De la cibernética a la complejidad *: el devenir de la reflexión Juana Droeven Denise Najmanovich Introducción:
Este trabajo es el fruto de un diálogo entre una epistemólo epistemóloga ga y una terapeuta terapeuta familiar. A medida medida que nos acercamos acercamos al fin del milenio, se hace cada cada vez más difícil dar cuenta de la pertenencia disciplinaria. a formación, el campo de inter!s y refle"ión, y la práctica profesional se e"tienden y contraen siguiendo el flujo de m#ltiples encuentros personales, teóricos, vivenciales y profesionales. $esde esa mirada, $enise ha preferido mantener la caracterización de epistemóloga, aunque se sienta obligada a hacer una aclaración imprescindible. Este t!rmino ha estado largamente largamente asociado al positivismo, positivismo, por lo que es es importante aclarar que que el camp campo o de acci acción ón%r %ref efle le"i "ión ón que que desa desarr rrol olla lare remo moss en este este te"t te"to o se relaciona con las producciones contemporáneas de diversas disciplinas, que incluyen a la epistemología %en varias de sus versiones%. &ambi!n abarca los desarrollos que se han producido en un amplio campo de la investigación científica y de la refle"ión filosófica' la termodinámica no lineal, las implicancias filosóficas de la física cuántica y de las teoría del (aos, los desarrollos de las (iencias (ognitivas, las &eorías de Auto%organización y los enfoques de la (omple (omplejid jidad, ad, las &eorí &eorías as de la Agenc Agencia ia )ocial )ocial y las *edes *edes )ocial )ociales, es, las investigaciones en el campo de +!nero y la &eoría iteraria contemporánea. as as preg pregun unta tass sobr sobre e el cono conoci cimi mien ento to han han cruz cruzad ado o las las fron fronte tera rass de las las disciplinas clásicas, diversificado el campo, se han atrevido a cruzar el *ubicón de las competencias profesionales y han entablado un vasto diálogo con la cultura. Al igual que la &erapia amiliar, la epistemología ha sido indisciplinada, irreverente, ha buscado y encontrado ámbitos dialógicos muy lejos de sus fuentes tradicionales. Es por eso que en este encuentro entre dos personas, ya que las disciplinas son entelequias que no pueden dialogar más que a trav!s de los sujetos y sus prácticas, hemos construido una de las tantas historias posib osible less sobre bre los los encu ncuentr entros os de la clíni línica ca y los los marc marcos os teó teóric ricos y epistemológicos que han atravesado el campo de la terapia familiar en las #ltimas d!cadas.
De la interro interrogaci gación ón sobre sobre los sistem sistemas as a la pregunta pregunta acerca de quién pregunta por el sistema: ud-ig on /ertalanffy desarrolló la Teoría General de los Sistemas, hacia fines de la segunda +uerra 0undial. $urante ese período se publicaron, casi simultáneamente, el trabajo de 1orbert 2iener sobre Cibernética 345678 y los trabaj trabajos os sobre sobre Teoría de la Comunicación de Shannon y Weaer 345658. $iferentes líneas de investigación han enfatizado diversos aspectos de la teoría
de sistemas y de la cibern!tica, pero todas ellas aceptan que cuando hablamos de sistemas u organizaciones, se trate de máquinas, seres vivos o sociedades ' el todo es m!s que la suma de las partes. Este es el primer a"ioma sist!mico
y el n#cleo de vastos desarrollos teóricos. a &erapia amiliar
tambi!n se inició en la d!cada del 9:, rompiendo
abruptamente con el modelo psiquiátrico tradicional, organicista e individualista, planteando como unidad de análisis la relación humana como se da en la ida "amiliar . En EE. ;;. el foco de atención estuvo relacionado con una
b#squeda que permitiera entender los procesos de comunicación en familias con alg#n miembro esquizofrenico. Estos estudios fueron llevado a cabo por el grupo de #alo $lto , en el que participaron entre otros' Gregory %ateson& Don 'ac(son& 'ohn Wea(land& 'ay )aley& seguidos luego por #aul Wat*la+ic(& y Carlos Slut*(i.
En esta primera etapa se consideraba al sistema familiar como análogo a una máquina cibern!tica. ,l concepto clae era la homeoestasis, que situaba el foco de atención en el mantenimiento de la organización. El inter!s de la observación se centraba por un lado en la redundancias 3conductas o pautas repetidas8 y las reglas que tienden a estabilizar el sistema 3por ejemplo la organización familiar8.
acontecimiento estaba determinado. El mundo se regía por una dinámica de causa%efecto, aunque además de la causalidad lineal, se halla empezado a pensar la =causalidad circular=. (onsideramos que la modelización clínica debe estar siempre en relación con una forma de pensar la complejidad humana, la actividad terap!utica y la vida social en un conte"to histórico. En el caso del (E><, a la influencia pionera de la cibern!tica y la &eoría +eneral de )istemas debe sumarse la del estructuralismo. as investigaciones especificas de !vi )trauss sobre
la
estructura de las relaciones de parentesco 3!vi )trauss, 45778, hicieron que muchos terapeutas familiares comenzaran a interesarse por sus planteos y consecuentemente a buscar cuáles eran los =invariantes estructurales= y su efectos en el sistema familiar. En las relaciones familiares, esta invariante era un cierto interjuego relacional que en que se ha denominado' Trans"erencia -elacional Dominante .o?ete?, 4574/. $esde esta conceptualización era posible distinguir un
=modus= de relación, que proveniente de la familia de origen, se repetía en otro lugar, en otro tiempo y con otros participantes.
a identidad todavía era
concebida de una manera estática. )e suponía que había algo determinado, específico, que por su función garantizaba la permanencia del sistema a trav!s del tiempo confiri!ndole identidad. as &eorías de 0aturana y de arela, de
=hiper%ciclo= recursivo dejó al descubierto un personaje que había quedado en la mancha ciega del primer estadío' el observador. Al abrir la pregunta sobre qui!n pregunta, irrumpe un nuevo mundo de interrogaciones que llevaron a darse cuenta de que el observador es parte necesaria y afecta lo que observa. &oda descripción acerca de la observación y de los modelos que la guían, es necesariamente una descripción acerca de qui!n genera esa descripción. Aunque ya en las primeras d!cadas del siglo, la propia física, a trav!s del principio de indeterminación de @eisemberg, introduce al observador dentro de la teoría científica y aunque mucho más tardíamente la biología, especialmente la neurofisiología, con los aportes de 0c(ulloch, 0aturana y arela, contribuyen a corroborar el rol activo del observador como parte del sistema de observación, la cibernética de segundo orden es el primer espacio teórico centrado en la pregunta por el obserador .
a cibern!tica de segundo orden da cuenta de este proceso de refle"ión del conocimiento del conocimiento, donde para conocer el cerebro utilizamos...el cerebro, para conocer el lenguaje utilizamos...el lenguaje, es decir donde la recursividad es la norma, donde no hay linealidad posible, solo bucles. Este período contó entre sus má"imos e"ponentes con los aportes de @einz on oerster, arela y 0aturana entre muchos otros que desde diversas perspectivas abrieron la puerta de la complejidad. Este giro epistemológico coincidió con un período en las investigaciones se desarrollaron aceleradamente y que la trama conceptual se fue haciendo más densa. Eso dejo al descubierto algunos =agujeros=. 0uchos investigadores empezaron a plantearse que la estabilidad y el equilibrio %si bien eran aspectos fundamentales% no daban cuenta de las peculiaridades de los sistemas abiertos. os seres vivos, las personas, las sociedades no se mantienen estables eternamente, sino que se transforman, cambian y tambi!n mueren. Estas
=metamorfosis= comenzaron a llamar la atención de diversos
investigadores que comenzaron a integrar progresivamente el estudio del
cambio estructural y de la transformaciones de los sistemas y organizaciones como un nuevo dominio. En el campo de la terapia familiar se destacan los aportes de 0inuchin, 2hita?er,
b0squeda se orientó
hacia la
comprensión del cambio.
as concepciones de 0aturana y arela resultan difíciles de comprender en una primera apro"imación por que rompen con los modelos esencialistas de estructura. a peculiar concepción que estos autores han propuesto se relaciona con su inter!s en los seres vivos, que los llevó a pensar en t!rminos dinámicos, rompiendo así con los modelos clásicos. Estos biólogos% epistemólogos chilenos definen estructura como =los componentes y las relaciones que concretamente constituyen una unidad particular = y organi*ación como' =las relaciones que deben darse entre los componentes
de algo para que se lo reconozca como miembro de una clase específica= 30aturana y arela, 45768. Al focalizar su inter!s en sistemas biológicos, 0aturana y arela, se dieron cuenta que necesitaban tomar en cuenta que la ida es "undamentalmente inter1cambio& mantenimiento y trans"ormación a un mismo tiempo& lo que los llevó a desarrollar los conceptos de auto1 poiesis y auto1organi*ación . $esde ese marco teórico pudieron pensar la
estabilidad y el cambio solidarios en un sistema. )us trabajos permitieron abordar la cuestión pensando en t!rminos de mantenimiento de la organi*ación con trans"ormación de la estructura .
Este enriquecimiento en la modelización permite pensar la tarea terap!utica desde un lugar paradojal que impide la caída en un círculo vicioso. a familia puede ser pensada como un sistema auto%organizado que acepta un conjunto finito de transformaciones estructurales con conservación de la organización. as crisis, y por lo tanto las consultas, se dan cuando alg#nBos miembroBs,
sienten amenazada la organización familiar. as situaciones críticas no implican cambios en el sentido habitual, sino que se relacionan con transformaciones e"tra%ordinarias que amenazan la identidad del sistema. os pactos, los mandatos, las reglas que han dado coherencia y cohesión al sistema, pueden llegar a constreCirlo, ahogarlo, asfi"iarlo hasta que se llega a una crisis. a terapia familiar al incorporar estos aportes de 0aturana y arela, se abre a una nueva dimensión del pensamiento estructural, lejos de la rigidez de las estructuras eternas y más cerca de la dinámica de los seres vivos, que conjuga estabilidad y cambio. os aportes de Dlya comienza cuestionando el dictum clásico de =que el todo es más que la suma de sus parte= y propone reemplazarlo por otro que !l ha acuCado' 2el todo es al mismo tiempo m!s y menos que la suma de sus partes23 Esto es así
porque toda organización implica la aparición de propiedades emergentes %en el todo y en las partes% y tambi!n constre4imientos, p!rdida de grados de libertad de las partes, inhibición de ciertas potencialidades. En palabras de 0orin' = &oda asociación implica constreCimientos' constreCimientos ejercidos por las partes interdependientes las unas de las otras, constreCimientos de las partes sobre el todo, constreCimientos del todo por las partes. $esde esta concepción de las organizaciones complejas la interrelación determina propiedades que no están presentes en cada uno de los elementos aislados, así como cada relación constriCe alguna propiedad de cada elemento=. 30orin, 45748 Esta perspectiva compleja de 0orin nos lleva por senderos hasta ese momento insospechados' =$esde que se concibe el sistema, la idea de unidad global se impone hasta tal punto que ciega, lo que hace que a la ceguera reduccionista
3que no ve más que los elementos constitutivos8, le suceda una ceguera holista 3que no ve más que el todo8= 30orin, 45748. a terapia familiar, tambi!n ha sufrido esta ceguera holística, y en algunos casos el síntoma persiste y a veces de manera muy aguda. a focalización en las interacciones familiares, llegó a borrar la noción de sujeto, en lugar de complejizarla desde una perspectiva dinámica y multidimensional. 0ara )elvini <, podemos destacar que, ya desde el principio en 45GH, se pensaba que la familia consultaba cuando alguno o varios de sus miembros sentía que un =invariante estructural= estaba amenazado. ;nos aCos despu!s, la misma situación podría describirse desde un modelo auto%organizativo como que la familia sentía amenazada su organización. as perturbaciones a las que la familia estaba sometida iban mucho más alla de un cambio estructural y llegaban a comprometer su identidad como organización familiar. 0uchos de los desarrollos de la terapia familiar se han basado en la refle"ión continuada sobre lo qu! pasa en el ámbito terap!utico. El hecho de trabajar en consultorios con espejo unidireccional 3(ámara de +esell8 a trav!s del cual se observa la relación entre el terapeuta y la familia, ha sido uno de los recursos que han posibilitado esta evolución permanente de las modelizaciones. En los
#ltimos aCos el abordaje sist!mico ha intentado superar la ceguera holística y a comenzado a valorar más lo individual dentro del sistema. $esde esta nueva mirada se ha comenzado a concebir al ser humano entramado en sus relaciones. )i nosotros pensamos que el sistema se mantiene a trav!s de relaciones que posibilitan emergencias conductuales, para que se consoliden nuevas conductas hacen falta nuevas relaciones. (ualquier cambio, para ser efectivo, necesita de relaciones donde a partir de las cuales surgir, nutrirse, enraizarse. Estas relaciones pueden pensarse como un 25uego "amiliar2 donde los participantes interact#an con =movidas=, pensamientos, acciones, sentimientos, en un tiempo, espacio definido cumpliendo reglas cuyo significado y objetivo no siempre está claro para los participantes. Estos juegos constituyen una modalidad de organización de las relaciones entre los individuos participantes que evoluciona en el tiempo. ;n individuo hace cierto =movimiento= porque tiene ciertas motivaciones, y tiene ciertas motivaciones porque participa en un determinado juego que le permite solamente determinadas movidas. (on esto no consideramos para nada que los jugadores individualmente persigan siempre fines bien definidos. os seres humanos que participan en un juego intercambian palabras, acciones y pasiones. as características de este intercambio dependen del lugar y función de cada uno en el juego. ugar y función que debería evolucionar con el tiempo, pero que a veces se =estanca= produciendo sufrimiento. El hecho de que el sujeto tome conciencia y acceda al saber de su lugar y su función en el =juego= familiar es el objetivo central de esta clínica sist!mica compleja en el supuesto de que sólo desde este saber el ser humano podrá participar en un cambio, que se mantendrá desde un saber compartido y un querer cambiar tambi!n compartido. Al decir saber no estamos hablando de un ejercicio puramente intelectual, se trata de un saber multidimensional, que incluye y
e"cede largamente a los conocimientos conscientes, para enraizaerse en la sabiduría de vida. &odos los miembros de una familia están e"puestos a permanentes estímulos impredescibles que convierten el devenir vital en una mezcla compleja de orden y caos. El orden está dado por los sistemas de creencias y reglas que cada grupo familiar ha acuCado en el curso de generaciones y que hace a lo que denominamos estructura
familiar. El caos que se gatilla frente a
situaciones nuevas, imprevistas, tanto intra%sist!micas, como provocadas por acontecimientos e"tra%sist!micos que impactan a la familia. En este terreno los aportes de
estructuras
fluctuaciones a la dinámica de
formación de tales estructuras. En las descripciones termodinámicas clásicas un sistema
sólo podía evolucionar linealmente hacia un estado final' el
equilibrio.
período caótico, se desorganiza. )in embargo este caos no es mero desorden, sino que es condición de posibilidad de la emergencia de nueas estructuras y pautas comple5as de organi*ación.
as teorías de
para darnos estabilidad pero tambi!n creatividad.
;n mundo imprevisible
totalmente sería inhabitable para ser vivientes y un mundo totalmente estable sería insoportable para seres conscientes. os conceptos de estructura disipativa, orden a a partir del caos, y la posibilidad de pensar en t!rminos de bifurcaciones donde se conjugan la determinación y el azar han impactado fuertemente en todo el campo de la &erapia amiliar. El concepto de estructura disipativa y orden por fluctuaciones, permite pensar la historia de transformaciones del sistema en su especificidad. a estabilidad y el equilibrio ya no pueden ser vistos como metas, y el desequilibrio no es fuente de sufrimiento e"clusivamente sino parte de un proceso de complejización. A su vez las relaciones intra e intersist!micas pueden desplegarse en una metáfora diferente donde el conflicto es tambi!n oportunidad y un =estado cualquiera de una familia no es lo que le corresponde seg#n su estructura= sino el =estar en que se encuentra en una dinámica de transformaciones posibles=. En este pasaje de la primera a la segunda cibern!tica, de la simplicidad a la complejidad y de una estructura estática a una modelización dinámica la mirada se va trasformado, y nuestro mundo
con ella. )iempre pueden
observarse conductas reguladoras, homeostáticas, reglas, redundancias, y por otro lado conductas que desvían, que producen crisis, caos, inestabilidad. )in embargo, desde un marco conceptual de la primera cibern!tica las cosas se ven de manera muy diferente que desde un enfoque de la complejidad. as dimensiones en que se piensa el sistema y su dinámica han cambiado, las relaciones entre estabilidad y cambio, entre sistema y conte"to, entre familia y sujeto se ha ido sofisticando, han adquirido volumen, se han enriquecido con nuevas dimensiones. a cibern!tica de segundo orden nos enfrenta al desafío de las paradojas. 1unca podremos salir de ellas si mantenemos las premisas con las que las hemos creado.
como una oportunidad para el cambio. $esde esta mirada, las parado5as se conierten en compuertas eolutias . (uando nos damos cuenta que las
paradojas son ofuscaciones lógicas sólo para el sistema de premisas y los escenarios cognitivos en los cuales ha emergido, y aceptamos el punto de vista de que hemos llegado a una situación paradojal porque nuestro sistema conceptual ha encontrado un borde, podemos utilizar la paradoja como compuerta evolutiva para el cambio. as paradojas como tales no tienen solución en los t!rminos en que se han planteado, pero pueden =disolverse= si cambiamos las concepciones en las cuales se basan y nos abrimos a nuevas dimensiones del pensamiento y de la vida. $esde este bucle recursivo que abrió la pregunta por el observador y que rompió con las descripciones estáticas estamos empezando a vislumbrar el otro lado de la compuerta' nos espera el paisaje de la complejidad.
)acia la Comple5idad: a complejidad no es una meta a la que arribar. Es una forma de abordaje, un estilo cognitivo, un proyecto siempre vigente. Es por ello que situados desde la compuerta evolutiva que abrió la (ibern!tica de )egundo Frden, nos disponemos a lanzarnos de lleno al mar de la (omplejidad, dispuestas a surcar algunos de los afluentes que han ido conformando nuestra peculiar mirada sobre el sujeto, los vínculos y el mundo humano en el que convivimos. 1o e"iste, ni podría e"istir ;1A &eoría $e a (omplejidad. #ues la comple5idad es multi"acética& din!mica& multidimensional. )in embargo, es
posible complejizar nuestra mirada. En las #ltimas dos d!cadas, se han ido desarrollando diversas lineas de investigación que coinciden en utilizar enfoques que nos abren la posibilidad de pensar un ;niverso abierto, en donde el azar y la necesidad se conjugan para darnos estabilidad pero tambi!n creatividad, enfoques que intentan pensar tanto el ser como el devenir.
en"oques comple5os como un modo de tratar la diersidad& pensar las articulaciones& dar lugar a la multidimensionalidad de los sistemas y a su eolución din!mica pero reconociendo las di"erencias y el alor de mantenerlas.
una propuesta de navegación
conceptual y vivencial que nos permita producir sentido en un mundo convulsionado como el que nos ha tocado vivir. Es por eso que en l os pró"imos apartados iremos planteando cuales son los ríos que a nuestro buen saber y entender nos van llevando hacia ese mar cambiante de la complejidad. *efle"ionaremos sobre las formas de historización, sus límites y posibilidades y los aportes de 1ietszche, oucault, ebre y otros pensadores que abrieron nuestra mente a nuevas formas de historizar para, finalmente intentar pensar algunos bordes que configuran la e"periencia de la subjetividad' el diálogo, el poder y la !tica, para abordar luego el entramado complejo del que emerge el sujeto.
,n"oque )istórico JKu! significa tener en cuenta la historia desde una perspectiva de la complejidadL J
3ebre, 455I8. Son las narraciones las que constituyen la trama de lo que concebimos como nuestra historia.
a historia no habla por si misma sino a trav!s de los hombres. o que llamamos pasado no es un conjunto de hechos%huella, sino una construcción. &oco nos interesan las =reconstrucciones racionales=, que suponen ingenuamente la posibilidad de trabajar la =materia histórica= sin perturbarla ni ser perturbado. as reconstrucciones no puede ser meramente racionales, porque el hombre no lo es' porque estamos atravesados por la emoción y la imaginación, y no podemos desconectar la lógica de nuestras e"pectativas, nuestros pre%juicios, nuestros valores. 0ar", 1ietzsche y reud, abrieron las puertas para empezar a pensar =otras historias=. 0ar" integró la dimensión social, reud amplió nuestra mirada hacia los espacios que están más alla de la conciencia, y 1ietzsche inaugura la posibilidad de pensar el acontecimiento y la emergencia. inalmente, el giro espistemológico que inaugura el enfoque de la complejidad, nos ha ubicado para siempre en un mundo donde somos responsables de nuestras narraciones, de nuestras historias y de nuestras construcciones. @echas estas aclaraciones, estamos en condiciones de enfrentarnos a la paradoja del historiar' J(ómo no caer en el anacronismo y juzgar el pasado con las categorías actuales, ni en la ingenuidad de las suposiciones asc!ticas que pretenden la posibilidad de historiar sin categorizarL. ;n terapeuta que quiera dar cuenta de la complejidad humana no puede sentirse ajeno al desafío que nos plantea esta paradoja. El anacronismo nos lleva hacia una historia congelada, #nica, que en un movimiento retrógrado proyecta en el pasado los conocimientos actuales. $esde nuestra perspectiva, se trata entonces de aprender a ejercer una "unción histori*ante, que permita dar forma sin congelar, que est! abierta a
m#ltiples perspectivas, que se aleje de la ilusión perversa de completud, y fundamentalmente que admita el lugar activo y fundante del historiador y su
propio discurso, y que a la vez permita emerger una producción de sentido rica, f!rtil, creativa. El t!rmino historia proviene del griego y significa =conocimiento adquirido mediante
investigación=,
=información
adquirida
mediante
b#squeda=.
todos los episodios de la historia será por el contrario ocuparse en las meticulosidades y en los azares de los comienzos= 3oucault, 45568 . a función historizante del terapeuta imbuido en el espíritu genealógico no buscará una causa, una estructura, un origen abstracto, sino que se arriesgará a ver las lagunas, las discontinuidades, los lapsus, por donde podrán emerger nuevas historias. > así como el genealogista necesita la historia para conjurar la quimera del origen, el terapeuta la utiliza como herramienta que permita la construcción de un devenir. Al ejercer la función historizante a la manera genealógica, nos damos la posibilidad de que emerjan otros mundos posibles. Al derretir las =historias oficiales=, se abren paso nuevas preguntas que van dando lugar a otras historias, con caminos encabalgados, entrecruzamientos, nudos, cimas y hondonadas, lagunas y retroacciones. amos construyendo la historia como una red "luida que incluye al historiador y su conte6to , pero que no busca
en el pasado un espejo que le muestre Mcómo ha evolucionadoM, sino una raíz intrincada de la que ha surgido en un medio nutricio, en un entramado de relaciones. Ahora bien, desde una perspectiva que concibe a la historia como red fluyente' JKu! es y cómo se construyen historias en la clínicaL JEs el terapeuta un historiadorL A pesar de que, desde su lugar ejerce activamente la función historizante en relación a su capacidad y posibilidad de plantear preguntas, cuestionamientos que abran la densa malla de la historia oficial de la familia, historia estructurada, congelada, desvitalizada no creemos adecuado concebir al terapeuta como un historiador. $esde el momento que una familia consulta, podemos pensar que la =historia oficial= que esa familia se cuenta está haciendo obstáculo al devenir de ese sistema, al crecimiento de sus miembros. El terapeuta no puede apropiarse de esa historia, no tiene un conocimiento trascendente de ella. )in embargo, ocupa un lugar desde el cual puede abrir espacios para la emergencia de nuevas narraciones a construir por la familia.
El lugar del terapeuta desde la perspectiva de la complejidad no se confunde con el del historiador%buzo, que se sumerge en las profundidades y encuentra el tesoro escondido, la causa de todos los males y la e"tirpa. 1o se sumerge en la historia para buscar un origen, una estructura eterna, sino para encontrar cómo se ha anudado una cierta trama, qu! puntos han quedado sueltos, que otras historias podrían emerger. a función historizante no busca ;1 origen porque no concibe tal cosa. /usca comienzos, procedencia pero no busca síntesis, e"plicaciones acabadas, mecanismos causales y por eso no encuentra =nada que e"tirpar=. $ice oucault' = El análisis de la procedencia permite disociar al >o y hacer pulular, en los lugares y plazas de su síntesis vacía, mil sucesos perdidos hasta ahora.=3oucault, 45568 ejos de los sistemas totales %y por tanto totalitarios%, esta historia como devenir y no como identidad desplegada, se abre a la función dialógica en la medida en que acepta ponerse en contacto con la diferencia y no solo con la semejanza, no piensa sólo en t!rminos de determinación sino que se abre a lo indeterminado que le lleva a tomar contacto con lo m#ltiple, con las voces silenciadas, con los recuerdos dormidos, con narraciones sin terminar, con fabulaciones alternativas. &omando prestadas palabras de )artre =ya no se trata tanto de lo que la historia ha hecho con nosotros, sino de qu! somos capaces de hacer nosotros con eso que nos han hecho=. El ser humano es autónomo en la medida en que se adueCa de su capacidad historizante. )u autonomía, aunque se enraiza en m#ltiples relaciones, está abierta al devenir cuando se da cuenta de que =ese pasado congelado= puede ser derretido, tajeado, reorganizado. )in embargo, para hacer esto tiene que hacer violencia sobre esas narraciones duramente estructuradas, sobre los flujos de poder y las emociones que las sustentan para dar lugar a la emergencia. (uando dejemos de concebir la historia como algo más que un depósito de an!cdotas ordenadas cronológicamente, o como un justificativo o =deificación
del presente con ayuda del pasado= 3ebre, 455I8 es posible abramos a m#ltiples producciones de sentido. *eci!n cuando somos capaces de romper con el determinismo, cuando nos damos cuenta que no =recordamos= el pasado sino que lo reconstruimos, cuando aceptamos que al historizar, el hombre =toca con su varita, para resucitar, algunas partes determinadas del pasado' aquellas que tienen valor para el ideal al que sirve el historiador, y en un momento concreto...= 3ebre, 455I8 podemos abrirnos al devenir, al cambio, a la transformación.
nosotros somos parte de su condición de posibilidad, pero no agentes causales de la emergencia, porque =1adie es responsable de una emergencia, nadie puede vanagloriarse !sta se produce siempre en el intersticio=3oucault, 45568.