Ejemplo de entrevista psicológica. Caso Rossana. La entrevistada ha pedido hora para una entrevista psicológica telefónicamente indicando que es derivada por un colega cuyo nombre menciona. Que necesita ser vista con toda urgencia por lo que desea su hora cuanto antes. Se le da hora de entrevista para dos días después.
Psi. Símbolo de la psicología La entrevistada se presenta a su primer su primer consulta estrictamente puntual. Al abrir la puerta puerta para que pase al consultorio se levanta hábilmente y me tiende enseguida la mano. Se la doy, y digo: - Psicólogo: Hola - Rossana: Mucho gusto de conocerle, doctor. -P: (Le indico no verbalmente dónde habrá de sentarse, cierro la puerta y me ubico en mi lugar de trabajo. Comienzo tomando sus datos de identificación, y me dice llamarse: Rossana S. Antes de que yo continúe preguntando, ella me contesta:) - R: tengo 33 años, vivo en tal calle, número tal, no tengo teléfono, salvo el de la oficina a donde podría llamarme si es necesario, cuyo númer o es tal y tal. - P: ( Como lo lo había dicho le pregunto por su profesión que resulta ser ´ empleada de comercio´, y por su estado civil que resulta ser ´ solterísima´. Voy a empezar a darle instrucciones pero ella con una sonrisa de picardía me dice:)
inmutable y simplemente la miro con un movimiento de ojos, pareciera que se concentrara un instante, que recapacitara, y luego otra vez sonriente, me dice:)
-R:En f in, no sabr ía decir le qué hubiera pasado, en rea lidad tengo problemas económicos. Usted sabe que para ana lizarse es necesar io cier ta capacidad económica. Eso me había dif icultado la idea de ana lizarme porque hace bas tant e tiempo que pensaba hacer lo. conversando con e l Dr. T., ést e me dijo que no era necesar io ser un potentado económico para intentar analizarme. Me habló de la clínica y que yo po ía recurr ir a ella. Aquí estoy. En realidad a través del trato diar io y todas las dif icultades pero termino por darme cuen ta que yo soy inmadura. Anter iormente traba jé en la empresa de un familiar del actual dueño de la fábr ica en que traba jo ahora. Ya para ese entonces me di cuenta de que tenía grandes dif icultades en el trato con las personas. Al pr inci pio pensé que ser ía me jor porque no tendr ía que enfren tar a las personas, que el traba jo aislada prácticamente sin trato con nad ie, me a liviar ía. Pero fue todo lo contrar io, me sentí cada vez más ma l, me depr imía sintiendo que me hac ía falta el trato con la gent e, que había perdido algo, que no sab ía que era. Este hombre me enervaba. Y sin embargo, no sabr ía decir le por qué. Yo soy parca pero tal vez él era más parco. -P: (Se ex presa además a través de una ser ie de movimientos en su s illa, recomendaciones en la forma de sen tarse, y su mirada f ija en el ventana l de mi consultor io. Luego me mira otra vez duramen te, penetrante y me pregun ta:) -R: ¿Qué le parece?. -P: ( Como yo solamente anoto la pregunta que me ha hecho, e lla vuelve a toser y continúa:) -R: El trato con la gente me es dif ícil porque soy muy ´ ch inchuda´. Siento de pron to que me invade una espec ie de rabia. Si me repr imo voy s intiéndome cada vez más cargada y esto me hace daño. A veces es tallo con cier ta violencia, aunque es to sucede la menor de las veces. -P: ( Se queda mirándome, vuelve a sonreírse, luego se r íe, y me d ice y me remarca que sus estallidos suceden muy pocas veces. R esuelvo mirar la direc tamente y correspondo con una leve sonr isa y con unges to que supongo ex presaba ¿ y entonces?. -R: Sabe doctor, esto debe ser herenc ia. Mi padre, que como le dije tiene 74 años, es muy ex plosivo. Pero él no contiene y tampoco se arrep ient e. Esta es la gran diferencia conmigo. Yo sí me arrepiento y pido discul pas. Pero comprendo b ien, como tambiñen lo comprenderá us tde, de qu e es to no es solución pues de todos modos vuelvo a sentirme igual en cua lquier moment o. -P: (Vuelve a ponerse sonr iente, su mirada dura ha desaparec ido y con voz muy d istinta, suave:) -R: Mi madre, que también le dije que tiene 56 años, es mucho más tranquila, más que eso, es muy infantil. Cuando suceden cosas que la descomponen, se pone tr iste y a veces se pone a llorar. En cambio yo s i no estallo, me s iento mal f ísicamente, en especial del intestino, me empiezan ruidos en las tr i pas y luego genera lmente tengo diarrea.
-P: ( Se ha quedado mirándome dulcement e. He vuelto a mirar la con amabilidad y hago una seña l de asentimiento con la cabeza, para incitar la a que continúe). -R: Mi relación con mis padres es buena, yo tengo bastante ascendiente sobre ellos, másahora que mi hermano de 39 años se casó y de fue del hogar. -P: ( Ha vuelto a ensombrecerse su rostro y reaparece la mirada indagatoria aunque no tan dura como en los comienzos. Resuelvo mirarla nuevamente como interesado en lo que está diciendo. Continúa:)
-R: Con este hermano s iempre me llevé ma l, porque es muy infantil y le cuenta reconocer lo. También gr ita. Se irr ita muy fác ilmente. Dése cuenta, doctor, piense él es tan infantil y yo tan inmadura. Él es un egocéntr ico, nunca tuvimos una conversac ión forma l, siento que odio a mi hermano. -P: ( Su rostro ha vuelto a tomar la dureza inicial. R esuelvo int ervenir) Le pregunto: Y sus padres, ¿Cómo toman todo ésto?. -R: La actitud de mis padres era más o menos imparcial, pero camb ió fundamentalmente cuando mi hermano se casó hace 1 5 años. Tal vez porque é l absorbía mucho a mis padres y cuando de jaron de tener lo, ellos se s intieron abandonados. A pesar de que no vive le jos de la casa de mis padres. Pero a veces pasa 1 5 días o un mes s in que aparezca, ni siquiera llama por teléfono. Mi hermano es muy infantil, y mi madre también es muy infantil. Son tal para cua l. -P: ( Pareciera como que se ha ausen tado del lugar, ya que su mirada se pierde a través de los cr istales de mi ventana l como buscando a lgo allá le jos en el hor izonte. Su silencio no es tenso. Por lo tanto resuelvo intervenir nuevament e y le pido que agregue más datos de lo que está relatándome). -R: Mi padre como todos los padres, anhe laba un hijo varón perfec to. Yo sé que se sient e decepcionado al ver que su hijo solamente quiere quitar le el lugar de jefe de familia. A veces las peleas entre los dos eran bravas, ah í sí mi madre parecía agrandarse y se peleaba con mi padre para defender a l hijo. -P: ( Otra vez s ilencio, me mira atentamente, otra vez penetrantement e). Le pregunto: ¿ Cómo recuerda us ted que se sentía durante esos episodios?, ¿ reaccionaba con sus intestinos?. -R: Tuve mi pr imer ataque de colitis ulcerosa a los 16 años. Estuve bastante bastante grave, con hemorrag ias, pero un médico me atendió muy bien y me curé. 6 años después tuve otras cr isis pero menos graves, y tiene usted razón doc tor, fue s iempre por peloteras. Hace 6 años otra vez pero con muy escasa hemorrag ia, pero con mucho do lor. -P: ( Quedamos en s ilencio unos instantes y luego ella continúa: ) -R: Yo comprendo porque he leído sobre es to, que es produc to de la repres ión. Si me disgusto y no puedo descargarme s iento enseguida la reacción en el int estino. Por e jemplo esta mañana que sabía que venía a esta entrevista, tuve var ias deposiciones. Pero ahora digiero mucho me jor las cosas, o como d icen ustedes, elaboro me jor. Pero a
pesar de que entiendo las cosas no puedo ev itar las. Mis padres no me dan el afecto que necesito, siempre fui la niñita que buscaba car iño, pero ellos siempre se volcaron en mi hermano. Me sentía muy sola y llegué a odiar a mi hermano desde muy jovencita. R ecuerdo un ep isodio a los 15 años cuando sa lía con un muchach ito y mi hermano me delató a mi madre por lo cua l ella delante de todos, incluso de mi noviecito, me abofet eó y me retó agr iament e. Mi hermano no comprend ía que yo era una ch ica igual que él, como él. Desde entonces mi hermano terminó para mí. El me tiene celos, ahora bien claro, porque yo tengo todo en mi casa, yo ayudo y é l no. Mi padre y yo ponemos el hombro para mantener el hogar. -P: ( Se queda en s ilencio, su rostro se endurecce un poco y me observa a tentament e). Procedo a pregun tar le: después de ese episosio ¿ pudo t ener otros noviazgos? -R: Sí, in novio que mur ió hace 10 años. -P: ( Se queda ca llada y otra vez mira a través de los cr istales del ventanal) y resuelvo preguntar le: ¿Por qué no se casó?. ( Me mira con asombro, se sonr íe casi alegrement e, me dice:) -R: Salgo hace 9 años con un hombre casado. Nos queremos mucho, pero es algo imposible. No es correcto que él deje un hogar para formar otro hogar. No aceptaría nunca que él dejara a su esposa para casarse conmigo. -P: ( Luego de que me expresa ésto con relativo entusiasmo, se queda bruscamente absorta. Le pregunto cuál es su dificultad para seguir expresándose y me contesta:).
-R: La solución ser ía que mur iera la esposa. Pero eso no es tá en nues tras manos. -P: ( Dasa la problemática plant eada a esta altura de la entrevista, resuelvo indagar directamente sobre su sexualidad. Me cont esta:). -R: Mis relaciones sexuales son muy satisfactor ias con ese hombre. No s iento ninguna cul pa frente a su esposa, de qu ién soy más o menos am iga. Es decir, más amigas son las familias, mi familia con la familia de la esposa de ese señor. -P: ( Como entra en un ges to de duda, y murmura a lgunas pa labras incomprensi bles, mezclada con a lgunos onoma topéyicos, resuelvo seguir preguntándole). ¿qué har ía si se embarazara?. -R: Decididamente no de jar ía seguir adelant e un embarazo. Us ted comprende los pre juicios, eso es impos i ble. pero estoy segura de que ser ía una buena madre porque por e jemplo la hija de mi hermano me qu iere a mí mucho más que a su prop ia madre. La chiquita siempre trata de es tar conmigo y llora si la madre la viene a buscar para separar la de mí. Tal vez por eso quiero tanto a ese hombre con e l cual ³salgo´. El es muy car iñoso con sus hijos. A veces me parece que é l fuera la madre y el padre de sus hijos. La madre se ocupa poco y s iempre está acicalándose o en reun iones con amigas. -P: ( Le comun ico que ha llegado el f in de la entrevista, y le recomiendo el inicio de un tratamiento. Me contesta:)
-R: Tengo muchas esperanzas, doc tor. -P: ( La despedida se produce adecuadamen te con una sonr isa y muchas grac ias, pero en el momento de trasponer la puer ta se vuel ve, mira y exhala un suspiro, f inalmente continúa la marcha para retirarse).