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ROBINSON CRUSOE: BURGUESIA
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Facultad de Fi'os::lf!a y Humanidades - U.N.
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CARLOS PEREZ EDITOR
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Colección a cargo de Antonio Traducción:
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1969. Carlos Pérez Editor S. A.
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PRESENTACION
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BUENOS
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Viajero y enciclopedista. son dos de las connotaciones fundamentales que se advíerten en un primer acercamiento al Bobinson. de Defoe: la primera por sus alardes y artilugios geográficos y por su visión cuantitativa de lo informativo, la segunda. Pero si hay alguna categoría que las abarca, necesariamente nos reenvía a la potencia imperialista que se expande con la Inglaterra de Mambrú, del parlamentarismo y del protoindustrialismo de Manchester (que si por un lado acepta a los Borbones en España, por e1 otro impone en Buenos Aires el tratado de Asiento. Esto es: el monopolio de esclavos en el Río de la Plata). y sus correlaciones en el interior del texto de Daniel Defoe: el tratamiento que le otorga: Robinson al esclavo Viernes, la alternada pero sistemática crítica a España y las estrategias que se adoptan ante la propiedad: "Mi reino, mi isla, donde no hay que dejar que crezca el trigo más allá de mis necesidades". O mirando más de cerca: el viajero laico e imperial que es Defoe ha aprendido a superponer sus ambiciones de propietario con sus urgencias de necesidad: Ya no fabula utopías; prefiere organizar fac-
HECHO EL DEPÓSITO DE LEY IMPRESO EN ARGENTINA • PRINTEO IN .ARGENTINA
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torías (nítida señal del tránsito que se ha ido operando entre la aventura renacentista y la mesura neoclásica). De la misma manera se da la relación con el trabajo: en esa dimensión, quien resuelve es el hombre que asume su esfuerzo, lo sublima y mitifica, pero para dejar definitivamente de lado todo lo que suene a apelación a la Providencia. El proceso de antropocentrismo como desalojo de un teologismo medieval se iba a superponer con el total predominio del Iluminismo. Y la convicción en los utensilios y las. máquinas posibles no sólo aludirían al proceso de la Revolución Industrial, sino también al deterioro de la plegaria: los salmos se utilizan cada vez menos en el mundo robinsoniano en beneficio de la acción de gracias. No por nada para un hombre como Defoe Dios es un gentleman más. Correlativamente las referencias al tiempo como brusquedad final en la muerte se disuelven para dar pasO' a la instauración del horario. La teleología se revierte en función y provecho de la administración, de la eficacia y el único pecado reconocido como tal, es el del Ocio. ¿En qué otro contexto adquirirían sus significacio.nes más hondas la aparente coincidencia de que tanto Robinson como Moll Flanders (la otra protagonista memorable de Defoe) se vean a sí mismos 8
concluyendo propietarios,
sus itinerarios como como plantadores?
A.
grandes
J. ,C.
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Novela, capitalismo y protestantismo
Facultad de Fl'osof[a y Humanldadea . U.
BffiLIOTECll"ELHA K. de EST¿ ~B U" La preocupación seria por parte de la novela acerca de la vida cotidiana de la gente común, parece depender dé dos importantes condiciones generales: l. la sociedad debe valorar a todo individuo lo bastante como para considerarlo el tema apropiado de su literatura seria; y 2. debe haber una variedad suficiente de creencia y acción entre la gente común como pan que un relato detallado sobre ellos resulte de interés para otra gente común, los lectores de novelas. Es probable que hasta hace poco tiempo no se hayan dado en forma amplia ninguna de estas condiciones para la existencia de la novela, porque ambas dependen del crecimiento de una sociedad que se caracteriza por el vasto complejo de factores interdependientes que se denotan mediante el término "individualismo". Hasta la palabra es reciente: se comienza a usar sólo desde mediados del siglo XIX. Sin duda, en todas las épocas y en todas las sociedades hubo "individualistas" en el sentido de egocéntricos, originales o visiblemente independientes de los hábitos y opiniones corrientes; pero el concepto individualismo implica mucho más que esto. Ubi,>
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ca a toda una sociedad guiada fundamentall~en~e ~or la concepción de la independenCIa mtnnseca de todo individuo, tanto respecto de otros individuos, como de la múltil?le fideHda~ a los esquemas de pensamiento y accion pasados, denominados con la pal~bra "tra~ici?~" -fuerza que siempre es SOCIal,y no individual. A su vez, la exist~ncia de semejante sociedad, depende obv~~mente un tiP? ,especial de organizacion economica y política y de una ideología adecuada; más específicamente: de una orga~ización eco~ómica y política que proP?;rClOne~ sus miembros un campo de eleccion ampho en sus acciones, y de una ideología fundada primordialmente, no sobre una tradición del pasado, sino sobre la autonomía del individuo, con prescindencia de su status social particular o de su capacidad per~onal. Por lo general, se acepta que la socIe.dad moderna es singularmente individualista en estos aspectos, y que de las muchas causas históricas de su emergencia, dos SO~lde primordial importancia: el surgimiento del capitalismo industrial moderno y la difusión del protestantismo, especialmente en su forma calvinista o puritana.
?e.
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Individualismo filosófico: Hobbes y Locke
El capitalismo determinó un gran incremento de la especialización económica; y esto, combinado con una estructura social menos rigída y homogénea, y un sistema político menos absoluto y más democrático , ' aumento enormemente la libertad de elección individual. Para aquellos totalmente expuestos al nuevo orden económico, la entidad efectiva sobre la que se basaba ahora la disposición social, no era ya la familia, ni la iglesia, ni el gremio, ni el municipio, ni unidad colectiva alguna, sino el individuo: sólo él era el responsable fundamental en la determinación de sus propias funciones económicas, sociales, políticas y religiosas. Resulta muy difícil señalar en qué momento este cambio de orientación empezó a afectar a la sociedad en su conjunto: probablemente no haya sido hasta el siglo XIX. Pero sin duda, el movimiento comenzó mucho antes. En el siglo XVI, la Reforma y el surgimiento de estados nacionales, amenazó en forma decisiva la homogeneidad social sustancial de la cristiandad medieval y según las famosas palabras de Maitland, "por primera vez, el Estado Absoluto enfrentó 13
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al Individuo Absoluto". No obstante fuera de la esfera política y religiosa, el ~ambio era lento, y es posible que hasta el posterior d.esarrollo del capitalismo industrial, .especIalmen~e en Inglaterra y los Países Bajos, n? surgIera una estructura económica y social fundamentalmente individualista, que comenzara a afectar una parte considerable aunque no una mayoría total de la población. Por lo general, se. acepta que las bases del nuevo orden fueron establecidas en el período inmediatamente posterior a la Gloriosa Revolución de- 1689. Las clases comerciales e industriales, que fueron los primeros agentes portadores del orden social individualista, habían logrado un mayor poder político y económico, y este poder se reflejaba ya en el dominio literario. Hemos visto también que las clases medias urbanas se hacían cada vez más importantes dentro del público lector, y al mismo tiempo la literatura comenzó a 'Contemplar con preferencia al comercio y la industria. Este constituía más bien un nuevo desarrollo. Escritores anteriores, como por ejemplo Spencer, Shakespeare, Donne, Ben J onson y Dryden, se inclinaron a apoyar el orden económico y social tradicional y atacaron muchos de los síntomas del individualismo emergente. Sin embargo, a comienzos del siglo XVIII, Addíson, Steele y Defoe, en forma algo ostentosa, ponían el sello de la aprobación li14
teraria sobre los protagonistas del individualismo económico. La nueva orientación era igualmente evidente en el dominio filosófico. Los grandes empiristas ingleses del sig10 XVII eran tan profundamente individualistas en su pensamiento político y ético, como en su epistemología. Bacon pensó que señalaba un comienzo verdaderamente nuevo en la' teoría social aplicando su método inductivo a una acumulación de datos verdaderos acerca de una gran cantidad de individuos particulares \ Hobbes, presintiendo también que trataba un tema que no había sido abordado en forma correcta hasta el momento, fundó su teoría política y ética sobre la constitución psicológica primordialmente egocéntrica del individuo 2, mientras que Locke, en sus Two Treatises of Government ( 1690) construyó el sistema de clase del pensamiento político sobre la irrevocabilidad de los derechos individuales, como los más tradicionales de la Iglesia, la Familia o el Rey. El hecho de que estos pensadores fueran la vanguardia política y psicológica del incipiente individualismo, así como los pioneros de su teoría del conocimiento, sugiere en qué medida estaban ligadas sus nuevas orientaciones, tanto en sí mismas 1 Advancement of Leaming, Libro 11, especialmente cap. 22, seco XVI y cap. 23, seco XIV. 2 Elements of Law, Pt. 1, cap. 13, seco 111.
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I
como en relación a las innovaciones de la novela. Pues, así como existe una congruencia básica entre la naturaleza no-realista de las formas literarias griegas, su enfoque profundamente social, cívico, o moral, y su preferencia filosófica por lo universal, de la misma manera la novela moderna está estrechamente relacionada por un lado, a la epistemología realista del período moderno, y por el otro, al individualismo de su estructura social. En las esferas literaria, filosófica y social, del mismo modo que en el enfoque clásico-de lo ideal, lo universal y lo colectivo se han desplazado completamente, y el punto de vista moderno está ocupado por el particular opuesto, el sentido directamente aprehendido, y el individuo autónomo. Defoe, cuya ubicación filosófica tiene mucho en común con los empiristas ingleses del siglo XVII, ex-presó los distintos elementos del individualismo en forma más completa que cualquier escritor anterior, y su obra ofrece una demostración original del nexo entre el individualismo en sus diversas formas y el surgimiento de la novela. Este nexo resulta particularmente claro y explícito en su primera novela, Robinson Crusoe.
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EI"homo
reconomicus"
Robinson Crusoe ha sidó utilizado en forma muy apropiada por mu6hos teóricos economistas para ilustrar el hamo economicus. Así como la "entidad política" era el simbolo de la fo¡:ma comunal de pensamiento típica de sociedades anteriores, del mismo modo el "hombre económico" simbolizó el nuevo enfoque de individualismo en su aspecto económico. Adam Smith ha sido acusado de su invención. En realidad, el concepto es más antiguo, pero resulta natural que haya aparecido en primer plano en forma de abstracción que expresa el individualismo del sistema económico en su conjunto, en el momento en que el individualismo de ese mismo sistema llegó a una etapa avanzada de desarrollo. No hace falta demostrar que, al igual que otros personajes de Defoe, como Moll Flanders, Roxana, el coronel Jacque y el capitán Singleton, Robinson Crusoe constituye la encarnación del individualismo económico. Todos los personajes de Defoe persiguen dinero, que él denomina en forma característica, "el artículo que todo domina en el 17
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mundo"], y lo persiguen muy metódicamente, según la contabilidad de pérdidas y ganancias que Max Weber consideró como el rasgo técnico distintivo del capitalismo moderno 2. Observamos que los protagonistas de Defoe no tienen necesidad de aprender esta técnica; sean cuales fuesen las circunstancias de su nacimiento y educación, lo llevan en la sangre, y nos mantienen más ampliamente informados de sus sumas de dinero y mercancías que cualquier otro personaje de la ficción. La conciéricia contable de Crusoe, sin duda, estableció una efectiva prioridad sobre sus otros pensamientos y emociones; cuando su mayordomo portugués le ofrece 160 moidores para paliar sus dificultades momentáneas, Crusoe dice: "Apenas podía retener mis lágrimas mientras él hablaba; por fin tomé 100 moidores, y :pedí una lap!,cera y tinta para da;le un recibo por ellos . La contabilidad es sólo un aspecto del tema central en el orden social moderno. Nuestra civilización en su conjunto, se basa en relaciones contractuales individuales, opuestas a las relaciones orales, tradicionales, co-
lectivas de las sociedades anteriores; y la concepción del contrato desempeñó una parte importante en el desarrollo teórico del individualismo político. Se había perfilado en forma preeminente en la lucha contra los Estuardos y cuidado celosamente en el sistema político de Locke. En verdad, Locke sostenía que las relaciones contractuales. comprometían aún en el estado natural 3, observamos que Crusoe actúa como un buen partidario de Locke: cuando otros llegan a la isla los obliga a aceptar su dominio mediante contratos escritos, confirmando así su poder absoluto (aún cuando previamente se nos ha dicho que no tenía más tinta) 4.
(J
Review, III (1706), NQ 3. . ., The Theoru of Social and Econom~c Org~msat~on, trad. Henderson y Parsons, New York, 1947, pags. 1861
2
1 B '1 •• (N. del T.) Moneda de oro de Port~ga" y rasl, que se usó entre 1640 y 1732; del portugues moeda d
202
ouro",
18
La Inglaterra del siglo XVIII
Pero la, primacía de las motivaciones económicas, y la reverencia innata por la contabilidad y la ley de contrato, no son de manera alv.una los únicos temas en los que " Robinson Crusoe representa un símbolo de los procesos ligados al surgimiento del individualismo económico. La hipóstasis de la 3 Segundo tratado, "Essat] ment", seco 14. 4 Life, pág. 277, 147.
concerning. ..
Civil Govem-
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motivación económica impone lógicamente una devaluación de otras formas de pensamiento, sentimiento y acción: las diversas formas de relación grupal tradicional, la familia, el gremio, el pueblo, el sentido de nacionalidad: todos están debilitados, y también lo están las exigencias contendientes de la realización y diversión individual noeconómica, que van desde la salva?~ó~ espiritual a los placeres de la recreacion . Este reordenamiento inclusivo de los componentes de la sociedad humana tiende a aparecer allí donde el ·capitalismo industrial se convierte en la fuerza dominante dentro de la estructura económica 2 y naturalmente resultó evidente en particular en sus orígenes en Inglaterra ..Alrededor de ~ediados del siglo XVIII, Slll dud; se hab~a convertido casi en un lugar comun. Por ejemplo, Goldsmith, describió así las concomitantes de la libertad jactanciosa ge Inglaterra en The
TraVl~Ller (1764): That independence Britons prize too high! . Keeps man from man, and breaks the SOCIalhe; The self.dependent lordlíngs stan.d. alone, AH claims that bind and sweeten lífe unknown; Here by the bonds of natur~ Ieeb'y held, Minds combat minds, repellmg and repell d ... 1 V. Max Weber, The Protestara Ethic a~ the Spirit of Capitalism, trad. Parsons, London, 1930, pags. 59~76; Social and Economíc Organisation, pág~. 341-354~ 2 Ver, por ejemplo, Robert Redheld, Folk Culture of Yucatan, Chícago 1941, págs. 338-369.
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.'
Nor this the worst. As nature's ties decay, As duty, lave, and honour fail to sway, Fictitious bonds, the bonds of wealth and law Still gather strengrh, and force unwilling aw~.3 o
A diferencia de Goldsmith, Defoe no 'es un enemigo manifiesto del .nuevo orden, por el contrario; sin embargo, hay mucho en Robinson Crusoe que confirma la descripción de Goldsmith, como puede percibirse en el tratamiento por parte de Defoe de las relaciones grupales tales como la familia o la nación. La mayoría de los protagonistas de Defoe, o no tienen familia, como Moll Flanders, el coroxel J acque o el capitán Singleton; o la dejan cuando muy jóvenes para no volver más, como Roxana y Robinson Crusoe. No puede atribuirse deinasiada importancia a este hecho, ya que las historias de aventuras exigen la ausencia de lazos sociales convencionales. Pero, al menos en Robinson Crusoe, el protagonista tiene hogar y familia, y la deja por la clásica razón del horno Cl?conO'Op. cit., 11, 339-352. o Esa independencia que tanto valoran los británicos / Aparta al hombre del hombre y rompe el vínculo social I Los hidalguillos se quedan solos / Todo clama esa atadura, y dulce vida desconocida; aquí mantenida débilmente por los lazos naturales I Las mentes luchan con las mentes; rechazan, son rechazadas / No es lo peor. Mientras declinan los lazos naturales / Mientras el. deber, el amor y el honor no logran dirigir I Los vínculos ficticios, los de la riqueza y la ley / Reúnen su fuerza aún, y provocan indeseado temor. . 3
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micus: debe mejorar su situación económica. "Algo fatal en esa propensión natural" lo llama al mar y la aventura, y contra el "establecerse en un negocio" en el rango social en el que nació "el rango superior de la baja vida", y esto, a pesar del panegírico que hace su padre de dicha condición. Más tarde, considera esta falta de "deseos limitados", esta insatisfacción con "el estado donde lo han situado Dios -y la naturaleza" como su "pecado original" 4.' No obstante, entonces el argumento entre ~~s padres y él resultaba un debate, no sobre el deber filial o la religión, sino acerca de si irse o quedarse parecía ser lo más ventajoso materialmente: ambas palies admiten la argumentación económica como prioridad y por supuesto, Crusoe gana por su "pecado original", y se hace más rico que su padre.
Pecado y status
El "pecado original" de Crusoe, en realidad es la tendencia dinámica del mismo capitalismo, cuyo objetivo no es solamente el de mantener el statu quo, sino el de transformarlo sin cesar. Abandonar el hogar, me-
jaral' la cuota que le corresponde por nacimiento, constituye un rasgo vital del modelo individualista de vida. Puede ser considerado como la encarnación económica y social del "malestar", que Locke había 'colocado en el .centro de -su sistema de motivación ', un malestar cuya existencia al contrario del enfoque de Pascal, era. el índice de la miseria sobrellevada¡ por el mortal. "Todo el infortunio del hombre reside en un simple hecho: que no puede permanecer tranquilo en su propia habitación" había escrito Pascal 2. El protagonista de Defoe está lejos de coincidir con esto. Aún cuando viejo, Crusoe nos cuenta como: " ... ya que nada se ofrece, y al ver que cuando se está en movimiento y comerciando, la ganancia es mucha y puedo afirmar, segura, encontraba más placer en eso, y más satisfacción para la mente que sentarme tranquilamente, .cosa que especialmente a mí, me resulta la parte más infeliz de la vida" 3. Así en Farther Adventures, Crusoe emprende otra Odisea lucrativa: La tendencia fundamental del individualismo económico, entonces, le impide a Crusoe atender a los lazos de familia, sea en 1
22
Lite, págs. 2-6, 216.
Understanding,
Libro 11, cap. 21, seco XXXI-
] Pensées, NI' 139. Farther Adventures of Robinson ken, London, 1902, pág. 214. 3
4
Human
LX. Crusoe,
ed.
Ait-
23
,
calidad de hijo o de marido. Esto está en directa contradicción con la gran importancia que otorga Defoe al plano social y religioso de la familia en sus obras didácticas como Family Instructor, pero sus novelas reflejan práctica, no teoría, y asignan a estos lazos una función menor v totalmente obstructiva. .1
Un examen racional de nuestro propio interés económico puede conducirnos a estar tan poco ligados por lazos nacionales como familiares. Sin duda, Defoe valoró a los individuos y a los países del mismo modo, primeramente por sus méritos económicos. Así, una de sus declaraciones más patrióticas asume una forma característica: manifiesta que sus compatriotas reciben un mayor rendimiento productivo por hora que los trabajadores de cualquier otro país 4. Observamos que Crusoe, a quien Walter de la Mare ha denominado justamente la afinidad electioa de Defoe 5 exhibe xenofobia principalmente cuando están ausentes las virtudes económicas. Cuando éstas están presentes -como en el gobernador español, un cura papista francés, o un fiel agente comisionado portugués- no escatima su elogio. Por 4 A Plan of the English Commerce, págs. 28, 31-32. 5 Desert Islaruls and. Robinson Crusoe, pág. 7.
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Oxford, 1928,
otra parte, condena a muchos ingleses, como a los pobladores de la isla, por carecer de una industria. Uno siente que Crusoe no está atado a su país por vínculos sentimentales, como no lo está a la familia; está 'satisfecho con la gente, -sea cual fuere su nacionalidad- que sirve parar hacer negocios; y siente, como Moll Flanders, que "con dinero en el bolsillo, uno siempre está en su casa" 6.
El viaje imperial
Lo que al principio parece ubicar a Robinson Crusoe en la categoría casi especial de "Travel and Adventure", no lo hace totalmente. La confianza del argumento en el viaje, tiende a asignar a Robinson Crusoe una posición algo periférica en la línea de desarrolló de la novela, ya que arranca al protagonista de su ubicación habitual dentro de una estructura estable y coherente de relaciones sociales. Pero Crusoe, no es un simple aventurero sin rumbo, y sus viajes, como su libertad respecto de los vínculos sociales, son sólo casos algo extremos de tendencias que son normales en la sociedad mo-
London, 1930, 6
Moll Flanders,
ed. Aitken, London, 1902, 1, 186.
25
derna en su conjunto, ya que, al hacer de la ganancia una motivación primordial, el individualismo económico ha aumentado en gran medida la movilidad del individuo. Más específicamente, la carrera de Robinson Crosoe, tal oomo lo ha demostrado la moderna erudición \ se basa en algunos de los innumerables volúmenes que relataban las hazañas de esos viajeros que en el siglo XVI contribuyeron al desarrollo del capitalismo, al abastecer de esclavos y productos tropicales, de los que dependía la expansión comercial, y quienes continuaron el proceso en el siglo XVII al desarrollar las colonias y los mercados mundiales de los que dependía el futuro progreso del capitalismo.
de las relaciones tanto personales como de grupo, y en especial las fundadas en el sexo; porque el sexo, como señaló Weber 2, al ser uno de los factores no racionales más poderosos en la vida del hombre, constituye una de las amenazas potenciales más fuertes para la determinación racioña] del individuo que persigue objetivos económicos, .y por lo tanto, como veremos, ha sido situado bajo controles particularmente fuertes en la ideología del capitalismo industrial.
Amor, sexo y mercantilismo
De ahí que el argumento de Defoe exprese una de las tendencias más importantes de la vida de su época, y esto es lo que separa a su protagonista de la mayoría de los viajeros de la literatura. Robinson Crusoe no es, como Autolycus, un comerciante viajero afincado en una vasta pero familiar localidad; ni tampoco es Ulises, un viajero desganado que trata de volver a su familia y a su tierra natal: la ganancia es la única vocación de Crusoe y su territorio es el mundo. La primacía del provecho económico individual tendió a disminuir la importancia
Ciertamente, el amor romántico no ha tenido entre los novelistas mayor antagonista que Defoe. Hasta la satisfacción sexual cuando habla de ello- tiende a ser minimizada; por ejemplo, en The Review, Defoe protesta que "las menudencias llamadas Placer. .. no valían la Penitencia" 1. En cuanto al matrimonio, su actitud se complica por el hecho que la virtud económica y moral en el macho no es garantía de una inversión matrimonial provechosa: en su colonia "como suele suceder en el mundo, (cuál sería el
V r en especial, A. W. Secord, Studíes in the Narratioe Method of Dejoe, Urbana, 1924.
~ Weber, Essaus in Socíology, N. York, 1946, pág. 350. 1 1 (1705), NQ 92.
1
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trad.
Certh
y Milis,
27
final sensato según la providencia de Dios, en tal disposición de cosas, no puedo decirlo) los dos muchachos honestos tenían las dos peores esposas, y los tres réprobos, que ni siquiera valía la pena colgar. .. tenían tres esposas inteligentes, serviciales, pulcras e ingeniosas" \ Sus paréntesis pToporcionan un elocuente testimonio de la seriedad con la que consideraba esta falla en la racionalidad de la Providencia. No es sorprendente entonces, que el amor desempeñe una pequeña parte en la propia vida de Crusoe, y que hasta las tentaciones sexuales sean excluidas de la escena de sus mayores éxitos, la isla. Cuando Crusoe percibe allí la falta de la "sociedad", ruega el consuelo de una compañía, pero observamos que lo que desea es un esclavo macho". Entonces, con Viernes, disfruta de un idilio sin las ventajas de las mujeres -una resolución revolucionaria respecto de las expectativas tradicionales provocadás por las islas desiertas, desde la Odisea al N ew Yorker. Cuando eventualmente Crusoe regresa a la civilización, el sexo aún está estrictamente subordinado a los negocios. Sólo cuando su posición económica está totalmente asegUrada con un viaje posterior, se casa; y todo lo que nos dice de esta aventura: humana
suprema es: "ni para mi menoscabo ni para mi insatisfacción". Sin embargo, esto, el nacimiento de tres hijos y la muerte de su mujer, abarcan sólo la parte primera del discurso que termina con los planes para un • • 4 ' nuevo vIaJe. Las mujeres sólo tienen una, función importante para desempeñar, y é~ta es económica. Cuando los colonos de Crusoe sortean cinco mujeres, se nos informa alegremente que: El que eligió primero en suerte. .. tomó a la que era considerada la más hogareña y madura de las cinco, cosa que provocó regociio entre las otras ... pero el muchacho considerado meior que cualquiera de ellos, esto era enl aplicación y negocios, de qu'ien ellos esperaban ayuda tanto como cualquier otra cosa; y ella demostró ser la meior esposa de toda la partida.
"La mejor esposa de toda la partida". El lenguaje comercial aquí nos recuerda' que Dickens una vez afirmó que según el tratamiento de Defoe hacia las mujeres podía suponerse que él mismo sería "un artículo muy seco y desagradable" 5. Lije, pág. 341. John Foster, Lite of Charles London, 1928, pág. 611 n. 4
5
Dickens,
revised Ley,
~ Farther Adventures, pág. 78. Lite, págs. 208-210, 225.
3
28
29
Esclavatura
y lenguaje.
La misma desvalorización de los factores no económicos puede observarse en otras relaciones personales de Crusoe. A todos los trata en términos de su valor comercial. El caso más claro es el de Xury, el muchacho moro que lo ayudó a escapar de la esclavitud y que en otra ocasión se ofreció a probar su devoción sacrificando su propia vida. Crusoe resuelve "amarlo- para siempre" y le promete "convertirlo en un gran hombre". Pero cuando la suerte los lleva al Capitán portugués, que le ofrece a Crusoe 60 piezas de ocho -dos veces la figura de Judas- no puede resistir el trato, y vende a Xury como esclavo. Es verdad que tiene escrúpulos momentáneos, pero éstos son satisfechos fácilmente con la promesa de que su nuevo amo "lo libere en diez años si se convierte al cristianismo". Más tarde, sobreviene el remordimiento, pero sólo cuando las faenas de su vida isleña hacen más valiosa la fuerza humana que el dinero 1. Las relaciones de Crusoe con Viernes son similarmente egocéntricas. No le pregunta 1
30
Lite, pág. 27, 34-36, 164.
su nombre, sino que le da uno. Hasta en el lenguaje -el medio por el cual los seres humanás pueden lograr algo más que las relaciones animales, como el mismo Crusoe escribió en su Serious Beilectums"-: Crusoe es un estricto utilitario. "Asimismo, le enseñé a decir Si y No" 3, nos dice Crusoe, pero al cabo de su larga vida juntos, Viernes todavía habla inglés chapurreado, como señalara Charles Gildon, el crítico contemporáneo de Defoe 4. Sin embargo, Crusoe considera ideal la relación. Es "perfecta y completamente feliz, si es que tal cosa se puede encontrar en un estado terrestre" ', La música dorada de la tle ioueuse de Crusoe consiste en un silencio funcional roto por un ocasional "N o, Viernes", o un servil "Sí, amo". Parece que la naturaleza social del hombre, su necesidad de amistad y comprensión, fuera plenamente satisfecha por la dádiva virtuosa o el recibimiento agradecido de un patronazgo benevolente aunque con exigencias. Es verdad que más tarde, como con Xury, Crusoe se promete a sí mismo "hacer algo considerable" por su servidor "si me sobrevive". Afortunadamente, tal sacrificio no es necesario , , 2 Serious Reflections during the Life and Surprisrng Aclventures of Robinson Crusoe ed. Aitken London 1902, pág. 66. ", 3 Life, pág, 229. 4 Robinson Crusoe Examin' d and Criiicis' d, ed. Dottin, Londres y París, 1923, págs. 70, 78, 118. .
31
pues Viernes muere en el mar, recompensado sólo por una breve palabra de compasión necrológica 6. Entonces, los vínculos emocionales y en general las relaciones personales, desempeñan una función secundaria en Bobinson Crusoe, excepto cuando están referidos a asuntos económicos. Por ejemplo, cuando después que Crusoe se ha ido, su fiel agente en Lisboa, descubre que se ha convertido en un hombre rico, se produce un clima emocional: "Me puse pálido, y comencé a sentirme mal; y si el anciano no hubiera corrido a darme un licor, creo que la súbita sorpresa de alegría, al trastornar mi naturaleza, me hubiera matado allí mismo". Solamente el dinero -la fortuna según la acepción moderna- es una causa digna de sentimiento profundo; y la amistad se tiene sólo con aquellos a quienes pueden confiarse con seguridad 10s intereses económicos de Crusoe.
Ocio y literatura
Vimos que sentarse tranquilamente era para Robinson Crusoe "la parte más infeliz de la vida": las actividades ociosas son pe6
32
Earther Adventures,
págs.
133, 177-180.
ligrosas. En esto se parece a su autor, quien no parece haber hecho concesiones a tales distracciones. La escasez de amistades literarias de ~efoe h~ ~ido comentada y tal vez sea un ejemplo umcode un gran escritor que esté tan poco interesado en literatura y nada diga de interés acerca dé ella l. Cru.soe está a la par de Defoe en lo que se ~'e!Iere a la ceguera hacia la experiencia e~~etIca. Pode~os decir de él lo que Marx ~IJOde ~u capIta~ista arquetípico: "la diversI,on esta subordmada al capital, y el índivld,:o ,gu,~2 se divierte al individuo que se capitaliza Algunas de las versiones francesas de Robinson Crusoe lo describen cantando himnos de alabanza a la naturaleza "¡Oh naturaleza!" 3, Defoe no lo hizo, L~ escena natural en la isla reclama no adoración, sino explotación; mire donde mire Crusoe, sus ~cres ?laman tan fuerte por m~joras que no tiene tiempo libre para observar que ellos también forman parte del paisaje. , Po~'supuesto, Crusoe tiene sus placeres de tIpo mvernal. Si no baila con las cabras como Selkirk \ por lo menos juega con ~llas, á 1 Ver Jam~~ R. Sutherland, Defoe, Londres 1937 P~' 25; ~. Guckel y E. Günther, "D. Defoe und SWift B esenheit und literarische Krítik" Palaestra CIL 1925 2 Notes. on P~ilosophy and. Polítical Écono~, el~ Oeuvres Philosophiques, ed. Molitor París 1937 69 F 3 Ver 'Yilliam-Edward Mann,' Robi~son érus;e rance, Fans, 1916, pág. 102. 4 Ver Apéndice, Serious Reflections, ed. Aitken, pág. 322,
J.
vl
in
·33
con su loro y sus gatos; pero su satisfacción más profunda consiste en inspeccionar su stock de mercaderías: "tenía todo tan a mano", dice, "que era un gran placer para mi ver todas mis mercaderías en ese orden, y especialmente, encontrar tan provisto mi stock de todas las cosas imprescindibles" 5.
Trabajo,
público
y lmritanismo
Si el personaje Robinson Crusoe depende en gran medida de las orientaciones psicológicas y sociales del individualismo económico, para el lector, la atracción de sus aventuras, parece derivar fundamentalmente de los efectos de otro concomitante importante del capitalismo moderno: la especialización económica. La división del'trabajo ha contribuido mucho a posibilitar la novela: en parte porque cuanto más especializada sea la estructura social y económica, mayor será el número de diferencias significativas relativas a carácter, actitud y experiencia en la vida contemporánea que el novelista puede describir y que pueden ser de interés para los lectores; en parte porque, al aumentar el tiempo 5
Lite, pág. 75.
libre, la especialización económica provee el tipo de auditorio de masas al que está vincul~d~ la novela, y en parte porque esta especialización crea necesidades particulares en ese auditorio que puede satisfacer la novela. Al meno,~' este era el criterío general de T. H. Creen: En la progresiva división del trabajo, a me~id~ .que nos convertirnos en ciudadan?s ma~ útiles, parece que perdemos nuestra m~egr~~ad como hombres ... la perfecta orgamzacron de la sociedad moderna elimin.a la excitación de la aventura y la oportumda~ par~ el esfuerzo independiente. Hay menos mteres humano que nos afecta dentro (~e m:~stro oficio."," "El alivio" para esta s..tuación, concluyo Creen, "se encuentra en el diario y la novela" 1 Es muy probable que la falta de variedad y estímulo en la tarea cotidiana como resultado de la especialización económica sea la l~esponsable principal de una dependencia umca del individuo en nuestra cultura respecto de !as experiencias subsidiarias que le proporciona la prensa escrita, particular~ente en las formas de periodismo y novela. S111embargo, Robinson Crusoe, constituye en mayor medida una ilustración directa de las tesis ~e Cree?, en tanto gran parte de su atracción, obviamente depende de la ca1
.~'Estilllate
1il, ~~~tion
of the Va.Due and Influence of Works in Modern Times"; Wo-rks, ed. Nettleship,
34 35
lidad de las "oportunidades para el esfuerzo independiente" en el dominio económico que ofrece el protagonista de Defoe, esfuerzos que el lector puede compartir vicariamente. La atracción de estos esfuerzos representa seguramente una medida de la profundidad de las privaciones involucradas en la especialización económica, privaciones cuya naturaleza de largo alcance se sugiere en el modo en que nuestra civilización ha introducido nuevamente algunos de los procesos económicos básicos como las recreaciones terapéuticas: en 1~ jardinería, el tejido, la alfarería, el camping, la ebanistería y la cría de animales, todos podemos participar de las satisfacciones de la formación del carácter que las circunstancias imponen alprotagonista de Defoe; y como él, demostrar lo que de otra manera no sabríamos, que "haciendo el juicio más racional sobre las cosas, con el tiempo cualquier hombre puede dominar todo arte mecánico" 2. Defoe era perfectamente consciente de cómo la progresiva especialización económica, que era el rasgo de .la vida de su época, había convertido a la mayoría de las "artes mecánicas" en algo ajeno a la experiencia de sus lectores. Cuando Crusoe hace pan, por ejemplo, manifiesta que: "Es una pequeña maravilla y en lo que creo muy poca gente
pensó, a saber, la multitud de pequeñas cosas necesarias para proporcionar, proveer, curar, guisar, hacer y terminar esta sola cos~, el ~a~l" 3. La desc~ipción de Defoe .,sigue siete pagmas, que serian de poco interes para la gente en la sociedad medieval o Tudor que veían desarrollarse díáríamente en su~ casas, éste y otros procesos económicos bás~c~s. Pero ~~l como describe Kalm, a prínCIpiOSdel sIglo XVIII, la mayoría de las mujeres no "cocinaban porque había un panadero en cada partido o aldea" 4 y por lo tanto Defoe podía suponer que sus lectores se interesarían en las muy detalladas descripciones de la:.vida económica que abarca una parte. ,tan importante y memorable de su narracion, Desde luego, Robinson Crusoe no expresa la verdadera vida económica de la época y lugar de Defoe. Resultaría contrario a los hechos' de la vida económica bajo la división del trab~jo, presentar el promedio de trabajo manual individual como interesante o inspirador; para tomar el famoso ejemplo de Adam Smith de la división del trabajo en La Riqueza de las Naciones 5, no es probable que el hombre que realiza una de las muchas operaciones separadas en la manufactilla de un [alfsler, pueda encontrar tan 3 4
~ Lite, pág. 74.
36
5
Lite, pág. 130. Account of His Visit lo England, Libro 1, cap. l.
pág. 326.
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absorbente e interesante su trabajo como lo encuentra Defoe. De este modo, Defoe atrasa el reloj económico y lleva a su protagonista a un medio primitivo, donde el trabajo se presenta variado e inspirador, y donde además tiene la diferencia significativa de aquel del que hace el alfiler en la casa y en el que hay una equivalencia absoluta entre el esfuerzo individual y la recompensa individual. Este fue el cambio final de las condiciones económicas contemporáneas necesario para permitir que Defoe diera expresión narrativa a lacontraparte ideológica de la división del trabajo, la dignidad del tra-
bajo.
.
El credo de la división del trabajo no es totalmente moderno: en la época clásica, los cínicos y los estoicos impugnaron la denigración del trabajo manual que es una parte necesaria de la escala de valores propia de una sociedad esclavista; más tarde, el cristianismo, originariarnente ligado en lo fundamental a los esclavos y los pobres, trató de eliminar el odio hacia el trabajo manual. Sin embargo, la idea sólo. se desarrolló con plenitud en la época moderna, presumiblemente porque- su afirmación compensatoria se hacía más necesaria en la medida en que el desarrollo de la especialización económica hizo más embrutecedor el trabajo manual; y el credo mismo está estrechamente vinculado con el advenimiento del protestantismo, 38
En particular el calvinismo, trató de que sus seguidores olvidaran la concepción del trabajo como castigo de Dios por la desobediencia de Adán, y enfatizó la concepción muy. diferente según la cual la infaÚgable servidumbre de los dones.materiales de Dios constituía una obligación, religiosa y ética suprema 6. • La calidad de siervo de Dios d~ Crusoe no se puede poner en duda; se permite poco tiempo para el descanso, y aún la llegada de una nueva fuerza humana -la de Vierneses un signo, no para relajar, sino para aumentar la producción. Defoe pertenece con claridad a la tradición del protestantismo ascético. Mucho de lo que escribió suena como las formulaciones de Weber, TroeItsch y Tawney; en el aforismo de Dickory Cronke por ejemplo: "Cuando te encuentres somnoliento una mañana, levántate y piensa que has nacido para el trabajo, y que haciendo bien a tu generación, respondes a tu personalidad y actúas como un hombre" 7. Con algo de obtusa sofistería, hasta proponía la visión de que la persecución de utilidades económicas era casi literalmente una imitación de Cristo: "Siendo la utilidad el gran placer y conside6 Ver Ernsl Troeltseh, Social Teaching of the Christian Churches. Trad. Wyon, Londres, 1931, I. 119; II, 589; Tawney. Religion asid the Rim of Capitalism Londres 1948, págs. 197-270. " 7 The Dumb Philosopher, VGVT, Ed. Seott, Londres, 1841, pág. 21.
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rado con justeza por todos los hombres buenos como el fin más verdadero y noble de la vida, en el cual los hombres se acercan más a la personalidad del Salvador, que hizo el bien en derredor" 8. Esta actitud de Defoe exhibe una confusión de los valores religiosos y materiales a la cual se puede vincular en forma peculiar el evangelio puritano de la dignidad del trabajo: una vez que se han atribuido los valores espirituales a la realización de la faena cotidiana, el,. próximo paso para el individuo autónomo era considerar sus logros como un dominio cuasi divino del medio. Es probable que esta secularización de
la concepción calvinista de la servidumbre fuera de considerable importancia para el surgimiento de la novela. Robinson Crusoe, es sin duda la primera novela en el sentido de primera narración dentro del terreno de la ficción, en la cual, las actividades cotidianas de una persona común constituyen el centro de la continua atención literaria. Es verdad que estas actitudes no son enfocadas en forma totalmente secular, pero novelistas posteriores pudieron continuar la seria preocupación de Defoe hacia los quehaceres terrenos del hombre sin situarlos dentro de un marco de referencia religioso. Por ello, 8 The Case 1706, pág. 5.
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Protestant
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es probable que la concepción puritana de la dignidad del trabajo ayudara a hacer posible la aparición de la premisa general de la novela, según la cua] la vida cotidiana del individuo es de un interés e importancia suficientes como para que se la considere un tema adecuado para Ia literatura.
Laicismo y realismo
El individualismo económico explica mucho de la personalidad de Crusoe; la especialización económica y su ideología correlativa ayudan a dar cuenta de la atracción de sus aventuras, pero es el individualismo puritano el que guía su ser espiritual. Troeltsch afirmó que "la consecución realmente permanente del individualismo se debía a un movimiento no religioso, sino secular, a la Reforma y no al Renacimiento" l. No es factible ni provechoso intentar establecer prioridades en semejantes asuntos, pero es indudable que hay un elemento que tienen en común todas las formas de protestantismo, y es el reemplazo de la dirección de la Iglesia como mediadora entre el hom. bre y Dios por otra concepción religiosa
Carolina, J
40
Social Teaching,
1, 328.
41
según la cual se confía al individuo la responsabilidad elemental de su propia dirección espiritual. Dos aspectos de este nuevo énfasis protestante -la tendencia a impulsar la conciencia del yo como una entidad espiritual, y la tendencia a una especie de democratización de la perspectiva moral y social- son particularmente importantes, tanto para Robinson Crusoe como para el desenvolvimiento, de los presupuestos sobre los cuales se funda el realismo formal de la novela. Por supuesto.Ta concepción del auto-examen religioso como un deber importante para todo individuo es más antigua que el protestantismo; proviene del énfasis individualista y subjetivo del cristianismo primitivo y encuentra su expresión suprema en las Confesiones de San Agustín. Pero, por lo general se coincide en que fue Calvino, en el siglo XVI ~uien restableció y sistematizó este primer modelo de introspección espiritual intencional convirtiéndolo en el ritual religioso supremo tanto para el seglar como para el sacerdote: todo buen puritano realizaba un continuo examen de su interior para testimoniar su propio lugar en el plano divino de elección y reprobación. Esta "ínternacionalizaoíón de conciencia" se manifiesta constantemente en el calvinis mo. Se ha dicho que en Nueva Inglaterra "casi todo puritano alfabetizado llevaba una 42
especie de diario ", y en Inglaterra, Crace Abounding es el gran momento de un estilo de vida que compartió Bunyan con otros miembros de su secta 3, los bautistas, que eran con algunas diferencias, calvinistas ortodoxos. En generaciones posteriores, el hábito introspectivo subsistió aún donde se debilitó la convicción r'eligiosa dando como resultado las tres confesiones autobiográficas más' importantes del período moderno: las de Pepys, Rousseau y Boswell, todos educados en la disciplina calvinista; su fascinación por el auto-análisis y sin duda su extremo egocentrismo son rasgos de carácter que compartieron tanto con los calvinistas posteriores en general4 como con los personajes de Defoe.
Entre la autobiografía
y la Biblia
La importancia de este modelo espiritual subjetivo e individualista para la obra de Defoe y para el surgimiento de la novela es muy evidente. Robinson Crusoe inicia ese ~ Perry Miller y Thomas H. Johnson, The Purítans, N. York, 1938, pág. 461. 3 Ver William York Tinda1J, lohn. Bunya.ns Mechanic Teacher, l. York, 1934, pág. 23-41. 4 Troeltsch, Social Teaching, JI, 590.
43
aspecto del tratamiento de la experiencia ~e la nov~la que rivaliza con la autobiografIa. confesional y eclipsa otras formas lite~·an.a~al acercarnos al ser moral interior del mdlvIduo; y logra este acercamiento a la vida interior del protagonista utilizando como base formal l~¡ m~moria autobiográfica que fue la expresIOn lIteraria más inmediata y difundida de la tendencia introspectiva del puritanismo en general. El misI~lODefoe por cierto, nació y creció como puritano. Su padre era un disidente tal v.ez bautista, más probablemente presbiten~no, en todo caso calvinista; y envió a su hiJo a una academia de disidentes, segura~e~te con la pretensión de que se convirtl.ela en pastor. Las propias creencias relí~IOsas de Defoe cambiaron en gran medida y.en sus obras expresó toda la gama; de doc~'ll1as, desde la de la predestinación intranslgent~ a ~a del deísmo racional que sostuvo el purltamsmo durante su variado curso de desarrollo; sin embargo, no hay duda que I?efoe permaneció y fue generalmente considerado ?~~O un disidente y que gran parte de la VISIonque se revela en sus novelas es claramente puritana. Nada sugiere que Robinson Crusoe fuera un dtsideiue. Por otra parte, el tono de sus reflexIOnes. religiosa.s es a menudo puritano; su¡ contemdo ha sido considerado por un teologo como muy cercano al Catolicismo' 44
Presbiteriano Breve de la Asamblea de Westminster de 16481• Crusoe exhibe frecuentes signos de Bíblíolatría: sólo en la primera parte de Robínson Crusoe, cita veinte versos de la Biblia, además de referencías más breves; y a veces busca la dirección divina abriendo la Biblia-al azar. Pero el aspecto más significativo de su vida espiritual es su tendencia a un autoexamen rigurosamente moral y religioso. Cada una de sus acciones está seguida por un pasaje de reflexión en el cual Crusoe considera el problema de cómo éstas revelan las intenciones de la providencia divina. Si germinan los granos, seguramente se debe a un milagro divino "dirigido a mi sustento"; si tiene un ataque de fiebre "una deliberada reseña de las miserias de la muerte" 2 eventualmente lo convence de que merece castigo por no demostrar suficiente gratitud hacia la misericordia de Dios. El lector moderno sin duda tiende a prestar poca atención a estas partes de la. narración; pero Crusoe y su autor demostraron muy claramente su punto de vista asignando tanta importancia al dominio espiritual como al práctico; tanto en espacio como en énfasis. Por lo tanto, parecería que lo que probablemente son los vestigios remanentes de la disciplina calvinista intros1 James Moffat, "The Religion of Robinson so e", Contemporary Review, CXV, 1919, 669. 2 Lite, 1, 85, 99.
Cru-
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pectiva contribuyó por primera vez en la hist?ria de la ficción a ofrecernos un protag0l1lsta cu~a vida cotidiana mental y moral es compartIda totalmente con el lector. Esta propuesta literaria decisiva no era desde luego o~'iginada ~ólo por la tendencia puritana e mtrospectIva. Como hemos visto el evangelio de trabajo tuvo un efecto similar al otorgar casi tanta importancia a la tarea econórn.ca cotidiana del individuo como a su auto-examen espiritual diario; y los efectos paralelos de estas dos tendencias fueron suplementados por otra tendencia estrechameI~te .relacio~ada cori el puritanismo. SI DIOS habla dotado al individuo de una r~spOnSa?i:lidad elemental/por su propio dest~no esp~Iltual, se suponía que esto había sido posible porque Dios había manifestado sus intenciones al individuo en los hechos de .su ~ida cotidiana. De allí que el puritano se inclinara ~ co?siderar cualquier problema de su e~penencla personal como potencialmente nco e~ significa?o moral y espiritual; y el personaje de Defoe actúa sezún esta tradición cuando trata de interpretar tanto acontecimientos mundanos de la narración como índices divinos que 10 pueden ayudar a encontrar su lugar en el esquema de redención y castigo eterno. En ese /esq~ema, por supuesto, todas las almas ten,Ian Iguales posibilidades y por lo tanto se deduce que el individuo tenía una
oportunidad tan plena de demostrar sus cualidades espirituales en la conducta de la vida ordinaria, como en sus excepcionales exigencias más dramáticas. Esta era una de las razones que sustentaba la tendencia 'general puritana hacia la democratización de la escala moral y social, y Iue asistida por otros diversos factores. Por ejemplo, existían muchas razones sociales, morales y políticas que determinaban la hostilidad de los puritanos hacia la escala de valores aristocrática; no podían dejar de desaprobar su expresión literaria en los personajes tradicionales de la novela, conquistadores extravertidos que obtienen sus victorias, no en el espíritu o en el escritorio, sino en el campo de batalla y en el tocador. Es a todas luces claro, que el puritanismo produjo una orientación fundamental y un cierto sentido democrático en el criterio literario y social de sus seguidores, orientación que es descripta por v rsos de Paraíso Perdido de r Iilton: "Saber / que 10 que yace ante nosotros en la vida cotidiana / Es la prístina sabiduría" 3 y que evocaba una de las obras más elocuentes de Defoe, un ensayo en Applebee's lournal (1722) del funeral de Marlborough, El ensayo comienza: ¿Cuál es entonces la obra de la vida? ¿Qué hecho los negocios de los grandes hombres, 3
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VIII,
han que
192-194.
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pasan por el mundo en aparente triunfo, como estos hombres que J1amamo héroes? ¿Es para JJegar a ser grande en la boca de la fama y abarcar muchas páginas en la historia? IAy! Eso no es más que hacer un cuento para su lectura en la posteridad, hasta que se convierta en fábula y novela. ¿Es proporcionar tema a Jos poetas, y vivir en sus rimas inmortales como ellos las llaman? En suma, eso es no ser más que un estado futuro convertido en balada y canto, para ser cantada por las ancianas a los niños; o, en la esquina de la calle. reunir multitudes para ayudar al ratero y la prostituta. ¿O acaso la ocupación es más bien su.mar virtud y' santidad para su gloria que sola el a los Ilevará a la eternidad y los hará verdaderarnen-a inmorta'·es? ¿Qué es la gloria sin la virtud? Un gran hombre sin re'igión no es más que un animal sin alma."
Entonces, Defoe enfila hacia algo más parecido a la evaluación de un mérito estrechamente ético que debía ser uno de los legados del puritanismo al código de la clase media: "¿Qué es el honor sin el mérito? y a qué podemos denominar mérito verdadero sino a aquello que hace de una persona un buen hombre, así como un gran hombre" 4. Debe admitirse que ni Crusoe, ni por cierto ninguno de los personajes de Defoe se destacan por estas pautas de virtud, religión mérito y bondad; y por supuesto, Defoe no intentó que lo fuesen. Pero estas pautas representan sí el plano moral en el que existen las novelas de Defoe y por el cual deben ser juzgados sus personajes: la escala ética ha sido tan internalizada y democratizada 4
29-30.
Cit.
W.
Lee,
Daniel
Defoe,
Londres,
que a diferen/ci~ de la escala de realiz.aci?n común en la eplCa o el romance, es apIOp~ada a las vidas y acciones de la gente comun. En esto, los protagonistas de Defoe s~n característicos de los posteriores personales de la novela: Robinson Crusoe, Moll Flanders y hasta el coronel J acque '~1Unca.piensan ~n la gIOl'¡a y el honor; su ser se inserta l~as profundamente en el plano moral d~ la VIda cotidiana que aquellos de las narra~lOnes. ~nteriores, y sus pensamientos y acciones solo exhiben una bondad y maldad comunes y democráticas. Por ejemplo, Robinson Crusoe es el personaje más heroico de Defoe, pero no hay nada de extraño acerca de su personalidad o de la manera en que enfrenta sus extrañas experiencias; ,~omo señaló Coleri~ge es esencialmente el representante urr.ve~'sal, la persona por la cual todo .lector se puede reemplazar ... no se h~ce, piensa, sufre o desea nada que cualquier hombre no pu~da imaginarse haciendo, sintiendo o deseando""s.
Género e ideología
La presentación de Robinson ~rusoe" por Defoe como "el r~presentante universal es-
1869, JII, s Works, ed. Potter, pág. 419.
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tá íntimamente vinculada con la tendencia igualitaria del puritanismo en otro aspecto aún. Porque esta tendencia, no sólo hacía que el individuo afrontara cualquier 'problema de la vida cotidiana como un asunto de preocupación espiritual profunda y continua, también alentó un criterio literario que resultaba apropiado para describir tales porblemas con la máxima y escrupulosa fidelidad. En Mimesis \ un panorama brillante de representación realista en literatura desde Homero a Virginia Woolf, Erich Auerbach demostró la vinculación general entre la visión cristiana del hombre y la descripción literaria seria de la gente y la vida común. La teoría clásica de géneros reflejó la orientación social y filosófica de Grecia y Roma: la tragedia describía las heroicas vicisitudes ~e la gente mejor que nosotros en un lenguaje adecuadamente elevado, mientras que el dominio de la realid~d cotidiana pertenecía a la comedia que se suponía describía la gente "inferior a nosotros" en un estilo adecuadamente "bajo".-No obstante, la literatura cris1 Mimesis: The Represerl'iation of Reality in. Weste1'1lLiierature, trad. Trask, Princeton (1953), especíalmente págs. 41-49, 7'2r73, 148-173, 184-202, 312---J320, .3~7, 431-433 466, ,191. Se traduce Stil-trennung, de la edlC.16n alemana' (Bern, 19'46), "Segregación de estil~t, com?, h~erameríle más específica que la del Sr. Trask: separaclOn e estilos". Los dos párrafos siguientes continúan resum~en~o de Mimesis, salvo por lo 'que se dice acerca del puntamsmo. (Hay tr. esp.).
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tiana, al reflejar un criterio social y filosófico muy diferente, no tenía lugar para este Stiltrennung o segregación de estilos según el status de clase del tema. Las narraciones evangélicas trataron el quehacer de la ,gente humilde con la mayor seriedad y en ocasiones hasta con sublimacíón.rcon posterioridad esta tradición fue continu'ada por muchas de las formas literarias medievales, desde las vidas de los .santos a las obras de milagros; y eventualmente encontró su mayor expresión en la Dioina Comedia de Dante. Sin embargo, las tendencias clasicistas del Renacimiento y la Contrarreforma volvieron a establecer la vieja doctrina del género, y la elaboraron sin duda hasta un punto que hubiera sorprendido aún a Aristóteles. El ejemplo más alto de esta elaboración se encuentra en la literatura francesa del siglo XVII, y en especial en la tragedia;' no sólo era el uso incesante de un style noble prescripto y completamente codificado, sino que hasta los objetos y acciones de la vida diaria eran desterrados de la escena. Sin embargo, en los países protestantes, el Stiltrennung nunca logró tal autoridad, especialmente en Inglaterra donde el neoclacisismo era enfrentado por el ejemplo de Shakespeare y la mezcla característica de las formas trágicas y cómicas que eran parte del legado de la Edad Media. No obstante, en un aspecto importante, hasta Shakespeare si51
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guió el Stiltrennung: su tratamiento de los personajes bajos y rústicos es muy similar a aquel que los protagonistas de la tradición neoclásica desde Ben J onson a Dryden, y nada hay de igualitaria en ella. Resulta muy significativo que las principales excepciones a esta actitud derogatoria se encuentren en las obras de los escritores puritanos. En Adán, Milton creó el primer héroe épico que constituye en esencia "el representante universal"; Bunyan, al' considerar a todas las almas iguales ante Dios, le otorgó a los humildes y a sus vidas una atención mucho más seria y comprensiva, que la que recibieron en otra literatura de su época; mientras que las 'Obras de Defoe son la más alta ilustración en la novela del nexo entre el individualismo democrático del puritanismo y la representación objetiva del mundo de la realidad cotidiana y la de todos aquellos que habitan en ella. No obstante, existe una gran diferencia entre Bunyan y Defoe, diferencia que sugiere por qué ha sido señalado Defoe, antes que Bunyan como nuestro primer novelista. En la ficción anterior del movimiento puritano -en trabajos como Plain Man's Pathway to Heaven de Arthur Dent, o las historias de Bunyan y su conirere bautista Benjamín Keach- tenemos muchos de los elementos de la novela: lenguaje sencillo, descripciones realistas de personas y luga52
res, y una presentación seria de los problemas morales de los individuos comunes. Pero la significación de los personajes y sus acciones depende en gran medida de un esquema de cosas trascendental: afirmar que las personas son alegóricas, ~s decir que su realidad terrenal no es el objeto primordial del escritor, sino más bien que él espel~ahacernos ver a través de ellos una realidad más extensa y desconocida más allá del tiempo y el espacio. Por otra parte, en las novelas de Defoe, aunque las referencias religiosas están presentes, no poseen semejante prioridad de status: sin duda la herencia del puritanismo es en forma clara, demasiado débil para proporcionar un modelo continuo y determinante para la experiencia del pr'Ota,gonista. Si, por ejemplo, tomamos el' efecto real de la religión sobre el comportamiento de Defoe, observamos que es curiosamente pequeño .. Defoe sugiere a menudo, que un incidente es un acto de la providencia o el castigo divino, pero su interpretación está excepcionalmente confirmada por los hechos de la historia. Para tomar una instancia crucial: si el pecado original de Crusoe residía en su desobediencia filial -en primer lugar abandonar su casa- es cierto que no sigue a esto un verdadero castigo, ya que se arregla muy bien fuera de ella; y 53
más tarde organiza viajes sin temor alguno de estar burlando la providencia. Esto se acerca mucho al "descuido" de "cautelas, advertencias, e instrucción... providencia" que Crusoe llamó una "suerte de ateísmo práctico" en sus Sel1~ous Reflexions 2. Donde la providencia trae bendiciones -como por ejemplo cuando encuentra los granos de maíz y arroz- las cosas son diferentes: Crusoe sólo tiene que aceptar. Pero la trilogía en su conjunto sugiere sin duda que cualquier intervención de menor cooperación por parte de la"providencia puede ser descuidada con tranquilidad. 1
Marx y la religión robinsoniana
Marx señaló agriamente este carácter ~lgo gratuito de la vida religiosa! de Crusoe. No tomamos en cuenta sus plegarias, ya que ellas constituyen una fuente de placer, y él las considera como una recreación" 1. Le hubiera' agradado saber que Gildon pensó que la "reflexiones religiosas y útiles" eran "en realidad. . . puestas... para engrosar el volumen del tratado de Defoe a cinco shillings 2 1
P. 191. El Capital, N. York, 1906, pág. 88.
el libro" 2. Tanto Marx como Gildon estaban acertados en atender a la discontinuidad entre los aspectos religiosos del libro y .su acción: pero sus explicaciones son al~~ 1I~justas con Defoe. Sus ilitencio~es espll'ltu~les probablemente son mu~, s.l1:c~~·as,pelO poseen la debilidad de toda re1IglOn de ~~mingo" y se manifiestan en tnbutos penodicos poco convincentes a lo b'~scende~te en momentos en que se le permite o eXIge una tregua en la acción real y el esfuerzo i~telectual práctico. Tal es en verdad .}~~ehgión de Crusoe, y sentimos que en. último análisis es el resultado de un conflicto no resuelto y probablemente inconsciente en el mismo Defoe. Este vivió p0l1 completo en la esfera de la acción práctica y utilitaria, y pudo ser absolutamente fiel a sí ~ismo, cuando describió este aspecto de la vida de Robinson Crusoe. Pero su educación religiosa lo obligó, de tanto en tan~?, a entregar una brillante pieza de narracion P?r una estrella del periodismo a un colega dIstan~e sobre la página religiosa en la qu~ .~odna confiarse para contribuir a la apancion de adecuados comentarios espirituales que se agotaran rápidament~ .. El p~rit~nismo hacía inalterable la política editorial, pero se veía habitualmente satisfecho por una adhe2 Robtason y 111.
C7'ttSoe
Examin'd,
ed.
Dottin,
pág.
llO.
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síón puramente formal. En esto también Defoe es característico del desarrollo del puritanismo; en la frase de H. W. Schneider "las creencias rara vez se convierten en dudas; se vuelven rituales" 3. En otros términos, las preocupaciones no proveen los temas esenciales de las novelas de Defoe: pero puntualizan la narración con códigos conminatorios que demuestran un curso de vida de práctica algo mecánica.
En Serious Beilexums el protagonista de Defoe medita acerca de la decadencia de la religión cristiana en el mundo; es una fuerza minoritaria amargamente dividida en un gran mundo puritano, y la intervención final de Dios parece más remota que nunca. Al menos, tal es la conclusión aila que llega Robinson Crusoe en razón de sú propia experiencia en las últimas palabras de su libro:
Por consiguiente, la importancia relativa de la religión en las..novelas de Defoe sugiere, no insinceridad, sino la profunda secularización de su perspectiva, secularización que era un rasgo notable de su época -la palabra misma en su sentido moderno, data de las primeras décadas del siglo XVIII. Defoe mismo nació en una época en la que recién se había desplomado la República puritana ante la Restauración, mientras que Robinson Crusoe fue escrita en el año del debate de Salters Hall cuando, después de las últimas esperanzas de la Disidencia en un compromiso-con la Iglesia Anglicana habían abdicado, y hasta el esfuerzo de unirse entre ellos resultó imposible.
" ... no se encontrará semejante fervor por la religión cristiana en nuestros días, o tal vez en época alguna del mundo, hasta que el Cielo haga sonar sus tambores, y las gloriosas legiones de arriba bajen para propagar la obra, y reduzcan al mundo entero a la obediencia de Jesús Rey; momento que algunos dicen no está lejano, pero del que no he oída nada en mis viajes e iluminaciones; no, ni una palabra." 4
3 The Puritan Mind, New York, 1930, pág. 198. Una analogía cercana a las brumosas autoacusaciones espirit~ales de Crusoe que tan poco efecto tienen' so~re sus ~CCl?nes, la proporcionan los rituales descnptos en Declension m a Bible Commonwealth" de Perry Miller, Proc. Amer. An .. tiquaruui Soc., LI, 1941, 37-94.
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"No, ni una palabra": la desfalleciente caída libra a Crusoe a la desesperación. Lo que se le ha dicho y lo que ha experimentado no coinciden. Hasta que suenen los tambores debe resignarse con un viaje del peregrino a través de un mundo efectivamente secular, recorrer su propio camino a lo largo de un sendero no más iluminado diáfanamente por las providencias particulares de Dios.
4
P. 235.
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violentamente ese ocasional conformismo pero vemos que Robinson Crusoe es un con~ formista ocasional con una venganza: hasta pasa por papista cuando ello resulta económicamente oportuno. .
Secularización, conformismo y psicología
Son muchas las causas de la secularizaciónen la época, pero una de las más importantes, en especial en cuanto se refiere al puritanismo, fue el, progreso económico y social. Por ejemplo, en Nueva Inglaterra, los Padres Peregrinos olvidaron pronto que ellos habían fundado originariamente "una siembra de religión, y no una siembra de comercio"; y se ha dicho que el Gobernador Bradford, en su Historu of Plumouth. Plantaiion muestra cómo un santo puritano llegó a escribir "cada vez menos como un predicador puritano y cada vez más como el autor de Bobinson Crusoe" 1, En la Inglaterra de la época de Defoe, las sectas disidentes más respetables Fueron finalmente dominadas por mercaderes y financistas ricos y algo contemporizadores; y las oportunidades para ulteriores beneficios llevan a muchos disidentes prósperos no sólo a un ocasional conformismo, 'sino a la Iglesia Anglicana 2, En los primeros años, Defoe denunció 1 William Hal'er, The Rise of Puritanism, 1938, pág. 191. 2 Ver A. L. Barbauld, Works, Londres, 314; Weber, Protestant Ethic, pág. 175.
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ew York, 1825,
n,
El conflicto entre los valores espirituales . 1 I Y materia es es antiguo, pero tal vez era más obvio en el siglo XVIII que en cualquier otra época; más obvio porque mucha gente pen~aba, aparentemente con perfecta buena fe, que. en realidad no existía. Por ejemplo, el ObISpO Warburton, argumentó que proveer a la utilidad es al mismo tiempo prove,~r a la verdad, su compañera inseparable 3, La renuncia a considerar hasta qué punto pueden. oponerse los valores espirituales y matenales, es muy marcada en las novelas de Defoe, y puede afirmarse que el problema crítico crucial que sugiere es' si de hecho no confunden todo el problema. Pero, cualquiera sea nuestra decisión al resp'e~t?, al menos. resulta claro que la sola posibílidad de semejante confusión, existe solamente porque Defoe nos presenta una narración en la cual tanto los motivos "elevados" como los "bajos" son tratados con igual seriedad: la continuidad moral de sus novelas está mucho más cercana que la de cualquier ficción anterior a la compleja 3 Op. cit., A. ,V. Evans, 'Varburton and the Warburtoniasn, Oxforcl, 1932, pág; 44.
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I
combinación de los problemas espirituales y materiales 'que habitualmente implican las elecciones morales en la vida cotidiana. Parecería entonces, que la importancia de Defoe en la historia de la novela: está directamente vinculada con la forma en que su estructura narrativa encarnó la lucha entre el puritanismo y la tendencia a la secularización que estaba enraizada en el progreso material. Al mismo tiempo, también parece que el punto' de vista secular y económico es el compañero dominante, y esta es la razón por la cual Defoe, más que Bunyan, es considerado como la primera figma clave en el surgimiento de la novela. De Vogüe, antagonista católico de los realistas franceses, encontró un presupuesto ateo en la exclusión de lo no natural en la novela 4 y es verdad que el medio habitual de la novela , -el realismo fonnal- tiende a excluir todo aquello-que no puede verificar oon los sentidos: normalmente, el jurado no permite la intervención divina como explicación a las acciones humanas. Por lo tanto, es posible que una medida de secularización fuera una condición indispensable para el surgimiento del nuevo género. La novela se podía concentrar en relaciones personales sólo una vez que la mayoría de los escritoVer F. W. J. Hernmings, The Russian France, 1884-1914,' Londres, 1950, pág. 31-32. 4
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Novel
in
res y lectores confiaran en que son los seres humanos individuales y no las colectividades como la Iglesia, o los agentes trascendentes tales como Ias Personas de la Trinidad, los destinatarios del rol supremo sobre la tierra. Georg Lukács escribió que la novela es la épica de un t;rmndo abandonado por Dios 5, presente en la frase de Sade, "le tablean des moeurs séculaires" 6. Por cierto, esto no quiere decir que el novelista o su novela puedan ser religiosos, sino sólo que cualesquiera que sean los objetivos del novelista, sus medios debieran ceñirse estrictamente a los personajes y acciones terrestres: el dominio del espíritu debiera presentarse sólo a través de las experiencias subjetivas de los personajes. De este modo, las novelas de Dostoievsky, por ejemplo, no dependen en sentido alguno de criterios religiosos para su verosimilitud o significación; a diferencia de Bunyan, la interpretación divina no es un elemento necesario para una explicación adecuada y completa de las causas y significados de cada acción. AIyocha y el padre Zossima están escritos muy objetivamente: sin duda, la propia brillantez de la presentación de Dostoievsky muestra que no pueden asumir, sino que deDie Theorie des Romans, Berlín, 1920, pág. 84. Idée sur les romans, París, 4~ edición, n.d., página 42. 5
6
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be demostrar, la realidad del espíritu: y los Hermanos Karanuizoo en su conjunto no depende de ninguna motivación o significancia no material para ser efectiva y completa. Para resumir, podemos decir que la novela requiere una visión del mundo centrada en las relaciones sociales entre personas indiouluaies, y esto implica secularización así como individualismo, porque hasta finales del siglo XVII, el individuo no era concebido como totalmente' autónomo, sino como un elemento en un cuadro, que depende para su significación de personas divinas o de instituciones tradicionales como la Iglesia o la monarquía para su modelo secular. Al mismo tiempo, no debe subestimarse la contribución positiva del puritanismo, no sólo para el desarrollo del individualismo moderno sino para eL surgimiento de la novela y para su posterior tradición en Inglaterra. Fue a través del puritanismo que Defoe aportó a la novela el tratamiento de las preocupaciones psicológicas individuales que constituia un enorme avance en el tipo de raciocinio casuístico que previamente ha pasado por descripción psicológica hasta en las mejores novelas, tal como las de Madame de La; Fayette. Ni refuta la positiva importancia' del pasado disidente de Defoe el hecho de que, según las palabras de Rudolph 62
Stamm -quien ha explicado en forma más completa la posición religiosa de Defoelas obras de Defoe demuestran que su "propiaexperiencia de la realidad nada tenía en común con la de un creyente calvinista" '. Porque podemos afirmar de él, como de novelistas posteriores en la misma tradición como Samuel Richardson, George Elíot o D. H. Lawrence, que han heredado todo del puritanismo menos su fe religiosa. Todos ellos poseen una concepción profundamente activa de la vida en tanto lucha moral y social continua; todos ellos consideran que todo acontecimiento de la vida ordinaria, plantea un problema intrínsecamente moral en el que debe esforzarse la razón y la conciencia hasta el máximo antes que sea posible la acción correcta; todos buscan edi- . ficar su propio esquema personal de, certeza moral mediante la introspección y la observación; y en diferentes formas, todos expresan el fariseísmo y el individualismo algo angular de los primeros personajes puritanos.
Formas y mitos
Hasta aquí nos hemos ocupado principalmente de la luz que irradia la primera obra 63
de Defoe sobre la naturaleza de las conexiones entre el individualismo económico y religioso y el surgimiento de la novela; pero ya que la razón primordial de nuestro interés por Robinson Crusoe es su grandeza literaria, también exige una breve consideración, la relación entre la grandeza y la forma en que refleja las aspiraciones y dilemas más profundos del individualismo.
Bobinsoii Crusoe se 'ubica naturalmente, no al lado de otras novelas, sino de los grandes mitos de la civilización occidental: Fausto, Don Juan y ¡j~ Quijote. Todas tienen como argumentos básicos, sus imágenes sufridas, un solo 'propósito que persigue el protagonista de uno de los deseos característicos del hombre occidental. Cada uno de sus protagonistas encarna areté y hubris -virtud y exceso- una excepcional valentía y un exceso vicioso en esferas de acción que son particularmente importantes en nuestra cultura. Don Quijote, la generosidad impetuosa y la ceguera restrictiva del idealismo caballeresco; Don Juan, que persigue y al mismo tiempo es atormentado por la idea de ilimitadas experiencias con mujeres; Fausto, el gran conocedor, su curiosidad nunca satisfecha y por ello condenado. Por supuesto, Crusoe parece insistir en que no pertenece a esta compañía; ellos son personas muy excepcionales, mientras que en iguales cir64
cunstancias, cualquiera hubiera hecho lo que él. Es decir, él también posee una ex-"\ cepcional valentía: puede manejarse muy J bien por su cuenta. Y tiene un exceso: su egocentrismo exorbitante lo condena' en cualquier parte al aislamiento. Se podría decir que el egocentrismo es obligado, pues él es arrojado a una isla. Pero también es cierto que su personaje busca su destino desde el principio al fin y su' cede solamente que la isla le ofrece la oportunidad más plena para que realice tres de las tendencias intervinculadas de la civilización moderna: libertad económica, social e intelectual absolutas para el individuo. Fue la realización de la libertad intelectual de Crusoe la que hizo que Rousseau propusiera a la obra como "el libro que enseña todo lo que los libros pueden' enseñar" para la educación de Emile; afirmó que "la forma más segura de elevarse sobre los prejuicios y ordenar el juicio sobre la relación real entre las cosas, es situarse uno mismo en el lugar de un hombre solo 'y juzgar todo como lo juzgaría ese hombre según su¡ verdadera utilidad'", En su isla, Crusoe también disfruta de una libertad absoluta de las restricciones sociales, cosa que anhelaba Rousseau: no 1
Emile,
ou De
l'éducatíon,
París,
1939, pág. 210.
214.
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existen lazos familiares o autoridades CIVIles que interfieran su autonomía individual. Aun cuando ya no está solo, subsiste su autarquía personal, en realidad aumenta: el loro grita el nombre de su amo; Viernes ju_ra ser para siempre su esclavo; Crusoe juega con la fantasía de ser un monarca absoluto; y uno de sus visitantes llega a preguntarse si no es un dios 2. Por último, la isla de Crusoe le proporciona el total laissez-iaue que el hombre económico necesita pa_~arealizar sus objetivos. En la patria, las condiciones para el mercado, los impuestos y problemas de la oferta de trabajo hacen imposible al individuo, el control de todos los aspectos de la producción, distribución y cambio. La conclusión es obvia. Seguir el llamado a los amplios lugares abiertos, descubrir una isla que está desierta sobre todo porque no tiene ni dueños ni competencia, y construir allí su Imperio personal con la ayuda de Viernes que no exige salarios y hace más fácil sobrellevar la carga del hombre blanco. Tal es el aspecto positivo y profético de la historia de Defoe, el aspecto que hace de Crusoe una inspiración para los economistas y educadores, y un símbolo, tanto para las personas desplazadas del capitalismo urba-
no, como Rousseau, como para sus protagonistas más prácticos, los constructores de imperios. Crusoe realiza todas estas libertades ideales y, al hacerlo, resulta sin d~da un protagonista cultural claramente moderno. Aristóteles, por ejemplo, quien pensaba que el hombre "que es incapaz de vivir en sociedad o que no tiene necesidad porque se basta a sí mismo, debe ser una bestia o un dios" 3, hubiera enoontrado a Crusoe como un personaje muy extraño. Tal vez con razón; porque con seguridad es cierto que las libertades ideales que alcanza son asimismo tan impracticables en el mundo real como desastrosas para la felicidad del hombre en tanto puedan aplicarse. Se puede objetar que los logros de Robinson Crusoe son creíbles y totalmente convincentes. Es así, pero sólo porque en su narración -tal vez como una víctima inconsciente de lo que Karl Mannheim denominó «la mentalidad utópica" que es dominada por su voluntad de acción y, consecuentemente, "vuelve la espalda a todo lo que podría hacer vacilar su convicción" 4. Defoe no consideraba dos hechos importantes: la naturaleza social de todas las economías humanas y los efectos psicológicos reales de la soledad. Política, Libro 1, cap. 2. ldeology and Utopía. Londres, ed. esp.): 3
4
2
66
Lite, pág. 226, 164, 300, 284.
1936, pág. 36. (Hay
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Por cierto, la base de la prosperidad de Robinson Crusoe es el núcleo de herramientas que saquea del naufragio de la nave; contiene "el más amplio surtido de toda especie ... que nunca se haya reservado para un hombre" 5. De modo que el protagonista de Defoe no es verdaderamente un primitivo ni un proletario, sino un capitalista. En la isla posee el dominio absoluto de un estado rico aunque inculto. Su posesión, combinada con el surtido del barco, son los milagros que fortalecen la fe de los sostenedores del nuevo credo económico. .Pero sólo aquel de los verdaderos creyentes: para los escépticos el clásico idilio de la libre empresa no sustenta de hecho el criterio que alguien alguna vez haya logrado confort y seguridad solamente por propio esfuerzo. En realidad, Crusoe es el heredero afortunado del trabajo de otros innumerables individuos; su soledad es la medida y el precio de esa suerte, ya que involucra la muerte afortunada de todos los otros accionistas potenciales; y el naufragio del barco, lejos de constituir una peripecia trágica, es el deus ex machina que hace posible a Defoe presentar el trabajo solitario no como una alternativa a una sentencia de muerte, sino 5
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como una solución a las perplejidades realidad económica y social.
de la
Naufragios y soledades
La objeción psicológica a Robinson Crusoe como modelo de acción, también resulta obvia. Del mismo modo que la sociedad ha hecho al individuo lo que éste es, así, la falta prolongada de una sociedad tiende en realidad a hacer que el individuo recaiga en un estrecho primitivismo de pensamiento y sentimiento. En las fuentes de Defoe para Robinson Crusoe, lo que pasaba en realidad a los náufragos, era cuando mucho desalentador. En las peores circunstancias, y acosados por el miedo y atrapados por la degradación ecológica, se hundían cada vez más en el .nivel animal, perdían el uso del lenguaje, se volvían locos o morían de inanición. Un libro que con toda seguridad leyó Defoe, The V oyages and Tracéis of t. Albert de Mandelslo, nos relata dos casos, el de un francés quien después de dos años de soledad en la isla Mauricio, se rompió la ropa en pedazos en un acceso de locura provocado por una dieta de tortuga cruda; y de un marino holandés en Santa Elena que
Lite, pág. 60.
69
desenterró el cadáver de su compañero y se lanzó al mar en el cajón l. Estas realidades de absoluta soledad estaban en armonía con el criterio tradicional de sus efectos como 10' expresa el Dr. Johnson: el "mortal solitario" dice, era "con seguridad lujoso, probablemente supersticioso y posiblemente loco; la mente se estanca por falta de uso; se hace mórbida y se extingue como una vela en aire viciado" 2. En la historia, sucede exactamente lo contrario: Crusoe convierte su estado de abandono en un triunfo. Defoe sale de la probabilidad psicológica a fin de rescatar su cuadro de la soledad inexorable del hombre, y es por esta razón que atrae muy intensamente a todos aquellos que se sienten solos ¿y quién no 10' siente alguna vez? Una voz interior nos sugiere continuamente que la soledad humana que ha fomentado el individualismo es dolorosa y tiende en última instancia a una vida dé animalidad apática y enajenación mental; Defoe responde confiadamente que se puede hacer el arduo preludio a la plena realización de las potencialidades de todo individuo; y los lectores solitarios de dos centurias de individualismo no pueden sino aplaudir un ejemplo tan convincente de convertir una necesidad en 1 2
70
Ver Secord, Narrauoe Method. of Deioe pág. 28-29. Thraliana, ed. Balderston, Oxford, 1951, 1, 180.
una virtud, alegrando esa imagen universal de la experiencia individualista: la soledad. Que es universal, -palabra que se encontrará siempre en la otra cara de la moneda del individualismo- difícilmente pueda ,ponerse en duda. Ya hemos visto cómo aunque el mismo Defoe era un vocet.p optimista del nuevo orden económico y sdcial, la veracidad irreflexiva de su visión como novelista lo llevó a relatar muchos de los menos alentadores fenómenos vinculados al individualismo que tendía a aislar al hombre de su familia y de su país. Los sociólogos modernos han atribuido consecuencias muy similares a las otras dos tendencias sobresalientes que se reflejan en Robinson Crusoe. Max Weber, por ejemplo, demostró cómo el individualismo religioso de Calvino creó entre sus adherentes una "soledad interior" sin precedentes históricos 3; mientras que Emile Durkheim dedujo de la división del trabajo y sus modificaciones correlativas, muchos de los infinitos conflictos y complejos de las normas de la moderna sociedad, la anomia que incita al individuo contra sí e, incidentalmente, proporciona a los novelistas una mina rica en problemas individuales y sociales cuando describe la vida de su época. Defoe mismo parece haber sido más cons3
Protestant Ethic, pág. 108.
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ciente de lo que se supone comúnmente de la mayor representatividad de su épica de soledad. Pero, hemos visto que no totalmente consciente, ya que partió de sus efectos económicos y psicológicos reales para hacer que las luchas de su protagonista fueran más alegres de lo que hubiera podido ser de otra manera; sin embargo, las expresiones más elocuentes de Crusoe se refieren a la soledad como estado universal del hombre. En realidad, Serious Reflections of Robinson Crusoe (1720) .. es una compilación miscelánea de material religioso, moral y taumatúrgico y, en su conjunto, no puede ser considerada seriamente como parte de una historia: el volumen fue confeccionado ~ri.ginalmente .para sacar provecho del gran éxito de la pnmera parte de la trilogía, The Life and. Stmnge Surprising Adventures y el más pequeño de F arther Adventures. Sin embargo, en los prefacios y en el primer ensayo, "Sobre la soledad", hay una cantidad de indicios valiosos en lo que hace a lo que Defoe veía, por lo menos en segundas intenciones, como el significado de las 'experiencias de su protagonista. A
En el "Prefacio a Robinson Crusoe" giere que el relato "aunque alegórico, también histórico": se basa en la vida "un hombre que vive, y que también es 72
sues de 90-
nocido, las acciones de cuya vida son justo tema de estos volúmenes y a quien alude más directamente toda o la mayor parte de la historia"; y Defoe insinúa que él mismo es el "original" del cual Robínson Crusoe es el símbolo; que es su propia vida la que está describiendo en forma alégórica. _ Muchos críticos negaron y hasta ridiculizaron esta afirmación. Robinson Crusoe había sido aparentemente atacada como ficticia, X se alega que Defoe sólo utilizó el argumento alegórico en gran medida para controvertir esta crítica y, también, para aliviar la popular aversión puritana hacia la ficción que él había compartido considerablemente. Aún así, la afirmación de cierta referencia autobiográfica no puede negarse totalmente: Robinson Crusoe es el único libro para el cual hizo dicha afirmación; y ello se adecua muy bien con lo que conocemos acerca de la concepción y aspiraciones de Defoe .:
Hombre: texto y contexto
Defoe era él mismo una figura aislada y solitaria en su época; lo atestigua el resu. men de su vida que escribió en el prefacio a un folleto de 1706, A Reply to a Pamphlet, 73
Entitled "The Lord Haoershams Vindicaiion oi His Speech ... " donde se queja: "como estoy solo en el mundo y abandonado por los mismos a quienes he prestado servicios... como con... ninguna otra ayuda que mi propia laboriosidad he forzado la desdicha y reducido, sin contar Ja componenda, de setenta a menos de quinientas mil libras; como en prisiones, asilos y toda clase de extremos, me he sostenido sin la asistencia de amigos ni relaciones".
"Forzando su caminó sin desalentadora diligencia" es seguramente el heroísmo que Crusoe comparte con -su creador: y en el "Prefacio a Robinson Crusoe" brota esta cualidad que menciona como el tema inspirador de su libro: "Aquí está la paciencia invencible que recomiendo bajo la peor de las miserias; incansable aplicación y denodada resolución bajo las peores circunstancías desalentadoras". Al haber asegurado un significado autobiográfico para su historia, Defoe continúa considerando el problema de la soledad. Su discusión es una interesante ilustración de la visión de Weber acerca de los efectos del calvinismo. La mayor parte del argumento se refiere a la insistencia puritana sobre la necesidad del individuo de superar el mundo de su propia alma, alcanzar la soledad espiritual sin recurrir al monasticismo. "La empresa consiste en conseguir un alma retirada", dice. Y sigue: "Todas 74
las partes de una total soledad serán disfrutadas tan efectivamente, si nos place, y suficiente gracia nos asista, aún en las ciudades más populosas, entre las prisas d~ la conversación y galanterías de una corte o el ruido y el trabajo de un ql1npo, como en los desiertos de Arabia y Libia, o en la vida desolada de una isla deshabitada". Sin embargo, esta nota ocasionalmente reincide en una afirmación más general de soledad como un hecho psicológico sufrido: "Se lleva a casa toda reflexión y nuestro querido yo, en un aspecto es el final de ~a vida. De allí que el hombre pueda decir muy justamente que está solo en medio de multitudes y del apresuramiento de los hombres y las tareas. Todas las reflexiones que hace son para si mismo; tod~ aquello que es tedioso y triste es expenmentado sólo por su paladar" l. Aquí, la insistencia puritana en la posesión de un alma intacta del mundo pecaminoso, está expresada en términos que sugieren una alienación más absoluta, secular y personal a:especto de la sociedad. Más tarde, este eco de la soledad redefinida del solus ipee de Deseartes se insinúa en un sentido angustiado de la soledad personal cuya sobrecogedora rea-
1
Págs. 7, 15, 2, 2-3.
75
,
lidad mueve a Defoe a su elocuencia más urgente y conmovedora: "¿Qué son para nosotros las penas de otros hombres, y qué sus alegrías? Podemos conmovernos por el impulso de adhesión, y una vuelta secreta de las emociones; pero toda sólida reflexión está dirigida a nosotros mismos. Nuestras meditaciones son todas soledad en perfección; nuestras pasiones son todas ejercidas en retiro; amamos, odiamos, gozamos todo en privado y en soledad. Todo lo que comunicamos de esas cosas a cualquier otro, es sólo para que nos ayude a perseguir nuestros deseos; el fin está en casa; el goce, la contemplación es todo soledad y retiro; es para nosotros que gozamos, disfrutamos, y para nosotros que sufrimos".
" ... gozamos todo en privado y soledad": lo que realmente ocupa al hombre es algo que lo hace solitario en cualquier lado, y demasiado consciente de la naturaleza interesada de cualquier relación con otros seres humanos como para encontrar allí algún consuelo. "Todo lo que comunicamos ... es sólo para que nos ayude a perseguir nuestros deseos": un autointerés racionalmente concebido hace de la conversación algo irrisorio; y la escena de la vida silenciosa de Crusoe no es una Utopía, porque su silencio funcional, roto solamente por un ocasional "pobre Robinson Crusoe" del 10ro,no impone al egocentrismo ontológico del hombre la necesidad de asumir una falsa fachada de comunicación social o acceder a la burla de comunicación con sus semejantes. 76
Burgués: solo. Hume-Defoe '.
Luego, Robinson Crusoe p~esenta una imagen monitoria de las últimas consecuencias del individualismo absoluto. Pero esta tendencia, como toda tendencia extraña, pronto provocó una reacción. Tan pronto como la soledad del hombre fue impuesta a la atención del hombre, la naturaleza estrecha y compleja de la dependencia de la sociedad del individuo que había sido presupuesta hasta que fue amenazada por el individualismo comenzó recibir un análisis mucho má~ detallado. Por ejemplo, la naturaleza esencialmente social del hombre, se convirtió en uno de los tópicos principales de los filósofos del siglo XVIII; y el más grande, David Hume, escribió en el Treatise of Human N ature (1739) un pasaje que casi podría haber sido una refutación de Robinson
a
Crusoe. "No podemos concebir deseo alguno que no esté referido a la sociedad. .. Que todos los poderes y elementos de la naturaleza conspiren para servir y obedecer a un hombre; que el sol se eleve y se ponga a su señal; que el mar y los ríos giren a su gusto y la tierra proporcione espontáneamente todo lo que sea útil o agradable para él; él ~erá miserable aún, hasta que por ló menos se le de una persona
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con la que pueda compartir su felicidad, estima y amistad pueda disfrutar". 1
y cuya
Así como el estudio moderno de la sociedad empezó sólo cuando el individualismo había centralizado la atención sobre la aparente disgregación del hombre respecto de sus semejantes, así la novela sólo pudo comenzar su estudio de las relaciones personales una vez que Robinson Crusoe hubo revelado una soledad que clamaba por ellos. Tal vez la historia de Defoe no es una novela en' el sentido habitual del término ya que trata tan poco sobre relaciones perSQnales. Pero era adecuado que la tradición de la novela comenzara con una obra que aniquilase las relaciones del orden social tradicional, y, de. este modo, atra.para la atención hacia la oportunidad y necesidad de elaborar una estructura de relaciones personales sobre un modelo nuevo y consciente. Los términos del-problema de la novela y del pensamiento moderno iguahnente fueron establecidos cuando el viejo orden de relaciones morales y sociales naufragó con Robínson Crusoe por la marea en ascenso del individualismo.
1
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Libro Il , p .. 2, seco V.
CRONOLOGIA
1660: 1688: 1697: 1701: 1702: 1719: 1720: 1722: 1724: 1731: 1740: 1748: 1749: 1759:
nace Daniel Defoe. '1, • se suma al ejército de Guillermo III. Essay upon Proiects.
The True-born Englishman. The Shortest Way with the Dissenterso Robinson Crusoe. Captain Singleton. Moll Flandrs. Roxana. Muerte de Defoe. Samuel Richardson, Pamela. Tobias Smollett, Boderick Random. Henry Fielding, Tom Iones. Lawrence Sterne, Tristam. Shandy.
I~ .
• BIBLIOGRAFIA
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:
INDICE
Presentaci6n A.
J. Cayr6
7
Novela, capitalismo y protestantismo Individualismo filos6fico: Hobbes y Locke El "horno reconomicus" La Inglaterra del siglo XVIII Pecado y status El viaje imperial Amor, sexo y mercantilismo Esclavatura y lenguaje Ocio y literatura .. Trabajo, público y puritanismo Laicismo y realismo Entre la autobiografía y la Biblia '.. Género e ideología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Marx y la religión robinsoniana Secularización, conformismo y psicología Formas y mitos Naufragios y soledades Hombre: texto y contexto . Burgués: solo. Hume-Defoe
13 17 19 22 25 27 30 32 34 41 43 49 54 58 63 69 73 77
Cronología .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Bibliografía
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