Sujeto e Identificación y el Sujeto en la Escena del Mundo

Sujeto e Identificación y el Sujeto en la Escena del Mundo

Sujeto es un término que remite a la condición de estar asujetado a algo, y el hombre es impensable sin antes amarrarlo a un entretejido social, cultural, ideológico, político, etc. Así el término sujeto se refiere a la condición del hombre estar amarrado a todo un universo cultural. Diferente de la condición de individuo, que significa ser único, indivisible y autodeterminado, condición que el psicoanálisis va a denunciar como producto de un espejismo que nos hizo creer amos y señores de nuestra propia vida. A lo largo de la historia se van a producir heridas narcisistas, a esta condición de individuo. Van a ser tres momentos particulares en la historia, el primer momento cuando Copérnico dice que la tierra gira alrededor del sol, y que es mucho más pequeña que ésta estrella, se conoce como afrenta cósmica. El segundo momento es cuando Darwin establece mediante su teoría de la evolución de las especies, que el hombre desciende del reino animal y es pariente de algunas especies, se conoce como afrenta biológica. La tercera es cuando el psicoanálisis establece que la vida pulsional de la sexualidad no puede domeñarse plenamente, y que los procesos anímicos son en sí inconscientes, están sometidos al YO de una manera incompleta y sospechosa, es como decir que el YO no es amo y señor de su propia casa, Freud va a denominar a esta afrenta, afrenta psicológica o al amor propio, y cuando Freud habla del inconsciente se refiere a las marcas de origen que deja la inscripción de la cultura en la carne, en nosotros. Entonces el sujeto, esa condición del hombre, está enraizado en un universo cultural. Este universo cultural funciona como una especie de matriz simbólica que fecunda al sujeto, que lo alimenta continuamente de civilización, de palabras, de gestos, de caricias, de imágenes, etc., que el sujeto necesita para sobrevivir, y hace de éste su producto. Por lo tanto se pueden reconocer dos tipos de nacimientos, un nacimiento biológico, que en terapia se llama al momento de la concepción del feto, y un nacimiento social, que se da antes del nacimiento biológico. ¿Qué función cumple este nacimiento social? Es el que le da el nombre al sujeto, le da una familia, le da un lugar en el mundo en donde anidar, de lo contrario solo queda el exilio social que es igual a la muerte. A través de este nacimiento social, la carne se vuelve cuerpo, que se culturaliza, que se socializa, que se vuelve cuerpo humano en la medida en que recibe las marcas del OTRO. El OTRO ¡¡¡Que palabra tan importante!!! ¿Qué papel cumple el OTRO en la vida del sujeto? Bertolt Brecht, poeta y dramaturgo alemán, hace referencia en unos de sus poemas “Un hombre es un hombre”, al tema del nacimiento social y

del otro. El poema dice lo siguiente “Mi madre hizo una cruz en el calendario el día que nací, y yo era el que gritaba: ese pequeño montón de cabellos, de uñas y de carne, soy yo, soy yo…Solo no era nadie. Es preciso que otro te nombre”. Esa cruz en el calendario hace, de

alguna manera referencia a ese nacimiento social, es una marca simbólica. “Solo no era nadie. Es preciso que otro te nombre” ¿Por qué es preciso que otro te nombre? Porque cuando el

otro te nombra, te da un lugar en este mundo, te abre una puerta a este mundo, te da un nombre, te inscribe en una familia, dentro de un árbol genealógico, te da un pasado incluso antes de haber nacido. Al darte un nombre te carga con toda la herencia que implica llevar ese nombre, te designa como hijo de tal y de tales, incluso se carga con las culpas que pueden

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llevar ese nombre, ese apellido. El otro es quien desde su deseo le da al sujeto un lugar en el mundo, le abre una puerta, que pronto se recubrirá de relatos, de imágenes, de palabras, de gestos, un mito individual que hablará de la llegada del sujeto a este mundo. Esto constituirá una especie de matriz fundante a partir de la cual el sujeto erigirá toda su vida, y a medida que la van construyendo, se van repitiendo una seria de elementos simbólicos que constituyen esta matriz (retazos de textos, caricias, miradas, gestos, imágenes, el m ito individual del sujeto) que demarcarán aspectos básicos de la vida del sujeto, como ser hábitos alimenticios, de higiene, de salud, etc., y que además le van a dar sentido y dirección a su vida. Estos elementos se desplazan continuamente, se repiten continuamente en la vida del sujeto, produciendo avances y retrocesos condensándose en metáforas ¿Qué quiere decir esto? Que estos elementos con los que se contaba de entrada, están disfrazados y camuflados, irreconocibles en el producto final. Y estás metáfora o metonimias, van produciendo nuevos sentidos a la largo de la vida del sujeto. También se dice que el sujeto encarna una ficción, porque acepta la escena que el mundo le propone, en esa escena del mundo que entra gracias al OTRO, y partir de allí va a construir su propia escena subjetiva. En esta escena el sujeto es una serie de proposiciones tales como ser argentino, ser estudiantes, ser profesional, etc., que constituirán la identidad del sujeto, idéntico desde que nace hasta que muere. Sin embargo el psicoanalista sabe que el sujeto siempre está en conflicto consigo mismo, y está tratando todo el tiempo de encontrar su verdadera identidad, y la va a buscar en los lugares más diversos, como ser, clubes de fútbol, partidos políticos, órdenes religiosas, etc., que van a funcionar como una suerte de espejo que le devuelven una imagen de sí mismo, va a tratar de encontrar su identidad en el otro. El crítico de artes, Julio Ortega, trabaja el tema de la identidad y subjetividad en el arte post moderno. Él dice que la subjetividad es una ficción encarnada, y que la identidad se construye a partir del otro, el otro que nombra al sujeto, que le da un lugar en el mundo, que lo inscribe en un sistema genealógico, en un sistema simbólico, de signos, de lenguaje, que le da un pasado incluso antes de haber nacido, que se ofrece como espejo para que el sujeto se identifique, y que de alguna manera también configura la consciencia del sujeto. El otro es el que deja en él una seria de rasgos identificatorios (nombre, familia, raza, religión, ideologías, etc.) que hace que se sienta uno consigo mismo y con su nombre, pero que de alguna manera, lo remite a una condición de alteridad, de identificado al otro, ya que es él quien deja todo esos rasgos en el sujeto. Además la mismisidad del sujeto, su identidad personal, lo remite (consciente o inconscientemente) a la pertenencia a un grupo, y de esa manera se rompe con esa ilusión del YO autónomo, una ilusión que es producto de toda una estructura identificatoria. Así también se da que el sujeto tiene una sensación de desconocimiento frente a sus propias producciones, como ser sueños, fantasías, producciones artísticas, etc., que provienen precisamente del del mito individual del sujeto, que habla de su llegada al mundo. Es como que sabe pero al mismo tiempo no sabe, “saber no sabido” dirá Freud. De esta manera

se funda en la matriz identificatoria, que le permitirá ensayar respuestas sobre sí mismo, que son ficciones pero que tienen valor de verdad para el sujeto que las enuncia. Trata de encontrar su identidad, que son respuesta que el sujeto elabora acerca de su lugar en el





sujeto. Entonces, como la identidad es un intento de respuesta que está en constante reelaboración, la identificación es una continua pregunta. Otro tema que hay que tratar es el tema de la escena, habíamos dicho que el sujeto encarna una ficción porque acepta la ESCENA que el mundo le propone y partir de allí comienza a construir su ESCENA subjetiva. ¿Qué es escena? Hay diferentes definiciones para la la palabra escena, por un lado es lo que se debate entre lo público y lo oculto, también es el lugar en donde se monta una representación, aquello que se da a ver en un escenario, y también algún suceso de la vida real que sea digno de espectáculo. Éstas son definiciones que se ofrecen acerca de la palabra escena, pero también hay otra definición que aparece en el diccionario, que habla de la ESCENA DEL MUNDO. ¿Por qué la escena del mundo? Porque el mundo en el que vivimos, es también una escena que montamos. Jacques Lacan trata este tema en su “Seminario de la angustia”, él habla acerca de la relación entre el sujeto y el mundo que lo rodea. Para Lacan es impensable un mundo ajeno al sujeto que lo está interpretando. No es que no hay un mundo, si lo hay, pero el sujeto llega a este mundo (como el Da Sein de Heidegger, ese ser-ahí escupitado al mundo) y accede a él a través de una serie de coordenadas simbólicas, que funcionan como una suerte de prisma entre el sujeto y el mundo. Y éstas coordenadas simbólicas le dan sentido y valor a todas las cosas del mundo, que luego se ponen en escena mediante las leyes del significante (el significante para Lacan es tal cosa cuando está inscrito dentro de un orden simbólica, y en este orden adquieren significado. No son solamente las palabras, sino también los objetos, las relaciones, los síntomas, etc. El toma la definición de signo de Saussure, en el cual el signo es la unión del significado y el significante, y el significado está encima del significante. Lacan invierte el orden, por lo tanto quedaría significante arriba de significado, y luego lo saca al significado para que quede solamente el significante, que está en constante cambio). Unas leyes del significante que no son homogéneas con las leyes del mundo, porque por ejemplo, la ciencia, trata de establecer leyes acerca de la naturaleza, que se aproximen a la verdad, pero nunca logran llegar a ella, no logran captarla. Estas leyes, son al fin y al cabo ficciones que se elaboran para tratar de entender de la mejor manera posible al mundo en el que vivimos, ficciones que tienen valor de verdad para el sujeto que las enuncia. Entonces el mundo está atravesado por las leyes del significante, y el sujeto vive en ese mundo, habla sobre ese mundo, sobre el mundo del significante. Un mundo que se pone en escena cuando hay un discurso que da cuenta de él. Aquí juega un papel fundamental la historia, ya que es esa trama que da sentido, y ordena todas las cosas y acontecimientos del mundo, incluso aquellos que pasaron en tiempo en los cuales no había ningún sujeto que pudiera significarlos y darles sentido. El historiador los ubica en una cronología que luego la divide en períodos, establece fechas, en lo que sería un orden sintagmático. Entonces el mundo se pone en escena cuando hay un discurso que da cuenta de él, y en esta escena entra el sujeto que construye su propia escena subjetiva, que se articula no solo con la escena del mundo sino con la escena de los otros sujetos, cada una con sus huellas particulares e irrepetibles. ¿Cómo se arma esta escena subjetiva? Lacan establece que son una





como ser, imágenes, relatos, palabras, gestos, etc., y les da un orden que tiene un significado para el sujeto. Lacan compara la escena subjetiva con el mito ¿por qué? Porque el mito se construye cuando un grupo de hombres toman una serie de elementos de la realidad, los organizan y elaboran un relato que los representa. Lo mismo pasa con el mito individual del neurótico o novela familiar, que se construye con los recuerdos, los olvidos, las impresiones, fantasías y sueños, gestos, caricias, imágenes, etc. Todo esto arma el relato de la vida del sujeto y su significación dependerá de la lógica con la que se ordenen los elementos. Pero ¿por qué del neurótico? La Neurosis es entendida, por el psicoanálisis, como un conflicto, generalmente inconsciente, entre los sentimientos del sujeto, aquellos que quiere mostrar, dar a conocer, pero de alguna manera no se anima, porque está condicionado por los sentimientos y conductas que se cree obligado a mostrar, todos estos sentimientos vienen de una educación recibida, de las exigencias sociales. Ya que el Otro nos constituye, y nos deja toda una serie de rasgos identificatorios, se puede decir que todos somos neuróticos. Entonces, todos los elementos que arman el relato de la vida del sujeto (imágenes, recuerdos, olvidos, impresiones, fantasías, sueños, palabras, gestos, caricias, etc.) se van repitiendo a lo largo de la vida del sujeto, produciendo avances y retrocesos, demarcan aspectos básicos de su vida, tales como los hábitos alimenticios, de salud, de higiene, y le va dando un sentido y dirección a su vida. Además todos estos elementos (que se repiten a lo largo de la vida del sujeto) se condensan produciendo metáforas, que otorgan nuevos sentidos a su vida. Metáforas porque los elementos con los que se contaba de entrada están camuflados en el producto final (Todo esto ya se había dicho antes, pero me pareció oportuno agregarlo de vuelta) Una vez constituida la escena subjetiva, aparece lo que Freud llama la otra escena, que consiste en todas las producciones del inconsciente o realidad psíquica, como ser sueños, fantasías, síntomas, producciones artísticas, etc. Así la escena subjetiva y de la escena del mundo sobre la cual se monta, servirán como almacigo de donde germinarán todas las producciones del inconsciente. El arte cumple un papel muy importante, porque toma elementos de la realidad psíquica y de la realidad compartida con los otros, y los organiza dándole una nueva significación, le otorga otro sentido a esta realidad. Entonces el arte es esa escena que habla de la escena del mundo, y la denuncia como una ficción más posible de ser modificada Ya dijimos que el sujeto encarna una FICCIÓN, porque acepta la escena que el mundo le propone y a partir de ahí empieza a construir su propia escena. Pero ¿qué significa ficción? Néstor Braunstein trabaja sobre el tema de la ficción. El origen latino de la palabra ficción, es modelar, dar forma, la ficción es una CREACIÓN. A partir de este origen etimológico va a surgir el sentido figurado o ficticio de la palabra, ficción como algo hecho por el ser humano, algo inventado que se opone a la realidad, sería algo artificial. Y ¿qué es lo real? ¿Acaso el tiempo es real, los números, el lenguaje, el Estado, las leyes, etc.? ¿O son solo ficciones utilizadas para sostener un discurso presumiblemente coherente? Generalmente lo artificial es opuesto a lo natural. Para muchos, la ficción es una





verdadero, para imbuir de verdad a las cosas. Y yo ¿soy real o finjo? Nietzsche dice que sujeto es algo inventado por nosotros, para creernos y hacer creer que todo lo que nos pasa corresponde a una sustancia que llamamos yo, y que se encuentra también en los otros. Señala al yo como la primera de las ficciones y la más prominente de todas. Y para él, el deber de la filosofía sería encontrar esas suposiciones que hacen creer en el yo como tal sustancia. Entonces yo soy, y ese yo esta en los otros también, y si el yo es una ficción, es la primera de las ficciones, todo lo que es finge. Por eso somos un enigma para nosotros mismos, y esa pregunta por lo que somos fundamenta la práctica del psicoanálisis. Cuando Braunstein plante si somos reales o fingimos que somos, en realidad fingimos que somos, uno se cree. cr ee. Por lo tanto siendo creado y creyéndome existo de verdad. Y no hay verdad más allá de lo que se finge, la verdad nos llega como una ficción, ficción, eso es lo lo único verdadero. También plantea que la verdad es frívola, porque a todos les dice que sí, por eso hay una entidad más fuerte que ella que es la duda (ese método que usaba Descartes para alcanzar una verdad absoluta). Nietzsche dice que la verdad es mujer, es muy difícil de conquistarla. Lacan (maestro de Braunstein) dice que la verdad tiene estructura de ficción y que solo puede ser dicha a medias, porque entre la verdad y lo que se dice, esta ese sí verdadero, que un hoyo. Y de ese hoyo sabemos que existe por los bordes que tiene. Freud plantea que hay diferentes maneras de aproximarse hacia ese agujero, por un lado está la religión, para la cual ese hoyo no existe ya que hay Algo que lo llena, luego está la ciencia que tratar de obturar, trata de llenar de a poco ese agujero con todos sus descubrimientos, tratando de acercarse a la verdad. Y por último está el arte que tapiza las paredes de ese agujero, no haciendo necesariamente más lindo a lo verdadero, sino que otorgándole diferentes caras. Ya dijimos que el arte (que se encuentra en lo que Freud llama la otra escena, producto del inconsciente) es una escena que habla de la escena del mundo como una ficción más posible de ser denunciada y modificada porque no. Wittgenstein, filósofo austríaco, decía que el objeto de investigación de la filosofía tenía que ser el lenguaje. Y así para él, estos tres modos de aproximación hacia ese agujero, la religión, la ciencia, y el arte; ninguno era más cierto que el otro, estos tres son juegos del lenguaje, y cada uno tiene sus propias reglas, y las reglas no pueden ser verdaderas ni falsas. Braunstein también se refiere al sujeto y a la ficción. ¿Qué pasa con el sujeto? ¿Es la ficción del sujeto o el sujeto de la ficción? Cuando se habla de la ficción del sujeto, es en el sentido subjetivo, y se refiere a que el sujeto, entendido como un YO, finge. El sujeto finge. Finjo luego existo dice el autor, reemplazando el cogito de Descartes. Siendo creado y creyéndome existo de verdad. Luego está el sujeto de la ficción en sentido objetivo, donde el sujeto es objeto de esa ficción, siendo la ficción el sujeto de la oración. Ambos sentidos, Wittgenstein los considera como un juego, un juego del lenguaje, de esos que constituyen al mundo como un mundo del lenguaje. Y en este mundo del lenguaje es donde la ficción impera y es omnipresente. Son seres de ficción los impuestos por el lenguaje, entre ellos el sujeto, autor y efecto de la ficción. Cuando Braunstein habla de ficción, no se refiere a ésta en un sentido inferior al de





Así el sujeto finge ser sujeto de la ficción. Y es el lenguaje, ese que se puede llamar OTRO, el que lo impone en el mundo. El sujeto es una criatura del lenguaje que está constituido por la palabra, la letra, el sonido y los sentidos. El sujeto vive en ese mundo del lenguaje (Lacan también decía que el mundo está atravesado por el significante, y el sujeto vive en ese significante y habla de ese significante, de ese mundo en el cuál vive) Una vez constituido el sujeto por ese andamiaje de palabras, intentará conocerse a sí mismo, algo que Kant decía que era imposible, ya que ubicaba al sujeto como fuente de todos los predicados sin que nada pueda predicarse de él. Nietzsche también hablaba de que el término sujeto es creado por nosotros. Freud cuando postula el inconsciente, también plantea la paradoja de que todo lo que se enuncia, por el hecho de ser enunciado, ya no corresponde al sujeto. Entonces el sujeto es constituido en medio de un andamiaje de palabras. Es una ficción impuesta en este mundo por el lenguaje, no es un organismo viviente en la medida a que ese organismo correspondan un nombre, que el sujeto llama propio como si ignorara que fue impuesto por otro, una imagen de sí mismo que el sujeto llama yo, y le permite reconocerse en una foto, al otro lado de un espejo, en un video, etc., y un cuerpo que el sujeto considera propio, y que será propio en la medida que acepte las exigencias naturales de ese organismo, y que además no contravenga la ley vigente de la sociedad, y del Estado en donde vive. El encadenamiento de cuerpo, palabra e imagen constituyen el soporte del sujeto, una unidad que no es más que una ficción, pero es una ficción salvadora para el sujeto, que le permite considerarse como uno. Esa unidad es una representación mental, donde también se encuentran, la locura, el sueño, el arte, la filosofía, etc. Debajo de esa representación mental transcurren conflictos que enfrentan al sujeto consigo mismo. Además el soporte del sujeto, la unidad por la que se tiene, le permite también sentir que tiene una cierta sustancia, que esa sustancia permanece a través del tiempo y del espacio. El sujeto se reconoce porque cuando habla de sí mismo dice YO, y el Otro le confirma que existe. Braunstein también plantea que el sujeto llega a un mundo abonado por el lenguaje, un lenguaje que preexiste a cada existencia. Y que va variando de acuerdo al tiempo y a la zona geográfica en la que se encuentre. Esto ofrece diferentes marcos de subjetivación, esto es diferentes modelos para la constitución del sujeto y de su pensamiento, el YO. De la misma manera en que el sujeto es impuesto en este mundo por el lenguaje, también son impuestas todas esas cosas que consideramos reales o verdaderas. La realidad es una ficción más impuesta por el lenguaje. El mundo del lenguaje es el mundo del como si (Braunstein), un juego que todos juegan, hagamos como si mesa fuera un objeto alrededor del cual todos nos sentamos, para comer, para hablar, etc. Hagamos como si en realidad hubiesen cosas en el mundo. Hay un mundo a través y por el lenguaje, que establece las distinciones entre lo real y lo artificial, la realidad es una realidad trabajada por el lenguaje. Kant dice que nosotros no reflejamos el mundo tal cual es, sino que lo interpretamos según nuestro entendimiento por medio de metáforas, intuiciones, proyectamos sobre él las formas y las categorías del pensamiento. Nietzsche, enfrentado a Kant en algunos aspectos, también dice que nosotros comprendemos el mundo que hacemos, a partir de la proyección de nosotros







Es difícil imaginar una verdad que vaya más allá de una ficción. Vaihinger dice que las ficciones, no constituyen ninguna anomalía y que su uso es normal, y la ciencia tiene que utilizarlas de modo informado, aceptando su carácter de artificio y de modo astuto, al servicio de los fines cognoscitivos.

Sujeto e Identificación y el Sujeto en la Escena del Mundo

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