “No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo Juan 17, 15-16). “Padre, te pido que me guardes del Malo, príncipe de este mundo, mientras yo estoy en el mundo, sin ser del mundo”. 11. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este era homici homicida da desde el princi principi pio, o, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira” (Juan 8, 44). “Mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen” (Sabiduría 2, 24). “Reprime, Señor, a Satanás, que es envidioso y asesino desde el principio, para que no ataque mi salud ni física ni sicológica ni moral ni espiritual”. “Refrena, Señor, a Satanás, padre de la mentira, para que no siembre ni mentiras ni dudas en mi mente ni en mi y corazón, originando en mi indecisiones e inseguridades”. 12. “A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles ángeles le servían” servían ” (Marcos 1, 12-13). 24
“Concédeme, Señor, utilizar la Palabra de Dios, como Jesús, para vencer las tentaciones de placer desordenado, afán desmesurado de dinero y ambición de poder, poder, que me propone el Malign Maligno”. o”. 13. “Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis (Apocalipsis 12, 9). “Pero “P ero temo que, al igual igual que la la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo” (2 Corintios 11, 3). “Protégeme, Señor, de la astucia, de los engaños, y de las seducciones de la antigua serpiente y seductor del mundo”. 14. “Sucede a todo el que oye la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino” (Mateo 13, 19). “Cúbreme, Señor, con tu gracia para que no venga el Maligno y arrebate la semilla de tu palabra sembrada en mi corazón y no venga yo así a separarme de Ti, de tu Iglesia, de mi familia, perdiendo tu salvación y santidad”. 15. “…Cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10, 38). “Sáname, Señor, de cualquier opresión del Diablo, venga esta opresión por causa mía, de otros o de mis antepasados”. 16. “…El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno” Maligno” (Mateo 13, 38). 38) . “Señor, no permitas per mitas que en ninguna ninguna ocasión sea cizaña e hijo del Maligno, Maligno, ni en mi familia ni en el mundo”. 17. “Jesús les respondió: "¿No os he elegido yo a vosotros, los Doce? Y uno de vosotros es un diablo." Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste le iba a entregar, uno de los Doce” (Juan 6, 70-71). “Jesús, aleja de mí a Satanás, para que yo nunca llegue a ser otro Diablo, igual que él en sus obras y maldades”. 18. “Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó manifestó para deshacer de shacer las obras del Diablo” Diablo” (I Juan 3 8). “Señor, no caiga yo en pecado para no ser del Diablo y, si peco, ten misericordia de mi, haz que vuelva pronto a ti, porque no quiero ser del Diablo en ningún momento”. 25
19. “Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles” (Mateo 25, 41). “Señor, concédeme amarte en los necesitados para ser un bendito y no un maldito, para entrar en tu Reino de luz y no en el infierno, infierno, preparado para el Diablo Diablo y los suyos”. 20. “Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón. También el Dragón y sus Ángeles Ángeles combatieron” comba tieron” (Apocalipsis (Apocalipsis 12, 7), “Señor, frente a los fuertes ataques de Satanás ayúdame a no tener miedo y a decir con prontitud y fortaleza, como San Miguel Arcángel: ¿Quién cómo Dios?” PADRENUEST T RO, diciendo diciendo al final Se pueden concluir estas preces rezando el PADRENUES del mismo: “Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre Señor”, y con la oración siguiente: Visita, Padre, esta habitación; aleja de ella las insidias del enemigo; que tus santos ángeles habiten en ella, nos guarden en su paz y que tu bendición permanezca siempre siempre con nosotras. P or Cristo Cristo N Nuestro uestro Señor. Amén. NOTA: Los textos presentados en el presente manual corresponden al capítulo décimo del libro del mismo autor Discerni miento de espíritus. espíri tus.
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Esta primera pr imera versión electrónica del libro libro El combate personal personal contra el maligno, de Mons. Ramón Benito de La Rosa y Carpio,
se terminó de editar en noviembre de 2017, en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
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Vida y aborto De la Rosa y Carpio, Ramón Benito 9789945491548 150 Páginas
Cómpralo y empieza a leer En un conversatorio con amigos, intelectuales todos en varias áreas del saber, me dijeron: – Hablemos de qué piensa la la Iglesi Iglesiaa sobre el e l aborto. Comienza tú, Ramón. Les respondí: -Ya no comienzo hablando de las enseñanzas de la Iglesia sobre ese tema. Invito a que empecemos dando datos científicos sobre la vida desde su concepción, porque el aborto es primero un tema científico, médico y psicológico, luego pasa a ser religioso, ético y legal. A lo largo del conversatorio fui descubriendo que varios de mis amigos abortistas al oír los datos científicos, médicos y psicológicos, cambiaron el modo de pensar. Me di cuenta que muchos defensores del aborto, lo son porque les faltan estos datos. Entonces decidí recogerlos en esta publicación y difundirlos. Si la vida no comenzara desde el mismo momento de la concepción, ni a la Iglesia ni a mí nos interesaría el aborto. Mons. Ramón Benito de La Rosa y Carpio Cómpralo y empieza a leer
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Índice PRESENTACIÓN INTRODUCCIÓN ORACIONES 10. LETANÍAS OTRAS PRECES
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