www.elboomeran.com
X U A H C I M I R N E H © , E N I L A C S E M : n ó i c a r t s u l I
EN LENGUA FRANCA
Antes que escritor escritor,, Henri Henri Michaux Michaux fue fue un un explor explorador ador de sí sí mismo mismo que que recur recurría ría a la escrit escritura ura para para dejar dejar constan constancia cia de de sus sus hallazgo hallazgoss (o para para profun profundiz dizar ar en ellos). ellos). Amigo Amigo de Borg Borges es y Reyes, Reyes, estableció sólidos vínculos con la América hispana, aunque su curiosidad lo llevó mucho más lejos. Presentamos aquí parte del prólogo que aparecerá el próximo año en Para leer a Henri Michaux , antolog antología ía prepar preparada ada por por OlléOllé-Lapru Laprune ne
SEMBLANZA
Henri Michaux, o cómo escapar de la petrificación PHILIPPE OLLÉ-LAPRUNE
E
n 1954 Henri Michaux anuncia a sus conocidos que pretende experimentar con el consumo de drogas alucinógenas, y se organiza para hacerlo. Entonces tiene 55 años y la obra y el mito de Michaux ya están sólidamente estalecidos. Con ello, busca provocar que su mente enloquezca, hacer posible un recorrido por el corazón de las zonas más oscuras de su ser. Desde hace mucho tiempo le ha dado un sentido poco usual a su práctica artística: permitir reconocerse a profundidad, como si cada uno pudiera explorar su mundo interior de la misma forma que lo hace con una ciudad o un paisaje. Lo escribe en su recopilación Parecopilación Pasajes: sajes: “Escribo para recorrerme. Pintar, componer, escribir: recorrerme. En ello reside la aventura de ser en la vida.”1 Su actividad creadora surge del mismo corazón de su razón de ser: crear y vivir consisten en una sola cosa, ya que la meta es trabajar con
1 Traducción tomada de Henri Michaux, “Dibujos comentados”, en La noche se agita, Ponte agita, Ponte Caldelas, Ellago Ediciones, 2009. [N. de la t.]
JULIO DE 2013
el fin de conocerse, sin descanso ni estancamiento, rechazando las certezas e internamientos. Recorrerse. Como si el proyecto de una existencia y el motor de una obra dependieran de ello. La búsqueda de Michaux da una sensación de vértigo: la imposibilidad de alcanzar una meta precisa hace que cualquier conclusión sea imposible. El objetivo se encuentra en el cambio y no en el resultado. Este movimiento resume lo que da sentido al destino y a los escritos y dibujos de Henri Michaux. Se compromete con una búsqueda interior, con la certeza de que así podrá remediar las carencias que le impuso la vida y descubrir su ser en todo su esplendor y misterio. Ali menta esta impresión confu sa que consist e en ver la inmovilidad como una postura que procede contra la vida y que da a la muerte una posibilidad de arraigo. Desde muy joven tiene la sensación de ser un “hombre agujereado”2 a quien lo aqueja una carencia y que, visto de esta forma, sus investigaciones y trabajos deben servirle para llenar este agujero. Desde su nacimiento se puso al margen y conservó esta huella durante mucho tiempo: nace en
2
Referencia tomada del poema “He nacido agujereado”. [N. de la t.]
Bélgica, en Namur, en el seno de una familia de comerciantes acomodados quienes rápidamente se volverán rentistas. En esta atmósfera provincial y confortable, el joven Michaux es enviado al internado, después sigue su escolaridad en Bruselas, rodeado de futuros escritores como Norge o Goemans. Pero sobre todo, el adolescente se ve como un “huelguista de lo real”, cercano a la anorexia, solitario y ensoñador. Parece ser que tuvo la tentación de tomar el hábito (como un cierto Georges Bataille), pero muy pronto renuncia a su proyecto. Conservaría una atracción muy fuerte por la figura de ciertos místicos, y la pérdida de la fe seguramente participará en la construcción de esta sensación “de ser un hombre agujereado”. Padece ya una carencia fundamental. Debido a la ocupación alemana de Bélgica, la universidad se cierra y el joven Michaux estudia solo, de forma autodidacta. Mientras que uno de sus profesores, e incluso sus condiscípulos, subrayan su facilidad por la escritura, rechaza este llamado y él mismo dirá: “se desembaraza de la tentación de escribir, que podría apartarlo de lo esencial”.3 En él
3 Traducción tomada de Henri Michaux, Antología poética 1927-1986, Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2005, p. 9. [N. de la t.]
7
www.elboomeran.com
EN LENGUA FRANCA
HENRI MICHAUX, O CÓMO ESCAPAR DE LA PETRIFICACIÓN
se manifiesta una especie de desconfianza hacia y una cierta distancia llena de elegancia, ese libro de la infancia de su compañero de viaje y de su quela escritura, como si ésta no fuera un fin en sí misenviará la obra de Michaux hacia la ensoñación, el rido Lautréamont. Después, durante el congreso, ma, como si la capacidad de decir las cosas pudiera misterio y el humor. Pluma, ser sin espesor, atra- participa activamente en los debates, aunque albocaer rápidamente en la inutilidad, la charla sin sus- viesa el mundo al crear en él un desorden involunrotado, e incluso por primera vez toma la palabra en tancia, como si la cristalización por medio de las tario y provoca situaciones chistosas e i ncongruenpúblico. Frecuenta a A lfonso Reyes y entabla amispalabras desembocara solamente en una traición. tes. A través de sus textos, el joven autor descubre tad con un todavía desconocido argentino, Jorge “Hacer prosa” jamás será una preocupación. Este su talento único de creador de seres alejados de la Luis Borges. Se sabe que una de las últimas aparirechazo constituye también la prueba de que Mirealidad y que sin embargo llegan a decirla con una ciones públicas de Michaux, con la finalidad de asischaux tiene, en lo más profundo de sí mismo, la neagudeza incomparable. Imperceptiblemente pasa tir a una conferencia del escritor argentino en el cesidad de escapar de lo previsible: no quiere estar de la descripción de un desplazamiento geográfico Collège de France, tuvo lugar en enero de 1983. Esta ahí, donde se le espera. a un viaje mental marcado por la invención y la fanlarga amistad comienza durante esa estancia. Sin embargo, sigue siendo un lector apasionado y tasía. Más que inventar una realidad, toma lo real Michaux fue un hombre más que discreto, obseel descubrimiento de Lautréamont y de sus Cantos y le coloca sus extravagancias. Así escribirá más sionado con ese retiro del mundo que lo alimentó de Maldoror van a provocar un deseo de escribir que durante toda su vida. Se las arregló para tan sólo nunca lo dejará. Se acerca a la revista Le Disque Vert dejar filtrar muy escasas informaciones sobre su [El disco verde] y comienza a publicar ahí sus priexistencia. Para él, sólo la obra cuenta frente a los meros textos. Para sobrevivir Michaux alterna los demás. constituye una forma de estar presente para trabajitos y la escritura de textos extra ños. Sin emel otro. Las fotos son escasas, su voz se grabó solabargo, Bélgica lo ahoga y también entonces decide mente una vez y únicamente se muestra de forma escaparse. Con la ayuda de sus amigos de la revista, excepcional e imprevisible. Nunca apareció en la parte rumbo a París en 1924 y ahí conoce rápidatelevisión ni se expresó en la radio. Reticente a dar mente a Paulhan y a Supervielle, quienes lo apoyan una foto suya a Paulhan, su amigo y editor, le depara que se instale en esta capital que brilla más que clara: “escribo para que justamente puedan presnunca. Ahí va a representar a Le Disque Vert, lo cual cindir de una foto mía”. 7 Después, propone enviar una radiografía de sus pulmones “ya que no va bien le abre muchas puertas. Comienza una existencia parisina hecha de amistades raras y muy intensas, ahí dentro”. 8 Sus biógrafos no dudan en reconocer de un ascetismo y de una pobreza que lo reenvían la dificultad de iluminar varias zonas ensombrecihacia lo esencial, de un apetito de reconocimiento das de su vida. La estancia en el Cono Sur guarda la huella de dos relaciones amorosas que lo van a dejar que se ejerce en muchos campos. Descubre la pinen contra marcado por mucho tiempo. Antes que nada, con tura y el dibujo al observar las obras de Klee, Ernst, Angélica Ocampo, la hermana de Victoria, en BueDe Chirico. Este tiempo de aprendizaje permanece nos Aires, después, y sobre todo, con Susana Soca, misterioso; Michaux nunca será muy preciso sobre su propia vida. De hecho, de 1919 a 1921 de seguro tarde ese soñador confesado, en La noche agitada: uruguaya rica y culta, incluso con una brizna de fue marinero en barcos franceses, pero nunca se “Estaba en Honfleur y me aburría. Entonces, puse lunatismo. Las escasas huellas de esos momentos ha tenido ninguna prueba de ello. Michaux ama el decididamente más camellos.”5 O anterior: “Crié en de pasión dan una imagen alejada de ese Michaux mi casa a un caballito. Galopa en mi cuarto, es mi frío y distante. Su regreso a París está cargado de secreto, y éste lo recompensa bien. Trabaja como distracción.”6 Esta forma de poner en relieve el ima- arrepentimientos, pero ese sentimiento se dirige empleado en una editorial (donde incluso efectúa ginario en el corazón del mundo sensible empuja a tan sólo a la mujer que se quedó allá. No tiene afeclos envíos) y sueña con algo más… En 1927 publica nuestro autor a más y más rarezas. Para desoriento alguno por “América, un continente de cestas su primer libro, que tiene un gran impacto: Quién fui, y sobre todo su profunda amistad con el poeta tar aún más a su lector, va a dedicarse a ir todavía perforadas”. 9 Encuentra a Marie-Louise Ferdière, mujer del famoso médico que atenderá a Antonin ecuatoriano de lengua francesa Al fredo Gangotena más lejos en sus ensoñaciones y así construir mundos poblados de personajes incomparables, inaudi- Artaud, entre otros, con quien compartirá su v ida le permite lanzarse en un viaje que marca un hito. tos y fantasmagóricos. hasta 1948. Víctima de un accidente, sufre de queParten hacia el Ecuador a finales de 1927. Va a via A su regreso de Asia, Michaux se abalanza sobre la maduras graves y sucumbe a sus heridas. Michaux jar por más de un año, recorriendo las montañas o escritura con júbilo, febrilidad incluso. Confía poeescribirá entonces su poema “Nosotros dos aún” bajando los ríos tropicales en canoa. Michaux va a mas a revistas, encuentra la forma que cultivará haspara continuar esta larga búsqueda de sí mismo que vivir también dentro de la buena sociedad de Quita el final: plaquetas o libros finos, cuya brevedad se sabe que es su centro. Por una vez toma el riesgo to, rápidamente saturada por la atmósfera obsoleta de esas ricas familias que se frecuentan. Lleva su adecua tan bien a sus textos. A veces da la sensación de develar un evento íntimo; hasta ese momento el de no querer disfrutar del estatus de “hombre de leamor había sido más bien una causa de i nfelicidades diario y envía a Paulhan fragmentos de textos de lo tras”, pero enseguida reúne sus obras en volúmenes y dramas, y de la cual poco había mostrado en las que será su primer libro aclamado grandiosamencon mejor distribución, en particular bajo el sello de diversas facetas. La reserva que practica abarca su te por la crítica, Ecuador . En él alterna relatos de las prestigiadas ediciones Gallimard. Se convierte lote de no dichos y la idea de “recorrerse” no exclu viaje, textos del género ensayístico y poemas. Esta entonces en un escritor respetado, incluso admirado, ye el misterio, sino al contrario. construcción desemboca en un libro profunda Atraviesa la existencia como una sombra, pero mente original, que rechaza el exotismo y observa en particular después de la publicación de La noche agitada (1935), texto que se despliega en el seno del a la cual, de muchas maneras, se aferra. En la forsus propias reacciones con un tono innovador del ma de vida que escog ió practica un nomadismo que cual el Levi Strauss de Tristes trópicos no renega- universo de los sueños. Viaje por la Gran Garabaña (1936) le sigue a esa publicación y abre un nuevo ciclo se traduce por un gusto nunca desmentido por los ría. Vive en “Quito, con nombre de cuchillo”, en el en su obra: inventa y describe lugares y seres total- viajes y por una vida cotidiana sin domicilio fijo seno de una familia muy rica, y percibe la vacuidad mente imaginarios, como los Hacs o los Emanglons. por mucho tiempo, de hoteles a cuar tos de huéspede las relaciones humanas que observa; encuentra a des. Su matrimonio, un mayor desahogo económila gente platicadora y “esta tierra desprovista de su Va a utilizar entonces su talento para crear univerexotismo”. 4 En cambio, los textos que describen las sos extraños, acorralado entre el mundo de Pluma y co y la necesidad de un lugar de trabajo más amplio bellezas naturales están más marcados por el entude sus viajes, echando mano de lo que ya domina, inle hacen mudarse después de la segunda Guerra siasmo y Michaux termina por encontrar encanto y venta una forma nueva y fiel a sus deseos. Mundial a un departamento del para entonces legrandeza en su país de acogida. Antes de sus libros raros, su escritura daba mugendario Barrio Latino. Su existencia se asemeja El viaje siguiente es en definitiva “su” viaje y da cho lugar al “yo”. Esta primera persona permanea un escape permanente que se traduce tan bien lugar a la publicación de su segundo y último libro cerá natural en el escritor que “escribe para recoen términos geográficos como artísticos. Como él de viaje, Un bárbaro en Asia. Pasa ocho meses entre mismo lo dice, viaja en contra; no se trata de desrrerse”, recordémoslo una vez más. Ya no redactaIndia, China y Japón, y ahí construye un relato más rá relatos de viaje; ningún texto lo volverá a ligar plazarse con la intención de construir lo que sea, lineal, tal vez más esperado. Pero también esmalta a un desplazamiento geográfico, pero no dejará de sino de practicar una forma de escape. Lo mismo su texto con referencias de lecturas, al haber desestar en movimiento, en la corriente, en búsqueda. sucede con su actividad creadora; su trabajo cuescubierto en la sabiduría asiática una relación con el Su destino y su obra tomarán sentido de esta forma: tiona los límites y las fronteras, al rechazar el enmundo que le conviene y que alimenta sus arrebael descubrimiento de nuevos horizontes lo empuja cierro o la repetición. Avanza con la inquietud de tos de misticismo. Y como siempre, de lo que trata el hacia todas las experiencias y su trabajo consistirá no estancarse, de no permanecer. � texto es precisamente de su mirada de las cosas: no en hacer evidentes los territorios apagados. Así es deja de pensar, sentir, confesar y acercar elementos. como comienza a pintar y a dibujar, aunque nada El poeta en movimiento sabe encontrar las palabras permitía preverlo. Esta atracción por las formas y las imágenes que arrastran al lector más hacia el plásticas nunca lo dejará. espíritu del autor que hacia los territorios entonces Así pues, Michaux vive retirado, pero acepta una visitados. invitación al congreso del Pen Club que tuvo lugar Dos eventos marcan el año 1930: la muerte tráen Buenos Aires en septiembre de 1936. Entonces, Traducción de Adriana Romero-Nieto. gica y misteriosa de sus padres (su padre muere en forma parte de la delegación belga y responde a la un “accidente”, tal vez defenestrado, y su madre cae solicitud de Victoria Ocampo, mujer de letras, meen la locura y fallece inmediatamente después) y la cenas y directora legendaria de la revista Sur . Es la Philippe Ollé-Laprune, director de la Casa Refugio Citlaltépetl y de la revista Líneas de Fuga, es un publicación de su libro de relatos fantasmagóricos oportunidad de viajar en compañía de Supervielle, incansable embajador literario de Francia en México Pluma, en donde pone en escena a ese personaje li- amigo y protector de Michaux desde sus inicios, y (y viceversa). gero y encantador. Así como sus primeros relatos de compartir largos momentos en Uruguay, tierra habían intentado torcer el lenguaje y los de viaje apuntaban a dar cuenta de la rea lidad con fidelidad
La existencia de Henri Michaux se asemeja a un escape permanente que se traduce tan bien en términos geográficos como artísticos. Como él mismo lo dice, viaja .
4
8
Ibidem.
5 Traducción tomada de Philippe Quéau, Lo virtual: virtudes y vértigos, Barcelona, Paidós, 1995, p. 100. [N. de la t.] 6 La traducción es mía. [N. de la t.]
7 Ibidem. 8 Idem. 9 Idem.
J U L II O O DE 2013