Kuguel, Inés (2012) El signo según Charles Peirce .
Material preparado para la asignatura Lenguaje, Comunicación y Cultura , UNGS.
Lenguaje, o!uni"a"i#n $ ultura
%ri!er Se!estre de 201&
Lenguaje, Comunicación y Cultura
Universidad Nacional de General Sarmiento
LA OBRA DE CHARLES PEIRCE Los escritos de Charles Sanders Peirce (1839-1914), profesor de lógica en la Universidad Johns Hopkins de Baltimore) se publicaron por primera vez recién en 1958 con el nombre de Collected Papers of Charles Sanders Peirce. La obra de este pensador se ubica dentro de los esfuerzos –característicos de la corriente filosófica pragmatista– por construir una filosofía positiva, es decir, orientada a crear un sistema de pensamiento unificado y sostenido por la ciencia. Su teoría trata de reconciliar dos tendencias aparentemente opuestas: afirmar que percibimos directamente las cosas mismas (el enfoque realista, que subraya la inmediatez de nuestro conocimiento perceptual del mundo exterior) y que la percepción es inferencial (el enfoque inferencialista, que subraya la inmediatez de nuestro conocimiento de las cosas que nos rodean). Según Peirce, “la única manera de dar cuenta del acto cognoscitivo consiste en reconocer que la realidad y el conocer se encuentran en un mismo universo, es decir, que las cosas reales son de naturaleza cognitiva y por ende significativa”. Por lo tanto, la cosa no existe como un en sí antes y afuera del proceso de conocimiento, sino que ella misma existe en el proceso de conocimiento. Esto es lo mismo que decir que toda realidad es un signo, un proceso dinámico de significado. La semiótica de Peirce hay que ubicarla, pues, en el conjunto de su teoría de la realidad y de su sistema metafísico. El filósofo norteamericano buscaba aquella universalidad de pensamiento que le permitiera comprender la totalidad del mundo, y para ello vio la necesidad de elaborar un sistema con categorías lo más ampliamente abarcativas de las realidades conocidas y congnoscibles. Su perspectiva semiótica tiende, entonces, a ser una filosofía del conocimiento. Al ocuparnos aquí de la noción de signo propuesta por Peirce, nos centramos solo en algunos aspectos de su teoría, la cual no se limita al concepto de signo y a su clasificación sino que se conecta con la lógica y la filosofía cognitiva. Los fragmentos explicativos incluidos en bastardilla son textuales de Peirce; el ejemplo del escudo de la Ciudad de Buenos Aires es nuestro. EL SIGNO SEMIOSIS Y REPRESENTACIÓN Por semiosis entiendo una acción, una influencia que sea, o involucre, una cooperación de tres elementos, como por ejemplo un signo, su objeto y su interpretante; una influencia tri-relativa, que en ningún caso se puede resolver en una acción entre dos elementos. Un signo o representamen es algo que, para alguien, representa o se refiere a algo en algún aspecto o carácter. e dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o, tal ve!, un signo aún más desarrollado. "ste signo creado es lo que yo llamo el interpretante del primer signo. "l signo está en lugar de algo, su objeto. "stá en lugar de su objeto, no en todos los aspectos, sino sólo con referencia a una suerte de idea, que a veces #e llamado el fundamento o $ground% del representamen.
REPRESENTAMEN
OBJETO
Inés Kuguel
INTERPRETANTE
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Representar es estar en lugar de otro, es decir, estar en tal relación con otro que, para ciertos propósitos sea tratado por ciertas mentes como si se fuera ese otro. &onsecuentemente, un vocero, un diputado, un apoderado, un agente, un vicario, un diagrama, un s'ntoma, un tablero, una descripción, un objeto concreto, una premisa, un testimonio, todos representan alguna otra cosa, de diversas maneras, para mentes que as' lo consideran.
&uando se desea distinguir entre aquello que representa y el acto o relación de representar, lo primero puede ser llamado el representamen y lo segundo la representación.
EL OBJETO Para que algo sea un signo debe representar, como solemos decir, a otra cosa, llamado su objeto. i un signo es distinto de su objeto, debe e(istir, sea en el pensamiento o en la e(presión, alguna e(plicación, algún argumento, algún otro conte(to, que muestre cómo -sobre la base de qu) sistema, o por qu) ra!ones- el signo representa al objeto o al conjunto de objetos a que se refiere . "l signo puede solamente representar al objeto y aludir a )l. *o puede dar conocimiento o reconocimiento del objeto. "sto es lo que se intenta definir en este trabajo por objeto de un signo, vale decir, objeto es aquello acerca de lo cual el signo presupone conocimiento para que sea posible proveer alguna información sobre el mismo. *o dudamos que #abrá lectores que digan que no pueden apre#ender esto. "llos pensarán que un signo no necesita estar relacionado con algo ya conocido de otra manera y que no tiene ni pies ni cabe!a afirmar que todo signo debe relacionarse con un objeto ya conocido. Pero si e(istiera $algo% que trasmitiera información y, sin embargo, no tuviera ninguna relación ni referencia respecto de alguna otra cosa conocida directa o indirectamente -y por cierto que esa ser'a una muy e(tra+a clase de información-, el ve#'culo de esa clase de información no será llamado, en este trabajo, un signo. os objetos -dado que un signo puede tener cualquier número de objetos- pueden ser una cosa singular conocida e(istente, o que se cree que #aya e(istido, o que se espera que e(ista, o un conjunto de tales cosas, o una cualidad o #ec#o conocidos, de los cuales cada objeto singular puede ser un conjunto o reunión de partes, o puede tener algún otro modo de ser, como, por ejemplo, un acto posible cuyo ser no impida que la negación de tal acto sea igualmente posible, o algo de la naturale!a general, deseado, requerido o invariablemente encontrado en ciertas circunstancias generales.
Tomamos como ejemplo la representación del águila tal como aparece en el antiguo escudo de armas de la ciudad de Buenos Aries. ESCUDO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES2
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Una colilla de cigarrillo encontrada en una habitación donde se cometió un asesinato, por ejemplo, es un signo para un detective en el contexto de una investigación policial en la medida en que ese objeto representa a una persona que estuvo en el lugar del crimen. 2 Escudo de armas que dio Juan de Gara y a la ciudad de la Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires en 1580. Inés Kuguel
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El objeto es el águila real. El ser del objeto no depende de la representación y, por lo tanto, el águila real o todas las águilas existentes conformarán el objeto; no sólo de este sino también de todos los demás representamena en los que se pueda reconocer un águila. Esta realidad, exterior al signo, es, no obstante, el motivo de que este exista de una determinada forma y no de otra. En el caso del escudo, puede advertirse que el representamen se basa en las cualidades de forma y pose de un águila real.
EL INTERPRETANTE a #e se+alado que todo signo tiene un objeto y un interpretante, y que este último es lo que el signo produce en la cuasimente que es el int)rprete, determinando en )l una sensación, un esfuer!o o un signo; y es precisamente esa determinación lo que se denomina interpretante. &on respecto al interpretante, debemos distinguir tambi)n, en primer lugar, el interpretante inmediato, o sea el interpretante tal como se revela en la correcta comprensión del signo mismo, que es comúnmente llamado el significado del signo; y, en segundo lugar, debemos considerar el interpretante dinámico, que es el efecto real que el signo, en tanto signo, determina realmente. Por último, debemos tener en cuenta lo que #e denominado provisoriamente el interpretante final, que se refiere a la manera en que el signo tiende a representarse a s' mismo en tanto relacionado con su objeto.
REPRESENTAMEN
OBJETO
INTERPRETANTE
interpretante
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interpretante
interpretante
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inmediato
dinámico
final
INTERPRETANTE INMEDIATO , INTERPRETANTE DINÁMICO E INTERPRETANTE FINAL Podr'a describir mi interpretante inmediato como la parte del efecto del signo que basta para que una persona pueda decir si el signo es o no es aplicable a algo que esa persona cono!ca suficientemente. i interpretante inmediato está impl'cito en el #ec#o de que cada signo debe tener su interpretabilidad peculiar antes de obtener un int)rprete. "l interpretante inmediato es una abstracción/ consiste en una posibilidad.
El interpretante inmediato es una representación mediadora que surge al reconocer la unidad a partir de la multiplicidad de impresiones que se producen al entrar en contacto con el representamen. Si retomamos el ejemplo del escudo de armas el interpretante inmediato del dibujo de un águila es lo que nos permite asignarle el carácter de signo a ese representamen. El interpretante dinámico consiste en el efecto directo realmente producido por un signo en su intérprete, es aquel que es experimentado en cada acto de interpretación, y en cada uno de esos es diferente de cualquier otro; es un evento singular y real. El representamen dibujo de un águila producirá en cada acto de interpretación interpretantes dinámicos distintos, únicos e irrepetibles. Por ejemplo, la idea de águila, toda vez que se presente, aparecerá asociada a otras ideas y sensaciones. Así, puede surgir simultáneamente con las ideas de pertenencia a una especie animal (“ave de rapiña fuerte, de gran tamaño y de muy rápido vuelo”), de rapacidad (“El águila es un ave rapaz”), de divinidad (“Zeus, el padre, de los dioses, muchas veces se acerca a la muchacha que desea revistiendo la forma de águila”), con la imagen mental de un águila o con las sensaciones de miedo o admiración. En todos y cada uno de los casos se tratará de un interpretante dinámico hecho efectivo en ese único acto de interpretación y, por lo tanto, irrepetible. Por último, el interpretante final ser'a, si bien debo confesar que mi concepción de este tercer interpretante no está libre de una cierta niebla, el efecto que el signo producir'a sobre cualquier mente sobre la cual las circunstancias permitieran que pudiera ejercer su efecto pleno. "s el único resultado interpretativo al que cada int)rprete está destinado a llegar si el signo es suficientemente considerado. "s aquel #acia el cual tiende lo real.
En el contexto de la zoología, la idea de águila como “ave de rapiña fuerte, de gran tamaño y de muy rápido, vuelo” es un interpretante habitual y recurrente, por lo tanto, se la considerara un interpretante final del signo “águila”. Por su parte, la idea de divinidad y la sensación de miedo, si bien pueden surgir asociadas a la anterior, al no ser recurrentes ni habituales en el contexto de la zoología podrán ser consideradas interpretantes dinámicos pero no finales. Por otro lado, en el contexto de la mitología, el interpretante final de “águila” no será “ave rapaz de vista muy perspicaz” sino que será “dios Zeus acercándose a una muchacha” (por ejemplo). Y si bien el primer interpretante se verifica como existente, puede ser considerado como interpretante dinámico en este contexto pero no como interpretante final ya que en el contexto de la mitología griega la interpretación recurrente no será la que considere al águila como una clase particular de ave sino la que la considere la representación del dios Zeus. En el contexto de la heráldica europea del siglo XV, el interpretante final del representamen del águila es “poder real o imperial”. Los interpretantes inmediato, dinámico y final son tres instancias simultáneas, inseparables y necesarias del interpretante del signo peirceano. El interpretante inmediato constituye la Inés Kuguel
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potencialidad del signo, su interpretabilidad, la suposición hecha por todo intérprete, de que el fenómeno con el cual se confronta es verdaderamente un signo. El interpretante dinámico, en cambio, se caracteriza por ser un evento real. Por último, el interpretante final se distingue por su recurrencia y grado de estabilidad. La noción de interpretante final conlleva una cierta ambigüedad, que se puede explicitar de la siguiente manera: en primer lugar, hay que considerar que en cada proceso concreto de semiosis el interpretante final convive con los otros dos interpretantes que cabe postular para este proceso, en particular, aquello que se produce en cada circunstancia concreta en un intérprete es lo que Peirce llama un interpretante dinámico. Este interpretante dinámico puede considerarse, por un lado, como una actualización, una efectivización del interpretante inmediato y, por otro, como una instancia que modifica en cierta manera el comportamiento habitual del intérprete en relación al objeto del signo. En una primera interpretación, entonces, se podría decir que lo que Peirce denomina ‘interpretante final’ es el hábito o disposición regular al comportamiento que el o los nuevos interpretantes producidos en el proceso de semiosis produjeron o modificaron en el intérprete. Como dice Pierre Thibaud: “Si puede decirse de un interpretante que es final, esto ocurre en la medida en que permite una acción concreta en relación al objeto representado, lo que por otra parte no permitiría la simple génesis infinita de los interpretantes ordinarios” 3. Peirce mismo, en carta a William James, dice: el interpretante final no consiste en el modo en 4 que una mente actúa efectivamente sino en el modo en que toda mente actuar'a , es decir, no se trata de un evento o modo de actuar concreto, sino de un hábito, una reacción regular. En este sentido, lo importante en relación con este interpretante, o su carácter de final, consiste en que modifica de modo efectivo las creencias de un individuo, que lo llevan a actuar de una u otra manera.
CLASIFICACIÓN DE LOS SIGNOS Los signos son divisibles según tres tricotomías: primero, según que el signo en sí mismo sea una mera cualidad, un existente real o una ley general5; segundo, según que la relación del signo con su objeto consista en que el signo tenga algún carácter en sí mismo [ícono], o en alguna, relación existencial con ese objeto [índice] o en su relación con un interpretante [símbolo]; tercero, según que su interpretante lo represente como un signo de posibilidad [rema], como un signo de hecho [dicente] o como un signo de razón [argumento]. CLASIFICACIÓN DE LOS SIGNOS SEGÚN LA SEGUNDA TRICOTOMÍA &onforme a la segunda tricotom'a, en cuanto a sus relaciones con sus objetos, un signo puede ser llamado 'cono, 'ndice o s'mbolo. "n los tres órdenes de signos, puede observarse una progresión regular 0,1,2. "l ícono no tiene una cone(ión dinámica con el objeto que representa; sucede simplemente que sus cualidades se asemejan a las del objeto y e(cita sensaciones análogas en la mente, para la cual es una semejan!a. Pero en realidad no está conectado con aquel. Un 'cono es un signo que poseer'a el carácter que lo #ace significante aun cuando su objeto no tuviera e(istencia, por ejemplo, un tra!o de lápi! como representamen de una l'nea geom)trica. "l índice está conectado 3
Cf. Pierre Thibaud, 'La notion peircéenne d'interpretant', en Dialéctica, Vol 37, NI, 1 (1 983), p. 25. Carta del 1 de abril de 1 909, en Peirce Edition Project (ed.) The Essential Peirce, Vol, 2, Indiana, 1998, P. 499. " La primera tricotomía parte de la consideración del signo según su naturaleza “Considerado en sí mismo, el signo tiene o bien la naturaleza de una apariencia, y entonces lo llamo cualisigno, o bien la de un objeto individual o un evento singular, y entonces lo denomino sinsigno-, o bien la naturaleza de un tipo general, y entonces lo denomino legisigno”. !
Inés Kuguel
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f'sicamente con su objeto; forma un par orgánico, pero la mente interpretante no tiene nada que ver con esa cone(ión, salvo advertirla una ve! establecida. Un 'ndice es un signo que perder'a inmediatamente ese carácter si no #ubiera objeto. 3al, por ejemplo, es una planc#a de madera con un agujero en el medio de ella como signo de un tiro, porque sin el tiro no #ubiera #abido agujero, pera e(iste en ella un agujero, independientemente de que a alguien se le ocurra o no atribuirlo a un disparo. "l símbolo está conectado con su objeto en virtud de la idea de la mente utili!adora de signos, sin la cual no podr'a e(istir tal cone(ión. Un s'mbolo es un signo que perder'a el carácter que lo convertir'a en un signo si no #ubiera interpretante. 3al es cualquier emisión de #abla que significa lo que significa sólo en virtud de que se entienda que tiene tal significación.
ÍCONO 4efino un ícono como un signo determinado por su objeto en virtud de su propia naturale!a interna. 4e tal modo puede ser una visión o el sentimiento suscitado por un tro!o de música que se considera representativo de lo que se propuso el compositor. 5s', tambi)n, puede ser un diagrama individual, por ejemplo, una curva de distribución de errores. Un 'cono es un signo que se refiere al objeto al que denota meramente en virtud de caracteres que le son propios, y que posee igualmente e(ista o no e(ista tal objeto. "s verdad que, a menos que #aya realmente un objeto tal, el 'cono no actúa como signo; pero esto no guarda relación alguna con su carácter como signo, cualquier cosa, sea lo que fuere, cualidad, individuo e(istente, o ley, es un 'cono de alguna otra cosa, en la medida en que es como esa otra cosa y en que es usada como signo de ella. 3odo cuadro 6por más convencional que sea su m)todo7 es esencialmente una representación de esta clase. 3ambi)n lo es todo diagrama, por más que no e(ista semejan!a sensorial entre )l y su objeto, sino una analog'a entre las relaciones de las partes de cada uno. erecen ser particularmente tomados en cuenta los 'conos en los cuales la semejan!a es ayudada por reglas convencionales. 5s', una fórmula algebraica es un 'cono que #a sido convertido en tal mediante las reglas de conmutación, asociación y distribución de s'mbolos. Puede parecer a primera vista que es una clasificación arbitraria llamar 'cono a una e(presión algebraica, que podr'a igualmente, o más adecuadamente, ser considerada como un signo convencional compuesto. as no es as', porque una gran propiedad distintiva de los 'conos es que mediante simple observación directa se pueden descubrir otras verdades concernientes a su objeto, que no son las que bastan para determinar su construcción. 5s', puede tra!arse un mapa por medio de dos fotograf'as, etc. 4e #ec#o, cualquier e(presión algebraica es un 'cono, en la medida en que e(#ibe, por medio de los signos algebraicos 6que no son ellos mismo 'conos7 las relaciones de las cantidades en cuestión.
ÍNDICE Un índice es un signo que se refiere o denota en virtud de ser realmente afectado por aquel objeto. "n la medida en que el 'ndice es afectado por el objeto, tiene necesariamente alguna cualidad en común con el objeto, y es en relación con ella como se refiere al objeto. "l 'ndice se refiere al objeto no tanto en virtud de alguna semejan!a o analog'a con )l, ni tampoco porque est) asociado con caracteres generales que ese objeto posee de #ec#o, sino porque se encuentra en cone(ión dinámica 6incluida la espacial7 tanto con el objeto individual,
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por una parte, como con los sentidos o memoria de la persona para la cual sirve el signo, por la otra. os 'ndices pueden distinguirse de otros signos o representaciones por tres marcas caracter'sticas/ primera, que no tienen semejan!a f'sica con sus objetos; segunda, que se refieren a individuos, unidades singulares, colecciones singulares de unidades o continuos singulares; tercera, que dirigen la atención #acia sus objetos mediante una ciega compulsión. Pero ser'a dif'cil, si no imposible, dar una instancia de un 'ndice absolutamente puro o encontrar algún signo absolutamente desprovisto de cualidad inde(ical. Psicológicamente, la acción de los 'ndices depende de la asociación por contig8idad, y no de la asociación por semejan!a o de operadores intelectuales. Un 'ndice está determinado por su objeto en virtud de estar en una relación real con )ste. 3al es un nombre propio; tal es la aparición de un s'ntoma de una enfermedad. 9eo un #ombre pati!ambo, con patillas y c#aquetas. "stas son indicaciones probables de que es un joc:ey o algo semejante. Un reloj de sol indica la #ora del d'a. Un golpe en la puerta es un 'ndice. &ualquier cosa que nos sobresalta es un 'ndice, en la medida en que marca la conjunción entre dos porciones de la e(periencia. 5s', un trueno tremebundo indica que algo considerable #a ocurrido, aunque no sepamos e(actamente qu) es lo que aconteció. ue el barómetro est) bajo y el aire #úmedo es 'ndice de lluvia, es decir, si suponemos que las leyes de la naturale!a establecen una probable cone(ión entre que el barómetro est) bajo y el aire est) #úmedo y la lluvia pró(ima. Una veleta es un 'ndice de la dirección del viento, porque, en primer lugar, adopta la id)ntica dirección del viento, de suerte que e(iste una cone(ión real entre ellos, y, en segundo lugar, nosotros estamos constituidos de manera tal que cuando vemos una veleta apuntando en cierta dirección, ella dirige nuestra atención en esa dirección, y cuando vemos que la veleta gira junto con el viento, estamos for!ados por una ley mental a pensar que esa dirección está conectada con el viento. a estrella polar es un 'ndice, o dedo se+alador, para mostrarnos en qu) dirección está el norte. Un nivel de gota en el aire o una plomada es un 'ndice de la dirección. &uando un conductor que quiere atraer la atención de un peatón y lograr que se salve le grita $<"#=%, en la medida en que esta es una palabra significante, resulta, como se verá más adelante, algo más que un 'ndice, pero en la medida en que está simplemente dirigida a actuar directamente sobre el sistema nervioso del oyente y a impulsarlo para que salga del camino es un 'ndice porque tiene la intención de ponerlo en cone(ión real con el objeto, que es su situación relativa respecto del caballo que se acerca. os pronombres demostrativos $)ste% y $esto% son 'ndices. Porque invitan al oyente a usar sus poderes de observación y a establecer de esta manera una cone(ión real entre su mente y el objeto. Un pronombre posesivo es un 'ndice de dos maneras/ en primer lugar, indica al poseedor y, segundo, tiene una modificación que llama sintácticamente la atención sobre la cosa pose'da.
SÍMBOLO os 'conos y los 'ndices no aseveran nada. i un 'cono pudiera ser interpretado por una oración, esta oración tendr'a que estar en modo potencial, es decir, se limitar'a a decir/ $suponiendo que una figura tiene tres lados%, etc. i el 'ndice fuera interpretado as', de modo gramatical ser'a el imperativo o e(clamativo, como $<9ea=% o $<&uidado=%. Pero la clase de signos que vamos a considerar a#ora se encuentran, por naturale!a, en indicativo o, como #abr'a que llamarlo, en declarativo. Por supuesto, pueden servir para la e(presión de cualquier otro modo, ya que podemos declarar que las aseveraciones son dubitativas o meras interrogaciones o imperiosamente e(igidas.
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4efino un símbolo como un signo determinado por su objeto dinámico, sólo en el sentido de que as' se interpretará. 4e este modo, depende de una convención, de un #ábito. Un s'mbolo se refiere al objeto que denota en virtud de una ley. Usualmente, una asociación de ideas generales que operan de modo tal que son la causa de que el s'mbolo se interprete como referido a dic#o objeto. *o sólo es general en s' mismo, tambi)n el objeto al que se refiere es de naturale!a general. 5#ora bien, aquello que es general tiene su ser en las instancias que #abrá de determinar, en consecuencia, debe necesariamente #aber instancias e(istentes de lo que el s'mbolo denota, aunque acá #abremos de entender por e(istente , e(istente en el universo posiblemente imaginario al cual el s'mbolo se refiere. Un s'mbolo es un representamen cuyo carácter representativo consiste precisamente en que es una regla lo que determinará su interpretante. 3odas las palabras, oraciones, libros, y otros signos convencionales son s'mbolos. >ablamos de escribir o pronunciar la palabra $#ombre%, pero sólo es una instancia o encarnación de la palabra que se pronuncia o escriba. a palabra misma no tiene e(istencia, pues consiste en el #ec#o de que algunos e(istentes se conformarán a ella. "s un modo general de sucesión de seis sonidos o representamen de sonidos que se convierten en signo sólo por el #ec#o de que un #ábito o ley adquirida #ará que instancias de ella se interpreten como significando un #ombre. &ualquier palabra ordinaria, como $dar%, $pájaro%, $matrimonio%, es un ejemplo de s'mbolo. "s aplicable a cualquier cosa. *o nos muestra un pájaro ni efectúa ante nosotros el #ec#o de dar en matrimonio, pero supone que somos capaces de imaginar esas cosas, y #emos asociado la palabra con ellas.
El escudo de armas dado por Juan de Garay a la Ciudad de Buenos Aires puede considerarse un ícono, un índice y un símbolo 6. Para considerarlo como ícono se debe encontrar la analogía o semejanza entre los representamena que lo constituyen y las cualidades de sus objetos: así, las cualidades de forma y color se mantienen en el dibujo del águila y de los cuatro aguiluchos y la forma en los dibujos de la corona y la cruz. Para entenderlo como índice hay que recuperar el uso que este escudo tuvo en su contexto histórico: El 20 de octubre de 1580, Juan de Garay reunió el Cabildo para las elecciones del Patrono y para determinar el Escudo de Armas que debía tener la ciudad. “En esta sesión los cabildantes platicaron sobre el fin y propósito con que el celo y voluntad del Señor General y Conquistadores vinieron a poblar y poblaron esta ciudad, y que piden a su merced del dicho Señor teniente de gobernador que mande señalar armas a esta ciudad, sobre que se funde su blasón, para que así, por su merced señaladas, pida confirmación de ellas a S. M. Y entre tanto usen de ellas y del blasón de esta un águila negra pintada al natural, con su corona en la cabeza, con cuatro hijos debajo, demostrando que los cría, con una cruz colorada sangrienta, que salga de la mano derecha y suba más alta que la corona, que semeje la Cruz de Calatrava, y la cual esté sobre campo blanco; y éstas, dijo, que señalaba y señaló por armas de esta ciudad, la razón de la cual y del blasón es de haber venido a este puerto con fin y propósito de ensalzar la Santa Fe Católica y servir a la Corona Real de Castilla y León, y dar ser y aumentar los pueblos de esta gobernación que ha cuarenta años que están poblados y cerrados e iban en gran disminución, y esto da por declaración de las dichas armas.”
En primer lugar, la presencia del escudo en tierra americana indica que allí donde está existe una #
Debe recordarse que no existen signos que sea íconos puros, índices puros o símbolos puros.
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ciudad de la Corona española, en segundo lugar, el águila representada relaciona ese escudo con los de Juan Ortiz de Zárate y Torres de Vera, en cuyo nombre Garay fundó la ciudad de Buenos Aires. El escudo se puede considerar finalmente como un símbolo ya que el águila negra representa a las familias Zárate y Vera, los cuatro aguiluchos las ciudades que Garay debía fundar, la cruz la fe católica y la corona el reino de Castilla y León.
Kuguel, Inés (2012) El signo según Charles Peirce. Material preparado para la asignatura Lenguaje, Comunicación y Cultura, UNGS.
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Los materiales em(leados en esta unidad est)n *asados en Kuguel, I, Iturri+a, , Leona, -., /odr0gue+, 1.
er*udis, . 42'''5 "l signo en Peirce. 1uenos 6ires7 ditorial 6rs.
Inés Kuguel
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