La contraguerrilla de Manuel Domínguez

La contragu contraguerril errilll a de Manuel Domínguez I847-I848

ALFREDo AvILA

Los panñetos de HIsTQRIA EN RED RED

México, I997

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[Hay] una horda de poblanos guías de este ejército,

que se esmer esmeraa en desarr desarrollar ollar su inmoralidad, inmoral idad, y como co mo descendiente descendientess legítimos de los tlaxcaltecas tlaxcaltecas,, conservan todavía el odio que mostraron en la toma de México al servicio servicio de Hernán Cortés. Carlos María de Bustamante El Nuevo Bernal Díaz del Castillo

z. Acerca de Mariano Guadalupe Vallejo, Vallejo, véase véase Bernard DeVoto, The Year of of oR Estos níAs, hace ciento cincuenta años, la ciudad de Decision: s846, Boston, Little, México fue ocupada por el ejército estadounidense. Lo Brown, and Company, 1943, pp. zs8-zzn Sobre los que menos quisiéramos recordar ahora son los hechos colaboracionistas y la con los que algunos mexicanos facilitaron esa tarea.Pre resistencia en las Californias, ferimos estar estar enter enterados ados de la patriótica cuanto infruc in fruc La Ángela Ángel a Moyano Pahissa, Pahissa,La resistenciade )as Cah Cahfornias fornias a tuosa defensa de algunos sitios, de las réprobas miras expansionis fainvasión fain vasión norteameri norteameri cana cana (zJi46-zJi4Ji), México, Consejo

Nacional para la Cultura y las Artes, 1992, y Marcela Terrazas Terrazas Basante, En busca de una

nueva frontera. Baja California en los proyectos proyectosexpans expansi oni onistas norteam norteameri eri canos, z Ji46-z 46-z Ji5 Ji53,

México, vN~ (instituto de Investigaciones Históricas), Históricas), 1995, capítulos capítulos s y z. Antonio Ríos Bustamante Bustamante cree exagerada exagerada la afirmación afirmación de que los californios eran anexionistas; el que algunos algunos hubiera «no significa que todos los californios hayan

sido traidores [sic]»: Bustamante, «La resistencia popular en la Alta California durante la guerra entre México y los Estados Estados Unidos, Unidos, s846-s848», enMéxico en guerra, pp. NZ-sz9, especialmente p. sz6.

tas de nuestros vecinos norteños, de lo bien pertrechados que venían y de d e nuestra estrech estrechez ez material. material. Sin embargo, en honor de la verdad debemos debemos admitir admitir que, aun en los l os momentos más difíciles difíciles de la guerra, los mexicanos mexicanos continuaron con c on sus disputas domést doméstii cas, iniciadas desde desde el momento momento mismo mi smo de la independencia.' independencia.' Para algunos, la presenc presencia ia de los invasores invasores significó significó inclusive incl usive una opor tunidad tunid ad para pa ra triunfar triu nfar sobre la facción enemiga; enemiga; otros creyer creyeron on que el futuro fut uro del país serí seríaa pertene pertenecer cer a la Unión Americana; unos más participaron con las armas en favor de los invasores. No me referiré a la actuación de los colonos anglosajones que había en algunas regiones regiones norteñas, pues aunque aunque pudieran consi derarse ciudadanos mexicanos, hay un consenso en nuestra histo riografía acerca acerca de que formaban parte de un plan expansionist expansionistaa iniciado ini ciado por los estado estadounidenses unidenses des desde de finales finales del del siglo xvttn xvtt n Tam poco trataré de individuos que colaborar colaboraron on con John C. Frémont en California, como Pablo de la Guerra o Mariano Guadalupe Va llejo, comandante del presidio presidio de Sonoma. Después Después de todo, todo, diver sos elem element entos os hicieron que aquellos alejados territorios tuvieran pocos vínculos con el centro del de l país y sus habitantes habitantes no podían sentirse mexicanos.' mexicanos.' Nuestra historia se desarrolló en una región que por sus condi

n La reciente e ilustrativa ilustrativa publicación México en guerra (z Ji46-zJi4 4 Ji). ) .Perspecti vas regi onafes, onafes,compilación de

Laura Herrera Serna, Serna, México, cNcA-Museo Nacional de las Intervenciones, Inter venciones, s99Z, s99Z, muestra muestra cómo los intereses intereses y los problemas proble mas domésti domésticos cos fueron fueron la priorid pr ioridad ad para los grupos grupos políticos locales locales y sólo sól o en segundo segundo término estuvo la guerra con Estados Estados Unidos.





4. Apuntes para la histo historia ria de la guerra entre Métrico y los Estados Unidos,prólogo de

Josefina Zoraida Vázquez, México, CNCA, 1991,

Pp. 436-437. y. Carlos María de Bustamante, El Nuevo Bernal Díaz del Castillo, o sea, historia delai nvasió nv asión n delos los angloameri angloameri canos en Mé México, xico,

prólogo de Josefina Zoraida Vázquez, México, cNcA, 1990,

p. 390, y Apuntes para la historia, pp. 437-438. 6. Justin H. Smith, The War wi th Mexico,segunda segunda edición, Gloucester, Peter Smith, 1963, vol. z, p. 36z, nota 19; Ethan Ethan Allen Hitchcock H itchcock,,México ante los ojos del del jeéíci jeéíci toinvasor de rJi47,edición edición de George George

Baker, México, UNAM

(Facultad de Ciencias Políticas Políticas y Sociales,) 1978, 1978, pp. 36 y 61. Se trata de latraducción de una parte parte delDiario de Hitchcock,Fifty Yearsin Camp and Field: Field: The Diary of Maj or-General Elhan Allen Hilchcock, Nueva York, York, G. P.

Putnam's Sons, 1909. 1909. Las

páginas corresp corresponden onden a los días zz de mayo y 3 de junio, 1847, respectivamente.

ciones, cione s, los intereses que que en ella ella se ase asent ntaban aban y, en fin, por su propia p ropia historia era el corazón mismo de la república. El eje México-Pue bla-Veracruz no sólo era la región más «mexicana» del país sino también la más poblada, de ahí que resultara increíble la facilidad con que el ejército enemigo pudo alcanzar sus sus objetivos objetivos frente a la escasa escasa res resist istencia encia de nuestras tropas.' La rápida ocupación de Vera cruz, Jalapa, Perote y Puebla hizo que los mexicanos buscaran for mas heterodoxas de enfrentarse a los estadounidenses. El general Joaquín Joaquín Rea organizó las guerrillas guerrill as que qu e se encarga encargaron ron de atosigar los trenes de abastecimiento enemigos. También el general Nicolás Bravo, cuando fue comandante general general en Puebla, Puebla, «esp «espidió idió multi mul ti tud de patentes de guerrilleros guerrilleros á personas personas que que indudablemente no prestaban por sus antecedentes garantías bastantes, y esto ocasionó que las poblaciones pob laciones pequeñas y haciendas haciendas del Estado, sufriesen al gunos daños».4 daños».4 No obstante, como señaló señaló Carlos Carl os María Ma ría de Busta mante, fueron los guerrilleros quienes ocas ocasion ionaron aron más problemas a los estadounidenses, especialmente los encabezados por un sacer dote español, el padre Jarauta. Jarauta.'' El ry de mayo, r847, el general William J. Worth ocupó Puebla, sin resistencia resistencia alguna. Pronto, los lo s habitantes habita ntes de aquella ciudad se acostumbraron a la presencia de los militares estadounidenses. Al gunas personas personas acomoda acomodadas das les pidieron incluso inc luso que apresaran apresaran a los guerrilleros que vivían en la ciudad, pues no sólo se dedicaban a entorpecer las maniobras del ejército sino si no que q ue asaltaban asaltaban a cuanto mexicano mexican o se les pusi pusiera era enfrente. enfrente. Uno de ellos fue capturado el z de junio. junio . Su nombre era era Manuel Domínguez y le llamaban llamaban el Chato. Cuando se presen presentó tó ante sus capto captores, res, contó contó una historia románti ca, muy propia pr opia del exótico país donde se enc encontra ontraban. ban. Él había h abía si do un hombre honesto, pero en alguna ocasión fue asaltado por un oficial mexicano. A partir de entonces, se fue fue al al monte y empezó su su vida como jefe de bandidos. Más verosímil verosímil sería atribuir su vida pendenciera y de pillaje a la miseria en que vivían muchos mexicanos de la época. Cuando lo atraparon, atraparon, su situación se volvió muy peligrosa, pues no sólo había asaltado asaltado a mexicanos, sino a estadounidenses. estadounidenses. Una de sus víctimas, un indivi in dividuo duo de apellido Spooner — quien quien era intérprete intérprete del mayor mayor Franklin Smith — lo reconoció. Los mexicanos mexicanos tampoc tampocoo lo querían mucho, de modo que, como le hicieron ver los oficiales oficiales norteam norteameri eri canos, no estaba en posición de escoger entre muchas alternativas. Domíng Dom ínguez uez aceptó aceptó colaborar con el ejército de Estados Unidos. Fue

3. Consi deraci deraci ones ones sobre la situación si tuación política y socia sociall de la República República Mexicana Mexicana en el año der Ji47, Ji47, México, México, Valdés y

Redondas, 1848, en Mariano Otero, Obras completas, edición edició n de Jesíís Reye Reyess Heroles, México, Porríía, Porríía, 1967, vol. I, pp. 97-137. Reyes Reyes Heroles atribuyó este texto a Otero, pero algunos autores han diferido d iferido de esta opinión; opinión; véase Andrés Andrés Lira, «Mariano Otero, Obras»,en Historia Mexicana, vol. xv11, níím. z, octubre-diciembre octubre-dic iembre de 1967, 1967, pp. 307-310, y Álvaro Álvaro Matute, Matut e, «Conciencia histórica temprana de la invasión invasión norteamericana. Cuatro ejemplos,» enMéxico en guerra, pp. 41-34, especialmente pp. 48-49.





puesto a las órdene órdeness del del coronel coronel Ethan Allen All en Hitc H itchcock, hcock, a quien el general general Winfiel Win fieldd Scott confiaba confi aba «los asuntos asuntos generales generales a expre expreso sos, s, espías», espías», sobo sobornos rnos y otros asuntos no muy limpio lim pios.z s.z El primer prim er trabajo de Domínguez Domí nguez fue de correo entre Puebla Puebla y Jalapa. Sin embargo, algunos oficiales que habían sido asaltados por él, informaro inf ormaronn que qu e después después de robarlos, robarlos, Domínguez les había dado un «pase» para para no ser molestados por los demás salteado salteadores, res, lo cual significaba que tenía algún ascendiente sobre ellos. Por esta razón, Hitchcock le propuso la formación de una partida de explo radores y espías. espías. Según Según Bustamante, los estadounidenses estadounidenses formaron una «falange de pícaros pícaros con con quien se convino darles la libertad ab soluta con condición de que hostilicen de la manera más más cruel cruel a las 8. Bustamante, op. cit., p. 38Z. guerrillas de nuestro ejército».' Much M uchos os presos p resos salie salieron ron de las l as cár celes poblanas, viejos salteadores salteadores amigos del Chato Domínguez. Cada «trabajo» que hicieran se les paga pagaría ría a $z.oo $z.oo diarios, diari os, mientr m ientras as que su jefe recibiría $3.oo. Pocos días después formaron una com pañía. Hitchcock se encargó de pertrecharla: compró uniformes y armas y pagó pagó $zo.oo mensuales mensuales por por hombre. Al principio princ ipio fueron doce, luego serían varios cientos. Cabe destacar que los sargentos de los Estados Unidos ganaban sólo $t6.oo $t6. oo mensuales. mensuales. Manuel Domínguez Domíngu ez fue formalmente incorporado en las filas invasora invasorass con con 9. Hitchcock, op. ci t., el grado de coronel. pp. 6Z-68, 23, 26 y z8 de Resulta difícil evaluar el papel de la Mexican Spy Company, co junio, sggz sggz.. Ace Acerc rcaa del del sueld ueldoo mo fue llamado el grupo encabez encabezad adoo por el coronel Do mínguez. de los lo s mexicanos mexicanos y su comparación con el de los El único trabajo que se les ha dedicado, el de A. Brooke Caruso, no mencionar aquí y que pue sargentos del ejército aporta más datos que los que podemos mencionar norteamericano véase Robert den leerse en el Diario de Ethan Allen Hitchcock y en algunas Ryal Miller, Shamrock and otras pocas fuente fuentes." s." Por una carta escrita escrita en Puebla por el propio pro pio Swordt The Saint Patri cks Winfield Winfi eld Scott al coronel Thomas Thom as Childs, que se enc encontr ontraba aba en Ja Ja Battai onin the U.S. lapa, nos enteramos que la Mexican Spy Company Mexi can War, War,Norman y Londres, University University of Oklahoma, s989, p. Z6. so. La obra de Caruso está está hecha con fuentes exclusivamente estadounidenses estadounid enses y descuida descuida la información que pudieran pudieran

proporcionarle las obras obras mexicanas.

[...] ha proporcionado los más exactos informes sobre los movimientos del enemigo y los l os planes pl anes de los paisanos; paisanos; por conducto de ellos pude aprehender á varios varios militares milit ares y paisa paisa nos en las reuniones nocturnas que tenían con objeto de su blevar al populacho. La compañía de espías ha peleado con valor, y está tan comprometida, que tendrá que salir salir del país cuando se retire nuestro ejército."

Sin embargo, no sólo eran espías espías y correos. correos. Sus Sus principales mi

z. Hitchcock,op.cit.,p.66,

Puebla, z3 de junio, s8gy. Acerca de las operaciones operaciones secretas de los estadounidenses estadounidenses en México véase véase A. Brooke Brooke Caruso, The Mexi can can Spy Companyt Uni ted States Covert Operationsin Mexico, rtiyy rtiyti', Jefferso Jefferson, n, McFarland k.

Co., 199I. Estas operaciones

no podían podí an ser hechas hechas por por los militares milita res más important importantes es pues exigían responsabilidad judicial que que hub hubier ieraa empañado sus carreras carreras políticas, polít icas, pues la mayoría mayoría de ellos, como Zachary Taylor Taylor o Winfield Winfiel d Scott, emplearon emplearon su participación en la guerra guerra como plataforma para destacar políticamente polít icamente en Estados Estados Unidos: Otis A. Singletary, The Mexi can War, War,prefacio de Daniel J. Boorstin, Boorstin, Chicago y Londres, University University of Chicago, s96o.

n. Carta C arta de Scott a Childs, Puebla, sin fecha, en José María Roa Bárcena, Bárcena,Recuerdos de Jainvasión Jain vasión norteameri n orteameri cana cana (rtiyó-rtiyti). Por unjoven de entonces,pról prólogo ogo de Hipólito Hipóli to

Rodríguez, México, c+ex, 1992y vol 2 p. 822.





siones eran dos, a saber, saber, serv servirir de guías a las numerosas numerosas partidas partidas de estadounidenses y de contraguerrilleros. Estas labores les fueron asignadas por su excelente conocimiento de los caminos entre Mé xico, Puebla, Jalapa Jalapa y Tlaxcala, de donde eran muchos de ellos. el los. También fueron soldados y, a decir de Hitchcock, eran muy ague rridos y mu y buenos combatientes. combatientes. Muchos Muchos de ellos murieron cuando combatían a sus compatriotas. El zo de agosto, r84y, estu

sz.Apuntes para la historia, historia, p. 309. Los miembros de la «familia Reneport» que redactaron la toma de Churubusco fueron Napoleón Saborio y Francisco Francisco Schialino, alino, apud. Guillermo Prieto, demis tiempos, Memorias de presentación presentación y notas por Boris

Rosen Jélomer, Jélomer, prólogo de Fernando Fernando CurielM ,éxico,

(Obras Completas, r), p. 4zZ. CNCA, 1992

s3.Ibidem, p. n6, 6 de febrero, s848. s848.

vieron presentes en la avanzada dirigida por el mayor Franklin Smith en Churubusco. De hecho, fue una de las primeras compa ñías que entró en el viejo convento tras t ras su capitulación. capitulación. Según ¹ poleón Saborio y Francisco Schiafino, Schiafino, el general general Pedro María Ana ya, quien fue hecho prisionero, prisionero, vio a l o s mi embros de la contraguerrilla contraguerrilla de Domínguez, e «impelido de un sentimiento de execr execrac acion ion y horror, hor ror, apostrofó a postrofó al insolente ins olente cabecilla, cabecilla, llamándole traidor, con riesgo de su propia propia vida»." Por cierto que en aquella batalla los estadounidenses tomaron presos a poco más de So sol dados, miembros de las compañías compañías de San San Patricio, Patricio, que como sabe mos desertaron desertaron del ejército estadounidens atraídos por las ofertas de tierras que hacían los generales mexicanos. Lo curioso es que Hitchcock, al referirse a los sanpatricios, se mostró mostró indignado de que se hubieran pasado pasado al enemigo y tomado toma do las l as armas contra contra los Estados Unidos." No me parece que los miembros de la Spy Company hubieran permanecido mucho tiempo ti empo en México. Mé xico. Estas no eran eran sus sus tierras tierras y eran más útiles contrarrestando a las guerrillas. Es verdad que de vez en cuando algún hombre de Domínguez venía a la ciudad de México, pero sólo para informar in formar de las actividades del grupo en el camino entre Puebla y Veracruz.'4 Veracruz.'4 Aquella era la región que cono cían y donde dond e podían po dían sentirse senti rse más seguro seguros. s. No es e s necesar necesario io decir que a esas alturas alturas muchos mexicanos estab estaban an al tanto tant o de las activi dades de Domínguez y no pocos hubieran hubieran querido echarle echarle la mano para escarm escarmentarlo. entarlo. Su esposa esposa — que si hemos de creer creer a Hitchcock Hitchc ock hubiera sido hermosa de no ser ser porque porque le faltaba un diente — tuvo que buscar refugio en el campamento campamento del ejército estadounidense, estadounidense, pues se sen sentía tía amena amenazad zadaa por varios hombres que la tenían jurada ju rada a su marido." El propio pr opio Antonio Anto nio López de Santa Santa Arma Arma reconoc reconoció ió la importan import an cia de la Spy Company. Company. Dirigió Dirigi ó una u na carta a Domínguez D omínguez en la que prometía el perdón a él y sus seguidores si «abjuran de su error cri minal y abandonan la bandera enemiga».' No es necesario comen

13. Hitchcock, op.ei t., p. 98, so de septiembre, s84Z.

s4. Véase, Véase, por ejemplo, Hitchcock, op. eit., p. n3, s4 de enero, s848.

s6. Carta citada en Miller, op.ei t., p. 9o.





tar que q ue el general general mexicano mexicano los hubiera querido de su lado. Hitch Hit ch cock yase había dado cuenta de que cada hombre de Domínguez Domínguez

rz. Jaime Sánchez Sánchez, «El territorio tlaxcalteca y la la guerra contra los Estados Estados Unidos», en Méxicoen guerra, guerra, pp. 635-655, especialmente p. 653.

valía por dos, pues si no estuvieran con ellos, estarían en su contra. Mientras Mien tras tanto, la Spy Company cumplía con su deber. deber. Estab Estaban an desar desarma mando ndo a una gran cantidad cant idad de guerrillas que operaban en Puebla y Tlaxcala. El 6 de noviembre de r84y sorprendieron a los guerrilleros de Cirilo Ciril o León. Lo interesant int eresantee de esa esa acc acción ión es que los hombres de Domínguez fueron dirigidos por la banda de Antonio Carbajal, Carbaja l, quien q uien después ser sería ía un héroe de la resistencia resistencia en Tlaxcala contra los franceses. franceses.'~ '~ Este Este hecho, hecho, y el que José María Roa Bárcena Bárcena mencione que el jefe de la contraguerrilla fuera Pedro Arias," me t8. Roa Bárcena, Bárcena, op.cir., vol. z, p. 8zz. hacen suponer suponer que aun cuando cuando Domínguez fuera el dirigente reco nocido por Hitchcock, dentro de su amplia clientela había otros bandidos que actuaban actuaban con independencia in dependencia del ejército estadouni dense. El propio p ropio Chato no se encon encontraba traba en muy buenos términos con muchos estadounidenses. Ya habíamos comentado que asaltó a uno de ellos, Spooner, Spooner, y parece que ést éstee no se lo perdonó. Muchos Muc hos soldados esta estadounidens dounidenses es y voluntarios tampoco verían con bue nos ojos la paga tan alta que recibían los contraguerrilleros. La si tuación irregular de la Spy Company Company dentro del ejército de Estados Unidos Unido s la hizo presa fácil fácil de difamaciones por parte de otros solda solda dos. No habrán sido pocos los incidentes que Hitchcock tuvo que enfrentar cuando el indisciplinad indiscip linadoo Domín D omínguez guez quería sald saldar ar cuen cuen tas con quien se atreviera atreviera a ofenderlo. El fin de la Spy Company se dio hasta mediados mediados de r848. r848. Los hombres de Domínguez recibieron recibieron cada uno $zo.oo al ser dados de baja en Veracruz. Veracruz. Cabe desta destacar car que la baja fue voluntaria vol untaria.. Se gún les l es parecía parecía,, no tendrían ningún problema probl ema quedándose en en Mé xico. Muchos de ellos segui seguirían rían con su vida vi da pendenciera. pendenciera. Su oficio era asaltar asaltar caminos y servir de modelos modelo s para los personajes personajes de cier tas novelas mexicanas. Uno de ellos, Antonio Carbajal, logró rei vindicarse con la patria cuando peleó contra los franceses. ¹Por qué en aquella ocasión sí estuvo del lado correcto y en ésta no? Ésta es una pregunta que no podemos responder responder tan fácilmente. Tengo para mí que Domínguez Domí nguez y sus hombres hombres se hubieran hubieran puesto del lado de México. De hecho, antes de la entrada de los estadounidenses a Puebla ya los habían asaltado en algunas ocasione ocasiones. s. Recordem Recordemos os que los vecinos poblanos afirmaban que eran guerrilleros — no bandidos —, pero que no discriminaban a la hora de asalta asaltar. r. Lo se







guro es que estos estos hombres hombres siempre siempre estuvieron estuvieron de su propio prop io lado. lado . Si no tenían espíritu nacional era porque, como afirmaron varios me xicanos de la época, época, en México no había nación.'9 Si después después fue fue ron relativamente fieles al ejérc ejército ito norteamericano debió haber sido por la paga segura segura y generos generosaa que les entregaba entregaba Hitchcock. Hitchco ck. ¹Cuán ¹Cuá n tos de ellos no habrían sido alguna algun a vez enlevados enlevados y deser desertores tores de las tropas mexicanas por no haber recibido su paga? El único que no quiso quedarse en México fue Domínguez. Te mía que lo mataran «como «como a un perro». Así que decid decidió ió huir hu ir de sus enemigos, pero pero también de su antigua vida en México. Por alguna ironía — y no faltará algún patriota que asegure que se lo tenía bien merecido — el Chato Domínguez Domínguez murió en la pobreza, con con su fa milia, en Nueva Orleáns. Cuando Cuando llegó a aquella aquella ciudad ciudad dejó de ser el hombre fuerte, temido y respetado respetado por muchos hombres." Ya hemos dicho que otros miembros de su banda regresaron a sus co rrerías, sabemos de algunos que tuvieron que huir más allá del Bra vo, unos más se fuer fueron on como volunt v oluntari arios os para nuevas exped expediciones. iciones. Por desgracia es poco lo que hemos podido decir de la historia de la Mexican Spy Company. Company. Quizáshaya sido inútil la precaución que me he tomado de no llamarlos traidores en ningún momento de este texto. Edmundo O'Gorman afirmaba que el deber del his toriador es comprender a los muertos y no regañarlos. regañarlos. Nosotros podemos comprender a Domínguez y sus hombres. Su situación económica no debió haber sido muy buena por lo l o cual se lanzar lanzaron on a la aventura, aventura, al pillaje. pillaj e. La paga que les dieron los estado estadounidense unidensess fue para ellos un elemento suficiente para vincularlos vincularl os con el desti no de las armas estadounidenses. estadounidenses. Además, Además, si si hemos de ser justos, militarmente no escogieron mal: tomaron el partido de los vence dores. Sus vínculos vínculos con esa entidad entidad que hoy llamamos México eran más débiles. Según Benedict Anderson," una nación es una comu nidad imaginada como homogénea, unida, limitada limit ada y soberana soberana.. El desarrollo de las naciones, esto es, del imaginario nacionalista, siempre ha sido lento, empieza en una minoría ilustrada, y poco a

19. Consideraciones sobre la la situación política, p. szZ.

zo. Hitchcock, op. cit., pp. sz8-sz9, sz8-sz9, g de junio, s8g8, y Miller, op. cit., p. sgo.

zu Benedict Anderson, Comuni dadesimaginadas, dadesimaginadas,

México, Fondo de Cultura Económica, s984. s984.





sive la anexión de una parte de México a la Unión Americana, no podemos pedir a Domínguez y a otras tantas personas como él que fueran fuer an más nacionalistas. José Ferna Fernando ndo Ramírez acertó cuando hi zo notar que la división, el faccionalismo, las constantes guerras in ternas, la pobreza y el abatimiento abatimiento de la mayoría de los mexicanos mexicanos los había vuelto indiferentes ind iferentes ante la guerra con Estados Unidos. zz. José Fernando Fernando Ramírez Ramírez a Los había vuelto indiferentes a cualquier cosa que no fuera la su Antonio López de Sant Santaa pervivencia diaria."

Arma, Durango, junio, r846, en José Fernando Fernando Ramírez,

México durwte durw te su guer guerra ra con con los Estados Estados Unidos,ediciónde ediciónde

Genaro García y Carlos os Pereyra, México, Librerí ade la

Vda. de Ch. Bouret, rgog, pp. r-r8.





Los Panfletos de HIsTQRIA EN RED Colección de d e artículos integrantes del Album Conmemorativo Conmemorativo de la guerra entn: México y Estados Estados Unidos/The Unidos/The Mexican-American Mar Memorial Homepage (sunsite.unam.mx/revistas/r847),

dispuestos para para su impresión impresión en cualquier parte del mundo, mun do, sin modifica modif icación ción de sus caract características erísticas tipográfircas, gracias al programa Acrobat.

Este primer número de la serie se se terminó terminó de hacer el H de diciembre, r997, en la Sección Sección de Publicaciones Publicaciones del Instituto Institut o de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha sido compuesto en tipos Adobe Garamond, Adobe Garamond Expert y Adobe Wood Type Ornaments, de 9, Io, II, I3, I4, I 4, 24 y 36 puntos. La formación, el cuidado de la edición y lo que tenga de diseño es responsabilidad responsabilidad de Luis L uis Fernando Granados.

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La contraguerrilla de Manuel Domínguez

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