Que es? Pilon tibial: Se denomina pilón denomina pilón tibial al extremo distal de la tibia por encima del maleolo. Fx:
Una fractura puede definirse como la interrupción de la continuidad del hueso.
fracturas que afectan a la parte distal de la tibia, por su complejidad para tratarlas son un verdadero reto para los los traumatólogos que las tratan. Por eso este debe ser hecho hecho por cirujanos altamente especializados y con experiencia. No solo son lesiones óseas, sino que además de los tejidos blandos y la piel. Por eso es preciso que primero se solucione la lesión de estos y reparar las fracturas óseas después Inicialmente se coloca un fijador externo en el lado medial de la pierna y pie, pudiendo estabilizar el peroné. Dejamos unos días para que baje la inflamación, se curen los tejidos blandos y realizar un TAC, para evaluar la magnitud de la lesión. Una vez pasados unos días se procede con una reconstrucción absolutamente anatómica, no solo de la parte externa del hueso, pero sobre todo de la cara articular de la tibia. Este procedimiento puede durar unas 5 horas de cirugía. Haciendo esto conseguimos devolver la función al tobillo. Usando este protocolo en IICOP hemos conseguido unos resultados excelentes en la resolución de este t ipo de lesiones.
La fractura de tibia es la fractura fractura diafisaria más frecuente frecuente del organismo. La cara interna de la tibia se encuentra justo debajo de la piel y el tejido te jido graso, graso, lo que explica exp lica la frecuencia con que este hueso sufre fracturas abiertas. Con frecuencia se asocian a fractura d e peroné, pero hay que reseñar que la fractura de éste no tiene ninguna repercusión clínica, y de hecho es hueso que se toma en ocasiones como co mo injerto para tratar otras lesiones. Las fracturas abiertas requieren un tratamiento urgente que osc ilará entre la limpieza y sutura de la herida y la a mputación quirúrgica. El tratamiento propio de la fractura de t ibia depende del tipo de fractura, así las fracturas estables, especialmente las espiroideas se suelen tratar con escayo la, mientras que las fracturas inestables se sintetizan con un clavo endomedular.
En el 75 al 85% de los casos presentan fractura de Peroné asociada
Según como sea el trazo de fractura podemos distinguir fracturas simples (fracturas con dos fragmentos) o fracturas conminutas (fracturas con múltiples fragmentos). Según como se encuentren los fragmentos de la fractura, podemos d iferenciar fracturas no desplazadas, cuando los extremos del hueso aun mantienen contacto; y fracturas desplazadas cuando no hay contacto entre los fragmentos óseos.
Cuando el hueso de la tibia se rompe además de un intenso dolor alrededor del tobillo, la pierna puede acortarse y quedarse girada con el pie mirando hacia fuera. En la mayoría de las ocasiones no es posible caminar, aunque de forma muy poco frecuente puede darse la circunstancia de que la fractura no se haya desplazado y se pueda apoyar la pierna y caminar cojeando.
Es imprescindible realizar una prueba de imagen para poder afirmar que hay una fractura en un hueso. Para poder diagnosticar una fractura de tibia se suele realizar rad iografías del tobillo y de la pierna. Co n un par de radiografías puede ser suficiente para conocer el tipo de fractura y decidir cual va a ser el tratamiento mas adecuado. Sin embargo en ocasiones es necesario realizar un escáner (tomografía co mputerizada) o una resonancia magnética nuclear para poder concretar el trazo de fractura y el desplazamiento de los fragmentos.
Tratamiento
Las fracturas del pilón tibial requieren en la mayoría de las ocasiones tratamiento quirúrgico para resolverse. Cuando la calidad ósea es buena y la fractura lo permite, se pueden utilizar clavos o placas atornilladas específicamente desarrolladas para mantener los fragmentos óseos correctamente alineados mientras se forma el callo de fractura. Si han transcurrido más de unas pocas horas entre la lesión y su valoración, el edema de tejido blandos será, como norma, demasiado intenso para permitir una reducción y fijación interna inmediatas. En esta situación debe usarse la tracción esquelética, pasando el clavo a través del calcáneo o aplicar un fijador externo, porque la recuperación de los tejidos blandos puede llevar varios días o semanas y es importante evitar el acortamiento ó seo. Además, la reducción indirecta co n la tracción ayuda a realinear las superficies de fractura, lo que hace que la fijación interna posterior sea más fácil de conseguir.
Hay ocasiones en las que si la capacidad de marcha del paciente estaba muy diminuida antes de la fractura (generalmente vida cama-sillón) o si la situación general del paciente es muy mala (enfermedades importantes mal controladas) se puede optar por no operar; asumiendo que la capacidad para caminar va a quedar muy disminuida. De esta manera se intenta evitar los riesgos de la cirugía, que en ocasiones son fatales. En la mayoría de los casos se intentara levantar de la cama al paciente en las primeras 24 o 48 horas. Habitualmente se suele inmovilizar el tobillo con una vendaje reforzado con escayola (férula posterior). Lo habitual es que no se permita apoyar la pierna. Generalmente es necesario utilizar un andador o unas muletas para repartir el peso del cuerpo. Son muy
importantes los ejercicios de rehabilitación para recuperar la fuerza de los músculos que se han debilitado después de la fractura. Generalmente no hace falta seguir un programa específico para volver a caminar. Lo habitual es que se pierda agilidad y fuerza después de la fractura. Pero lo normal es que si la persona era capaz de desenvolverse de forma independiente antes de la caída lo recupere con el tiempo. se puede colocar un est imulador electromagnetico para inducir la formacion de hueso; existen actualmente medicamentos que aunque no estan especificamente comercializados para ello, se ha visto, y se esta estudiando, que estimulan y aceleran la consolidacion, son los derivados de la paratohormona (PTH). Por supuesto hay dos cosas que son fundamentales: una es una alimentacion equilibrada y sana, con aporte correcto de calcio y vitamina D, presentes en lacteos y derivados, y otra es NO FUMAR, pues es u na de las causas mas importantes de falta de consolidacion.
Las
f racturas del pilón, en especial aquellas causadas por traumatismos de alta energí a, se han asociado con una alta incidencia de complicaciones. Los problemas en el postoperatorio temprano incluyen la necrosis de la piel, la infección superficial y profunda, y la pérdida de fijación. Las complicaciones tardí as incluyen el retraso de consolidación y la pseudoartrosis de la unión metafiso-diafisaria, la angulación en varo o valgo de la parte distal de la tibia, y la reducción no anatómica o la pérdida postoperatoria de la reducción de la superficie articular. La estabilización del f ragmento anterolateral y la colocación de injerto en el borde lateral de la parte distal de la tibia promueven la consolidación y reducen la prevalencia de la consolidación en val go y de la pseudoartrosis. La incidencia de los problemas postoperatorios de la piel y la herida se ha reducido sustancialmente usando la técnica de la reducción indirecta con fijación e xterna y la reconstrucción de la superficie articular con pequeñas placas o tornillos o ambos.