Rebelión permanente, Fernando Mires

La rebelión permanente: Las revoluciones sociales en América latina. Fernando Mires. El momento de la izquierda civil

Los altos oficiales impidieron rápidamente que Quintanilla se hiciese de todo todo el pode poderr y se co conv nvirt irtie iera ra en otro otro ca caud udill illo o incon incontr trol olab able. le. Pa Para ra enfrentar las elecciones, los partidos tradicionales sellaron una nueva relación con el ejército y llevaron como candidato al general Enrique Peñaranda. Los diversos grupos de izquierda decidieron levantar la candidatura del profesor de derecho cochabambino José Antonio Arze, que se declar declaraba aba ma marxis rxista. ta. Nadie Nadie daba daba mucha muchass posibil posibilida idades des a la candidatura de Arze. De los 58.000 votos válidos, Arze obtuvo nada meno me noss que que 10.0 10.000 00.. Lo Loss se sect ctor ores es de izqui izquier erda da se unie uniero ron n para para las elecciones parlamentarias, y para sorpresa de ellos mismos alcanzaron la mayoría de los asientos. La unidad de los partidos tradicionales no era más que una cáscara vacía; y si algo representaba, era la imagen de un pasado lleno de frustraciones. En fin, el frente de derecha no era capaz de derrotar, en las primeras elecciones, a una izquierda que apenas existía. El principal peligro para Peñaranda no residía en la precaria izquierda marxista sino en el rápido desarrollo de un nacionalismo de izquierdas. Los int intelec lectuales les fundadores del Movimie imien nto Nacion ionali alista Revol Re volucio ucionar nario io (MNR) (MNR) era eran, n, antes antes que nada nada repres represent entant antes es de las capas medias emergentes. El texto del programa del MNR era, por lo demás, demás, muy muy sencill sencillo. o. Entre Entre otras otras co cosas sas plante planteaba aba:: “Bolivia “Bolivia es una semicolonia en la cual subsisten los resabios feudales en el sistema de trab trabajo ajo de la tierr tierra. a. Pa Para ra inde indepe pend ndiz izar arla la es nece necesa sario rio liquid liquidar ar la influencia del imperialismo y de la gran burguesía que le sirve de agente, devolviendo al país la explotación de sus minas, redist redistrib ribuye uyendo ndo la tierra tierra y diversi diversifica ficando ndo la econom economía ía me media diante nte la creación de nuevas fuentes de riqueza. La izquierda marxista también aceleró su proceso organizativo durante el régimen de Peñaranda. A mediados de 1940, José A. Arze y Ricardo Anaya fundaron el Partido de Izquierda Revolucionaria (PIR). De este modo, la izquierda boliviana se hacía presente con bastante retraso, pero por lo mismo, con increíble rapidez. El gobierno de Peñaranda facili facilita tarí ría a el as asce cens nso o de la izqu izquier ierda da.. Po Porr otro otro lado, lado, las posic posicio ione ness parlamentarias empeoraban para el gobierno. En 1942 obtuvo apenas 14.1 14.163 63 voto votoss fren frente te a 23.4 23.401 01 de la opos oposic ició ión. n. El resu result ltad ado o era era francamente catastrófico. El régimen, en esas circunstancias, sólo atinó a reaccionar intensificando la represión. Los obreros de la mina de 1

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Catavi, Cata vi, que que habí habían an decl declar arad ado o la huelg huelga, a, fuer fueron on horr horror oros osam amen ente te masacrados por las tropas del gobierno. Con ello, Peñaranda perdía el rest resto o de legi legitim timid idad ad que que le qued quedab aba. a. Fina Finalm lmen ente te,, Pe Peña ñara rand nda a só sólo lo contaba con el apoyo de los viejos fantasmas del pasado: los liberales y los republicanos.

El populismo militar-civil de 1943

Cuando Peñaranda comenzó a perder terreno dentro del ejército, sus horas estaban contadas. Como consecuencia de la politización de la sociedad, en el interior del ejército se habían formado una serie de sectas y logias de evidente carácter político. Una de estas logias era la Radepa Radepa (Razón (Razón de la Patria), Patria), que se sentían herederos herederos del “socialismo “socialismo militar”. En diciembre de 1943 la Radepa realizó un exitoso golpe de esta es tado do,, la pres preside idenc ncia ia pasó pasó a se serr ejer ejercid cida a por por el ma mayo yorr Gualb Gualber erto to Villa Villarr rroe oel. l. Debi Debido do a la pres presió ión n nort nortea eame meric rican ana, a, el MNR MNR tuvo tuvo que que despojarse de su retórica fascistoide y de destacados ideólogos del movimiento. En esas condiciones, comenzó a ganar terreno dentro del part partid ido o la frac fracci ción ón popu popular lar-o -obr brer erist ista a repr repres esen enta tada da por por Víct Víctor or Pa Pazz Estenssoro. Paz Estenssoro era un político atípico no sólo en Bolivia sino en toda Amér América ica lati latina na.. Po Porr de pron pronto to no era era un gran gran orad orador or;; pref prefer ería ía la exposición simplificada de ideas. Ya durante Peñaranda había sido un eficaz ministro de economía. Con Villarroel colaboró lealmente. Era, en síntesis, un hombre de estado en un país casi sin estado. La influencia de la frac fracci ción ón paze pazest sten enso sori rist sta a se ma manif nifes estó tó en la form formac ació ión n de la Federación de trabajadores mineros de Bolivia (FSTMB, junio 1944). Otro Otro hech hecho o impo import rtan ante te fue fue la orga organi niza zaci ción ón del del Prim Primer er Co Cong ngre reso so naci nacion onal al indí indíge gena na que que tuvo tuvo luga lugarr en la paz paz en ma mayo yo de 1945 1945.. El gobi gobier erno no de Vill Villar arro roel el fue fue el prim prime ero que que cues cuesti tio onó el sist sistem ema a latifundista abriendo las exclusas para un movimiento social campesino que un día se iba a mostrar incontenible. Las reformas populares de Villarroel no impidieron que en el país se desarrollara una oposición de izquierda encabezada por el PIR. El 14 de julio de 1946 estalló una revu revuelt elta a popu popular lar urba urbana na que que puso puso fin al gobie gobiern rno o de Villa Villarr rroe oel. l. El desdichado Presidente fue colgado de un farol en la plaza principal de la paz. El estado contra la Nación





latinoamericanos. Este error consistía en creer que el enemigo principal estaba constituido por los “fascistas” del MNR, frente a quiénes era necesario unir todas las fuerzas “democráticas” del país. Pero ni el MNR eran fascista ni los aliados del PIR eran democráticos. Muchos trabajadores que hasta entonces habían seguido al PIR comenzaron, pues, a emigrar hacia el MNR (y en una proporción muy pequeña hacia el sobrei sobreideo deolog logizad izado o POR). POR). Dentro Dentro del del MNR tambié también n se produc producían ían desplazamiento. La famosa tesis de Pulacayo, planteaban que “el proletariado, aun en Bolivia, constituye la clase revolucionaria por excelencia. Por primera vez vez en Amér América ica lati latina, na, los los trot trotsk skis ista tass se enco encont ntra raba ban n en un luga lugarr concreto o de inserción política y, no iban a desperdiciar la ocasión para ara plant lante ear una de sus tesi tesiss dist distin inti tiva vas: s: la de la revo revolu lucción ión permanente: “Señalamos que la revolución democrático burguesa, si no se la quiere estrangular, debe convertirse solo en una fase de la revolución proletaria”. El objetivo de esa revolución no podía ser otro que que la inst instau aura ració ción n de la dicta dictadu dura ra del del prol prolet etar aria iado do.. El gobie gobiern rno, o, contando con la colaboración del PIR, se embarcó rápidamente en una política antiobrera. En febrero de 1947, los mineros de Potosí fueron masacrados por el ejército y la policía, aunque masacres campesinas ya había habido en 1946, en Cochabamba. La FSTBM era considerado por el gobierno un enemigo mortal. Después de las elecciones parlamentarias de 1949, el MNR surgiría como co mo la se segu gund nda a fue fuerza rza polí políti tica ca desp despué uéss de los los repu republ blic ican ano os, recuperando todos los terrenos que había perdido durante su gobierno. Erró Erróne neam amen ente te,, el MNR MNR plan plante teó ó una una línea línea insu insurr rrec eccio ciona nal. l. Bajo Bajo la dirección de Hernán Siles Zuazo fue organizado a fines de 1949, un levantamiento civil. Varias ciudades fueron tomadas por los partidarios del MNR. Pero los dirigentes del partido no sabían qué hacer después de ello. Sin embargo, el grueso del ejército permaneció leal al gobierno y la insurrección fue aplazada de un modo sangriento. Pero a partir de ese momento la nación se alineaba en dos frentes. A un lado los más pob pobres, res, repr repre ese sen ntado tadoss por por el MNR. NR. Al otro tro lado lado,, la oliga ligarq rquí uía a tradicional, tras la defensa del ejército. El PIR, después de su aventura colaboracionista, entraba también en un proceso de descomposición. Incl Inclus uso o su juve juvent ntud ud lo aban abando donó nó fund fundan ando do el Pa Part rtido ido Co Comu muni nist sta a Boliviano. En la insurrección de 1952





Nunca, en toda la historia de Bolivia, un partido había obtenido más voto votoss que que el MNR. MNR. El alto alto mando ando milit ilitar ar,, tem temiend iendo o que que el MNR MNR rein reinco corp rpor orar ará á los los ofic oficia iale less dado dadoss de baja baja se deci decidi dió ó anul anular ar las las elecciones elecciones aduciendo aduciendo una absurda absurda conspiració conspiración n MNR-com MNR-comunista unistas. s. El acto fue tan grosero que hasta algunos parlamentarios derechistas presentaron su protesta. Pocos golpes de estado han tenido tan poca legitimidad como aquel de 1951. La ins insurrección ión decisiva iva fue la de Oruro ro,, pues determinó la desmoralización total de las tropas en La Paz. Al final, el ejército estaba política, militar y, sobre todo, moralmente destruido. Las banderas del MNR eran ran el símb ímbolo de la insu insurr rrec ecci ció ón popu popula larr. Pero ero quie uienes empuñaban los fusiles se levantaban sobre todo en contra de aquel sistema, contra un estado que no representaba más a la Nación. Fue esa, sin duda, una revolución de la Nación en contra del Estado. Contenido y carácter de la revolución de 1952

La insurrección de 1952 tuvo 4 actores principales: los pobres de las ciudades, los campesinos, los trabajadores sindicales organizados y el propio MNR. Lo que sí resulta difícil encontrar, es un objetivo común en la movilización de las masas urbanas. Lo único que en 1952 tenían en comú co mún n es esto toss chol cholos os,, indi indios os y blan blanco coss em empo pobr brec ecido idoss era era un odio odio ilimitado a la “rosca” que todavía ocupaba el Estado. Así, aunque fuera por algunos momentos, los pobres ocupaban las calles céntricas de las cuale cualess en tiemp tiempos os norm normal ales es eran eran excl exclui uido dos. s. Entr Entre e el humo humo de los los neumáticos incendiados, se sentían, por fin, dueños y señores de la ciudad ciudad.. A diferen diferencia cia de los aconte acontecim cimien ientos tos de 1949, 1949, la revolu revolució ción n también alcanzó el campo. Sin duda, los actores más decisivos en la revolución fueron los obreros mineros, ya que habían logrado constituir un núcleo social dotado de gran coherencia interna. Conjuntamente con la clase obrera minera, el otro actor articulador del proceso fue el propio MNR. El carácter no clasista del movimiento facilitó su ramificación entre distintos sectores de la sociedad, desarrollando un pragmatismo que “resultaba extraordinariamente rico y activo”. Con los pobres urbanos el MNR ya había establecido relaciones durante la sublevación de 1949. Con los campesinos, sólo se verificaron relaciones intensivas después de la toma del poder. Con los obreros, sus vínculos eran más que sólidos. Con los sectores medios la relación era obvia pues de entre





articulados, con el que más podía contar el MNR para realizar su gobierno era el formado f ormado por los trabajadores mineros. El MNR necesitaba erradicar al sector latifundista, lo que a su vez no era posi posib ble sin el apo apoyo de las las mas asas as agr agraria arias. s. Pe Pero ro esta stas no com co mbatí batían an por por el MNR sino sino por por inte intere rese sess muy pro propio pios que que los los dirigentes del partido apenas podían captar. Después del desmoronamiento del ejército, el único sector orgánico que restaba en el país era el sindical. Quisiera o no, el MNR debía gobernar con los obreros. El primer periodo de la revolución está marcado por la hegemonía dire irecta cta de la clase lase obrer brera. a. Ello llo se expr expre esó só,, por ejem ejempl plo o, en la naci nacion onal aliz izac ació ión n de las las mina minas. s. De la COB surg surgie iero ron n las las prim primer eras as propuestas para realizar la reforma agraria. Gracias a su gobierno con la COB, el MNR podía realizar todas las tareas pendientes que había dejado su cogobierno con el ejército. Restauración en la revolución

El apasionado idilio entre la COB y el MNR se convertiría pronto o en un matrimonio normal y rutinario. Para la COB se trataba naturalmente de convertir en realidad las aspiraciones que provenían de la clase obrera. Para el MNR, en cambio, la clase obrera era sólo un punto de referencia en un país socialmente muy heterogéneo. El mayor obstáculo para las relaciones entre el MNR y los obreros no estaba en el país sino en Esta Estado doss Unid Unidos os.. La inva invasi sió ón a Guat Guatem emal ala a demo demost stra rarí ría a que que los los norteamericanos tomaban en serio su propia invención de “fronteras ideológicas” y a los dirigentes del MNR no les entusiasmaba demasiado la idea de correr una suerte parecida. De este modo, Paz y Siles, a fin de evitar un enfrentamiento, optaron por el camino del diálogo. Ello le permitía al MNR seguir en el gobierno, pero al precio de poner fin a la revolución. La catastrófica situación económica del país representaba también una sólida base para el despliegue de la política norteamericana. Entre 1952 y 1956, Bolivia alcanzaba una de las tasas inflacionarias más altas del mundo. Curiosamente, Estados Unidos, que había negado su apoyo al MNR durante los años cuarenta debido a sus vinculaciones fascistas, no vaciló durante los cincuenta en apoyar y financiar a los más auténticos fascistas del país. En materia de política económica, el MNR se embarcó en una suerte de doble estrategia. Por una parte, el





forá foráne neo, o, co con n lo que que Esta Estado doss Unid Unido os pudo pudo disp dispon oner er de me mejo jore ress herramientas para ejercer presión. Pero el mejor mecanismo de presión de Estados Unidos residía en la inmensa deuda externa: Bolivia, al hacerse acreedora de cien millones de dólares en ayuda estadounidense, pasó a ser su mayor deudor en América Latina y, per cápita, el mayor del mundo. Los dirigentes del MNR pueden alegar haber salvado las dos principales conquistas de la revolución frente a la presión norteamericana: la nacionalización de las minas y la reforma agraria. Pero tampoco hay que olvidar que EE.UU. no estaba demasiado interesado en revertirlas. Paz y Siles creyeron ser muy hábiles, y pensaron que, presionando a Estados Unidos con el peligro comunista, podían obtener ayuda económica a gran escala y hacer la revolución ¡al mismo tiempo! La extrema dependencia económica de Bolivia Bolivi a respecto Estados Unidos no podía expresarse sino políticamente, principalmente en dos hechos: el dist distan anci ciam amie ient nto o del del se sect ctor or obre obrero ro resp respec ecto to al gobi gobier erno no y la reconstitución del ejército. A fin de tranquilizar a EE.UU. en el exterior y a los sectores medios en el interior, el MNR puso como candidato a las elecciones de 1956 al representante del ala “moderada” del partido, Hern He rnán án Siles Siles Zuaz Zuazo. o. Éste Éste insis insisti tió ó en so some mete ters rse e a los los prog progra rama mass “estabi “estabiliza lizador dores” es” nortea norteame meric ricano anoss dismin disminuye uyendo ndo notab notablem lement ente e los salarios obreros. Así, los trabajadores fueron prácticamente obligados a distanciarse del gobierno. Muy pronto el MNR no contaría con más apoyo que el de un ejército cuyos oficiales habían sido formados por norteamericanos en Panamá y con un campesino indígena al que por cierto o le importaba muy poco la suerte del MNR. La revolución en el campo

Aunque nque la revo revolu luci ció ón se había abía origi rigina nado do en las las ciu ciudade dades, s, sus sus principales conquistas se expresarían en el campo. Más que el amor a los campesinos fue el odio a los hacendados lo que determinó que el MNR dictara los decretos de expropiación y repartición de la tierra. No hay que olvidar, que las diversas fracciones del MNR tenían un punto común de contacto: todas se entendían como depositarias de la idea del progreso, entendido como resultado del desarrollo industrial, que desde su punto de vista estaba bloqueado por la existencia de una oligarquía atrasada y “feudal”. Por lo demás, después de promulgada la Ley de Reforma Agraria en 1952 se había desatado en el campo un







Independientemente de que sólo un poco después de la revolución el MNR hubiese “descubierto” a los indios, estos se realizaban ya desde much mucho o tiemp tiempo o atrá atráss una una hist histor oria ia muy muy prop propia. ia. Re Reco cord rdem emos os que que el nacimiento mismo de repúblicas como Bolivia y Perú ocurrió sobre la base del aniquilamiento de formidables revoluciones indígenas, como las de Túpac Amaru y Túpac Katari. Durante el periodo republicano los indios continuaron de modo inclaudicable su lucha de resistencia. La causa de las rebeliones indígenas hay que buscarla casi siempre en los sistemas de expropiación imperantes. Después de la guerra del Chaco muchos indígenas tuvieron acceso a las armas y hubo varios focos de rebe rebelió lión n que que no siem siempr pre e logr lograr aron on artic articul ular arse se entr entre e sí co como mo para para constituir “sublevaciones”. El eje central estaba constituido por la hacienda. Los colonos, al igual que que sus sus es espo posa sass e hijo hijos, s, se enco encont ntra raba ban n so som metid etidos os al llam llamad ado o “pongueaje” sistema de prestación de servicios al “patrón”. Hay dos hechos que en la historia prerrevolucionaria del movimiento campesino adquieren enorme importancia. Uno fue la actividad insurgente de los campesinos al comenzar la década de los 40. El otro fue el Congreso Naci Na cion onal al Indí Indíge gena na de 1945 1945.. En 1947 1947,, desp despué uéss del del co colga lgami mien ento to de Villa Villarr rroe oell y en prot protes esta ta por por el incu incump mplim limien iento to de los los decr decret etos os del del congreso, estalló la gran rebelión indígena de Apopaya. La rebelión fue vista vista,, en el plan plano o naci nacion onal, al, co como mo la prim primer era a ac acci ción ón de resi resist sten enci cia a frente al retorno de los antiguos grupos económicos al poder. Insurrección en Cochabamba

Como ya hemos insinuado, el epicentro de la revolución agraria no podí podía a es esta tarr sino sino en Co Coch chab abam amba ba.. Rá Rápi pida dame ment nte e ente entend ndier ieron on los los dirigentes del MNR que para negociar con el movimiento debían antes que que nada nada co coop opta tarr a sus sus princ princip ipale aless jefe jefes, s, dada dadass las rela relacio cione ness de lealtad que prevalecían en el campo. Los más importantes eran dos: Sinforoso Rivas y José Rojas. Con el primero tuvieron suerte; con el





Arque. “Por otro lado Rojas tuvo un dominio más extenso, incluyendo las cuatro cuatro provincias provincias del Valle Valle Alto, la serranía serranía colindante, colindante, y algunas áre áreas del del sur sur del del dep departa artam mento ento”. ”. A medid edida a que que la revo revolu lucción ión campesina avanzada, Rojas y Rivas iban ascendiendo en sus cargos. En Ayacachi, la revolución de 1952 fue en el punto de confluencia de una serie de movimientos campesinos. También ahí surgieron líderes carismáticos, como Luciano Quispi, el “Krispi” y Wila Saco (Saco Roto). Quispi y Wila iban del lugar en lugar predicando la buena nueva de la insurrección e incitando a la toma de armas para recuperar las tierras. El líder y los sindicatos

En los diferen diferentes tes movim movimient ientos os campes campesino inoss de Bolivi Bolivia a encon encontra tramo moss siempre dos constantes: el líder y el sindicato. A veces varían el orden de los factores: el líder genera un sindicato, pero también es frecuente que el sind sindic icat ato o gene enere un líde líder. r. El sind sindic icat ato o es la fue fuente nte de legitimación de poder del líder, pero este último es la representación del poder sindical. De este modo, si el Estado buscaba el apoyo de algún sindicato, debían entendérselas primero con el líder, quien, si aceptaba, pasaba a ser una suerte de intermediaria entre sindicato y el Estado. Las funciones del sindicato también fueron cambiando en el tiempo. La constitución de sindicatos era algo bastante informal y dependía sólo del del grado rado de orga rganiza nizacción, ión, co com mbati bativi vid dad y concie ncienc ncia ia de los los campesinos. La revolución campesina se regía por mecanismos muy diferentes a los de la revolución urbana. Con más propiedad deberíamos decir que se trat tratab aba a de otra otra revo revolu luci ción ón:: depe depend ndie ient nte e de la urba urbana na,, pero pero co con n objet objetivo ivoss muy muy disti distint ntos os.. En buen buenas as cuen cuenta tas: s: una una revo revoluc lució ión n en la revolución.





No todos los latifundios serían en principio expropiados: aquellos que incorporarán alta tecnología y operaran con criterios capitalistas serían respetados según la ley, sólo que ese tipo de latifundios apenas existía en Boliv Bolivia. ia. En térm términ inos os gene genera rale les, s, adem además ás de la erra erradi dica caci ción ón del del latifun latifundio dio,, la reform reforma a agrari agraria a produjo produjo los siguie siguiente ntess res result ultado ados: s: 1Formación de una pequeña burguesía agraria integrada al mercado urbano, que a la larga se convertiría en una víctima propicia para pres presta tami mist stas as y banc bancos os inte intern rnac acio iona nale les. s. 2-In 2-Indi divid vidua ualiz lizac ació ión n de la produc producció ción. n. Las comuni comunidad dades es indíge indígenas nas fueron fueron res respet petada adass pero pero no favorecidas. 3-Una nueva estratificación social agraria y, por lo tanto, nuevos mecanismos de explotación. Por últim Por último o es nece necesa sari rio o agre agrega garr que que todo todo el proy proyec ecto to de refo reform rma a agraria fue concebido en función de una eventual industrialización que permitiría permitiría la canalización canalización de los excedentes excedentes agrarios agrarios hacia un sistema sistema productivo dirigido principalmente por el Estado. Ahora bien, como es sabido, esa industrialización nunca tuvo lugar. Sin embargo, pese a todas las limitaciones mencionadas, la reforma agraria boliviana, con excepción de la cubana, ha sido la más radical de América Latina. Mucho más que la mexicana, que por lo demás demoró 50 años en llevarse a cabo, en tanto que la boliviana ya estaba realizada ¡en dos años! Si Paz y Siles creyeron contar para siempre con el apoyo campesino, se equi equivo voca caro ron n pro profund fundam amen ente te,, pue pues tal tal apo apoyo era era es estr tric icta tame ment nte e condicionado. La historia de las masas indígenas y agrarias, no solo en Bolivia, es muy larga y penosa. Ellos, han sido siempre las víctimas de los los gran grande dess proc proces esos os.. Ha Han n apre aprend ndido ido,, por por lo tant tanto, o, algo algo que que las las minorías blancas o mestizas no saben hacer muy bien: esperar. Esperar “su” “su” mome momento nto.. Al fin y al cabo, cabo, ellas ellas so son n la ma mayo yoría ría;; esto es, es, la verdadera Nación. Algunas Algunas conclusio conclusiones nes





Además del MNR, los principales protagonistas de la revolución de 1952 1952 fuer fuero on las las mas asas as de pob pobres res urban rbano os y subu suburb rban ano os, los los campesinos y los obreros de las minas. La revolución no fue obrera y campesina a la vez. Primero fue de obre obrera ra (y popu popula lar) r) y desp despué uéss deri derivo vo en ca camp mpes esin ina. a. La revo revolu lució ción n agraria surgió como continuación de la revolución de 1952, pero luego vivió un desarrollo independiente. 1952 significo para los campesinos indíg indígen enas as una una opor oportu tuni nida dad d hist histór óric ica a para para arti articu cula larr las las múlti múltiple pless rebeliones campesinas que se venían gestando, desde los mismos días de la Colonia. Cualquiera que sea la evaluación final de la revolución, esos indígenas demostraron que ellos constituyen la verdadera base de la sociedad.

Rebelión permanente, Fernando Mires

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