La ofrenda para las Misiones Felipe de Jesús Barajas
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“La ofrenda para las misiones” Propósito: Exhortar a los hermanos a ser responsables con el mandamiento
de ofrendar. tema que que vamo vamoss a trat tratar ar es incó incómo modo do para para much muchas as Introducción: El tem personas, creo que inicialmente para mí lo es, puesto que tiene que ver con dinero; y al mismo tiempo es agradable, porque incluye el evangelismo (nos gusta ganar almas para Cristo). (Sé que existe algo de controversia respecto a esta doctrina, pero no me ocuparé de ello. Si existen preguntas o alguna duda, podríamos platicarlo aparte.)
He definido dos razones principales por las cuales es importante y necesario abordar este tema: 1. Es un mandamien mandamiento to de Dios, Dios, por lo tanto tanto debe obedec obedecerse. erse. 2. Afecta Afecta positivame positivamente nte la buena administra administración ción de este servic servicio. io. Comencemos pues definiendo nuestro tema, para posterior mente abordarlo. “La ofrenda para las misiones”. Ofrenda. •
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Cosa que Cosa que se *ofr *ofrec ece e co con n am amor or o devo devoci ción ón,, part partic icul ular arme ment nte, e, co cosa sa ofrecida a Dios o a los dioses. En nuestro caso hablaremos del dinero. 1ª Co. 16: 1,2 (NVI): En cuanto a la ofrenda para los creyentes, sigan las instrucciones que di a las iglesias de Galacia. El primer día de la semana, cada uno de ustedes aparte algún dinero conforme a sus ingresos…
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No nos queda duda de que la ofrenda es dinero. Algunas versiones traducen dinero (NVI, BAD, BLS).
Misión •
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Tarea, labor o encomienda que alguien debe realizar realizar porque otro se lo ordenó. Nuestra misión es predicar el evangelio. Mr. 16:15, 1ª Cor. 9:16,17.
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Generalmente se conoce como misioneros a las personas que viajan a otro país con el objetivo de predicar el evangelio. Pero, como no tenemos una sociedad misionera, me he enfocado en aplicar el tema a nuestra misión de la iglesia local. No hace mucho un joven le dijo a su padre: Papá, Mi sueño es irme de misionero a China. El padre contestó: Hijo, si no te has ganado a tu vecino, ni siquiera te animas a predicarle, como piensas en irte a China. Hermanos, necesitamos abarcar todo el terreno que en el que Dios nos ha puesto.
Para realizar esta labor necesitamos, por lo menos, tres elementos: 1. Un mensaje 2. Una capacitación de este mensaje 3. Recursos para ir (aquí donde yo pongo la ofrenda), de esto nos
ocuparemos. I. Administración de la ofrenda A. Se recoge cada domingo (1ª Cor. 16:1,2) B. Se prepara con anticipación, no es improvisto. (2ª Cor. 9:3,4) 1. Aquí es donde se refleja parte de la importancia que le damos a
la ofrenda. A veces hay hermanos que cuando pasa la canasta apenas están sacando y luego resulta que no salió nada; también se da el caso que el hermano no traía dinero porque no se acordó apartar la ofrenda. 2. De este punto (anticipación) se desprende el de importancia. He
sabido de hermanos que distribuyen sus ingresos en las deudas y al último, si les sobra, le hacen un campito a la ofrenda. Esto no debe ser así. C. Se ofrenda según haya prosperado. (1ª Cor. 16:2) 1. La idea de este texto es sencilla, Si usted recibió, entonces da; si
no recibió entonces no da; de la misma manera si recibe más, entonces da más, y viceversa.
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2. Una idea similar está en 2ª Cor. 8:12,13. No se exige dinero para
que uno se quede sin dinero, y otro se enriquezca. 3. Conocí a un predicador que pedía algo “llamado promesas de fe”
Cada inicio de año hacía que los miembros se comprometieran a prometerle una cantidad mensual a Dios, con generosidad y por fe. a. En una ocasión, un hermano tenía tres meses sin dar su
promesa de fe, porque se había quedado sin trabajo. El predicador cerró las puertas del templo hasta que algunos cuantos le ayudaron a pagar su deuda. D. Se ofrenda a Dios. 1ª Cor. 8:5; 1. Una vez que ofrendamos, ese dinero se pertenece a Dios,
aunque haya personas que lo administren. No tenemos derecho a exigir cuentas qué es lo que se hace con el dinero de Dios, ya no es nuestro. 2. Ante Dios es olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios
(Fil. 4:18). E. Se usa para las necesidades de la iglesia. 1. Primeramente
de allí es de donde debe salir para el mantenimiento del lugar de reunión que usamos.
2. Aquí entra la labor evangelística. a. Producción de material, folletos, boletines, publicaciones,
material para las clases dominicales. 3. El sueldo del predicador, evangelista o líder. Esta no solo es una
necesidad, es una obligación. a. El Señor Jesús dijo que el obrero era digno de su salario
(Mt. 10:10). b. Tiempo después Pablo citó estas palabras apoyando el mismo argumento, Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio (1ª Cor. 9:14).
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c. Además es necesario un salario, para suplir los gastos del
predicador (1ª Cor. 9:7) Pablo pone el dedo en la llaga cuando dice a los corintios: ¿Quien fue jamás soldado a sus propias expensas?
d. Pablo ordenó que se les pagara a los predicadores (1á Tim.
5:17,18). e. La Biblia en Lenguaje sencillo dice: 1Ti 5:17 Los líderes de la iglesia que hacen bien su trabajo merecen que se les pague el doble, especialmente los que anuncian y enseñan la buena noticia. 18 Porque la Biblia dice: "No le impidas al buey comer mientras desgrana el trigo". Y también se dice: "Quien trabaja, merece que le paguen".
f. Pablo dijo que el sueldo era un derecho del predicador. (1ª Co. 9:18 DHH) En este caso, mi recompensa es la satisfacción de anunciar el evangelio sin cobrar nada; es decir, sin hacer valer mi derecho a vivir del anuncio del evangelio
g. Se le pagaba a Pedro y a otros (1ª Cor. 9:1-14). h. También se les ayudaba con los gastos de las esposas de los predicadores (1ª Cor. 9:5,6). La NVI dice: 5 ¿No tenemos derecho a viajar acompañados por una esposa creyente, como hacen los demás apóstoles y Cefas y los hermanos del Señor? 6 ¿O es que sólo Bernabé y yo estamos obligados a ganarnos la vida con otros trabajos?
i. El predicador es digno de recibir su salario, porque la labor que realiza lo dignifica, y no se paga con nada. Pablo lanza una pregunta a los corintios que tiene que ver con el dignificar la obra del predicador, y por ello recibir su salario: Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segaremos de vosotros lo material? (1ª Co. 9:12). El predicador no hace mal al recibir su salario, cuando ha sido un obrero digno de ello. Es más preciado lo que el otorga, porque bendice con las cosas espirituales. j. También se les pagaba a predicadores itinerantes (que viajan) (Fil. 4:10-20; 1ª Co. 9:1-10; 3ª Juan 1:5-7).
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F. La ofrenda debe darse con generosidad (2ª Cor. 9:5,6).
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A. En todo el capítulo 8 y 9 se repite constantemente la generosidad, riqueza, abundancia, haciendo referencia a la ofrenda y la manera de dar del creyente. B. Algunos piensan que Pablo da la opción de dar poco, o escasa mente, esto no es así. Cuando Pablo dice el que siembra generosamente está promoviendo que nuestro corazón abunde en generosidad. C. La base de nuestra generosidad está en la sinceridad de corazón. D. Debemos ofrendar confiando en que Dios suplirá todas nuestras necesidades, y con abundancia. E. A los que les duele ofrendar, Pablo dice: No con tristeza ni por necesidad (2ª Cor. 9:7) refiriéndose a los que les pesa despojarse de su dinero, la versión DHH dice: Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Conclusión:
No existe otro medio para suplir las necesidades de la obra evangelística de la iglesia. Es necesario el compromiso real y generoso con el mandamiento de Dios. La mayoría de las iglesias flaquean en las ofrendas. Los fondos económicos no alcanzan, porque el hombre le duele despojarse de lo que Dios le da. A causa de que no se producen los recursos suficientes, muchas iglesias recurren a otros medios. Hacen sus vendimias para recaudar más fondos para la Iglesia. Este ya es un problema y una segunda ofensa hacia Dios. Él no mandó a la iglesia ha formar sus negocios para que hubiera fondo. Dios fue claro al dar el mandamiento de la ofrenda. Cada creyente es responsable de cumplir con lo que se le ha encomendado. Dios nos exhorta a cumplir la misión de predicar el evangelio, y la ofrenda nos produce un recurso para esto. Dios quiere que seamos sinceros, y que esa sinceridad resulte en generosidad para la obra que nos ha sido encomendada.
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