Objeto y método en los planteamientos funcionalistas de Robert Merton . Por:
Julián Andrés Angarita Suárez.
Nota aclaratoria: todas las palabras que aparezcan en cursiva, o las frases, son citadas del texto Robert. K. Merton, funciones manifiestas y latentes ; así mismo, el contenido de este texto esta basamentado en dicho texto y en los prolegómenos a toda metafísica del porvenir que haya de poder presentarse como una ciencia de Kant.
Para empezar a hablar de lo que es, para Merton, el objeto de estudio del funcionalismo, debemos realizar una retrospección, de manera tangencial, de cómo era el proceder analítico para realizar las aproximaciones metodológicas al objeto del funcionalismo; dado que, las fallas que se presentaban en la estructura epistemológica en los postulados funcionalistas, torpedeaba la comprensión de la realidad objetiva, social, que era analizada. Fue allí donde Merton reformulo la teoría funcionalista para imprimirle un ethos categórico y objetivo al análisis funcional. Si bien hay una predominancia de componentes biologicistas en el lenguaje, se retoma el racionalismo kantiano como instrumento metodológico para realizar las aproximaciones a los hechos. Basamentado en una serie de conceptos, o marco referencial, se procede a la práctica, por medio de la observación controlada, para realizar el análisis funcional del fenómeno social; dado que, dichos conceptos, han sido aplicados en otros contextos, se realizan estudios comparados y se aplica el método del discernimiento. Lo importante de los postulados elaborados, es que fuesen demostrables y validables empíricamente para elaborar una teoría general, como se preconizaba desde el positivismo y el método experimental. La falla, que reconoce Merton, en el proceso epistémico del funcionalismo, es lo que aminora su pretensión de ser una teoría objetiva; dado que no había, primeramente, una clara circunscripción de los contextos, al extrapolar los conceptos sin tener en cuenta las especificidades de las realidades objetivas de los contextos disimiles. Esta falla, es derivada del racionalismo kantiano, ya que, al efectuar el análisis de la relación causa-efecto, cimentado en un marco referencial, no se toma en cuenta las especificidades espaciales y temporales de la realidad objetiva, sino que se toman en cuenta las proposiciones que configuran el concepto, para depurar, orientar, y posteriormente se realiza la practica empírica. El segundo yerro, y derivado del primero, es la no
codificación de los conceptos. Puesto que, la configuración de los conceptos contiene acepciones difusas y diversas, lo cual, sin una codificación categórica, le imprime al análisis funcional un carácter difuso y abigarrado. Como resultado de estos dos yerros, se deriva la falta de concretividad en el objeto de estudio, pues, el no cribar los conceptos, deja el camino expedito para que se absoluticen y generalicen las proposiciones teóricas de los postulados en el análisis funcional -como la unidad funcional, el funcionalismo universal y la indispensabilidad - indistintamente si presentan matices inverosímiles en el campo empírico. Puntualizando en los postulados del análisis funcional, Merton arguye que el postulado de la unidad funcional , como lo había empleado Radcliffe-Brow, castra el análisis funcional al exagerar que la sociedad tenga un altísimo grado de cohesión y generalizar que toda usanza social particular contribuye al funcionamiento del sistema social. La reformulación que hace Merton, en este postulado, es el de establecer una gradación de la unidad según el tiempo y el espacio; por lo tanto, el concepto de unidad social es una variable empírica que puede ser comprobada empíricamente . Así mismo, Merton relativiza el concepto de la usanza social o usos y sentimientos sociales , pues, las prácticas sociales pueden ser funcionales y/o disfuncionales, según el grupo social o para los individuos que hacen parte del grupo. El ulterior postulado, el del funcionalismo universal , absolutiza las aseveraciones del análisis funcional , al afirmar que todas las “formas sociales o culturales estandarizadas tienen funciones positivas” . Merton propone el concepto de saldo líquido de consecuencias funcionales , para investigar las formas culturales que perviven, en la sociedad considerada como unidad o en los grupos sociales, bien sea por medio de la coacción directa o de la persuasión indirecta. El ultimo postulado, que Merton reformula, es el de la indispensabilidad; el cual posee un carácter difuso, pues al hablar de lo indispensable no se particulariza que es lo indispensable, “si la función o la cosa que desempeña la función, o ambas ”. Este postulado, trasluce dos proposiciones: “requisitos previos funcionales o condiciones previas funcionalmente necesarias para una sociedad” ; según Merton, esto implicaría que, “al ser ciertas formas culturales o sociales indispensables para la realización de cada una de esas funciones” , surja el concepto de estructuras especializadas e irremplazables ; tal surgimiento, torpedearía teóricamente el proceso analítico, puesto que, por un lado, se absolutizan ciertas estructuras sociales y formas culturales que perviven y, por otro lado, vela la variación que se presenta en las estructuras, que podrían realizar la función. Para concluir Merton propone el concepto de alternativas funcionales , o de equivalentes funcionales , o de sustitutos funcionales ; porque, así como la misma cosa puede tener múltiples funciones,
así puede la misma función ser desempeñada diversamente por cosas diferentes. La propuesta metodológica que realiza Merton, va encaminada a establecer un paradigma de análisis funcional en sociología , que contribuya a compactar las redes de conceptos, con interpretaciones categóricas de cada concepto; esto coadyuva a la codificación de los conceptos, que están presentes en el paradigma cumpliendo su función de núcleo de conceptos. Los conceptos nodales del análisis funcional son las funciones; de las cuales puede derivarse en funciones manifiestas y latentes (posteriormente definiremos estos dos tipos de función), estás, deben representar una cosa estandarizada como los papeles sociales , normas institucionales , procesos sociales , etc.; que presenta una interdependencia y reciprocidad con otros componentes que intervienen en el proceso sistémico-social. Es imperioso hacer la claridad que, indefectiblemente, no debe confundirse las motivaciones , implícitas, de los actores en un sistema social ; es decir, las disposiciones subjetivas , individuales, con el de consecuencias objetivas de actitudes, creencias y conductas; puesto que, estas son reconocidas por los actores dentro del sistema social o buscadas premeditadamente. Prosiguiendo con la definición de función, no todas las prácticas sociales y/o culturales contribuyen positivamente al desarrollo orgánico del sistema social, pues así como hay funciones que favorecen la adaptación o ajuste de un sistema dado; hay disfunciones, que “aminoran la adaptación o ajuste del sistema” , lo que genera una intradinamica en el sistema social ya que se presentan choques o tensiones reciprocas y la solubilidad de esta disfunción, o el cambio social , está dentro de los cauces del reformismo estructural. Las prácticas sociales y/o que son ajenas al sistema en estudio , son afuncionales. Definiendo las funciones manifiestas, son aquellas que las consecuencias objetivas coadyuvan al ajuste y conservación del sistema social. Estas funciones tienen un carácter premeditado, pues son buscadas y reconocidas por los actores del sistema. Las funciones latentes son aquellas consecuencias intempestivas, que no son buscadas, ni reconocidas y que afectan colateralmente al grupo. Meticulosamente, Merton, codifica el concepto de función en su aspecto temporal y espacial para evitar anfractuosidades que invaliden el análisis funcional; ceñido en la distinción de los juicios kantianos, las funciones manifiestas y latentes , son lo que Kant denominaría juicios sintéticos a posteriori ; puesto que, ambos tienen por objetivo ampliar el conocimiento que
se tiene del objeto y sus distinciones o especificidades. Posteriormente, Merton criticaría el procedimiento del razonamiento kantiano al no tener en cuenta las especificidades de los contextos disimiles, ya que esto le restaría objetividad al análisis al extrapolar conceptos de realidades objetivas distintas, como señalábamos anteriormente. Para contrarrestar este vacío epistémico, Merton, retoma el concepto de unidad, pero circunscrito a una estructura social compuesta por un campo de unidades, los cuales tienen sus especificidades que, en algunos casos, lo funcional para unos, puede ser disfuncional para otros. En lo tocante a las necesidades funcionales y requisitos previos , se debe de establecer una tipología de las exigencias partiendo de la universalidad o especificidad de la misma; en los casos que, para determinar la validez del supuesto de la exigencia funcional , es difícil la experimentación, se debe partir de la pervivencia del fenómeno. El análisis funcional, que se enfoca a la descripción y comprensión de los fenómenos sociales, debe de tomar el margen de variación posible , para no caer en el absolutismo ineluctable de la indispensabilidad en la estructura, siendo irremplazable. Pero dicho margen no es interminable; puesto que va circunscrito por, lo que se denominaría, el contexto o la coerción estructural ; al ser una parte del todo, es decir, de la estructura, hay una relación de interdependencia y de reciprocidad de los elementos en el proceso sistémico, por lo tanto las posibilidades de variación está delimitada por los cauces imperativos que dictamina la coerción estructural. Luego de haber puntualizado, meticulosamente, el paradigma, este, como dice Merton, debe constituirse como una guía codificada provisional para análisis funcionales adecuados y fructíferos , puesto que le brinda al sociólogo un mínimo de instrumentos, conceptos, que le permitirá llevar a cabo un análisis funcional adecuado. Pero el tener este marco referencial no le brinda una guía para interactuar experimentalmente o realizar el trabajo de campo. Solo le brinda la orientación funcional de la información fáctica que debe describir y le sirve como filtro de la información fáctica recolectada, como diría Merton, pasar por la criba los datos. Dicha guía codificada , el paradigma , cumple el papel de la entendibilidad en el proceso de interacción kantiano con la realidad material; puesto que, en el sentido formal, intuye apriorísticamente, el proceder; es decir, le delimita su actividad de campo; o lo que Merton definiría como la finalidad del sistema conceptual , que es “orientar la observación hacia elementos destacados de una situación y evitar el olvido inadvertido de estos elementos”. Así pues, el objeto de análisis para Merton, es la estructura que se presenta
dentro de un grupo social, con sus diferentes gradaciones y configuraciones en las relaciones sociales, posiciones sociales que se presentan en el grupo, de manera interconectada e interdependiente, bajo ciertas prácticas modales del grupo, de corte cultural o social.