Esto, unido a la homología de los cromosomas paternos y maternos, hace muy difícil seguir la línea a través de la cual hemos heredado las distintas características genéticas sin conocer al menos el fenotipo de nuestros ancestros. Además, los ejemplos que hemos puesto representan un tipo de herencia muy sencillo, denominado monogenético o mendeliano, donde únicamente interviene un gen. La mayor parte de caracteres hereditarios están regulados por varios genes, lo que aún complica más la situación. Afortunadamente, hay dos tipos de ADN que únicamente se heredan por vía materna y paterna, de forma diferenciada. Gracias a ellos podemos seguir nuestra línea genealógica a través de uno solo de los sexos. . Mitocondrias y cromosomas Y
Al formar el cigoto, el espermatozoide únicamente contribuye con el contenido nuclear, es decir, fundamentalmente los 23 cromosomas que portaba. Por el contrario, el óvulo materno es el que proporciona el resto de componentes celulares, y entre ellos, las mitocondrias. Las mitocondrias son un orgánulo muy especial, verdaderas centrales energéticas de la célula, y cuya información no está contenida en el ADN nuclear que forma los cromosomas, sino en un ADN propio que guardan en su interior. Como decimos, todas las mitocondrias del cigoto provienen del óvulo, y en las sucesivas divisiones celulares que darán lugar al embrión y al futuro individuo, estas mitocondrias se reproducen de forma independiente al núcleo celular. Por lo tanto, la totalidad de mitocondrias de nuestro cuerpo provienen del óvulo y, por lo tanto, de nuestra madre.
Esto nos proporciona un material excelente para poder estudiar las divergencias entre individuos, dado que podemos comparar las secuencias de ADN mitocondrial de diferentes grupos
humanos, sabiendo que éstas se deben exclusivamente a mutación, y no a recombinación entre cromosomas de distintos progenitores. Así, la técnica conocida como «reloj molecular» nos permite estimar el tiempo que separa dos secuencias de ADN (y por lo tanto dos individuos) en base a sus diferencias, siempre que conozcamos la tasa de cambio de estas secuencias. Simplificando mucho, supongamos una región donde sabemos que la tasa de cambio de nucleótidos es de 1 cada 10.000 años; si comparamos la secuencia de dos individuos y encontramos 3 diferencias, podemos estimar que su ancestro común más cercano vivió hace 30.000 años. Obviamente, los cálculos son mucho más complejos, dado que no todas las regiones tienen la misma tasa de mutación y que hay que considerar la posibilidad de que un mismo nucleótido mute más de una vez. Por ello, se emplean tratamientos estadísticos complejos con un número de muestras lo más elevado posible. Empleando estas técnicas de relojes moleculares, y analizando el ADN mitocondrial de individuos de diferentes et nias, se ha estimado que el ancestro común femenino más próximo vivió hace unos 200.000 años; es decir, las mitocondrias de todos los seres humanos vivos provienen de esta hembra de Homo sapiens. En el caso del cromosoma Y, ocurre algo similar para la línea paterna: la región no homóloga (la que no tiene su equivalente en el cromosoma X) solo puede heredarse a través del padre, lo que nos permite aplicar las mismas técnicas de relojes moleculares que con el ADN mitocondrial. Los últimos estudios estiman que todos los cromosomas Y provienen de un varón que vivió hace entre 60.000 y 140.000 años. Nuestro «Adán cromosomal-Y» resulta así muy posterior a la «Eva mitocondrial». ¿Cómo es esto posible? . Adán, Eva, cuellos de botella y supervivientes.
Un error muy común consiste en pensar que si todos descendemos de la misma mujer, por necesidad debemos descender también de su pareja. Esto nos lleva a suponer que, o bien existió una pareja primigenia que fue la progenitora de toda la especie humana (mito bíblico de la creación del hombre), o bien en determinado momento una única pareja de supervivientes permitió continuar con la estirpe de nuestra especie. Sin embargo, ambas posibilidades no solo no son reales, sino qu e los datos que acabamos de comentar las contradicen. Debemos comenzar entendiendo que el hecho de descender de una única mujer no significa que ésta fuera la única hembra de su tiempo, ni que el resto no tuviera descendencia. Lo que significa realmente es que únicamente han sobrevivido hasta nuestros días descendientes de esta mujer. El resto de líneas genealógicas simplemente no han llegado hasta la actualidad. Ambos no tienen porqué coincidir en el tiempo ni aún menos representar una pareja
única. De hecho, es muy posible que nuestra Eva mitocondrial, o nuestro Adan cromosomal-Y, formaran parte de una población bastante amplia. Vamos a representarlo gráficamente para comprobar como toda la población puede provenir de una única hembra y un único macho separados por varias generaciones:
. En este primer gráfico, únicamente hemos considerado la ascendencia materna. Cada una de las hembras de la primera generación se ha coloreado de forma diferente, para expresar que un macho o una hembra azules en la segunda generación serán hijos de la hembra azul, mientras que todos los machos y hembras amarillos serán hijos de la hembra amarilla. La línea paterna se ignora. Como puede observarse, la hembra rosa y la hembra morada solo tienen hijos, por lo que su línea materna se acaba en la primera generación. Dicho de otra forma, no hay mitocondrias rosas o moradas en la segunda generación. Podemos ver cómo, a lo largo de las generaciones, hembras de distintos colores tienen hijos e hijas, pero en algún momento no dejan descendencia femenina, acabándose también su línea materna. En la última generación, todos los individuos proceden de la misma hembra (la de color rojo), mientras que el resto de líneas maternas se han extinguido. Vemos así, muy claramente, cómo hay varias líneas maternas a lo largo de la historia, hasta la generación penúltima, donde solo quedan hembras rojas. Podemos decir entonces que tota la generación actual proviene de una sola hembra que vivió seis generaciones atrás. Sin embargo, no podemos decir lo mismo del padre, dado que a lo largo de las generaciones han contribuido padres de distintas líneas; por ejemplo, podríamos tener participación de padres azules, rosas verdes o a amarillos. Esto se debe a que la aportación paterna no va pareja, y podemos verlo en este otro gráfico donde se ha considerado solamente la otra línea. Nótese que aquí solo podemos hablar de los varones, dado que estamos utilizando como marcador la parte no homóloga del cromosoma Y, inexistente en las hembras.
. En este otro gráfico únicamente se ha considerado la línea paterna, asumiendo monogamia y desarrollando los cruces del gráfico anterior. Nótese que únicamente se representan a los varones, dado que el cromosoma Y no es heredado por las hembras. Por ello, y a diferencia del caso anterior, podemos decir que todos los varones provienen de un único macho (Adán cromosomal-Y) que vivió una generación después de la Eva mitocondrial, y que ni siquiera estaba emparentado con ella. Es importante señalar que en este ejemplo, sabemos con exactitud los cruzamientos, mientras que en la realidad nos basamos en estimaciones de relojes moleculares que, lógicamente, no pueden obtener la misma precisión ni por asomo. Sin embargo, el fundamento del ancestro común más reciente es igualmente válido. Así pues, y concluyendo, si cuando Hechos 17:26 reza “De un solo hombre hizo todas las naciones para que habitaran toda la tierra; y determinó los períodos de su historia y las fronteras de sus territorios “, pretende referirse a la herencia por línea paterna, los descubrimientos genéticos muestran que tal hombre no coincidió con la mujer ancestral común, es decir, el Adán y la Eva bíblicos nunca pudieron llegar a conocerse.
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Ya estamos cerca de acabar los supuestos «44 hechos científicos corroborados por la Biblia» sin encontrar aún uno solo que pueda representar una verdadera sorpresa. Lejos de ello, lo que se asevera desde el libro sagrado no deja de ser lo esperable para el conocimiento vulgar de la época. Veamos que nos deparan las siguientes revelaciones: . 34. Génesis 11:1-9 Diferentes Grupos Étnicos. Fue en la rebelión de Babel donde Dios cambió el lenguaje y los rasgos característicos de las personas esparciéndolos así sobre la faz de toda la tierra. Razonamiento falaz donde los haya. El relato bíblico de la Torre de Babel no predice la existencia de distintas lenguas humanas. Al contrario, se trata de una descripción mitológica para tratar de explicar un hecho previamente conocido: la existencia de diversas lenguas. En los tiempos en los que fue escrito el Génesis (950 aC – 450 aC), la región de Israel conocía de sobra la existencia de otras lenguas; no solamente por sus vecinos y la mirada al Mediterráneo, sino directamente en sus carnes tras la invasión de Asiria en el 720 a.c. Es decir, no se trata de una premonición, sino de una explicación ad hoc que, al contrario que cualquier hipótesis científica, no se ha contrastado y simplemente se ha aceptado ciegamente por parte de los literalistas bíblicos.
¡La jodimos! Si hoy día ponemos a prueba esa hipótesis, no hallaremos concordancias con el relato del Génesis, dado que la explicación de Babel no se sostiene. Las principales familias de lenguas ya existían en los tiempos del Diluvio Universal y cabe recordar que, según la Biblia, la construcción de la torre de Babel es posterior. Es totalmente falso que hace 4000 años toda la humanidad hablara una sola lengua, cuando Troya ya había conocido sus años de esplendor, Egipto iba por su dinastía XII, Mesopotamia había enterrado al general Ur-Nammu, los chinos construían diques y los americanos llevaban medio milenio cultivando algodón y fabricando cerámica. Por otro lado, los estudios paleolingüisticos han demostrado que tanto el origen como la diversificación sigue un proceso evolutivo contínuo y gradual que incluso permite la realización de árboles filogenéticos. Nada indica que existiera un punto de dispersión en un lugar de oriente medio a partir de una única lengua mundial (sin contar que no se que pintaban chinos, peruanos o bantúes construyendo torres codo a codo con los hebreos). . 35. Ezequiel 47:12 Medicina Dentro de las Plantas. Culturas ancestrales utilizaron muchos remedios herbales. Hoy la ciencia moderna ha redescubierto lo que en la Biblia se dijo. Ezequiel 47:12 dice “Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.“
Sin ánimo de ofender, hay que ser animal para pretender que en el siglo VI ac, cuando vivió el profeta Ezequiel, no se conocía ni los frutales ni los poderes curativos de las plantas. Ezequiel pudo profetizar muchas cosas, pero lo de que las naranjas se comen y las plantas curan, no podría considerarse precisamente una primicia. Mal iria la “ciencia moderna” si acabara de descubrir los principios activos de las plantas. . 36. Levíticos 11:9-12 Leyes Dietéticas Saludables. Las Escrituras establecen que debemos evitar comer creaturas acuáticas que no tengan aletas ni escamas. Hoy se sabe que estos mismos tienden a consumir desperdicios y son muy probables de acarrear infecciones. A ver, es muy sencillito: mi tío murió tras comer almejas; mi padre murió tras comer almejas; mi primo murió tras comer almejas; ergo, casi que voy a pasar de comer almejas. Tampoco hace falta ser muy espabilao para llegar a tal conclusión. El principal problema del consumo de pescado e invertebrados marinos en la antigüedad es la poca durabilidad de los mismos, por lo que hasta que evolucionaron las técnicas de conservación modernas, entrañaba bastante peligro no comer estos alimentos muy frescos o desecados, independientemente de que “coman desperdicios” o delicias turcas.
Ejemplo de trastorno bipolar: si va por tierra, no te la comas, porque se arrastra; si va por agua, cómetela, porque tiene escamas. El consumo de los invertebrados marinos tiene otro factor de riesgo importante: muchos de ellos son filtradores. No se puede decir exactamente que “coman desperdicios”, sino que filtran el agua marina para alimentarse de la materia orgánica en suspensión. Al filtrar el agua, pueden acumular cualquier contaminación de la misma, como las toxinas de
otros organismos, mercurio (para acumular el cual los peces tampoco son mancos), etc. Ingerirlos produce intoxicación, no infección. Pero contando con que en el mismo pasaje es donde se habla de insectos de cuatro patas, tampoco se puede pedir mucha exatitud al redactor. . 37. Deuteronomio 14:8 Comer Cerdo es = a Comer Cochino. No hace mucho la ciencia aprendió que comer carne infectada de puerco causa una enfermedad llamada triquinosis. Considera que la Biblia prohibió comer cerdo hace más de 3,000 años antes de que se supiera como cocinar a los “marranos” de una manera adecuada.
Otra vez: mi tío murió tras comer cerdo; mi padre murió tras comer cerdo; mi primo murió tras comer cerdo; ergo, casi que voy a pasar de comer cerdo. También las vacas producen encefalopatía enpongiforme y la Biblia no dijo esta boca es mía… En lo que sí estamos de acuerdo es que comer cerdo = comer cochino y comer ternera = comer vaca y comer cordero = comer oveja. ¿Esto es la Biblia o Barrio Sésamo? . 38. Romanos 1:25 Ambientalistas Radicales. La Palabra de Dios predijo que muchos adorarían a la creación antes que al Creador. Y hoy a la naturaleza se le denomina “Madre”, y el naturalismo es una religión más.
Hombre, pues no. A la naturaleza se le llama madre, al menos, desde el siglo XII ac, es decir, hace más de 3.000 años y un milenio antes de las cartas a los romanos. Gea o Gaia era la Madre Tierra del antiguo panteón griego y se la adoraba algunos milenios antes de que surgiera el New Age. Vale que no sepáis de biología o física, pero pretender interpretar un libro antiguo sin tener ni repajolera idea de Historia, es de nota.
Aquí, los inventores de Gea, Júpiter y Diana Cazadora (el de azul es el que escribió la Iliada) . 39. Isaías 50:3 Materia Oscura y Agujeros Negros. Cosmólogos especulan que el 98% del univ erso conocido consiste de esta materia oscura, en donde se encuentran los agujeros negros capaces de evitar que la propia luz escape de su tremendo campo gravitacional. En la Biblia se alude a estos agujeros hasta hace poco descubiertos de la siguiente manera: “…estrellas «luz» errantes, para las cuales está reservada eternamente «sin escape» la oscuridad de las tinieblas” (Judas 1:13).
Y lo dice sin que se le caigan los anillos. Eso es valor. A ver, Isaías 50:3 dice “Visto de oscuridad los cielos, y hago como cilicio su cubierta.” De nuevo razonamiento inverso: el cielo se ve oscuro en la noche. Eso no es ninguna premonición, ni afirma la existencia de agujeros negros, ni de
materia oscura. El cielo de noche es negro, y punto. Lo que sería sorprendente es que la Biblia dijera “el cielo es blanco, pero su oscuridad se debe a que la luz de las estrellas no alcanza la tierra debido a polvo opaco que se interpone entre ellas y la Tierra”. ¿A que no dice eso? ¿Es que son ganas de marear?
Isaías 50:3 Por otro lado, Judas 1:13 dice “ fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas“. Vamos, toda una descripción de un agujero negro, o de una estrella fugaz, de un sol escapando de la galaxia, o de mil cosas más según nos convenga realizar la interpretación. Lo más seguro es que el término errante se refiera a aquellas “luces” que no forman parte de la bóveda celestial fija, como los planetas y estrellas fugaces, llamados “errantes” por los astrónomos de la antigüedad, y que el autor toma como ejemplo de cosas futiles para describir a los no creyentes dedicados a su cultivo personal en lugar de al amor de dios. En el mismo capítulo (Judas1:12), pone otros ejemplos igual de “exactos”, como las “nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos” (coño, serán de algodón). Resumiendo: un nuevo compendio de exactitudes y verdades científicas que tiran de espaldas. Yo de momento he dejado las gambas y estoy dándole mordiscos a una corteza de sauce, que tengo un dolorcillo de cabeza que pa’qué…
Con este capítulo finalizamos la serie “Crítica a 44 hechos científicos corroborados por la Biblia”, un delirante panfleto en el que se pretende que los mitos escritos en el libro sagrado de los cristianos contienen descubrimientos sobre los que la ciencia occidental no tendría conocimiento hasta dos milenios después. Tras desgranarlos uno por uno, lo que se constata es que la típica ambigüedad con la que se escribieron este tipo de textos acepta prácticamente cualquier interpretación, desde la mecánica cuántica hasta las hazañas de los gnomos. Al fin y al cabo, las discusiones sobre la interpretación de la Biblia ha traído sangre y fuego a lo largo de la historia. Y es que, pretender que los textos pergeñados por una serie de pastores nómadas hace más de dos mil años pueden ser analizados a la luz de la mecánica relativista es ser más iluso que un agricultor analfabeto comprando preferentes de Bankia… . 40. Salmo 102:25-26 La Segunda Ley de la Termodinámica (La Entropía). Esta ley establece que todo en el universo
esta en decaimiento y deteriorándose, gradualmente desorganizándose y descomponiéndose. La evolución directamente contradice esta ley, por establecer que los cambios que se producen en los organismos son solo para su mejoramiento y avance, no para su deterioro y extinción. En la Biblia se establece: “…y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer” (Hebreos 8:13).
No, señores. El segundo principio de la termodinámica no dice que “el universo está en decaimiento y deteriorándose”. El segundo principio de la termodinámica dice que en un sistema cerrado, la entropía no puede disminuir, luego, si el universo es un sistema cerrado , entonces la cantidad de entropía tiende a incrementarse con el tiempo. Pero es que la entropía no es sinónimo de desorden o descomposición, como se suele pensar vulgarmente; la
entropía es una magnitud física que mide la cantidad de energía de un sistema que no puede utilizarse para producir trabajo. De esta forma, el segundo principio de la termodinámica reza que, siempre que se trate de un sistema cerrado, la cantidad de energía que no puede utilizarse para producir trabajo no puede disminuir. Ahora bien, si el sistema no está cerrado y puede recibir aportes energéticos del exterior, este principio no se cumple, dado que la incorporación de energía externa permite la realización de mayor cantidad de trabajo.
Cristal de cuarzo ateo Este es el concepto importante que estos evangelizadores ignoran (voluntaria o involuntariamente): el segundo principio de la termodinámica se aplica a un sistema cerrado , del que no entra ni sale materia o energía, pero no a todas sus partes. Como hemos dicho, si el universo fuera un sistema cerrado, su entropía total no podría disminuir, pero puede haber regiones del mismo que disminuyan su entropía mientras otras partes sufren un incremento. De hecho, continuamente se están formando estrellas a partir de gas interestelar, algo que hace disminuir localmente la entropía y que estaría prohibido por la analfabeta interpretación de la termodinámica que realizan estos fundamentalistas bíblicos. En el caso concreto de nuestro planeta, la entropía puede disminuir debido precisamente a que no es un sistema cerrado: la energía procedente del sol permite que los organismos y los ecosistemas puedan aumentar su organización disminuyendo la entropía del subsistema; el sol acumula bastante aumento de esta magnitud física como para compensar de sobra.
Esta característica no es algo exclusivo de la vida; además de las estrellas antes mencionadas, los cristales minerales o los copos de nieve serían también objetos imposibles, dado que representan estructuras complejas que se forman espontáneamente a partir de componentes más desordenados. . 41. Génesis 5:4 La Mujer de Caín . Escépticos señalan que Caín no tenía mujer con quien casarse, por ello, la Biblia,
está llena de mentiras. La Biblia invita a sus lectores a “…poner el sentido para entender la lectura” ( Nehemías 8:8), y no solo a leer sino a “…escudriñar las Escrituras… ” ( Juan 5:39), y por último “el que lee, entienda” (Marcos 13:14). Caín se casó con una de sus hermanas porque Adán y Eva engendraron muchos hijos e hijas y no solo a ellos dos… da. Pues vale, pues me alegro. ¿Me cuenta usted que tiene esto que ver con verdades científicas y hechos comprobados? Los enanos que habitaban Moria también procreaban con enanas barbudas, y no por ello hemos avanzado en la teoría unificada de la física. Además, ¿no quedamos en que la Biblia había que interpretarla literalmente y que el incesto era pecado? A ver si nos aclaramos, que tenéis un cacao mental de dos pares… .
¡Eh! Incesto sí, pero mariconadas las ju stas…
42. Levíticos 18:6 Leyes sobre el Incesto. Casarse con parientes próximos era seguro en la antigüedad porque la ADN
de las personas era relativamente puro en ese entonces. Dios acorto los días de los hombres en Génesis 6:3, trayendo como resultado defectos y errores en los genes, errores que se acumulan entre parientes cercanos y producen anomalías y deformaciones en los hijos de esas respectivas parejas. No. Casarse con parientes próximos no era seguro en la antigüedad. Esto es un argumento ad hoc más grande que un estadio de fútbol: tenemos que justificar dos hechos contradictorios: que Caín se casara con su hermana y que el incesto esté prohibido por la Biblia. Como todo conflicto bipolar que se precie, usamos un doble rasero: el ADN era puro en Caín, pero degeneró después por mutaciones. Sin embargo, tenemos pruebas de que el ADN acumula mutaciones desde antes de que el Homo sapiens fuera Homo sapiens. Compartimos numerosas mutaciones con otros parientes próximos como los grandes simios (y con otros no tan próximos). No hubo seres humanos con ADN “puro” en ningún momento. Éste no es un “hecho científico corroborado por la Biblia”, sino todo lo contrario: un mito que contradice nuestro conocimiento científico. Por otro lado, y aunque ya lo he expresado en más ocasiones: los antiguos eran antiguos, pero no gilipollas. Por mal observador que se sea, el hecho de que en los matrimonios entre parientes próximos surge un mayor número de malformaciones congénitas es evidente hasta para un pulpo con desprendimiento de retina. No hace falta ser muy espabilado para darse cuenta que es mejor evitar procrear con tu hermana que con alguien del pueblo de al lado. . 43. Deuteronomio 22:9 Mezclar Genéticamente Semillas es Dañino. La Biblia advierte que revolver semillas de
diferentes tipos trae como consecuencia, cosechas que ponen en peligro la salud de las personas que injieren estos alimentos. Hoy hay un alza en las enfermedades producidas por frutas y verduras alteradas genéticamente
Fabricando cartas transgénicas La madre que los parió. Que forma de confundir las cosas y engañar al personal. Vamos a ver, mezclar semillas no es alterar genéticamente una semilla. Los transgénicos no son “semillas mezcladas”, sino organismos a los que se les ha incluido un gen externo para conseguir una nueva característica. En todo caso, los híbridos se consiguen cruzando distintas variedades de plantas, no mezclando sus semillas, panda de bárbaros. Y en segundo lugar, hoy no están en alza las enfermedades producidas por frutas y verduras alteradas genéticamente. Eso es, simplemente, mentira. Además, alterar genéticamente una alfalfa para que sintetice un insecticida hace disminuir la entropía, por lo que, según vuestras teorías, es imposible. Los transgénicos no existen!! . 44. Eclesiastés 1:7 El Ciclo Hidrológico. Cuatro mil años atrás la Biblia habló sobre el ciclo hidrológico que consiste en: ev aporización, transportación atmosférica, destilación y precipitación. La Biblia describe: “El trae las gotas de las aguas «transportación atmosférica», al transformarse el vapor en lluvia «evaporización», la cual destilan las nubes
«destilación», goteando en abundancia sobre los hombres «precipitación»” (Job 36:27 -28). ¡Esto es exactamente lo que la meteorología enseña hoy en día! Es posible que lo que voy a decir le resulte duro a más de un fundamentalista, pero ya los antiguos griegos tenían conocimiento de los fenómenos de evaporación y condensación (a ver, repetid conmigo: la transformación del vapor de agua en agua líquida se llama “condensación”, no “evaporización”). Precisamente, los hebreos mantenían explicaciones mitológicas sobre muchos fenómenos meteorológicos que consideraban caprichos divinos. Para ellos era un gran secreto cómo las aguas podían estar contenidas en nubes (Job 26:8) . Las tormentas y lluvias eran consideradas maravillas incomprensibles obra del creador, pudiendo representar tanto un castigo divino a como un premio, según las circunstancias.. Y es que Job 36:27-29 (no os comáis un versículo, pillines) dice “Dios reúne las gotas de agua, y hace que el vapor se convierta en lluvia; esa lluvia la contienen las nubes, que cae en abundancia sobre la humanidad. ¿Quién conoce la extensión de las nubes, o entiende el estruendo de los rayos en su seno? ” Mientras que Job 37:5-7 reza “Dios deja oír su voz atronadora y hace grandes cosas que no logramos entender. A la nieve le ordena caer sobre la tierra, y también a las lloviznas y a las lluvias torrenciales. La gente corre entonces a esconderse, y así todo el mundo reconoce sus obras.“ Parece ser que entender, lo que se dice entender, no entendían mucho la meteorología. Sabían que el agua venía de las nubes, para lo que no hay que ser precisamente Premio Nobel, pero poco más. Por supuesto, nunca se plantearon, por ejemplo, porqué llovía infructuosamente sobre el océano (que, por otro lado, tampoco tenían nada claro qué era).
No obstante, y entrando al trapo, el redactor ha metido aquí la pata hasta la cadera. Si la Biblia establece que fue primero la gallina, la ciencia dice todo lo contrario. Diversos especialistas se han manifestado con respecto a este anecdótico tema de forma inequívoca: “El organismo vivo en el interior del huevo tenía el mismo DNA que el animal en el que luego se convertiría, por lo que la primera cosa viva que podemos calificar sin temor a equívocos miembro de esa especie es el primer huevo”, dice por ejemplo el Dr. John Brookfield, especialista de genética de la evolución de la Universidad de Nottingham (Inglaterra).
El ADN completo de un organismo no puede ser transformado después del nacimiento. Cuando un individuo sufre una mutación, ésta no aparece simultáneamente en todas las células de su cuerpo. Por ello, un ser humano no muta a los 30 años y de repente se le alarga el cuello o desarrolla agallas. Las mutaciones que transforman a todo el organismo son aquellas que se dan en los gametos, y no transforman al que la ha sufrido, sino al descendiente que se desarrolla a partir del gameto mutado (la única excepción a ésto es cuando la mutación se produce en el mismo zigoto o en las primeras divisiones mitóticas de éste). Por ello, un fenómeno mutagénico masivo, como la radiación producida por una explosión nuclear, contaminantes químicos o biológicos, etc., producen tumores y diversas patologías en sus portadores, pero las malformaciones aparecen en la descendencia. Por lo tanto, la primera ave que en el transcurso de la evolución se convirtió en lo que hoy llamamos una gallina existió primero como embrión en el interior de un huevo. O, trasladado al absurdo, si de un huevo puesto por un dinosaurio hubiera nacido una gallina, el huevo sería de gallina, no de dinosaurio. (Un poco más de vueltas sobre el tema: El Dilema del Huevo )
. 13. Apocalipsis 4:11 El Dilema de las Proteínas o el ADN. Para los evolucionistas el dilema de la gallina o el huevo sigue, ya que las gallinas y cualquier otro organismo consisten de proteínas. El código de ensamblaje para cada proteína está dentro del ADN, sin embargo, para la propia fabricación del ADN se requiere de proteínas. Entonces, ¿qué fue primero las proteínas o el ADN? La respuesta Bíblica es que ambos fueron creados al mismo tiempo.
¡Y dale con el huevo! Aquí, pretendiendo hacer gala de una aplastante superioridad dialéctica, se recurre al viejo truco de utilizar algo que desconocemos para rellenarlo de dioses. Pues va a ser que no cuela. La primera trampa de este supuesto “hecho científico corroborado por la Biblia” es que este libro no dice nada sobre ácidos nucleicos o proteínas. Y no lo dice, entre otras cosas, porque hace 2.000 años no se sabía que existían. El autor, realizando un verdadero ejercicio de caradura epistolar, pretende que el relato de la costilla de Adán explica el dilema del origen de las moléculas con capacidad de autorreplicación. Según esta forma de corroborar hechos científicos, la religión azteca, musulmana, maya, griega, romana y unas cuantas más, son tan científicas como la basada en la Biblia. En la antigüedad debía ser vox populi eso del origen del ARN… Además, y como en el resto de “hechos”, estas aseveraciones son inexactas, cuando no disparatadas y malintencionadamente manipuladoras. Efectivamente, no sabemos con exactitud cual fue la primera molécula con capacidad de autoreplicación. De igual forma que no sabemos con certeza si existe el Bosón de Higs, que ocurrió en los primeros milisegundos después del Big-Bang o cómo curar la artrosis. Sin embargo, ninguna de estas incógnitas es una prueba de la existencia de Júpiter, de Jehová o del Ratoncito Pérez. De igual forma que el que no sepamos cuantos planetas enanos hay más allá de la órbita de Plutón no demuestra que existan los unicornios de color verde.
Hipótesis del «mundo de ARN» No obstante, tenemos pistas y escenarios muy posibles sobre estas primeras moléculas. Lo más probable es que las primeras moléculas con capacidad catalítica y autorreplicadoran fueran RNAs o análogos donde la ribosa es sustituida por treosa, glicerol, acroleína o eritrol, más estables y energéticamente más económicos de formar que el propio ARN, o incluso otras alternativas como péptidos unidos a bases nitrogenadas que formaran polipéptidos con propiedades de ácidos nucleicos. La selección posterior habría ido favoreciendo aquellos políemeros con mayor cantidad de ribonucleótidos, lo que habría originado un “mundo de ARN”. Los análogos del ARN (así como posteriormente el propio ARN) habrían sido capaces de realizar las primeras síntesis proteicas a partir de aminoácidos activados, proteínas que a su vez podrían haber desempeñado una función importante en la selección positiva de los ARN.
No obstante, se trata como decíamos al principio de un proceso altamente especulativo, sobre el que queda mucho por investigar. Atribuir el ADN a la acción del martillo de Thor mientras buscamos una explicación más racional puede consolar ciertas incertidumbres existenciales, pero poco más.
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Si no os habéis cansado todavía, traemos hoy la crítica a otros supuestos «hechos científicos» que según alguna curiosa y enrevesada visión de las Sagradas Escrituras cristianas estaban ya revelados en la Biblia antes de su constatación científica muy posterior. Por supuesto, veremos que sigue tratándose simplemente de interpretaciones totalmente arbitrarias cuando no simplemente fantasiosas.
. 14. Génesis 2:7 y 3:19 Nuestro Cuerpo está hecho del Polvo de la tierra. Científicos han descubierto que el cuerpo humano se compone de 28 elementos todos encontrados precisamente en la tierra.
Conveniente interpretación para sus intereses, pero totalmente falsa. Efectivamente, el cuerpo humano presenta unos 28 elementos químicos. También es cierto que todos ellos pueden encontrase combinados en distinta forma en lo que denominamos tierra (litosfera). Pero no es cierto que provengan de ella. De hecho, también se encuentran en el océano, con el que nuestro origen está relacionado, por mucho que pese a más se un literalista. Los tres elementos mas abundantes en el cuerpo humano son oxígeno (65%), carbono (18%) e hidrógeno (10%) (Chang, Raymond, 2007 ), y ninguno de ellos lo obtenemos de la tierra.
Esquema de la fotosíntesis El carbono, eje estructural de nuestras biomoléculas, asi como el oxigeno y el hidrogeno que abundan en ellas se consiguen a partir de la ingestión de materia orgánica la cual, directa o indirectamente, proviene de los vegetales. Éstos lo obtienen a su vez del CO2 atmosférico y del agua, gracias a un complejo proceso metabólico llamado fotosíntesis. Además, el agua representa aproximadamente tres cuartas partes de nuestro organismo. Por lo tanto, y entre unas y otras cosas, si preguntáramos de qué esta mayoritariamente compuesto nuestro cuerpo, no podríamos contestar “de tierra”, sino “de agua”.
La afirmación de que somos polvo de la tierra es un error producto de una concepción equivocada de nuestro origen biológico. Como fruto de nuestro pasado como organimos marinos y de una larga historia de vida acuática, no somos polvo, somos agua de un océano que abandonamos hace tiempo y que necesitamos llevar todavía con nosotros para poder sobrevivir en tierra firme. . 15. Génesis 2:1-2 La Primera Ley de la Termodinámica se establece. Esta indica que la cantidad total de materia y energía son constantes. Una puede ser convertida a otra, pero el total de la cantidad siempre permanece igual.
Aquí ya entra en juego directamente el despropósito y el absurdo mas absoluto. Génesis 2:1-2 2:1-2 dice “Fueron, “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.” hizo.” ( Reina-Valera,1960) Reina-Valera,1960) El que pueda ver aqui la formulación d el primer principio de la termodinámica, por favor, que me lo explique. Yo, sinceramente, no puedo criticar este punto mas allá de lo que criticaría a quien dijera que este texto explica la dualidad onda- partícula, el ciclo de Krebs o la ecología de un lago de montaña. . 16. Génesis 1:1-3 Tiempo, Espacio, Materia y Energía. Los tres primeros versos del libro de Génesis expresan todos los aspectos conocidos sobre la Creación. “ En el principio «tiempo» creó Dios los cielos «espacio» y la tierra «materia»… Y dijo Dios: Sea la luz «energía»” .
Vaya, pues el espabilao se dejó la energía oscura en el tintero. Pero no solo eso: Genesis 1:4-5 1:4-5 dice “Y “Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día“. día“. Según la interpretación de esta gente, si la luz es la energía y Dios la llamó Día, apartándola de las tinieblas que llamó Noche, se deduce que la noche es la falta de energía, con lo que ni los rayos cósmicos, ni los rayos gamma, ni las microondas, ni el resto de radiación electromagnética procedente del espacio son energía. Por supuesto, la energía cinética de las mares, la radiación de los elementos químicos radioactivo y la energía geotérmica no son energía para la Biblia, porque no son luz. Fastuoso el conocimiento científico del Génesis. Es más, en Génesis 1:6-8 1:6-8 dice “Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo”. Es decir, según esta
concepción, Dios creó una expansión que dividía las aguas de abajo con las aguas de arriba. Esa expansión o cielo, sería el espacio según estos individuos, por encima del cual habría agua al igual que por debajo. Así que el espacio estaba rodeado de agua, al igual que la Tierra, por arriba y por abajo. Buen concepto y novedoso donde los hay, oiga. Y es que el mismo concepto de “arriba” y “abajo” nos indica una concepción errónea de la estructura del universo. Esta idea de una tierra sobre la que hay un tipo de agua (la supraceleste) y bajo la cual hay otra parte de agua (la infraceleste), ofrece una imagen de una tierra plana, con una parte superior sobre la que se sitúan los “luceros” y por encima de ellos el agua de los cielos, y una parte inferior, bajo b ajo la propia tierra, con más agua. Hoy día sabemos que esto no es así. La Tierra es un planeta más o menos esférico, donde no podemos hablar de un arriba y un abajo, y mucho menos de un agua de encima de los cielos y otra por debajo de los cielos. Estas orientaciones que que nos ofrece la Biblia, por muchos ajustes e inventiva de los bibliocientíficos, corresponden a una imagen antigua e intuitiva muy alejada de la realidad. Los numerosos estudios realizados sobre la cosmología Bíblica reflejan una estructura clásica de las civilizaciones de la época, especialmente la Babilónica, basada en los escasos conocimientos geográficos y astronómicos disponibles. Esta cosmología muestra una tierra plana y más o menos redonda sobre las aguas y cubierta por un casquete en el que están los astros (estrellas, sol, luna) también cubierto por agua, la del firmamento. Vengüenza debería dar a aquellos que consideran que la Biblia debe ser interpretada literalmente el tener que recurrir a manipulaciones e imprecisiones como las que hacen gala en estos versículos.
Concepción bíblica de la creación . 17. Génesis 1:1 El Universo tuvo un Comienzo. Empezando con los estudios de Albert Einstein a comienzos de los años 1900 y continuando hasta hoy, la ciencia ha confirmado el enfoque Bíblico de que el universo tuvo un principio.
Mira, aquí vamos a estar de acuerdo: el universo en el que vivimos tuvo un principio. De diecisiete “pruebas” hemos acertado una, y no es p ara lanzar cohetes precisamente. Vamos 16-1. . 18. Isaías 40:22 La Tierra es Esférica. Antes de cualquier otro registro histórico la Biblia declaró que la tierra era redonda.
Ni de coña. Esto es querer hacernos comulgar con ruedas de molino. La Biblia no apuesta por una tierra esférica según la práctica totalidad de especialistas en los textos bíblicos (y recordemos que un predicador que ha leido 1.500 veces la Biblia no es un experto, sino un tipo que se sabe un libro de memoria, que no es lo mismo).
Veamos que dice Isaías 40:22: Reina Valera (1960): “El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.“ Precioso, pero recordemos que hasta en la ESO se estudia que un círculo es diferente a una esfera. Un círculo es una figura geométrica plana, en dos dimensiones espaciales, mientras que una esfera es una figura geométrica tridimensional. La Tierra no es redonda, es esférica. La versión hebrea utiliza el termino Chug (circulo) = ,y no sefiroth (esfera) = . Podría argumentarse que el Chug hebreo se habría empleado para querer significar “globo” o “esfera”, en lugar de círculo, pero esto no concuerda con el resto del versículo, en el que puede leerse que “él (Dios) extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar “. Mal se entienden estas comparaciones pensando en una tierra esférica, pero encajan perfectamente con u na tierra redonda y plana:
Por otro lado, en otras partes de la Biblia se insiste sobre una estructura plana, como hemos comentado para el punto 16 o el mismo punto 1 de este delirante documento. Resumiendo: Dejad de sudar intentando compatibilizar lo incompatible. La Biblia no aporta nada nuevo a la cosmología babilónica de una tierra plana cubierta por la bóveda celeste y rodeada de agua.
Seguimos con nuestra particular crítica a las supuestos conocimientos anticipados por la Biblia, con una mezcla de imaginaciones y absurdos que dificilmente pueden pasar por constataciones de hechos científicos. . 19. Lucas 17:34-36 El movimiento de rotación de la Tierra.Jesucristo dijo que en su venida algunos estarían durmiendo por la noche mientras que otros estarían trabajando durante el día. Una clara evidencia sobre el movimiento de rotación de la Tierra causando el día y la noche de una manera simultánea en diferentes lugares del mundo.
Suena bien, pero veamos que dice el bueno de Lucas: Lucas17: 34: Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. Lucas 17:35: Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Lucas 17:36: Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado. Reina Valera Gómez (2010) Conocimiento de la rotación de la Tierra no lo se, pero imaginación le echa un rato el intérprete. Deducir que la profecía de Lucas acerca de la llegada del Mesías afirma que la Tierra rota sobre su eje porque dos tipos estarán en la cama, dos mujeres moliendo y dos más en el campo, me parece una demostración un poco débil. Con esa exigencia en las pruebas, habríamos demostrado la existencia del Bosón de Higs hace años (bueno, habrá que seguir leyendo, que es posible que ya lo supieran los cronistas bíblicos). .
20. Génesis 9:13-16 El origen del Arco Iris. Antes del Diluvio Universal no se conocía la lluvia ( Génesis 2:5-6). Los Arco Iris se forman por las precipitaciones pluviales donde las gotitas sirven de prismas s eparando la luz blanca del sol en su espectro de siete colores.
Vamos a ver: no hay que ser muy espabilado, aunque vivieras hace 3.000 años, para asociar el arco iris a la lluvia. Ya Aristóteles (384 a.C. – 322 a.C) atribuyó este fenómeno a la reflexión de la luz sobre las nubes, aunque en realidad, se trata de un enrevesado recorrido de la luz en las gotas de lluvia. Cada una de ellas actúa como un pequeño prisma, produciendo un complejo juego de reflexión y refracción del haz lumínico, que sufre una dispersión dependiendo de las diferentes longitudes de onda. La luz entra en la gota y se refracta, luego se refleja contra la parte posterior de la gota y al volver hacia atrás vuelve a refractarse y sale de la misma. Esto produce que la luz salga en una dirección parecida a la que entra (130 grados con respecto a la dirección que llevaba al entrar), lo que produce que para ver un arco iris el sol debe estar prácticamente a nuestras espaldas.
Refracciones y reflexiones en una gota de lluvia Juzguen ustedes mismos lo que dice Génesis 9:13-16: “Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré de mi pacto, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no serán más las aguas por diluvio para destruir toda carne. Y estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto eterno entre Dios y todo ser viviente de toda carne que hay sobre la tierra.” (Reina Valera, 2010)
Yo, personalmente, creo que lo de que las “gotitas sirven de prismas separando la luz del sol en su espectro de siete colores”, no se entiende de este fragmento de texto ni por asomo. Por el contrario, la Biblia refleja el saber popular de la época recogido por el propio Aristóteles, que asociaba el arco iris a las nubes. . 21. Job 38:24 La Luz puede Dividirse. Isaac Newton lo comprobó siglos atrás. En la Biblia estaba registrado milenios antes.
Dispersión de la luz a través de un prisma La refracción es un efecto que sufre una onda cuando incide oblicuamente sobre la superficie que separa dos medios con una densidad diferente (por ejemplo, aire y agua). En ese punto, la onda sufre una desviación con respecto a su trayectoria original. Esto es lo que vemos cuando sumergimos un lápiz en un vaso de agua: parece que el lápiz se ha doblado bruscamente en la superficie. El grado de desviación depende de su longitud de onda, por lo que unos colores se desvían más que otros. Si el haz de luz es de color blanco, al estar compuesto por una mezca de todos los colores, cada uno de ellos sufre un grado de refracción distinto, separándose visualmente. Este fenómeno se conoce como dispersión de la luz, y es muy conocido gracias a la sencilla experiencia de hacer pasar un haz de luz blanca a través de un prisma de cristal, que es lo que hizo Isaac Newton. Pero veamos como registra la Biblia la dispersión de la luz: Job 38:24 dice: “¿Por qué camino se reparte la luz, y se esparce el viento solano sobre la tierra?” (Reina Valera, 2010). No se si es necesario comentarlo, pero lo de que la luz se reparta por el camino no tiene mucho que ver con el prisma de Newton. De hecho, utiliza el mismo símil con el viento, diciendo que se “esparce” sobre la Tierra. En algunas
versiones, como la Biblia de las Américas (1997) puede leerse “divide” en lugar de “reparte”: “¿Dónde está el camino en que se divide la luz, o el viento solano esparcido sobre la tierra?”, pero otras versiones utilizan el término “expandir”, “distribuir” o “dispersar”. Obviamente, se trata de un término confuso que según los propios estudiosos de la Biblia hace referencia a la luz de la mañana, la cual parece venir de un punto y que se extiende rápidamente por toda la Tierra. Parece recogida o concentrada en el este y, tras “dividirse” o “esparcirse”, cubre la faz del mundo. Aquí Dios pregunta a Job si es capaz de explicar tal fenómeno, dentro de un diálogo en el que le pregunta por cosas imposibles de conocer por los mortales en aquel entonces (Job 38:28-29,¿Tiene la lluvia padre? ¿O quién engendró las gotas del rocío? ¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró? ). Lejos de demostrar ningún conocimiento posterior, el libro de Job se revela como testigo de su tiempo. Las incontestables preguntas que Dios hace a Job, hoy podrían ser respondidas en su mayor parte por cualquier escolar. . 22. Salmo 8:8 Corrientes Oceánicas. Tres mil años atrás la Biblia describió “senderos del mar” Matthew Maury el padre de la oceanografía leyó este pasaje de la Biblia y se dedico a investigar estos supuestos “senderos”. Gracias a su estudio y dedicación pero sobre todo su fe en la Palabra de Dios, hoy los navegadores marinos cuentan con información específica que siguen estas corrientes marinas, disminuyendo así, por muchos días el tiempo requerido para navegar por los océanos.
Aquí, Nemo y sus colegas interpretando Salmos 8:8
Salmos 8:8 dice “las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.“ Hemos dicho muchas veces que no vale hacer trampa. Si este pasaje habla de las corrientes oceánicas, está diciendo que las aves nadan a través de estas corrientes, lo cual dista mucho de ser un hecho científico que digamos. Lógicamente, la interpretación más natural, como citan diversas versiones comentadas , es que se refiera a todo lo que se mueve en o sobre las aguas. Por otro lado, la afición oceanográfica de Matthew inspirada en su lectura de Salmos, 8:8 únicamente he sido capaz de encontrarla en Answer in Genesis, conocido panfleto creacionista, aunque cualquiera sabe, numerosos naturalistas realizaron sus estudios para glorificar la creación. Lo cortés no quita lo valiente… . 23. 1 Corintios 6:18 La Promiscuidad Sexual causa Trastornos en la Salud. En la Biblia se advierte que: “ el que fornica, contra su propio cuerpo peca”. Y sobre la homosexualidad advierte: “…recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” (Romanos 1:27 ). Efectivamente, la promiscuidad sexual puede causar trastornos en la salud, de igual forma que los puede causar ir comiendo carroña por el campo, ser perseguido por tigres dientes de sable o aventurarse a conquistar los fríos terrenos norteuropeos.
Y es que nada es gratis, amigos. La reproducción sexual, como prácticamente cualquier otro caracter adaptativo, no es absolutamente beneficioso, sino netamente beneficioso. De igual forma, tener un cuello largo es beneficioso para una jirafa, pero también es una mala pasada el tener que bombear la sangre hasta tan alto. Todos estos ejemplos, que son la norma, lo único que demuestran es que la naturaleza y el proceso evolutivo no son perfectos. La selección natural simplemente favorece aquello cuyas ventajas superan -aunque sea por poco- a los inconvenientes. Así ocurre, por ejemplo, con la famosa anemia falciforme, tan odiada por los creacionistas; en un ambiente sin malaria, es una clara desventaja, pero un medio con gran incidencia de la enfermedad, el balance neto arroja una mayor posibilidad de supervivencia.
No sabían nada los egipcios hace 5.000 años… En este sentido, el desarrollo de la reproducción sexual representa una serie de inconvenientes muy serios para los organismos que la poseen: un enorme gasto energético, un período de especial vulnerabilidad ante los predadores (tanto durante las paradas nupciales como durante la propia cópula) y, como bien dicen estas buenas gentes, un mayor riesgo de contraer enfermedades. Visto así, resultaría extremadamente irónico, por no decir cruel, que un bondadoso hacedor haya optado por este mecanismo para sus creaciones más amadas. Y no se trata precisamente de un castigo, dado que según sus creyentes, el divino creador inauguró nuestra especie con una pareja heterosexual, antes de existir pecado original alguno. Sin embargo, una explicación adaptativa es mucho más coherente. La naturaleza no es irónica ni cruel, simplemente es como es. Si algo es doloroso, peligroso o desagradable, será seleccionado sin más contemplación en el caso de que otorgue una ventaja reproductiva. En cuanto a la demonización de la homosexualidad, de verdad científica tiene muy poquito. Solamente los trastornados repletos de prejuicios mantienen que los homosexuales deban ser castigados por su desviación. Nuestro
conocimiento científico no dice que ser maricón sea malo para la salud, lo que dice que es malo es follar sin condón, sea con un hombre, con una mujer o con una oveja. Por otro lado, tampoco hay que tener muchas luces para deducir que cuanto más y con más gente se copule, mayores probabilidades de contraer una enfermedad venérea. Una cosa es que los escritores bíblicos no dispusieran de conocimientos del siglo XX y otra muy distinta que fueran idiotas. . 24. Génesis 1:27-28 La Reproducción de las Especies. Mientras que la evolución no tiene un mecanismo para explicar la evolución de los órganos masculinos y femeninos, la Biblia explica que desde el pr incipio ( Marcos 10:6-8 ) Dios los hizo en orden para propagar la raza humana y animal.
Evolución de la reproducción sexual según el G énesis (versión para colorear) Joer, pues se le olvidaron las bacterias, los virus y una buena traca de organismos partenogenéticos. Además, y retomando el punto anterior, ¿como se puede ser tan maquiavélico para crear como mecanismo reproductor la reproducción sexual y luego cargarla de enfermedades y prohibirla? Ya, claro, los caminos del Señor son inescrutables, menudo carácter…
A ver, almas cándidas, ya os lo djo vuestra mamá y os lo repitieron en el cole: no-debes-engañar-a-tus-amiguitos. Aunque estemos hartos de repetirlo, insistiremos en que el no conocer un hecho no justifica cualquier explicación inventada. No sabemos cuantos planetas enanos hay más alla de Plutón, y eso no demuestra que haya 123 o que no haya más que 2. Sabemos las ventajas que representa la reproducción sexual, y entendemos cómo pudo ser seleccionada positivamente por ellas. Tenemos varias hipótesis sobre la forma en que ésta pudo evolucionar a partir de organismos asexuales, y -en lugar de aceptar la existencia de un unicornio rosa-, seguiremos investigando para comprender tan importante fenómeno. . 25. Jeremías 33:22 Incontable Número de Estrellas. A simple vista se aprecian alrededor de 5,000 estrellas. Dios afirmó que el hombre no iba a poder contar las estrellas del cielo. En el siglo 17 Galileo apenas vislumbró la inmensidad del universo con la ayuda del telescopio. Hoy los astrónomos estiman un aproximado de -Diez mil billones de trillones de estrellas- esto equivale a un 1 seguido de 25 ceros.
No, no. Las estrellas se pueden contar, de igual forma que se pueden contar los granos de arena de una playa. Otra cosa es que haya muchos, y resulte extremadamente difícil sin determinado grado de tecnología. Obviamente, contar las estrellas del cielo (que dependiendo de las condiciones atmosféricas varían en su número visible), puede ser considerada una tarea tan titánica que muy bien puede ser utilizada como símil de gran cantidad. De hecho, una enorme cantidad es lo que quiere significar Jeremías 33:22 cuando dice “Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la simiente de David mi siervo, y los levitas que a mí ministran.“ ¿O acaso está insinuando que el número de humanos es infinito, al igual que la arena del mar? Hoy día, podemos estimar el número de estrellas (de hecho lo cita incongruentemente el propio intérprete) así como medir la arena del mar. Algo impensable hace veinte o treinta siglos. Es decir, lo único que está diciendo Jeremías es que los hijos de David iban a ser muy numerosos, o dicho de forma poco científica, “incontables”.
Estimación científica del número de estrellas de la imagen: “tantas como granos de arena en la playa de la Concha” En estas siete nuevas “pruebas”, tampoco encontramos nada que no fuera esperable de los conocimientos de la época. Veremos en las siguientes…
Hacía tiempo que no continuábamos nuestra particular crítica al panfleto “44 hechos científicos corroborados por la Biblia”, que se ha dispersado por la red y que comenzó teniendo el aspecto del típico bulo que sería citado miles de veces, originando un meme del tipo «la Biblia predijo muchos descubrimientos científicos del siglo XX y XXI». Nos lanzamos a la pesada labor de ir desmontando las supuestas pruebas del contenido profético del libro sagrado de los cristianos, y modestamente hemos conseguido algo: que al introducir “hechos científicos corroborados por la Biblia”,
únicamente la quinta entrada corresponda a una copia del panfleto original. El resto de la primera página cita nuestros diferentes artículos críticos. Y todos sabemos lo que eso significa: tienen más visitas y son más citados los argumentos escépticos que la hoja parroquial original. Así que, como nada anima más que comprobar que tus desvaríos epistolares sirven para algo, vamos con la sexta entrada de la serie, que nos reserva algunas jugosas fantasías. . 26. Isaías 40:26 El Numero de las Estrellas es Finito. Aunque la cifra para el hombre es todavía desconocida, para el Creador de ellas no lo es: “ El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres” (Salmo 147:4).
Esto enlaza con la sentencia anterior (ver Crítica a «44 Hechos científicos corroborados por la Biblia» (VI), 25). Viene a decir que hay tantas estrellas que el hombre no puede contarlas pero, a pesar de ello, su número es finito. Más concretamente, el autor pretende afirmar que en los tiempos en los que se escribió la Biblia se creía en un universo infinito, mientras que la ciencia actual ha demostrado que no lo es, por lo que la Biblia se adelantó a su tiempo.
Sin embargo, esto representa una doble incorrección: A pesar de que algunos pensadores de la antigüedad como Leucipo (s V a.c.) y Demócrito (460 a.c. – 370 a.c.), otros muchos, como Platón (429 a.c. – 348 a.c.) o Aristóteles (384 a.c. – 322 a.c), pensaban en un universo finito. No hay que olvidar que las cosmologías antiguas -en las que por otro lado se basa la Biblia-, como la babilónica o la egipcia, consisten en un
universo finito, con forma y límites. Hasta la revolución Copernicana (siglos XVI y XVII), la cosmología más aceptada abogaba por un universo finito, algo que emanaba de la concepción ptolemaica heredada de Aristóteles y conservada por el cristianismo durante la Edad Media. Tras varios siglos de pensar en un universo infinito, hoy día, la mayor parte de astrónomos vuelve a apostar por un universo finito, topológicamente ilimitado y abierto. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que pudiéramos habitar un universo infinito o, como abogan las teorías sobre el multiverso, en uno de los universos que forman parte de un conjunto infinito. Así que no creo que debamos buscarle tres pies al gato. El bíblico escritor solo pretende realizar una comparación entre estrellas, granos de arena y el número de descendientes de David, basándose en las cosmologías al uso de la época. . 27. Génesis 22:17 Las Estrellas semejantes en Número a los Granos de la Arena del Mar.Sorprendentemente exagerado es el número de granos en la arena del mar, con todo, esta similitud se v io reflejada en la Biblia miles de años antes que los científicos hicieran de esta comparación algo verosímil.
Y dale con la arena y las estrellas… Pues va a ser que no. Ya hemos comentado las dificultades de la estimación del número de estrellas en el universo observable, dificultades que también encontramos a la hora de estimar el número de granos de arena de los mares y océanos o del planeta entero. Pero precisamente, lo que hoy pensamos, según las estimaciones disponibles, es que ambos números no son para nada iguales. Existen muchas más estrellas en el universo observable (no digamos ya en lo no observable) que granos de arena en el mar. Descubrimientos recientes estiman que el número de estrellas en el universo podría estar en torno a 3×1022 (Dokkum & Conroy, 2010 ), y eso solo las que se encuentran al alcance de los telescopios actuales multiplicar por el volumen de universo inobservable supondría añadir algunos ceros más. Por el contrario, se estima que el número de granos de arena de todas las playas del planeta se estima en 7,5 x 1018 (McAllister, Hawai University ), es decir, entre mil y diez mil veces menos.
Aquí, una galaxia espiral barrada… No obstante, es necesario destacar que todo esto son meras estimaciones dependientes de muchos factores no conocidos, por lo que lo más adecuado sería decir que no sabemos con seguridad cuantas estrellas hay en el universo observable, ni cuantos granos de arena hay en el planeta Tierra. Que no, que los antiguos solo estaban diciendo que ambos números eran muy grandes, incapaces de estimar siquiera órdenes de magnitud. . 28. Romanos 1:20-32 Rechazar al Creador resulta en Depravación Moral. El temor a Dios afecta la conducta y las acciones de cada individuo. La evolución permite el desenfreno y la depravación porque niega el Ser al cual el hombre se debe.
Simplemente insinuar que la ciencia ha demostrado que la evolución permite el desenfreno y la depravación, es una ofensa al intelecto más obtuso. La evolución permite el desenfreno de igual forma que un frigorífico permite la lotería primitiva. Es decir, no tiene absolutamente nada que ver, ni la evolución con el desenfreno, ni el frigorífico con la lotería, ni el culo con las témporas. La verdadera depravación es la que presenta el fondo del argumento. Esta gente necesita la existencia de un dictador sobrenatural que imponga una moral que serían incapaces de seguir sin la amenaza del infierno. Ante tal trastorno psicológico, llegan a creer que el resto de la humanidad está tan desequilibrada como ellos e inventa ateismos, darwinismos y naturalismos para poder follar como locos.
Lo más científico que se puede hacer con este razonamiento es aconsejar a quien lo escupió que acuda velozmente al psiquiatra. . 29. Job 38:29-30 Una Era de Hielo. Pr evio al Diluvio la Biblia no menciona nada sobre el hielo, sin embargo, después de este suceso, en ella se encuentra esta magnífica declaración: “ Por el soplo de Dios se da el hielo, y las anchas aguas se congelan” ( Job 37:17 ).
Venga! y el champaña brota de los árboles porque de las manzanas se obtiene la sidra, y como el Pisuerga pasa por Valladolid, las monjas de clausura adoran el Heavy Metal.
Y aquí, la glaciación Würm Job 38:29-30 dice: “¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró? Las aguas se endurecen a manera de piedra, y se congela la faz del abismo.” (Reina Valera Gómez, 2010). Si de ahí se puede desprender que hubo un Diluvio y luego una edad del hielo, ni me quiero imaginar lo que podrían hacer con los textos de Nostradamus. De nuevo sacado de contexto (estamos con el mismo interrogatorio de Dios a Job que tratamos unos capítulos antes) e interpretado de forma más libre que un iPhone con Jail Break… Siendo literalistas, y según estos señores, la ciencia debe haber demostrado que el hielo se caga (por eso del vientre). Y yo sin enterarme… .
30. Jeremías 1:5 La Vida Comienza en la Fertilización. La pena de Dios sobre el aborto es la muerte ( Éxodo 21-2223). Hoy es un hecho biológico irrefutable que cuando el ovulo se fertiliza se concibe un ser humano. Ya nada se le añade a esa célula sino solo oxigeno y alimento, lo mismo que un adulto requiere para sobrevivir.
Vayamos por partes: Jeremías 1:5 dice “ Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, y te di por profeta a las naciones.” (Reina Valera Gómez, 2010). En primer lugar, Jeremías no habla de fertilización, ni de cuando comienza la vida. En segundo lugar, no es necesario el auxilio de la física cuántica para saber que un niño nace del vientre de una madre. En tercer lugar, que la ciencia haya corroborado que los niños nacen de una madre embarazada, no convierte en visionario al escritor, por mucho que perpetrara la profecía hace más de 2.000 años. Lo del aborto, el oxígeno y el alimento, muy instructivo, pero el bueno de Jeremías solo hablaba de que los niños se forman en el vientre de una madre, algo que saben hasta los chimpancés. . 31. Job 10:8-12 El Desarrollo del Embrión. Hasta la segunda mitad del siglo 18, la embriología era más una materia de especulación que de conocimiento. Fue Caspar Fr iedrich Wolff quien introdujo la teoría de que las células en un principio no diferenciadas, se diferenciaban par a producir tejidos y órganos, tal como se narra en Job: “ Me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios”.
Ilustración del desarrollo embrionario de un mamífero bípedo. Obsérvese el blastocele y el hueco del mesodermo a partir de noveno día.
Aquí ya debió tomar el relevo José Mota. Resulta que el saber de la existencia de piel, carne, huesos y nervios (la traducción de este último término es ambigua, y suele asociarse a “tendón” o “nervio”) significa que los pastores nómadas dominaban la embriología comparada de vertebrados. Una cosa es que los antiguos conocieran los huesos, la “carne”, la piel y los tendones (eran antiguos, pero no imbéciles) y otra muy distinta que eso signifique que sabían cómo se diferenciaban las estirpes celulares a partir de células totipotentes. Vamos que, a este paso, no me sorprendería leer que lo de la manzana y la serpiente suponga una demostración de que los hidratos de carbono se descomponen en monosacáridos media nte enzimas digestivas. . Pero puestos a imaginación interpretativa, atentos al «hecho» 32: 32. Salmo 139:13-16 El ADN. Durante los 1950s, Watson & Crick descubrieron el plano genético para la vida. Tres mil años atrás la Biblia hace referencia a este códi go escrito en cada organismo vivo. “ Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”.
Venga, va… esta os la dejo para vosotros. Hoy vamos a hacer una excepción, y es comentar uno solo de los supuestos «hechos científicos corroborados por la Biblia», concretamente el número 33. Esto se debe a que introduce un interesante concepto, el del ancestro comúm más reciente, al que creemos que vale la pena dedicar un artículo en exclusiva. . 33. Hechos 17:26 La Humanidad Creada de una sola Línea Sanguínea. Estudios hechos en 1995 sobre los Cromosomas Y, de 38 grupos étnicos diferentes alrededor del mundo arrojaron datos estadísticos de que descendemos de un solo hombre. “ Este es el libro de las generaciones de Adán… ” (Génesis 5:1).
Empezamos con el trastorno bipolar típico de cualquier literalista bíblico que se precie. Las investigaciones sobre ADN mitocondrial (heredado únicamente por vía materna) y ADN del cromosoma Y (heredado únicamente por vía paterna), confirman que toda la humanidad desciende de una única mujer (la llamada Eva mitocondrial), que vivió hace unos 200.000 años, mientras que el ancestro común más reciente masculino, es decir, aquel macho humano del que provienen todos los cromosomas Y que existen en la actualidad, vivió hace entre 60.000 y 140.000 años. Así que, poco apoyo a la idea literalista bíblica de que Adán y Eva vivieron hace 6.000 años. Pero además, ¿cómo es posible que la supuesta pareja de la que descendemos todos viviera en tiempos separados por un mínimo de 60.000 años?. La respuesta es muy simple, aunque cueste entenderla de forma intuitiva: porque no fueron p areja. .
Hágase una pareja de cada
Para entender todo esto, es necesario comprender primero la herencia por vía materna y paterna. La especie humana tiene 46 cromosomas en todas sus células. Estos 46 cromosmas son homólogos dos a dos, es decir, tenemos una pareja de cada o, lo que es lo mismo, 23 parejas de cromosomas. Por ello presentamos dos alelos de cada gen: uno en un cromosoma y otro en el homólogo. Esto nos permite tener información diferente para el mismo gen, dependiendo del alelo que portemos en cada cromosoma. Si tenemos el mismo alelo en ambos, decimos que somos homocigóticos para ese gen, mientras que si tenemos dos alelos diferentes, seremos heterocigóticos. La única excepción a este hecho son los cromosomas X e Y, responsables de la determinación genética del sexo y que solamente presentan una porción homóloga en cada cromosoma.
Cariotipo humano mostrando las 23 parejas de cromosomas Podemos utilizar un ejemplo muy sencillo para explicar este mecanismo alélico en genes homólogos: el grupo sanguíneo según el sistema ABO, que se encuentra controlado por un único gen situado en el brazo largo del cromosoma 9. En la población existen tres variantes o alelos del gen: el alelo A, el B y el O. Dado que tenemos dos lugares para ubicar alelos (uno en cada cromosoma 9), podemos presentar cualquiera de las combinaciones posibles: AA, BB, OO, AB, AO y BO. En los tres primeros casos, habría homocigosis, y en los tres últimos heterocigosis. Como podemos suponer, el resultado para el organismo es diferente según la pareja de alelos que tengamos, en este caso, de ello dependerá nuestro grupo sanguíneo. Cuando hay homocigosis, el resultado es claro: un genotipo AA dará un grupo sanguíneo A, un genotipo BB dará un grupo sanguíneo B y un genotipo OO dará un grupo sanguíneo O. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando tenemos dos alelos distintos?. Para responder a esta pregunta es necesario introducir otro concepto.
. Dominantes y recesivos
Cuando dos alelos diferentes aparecen en el mismo individuo en heterocigosis, puede ocurrir dos cosas: que los dos se expresen equitativamente, o únicamente se exprese uno de los dos, que «domina» al otro. En este último caso, denominamos alelo dominante al que se expresa, y alelo recesivo al que no. En el primer caso, cuando se expresan ambos, decimos que son codominantes. I maginemos un caso muy simple para comprender este sistema: supongamos que el alelo “A” codifica para la proteína “A”, el alelo “B” codifica para la proteína”B” y el alelo “c” no codifica para ninguna proteína. Si un individuo tiene dos alelos A (AA), únicamente producirá proteína de tipo A; si tiene dos alelos B (BB) solo producirá proteína B y si presenta dos alelos c (cc) no producirá ninguna de las dos. Resulta evidente que un individuo AB producirá los dos tipos de proteína, mientras que un individuo Ac solo formará proteína A y un Bc únicamente tendrá proteína B. De esta forma, A y B son codominantes entre sí, mientras que son dominantes frente a “c”, que sería un alelo recesivo frente a A y B. Nótese que las mayúsculas y minúsculas no son casuales; solemos escribir los alelos dominantes en mayúscula y los recesivos en minúscula. Sabiendo como funciona la dominancia, podemos explicar qué ocurre con nuestros heterocigotos para el grupo sanguíneo. Sabemos que A y B son codominantes, mientras que O es recesivo. Así pues, un genotipo AB producirá un grupo sanguíneo mixto (llamado AB), un genotipo AO dará un grupo sanguíneo A (similar al AA) y un BO originará un grupo sanguíneo B (similar al BB). Es decir, a pesar de que existan seis genotipos posibles (AA, BB, OO, AB, AO y BO), únicamente podemos encontrar cuatro grupos sanguíneos diferentes (fenotipos): A, B, AB y O. . “Tiene la nariz de su padre”
Y aquí es donde entra la herencia paterna y materna. En la fecundación, el cigoto se forma por la unión de un óvulo femenino y un espermatozoide masculino. Ambas células sexuales, denominadas gametos, se caracterizan por haber sufrido una división especial, la meiosis, que reduce a la mitad el número de cromosomas, dejando solamente uno de cada pareja de homólogos. Un óvulo, por lo tanto, presentará 23 cromosomas únicos y un espermatozoide otros 23 cromosomas únicos. Cuando ambos gametos se unen en la fecundación, el cigoto resultante tendrá 46 cromosomas, los típicos de nuestra especie y será similar a cualquier otra célula no sexual del cuerpo. 23 de estos cromosomas serán del padre y otros 23 de la madre. Dicho de otra forma, si consideramos una pareja cualquiera de cromosomas (por ejemplo los dos
cromosomas 9, donde se encuentra el gen ABO), uno de ellos tendrá origen materno y el otro paterno. Dicho de otra forma: de nuestros dos alelos para el grupo sanguíneo, uno lo hemos recibido de nuestra madre y el otro de nuestro padre.
División meiótica. Obsérvese la reducción en el número de cromosomas. Esto nos permite hacer una historia de nuestra herencia: supongamos que tenemos un grupo sanguíneo O. Es evidente que hemos recibido un alelo O de cada uno de nuestros padres. Ellos, por lo tanto podrían ser un grupo A heterocigoto, un grupo B heterocigoto o un grupo O (lógicamente, homocigoto). Sería imposible, por ejemplo, que el genotipo de nuestra madre fuera AB, AA o BB, dado que nos ha tenido que donar un alelo O por necesidad. No obstante, esta diferenciación no se mantiene generación a generación. Nosotros no daremos a nuestros hijos un cromosoma puro de uno de nuestros progenitores. Durante la división celular, los cromosomas homólogos intercambian regiones entre sí, en un fenómeno que se conoce como recombinación. Podemos decir, por lo tanto, que hemos recibido un cromosoma de cada uno de nuestros padres, pero les pasaremos un cromosoma combinado de ambos a nuestros hijos.
1. Job 26:7 La Tierra Flota en el Espacio. Mientras que otras fuentes situaban a la tierra sobre la espalda de un elefante o una tortuga, o que era sostenida por Atlas, la Biblia predijo lo que hoy comúnmente se conoce… “Dios Cuelga a la Tierra sobre nada”. (y si le dejan escribir un poco más, revela los volcanes de Io) Bueno… este es el típico ejemplo de manipulación y citas muy seleccionadas. seleccionadas. En Job 26:7 (la única referencia bíblica al “cuelgue” de la Tierra) no se está diciendo que nuestro planeta sea una pelotita suspendida en el espacio y girando alrededor del sol. La cita origina es “Él “Él extiende el norte sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada” nada” (Reina Valera Gómez, 2010) , , algo bastante más ambiguo y coincidente con mitologías antiguas del vertiente fértil, como la egipcia y la babilonica, de las que la Biblia contiene importantes influencias. Y es que la aseveración de que “otras fuentes” situaba a la tierra sobre la espalda de un elefante o una tortuga, o la referencia al mito griego de Atlas, supone de nuevo una tergiversación de la historia, cuando no una ignorancia sobre la mitología antigua. Con esta frase se pretende inducir la idea de que la cosmología hebrea era completamente diferente al resto, algo que es totalmente falso. El mito de la tierra sustentada por cuatro elefantes a lomos de una tortuga es un antiguo mito de origen hindú, no la concepción general de la antiguedad. Por otra parte, Atlas no sujetaba la tierra sobre sus hombros, sino las columnas que soportaban los cielos. La imagen de un coloso que carga con un enorme globo terráqueo es una interpretación moderna que no corresponde con el mito original.
Representación gráfica de la cosmología sumeria
Tanto la Biblia como las cosmologías antiguas de las que se alimenta (fundamentalmente la egipcia y la babilónica) son poco claras en cuanto a la estructura del universo, dado que mezclan cosmología y cosmogonía preocupándose más de esta última. Sin embargo, analizando muchos otros capítulos de la Biblia, tal y como señalan los expertos, la concepción global de los autores del antiguo testamento éra esencialmente la misma que la de egipcios y babilonios. Como señala Helge Kragh (2008) : “La Tierra plana, con forma de disco, está rodeada por un mar; por debajo de la Tierra hay pozos y fuentes conectados con la parte superior de la Tierra, así como con el gran abismo, llamado Tehom. La Tierra descansa sobre columnas y por encima de ella está el cielo o firmamento. Las aguas se encuentran no solo en la Tierra o por debajo de ella, sino también por encima del firmamento“. firmamento“. Una concepción prácticamente semejante a la de las cosmologías egipcia y babilónica, que que presentan una tierra con forma de disco o cilindro rodeado de agua sobre el que se situaba el cielo, por debajo del cual se situaba un abismo o inframundo, con diferentes nombres según las culturas. Como mencionábamos, los relatos egipcios, babilónicos y hebreos son una confusa estructura entretejida con atributos personales de cada uno de los dioses con los que identificaban aguas, tierras o cielos, y tampoco debe buscarse en estos escritos un esquema realista del universo, algo que nuestra moderna mentalidad trata siempre de encontrar entre líneas, pero que no era lo que estos antiguos escritores deseaban reflejar. Así pues, la visión bíblica no parece especialmente revolucionaria ni coincidente con nuestro conocimiento actual de la estructura del Sistema Solar y el Universo, sino perfectamente integrada en su entorno histórico, del que hereda la mayor parte de conceptos. . 2. Hebreos 11:3 La Creación se compone de partículas atómicas, Invisibles a nuestros Ojos.No fue sino hasta en el siglo 19 que se descubrió que toda materia visible se compone de elementos invisibles. (Y chincharos, que no vais a descubrir el bosón de Higgs ni de coña…) Vamos a ver, Hebreos 11:3 reza “Por “Por fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía” veía” (Reina Valera Gómez, 2010). Deducir de este texto que el autor está hablando de átomos representa una capacidad de imaginación que sobrepasa a J.R.R. Tolien.
Esto es a lo que yo llamo “interpretación libre a lo Nostradamus”: un texto ambiguo que puede adaptarse a nuestra mejor conveniencia, por ejemplo: - La creación se realizó a partir del éter (invisible) que impregna el universo [B iblia aristotélica] - La creación partió de la aparición de materia ordinaria (visible) a partir de materia oscura (invisible) [Biblia astrofísica] - La creación se llevó a cabo convirtiendo a Papá Nöel y sus renos (invisibles) en estrellas y planetas (visibles) [Biblia navideña lapona] Por otro lado, cabría señalar que -por el contrario- las primeras concepciones de la materia formada por átomos o elementos indivisibles se deben al atomismo hindú y griego, en los siglos VI a.c. y posteriores. Y ya en aquellos tiempos eran más explícitos que en Hebreos 11:3. . 3. Génesis 6:15 Dimensiones exactas para la estabilidad de los buques. Constructores de barcos saben bien que para que una nave flote se necesita que lo largo sea seis veces su ancho. Hay que tener presente que Dios dio las medidas ideales a Noé hace 4,500 años. (¿y de los transbordadores espaciales no decía nada?) Un poquito prepotente la afirmación. En primer lugar, no es un hecho que Noé navegara hace 4.500 años; la Biblia dice que navegó, que no es lo mismo. Esto significa que no podemos asegurar el conocimiento de las proporciones citadas más allá de la fecha del propio manuscrito, que en el caso del Génesis se sitúa entre el 950 y 500 a.c., no alcanzando su forma actual hasta el siglo V a.c., es decir, hace 2.500 años.
El relato bíblico del barco de Noé no da idea de su estructura, sino de sus medidas, adecuadas para sustentarse sobre el agua sin volcar y con poca o nula capacidad de maniobra. Esto al menos es coherente: la nave supuestamente no estaba diseñada para navegar, sino exclusivamente para flotar. Lo que ocurre es que no es cierto que para que una nave flote se necesite exactamente una proporción entre largo y ancho de 6 a 1. La relación eslora (largo) / manga (ancho) ofrece mayor estabilidad con valores más bajos y menor resistencia al avance a valores mayores. De esta forma, esta relación varía considerablemente, desde aproximadamente 12 a 1 de un drakkar vikingo hasta el 3 a 1 de un remolcador moderno; los transatlánticos más grandes (como el Queen Mary II o el Freedom of the Seas) rondan el 8:1. Muchos petroleros presentan proporciones similares a la supuesta arca de Noé, 6:1. En las fechas en las que se escribió el Génesis, egipcios, minoicos, micénicos y fenicios llevaban más de mil años navegando por el Mediterráneo, y con gran éxito. El transporte de mercancías era bien utilizado, especialmente por estos últimos, y los conocimientos sobre las proporciones necesarias para el transporte y la guerra lo suficientemente avanzadas como para conocer esta relación entre longitud y anchura. Por ejemplo, uno de los barcos fenicios de Mazarrón (Mazarron 2 ), dedicado al transporte de lingotes de plomo, tiene unas dimensiones aproximadas de 8,20 m de eslora, 2,20 m de manga (relación 3,7:1), la adecuada para un cargamento de peso.
Dominios minoicos hace aproximadamente 3.500 años, conseguidos a base de barcos que se hundían al desconocer las proporciones bíblicas. . 4. Levíticos 15:13 Lavarse en Corrientes de Aguas. Por siglos, las personas ingenuamente se lavaban en aguas estancadas, pero hoy se reconoce la necesidad de agua limpia para evitar infecciones. (Ramsés II: lavaros en los charcos pestilentes, que el Nilo baja demasiado limpio esta mañana…)
Bebé sumerio lavándose la cara Bueno, tanto como ingenuamente… Desde los antiguos hindúes (3.000 a.c.), pasando por los palacios minoicos (2.000 a.c.), las casas aristocráticas egipcias (1.500 a.c.) y los baños romanos, las culturas avanzadas de estas regiones
utilizaban agua corriente para la limpieza. En todas estas civilizaciones se han encontrado restos de conducciones, incluso en algunas para agua caliente. Es encomiable el mensaje en pro de la higiene de muchos libros mitológicos como la propia Biblia, pero de ahí a decir que la gente se lavaba en aguas estancadas hasta la revelación divina de Levíticos, es mucho decir. De hecho, el término “higiene” no proviene de la Biblia, sino de la diosa griega Higiea, encargada de la salud y la prevención de enfermedades. . 5. Deuteronomio 23:12-13 Industria Sanitaria. Dios ordeno a su pueblo de tener siempre una pala para que pudieran cubrir el excremento (letrina). El registro histórico sobre la primera Guerra Mundial indica que muchos soldados murieron por infecciones a falta de aislar los desechos humanos. (Todo el mundo sabe que hasta después
de la I Guerra Mundial la peña iba dejando los excrementos por cualquier sitio…) Bueno, al menos no atribuyen a la Biblia el invento de la pala, algo es algo. Pues mire usté, caballero, aún antes del consejo del Deuteronomio y mucho antes de la Linea Maginot, hace 10.000 años los escoceses construian desagües para sus letrinas.
Excremento pagano Hombres de dios ¿acaso creen que los fenicios y los griegos iban cagando por las calles? La preocupación por el aislamiento de los excrementos es tan antiguo como la propia civilización, prácticamente todas las culturas han empleado algún método para alejar o aislar los excrementos desde mucho antes de que la Biblia lo aconsejara
(aunque de nuevo representa una encomiable labor). Precisamente, y en relación al punto anterior, uno de los factores que agravó los problemas relacionados con la higiene hasta el siglo XIX (y bastante después en según que regiones), fue la acumulación de habitantes en grandes núcleos urbanos sin alcantarillado ni contacto directo con el campo donde poder aislar las defecaciones. El famoso “Agua va” se escuchaba en poblaciones muy cristianas, pero claro, es difícil coger una pala para enterrar un excremento en el centro del París del siglo XVIII.
Seguimos con las aplastantes evidencias cientificas que, según ciertas webs literalistas, aparecen en la Biblia y que era imposible conocer en los tiempos en los que se escribieron los diferentes relatos que conforman el libro sagrado. . 6. Job 38:16 Océanos Contienen Fuentes. Casi todo el suelo marino se encuentra en total oscuridad debido a la enorme profundidad y presión atmosférica. Para Job hubiera sido imposible explorar las fuentes de los océanos. Recientemente, se sabía que los océanos eran alimentados solo por ríos y lluvia. No fue sino hasta en 1970 con la ayuda de submarinos construidos para resistir 6,000 libras de presión por pulgada cuadrada, los oceanógrafos descubrieron la existencia de fuentes en los suelos marinos.
Todo el mundo sabe que a 4.000 metros de profundidad la presión del volumen de agua es despreciable, pero la presión atmosférica es la pera; de hecho, no te deja ni ver… Pues va a ser que no.
Fuente hidrotermal en las Islas Galápagos (Ecuador) Haciendo un buen ejercicio de salida de contexto, el autor pretende identificar “las fuentes del mar” bíblicas con las fuentes hidrotermales del fondo del océano, pero no se trata más que de una coincidencia de cosmologías muy diferentes. En Job 38:16 puede leerse “¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, y has andado escudriñando el abismo? ” (Reina Valera Gómez, 2010). La cita hace clara alusión a la cosmología de los autores del Antiguo Testamento, y que citábamos en el artículo anterior: “La Tierra plana, con forma de disco, está rodeada por un mar; por debajo de la Tierra hay pozos y fuentes conectados con la parte superior de la Tierra, así como con el gran abismo, llamado Tehom. La Tierra descansa sobre columnas y por encima de ella está el cielo o firmamento. Las aguas se encuentran no solo en la Tierra o por debajo de ella, sino también por encima del firmamento“ (Kragh, 2008) . Esta concepción queda aún más patente si si leemos el resto de Job 38, donde Jehová pregunta a Job sobre los misterios de la Tierra que el creó, interrogándole sobre lo más recóndito. Así, en Job 38:6 pregunta “ ¿Sobre qué están fundadas sus bases [de la Tierra]?” ; en Job 38:8-11 “¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba como saliendo del vientre; cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad; y establecí sobre él mi decreto, y le puse puertas y cerrojo, y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y aquí parará la soberbia de tus olas? ” o en Job 38:18, “¿Has considerado tú la anchura de la tierra? “. . 7. Jonás 2:5-6 Montes en el Fondo del Océano. Solo en el siglo anterior esto fue comprobado gracias a la invención del sonar. Hoy se tienen mapas precisos del suelo marino en los que se muestran montes y volcanes.
Aparte de mucha imaginación, bastante morro para adaptar el texto a lo que conviene. Jonás 2:5-6 dice exactamente “Las aguas me rodearon hasta el alma, me rodeó el abismo; Las algas se enredaron a mi cabeza.Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la corrupción, oh Jehová Dios mío” (Reina Valera Gómez, 2010)
Dorsal atlántica (Flecha roja: Jonás de crucero) Este texto no habla de cordilleras submarinas o volcanes, si no de “los cimientos de los montes”, tras descender en el agua hasta el abismo por debajo de la tierra. De nuevo, la cosmología bíblica de una tierra sobre las aguas y el abismo, donde los “cimientos de los montes” estarían lógicamente por debajo de éstos. El término “cimientos de los montes” es utilizado a lo largo de la Biblia para referirse a lo más profundo y sólido de la Tierra y en relación con las aguas y el abismo. En Salmos 18:7 dice “La tierra se estremeció y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes, y se estremecieron, porque se indignó Él ”(Reina Valera Gómez, 2010), Salmos 46:2 “Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; Aunque se traspasen los montes al corazón del mar ” (Reina Valera Gómez, 2010); Miqueas 6:2 “Oíd, montes, y fuertes fundamentos [cimientos] de la tierra, el pleito de Jehová; porque Jehová tiene controversia con su pueblo, y altercará con Israel.” (Reina Valera Gómez, 2010), Jdt 16:15-16, “Los montes se agitarán por las aguas en sus cimientos“, 2 Samuel 22:16, “ Apareció el fondo de los mares, los cimientos de la tierra quedaron al desnudo al fragor,“; Deuteronimo 32:22, “Se ha encendido el fuego de mi ira y quemará hasta lo profundo del abismo; devorará la tierra y sus productos y abrasará los cimientos de los montes.“
Vamos, que no me imagino a Jonás hablando de la Fosa de las Marianas precisamente… . 8. Hechos 14:17 La causa del Gozo y la Alegría. La evolución no puede explicar las emociones. La materia y la energía son inanimadas. Solo la Biblia explica que fue Dios el que puso la alegría en nuestros corazones ( Salmo 4:7), y el gozo inefable se encuentra solo en la presencia del Creador. “…en tu presencia hay plenitud de gozo” (Salmo 16:11).
Me se agrieta el alma, como decía aquel. ¿del texto “en tu presencia hay plenitud de gozo” se desprende que solo Dios puede dotar al hombre de emociones y que la evolución no puede explicarlas? Tooooooma pedazo de deducción. ¿Y cuando mi perra tiene miedo o demuestra cariño, es que ha pasado un ángel de cuatro patas con un poder notarial? Si entiendo bien, se presenta como verdad científica que la materia y energía no pueden producir emociones, por lo que solo en presencia de Dios puede haber gozo y alegría. ¿Y eso donde lo publicaron, en Science o en PNAS? Vamos por partes. En primer lugar, las emociones se explican biológica y evolutivamente por su enorme valor adaptativo no solo para el individuo, sino para la comunidad cuando éstas son transmitidas. Una buena revisión puede encontrarse en Palmero (1997) . En segundo lugar, decir que como la materia y la energía son inanimadas (concepto arcaico donde los haya, por otro lado) no pueden originar emociones, es una barbaridad del calibre de que un huracán puede montar un Boeing 747 atravesando un almacén de recambios.
¿Parece que gozan? noooooo, solo son un par de “inanimaos”
Aunque a esta buena gente les duela sobremanera, las emociones son pura química. Los cambios fisiológicos que constituyen las reacciones ante determinados estímulos nos preparan para reaccionar ante ellos, a la vez que la corteza cerebral interpreta estas reacciones fisiológicas y las asocia a una emoción como el miedo o el placer (de una forma muy compleja que abarca también factores ambientales). Estos mecanismos fisiológicos explican también otro de los errores comunes de atribuir la mayor parte de emociones al corazón, debido a los cambios de ritmo cardiaco y presión sanguínea producidos como reacción al estímulo que nos hacen “sentir algo en el corazón”. La Biblia, lejos de aproximarse a la realidad, abunda en este error pon iendo “alegría en nuestros corazones”. De esta forma, no es que la evolución no pueda explicar las emociones, sino todo lo contrario: la única forma de comprender la existencia de las emociones es bajo un enfoque biológico evolutivo. ¿Como podríamos explicar el miedo o la ansiedad bajo el prisma del regalo divino? ¿Es tan cruel el dios misericordioso del cristianismo que nos hace cagarnos de miedo con The Ring o El Orfanato?. Cuando andamos por una calle oscura y desierta y apreciamos una sombra o un movimiento detrás de nosotros, el corazón y la respiración se acelera, se nos eriza el vello corporal y nos crubre un sudor frío. ¿Que sentido, dentro del gozo del señor tienen tales reacciones? Sin embargo, pensemos fisiológica y adaptativamente: estos cambios nos preparan para enfrentarnos a una posible amenaza, como un depredador o un rival: el aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria permiten llevar más oxígeno a los músculos, preparando para una respuesta física como un ataque o una huida; el sudor nos prepara para eliminar el exceso de calor que producirá tal actividad y el erizado del vello, que no tiene valor adaptativo en humanos, es utilizado por nuestros parientes de pelaje tupido para aparentar un mayor volumen corporal y atemorizar al contrincante (la única explicación de que a nosotros se nos siga erizando el vello corporal es que hayamos heredado el mecanismo fisiológico de nuestros ancestros peludos). Si quieren empezar por lo básico, hasta la Wikipedia es más fiable. . 9. Levíticos 17:11, 14 La Vida se encuentra en la Sangre. Se necesita de sangre saludable para llevar nutrientes a cada célula del cuerpo. Años atrás se desconocía esta función que la sangre desempeña y debido a ello muchas personas se desangraron hasta morir en las que se incluye George Washington.
Nos ha jodío mayo, y si en vez de la sangre te sacan el hígado, los pulmones o el cerebro, ya ni te cuento… (bueno, algunos si parecen ser capaces de sobrevivir sin este último órgano).
Literalistas demostrando que se puede vivir sin cabeza, pero con sangre en las vena s. Ahora bien, es cierto que es más fácil perder sangre que el que se te caiga el hígado o que escupas los pulmones. Debido a ello, la humanidad siempre ha ligado la vida a la sangre al comprobar que un desangrado producía debilidad y muerte. La medicina hipocrática, cinco siglos antes de cristo, ya acometía una compleja teoría humoral sobre la salud y la enfermedad, donde la sangre jugaba un papel fundamental. Es cierto que hasta apenas el siglo pasado, no se conoció en profundidad el papel fisiológico de la sangre, pero tengamos por seguro que un granjero mesopotámico tenía muy claro que si perdía mucha sangre, la palmaba… . 10. Génesis 1:24 La Vida se Clasifica en Especies. Hay barreras genéticas que no permiten a una especie determinada cambiar a otra totalmente distinta. La inmensa variedad de especies conocidas solo producen de acuerdo a su propia especie, a diferencia de lo que supone la teoría evolutiva.
¿Mande loque? ¿La teoría evolutiva dice que un oso hormiguero es un híbrido entre el oso pardo y la hormiga Camponotus? Esto es el colmo de la frikada fundamentalista: un mecanismo como el evolutivo, en el que es de vital importancia el aislamiento reproductivo para poder generar nuevas especies, ahora resulta que afirma que los cangrejos pueden concebir a pachas con los pulpos. Ya les vale. No hombre no, las barreras genéticas impiden que una especie se cruce con otra, no que una especie evolucione en otra. Son cosas muy diferentes, aunque para entenderlo haya que leer más de un libro… Génesis 1:24 no habla de especies, concepto que en su época no existía, sino de géneros, en el sentido de «tipo»: “Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y reptiles y animales de la tierra según su género.
Y fue así”. Menundo mérito, nuestro granjero mesopotámico t ambién tenía muy clarito que sus vacas parían vaquitas;
ni gorrioncitos, ni lagartitos, ni cerditos; solo vaquitas.
Aquí, uno rompiendo la ecuación… No hay que ser muy espabilado para saber que hay diversos géneros (tipos) de especies. Por ignorante que fuera el que escribió el Génesis, supongo que sabría distinguir un cocodrilo de una cigueña. Ahora bien, tampoco mucho más, porque los errores zoológicos de la Biblia son garrafales, como los insectos de cuatro patas (que para algunos siguen existiendo hoy día) o un terco reduccionismo de la biodiversidad que les llevó a que todos los millones de especies existentes cupieran en un barquito. Eso, sin contar con que la cosanguinidad es ignorada olímpicamente, desde Adán y Eva hasta las pobres parejas de Noé. Y ya puestos a entrar en incongruencias, cabe destacar que estos literalistas defienden la imposibilidad de que una especie cambie en otra por barreras genéticas (sic!). Sin embargo, ante la imposibilidad de meter más de dos millones de animales en el Arca de Noé, no dudan en afirmar que solo hizo falta meter unos pocos miles y que a partir de ellas surgieron todas las demas. Para ello se basan en que un lagarto es un lagarto, tenga forma de lagarto ocelado o de iguana. Así que, según ellos, con meter una lagartija y un sapo en el arca, se pudieron formar 13.000 especies diferentes de anfibios y reptiles tras el diluvio. Vamos, todo un dominio de taxonomía y barreras genéticas el de esta gente…
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Bueno, pues seguimos repasando los supuestos hechos científicos corroborados por la Biblia, con una nueva entrega donde comentamos algunas “evidencias” más: . 11. Juan 15:13 La Abnegación y el auto Sacrificio.La historia revela que innumerables personas han puesto en peligro sus vidas y hasta muerto por amor a otros. Esta realidad no se puede explicar ni mucho menos entenderse a través de la Selección Natural o la Supervivencia de los más aptos ( Romanos 5:7-8 ).
Vaya, pues entonces aún es más difícil entender cómo puede mostrar altruismo una hormiga infectada e irse a morir alejada de la colonia para no contaminarla, cómo puede una perra adoptar un cachorro de gato, o porqué un delfín ayuda a no ahogarse a un congénere enfermo. Dudo mucho que ningún literalista bíblico sostenga que los animales tengan un alma comparable a la humana y, por lo tanto, compartan las dádivas divinas como la caridad y el altruismo, espoleados por un paraiso hormiguil. Igualmente, cabría preguntarse porqué tendemos a ser más altruistas con las personas más cercanas (hijos, hermanos, padres, primos, vecinos, amigos íntimos) y vamos d escendiendo en nuestro nivel de altruismo conforme se
aleja el parentesco y el trato (primos lejanos, vecinos de la otra punta de la ciudad, víctimas del terremoto de Haití). También me permito dudar de que el Dios cristiano premie el altruismo en razón proporcional al grado de parentesco. Por el contrario, y contradiciendo la falsa e ignorante afirmación final de la frasecita de marras, la biología evolutiva sí puede ofrecer explicaciones de estos curiosos hechos, y de hecho se han manejado varias posibilidades sobre como podría ser adaptativamente positiva la conducta altruista en los animales (incluyendo, obvia mente, al Homo sapiens).
Una de las últimas, y que particularmente me parece más coherente, se basa en que la unidad de selección sea el gen, y no el organismo. Es decir, lo que transmitimos a la siguiente generación es una copia nuestros genes, que se encuentran también en nuestros hermanos y parientes más próximos con mayor probabilidad de coincidencia que en parientes lejanos o personas del otro extremo del planeta. De esta forma, un individuo que se sacrifica por los demás (o disminuye la probabilidad de reproducirse), puede obtener una ventaja para perpetuar sus propios genes cuanta mayor sea la similitud genética con el individuo por el que se sacrifica. De hecho, dar la vida por un hijo supone salvar el 50% de tu dotación genética, el equivalente a tener otro hijo. Con nuestros hermanos compartimos otro 50% de patrimonio genético de media, alrededor del 25% con nuestros tíos y sobre el 12,5% de nuestros primos, continuando el descenso según nos alejamos en nuestro árbol genealógico. Como resulta evidente, un comportamiento que nos incline a beneficiar a nuestro entorno más cercano
sería seleccionado positivamente. Si además, mediante algún mecanismo, se consigue que el animal (humano o no) asuma menores riesgos cuanto menos emparentado esté con el solicitante de ayuda, se conseguirá una mayor optimización en la relación de riesgo-recompensa. Lógicamente, los animales no tenemos un “detector de similitud genética” como para poder evaluar la cantidad de genes idénticos que compartimos con un individuo a punto de caer por un barranco. Sin embargo, tenemos posibles estimaciones; la más importante de todas, el nivel de relación con el individuo en peligro. En animales sociales, en mayor o menor medida, cabe esperar que los individuos más próximos y con los que mayor contacto tenemos sean precisamente aquellos más emparentados con nosotros mismos. Sea un hormiguero o un clan de cromañones, las posibilidades de que el tipo junto al que cazamos todos los días tenga más genes en común con nosotros son mayores que las otro elemento que no conocemos por pertenecer a un clan diferente. De esta forma, un comportamiento que induzca a la protección de aquellos con los que tenemos un mayor contacto, será altamente adaptativo, dado que tendrá más probabilidades de estar protegiendo copias de nuestros propios genes.
Sin duda, los mecanismos que dirigen nuestra conducta afectiva y protectora son mucho más complejos que éstos, como ocurre con la empatía mostrada hacia las crías. Numerosos estudios han confirmado que el hombre y otros mamíferos reconocen determinados caracteres infantiles (como los ojos grandes en proporción con el tamaño del cráneo) tanto dentro de nuestra propia especie como en otras, induciendo un instinto de protección que resultaría de nuevo altamente adaptativo especialmente en animales sociales (precisamente donde más se da esta característica). Todos estos fenómenos no solamente pueden explicar porqué solemos darnos más a nuestra prole que a un habitante de Bora-Bora (y evitar la incomodidad de tener que explicar donde ordena Dios amar más a nuestros
primos que a un polinesio), sino que además nos puede hacer comprender comportamientos tan poco adaptativos como los que muestran perros y humanos desperdiciando recursos al adoptar a cachorros ajenos, por ejemplo. Incluso, nos puede llegar a entender los motivos de esos enormes ojos de los comics manga… Puede que a muchas personas les resulte una conclusión triste y odiosa, pero cabría preguntarse si el tan alabado sacrificio paterno no es un mero acto de egoismo de nuestros genes. (Un ejemplo más ampliamente explicado de altruismo biológico en hormigas puede consultarse en el siguiente enlace: aquí ) . 12. Génesis 1:20-22 El Dilema de la Gallina o el Huevo se resuelve. ¿Qué fue primero?… Esta pregunta ha plagado a filósofos por siglos. La Biblia establece que Dios creó a las aves con la habilidad de reproducirse conforme a su misma especie.
Siento tener que decir esto, pero eso del huevo y la gallina es más trasnochado que los chistes de Chiquito de la Calzada. Entre los huevos, las gallinas y el puñetero eslabón perdido, el retraso de esta gente suma unos cuantos siglos. El dilema del huevo o la gallina es un asunto que atrajo a filósofos antiguos en su intento de explicar el origen de la vida, pero que precisamente bajo el estudio de la biología evolutiva pierde bastante sentido, dado que la evolución representa un proceso que difícilmente permite establecer fronteras claras entre una especie y su/s especie/s descendientes. El número de generaciones que transcurren hasta que una especie se separa filogenéticamente de otra, imposibilitan establecer un momento puntual a partir del cual A pasa a transformarse en B. La evolución es una película en movimiento y, aunque estos creacionistas todavía no se hayan enterado, la biología evolutiva no postula que d e un huevo de dinosaurio emergiera u na avestruz.
No obstante, y entrando al trapo, el redactor ha metido aquí la pata hasta la cadera. Si la Biblia establece que fue primero la gallina, la ciencia dice todo lo contrario. Diversos especialistas se han manifestado con respecto a este anecdótico tema de forma inequívoca: “El organismo vivo en el interior del huevo tenía el mismo DNA que el animal en el que luego se convertiría, por lo que la primera cosa viva que podemos calificar sin temor a equívocos miembro de esa especie es el primer huevo”, dice por ejemplo el Dr. John Brookfield, especialista de genética de la evolución de la Universidad de Nottingham (Inglaterra).
El ADN completo de un organismo no puede ser transformado después del nacimiento. Cuando un individuo sufre una mutación, ésta no aparece simultáneamente en todas las células de su cuerpo. Por ello, un ser humano no muta a los 30 años y de repente se le alarga el cuello o desarrolla agallas. Las mutaciones que transforman a todo el organismo son aquellas que se dan en los gametos, y no transforman al que la ha sufrido, sino al descendiente que se desarrolla a partir del gameto mutado (la única excepción a ésto es cuando la mutación se produce en el mismo zigoto o en las primeras divisiones mitóticas de éste). Por ello, un fenómeno mutagénico masivo, como la radiación producida por una explosión nuclear, contaminantes químicos o biológicos, etc., producen tumores y diversas patologías en sus portadores, pero las malformaciones aparecen en la descendencia. Por lo tanto, la primera ave que en el transcurso de la evolución se convirtió en lo que hoy llamamos una gallina existió primero como embrión en el interior de un huevo. O, trasladado al absurdo, si de un huevo puesto por un dinosaurio hubiera nacido una gallina, el huevo sería de gallina, no de dinosaurio. (Un poco más de vueltas sobre el tema: El Dilema del Huevo )