Formación Profesional o Capacitación Laboral
La Denominación Formación Profesional (FP) no es la expresión más adecuada para designar esta actividad educativa. Los términos “Formación” y “Profesional”, conllevan una aceptación, una significación y/o interpretación que las convierte en expresiones un tanto ambiguas. La palabra “Formación”, que deriva del latín “formato”, significa acción y efecto de formar. Por el término “formar” se entiende dar forma a una cosa, juntar o congregar diferentes personas o cosas entre sí, para que integren ellas un cuerpo ético o moral. Siguiendo en orden de acepciones, que menciona el diccionario, diccionario, en el 7º lugar se encuentra la que más se identifi identifica ca con la aludida aludida denomina denominación ción:: “adqui “adquirir rir una person persona a más o menos menos aptitu aptitud, d, desarrollo o habilidad en lo físico o en lo mora”l.
La palabra “Profesional”, conforme también a lo que señala el diccionario de la lengua castellana, castellana, alude a lo concerniente o relativo a la profesión o al magisterio de las ciencias o de las artes. También También designan la persona que hace hábito o profesión de alguna cosa. La palabra “profesión” derivada del latín “professio”, implica la acción o efecto de profesar, es decir de ejercer un arte u oficio con entrega vocacional. En nuestro ámbito identificamos como “profesional” a toda aquella persona egresada de una Universidad y que desempeña una actividad acorde al certificado que lo habilita. Circun Circunscr scribi ibiénd éndono onoss a lo nuestr nuestro, o, el términ términoo “forma “formació ción” n” encue encuentr ntraa equiva equivalen lente, te, posiblemente apropiado en CAPACITACIÓN, que significa posibilitar a una persona para que esté habilitada para ejecutar o realizar alguna labor. Entenderíamos por “profesional” a toda actividad relacionada con la instrucción en el campo LABORAL u OCUPACIONAL. Nos remitiremos a la definición que acompañó los orígenes de esta actividad educativa, dada por expertos en organización y planificación de la Formación Profesional, en una reunión llevada a cabo en Ginebra en el año 1967 con el auspicio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT): “Deberá entenderse que el término Formación Profesional incluye todo tipo de formación destinada a preparar o readaptara una persona para que ejerza un empleo, sea o no por primera vez, o para que sea promovida en cualquier rama de la activ activid idad ad económ económic ica, a, inclu incluida ida la enseña enseñanza nza genera general, l, profe profesi siona onall o técnic técnica a que que sea necesa necesari ria a con este este fin, fin, con excepc excepción ión de la forma formaci ción ón para para desem desempe peñar ñar puesto puestoss en la dirección o puestos de personal dirigente, superiores al grado de capataz de la industria, o para desempeñar puestos en otras ramas equivalentes de la actividad económica”.
De lo que antecede deducimos que FP se incluye a la “enseñanza general”, la educación básica para adolescentes y adultos que no han completado el ciclo primario y debido al tiempo y a la falta de práctica, han olvidado lo aprendido. La imprecisión o el desconocimiento desconocimiento de las cuatro operaciones fundamentales de matemáticas o del manejo básico de la lecto-escritura constituyen uno de los mayores obstáculos para aprender bien un oficio. En la definición que estamos analizando, existe una delimitación en el alcance de la Formación Profesional, cuyo nivel máximo no podría superar el equivalente al capataz de industria. En las décadas del ’50 y del ’60, fue correcta esa demarcación luego superada.
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En la recomendación 117 de la OIT se aclaró lo siguiente: “ La Formación Profesional Profesional no es un fin en sí misma, sino un medio para desarrollar las aptitudes profesionales de una persona, teniendo en cuenta las posibilidades de empleo y de permitirle hacer uso de sus capacidades, como mejor convenga a sus intereses y a los de la comunidad. La Formación debería tender a desarrollar la personalidad, sobre todo cuando se trata de adolescentes”
Teniendo en cuenta el concepto actualizado de la Formación Profesional, aclarando en la recomendación 150 y el Convenio 142 de la OIT, insertamos el texto respectivo: “La FP tienen por objeto descubrir y desarrollar desarrollar aptitudes humanas para una vida activa productiva productiva y satisfactoria y, en unión con las diferentes formas de educación, mejorar las aptitudes individuales para comprender individual y colectivamente cuanto concierne a las condiciones de trabajo y al medio social, e influir sobre ellos”. Cabe señalar que la misma es extensiva
actualmente “tanto a jóvenes como a adultos, y respecto de todas las esferas de la vida econ económ ómic ica, a, soci social al y cult cultur ural al y de todo todoss los los nive nivele less de cali califi fica caci ción ón prof profes esio iona nall y de responsabilidad”.
La formación es un proceso que continúa durante toda la vida profesional o laboral de un individuo, conforme a sus necesidades individuales y en su carácter de miembro de una comunidad. Nosotros atendiendo a nuestra realidad, intentaremos una definición que atienda a los distintos ángulos de esta actividad educativa para el trabajo. Creemos que sería apropiada la siguiente: “La Capacitación Laboral o FP es un proceso de enseñanza-aprendizaje en el qu quee los los idón idóneo eoss en dete determ rmin inad ados os ofic oficio ios, s, técn técnic icos os y doce docent ntes es espe especi cial aliz izad ados os,, capa capaci cita tado doss prev previa iame ment ntee con con un una a meto metodo dolo logí gía a didá didáct ctic ica a apro apropi piad ada, a, prep prepar aran an a adolescen adolescentes tes y adultos adultos habilitándo habilitándolos los laboralmen laboralmente te para desempeña desempeñarr un oficio, oficio, para posibilitar posibilitar una rec reconve onversió rsión n laboral laboral o para para mejorar mejorar la calificaci calificación ón ocupacion ocupacional al que tienen”.
Se trata de un proceso en el que intervienen, encadenados, encadenados, diversos elementos que son el fruto de la interacción de técnicos y docentes. Esto hace suponer que no puede darse un acci accion onar ar inst instru rucc ccio iona nal, l, una una comu comuni nica caci ción ón prop propia iame ment ntee dich dicha, a, con con la sola sola y aisl aislad adaa inte interv rven enci ción ón de un inst instru ruct ctor or y un apre aprend ndiz iz,, sino sino que que es mene menest ster er que, que, dire direct ctaa e indirectamente, apuntalen el proceso otros componentes de apoyatura didáctica que ayuden a plasmar ese acto de enseñanza-aprendizaje. Es conveniente grabar a fuego en nuestra mente y en nuestro corazón que siempre, y por sobre todo, es el alumno , ya sea adolescente, joven o adulto, lo más importante del queh quehac acer er doce docent nte, e, a quie quienn está estánn diri dirigi gida dass toda todass las las ener energí gías as de las las pers person onas as,, de las las instituciones, de los planes, de los programas y de los medios de apoyatura didáctica. El educando es el centro del accionar y para quien se prepara la documentación laboral, se efectúa la orientación vocacional, se dispone el material didáctico y se alista el personal docente. Abrate, Omar J., Manual del Instructor de Formación Profesional, Mari Mater, Buenos Aires, 1997.
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