SAN JAVIER DE
LONCOMILLA 1852 - 1952
POR
ATI – NADRIA
Notas Preliminares a esta edición Esta obra fue escrita por el eminente historiador linarense, don Julio Chacón del Campo, en 1952. Fue presentada, en dos o tres ejemplares mecanografiados, al concurso público que h ab ía con vo cado l a I. Municipalidad de San Javier, con motivo de cumplirse el primer centenario de su fundación. De allí que su portada se pres ent a con el s eu dónim o AT I-N ADR IA, cu yo posible significado ignoramos. Aunque, quizás, sea un juego de letras que, reunidas de un modo ordenado, diga callado ADR IA N IT A, en gentil y homenaje a una dama de ese nombre. Por razones desconocidas, dicho concurso público fue declarado desierto y no se otorgó premio a ninguna de las obras presentadas, entre ellas la Historia de San J avier d e Lo ncomill a d el seño r Ch acó n del C am p o . E l a u t o r, q u i en ya g o z ab a al entonces de un enorme prestigio personal e intelectual en toda la Provincia, y bastante más allá de ella, por sus conocidas obras históricas publicadas (Hi sto ri a d e l a P rovi nci a d e Lin ares en d os I
tomos ; Calles de Linares; la dirección de la R evis ta Lin ares de l arga e imp ort an te vida, y otros libros de su profesión de In g e n i e ro A g r ó n o m o , en c u ya F a cu l t a d d e la Universidad de Chile se desempeñó como docente por años ) no comprendió ni aceptó dicha determinación injustificada. Posiblemente, consideró aquella decisión edilicia como un oprobio inmerecido. Guardó entonces todas las copias del texto preliminar del libro p ro ye c t ad o , c el o s a m en t e, en s u c as a d e l a calle Montenegro, Comuna de Ñuñoa. De este modo y con el tiempo – aunque se conocía perfectamente la circunstancia de haberse escrito la obra, puesto que se había presentado oportunamente al referido concurso del primer centenario de la fundación de San Javier – dicho trabajo se tuvo por perdido… ¨para siempre¨. Con el incendio del ¨Solar Li n aren se¨ en la ci udad d e Lin ares, q ue d es t ru yó t o d o el d ep ó s i t o b i b l i o g rá fi co reunido abundantemente el señor Chacón del Cam po y sus distingui dos consoci os en la So ci ed ad Lin arens e d e Hist ori a y Geografía en ese sitio ; con la muerte de don Julio Chacón en su casa de Santiago, II
y la inaccesibilidad práctica a su biblioteca personal ; con más el incendio del anti guo edifi ci o d e l a In t end en ci a de Li n ares do nd e ex is tía – se s ab e – un Archivo documental de insustituible valor patrimonial cultural regional ; en fin, con el paso de estos azarosos cincuenta años que han transcurrido desde que se declaró desierto aquél concurso en 1952, años caracterizados por la constante pérdida de elementos patrimoniales a los que las actuales formas de vida social prestan poco o ningún interés ( aunque pareciese que, gracias a Dios, comienza ah o r a u n t i em p o d e m a yo r co n ci en ci a s o b r e la importancia que encierra la adecuada conservación de la memoria nacional) ; hicieron pensar que, por gran lástima, esta obra había muerto desconocida. Una extrañísima casualidad, si así se quiere decir – de aquellas que los cristianos con más justicia llamamos milagro, porque en estas felices circunstancias se muestra con claridad la bondadosa y mi steri osa m ano de Dios y, aún , la del mismo espíritu que desde su vida superior nos llama a ser partícipes en su nombre de un hecho singular – ha III
permitido venir a encontrar este texto histórico oculto entre otros muchos viejos papeles que, con celo ( pero sin el método u orden debido), se han guardado en el archivo familiar de nuestra casa de la Hacienda Abránquil, en Yerbas Buenas. La b úsq ueda d e ot ros an teced ent es que necesitábamos consultar para responder ci ertas pregunt as de M onseñor S yl v i o J ar a, r el at i v as al o ri g en d e l o s nombres de las cuat ro grandes campanas de la Cat ed ral de Li nares – como casi siempre sucede que, por buscar un algo se encuentra lo no buscado colocó sorpresivamente en nuestras manos el texto original de este trabajo del señor Chacón del Campo. Grande fue la sorpresa. Nos tomó un cierto tiempo el darnos bien cuenta acerca de la importancia del ¨ h a yaz g o ¨ . Porque como dice el campesino de Abránquil: ¨cuando el milagro es mu y grande…ni el mismo Santo se lo cree¨. Pedimos, entonces, como siempre, la incomparable a yuda y ori ent ación de nuestro admi rado ami go Jaim e Gonz ál ez Colville, a fin de que nos señalara cuanto
IV
supiera sobre la ¨pequeña historia¨ de esta obra perdida e inédita. Gracias a l a precisión i ngl esa que caracteriza la seriedad de González Colville – verdadero heredero intelectual y moral de don Julio Chacón del Campo - en corto tiempo pudo reconstituirse el origen de este trabajo, el desarrollo del concurso que fue declarado desierto y sus posibles razones y sinrazones , la reacción airada post erior del señor Chacón del C ampo y, con todo ello, más el texto original en las manos, el hecho de que el libro que se daba por muerto desde 1952…gozaba sin embargo de buena s alud. ¿Cómo llegó este importante texto hasta el Archivo de Abránquil ?... Es algo que desconocemos. El misterioso camino que pudo haber seguido esta preciosa obra, desde que fue injustamente desdeñada en 1952 hasta nuestro Archivo familiar, podría tener algunas posibles explicaciones que, sin embargo, no valen la pena de ser recordadas. Algunas por la tristeza que en sí misma encierran (en un país donde la ingrati tud y el despreci o por l as personas que trabajan en el mundo de la cultura ha V
sido el ¨ signo de los ti empos¨ materialistas y desespiritualizados en que nos desenvolvemos); o bien, porque otras posibles resultan demasiado improbables. E s t a cl as e d e ¨ h a ya z go s ¨ d e p i ez as históricas o de viejos documentos nunca tienen explicaciones razonables, precisamente, porque en el origen de tales encuentros sorprendentes se esconde una honda naturaleza espiritual, espacio hasta donde la razón humana no alcanza. Ha y que dej ar al m undo m ági co de l a l e ye n d a l a ex p l i c ac i ó n d e es t a cl as e d e secretos. El texto que tenemos en nuestras manos está escrito a máquina, y corresponde a una copia de papel calco de otro que debió ser propiamente ¨el original¨. En toda esta clase de concursos, que suelen tener un Jurado compuesto de varias personas que califican y deciden, deben presentarse los trabajos en tantas copias distintas como miembros del tribunal dirimente. Para 1952 no existía nad a d e compu tació n ni de foto co pi as. Lo más moderno eran las viejas máquinas de escribir ¨Underwood¨ y las copias se hacían mediante el procedimiento de usar VI
papel de calco negro o azul violeta. Un texto quedaba entonces mecanografiado en un papel grueso – primera copia – y los demás en hojas más delgadas como las del pap el d e lo s v olanti nes . Lo en con trad o por nosotros es una de aquellas copias a calco; pero esta, precisamente, posee un valor inestimable porque es la que usó el señor Chacón para introducir sus últimas correcciones a mano, más la agregación de sub-títul os, y el tachado de al gunos párrafos o frases. Por esta razón, aunque en el texto oficial se dice entre sus notas iniciales que no se ha puesto nombre a los subtítulos ¨por falta de tiempo¨ para hacerlo, nosotros sí los hemos puesto en esta primera edición, tomándoles directamente de lo escrito a mano por su autor. El papel usado corresponde al tipo ¨oficio¨, y lleva en varias de sus primeras páginas el membrete oficial de la Universidad de Chile, Facultad de Agronomía, Casilla 1004, Santiago. El texto que tenemos en nuestras manos aparece empastado de modo humilde, con una tapa de cartulina impresa, que se reproduce en esta primera edición en una foto especial. VII
Todas las notas escritas al pie de página no pertenecen a la obra sino han sido añadidas para mejor comprensión o ilustración de la misma. Lo mism o cabe deci r res pect o d e l as ilustraciones que se han incorporado al texto que, en su form a ori gi nal, no consultaba ninguna o, al menos, no contiene indicación de aquello. Con todo, es indudable que esta tardía publicación habrá de representarse como un acto de justicia y de reivindicación del buen recuerdo de Julio Chacón del Campo, y por la extraordinaria labor que realizara durante su vida. Nunca suficiente a las actuales generaciones agradecer la contribución incomparable que hizo al patrimonio cultural del Maule Sur el señor Chacón del Campo e indudable es, asimismo, que esta obra enriquecerá nuestro patrimonio cultural y lo embellecerá.
LVF Abránquil-Yerbas Buenas Otoño del 2007 VIII
San Javier de Loncomilla 1852-1952 Preliminares
3.-
Fundación
18.-
Traslado
25.-
Formación del departamento
36.-
Poder Municipal
47.-
Instrucción Pública
55.-
La prensa y sus periodistas
83.-
Cuatro Épocas de la ciudad
102.-
Servicios Públicos
129.-
Fuentes de Riquezas
142.-
Actividades Deportivas
148.-
Notas del original: 1°.-Este trabajo consta de 70 páginas. Por equivocación hay dos páginas 7, siendo que una debe ser 8, por esto no se folio la 14, que no aparece pero no falta. (*La numeración de la presente edición difiere con el original) 2°.- Los subtítulos de cada capítulo no se anotaron por falta de tiempo. 3°.-No se describieron los demás actos de las fiestas del centenario por haberse terminado este trabajo el mismo día 18 de Noviembre de 1952.
Preliminares El
camino
real
trazado
por
los
conquistadores a lo largo del país creó posadas para los viajeros que debían recorrer una larga distancia. Donde había agua y vegetación en abundancia se formó a su alrededor primero una villa y después una ciudad, en cambio, donde los medios de vida eran escasos y la pobreza del terreno muy notable, estos
lugares
no
experimentaron
ninguna
transformación. Cuando por alguna circunstancia especial el camino cambiaba de dirección, hechos que muchas veces ocurrió en el pasado, la posada, la aldea o el pueblo formado sobre él empezaba lentamente a decaer y se convertía en un conjunto de ruinas. Hacia mediados del siglo pasado la región de Loncomilla, extendida hacia el sur del Maule, estaba en pleno florecimiento agrícola e industrial, pero carecía de buenas vías de comunicación. Si la policía de seguridad era escasa y deficiente en Cauquenes, capital de la provincia, en Linares y 3
Parral, las dos ciudades que le seguían en importancia, en barros Negros y Chocoa, los dos centros más conocidos, era desconocida. Las trágicas hazañas de un bandolero que habría sembrado el terror en los años posteriores a 1830 se mantenían latentes entre los pocos pobladores que existían entre el Maule y el Pugatán. Todos anhelaban salir de aquel aislamiento y abandono en que les mantenían el gobierno; deseaban contar con un centro de población vecino a sus actividades para no tener que atravesar la larga distancia que los separaba de Linares, la ciudad a la cual todos acudían cada vez que algo necesitaban para su vida o su trabajo.
La fundación de un pueblo cerca del Loncomilla fue una ... 1 Los vecinos de Loncomilla manifestaron a la Intendencia del Maule 1
sus vivos anhelos de
… incompleto en el texto original… al final de la página
mecanografiada
4
agruparse cuanto antes en torno a una villa para ayudarse mutuamente y contribuir con su trabajo a la prosperidad de la región. Estos deseos se expresaron poco después de 1840, sin embargo, sólo a fines de 1844, el jefe de la Provincia elevó a conocimientos del gobierno un plano del lugar en que, según opinión de los interesados, se creía posible la formación de un nuevo pueblo. Sea por que este plano se extravió en el camino, sea por que en la Moneda 2 no se le dio ninguna importancia, la verdad es que durante cuatro años no se supo nada de él.
Nota del Intendente del Maule al Cabildo de Linares 3. En sesión del 09 de mayo de 1848 el Cabildo de Linares tomó conocimiento del siguiente oficio que le había sido enviado el 24 de Marzo último por el intendente de Maule:
2
¨La Moneda¨ . Palacio Presidencial de Gobierno en Santiago. 3 Escrito el subtítulo de puño y letra del autor.
5
"Hace algún tiempo a que la intendencia cree de está importancia la fundación de una población en ese departamento a orillas del río Loncomilla, varios pasos se han dado ya con este objetivo, y aún se ha levantado un plano del local en que debe situarse el pueblo, el cual se ha sometido a la consideración del supremo gobierno desde fines del año 44; pero no han faltado inconvenientes para frutar este plan¨. "el infrascripto está dispuesto a insistir para que se lleve adelante la nueva población y para solicitarlo del supremo gobierno desea ver el parecer de esa I. Municipalidad a cerca de los puntos siguientes: Primero.- si cree conveniente al Departamento la fundación de una villa a las orillas del Loncomilla. Segundo.- Cuál es el local más a propósito para este fin. Tercero.- Cuántas cuadras se necesitan para la población a quien pertenece el terreno, si esta dispuesto a venderlo y a qué precio.
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Cuarto.- Si la Municipalidad 4 quiere tomar esta obra por su cuenta, y si le convendrá vender o permutar con dicho objetivo el terreno que posee por esas inmediaciones. Quinto.- si habría bastante agua, leña y materiales necesarios cerca de la nueva villa. U.S.
de
consumo
con
el
Cabildo
Departamental cuidará de agregar cuánto más creyesen oportuno y de imponer sus relaciones para conseguir amistosamente el terreno que fuese necesario para la población, o bien anunciar el resultado para solicitar del Soberano Congreso que se declare de utilidad pública. Dios guíe a U.S. José Miguel Barriga". Leída esta nota, fueron designados los señores Juan Cruz Benítez, José Manuel Encinas (Subdelegado territorial) y Manuel Ferrada, a fin de que informaran a cerca de los puntos 2, 3 y 5 de dicha comunicación. En sesión del 25 de Julio y con fecha 16 de Junio, la comisión puso en conocimiento del 4
Se refiere a la Municipalidad de Linares
7
Cabildo que "en un extremo de la hacienda de reyes, propiedad de la testamentaria de don José Miguel Opazo, habían encontrado un
local
aparente para situar el nuevo pueblo que se intenta formar a las riveras del Loncomilla”. Se agregaba en el informe que había agua y leña en abundancia, y terreno muy apropiado para obtener adobes, pero los dueños se negaban a vender. En esta situación, los regidores estimaron no pronunciarse ni en pro ni en contra hasta no comprobar si un poco más al norte de esta propiedad existía otra que fuese del más fácil adquisición. Para resolver este punto fueron designados los señores Francisco Ferrada Muñoz, el licenciado Ángel Agustín Toro y los vecinos Manuel Santiago del Campo y Francisco Basalto, a fin de que en una visita más prolija de los terrenos, indicasen el sitio más apropiado.
8
Se acepta la fundación de un pueblo a orillas del Loncomilla 5 . Reunidos los antecedentes y en presencia de los informes recibidos, el Cabildo, en sesión del 18 Agosto del mismo año, acordó contestar a la Intendencia haciéndole presente los siguientes puntos: ¨1º No es solo útil, sino utilísimo a este Departamento la fundación de una villa a las orillas del río Loncomilla; 2º Que el local más a propósito que se ha encontrado para este fin es en el camino público que guía de las provincias del Norte a las del SID, terrenos pertenecientes a la testamentaría del finado don José Miguel Opazo, y que
con
tal
objeto
fueron
examinadas
personalmente(….) en los días 12 y 13 del que gira; 3º -Que para la fundación de la nueva villa no pueden comprarse menos de cien cuadras de buena figura, y que se sabe con certidumbre que la viuda y albacea de Opazo, doña Maria del Rosario 5
Escrito el subtítulo de puño y letra del autor en original de la obra.
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Silva, existente en Santiago, se niega abiertamente a vender ese número de cuadras y cualquier otro por pequeño que sea; 4º. -Que por la escasez de entradas municipales no se halla esta corporación en el caso de tomar de su cuenta la obra proyectada, como lo haría sino militara tan poderoso inconveniente, y que solo se presta gustosa a desempeñar las comisiones que se le indiquen al respecto añadiendo que para el caso de construir con algo a la mejora de la nueva villa estaba dispuesta a vender o permutar las noventa seis cuadras de terreno que tiene de su dominio contiguas al norte de las ciento que deben comprarse.
5º. – Que hay facilidades de
proporcionar al público cuanta agua se quiera a poco costo, habiendo además los suficientes materiales para el trabajo de toda clase de edificios, menos madera, y que la leña a las inmediaciones de aquel punto y en la otra parte del Loncomilla, no es escasa¨. El Cabildo acordó además, en esta misma sesión, manifestar al Intendente que los vecinos
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más pudientes del lugar se acercaron a la Comisión el último día de su visita y voluntariamente ofrecieran construir con ochocientos pesos para la edificación de una capilla, obsequiar toda la piedra que se necesite para los edificios públicos durante los primeros cuatro años, y la tierra suficiente para estos mismos edificios por el termino de ocho años, tierra que se entregaría a pequeña distancia de las construcciones.
En 1849 aún se sigue el estudio de la ubicación del pueblo 6. Terminó el año 48 sin que se tomase ninguna resolución sobre la nueva población. El 10 de febrero de 1849, encontrándose en Linares el Intendente Barriga, el Cabildo tomo los acuerdos siguientes: 1º.- Que se mida, tasen y vendan en pública subastas las noventa y tantas cuadras de tierras ubicadas en Reyes. 6
Subtítulo manuscrito de puño y letra del autor, en el original del texto.
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2º.- Que con su valor se compren o permute un terreno constante para formar una nueva población a la margen oriental del Loncomilla. 3º.-
Que
estos
terrenos
después
de
delineados se vendan por una comisión nombrada del mismo seno de la municipalidad departamental hasta reintegrarse del valor de los terrenos que vende por su parte. 4º.- Que el mayor precio que resultase de los sitios se divida por mitad entre el Cabildo solicitante y el nuevo pueblo para construir allí los nuevos edificios públicos más urgentes; y, 5º.- Que para llevar adelante esta parte de acuerdo, se pida la competente autorización del Supremo Gobierno.
Se da autorización para vender un terreno municipal 7. Un año tardó la respuesta del gobierno a la nota del cabildo de Linares, pues con fecha 21 de marzo de 1850 se dictó el siguiente decreto “En 7
Idem nota anterior.
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vista de lo expuesto por el intendente del Maule en la nota que precede, y de lo dictado por el Fiscal de la Corte Suprema, vengo en acordar y decreto: “Apruébase el acuerdo celebrado por la Municipalidad de Linares en 10 de febrero de 1849, por el cual resolvió vender en pública subasta las noventa y tantas cuadras de terreno que pertenecen a los propios de dicha ciudad a inmediaciones del río Loncomilla, con el objeto de comprar con su producto o de permutar otros terrenos a la margen oriental del mismo río, para formar en ella una población, vender sitios, y después de reintegrarse del valor invertido en la compra, dividir el excedente por mitad entre el mencionado Cabildo y la nueva población, a fin de que en ella se construyan los edificios públicos más urgentes. En consecuencia, la referida corporación procederá a efectuar la venta bajo las condiciones expresadas en el acta de acuerdo, y las demás que en tales casos prescriben las leyes, en la inteligencia de que su producto se haya de invertir en los mismos objetos que se han tenidos en vista. Tómese razón,
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comuníquese y publíquese con sus antecedentes. Búlnes. José Joaquín Pérez.
El agrimensor Gregorio Cruzat subdivide las 96 cuadras 8. A fin de no demorar por mas tiempo estás diligencias, en la misma sesión en que se dio cuenta de esta nota, 31 de mayo de 1850, fue designado el agrimensor don Gregorio Cruzat a fin de que con citación de los vecinos colindantes y con asistencia del regidor Juan Antonio Pando y el secretario José Ignacio Pincheira, procediese cuanto antes a formar de aquellas noventa y seis cuadras una serie de pequeñas quintas de figura regular.
El mismo
agrimensor y don Antonio Baltierra,
quedaron
encargados de hacer la tasación de las hijuelas que resultaran . También quedaron autorizados en esta misma sesión los señores Juan Antonio Pando y José
Ignacio
Pincheira
para
recorrer
las
propiedades vecinas al Loncomilla e informar al 8
Idem nota anterior.
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Cabildo cual era el sitio que mas se presentaba para la formación del nuevo pueblo, sin considerar el de la testamenteria de Opazo que ya no era posible adquirir por firme negativa de su actual propietaria.
Remate de la propiedad municipal 9. El remate de Reyes demoró bastante. Los interesados por adquirir las hijuelas no fueron muchos. Los vecinos sabían que aquellas tierras no eran de las mejores y no se interesaron por ellas. Desde 1844 se encontraban en poder de Manuel Gregorio García, quien pagaba cuatro pesos anuales a títulos de arrendamiento. Sus limites no estaban claros tanto que los herederos de José Miguel Opazo se habían apropiado de una parte; por tal razón,
en sesión del 10 de febrero de 1849 se
previno al procurador que a la brevedad posible se querellase de despojo por la internación que han hecho dichos herederos en los terrenos de propiedad municipal que existen en Reyes¨.
9
Idem nota anterior.
15
En una visita que hizo a este lugar el Intendente del Maule, el 24 de enero de 1850, acompañado de algunos regidores de Linares, formóse un concepto cabal de la mala calidad de los terrenos y ofreció su cooperación a fin de obtener en vez de las 96 cuadras unas 50 mejores ubicadas y de un valor relativamente bajo. El Intendente señor Eugenio
Necochea,
como Coronel de Ejército desplegó la mayor diligencia para recorrer a caballo todo el distrito de Loncomilla, especialmente las
vecindades de
Chocoa. No estaba reservada al año 1850 la gloria de haber dado vida a un nuevo pueblo.
Debieron
concurrir dos años para que este ideal se convirtiera en realidad. La tranquilidad que entonces reinaba en el país, los continuos cambios de autoridades y las enconadas luchas entre los partidos políticos que tuvieron su epílogo en el mismo sitio en que se pedía la creación de una ciudad, influyeron en tal forma en el ánimo de los miembros del Cabildo de
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Linares,
que optaron por dejar al tiempo el
resultado de las gestiones hasta entonces realizadas.
Se adquiere el terreno para establecer el nuevo pueblo 10. Con el producto del remate de Reyes obtuvo la Municipalidad una faja de suelo ubicada en la orilla del Loncomilla, a cuatro cuadras al sur del lugar que ocupa actualmente la ciudad, parte que más tarde fue ocupado por la gran Bodega de Cooper y Cía., dueños a la sazón de los Molinos de Palmilla; más tarde al pasar a poder de Hernán Cerda Opazo, fue designada con el nombre de La Estrella. El regidor Doroteo Ibáñez manifestó especial interés por las gestiones destinadas a adquirir un terreno de buena calidad lo antes posible. En sesión del 14 de abril de 1850 informó al Cabildo que uno de los vecinos estaba dispuesto a permutar 13 cuadras que poseía a orillas del Loncomilla y que otro del lado del Maule ofrecía dos hijuelas de muy 10
Idem nota anterior.
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buenos terrenos. Las trece primeras formaron parte del total de cuadras adquiridas, pues no fue posible comprarle a uno solo las treinta y una y media que debía formar la primitiva planta del pueblo. Incluyéronse también cuatro cuadras de Claudio Troncoso, que le fueron compradas en cuatro y media onzas de oro, no obstante que él había propuesto que le dieran en cambio tres y media en los extramuros del pueblo, más dos sitios de 37 y media varas de frente por 75 de fondo, uno frente a la plaza y otro en cualquier manzana de la nueva población.
FUNDACION
A fines de junio de 1852 ya era una feliz realidad la fundación de San Javier, se había llenado todos los trámites legales y los regidores de Linares no hacían sino cumplir su misión en la forma más conveniente para la comuna que representaban.
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Al tratarse en la sesión del 5 de julio de los derechos de carnes muertas, se consideró que los que se cobraran entre el oratorio de don Ignacio Méndez y el estero de Chanquicó, los percibiría directamente el pueblo de Loncomilla. Esto explica que existía consenso unánime para darle vida cuanto antes a la pequeña aldea que tanto había costado formar. Nada se había hecho hasta entonces; sin embargo, el 13 de agosto de este mismo año, fue acordado en el seno de la misma institución en sesión presidida por el Gobernador don Andrés de la Cruz y con asistencia de los regidores Romero, Basoalto, Ibáñez y Gómez que los sitios debían tener un tercio de cuadra de frente y setenta y cinco varas de fondo, y que debían ser tasados por los señores Gregorio Cruzat y Pedro Pablo Espinosa.
Los señores Cruzat y Espinosa demoraron mes y medio en realizar su labor. El 6 de octubre el Gobernador Cruz dio cuenta de tener en su poder el plano del nuevo pueblo y la tasación de los
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diversos sitios que en él figuraban.
No hubo
discusión respecto al plano, que se aprobó sin ninguna observación. Pero respecto a la tasación se acordó darle un mayor precio a los sitios mejor situados y de mejor calidad de suelo, bajándose este valor en aquellos que estuviesen mal ubicados o muy alejados de la plaza. Se acordaba al mismo tiempo que, a fin de evitar cualquier reclamo de los interesados, la venta se efectuaría en subasta pública presidida por dos regidores y previo aviso de nueve días consecutivos en todos los centros poblados del departamento, y que expirado este plazo y efectuada la
subasta
cualquier
v
podía adquirirlo por medio de una solicitud dirigida al Cabildo, debiendo indicar en ella el valor que se comprometía pagar. Cumplido este requisito, con un solo pregón se declaraba la venta a favor del solicitante o del mejor postor. Para asegurar el mayor progreso de la nueva población se dispuso en esta misma sesión que los compradores, desde el momento que adquirían un sitio, quedaban obligados a levantar un edificio de
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diez varas de longitud, dando frente a la calle, por seis metros de latitud, con su correspondiente amurallado, entendiéndose esta última obligación con las personas que los adquieran en la primera cuadra de cada ángulo de la plaza, y exigiéndose en cuanto a los demás, entre tanto, un cierro de cerca viva o muralla. Queda establecido finalmente que, si en el plazo de dos años, contados desde el día del remate, no se cumplían estas condiciones, el propietario perdía su sitio y el valor pagado por él, quedando la mitad de este dinero a favor del Cabildo de Linares y la otra a favor de la nueva población.
Decreto que aprueba la erección de la Villa 11. Cumplidas exigía,
los
las formalidades que la ley
antecedentes
fueron
elevados
al
Gobierno, quien dictó con fecha 18 de noviembre el decretó en que “aprobó la erección de la villa denominada San Javier de Loncomilla”. 11
Subtítulo manuscrito de puño y letra del autor.
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Al ser trascripto por el Ministro del Interior al
Intendente
del
Maule,
aquel
funcionario,
desconociendo el trabajo hecho por el Cabildo 12 y sin tener conocimiento de que ya el pueblo estaba delineado, prevenía que “ sería mejor distribuir la población en treinta manzanas de a cien metros cada una conforme al bosquejo de un plano que se enviaba adjunto¨. “En cuanto a la prevención que hace el señor Ministro del Interior - le decía el intendente del Maule al Gobernador de Linares, al hacerle la trascripción del decreto -
se ha contestado con
fecha 9 del corriente (diciembre) que no puede llevarse a efecto la distribución del terreno en la forma que indica por estar enajenada una gran parte de los sitios del referido pueblo”. En realidad, como ya lo expresamos, el trazado de la planta de San Javier se llevó a cabo sin ninguna demora.
Cuando la Gobernación de
Linares recibió la nota del Intendente del Maule de fecha 11 de diciembre y de la cual se tomó 12
…de Linares…
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conocimiento el mismo día 1º de enero de 1853, ya estaba en marcha el nuevo pueblo, con fecha 29 de noviembre se había ordenado pagar a don Manuel Eyzaguirre la suma de $439.- pesos y cuatro y medio reales, suma equivalente a la mitad de la venta de sitios vendidos en subasta pública, y ocho onzas de oro sellado al agrimensor señor Gregorio Cruzat ”por la delineación y planos que formó de dicho pueblo”. El señor Eyzaguirre había tenido intervención directa en la ejecución del plano de la ciudad, el señor Cruzat había delineado las calles y tasados los sitios.
Personas que intervinieron en la fundación de San Javier 13. Mucho demoró, como se ve, la fundación de San Javier. Había empezado en la presidencia de don Manuel Bulnes y terminó al comienzo de la de don Manuel Montt. Durante este tiempo se habían sucedido en la Gobernación de Linares los señores José Vicente Padilla, Pedro Pablo Espinosa y 13
Subtítulo escrito de puño y letra del autor de la obra.
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Andrés de la Cruz, como Gobernadores titulares; como suplente o accidentales habían actuado los señores Juan Antonio Pando, Santiago Toro, Joaquín Riquelme, Juan de la Cruz Ibáñez y Ángel Agustín Toro. En el Cabildo los cambios producidos desde 1846 a 1852 no habían sido notables, a los regidores Juan Antonio Pando, Juan Cruz Benítez, Manuel Jarabrán, Santiago Toro y Vergara, Doroteo Ibáñez, Juan de la Cruz Ibáñez, se habían agregado en 1849 los señores Joaquín Riquelme, José Manuel Encina, Lucas Vicuña, Francisco Ferrada, José María Rodríguez, Pedro María del Campo, Matías Romero, Pedro y José Luís Basoalto. A todos ellos se les debía la fundación de San Javier.
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TRASLADO
Descontento entre los pobladores. La planta de la ciudad había quedado mal ubicada.
Así lo comprendieron sus primeros
pobladores que estimaron que el sitio por ser muy arenoso no reunía condiciones favorables para la estabilidad de las construcciones. Sin perdida de tiempo elevaron sus quejas al Cabildo linarense, haciéndole presente que era indispensable buscar un nuevo lugar antes que la edificación adquiriera mayor desarrollo y antes que la decepción y el desaliento se apoderara de las familias
ya
establecidas. Informado el Gobierno de esta situación, comisionó al Intendente a fin de que en compañía del Gobernador se trasladara a San Javier y buscara un sitio mejor. Ambos funcionaron visitaron los campos de Chanquicó y Reyes el 14 de octubre de 1853 y, una semana mas tarde, informó el Gobernador don Mauricio Barbosa al Cabildo de Linares que el 25
terreno mas apropiado era el de los señores Juan Antonio Pando y Pedro José Salinas, quienes estaban dispuestos a vender doce y media cuadras cada uno para darle al nuevo pueblo una extensión de 25 cuadras cuadradas. Agregó el señor Barbosa que era previo para obtener este terreno vender las treinta y una cuadras en que se había situado San Javier un año antes. El Cabildo dio aprobación unánime a las indicaciones del Gobernador y, en la misma sesión del 22 de octubre, acordó elevar una solicitud al Supremo Gobierno en el sentido de que se le diera autorización para enajenar aquellas cuadras de suelo. Por suerte esta vez las diligencias se realizaron con más rapidez. El 3 de diciembre ya estaba en poder del Cabildo el Decreto Supremo de 14 de noviembre,
por el cual se aprobaba el
acuerdo municipal del 22 de octubre y se le concedía autorización para permutar o vender en pública subasta el antiguo terreno compuesto de treinta y una y media cuadras en hijuelas de dos
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cuadras o como mejor conviniera; y que con el producto de la venta podría comprarse veintinueve cuadras que se necesitaban para hacer el traslado. Se disponía a la vez que el sobrante de dinero, en caso de haberlo, fuese “destinado a beneficio de los edificios públicos, separando primero los sitios necesarios para este objeto, y después de enterar los vendidos enajenar los restantes”. Hubo acuerdo unánime para que a los sitios que se entregarían a los compradores, “se les aumente un tanto el precio que el que habían dado por los de la antigua población, atendiendo a las inmensas ventajas que representaban por la mejor calidad y localidad del terreno en que ahora iban a tomarlos, y a que también la municipalidad no había tenido parte alguna en la variación que se había hecho, sino que había sido por resolución suprema, y, finalmente sino convenían con el referido acuerdo se les devolvería al valor pagado con sus respectivos intereses”. Al agrimensor don Gregorio Cruzat se le comisionó nuevamente para levantar el plano,
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delinear las calles y entregar
los sitios a cada
propietario, trabajo que fue convenido por seis onzas de oro sellado.
El nuevo plano significó
menos esfuerzos para el agrimensor en atención a la superficie del terreno que era mucho más pareja y no representaba grandes arenales como el anterior. Un
pequeño
inconveniente
tuvo,
no
obstante, al momento de trazar las calles que llevan dirección este a oeste. La vecindad del estero de Chanquicó dejó la primera calle del lado sur con dos cuadras menos de longitud en su parte del poniente, es decir quedo solamente de tres en lugar de cinco que tuvieron las demás. Las calles que en los primeros años constituyeron sus limites por los cuatro
puntos
cardinales
fueron
Loncomilla, Serrano y Cienfuegos.
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Pusuqueen,
Dificultades para vender las 31 cuadras 14. La adquisición de las 25 cuadras que ofrecieron los señores Pando y Salinas no pudieron ser canceladas inmediatamente en razón de haber fondos en la caja municipal ni haber el Gobierno consultado una partida en su presupuesto anual. Con el propósito de cumplir cuanto antes el compromiso pendiente, el Gobernador Barbosa, en sesión del 16 de diciembre de 1853, hizo presente que Claudio Troncoso había vendido antes cuatro cuadras de tierra para la ubicación del primitivo pueblo, y que no habiendo sido dividido en sitios, ofrecía por ellas las mismas cuatro onzas y media que se la había dado. Se aceptó esta propuesta por considerarla muy ventajosa, en atención a que el terreno que se había vendido últimamente a Troncoso costaba solamente tres onzas. No fue tarea sencilla para el Cabildo deshacerse de aquellas 31 y media cuadras, aún cuando en sesión del 21 de marzo acordó venderlas 14
Subtítulo escrito de puño y letra del autor de la obra.
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en hijuelas de una cuadra “para con un producto pagar el valor de las 25 que ahora se habían exigido”. La cancelación de este dinero urgía como se ve. Fue por tal razón que en esta oportunidad se fijó un plazo de dos meses, se ordenó pagar avisos en diferentes lugares y se designaron a los señores Basoalto y Gómez para presidir el remate que se efectuaría.
Medidas para aumentar la población. Atraso 15. El pueblo va a cumplir dos años de vida. Estamos en 1853 y es
poco el adelanto que se
observa en la nueva población. Se desea crearle algunas fuentes de entradas y hay parecer unánime para solicitar del Gobierno la autorización del cobro de un derecho de “dos reales por día a toda lancha de las que hacen el tráfico por el Loncomilla, señalándose como puerto desde la confluencia con el Maule hasta el punto de Batudahue”. 15
Hay
Subtítulo escrito de puño y letra del autor de la obra.
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también acuerdo y Decreto Supremo de 16 de enero (del mismo año) por el cual se aprueba la demarcación de los límites designados para un puesto de recoba,
cuya creación fue pedida
conforme a la ley de 24 de julio de 1834 que legisla sobre la instalación de estos establecimientos destinados a facilitar el comercio de carnes muertas. El regidor Matías Romero, que a la vez desempeña las funciones de Secretario del Cabildo, hace una visita a la nueva población y viendo en ella tan pocos adelantos pide en sesión del 19 de octubre que se derogue el acuerdo de diciembre pasado, por el cual se aumentó el precio de los sitios, pues el no ha producido otros resultado que mantener estacionario el progreso de San Javier, puesto que nadie quiere adquirir dichos sitios. En presencia de esta observación tan justa como atinada, el Cabildo no trepidó en acceder al pedido del regidor señor Romero.
Mayormente cuando
existía el anhelo general de que
el pueblo que
recién nacía se trasformara pronto en una gran ciudad.
31
Bien escaso era el desarrollo que tomaba la población, a pesar de todas las buenas intenciones que se dejaban traslucir en los acuerdos del Cabildo linarense. El año 1854 estaba ya por finalizar. Era el 31 de diciembre y aún no se vendían las 31 y media cuadras; tampoco se presentaban interesados por los nuevos sitios, a pesar de haberse reducido su valor, y para mayor calamidad las lluvias, los vientos y el transito de personas que cruzaban por el pueblo a medio poblar, habían borrado por completo la delineación de propiedades realizada por el agrimensor señor Cruzat dos años antes. La venta de sitios se hacía imposible porque no estaban marcados en el terreno. Ante este hecho no cabía otro remedio que pedirle al señor Cruzat que efectuara una segunda demarcación; fue lo que dispuso la Municipalidad en esta sesión, después de haber encargado al Gobernador que, por intermedio de sus agentes de policía, se colocaran en diferentes lugares avisos destinados a hacer saber que antes de un mes los compradores debían tomar posesión de ellos y que los que aparecían sobrantes serían
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rematados de acuerdo con las disposiciones gubernativas.
Aún cuando todas estas diligencias no se realizaron con la prontitud que todos deseaban, los regidores de Linares no vacilaban en estudiar y proponer a la consideración de sus colegas algunas medidas que reportaran un progreso efectivo para San Javier. Hasta entonces el mayor tropiezo que existía para la nueva población era la falta de medios expeditos de comunicación. El camino longitudinal era un sendero cubierto de baches y lagunas, sin puentes y sin otro pavimento que la tierra arcillosa y a veces talmente arenosa que se extraía de los fundos colindantes. Para procurar un acercamiento a Linares, el 18 de mayo de 1855 quedó resuelto que el señor Francisco
Javier
Bernales,
investido
por
el
municipio por el cargo de Director de Caminos, tomaría a su cargo el arreglo del que conduce de este pueblo al Maule, por vía Loncomilla y que va
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de Linares hasta el nuevo molino que se esta fabricando, de pertenencias de don Francisco Encinas y otro; y que el que sigue desde dicho Molino hasta el Maule”. Tres día mas tarde se hacía notar que por “ser grande el número de lanchas que navegan en el Loncomilla “, era necesario imponer un derecho de anclaje para todas las embarcaciones. Los regidores municipales que con tan buenas intenciones propiciaban estos proyectos eran nueve vecinos del departamento, que habían prestado su juramento en sesión del 6 de junio de 1852 y a los cuales les había correspondido intervenir en el traslado de la ciudad desde su sitio primitivo al que tiene en la actualidad. Sus nombres son los siguientes: Pedro María del Campo Barros, Manuel Gregorio García, Ambrosio
Concha,
Matías
Romero,
Manuel
Basoalto, Juan Pablo Gómez, Ángel Agustín Toro, Marcelo Ibáñez y Manuel Ferrada. Las sesiones del Cabildo se verificaban bajo la presidencia del Gobernador y a
veces del Intendente de la
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provincia. Esto explica que estos dos funcionarios tuvieron influencia directa sobre la vida y desarrollo que tuvo San Javier durante sus primeros veinte años. En el trazado de la planta de la ciudad se advierte la influencia de los regidores de Linares. Hay una gran semejanza entre ambos pueblos. Por lo demás, el sistema de edificación adoptado era el mismo seguido por los españoles, cuando los conquistadores funcionaban pueblos y antes que todo elegían la vecindad de un estero, la presencia de un bosque y aceptado el lugar reservan el sitio para la plaza mayor y a su frente el espacio necesario para la iglesia y el Cabildo. Así fue como San Javier, de acuerdo con el espíritu español y con el Cabildo de Linares, tuvo desde su elección un lugar para su iglesia y una manzana completa para su Plaza de Armas.
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FORMACIÓN DEL DEPARTAMENTO
La fundación de San Javier se verificó en un periodo de pleno desarrollo agrícola e industrial. El país en general disfrutaba de una situación económica envidiable.
No hacía mucho que las
minas de oro de California habían abierto un gran mercado para nuestros productos, muchos de los cuales, como el trigo, la harina y las cecinas eran enviadas en grandes cantidades.
La región de
Loncomilla aportó a aquel gran mercado sus valiosos productos, transportados por vía fluvial hasta Constitución y de aquí a California. Los molinos de Cooper, Encinas y Pando no daban abasto para atender los numerosos pedidos que recibían por cada correo. De ahí que sus propietarios no trepidaran en introducir en ellos los adelantos mas modernos y en colocarlos al frente de jefes y administradores especializados en el ramo o que por su probidad y rectitud eran una garantía de seguridad en su funcionamiento.
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Los molinos de La Unión, de los que eran dueños don Juan Antonio Pando, ubicados en el fundo La Obra, que después se llamó Santa Rita, al decir de muchos técnicos, eran los primeros de su clase en todo el territorio de la República; se trataba ni más ni menos que de un establecimiento monumental. Si bien el molino mismo era antiguo, constaba no obstante, de doce paradas de piedra que funcionaban al empuje del agua que se hacía llegar a través de un canal, cuya bocatoma está en el río Maule, en las mismas condiciones en que fue concebida por el genio extraordinario de su fundador. En febrero de 1880, siendo dueño del molino don Gabriel Ocampo, un voraz incendio lo redujo a cenizas y desapareció así una obra que por su solidez y magnificencia constituía un orgullo para la región. Los tiempos no podían ser, como se ve, mas apropiados para el desarrollo de un nuevo pueblo. Sin embargo, las convulsiones políticas anteriores al 8 de diciembre de 1851, la sangrienta
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batalla librada en Barros Negros, en que se habían perdido cuatro mil vidas preciosas, obscurecieron por mucho tiempo el estado floreciente de nuestra economía. Ya
hemos
visto
cuanto
costó
enajenar un terreno de propiedad municipal y cuan lento fue el proceso de la venta de sitios.
Esto
indicaba a las claras la falta de dinero entre los pobladores de Loncomilla y la falta de interés para radicarse en un pueblo que recién se formaba. El Gobierno mismo, por el desembolso que había tenido que hacer para sofocar la revolución y luego para ir en socorro de los huérfanos de la guerra, no había podido distraer un solo centavo en beneficio de San Javier.
El Presidente Manuel Montt, en una visita que hizo al sur a comienzos de 1853, nos se detuvo en San Javier. Pasó directamente a Linares, donde se le preparó una gran recepción, a juzgar por haberse invertido en ella algo más de quinientos pesos. La nueva población cuya fundación él había
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autorizado con su firma, tenía solo un año y tres meses de vida; podía haberla visitado para imprimirle algunas normas; pero el triste 16 recuerdo de Barros Negros y la ninguna atracción que en estos momentos ofrecía San Javier,
lo hicieron
pasar de largo por el camino longitudinal. Por ley de 11 de diciembre de 1873 se creó la providencia de Linares con los departamentos de Parral, Linares y Loncomilla. El origen de esta ley arrancaba de un proyecto presentado al Congreso, en 1867, por el diputado por San Carlos, don José Manuel Encina, dueño entonces de un fundo en las vecindades de San Javier. El señor Encina deseaba que se creara el Departamento de Loncomilla; nunca pensó en la formación de una nueva Provincia. Para evitar un gran mal que se le habría producido a Linares, el 6 de julio de 1869, el diputado Francisco Prado Aldunate, representante directo de esta región, elevó a conocimiento de la Cámara una moción en que hizo notar la conveniencia de que la provincia 16
Esta expresión ¨triste¨ , está manuscrita por el autor en su texto original.
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del Maule fuese dividida en dos: una, que conservaría su nombre y que la constituirían los departamentos de Constitución, Cauquenes, Itata y Chanco, y otra que se llamaría Linares, y que sería formada por los departamentos de Parral, Linares y Loncomilla, los cuales, en aquellos momentos tenían una población de 75.384 habitantes. El Diputado Prado Aldunate hacía notar en su moción que la Subdelegación de Carrizal, dependiente del departamento de Cauquenes, se agregaría al nuevo Departamento de Loncomilla , y que en lo sucesivo éste elegiría a dos diputados y un suplente y para su administración municipal elegiría tres alcaldes, cinco regidores y tres suplentes. Las
ideas
de
este
Diputado
estaban
perfectamente de acuerdo con los vecinos de Linares y Loncomilla, pero, como eran muy acertadas no prosperaron en el Congreso y fueron archivadas hasta el año 1873. El señor Encina no había abandonado su proyecto e insistía en la división del Departamento y, seguramente, habría sido aprobado a no mediar
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una nota del Gobernador de Linares, don Juan José Rodríguez, quien con fecha 29 de agosto de 1873 se dirigió al Diputado Manuel Antonio Hurtado en la cual le expresaba la conveniencia de convertir en ley de la República la creación de la provincia de Linares, y no la creación de un Departamento. Felizmente, esta vez las cosas se arreglaron como las pedía la región y no como se acordaba en Santiago. Fue así como nació el Departamento de Loncomilla, con una superficie de 827 kilómetros 17 ,
una población de unos 20 mil habitantes,
y
encerrado dentro de los siguientes límites : al N. el río Maule desde el pasaje de Duao hasta que se le junta el estero de Tabón Tinaja; al E. el camino público que parte del pasaje de Duao, el callejón de Délano, el cerro de Quilipín y el río Putagán; al S. el
río
Purapel,
el
Perquilauquén
hasta
su
desembocadura en el Longaví y el Putagán desde la unión con el Loncomilla hasta el cerro de Quilipín; y al O. el estero de Tabón Tinaja y el cajón de Huequil hasta el Purapel. 17
Debiera decir, seguramente, 817 kilómetros cuadrados.
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La
creación
del
Departamento
de
Loncomilla exigió de inmediato la designación de un
Gobernador,
quien
debía
representar
las
tendencias del gobierno, del cual iba a ser un representante directo.
Hacer una semblanza
especial de aquel
primer Gobernador y de los que le sucedieron en el cargo; estudiar si fueron buenos o malos; si agradaron al pueblo o si solicitaron el cargo o se les designó como premio a sus virtudes cívicas;
es
tarea difícil de emprender y de tratar en estas páginas, pues, si lo hacemos nos exponemos a alargar demasiado este trabajo.
Por tal razón,
permítasenos que solo demos sus nombres y anotemos una que otra característica de su paso por San Javier. 1.- Agustín del Solar Cruz . Primer Gobernador. Había nacido en Linares en 1836. Sirvió durante el año 1874, en marzo de 1875 pasó a Intendente de la Provincia. Falleció en 1913.
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2.- Francisco Antonio Rodríguez. 1875 3.- Justo García.- Hijo de don Manuel Gregorio García Ferrer y de la señora Rosario Encinas Echeverría. De Gobernador pasó a la Intendencia de Linares y, en seguida,
fue Diputado por el
Departamento. Falleció el 2 de septiembre de 1915. 4.- Agustín H. Azócar. 1884. 5.- Hernando de Magallanes. 1891 6.- Alberto Chaparro. 1891 7.- Pedro Pablo Benavides. 1894 8.- Manuel J. Cárdenas. 1897 9.- Guillermo González E. 1900 10.- Luís Demetrio Benavente. 1900-03 11.- Luís Cruz Vergara. 1903. activo, públicos.
estricto
fiscalizador
de
Emprendedor y los
servicios
Pocas veces hubo tanta actividad en
materia de iniciativas y mejoramiento de servicios. Obtuvo fondos para ampliar el edificio del hospital y mejorar caminos.
Impuso la corrección y el
cumplimiento exacto de los horarios de oficina y colegios urbanos y rurales. Su energía la prueba el
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hecho de haber puesto la casa por cárcel al comandante de policía. 12.-Guillermo Barken Romero. 13.- Joaquín Risopatrón. Llegó a San Javier como pudo haber llegado a Puchuncaví. No conocía la ciudad y no se interesó por servirla.
No hizo
ninguna obra que recordará su nombre. 14.- Rafael Gana. 15.- Jorge Bazán Nieto. 16.- Víctor Parra Garrido. 17.- Aurelio Meza Rivera.
Desde el 31 de
diciembre de 1920 al 13 de octubre de 1925. 18.- Alfredo Illanes Benítez. 19.- Vicente Bravo Rivera. Desde 1927 a 1928. 20.- Manuel Araya Vargas.
1926 al 29.
Muy
emprendedor y activo. Su espíritu democrático lo llevó a vivir en una casa quinta de la Avenida Estación. Sirvió lealmente al presidente Ibáñez. 21.- Edgardo Rojas Huneeus. 1930 – 1931. 22.- Luís Vergara Blest. Desde abril hasta julio de 1931.
Era gobernador de San Carlos.
gobernador del gobierno de Ibáñez.
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Ultimo
23.-
Eugenio
Silva
Henríquez.
funcionario, marino retirado,
Excelente
le correspondió
recibir a la delegación intelectual de hijos de Linares que visitaron la ciudad en diciembre de 1931. Sirvió desde agosto de este año a julio de 1932. 24.- Plácido Escobar. Gobernador de la República Socialista recomendado por Alessandri 18.
Muy
caballero, tuvo el rasgo, que hasta entonces se había gastado, de ofrecer en el club social un banquete de despedida a su antecesor señor Silva Henríquez. Su pasó dejó gratos recuerdos en el pueblo. Falleció a fines de 1932. 25.- Luís Abalos Lavanderos. 1932 a 1938. Sirvió durante toda la presidencia de Alessandri. 26.- Demetrio Salazar Salazar. Primer gobernador del Frente Popular. Desde enero al 20 de octubre de 1939. 27.- Isidoro Barrientos Manríquez. Desde octubre a diciembre de 1939. No quiso aceptar el cargo por no conocer el Departamento y no poder resolver sus 18
Sin duda, el Presidente Arturo Alessandri Palma.
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problemas.
Primer caso de honradez moral.
Falleció en Talca el 10 de diciembre de 1939. 28.- Arturo Corbalán Maureira. Democrático. 1939 a 1942. 29.- Abraham Vera. 30.- Nicanor Ruiz Bahamondes. 31.- Pedro Toledo Iturriaga. Ultimo gobernador del régimen radical que empezó con Pedro Aguirre Cerda en 1939 y terminó con González Videla el 4 de septiembre de 1952. Al señor Toledo le correspondió presenciar la especulación de los comerciantes que en pleno régimen democrático escondían la yerba, el té, el café, y el azúcar para venderlos al doble de su precio.
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PO DER
MUNICIPAL
El 2 de marzo de 1874, el Ministerio del Interior designó una junta de vecinos compuesta por los señores :Manuel Antonio Errázuriz y José Ramón Méndez, quienes
se reunieron el 2 de abril del
mismo año y presididos por don José Luís de la Cerda Dueñas, designaron como secretario al señor Miguel Nicomedes Urrutia, a fin de dar comienzo a sus labores de cuidado, ornato y mejoramiento de la ciudad que en esta ocasión llevaba 22 años de vida. Con fecha 22 de abril fue designado tesorero don José Antonio Ibar, con la fianza de cinco mil pesos que le prestó don Justo García. El señor Ibar era un distinguido comerciante y dueño a la vez de la única y primera casa de dos pisos que existió en el pueblo. Municipales
por
elección
popular
no
existieron sino desde 1879 adelante, esto es, desde que San Javier adquirió un mayor progreso y su población aumento de densidad.
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Para una ciudad que se formaba a expensas del trabajo de sus hijos, el mayor ideal habría sido que estos hubiesen estado al frente de los intereses comunales, ya que nadie mejor que ellos podían resolver los problemas que se presentarán. En parte se cumplió este deseo, pero a costa de muchos sacrificios, porque casi siempre, los favorecidos en las urnas no eran habitantes de la propia ciudad sino grandes hacendados que residían algunos en sus fundos y otros en Santiago. Cierto es que entre aquellos dueños de fundos o grandes empresas se advertía un generoso propósito
de
mejoramiento
de
los
servicios
públicos, sin embargo, a través de muchos años predominó
en
el
municipio
un
criterio
esencialmente político destinado a formar una mayoría para asegurar el triunfo de una determinada combinación que a su vez daría la victoria a ciertos diputados y senadores. Cuando el municipio fue constituido por una agrupación de hombres sanos y honrados, el pueblo adelantó rápidamente; pero cuando los
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partidos políticos se valieron de este organismo para asegurar un asiento en el Congreso, todo se descompuso, faltaron fondos para pagar empleados, el déficit de la caja municipal aumentó y el número de funcionarios creció en forma fantástica. Una relación de los ciudadanos que han constituido el municipio desde 1879 hasta el presente, nos permitirá conocer quienes han sido los que a través de 73 años han velado por los intereses de la comuna de San Javier. 1879-1882, José L. de la Cerda Dueñas, Juan José Palacios Portales, José A. del Solar, Cayetano Concha, Inocencio Hernández, Francisco Javier Rivera, Ramón Méndez, José A. García. Suplentes : Esteban Lagos y Eugenio Encina. 1882-1885, Juan Alberto San Martín, Franco Allen, Manuel Gregorio García Ferrer, Jerónimo Villalobos, Inocencio Hernández, Serapio Méndez, Pacifico Encina Romero, Silvio Rojas, Ricardo Aylwín, José Miguel Palacios y Silverio Benavides
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1885-1888, Manuel G. García, Serapio Méndez, José M. Palacios, Silverio Benavides y Silvio Rojas. 1888-1891. Manuel Gregorio García, Félix H. Hernández, Inocencio Hernández, José L. de la Cerda, Guillermo H. Délano, Manuel S. del Campo, Miguel A. Gargari, Severo Rojas, Roberto Concha, José M. palacios, Víctor Pobrete y Silverio Benavides. 1891-1894.
José Tomás Díaz, Serapio
Méndez, Dionisio Villalobos, Santos Pío Andrade, Francisco Gunther, Ismael Rodríguez, Cesarión Encinas, Luís León, José Dolores Toledo, Asensio Astorquiza, José Manuel Rivera. 1894-1897.
Ángel Custodio Quintana,
Jerónimo Villalobos, Eduardo Salgado, Antonino Águila, Eduardo Larraín, Francisco Salinas, Santos Pío Andrades, Luciano Navarro y Severo Rojas. 1897-1900. Jerónimo 2º Villalobos, José F. Salinas, Pedro P. Troncoso, Santos P. Andrade, Feliciano García, José Fermín Lobos, Manuel 2º Urrutia, Eulogio Traslaviña y Antonio Águila.
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1900-1903. Lorenzo J. Norambuena, José F. Salinas,
Eduardo
Jordán,
Eduardo
Salgado,
Antonino Águila, Pedro Pascual Escobar Fuentes, Juan E. Pradenas, Serapio Méndez y José Luís Cerda Opazo. 1903-1906. Meza,
Lorenzo
José Luís Herrera, Aurelio J.
Norambuena,
José Primo
Villalobos, Baldomero Villagrán, Antonio Águila, Pedro P. Troncoso, Hernán Cerda Opazo y Fidel Lobos. 1906-1909.
Aurelio Meza, Lorenzo Arias,
Ernesto García, José 2º Araya, José L. Cerda, Francisco A. Opazo, Pedro P.Troncoso, Baldomero Villagran y José F. Salinas. 1909-1912.
Ernesto García, José Maria
Cisternas, Baldomero Villagran, Antonino Águila, José L. Cerda, Aurelio Meza, Francisco A. Opazo, Emilio Silva y Aurelio Meza. 1912-1915.
José L. Cerda O, Baldomero
Villagrán, Enrique del Río, José del R. Lara, José M. Godoy, Emilio Silva y Fidel Lobos. José M. Cisternas y Patricio García.
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1915-1918.
Alberto Díaz, Manuel García
Ibáñez, Bernardo Quijano, Aurelio Meza, Diego García, Felipe S. Reveco, Baldomero Villagrán, José del C. Osses y Enrique del Río. 1918-1921.
Hernán
Cerda,
Bernardo
Quijano, Felipe S. Reveco, Armando Andrade, Diego García, Enrique del Río, Nibaldo Salinas, Alberto Díaz y Aurelio Ferrada. 1921-1924.
Felipe S. Reveco, Laureano
Lillo, Armando Andrade, Horacio Blanco, Sixto Sepúlveda, Carlos Cruz Guzmán, Manuel 2º Romero, Alfredo Noguera y Armando Veloso. 1924- Felipe S. Reveco, Juan Matus, Pedro Baltierra, Jorge Valdés, Alberto Díaz, Fernando Villagrán, Abel Rodríguez, Camilo del Río, y Humberto Castro. Está municipalidad fue disuelta a fines de año. 1924-1926. Junta de Vecinos compuesta por Felipe S. Reveco, presidente, Víctor García, Horacio Blanco, Jorge Valdés, Carlos Cruz y Juan Toledo. Fue disuelta el 31 de julio de 1926.
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1926-1927. nombrada
la
El 31 de julio de 1926 fue siguiente
Junta
Municipal:
Osvaldo del Solar, presidente, Ernesto García Gana, Adolfo Silva Henríquez, José Santander y Víctor González González, vocales. 1927-1928.
En mayo de 1927 la junta
anterior fue sustituida por la siguiente: Víctor González, presidente, Marcial García y Francisco Noguera, vocales. 1928. Desde mayo al 31 de diciembre actúo una cuarta junta constituida por Osvaldo Lobos, Marcial García y Eduardo Rojas. 1929.
En febrero de 1929 se designó la
siguiente junta: Manuel Araya, gobernador, Carlos Warnken Rodríguez, Manuel Araya y Jerónimo Villalobos. 1931. Ernesto García Gana. 1932-1935.
Carlos Warnken, Jerónimo
Villalobos, Milciádes Bravo, Alejandro Moraga, Jerónimo
Sepúlveda
y
Secretario David Gajardo.
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Guillermo
Baltierra.
1935-1938.
El 9 de junio de 1935 se
reconstituyó la municipalidad, resultando elegidos: Luís Gaete Meza, Fernando Villagrán Ferrada, Ignacio Bravo Cisternas, Juan Lillo Corbalán, Jerónimo Sepúlveda, Manuel H. García y Federico Godschmith. 1938-1941.
Fernando Villagrán Ferrada,
Adolfo Silva Henríquez, Antonio Ruiz Rodríguez, Guillermo Larraín García, Hernán Lobos, Luís Leiva Concha y Leopoldo González. 1941-1944.
Fernando Villagrán Ferrada ,
Oscar Fillipi Canessa, Belisario Carrasco Acevedo, Alcibíades Rivano, Guillermo Larraín García, Osvaldo Villalobos Torres y Juan Lillo. En esta municipalidad renunció Fillipi y fue elegido Floridor Sánchez en su lugar. 1944-1947.
Luís Fuentes Lara, Ignacio
Silva Fuentes, Pedro Toledo Iturrieta, Francisco Pérez Boada, Adolfo Silva Henríquez, Fernando Romero Vásquez y Fernando Villagrán Ferrada. 1947-1950.
Fernando Romero Vásquez,
Ignacio Silva Fuentes, Jerónimo Sepúlveda, Jorge
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Andrades Muñoz, Guadalupe Fernández Ceballos, Fernando Villagrán y Francisco Riquelme Correa. 1950-1953.
Victorino Fajardo Guitiño,
Francisco Riquelme Correa, Mario Lavín Pradenas, Gustavo Alé Flores, Ignacio Silva Fuentes, Sara Mujica Jaramillo y Fernando Romero Vásquez.
INSTRUCCIÓN
PÚBLICA
La instrucción pública nació en San Javier mucho antes de la formación de este pueblo. En 1843 había cuatro escuelas particulares en Loncomilla. En esta misma época el Cabildo de Linares, creó una en Chanquicó que fue trasladada en marzo de 1849 a Bobadilla y de aquí a Longaví al año siguiente. Por la falta de profesores y la carencia de locales adecuados, las primitivas escuelas llevaron una vida raquítica. El traslado de un punto a otro obedecía casi siempre a la expectativa que tenían
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los profesores de encontrar una casa que les sirviera a él y a su escuela. No siempre las escuelas estuvieron donde mas se necesitaban sino donde había una
casa
mejor. Hasta muy avanzado el siglo que vivimos San Javier no tubo sino cuatro escuelas: dos superiores, de hombres y niñas, respectivamente; una de niñas elemental y otra mixta en la vecindad de la Estación. En como ellas no eran suficientemente para recibir a todos los niños de la ciudad, se mantuvieron muchas particulares que servían como colegios de infantes. Vamos a pasar una ligera revista de las principales escuelas que han desempeñado la noble misión de formar la niñez e instruir a la juventud.
1.- Escuela superior Nº 1 de hombres.
Ha
funcionado como escuela superior desde 1900 y desde entonces ocupa el actual edificio ubicado frente a la plaza, el cual fue construido al término
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de la presidencia de Balmaceda, quien realizó el plan de mejoramiento de locales escolares aprobado por el Congreso bajó el gobierno de don Domingo Santa María, verdadero autor de estas grandes obras que se conocen a la largo de la República. Durante algunos meses de 1900 dirigió esta escuela el señor I. Manríquez, sucediéndole don Carlos Valenzuela Sagredo, que fue director hasta el 31 de agosto de 1911, fecha en que se le ascendió a visitador de Mariluan, hasta este año tenía solo cuatro
plazas
de
profesores,
las
cuales
se
aumentaron a siete bajo la dirección de don Juan J. Saavedra, que se hizo cargo de ella el 1º de septiembre de 1911. Al retirarse el 8 de noviembre de 1923 llegó como sucesor don Luís A. Castro, quien le sirvió hasta el 25 de abril de 1929 y al día siguiente la tomó bajo su dirección don Antonio González Pereira.
Posteriormente ha estado
dirigida por David Reyes Mella y Juan B. Torres. En 1940, cuando era director David Reyes, se produjo un grave incidente entre él y el inspector escolar Juan de Dios Aguilera que hizo necesaria la
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intervención de un jefe de la Dirección General de Educación Primaria. El señor Reyes, inspirado en el buen deseo de elevar el nivel moral de sus colegas, trato de hacer cumplir el reglamento en la forma mas estricta posible a fin de que no hubiese profesores que faltaran a sus clases o llegaban atrasados a ellas. Inmediatamente se produjo, como es natural, un descontento y el Director fue acusado al Inspector escolar quien lo funciones
sin
hacer
suspendió
ninguna
de sus
investigación.
Designado el señor Felidor Herrera Lagos para aclarar los hechos producidos, vino a San Javier, y , al oír a ambas partes, llegó a la conclusión de que Reyes debía ser ascendido a Director de la Escuela Superior de Rengo y Aguilera trasladado a Peumo. Así se hizo a fines de 1941. Por el hecho de haber sido la Escuela Nº 1 el único centro de estudio más importante de la ciudad, ella a tenido la gloria de haber educado a numerosos niños que mas tarde fueron ciudadanos útiles a su patria.
Entre estos destacamos los
nombres de Carlos Cofré Meza, Pedro Salinas,
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Jerónimo Sepúlveda, César García, Juan B. Torres, Humberto Quintana, Armando Meza, Oscar San Martín, Alejandro Bravo, Fernando Dahmen, etc. etc. 2.- Escuela Superior de Niñas Nº 2
. Su
funcionamiento data del año 1900 y entre sus directoras han descollado Justina del Río, Dolores Torres Santa, Matilde Q. de Rodríguez, Dolores Céspedes de Zoppetti, Julia Cerda de Drake, Blanca Groeling de B. y Margarita B. de Reyes. Durante los años 1930 y 31 funcionó en el local de la Escuela Superior de hombres con asistencia alterna, pero en abril de 1931 el inspector escolar Polidoro Alarcón tomó en arriendo la casa de don Hernán Cerda Opazo, ubicado en la calle Arturo Prat, y allí funciona desde entonces. Alumnas distinguidas se han considerado a la señora Clementina Lobos de Troncoso, Ester Villar, Auriestela Contreras B., Alejandrina y Etelvina Hernández y Olga Troncoso, quienes se dedicaron como sus profesoras al noble apostolado de la enseñanza pública.
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3.- Escuela de Niñas Nº 4. Es considerada como el plantel de instrucción más antiguo, pues hay datos que hacen remontar su origen a los primeros años de la ciudad. Ha tenido las siguientes directoras : Ursula Villalobos, Dolores Torre Santa, Ester Verde Ramo del Castillo, Elcira Briones de Arias, Ester Villar Elgueta, Sara Palacios, Emilia Olmedo de Lagos y Rosa Toledo Iturrieta. Después de ocupar diferentes casas, desde hace mas de veinte años se encuentra en la avenida Chorrillos esq. de Torreblanca, propiedad que perteneció a Aurelio Meza. 4.- Escuela de Niñas Nº 5 En sus primeros años se le conoció con el nombre de Escuela Mixta Nº 6. Su fundación data de fines del siglo pasado. Ha funcionado en la avenida Estación y sus principales directoras han sido : Mercedes Hecia, Juana Ugarte, Margarita Gutiérrez Vega, Clara Pérez de Pereira, Lucila Ubilla, Natalia Alarcón, Raquel Pino de C. como profesoras han servido Ema González, Áurea Campos, Vitella Garrido, Soledad Contreras.
60
Durante la dirección de la señorita Margarita González Vega fue elevada a segunda categoría y en tiempo de la señora Raquel Pino de C. la enseñanza fue orientada hacía un sentido esencialmente practico.
A las alumnas se les
instruyó en costura, encuadernación, economía doméstica, en jardinería y horticultura. 5.- Escuela Elemental de Hombres Nº 3 . Fue fundada antes de 1890.
Sus principales
directores han sido los siguientes : Moisés Farias Azócar, Arturo González Martínez, Primitivo Fuentes, Romilio Sepúlveda y Parra, Francisco Pinto, Francisco Villagra Paz, Emiliano Castillo y Humberto Valenzuela L. Desde el 6 de abril de 1930 y por varios años sirvió como profesor don Mateo Rojas Pinto, quien había sido Director de la Escuela Nº4 y por la reforma de 1928 fue dejado fuera del servicio.
El señor Pinto, radicado
actualmente en Esperanza y dedicado a las labores periodísticas y agrícolas al mismo tiempo, tuvo la suerte de ser alumno de la Escuela 3 cuando la dirigía don Moisés Farias y como un premio a sus
61
merecimientos le correspondió dirigir la Escuela 4 desde el 13 de septiembre de 1913 hasta abril de 1926. Entre los alumnos mas distinguidos que han pasado por estas aulas se citan los nombres de Jerónimo Lagos Lisboa. Fernando Dahmen, Misael Pradenas Aliaga, Estanislao Godoy, Luís Acuña, Luís López, Luís Henríquez, Juan de Dios Aguilera y Juan C. Jaques. Por disposición de la Dirección General, de fecha 22 de septiembre de 1938, fue decretada la fusión de las Escuelas de Hombres Superior Nº 1 con la Elemental Nº 3 y la Superior Nº 2 con la Elemental Nº 4, todas ubicadas dentro del radio urbano. Esta medida se toma en consideración al exagerado canon de arrendamiento fijado por los propietarios de los locales de las escuelas 3 y 4 . El de la Nº 3 costaba entonces $300 mensuales, pero su dueño lo elevó ese año a $550.- el de la Nº 4 costaba $400, su dueño era don Hernán Cerda Opazo; al pasar esta casa a poder de don Alcibíades
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Rivano, exigió un canon del mil pesos, el cual se rebajo a ochocientos. Está fusión no fue de las mas acertadas. Se perjudico directamente a los padres de familia que debían mandar a sus hijos desde 3 y 4 km. Puesto que había muchas Bobadilla, Barros Negros y Loma del Maqui, localidades que aún no cuentan con escuelas de ninguna clase. El director de la Nº 3 Emiliano Castillo, presentó su renuncia, en razón de que con la fusión quedaba en calidad de simple profesor de la N º1 y la directora de la Nº 4 señora Sara Palacios aceptó continuar como profesora de la Nº 2. 6.- Escuela Elemental Nº 37. Hay recuerdos que esta escuela fue creada poco después de 1980 en la avenida Estación. Por ella han pasado como directores
Enrique
Gárgara
B.
bachiller
en
humanidades, desde 1903 a 1908; Juan Manuel Troncoso hasta 1912; Juan B. Prado desde 1912 a 1915; Mateo A. Rojas Pinto hasta 1928. En este año esta dirigida por Demetrio Muñoz Arellano, a
63
quien secundan los profesores Domingo Candia Vallejos, Inés Latorre Cortés. Antes de la creación de esta escuela, había dos escuelas en la avenida Estación : una mixta fiscal y otra particular también del mismo carácter. La primera funcionó en casa de don Isaías Bravo y en seguida en la de don Alfredo Noguera.
La
particular era “pagada” y funcionaba en la casa de su fundadora y directora señora Carmen Cancino. Por razón de que ambos colegios no llenaban las necesidades del sector en que se encontraban, se solicitó la creación de una escuela elemental, y está nació bajo el Nº 2 en casa de don Juan de la Cruz Sepúlveda, de allí se trasladó en 1906 a la propiedad de don Isidro Ibieta, donde siguió funcionando bajo el Nº 4. Con la reforma educacional de 1928 fue fusionada con la de mujeres Nº 5, dejándose cesante al Director, que lo era don Mateo Rojas y trasladando su ayudante señor Julio Cifuentes a la Nº 6 de Villa Alegre. Seis meses mas tarde se reconsidero la fusión y la Nº 4 fue reabierta bajó la dirección de los señores
64
Roberto Peña y Lillo y Julio Cifuentes Reinoso, pero sin que ambos tuviesen nombramientos definitivos ya que se les consideró simplemente en comisión de servicio. A fines de 1929 volvió a restablecerse la escuela pero solo con dos empleados y en vez de su categoría de segunda clase que había tenido por mas de doce años, apenas si conservó la de tercera, y de Nº 4 que era quedó convertida en Nº 37. Habiendo sido un colegio de gran prestigio, justo es mencionar a sus numerosos profesores, que fueron leales cooperadores de la obra de los directores.
Merecen especial mención : Rómulo
Marín, José María Cisternas, José A. Sepúlveda, Romilio Alarcón, Julio Romero y Julio Cifuentes Reinoso. Entre los centenares de alumnos que pasaron en sus primeros años, merece recordarse a Oscar Espina, Benjamín Ramírez, Justo Pastor Olivares, Alejandro Bravo Henríquez, Arnaldo Rodríguez Lazo, Eliécer Pereira, Víctor J. Macchiavello Patlender,
Lindorfo
Leiva,
65
Roberto
Concha,
Osvaldo Ramírez, Julio Fernández, Armando Vásquez, José M. Falcón, Luís Roberto Campos, Rogelio Castro, etc. 7.- Escuela de juntas viejas . A instancias de don Toribio de la Vega, se creó esta escuela el 12 de mayo de 1903, que no alcanzó a cumplir cincuenta años. Inspectora
Fue suprimida en 1949 siendo
escolar
de
Loncomilla
la
señora
Filomena Arce. Su primera directora fue doña Ana Rosa Hoces, quien le presto sus servicios durante 23 años. La reemplazó durante dos meses la señora Raquel Pino Cortés, a quien sucedió doña Edelmira Avalos V. Fernando y Augusto de la Vega Olguín fueron alumnos distinguidos de esta escuela, suprimida simplemente por carecer de local. 7.- Escuela Vocacional Nº 51 . A fines de 1941 fue fundada esta escuela bajo el Nº 142, designándose como primera directora a la señorita Graciela Gómez Francke, quien fue sustituida poco después por la señorita Matilde Calderón Moss, que continúa todavía en sus funciones.
66
Durante el
primer año de su funcionamiento ocupó un local cedido por la escuela Superior de niñas Nº 2. Su primera matricula contó con 100 alumnas y su menaje estuvo formado por cinco máquinas de coser Singer y cinco mesones y bancas que reemplazaron las sillas. El profesorado lo formaron en modas, señorita Miguelina Hinostroza, en lencería, señora Irma Román; en sastrería masculina, señorita Irma Barros; en tejidos, señora Inés Villalobos; y las señoritas Isabel Crisóstomo e Isabel Estévez como profesoras
de
economía
y
desmanche
respectivamente. En marzo de 1943 se arrendó una casa de propiedad de don Jerónimo Villalobos, ubicada en Eleuterio Ramírez, frente a la plaza, y allí a funcionado durante los últimos nueve años, siempre bajo la dirección de la señorita Matilde Calderón Moss.
Sus colaboradores son Elba Veas Osses,
María Martínez Gálvez, Hilda Heredia Jarpa, Hilda Celis González, y Lucila Villarroel Villarroel. La matrícula de 1952 es de 170 alumnas.
67
Hasta 1925 la juventud no tuvo a su alcance otra enseñanza que la primaría. Los alumnos que deseaban seguir estudiando secundarios, que les permitiera
llegar
a
la
Universidad,
debían
trasladarse a las ciudades vecinas, lo que no siempre podían hacer quienes no contaban con los medios económicos necesarios. Dotar a San Javier con un liceo fue una idea muy antigua. Ya en 1931 encontramos en la prensa algunas informaciones relativas a la conveniencia que había en pedir al Gobierno la creación de un establecimiento de esta clase. La necesidad de su fundación
no
merecía
reparos
ni
admitía
discusiones. Sin embargo, cada vez que se pedía su instalación surgía el eterno problema de la falta de fondos en las arcas fiscales, mientras que jamás faltaba dinero para enviar costosas embajadas al extranjero y levantar en Santiago un nuevo edificio. Al discutirse a fines de 1945 la ley de presupuesto, en un esfuerzo común de los señores Ulises Correa y Alejandro Vivanco, senador y
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diputado respectivamente por nuestra provincia, se aceptó incluir una partida de dinero destinada a la creación en San Javier de un liceo mixto que empezaría a funcionar desde principios de 1946. En efecto, el 23 de mayo de 1946 abrió por primera vez sus puertas el establecimiento que tanto se deseaba para la ciudad. La casa elegida era propiedad de doña Ernestina Reyes, ubicada en la calle Torreblanca Nº 785, contigua por el oriente con el edificio de la cárcel y formada de varias piezas que daban a un corredor interior que se unía a un gran patio cubierto de árboles y flores, incluso una hermosa palmera.
Fue arrendada en quinientos pesos
mensuales. Mediante una partida de $422.000.- que se fijaron en el presupuesto para su primer año de funcionamiento fueron recibidos 34 alumnos que formaron el primer año A
y 31 alumnas que
constituyeron el primer año B; además se creó un segundo año con 9 alumnos y 9 alumnas.
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El personal administrativo quedó constituido por las siguientes personas : Rector, Ángel Rivera Rioseco, designado el 16 de marzo, pedagogo en la asignatura de ciencias biológicas y química; había sido ayudante del instituto pedagógico; Inspector 1º Francisco Riquelme Correa; Inspector 3º Matilde Hinojosa
Olmo,
y
Escribiente
Bibliotecario,
Dolores Romero Álvarez. El profesorado lo formaron : Aníbal Celedón Carrasco : Castellano e Historia y Geografía; Teresa Pezón Eyzaguirre : Ciencias 1º año y matemáticas; Elsa Sykvester Pluschke: Inglés, Francés y labores; Ángel Rivera Ríoseco : Ciencias 2º año; Francisco Riquelme Correa: Trabajos manuales y Gimnasia masculina; Rosa Toledo Iturrieta: Gimnasia femenina;Olga Troncoso Eulufí: Dibujo;Elisa Calderón Arévalo: Canto;Roberto Burgos: Religión Católica;Portero: Cayetano Osses; Mozo : Eduardo Ilufí. Primeros Alumnos: Fernando Tapia Rojas Luís E. Toloza Mardones 70
Inés Carraco Carrasco Mariana L. Letelier Salgado Héctor Eduardo Sepúlveda Soto Carlos A. Villalobos N. Hérnan Vergara Ahumada Olga B. Orellana Saravía Luisa Sepúlveda Sepúlveda Héctor Falcón Valderrama Víctor Sepúlveda Figueroa Juan Luís Suazo Gamolán Germán Estela Cabello Eliana Jara Garrido Marina García Villalobos Jorge Vivallo Landa Sonia Morales Lillo Victoria Salgado Arellano Marta Martínez Amestica Sergio Araya Fuentes Elvira Castañeda Acuña Nora Contreras Quiroz Nelly del Carmen González Jorge A. Duran Díaz Nelda González Sara del C. López Bastías María C. Gaete Martínez Yolanda Meza Prieto Héctor Soto Sepúlveda Rafael H. Reyes Torres Alicia Arias Quiroz José M. Reyes Torres Raúl Torres Vielma Julio Walter López Strange
71
Aladino Torres Vielma Elena Jadue Jadue Eliana del Carmen Troncoso Benedicto A. González c. Violeta Pérez Valdés Bernardita E. Quijada B. Inés Pérez Valdés Ana María Figueroa Reinaldo A. Valenzuela V. María E. Quintana Figueroa Sergio Arias Quiroz Eliseo Osses Ahumada Luís H. Opazo Rodríguez Román Aravena Cancino Godoltier Valenzuela Mellados Violeta Pradenas Campos Eduvia Valenzuela Mellado Hugo Estela Cabello Ignacio Muñoz Zúñiga Eduardo F. Albornoz Toloza Alfonso Warnken Salinas Daniel Troncoso Reyes Rebeca L. Orellana Saravia Héctor R. Troncoso Héctor D. Suazo G. Nelly Jadue Arancibia Tomás González González Carlos Bustamante G. Irma E. Salgado Arellano Héctor Norambuena Meza Luís Valdés Benavides Gilberto Luengo Concha
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Aquiles Meza Carrera Mario Alegría Valdés Alfonso Meza Carrera Adriana Valenzuela Acuña Ana M. Pincetti Cofré Rebeca del C. López Sergio E. López R. Verónica Quinteros Eliana Muñoz Leiva Gustavo Prados Santos Blanca R. Troncoso Varas Alina Valenzuela Gómez Eliana Baeza López Inés Bustos Mendoza Edmundo Bustos Mendoza y Maria A. Casanueva Meza De estos se retiraron solamente dos: Rebeca López y Verónica Quinteros. Antes de darse principio a las clases se efectuó un acto dentro del colegio en que se cantó la canción nacional, después de la cual hizo uso de la palabra el rector señor Rivera, quien exhortó a los alumnos a aprovechar los beneficios del liceo, cuyas puertas se abrían por primera vez aquella fría mañana de mayo; en seguida el inspector señor Francisco Riquelme Correa
dio a conocer a los
alumnos las obligaciones que les correspondía 73
cumplir, se terminó el sencillo acto con la canción de Yungay, la cual fue coreada por los profesores y alumnos. Así nació el Liceo San Javier. Desde el primer día de su funcionamiento el nuevo establecimiento constituyó un foco de luz que se irradió a todo el pueblo. El ambiente de por sí prosaico y materialista fue cambiando poco a poco
mediante la influencia que empezaron a
ejercer los profesores, cuya labor no terminaba dentro de las aulas sino que se extendía como sabia renovadora
en
los
centros
obreros,
en
las
instituciones deportivas y en los círculos políticos y sociales de la ciudad. En 1947 inició sus actividades con 125 alumnos repartidos en cinco cursos. Debió dejar la casa de Torreblanca a principios de año y no siendo posible encontrar una de inmediato que reuniera el mínimo de comodidades, las clases se empezaron el 10 de marzo en una dependencia de la gobernación, y continuaron aquí hasta el 11 de junio en que fue trasladado a la casa en que había funcionado el
74
banco de Talca, en Esmeralda esquina de Prat. En este local conmemora el 21 de mayo su primer aniversario con un acto literario musical. En su tercer año de vida, las clases comenzaron el 8 de marzo; funcionaron cuatro cursos de humanidades, siempre en el mismo local y bajo la dirección del señor Rivera Rioseco. El 9 de abril dejó de prestar sus servicios el profesor Aníbal Celedón, trasladado a Rancagua. La fiesta anual del colegio se efectuó el día 22 de mayo. La señorita Gladis Miranda S. empezó a hacer clases de inglés y francés desde el 23 de agosto. Durante el año 1949 siguió funcionando en la misma casa de Prat esquina de Esmeralda y se estudió la posibilidad de adquirirla en la suma de $870.000.En
1950
funcionaron
tres
cursos
de
preparatorias : 4º y 5º particular y la sexta fiscal, además cinco años de humanidades.
La señora
Julia Rojas de Cereda ocupó este año las cátedras de ciencias, dibujo e inglés; doña Isabel Sepúlveda Flores se designó inspectora 3º y don Perpetuo
75
Labra ocupó el cargo de inspector 1º que dejó el señor Riquelme Correa. realizó la revista de
El 12 de noviembre se gimnasia en el Estadio
Municipal, torneo en que participaron 180 alumnos de ambos sexos; en los días 18 y 19 se verificó la exposición de Trabajos Manuales, Labores y Dibujo; y el lunes 20, participaron los exámenes finales, a los cuales se les dio termino el 23 de diciembre. El año 1951 se inició bajo halagadores auspicios : al celebrarse el 23 de mayo el 5º aniversario de su fundación, se hizo especial referencia a la circunstancia de encontrarse el establecimiento en local propio comprado en $770.000.- a Osvaldo Lobos, merced
a las
oportunas diligencias de los señores Adrián Soto Vivanco, Director de Enseñanza Secundaria, Ulises Correa, Senador de la Provincia, y Alejandro Vivanco, diputado radical de la agrupación a la cual pertenece el departamento de Loncomilla. El local adquirido para el liceo fue la misma casa en que funcionaba desde 1947, ubicada, como ya lo hemos
76
dicho, en Prat esquina de Esmeralda. Ciertamente, no era un edificio muy apropiado para un plantel que está destinado a tener un gran desarrollo en el futuro. Su construcción que data de mas de treinta años, ya empieza a menoscabarse. En el invierno de este año se hizo indispensable hacer una reparación general de la techumbre por encontrarse en muy malas condiciones, se construyeron servicios higiénicos, que no existían, y hubo que ampliar y reparar algunas salas para el laboratorio de física y química. Del 5º año egresaron, después de sus exámenes correspondientes, los siguientes alumnos: Alicia Arias Quiroz Cristina Olmo Guerra María A. Casanueva M. Zoila Orellana González Berta Castro Cofré Roberto Rodríguez Tapia Víctor H. Cerda G. Sylvia Suzarte Garrido
77
Silvio A. Durán Díaz Daniel V. Troncoso Reyes Mariana Letelier Salgado Haroldo López Núñez
En mayo se incorporó como profesora de inglés la señorita Cecilia Urmeneta y a fines de año aceptado el traslado al rectorado del liceo de Punta arenas del señor Ángel Rivera Ríoseco, a quien le había correspondido el honor de ser el primer rector. Finalizó el quinto año de vida del liceo con un curso de comercio que había sido creado al iniciarse el periodo escolar. De él fueron profesores: Marta I. Cabrera Rocha, en dactilografía; María León León, en contabilidad; Carlos Merlet Arnouil, en conocimiento de mercaderías y practicas comercial; y Olga Troncoso Eulufi, en dibujo. La vacante dejada a fines de 1951 por el señor Rivera la ocupó en marzo de 1952 don Agustín Candía Villalobos, profesor de Estado en Historia y Geografía y Educación Física; tenía trece
78
años y seis meses de servicios docentes prestados en el internado Barros Arana, Aysén, Traiguén y Liceo Nº1 de Hombre de Santiago. El centenario de la ciudad encuentra este plantel de instrucción en pleno desarrollo de sus actividades, pidiendo decirse que es lo mejor de San Javier puede exhibirse a cuantos lleguen a compartir sus fiestas jubilares. Trescientos alumnos concurren a sus aulas, repartidos en ocho cursos de humanidades hasta 5º, dos preparatorias: fiscal y particular; curso de comercio con primero y segundo año. Tiene en formación una excelente biblioteca, enriquecida por un valioso obsequio que le hizo el profesor Marcial Espinoza Bustos de 50 tomos del diccionario enciclopédico y numerosas obras de ciencia y literatura. Hacia la parte sur del edificio dispone de una amplia y hermosa cancha de básquetbol, a la cual se le agregaron tribunas especiales que se inauguraron durante las festividades centenarias.
79
El personal docente y administrativo que ha trabajado durante el año 1952 lo constituyen las siguientes personas: Rector: Agustín Candía Valdebenito. Inspector
1º
y
profesor
de
Trabajos
Manuales: Perpetuo Labra A. Inspectoras terceras: Irene Cabrera Rocha, profesora de música, Canto y Dactilografía; e Isabel Sepúlveda Flores; Escribiente
y
bibliotecaria:
María
D.
Romero Álvarez; Castellano y Filosofía: Alicia Cerda Muñoz; Historia y Educación Cívica: Marta Luna Pérez; Francés: Miguel Mendoza Aylwin; Matemáticas y Física: Clida Monje Cea; Inglés: Cecilia Urmeneta Inarejo; Ciencias
Biológicas
y
Dibujo:
Olga
Troncoso Eulofi; Economía
Doméstica:
Gálvez;
80
María
Martínez
Gimnasia
Masculina
y
Prof.
De
VI
preparatoria: Francisco Riquelme Labores: Virginia Saravia Prado; Gimnasia Femenina: Rosa Toledo Iturrieta; Canto y Música: Olivia Baeza Ahumada; Ciencias y 5º preparatoria: Emilia Olmedo Rodríguez; Matemáticas y 4º preparatoria: J. A. Parada; Contabilidad: María León León; Conocimientos
de
mercaderías:
Carlos
Merlet Arnonil; Religión Católica: Roberto Burgos; Caligrafía: Olga Troncoso Eulifi; Portero 1º Eduardo Ilufi; Mozo: Celso Labraña Baez.
Para dar remate a este rápido bosquejo que hemos hecho de la enseñanza primaría y secundaria de San Javier, nos vamos a referir a dos colegios particulares que ejercieron marcada influencia en la educación de la niñez.
81
Es el primero el colegio de infantes que fundó en 1904 la señorita Clemencia Verde Ramo del Castillo y que mantuvo durante 34 años en la calle Sargento Aldea esquina de Tacna, frente a la Plaza y que ha seguido manteniendo la señorita Julia Encina, ex –alumna de la señorita Verde Ramo que fue hermana de otra gran educacionista, la señorita Ester verde Ramo, que hemos citado al hablar de las escuelas primarias. Ambas profesoras eran hijas de don Juan J. Verde Ramo Lara y de la señora María Feliz del Castillo, vecinos muy pudientes de Linares, que estuvieron radicados varios años en San Javier cuando el pueblo era una modesta y sencilla aldea. La señorita Clemencia, a quien recuerdan muchas generaciones de San Javier, nació en Linares el 3 de febrero de 1860 y murió en San Javier el 26 de octubre de 1938. Hizo clases a sus niños hasta poco antes de morir. El otro establecimiento digno de recuerdo, aun cuando tuvo muy corta vida, fue el
Liceo
Francés, que se abrió el 1º de abril de 1936 bajo la
82
dirección de la señorita Norsa Mardones y su ayudante señorita Graciela Guzmán Godoy. Fue un ensayo de Liceo Técnico que no prospero por la falta de medios económicos.
LA PRENSA Y SUS PERIODISTAS
Ningún
organismo
ha
influido
más
directamente en el progreso material y cultural de San Javier, que la prensa, ese cuarto poder del Estado como se ha dado en llamar con justísimo razón. Si no hubiese sido por ella, muchos representantes del ejecutivo y acaso la mayoría de los funcionarios enviados desde Santiago no habrían sabido como desenvolverse en sus actividades o como darle solución conveniente a los problemas locales sino hubiesen encontrado en la prensa una luz que los guiara y a la vez una voz que les impidiera incurrir en errores.
83
El 7 de diciembre de 1874, un año justamente después de la creación del departamento de
Loncomilla
nació
el
primer
órgano
de
publicidad, bajo el nombre de “El Atalaya”, en folio mayor y a cuatro páginas.
Aun cuando en sus
mismas páginas se establecía que su editor y redactor era don Ángel Badilla, su verdadero fundador fue don Graciano Silva, a quien le debía corresponder librar más tarde crudas batallas en las candentes luchas de la prensa. No era muy propicio el ambiente para mantener una publicación en un pueblo donde todavía eran muy pocos los que sentían deseos de leer. De ahí que los esfuerzos que tuvo que hacer el señor Silva debieron ser muy grandes.
Sin
embargo, un año más tarde desapareció El Atalaya con el número 45, que fue el último que circuló en la mañana del 19 de diciembre de 1876. La buena semilla sembrada en surco abierto por el señor Silva fructificó y produjo sazonados frutos.
Antes que se extendiera la voz de El
Atalaya, nació el primer paladín que levantó el
84
nombre de “El Loncomilla”. Fue una publicación bisemanal, de cuatro páginas, en folio mayor, fundada a principios de febrero y que solo alcanzó a 17 ediciones, pues, desapareció cinco meses después de nacer: el 6 de junio de 1875. “La Crónica” surgió en 1876 para continuar la obra de los que acaban de morir. Su existencia no fue tan efímera; tuvo la suerte de alcanzar cinco años; desapareció en 1881.
Sus redactores y
sostenedores habían sido don Federico Weber y don Toribio de la Vega. “El Aviso”, fue otro periódico fundado en 1876. Principió el 24 de junio y terminó un año mas tarde, el 7 de abril de 1877 con el Nº 41. Fue muy mal impreso y se limitó a publicar avisos del conservador de Bienes Raíces.
No contiene
informaciones importantes. “La Razón” circuló durante tres años, pero de él no hay datos sino del número 70 adelante. Su colección no se conserva en la Biblioteca Nacional. “El Vicuña Mackenna” se editó en la misma imprenta del anterior y de él hay noticias a partir del
85
número 84 del 19 de abril de 1885al Nº 113 de 13 de diciembre de 1886. “El Bien Publico” tiene la gloria de haber sido uno de los periódicos que alcanzó mas larga vida; empezó en 1884 y terminó en 1914.
Por
desgracia, aunque su editor y fundador, don Ezequiel Silva, hermano de don Graciano, vivió hasta 1916 nadie se preocupó de guardar una colección, que habría sido fácil obtener de su propio dueño. “El Loncomilla”, nuevamente circuló en 1890 un segundo periódico con este nombre que ya había empezado a gritarse por las calles en 1875. Se conservan de él 88 ediciones que aparecieron entre el 1º de enero de 1890 y el 8 de agosto de 1891. “El
Imparcial”
nació
después
de
la
revolución del 91, el 18 de octubre y se mantuvo hasta el 3 de marzo de 1895. Tiene cuatro páginas a 4 columnas. Al principio apareció semanalmente y desde el Nº 40 se hizo bisemanal.
86
“El
Estandarte”
es
una
de
las
mas
interesantes publicaciones editadas en San Javier. Apareció el 7 de abril de 1895 y dejó de publicarse el 28 de diciembre del mismo año. Lo fundó don José Florentino Hernández y lo editó y dirigió don Pedro P. Escobar. Su excelente material tipográfico le permitió una impresión perfectamente nítida. A pesar de su magnifica presentación no pudo mantenerse sino escasamente nueve meses. “La Estrella” nació de las cenizas del anterior y ocupando parte de sus materiales, aunque en un tamaño mucho mas pequeño, pues, solamente constaba de 0.37 x 0.16 m. de cuatro páginas a tres columnas con un titulo de letras que fueron hechas de madera por su propio editor y que por no ser muy diestro en artes manuales hizo la S al revés. 19 ¨El Pueblo¨ apareció en la imprenta del ¨Bien Público¨ …………………………………………. …………………………………………. 19
En esta parte el texto original está descompaginado, figurando la página 40 después de la 38 y antes de la 39. En esta edición se corrige el error para facilitar su lectura, sin modificar el texto original en nada.
87
…………………………………………. …………………………………………. …………………………………………
20
.
que no hayan enviado a sus columnas sus producciones o ensayos. Pedro Pascual Escobar lo dirigió quince años
y
durante
este
lapso
sus
principales
colaboradores fueron Carlos Valenzuela, Jerónimo Lagos Lisboa y Toribio de la Vega. En 1911 el periódico pasó a poder de José Joaquín Salinas y con el mejoró notablemente, pasando a ser uno de los primeros de la Provincia. Con su muerte, ocurrida el 31 de marzo de 1922, el valiente paladín languideció y no llegó más a San Javier, pues, desde 1916 se editaba en Linares, por haberse fundado allí una segunda edición que terminó por absorber a la de la ciudad de su origen. “El Pueblo” apareció en la imprenta de El Bien Publico y de él se conserva solo el número 1 de 24 de enero de 1898. 20
Hay en esta parte del texto un párrafo de las líneas que se indican que no es posible leer, bien porque fue borrado por el autor, bien porque el tiempo lo hizo ilegible.
88
“El Loncomilla”, que nada tiene que ver con los anteriores de este mismo nombre, se fundó el 4 de junio de 1899 y desapareció el 17 de febrero de 1901 con el número 87. Se publicó semanalmente. El ¨Pueblo¨ fue el primer órgano de publicidad que tuvieron los intelectuales de San Javier. Lo fundaron Toribio de la Vega, Jerónimo Lagos y Carlos Valenzuela para los ensayos literarios.
Apareció el 9 de abril y dejó de
publicarse con el número 9, el 18 de junio del mismo año 1900,
en que surgió a la vida.
Su
tamaño de un octavo mercurio. Su impreso en la imprenta de El Bien Público. “El Tábano” del mismo tamaño del anterior, tuvo dos épocas: una, del 12 al 28 de febrero de 1900 ; y, otra, del 23 de mayo al 6 de junio de 1901. Bajó su nombre se lee: Periódico satírico, jocoso, serio, ilustrado. “La Voz de San Javier” periódico semanal, político, noticioso y comercial.
Se editaron 78
ediciones desde el 7 de julio de 1901 al 20 de diciembre de 1902.
89
“El Loncomilla” fue fundado en 1903 y se mantuvo hasta el Nº 451, de 29 de diciembre de 1907. “La Verdad”, fue editada en la imprenta de La Democracia de Linares. Aparecieron solo 10 números de enero a febrero de 1912. “El Porvenir”, periódico bisemanal fundado el 13 de enero de 1907, de cuatro páginas a cuatro columnas. Lo edito el Párroco don Roberto J. Rodríguez , y se mantuvo trece años al amparo de la curia. “La
Tijera”
periódico
semanal
de
pelambrillos. Un solo número de 23 de noviembre de 1913. “Pétalos”. Revista literaria. Imprenta
El
Porvenir. Cuatro números desde el 15 de enero de 1916 al 16 de marzo del mismo año. Apareció con ocho páginas a 2 columnas. “El Tiempo”, periódico independiente y comercial, fundado el 1º de enero de 1921 por don Luís Hoces en la misma imprenta que era de El Porvenir.
Apareció dos veces por semana y se
90
mantuvo doce años. La imprenta estuvo ubicada en Catedral 110.
El 7 de febrero de 1931, la
intendencia de Linares impidió su circulación en los momentos en que iba a lanzarse a la calle un editorial que se criticaba duramente la labor de la junta de vecinos. Era el primer caso de censura a la prensa que ocurría en la ciudad. “El Loncomilla”, publicación independiente y comercial fundada el 30 de abril de 1921 por Justo Aliaga, quien instaló la imprenta en la cárcel para hacer trabajar algunos reos que se interesarán por aprender el arte tipográfico. El 18 de septiembre de 1931, con motivo de haberse trasladado Aliaga a Linares a fundar el diario La República, con dinero de Aurelio Meza, arrendó El Loncomilla a Fernando Villagrán Ferrada, quien le imprimió un carácter conservador; con él desapareció tres años mas tarde. “La Época”, semi diario fundado el 17 de octubre de 1928 por el ex – juez Galo Lavín, con la colaboración de Roberto Bell y Juan Osses.
Se
mantuvo dos años. La imprenta en que se editó se trasladó el 9 de diciembre de 1928 a la quinta de El
91
Carmen, ubicada en el extremo sur de la avenida Chorrillos. “El Día” periódico dirigido por Víctor S. Jaramillo en 1927. “El Regional”, continuación del anterior. Aparecía
en
1943,
muy
mal
impreso,
sin
informaciones locales. “El Tiempo”, continuación de la Época, editado en las misma condiciones de este. “El Independiente” fundado por Marcial Acevedo
el
21
de
publicándose todavía.
marzo
de 1941,
sigue
Periódico esencialmente
mercalista, pero no independiente por haber cerrado sus columnas a los candidatos presidenciales que estaban en contra de don Arturo Matte. “Critica” publicado desde el 10 de abril de 1946 en la misma imprenta en que se había editado El Día y El Regional, que compró don Fernando Romero e instaló en Ramírez 520. se publico bajo la dirección de don Bernardo Bertandt; muy bien impreso al principio, más tarde con muchos errores.
92
“Cristal” revista del liceo, fundada el 23 de mayo de 1947, Imprenta Mejías de Talca. “Justicia”, es el mismo periódico Critica, que cambió de nombre el 11 de febrero de 1951. Sus dueños y directores fueron los mismos, eso si que sus columnas se pusieron al servicio de la candidatura de don Carlos Ibáñez del Campo hasta un mes antes de las elecciones, pues, súbitamente este
hombre
desapareció
y
se
propagó
la
candidatura de los señores Arturo Matte y Pedro E. Alfonso.
Hasta el 18 de noviembre de 1952 se
había publicado 105 números, todos muy mal impresos, con titulares enormes, a veces más grandes que la información misma. “El Loncomilla”. Bajó la dirección de don David Olmos y con el apoyo del diputado don Alejandro Vivanco y el senador don Ulises Correa, apareció este periódico el 26 de enero de 1949, editado en la imprenta que había pertenecido a Fernando Villagrán Ferrada.
Con el número 31
dejó de publicarse el 15 de abril de 1949, después de las elecciones de municipales. El 20 de agosto
93
del mismo año reapareció a cargo de los señores Francisco Pérez, Enrique Fernández y Francisco Riquelme Correa, quienes lo mantuvieron hasta las elecciones presidenciales del 4 de septiembre de 1952 que trajo la derrota del radicalismo. En sus últimos meses estuvo dirigido por don Eugenio Encina. “La Zona” apareció el 14 de julio de 1951 y debido a que se abanderizó a la candidatura de don Pedro
E.
Alfonso,
habiendo
prometido
ser
independiente, desapareció con el número 3 el mismo mes en que nació. Había sido editado en Curicó, en la calle Merced Nº 35. Su director fue don Mariano J. Ferrada M. y Sub –Director don Mario Valenzuela. Formato ¼ Mercurio, muy bien impreso, con abundantes informaciones locales. De haber subsistido habría sido el mejor periódico del departamento. Líceo . Órgano de los alumnos del liceo de San Javier, periódico quincenal . Directora Alicia Cerda. Empezó el 12 de agosto de 1952.
94
El Centenario.
Periódico independiente
fundado el 1º de octubre de 1952. Se editó en la imprenta de El Loncomilla, bajo la dirección de don Gustavo Alé Flores , en Arturo Prat Nº 2545, casa en que funciona el Club Radical. Hecho el bosquejo sobre la totalidad de las publicaciones periódicas que han circulado en San Javier desde 1874 a 1952, daremos a continuación una breve semblanza de los principales periodistas que
han
dirigido,
orientado
y
ayudado
al
mantenimiento de estos periódicos. Graciano
Silva
fue
el
fundador
del
periodismo del departamento. Nació a orillas del Purapel, el 22 de julio de 1841. Sus padres eran muy pobres y como no podían darle educación debió trabajar desde muy joven. Tuvo una vida azarosa, llena de ingratitudes e incomprensiones. Murió olvidado de sus amigos en 1918, después de vegetar en el Fundo Mariposa donde permaneció varios años. Ezequiel Silva, hermano del anterior, y poco mayor que él, dedicó 36 años de su vida a las
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ingratas labores de la prensa sin recibir jamás una recompensa. Al morir, uno de sus colegas dijo de él: “Daba lástima ver a este anciano periodista llevar una vida difícil y soportar con resignación cristiana la pobreza y los achaques, repartiendo siempre su periódico, mal impreso, en una prensa tan vieja y
gastada como su redactor, cuya
inteligencia decaía también visiblemente con los achaques del cuerpo. “Era ya un árbol seco, sin hojas ni frutos o una de esas animas que envueltas en blanco sudario, pasan en las tinieblas de la noche”. ¨Ya no era capaz su inteligencia de coordinar ideas, ni de redactar su querido bien publico y la viejita prensa también estaba ya inútil, por eso era tiempo que descansara el fundador y padre del periodismo de San Javier. “Desgraciado fue en el ejercicio de su noble profesión, porque vivió en la indigencia y tuvo que soportar la indiferencia de un pueblo apático; porque como el viejo marino que naufraga, victima del veleidoso mar, miraba siempre con cariño su
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buque o sea su prensa en la que, en mejores tiempos y bienestar de un pueblo, arrastrando tempestades y embravecidas olas. “Parece que la piadosa inconciencia de la ancianidad le quitó en los últimos tiempos la inconciencia de su triste suerte, y la insensibilidad de la muerte le impidió sentir el triste desengaño de ver la ingratitud con que le pagaba este pueblo, que le fue tan querido. Tras la carroza que conducía sus restos a la morada del eterno descanso, solo pudimos ver tres o cuatro pobres y el cura párroco que tal vez pagaba una deuda de caridad e iba a pronunciar sobre su tumba el “requiete cant in pace”. Falleció el 26 de julio de 1916 a los 77 años de edad. Federico Weber.
Nació en Constitución.
Fue Director de La Crónica y colaboró en los periódicos de Talca y Constitución. Al declararse la Guerra
del
Pacífico
abandonó
las
labores
periodísticas que ejercía en Santiago y se trasladó al campo de batalla, encontrando súblime muerte en el
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morro solar, después de haber hecho la campaña de Antofagasta y Tarapacá en las filas del Batallón Lautaro. Toribio de la Vega. Nació en Cauquenes en 1854. Se estableció en San Javier en 1876, donde vivió hasta su muerte ocurrida el 5 de agosto de 1932.
Es una de las personalidades más
interesantes de lo que podríamos llamar el San Javier antiguo.
Fue procurador del número, sin
embargo, por sus conocimientos conquistó fama de jurisconsulto y en más de una ocasión venció en los tribunales de justicia al abogado Meza Rivera, que fue uno de los que tuvo mayores juicios civiles en este departamento. Pedro P. Escobar. Otra vida interesante del siglo pasado y de los primeros años del presente es la de Pedro Pascual Escobar, nacido en Parral en 1866 y falleció en aquella misma ciudad el 18 de mayo de 1942. Estuvo radicado en San Javier desde 1895 hasta 1911. fundador
del
Fue fundador de La Estrella,
Cuerpo
de
Bomberos,
regidor
municipal y dirigente destacado del Partido
98
Demócrata fundado por don Malaquías Concha. Por sus ideas avanzadas, fue combatido tenazmente por el Gobernador Benavente, el cura Godoy y el alcalde Francisco Salinas; en cambio le defendieron abiertamente el Director de la Escuela Superior, Carlos Valenzuela, el Juez Francisco Tapia y el gran abogado don Ángel Custodio Quintana. Florentino Hernández.
Su obra periodista
pertenece a Linares y Parral, pero durante el año 1895 fundó y orientó El Estandarte, un gran periódico que es fuente de los hechos más notables ocurridos en aquel tiempo en San Javier.
Los
editoriales son espléndidas enseñanzas de moral, de probidad administrativa y de aspiraciones de bien público. Bernardo Bertrandt.
Nació en 1904.
Ha
trabajado desde muy joven en los diarios El Correo de Valdivia, El Diario Austral, de Temuco; El Traiguén, de esta ciudad, del cual fue Director. Lleva 24 años de labor periodística de los cuales seis corresponden a San Javier, a donde llegó en 1946 para dirigir Crítica y luego Justicia, editados
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en la imprenta vendida primero por Víctor Jaramillo a Luís Rodríguez Rodríguez, de cuyo poder pasó a Fernando Romero Vásquez. José Joaquín Salinas.
Retirado Pedro
Escobar de la dirección de La Estrella quedó en su lugar José Joaquín Salinas, quien había hecho sus primeras armas periodísticas en la prensa de Valparaíso. periodismo,
Era
un
habilidoso,
fogueado inteligente,
obrero
del
activo,
y
emprendedor. En sus manos La Estrella pasó a ser una publicación de primer orden en la providencia.
La obra realizada por la prensa a través de los setenta y ocho años que lleva de existencia no solo se debe a sus directores. Detrás de ellos ha trabajado silenciosa y tenazmente un conjunto de inteligencia que no podemos dejar de citar en estas páginas, poetas unos, escritores otros, profesionales universitarios los demás, cada uno aportando una idea en bien de la ciudad. Entre ese grupo intelectual que le ha dado gloria y nombre a San Javier, están Jerónimo Lagos
100
Lisboa,
Raimundo
Echeverría
Larrazával
y
Clementina de la Vega de Ibáñez. Y entre los que ocultos tras un seudónimo y a veces sin ningún nombre han escrito artículos en favor de un proyecto o dilucidado una cuestión destinada a acelerar la grandeza y prosperidad de la ciudad, el departamento o la provincia, están los nombres de Luís Jirón, asiduo colaborador de La Estrella y autor de una novela de ambiente provincial titulada “Ecos de la Selva”; Abel Leiva Concha, cuya pluma llenó muchas páginas de El Porvenir; David Gajardo Baeza, radicado en la ciudad en 1909 y que, a través de 41 años, nunca ha dejado de escribir un articulo semanal para cada periódico; Julio Chacón del Campo, Director de la Revista Linares, que viene colaborando en la prensa desde 1913 y que durante el año 1930 mantuvo una página especial en El Loncomilla de aquella época; Mario Valenzuela, joven intelectual iniciado en el periodismo desde temprana edad y que seguramente conquistará muchos triunfos en el cultivo de las letras; Francisco Riquelme Correa, activo y
101
diligente profesor del Liceo a quien se le debe la iniciativa de la fundación de las revistas Cristal y Liceo y la celebración de los 95 años de existencia de la ciudad, en que por primera vez se llama a concurso a los estudiantes para investigar el pasado de San Javier, Roberto Bell, redactor de La Época, de estilo fácil y sencillo; y, en fin, tantos otros cuya labor no ha sido apreciada porque ha sido realizada sin aspavientos, sin vanidad, especialmente por numerosos maestros, como Mateo Rojas, Emiliano Castillo, Demetrio Muñoz, Juan J. Saavedra, Carlos Valenzuela, Oscar Troncoso, Juan B. Torres, Luís A. Castro, David Reyes, etc. etc.
CUATRO ÉPOCAS DE LA CIUDAD
En el segundo capítulo de este libro hemos dejado a San Javier establecido en su planta actual y ocupando una área de 20 manzanas de 110 metros por lado. En seguida al hablar de la creación del Departamento, dijimos que aun cuando la ciudad
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había nacido en una era de prosperidad, ya que el cambio estaba a 48 y el otro se desparramaba por todos los hogares, en esta parte del país los espíritus estaban aletargados y las actividades comerciales se desenvolvían lentamente. Trazada la planta, diseñadas perfectamente las calles, instalados los primeros pobladores en los solares mejores ubicados, el pueblo tardó largos años en perder su traza de “corto caserío” con que lo distinguieron los que lo conocieron en sus años de formación. Una ligera reseña de lo que fue en los años 1877, 1902 y 1927, es decir, cuando tenía veinticinco, cincuenta y sesenta y cinco años, y lo que es a los cien nos permitirá apreciar como San Javier pudo llegar a la situación que tiene hoy día y en los precisos momentos en que ha celebrado dignamente el primer centenario de su fundación. 1877.
Para San Javier como para la
Provincia, el año 1877 fue de grandes calamidades originadas por un temporal que inundó los campos,
103
destruyo los sembrados, arraso con los ranchos y ahoga a un centenar de animales. El gobierno había autorizado el 12 de noviembre de 1875 la enajenación de 50 sitios de propiedad municipal ubicada en los puntos más centrales de la población.
Si las primitivas
manzanas fueron formadas por extensos sitios, como un medio de atraer a los compradores, no hubo en ellas sino seis como máximo; de modo que a juzgar por este supremo decreto, en sus bodas de plata, el pueblo presentaba ocho o nueve manzanas sin edificar.
Y tal era la pobreza que existía
entonces, que las autoridades municipales no se atrevieron a rematar estos sitios ni en los años 77, 78, 79 y 80, pues, la ruina que se había dejado sentir en la provincia había sido tal grande que nadie tenia dinero, menos en los años siguientes al 79 en que al temporal del 77 se agregaron las miserias de la Guerra del Pacífico.
Solo en sesión del 3 de
septiembre de 1881 hubo parecer unánime de los señores regidores para efectuar la enajenación de
104
aquellos sitios, cuyo mínimo fue fijado en la suma de doce pesos.-
En este año de 1877 la población que tuvo predilección por los sitios mas cercanos al Molino de La Unión de don Juan Antonio Pando, debió sentirse atraída por las expectativas que le ofrecía la nueva avenida que se había trazado el año anterior entre la ultima por el lado oriente. No pudiendo extenderse hacia el poniente porque la cerraba el fundo del señor Pando, ni al sur porque se lo impedía el estero de Chanquicó, ni al norte en que corría como un torrente el Canal Pando, la apertura de la nueva vía hasta la Estación señaló a los habitantes la necesidad de avanzar hacia el oriente. Ellos fueron los que poco a poco procuraron después de 1885 la subdivisión de los terrenos que se extendían de Cienfuegos a Chorrillos y de Chanquicó al Canal Pando. 1902.
En el primer cincuentenario de su
creación el pueblo ya tiene oficina de correos, cuatro escuelas: dos superiores, una elemental de
105
hombres y una
mixta ubicada en la avenida
Estación, que es un largo camino rural con grandes baches y grandes lagunas, cuya distancia se salva con dificultad en coches de posta.
Los vecinos
están ansiosos de contar con un servicio de carros urbanos y acogen con entusiasmo la proposición de don Robinsón Bascur Rubio, quien se compromete a instalarlos siempre que se le paguen 20 mil pesos y 40 mil si los vecinos quieren que la línea se prolongue hasta Villa Alegre. El proyecto es muy interesante pero no se realiza y las esperanzas del vecindario quedan nuevamente defraudadas que lo fueran en 1882. Los adelantos de los últimos años son evidentes: hay dos periódicos que se publican semanalmente: La Estrella y La Voz de San Javier, funciona en buenas condiciones el hospital que se mantiene con un presupuesto de $9.300.- anuales y con la ayuda generosa del administrador, Justo García, que le consagra gran parte de su tiempo. Su edificio se amplia este año con la construcción de una sala para niños en el costado norte.
106
La comuna ya tiene en su rol de avalúos 180 propiedades que representan un valor de $688.450.-. Sin embargo, sus entradas son exiguas, porque habiéndose creado las comunas de Villa Alegre y Huerta del Maule, estas se llevan las principales entradas. Acaso esta pobreza del municipio impidió reservar para la corporación uno de los últimos 50 sitios que se remataron en 1881, y que de haberse tenido él habría permitido levantar un edificio propio. Ramón Roque Rojas no decae en su entusiasmo para mantener una feria en que los agricultores adquieren y venden sus animales. Hace ya seis años que semana a semana llegan y salen del pueblo vacunos, cerdos, abejunos y caballos que se venden al mejor postor para las labores de la tierra y el consumo de carnes en la ciudad. El Cuerpo de Bomberos aún no se ha fundado. Su necesidad queda justificada ante los grandes destrozos que producen cuatro incendios: uno ocurrido en la noche del 25 de marzo en el taller de carrocería del señor José Fermín Lobos,
107
que había fallecido cuatro días antes; y, otro, que destruyó casi totalmente la Imprenta de La Estrella, y que se produjo en la noche del 18 de mayo; un tercero se produjo en el fundo de San Gabriel, a orillas del Loncomilla; finalmente, el 20 de diciembre, en la quinta de Manuel Urrutia, donde había funcionado una panadería cuyos dueños estaban ausentes, redujo a cenizas las maquinarías y parte del edificio. La falta de agua, servicios del cual solo disfrutaban algunos vecinos, hace mayor las pérdidas ocasionadas por el fuego en estos cuatro grandes siniestros del año 1902. La Plaza de Armas …….. 21 En la plaza no hay jardines ni prados. Algunos árboles que crecen al lado de las calles dan sombra a los caballos de silla y bueyes que allí dejan los vecinos mientras ellos entran a oír la misa de los domingos en la parroquia.
Una pila
construida al medio sirve de abrevadero a los 21
Sigue un párrafo tachado por la mano del autor que quiso sacarlo del texto y que dice: La Plaza de Armas, único paseo del pueblo, rodeado de algunos árboles viejos y mal cuidados, que no producen sombras y que no tienen otro destino sino de servir de apoyo a ….
108
animales; los escaños están rotos y alguno ha desaparecido. Cuando los feligreses abandonan el pueblo se levanta un terral que obscurece las calles. Si el primer paseo esta descuidado, las calles carecen de aceras y sus calzadas están llenas de hoyos y acequias que las cruzan en todos sus sentidos. Por Prat corrían dos a ambos lados que llevaban agua a las propiedades del Poniente y causaban frecuentes inundaciones en las bocas calles. Lo que hoy se ve con frecuencia en la calle Torreblanca, por donde el agua corre sin tropiezo hasta el extremo poniente. Se observan siempre en la calle Arturo Prat y en las demás que se extienden de Este a Oeste. Después de seis años de vida próspera, el 9 de noviembre se liquidó el Club Social y con el desapareció el único centro de reunión que tenía las autoridades y personas pudientes. En los días 8-9 y 10 de noviembre se verificó el hecho más notable de la época: la exhibición del maravilloso invento de Edison, que la prensa bautizó con el nombre de Kinematógrafo y
109
que no fue sino lo que más tarde fue llamado cinematógrafo o biógrafo simplemente.
En la
esquina de la casa de Ramón Roque Rojas, presenció el pueblo de San Javier, por primera vez, el estreno de aquella “lámpara maravillosa que durante varios minutos mantuvieron al público en constante alegría”. El local no era adecuado; pero los asistentes, a instancias del empresario, llevaron de sus casas sillas para presenciar cómodamente las petipiezas que iban sucediéndose unas tras otras sin que nadie pudiera explicarse un invento tan extraordinario. Un gran acontecimiento fue también un mitin celebrado en la plaza el domingo 19 de octubre en que se pidió la construcción de un puente sobre el Loncomilla, obra que significaba la inversión de $ 150.000.-. El memorial elevado al Gobierno iba encabezado por las firmas de los señores Manuel Gregorio García y José M. Rivera.
La modesta villa que a partir de 1853 se levantó sobre un área de 25 manzanas, presenta
110
este año 42 casi totalmente edificadas. Esta planta en si misma, por su gran extensión, permitiría dar habitación a más de 20 mil habitantes; sin embargo, tiene solamente alrededor de 8 mil. No obstante ser todavía escaso el número de habitantes, puede decirse que no son muchos los medios de civilización que quedan por establecer. Dispone de un buen hospital, un cuerpo de bomberos con 20 voluntarios y que debido al buen estado de sus finanzas ha podido construir hace ya algunos años el Teatro de La Bomba, que presta tan útiles servicios puesto que es el único salón en que se verifican funciones culturales destinadas a la ilustración y entretenimiento del pueblo.
Existen
seis escuelas públicas, tres de hombres y tres de mujeres, en que reciben instrucción alrededor de mil niños
de
ambos
sexos.
Dirigen
estos
establecimientos los señores Luís A. Castro, Emiliano Castillo, Mateo A. Rojas, Julia Cerda, Ester Villar y Natalia Alarcón, quienes en su carácter de directores hacen obras verdaderamente útiles en bien de la ciudad, ya que ellos tienen la
111
noble misión de convertir al niño en ciudadanos honrados y patriotas. Gracias a la obra benéfica de la escuela se ha podido formar un sentimiento de sociabilidad que hasta hace poco era solo patrimonio de los hombres que poseían una educación superior. Hoy día el sentimiento
de
asociación,
tan
necesario
al
engrandecimiento de las colectividades humanas, está muy desarrollado en San Javier, y de ello dan prueba evidente el Club Social, que reúne en su seno a más de cien personas; la brigada de BoyScout que preside el gobernador; el Club de Tiro al blanco; la Cruz Roja que da sustento a un dispensario gratuito para los individuos de escasos recursos; y el centro pedagógico fundado el 7 de octubre y en el cual están agrupados los profesores de
las
escuelas
públicas
del
departamento.
Agreguemos a estas instituciones la que se fundó también en el curso del presente año y que está destinada a rendir incalculables beneficios: es La Beneficencia
Escolar,
corporación
112
cuyo
fin
primordial no es otro sino procurar ropa y comida a los alumnos de familias humildes. En el curso del año 1927 San Javier ha estado bajo el mando de dos Gobernadores, primero el señor Alfredo Illanes Benítez, que fue trasladado a Italia, nombrándose en lugar de don Vicente Bravo Rivera, que hasta julio pasado servía en este mismo Departamento el cargo de Tesorero Fiscal, en cuya repartición quedó el señor Mariano Bascuñan. La Junta de vecinos que administraba los intereses comunales el año pasado, se reemplazó en mayo último por otra formada por los señores Víctor González, presidente, Marcial García Ibáñez y Francisco Noguera, vocales. Se han cambiado además los siguientes funcionarios: el prefecto de policía, señor Alberto Encina fue trasladado a Valparaíso y en su lugar llegó el señor Rodolfo Guggisbert. El estado del comercio puede jugarse por las tres instituciones bancarias que existen actualmente: Caja Nacional de Ahorros, Banco de Chile y Banco de Talca. Hay dos hosterías: Méndez y Royal; tres
113
boticas: Juan Fermín Gaete, Eleuterio Espinosa y Hernán Bravo;
7 grandes casas comerciales
encargadas de la venta de mercadería y géneros nacionales e importados; son ellas Francisco Fernández,
Ruperto
Rubio,
Nemesio
Lorca,
Eleuterio Blanco, Enrique Maturana, José Santander y otros.
Tan importantes como las casas
comerciales son los establecimientos industriales, especialmente los que dan vida a la industria vinícola, en razón de que existen a los alrededores de la ciudad enormes extensiones de viña que producen muchos miles de arrobas de vinos
de
primera clase que en su totalidad son enviados a la región de las salitreras. Desde hace algún tiempo se conocen entre otros la Destilería Alcohólica de Jorge Favry, el establecimiento vinícola de la Sucesión de Fidel Lobos, y la sociedad de vinos de Loncomilla, cuyo Gerente Alcibíades Rivano y que acaba de construir una gran bodega para dar cabida a los productos de las viñas de María Victoria, Chocoa, Loncomilla, Cajones y Rosal.
114
No menos importante son las Panaderías Modernas de Víctor Lorca, el Molino de la Sucesión de Santos Pío Andrade; la fábrica de tubos de cemento de Juan Verdugo y las casas y oficinas de
transacciones
comerciales
de
Guillermo
Armstrong, D. Hernán Opazo y Cía. Alberto del Pedregal, encargado además de la distribución de los automóviles Ford; Félix Casanueva y Cía. , casa fundada el año pasado y que hoy ha tomado un gran giro tanto en lo que refiere a repuestos de automóviles como a maquinarias agrícolas; y la Feria de Productos Agrícolas, inaugurada el 7 de agosto del año pasado,
y de la cual es socio
principal Laureano Lillo Corbalán. Otra idea más o menos clara de la importancia de San Javier la encontramos en las entradas que recibe la comuna y que ascienden anualmente a unos 50 mil pesos por termino medio. La industria vitivinícola es la que se ha desenvuelto más rápidamente y de ello da claro testimonio el subido monto que tienen que pagar los viticultores por el capitulo de contribución de vinos
115
y alcoholes. Según últimas estadísticas, el valor de dichas contribuciones sube
más o menos a un
millón de pesos al año. Por desgracia, en el presente año una honda crisis ha afectado a esta industria. Hay productores que mantienen hasta esta fecha (18 de nov. de 1927) todo el vino que cosecharon en la última temporada y , naturalmente, esto constituye un verdadero desastre y quizás si una próxima ruina para muchos que son dueños de grandes viñas y bodegas. Gran
parte,
por
decir,
la
mayor
responsabilidad de este estado de cosas, recae sobre las
instituciones
bancarias,
las
cuales
han
restringido los créditos a pesar de tener considerable dinero sobrante, obtenido de los subidos intereses que reciben de los prestamos hechos a los agricultores en tiempos menos críticos que los presentes. Como siempre del exceso del mal viene la reacción, el ideal sería que después de esta tremenda crisis se unieran los viticultores de esta zona y fundarán un
banco regional que podría
116
llamarse San Javier de Loncomilla, para acumular en él sus caudales y trabajar con ellos libremente, sin tener que estar atenidos a caprichos de instituciones extrañas como lo que son el Banco de Chile y el de Talca. Tiene San Javier un establecimiento hospital del cual puede sentirse orgulloso. Se levanta en el ángulo noroeste, ocupando un área bastante extensa. Su planta es un cuadrado que abarca unos 50 metros de frente por unos 80 de fondo, con un hermoso jardín en el centro y un huerto que le circunda. Las salas se encuentran en el lado poniente y sur y todas están perfectamente limpias; son amplias, con puertas y ventanas muy anchas que permiten una completa ventilación. En el ángulo noroeste está el pensionado,
que dispone de un
mensaje limpio y bien conservado. Junto al corredor del lado sur y más o menos al centro se ha construido un pequeño pabellón de cirugía, donde el Doctor Fuentealba suele hacer operaciones tan delicadas como las que se hacen en cualquier hospital de Santiago.
117
Hacia el sur queda un buen espacio de terreno que podría utilizarse para ensanchar el edificio; es un huerto donde las monjas cosechaban hortalizas y frutas para los enfermos. En general
el aspecto que ofrece el
establecimiento es muy simpático; sus corredores siempre limpios, abundantes flores en el jardín y la limpieza de las diversas salas y dependencias dan la idea de que allí hay un cerebro que vela constantemente por la conservación y progreso del hospital. Para San Javier, es una pequeña joya que se mantiene merced al esfuerzo de su médico de planta, Abel Fuentealba, que se afana porque este centro de caridad y beneficencia conserve la fama y el prestigio que le legaron sus fundadores. Los
75
años
de
existencia
conmemorados dignamente por la ciudad.
fueron Estas
festividades se verificaron a insinuación del Presidente de la sociedad Linarense de Historia y Geografía, Julio Chacón del Campo, entonces
118
asiduo colaborador de El Loncomilla, en donde se publicaron numerosos artículos sobre San Javier. Las nombraron
autoridades una
acogieron
comisión
la
idea
y
compuesta
por
el
Gobernador señor Vicente Bravo Rivera, el alcalde don Víctor González, el regidor don Marcial García y el Director de El Loncomilla. El 18 de noviembre el comercio cerró sus puertas y toda la ciudad amaneció embanderada; solamente no cerraron sus puertas los Bancos Talca y Chile y la Caja de Ahorros, por no haberse solicitado movimiento
feriado
legal.
de
estas
Sin
embargo,
instituciones
el fue
completamente nulo, ya que no hubo más operaciones que la cancelación de unas letras o cheques. El primer acto del programa fue una misa de campaña oficiada en la Plaza de Armas por el Capellán Abarzúa, delante de las autoridades y de un numeroso público. En un momento, Abarzúa se dirigió al pueblo y pronunció una de sus alocuciones patrióticas más notables, tanto que los
119
que le escucharon y no le conocían quedaron admirados de su arrebatadora elocuencia. A las 11:30 horas se ofreció un almuerzo popular a un centenar de padres de familia, hombres de trabajo y otras personas que por su honradez y buenas costumbres se hacían dignos de esta distinción. Una hora más tarde se verificó el banquete ofrecido por la I. Municipalidad y en el cual participaron los elementos mas distinguidos de la sociedad de San Javier y una delegación de la Sociedad Linarense de Historia y Geografía, presidida por su presidente don Julio Chacón del Campo.
El asiento de honor lo ocupó el
Gobernador, que tenía a su derecha al Juez Letrado, don Camilo Bustos León y a su izquierda al Capellán Abarzúa. Después de este seguían el 1º y 2º alcaldes y después del señor Bustos León, el Presidente de la institución linarense, a quien seguía el señor Alberto Gaete. Hubo
más o menos ciento cuarenta
comensales, entre los cuales estaba representado el
120
comercio, la agricultura, el profesorado, la prensa, las industrias, la banca y la iglesia.
Ninguna
actividad quedó sin concurrir a esta fiesta regional que se llevaba a cabo por primera vez en los 75 años de existencia de la ciudad. El
Gobernador
señor
Bravo
Rivera
pronunció un hermoso brindis en honor de la ciudad y acto continuo de todos los labios se escapó el deseo de que hablara el capellán Abarzúa, quien accedió inmediatamente.
Al término de su
improvisación el público le tributo una estruendosa salva de aplausos. No bien se acaballaban los desbordes de entusiasmo del público cuando, a pedido del mismo, debió hacer uso de la palabra el Presidente de la Sociedad Linarense de Historia y Geografía, quien empezó su discurso diciendo que el auditorio iba a experimentar una gran decepción al oír su voz después de escuchar la voz elocuente y sonora del príncipe de la oratoria sagrada, del hombre que con justicia podía ser llamado el Bossuet americano, puesto que bien se sabia que estaba a la altura de
121
Ramón Ángel Jara y de José Hipólito Salas. Agregó que entre Abarzúa y él no podía existir comparación; pues Abarzúa era la alta cumbre del Nevado del Longaví y él un modesto collado del valle central; Abarzúa, después de sus magníficos discursos
pronunciados
allí
y
en
la
plaza,
significaba el caudaloso Loncomilla que cruza los hermosos campos de la provincia; en cambio, él presentaba el corto y pequeño arroyuelo de Barros Negros. Entre otras cosas hizo presente que San Javier merecía un aplauso general del país, pues, era el primer pueblo de la República que se adelantaba a
celebrar
el
aniversario
de
su
fundación,
acontecimiento que habría sido mas dignó de alabanza si en las festividades que se han realizado hubiesen participado delegaciones de cada uno de los diversos pueblos y aldeas de la provincia. El público saludó al orador con grandes y estrepitosos aplausos. Después de las cinco de la tarde se verificaron en la plaza una revista de Gimnasia, un
122
ejercicio de los Bomberos y una presentación de los Boy- Scout, todo lo cual se realizó a los acordes de la banda de músicos y en presencia de un numeroso público que allí se había concentrado ávido de no perder ningún detalle de estas fiestas. La presencia de las autoridades y de numerosas damas y caballeros dio a estos actos una mayor solemnidad. Las fiestas se continuaron en el mismo lugar con una retreta y exhibición de fuegos artificiales,
números
entusiasmo entre los
que
causaron
mucho
hacendados que desde
temprano habían llegado en automóvil desde sus fundos, y del pueblo que acudió también y que se divirtió con la música que tocó la Banda de los Salesianos de Linares. En la noche, desde las 10
a las 2 de la
madrugada se efectúo en el Teatro de la Bomba una hermosa velada literario- musical y un baile social al cual asistieron la totalidad de las familias de San Javier y algunas de Villa Alegre. En la velada Julio Chacón habló durante media hora sobre el pasado de la ciudad, relatando los hechos más notables y
123
citando los principales personajes de la ciudad; y nuevamente el público pidió en seguida que hablara Bernardino Abarzúa.
Auque fatigado por el
excesivo trabajo del día, Abarzúa debió acceder porque los aplausos e insistencia de la concurrencia eran tantos que no cabía una excusa ni una negativa. Igual que en la mañana en la plaza y a medio día en el gran banquete oficial, el ilustre orador estuvo muy feliz en su improvisación y arrancó a cada momento nutridos aplausos que lo hacían hablar con mayor vehemencia. Causó mucho agrado una danza clásica y un tango que bailaron algunas alumnas de la Escuela Superior de Niñas dirigidas por la Directora señora Julia Sotomayor V. de Drake. Como complemento a todos los actos realizados se exhibió una cinta cinematográfica, a la cual siguió el baile que se prolongó hasta las primeras horas del amanecer del día 19. Fue este el último número de las fiestas diamantinas que en todos los ánimos dejaron un grato recuerdo y una apreciable utilidad a la
124
comisión organizadora que consideró fijar en cuatro pesos la entrada a la velada y al baile a fin de reunir fondos para la adquisición de un carro ambulancia del cual carecía el servicio de asistencia pública. La sociedad y el pueblo respondieron generosamente a este llamado: ninguna aposentaduría del Teatro quedó libre; por primera vez el histórico Teatro de la Bomba se llena de bote a bote. 1952 . La modesta villa nacida al comienzo del Gobierno de Montt, por feliz iniciativa del Cabildo de Linares, ha llegado a los cien años. No es ya la sencilla agrupación de casas de alero sobresaliente ubicadas a lo largo de calles polvorientas en los días ardientes del verano o llenas de lodo en los días rigurosos de invierno. Sus vías se han modernizado y por ellas cruzan cada día automóviles, micros y góndolas que llevan y traen pasajeros de diferentes lugares. Hay un liceo con 5º año de humanidades. Se publican
tres
periódicos:
Independiente y Justicia.
125
El
Centenario,
El
La
reparación
de
las
calles,
el
hermoseamiento de la plaza y de la avenida Balmaceda, constante preocupación de los alcaldes, dejaron de ser problemas.
Hay 67 cuadras
pavimentadas que permiten el fácil tránsito al Estadio Municipal, a la Estación, al Cementerio y a la ciudad de Villa Alegre, hacía donde arranca una hermosa vía de las mismas condiciones. Agua
potable,
alumbrado
eléctrico,
alcantarillado, teléfono, medios de movilización rápidos a Santiago y a Linares, dan a San Javier un sello de ciudad bien organizada y la ponen a la altura de poblaciones mas antiguas que no han alcanzado los mismos beneficios. Sus instituciones sociales y de beneficencia, los bancos, los servicios públicos de registro civil, correos y teléfonos, identificación e investigación, seguro
obligatorio,
accidentes
del
trabajo,
carabineros, y cuerpo de bomberos dan elocuente testimonio de que la ciudad tranquila y silenciosa del
siglo
pasado,
perdió
sus
características
coloniales y se ha convertido en la ciudad limpia,
126
hermosa
y
atrayente
de
los
márgenes
del
Loncomilla. Los rayos luminosos del 18 de noviembre se quebraron sobre la techumbre de sus casas solariegas. Las calles aparecen embanderadas y una banda de músicos pone en los corazones una nota de alegría. Ha llegado el Ministro del Interior del gobierno del presidente Ibáñez a las 10:30 a la Plaza de Armas; preside el Te-Deum de la parroquia, oye el discurso histórico del sacerdote señor Márquez, venido de Curicó, y frente a la Escuela Superior ve desfilar el liceo y los colegios de enseñanza pública y particular.
Le acompañan las autoridades, el
arzobispo de la capital, delegaciones de santiago y una enorme concurrencia que admira el paso rítmico de los alumnos que lucen toda su arrogancia al mando de sus profesores. El desfile ha terminado y la comitiva llega a la Municipalidad a recibir el saludo oficial del Alcalde; se inaugura la Sala de Sesiones; se ofrece un refresco bajo el parrón de la casa; con solemnidad se iza el pabellón nacional y en los
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corredores se brinda un banquete en que participan el Ministro del Interior, el Gobernador, el Alcalde, el Arzobispo, jefes de servicios y una delegación de la sociedad Linarense de Historia y Geografía, presidida esta vez por un mismo presidente de hace veinticinco años, más el Presidente de la Sociedad de Historia y Geografía de Concepción. El Alcalde, don Victoriano Gajardo Cuitiño, hace el ofrecimiento; contesta el Ministro señor del Pedregal, quien excusa al Presidente de la República. Los números del programa consultan un ejercicio de Bomberos en la plaza y una presentación del Cuadro Verde de los Carabineros en Estadio Municipal. El primero se efectúa a las 5 y el segundo a las 7 y ambos actos reúnen a un inmenso público que aplaude la labor desinteresada de los salvadores de la propiedad ajena y admira las proezas de los que ágilmente saltan y corren sobre el lomo de sus cabalgaduras. En las canchas de básquetbol del liceo tiene lugar el último número de las festividades del día:
128
campeonato en que participan jugadores de Linares, Cauquenes y Talca. La noche ha estado fría, sin embargo, el público sigue con ansiedad las diversas actividades
que allí se realizan y que deben
paralizarse porque la hora ha avanzado mucho.
SERVICIOS
PUBLICOS
1) Agua Potable . Al ubicarse la ciudad en la proximidad del Loncomilla y sobre el estero de Chanquicó, se creyó que nunca se tendría necesidad de un servicio especial de agua potable.
Si es
verdad que los vecinos nunca se interesaron por contar con él, las necesidades del comercio y las industrias lo exigieron. En abril de 1895 se iniciaron los primeros trabajos invirtiéndose en ellos la suma de ocho mil pesos, suma que apenas permitió extender la red de cañerías más indispensable. El Gobernador en su memoria anual de abril de 1896 decía al gobierno: faltan cañerías para 109 metros por lo cual aún no
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puede entrar en servicio. Se colocarán tubos de arcilla de Lota. Deben construirse los estanques con
sus
respectivas
bóvedas
para
mayor
acumulamiento y pureza del agua. Se necesitarían doce mil pesos para estas obras. Felizmente la obra estaba iniciada y solo faltaban medios para darle término, lo que no tardó en realizarse, eso si que a medias y no en forma definitiva. En 1913 el diputado Enrique Barbosa consiguió treinta mil pesos a fin de mejorar el servicio, el cual llegó en 1920 a contar con 288 instalaciones domiciliarias que producían una entrada anual de $ 5.869.Hasta 1928 el agua era de una mala calidad; en vista de esto, con una partida de $700.000.dados por el Gobierno la firma Durand y Almeyda y conforme a los planos que confeccionó la Dirección Hidráulica del Ministerio de Obras Públicas, se construyeron en Cabrera nuevos estanques y se instalaron filtros especiales por donde se hizo pasar el agua que se captaban del canal Pando, del cual se
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compró un regador. Desde allí el agua fue traída a los estanques ubicados en el cerro Pulluquén de donde se distribuye a la población debidamente filtrada. Este trabajo fue entregado en el curso del año 1929 y desde entonces la ciudad tiene un excelente servicio de agua potable. 2)
Alumbrado
eléctrico.Don
Eusebio
Sotomayor, dueño en 1913 del fundo La Obra, aprovechó la caída del canal Pando para instalar una turbina destinada a producir fuerza eléctrica. De aquí nació la primitiva planta que dio luz a San Javier, cuyo servicio fue inaugurado el 21 de mayo de 1916. Más tarde compró las instalaciones la Compañía Sud-Americana de Servicios Eléctricos y, desde 1950, se han empezado las gestiones para proporcionar a la ciudad la corriente producida en la cordillera, al lado de la comuna del Maule. 3) Carros Urbanos . Desde el momento en que la Estación de los ferrocarriles quedó instalada a 2 y medio km. al oriente de la ciudad, quedo evidenciada la necesidad de establecer un servicio de movilización entre estos dos puntos.
131
Entre los muchos proyectos presentados para construir un ferrocarril de sangre, aparece el del señor Eugenio Lefranc, a quien se le concedió privilegio por diez años, el 18 de marzo de 1897, para que llevara a cabo esta obra bajo las bases acordadas por la municipalidad en sesión del 9 de abril de 1889. El señor Lefranc no realizó la obra. Cinco años después, en 1902 don Robison Bascur Rubio creyó realizarla y tampoco prosperó su proyecto. A don Hernán Cerda Opazo, propietario del fundo de El Naranjal, le correspondió la gloria de realizar el proyecto que venía preocupando a las autoridades desde fines del siglo pasado. En efecto, por escritura de 10 de diciembre de 1908, el señor Cerda se comprometió
a extender una línea de
carros urbanos desde la estación hasta el centro de la ciudad.
Se había consultado extender este
servicio hasta el puente sobre el río Loncomilla, pero esto nunca se realizó y el pueblo tuvo hasta 1936 movilización segura y económica a través de
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la avda. Balmaceda y sobre la calle Arturo Prat y desde está hasta el fundo de El Naranjal. En 1909 la ciudad tuvo la satisfacción de de sentarse en unos hermosos y cómodos carros que acaban de ser construidos en San Javier por manos de obreros del pueblo, dirigidos por don Tranquino Rojas. Estos mismos fueron los que con el tiempo debieron ser retirados porque ya habían envejecido mucho y se imponía la movilización de vehículos motorizados, que fueron los que se instalaron en el mismo año de 1936. 4) Asistencia Social Desde que San Javier quedó convertido en cabecera de comuna y asumió las funciones de primer alcalde don José Luís de la Cerda Dueñas, que como ya lo indicamos, tuvo activa participación en los problemas locales en los años de 1874 a 1882, se notó y se hizo presente al gobierno la necesidad de crear un hospital de caridad. Con un aporte de ocho mil pesos hechos por don José Luís Donoso Cienfuegos el proyecto se convirtió en realidad, estableciéndose primero en una casa sencilla que fue reconstruida y ampliada
133
bajo la administración del gobernador Luís Cruz Vergara. En
1895
el
funcionamiento
de
este
establecimiento exigía un presupuesto de $7.046.16. Los cuales se obtenían con una subvención fiscal de $2.500, erogaciones voluntarias y dos a censo que existían y que sumaban $4.546.16.En 1931, con la construcción de un policlínico, el presupuesto subió a $117.150.00. Como administradores han figurado los señores José Luís de la Cerda, Ramón Méndez, Jerónimo Villalobos, Justo García, Juan Fermín Gaete, Miguel Ángel del Solar, Juan Carlos Villar, Santos Pío Andrade,
Alberto Díaz Opazo y
el
doctor Abel Fuentealba. Entre los médicos figuran José Tomás Díaz, Abel Fuentealba, Alberto Gaete; y entre los benefactores José D. Donoso, Juan Alberto San Martín, María Esperanza Montesino y Hortensia Encina. 5°.- Cuerpo de Bomberos.-
El 9 de Julio 1905 se
efectuó la primera reunión de varios vecinos para
134
organizar una compañía de bomberos.
En esta
ocasión fueron comisionados los señores Carlos Valenzuela, Bernabé Blanco y R.A. Marín para que redactaran un proyecto de Estatutos. El 30 de Julio, al leerse los Estatutos quedó acordada la fundación y fueron considerados como socios fundadores los señores: Bernabé Blanco, Pedro P. Escobar, Jerónimo Lagos, Angel C, Arias, Dionisio Astica, Eleuterio
Blanco,
Eusebio
Blanco,
Francisco
Blanco, Benigno del Castillo, Luís A. Encina, Cesar Augusto García, José M. Godoy, Miguel García, Humberto y Pedro A. González, Luís Henríquez, Luís A. Labra, Rómulo Antonio Marín, Dionisio Ortega, Francisco Palacios, Juan Palma, Miguel Saenz, Eduardo y Juan Rojas, Nuncio Lare, Francisco Strange, Francisco 2° Quijano y Carlos María Valenzuela. El 7 de Junio de 1946 fue fundada la Segunda Compañía, cuyo primer Directorio quedó formado por los señores: Segundo Valenzuela Morales, L. Campos, Humberto Molina, Oscar Céspedes, Osvaldo Castillo y Luís Armando Tolosa.
135
6°.- Instituciones Bancarias.a) Banco Español de Chile. Estaba en camino la creación de una Sucursal del Banco de Talca en 1907, cuando al tenerse conocimiento de esta gestión, el Banco Español de Chile le tomó la delantera y abrió sus puertas en este mismo año. Las cuales debió cerrar veinte años más tarde al declararse en quiebra la institución. Su primer Agente fue don Juan C. Villar. b) Caja Nacional de Ahorros.- Inició sus funciones el 10 de Julio de 1913 y en 1927 se fusionó con la Caja Nacional de Ahorros de Santiago. Desde 1909 a 1913 hubo de ella una sección anexa a la Tesorería Fiscal que solo recibía depósitos de ahorros. Al abrir sus puertas al público en 1913 tuvo como primer agente a don Ernesto Bazán P. Sirvieron después este cargo los señores Félix Casanueva, Jorge Varela, Enrique Acevedo, etc. c) Banco de Chile.-
Fue inaugurado el 2 de
Noviembre de 1922, a cargo del Agente Señor 136
Maximiliano
Stockebrand.
En
1928
desempeñaba este cargo don Edmundo Cortés Julio. La crisis del 32 lo hizo cerrar sus puertas el 29 de Febrero de este año. d) Banco de Talca.-
Este Banco debía haber
empezado sus actividades el año 1907 con don Francisco Salinas, cuyo nombramiento quedó extendido, pero su apertura no se verificó sino el 1° de Enero de 1927, designándose agente al señor Tristán Díaz quien había sido agente del fenecido Banco Español.
Funcionó en Prat
esquina de Miraflores , de donde se trasladó en 1948 al edificio propio construído en Prat esquina de Chorrillos. La crisis financiera de 1931 afectó mucho a esta institución, pues el 1° de Octubre de aquel año debió cerrar sus puertas, las reabrió un tiempo más tarde. 7°.- Actividades religiosas.- El cabildo de Linares al encomendar en 1852 a don Manuel Eyzaguirre el estudio del plano de San Javier, le comisionó también para hacerse cargo de la construcción de 137
una iglesia. Esto se hizo en el mismo año de 1852, según consta de una inscripción que encontramos en dos piedras canteadas que tuvimos la suerte de ver en Fundo Santa Rita, cuando era Administrador don Aurelio Ferrada. La inscripción de esas piedras dice así: “Puso esta primera piedra el Rvdo. Padre Provincial de Santo Domingo F. Ctmo. González, el 9 de Noviembre de 1852,
siendo madrina
protectora la Señora Javiera Echeverría de Eyzaguirre”. Sin embargo, la Parroquia no fue fundada sino en 1861 y, desde entonces hasta hoy, ha sido dirigida por los señores José Ciré, Juan José Orrego, Angel Badilla, Basilio Baltierra, Andrés Luna, José Miguel Ortega, Baldomero Pradenas, Guillermo Jünemann, Ignacio Godoy, Roberto J. Rodríguez, Abel Leiva, Marcos Castro Fuentes y Roberto Burgos Vega.
En calidad de tenientes curas han
trabajado Juan Federici, Excequiel Uriona, Rafael Ruíz, Walter Brügemann, Rafael Remigio y Luís Tapia.
138
8°.- Cementerio.- Con la creación de la Parroquia se fundó el cementerio y de él solo se sabe que hasta 1900 fue un sitio abierto y estrecho. A las autoridades municipales de 1947 les corresponde la gloria de haberlo unido a la ciudad, mediante un camino pavimentado tan bueno como las mismas calles. 9°.- Registro Civil.- Está establecido desde el 1° de Enero de 1885. Antes de esa fecha todas las inscripciones
de
nacimientos,
matrimonios
y
defunciones las hacía la Parroquia. La Ley de 1884, estableció este servicio a lo largo de toda la República. La oficina de San Javier ha sido dirigida por
Nicómedes
Urrutia,
Ricardo
José
Luís
Rodríguez, Miguel A. Cofré, Ulises Correa Correa, H. Alvarado, Arturo
Reyes Bravo, Lamberto
Salinas, Albino Rodríguez, Enrique Gargari, Clara Reyes Lorca, González,
Berta Dupouy Vera, Manuel
Carlos
Unda
González,
Modesto
Córdoba Navarrete, María Adulia Lobos M. Juan Tapia Castro y Rebeca Argomedo Jaramillo.
139
10°.- Cárcel y Presidio.- La Municipalidad tuvo en sus primeros años el cuidado de los presos, habilitando para este objeto un local dentro de la casa que se arrendaba a don José Ramón Méndez para Cuartel de Policía. Desde 1891 la cárcel se encuentra en el edificio
construído
durante el
Gobierno
del
Presidente Balmaceda. Los alcaides que ha tenido este establecimiento penal son los siguientes: Francisco A. Opazo, Zacarías Meza Araya, Pedro Pablo Baltierra, Alejandro García, Justo Aliega Cobo,
Roberto saldías Ponce, Juan Villalobos,
Alfonso González, Oscar Chávez Rojas, Pedro Vásquez D., Juan Vidaurre C., Raúl Arancibia de la F. y Luís Valenzuela Young. 11°.- Alcantarillado.-
El aumento de población
exigió hace veinte años la instalación del servicio de alcantarillado como una medida de salubridad pública.
A pesar de los buenos deseos , solo en
Julio de 1935 fueron concedidos $ 200.000.- para iniciar los primeros estudios que no se llevaron a cabo sino en Junio de 1936, fecha en que llegó el 140
ingeniero de la Dirección de Obras Públicas señor Alejo Santelices a levantar el plano de la parte en que debía construirse esta obra. Lentamente desde aquel año se continuaron los trabajos que en un principio solo favorecieron un sector de la ciudad y dejaron el resto para mejores tiempos. Le ha correspondido al Alcalde don Victorino Gajardo obtener los fondos y la autorización para extender la red hasta la Estación, siguiendo el lado norte de la Avda. Balmaceda y el lado sur en sus primeras cuadras. 12°
Seguro Obligatorio.-
establecido la oficina de la
Desde 1925 quedó Caja de Seguro
Obligatorio a cargo del Inspector don Roberto Bell Pinochet. Como médicos del servicio asistencial han trabajado los señores Abel Fuentealba, Alfredo Haun y Carlos Díaz Gidi. El inspector actual es don Juan Aranguiz G. 13°.- Identificación.- El Servicio de Identificación se creó en Chile en 1925 y, en Julio de 1926, quedó instalado en San Javier. Sus Jefes principales han sido Allan Gundian del Río, Alejandro Márquez
141
Navarrete, Luís Cancino Riquelme y Oscar Palacios Mendoza. 14°.- Investigaciones.- Por Decreto de la Dirección de Carabineros de fecha 1° de Febrero de 1929 se creó la Sección de Investigaciones de San Javier, a cargo del agente 2° señor Julio Bravo Flores, quien tuvo como primeros colaboradores a los agentes terceros Manuel Neira y Juan F. Rodríguez González.
Siguieron al señor Bravo los señores
Eduardo Riquelme, Osvaldo Bustamante, Augusto Molina, Heriberto Andrés, Javier Villarroel y Eduardo Mazer Meza.
X FUENTES DE RIQUEZA 1.- Comercio.- Desde sus primeros años de vida, la principal actividad que más llamó la atención a los habitantes fue el comercio, que recibía una ayuda directa de la industria molinera y de las pocas actividades agrícolas que entonces se desarrollaban. 142
En 1895 había inscritos en el rol municipal 84 negocios autorizados para vender vino; 9 tiendas; 3 Agencias; 8 carnicerías; 27 despachos de menestras; 2 boticas; 1 bodega; 1 zapatería y 2 quincallerías. En
el
comercio
hicieron
su
fortuna
numerosas personas que han llegado a ocupar más tarde una envidiable situación económica. 2.- Industrias.- La molinería fue la principal y más importante industria del siglo pasado y de los primeros treinta años de este siglo. La introducción de nuevos cultivos en los campos y el abandono paulatino del trigo en los terrenos de escasa fertilidad, trajo la ruina de muchos establecimientos molineros. En el mismo rol de 1895 encontramos inscritos
9
carrocerías;
establecimientos 2
mueblerías;
de 4
herrería;
3
tonelerías;
2
sombrererías; 3 sastrerías; 9 obras de tejerías; 2 imprentas; 2 panaderías; 2 talabarterías y un taller de mecánica y otro de zapatería.
143
A esto se reducían entonces las actividades industriales de los vecinos de la ciudad. 3.-
Viticultura y Vinificación.-
La industria
vitivinícola no tuvo ninguna importancia antes de 1930, ni menos en los primeros años de la creación de la ciudad. La producción de vinos no remuneraba los esfuerzos de los viticultores. Por muchos años, el valor de la arroba de cuarenta litros no pasó de 2 ó 3 pesos; sin embargo, nunca se produjeron mejores vinos que en los años anteriores a 1930, en que las normas de fabricación fueron respetadas estrictamente y se hacía vino de uva. Por desgracia, a partir de aquel año, el comercio de vinos, con el alza de los fletes ferroviarios y el mayor mercado que existía en Santiago y en el norte, experimentó cambios fundamentales y de una sencilla operación en que el productor entregaba al comprador el genuino jugo fermentado de la uva, se transformó en el más denigrante negocio, porque ya no salió al público vino legítimo sino un producto totalmente desfigurado.
144
Conocemos el caso de un español de apellido Valdovinos que, al ser rematada su bodega de la Avenida Chorrillos, él mismo se encargó de avisar que había una existencia de tres mil litros de vinagre. En una buena bodega de vinos sanos, esto no ocurre jamás. Desde 1951, el precio ha alcanzado cifras tan altas que, de 6 u 8 pesos litros que tenía antes de aquella fecha, en los primeros días de Abril subió a 25 y 26. A pesar de esta alta cotización de los vinos, la adulteración no ha disminuido y hay datos precisos que aseguran que en Loncomilla es donde se falsifican más los vinos y que el precio de la azúcar ha subido precisamente por esto mismo. La Viticultura paga los aumentos de sueldos de muchos empleados públicos. Sin embargo, al término del Gobierno de Alessandri se promulgó una de las leyes más mal concebidas por nuestros legisladores. Se obliga al productor a inutilizar una parte de su producción después que se le ha obligado a pagar sueldos y salarios a un numeroso personal que tiene que cuidar la viña, atender sus
145
podas y desinfecciones y verificar las faenas de vendimia.
Esta Ley debe ser derogada y
reemplazada
por
otra
que
consulte
normas
diferentes para combatir el alcoholismo en Chile. Hay países como Francia, Italia y Argentina, que producen mayor cantidad de vinos que nosotros; allí no existe alcoholismo. Por lo que a San Javier se refiere, el desbloqueo de los vinos, o sea, el obligar a los productores a lanzarlo a los canales, es una medida
que afecta directamente a nuestra
economía, si nos atenemos a que hay terrenos del lado occidental del Loncomilla donde no se puede cultivar sino viñas, por lo tanto, restringir allí la producción es terminar con una fuente de riqueza segura. 4.- Plantaciones frutales.- Los terrenos vecinos a la ciudad tienen condiciones especiales para las plantaciones frutales. Así se ha comprendido desde hace años, pues, ya en 1904 se fundó en la parte norte de la ciudad el Criadero de Arboles Santa Elena, hoy destruido para darle salida a la calle Pulluquén.
146
En sus primeros años multiplicó plantas exclusivamente frutales, más tarde preparó especies forestales destinadas a la formación de pequeños bosques. Es interesante la labor desarrollada por este Criadero, porque formó una serie de variedades de árboles que entregó a la venta con los nombres de duraznos Loncomillano, Pero Vásquez, Poves y frutilla Selecta de Loncomilla. Mediante el esfuerzo de los fundadores y sostenedores de este Criadores , los huertos vecinos tuvieron magníficos árboles que producían frutas abundantes y exquisitas. 5.- Ganadería.- La ganadería ha sido otra de las grandes fuentes de riqueza de San Javier. Primeros sus campos de las vecindades del Locomilla dieron vida a numerosos rebaños de ganado lanar; más tarde, un francés muy emprendedor, dueño del fundo de El Peñasco, estableció uno de los más famosos criadero de caballares Percherones que fueron premiados en la Exposición de la Quinta Normal.
147
XI Actividades Deportivas
Antes de dar término a esta ya larga reseña de lo que ha sido San Javier a través de los cien años
que
lleva
de
existencia,
esbozaremos
ligeramente las actividades deportivas que han tenido mayor desarrollo en la ciudad. 1.-
Futbol.- Tan pronto fue conocido en
Chile el balompié o futbol como hoy se llama, nacieron diferentes clubs que se dedicaron a propagarlo entre los estudiantes y obreros. El más conocido de ellos fue el Tricolor que ha podido mantener desde hace muchos años la mejor cancha en la calle Mac-Iver. 2.- Basquetbol.- Es el juego clásico de los estudiantes, por eso se ha propagado mucho en las escuelas y liceos. En San Javier tiene sus grandes mantenedores entre los profesores y alumnos del Liceo a quienes se les debe la hermosa presentación que hicieron en su cancha de Esmeralda esquina de 148
Loncomilla, en los días de las fiestas jubilares del centenario. 3.- Tenis.- El tenis se juega desde hace muchos años y ha adquirido mayores partidarios desde que triunfó en Europa la incomparable Anita Lizana. Desde hace treinta años la juventud de San Javier mantiene una hermosa cancha en la calle Arturo Prat, al lado del Club Social. Centenares de jóvenes de ambos sexos han jugado luciendo su habilidad y destreza. 4.- Rayuela.- Frente a todos los deportes de origen inglés, la rayuela tiene sus partidarios desde hace más de sesenta años. Cuando la ciudad tenía apenas 30 años de existencia, ya sus vecinos se reunían los domingos a jugar en cualquier sitio o cancha improvisada. 5.- Volantín.- La misma importancia de la rayuela tuvo el juego al volantín en los primeros años del pueblo, cuando había sitios abiertos y no se conocían esos alambres molestos del alumbrado o del teléfonos. Todos los antepasados jugaron en las calles y en la plaza y a lo largo de la Avenida
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Balmaceda.
En el presente lo siguen jugando
durante el mes de Septiembre los estudiantes de las escuelas públicas.
Estadio Municipal La necesidad de darle mayor desarrollo a los deportes y establecer otros
que no se podían
desarrollar por falta de una cancha adecuada, determinó la creación de un Estadio que reuniera las comodidades necesarias. En la mañana del 24 de Abril de 1936, encontrándose en su fundo el agricultor don Alfonso Escobar, se presentaron a él el Gobernador, el Alcalde y numerosos vecinos , para solicitarle que en vista de que él tenía tantas tierras vecinas a la ciudad, cediera dos cuadras a su pueblo a fin de que se formara un Estadio en las mismas condiciones en que ya existían en todas las ciudades del país. El Señor Escobar recibió de sorpresa esta petición y no pudo darle respuesta sino el día 29;
150
por suerte fue afirmativa. El 13 de Noviembre de aquel mismo año quedó firmada en la Notaría la escritura por la cual don Alfonso Escobar cedía de su fundo La Obra dos hectáreas de suelo para el Estadio Municipal de San Javier, hoy llamado Estadio Alfonso Escobar.
Ati -Nadria. Tabón Tinaja, 18 de Nov. 1952
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