Universidad Nacional del Nordeste Facultad de Humanidades Departamento de Letras Cátedra: Literatura Iberoamericana II (Seminario) Prof. Titular: Héctor Azzetti Alumna: Aguirre Laura Viviana
Universidad Nacional del Nordeste Facultad de Humanidades Departamento de Letras Cátedra: Literatura Iberoamericana II (Seminario) Prof. Titular: Héctor Azzetti Alumna: Aguirre Laura Viviana Plan: 2000 Año: 2009 Primer examen parcial
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Introducción
El presente trabajo tendrá como fin indagar acerca de uno de los tópicos recurrentes en la obra de Alejo Carpentier: la filosofía de la historia. Según este fin, creo pertinente adoptar una doble metodología: semiótica, a partir de la conceptualización que realiza Eliseo Verón en “La semiosis social” 1; y hermenéutica, desde el punto de vista de Paul Ricoeur en su libro “Hermenéutica y Acción”2. Perspectiva semiótica, según Eliseo Verón La perspectiva semiótica de Eliseo Verón trata acerca de la teoría de los discursos sociales, la cual se ocupa de los modos de funcionamiento de la semiosis social, es decir, de los modos en que los fenómenos sociales construyen sentidos mediante determinados procesos sociosemióticos. Desde este punto de vista es pertinente considerar a las obras de Carpentier seleccionadas como discursos sociales cuyo sentido es posible de analizar a partir de determinadas huellas o índices desde los que se puede profundizar en el tema de este trabajo “la filosofía de la historia”. Una de las huellas notables de la construcción del sentido de este tópico es el mismo personaje Víctor Hugues, sus propios discursos o determinados elementos como, por ejemplo, la guillotina (en El Siglo de las Luces). Perspectiva hermenéutica, según Paul Ricoeur La perspectiva hermenéutica es útil en la interpretación de estos signos seleccionados en las obras a partir de determinadas concepciones de Paul Ricoeur: la correlación entre texto, acción e historia que nos lleva a considerar la hermenéutica como una dialéctica general entre comprender primeramente un signo y explicarlo (es decir, interpretar). La teoría del texto a la que hace referencia Ricoeur hace referencia a la primera dimensión de la hermenéutica: la semiológica. Dice Ricoeur “La teoría del texto ofrece un buen punto de partida para una revisión radical del problema metodológico, porque la semiología no nos permite decir que los procedimientos explicativos son ajenos al dominio del signo…”3. Dice Ricoeur que el encuentro con el texto posibilita es un diálogo que posibilita un primer estadio hermenéutico que es el de la comprensión. Lo que se debe comprender del texto es, para el autor, “ la cosa del texto, a saber, el tipo de mundo que la obra despliega de alguna manera delante del texto”4. Luego, la acción humana es la que pone en movimiento el proceso interpretativo, “ejerciendo un poder, interviniendo en el curso de las cosas (…) el investigador actúa con sus manos de una manera o de otra…” 5. A partir Verón, Eliseo, La semiosis social. Fragmentos de una teoría de la discursividad, Gedisa, 2005. Ricoeur Paul, Hermenéutica y acción. De la hermenéutica del texto a la hermenéutica de la acción, 1ª edic., Bs. As.: Prometeo Libros, 2008 3 Ricoeur Paul, Hermenéutica y acción…, pág. 83. 4 Ibídem, pág. 87. 5 Ibídem, pág. 91. 1 2
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de esa acción se producen determinados efectos de tal modo que acción es aquí, al mismo tiempo, hacer y hacer que algo suceda. En tercer lugar, la historia “comienza cuando se deja de comprender en forma inmediata y cuando se acomete la empresa de reconstruir el encadenamiento de los antecedentes de conformidad con articulaciones diferentes de las de los motivos y las razones que alegan los actores de la historia” 6. Desde este lugar la relación con Gadamer es inevitable: es el carácter histórico de la hermenéutica -como método de comprensión e interpretación de un texto- el que nos permite comprender y explicar de forma dialéctica –a partir de la relación y tensión entre puntos de vista diferentes se llega a: la fusión de horizontes- un determinado fenómeno social. Dice Ricoeur “A partir de una tradición que la interpela, la historia al pasado preguntas significativas, lleva a cabo una investigación significativa, alcanza resultados significativos”7. Organización del trabajo A partir de esta doble metodología, el trabajo estará centrado en función de la perspectiva de la filosofía de la historia desde la teoría hegeliana8. En primer lugar se explicará brevemente qué es filosofía de la historia para Hegel, luego, se lo reinterpretará y aplicará a las obras de Carpentier: en primer lugar solamente a la novela “El siglo de las luces” y, en segundo lugar, se establecerá una relación con el cuento “Semejante a la noche”. Luego de este desarrollo se incluirá una reflexión sobre el tema de la identidad latinoamericana en conjunción con la filosofía de la historia de Hegel y con la idea de lo real maravilloso de Carpentier. Desarrollo
Filosofía de la historia, según Hegel La filosofía de la historia, como puede inferirse del nombre, es pensar la historia, contemplar los hechos: “la filosofía de la historia no es otra cosa que la observación pensante de ésta”9. La filosofía “cuando enfrenta la historia debe tratarla como a un material, no debe dejarla tal cual es sino orientarla según el pensamiento, y construirla en consecuencia a priori”10. Desde este punto de vista, la razón es inmanente a la historia: “la razón que domina al mundo y que, por lo mismo, en la historia universal se introdujo sistemáticamente”11. Al decir que la historia es racional afirmamos que su progreso se desarrolla de acuerdo con leyes o categorías: variación, negatividad, razón y libertad. La Ibídem, pág. 95. Ibídem, pág. 161. 8 Hegel, Georg W. Friedrich, Filosofía de la Historia, 3ª edic., Bs. As.: Claridad, 2008. 9 Ibídem, pág. 15. 10 Ibídem, pág. 15. 11 Ibídem, pág. 15-16. 6 7
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variación se refiere al cambio en los individuos, pueblos, estados; la negatividad se relaciona con la crisis y la estabilidad en la historia que generan un proceso dialéctico entre los distintos estadios históricos; la razón se refiere a la misma cualidad inherente a la historia, razón mediante la cual el espíritu toma conciencia de sí y de la realidad. Por último, la libertad, categoría muy importante para comprender este enfoque, es el fin y el sentido del movimiento en la historia: la historia progresa gracias a la búsqueda de esa libertad racional, hecha realidad, objetivada. Dice Hegel que “Las modificaciones en la naturaleza (…) representan tan sólo una circulación que se repite invariablemente. En la naturaleza no ocurre nada nuevo bajo el sol (…) Es sólo en las variantes en el terreno espiritual donde se producen cosas nuevas”12. Así, por el espíritu el hombre se hace posible el progreso de la historia universal, siempre en busca de esa libertad racional, con una tendencia a la perfectibilidad. Este proceso progresivo y dialéctico de la historia tiene tres momentos implicados: •
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Tesis, el momento abstracto: una realidad, un concepto, dinámicos. Antítesis o momento negativo-racional: dinamiza la realidad por medio de la negación de la realidad anterior, es decir, por una contradicción.
Síntesis o momento positivo-racional: es la superación de la contradicción anterior, a partir de la desaparición y –al mismo tiempo- conservación de los dos momentos anteriores. Es aquí donde podemos afirmar que la historia progresa y se apunta a esa tendencia de perfectibilidad. Finalmente, se puede agregar que la idea de búsqueda incesante de esa libertad con las miras en la cima de un Espíritu Absoluto (esto es, la superación de todo proceso histórico, el alcance de la perfección) entraña que el objetivo, ese último fin es lo verdaderamente importante y que el camino, los distintos procesos históricos y los acontecimientos crueles e injustos han sido necesarios para alcanzar y lograr un grado mayor de perfección. De este modo se valoriza la acción egoísta de los “hombres representativos o prototípicos” que, siendo héroes en una época, fueron los personajes históricos usados como medios por el Espíritu Universal para la concreción de su objetivo específico. Dice Hegel “Todo esto se llama la astucia de la razón, dejando que las pasiones trabajen para ella, con lo cual reafirma su propia existencia, permitiendo que surjan perjuicios muchos elementos que han sido puestos en acción para cumplir su objetivo específico”13. Filosofía de la historia, en El Siglo de las Luces •
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Ibídem, pág. 48-49. Ibídem, pág. 35-36.
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Esta idea de la historia, en las obras de Carpentier es un tópico que da sentido y coherencia a todas sus obras; de tal modo que, a partir de una primera perspectiva semiótica es posible encontrar huellas que nos dirijan a una mejor comprensión y explicación del tópico (y en la instancia interpretativa, hermenéutica, explicarlo desde una dimensión más amplia). Desde esta perspectiva, el personaje histórico Víctor Hugues nos ofrece el ejemplo inconfundible del hombre prototípico o representativo, medio de acción del progreso de la historia universal –según Hegel-: “… el espíritu del progreso está en el alma de todos los individuos, pero representa algo que no llega a hacerse consciente. Son sólo los grandes hombres quienes le incorporan la indispensable conciencia (…) Son grandes hombres precisamente por haber deseado y realizado lo que era adecuado y necesario” 14. Entre idas y vueltas, contradicciones en el modo de pensar y de actuar, es el arquetipo de la realidad pragmática, el símbolo de la “praxis” : “Una revolución no se razona: se hace” 15; “Hemos terminado la novela de la Revolución: nos toca ahora empezar su Historia y considerar tan sólo lo que resulta real y posible en la aplicación de sus principios” 16.
También es el hito de la contradicción en el paso de la historia, contradicción necesaria, según Hegel, para posibilitar el progreso: en la superación de una contradicción se encuentra el motor del progreso y se tiende a la perfectibilidad. Esta contradicción la encontramos, por ejemplo, en la presencia y anulación de los decretos: “Como un largo y tremebundo trueno de verano (…) sonó la bárbara noticia en todo el ámbito del Caribe, levantando clamores y encendiendo teas: promulgada era la Ley del 30 Floreal del Año X, por la cual se restablecía la esclavitud en las colonias francesas de América, quedando sin efecto el Decreto del 16 Pluvioso del Año II.” 17
A la esclavitud antes de la revolución se la anula con la ley del 16 Pluvioso, y a su vez, los mismos agentes que impusieron la ley vuelven la niegan burlando los principios de Libertad y de Igualdad inherentes a la idea de esta “revolución” fundada en los ideales de la Revolución Francesa. Así, el tiempo, la historia se repite (esclavitud-libertad-esclavitud), pero no de modo cíclico –en esto, de acuerdo con Salvador Bueno 18-, es decir, repitiendo hechos y nada más: aquí la idea de historia responde a la interpretación dialéctica, en el sentido de la repetición de ciclos pero en un plano superior. Como dice Valentín Soto “En Ibídem, pág. 34. Carpentier, Alejo, Siglo de las luces, 6ª edic., Bs. As, Siglo XXI Editores, 2006, cap. 43, pág. 369 16 Ibídem, cap. 45, pág. 382. 17 Ibídem, cap. 45, pág. 378. 18 Salvador Bueno, La serpiente no se muerde la cola, en Recopilación de textos sobre Alejo Carpentier , La Habana, Cuba, Centro de investigaciones literarias, Casa de las Américas, pág. 211 14 15
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su obra hay un puente constante, un proceso de ósmosis, entre presente y pasado. Al tratar de presentar la historia como una secuencia de crisis encadenadas que surgen de nuestras estranguladas matrices económicas y complejas formaciones sociales, Carpentier se adhiere al credo de Hegel” 19. Este proceso transformador es el que Hegel aúna en tres momentos implicados –explicados anteriormente-: tesis o idea, antítesis o contradicción y síntesis; ésta última siendo la que disuelve la contradicción y conjuga los dos anteriores para pasar a una nueva etapa de la historia –progresar-. A lo dicho agrego una cita del mismo Carpentier hablando sobre la cuestión del tiempo en sus obras: “Personalmente he tratado de especular mi manera con el tiempo, con (…) el tiempo de ayer en hoy, es decir, un ayer significado presente en un hoy significante, en El siglo de las luces…”20. El tiempo de ayer en hoy, significa para Carpentier, “un ayer significado presente en un hoy significante”, no una simple reiteración absurda y pesimista: en este sentido, los hechos crueles y la sangre derramada son consecuencias que vienen pegadas a la concreción de grandes ideas conducidas a saciar el deseo de libertad absoluta en la historia universal. Es, en cierto modo, el pensamiento de Sofía el que más se acerca a esta visión amplia y optimista de la historia: “No podía vivirse si un ideal político; la dicha de los pueblos no podría alcanzarse de primer intento; se habían cometido graves errores, ciertamente, pero esos errores servirían de útil enseñanza para el futuro (…) En suma: que nada grande se hacía en la Tierra sin derramamiento de sangre” 21. Esta cita con conduce a otro signo que
ilustra este proceso dialéctico en la historia: la Máquina, la Guillotina, como símbolo de la contradicción presente en el desarrollo concreto de “grandes ideas”. El deseo universal de libertad y de dicha, tiene otra posible interpretación con la llamada “Tierra prometida” presente en los pensamientos de los personajes –aunque de modos diferentes-, como por ejemplo, el de Esteban: “Cuidémonos de las palabras demasiado hermosas; de los Mundos Mejores creados por las palabras. No hay más Tierra Prometida que la que el hombre puede encontrar en sí mismo” 22, pensamiento que no
concuerda con la realidad pragmática de las ideas sino con un concepto de libertad pobre y egoísta –podemos decir que Esteban es arquetipo de una concepción romántica, utópica, que sólo rescata lo individual en contra de lo social- que no moviliza al motor de la Soto Valentín, Paradojas estético-ideológicas en la obra de Alejo Carpentier, encontrado en http://cuhwww.upr.clu.edu/exegesis/ano10/29/Soto.html 20 Carpentier, Alejo, Problemática del tiempo y el idioma en la moderna novela latinoamericana, en el libro La novela latinoamericana en vísperas de un nuevo siglo y otros ensayos, México, Siglo XXI, 1981, pág. 156. 21 Carpentier, Alejo, Siglo de las luces, 6ª edic., Bs. As, Siglo XXI Editores, 2006, cap. 36, pág. 313. 22 Ibídem, cap. 36, pág. 313. 19
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historia. Pero la sensación de que existe algo mejor (“ … había, debía haber, era necesario que hubiese en el tiempo presente –cualquier tiempo presente- un Mundo Mejor” 23 ) es la misma de la que trata Hegel cuando habla de la búsqueda de la libertad racional como movilizadora de la historia y conductora hacia la perfectibilidad. Para concluir con esta parte, quiero aportar mi acuerdo con la idea que expresa Salvador Bueno respecto del final de la novela donde Sofía y Esteban se unen a la rebelión en las calles de Madrid: “ Aquí Carpentier nos vuelve a entregar a su propia concepción de la historia: ésta, en definitiva, no se repite, esos círculos viciosos se rompen, la trayectoria cíclica de la historia es superada por el hombre que siempre se impone nuevas tareas, cada nuevo estadio histórico, aunque parece repetir el ciclo anterior, lo supera, porque el hombre traza en la historia un espiral, lenta, difícil, pero segura, que constituye la trabajosa marcha de la humanidad en busca de una mayor felicidad en el Reino de este mundo”.
Relación con el cuento “Semejante a la noche” En el cuento “Semejante a la noche” asistimos a la misma idea de la historia de Carpentier “…un tiempo que gira en torno al hombre sin alterar su esencia, en mi relato “Semejante a la noche” en que se asiste a la partida de un hombre para la guerra. Lo que se mueve en torno a él es la época; él es perfectamente inmutable, en una acción que comienza en la Guerra de Troya y termina en la Guerra de Troya, pasando por las Cruzadas, la conquista de América, el desembarco de los norteamericanos en Francia durante la segunda guerra mundial, etcétera”. Repito “un tiempo que gira en torno al hombre sin alterar su esencia”: el cuento trata acerca de un hecho reiterado en tres mil años de historia “la partida del hombre a la guerra” motivado por la búsqueda eterna de la gloria, del reconocimiento de la historia con el título de “héroe”. Alexis Márquez habla acerca de dos actitudes o estados de ánimo que tiene el soldado 24: la primera relacionada con la idea de ser un héroe dispuesto a morir en honor a su patria –y por la misma búsqueda heroica de la historicidad-; la segunda, al final del cuento, a la hora de embarcar, contagiada por una sensación de vacío y hastío: “Cuando bajé hacia las naves, acompañado de mis padres, mi orgullo de guerrero había sido desplazado en mi ánimo por una intolerable sensación de hastío, de vacío interior, de descontento de mí mismo (…) Había pasado el tiempo de las guirnaldas, las coronas de laureles, el vino en cada casa, la envidia de los canijos, el favor de las mujeres. Ahora, serían las dianas, el lodo, el pan llovido, la arrogancia de los jefes, la sangre derramada por error, la gangrena que huele a Ibídem, cap. 34, pág. 296. Márquez Alexis, El tiempo y la guerra, encontrado en el libro Recopilación de textos sobre Alejo Carpentier , La Habana, Cuba, Centro de investigaciones literarias, Casa de las Américas, pág. 368 23 24
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almíbares infectos”25. Esta doble actitud es lo que podríamos incluir dentro de la esencia del hombre: por un lado, la primera actitud, nos sugiere la idea de Hegel acerca de la eterna búsqueda de la libertad que mueve el proceso progresivo de la historia universal; por otro, la actitud de vacío frente a las injusticias y la sangre, “toda la miseria y la abyección que subyace en el fondo de las empresas bélicas (…) no es sino la expresión del hastío, la vaciedad y el descontento del hombre, de la humanidad toda, derrumbada moralmente bajo el peso de sus horrendos crímenes”26. El mismo título del cuento “Semejante a la noche” nos remite a esta segunda actitud o aspecto de miseria, hastío y vaciedad que atraviesa la historia de la humanidad, incluyendo el engaño, la cuestión fraudulenta de las empresas bélicas oculta bajo grandes mentiras como el mito de la ciudad toda hecha de oro : “En realidad, detrás de la empresa que se escudaba con tan elevados propósitos, había muchos negocios que en nada beneficiarían a los combatientes de poco más o menos” 27.
Aprehensión de lo real maravilloso como una dimensión de la filosofía de la historia Carpentier denomina lo real maravilloso del siguiente modo: “…se refiere a lo extraordinario. Lo extraordinario no es bello ni hermoso por fuerza. Todo lo insólito, todo lo asombroso, todo lo que se sale de las normas establecidas es maravilloso.” 28; y también “…que lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad…”29. A partir de esta definición, podemos hablar tanto de la admiración de los personajes y la actitud que toman respecto de lo exótico, lo maravilloso (por ejemplo, cuando Esteban en calidad de extranjero observa un mundo totalmente ajeno, desde esa “Calle” desde donde contempla la revolución 30; o bien el mismo Víctor Hugues y cómo es algo exótico para los adolescentes encerrados en sus casas); como también podemos profundizar en la labor creativa de las obras carpenterianas. Desde este último punto de vista, es pertinente el aporte de R. Pupo Pupo 31, quien afirma que lo real maravilloso es para Carpentier una de las formas aprehensivas de la cultura, cuyos Carpentier, Alejo, Semejante a la noche, encontrado en http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/carpen/semejan.htm 26 Alexis Márquez, El tiempo y la guerra…, pág. 368 y 369. 27 Carpentier, Alejo, Semejante a la noche… 28 Carpentier, Alejo, Lo barroco y lo real maravilloso, en el libro La novela latinoamericana en vísperas de un nuevo siglo y otros ensayos, México, Siglo XXI, 1981, pág. 126-127. 29 Carpentier, Alejo, Prólogo a El reino de este mundo, 3ª edic., Montevideo: Arca, pág. 9. 30 Carpentier, Alejo, El Siglo de las luces… Cap. 12, pág. 122. 31 Pupo Pupo, Rigoberto, Filosofía y literatura en Carpentier, encontrado en http://letrasuruguay.espaciolatino.com/aaa/pupo_pupo_rigoberto/filosofia_y_literatura_en_alejo.htm 25
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aspectos: sujeto-objeto, lo ideal-lo material, espíritu creador-realidad exótica, conforman una relación dialéctica que da como resultado una síntesis. Puede agregarse a la opinión del autor, que esta misma aprehensión de la realidad a partir de la óptica de lo real maravilloso constituye una dimensión de la filosofía de la historia. Esto quiere decir que, en la obra de Carpentier, es donde la creación literaria aprehende la realidad o la historia misma desde lo real maravilloso , piensa la historia desde lo exótico y lo barroco, sin detenerse en lo puramente exótico, ni en lo puramente histórico: sino conjugándolos y dando lugar a una cosmovisión holística acerca de la historia y de la identidad latinoamericana. Identidad latinoamericana en las obras de Carpentier Sin perder de vista el desarrollo de la explicación del tópico filosofía de la historia , podemos decir que la identidad latinoamericana es el eje de las obras de Carpentier y, por lo tanto, el propósito de la inclusión de la filosofía de la historia en la cosmovisión carpenteriana. Así, podemos decir que pensar la historia universal y, precisamente, reconocer en ella lo real maravilloso es un intento de definir y, más aún, de cuestionar la identidad latinoamericana. Para hablar de este tema es necesario remitirnos a Ángel Rama32, según el cual la identidad puede verse de dos modos: uno vertical, que requiere ver la identidad de Latinoamérica desde el momento concreto en que la observamos, a partir de sus elementos representativos, de la valoración del proceso a través de sus resultados; y otro horizontal, según el cual podemos ver la identidad desde todos sus procesos históricos –he aquí la inclusión de la filosofía de la historia-, desde el contacto con otros pueblos y desde el mismo proceso de hibridación efectuado entre las distintas realidades y culturas. Asimismo, Ángel Rama habla de la formación de la identidad latinoamericana a través de un proceso de transculturación33, lo que significa que las distintas culturas con sus modos de vida, conformaciones sociales, cosmovisiones propias, se fusionaron y participaron en la construcción de una nueva identidad que, a su vez, conserva las anteriores. Este tema de la identidad y su cuestionamiento, se encuentran de fondo en toda la obra de Carpentier, y es coherente con su idea de historia. Por consiguiente, volvemos a Hegel: así como la dialéctica constituye la naturaleza y estructura de la realidad, podemos decir lo mismo de la identidad, puesto que en el trascurso del tiempo, tanto la historia universal como la identidad se construyen por medio de un proceso Rama, Ángel, Los procesos de transculturación en la narrativa latinoamericana, en Revista de literatura hispanoamericana, Universidad Central de Venezuela, pág. 26. 33 Rama, Ángel, Los procesos de transculturación en la narrativa latinoamericana, en Revista de literatura hispanoamericana, Universidad Central de Venezuela, pág. 16-17. 32
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continuo y superador. Así, es coherente asimilar el concepto de momento racional o síntesis –de Hegel- al de transculturación –de Rama-: los dos se refieren a una fusión de opuestos que, juntos, participan en la creación de una nueva realidad-identidad conservándose en ellas. A modo de conclusión
Para concluir, puedo decir que la indagación e interpretación del tópico filosofía de la historia en las obras de Carpentier implican fundamentalmente la pregunta sobre la identidad del hombre latinoamericano y sobre su participación en el progreso de la historia universal. Carpentier intenta responder a esa pregunta a través de sus obras: conjugando elementos de diversa índole, redescubriendo la realidad a través de la denominación lo real maravilloso, a partir de una cosmovisión holística que intenta ser fiel a la complejidad de la respuesta. “El insostenible y humano anhelo de mejorar lo que es”34: creo que son estas las palabras –las mismas de Carpentier- las que sintetizan en cierto modo la conexión entre filosofía de la historia-identidad latinoamericana, en el sentido de que es por y en la historia –presente-pasado-futuro- que podemos definir quiénes somos y hacia dónde queremos ir. Preguntarse esto es parte de la cosmovisión de América, según Leopoldo Zea35, y es lo que constituye nuestra esencia como latinoamericanos: nuestra originalidad consiste en pensar el mundo desde lo concreto, cuestionamiento que nos conduce al auto-reconocimiento de nuestro ser “humano”, de “la accidentalidad de nuestra cultura y nuestro ser” 36. No sería extraño confundir estas palabras de L. Zea con las de Carpentier: “El americano no es más ni menos que un hombre” 37. Amante de los grandes temas, Carpentier nos pone frente a nuestra propia conciencia, nos interpela de este modo al compromiso con la historia, a la acción en vías del progreso, a la liberación de nuestras mismas miserias humanas, y, diría Hegel, a la participación en la historia universal poniendo en movimiento la tendencia a la perfectibilidad.
Carpentier, Alejo, La novela latinoamericana en vísperas de un nuevo siglo, en el libro La novela latinoamericana en vísperas de un nuevo siglo y otros ensayos, México, Siglo XXI, 1981. 35 Zea, Leopoldo, La esencia de lo americano, Bs. As.: Ed. Pleamar, 1971. 36 Ibídem, pág. 17. 37 Ibídem, pág. 20. 34
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Bibliografía
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