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f im m HISTORIA °^MVNDO ANTÎGVO
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Esta historia obra de un equipo de cuarenta profesores de va rias universidades españolas pretende ofrecer el último estado de las investigaciones y, a la vez ser accesible a lectores de di versos niveles culturales. Una cuidada selección de textos de au tores antiguos mapas, ilustraciones cuadros cronológicos y orientaciones bibliográficas hacen que cada libro se presente con un doble valor de modo que puede funcionar como un capítulo del conjunto más amplio en el que está inserto o bien como una monografía. Cada texto ha sido redactado por. el especialista del tema, lo que asegura la calidad científica del proyecto.
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1.
A. C aballos-J. M . S errano, Sum er y A kka d . 2. J. U rru ela , Egipto: Epoca Tinita e Imperio Antiguo. 3. C . G . W ag n er, Babilonia. 4. J. U rru ela , Egipto durante el Imperio Medio. 5. P. Sáez, Los hititas. 6. F. Presedo, Egipto durante el Imperio N uevo. 7. J. A lvar, Los Pueblos del M ar y otros movim ientos de pueblos a fines del I I milenio. 8. C . G . W agner, Asiría y su imperio. 9. C . G . W agner, Los fenicios. 10. J. M . B lázquez, Los hebreos. 11. F. Presedo, Egipto: Tercer Penodo Interm edio y Epoca Sal ta. 12. F. Presedo, J. M. S erran o , La religión egipcia. 13. J. A lv ar, Los persas.
14. 15. 16. 17. 18.
19. 20 .
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22. 23. 24 .
J. C . Berm ejo, E l m undo del Egeo en el I I milenio. A. L ozano, L a Edad Oscura. J. C . Berm ejo, E l m ito griego y sus interpretaciones. A. L ozan o , La colonización gnegtf. J. J. Sayas, Las ciudades de Jonia y el Peloponeso en el perío do arcaico. R . López M elero, E l estado es partano hasta la época clásica. R . López M elero, L a fo rm ación de la democracia atenien se, I. El estado aristocrático. R . López M elero, La fo rm a ción de la democracia atenien se, II. D e Solón a Clístenes. D . Plácido, C ultura y religión en la Grecia arcaica. M . Picazo, Griegos y persas en el Egeo. D . Plácido, L a Pentecontecia.
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J. F ernández N ieto, La guerra del Peloponeso. 26. J. F ernández N ieto, Grecia en la primera m itad del s. IV. 27. D . P lácido, L a civilización griega en la época clásica. 28. J. F ernández N ieto , V. A lon so, Las condiciones de las polis en el s. IV y su reflejo en los pensadores griegos. 29. J. F ernández N ieto , E l m un do griego y F Hipa de Mace donia. 30. M . A . R a b a n a l, A lejandro Magno y sus sucesores. 31. A. L ozano, Las monarquías helenísticas. I: El Egipto de los Lágidas. 32. A. L ozano, Las monarquías helenísticas. II: Los Seleúcidas. 33. A. L ozano, Asia M enor he lenística. 34. M . A. R abanal, Las monar quías helenísticas. III: Grecia y Macedonia. 35. A. P iñero, L a civilización he lenística.
ROMA 36. 37. 38.
39. 40. 41.
42.
43.
J. M artín ez-P in n a, El pueblo etrusco. J. M artín ez-P in n a, L a Rom a primitiva. S. M ontero, J. M artín ez-P in na, El dualismo patricio-ple beyo. S. M o n te ro , J. M artínez-P inn a, La conquista de Italia y la igualdad de los órdenes. G. Fatás, E l período de las primeras guerras púnicas. F. M arco, La expansión de R om a por el Mediterráneo. De fines de la segunda guerra Pú nica a los Gracos. J. F. R odríguez N eila, Los Gracos y el comienzo de las guerras civiles. M .a L. Sánchez León, R evuel tas de esclavos en la crisis de la República.
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44.
45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52.
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C . G onzález R o m án , L a R e pública Tardía: cesarianos y pompeyanos. J. M. R oldán, Instituciones po líticas de la República romana. S. M ontero, L a religión roma na antigua. J. M angas, Augusto. J. M angas, F. J. Lom as, Los Julio-Claudios y la crisis del 68. F. J. Lom as, Los Flavios. G. C hic, La dinastía de los Antoninos. U . Espinosa, Los Severos. J. F ernández U biña, El Im pe rio Romano bajo la anarquía militar. J. M uñiz Coello, Las finanzas públicas del estado romano du rante el A lto Imperio. J. M. B lázquez, Agricultura y minería romanas durante el A lto Imperio. J. M. B lázquez, Artesanado y comercio durante el A lto I m perio. J. M angas-R . C id, E l paganis mo durante el A lto Imperio. J. M. S antero, F. G aseó, El cristianismo primitivo. G . B ravo, Diocleciano y las re form as administrativas del I m perio. F. Bajo, Constantino y sus su cesores. La conversión del I m perio. R . Sanz, E l paganismo tardío y Juliano el Apóstata. R. Teja, La época de los Valentinianos y de Teodosio. D. Pérez Sánchez, Evolución del Imperio Rom ano de O rien te hasta Justiniano. G . B ravo, E l colonato bajoimperial. G. B ravo, Revueltas internas y penetradones bárbaras en el Imperio i A. Jim énez de G arnica, La desintegración del Imperio R o mano de Occidente.
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HISTORIA ^MVNDO
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ROMA
Director de la obra: Julio Mangas Manjarrés (Catedrático de Historia Antigua de la Universidad Complutense de Madrid)
Diseño y maqueta: Pedro Arjona
Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en el art. 534-bis, a), del Código Penal, podrán ser castigados con penas de multa y privación de libertad quienes reproduzcan o plagien, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica fijada en cualquier tipo de soporte sin la preceptiva autorización.
© Ediciones Akal, S. A., 1996 Los Berrocales del Jarama Apdo. 400 - Torrejón de Ardoz Madrid - España Teléis.: (91) 656 56 11 - 656 51 57 Fax: (91) 656 49 11 ISBN: 84-7600-274-2 (Obra completa) ISBN: 84-460-0572-7 (Tomo XLVIII) Depósito legal: M. 174 - 1996 Impreso en Grefol, S. A. Móstoles (Madrid) Printed in Spain
LOS JÜLIO-CLAÜDIOS Y LA CRISIS DEL 68 Guillermo Fatás
D om i res tranquillae, eadem m agistratuum vocabula, iu m ore s p o s t Actiacam victoriam, etiam senes plerique inter bella civium nati: quotus quisque reliquus qui rem p ub licam vidisset? (Cornelio Tácito, A nales, 1, 3). “ Con los asuntos internos en paz, las magistraturas sin variar de nombre, nacidos tras la victoria de A ccio los jó v e n es y la m ayoría de los adultos en plenas guerras civiles, ¿quien quedaba que hubiera conocido la República?”
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Indice
P á gs,. I.
M edio siglo de C l a u d i o s ..............................................................................................
II.
Tiberio ................................................................................................................................ 10 1. F racaso biográfico, éxito p o l í t i c o ......................................................................... 2. Un linajudo sucesor de A u g u s t o ........................................................................... 3. Una vida de servicio .................................................................................................
7
10 11 14
III. Caligula ........ ..................................................................................................................... 26 1. Un ser desequilibrado .............................................................................................. 26 2. Los soldados deciden ................................................................................................ 29 IV.
C laudio ............................................................................................................................... 31 1. E m perador por sorpresa ........................................................................................... 31 2. H om bre de E s t a d o ...................................................................................................... 33 3. Problemas militares .................................................................................................. 39
V.
N erón .................................................................................................................................. 41 1· Hijo de su m adre ........................................................................................................ 41 2. E m perador aclam ado ................................................................................................ 43
VI. Epílogo sangriento: El año de los C uatro E m p e r a d o r e s ...............................
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C r o n o l o g í a ................................................................................................................................... 60 Bibliografía ................................................................................................................................ 62
Los Julio-Claudios y la crisis del 68
I. Medio siglo de Claudios
L os c in c u e n ta y cu a tro años tr a n s c u rridos entre la muerte de A u g u sto y la de Nerón, su último suceso r por ra z o nes de linaje, no vieron innovacion es re v o lu c io n a r ia s ni en las e s tr u c tu r a s ec onóm ic as, ni en la o rdenación social ni en la form a ju ríd ic o -p o lític a oficial del Im p e rio R o m a n o . La e c o n o m ía y la so c ied a d ro m a n a s d is c u rr ie ro n s o bre las bases sentadas durante los últi m os d e c e n i o s de la R e p ú b lic a y p or los cauces d iseñados fo rm alm en te por el p rim e r e m p e ra d o r; eso sí, c o n s o li d a d o s y m e jo r a s e n ta d o s . El v é r tic e social fue o cupa do por el príncipe y su C asa que, ad e m á s, se c o n v irtiero n en el p rim e r org an ism o estatal; los o rd i n e s p r i v i l e g i a d o s , el s e n a to r ia l y el ec u estre , c o n s o lid a ro n sus p o sic ion e s y el segundo las m ejoró, al tiem po que lo m a b a i n c r e m e n t o el c a d a vez m ás a m plio sector de notables locales que regían la vida de las pequeñ as c iu d a des ro m a n a s de las p r o v in c ia s y que fo rm a r o n el ordo d e c u r io n u m , d e s d e el cual resultaba ca da vez más posible ac ce der a posiciones de m a y o r relieve. L a re d u r b a n a no d e j ó de g a n a r en densidad , tanto por la incesante c re a ción de nuevos núcleos (coloniae), h a bitados desde su n a c im ie n to p o r c i u d a d a n o s r o m a n o s , c u a n t o p o r la co n c e s ió n de los o p o r tu n o s e s ta tu to s ju ríd ic o s a ciudade s preexistentes c u yas m inorías rectoras se habían r o m a
n iz ad o lo b a s ta n te c o m o p a r a q u e la co m unidad bajo su g o bierno recibiese la ca lid a d de m u n ic ip iu m de dere ch o ro m a n o o latino. O c c id e n te se p o bló de ciudades: florecieron las fund adas p o r C é s a r v Ajig n s l o j u n t o a bis de niu'v;) cMTmci ón -v -qnerló trazada en él la in c o r p o r a c i ó n d efinitiva a la civ ili zación del e c ú m e n e. La e xtensión de la ciu d ad a n ía hizo p rog resos visibles: de cuatro m illones y cuarto de c iu d a danos censados bajo A ug u sto se pasó a seis en tiem pos de C lau dio y la m a yor parte de ese increm en to se produjo en las provincias. A caso los cam bio s m ayores se a d v ie rta n en las n u e v a s o p o r t u n i d a d e s para los caballeros romanos, que antes apenas podían servir en puestos oficia les que no fueran los de ju e ce s u oficia les militares de segundo nivel, y cuyo ordo fue objeto de particular atención p o r los c é s a r e s , q u ie n e s d is p u s ie r o n para él una larga serie de puestos o fi c iale s, en f o rm a de altas p r e f e c tu ra s (como la com andancia m ilitar de R om a o el gobierno de Egipto) y de num ero sas p ro c ú ra te la s, m e d ia n te las cuales los c a b a l l e r o s de p r o b a d a le a lt a d al príncipe pudieron desarrollar, a merced de la voluntad de éste, un cursus h o n o rum o f i c i a l m e n t e r e c o n o c i d o y q u e , cada vez menos excepcionalm ente, h a cía posible su ascenso al rango senato rial.
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Akal Historia del Mundo Antiguo
N o hubo, sin em bargo, alteraciones significativas en la calidad de la estruc tura económ ica del Imperio. La paz, el crecim iento de las redes urbana y v ia ria y la hom ogeneización de las p rovin cias, sobre todo en O ccidente, facilita ro n , d e s d e lu e g o , el i n t e r c a m b i o de p ro d u c to s y la g e n e r a liz a c ió n de una econom ía monetarizada. Pero las d if e rencias, a m enudo abismales, entre los poderosos y los desheredados persistie ron, así c o m o las m a sa s de es c la v o s,
del m is m o m o d o que la b as e f u n d a m entalm en te fu n d iaria y ag ro pecuaria de la riqu eza y de la d ig n id a d social, sin que se registrasen tam p oco inn ova ciones de carácter tecnológico en nin gún cam po de la producción, salvo que ac ep tem o s com o tal la veloz difusión de los sistemas productivos más efica ces de las reg iones m e d ite rrá n e a s del Im perio hacia las más atrasadas reg io nes del Norte y del O ccidente. El poder p e r s o n a l e in s t itu c io n a l del p r ín c i p e
LA FAMILIA DE AUGUSTO (Las fechas indican fallecim iento) H ija d e C a lp u rn io
C. C ésar ·
Pisón, h e rm an a d e Pisón Frugi,
A u re lia
C u ñ a d o d e M a rio o
A m a n te d e C é s a r <■)
S e rvilia
M a d re d e M . B ruto S u e g ra d e L ép id o y C a s io
N ie ta d e Sila
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J u lia O c ta v ia I ·
S e x . A p u le yo — M a rc e lo (ver Julia)
S e x . A p u le y o
M . A p u le y o M a rc e la I C . C la u d io •
Su h erm an o ,
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su e g ro d e Sx. — Pomp.
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V ip s a n ia (ver T ibario ) ©
I M a rc e la I ·
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N eró n
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N e ró n
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C la u d io
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M e s a lin a
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O c ta v ia
B ritá n ic o
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Los Julio-Claudios y la crisis del 68
co m o tutor e m in en te de la patria, del pueblo, de las instituciones, com o pri mer patronus particular y prim era for t u n a p r i v a d a y p ú b l i c a del I m p e r i o m arca de m odo sustantivo este período y en tal hecho se halla, sin duda, la m a yor diferencia respecto de los decenios finales del régim en republicano. De ahí que cobren tanto relieve los rasgos p e r sonales de cada césar y que resulten tan influyentes incluso sus gustos o prefe rencias, sean de corte clásico, com o en Tiberio y Claudio, o de tipo innovador y desafiante, com o en C aligula y N e rón. Por otra parte, los sucesores dfe A u gusto en el Imperio no fueron en nin gún caso herederos directos suyos p or l a sangre. La familia antiquísim a de los Claudio y, luego, la más m oderna pero relevante de los D om icio (a la que p e r tenecía Nerón), fueron las cepas bioló gicas de la dinastía por línea de varón. El sentido que cobró la historia exigía, en la práctica, que el primer magistrado rom ano, dotado de ex cepcionales p r e rroga tiva s, propias de una m o n a rq u ía a b s o lu ta , fu ese s u c e d id o p or un hijo s u y o . P e r o n i n g ú n c é s a r , h a s t a la m u e rte de V esp a sia n o , c u a n d o ya no g o b e r n a b a n los h e r e d e r o s f a m i lia r e s del p rim e r em p erado r, fue hijo b io ló gico de su antecesor y eso añadió obs táculos sobresalientes a la difícil rela ció n en tre los p r ín c ip e s y la an tig u a nobleza republicana. Así y todo, ni aun este azar im pre v isible im pidió que se asentase el principio de sucesión dinás tica: falto s de su c e so re s de A u g u r o , los se n a d o r e s o las tropas recurrirían, 'su a p e r s o n a l ajenas ¡Tía fam ilia. Pero cada vez que un em p erad o r consolidó su trono y tuvo hijos varones que le s o b r ev iv ieran , los hizo h ere d ero s de su magistratura. Una gran lámina de bronce, que se g u a r d a en el M u s e o C a p i t o l i n o de R o m a, ha c o n s e r v a d o el final de una disposición imperial, la llamada lex de im perio de Vespasiano, el p rim e ro de los tres e m p e ra d o re s Flavios. Uno de sus apartados resum e muy bien en qué
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se h ab ía tran sfo rm ad o , un siglo ju sto d e s p u é s de la v ic to ria de O c ta v io en A ccio, la in stituc ión im perial: “C u a l qu ie r cosa que el e m p e ra d o r entien da obre en interés del E sta d o y sea a d e cu a d a a la d ignid a d de lo divino o lo hum ano, lo público o lo privado, tendrá derecho y poder de p ro m o v e rla y eje cutarla, com o el divinizado A ugusto y Tiberio Julio C ésar A ugusto y Tiberio Claudio César A ugusto G erm á nico.” El em perador se había convertido en ins tancia inapelable. Y la h istoria oficial había suprim ido de la m em oria pública dos de los cinco n o m b re s im periales: los de Caligula y Nerón. No volvió a darse en la Historia de R o m a la ac tividad casi sim u ltá n e a de creadores de la calidad de Virgilio, H o racio, O vidio y Tito Livio. Pero no fal taron nombres relevantes, com o los de los cordobeses S éneca y Lucano, el de P ersio, el noble e p ic ú re o P etronio, el fa b u lista F edro, los h isto ria d o r e s Veleyo Patérculo y Quinto C u r d o Rufo o escritores científicos c o m o el e n c ic lo pédico Plinio el Viejo, el médico Celso o el geógrafo hispano P o m ponio Mela cuyo conjunto subraya, además, la bri llante incursión de las tierras occiden tales, con H ispania a la cabeza, en la m ás ilustre ro m a n id a d . La e d u c a c ió n helenizante de las personas cultas y el crisol cosm opolita en que se han c o n vertido el Imperio y, sobre todo, Roma, facilitan el trasvase de ideas y la circu lación de c o r r ie n te s de p e n s a m ie n to , m od as y estilos. E stoicos y epicúreos pueblan el panorama, al que se suman n um erosos adeptos a religiones ex ó ti cas y sa lvifica s, r e p r e s e n ta d a s en los boyantes e im parables cultos de Isis y C íbele o en la extensión de las cre en cias judías, así tradicionales com o cris tianas. El hec h o c e sá re o es h o rizo n te de to dos los p a n o ra m a s y los ju rista s ( d iv id id o s en tre sa b in o s, a d e p to s sin vac ila cion es a la n u ev a m o n a rq u ía, y proculeyos, más racionalistas) no que dan menos marcados por su tiempo que los o r a d o r e s , los h is t o r i a d o r e s o los poetas.
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Akal Historia del M undo Antiguo
II. Tiberio
If
1. Fracaso biográfico, éxito político La f o rtun a negó al p rim e r e m p e r a d o r
mniaflo-y4Í-sjir.esor de su sjmjire^y pleno agrado. A doptó a su hijastro, Tih r r i o y lo a s o c ió al p o d e r l e s á re o , p e r o só lo c u a n d o to d a s las r e s ta n te s po sibles solucio nes c o n te m p la d a s por él, una por una, quedaron desbaratadas. No tuvo hijo varón de n inguna de sus esposas y de la prim era sólo nació Ju lia, en cuyos tres m atrim onios depositó su p ad re las m e jo re s e s p e r a n z a s ; las ilusiones puestas en su sobrino, M arco C laudio Marcelo, nacido a la ve/, que Tiberio (42 a. de C.), también se desva necieron: lo casó te m p r a n a m e n te con Julia, pero el fallecim ie n to prem aturo del j o v e n (23 a. de C .), a los d i e c i nueve años, cegó ese cam ino; murieron asim ism o de poca edad los dos nietos, Cayo (el 4 d. de C.) y Lucio (el 2 d. de C.), que Julia trajo al mundo, en su se gundo matrimonio, de M arco Vipsanio A grip a, el íntim o a m igo, c a m a ra d a y “ministro universal” de A ugusto, corre gente del Imperio desde el año 18 a. de C.; niños a q u ie n e s el p rín c ip e hab ía elegido públicam ente y con visible e n tu sia sm o c o m o s u c e so r e s de h ec h o y adoptado com o hijos. Agripa, a su vez, f a l l e c i ó (12 a. de C .) a n t e s q u e su a m ig o y césar, a u n q u e no sin lo g r a r
nueva desce nd encia: Julia dio a lu z a A grip a P ostum o al poco de m uerto el progenitor; no nacieron frutos del to r mentoso m atrim onio, forzado por A u gusto, que contrajeron (12 a. de C.) J u lia, tras su segunda viudez, y Tiberio, que finalmente fue adoptado com o hijo (4 d. de C.) a falta de alguien personal mente más grato o afín al fundador del régim en y a la vez que lo era también A g r i p a P o s tu m o , q u e fue r e d e n o m inado Agripa Julio César. Este joven , de gran atractivo físico, poseía un carácter anormal e insoportable y vivía en per m a n e n te e x c e s i v i d a d , lo q u e lle v ó a Augusto y al Senado a decretar su per petuo co n finam ien to y exilio en el is lote de Planasia (7 d. de C.), donde vi v ió h a s t a la m u e r t e de su a b u e l o , in m e d ia ta m e n te de la cual fue a s e s i nado, se igno ra e x a c ta m e n te p or qué causas, y no sin que antes se hubiese intentado su participación en un par de conjuras contra el régimen. L os c u a tr o d e c e n i o s de g o b ie r n o augústeo. la fortaleza interior y exterior lograda p or el Imperio, el prestigio ge n e r a liz a d o del r é g im e n , el b ie n e s t a r nunca antes conocido de sus provincias y el aura sacral que acabó por envolver a la figura de O ctavio A u gusto hacían im pensable a su m uerte cualquier solu ción política que no fuera la de su sim ple s u s t i t u c i ó n p o r T ib e r io : d u r a n te luen gos años, una parte su stan tiv a de
Los Julio-Claudios y la crisis del 68
los a s u n to s p ú b lic o s h a b ía e s ta d o en m anos del César, la vastedad de cuyo patrocinio cuasi universal era sólo com- 1 parable con la de sus inmensos recursos ! económicos; circunstancias que, unidas, llegaron a conformarse com o esenciales y de hecho en el nuevo estado de cosas; / caracterizado, además, por la tan año-1 rada paz civil, el orden interior, la bo-Uj nanza económ ica, el p ro gre so general ) de las provincias y el prestigio militar de Roma, apenas em pañado por la solitaria tragedia de Teutoburgo. El conjunto, pues, de situaciones vi gentes en la práctica, que nadie intentó mudar, y la larga asociación de Tiberio a las tareas de gobierno, d esem peñadas por éste con lealtad, mesura y c o m p e tencia, se im pu sieron c o m o d e s e m b o cadura natural de la situación; de modo nada traum ático, el régim en consolidó definitivam ente dos de sus rasgos más típicos: ima gran concentración de p o d e res del Estado en una so la p e r s o n a , q ue lo s a s u m í a de hecho y dlT iureTV'la d oMc^cond ic i o n hereditaria y vitalicia de tan excepcional m agistratura, esta blecida ésta de facto, puesto que n in g u n a j J i s p o s i c i ó n ni a c u e r d o _ p e r m a n e nte se hab ía e m itid o n u n c a j i o r los c ó inicios ni por el S enado so.hre_cl par ticular. La e v id e n c ia de las cosas era tan contundente que nadie exigió jam ás tal expediente.
2. ü n linajudo sucesor de Augusto Tiberio, nacido en R o m a el 16 de no viembre del 42 a. de C., fue finalmente a d o p ta d o p o r A u g u sto y se c o n v irtió por ello, en toda plenitud, según el D e recho ro m a n o , en un h tliu s y en hijo del príncipe. Pero tam bién era hijo de L ivia — u na C la u d ia P u lc h e r — y de Tiberio C laud io N erón — un Claudius Nero — , cuyo sobrenom bre, en la len gua sabina de la antigu a fam ilia, vale por “esforzado” , si hem os de atender a las obse rv a cio n e s del g ram á tic o Aulo
Gelio. Por am bas ram a s b iológica s y, aún más, p or la paterna, pertenecía el n uevo C é sar a dos fam ilias e s c la re c i d a s , í n t i m a m e n t e e n t r a ñ a d a s c o n la Historia de Roma. La familia de su pa dre era la ram a patricia de la vasta gens de los Claudii, el g ru p o sa b in o cuyo patriarca, Ata C lau so (A p io C laudio), había llegado a R om a en com pañía de miles de familiares y clientes al poco de la expulsión de los reyes etruscos; o, según otra tradición arraigada, aunque no tan atendible, al poco de la f u n d a ción m ism a de Rom a. Los Claudio pro dujeron varias ramas ilustres, com o los Claudii Pulchri, los Claudii Marcelli, los C la u d ii C e n th o n e s o los C la u d ii Nerones. En la persona de Tiberio iban a co n c u rrir d irec tam en te dos de estas estirpes. S uetonio, en su biografía so bre el sucesor de Augusto, que escribió en el prim er quinto del siglo n, insiste en esta condición linajuda de Tiberio, tan im portante para la m e n talid ad ro mana. Las ha z a ñ a s de m u c h o s a n t e p a s a dos de T iberio eran c o n o c id a s por el c o n ju n to de la so c ie d a d ro m a n a a tí tulo de ex e m p la , del m ism o m odo que lo eran las de los E scipión o los Fabio, c u y a s g e s ta s r e s u lt a b a n del d o m in io público y form aban parte del rep e rto rio de v a l o r e s s o c ia l y o f ic i a lm e n te aceptados com o arquetípicos de la ro manidad ancestral, del m o s m aio ru m y del aún a d m irad o y e n c o m ia d o m odo de se r de los r o m a n o s a la a n t i g u a usanza. Los Claudio, según la m e m o ria colectiva y oficial de los romanos, h a b ía n o s t e n t a d o en los sig lo s n a d a m e n o s q u e v e j n t i o c h o c o n s u l a d o s, c in c o d ic ta tu rae, siete c e n s u r a s y reci bid o seis triump h i o ficiales v dos o v at i ones por sus g e s ta s de guerra en pro de la República. Entre sus ancestros se coñTaba7poT" ejem plo, el fam oso Apio C laudio el Ciego, el m ás notable se n a dor de su tiem po e in olvidable censor en los a ñ o s 3 1 2 - 3 0 8 , a q u ie n d e b í a ex iste n c ia y no m b re la Vía A pia que c o m u n ic a b a R o m a co n C a m p a n ia , la regina v iarum R om anarum ', tam bién,
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Akal Historia del Mundo Antiguo
El Imperio romano en el ano 23 d. de C.
Adaptado de E. N. Luttwak MAVRETANIA Estado cliente Límite aproximado del poder imperial Ivdaea (anex. 6 d. C.) Tetrarquía de Antipas Tetrarquía de Filipo Tetrarquía de Abilene Émesa y otros pequeños Estados Reino de Comagene Reino de Tarcondimótida 8 Etnarquía téucrida 9 Cilicia Tracheia 10 Etnarquía de Comana
CHAVCI
BOSPORVS
Lvsitania
Tarraconensis PONTVS Bithynia^<5o>~ Galatia Armenia
Baetica
MAVRETANIA '■*·_ I __ ___ Lycia
GAETVLI
Cyrenaica
Claudio Nerón, el ven c ed o r de A sdru bal en el M e t a u r o (2 0 7 a. C .), c u y a actuación supuso el principio del fin de la Guerra de Aníbal al privar a este de toda posibilidad de recibir tropas hispanopúnicas de refresco; e, igualmente, p e rso n a je s de nota que habían d e s ta c a d o p o r su a r r o g a n c i a . p a r a c o n la plebe, osadía personal y alto concepto de sí, características que la vox populi atribuía a todos los m iem bros de la f a
Cyprvs
Aegyptvs
milia, sin exclusión de las m ujeres, tó pico s a b ro s a m e n te c o n d e n s a d o por T á c ito , que se r efiere a su s e c u la r y cong é n ito orgullo con la frase vêtus et in sita C la u d ia e fa m ili a e su p e rb ia , p r e c is a m e n te en un p á r r a f o a p r o p ó s i t o d e l t e m p e r a m e n t o de T i b e r i o . O t r o a n t e p a s a d o de é s t e , C l a u d i o Craso, cónsul y uno de los d cccnviros que reda cta ron a m ediados del siglo v a. de C. las X II Tablas, f u n d am e n to de
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lodo el ius civile, se hizo fam oso por su pasión deso rd e n ad a hacia Virginia, que d esenc adenó serios conflictos p o líticos; o C laudio P ulcro, cuya befa de un a u g u rio — se g u id a de una d e r r o ta n a v a l f r e n t e a lo s p ú n i c o s c u a n d o m a n d a b a la f l o t a r o m a n a — q u e d ó co m o p a ra d ig m a de altiva irrev erencia en los a n a le s de R o m a ; la h ija y la n ie ta , h o m ó n im a s , de A p io et C ieg o ig u a lm e n te p ro ta g o n iz a r o n r ele v an te s hechos públicos. Una ram a de los C laudii se in te gró, en los c o m ien z o s del siglo i a. de C., en o tr a de la m e j o r a r i s t o c r a c i a ple b eya , la de los Livii. S u eto n io e n u m e r a e n t r e los m i e m b r o s de é s t a a ocho cónsules, un d ic ta to r y dos c e n sores que to talizaro n tres triu m p h i de guerra. Fueron p a rticu la rm en te f a m o so s M a r c o L i v i o S a l i n a t o r , c ó n s u l , dic tad o r y c e n so r en los difíciles años de la G u erra de A níbal; su ta taran ieto M a rc o L iv io D ru s o , el m ás a s tu to e im p o r ta n te rival de C a y o G ra co , d u rante el tr ib u n a d o p le b e y o de a m b o s en el 122 a. de C. y que logró el raro h o n o r de ser n o m b r a d o p a tr o n u s S e n a t u s ; el hijo h o m ó n im o de éste, no table tribuno de la plebe en el año 91 a. de C. y a sesin a do en esa fecha, que fue padre a d o p tiv o del ab u e lo de T i b e r io , A p io C l a u d i o P u lc r o , el cu a l c a m b ió su n o m b re , tras la ad o p c ió n , p o r el de M a r c o L iv io D r u s o C l a u diano, tal y co m o establecían el uso y la ley. E s te L iv io D r u s o C l a u d i a n o fue el p ad re de L ivia ( L iv ia D ru s i la fue su nom bre c o m pleto). Y era, pues, i g u a l m e n t e d e s c e n d i e n t e de A p i o Claudio. El m arido de Livia y padre de T i berio , T ib e rio C la u d io N eró n , fue am igo y co lab o rad o r de C é sar y p rota g o n is t a de u na v id a n o v e l e s c a en el d r a m á t i c o a m b i e n t e d e las ú l t i m a s g u e r r a s c i v i l e s . C i c e r ó n lo h u b i e r a querido para yerno, tras el divorcio de su hija Tulia, que se separó de su se g u n d o e s p o s o . D u ra n te la G u e r ra de A lejandría, en la que tan serios apuros a c e c h a r o n a Ju lio C é sar, fue c o m a n
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dante de la flota y, j u n to a L u cio , el te rc e r hijo de M a rc o A n to n io , lu c h ó en Perusia contra la estrella em ergente de Octavio: victorioso éste, hu bo N e rón de h u i r a S i c i l i a , j u n t o a S e x to P o m p ey o , que se g u ía re sis tie n d o con éxito frente a las p rete n sio n e s de O c tavio. Llegó allí con su mujer, Livia, y con Tiberio, muy niño todavía, que le a c o m p a ñ a r o n lue g o, tras u n a d isp u ta con Sexto, a E sparta, ciu dad que tenía a los C la u d io c o m o p a tro n o s , y, por fin, j u n to a M a rc o A n to n io . D u ra n te las nego c ia cio n e s entre los tres g ra n des rivales políticos de los años 40 y 39 a. de C., T ib e rio c u m p lió los tres añ os y L ivia, que ya e s ta b a e m b a r a z a d a de su s e g u n d o h ijo , D ru s o , los diecinueve. O ctavio se en a m o ró v iv a mente de ella y N erón, rea d m itid o en Rom a, no tuvo inc onv enie nte en a c ce der a la sep arac ió n para que c e le b ra sen m atrim on io (17 de enero del 38 a. de C.): de este m o d o e m p aren ta b a con la más r a n c ia n o b le z a r o m a n a quien iba a ser v en c ed o r de la gu erra civil, prim er em p erad o r y, finalm ente, padre adoptivo del segundo. En esos m ism os años, del reciente m atrim onio entre Octavia, la herm ana de Octavio, y M arco Antonio, nacerían Antonia “la m a yor” (39 a. de C.), m u je r de Lucio D om icio A henobarbo, m a d re de G n e o y a b u e l a de N e r ó n , el q u in to cé sa r de R o m a; y A n to n ia “ la m enor” (36 a. C.), esposa más tarde de Druso, madre de G erm ánico y de C lau dio, el cu a rto césar. G e r m á n ic o , a su vez, fue p a d re de C a lig u la , el te rc e r em perador de Roma, que precedió a su lío Claudio en la púrpura. Es decir: que todos los e m p e r a d o r e s de la O mastTa, tras T iberio, fueron d e s ce n d ien te s di re c to s ~3el to r m e n to s o m a tr im o n io d e l i s t a d o entre el p rincipal e n e m ig o de Aïïgusto y la herm ana de éste. Nerón, ademas, fue un Domitius~por su padre, af igual q ^ e T ÏÏa udTo y Caligula fueron 'CHmtdTi, comcTherederos biológicos de Tiberio Claudio Nerón y descendientes su y o s. d e J J v i a v del se gundo hijo de
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3. Ciña vida de servicio El general La vida de Tiberio a las órdenes direc tas de A ugusto es ejemplar. T iberio h a bía cum plido la más que m adura edad de cincu enta y seis años cu ando murió su padig adoptivo. Vivió en su c o m p a ñía desde que tenía tres y d es em p e ñ ó con rigor las pesadas obligaciones que el Estado y el nuevo régim en imponían a un m ie m b ro de la fa m ilia del p r ín cipe que, además, era un C laud io y se tenía por tal. Su vida priv ada fue o rd e nada y austera y notorio su afecto por su prim era esposa, V ipsania A g rip in a (hija de Agripa), a la que hubo de re p u d ia r p ara s a tis f a c e r los d e s e o s del césar. C on b u e n a f o r m a c i ó n i n t e l e c tual, co n o c ed o r del m un do griego y de su lengua, sereno, decidido y valeroso, luchó en la G uerra Cántabra, devolvió m a n u .m ilita ri el tro n o a rm e n io a T i granes II, a quien coronó en nom bre de R om a (20 a. de C.), protagon izó en ese m ism o año la recuperación de las ág u i las legionarias perdidas por Craso ante los partos en el desastre de Carras, d e s e m p e ñ ó con ac ierto m is io n e s de g o bierno y m ando legionario en la Gallia Com ata y dio muestras de su gran pe ricia estratégica en Retia: en una vasta operación bien c om binada con su her mano Druso, som etió a los retios y al p ueblo celta de los vin d é lic o s (15-12 a. de C.). M uerto A g r ipa, sin duda fue Tiberio el más brillante y constante ge n eral d e A u glJ?üo~yl^u te n s e 'e n carg ó fle in ic iar el so m etim iento de los p a n oñTosIcon uña la rg a c a m p a ñ a de tres años. Su notable h erm an o D ruso había d irig id o con f o rtu n a vastas o p e r a c io nes entre el Rin y el E lba, en una de las cuales murió fortuitam ente (9 a. de C\). T ib e rio h u b o de su s titu ir lo y, al cabo de dos años, en las vísperas de su r e tiro im p r e v is to a R o d a s, h a b ía d e ja d o e n c a u z a d a s las o p e ra c io n e s, que fueron proseguidas por D o m ic io A hen o b a r b o , el a b u e lo de N e ró n , y c o n
cluidas por él mismo. T iem po después (6-9 d. C.), Tiberio, que estaba p re p a r a n d o un fo rm id a b le plan p a ra la re ducción a la obediencia imperial de las tierras de más allá del E lba, hu b o de p o n e r s e a tod a p ris a al m a n d o de un en orm e contingente de cien mil sold a dos p ara hacer frente con éxito a la i m p ortante su blevación p a n o n ia dirigida p o r B a to , de c u y o f ra c a s o a c a b a r í a n por surgir las dilatadas provincias im p e r a t o r i a s de D a l m a c i a y P a n o n i a . A ca b ad a la cam paña se p ro d uj(Tel desastre de Varo en Westfalia, suceso de p r im e r o rd e n en la h is t o r ia e u r o p e a , puesto que determ inó p ara sie m p re el a b a ndono por R o m a de las tierras del otro lado del Rin.
El m a g is tr a d o < T ib e rio fue, pues, un c o o p e r a d o r e f i ciente y entregado en la política im p e rial de Augusto. En una época en que todo se hacía y em pre ndía bajo los au s picios del césar, sólo éste podía ser re com pensado con un triunfo oficial: Ti b e r i o r e c i b i ó , en c o n s e c u e n c i a , los h onores vicarios de la ovatio (9 a. de C.), p ero acrecido s con el disfrute de las insignias del triumphator, los o rn a m enta triumphalia, que nadie antes re cibiera en tales circ unsta ncia s. N unca fue cuestionada su lealtad para con A u gusto y el régim en. En el año 13 a. de C. e j e r c ió su p r im e r c o n s u la d o , a la pronta edad de veintiocho, en c o m p a ñía de Publio Quintilio Varo, cuyo fra caso en G e r m a n ia ante los q u e ru sc o s r e s u l t ó de tan la rg o a l c a n c e . Y seis a ñ o s d e s p u é s lo a s u m ió p o r se g u n d a vez: al térm ino de su desem peño, A u gusto lo distinguió con una m uestra re levante de c o n fia n z a al investirlo por cinco años con la potestad de los tribu nos de la p le b e , e x p e d ie n te fo rm a l a que el m ism o A ugusto recurrió durante toda su vida com o ju s tific a c ió n y c o bertura legal de gran parle de su poder p o lític o y de su alto p atro c in io sobre los intereses de la plebe romana.
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En tales c irc u n sta n cia s se pro d u jo su singular eclipse voluntario: un retiro s o r p r e n d e n te de la v id a p ú b lic a que U u r ó larg o tie m p o y que, a u n q u e cOffíenzado por propia d e c isión, term inó alargándosc~cóñtrá su voluntad. Es inú til e s p ec u lar sobre las causas directas de tan llamativa retirada, pues no hay constancia cierta de las mismas. P ud ie ron ser de varia clase y, probablemente, influyeron en la rara decisión de T ibe rio tanto sus insu p e ra b le s d e s a v e n e n cias con Julia, con la que hubo de des posarse a disgusto y previo repudio de su p r i m e r a e s p o s a , a la q u e a m a b a , c u a n to su r e l u c t a n c i a r e s p e c to de la forma m onárquica del Estado o por la v is i b le in te n c i ó n de A u g u s to de h a cerse suceder por los hijos de Julia y Agripa, hijastros ahora de Tiberio, cir cunstancia esta última que a posteriori alegó com o causa principal de su mulis, con el fin — ad u jo — de no d añ a r los intereses del E stado m ediante una involuntaria, pero inevitable e inconve niente, com petencia en el seno de la fa m ilia frente a los nietos de A u g u sto . Pasó, así, mucho tiem p o en Ro d a s, en una pequeña finca de recreo, llevando, al parecer, una vida muy sencilla, a d e cuada a su conocida severitas. La pro longación indeseada de su exilio pudo tener com o causa la hostilidad de Cayo César, el nieto m ayor de A ugusto y su presum ible sucesor, que d ep uso final mente su actitud, consintiendo en el re greso a Rom a de Tiberio, el cual se ve rificó en el año 2 d. de C., si bien se le im puso la condición de vivir com o un mero privatus. La ausencia duró, pues, un septen io largo y el d isfav o r im p e rial, dos años más. La muerte de Cayo y Lucio obligó a Augusto a contar de nuevo con Tiberio. Tras casi diez años de alejam iento, lo a d o p t ó c o m o h ijo , al t i e m p o q u e a Agripa Postumo, y le obligó a adoptar, a su vez, a G erm ánico, el jo ve n hijo de su h e r m a n o D ru s o y nieto de M a rc o Antonio. Los poderes estatales que le fueron otorgados tomaron, esta vez, la forma suprem a de un im perium procon-
\ sitiare mains del m ismo tipo que el que A u g u s to p o s e ía (u n a c o r r e g e n c ia , de hecho; cuando menos en las im portan tes y bien guarnecidas provinciae Caesaris) y una potestad tribunicia decenal, que le fue renovada en el año 13 (el úl tim o de la vida de A u g u sto ) por otro tanto tiempo, si no vitaliciamente. N in gún requisito, pues, de forma, ni en lo público ni en lo privado, fue omitido. El largo desencuentro entre el creador del I m p e r io y q u ie n iba a s u c e d e r le quedó supeditado a las razones de Es tado.
La pr o c la m a c ió n C uando el fundador del régim en falle ció el 19 de a g o s to del 14, no h ab ía n inguna duda sobre su voluntad su c e soria. Tanto desde el punto de vista del g e n u s, del linaje, cuanto por su virtus, su valía personal puesta al servicio del S enado y el pueblo de R om a, Tiberio /o c u p a b a el lugar más d estac ad o entre t o d os los ro m a n o s para hacerse cargo d e~la h e r e n c i a p e r s o n al y p o lític a de l-À y g u s t o ^ P e r o el n u e v o e m p e r a d o r , c o m o buen Claudio, deseaba mantenerse en el respeto a la norma tradicional y, aunque las tro pas, a lg u n o s m a g is tr a d o s y las c o h o r t e s p r e t o r i a s lo h a b í a n j u r a d o com o príncipe de modo inmediato, soli citó, ante la general sorpresa, recibir el poder de los cónsules y del Senado, que d e b ía n d e l im it a r lo con a lg u n a p r e c i sión, p ara que fuese lu e g o ra tific a d o por el pueblo en los comicios. Los pre parativos para cum plir tal serie de re quisitos duraron casi un mes y los p a tres aceptaron el procedimiento en una solemne sesión celebrada el 17 de sep tiem bre, en la que A u g u sto recibió la apoteosis; lo cual, de paso, convertía le galmente a Tiberio en hijo de un clivus. Los cónsules propusieron al Senado la designación de Tiberio com o príncipe, por propia iniciativa de los magistrados supremos y a la vista de la voluntad de Augusto y de los términos de su testa
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Akal Historia del Mundo Antiguo
El emperador Tiberio. Bronce procedente de Herculano. Hacia el 14 d. de C.
mentó, que hacían de Tiberio legatario casi universal: recibía “la mitad más un se x to ” de la inm ensa fortuna personal (jjTA u g u s t o y cl n o m b r e de c s te , a I igual que L i via (Julia A u g u sta , desde entonces). Él Senado y el pueblo, com o querían la tradición de la República y el heredero, ratificaron la propuesta c o n sular y Rom a toda prestó ju ram en to de fidelidad personal a quien no quiso ser tenido sino por p rin c e p s : el primer ciu dad a n o y m a g istrad o de la R ep ú b lic a
form alm ente existente. Se instituyó un culto especial de Estado para Augusto, pero Tiberio se negó a aceptar títulos y d is tin c io n e s e x c e p c io n a le s . R e c h a z ó , incluso, el uso de Im pera tor com o prenombre personal, se resistió siem pre a ser llamado A ugustus y no consintió en su desig n ac ió n c o m o p a t e r p a tr i a e ni en su vinculación al cuitó del 'divus A u gustus, en segu ida asociado con el de R o m a m i s m a . C u a n d o el S e n a d o le o f re c ió dar, c o m o en el c a so de Au-
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gusto, su nombre a un mes del año, de clin ó el h o n o r con esta p r e g u n ta ir ó nica: “ Y ¿qué haréis cuando llegue el dec im o terce r cé sa r?” . No obstante, en m u chos docum entos consta com o dies im perii de Tiberio el 19 de agosto del año 14, y no el 17 de septiembre: ofi c i a lm e n te no hubo , pues, in te r re g n o , sino una especie de tiempo muerto para formalidades. La severidad personal de T iberio, de inclinaciones más bien e s toicas y, sin duda, teñido por los largos am argores de su vida privada y pública y con el te m p e ra m e n to sob e rb io so de los Claudio, contrastaría pronto con el aire desenfadado y le vis de su popul aisobrino Germánico. La tradición intelectual de la aristo c r a c ia ro m a n a , de c o rte a r c a iz a n te y formalista, que tiene su m áxim a ex p re sión en la excepcional obra histórica de T ácito, ha sentado firm em e n te la idea de que la re n u e n c ia de T ib e rio h ac ia los poderes y honores desorbitados fue pura farsa y que, tras la m áscara de su r e p u b lic a n is m o , se e s c o n d ía una d e s m esura de corte tiránico. Parece un j u i cio e x c e s iv o y sin f u n d a m e n to c o m p le to en su c o n d u c ta . O tro s a u to re s , com o Veleyo Patérculo, le son muy fa vorables.
N ue vas m u e r t e s pr e c oce s: G e r m á n ic o y Druso N eró n C la u d io G e r m á n ic o , nac id o el 24 de mayo del 15 a. de C., y adoptado velis nolis por su tío Tiberio en el 4 d. de C. com o G erm ánico Julio César, c o l a b o r ó e s t r e c h a m e n t e c o n su p a d r e adoptivo en las grandes ca m p a ñ as pan o n ia s y g e r m a n a s y d e s e m p e ñ ó las m á s a lta s m a g i s t r a t u r a s e s ta t a le s en Rom a, las Galias y Germ ania, donde se hallaba cuando, fallecido A ugusto, las b aq u eteadas legiones del lim es renano pretendieron proclamarlo em perador: su lealtad e n to n ce s para con T iberio fue irreprochable y resolvió la situación con habilidad y elegancia, al m ism o tiempo que D ruso y el luego tan o diado p r e
fecto del pretorio, Elio Sejano, hacían lo propio con las tropas de Panonia. D u rante el primer bienio del reinado de Ti.berio, G ermánico dirigió duras ca m p a ñas c o n t r a m a r s o s , q u e r u s c o s , c a to s y brúctcros, aunque sin éxitos sonados y sí con n o ta b le s p é r d id a s en h o m b r e s y e q u ip o terrestre y naval. R e cu p e ró , empero, en ellas dos de las águilas le gionarias perdidas por Varo en Teutoburgo. Fue, no o b sta n te sus lim itadas victorias, generosamente recom pensado p o r T iberio con un e s p lé n d id o t r iu m p h u s y dotado además de un imperium m aius especial para que pudiera hacerse c a rg o de la s u p e rio r g o b e r n a c ió n del c o n ju n to de las p r o v in c i a s o r ie n ta le s (año 17), en las que ejerció su segundo c o n s u lad o (18), c o ro n ó en no m b re de Rom a a Zenón de A rm enia y dispuso la organización provincial de Com agene y Capadocia. En esos días, un alegre viaje de placer, no falto de frivolidades e in cluso de caprichos políticamente sospe chosos, a Egipto (19), donde ningún se n a d o r p o d ía e n t r a r sin a u t o r i z a c i ó n expresa del césar, tal y com o estatuyera Augusto, le valió la irritación, siempre tem ible, de T iberio, a quien no hab ía solicitado la preceptiva venia. G n e o C a lp u r n io P isón, t o d o p o d e roso legadtT del césar œ m o gobernador de Siria, magistrado clave en el d ispo sitivo oriental rom ano, también tuvo en ese viaje de Estado sus roces con el im petuoso y voluble G erm ánico a quien, probablem ente, se sintió obligado a vi g ila r p or lealtad a T ib e rio . P isón era h om bre arro g an te y nada dúctil, pero experim entado por sus previos gobier nos del África proconsular y de H ispa nia Citerior, que tenía sobre sí el difí cil c o m e t i d o de d i r i g i r la e s p i n o s a rela ció n d ip lo m á tic a de R o m a con el Imperio Parto y la soterrada, pero visi ble, te nsión entre am bas p o te n cia s, a m enudo cristalizada en torno a A rm e nia, el control indirecto de cuyo trono solía indicar el p redom inio coyuntural de uno u otro imperio. La desavenencia entre am bos magistrados rom anos e in cluso entre sus esposas se saldó con la
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Germánico en una moneda conm em orativa.
las simpatías que por ella sintieron mu chos ro m a n o s de tod a clase lograron, empero, que Pisón fuera acusado, ade más, de rebeldía y desobediencia contra un magistrado superior y representante directo del césar y el Senado, así como de ocupación ilegal de la provincia. P i són no resistió tantas presiones ni la fría neutralidad de Tiberio, que estaba en si tuación muy delicada por la popularidad de Germánico, Agripina y sus hijos, y se dio m uerte, j u nto con su esposaba la an tigua usanza. Durante el desarrollo del drama, Ti berio se mantuvo conscientem ente dis tante, acaso con la m en te puesta en el f u tu ro de su pro p io hijo, D ruso. Éste h ab ía venc id o y c a p tu ra d o a un viejo enem igo de Roma, el m a rc om ano Marbod (M a r o b o d u u s ), d o m in a d o r de Bo hem ia, Silesia y Sajonia, que acabó sus días p risione ro en Rávena, y recibido por ello los honores de la ovatio. Casó Druso con una herm ana de G erm ánico, Livila. Y, muerto su cuñado, fue cónsul por s e g u n d a vez (21) y d otado de in m ediato con la Tribunicia po testas (22), de m o d o qu e se p e r f iló con c la r id a d c o m o el su c eso r de su padre. Pero, a los pocos meses, murió repentinam ente (23). Tiberio, sujeto a un sino familiar semejante al de A ugusto, no podía aún c o n t a r c o n sus n ie to s , de m uy c o r ta edad. Sólo disponía de los hijos del d i funto G e rm á n ico y A gripina. Esto es, de una familia que lo odiaba desde los su c eso s de A n tio q u ía y que se sentía p o s te rg a d a y h u m il la d a p o r él. Pero, atento al servicio del Estado, presentó ante el Senado a los dos hijos mayores de G erm ánico, Nerón y Druso. El ter cero de los herm anos varones era el pe q u e ñ o C a y o ( C a l ig u la ) , e n t o n c e s de once años de edad.
deposición, de hecho, que G e rm á n ic o im puso a Pisón, el cual em prendió a i rad o el r e g r e s o a R o m a . G e r m á n ic o , in o pinadam ente, m u rió el 10 de o c tu bre del año 19, de resultas de unas fie bres, en la capital rom ana de Oriente, A n t i o q u í a . FJ m i s m o y su f a m i l i a (A g r ip in a , su e s p o s a , h ija de Ju lia y Agripa; y sus nueve hijos, entre los que estaba Caligula, precedido por Nerón y Druso, que m urieron antes que él) cre y ero n que la c a u sa era un e n v e n e n a miento ordenado por el legado. Pisón in te r r u m p i ó de in m e d ia to su v ia je a R om a y ocupó de nuevo en plenitud el mando provincial, seguro com o estaba de ser el hombre de Tiberio en Oriente y de que la muerte inesperada de G er mánico dejaba sin efecto las órdenes de éste: S ir ia no . p o d í a q u e d a r d e s c a b e zada, d e j o do iη agi s t rudo cum. i m p cu-io . Pero Agripina, una vez en Roma, so liviantó a la opinión pública contra Pi són y el Senado, por orden de Tiberio, le abrió una causa: Pisón fue reclamado y La s o le d a d del c é s a r j íu dilatado en juiciamiento puso en evi dencia que no Había p rueba ninguna soT i b e r i o te n í a s e s e n t a y c u a t r o a ñ o s T5rcTTf su[xiesta participación del legado c u a n d o p e r d i ó a su h i j o y n i n g u n a en !ÍrimicTrg~Ttél p o p u l a r ~ y i í t r a c tjv o | confianza personal en N erón y Druso. Tîèrmamco. La insistencia de Agripina y Su íntima soledad debió de llevarle a
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delega r num erosas funciones en un in teligente y devoto servidor, L u cio E lio S e ja n o, c o laborado r de su extinto hijo D ru s o e hijo de S ey o E s tr a b ó n , p r e f e c t o del p r e t o r i o ( e s to es, c o m a n dante de la guarnición especial de Ita l i a y R o m a ) y, l u e g o , p r e f e c t o de E gipto, cargo de ran g o ecuestre y con am plios poderes y au to n o m ía que sólo r e c a ía en c a b a l le r o s de la total c o n f i a n z a del c é s a r , ú n i c a i n s t a n c i a a quien daban cuenta de su actuación en aq u ella en orm e y riquísim a tierra que, de h e c h o , se a d m i n i s t r a b a p o l í t i c a m e n te co m o si fuera un f u n d o im p e r ia l. A d j u n t o a su p a d r e ( 1 4 ) en el m a n d o del preto rio , S e ja n o , u n a vez que q u edó com o jefe único al m ando de las nueve cohortes creadas por A u gusto com o fuerza selecta destina d a a la guarda del em p erad o r y a la c u s to dia de R o m a , r e f o r m ó p o r e n te r o su e s t r u c t u r a . E s t a s u n i d a d e s , q u e su n u e v o c o m a n d a n t e en j e f e c o n o c í a m u y b ie n y q u e c o n t a b a n c o n u n o s n u e v e mil h o m b r e s bie n e n t re n a d o s , e q u ip a d o s y p ag a d o s, fueron c o n c e n tradas (23) en un solo gran a c u arte la m i e n t o de n u e v a p l a n t a , los c a s t r a p r a e to r ia , sito en el V im in al, a d e x tre m a te c to r u m (en los c o n f in e s del c a s e r í o u r b a n o ) , al t i e m p o q u e su s m andos superiores e in term edio s iban sie n d o r e c lu ta d o s e n tre m il ita r e s de probada lealtad personal al prefecto. La a m b i c i ó n p o l í t i c a de S e j a n o trazó un p royec to in v e ro sím il, p o r lo irrazonable que parece: pero las fuentes dejan pocas dudas al respecto y coinci den en asegurar que, muerto Druso, su objetivo fue nada menos que suceder a Tiberio en la púrpura. U na vez más, el punto débil del sistema fue el problem a sucesorio. Se interponían en el camino de Sejano su propia condición social y familiar; las sospechas de Livia, viuda de A u g u s to ; los hijo s de A g r i p n ia y G erm án ico, p ostulad os su ceso res; y el t a l a n t e c o n s e r v a d o r d e T i b e r i o . E m p e ro , en pocos años abrió una vía expedita: sedujo a Livila, herm ana de G e r m á n i c o y v i u d a de D r u s o , p a r a
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Ayripina la Mayor.
acercarse a la intimidad de la familia, a la vez que un incidente posibilitó que salvase p erso n a lm e n te de la m uerte a Tiberio en un derrum bam ien to (23); lo gró que T ib e rio se r e tira s e a su h e r mosa villa de Capri (C apreae) de modo p e rm a n e n te (27) y que le d eleg a se la mayoría de las funciones principescas; vio la m ue rte de L iv ia (29); logró el destierro, por separado y con encarce lamiento. de A gripina y Nerón, viuda c hijo de G e r m á n ic o , que m o r ir ía n sin volver a Rom a, en los solitarios islotes de P a n d a t a r i a y P o n z a , r e s p e c t i v a m e n t e ; la p r i s i ó n d o m i c i l i a r i a p a r a Druso; la prom esa imperial (30) de ob ten er en m a trim o n io a Julia, niela de Tiberio; y, por último, nada menos que el im perium proconsular, con el anejo rango senatorio e incluso el consulado mismo, la m áxim a magistratura ordina ria del Estado, y com o colega, además, del propio césar (31 ). Esta carrera, tan m e teó ric a, se basó, entre otras cosas, e iT~^lTséna capital y confiscación cleTílcñes^
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La familia de Germánico ante el emperador Tiberio y Livia. Hacia el 26 d. de C.
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A p o g e o y caída de S ejan o
Los últimos a ño s de Tiberio
N ada fue óbice ya anle la ambición de Sejano. La exigua elite política senato rial vivía en el terror, consciente de lo que sucedía y de sus porqués e incapaz de rom per el enfermizo y misantrópico retiro de Tiberio, recargado con rasgos degradantes por la tradición aristocrá tica. El apogeo del poder de Sejano in cluyó m uestras de frialdad y o m n ip o t e n c ia c o m o el s u ic id io i n d u c id o de L i v i l a o la m u e r t e p o r i n a n i c i ó n de Druso, inerme e impotente en su dorada cá rcel palacial. Sólo un niño, T iberio G em e lo, nielo del césar, y un a d o le s ce nte solitario, so brin o de T ib erio, el futuro Caligula, podían desde el linaje de Augusto sustituir teóricam ente a S e ja n o . C a lig u la vivía en C ap ri, c o n su tío, por quien fue designado pontífice, pero no tenía personalidad política. La más respetada matrona de la casa im pe rial logró, no obstante, abrir los ojos del emperador, su cuñado. Antonia, madre de G ermánico y abuela de Caligula, se decidió a visitarlo y a exponerle los he chos con toda claridad. Tiberio quedó convencido y dispuso de inmediato, con todo sigilo, la muerte de Sejano. Contó, para ello, con Q. N e v io S u to rio M a cron, jefe de las cohortes de vigiles, las unidades paramilitares de la policía ur bana, ya que las de pretorianos estaban fuera de su control. Macrón, nombrado en secreto prefecto del pretorio, se en cargó de llevar a Sejano al Senado para que éste fuese testigo y ratificador, se gún se le previno, de una solemne d eci sión que sobre él acababa de lomar Ti berio. Sejano, que creyó llegada la hora de su designación, escuchó satisfecho la larga y a m b ig u a m isiva del cé sa r que sólo era explícita en su última línea: la q ue lo c o ndenaba a muerte. El prefecto rué ejecutado por estrangulam iento se gún decisión de los patres y en virtud de la legislación ele maiestate tan profu samente em pleada por él, el 18 de octu bre del 31. Su familia fue exterminada y sus p a rtid a r io s más c a r a c te r iz a d o s , también.
T iberio tenía por d elan te seis años de vida, durante los que aum entó su fama de p e r so n a je acre, a d u s to y solitario, pero c u m plido r de sus d eberes de Eslado. Jamás regresó a Rom a, cuyo a m biente aborrecía. Su misantropía, la d ra mática y eficaz revelación de A ntonia y una delación postum a de Apicata, la e s posa de Sejano, que d esvela b a crueles verdades sobre la conducía de la nuera de Tiberio, Livila, y sobre la muerte de Druso provocada por ella mientras era la am ante de Sejano, in flu ye ron en el d e s a r ro llo de o b s e s io n e s p a r a n o id e s , que se encarnaron en nuevos procesos de maiestate dirigidos contra represen tantes característicos de las clases altas, incluidos sobre todo los que habían te nido relación más directa con Sejano y Livila. Ni el infantil Tiberio Gem elo ni el jove n Cayo (Caligula) le parecían su cesores adecuados, de m odo que p o s puso indefinidamente la designación de heredero político, si bien legó a ambos y a p artes ig u a les su in g e n te f o rtu n a personal: moriría sin haber resuelto tan g rav e cue stión. P ero su á n im o e n f e r mizo y maltrecho no le im pidió dejar, a
Druso el Joven.
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El orto de Sejano “ ...Hacía ya nueve años que Tiberio gobenaba el Estado en orden (23 d. C.) (...) cuando de repente la fo r tuna em pezó a d e sba ra ta rlo to d o (...) La causa y principio de ello fue Elio Sejano, prefecto de las c o h or tes pretorianas (...) Nacido en Bolsena e hijo del c a b a lle ro rom ano Seyo Estrabón, (...) sedujo con artes varias a Tiberio, de m odo que logró para sí solo la abierta confianza de aquel que tan so m b río re s u lta b a para los demás; y no tanto por ha bilidad (...) cuanto por ira de los dio ses contra el Estado romano, al que ta n ta calam idad repo rtó su p o der com o su caída. Tenía un cuerpo re sistente a las fatigas y un espíritu a u d a z; h ábil p a ra o c u lta rs e a sí mismo y también para acusar a los otros; la misma medida para la adu lación y la soberbia; al exterior un afectado recato, por dentro la am bi ción del m áximo poder, y para lo grarlo usaba unas veces de la prodi galidad y el fasto, y más a menudo de la industria y la vigilancia, no me nos dañinas cuando se fingen por apetencia de reinar (...) Dilató el po der de la prefectura (del pretorio; la com andan cia de la guarnición se lecta de Roma), hasta entonces re
ducido, reuniendo en un solo acuar te lam ien to las co h o rte s dispersas por la Ciudad, de manera que reci bieran a un tiem po las órdenes, se llenaran de confianza en sí mismas al con te m plar su propio núm ero y fuerza, y causaran miedo a los de más. Pretextaba que los soldados desperdigados se daban al relaja miento; que si surgía una situación de urgencia podrían prestar todos unidos una ayuda mayor, y que a c tuarían con m ayor d isciplina si se establecía su acuartelam iento lejos de las seduccion es de la C iudad. Cuando estuvo terminado el cuartel, em pezó poco a poco a insinuarse en el ánimo de los soldados, abor d á n d o lo s y lla m á n d o lo s p o r su nombre; al mismo tiem po se reser vaba la selección de los centuriones y tribunos. Tampoco se abstenía de intrigas en el senado para premiar a sus clientes con honores y gobier nos, ante la mejor disposición de Ti berio, tan de su parte que no sólo lo celebraba com o compañero de fa ti gas en sus co n v e rs a c io n e s , sino también en presencia del senado y el pueblo, y permitía que efigies su yas recibieran honores por teatros y foros y en los puestos de mando de las le g io n e s ” (T á cito , Ana/es, IV. Trad, de J. L. Moralejo).
Capri. Villa Jovis. Plano general (Según A. Miauri). A. Aula B. Baños C. Vestíbulo de entrada D. Cocinas E. Entrada F. Terraza G. Triclinium (Comedor) H. Galería imperial I. Aposentos imperiales J. Vía de los m irtos K. Rampas exteriores L. Casa del guarda M. Torre-faro
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su muerte, el 16 de marzo del 37, en su es p lén d id a villa de M iseno, un tesoro p ú b lic o so lv e n te y sa n e a d o con s e te cientos millones de denarios y una ex celente situación general en las provin c i a s y la s f r o n t e r a s . S u s d e s p o j o s recibieron honras pú blicas en R o m a y en su testamento dispuso legados perso n ales para cada soldado, le g io n a rio o pretoriano, y para cada individuo de la plebe de la Urbe. No obstante ello, la tradición más conservadora dio acogida a los inverosím iles ru m o re s sobre sus co n tin u ad o s excesos seniles en Capri, que le v alieron el rem o q u e te a m b iv a lente de C aprineus, retruécano alusivo a sus su pue stos excesos se xuale s, del m is m o m odo que fue m ote ja do com o Biberius por su presunta afición al vino.
El gobie rno interior de Tiberio De todos los procesos cuya iniciativa se imputa a Tiberio tuvo noticia el Senado, que asum ió un papel de com parsa, en a c titu d que, v e r o s ím ilm e n te , llevó al césar, desde el inicio de su reinado, a sentir desprecio por muchos miembros de la asamblea, incapaces de oponerse a ninguna de sus decisiones, a quienes a menudo reprochó su actitud aduladora y por cuyas constantes intrigas, recelos y em b o sca d as recíprocas sintió gran r e chazo, ac en tu ad o en sus últim os años por las pruebas fehacientes de conjuras y por los rasgos autocráticos de su c o n ducta durante la senectud. No obstante, siempre respetó las formalidades, puso en sus manos los grandes procesos j u d i ciales, bu scó la sanción política de la auctoritas p a tru m , reservó los más altos cargos para integrantes del ordo senato rius y trasladó al Senado muchas c o m petencias tradicionales de los comicios, incluida la elección de magistrados, lo que supuso el final de las dispendiosas campañas electorales y la definitiva oligarquización de la alia política romana. El ordo equester fue, asimismo, prom o vido y ofic ia lm e n te tratado con su m a
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El palacio de Tiberio en Roma
deferencia hasta que la traición de S e jano, un eques, hizo que Tiberio aban donase su benevolente actitud. Al igual que Augusto, asumió repe tidamente la tribunicia potestas con que se convertía teóricamente en valedor di recto de la plebe y en su representante. Ya la había ejercido en vida de su ante cesor repetidas veces y, cuando murió, sum aban treinta y ocho. Parece típica del ánim o de un C lau dio la expresión o d e rint dum p r o b e n t, “ que me o d ie n , coiTtal de que me aprueben” , que SuetomcTaTirma pronunciaba con frecuen cia. Su actitud general fue conservadora de las tradiciones y de la proverbial cir cunspección de la vieja y orgullosa no bleza ch a p ad a a la antigua, con fe en los m o re s m a i o r u m , p a r q u e d a d en la m unificen cia, ex ig en c ia en el c u m p li miento de las obligaciones representati vas y de gobierno, pragm atism o adm i nistrativo, respeto por la severa religión tra d ic io n a l del E sta d o , r e c h a z o a los exotismos de toda especie que pudieran inficionar la vida pública y negativa a ser divinizado, objeto de culto o eq ui parado con Augusto. Los duros trances que afe cta ron y envilecieron a la clase política y los e x cesos en que incurrió Tiberio respecto de la m is m a tiñeron p a té tic a m e n te la
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Moneda de Tiberio.
histo rio g ra fía clásica, pero la vida en Italia y en el resto del Imperio tran scu rrió ordenada, estable y en paz. T ácito s e ñ a la q u e bajo T ib e rio las le y e s se e m p le a ro n re c ta m e n te (le g e s b o n o in usu), salvo en las numerosas causas de mciiestate. En línea con las prácticas de Augusto, im pulsó la rom anidad p ro v in cial y atem peró la voracidad fiscal de los g o b ern a d o re s, en la cre encia, que hizo c o nstar p or escrito a este p r o p ó sito, de que “ un buen pasto r debe e s q u ilar a su rebaño, y no despellejarlo” · No obstante ello, los abusos gubernam entales en algunas pro v in cias lle g a ron a producir im portantes desórdenes o c a sio n a le s , y aun g u e rra s en dos de ellas: la e n c a b e z a d a p o r T a c f a r i n a te ( T a c fa rin a s) en A fr ic a , qu e fue m uy duradera (17-24), y la del noreste galo, dirigida por dos nobles galorrom anos y h a s ta e n t o n c e s b i e n q u i s t o s del r é g i men: un treviro, Julio Floro, y un eduo, Julio S acrovir, que e n c o n tra ro n en el d e sconte nto popular una ocasión para intentar resolver sus propios problem as financieros. El saneado erario que legó a sus su cesores no se hizo de la noche a la m a ñana, puesto que los años siguientes a la muerte de Augusto estuvieron m arca dos por las dificultades financieras y la
carestía, a las que hizo frente con habi lidad y un particular cuidado de la a n nona, preocupado por su conciencia de que el excesivo c o n s u m o itálico y, en especial, el de las clases acom od adas, exigía un permanente equilibrio, difícil de lograr, de todas las adm inistraciones imperiales. Tácito, que no sintió d em a siado afecto por T iberio, narra que, a propósito de la aguda, aunque pasajera, crisis del año 22, el S enado, asustado por los gastos suntuarios de los particu lares y el aumento de las actividades es peculativas, decidió enco m end ar direc t a m e n t e al c é s a r la r e s o l u c i ó n d e l p roblem a. En la larga m isiva con que respondió a los patres, se quejaba T ibe rio por la tard anza de los m agistrados en afrontar el caso y se preguntaba si, a esas alturas, debía p ro h ib ir el lujo de las villas de recreo, los ejércitos de es clavos, el exceso de oro y plata, las in versiones en exquisiteces y obras raras de arte o los v e s tid o s c o n p e d r e ría s , c ausas “ de que nuestro d in e ro vaya a pueblos extranjeros o en em igo s” , sabe dor de que tomar tales medidas moles taría a los mismos que en público cla m a b a n p or su a d o p c ió n . Y s e ñ a l a b a cómo, al parecer, nadie quería ver “que Italia necesita de la ayuda exterior, que la vida del p u eb lo r o m an o d e p e n d e a diario de los avatares m arítim os y las to r m e n ta s y q u e si am o s, e s c la v o s y ca m p iñ a s no co ntaran con la s u b v e n ción procedente de las provincias, ten drían que arreglárselas para alimentarse de sus parques y villas de p lacer” . En su designio de imponer a los más aco modados contrapartidas legales y razo nables, obligó, en el año 33, a invertir grandes sum as de dinero particular en tierras itálicas, para inmovilizar capital e impedir el flujo crediticio. Las conse cuencias de tan fuerte intervencionismo fueron muy graves, aunqu e pronto re su eltas, y, c o m o el e p iso d io anterior, dejan bien a las c la r a s el ta la n te del príncipe. La falta de numerario llevó a la ejecución m asiva y en cadena de las deudas, lo que provocó situaciones an gustiosas, el dinero adquirió precios de-
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sorbitados y, finalmente, el propio T ibe rio hubo de sacar al mercado, para pa liar una escasez tan rud am e n te p ro v o cada, veinticinco millones de denarios que podían prestarse a tres años, sin in terés. Este m odo de ser explica bien la aversión de Tiberio por los fastos m ulti tudinarios, cuyo uso rechazó com o vía p a ra lo g ra r una p o p u la rid a d que, por otro lado, no le interesaba.
La política exterior Las fronteras romanas no sufrieron alte raciones notables. Tácito dice cuál fue la estrategia seguida por Tiberio, a im i tación de A u gusto , que era de la o p i nión de mantener el Imperio dentro de sus lím ites, consiliu m co ercendi intrci terminos imperii. El dispositivo militar y de guarniciones fronterizas perm a ne ció, en lo esencial, tal y c o m o lo des cribe Tácito: dos flotas principales en los mares colaterales a Italia, con bases
Potencia M ilitar Rom ana Bajo Tiberio “A Italia la guarnecían dos flotas, si tuadas en uno y o tro mar, en Miseno y en Rávena, y la costa más cercana de la Galia la cubrían las naves de guerra capturad a s en la victoria de Acclo, que Augusto ha bía enviado a Fréjus con una fuerte dotación de remeros. Ahora bien, el grueso de la fuerza estaba junto al Rin, com o guarnición común frente a germanos y a galos; eran ocho le g io n e s . Las H isp a n ia s , re c ie n te m ente s o m e tid a s , se gua rn ecía n con tres. Los moros habían sido en tregados al rey Juba com o don del pueblo rom ano. El resto de África estaba controlado por dos legiones, y por igual número el Egipto; a partir de ahí, desde el comienzo de Siria y hasta el río Eufrates, todo el territo rio abarcado por el inm enso golfo lo d o m in a b a n c u a tro le g io n e s ,
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en R á v e n a y M i s e n o , o tr a de m e n o r porte en Forum lulii (Fréjus), ocho le giones en el Rin (frente a germ anos y g a l o s ) , t r e s en H i s p a n i a , d o s en el Africa romana y otras dos en Egipto y el territorio de los m auri encom endado en protectorado a Juba, cuatro legiones m á s en el lim e s o r i e n t a l g o b e r n a d o desde Antioquía de Siria y con vigilan cia sobre los Estados más o menos tute lados fronterizos con Partía (países del Cáucaso, Armenia, Ponto y Cilicia), un protectorado en Tracia, cuatro legiones en el Danubio (dos en Panonia y dos en Mesia), con un gran mando militar u ni ficado d u rante unos años, que abarcó Mesia, M acedonia y A caya (en c o m en dado inicialm ente a Popeo S abino), y dos más en Dalm acia, en las proxim ida des de Italia, adem ás de la guarnición de R o m a, c o m p u e sta p or las cohortes urbanas y los regim ientos del Pretorio, reclutados en Italia, y flotillas y tropas auxiliares de menor monto en otros lu gares.
siendo fronteros los reyes de los hiberos, albanos y otros que se prote gen bajo nuestra grandeza contra los imperios extranjeros. La Tracia la tenían R em etalces y los hijos de Cotis, y la ribera del Danubio dos le giones en Panonia y dos en Mesia, y otras tantas estaban situadas en Dalmacia; la posición de la región las colocaba a espaldas de aqué llas, y no estaban lejos para hacer las venir en caso de que Italia requi riera una ayuda urgente. Cierto es que custodiaban a Roma sus solda dos propios, tres cohortes urbanas y diez pretorianas, en general reclu tadas en Etruria y en la Umbría o en el viejo Lacio y en las colonias ro m anas a n tig u a s. A dem ás, en las provincias que así lo requerían se habían situado trirremes de los alia dos, y caballería y cohortes auxilia res, fuerzas no mucho menos pode ro s a s q u e las o t r a s . . . ” (T á c ito , Anales, IV. Trad, de J. L. Moralejo).
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III. Caligula
1. (Jn ser desequilibrado P ocos césa re s fuero n m e jo r recibidos en la h isto ria de R o m a que el hijo de G erm á n ico , por cuyo ad v e n im ien to se sa crifica ro n ofic ia lm e n te en h o nor de lo s d i o s e s p a t r i o s n a d a m e n o s que c ie n to sesenta m il a n i m a l e s. C ay o Julio C é sar A u g u sto G e rm á n ic o , hijo de G e r m án ico y A g r i p i n a , b i s n i e t o de A ugu sto, A ntonia y Livia, nació en A n zio y m u rió en R o m a a n te s de c u m p lir los treinta años. Vivió e n tre el 31 de ag osto del año 12 y el 24 de e n e ro del 41, fe c h a de su m uerte a m a n o s de s o ld a d o s q u e , el m is m o d ía , a s e s i n a r o n a su c u a r t a e s p o s a , C e so n ia , y a la única hija de am bos. Su c o n d u c ta p e r so n a l, llena de d e s a r re g lo s , sigue r e s ta lla n d o en la i m a gen más d iv u lg a d a del Im p e rio a c a u s a de los im p r o p e r io s q u e le d e d ic ó la h i s t o r i o g r a f í a c l á s i c a , so b r e los q u e se a ñ a d i e r o n y s i g u e n a ñ a d i e n d o d e n u e s t o s de f o r m a p e r m a n e n t e . P e r o C a l i g u l a no es un e l e m ento tan rele v an te en la h isto ria de R o m a , su im p e r i o y su a d m i n i s t r a ción, ex cepto p o r u na causa: frente a lo q u e p a r e c e fue in t e n c i ó n de A u g u sto , C a lig u la a c c e d ió a la p r im e ra m ag istratura im perial p or la única r a zón de su g en u s o linaje, y no por su in é d ita v i r t u s , p u e s n u n c a h a b ía o s te n ta d o ni e je r c id o im p e r iu m a lg u n o
(cuanto m enos el im p eriu m p r o c o n s u lare m a iu s) ni la tr ib u n icia p o te sta s. C alig u la es una prueb a e v id ente de la n ec e s id a d que el sistem a imperial ro m ano tenía dcTun e m p e r a d o r din á stic o y m o n a rc a absoluto. C riado ju n to a su padre, que vivió la r g a m e n t e en los c a m p a m e n t o s , no g u a r d ó de la v ida le g io n a r ia sino un a p o d o , C a l i g u l a ( d i m i n u t i v o de c a l i g a , la s a n d a l i a m il ita r ) , e q u i v a lente a “ la b o tita” , a causa de su v e s tuario m ilita r infantil, qu e usó desde los dos años, así c o m o la inicial s im patía de los legionarios. Vio en Siria, m uy niño, la m uerte in o p in a d a de su progenitor; al vestir la toga viril, hubo de separarse de su m adre, desterrada, p ara v iv ir su c e s iv a m e n te con las dos g randes m atronas de la casa im perial (Livia, su bisabuela, y A nton ia la M e nor, su abuela paterna) y, desde el año 32, con el anciano césar, aislado en la d o r a d a p r i s i ó n de C a p r i . N o fu e la su ya una in fa n c ia ni norm al ni feliz. T i b e r i o , a t e n t o a s u s d e b e r e s de E s ta d o , lo d e s i g n ó p o n t í f i c e ( 3 1 ) y c u e sto r (33), para que ac ce d ie se n o r m alm ente a las prim eras r esp o n sa b ili dades públicas. En la agonía de T ib e r i o , el a p o y o d e l n u e v o p r e f e c t o pretoriano, M acron, le valió la h e re n cia entera de los bienes del em perador, e u y a ú 11i m a v o I u n t a d c o m p 1e la n o tuvo en cuenta y por quien m ostró de
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fracasó en sus intentos de lograr p e r in m e d ia to v e r d a d e r a in q u in a , j a le a d o so n a lm e n te gloria m ilita r ( m a n io b ra s p o r la o p in ió n m u ltitu d in a ria , que lo en el limes germ ano, am ago de e x p e acogió con gran afecto, libre ya de la carga que le había supue sto la hosca y dición b ritánica en el 39), que suplió con halagos a la tropa y recom p ensas d i s t a n t e f ig u r a del e m p e r a d o r f a l l e en dinero. Las siete acla m ac io n es im cido. La m uerte de su abu ela A nton ia p erato rias recibidas por C a lig u la f u e en ese m is m o año su p u s o p a ra C alíron g a n a d a s p o r sus g e n e r a le s en el gula el co m ien z o de la sensación de li Rin, sobre todo por G alba, el futuro y b e r ta d p e rso n a l, en c o i n c id e n c i a con efím ero em p erad o r del año 68-69. u n a g r a v e e n f e r m e d a d d e la q u e , Λ Por otro lado, su talante arbitrario y ac aso , se rep u sie ra in c o m p le ta m e n te , q u e d a n d o su p s i q u i s m o a l t e r a d o . pj-su excesivid ad te m p eram en ta l crearon M a n d ó _en se g u id a m atar a M a c r o n .y ,, trastornos serios, c o m o las rebeliones ju d ía s a causa de las ofensas y pro v o al infeliz Tiberio G em elo, a quien inicaciones del césar al m o n o te ísm o h e c ia lm e n lc "adoptara c o m o hijo, se e n breo, hasta entonces resp e tado o to le fre n tó in se n sa ta m e n te con el S enado , r a d o p o r R o m a , a s í c o m o en p e rsig u ió , ca stig ó y h u m illó h asta lo M a u re tan ia, en donde los n ó m a d a s se insoportable, cuando no m andó e je c u a lz a ro n c o n tra el Im p e r io por la im tar, a veces en el propio edificio de la p ru d e n c ia im pe rial, y A rm e n ia , sobre Curia, a sus más con spicuos y r e sp e ta las que tom ó c a p ric h o s a s d ec isio n es, b le s m ie m b r o s , so bre to d o si h a b ía n a la v ez que daba ir re sp o n sa b le m e n te siclo c o la b o r a d o r e s no ta b les de T ib e la in d e p e n d e n c ia a partes m u y s e n s i rio, adoptó m odales y principios p ro bles de la d ila ta d a y d e lic a d a p r o v in p io s de los m o n a rc a s d e s p ó tic o s del cia de Siria. Sus o b se sio n e s p e r s o n a h e le n is m o o riental (cu a si d iv in iz a l e s lo c o n d u j e r o n a p r e f e r i r a su ción, m atrim onio entre h erm a nos, au asce n d ie n te M a rc o A n to n io que no a tocracia, etc.), con rasgos de d e s e q u i su f a m i l i a J u li a o C l a u d i a y p a r e c e l ib r io y n e u r o p a tía , p r o ta g o n i z ó u na claro que resultó fa sc in a d o p o r la d r a co n d u c ta am oral, más que inmoral, in m ática y brillante le y e n d a negra antot e n s if ic ó el u so de la le g i s l a c i ó n de niana, v in c u lad a al país de los f a r a o m a iestate, con su secuela de m uertes, n es, a su r e li g ió n y su s c o s t u m b r e s su ic id io s, abuso s y c o n f is c a c io n e s , y d i n á s t i c a s : el c u l to a I sis, e x p r e s a m e n te p r o s c r i t o p o r T i b e r i o , en un tem plo de n u eva fac tu ra erig id o en el C a m p o de M arte, el fasto oriental de la c o r te , su d e s b o r d a d a a m is ta d con p e q u e ñ o s p r í n c i p e s o r i e n t a l e s , la c o n s tru c c ió n en el a g e r Vaticanus del C irc o , con su g ra n o b e lis c o e g ip cio , un s u p u e s to p r o y e c to de tra s la d o de la sede im pe rial a A lejan d ría, la d iv i nizació n de su d ifu n ta h erm a n a, Drusila, la m u ltip lic a c ió n de los tem plos d e d i c a d o s a s í p r o p i o ( n o s ó l o en O rie n te : lo in te n tó en el C a p ito lio y s ó lo su m u e r t e i m p i d i ó q u e se e r i giera) y su p eligroso e m p e ñ o en e x h i bir su e s ta tu a en el te m p lo j u d í o de J e r u s a l é n , p u e d e n s e r i n d i c i o s de las in c lin a c io n e s de C a y o en esa d i Moneda de Caligula. rección .
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Busto de Caligula. Bronce. Hacia el 37 d. de C.
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C a s ó v a r ia s v e c c s y, c o n e x c e p ció n de la prim era, sie m pre ..con e s p o sas de sus a lle g a d o s . E s q u ilm ó , p or fin, el erario, que q u ed ó por c o m p leto v a c ío . S us g a s to s s u n t u a r i o s f u e r o n ingentes y la la rga teoría de m u e rtes y c o n fis c a c io n e s in ju stas d e c re ta d as p ara s u fra g a rlo s no bastó para r e m e diar se m e ja n te s de rro c h e s, en un lla m a tiv o p r e n u n c io de lo q u e d e s p u é s h aría N erón. La principal h e r e n c ia\dc C a lig u la fue muy neg ativa: el p r e c e dente que sentó c o m o au tó crata y que algu nos césares, c o m o N erón o D om ician o, in te n ta ría n , m ás tarde, r e s u c i tar. De sus citadas r ela cio n e s p e r s o n a les c o n p e r s o n a j e s p r i n c i p e s c o s del O r i e n t e r e s u l t ó un a p o l í t i c a e n t e r a m ente con tra ria a la seguid a por T ib e rio, que con tanta p ru dencia^ había o r g a n i z a d o e n el l i m e s o r i e n t a l y en A n a to lia un c o m p le j o s is te m a de t e r r ito rio s a g r e g a d o s a las p r o v in c ia s ,
in c o rp o rad o s a éstas o en rég im en de m e ra autonom ía. C o n v iv ió la rg a m en te con el ju d ío Julio A grip a, con el m a u retano T olom eo (nieto d e M a rc o A n tonio y C le o p a tra y fin a lm e n te a s e s i n a d o p o r o rd en su ya en L ió n ) y con A ntio co de C o m ag e n e; y a todos ellos o a sus rivales co n c ed ió so b e ra n ía en sus p a í s e s de o r ig e n , c o m o h iz o en Tturea y D a m a s c o , lo q u e fu e lu e g o ca u sa de pro b lem as y o b lig ó a su s u c e s o r , C l a u d i o , a d e s a n d a r e s te c a m in o , a t e n to al m u y t a n g ib le y c r e ciente peligro que s u p o n ía el Im perio Parto.
2. Los soldados deciden C a l i g u l a f u e m u e r t o d e r e s u l t a s de _____ ____ ___ _____ ;--- T—“ , una c o n ju ra qu e tuvo c o m o p rincipal actor a un o fe n d id o trib u n o de los r e g im ie n to s p rcto ria n o s, C a sio Q u erea ,
Un magistrado municipal y su esposa. Pintura procedente de Pompeya.
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tras el que o p era b a un g rup o s e n a to rio d i r i g i d o p o r un “ h i j o d el r é g i m e n " , A n io V in i c i a n o , c u y o p a d r e , A n io P olión, era un h o m o n o v u s lle g a d o al S e n a d o en las r e n o v a c i o n e s de los ú ltim o s años, a m b o s a c u sa d o s de lesa m a jes tad en el año 32, si bien s a l i e r o n i n d e m n e s d e l p r o c e s o . No d e b e d e s c a r t a r s e el d e s e o de a l g ú n co n ju ra d o no ble de a c c e d e r p e r s o n a l m ente a la p ú rp u ra y, au n q u e no c o n ta m o s con datos su ficien te s, ta m b ié n parece p robable que en esos m o m e n tos e s tu v ie ra n c u a ja n d o g ru p o s o r g a n iz a d o s en to rn o a d is tin ta s c o n c e p c i o n e s del h e c h o m o n á r q u i c o : m ás te ñ id a s , u n as, p o r los p r in c i p io s e s toicos, que tendían a s u b r a y a r la valía del p r ín c ip e , y m á s a te n ta s , o tra s, a
La m uerte de Caligula “ El noveno día antes de las calendas de febrero [24 de enero], sobre la hora séptim a [mediodía] (...) acabó por salir, sigu ie nd o el c on se jo de sus amigos. En la galería por la que había de pasar se aprestaban unos jó v e n e s n o b le s , tra íd o s de A sia, para actuar en escena. Se detuvo a verlos y a animarlos y, si el primero de ellos no se hubiera lam entado por tener frío, hubiera regresado y hecho que se representara su e s pectáculo de inmediato. Desde ese m om ento las versiones de los he chos son dos. Para unos, mientras hablaba a los jóvenes, Querea le hi rió gravemente por la espalda, tras haber exclam ado ‘¡G olpea!’ [la voz ritual en los s a c rific io s ro m a no s: Hoc age!] y, luego, el tribuno Corne lio Sabino, otro conjurado, le a tra vesó el p e c h o p o r d e la n te . Para otros, Sabino, tras encom en d a r a los c e n tu rio n e s im p lic a d o s en la c o n ju ra que tu vie ra n alejada a la m ultitud, le pidió, al m odo militar, que le diese una contraseña. Y, al respon de r Cayo ‘J ú p ite r’ , Querea exclam ó ‘ ¡Aquí lo tien es!’ . Cuando
u n a l e g i t i m i d a d d e r i v a d a del l in a je c a rism á tic o de la dinastía. L as dudas, si las h u b o , f u e r o n r e s u e lta s p o r los ! m i l i t a r e s : el n u e v o e m p e r a d o r , de c i n c u e n t a y “d os ’ an o s r d es p~a v u r i d o c o m o fu e h a l l a d o p o r un s o l d a d o y o cu lto tras unos c o r tin a je s, fue a c la m a d o p o c o m e n o s que ele- im p ro v iso , en razón de su e s tirp e y p o r d ec isió n de la g u a rn ic ió n p re to r ia n a de R om a, cuyos co m p o n en te s o b tu v ie ro n por ello, en un su c eso c a rg a d o de c o n s e c u e n c ia s p ara el futuro, n o ta b le s b e n efic io s e c o n ó m ic o s in d iv id u a le s e in m e d ia to s. Sin dud a, C la u d io , t e m e roso p o r su vida, q uiso a s e g u ra rla de este m o d o . P ero, de cara al fu turo, r e sultó la oferta ser, m á s bien, el p rec io del tro n o m ism o.
Caligula se volvió a mirarle, le rom pió la mandíbula de un golpe. Mien tra s e s ta b a p o r tie rra y, c o n el cuerpo encogido, gritaba que aún e sta ba vivo, los dem ás acabaron con él propinándole treinta puñala d a s, p u e s el g rito de to d o s era ‘¡Otra vez!’. Algunos llegaron a cla varle el acero en los genitales (...) Vi vió veintinueve años [veintiocho y medio, en realidad] y fue emperador por tres años, diez meses y ocho días. Su cuerpo fue llevado en se creto a los jardines de [Elio] Lamia y medio quemado en una pira hecha a toda prisa, tras lo que fue ente rrado bajo una leve capa de césped. Luego, vueltas sus herm anas del destierro, fue exhumado, incinerado y sepultado. Es sabido que, antes de esta inhumación, los guardas del parque fueron inquietados por fan tasmas y que no pasó ni una noche sin que sucediera alguna cosa terro rífica en la casa en que murió, hasta que fue arrasada por un incendio. Murieron a la vez que él su esposa, Cesonia, atravesada por la espada de un centurión, y su hija, estrellada contra una pared” (Suetonio, Vidas de los doce Césares).
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IV. Claudio
1. Emperador por sorpresa Nacido en palacio Livia casó con A ug u sto cu a n d o ya te n ía un h ijo c r e c id o ( T i b e r io ) y só lo t r e s d ía s a n t e s de a l u m b r a r al h e r m a n o m e n o r de és te , D ru s o D é c im o N erón, seg u n d o vastago de su p rim e r m a tr im o n io con T ib e rio C la u d io N e rón. D ruso, que sería padre del e m p e rad o r C laudio, form ó parte, pues, in cluso antes de nacer, de la clowns del príncipe, quien le profesó gran afecto (llegó a es crib ir su biografía, hoy p e r dida) y a cuyo a m p aro hizo una h o n o rable carrera política y militar, sobre lodo en G erm a n ia, hasta su m uerte, en el 9 a. de C. Por el contrario, no c o n v iv ió c o n su p a d r e b i o l ó g i c o . C a s ó con A ntonia la Menor, hija de M a rc o A n to n io , y sus hijo s v a r o n e s fu e ro n G e r m á n i c o , el p a d r e de C a l i g u l a , y T iberio C laudio D ruso. tercero de sus vástagos, nacido en L u g d u n u m (Lión) el 1 de agosto del año 10 a. de C. La h ija m e d i a n a , L iv il a , c a s a r í a lu e g o c o n el h i j o de T i b e r i o y s e r í a m á s larde am ante de Sejano. C l a u d i o , a j u z g a r p o r los te x t o s h isto rio g r á fic o s y p o r las cartas c r u zadas entre A ug usto y L ivia a p r o p ó sito de su f u tu ro , p a d e c ía re le v a n te s
d e f e c t o s f í s i c o s q u e h u b i e r o n de a m a r g a r l e la j u v e n t u d ( “ E r e s m á s to n to que C l a u d i o ” , d e c ía a m e n u d o su m a d re ). A u g u s to , de c u y o c o r r e o se d espren den a un tiem po seria p r e o cu p a c ió n y s e n tim i e n to s de a f e c to y c o n m i s e r a c i ó n , e s t i m ó , de a c u e r d o con L iv ia , que se ría m e jo r a p a r ta r lo de la c a r re ra p o lític a o r d in a r ia m e n t e r e s e r v a d a a un j o v e n de la d o m u s p r i n c i p i s . Se m a n t u v o , p u e s , en un disc re to s e g u n d o plano , co n v iv ie n d o , por un lado, con las ine vita b les c h a n za s y, p o r o tr o , c o n el r e s p e t o q u e m o straban los e s ta m e n to s oficiales y, en particular, el ordo e q u e s te r , con el que e s tu v o bien r e la c io n a d o , al h e r mano de G erm á n ico ; d e d ic a d o al ocio in telectual, al e s tu dio del etrusco, a la h i s t o r i a , a c u l t i v a r a s i d u a m e n t e el trato con Tilo L ivio y a sus neg ocios particulares, pues tanto A ug u sto co m o T iberio fueron e c o n ó m ic a m e n te g e n e rosos con él. N o ejerció el c o n s u lad o ni bajo A ugusto ni bajo T iberio, pero sí se le invistió con él ya de edad muy m a d u ra , en los p r im e ro s tie m p o s del reinado de su sob rin o C alig u la, que lo trató con desigual y variable afecto y que, en un m o m e n to dado, le p ro curó la ruina ec o n ó m ic a. A s e s i n a d o su r e g i o s o b r i n o , fue se c u e s tr a d o d u r a n te casi dos días en un tenso cau tiv e rio por las trop as prelo ria n a s, m ie n tr a s el S e n a d o , los di-
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La erudición de Claudio “ En su a d o le s c e n c ia a c o m e tió la tarea de escribir una historia según los consejos de T ito Livio y en la que incluso le ayudó Sulpicio Flavo (...) Tam bién e s c rib ió m u c h ís im o d u ra n te su p rin c ip a d o (...) D ejó dos volúm enes de la prim era h isto ria y cuarenta y uno de la segunda. Com puso tam bién una a u tob io gra fía en o ch o v o lú m e n e s, m ás a b surda que no falta de elegancia, y una Defensa de Cicerón contra los lib ro s de A sinio Galo (...) Incluso inventó tres nuevas letras que aña dió al a n tig u o a lfa b e to , c o m o si fu e ra n del to d o im p re s c in d ib le s . H a b ía p u b lic a d o un lib ro s o b re este asunto cuando no era sino un particular y, más tarde, ya em pera dor, «o tuvo dificultad en conseguir que su uso se hiciera general (...) Cursó los e stu d ios helénicos con m ucha a plica ció n , d e cla ra n d o en to d o m o m e n to la e x c e le n c ia de esta lengua y su am or por ella (...) Por ú ltim o, e s c rib ió ta m b ié n dos historias en griego: la de los tirrenos [etruscos], en veinte libros, y la de los cartagineses, en ocho. Por este m otivo se añadió al viejo M u seo de Alejandría otro nuevo, con su nom bre” (Suetonio, Vidas de los doce Césares). rectores de la c o n ju ra y los r e g im ie n tos de policía u rb a n a o c u p a b a n p o l í tica y físic am e nte el c e n tro de R om a por si era p r e c iso o p o n e r s e a las c o ho rtes del P re to rio. Lo c ierto es que ios nôtres no t u v i e ron o p ció n : Claud i o fue p roc l am ad o e m p e r a d o r p o r lo s p r e to r ia n o s , a cada uno de los c u a le s prometío~q u in c e mil se stércTos_(3.250 d e n a r i os, _e 1 ecj u i v a l e nte de m á s de cinco años de paga) y a c ep tad o com o tal por el Senado, cu a tro días desp ués (25 de enero), una v ez que las c o h o r tes de la p o lic ía u rbana, sa b ed o ras de la o f e r ta , a p o y a s e n sin v a c ila r a las d e l P r e t o r i o . Es o b l i g a d o e x p l i c a r
algo sobre su carácter, indep en d ie n te y, a m e n u d o , i n c o m p r e n s i b l e s e g ú n los p ará m e tro s o rd in a rio s de la m e n talidad p red o m in a n te en su tiem po.
Marido in c an s a b le L as a n é c d o t a s , i n n u m e r a b l e s , n a r r a das por las fu en te s p a r a r id ic u liza rlo c o n s e rv a n a m enu do un fondo de res peto p ersona l por su libertad de c r ite rio y la a p lic a c ió n que sie m p re puso en las ac tividad es que le p are cía n más p r o p i a s d e un b u e n “ p r i m e r c i u d a d a n o ” , c o m o , p o r e j e m p l o , la a d m i n is t r a c ió n d ir e c t a de la j u s t i c i a . No cabe la m e n o r d ud a so bre sus e x tra v a gancias, su p eno sa a pa rienc ia, su s e n su alidad y su irritabilidad. P ero ta m p o c o so b re el alto g r a d o de e f ic a c ia con que dotó a su g o b ie rn o ni del e x ce le nte es tad o en que dejó al Im perio cu a n d o le advino la m uerte. E stuvo a p u n t o de c a s a r c o n E m i l i a L é p i d a , bisn ie ta de A ug usto , pero la caída en desg ra cia política de sus fu tu ro s s u e g r o s im p i d i ó el e n l a c e . Su s e g u n d o c o m p r o m is o fue con L ivia M e d u lin a C a m ila, de la fam ilia del in o lv id ab le h é ro e ro m a n o , p ero és ta fa lle c ió por e n f e rm e d a d antes de c u m p lir los trece años. Su p r im e ra e s p o s a fue P la u c ia U rg ulanila, hija de un b ravo general y m u je r de c o n d u c ta atroz, de la que se div o rc ió en se guid a y que fue m adre de D ru so , m u e rto p r e c o z m e n te , y de C l a u d i a (é s ta , se g ú n lu e g o se su p o , co n c e b id a de un liberto am ante suyo). T am p o co d uró m u c h o su se gundo d e s poso rio con Elia P étina, m a dre de A n tonia: se desh izo p are ce que p o r c a u sas m e n o s g ra v e s que el anterior. El te rc ero lo c e le b ró con Valeria M e s a " lina, h ija de un nie to de O c ta v ia , la h e rm a n a d e_ A u g u sto , c u y a p ésim a fam a de m ujer esc a n d a lo sa se b asa en h e c h o s a t e s t i g u a d o s p o r t o d a s la s fuentes, incluidas su inte rv en ció n d o losa y más o m e n o s su b rep ticia en la p o l í t i c a p a l a c i e g a p a r a s u r t i r s e de fondo s a co sta de la fo rtu n a de impor-
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Moneda de Claudio.
t a n t e s d e n u n c i a d o s y su a f r e n t o s a boda, duran te una au s e n c ia ocasional de su m a rid o , ya e m p e r a d o r , con un p e r s o n a j e s e c u n d a r i o , p e r o n o to r io , s u c e s o c u y a d e s m e s u r a d a p u b lic id a d y su lla m a tiv o as p e c to de c e r e m o n ia b á q u ic a d e s e m b o c ó , a p e s a r del m is m o C lau d io , en la m ue rte de a m bos; e s c á n d a lo que im p lic ó , a d e m á s, un in se n sa to inten to de d e p o s ic ió n o m a g n icid io en el que participaron con M e salina varios caballeros y algún se nador. N arciso , uno de los libertos y m in istro s u n iv e rsa le s de C la u d io , te m ero so de la c a p ac id a d de influencia de M e salin a sobre el césar, que tenía intención de es c u c h a r su defensa, p r e cipitó la ejec ución de la espo sa infiel. A la ejecución, de m anos de un m ili tar, s i g u i ó u n a d a m n a t i o m e m o r i a e d ec reta d a por el S e n ad o y su nom bre y e f i g i e s f u e r o n r e t i r a d o s de to d a s p a r te s . De M e s a lin a tu v o C l a u d i o a O cta via y a G e rm á n ico (nacido en el 41-42), luego lla m a do B ritánico: a m bos s e ría n m u e rto s p o r su s u c e s o r e h i j o a d o p t i v o , N e r ó n , h i j o d e su cuarta e s p osa, A gr ipi n a, s obri na su y a , que ya h a b ía tenido dos m a rid o s y a c u y o m a t r i m o n i o se o p u s i e r o n c o n poco éxito los m oralistas más severos del S e n a d o . De uno de sus m a r i d o s
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previos, D o m ic io A h e n o b a rb o , c o n c i bió A g rip in a al futuro e m p e r a d o r N e rón, que sería a d o p tad o p or C lau d io . N erón casó con la hija de éste, O c ta via, h e rm a n a stra suya, lo que fue e x p resió n de la alia n z a g e n tilic ia entre las casas del p ríncip e y de los D om icios, pacto que a le ja b a a esta ú ltim a de te n ta c io n e s c o n s p ira to ria s . En los ú ltim os años de su vida, a d o ptado ya Ñ ero n, se cóñstrtuyó jTn grupo, capita n e ado p o r el lib e rto N a rc iso , en p r o d é~ B ntánico? A g rip in a no dudó_en dar m uerte a su maridoTp a ra p re c ip ita r lo s a c o n le c m iie n to s en b e n e fic io s iiy n ^y de su hi|o. L o e n v e n e n ó el 3 de o c tu bre del 54__yY por largas h o r as, o c ultó siT m u erte para p re p a ra r a jie c u a d a m ente su fing ido lu to y la p r o c la m a ción im perial de su hijo.
2. Hombre de Estado Defectos inocultables L a i n n e g a b le r is ib il id a d f ís ic a y los d e f e c t o s m o r a l e s de C l a u d i o lle n a n las p ág in as de los h is to ria d o r e s a n ti g u o s. F u e f á c il p a r a S é n e c a , tras la m u e r t e del c é sa r, e s c r i b i r u n a c e le -
Agripina Menor (la Joven).
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b ra d a y o p o r tu n is ta c o m e d ia qu e, en Virtudes de gobie rno lugar de d escrib ir su a p o th e o sis o a s i m i l a c i ó n a los d i o s e s p o r s u b l i m a P ero consta, ig u a lm e n te, q ue C lau d io ción, n a rra b a con c r u d e z a su a p o c o era co n sciente de tales lim ita cio n e s y lo c yn th o sis o d iv in iza ció n p o st de su, aunque cultiv a d o , m e d io cre in m o r te m , p ero en f o r m a de c a la b a z a . te le c to , a s í c o m o q u e en m á s de un E ran inn egables su g loto na voracidad, c a so se d is c u lp ó p or las m o le s tia s o s in s a b o r e s que c a u s a b a co n sus d e s su afición in c o n te n id a al b ello sexo, su c r é d u la d u c t ilid a d an te la to r c id a t e m p l a n z a s o d e s c o m e d i m i e n t o s . Y, v o lunta d de M e salina, sus te m ible s y sobre todo, que su g o b ern a ció n , a m e súbitos accesos de cólera, el mal c o n nudo ejercid a a través de validos o m trol de su corp ach ón, sus andares c o n ip o te n te s ex tra íd o s de su s e r v id u m j e a n t e s e in s e g u r o s , sus a f e c c i o n e s , b r e p a r t i c u l a r , y q u e no d e j a r o n de flatos y so m n o len c ias in o p o rtu n a s, la lucrarse p e rso n a lm e n te desde sus pri d e s m e m o ria in te r m ite n te , las o c a s i o vilegiados pu esto s, fue efic a z y p ru nales faltas de co n c en tra ció n , la d if i d e n te . N o se tr a tó de m e ro p r a g m a cu ltad a r tic u la to ria a la h o ra de p r o t i s m o c o t i d i a n o , s i n o q u e en s u s n u n c i a r d i s c u r s o s , sus i n a c a b a b l e s a c t u a c i o n e s h u b o un e l e m e n t o e v i partidas de dados, su irritable s u s c e p dente de con scie n cia , m uy patente en tib ilid a d y un p e r m a n e n te te r r o r p o r el r e v e l a d o r d is c u r s o que p r o n u n c ió sufrir atentados o daños físicos que le ante el S e n ad o en el año 48 (T ácito, llevó a au m en ta r de nueve a doce las A n a le s , XI, 23 y ss., que p uede c o te co h o rte s del p re to rio y a e x tre m o s ja rs e con la tabula C la u d ia n a hallada en Lión y que r ec o g e la p ie z a o r a to p in to r e s c o s en las c a u te la s s o b r e su guardia personal y en la rec epción de ria), d e fe n d ien d o la nec esid ad de a c o visitantes. ger a los n uevos hijos de R o m a en la El pav or p or la in se g u rid a d física, a s a m b le a de los p a tr e s et c o n s c r ip t i, así fuese rem ota, a d q u irid o en su j u la de r e n o v a r las in s titu c io n e s y, e x v entud y p ro b a b le m e n te a g ra v a d o p líc ita m e n te , la de re c u rr ir in c lu so a p a r a s i e m p r e d e s d e el d í a de la los h ijo s de los lib e r to s : “ T o d a s las m u e rte de C a lig u l a , y su p a t o ló g ic a cosas, senadores, que ah ora se c o n s i d e b i l i d a d p o r M e s a l i n a Te h i c i e r o n deran tan an tiguas fueron nuev as: los c o m p o r t a r s e c o n f u r o r c i e g o e, i n m a g is tr a d o s p le b e y o s , tras los p a t r i cios: los latinos, tras los p le beyos; las cluso, con vesan ia frente a las a m e n a zas de conjura, reales o supu e stas: a l de los d e m á s p u e b l o s de I ta lia , tras g u n a s f u e n t e s c a r g a n en e s te tr i s t e los latinos. T am bién lo de hoy se hará viejo y lo que ah o ra ba s a m o s en otros habe r c lau dia no m ás de treinta m u e r tes de s e n a d o r e s y h a s ta tr e s c i e n t a s p r e c e d e n te s será algún día un p r e c e d e n te .” de caballeros r o m an o s, a lg u n o s de c u yos procesos se a c eleraro n y c a r e c i e E n tr e los r a s g o s p o s i t i v o s de su ron de garantías ju r íd ic a s suficientes, .1 c o m p o r t a m ie n to p e r so n a l p u e d e n s e pues el em perador, muy d ev o to de a d ñalarse q ue C la u d io c u m p lió con los m in istra r ju s t ic i a p o r sí m is m o , f u n d eb e res a que le o b lig a b a la p ie ta s fa ció n a la q u e d e d i c ó m u c h o tie m p o m iliar c a stig a n d o con la m ue rte a los para o cu p a rse de ca sos de to d o tipo, m a tadores de C alig u la, si bien no hizo atrajo a su ju r is d ic c ió n e x tra o rd in a ria de las in q u i s i c i o n e s p r e v ia s un p r o y personal ( intra cu b ic u lu m p rin c ip is ) ceso gen eral, a la vez que p ro m e tía no r e c u rr ir a la p e lig r o s a le g isla c ió n de m uchos casos que antes eran e n c o m endad os a los ju e c e s h abituales, d e m a ie s ta te c o m o m é to d o de in ti m id a signados de oficio por el p reto r de e n ción sobre los senado res. S o licitó p ia tr e la s c o r r e s p o n d i e n t e s d e c u r i a s d o s a m e n t e y o b tu v o p a ra la d i f u n t a ciudadanas. I L ivia la a poteosis, que C a ligula le ha-
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bía negado , rehusó utilizar el p ren o m bre de Impercitor, volvió a la p o lítica de tole ran cia relig iosa para con los j u díos y j p e r m itió el reto rn o de SÍéneca, e x i l i a d o p o r M e s a Ti na en C o j e e g a ~(41)Tal que en c o m e n d ó 1a ediic ación (49) de su hijo a d o p tiv o (5 0 ). el f u turo N erón. El n ú c l e o a d m i n i s t r a t i v o y b u r o crá tico en que C lau d io tr a n sf o r m ó el pa la c io c e s á re o f u n c io n ó sie m p r e de m o d o m uy au tó n o m o y en detrim en to d e l S e n a d o , p ero con e f i c i e n t e d i l i g e n c i a . E l g o b i e r n o c l a u d i a n o se c u i d ó en p a r t i c u l a r de las c i u d a d e s p r o v i n c i a l e s ; del s ie m p r e a g o b i a n t e a b a s t e c i m ie n t o de R o m a , a cu y o p u e r to de O s tia se dio, p o r fin, una n ueva, útil y m ed ita d a planta; de los p r o b le m a s h id r á u l ic o s , a m e n u d o de g ra n p o r te ( c o m o el d e s e c a m ie n to y c a n aliza ció n de los pan tan o s del área d el la g o F u c i n o , en q u e t r a b a j a r o n 3 0 .0 0 0 h o m b r e s d u r a n te un d e c e n i o la rgo, c o s ta n d o cien m illo n e s de d e narios, o las in f ra e s tru c tu ra s de c o n d ucc ión de agua a la capital); y de la h ig ie n e p ú b lic a. R o m a lue o b je to de im p o rta n tes ac tu a cio n e s p la n ifica d as, c o m o lo s g r a n d e s a c u e d u c t o s A n i o n o v u s y cic/uci C la u d ia , sólidos, útiles y h e r m o s o s : s ó lo e s te ú l t i m o c o s tó casi 90 m illones de denarios (cuand o un j o r n a l e r o g a n a b a m e n o s de u n o d i a r i o ) . El i m p o n e n t e y r e f o r m a d o p u e r t o de O s t i a y sus v o l u m i n o s o s servicios p asaron a d e p e n d e r d ir e c ta m ente del palacio, a través de un p ro cu ra d o r del César, de rango ecuestre, en lu G g a r de h a c e r lo , c o m o h a s tai entonces, de un m a g istra d o c u e sto r d e s ign a do p or el S enado, lo m ism o que las f r u m e n t a t i o n e s g ratu itas o a bajo p rec io que recibían d ec en a s de miles de p l e b e y o s r o m a n o s d e b i d a m e n t e identificado s o que el cu id ad o de los ac u ed u c to s urbanos y el m a n d o de las clos g rande s flotas im p e riale s de g u e rra de M iseno y R ávena y gran parte del sistem a postal oficial (cursus p u blicus), h asta en to n ce s a cargo, sobre todo, de las ciu d ad e s del recorrido.
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Estatua colosal de Claudio. Bronce, procedente de Herculano. Hacia el 48 d. de C.
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Tradición e innovación Las aficiones p erso n a les del p rín c ip e se reflejaron en su b e n e v o le n c ia para co n los provinciales y las p rov incias, d o n d e la ab u n d a n c ia de c iu d a d e s cogn o m in a d a s C laudia es re v e la d o ra : ya se tr a t e de d e d u c t i o n e s c o l o n i a r i a s p ara asen ta r a los v eteran o s lic e n c ia dos, ya lo fueran p or co n c e s ió n de la c a te g o r ía de m u n ic i p iu m de d e r e c h o la tino o ro m an o ; en la so le m n e c e le b rac ió n de los Ju e g o s S e c u la re s c o n m e m o rativ o s del n a c im ie n to de R o m a (y en la im p re sc in d ib le in v e stig a ció n c la u d ia n a y e rudita p ara e s ta b le c e r el m o m e n to del c o m ie n z o de un s a e c u lum, de un evo, para la C iu d ad ), en su p r e o c u p a c ió n , m ás bien f o rm a l, p ero intensa, por el legado ancestral y las a n tigu as m agistratu ras y en sus re g la m e n t a c i o n e s m i l i t a r e s y c i v ile s : r e g uló en detalle el se rv ic io m ilita r de los jó v e n e s ca ballero s (que se lijó en tres años, pero cuya c o n c lu sió n p odía d a r le s el r a n g o de tr ib u n o s l e g i o n a r io s, o tr o r a r e s e r v a d o a los j ó v e n e s s e n a to r io s ) , r e g u ló los e m o l u m e n t o s de los ab o g a d o s tras d e c id ir q u e p o d ía n c o b r a r p o r e j e r c e r , e l a b o r ó un c e n s o , c e le b ró s o le m n e m e n te el lu s trum c o n q u e c u l m in a b a su c e n s u r a , r enovó las entecas filas de los p a tric ii p o r a d s c r i p c i ó n de il u s t r e s f a m i l i a s p le b e y a s de la n o b ili ta s a tal d i g n i dad, solicitó a m e n u d o la opinió n de los p atre s, que e m itie ro n a b u n d a n te s se n a tu sco n su lta , acreció el n ú m e ro de se n a d o re s con m ie m b r o s p r o c e d e n te s de las pro v in cias y, en particu la r, de las H ispanias y las G alias (incluida la C om ata o más r e c ien te m e n te r o m a n i zada, no sin op o sic ió n de m u c h o s) y e statuyó sobre p rácticas relig io sas en un s e n tid o de c o n s e r v a d u r i s m o p i a d o so y hostil p ara con la m a g ia , los cultos bárbaros, c o m o el dru id ism o , al que c o n s id e r a b a b ru tal y p o l í t i c a m e n te p e l ig r o s o , y los o r ie n t a le s no g r ie g o s, in c lu id o el c r is t ia n i s m o n a c i e n te , c u y o s m ie m b r o s , j u d í o s “ s e cu aces de un tal C r e s to ” , tenían r e p u
tación de gentes procliv es al desorden p ú b lic o y c o n tra los que se to m a ro n a l g u n a s m e d i d a s no v i o l e n t a s en el año 49. Claudio exaltó legal y adm inistrati vam ente la dignidad moral y ju rídicop o lític a del civis R o m a n u s , d ig n id a d que, a título personal o colectivo, dis p e n s ó con v isió n a p e r tu r is ta , del m ismo m odo que el ius Latii, pero p o n ie n d o em p e ñ o en que c o n s e r v a s e su carácter de privilegio origen de prerro gativas y fuese entendida com o una re co m pensa, que re c ibieron, en p articu lar, m u c h o s v e te r a n o s de los a u x ilia que cooperaban con las legiones.
Poder palatino P ropiam ente hablando, el p rin c ep s te nía e n c o m e n d a d a s i m p o r t a n t í s i m a s f u n c i o n e s d e f i n i d a s ta n s ó l o d e un m o d o genérico. P o d ría decirse que le correspondían todas las potestades re siduales, las no exp re sam e n te c o n te m pladas en las leyes; y que la inercia so cial y el consenso general le atribuían, a títu lo p e r s o n a l, un papel de p r o v i dencia, de gran evérgeta, en tanto que p atrono universal del pueblo de Rom a y tutor m áxim o de la suerte de la c o m unidad. No resulta, por eso, chocante el recurso em in ente a las vías o rd in a r i a s de a c t u a c i ó n de un p r i v a t u s y desde ese punto de vista se c o m p re n den las im p o rta n tes e n c o m ie n d a s e n ca rg a d a s p o r C la u d io a m ie m b r o s de su f a m ili a , en el se n tid o r o m a n o del térm ino que incluye a los propios servi y libe rti, del m is m o m o d o q ue a los allegados de toda clase, a una especie de co hors a m ico r u m de la que se e x traía con regularidad a los c o m p o n e n tes del consilium principis, especie de c o n s e jo m in is te ria l de h e c h o q ue no estab a su je to a re g u la c ió n n in g u n a que no fuera la libre voluntad del cé sar, desde los tiempos de A ugusto. To das las fuentes insisten, naturalm ente, en lo que c o n s id e r a n e x c e s iv o p o d e r de sus servidores dom ésticos converti-
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Acueducto de Claudio. Porta Maggiore. Roma. Hacia el 50 d. de C.
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dos en grandes delegados im periales: y por eso queda injustam ente en la so m bra el r e c u rs o de C la u d io a p ro c e re s rom anos de gran valía que, asim ism o, le asistieron r e g u la rm en te , co m o D é cim o Valerio A siático (una de las v ícti m a s de M e s a l i n a ) o L u c i o V i t e l i o , f irm e g o b e r n a d o r del e n o r m e á m b ito sirio, segu ndo del césar en R o m a d u r a n te las a u s e n c ia s de é s te y c o l e g a suyo en la censura del año 47 (pietatis im m o b ilis erga p r i n c i p e m , de i n c o n m ovible devoción al césar, com o C la u dio m andó se inscribiera en su estatua, que sufragó en el Foro tras la m uerte de su amigo). El núm ero y el po d er de los lib e r tos de co nfianza del príncipe, que han sid o s ie m p r e tan s u b r a y a d o s , fu ero n grandes, pero no los únicos rasgos d is tintivos de este gobierno. N arciso diri gió el gabinete ab epistulis, encargado de los asuntos generales, de su a s ig n a ción a otras d ep e n d en c ia s del palacio y de la i m p o r t a n t e c o r r e s p o n d e n c i a im perial de toda especie; Palante (P a las) adm inistró los en o rm e s bienes d e p en diente s del em p erad o r, pú b lic o s y privados, com o resp o n sa b le de la o fi c in a a r a ti o n ib u s , d es d e la qu e o p e raba p o r todo el Im p e r io a tra v é s de una red de p r o c u r a to r e s e s p e c i a l i z a dos, entre otras cosas, en el co b ro de los i m p u e s t o s e s t a b l e c i d o s p o r A u g u sto para el a e r a r iu m m ilita re , con te n d e n c ia a c o n s titu ir un solo y c e n t r a l i z a d o f i s c u s C a e s a r i s ,’ C a l i s t e y P o lib io d irig ie ro n la c a n c ille ría j u r í dica. el estudio de l as peticion es, i n s tancias y pleitos (a libellis) y el d e s p a c h o y a r c h i v o g e n e r a l en t o d a s sus fases de los a m e n u d o co lo sa le s p r o yectos im p e riale s, de su fin a n c ia c ió n y ejecución (a stu d iis) y que no se li m ita r o n a R o m a e I talia: s u y o s son, entre otros m uchos traba jos ruteros, el paso alpino del B rcnnero o la a m p lia c i ó n de la r e d v i a r i a g a l a s o b r e la pauta inicial trazada por A gripa. Ya se ha dicho que C lau d io respetó las funciones básicas del S enado y se p r e o c u p ó de a c t u a l i z a r su c o m p o s i
ción y de crear nuevas fam ilias p a tri cias o de re in te g r a r le el c o n tro l (44) de provincias com o A ca ya o M a c e d o n ia . P a r a e l l o r e c u r r i ó al n o m b r a m ie n to d ir e c to de s e n a d o r e s , lo q u e p r iv a b a en el fo n d o de gran p arte de su pod er a la asam blea. T am bién r e c u rrió a ex pedientes de corte tradicional p a ra e je c u ta r su p o lític a , y tal fue el c a s o de su r e f o r m a d e la c u e s t u r a , m uy d es n aturalizada, que volvió a re c u p e rar antiguas e im p o rta n tes fu n c io nes de control sobre el a e r a riu m S a turni, bien que bajo la tu te la dire c ta del césar. N o aceptó las iniciativas que a c e r c a b a n su p e r s o n a a la c o n d i c ió n divina y ni aun in c o rp o rar el de Iulius a su n o m b re; ev id en c ió su m o d e ra tio tradicional, más rele vante en parangón con la c o n d u c ta de C a lig u la ; dejó al S e n a d o la d e s ig n a c ió n de las parejas c o n s u la r e s (e x c e p to en cin co o c a s io nes, en q ue a s u m ió la m a g is tr a tu ra ), que d e fa c to era n se m e s tra le s , y u t i lizó en su aparato de p ro p a g a n d a (so bre to d o , en las m o n e d a s ) la e x a l t a ción de m otivos com o libertas, iustitia o providen tia. Si el régim en m a ntuv o i n i c i a l m e n t e la f i c c i ó n de q u e , en cierta fo rm a, el p rín c ip e y el S en ad o actuaban com o colegas, los com etido s y p o d e r e s d e p o s i t a d o s en a q u é l no consentían, de hecho, alargar por m u c h o tie m p o esa a p a r ie n c ia . P or ello, d e s a r r o l la n d o m ás a f o n d o una línea esb o za d a desde el co m ien z o de la d i n a s t í a , a u m e n t ó el n ú m e r o de a lto s puestos ad m inistra tivo s de libre d e s ig n a c i ó n d e s t i n a d o s s o b r e to d o a los eq uites Rom ani, las g ran des p refec tu ras y las procú ratelas, que pasaron de una v e in te n a (A u g u sto ) a trein ta y o c h o . Los p r o c u r a t o r e s e j e r c ía n , en n o m b re del c é sa r y h asta que p lu guiese a éste, fu n c io n e s se m ejan te s a las q ue los curato res senatoriales d e s e m p e ñ a b a n , p e r o s ó l o d u r a n t e un añ o, p or d e c is i ó n del S e n a d o . E n tr e ellas, la que rigió el n u evo fi s c u s Caesaris, la caja im perial centralizada, de la que pasaron a d ep e n d er incluso los r e p a r t o s d e g r a n o a lo s c i u d a d a n o s
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m enestero sos oficialm ente censados en la capital com o sujetos del derecho a f r u m e n t a t i o . Su i n t e r v e n c i ó n r e s p e c to de la c o m p o s ic ió n del S e n a d o f u e , p o r u n a p a r te , d i r i g i d a a r e n o v a rlo ; y, p o r o tra, a c o n t r o l a r lo m á s p le n a m e n te : a tal efe cto hizo a m p lio uso, du ran te su censura, del p r o c e d i m iento de la adJectio o incorporación a la rela ció n de se n ad o res (lectio S e n a t u s , a lb u m S e n a t u s ) de g e n t e s de confianza, a veces de rango o rig in a ria m ente ecuestre. No se atrevió a tanto co n alg u n o de sus libertos h elén ic o s, pero sí llegó a co nc ede rles el uso, por ejem p lo , de las insignias de la pretura, au nque sin poder usar del rango c o n gruo ni acceder al Senado.
3. Problemas militares En O cc id e n te En su reinad o ocupan lug ar rele v an te los a s u n to s m ilita re s y g e o p o l ític o s , nada m enu dos y en buena parte c r e a d o s p o r C a l i g u l a , a los q u e el g o bierno im perial se en fre n tó con buen pulso. C lau d io eligió m uy bien a .sus gen erales (C orb ulón , S u eton io P a u lino), fue p o p u la r en las legiones, p la nificó ex c e le n te m e n te sus ca m p a ñ a s y recibió, sin haber e m p u ñ a d o ja m á s la e s p a d a , m ás a c la m a c io n e s im p e r a t o ria s ( v e i n t i s i e t e ) q u e el p r o p i o A u g u s t o ( v e i n t i u n a ) . Se c u e n t a n e n t r e sus acciones notables en O cc idente la p a c if ic a c i ó n de los v a s to s te rrito rio s de M a u r e t a n i a ( S u e t o n i o P a u l i n o ) , que q u e d a r o n d i v i d i d o s (46) en dos p r o v i n c i a e C a e s a r is , la M a u r e t a n i a C aesa rie n sis (con capital en C esarea, C h e rc h e l) y la M a u r e ta n ia Tingitanci (con capital en Tingi, T ánge r); la n o table e xpe d ic ión de c o n q u ista de Britania (43-44), ap o y a d a p o r la opinión p ú blica, los solda do s y los n e g o c ia n tes (a los que no era a jen o N arciso ), en la qu e d e s ta c a r o n A ulo P la u c io y F lav io V espasiano (el futuro e m p e r a
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dor), y que sup onía la p rim e ra e x p a n sión notable del Im p e rio d e s d e tie m pos de A ugusto, de la que surgió una n ueva p rovin cia, B ritannia, e n c o m e n d a d a a un le g a d o s e n a to r io del p r ín c i p e , con c e n t r o s en C a m u l o d u n u m ( C o lc h e ste r ), L o n d in iu m ( L o n d r e s) y G le v u m ( G lo u c e ste r ) . L a de B rita n ia no fu e u n a o p e r a c i ó n con s i g n i f i c a c i ó n e c o n ó m i c a , a d i f e r e n c i a de lo que su pondrían las m inas de oro dálm atas halladas en tie m p o de N erón o la co n q u ista de la D ac ia p o r Trajano, pero a p o rtó u na im p o r ta n te c u o ta de g loria y d ig n id a d al p r ín c ip e y a sus pro p ó sito s c o m o estadista. »
En Oriente A com etió también la reorganización de A n a to lia q ue, con la a g r e g a c ió n a la n u e v a p r o v in c i a de L ic ia y P a n f ilia (43) de la hasta entonces autónom a Li cia, desangrada en incesantes disputas internas, quedó enteram ente com puesta por p ro v in c ia s r o m a n a s h o m o g é n e a s , meses antes de que, a la muerte de su am igo de infancia y proteg ido, el rey Julio Agripa, gran parte de Judea (44), por causas parecidas, volviese a su an terior estatuto provincial (lo que aviva ría el rencor nacionalista contra Roma) y de que Tracia (46) fuera pacificada y puesta bajo el gobierno de un procura dor imperial; también zanjó con trabajo y m a no firm e las graves y en d é m ic as querellas urbanas entre judíos y griegos de A lejandría; la im portante ca m pa ña de D om icio Corbulón (47) en Frisia y Germania, que dio, entre otros resulta dos, los de la creación del canal artifi cial entre el Rin y el M osa con el que ev itaba a los ro m an o s extra ordinarias d ific u ltad e s en sus c o m u n ic a c io n e s y movim ientos, la de la ciudad de C olo nia (Colonia Claudia A ra A u g u sta ) y el a fia n z a m ie n to de la de T ré v eris ( A u g u s t a T rev ero ru m )', el h á b il c o n tro l ejercido sobre el trono en la anatólica C om age ne (49), a cuyo dinasta se en com en dó una parte de Cilicia, y las pri
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m e ra s t o m a s de c o n c i e n c i a s o b r e el n u e v o y g ran p e lig ro o rie n ta l, el del i Imperio Parto, a partir de la m uerte del débil Artabán III (38) y la ulterior en tro n iz a c ió n de V ologeses (51), cu y a s intervenciones en el E stado-tam p ón de A rm en ia , ú ltim am en te en la ó rb ita de
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Rom a, y en cuyo trono puso a su her mano Tiridates, encendieron señales de m otivada alarma. A tal efecto se e n c o m endó al poderoso gobierno rom ano en M esia, en m a n o s de D idio G alo , una especial vigilancia sobre las riberas del mar Negro.
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Busto de Claudio. Hacia el 41 d. de C.
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V. Nerón
1. Hijo de su madre Otra infancia desd ic ha da! N erón Claudio César Druso Germánico, a n t e s T i b e r i o C l a u d i o N e r ó n , n a c ió com o Lucio D om icio A henobarbo. Su madre, A gripina, era herm ana de Calí: gula y, por ende, bisnieta de Augusto. Y el padre, Gneo, pertenecía a la muy no ble casa plebeya Domicia, cuyo nombre llevaba, por ejemplo, la famosa vía que enlazaba la N arbonense con Italia y que había accedido al patriciado durante las reform as de Augusto. No fueron un m a trimonio feliz y Lucio apenas conoció a - su padre, p r e m a tu ra m e n te muerto. La h i s t o r i o g r a f í a r o m a n a r e t r a t a a es te hom bre con rasgos muy negativos: ini?, necesariam ente cruel, altanero y venga tivo', brutal e, incluso, infanticida*, fue arrestado en tiempos de Caligula a c u sado de crim en de lesa m ajestad y de relaciones incestuosas con su hermana, pero el asesinato del em perador le valió la supervivencia. Murió en el año 40 de un a t a q u e de h i d r o p e s í a , en P ir g o s , cuando Nerón sólo tenía tres años. T am poco conv iv ió m ucho N erón co n el s e g u n d o m a rid o de su m a d re , C rispo P asieno, a quien ésta hizo dar muerte (48); ni con ella misma, alejada de R o m a p o r i m p l i c a c i o n e s en un a co njura (39): por un largo tiem po e s
tuvo el niño al cuidado de su tía, D o micia Lépida, incluso tras el retorno de la madre, por la cual sentía tanto amor co m o temor, y que dejó la edu c ac ió n de su hijo en m anos ajenas. Nerón, una vez adoptado por Claudio, llegó a de p oner contra D om ic ia en un sum ario, instigado por A gripina, que profesaba fuerte anim adversión por su cuñada. Es famoso.el magisterio^ algo posterior del hético Lucio Alineo Séneca, ya p ro m o vido senador, sobre~el Joven, buen co n o c e d o r p o r eso de la c u ltu r a h e len a desde entonces. T am bién son rele v an tes las in flu e n cia s de otro s alleg a dos m e n o s r ep u ta d o s, sobre lodo actores, cantantes y danzarines, a los que siguió por cam inos en teram ente opuestos a la gravitas rom ana tradicional, que el j o ven veía com o tristitia, sin recatarse de proclam ar cada vez más exaltadam ente la superioridad de la cultura griega, en lo que ha de incluirse su concepción de las fu n c io n e s y c a r a c t e r ís ti c a s de un b asileu s helenístico. D esde muy niño manifestó una irreprimible afición por la h íp ic a , ta n to de m o n t a c u a n to de conducción de carros, que practicó sin cesar, así com o por el teatro y la decla mación a la griega. U na y otra afición c o b r a r o n m a g n itu d d e s m e s u r a d a a n dando el tiempo, del m ism o m odo que sus tcndcncas bisexuales, que llegaron a ser m uy explícitas, con el norm al e s cándalo.
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Busto de Agripina ia Menor. Hacia el 50 d de C.
B u rro , qu e e s ta b a al s e r v ic io de los c é s a r e s d e s d e t i e m p o s de T i b e r i o y q ue fue d esig n ad o prefecto del p r e to rio en el año 51. P ara ello, A g rip in a c o n s ig u ió prim e ro la ado p c ió n de L u cio por el em perador. Se pro p u so su c e siv a m en te, en u n a c o h e re n te cad en a de actu a cio n e s al servicio de su gran o b j e t i v o f in a l , c o n s e g u i r la r u p t u r a del c o m p ro m iso de es p o n sa le s c o n v e nido entre la hija de C la u d io y M esalina, la m uy niña O ctavia, y el noble J u n i o S i l a n o ; v i n o d e i n m e d i a t o el p la n p ara a l c a n z a r el m a tr im o n io de L u c io (ya a d o p t a d o p o r C la u d io con el n o m b re de T iberio C la u d io N erón) c o n la j o v e n , q u e era le g a l m e n t e su h e r m a n a y q ue sólo co n ta b a con doce años de edad, cua tro años m e n o s que su m a rido (53) y a la que en seguida (58) c o m e n z ó N eró n a ser infiel con P o p e a S abina; ésta lo in c ita ría , p oco d esp u és, a r e p u d ia r a O c ta v ia so p re texto de es terilidad , y a ac u sarla acto s e g u id o de a d u lte rio y tra ic ió n para,
Los pla ne s de Agripina A gripina, lla m a da la M e n o r para d ife r e n c ia rla de su m a d re , n a c ió el 6 de n o v ie m b r e del año 15 en A r a U b io ru m , c i u d a d que lu e g o r e c i b i r í a p o r ello su nom bre ( C olonia C laud ia A ra A u g u s t a A g r i p p i n e n s i u m , la a c t u a l C o lonia) y tenía veintiún años c u a n d o dio a luz a Nerón. Su p a rticip a ció n en una co n jura (la que urdió G etiilico en M a guncia ) contra C a ligula, a fines del año 39, le valió el destierro. C u a n d o , ya e n tro n iz a d o C la u d io , A g rip in a re gresó a R o m a (41), logró g an a r el c o raz ó n del cé sa r, su tío c a r n a l, h a s ta co nvertirse en su últim a esp o sa (49) y recibir del S en ad o el n o m b re y la c o n sideración de A u g u sta . La m eta de su vida, desde e n to n ce s, fue c o n s e g u ir el Im perio para su hijo, con la a y u d a de su p o d e r o s o a m a n te , el lib e r to p a l a tino P alante, plan en el que c o o p e r a ron a c tiv a m e n te o tro r e p a tr i a d o , S é n e c a , y el v e t e r a n o m i l i t a r A f r a n i o
Busto de Nerón Joven. Hacia el 50 d. de C.
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p o r ú lti m o , o r d e n a r su m u e r t e (6 2). O c ta v ia fue una m u je r re p o s a d a y dig n a , e je m p lo ya p o c o c o r r ie n te (y, m e n o s, en la fam ilia im perial) de m a trona ro m a n a de la n o b le z a c h a p ad a a la a n t i g u a . P o p e a d io a . N e r ó n u n a j i i ñ a , fallecida a los tres m e ses, y e s ta n d o de n u e v o e n c in ta , r e s u lt ó m u e rta a su vez a ca u sa de un brutal p u n ta p ié p ro p in a d o por su m a rido en una crisis de ira (65) m o tiv a d a p or ios re p r o c h e s de la m u jer, que le a fe ab a a l g u n o s r a s g o s de su c o n d u c ta . L os f u n e r a le s s o le m n e s de P o p e a , p o r la que N eró n sen tía a p a s io n a m ie n to , fueron muy sign ific ativ o s de la m e n talid ad n ero n ia n a: com o se ñ ala T á c ito , “ el c u e r p o no fue in c in e r a d o s e g ú n la c o s t u m b r e r o m a n a , s i n o q u e, c o n f o r m e a la de los r e y e s e x tran jero s, fue e m b a ls a m a d o y pu esto en el t ú m u l o de la g e n s J u l i a ” . Él mismo apunta que Nerón estaba deseo so de d e s c e n d e n c i a y p r e n d a d o de a m o r por Popea. L uego, aún c asó con E s t a t i l i a M e s a l i n a , q u e s e r ía su ú l tim a esposa. A gripina, v ero sím ilm e n te , planeó, t a m b ié n , y lle v ó a c a b o la e l i m i n a ción del p ro p io C la u d io , a p r o v e ch a n d o su afición a los guisos de s e tas, y q u iz á fue c a u s a del a s e s in a to del ú n ic o hijo v a r ó n de é s te , B r i t á nico, que só lo te n ía c a to r c e años de ed a d (55): c u a n d o A grip ina, ya viuda y m o m e n t á n e a m e n t e e n f r e n t a d a con N e r ó n , u tiliz ó la a m e n a z a de B r i t á nico c o m o posible c a n d id a to al I m p e rio, suscitó tal te m o r en N erón que la m uerte del jo v e n p ríncip e, in m ediata, ha sid o u n iv e rs a l m e n te in t e r p r e t a d a c o m o una re a c c ió n d e f e n s iv a de N e rón. Todo, pues, o casi, lo c o n s ig u ió esta m u je r en p o c o s años e, incluso, f u e , t r a s el e n c u m b r a m i e n t o de su h ij o , u n a p o d e r o s a y t e m i d a c o r r e gente que com o tal figuró en las m o nedas y en los d o c u m e n to s oficiales, h a s t a la c a í d a en d e s g r a c i a d e su a m a n t e (5 5 ). P e r o , sin d u d a , n u n c a e s p e r ó m o r ir (59) p o r o rd e n d ir e c ta de su hijo, que le debía el tron o y con
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cuya p ro fu n d a y c o n te n id a h ostilidad no h ab ía c o n ta d o h a s ta ese punto:, el se n tim i e n to n e r o n i a n o de a m o r - o d io p o F su m a d re se d e d u c e d ire c ta m e n te "^deT á l e c t u r a de l o s c l á s k iQ&, así com o el p r e d o m in io final del se g u n d o f a c tor sobre él prim ero.
2. Emperador aclam ado Figura discutida El tópico h isto rio g rá fic o sobre N erón, b a s a d o en las f u e n te s r o m a n a s a n t i guas y, sobre todo, en T ácito, que le es m uy h o s til, a c a b ó p o r e s t a b l e c e r una división en su reinado: los cinco primeÍOS~afios~{quiiicíuennium aureum Ñ eronis los llam ó, con m u c h a fortuna pub licitaria, un h isto ria d o r b ajo im p e rial en el siglo tv), que co m ie n z a n a n tes de los d iecisiete d e su~edad, cuyo s a ld o se p r e s e n t a c o m o p o s i t i v o , lo cual suele atribuirse a la c o m p ete n cia de S én e c a y A fran io B urro; y los si guie n tes, re p le to s de d esm esu ra s^ q ú e co n f o r m a ro n p ar a _s i e m p r e - e L e o n o cid o perfil n ero n ia n o de corte m o n s truoso, a g ra v ad o h isto rio g rá fic am en te hasta nuestros días p or sus decisiones en los g r a v e s s u c e s o s a n t i c r i s t i a n o s del año 64, con o ca sió n del gran in cendio de Rom a. La influencia de T á cito y el poder, tan c o nsiste nte, de la tra d ic ió n c r is tia n a d ib u ja ro n para siem pre a un N erón c r u d elísim o, n arc i s is ta , a r b i t r a r io , e x c é n t r i c o y p e r verso. A lgunas de sus extra v ag a n cia s lo fu e ro n só lo d e s d e una ó p tic a r o m ana tradicio na l, que mal pod ía c o m p r e n d e r c ó m o el e m p e r a d o r se h ac ía l la m a r “ n u e v o H e l i o s ” (6 8 ), “ N erón H é r c u l e s ” o “ N e ró n A p o l o ” , o u tili zaba ritos y ado p tab a actitu des tan e s tr a f a la r ia s e in d e s c i f r a b le s c o m o las pro ce d en te s del m a zd c ísm o o del mitraísm o (66). H ab id a cu e n ta de la an im ad v e rsió n de los m ejores h isto ria d o res rom anos p o r las fig u ra s c e s á r e a s con te n d en -
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Busto de Séneca. Hacia el 50 d. de C.
cías autocrática s y del d uro e n f r e n ta m ie n to q u e N e r ó n a c a b ó p r o t a g o n i z a n d o c o n t r a la c ú s p i d e s o c i a l r o m ana, se han llevado a ca bo en fechas r e c i e n t e s in t e n t o s de r e i v i n d i c a r su calidad de artista hipe re sté sico , de in telectual y aun de g o b ern a n te cvergético e ilu m in a d o con se sg o s p o p u lis tas, p e r o e s t i m a b l e (u n a e s p e c i e de n e r o n i s m o a c a d é m i c o , n o f a l l o de a n a c r o n ism o s), más atento al b ie n e s tar de las g randes masas que no a sa tisfa ce r las a m b icio n es de la p o d ero sa m in o r ía s e n a t o r i a l ; e s ta s r e v i s i o n e s han a ñ a d i d o m a tic e s de in te r é s a la s e m b la n z a tr a d i c io n a l, tan n e g a tiv a . Pero, en g eneral, los h isto ria d o res si guen p r e s e n ta n d o , con b u e n o s m o ti vos, al N erón de los últim o s años con m uc has más so m b ras que luces, a pe sar de las ju s t if i c a c io n e s e s te tiz a n te s de algunas de sus m á s lla m a tiva s ac ti tudes. En el año 59 m urió A gripina y este h e c h o , d r a m á t i c a m e n t e r e c o g i d o en las fuentes (según las cuales el e m p e rador ordenó ap uñalar a su m a dre pre-
c is a m e n lc en el v ie n tr e que Jo h a b ía c o n c eb id o ), m a rc a ría el final del lu s tro bené fico del g obie rn o de N erón, el q u i n q u e n n i u m N e r u n is ., h i p o t é t i c a m e n te c a r a c t e r i z a d o p o r el e j e r c ic io se n e q u is ta de la c le m e n tia c o m o v ir t u d . p o l í t i c a y d e g o b i e r n o . P e r o es más significativa una fec h a algo p o s terior, la del 62, en que fallece A fra n io B u rro y se p ro d u c e n el retiro de S én ec a a la vida privada y el m a tr im o nio de N erón con P opea, la cual alentó sin v acilar las pasiones perso n a les de su te r c e r m a rid o , su e x h i b i c i o n i s m o m o r b o s o e i n s a c i a b le , su s u s p i c a c i a para con sus críticos y su renc o r so te rrad o e in co n feso co n tra A g rip in a, h a s ta lle v a r lo al m a tr ic id i o . J u n to a P o p ea y sin A gripina, Palante (eje cu tado en ese m is m o año), Burro y S é neca, N erón careció desde entonces de to d o fre n o e f ic a z y p u d o c o n v e r tir s e en lo que deseaba ser.
Tutores N e r ó n , aú n i n s e p u l t o el c a d á v e r de Claudio, prom etió más de 3.500 den a rios a cada pretoriano, recibió la ac ep ta c ió n del S e n a d o tras un m a g n íf ic o discurso program ático, de corte augúsleo (redactado por Séneca; puede verse en los A n a le s de T ác ito , al c o m ie n z o del libro X IV ), en el que p lanteaba la neta d istinción entre la casa del p rín cipe y la res publica, en directa alusión y repudio a la p erm a n en te deleg a ció n de poderes estatales de Claudio en sus libertos, y celebró los funerales de E s tad o de su p ad re a d o p tiv o , al que se confirió la apoteosis. El discurso, bien acogido, resultó más bien p om posa fa cundia de conveniencias, porque el pa pel o fic ia l q ue en r e a lid a d N e r ó n se asignó fue el de una especie de poder s o b r e h u m a n o , v ic a rio te rre n a l de los d io s e s , c o n c e p c i ó n m á s h e l e n ís tic o oriental que no propiam ente helénica y que no parece repugnase al propio S é neca: en su acerba A p o c o lo c y n th o s is , destinada a envilecer y zaherir la me-
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m o r i a de C l a u d i o , h a c e q u e A p o l o co m p a re seriam ente su pro p ia belleza ideal con la de Nerón; y en el De c le m e n ti a , e s c r ito al p o c o d el d is c u r s o program ático, se m uestra decidido par tidario de una m onarquía de corte im p e r ia l y a u t o c r á ti c o , c u y a u til id a d o ju stificación ha de residir en la virtuosa y elem ente sabiduría del soberano, o p timus, sí, pero también m axim us, com o el m ism o Jove. N e ró n p ro m e tió t a m b ié n a b o lir el p r o c e d im ie n to j u d ic ia l intra cubiculum principis, tan ingrato y tem ido por el S enado, pero acabó por recurrir a procedim ientos peores. Y si rechazó en el 54 el título de p a te r P a triae, a le g a n d o su ju v e n tu d , fu e para aceptarlo satisfecho en el 56. La línea política esbozada por Séneca era, clara m ente, la de un r é g im e n p erso n a lista basado en una especie de mística cesá rea. C uando N erón careciese del freno in telectual de su m a e stro , es p e c ie de aprendiz de brujo, las d esm esu ras p o tenciales de la doctrina se convertirían en n o rm as de go b ie rn o y el so b e ra n o o lv id a r ía p r o n to la e x ig e n c ia de m á x im a b o n d a d d o c trin a lm e n te a n e ja al disfrute de la máxima grandeza. N o h a y m u c h a s d u d a s s o b r e las causas que hicieron de estos prim eros a ñ o s un l a p s o b a s t a n t e t r a n q u i l o y p ró s p e r o : la p r e s e n c ia y a s c e n d ie n te de los n o ta b le s tu to r e s p o lít ic o s del príncipe y la escasa edad de éste, fa c tor que parece hallarse en proporció n i n v e r s a c o n la s e n s a t e z de su c o n ducía. E L c s t o i c ismo c o n se r v a d o r d e I se n a d or h ispano S én ec a y el p ragm atismjüLgficaz del c a b a l l e r o s a ! o A franio JB ujxo fueron del agrado del Senado y operaron en parcial coinciden cia de in tereses con A gripina y P alante, h o m bre m uy am b ic io so , pero e x p e r i m e n tado y prudente, severo ce n so r de los d e s ó rd e n e s de N e ró n en su c o n d u c ta personal, que no faltaron desde el p ri m er m om en to , y p a rtid a rio , com o A gripina, del acreditado sistem a claudiano, que co n tro lab a a la perfección, y de la rig id e z en el m a n t e n i m i e n t o del p o d e r del palacio, a la u sa n z a de
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T iberio y sus su c eso res. A r ep ro ch e s de su m a dre y el am an te de ésta sobre la co n d u c ta personal del cé sa r se d e b ie ro n el as e sin a to de B r itá n ic o y la c a í d a en d e s g r a c i a de P a l a n t e (5 5 ), prim e ra de las grandes ac tu a cio ne s ne ronianas y en m o m e n to bien p recoz de su reinado. Las diferencias de criterio e n t r e la m a d r e y su a m a n t e , p o r un lado, y los preceptores de N erón , por otra, se saldaron a favor de éstos: „enJ r e otras cau sas p osib les, p o r q u e N e ró n v e n F e r T é l l o s un m e n o r a s c e n d ie n te ÿ a p e rso n as d is p u estas,.a ^ c o m placerle p n v a d a m e n t e e n sus te ndencias a cam bio de su p e rm a n en te re signación de p o d e r e s . N o hem o s c o n servado, d e sd ic h a d a m e n te , unos Com m entarii o m e m o rias de Agripina, p r o b ab le m en te m uy ácidos, a los que supuso parcial r e sp u e sta la sátira cucu rb itáce a de S énec a ya citada. D ebe se ñ a la rs e que los p r im e r o s c r ím e n e s de E sta d o p e r p e tra d o s p o r N e ró n no parecen hab e r sido c e nsurados por su m o ralizan te preceptor. D esde te m p ra n o , N erón m ostró p r o fu n d a a n i m a d v e r s ió n vital e in te lectual por la m o d e ra ció n y la anc es tral gravita s m o ru m en que c o n v e n c io nalm ente se ed ucaba al noble rom ano y que era claram e nte prec o n iza d a por Burro y p r e f ir ió re a liz a r s e p e r s o n a l m ente en la m a g n ificen tia y en una es pecie de “jo ie de viv re” que, retórica mente, deseaba m a n ten e r en com u nión con las masas. E stas apreciaban a m e nudo las hu m illac io n e s infligidas a los nobles, la alegre p r o m isc u id a d im p e rial y las num ero sas largitiones del c é sar, tan a r b it r a r ia s c o m o c a lc u la d a s , pero que r e su lta b a n su sta n c io sa s. De ese g é n e r o fue la f a n tá s tic a re fo rm a fisc a l p r o p u e s ta al S e n a d o , y r e c h a zada p o r éste, en el 58, con ocasión de una seria crisis e c o n ó m ic a que c o n o cem os muy mal y que Séneca, se m p i t e r n a s o m b r a de N e r ó n , a p r o v e c h ó para ac tu a r contra los e lem e n to s más tr a d ic io n a lis ta s ( v e r o s ím i lm e n t e más cercan os a A gripina y Palante en este pun to): nad a m e n o s que la supresión
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Moneda de Nerón.
de t o d o s l o s i m p u e s t o s i n d i r e c t o s ( ve c tig a lia ) sobre c o n s u m o , adu a n as, etcétera, tales com o los p o rta r ía o las v ice sim a e a base de a u m e n ta r los d i rectos (tributa). El sustento moral de la reform a es de tipo tan estoico com o su f a lta de re a lis m o : tal p o lít ic a h u biera arruinado a los pro d u cto res itáli cos, ag rario s o arte san a le s, e m p o b r e c i d o a los e s t a m e n t o s p o d e r o s o s en general y, sobre todo, al im p ortante y o m nip resente m undo de los negocios, y puesto la vida ec o n ó m ic a del I m p e rio en m a n o s del e m p e r a d o r , c o m o gran receptor, a través del fis c u s y del erario militar, del p ro d u c to fiscal. El S enado no cedió y la utó p ic a r e v o lu c i ó n h a c e n d í s t i c a del g r a n f i l ó s o f o co rd o b é s y su ahijad o su p u so , al fin, una refo rm a lim itada que insistía m u cho en la necesidad de acabar con los abusos de los publicano s, pero no con el s i s t e m a en sí. El g o b i e r n o n e r o niano, con a n te rio rid a d , ya h a b í a e s tre c h a d o del todo su control sobre el aerarium Saturni. No ob sta n te ello, es v isib le la p r e o c u p a c i ó n d el g o b ie rn o im p e r i a l p o r lo s d e s f a v o r e c i d o s , a riesgo de irritar a los sectores a c o m o d a d o s , de d a ñ a r al p r o p io f is c o m e diante merm a de im portantes recursos regulares o por d istribu c ione s m asiv as
de dinero o especies (com o dos r e p a r tos de cien d e n a r io s p o r c a b e z a a la plebe de Rom a) o de incurrir en arbitrismos. En estos prim e ro s años hu b o p r o ble m as exteriores serios en A rm e n ia y B rita n ia . En B rita n ia , una gran re v u e l ta in d íg e n a ( 6 0 - 6 1 ) e n c a b e z a d a p o r la rein a viu da de los Ícenos, B ú dica, su puso un ho rrib le d esastre ini cial p ara los r o m a n o s , que s u f rie r o n dec ena s de m iles de bajas en el ca m p o de batalla y en las c iu d ad e s d e v a s ta das; p ero S u eto n io P aulino, el g o b e r nador, pudo fin alm en te so fo c a rla y ca stig a rla luego con una d u rísim a re presión. El caso arm e n io es un e p is o dio m ás en el largo e n fre n ta m ie n to e s tratég ic o entre los im perios ro m a n o y p arto . V ologeses de P a r tía e n t r o n i z ó en A r m e n ia a su h e r m a n o T ir id a te s , t r a s d e p o n e r al f i l o r r o m a n o R a d a m isto (55). El g o b ie rn o e n c o m e n d ó la c o m p lic a d a c a m p a ñ a a G neo D om ic io C o r b u ló n y al g o b e r n a d o r de S itria , U m idio C u ad rado, que no se llevaban bien y c u y a s tr o p a s e s ta b a n en m uy d e fic ie n te estado. H u b o de e s p e ra rse al 58 para iniciar ac cion es bélicas que C o r b u l ó n c o n d u j o c o n m a n o f ir m e , to m a n d o las dos c a p ita le s a r m e n ia s , A rtáx a la y T ig ran o c erta (59), y e n tro n iz a n d o al f ilo r r o m a n o T ig r a n e s . La reacción parta fue am plia, pero el d is p o s itiv o ro m a n o re a c c io n ó e f ic ie n t e m en te y V o lo g eses c o n te m p o riz ó , hasta la llegada de un nuevo e im p r u dente general, C esen io Peto, derrotado en el 62 p o r su p etulante e in c o m p e tente actitud. Al año siguiente, dotado C o rb u ló n con un m a n d o e x t r a o r d i n a rio y al f re n te de in g e n te s e f e c tiv o s m ilitares, logró de Vologeses la a c e p tación de la sum isión nom inal de A r m enia a Rom a.
ü n n ue vo estilo El p o p u lis m o de N erón so b r e p a s ó al de C a lig u la. S iglo s m á s tarde, uno y o tr o e r a n r e c o r d a d o s en el I m p e r i o
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c o m o los “e m p e r a d o r es de la p le b e ” . S u s im p a c t a n te s c o m p a r e c e n c ia s p ú b lic a s e r a n p r e p a r a d a s c o n to d a esp e c ta c u la rid a d y no hay du d a de que N e r ó n las vivió, en o c a s io n e s , c o m o a u té n ti c o s tr a n c e s, c o m o tr a n s p o r te s glo rio so s en los que creía arreb a tar a las m asas y acercarlas, de su m ano, a un nivel su pe rio r de sensibilidad . Los esp ec tác u lo s públicos, im p re sc in d i bles en la m e n ta lid a d ro m an a , c o n c e bidos c o m o actos co m u n ita rio s de d i verso significado y c o m o ca u ce de la m u n i f i c e n c i a del p o d er, q u e h a l la b a en ellos una ju s tific a c ió n de su su p r e m a c ía , eran un p r o d u c t o de p r i m e r a n ec esid ad que ni aun los e m p e ra d o re s m ás p arco s hab ían lim ita d o s e ria m e n te . L o s I n d i, a m p l i a m e n t e d e s a r ro lla d o s p o r C ésar, a l c a n z a r o n bajo N e r ó n d im e n s io n e s f a s tu o s a s . S u p r i m idos de hecho los co m icio s, c o n s ti t u í a n la ú n i c a o c a s i ó n en q u e , de m o d o r e l a t i v a m e n t e o r g a n i z a d o , las m a s a s u r b a n a s p o d í a n e x p r e s a r sus sen tim ien to s con e s p o n tan e id ad e im pu n id a d ante todo tipo de autoridades. Bajo N erón, en el teatro o en el circo, sus preferid os, pero ta m bié n en el a n f i t e a t r o , d o n d e se d e s a r r o l l a b a n los e s p e c tá c u lo s más v io le n to s y cuya c ru e ld a d in ten tó N eró n lim ita r con varia s d isp o s ic io n e s, estas m u ltitu d i narias c e le b r a c io n e s c o b r a r o n a m e nu do c a rá c te r p le b isc ita rio y no sólo en R om a, sino en las n u m e ro sa s c i u
dades de Italia y G recia en las que el e m p e r a d o r las p r e s id i ó . A N e r ó n se d e b e la n u e v a p l a n ta d el C i r c o M á xim o, en el lu g a r del antig u o , d onde c o m e n z ó el asolado r inc endio del año 64. Las c o m p eticio n e s de carros, tras las que h ab ía una c o m p le ja o r g a n iz a c ió n y un c o n s i d e r a b l e n e g o c io , as í co m o ag ru p a cio n e s m á s o m e n o s e s ta bles de partidario s de las cua tro g r a n des e m p r e s a s q u e c o n t r o l a b a n a los pro fe sio n a les y las cuadras, hacían fu ro r d e s d e la p r o m o c i ó n q u e e x p e r i m e n ta r o n b a jo C a lig u l a , q u e lle g ó a ac tua r perso n a lm e n te, y N e ró n era un g r a n a f i c i o n a d o ( p a r t i d a r i o de lo s “ v e r d e s ” ) y p r a c t i c a n t e , c o m o su ab uelo y su padre. N erón introdujo en la R o m a de los e s p e c tá c u lo s p rá c tic a s de co rte griego, in spiradas en el m u n d o de los gran des soberanos h elenísticos, con el p ropósito evidente, entre otros, de in c o rp o rar a la noble za y a sus vástagos a la nueva m e ntalidad y am b ien te re finado y es tetizante que d ebían rodear al p r ín c ip e : e d u c a c ió n e s p e c í f i c a de una j u v e n t u d d o r a d a (los A u g u s t a n i Juvenales) a im itación de los “ kalokag a t h o i” , con e n c u a d r a m ie n to pararni1i lar, e s p íritu de c u e r p o y e m u la c ió n agonística, in struc ció n literaria y g im nástica, e x q u isite z form al, le altad sin fisu ras a la f ig u ra c e s á re a , etc. E sto es, un e m p e ñ o que p a ra n o so tro s r e s u lt a b a s t a n t e in t e l i g i b l e y t r a n s p a
C irco de Caligula y Nerón en Roma (según J. Durm).
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Retrato de Nerón. Mármol procedente del Palatino, Roma. Hacia el 60 d de C.
rente en sus inten cio n es, p ero que al adu sto ta rd o rre p u b lic a n o que fue T á cito y a otros m ucho s c o m o él, antes y después de él. le p arecía cosa e s tr a m bótica, e x tra n jeriz an te e, incluso, c la r am en te afem inad a. La v ileza de c o n d ic ió n s e c u l a r m e n t e a s o c i a d a en R o m a a las p r o f e s i o n e s de h is t r ió n , d a n z a n t e , m im o , c a n t a n t e , m ú s i c o , au rig a, g la d ia d o r y sim ila re s c o n v e r tía en algo rea lm e n te insólito y, p ara m u c h o s, del todo in a p ro p ia d o la p re sencia de aristócratas en el e s ce n ario o en la arena, por m u cho que las c o sas suc edie ra n en ce le b ra c io n e s c re a das por el césar m is m o (Indi Iuvenales en el 59, g ra n d e s ludi N e r o n ia n i,
q u in q u e n ale s, en el 60) y a u n q u e N e rón d e s a r ro lla s e una in te n sa la b o r p r o p e d é u tic a sobre el particular, p r e te n d ie n d o e x p lic a r c ó m o el ca n to , la p oesía, la d e c la m ac ió n o el atletism o (que fo m e n tó co n n u m e ro s a s e in n o v ad o ra s instala cio n e s) p r a c tic a d o s en c o n c u r s o s p ú b lic o s eran vías de m e jo ra p erso n al y co lec tiv a . D u ra n te m u c h o s años practicó sus afic io n es en lugares privado s, pero poco recatados, y no se atre v ió a e x h ib irse en R o m a antes de habe r p robad o fo rtu n a en lu gares más h elen iz ad o s (em pezó por Ñ apóles). D esde el año 64 ya no dejó de h acerlo, sobre todo co m o d e c la m a d o r tr á g ic o y c ita r is ta , pero ta m b ié n en papeles de bailarín. P ara entonces, f a lle c id o B u rro , S é n e c a , c o n una in gente fo rtu n a am asa d a desd e el e je r c i c io p a l a t i n o de su p r e c i o s i s t a e s t o i cism o teórico, se h ab ía retirad o de la c o m p a ñ ía de N erón. R u fo y T igelin o s u s t itu y e r o n , d e s d e la p o d e r o s a p r e fec tura del P retorio, a los dos viejos y so b resa lie n tes tutores en la c o n fia n za del príncipe. D e c id id o a d e m o s tr a r su e x c e l e n cia y a seguir e d u c a n d o al u n iv e rso en la nuev a sensib ilidad, N erón, que aún no tiene trein ta años, q u ie re c o n v e r tirse en v e n c ed o r de los grandes y s a g r a d o s to r n e o s c u l tu r a le s h e l é n ic o s : los J u e g o s P ític o s , los í s t m ic o s , los Ñ em e o s y los O lím picos. En el oto ño del 66, en m edio de grav es d if ic u lta des de E sta d o de lodo orden, lleva a cabo una fastu o sa exp e d ic ió n a G recia (la p ro v in c ia Achaia)·, a p esar de las notables penurias finan c iera s, sólo su sé quito de selectos A u g u sta n i, una p e q u e ñ a parte del total de la c o m itiv a , asce n dió a cinco mil. C o n ir re s p o n s a bilid ad notoria, y h abiend o d ejad o en R o m a com o a lter ego a Helio, antiguo lib e rto de c o n f ia n z a , al fre n te de los asunto s im p e riale s, pasó la p rim a v era y el vera n o p ro ta g o n iz a n d o a c tu a c io nes an te la s m u l t i t u d e s en O lim p i a , D e lfo s, C o rin to , A rg os y L e rn a (que v io le n ta ro n sus se c u la re s c a le n d a rio s p a r a c e l e b r a r lo s a g o n e s de m o d o
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Planta de la Domus Aurea, Roma (según W. L. MacDonald).
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Φ c o n s e c u t i v o ) a l t e r a n d o a v e c e s la s n o r m a s de los j u e g o s , o b te n ie n d o la co ro n a de la victoria en todas las o c a sio n e s im p o r ta n te s y d a n d o , p o r fin, en C o rin to (28 de nov ie m b re del 67), d ond e intentó ac aba r los trab ajos del f a m o s o c a n a l, la in m u n i d a d f is c a l a G recia, en virtud de su esp erad a s in tonía con la n u eva s e n sib ilid a d c e s á rea, lo que hizo en nom bre del “p u e blo r o m a n o ” y con d elib erad a om isión de c u a l q u i e r a l u s ió n al S e n a d o . R e gresó a R o m a en un largo viaje tr iu n fal en el q u e, s o b re el c a r ro de A u gusto, era p rec e d id o por el a nun c io de sus grandes victorias artísticas, de sus más de mil o ch o c ie n to s prem io s ind i v i d u a l e s y p o r los t ít u lo s de V ic to r O ly m p ic u s , Victor P yth icu s, etc. N e rón tenía por delante m eno s de medio año de vida.
Dificultades y e x c e s o s del régimen Los excesos neronianos, tanto en g a s tos priv ad o s c o m o públicos, con d e s tino a espectáculos o a subvenciones de n e c e s id a d e s m a siva s, s u p u s ie r o n una ex tra o rd inaria sangría del tesoro y un aum ento del m alestar entre los princi pales sujetos fiscales. La oposición fue h a c ié n d o s e p e r c e p tib le y, en tre otros muchos de variada clase, se detectaron núcleos propiam ente políticos que ela
boraron planes para la sustitución del césar. Volvieron, así, los procesos sumarísim os por traición y lesa majestad, que im plicaban penas capitales y c o n fiscaciones de bienes y fortunas, a m e nudo ingentes. El incendio fortuito de Rom a en el año 64, que fue devastador y que se prolo n g ó p o r casi diez días, supuso un m odernísim o, pero megalom aníaco plan de rec o n stru c c ió n de la Urbe, en el que se incluía una especie de gran ciu dadela imperial, la D o m us au re a , que se edificó en buena parte y que fue dotada de todo género de ele mentos suntuarios, con un coste desor bitado. El descontento producido por la tra g e d ia y las d if ic u lta d e s del te so ro llevaron al palacio a ofrecer un culpa ble oficial de sem ejante catástrofe: los cristianos. El c o m p o rtam ie n to del go'b ie r n o fue s o b r e m a n e r a cru e l, si hay que creer en la autenticidad del párrafo ele T ácito que lo describe, aunq ue no p u d o a f e c t a r sin o a u n o s c i e n to s de desdichados y fue una actuación espo rádica. En esos m om entos o muy poco d e s p u é s m o r i r í a n v i o l e n t a m e n t e en Rom a, su prim er obispo, Pedro, y Pablo de T arso.'D esde entonces, tanto la tradición ju d ía com o la cristiana identi ficaron durante largo tie m p o a N erón con el propio Satán o .con._el Anticristo y en este hecho radica no poca parte de su pésim a fama histórica. En tales cir c u n s ta n c ia s se p r o d u jo la m e d id a de mayor alcance en la política económ ica
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La reconstrucción de Roma. La Domus Aurea “ Nerón se aprovechó de las ruinas de su patria y levantó una mansión en la que no eran tanto de admirar las piedras preciosas y el oro — algo ya antes usual y por entonces lujo muy corriente— com o los jardines y estanques y, cual en lugar d e s p o blado, los bosques por una parte, por otra los espacios abiertos y her mosas vistas (...) Por lo dem ás, la parte de la Ciudad que se salvó de ser ocupada por su casa no se re construyó (...) de m odo in discrim i nado ni de cualquier manera, sino que se ordenó la alineación de las manzanas, se ensancharon las ca lles, se limitó la altura de los edificios y se d e ja ro n e s p a c io s a b ie rto s , co n s tru y é n d o s e en ellos p ó rtic o s que protegían la fachada de los blo ques. Nerón prometió levantar tales pórticos a sus expensas, y entregar a sus dueños los solares libres de escombros (...) y fijó un plazo dentro del cual obtendrían premios quienes hubieran terminado de construir las casas y manzanas. Para depósito de los escombros destinó los pantanos de Ostia, y determinó que las naves que subieran el trigo por el Tiber ba jaran cargadas con ellos, y también que los edificios, en ciertas partes, se trabaran sin vigas, mediante roca de Gabios y Alba, porque esta pie dra resiste al fuego. También puso vigilantes al agua, interceptada por el capricho de los particulares, de m anera que hubie ra m ás fu en te s públicas y de más aforo, y ordenó que todo el m undo tuviera a su al cance instrumentos para reprimir los incendios; asimismo prohibió las pa redes m ed ia ne ra s, de m o d o que cada casa tuviera un recinto de mu ros propios. Aquellas medidas, bien acogida s po r su u tilida d , tam bién contribuyeron a la belleza de la ciu da d nu eva . P ero h a bía q u ie n e s creían que el a n tig uo tra z a d o era
más saludable, porque (...), ahora, los grandes espacios abiertos (...) ardían con un calor mucho más ago biante.” “(...) Mas ni con los remedios huma nos ni con las larguezas del príncipe o con los cultos expiatorios perdía fuerza la creencia infamante de que el incendio había sido ordenado. En consecuencia, para acabar con los rumores, Nerón presentó com o cul pables y sometió a los más rebus cados tormentos a los que el vulgo lla m a ba c ris tia n o s (C h re stia n o s), a b o rre c id o s p o r sus ig n o m in ia s . Aquel de quien tom aban nom bre, Cristo (Christus), había sido ejecu tado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato; la execra ble superstición, momentáneamente re p rim id a , irru m p ía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino tam bién por la Ciudad, lugar en el que todas partes confluyen y donde se celebran toda clase de atrocida des y vergüenzas. El caso fue que se em pezó por detener a los que co nfesaban abiertam en te su fe, y luego, por denuncia de aquéllos, a una ingente m ultitud, y resultaron convictos no tanto de la acusación del incendio cuanto de odio al g é nero humano. Pero a su suplicio se unió el escarnio, de manera que pe recían desgarrados por los perros tras ha berlos hecho cu b rirse con pieles de fieras, o bien clavados en cruces, al caer el día, eran quem a dos de manera que sirvieran de ilu m inación durante la noche. Nerón había ofrecido sus jardines para tal espectáculo, y daba festivales c ir censes mezclado con la plebe, con a tuend o de auriga o su bido en el carro. Por ello, aunque fueran c u l pables y m erecieran los m áxim os castigos, provocaban la compasión, ante la idea de que perecían no por el bien público, sino por satisfacer la crueldad de uno solo” (Tácito, Ana les, XV. iïad. de J. L. Moralejo, leve mente adaptada).
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51 Sala octogonal de la Domus Aurea (detalle).
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neroniana: la devaluación de la m oneda y la ac u ñ a c ió n de tipo s fra c c io n a r io s del as. El áureo bajó su peso en una no vena parte y el denario en una octava. El m o m e n tá n e o aliv io que su p u s o la circulación de nuevo numerario se vio en seguida anegado por los efectos inflac ion istas de la m e d i d a ^ l o s p rec ios su b ie ro n , h u b o que a u m e n ta r los im p u es to s — porqure'lO's *gnstós no bajarórT— y el descontento volvió a hacerse visible. A u n q u e p r o ta g o n i z a d a p o r n u m e rosos perso n a jes de relieve, e x ten sa y c o n p o s ib ilid a d e s de triu n fo , la c o n j u r a que tuvo corno fin sustituir a N e rón, tras darle m uerte, por C ayo C a l p u r n io P is ó n se m a n tu v o en lo s lím ite s de los c e n á c u lo s in f lu y e n te s . V a rio s d e l a t o r e s s u m i n i s t r a r o n (65) u n a lista de nom bres, entre los q u e e s t a b a n los de P is ó n , R u f o y S é n e c a , c o n to d o s lo s a m i g o s del p o d e r o s o
g r u p o b é t i c o - r o m a n o de lo s An n eo (inclu id o su sobrino, el poca L ucano). La rep re sió n ac tuó r á p id a e i m p l a c a ble m en te y sus en c arg ad o s, con Ti gelin o al f re n te , r e c ib ie r o n p o r su t r a b a jo n a d a m e n o s q u e los d is t in tiv o s m ilita re s del tr i u m p h u s . D esd e esc m o m e nto, N eró n entró en sistem á tic o e n fre n ta m ie n to no sólo con el Senado, sino con la aristo crac ia en general. Tig e lin o im p la n tó un ré g im e n de d e l a c i o n e s y t e r r o r al q u e s u c u m b i e r o n desde el fam oso C a y o P etro n io , a r b i te r e le g a n tia r u m , o in te le c tu a le s e s toicos hasta el últim o d es c e n d ie n te in d ir e c to de A u g u s to , J u n io T o rc u a to . Ello no im pidió que nota b les je fe s m i litares, incluido V inic ian o , y e rn o del m e jo r g e n e ra l im p e ria l, C o rb u ló n , i n t e n t a r a n en s e g u i d a l o g r a r p o r la v i o l e n c i a la e l i m i n a c i ó n d e N e r ó n . F u ero n d es cu b ie rto s y e jec u tad o s, in c luido C orbulón m ism o.
Decoración mural de una sala de la Domus Aurea, con arquitecturas y paisajes.
Los Julio-Claudios y la crisis del 68
En el año 66, tras una co ro n a c ió n fastuosa de Tiridates, herm ano del gran rey p a rto V ologeses, en R o m a , co m o rey de A rm e n ia (lo era desd e el 63), vasallo de Nerón y del Imperio, que su puso nuevos dispendios insoportables, el d ésp ota preparó un g igantesco p r o yecto oriental, mal conocido, pero que incluía planes militares de gran en ver gadura y que, finalmente, quedó red u
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cido a su citado periplo agonístico de citarcdo ilustre por la H élade. Su e x t r a o r d i n a r i a d u r a c i ó n en s e m e j a n t e s c i r c u n s t a n c i a s h a b l a p o r sí s o la del equilibrio psíquico de Nerón. Judea, inquieta desde h ac ía m u c h o tie m po , se alzó en arm as en el mes de m ayo, ag obiada ec o n ó m ic am en te y h u m illad a p or ciertas ex ig en c ias r e li giosas del Im perio in te m p e ra n te m e n te
Planta de las term as de Nerón (según Palladio). 1. 2. 3. 4. 5.
Apodyterium (Vestuario) Caldarium (Baños calientes) Tepidarium (Baños tem plados) Frigidarium (Bañod fríos) Palaestra (Patio gim nástico)
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e x p u e s t a s p o r G e s i o F l o r o , q u e se c o n d u jo con e n o rm e d u re z a . Los 3 0 .0 0 0 h o m b r e s e n v i a d o s por el g o b e rn a d o r de Siria para v e n g a r la m a tanza de la g u arn ic ió n r o m an a en Jer u s a l é n no p u d i e r o n a l c a n z a r s u s objetivos, por h a b e r c o m e n z a d o la e s tación fría. N eró n e n c o m e n d ó las o p e ra c io n e s del 67 a T ito F la v io V e sp a s ia n o (el f u t u r o e m p e r a d o r ) , q u ie n , con tres le gion es co m o c u e rp o p r in c i p a l, a p l ic ó u n a p a u s a d a p e r o e f i c a z táctica de rodillo que ac ab a ría d an d o p leno resu ltad o cuando, tres años más tarde, ya m u e rto N erón , su hijo Tito d e s tr u y e r a J e r u s a lé n (70). M ie n tr a s , H elio suplicaba el reto rn o del cé sa r a R om a, donde la p e n u ria se h a b ía h e cho severa.
F u e, p r im e ro (68), un n o b le galo r o m a n i z a d o , V ín d ex , q u ie n alzó a la G alia L u g d u n en se c o n tra la “ tir a n ía ” , p ro p o n ie n d o , en d e te rm in a d o m o m e n to , al g o b e r n a d o r de la H isp a n ia T arraco n e n se, S erv io S u lp icio G alba, c o m o em p erado r. P ero el e jército ren an o, m a n d ad o por V erg in io R ufo , ab o rtó el im p o rta n te e s tallid o en una b a t a l l a d e c i s i v a en V e s o n tio ( B e sa n ç o n ), Iras la cu a l se su ic id ó V ín dex. El prestigio de N eró n e s tab a tan bajo que el e jé rc ito n e r o n ia n o tr i u n fante brindó la p ú rp u ra im p e rial a su c o m a n d a n t e , p e r o R u f o r e c h a z ó la oferta. G alba, en la T arraco n e n se, m o vilizó a la legión allí e s ta c io n a d a (la V I V i c t r i x ), le v ó o t r a n u e v a y, “ en n o m b r e d e l S e n a d o y el p u e b l o de R o m a ” , se e n c am in ó a Italia p ara d e po n er a N erón, ay u d a d o por el g o b e r Los últimos errores nad o r de L usita nia , Sal vio O tón, pero no p o r R u fo , que r eh u só hac erlo . La C u a n d o , a raíz de la c o n j u r a m il ita r le g ió n del A f r ic a p r o c o n s u la r , m a n de V iniciano, N erón exigió el su icidio dada por C lo d io M a cró n , no se sum ó de C orbulón y de otros altos y p r e s ti a la rev uelta, pero se dec la ró e n f r e n g io s o s j e f e s l e g i o n a r i o s , el d e s c o n tada al régim en y q u e d ó en u n a tensa t e n t o c o n el r é g i m e n d e s b o r d ó lo s ; e x p e ctativa. m u r o s de R o m a , d o n d e o c a s i o n a l N erón , a tem o riz ad o , ex igió del S e m ente era alto, y su Senado. L as p r o nado la c o n d e n a de G a lb a y d isp u s o v in c ia s o c c i d e n t a l e s se s e n tía n d e s una lev a e x t r a o r d i n a r ia , con sus c o ate n d id a s , c o m o los so ld a d o s de sus r r e s p o n d i e n t e s e x a c c i o n e s . P e ro era ejércitos en el limes. N erón e m p ez ó a tarde: el propio Rufo había hecho s a ser en e m igo c o m ú n de m uc hos grupos ber al S en ad o que estaba a las órdenes d iferentes y por m uy d ive rsa s causas. de los p a tre s y T ig e lino, c o m an d a n te Los a c o n te cim ien to s vio lentos f o rm a de la fuerte gu arn ic ió n pretorian a, se ron una sucesión de g u erras civiles en dio p re v iso ra m e n te a la fuga, m ientras c u y o e n c a d e n a m ie n to p are cie ro n c o n su c o le g a S abino se en c a rg a b a de c a l d en s arse los fa n ta s m a s de un p a s a d o m a r a las c o h o r t e s c o n un d o n a t i v o que p a re c ía le ja n ís im o y d e s tin a d o a s e n atoria l de 7 .5 0 0 d e n a rio s por s o l no vo lver ja m á s . La im p r u d e n c ia ne d ad o . N e r ó n fue d e c l a r a d o e n e m ig o r o n ia n a d e v o lv ió el ce tro de la p o l í p ú b lic o por el S enado, que p ro cla m ó tica a los cue rpo s arm ados: el Im perio e m p e ra d o r a G a lb a el día 8 de junio . y sus elem e n tos sustentan tes, que h a E staba, pues, d e c la ra d a m e n te solo. En bían po d id o s o p o rta r incluso los d is la villa de uno de sus libertos se quitó p a r a te s de un C a lig u la , fu ero n d u r a la vida al d ía s ig u ie n te , la m e n ta n d o , m e n te c o n m o v id o s p or la i n s e n s a t e z si las fu en te s son veraces, s e m ejan te de N erón y las legiones de ciud adanos f i n a l p a r a un a r t i s t a de s u s d o t e s rom anos volvieron, c om o.c n una p e s a ( Q ua lis a rtife x p e r e o ! , ¡Qué gran a r dilla, a luchar y a m atarse entre sí para tista m u e re c o n m igo!). Tal fue, según r e s o lv e r el p r o b le m a p o lític o c r e a d o p a re c e , la p rin cip al c o n s id e r a c ió n en por el em perador. que al final se tuvo.
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VI. Epílogo sangriento: El año de los cuatro em peradores
Galba S ervio Sulpicio G alba nació en Terracina, un lugar residencial de la aristo cracia rom ana, el 24 de d iciem bre del año 5 (o del 3) a. de C. y no tenía nin guna clase de parentesco con los julioclaudios. Su madrastra, Livia Oeelina, segunda esposa de su padre, poseía una enorm e fortuna de la que hizo heredero a su hijastro. Los varones de la familia eran fam osos por su fealdad: su padre "era c a s i e n a n o y d e f o r r n e y ^ G a l b a m ism o padecía serias m a lform a ciones y g r a v e s a c h a q u e s q u e . en su e d a d avanzada, le supusieron incapacidades física s l í o t á b l e s . Tenía fam a cíe ser un hom osexual, apenas reprim ido por las c o n v e n i e n c i a s s o c ia l e s (no v o lv ió a casar tras enviudar de su esposa, Livia) y, m ie n tr a s sus p a r ti d a r io s a l a b a b a n su parsim onia y rigor, sus detractores lo a c u s a b a n de a v a r i e n t o y c r u e l . N a d i e , e m p e r o , d i s c u t i ó su c o m p e tencia. En su ju v e n tu d , bajo A ugusto, g o z ó d e l f a v o r de é s te y de L i v i a , que Tiberio mantuvo, hasta el punto de que fue pretor a los veinte años y c ó n sul antes de los cuarenta. G obernó en seguida A quitania y, bajo Caligula, la G e rm a n ia S u p erio r, que im p lic a b a un im portante y difícil m ando militar: su a c t u a c i ó n d i s c i p l i n a r i a e n t r e los contingentes renanos le permitió hacer frente con éxito a la am enaza germ ana
y en su jurisdicción tuvo lugar el viaje militar de Caligula que acabó en un re m e d o de i n v a s i ó n de la G e r m a n i a transrenana. Su fidelidad a C laudio le mereció la gratitud de éste, que lo c o n firmó en el mando. G alba recuperó la última de las águilas perdidas por Varo en el año 9 y recibió el gobierno p ro co nsu lar del Á frica (42), donde resol vió serios problem as frente a los nó m a d a s . R e t i r a d o d u r a n t e lo s p r i m e r o s años de Nerón, en que se torna d escon f ia d o y a d q u i e r e f a m a de a v a r ie n to , acepta luego el gobierno de la Hispania C iterio r (T arraconense), provincia del c é s a r y con g u a r n ic ió n m ilitar, en la que p erm a n ec e por o cho años m os tr a n d o g ran r ig id e z a d m i n i s t r a t i v a y rasgos de d espotism o que ensombrecen su fama de hom bre resolutivo y eficaz. Su tem o r por las letales suspicacias ne ronianas le lleva, de intento, a la pasi vidad política y g u b e r n a tiv a , para no lla m a r la a te n c ió n (“N a d ie puede ser obligado a dar cuenta de lo que no ha hec h o ” , afirmaba). C o n m o v id o por un o rá c u lo j u p it e r in o e m itid o en Clunia, cree, d u rante los últim os m eses de la vida de Nerón, que está llamado al i m perio y pacta por ello con Víndcx, sa b e d o r de que el S e n a d o f a v o r e c e su postura. Se proclam a mero legatus S e n a tu s p o p u li ci ue R o m a n i , recluta una s e g u n d a le g i ó n en H i s p a n i a , q ue se añade a la de g u a rn ic ió n ordinaria, y,
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de acuerdo con N infidio Sabino, el co le g a de T ig e lin o en la p r e f e c tu r a del pretorio, com pra la voluntad de los pretorianos: el 11 de ju n io del 68, con la venia de la guarnición local, el Senado lo proclam a emperador. Su program a es, idealm ente, augústeo y se propone restituir la libertas a la res p u b l i c a , c o m o p r o c l a m a n sus p r i m e r a s m o n e d a s , c o n l e m a s ta l e s c o m o L ibertas p o p u li R om a ni, L ib e r tas publica, L ibertas A ugusta. Pero sus p rim e ra s m edidas de g o b ie rn o s u b r a yan los rasgos arbitrarios de su te m p e r a m e n to e in c u rre en e x c e s o s soc ialm e n t e i n s o p o r t a b l e s : s u s p e n d e la s ayudas públicas a la plebe frum entaria, a p lic a m edidas fiscales p a r ti c u la r i z a das según el apoyo recibido de deter m inados grupos, ciudades o territorios, d em o ra los pagos prom etidos a pretorianos y le gion arios (“ A los soldad os se les alista, no se les c o m p r a ” ), d is pone por procedim ientos sum arios eje c u c io n e s y c o n f i s c a c i o n e s y el 1 de enero del 69 ya no puede detener la in sum isión de las legiones de G erm an ia Inferior, que proclam an césar a su je fe, A u lo V itelio. G a lb a p e r c ib e ta rd e su im p o p u la r id a d g e n e r a liz a d a y la p é r
Moneda de Galba.
dida de sus apoyos iniciales e intenta r e m e d i a r l a con la p ú b lic a a d o p c i ó n c o m o su c eso r de un senad or, j o v e n y m oderado, L. C alpurnio Pisón. Pero el S enado prefiere p rom o ver a su propio candidato, M arco Salvio O tón, m ie m bro del círculo de íntim os de Nerón, y que ha com prado a b uena parte de los p re to ria n o s en tre g an d o a cada uno 2.500 d en a rios y la p r o m e s a de otros 12.500 si le ayudan a elim inar a Galba, que será, por eso, e s tra n g u la d o el 15 del m ism o mes, al igual que C alpurnio Pisón. Su ca b ez a fue pasea d a por las c a lle s de R o m a, e n s a r ta d a en un a lanza, y su cuerpo quedó sin sepultura.
Otón Otón era un ro m an o e tru sco nacido en F erentium , cerca de Viterbo, el 28 de abril del 32, cuyo padre fue íntim o c o laborador de Tiberio. La familia Salvia fue prom ovida al patriciado durante la c e n s u r a de C l a u d io y la h e r m a n a de Otón llegó a estar prom etida a Druso, hijo de G e rm á n ic o . De físic o poco grato y, acaso p or ello, muy atild a d o (iba s ie m p r e d e p i la d o y u s a b a p e l u quín), frecuentó la intimidad de Nerón y lo a c o m p a ñ ó en sus n u m e ro sa s c o rrerías. Éste le enco m e n d ó la custodia directa de Popea, antes de su m atrim o nio con ella, y en R om a corrieron nu m e r o s o s r u m o r e s s o b r e un p r e s u n t o “ m énage à trois” y sobre un e n fren ta m i e n to e n t r e N e r ó n y su a m i g o p o r ca u sa del fa v o r de P opea, con la que Otón llegó a casar legalm enle. D ivo r ciados por orden del césar, O tón es re legado al gobierno de la H ispania U l te rio r L u s ita n ia , d e s tin o tr a n q u i lo y, e v id e n te m e n te , de s e g u n d o ord en , en donde parece que Otón rum ió su ven ganza personal: por tal causa se unió a G a l b a , d el q u e se d i s t a n c i ó s ó l o cu a n d o éste eligió a Pisón p ara suced e r le . Ya se ha v is t o c ó m o lo g r a la p r o c la m a c ió n , el 15 de e n e ro del 69. Fue césar durante tres meses justos, en los que apenas tuvo tiem po de gober-
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nar. Las legiones de Oriente, el D a n u bio y Africa lo reconocieron com o e m perador, pero las del Rin seguían apo y a n d o a V ite lio . É ste p r e p a ró una ca m p a ñ a contra Italia y la perspectiva de la victoria y de su botín le valió el apoyo de todos los ejércitos occidenta les, desde Britania hasta Retia. Sus más de setenta mil hom bres co m en z aro n a in vadir Italia por dos puntos a la vez: el Gran San Bernardo y los Alpes O c cidentales. Otón ha recibido la noticia de que las legiones del D anubio ava n zan en su ayuda. Plantea, por eso, a c ciones parciales que, por dos veces, d e tienen a las tropas de Vitelio. Pero en la tercera ocasión, en B ed ria cu m , en al g u n a p a rle e n tre C r e m o n a y V erona, p lantea una batalla general y el 14 de abril sufre una derrota irrem ediable y se suicida, el día 16, para no caer en m anos de Vitelio.
V ite lio La estirpe y los datos exactos del n a c i m ie n to de A u lo V ite lio no son bie n c o n o c id o s . Su p a d re fue c ó n s u l, go-
Moneda de Otón.
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b e r n a d o r de S iria y h o m b r e de c o n fianza de Caligula y de C laudio, que lo dejó com o lugarteniente en R om a d u rante la c a m p a ñ a britá n ica del 43. El hijo fue un gigantón obeso y gran c o medor, violento, intem perante y desco m edido, sobre el que se contaban toda clase de excesos, fanfarronadas y abu sos, cuya habilidad com o auriga le v a lió la a d m i r a c i ó n de C a l i g u l a , del m ism o m odo que su pericia con los d a dos lo acercó al entorno d om éstico de C l a u d i o . C o m o su p a d r e , q u e lle v ó fam a de h o m b r e s u p r e m a m e n te hábil en la p e lig r o s a v id a c o r t e s a n a d esd e tiem pos de Tiberio hasta los de C la u dio, consiguió A ulo la am istad íntim a de un tercer césar, Nerón, bajo el que d esem peñó el proconsulado del Africa. N o se conocen bien las r az o n es por las que G alba le dio el m a n d o de las le giones en G erm a n ia Inferior, a las que Vitelio trató con e studia da c a m p e c h a nería, en fuerte contraste con la arquelípica y excesiva dureza de Galba. La r e n u e n c ia de éste a c o m p e n s a r a las legiones en m etálico llevó a los so ld a dos a p rocla m ar a Vitelio (Colonia, 2 de en ero del 69), p o stu ra a la que se unieron lu ego las restantes g u a rn ic io n es o c c i d e n t a l e s , i n c l u i d o s c u e r p o s auxiliares de galos y germ a n o s. Vite lio e s p e r ó p a r a p o n e r en m a r c h a su plan de ataque a que el p a n o ra m a se aclarase un tanto en Italia, lo que su cedió tras la muerte de Galba. La d e b ilidad de los e f e c tiv o s de O tó n im p u ls ó a sus g e n e r a l e s a a t a c a r l o en Italia, según se ha visto, d ejando en la frontera renana sólo alg unos efectivos le g io n a rio s bajo el m a n d o del propio Vitelio. El S enado aceptó sin entusiasm o la situación de h echo tras la victoria m i litar de Vitelio (o, mejor, de sus g e n e rales Valente y C ecina), que se intituló co nsul perpetuus. P ero no así las tro pas de Egipto, O riente y el D an u b io ni las itá lic a s y p r e to r ia n a s que h a b ía n luchado contra él, a las que trató d es co nsid erad a m e n te, pero acum u la n d o a este error el de no lic en c ia r a los le-
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g iona rio s hostiles y m a ltrata d o s, sino sólo a los pretorianos. V espasiano e s taba al m ando de los a m plios c o n t in g en tes que h u b ie ro n de e m p le a rs e c o n tra la sub le v ac ió n ju d ía . Bn plena c a m p a ñ a , la s t r o p a s a c a n t o n a d a s en E g i p t o lo a c l a m a r o n e m p e r a d o r . El ejército e xpe d ic ionario ratificó la p ro puesta y se sum ó a la m ism a la im p o r tante guarnición de Siria. L le g ad as las noticias al D anubio, las siete legiones de D alm acia, P anonia y R e tia se u n ie ron a la in ic ia tiva y d e s a te n d ie r o n la causa de Otón. El nuevo o bje tiv o era V itelio, c u y o e n o r m e e j é r c it o e s ta b a m uy le jo s de a c tu a r d i s c i p l i n a d a mente. Los conting entes del D anubio, m a n d a d o s p o r A n to n io P rim o , e n t r a ron pronto en Italia. Las tropas r e n a nas de V itelio no p o d ía n a c u d ir a la P enínsula, p orque acababa de estallar un p e lig ro so a lz a m ie n to d ir ig id o por el bátavo Civilis, al que sig u iero n nu m erosos pueblos de G e r m a n ia y la C a lía B é lg ic a ; y las t r o p a s de C e c i n a , que d e s c o n f ia b a n de su g e n e ra l y de a l g u n o s tr a to s s u y o s de a s p e c t o o s curo, se negaron a com batir. Vencido en C rem o n a a finales de octubre y en p e r m a n e n te retira da, luc h a Vitelio en
la c a p ita l con el p r e f e c to de R o m a , herm a n o de V espasiano, a c o n s e c u e n cias de lo cual q ued ó arrasa do el C a p i t o l i o m i s m o . L a s t r o p a s de V e s p a siano, m a n d a d a s p o r P rim o , en tra ro n en R om a, en cuyas calles se lu chó fe r o z m e n t e , el 20 de d i c i e m b r e . L a s fuentes hablan de cincuenta mil m u e r tos sólo en la ocasión. Vitelio, hecho preso, sufrió, p a s e a d o p o r las ca lle s, todo género de sevicias y un a m uerte atroz e infam e. El 22 de diciem bre, el S enado p r o c l a m ó e m p e r a d o r y A u g u s t u s a T ito Flavio Vespasiano, ausente, puesto que no h a b í a a b a n d o n a d o su m i s i ó n de g u e r r a en O rien te . E ste m a g is tr a d o y g e n e r a l, f a m o s o por su s e n tid o de la responsabilidad, no haría su entrada en R o m a h asta c o m ie n z o s del o to ñ o del año siguiente. N adie pensó en cam biar el r é g im e n y v o lv e r a la R e p ú b lic a . Las legiones de provincias — y no los pretorianos de R o m a — d ecidieron que el Im perio fuese a m anos de un itálico, s o l d a d o y a d m i n i s t r a d o r , q u e ni s i quiera era hijo de senador.
Busto de Vitelio. Hacia el 69 d. de C.
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R etrato de Vespasiano. Mármol procedente de Roma. Hacia el 70 d. de C.
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Cronología
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G erm ánico y D ruso sofocan motines en G erm ania y Pano n ia . M u e r e n A u g u s t o ( 7 6 a ñ o s ) , T ito L i v i o y O v i d i o . P ro c la m a c ió n de T ib e rio (56 años) G e r m á n ic o v en c e en G e r m a 14-17 nia. Tiberio renuncia a su o cu pación Sejano, prefecto del Pretorio 15 16 G erm ánico regresa a Rom a G erm ánico en Oriente. S uble 17 vación de Tacfarinate. P rovin cia de Capadocia G erm ánico corona al rey vasa 18 llo de Arm enia M uere G e rm á n ic o en O riente 19 (rumores de haber sido muerto por orden de Tiberio) Suicidio de Pisón 20 21 A l z a m i e n t o g a lo de F lo r o y Sacrovir ΊΊ Druso, hijo de Tiberio, recibe la potestad tribunicia 23 Druso envenenado por Sejano h. 25 Muere Lstrabón de Amasia Rebelión en Tracia 26 27 R e tiro de T ib e rio a C o p r e a e (Capri). G obierno de Pilato en Judea Rebelión en Frisia 28 h. 29-30 M u e rte de Je sú s .de N a z a re l. Muerte de Livia M a n io b r a s de S e ja n o c o n t r a 30 los familiares de Tiberio
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S eja n o , c o leg a de T ib e rio en el consulado. C aída y muerte de Sejano Terror po licíaco en las clases altas. Carestía en R om a Penuria de num erario y capital en I t a l i a . M u e r e A g r i p i n a , viuda de G erm ánico Control de A rm enia por el Im perio Parlo G u erra s en A rm enia . Vitelio, gobernador de Siria Sigue el terror policíaco. A s censo de M acrón M u e re T ib e r io , e n f e r m o (78 años). P ro c lam ació n de C ayo (Caligula, 25 años) C a l i g u l a en el Rin. C o n j u r a fa m ilia r. D e s t ie r r o de A g r i pina y Julia Livila, h erm anas de Caligula A s e s í n a l o de Toi o r n e o de M a u re tan ia por in stig ació n imperial Revuelta y sujeción de M a u re tania A sesin ato de C a y o (29 años) por C asio Q uerea. P ro c la m a ción de Claudio (50 años) División de M auretania en dos provincias N uevo puerto de Ostia. Inva sión de Britania A caya y M acedonia vuelven a control del Senado
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P r o v i n c i a d e T r a c i a a la muerte de su rey vasallo, Remelalces Lucii saeculares. Claudio, c e n sor: renovación del Senado Victorias en Germania. F u n d a ción de Colonia Ejecución de M esalina B oda de C lau d io y A gripina, madre de Nerón. Séneca, p re ceptor de N erón Adopción de N erón S. A franio Burro, prefecto del Pretorio. Interven c ión de Vologeses de Partía en A rm enia R e v u e l t a s j u d í a s c o n t r a las exacciones romanas Potestades judiciales en m a te ria fiscal a los p r o c u r a d o r e s imperiales M e d id a s a n tiju d ía s en R o m a ciudad. Muerte de Claudio (63 años; ¿por Agripina?). Procla mación de N erón (17 años) A s e s i n a t o de B r i t á n i c o (14 a ñ o s ) . C o r b u l ó n en O r i e n t e negocia con los partos. Intento fallido de reform a fis cal. G uerra P á n ic a . Victorias de Corbulón Asesinato de Agripina. Nerón en el C irco. C rea los A u g u s tani. Provincia de A lpes C o t tiae Revueltas y victoria sobre B ú dica (Britania). Guerra pánica. Luci i Neroniani quinquenales
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Mucre Burro. Tigelino. Retiro de Séneca. E jecución de O c tavia. Boda con P opea Liquidación de las guerras en A rm enia y Britania Incendio de Rom a. Actuación e s tatal c o n t r a los c r is tia n o s . R e fo r m a m o n e ta ria : ei d e n a rio, de 3,7 a 3,25 gr. D o m u s aurea Conjura fallida dirigida por Pi són. Muertes de éste, Séneca y Lucano. Merón m ata a Popea M uerte de Petronio. C o ro na c ió n en R o m a de T i r i d a t e s . C lausura del tem plo de Jano. Gira de N erón por Grecia. A l zamiento judío. Peste en Italia N e r ó n en G r e c i a , d e c l a r a d a “libre” . Suicidio de Corbulón. Vespasiano en Judea. S u icidio de N erón (31 años). A l z a m ie n to de V ín de x en la Galia. P roclam ación de Galba (78 años) en H ispania Citerior y de O tón en L u sita n ia . D e r ro ta de V ín d e x . E l S e n a d o a c e p t a a G a lb a . S u i c i d i o de Nerón. Galba, en Roma. Vitelio, proclamado en Germa nia. A se s in a to de G alba. Los pretorianos proclaman a Otón. Vitelio vence a Otón en Bedria cum. Vespasiano, proclam ado en Egipto. D errota de Vitelio en Crem ona. Vespasiano entra en Roma. Muerte de Vitelio.
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