Eduardo Azcuy Ameghino
Nuestra gloriosa insurrección La revolución anticolonial de Mayo de 1810. Trama Trama poltica y documentos !undamentales. Las invasiones inglesas y el inicio de la crisis virreinal
Antes de las invasiones inglesas hay actividad política opositora al gobierno español. Aunque era limitada, no era desconocida. En 1805 astelli se re!ne con "ur#e, agente de gobierno ingl$s enviado al % d l & para reunir in'ormaci(n. Es de tono conspirativo. rítica al modo con que la metr(poli gobernaba a estas colonias y deseo de acabar con su dominio. En la primera invasi(n inglesa hay un 'racaso del centro estatal colonial para la de'ensa. )obremonte abandon( la ciudad. El e*$rcito ingl$s se apoder( del gobierno y logr( sin mucho es'uer+o que buena parte de los *e'es militares y las instituciones coloniales *uraran delidad a la corona brit-nica. as autoridades religiosas se adaptaron. os españoles europeos comen+aron a traba*ar para organi+ar la e/pulsi(n, con el abildo como centro centro de coordinaci(n. os criollos, desmentidas las promesas promesas de "ur#e y viendo que que solo se limit limitaba aba a cambia cambiarr el benec beneciar iario io de la opresi opresi(n (n coloni colonial, al, estruct estructurar uraron on tropa tropass de volunt voluntari arios. os. &ueyrred(n 'ue uno de los primeros organi+adores. n contingente de 'uer+as organi+adas en ontevideo march( a la reconquista de "s. As. al mando de iniers. ediante el accionar de estas tropas re'or+adas por los españoles y americanos movili+ados, se logr( reconquistar la ciudad el 12 de Agosto. El perí períod odo o hast hasta a la segun segunda da inva invasi si(n (n 'ue 'ue rico rico en acum acumul ulac aci( i(n n de 'act 'actor ores es ideol ideol(g (gic icos os,, polí políti tico cos, s, organi+ativos y militares que se sumarían a otros agentes y condicionantes para desembocar en la rev. de ayo. 13 &resencia de potencias e/tran*eras. as comunicaciones del ingl$s detenido "eres'ord, demuestran que empe+( a considerar las venta*as de una política de protecci(n de la independencia de las colonias para su país. as comen+( a di'undir en con'erencias con )aturnino &eña. Este a su ve+ mantiene conversaciones con 4ip(lito ieytes, astelli, "elgrano, Antonio uis "eruti. &eña quería reunir a "eres'ord con el alcalde de primer voto artín de 6l+aga, pero no se pudo porque el comandante ingl$s se termin( 'ugando con la ayuda de &eña y ambos tuvieron que abandonar "s. As. 7odos los involucrados 'ueron imputados por intentar la independencia del país ba*o protecci(n inglesa. &ero continuaron los contactos entre ingleses y americanos, como el del brigadier ra'ord y anuel "elgrano. iniers comen+( a reunirse con 'ranceses tripulantes de embarcaciones. Esto, m-s el accionar ingl$s, la presencia de &ortugal y el merondeo de EE en la regi(n, comen+aron a desarticular el provincialismo de "s. As. relacion-ndolo con el centro del escenario internacional. 9e allí en m-s, la política de "s. As. tendría siempre un o*o puesto en e n el e/terior. e/terior. 23 9estituci(n del virrey. virrey. os militares españoles perdieron prestigio. El cabildo convoc( a un congreso para prepararse a una posible segunda invasi(n :los ingleses estaban en ontevideo; y decide el traspaso de la autoridad militar y política del virrey al comandante iniers. )obremonte protesta porque no hay otra autoridad que el rey, así, marca la envergadura política de la innovaci(n institucional. iniers pas( a e*ercer de hecho y por imposici(n desde aba*o :aunque no plenamente popular; el rol de virrey. virrey. <3 )e produce una militari+aci(n de la poblaci(n civil, de todas las clases. Esclavos, blancos, etc. 4ay raticaci(n de los *e'es de los regimientos por la base de los mismos. &ero no cambiaron las relaciones sociop soc iopolí olític ticas as del virre virreina inato= to= los comand comandant antes es eme emerg rgier ieron on de sec sector tores es acomod acomodado ados, s, especi especialm alment ente e terratenientes y mercaderes. 4ay di'erenciaci(n entre peninsulares y americanos, por la divisi(n de los regimientos= &atricios, &atricios, Arribeños y &ardos y orenos > ?allegos, i+caínos, Andaluces y atalanes. <3 reci( la in@uencia del cabildo donde se e/presaba un grupo de peninsulares con 6l+aga a la cabe+a, preparando la de'ensa de "s. As. a conducta del cabildo muchas veces seguía los conse*os del 9r. oreno. 3 %eiterada alusi(n en todos los actores a la independencia de la colonia. )ubsistía un sector de la burocracia estatal que apoyaba a )obremonte, sobre todo agrupado en la Audiencia. )e ocupaba de censurar y divulgar motivos de desconan+a, ponderando temores sobre las ideas de independencia. En la segund segunda a invasi invasi(n (n hay movili+a movili+aci( ci(n n popula popularr de la poblac poblaci(n i(n de "s. As. con la elite elite mercan mercantil til33 terrateniente a la cabe+a :tanto peninsular como americana; que habían adquirido conan+a y conciencia
de su capacidad en el accionar político, hasta entonces reservado a los 'uncionarios coloniales. )e re'or+aron m-s las ideas de independencia. Adem-s, se potenciaron otros espacios de representaci(n, autoridad y gobierno :cabildo, milicias;. a militari+aci(n gener( una nueva 'uente de poder y los *e'es militares irían constituyendo una pequeña corporaci(n. 9entro de este grupo los criollos eran los m-s numerosos, determinando un punto crítico en la correlaci(n de 'uer+as, resaltando la gura de ornelio )aavedra, *e'e del regimiento de &atricios. )e puede decir que ya había revolucionarios anticoloniales. El principio del "n
En )eptiembre de 1B0C Dapole(n ingresaron a isboa. a corte portuguesa había huido al "rasil, embarcada en la @ota inglesa. rancia era aliada de España, la había tentado o'reci$ndole parte del territorio lusitano conquistado. ientras tanto, aumentaba el n!mero de tropas 'rancesas en España. as novedades que vienen de Europa y %ío de Faneiro y los sucesos en el &lata 'ueron condicionando y estimulando la conducta de los actores locales. Es importante el des'asa*e temporal de las noticias. En "s. As. había preocupaci(n por la pro/imidad del gobierno portugu$s. En España un motín acab( con el poder de ?odoy. El 1B de ar+o de 1808 el rey arlos G abdicaba en 'avor de su hi*o ernando GG. El 2 de ayo eclosion( un levantamiento contra las tropas 'rancesas que 'ue so'ocado, pero signic( el comien+o de la guerra de liberaci(n de España. El H de ayo en "ayona el trono 'ue entregado a Fos$ "onaparte. El dominio 'ranc$s era inestable y precario, por todas partes se multiplicaban las rebeliones y la 'ormaci(n de *untas provinciales. En septiembre se con'orm( una Funta )uprema entral, que luego se instal( en )evilla. )e produce una alian+a entre España y ?ran "retaña. a con'usi(n, sumada al virrey 'ranc$s de nacimiento generaban con@ictos. 9e momento la mayoría de la elite local repudiaba a ?odoy y, por ende, al rey. ernando GG aparece como en'rentado a ese pasado, se presenta como la me*or opci(n. leg( a "s. As. el marqu$s de )assenay, emisario de Dapole(n, y se reuni( con iniers, quien :seg!n el relato del 'ranc$s; le di*o que su autoridad no consistía m-s que en la opini(n. iniers era 'ranc$s de nacimiento, había comunicado a la orte de arlos G y a "onaparte, se había reunido con )assenay e inoportuna propuesta de aceptar la suerte de la metr(poli reconociendo, aparentemente sin e/clusiones, a quien sur*a allí como autoridad legítima. I si bien los hechos posteriores, hasta su 'usilamiento, demostrarían su lealtad a España, los españoles lo colocaron en su blanco político. 1808 'ue un hervidero político. a cuesti(n prioritaria para ontevideo era el peligro de tener un virrey 'ranc$s. &or eso 'ormaron una *unta a imitaci(n de la metr(poli, en nombre del rey y supeditada a la *unta suprema de España. on la instalaci(n de la *unta oriental quedaron plasmadas dos tendencias políticas dentro de los sectores españolistas. Esta 'ue la soluci(n *untista. a clave es no olvidar que todo esto ocurre en una colonia. )u gobierno debía obedecer, y no imitar a la metr(poli. o dem-s constituía una pr-ctica subversiva del orden virreinal. 7odo esto aparece acompañado por un estado de agitaci(n intelectual muy e/tendido. El tema de la prisi(n del rey conmovía a la mayor parte de la sociedad. )e iban acumulando 'actores disruptivos= malas noticias, nuevas ideas, malos e*emplos como el montevideano. &ueyrred(n había marchado a España comisionado por el cabildo de "s. As. "ur#e cree que este est- del lado de rancia porque su padre era 'ranc$s. uando España se derrumba, &ueyrred(n asegura que no hay que engañarse, la ruina del reino es inevitable. Estos dichos 'ueron considerados como e/presiones sediciosas y atribuido a su supuesta adhesi(n a Dapole(n. En "s. As. el gobierno virreinal no permiti( su desembarco. Jste pudo huir del barco que lo remitía a España, re'ugi-ndose en %ío de Faneiro. arlota Foaquina de "orb(n, in'anta de España y princesa de &ortugal y "rasil. )e inicia el carlotismo, un espacio político que presenta la regencia de la princesa como una de las alternativas posibles para organi+ar un gobierno representativo de los derechos del rey cautivo. 4ay di'erentes líneas= 1. a impulsada por la propia princesa y sus adherentes de buena 'e, con el ob*etivo de obtener el reconocimiento 'ormal del gobierno español a sus derechos sucesorios. antiene correspondencia con virreyes, oidores, *e'es militares, clero, cabildos y 'uncionarios. &articipaci(n activa del almirante *e'e de la @ota inglesa en )udam$rica, sir )idney )mith. 2. Ktra cara es asociable con el colonialismo portugu$s, que no renunciaba a sus planes e/pansionistas. <. a tercera es la estrategia del grupo de americanos que ya había revelado su tendencia independentista durante las invasiones inglesas. )aturnino %odrígue+ &eña, anuel "elgrano como cabecillas. 7ambi$n astelli, "eruti y ieytes. tili+ar la gura de la %egencia de arlota como cobertura para sus ob*etivos. Adaptaron su primer plan de independencia al de regencia. a princesa era consciente del uso que hicieron del carlotismo algunos americanos. os carlotistas le enviaron a arlota una memoria solicitando su presencia en la capital.
)aturnino redact( una circular, estos te/tos son muy importantes para la interpretaci(n de la revoluci(n de mayo, porque conrma la e/istencia de un grupo desde 180H, dos de cuyos re'erentes ser-n los n!meros 2 y < de la primera *unta. )aturnino organi+( el via*e del m$dico ingl$s 9iego &aroissien a "s. As. arlota le escribi( al virrey denunciando a &aroissien de llevar cartas llenas de principios revolucionarios y subversivos tendientes al establecimiento de una rep!blica. El gobernador Elío lo detuvo y los papeles conscados pusieron en evidencia las intenciones de )aturnino para la independencia. )e solicit( la detenci(n de Dicol-s %odrígue+ &eña :hermano;, se embargaron sus bienes. Gnterrogatorios a todos los destinatarios de las cartas. )u de'ensa conrma que buscaban el momento m-s 'avorable para conquistar sus ob*etivos, porque negaron cuanto se les imputaba y aseguraban que no habían plan contra ernando :cuando unos meses antes habían escrito a arlota;. Es curioso que estos documentos no hayan tenido mucha di'usi(n en la historiogra'ía de ayo, ya que demuestra la presencia de un grupo de revolucionarios y del accionar represivo del estado colonial y debilitan la versi(n que niegan o relativi+an la e/istencia de actividades sediciosas antes de ayo. a prisi(n de &eña no los desanim(, continuaron con sus reuniones secretas a medida que aumentaba el n!mero de iniciados en el pensamiento, &aso, 9arragueira, capital de patricios hiclana, 9r. 7agle, coronel 7errada, don Antonio iamonte, arcos "alcarce, etc. L(mo *ugaba realmente arlotaM 4abía dirigido numerosas comunicaciones a individuos del virreinato por el plan de regencia. &ero Lpor qu$ la denunciaM &odemos pensar que &eña y los carlotistas eran pie+as sacricables 'rente a la importancia de armar las relaciones con iniers y Elío, impresionando a la Funta )uprema con su muestra de delidad a la metr(poli. &aroisien habría sido denunciado por traba*ar en un grupo revolucionario que traba*aba inltrado en el proyecto carlotista. a princesa dio garantías de que su regencia se mantendría dentro del esquema de dominio metropolitano. K*o, los *uicios y alusiones asociadas a un plan de independencia y a la necesidad de evitar una revoluci(n corresponden al grupo de españoles europeos :6l+aga;, por lo tanto debemos pensar que eran legítimas, pero que seguramente había un grado de e/ageraci(n. &olítica inglesa en el río de la plata= antes de *ulio de 1808 se intent( arrebatar los dominios a España y obtener venta*as comerciales y geopolíticas. )ecundariamente e/istieron propuestas de, por e*emplo, apoyar la independencia americana, en b!squeda de una vía menos costosa de penetraci(n comercial. España era aliada de Dapole(n y enemiga de Gnglaterra y &ortugal. &ero luego, con la alian+a con los ingleses, la tradicional vocaci(n colonialista de los brit-nicos debi( regularse al mantenimiento de una buena relaci(n con sus aliados. El primer deseo ingl$s era que España triun'e. 9e lo contrario, pre'eriría asegurar las colonias para que escapen al usurpador. En virtud de estas orientaciones, el 1808 ordenaron que no se autori+ara la inter'erencia de ning!n ocial con respecto a la monarquía española. &olítica bonaparteana en el río de la plata= heterog$nea. Kscil( desde poner ba*o su dominio las colonias :)assenay; a apoyar la independencia para evitar cualquier apoyo de las colonias a España. as directivas de Dapole(n para su comisionado r. 9esmoland y los dem-s que pasaron por 4ispanoam$rica, ponían al descubierto muchas in*usticias e iniquidades del sistema de dominio español= ba*o comercio, no libertad de puertos, prohibici(n de industrias y sembrados, impuestos. Gba dirigidas a distintos sectores= a los criollos les notaban las in*usticias en los empleos, a los indios les recordaban las crueldades de la conquista. A nes de 1808 el gobierno peninsular elabora un in'orme donde se desprenden varios proyectos separatistas= 1. arlota, posiblemente articulada con las ambiciones portuguesas. 2. Ktro :tal ve+ relacionado con el anterior;, plan de independencia demostrado por las cartas de &aroissien. <. Fuan artín de &ueyrred(n, denido como Elío como uno de los que se proponen un proyecto de independencia con prete/to de que España est- en una anarquía. . iniers, rodeado de 'ranceses y de pícaros, comunicado con arlota y &ortugal. Es evidente c(mo se iba construyendo la trama de la historia que eclosion( el 25 de ayo. )e iban articulando los 'actores políticos, militares, ideol(gicos, institucionales e internacionales. 180# comenzó el 1 de enero
En la *unta de ontevideo y el abildo de "s. As. recrudecieron las críticas a iniers. uchos españoles se convencieron de que se podía esperar poco de España y sus 'uncionarios coloniales. 7enía peso en sus críticas el re'or+amiento de los cuerpos militares con Nladrones, reos del estado, traidores y la he+ del puebloO. os gastos de las milicias recaían sobre los mercaderes porteños, pero sobre todo, porque aunque los regimientos reconocían el mando local del virrey, se percibía cierta potencialidad de una actuaci(n aut(noma por pate de los comandantes. A iniers tambi$n se le criticaba por haber permitido el comercio con los ingleses y por ser tolerante con el contrabando y la corrupci(n. Adem-s, acababa de casar a su hi*a con un e/tran*ero y adem-s 'ranc$s, lo que estaba prohibido en las leyes españolas de la colonia.
El 1P de Enero el abildo con 6l+aga a la cabe+a y los cuerpos militares hispanos e/igieron la renuncia de iniers y la 'ormaci(n de una *unta. El virrey estaba aceptando la renuncia, pero &eña, ieytes, astelli, "elgrano y otros convencieron a )aavedra de dar un golpe a la in@uencia de los españoles. El motín 'ue derrotado y iniers 'ue sostenido por los principales cuerpos militares. os cabecillas 'ueron apresados y embarcados. 9ada la heterogeneidad de los que contribuyeron a so'ocar el motín, dentro de la cual hay parte de la plebe que identicaba a los españoles como sus opresores, encontraron la oportunidad de vengarse. &or esta ra+(n, adem-s de las prisiones, admoniciones y destierros, hubo conscaciones tumultuarias, agresiones y burlas. El virrey redobl( las patrullas de patricios, mulatos y negros, disolvi( los cuerpos de catalanes, vi+caínos y gallegos. )e 'ue agudi+ando y haciendo cada ve+ m-s visible la divisi(n entre los europeos y los naturales del país. Esta separaci(n se ve en la vida cotidiana :dos muchachos de 10 y 11 años 'ueron presos por cantar a 'avor de España;. Adem-s, se abrían espacios de participaci(n nuevos. El motín se 'rustr( porque no se incluy( a los americanos. ue enteramente de españoles europeos, a e/cepci(n de algunos pocos criollos que aprobaron el ob*eto de la conmoci(n pero no la 'orma. )u intenci(n era establecer una *unta a imitaci(n de las de España, pero compuesta solamente por europeos. a di'erencia con el al+amiento de 1810 consiste en las di'erentes amplitudes de los 'rentes políticos con'ormados. Es sectarismo, pero no absoluto, lo demuestra la presencia de dos criollos como candidatos a la *unta propuesta el 1P, uno de ellos ariano oreno. )aavedra acus( al movimiento de independentista. os scales resolvieron que los acusados quedaran libres de todo cargo. &ara el autor, el 1P de enero es muy importante por varios motivos= 1. Gndependencia como 'ondo del debate, en una ciudad convulsionada. 2. Es una revuelta de buena parte de la elite socioecon(mica que atent( contra el virrey. Fug( su carta principal uno de los tres sectores que se había consolidado con las invasiones inglesas, el al+aguismo. 9escreyendo en la monarquía española, anticiparon su p$rdida en manos de rancia y tuvieron la intenci(n de 'ormar otra España americana en donde continuarían dominando. El segundo protagonista 'ue el grupo de "elgrano y astelli que continuaban 'ogoneando el carlotismo. <. )e dio un momento 'undamental en la acumulaci(n de 'uer+as para dar golpe a un actor político 'undamental. )e trataba de de'ender la continuidad institucional de cosas donde los americanos habían logrado espacios de poder, cuya continuidad dependía de la de'ensa del r$gimen colonial que luego en'rentarían. . os comandantes dieron un paso trascendental para el 'uturo, al con'erir el primer lugar a )aavedra, como coordinador del con*unto. 5. 9esde las invasiones inglesas creci( la presencia, el papel y la in@uencia del ba*o pueblo de "s. As. en los cuerpos de milicias. El españolismo lo denunciaba. H. 9esarme de los regimientos hispanos participantes. Emergi( la superioridad de las 'uer+as criollas. Al de'ender a iniers, los comandantes que habían permanecido un escal(n deba*o de $l, se colocaron un escal(n por arriba. Es un cambio en la correlaci(n de 'uer+as militares, es una de las condiciones clave para la revoluci(n que ya se hallaba presente. C. )e tens( el en'rentamiento entre españoles y americanos. 4ay cuatro actores políticos principales= virrey, audiencia, burocracia gubernamental y c!pula de la iglesia > españoles europeos del cabildo > comandantes militares, sobre todo criollos > activistas americanos como "elgrano, astelli, &eña, ieytes, "eruti. 1P independencia con apoyo ingl$s, luego carlotismo y *ugaron el 1P en de'ensa de iniers. 9esde 180H la e/presi(n y disputa política pas( a primer plano. 9esde la destituci(n de )obremonte el centro estatal qued( deteriorado, creciendo la in@uencia de las instituciones secundarias del estado. uncionarios que dependían directamente de la metr(poli cedieron poder a grupos de la elite local. El cabildo había sido controlado por la elite de terratenientes y mercaderes. )i bien vínculos econ(micos y 'unciones los unían con la metr(poli, tambi$n eran poderosas sus raíces americanas, 'ortalecidas por la+os 'amiliares y negocios que en ocasiones los distanciaba de España. lamativo es el car-cter intermedio de este sector que se subordinaba hacia arriba :metr(poli; y subordinaba hacia aba*o :campesinos, peones, esclavos, etc.;. )e construy( un poder bi'ronte del elemento español :iniers > cabildo; que tiene n con isneros, cuando se vuelven a unir. )e disuelve la *unta montevideana y el cabildo acata al nuevo virrey. )e diluye lentamente la unidad y actividad del grupo al+aguista, cuyo *e'e se hallaba en ontevideo ba*o la protecci(n de Elío y de la *unta. A nes de 'ebrero )mith decide reactivar la misi(n de "ur#e, con la intenci(n de asegurar la adhesi(n de las colonias al sistema anti 'ranc$s, a!n cuando España pierda. Esto demuestra que se multiplicaban los an-lisis, especulaciones y propuestas por parte de todos los actores respecto al establecimiento de un gobierno independiente. os carlotistas porteños insistían, pese a que la Funta )uprema ya había ordenado no recibir a arlota. %ecomendaban que se aproveche la apoderaci(n de los ingleses de la *unta para
trasladarse a "s. As. Aquí se prev$ la noticia de la p$rdida de España. El proyecto es menos de arlota que de quienes continuaban us-ndolo con nes políticos propios. ontrariamente a las im-genes que presentan un mundo colonial adormecido, que recibía de improviso el conocimiento de la disoluci(n de la Funta )uprema con la sorpresiva obligaci(n de organi+arse, m!ltiples evidencias marcaban la e/istencia de un clima de ebullici(n política. iniers te*iendo alian+as, los españolistas contra el virrey, los carlotistas, los comandantes militares, los hombres como oreno que :distanciados del al+aguismo; buscaban nuevos espacios de lucha. A isneros se le orden( desmantelar la *unta de ontevideo, enviar a todo 'ranc$s :incluido el virrey; a España, acelerar la causa contra &aroissien, remitir a &ueyrred(n a la península, conservar a "s. As. porque su p$rdida sería un duro golpe para la economía de una España en guerra. España quería conservar sus colonias a toda costa, dem-s es ret(rica y discursos encubridores de los intereses de las clases dominantes hispanas. a noticia de la llegada del nuevo virrey agit( los -nimos de todos. "elgrano alent( a iniers para que no cediera su cargo porque no era la autoridad legítima la que lo despo*aba. os militares adherían a esta opini(n. "elgrano le insisti( a )aavedra de aprovechar la oportunidad para avan+ar con el proyecto de arlota. )aavedra admiti( estar de acuerdo y prometi( no oponerse con los patricios, pero que no iba a rmar papeles ni cartas. )e reali+aron reuniones de los carlotistas con los *e'es militares. 4abiendo cedido isneros en el nombramiento de Elío como subinspector general del virreinato y o'recido garantías a los comandantes de que no se alteraría la composici(n de los cuerpos, nalmente iniers entreg( el cargo y isneros lleg( el 2B de Fulio de 180B. isneros es recibido, seg!n las cr(nicas, con respeto y 'rialdad :a e/cepci(n de los españoles que hicieron bastante bulla; no siempre pudo prescindir de las presiones, estuvo cercado de las mismas tropas. a continuidad de la estructura militar 'ue un mal necesario. Do había otra 'uer+a sobre la que pudiera apoyarse la soberanía colonial. isneros era consciente del poder militar, pero no tenía recursos. )e multiplicaban las mani'estaciones de rebeldía, agitaci(n y los pasquines y pan@etos an(nimos transgresores. a situaci(n política era crítica. isneros se encontraba 'rente al problema de reconocer a los que 'ueron leales al centro estatal :militares y americanos; y reprender a los desleales :españoles;. 7ermin( no con'ormando demasiado a ninguna de las partes. a resoluci(n dice que aunque una conmoci(n popular nunca puede ser e/cusable a pesar de las buenas intenciones, no se *ustica el desconocimiento de un virrey, por eso se amerita un castigo e*emplar. ertic( que los comandantes militares habían obrado bien y que el motín no había disminuido el alto concepto que merecían los capitulares, concluyendo con la absoluci(n y el perd(n de todos los implicados. )e rehabilit( los cuerpos hispanos que habían sido disueltos. 6l+aga y dem-s regresaron a "s. As. Dada de esto con'orm( al grupo de americanos militares, que tenían un gran poder. isneros se aboc( a la hacienda p!blica. na de las pocas alternativas para conseguir recursos era aumentar los grav-menes al comercio ultramarino, combatiendo al mismo tiempo el contrabando. &uso en debate la posibilidad de 'ormali+ar el comercio con Gnglaterra, sabiendo que no hacía m-s que abrir la ca*a de pandora conduciendo a un choque de intereses entre los agentes del monopolio mercantil metropolitano y los comerciantes terratenientes que controlaban la producci(n de cueros y otros rubros agropecuarios de e/portaci(n. En contra de la medida estuvo el apoderado del consulado de -di+, ariano oreno que a solicitud del apoderado del gremio de hacendados escribi( la representaci(n, a 'avor de una apertura comercio. or+ado por las circunstancias el virrey habilit( el comercio con los ingleses en noviembre de 180B. A mediados de 180B e dan los sucesos de huquisaca y la &a+, que sacudieron las estructuras locales del poder colonial, trans'orm-ndose en una re'erencia insoslayable que siempre sería tenida en cuenta. En huquisaca se agudi+aron los con@ictos entre el ar+obispo o/o y el presidente de la audiencia ?arcía &i+arro, con los dem-s integrantes del tribunal, los doctores de la niversidad de harcas y el abildo. a causa era una conducta sospechosa de los primeros, por acercamientos a la corte del "rasil y a arlota. )e convoc( a la poblaci(n a de'ender los derechos del rey cautivo produci$ndose un gran alboroto. ?arcía &i++aro envi( soldados para detener a los oidores, la respuesta 'ue la movili+aci(n de H000 hombres que depusieron al presidente el 25 de mayo, recayendo el gobierno en la audiencia y el mando de las armas en Fuan Antonio 6lvare+ de Arenales, destac-ndose en los sucesos Q"ernardo de onteagudo por sus proclamas. isneros envi( 1000 hombres y el gobierno de la audiencia se disolvi( y acat( el mando virreinal. &or ra+ones parecidas a las de huquisaca, se produce una insurrecci(n en la ciudad de a &a+ el 1H de Fulio de 180B. Gnvocando el nombre del rey los revolucionarios tomaron el cuartel de veteranos arrestaron a sus principales ociales y depusieron al gobernador 9-vila y al obispo Krtega. onvocaron un cabildo abierto y 'ormaron una *unta tuitiva de gobierno, presidida por &edro 9omingo urillo. omo nunca
hasta entonces se e/puso que el ob*etivo era independi+arse de España. El virrey del &er! envi( tropas, la *unta se disolvi( y los líderes 'ueron apresados. isneros impuls( una política represiva, olvid-ndose del espíritu de conciliaci(n de huquisaca, o no despreciando la oportunidad de aterrar con castigos a los americanos :horca, garrote, conscaciones, traba*o 'or+ado, prisi(n;. as conclusiones de los americanos no eran alentadoras. os integrantes de la *unta de ontevideo habían sido reconocidos por su celo patri(tico, al igual que los con*urados del primero de enero y los oidores de huquisaca :solo arrestados y procesados;= eran todos españoles europeos. ientras que los levantados en la &a+ eran todos criollos. a 'uer+a de los hechos continuaba. )e corri( por la ciudad la noticia de la detenci(n de 6l+aga, no por lo del 1P de enero, sino por la causa por la independencia y su presunta actuaci(n separatista durante las invasiones inglesas. )e va produciendo un debilitamiento relativo de la militancia en el proyecto carlotista. Al principio, una regencia borb(nica aparecía como un planteo menos dr-stico y e/plicito de separatismo. &ero al nal el año, se percibía que se podía ir por m-s. El planteo de independencia tom( m-s 'uer+a, igual que el sistema democr-tico representativo propuesto por la Funta )uprema. )e iba creando condiciones sub*etivas y ordenativas que permitirían responder a las e/igencias impuestas por la p$rdida total de la metr(poli. 4ip(tesis= en el semestre previo a la destituci(n de isneros, se crearon condiciones potenciales para una convergencia entre la mayoría de los actores políticos americanos y algunos españoles, en la medida que iba madurando un espacio ideol(gico com!n y la voluntad de poder. )e han debilitado los aspectos de sus identidades e incrementado los espacios de reuni(n y debate. Así se puede entender como los mon-rquicos carlotistas convinieron con el *acobino moreno o con antiguos al+aguistas como arrea y atheu. El virrey cre( en noviembre un *u+gado de vigilancia, para evitar las ideas subversivas. A la cabe+a estaría Antonio aspe, scal del crimen de la audiencia. Adem-s, isneros envi( la orden a los intendentes de que e/tremen la vigilancia y la represi(n. 9ispuso que se desplegaran algunas tropas, que est$n a la vista. El emba*ador peninsular en "rasil tambi$n redobl( la vigilancia, el ob*etivo eran &eña, &ueyrred(n, Argerich y ?ue++i que se hallaban allí re'ugiados y que mantenían correspondencia con el %. de la &. rece la importancia en la lucha por la noticia de las novedades que llegan de España y por la opini(n p!blica. a mentira estuvo a la orden del día. Esparcir noticias sobre las victorias de Dapole(n era un crimen. isneros cumplía el rol de di'usor de noticias 'avorables. 7ambi$n creci( la deportaci(n de portugueses, 'ranceses, americanos.