Ficha: Naturaleza y Cultura El Problema del Parentesco Levi-Strauss
Sebastián Toledo Antropología General Profesor: Claudio Espinoza Ayudante: TamaraVicencio 10 de Abril, 2012
LEVI-STRAUSS, Claude. Naturaleza y Cultura. En su: Las Estructuras Elementales del Parentesco. Barcelona. Editorial Paidos. 1981. Pp. 35-44. LEVI-STRAUSS, Claude. El Problema del Incesto. En su: Las Estructuras Elementales del Parentesco. Barcelona. Editorial Paidos. 1981. Pp. 45-59. Levi-Strauss analiza el problema de la distinción y relación existente entre naturaleza y cultura en los estudios antropológicos. Para ello menciona variados estudios sobre distintas sociedades –que él considera primitivas– centrándose primordialmente en la prohibición del incesto. Para el autor, esta prohibición constituye el puente entre naturaleza y cultura, siendo esta de carácter universal. “Aunque resulta relativamente fácil establecer la distinción de principio, la dificultad comienza cuando se quiere efectuar el análisis. Esta dificultad es doble: por una parte, se puede intentar definir, para cada actitud, una causa de orden biológico o de orden social; por otra, buscar el mecanismo que permite que actitudes de origen cultural se injerten en comportamientos que son, en sí mismos, de naturaleza biológica y logra integrárselos” (Levi-Strauss, 1998: 36) [Es fácil hacer la distinción entre naturaleza y cultura al considerarlo como conceptos por separado. La naturaleza es en si universal y trascendente mientras que la cultura se entiende como la serie de comportamientos y códigos que rigen a determinados grupos sociales, por lo tanto no es universal ni trascendental. Sin embargo se dificulta mucho más esta distinción y relación entre ambos conceptos al intentar abocarlo al estudio antropológico. Con esta afirmación el autor plantea el problema de la aplicación de ambos conceptos en la antropología.] “En apariencia, la oposición entre comportamiento humano y comportamiento animal es la que proporciona la más notable ilustración de la antinomia entre la cultura y la naturaleza” (Levi-Strauss 1988: 38) [Levi-Strauss nos da un ejemplo muy concreto de lo que es esta distinción. El humano es un ser que se concibe siempre dentro de una sociedad, no se puede entender en un “estado natural” –excepto los niños salvajes de india que son casos muy extraños–.] “Por otra parte, señalemos que si bien la reglamentación de las relaciones entre los sexos constituye un desborde de la cultura en el seno de la naturaleza, por su parte la vida sexual es, en el seno de la naturaleza, un indicio de la vida social, ya que, de todos los instintos, el sexual es el único que para definirse necesita del estímulo de otro” (Levi-Strauss, 1998: 45) [Las relaciones sexuales, son en parte materia de la naturaleza y de la cultura. El acto sexual es propiamente tal un acto natural mientras que alrededor de éste existen en cada cultura una serie de prohibiciones, tabúes y juicios que le dan un carácter social-cultural. No afirma en ningún caso que el instinto sexual debe ser la conexión directa entre naturaleza y cultura –siendo este un instinto, escapa en su fundamento a algún aspecto social–, pero sí, que para abordarla en las ciencias sociales existe necesariamente un tránsito entre ambas.]
“La prohibición del incesto no tiene origen puramente cultural, ni puramente natural, y tampoco es un compuesto de elementos tomados en parte de la naturaleza y en parte de la cultura. Constituye el movimiento fundamental gracias al cual, por el cual, pero sobre todo en el cual, se cumple el pasaje de la naturaleza a la cultura” (Levi-Strauss, 1998: 58-59) [Afirma el autor que la prohibición del incesto constituye el movimiento fundamental entre naturaleza y cultura. Al ser esta un acto que involucra el instinto sexual del ser humano tiene un carácter, no un origen, natural. Así mismo corresponde a un tabú cultural qué, al igual que el factor natural, no puede comprenderse como el origen de la prohibición del incesto. En conclusión entendemos que el origen y diversidad de este tabú comprende una relación constante entre naturaleza y cultura.] Levi-Strauss diferencia la naturaleza y la cultura de la siguiente manera; la naturaleza corresponde a todo lo universal en el hombre y se caracteriza por ser espontanea, mientras que la cultura tiene un carácter particular y relativo, y siempre obedece a una norma. Tras un análisis de estudios psicológicos y sociológicos sobre esta relación o distinción entre naturaleza y cultural establece algunos parámetros fundamentales de qué es en el humano la naturaleza y la cultura definiendo esto como la distinción entre lo humano (cultura) y lo animal (natural). Toma luego de esto, el tema del tabú del incesto como referente indispensable para abordar el tema, puesto que, a diferencia de todos los patrones –códigos, leyes, reglas, tabúes– culturales, éste es universal, característica propia de lo natural. Para comenzar a buscar una relación entre dicha distinción, Levi-Strauss revisa algunas explicaciones dadas por otros donde se distinguen tres categorías. La primera postula que el tabú del incesto es una composición de elementos de ambas ramas. Levi-Strauss cita a variados autores, algunos de ellos ven la relación en el tabú siendo lo social afectado por factores naturales. Proponen, por ejemplo, que las prohibiciones en torno al incesto están destinadas a proteger la especie de las enfermedades que pueden llegar a provocar las relaciones sexuales entre consanguíneos. Esta postura queda anulada, para Levis-Strauss, fundamentalmente por ser una postura muy reciente. Ciertamente las culturas en las que fija el origen del tabú del incesto no mantienen dicho conocimiento, es más, el autor afirma que algunas culturas primitivas practicaban en incesto para mejorar la especie. Hace referencia también a investigaciones biológicas sobre el incesto, sin embargo estas se contraponen. La segunda categoría que identificamos afirma que la prohibición tiene un carácter totalmente natural. Por ejemplo, habla de un supuesto “horror al incesto” el cual se fundamenta en el instinto del ser humano. Lo invalida afirmando que para que este instinto se manifieste debe existir un conocimiento previo o posterior a la relación de parentesco. Analiza también otras explicaciones de esta índole y negándolas finalmente basandose en un análisis a estas explicaciones donde siempre el factor social reaparece. La tercera, finalmente, asume que el origen de la prohibición del incesto es netamente cultural. Repasa también a distintos autores de esta tendencia, sin embargo, inhabilita sus estudios con el argumento de que se está abordando un tema universal analizando una cultura en particular y asumiendo un origen posible de su prohibición del incesto como universal. En conclusión entendemos que la prohibición del incesto tiene tanto caracteres naturales como culturales, pero sin embargo no podemos fundar su origen ni un uno ni en el otro. Constituye entonces una relación entre ambas, siendo un pasaje entre naturaleza y cultura. Se puede fundar en la naturaleza en la medida que reconocemos su carácter universal y trascendental, sin embargo impone códigos sociales que no dependen de la naturaleza.