EL ESTADO EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL TIPOLOGÍA DE SUS RELACIONES La política exterior, desde esta perspectiva, el estado es considerado como el actor principal y básico de las relaciones internacionales y las decisiones son tomadas generalmente por la rama ejecutiva del gobierno que incluyen, el jefe de estado (por ejemplo un presidente) o la cabeza de gobierno (por ejemplo un primer ministro), el gabinete o el vice-presidente. Debido a que el análisis de la política exterior implica tanto el estudio de la política internacional como de los asuntos domésticos, la disciplina académica se localiza e incide en la intersección entre la teoría de las relaciones internacionales y la política pública. En Venezuela las relaciones se basan en fortalecer la soberanía nacional y promover un mundo multipolar estimular la gestación de un mundo multipolar, diversificando las modalidades de relacionamiento, privilegiando las relaciones con los países latinoamericanos y caribeños y redefiniendo el modelo de seguridad hemisférica. Importancias fundamentales de la política exterior Venezuela en la escena internacional ha estado fuertemente determinada por la condición de ser una Nación productora de Petróleo; la necesidad de obtener beneficios económicos con la actividad petrolera ha llevado a Venezuela a participar en organismos como la OPEP, así como a establecer relaciones económicas especiales con algunos países.
La integración Latinoamericana ha constituido uno de los objetivos centrales de la política exterior venezolana; de hecho, tanto en la constitución de 1961 como en la de 1999, se contempla dicha integración como un objetivo prioritario del estado venezolano.
La relación de Venezuela con los Estados Unidos ha sido una de las preocupaciones fundamentales en la política exterior desde el Gobierno de Betancourt y hasta el día de hoy. Este país es el primer socio comercial de Venezuela, punto de origen de casi todas las importaciones y principal destino de los productos comerciales venezolanos.
En todo momento Venezuela ha mantenido una postura pacífica ante la comunidad internacional, sin verse envuelta nunca en conflictos armados internacionales. En ese sentido vale la pena mencionar que Venezuela ha participado en distintas partes de América en misiones de Paz y de Ayuda Humanitaria, en casos de Guerras ó desastres naturales.
Venezuela ha ratificado la inmensa mayoría de los tratados y convenios internacionales en materia ambiental, de desarme y no proliferación de Armas, de ayuda y cooperación económica, así como en materia de derechos Humanos y respeto a la propiedad.
Objetivos de la política Exterior de Venezuela en los últimos años
El gobierno en los últimos años ha intentado llevar adelante una nueva política hacia el resto del mundo, cuyos objetivos centrales se encuentran establecidos en la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Entre estos cuentan:
Estimular la democratización de la sociedad internacional, con el fin de alentar la acción concertada de los países en desarrollo, al igual que la solidaridad y la cooperación entre los distintos actores del sistema internacional.
Promover la integración latinoamericana y caribeña, para afrontar con mayor empuje las desigualdades sociales y los profundos niveles de pobreza que afectan a los países de la región.
Artículo 152.Las relaciones internacionales de la República responden a los fines del Estado en función del ejercicio de la soberanía y de los intereses del pueblo; ellas se rigen por los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención en sus asuntos internos. Mediante solución pacífica de los conflictos internacionales, cooperación, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en la lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad. La República mantendrá la más firme y decidida defensa de estos principios y de la práctica democrática en todos los organismos e instituciones internacionales. Artículo 153.La República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región. La República podrá suscribir tratados internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para promover el desarrollo común de nuestras naciones, y que aseguren el bienestar de los pueblos y la seguridad colectiva de sus habitantes. Para estos fines, la República podrá atribuir a organizaciones supranacionales, mediante tratados, el ejercicio de las competencias necesarias para llevar a cabo estos procesos de integración. Dentro de las políticas de integración y unión con Latinoamérica y el Caribe, la República privilegiará relaciones con Iberoamérica, procurando sea una política común de toda nuestra América Latina. Las normas que se adopten en el marco de los acuerdos de integración serán consideradas parte integrante del ordenamiento legal vigente y de aplicación directa y preferente a la legislación interna. Artículo 154.Los tratados celebrados por la República deben ser aprobados por la Asamblea Nacional antes de su ratificación por el Presidente o Presidenta de la República, a excepción de aquellos mediante los cuales se trate de ejecutar o perfeccionar obligaciones preexistentes de la República, aplicar principios expresamente
reconocidos por ella, ejecutar actos ordinarios en las relaciones internacionales o ejercer facultades que la ley atribuya expresamente al Ejecutivo Nacional. Artículo 155.En los tratados, convenios y acuerdos internacionales que la República celebre, se insertará una cláusula por la cual las partes se obliguen a resolver por las vías pacíficas reconocidas en el derecho internacional o previamente convenidas por ellas, si tal fuere el caso, las controversias que pudieren suscitarse entre las mismas con motivo de su interpretación o ejecución si no fuere improcedente y así lo permita el procedimiento que deba seguirse para su celebración. CONVENIOS Y TRATADOS DE VENEZUELA Mercosur El Mercado Común del Sur (MERCOSUR), es una unión aduanera integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, tiene como países asociados a Chile, Colombia, Ecuador y Perú, México actúa como observador y Bolivia y Venezuela están en proceso de incorporación. Fue creado el 26 de marzo de 1991 con la firma del Tratado de Asunción. Sus propósitos son:
La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países.
El establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común.
La coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados partes.
La armonización de las legislaciones para lograr el fortalecimiento del proceso de integración.
Alba La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos o ALBA, es una plataforma de integración enfocada para los países de América Latina y el Caribe que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social con base en doctrinas de izquierda. Se concreta en un proyecto de colaboración y complementación política, social y económica entre países de América Latina y el Caribe, promovida inicialmente por Cuba y Venezuela como contrapartida del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por Estados Unidos. El "ALBA" se fundamenta en la creación de mecanismos que aprovechen las ventajas cooperativas entre las diferentes naciones asociadas para compensar las asimetrías entre esos países. Esto se realiza mediante la cooperación de fondos compensatorios, destinados a la corrección de discapacidades intrínsecas de los países miembros, y la aplicación del Tratado de Comercio de los Pueblos o "TCP". Sucre
Sistema Unificado de Compensación de Pagos Recíprocos, tiene el propósito de sustituir a la moneda de Estados Unidos en el intercambio comercial entre los países miembros, aplicando posteriormente, una moneda común denominada “sucre”, al igual que el euro en Europa. El sistema lleva el nombre del libertador venezolano Antonio José de Sucre, uno de los comandantes que dirigió en Sudamérica la Guerra de la Independencia en el siglo XIX contra la corona española. Los países que rubricaron el tratado son Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia y Nicaragua. Su compromiso es de promover el desarrollo regional, la estabilidad macroeconómica y la integración económica y social, mediante el impulso al comercio y la inversión productiva, social y ambiental en los países de la región, con base a los principios de complementariedad, cooperación, solidaridad y respeto a la soberanía. El Presidente Hugo Chávez destacó que el tema económico es parte del corazón del proyecto del ALBA, por lo cual exhortó a los miembros de este mecanismo de integración a fortalecer tan importante aspecto. CONVENIOS ENTRE VENEZUELA Y BIELORRUSIA Los convenios entre ambas naciones abarcan distintas áreas económicas, especialmente vivienda, tractores y petróleos. Estos son algunos de esos convenios. Petróleo
Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Belorusneft (estatal petrolera de bielorrusa) han suscrito acuerdos para concretar en territorio venezolano proyectos de gasificación, exploración y explotación de campos maduros ubicados en el oriente y occidente del país, así como la creación de una empresa mixta venezolana-bielorrusa en la Faja Petrolífera del Orinoco.
Inversión estimada: de acuerdo con el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, $8.000 millones de dólares.
Pdvsa Gas y la empresa Belgazstroi, de Bielorrusia, crearon la empresa de capital mixto Venezuelagazstroi, para construir proyectos de gasificación en territorio venezolano. El proyecto piloto contempló el suministro de gas directo 600 hogares de la parroquia Catia en el Distrito Capital.
Agroindustrial Se desarrolla la comuna agroindustrial Willian Lara, ubicada en El Sombrero, Guárico, con una superficie total de 7.817 hectáreas, de las cuales, se han aprovechado 900 para la siembra de maíz blanco. Se tiene previsto construir 500 viviendas, áreas de interés social y servicios para beneficiar a 2.500 personas e instalar un circuito cerrado de producción de carne, pollo, productos lácteos. Esta comuna agroindustrial es la primera de otras tres que se desarrollarán en los estados Miranda y Zulia, así como en el eje Aragua-Carabobo
Maquinarias
En mayo se inauguró la fábrica de tractores Veneminsk en el Complejo Agroindustrial Batalla de Santa Inés, Barinas, que prevé producir para 1.500 unidades.
Se estima que en 2016 se fabriquen 10.000 unidades al año, para cubrir más de la mitad de la demanda del país (15.000 tractores). Ensambladora de camiones Se prevé que durante la visita del el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, se efectué la inauguración de la planta ensambladora de camiones Mazven, ubicada en el Complejo Industrial Santa Inés, del estado Barinas. En declaraciones recientes, el vicepresidente para el Área Económica Productiva, Ricardo Menéndez, señaló que esta fábrica tiene la capacidad de producir 10.000 camiones por año, y que se espera que en sus inicios produzca aproximadamente 1.500 camiones. Bloques y viviendas
A mediados de mayo se inauguró una empresa Mixta de Insumos para la Construcción de Complejos Habitacionales, en Guatire, estado Miranda, que cuenta con la capacidad de producir 25 millones de bloques de arcilla al año, una de las plantas más grandes de América Latina en su categoría.
La meta de producción de 2012 sería de seis millones de bloques "para la construcción de al menos 11.700 viviendas al año, destinadas a resolver el problema habitacional en el eje Guarenas-Guatire y el resto del estado Miranda", dijo Menéndez durante la inauguración.
Bielorrusia participa en la construcción de vivienda en conjunto con otros países, como parte de los convenios bilaterales. EL ESTADO COMO ACTOR INTERNACIONAL
Cualquier estudio sobre actores internacionales comienza por una referencia al estado. En algunas ocasiones porque el estado es presentado como actor privilegiado o casi Único. Hoy el estado es la categoría fundamental de actor en el panorama internacional. Se puede definir estado como actor internacional a las influencias, capacidades y participaciones en el contexto internacional que ejerce el estado en otros actores y su autonomía para tomar sus decisiones; es decir; que desde las relaciones internacionales, cada entidad soberana (estado) debe tener la habilidad y estar en la capacidad para ejercer un efectivo control sobre su territorio y para llevar a cabo sus objetivos (a nivel nacional y a nivel internacional). Y Así el enfoque funcional de las relaciones internacionales se centrará en la habilidad de cada entidad para movilizar recursos de cara a la consecución de objetivos determinados y en la capacidad de la misma para ejercer influencia sobre el comportamiento de otros actores del sistema internacional.
El análisis de la política exterior implica el estudio del cómo el estado hace política exterior. Desde esta perspectiva el estado es considerado como el actor principal y básico de las relaciones internacionales. La globalización proceso mediante el cual, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista económico, se observan profundos cambios en la estructura internacional contemporánea se relaciona con el papel que juega el estado como actor internacional desde el punto de vista político estos cambios se caracterizan por la ampliación del número de actores internacionales que van más allá de los Estados, es decir; que tiene que convivir con un mundo con el cual se relaciona por varias vías, el mundo de los organismos multilaterales, y de las organizaciones transnacionales, el cual se ha denominado "la sociedad civil internacional", tanto las organizaciones no gubernamentales, como las empresas globales, por otra parte, la agenda de problemas mundiales, tal como el comercio o el medio ambiente. En tercer lugar, es necesario mencionar el importante flujo de información internacional y la "cercanía del conocimiento". Desde el punto de vista económico se tienen los cambios organizacionales tanto en las empresas públicas como privadas, en cuanto a la propagación de innovaciones tecnológicas, procesos de reingeniería, revoluciones financieras y nuevas políticas laborales. Esto va acompañado de un crecimiento de las actividades económicas y comerciales de los gobiernos, que tanto a través de los mecanismos de integración como bajo formas bilaterales promueven su inserción en el mundo de los negocios internacionales. Esta promoción va también acompañada de la adopción de un marco teórico básico: libre mercado y libre comercio, privatización, desregulación e integración en bloques económicos. Por último, no puede dejar de mencionarse la revolución de los medios de comunicación y la puesta en práctica de productos innovadores como el Internet, como instrumentos para hacer negocios y vincular comercialmente a los gobiernos y empresas. Desde la óptica del consumo, se presentan nuevos productos y formas de llegar a ellos. Por otra parte tenemos el papel del petróleo como el puente histórico contemporáneo entre Venezuela como actor internacional y el resto del mundo. Y en segundo lugar, los efectos de la globalización en la industria petrolera mundial y en la industria petrolera venezolana. Con base a esos términos, el petróleo ha sido el principal vehículo para nuestra introducción en las relaciones internacionales contemporáneas, tanto desde el punto de vista de nuestra ventaja competitiva como por los efectos secundarios de esa introducción; modernidad, progreso, industrialización, proteccionismo, e igualitarismo. CRITERIOS PARA LA CLASIFICACIÓN DE LOS ESTADOS EN EL SISTEMA INTERNACIONAL. Naturaleza política Los elementos constitutivos del estado moderno son tres: territorio, población y gobierno, con autoridad para gobernar sobre los otros dos. Jurídicamente, el estado se diferencia de cualquier otra entidad territorial porque goza de un status legal Único, goza de soberanía; lo que diferencia al estado de cualquier otro actor y lo que iguala a los estados entre sí. En términos jurídicos, todos los estados son iguales, en tanto que todos son soberanos, es decir, que no existe ningún superior jerárquico con autoridad legítima para decir al estado lo que tiene que hacer es independiente. La relación entre estados soberanos viene determinada en la actualidad por una serie de principios contenidos en la Carta de Naciones Unidas.
Entre los cuales destacan tres grandes principios: • El principio de la igualdad entre los estados queda reflejado en la composición de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde se aplica la regla de (un estado, un voto). • El principio de la no intervención o de la no injerencia, se puede interpretar como el corolario lógico de la soberanía. • El principio de no recurrir a la fuerza tiene por objeto que un estado no recurra a la amenaza o al uso de la fuerza contra El estado como actor internacional territorial o la independencia política de otro estado y, con ello, la guerra se ve abolida, salvo en casos de legítima defensa. De tal forma nos damos cuenta que estos principios no se cumplen en estos días por que las grandes potencias mundiales los violan cada vez que existe algún interés personal dentro de otros estados, la no injerencia es una de los principios que no se cumplen, por otro lado tenemos el uso de las fuerzas que tampoco se cumplen porque vemos con el descaro que los países grandes así lo hacen, por ultimo tenemos que por cada país es un voto y al poner en una balanza las potencias mundiales tienen mayor peso en la toma de decisiones del estado su soberanía, que le diferencia de cualquier otro actor internacional. Si bien hay que precisar que el estado tiene una segunda característica que le diferencia de los demás actores: la disposición de territorio terrestre, aéreo y marítimo, a no ser que se trate de un estado enclavado o sin salida al mar. Ningún otro actor dispone legalmente de un territorio. Los criterios jurídicos nos dan un punto de partida que, desde las relaciones internacionales, hemos de relativizar en base a la capacidad y a la habilidad de cada entidad soberana para ejercer un efectivo control sobre su territorio y para llevar a cabo sus objetivos (a nivel nacional y a nivel internacional), de esta forma también se puede decir que de acuerdo a su naturaleza política en la toma de decisiones para resolver los problemas de cada estado. Condiciones Económicas Otros dos criterios, clásicos a la hora de abordar las diferencias tangibles entre los estados, son el tamaño económico y el tamaño militar de cada unidad política, el PNB per cápita es el siguiente indicador a considerar. Entre otras cosas, porque ha servido de base al Banco Mundial para diseñar una clasificación aplicable a todos los estados del mundo. El PNB per cápita nos muestra que en las últimas décadas las diferencias van en aumento entre el sector privilegiado de estados (cada vez más reducido) y los demás. Según el Informe sobre el Desarrollo Humano 1992, en 1969 el 20% de la población del mundo que vivía en las naciones con mayor ingreso per cápita estaba treinta veces mejor que el 20% que ocupaba el rango inferior, mientras que en 1989 esa disparidad se había casi doblado, de manera que los más ricos eran sesenta veces más ricos y los mismos pobres seguían igual de pobres. El Banco Mundial clasifica los estados en tres grupos, según su nivel de PNB per cápita: países de ingreso bajo, de ingreso mediano (subdividido en países de ingreso mediano bajo y países de ingreso mediano alto) o de ingreso alto. El aumento de las diferencias entre países pobres y países ricos en las últimas décadas, así como el deterioro social generalizado en el Tercer Mundo y en algunas capas sociales de los países ricos ha llevado al PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) a buscar indicadores que permitan captar mejor que cifras macroeconómicas de carácter
global para un estado el nivel de desarrollo humano. De ahí, la definición del índice de desarrollo humano, ampliamente utilizado en la actualidad por el sistema de Naciones Unidas, y formado a partir de indicadores básicos. Se considera más explicativo que el PNB per cápita (sobre todo en el caso de estados con enormes desigualdades sociales), ya que refleja la forma en que el crecimiento económico se traduce en bienestar humano, Si nos atenemos a la clasificación elaborada por el PNUD en 1991, la primera sociedad del mundo por su nivel de desarrollo humano es la de Japón (seguida por Canadá, Islandia, Suecia y Suiza) y la última, la de Sierra Leona, precedida en los catorce puestos anteriores siempre por países africanos. Antigüedad En la antigüedad, hay mucha anarquía y no hay cooperación, sólo conflictos bélicos. Pero en las relaciones de las polis griegas ya hay una sociedad internacional: rechazan todo lo extranjero y sólo hay relaciones civilizadas entre las polis. Celebran tratados de paz, utilizan la diplomacia, mantienen relaciones comerciales, etc. En el exterior, sólo guerra. Durante el Imperio Romano, Roma intenta imponer su hegemonía a todos los extranjeros. Se elabora un derecho de gentes (Ius Gentium), que es el deseo de Roma por dominar a otros pueblos y sus normas las elaboran los romanos para satisfacer sus propios intereses. No hay relaciones internacionales. En la Edad Media, todo era guerra salvo algún pequeño período de paz. En ocasiones, la situación es de grandes invasiones, guerras y conflictos. Sociedad pre relacional. Se fue estructurando la sociedad localmente y aparecen las monarquías absolutas que, en ciertos aspectos, favorecen un desarrollo más normal de las relaciones internacionales de cooperación; hay pocos monarcas y casi todos son familia. El propio individuo fomenta las relaciones comerciales entre los pueblos por la mejora de las infraestructuras. Encontramos el deseo de crear la República de Naciones Cristianas, donde había bastante desorden: múltiples monarcas que tienen por encima la figura del emperador y la del Papa, que se disputan la supremacía. Los monarcas no lo aceptan porque tienen conflictos con ellos, con los vasallos y con los otros monarcas. Con el paso del tiempo, la sociedad internacional pierde los vínculos religiosos y pasamos a un sistema que va a ser geográficamente el mismo pero desvinculado de la iglesia. En el siglo XVI, la soberanía es absoluta, sin nadie por encima. Este sistema pervivirá, sin grandes alteraciones hasta 1945. Ya existe un derecho internacional clásico en esta sociedad relacional poco cooperativa. Los valores culturales son semejantes en todos los estados europeos. Se basa en el absolutismo monárquico, lo que incide en sus características. El consentimiento del Estado para que se le aplique una norma viene de aquí (del absolutismo y la sociedad clásica); si el monarca tiene poder absoluto, nadie puede imponerle nada. Este comportamiento es la única norma en la Edad Media: hay una sociedad totalmente descentralizada y llena de conflictos. Sin embargo, también se va gestando el principio de equilibrio de poder, que es muy peligroso, desde el punto de vista de las fuerzas. Esto justifica cualquier tipo de guerra, sobre todo, cuando éstas son preventivas, para que ninguno sea más fuerte. Se gesta entonces un sistema normativo.
En el siglo XVIII, encontramos cierta ampliación de la sociedad internacional a raíz de la Revolución Francesa, entre otras causas. Se da el principio de las nacionalidades: que toda nación tenga derecho a convertirse en Estado. Tenemos, entonces, más estados y la descolonización: en América, aparecen los Estados Unidos y ya no es la sociedad europea de estados. Hay una sociedad ampliada que respeta los principios europeo-occidentales. Europa sigue marcando el ritmo porque los nuevos estados lo aceptan. Es un sistema de estados de civilización cristiana. Posteriormente, se perderá el adjetivo “cristiana”. La ampliación geográfica no se había visto, hasta entonces, acompañada por otra de objetivos. Se pasa así a una sociedad de estados civilizados en la que sigue predominando Europa; es una justificación para seguir expandiendo los valores de la sociedad europea, para “civilizar” a los demás. Se justifica la política de expansión colonialista por todo el mundo y se potencia la hegemonía europea. Todo Estado que nace recibe impuestos los valores de los estados civilizados. Si hay hegemonía, también habrá dependencia. Esta situación, a nivel teórico, llega hasta la II GM. Pero, en la práctica, esta hegemonía era ficticia y lo que ocurría es que USA no quiso participar en las relaciones internacionales en los primeros años del siglo XX, no quiso asumir su papel de líder, aunque ya lo era. Se crea la Sociedad de Naciones, antecedente directo de la ONU, y no participan en ella ni USA ni URSS, que fue expulsada de esta sociedad. La prueba del fracaso de la Sociedad de Naciones es que hubo una II GM. A partir de la guerra, se produce una importante transformación: aparece un nuevo sistema clásico pero diferente. Clásico porque nace de una contienda, pero diferente en todo lo demás. En él se mezclan lo viejo y lo nuevo y tenemos dinámicas de transformación de la sociedad internacional. Hay enfrentamientos de tipo ideológico: comunismo contra capitalismo (1945-1989). A partir de 1989, encontramos una variación importante y podemos estar ante un nuevo sistema, una alteración del mapa pero no por una guerra, sino por los nacionalismos, la caída del sistema anterior y el fallo de la URSS. Esas alteraciones permiten ver otros problemas que quedaban ocultos bajo la Guerra Fría. Tamaño de la población Tras la edad, otros dos elementos tangibles nos permiten apreciar la diversidad actual entre los estados: su territorio y su población. En términos territoriales, el planeta está dividido en doscientas veinticuatro unidades que van desde las dimensiones de Rusia (diecisiete millones de kilómetros cuadrados) hasta las dimensiones del Vaticano (un kilómetro cuadrado). Los extremos no son, sin embargo, elocuentes de un hecho evidente: el 50% del territorial mundial está bajo la soberanía de ocho estados (Rusia, Canadá, China, Estados Unidos, Brasil, Australia, India y Argentina) y cuarenta y ocho unidades (estados y territorios) tienen menos de mil kilómetros cuadrados (el municipio de Madrid tiene seiscientos kilómetros cuadrados). Entre estos últimos se encuentran estados miembros de Naciones Unidas, como Bahrein (622 km2), San Vicente y las Granadina (388 km2) o Liechtenstein (157km2), que tienen superficies equivalentes a lo que en España son algunos parques nacionales (los 750 km2 de Doñana o los 160 km2 De Ordesa-Monte Perdido).
El tamaño del territorio, sin embargo, no es un valor per se (Rusia o Gran Bretaña, con territorios muy diferentes, han jugado en diferentes momentos papeles de primeras potencias, respectivamente continental y marítima). La ubicación del territorio (control de estrechos estratégicos, país enclavado, condiciones climáticas, etc.) y su riqueza (combustibles, minerales estratégicos, autosuficiencia alimentaria, agua, etc.) son cuestiones a considerar. En lo que respecta a la riqueza del territorio, no hace falta recordar la trascendencia política que ha tenido la concentración de los recursos energéticos en algunas regiones del mundo, destacando los países árabes con el 60 % de las reservas mundiales de petróleo. Los recursos de agua dulce, por ejemplo, se han convertido en plena década de los noventa en un tema políticamente preocupante. Tanto es así que las disputas internacionales a causa del agua -por ejemplo, el agua del Nilo entre Egipto, Sudán y Etiopía o el agua del Tigris y el Eufrates entre Irak, Siria y Turquia- constituyen un tema destacado en la agenda internacional de finales del siglo XX. La población, al igual que el territorio, está repartida de manera dispar a lo ancho del planeta. Los extremos en este caso corresponden a China, con una población en 1990 de 1.134 millones de habitantes, y al Vaticano con 1.000 habitantes. Seis estados gozan de soberanía sobre el 50% de la población mundial (China, India, Estados Unidos, Indonesia, Brasil y Rusia), mientras que setenta y dos unidades (estados y territorios) tienen poblaciones de menos de un millón de habitantes. Entre estos últimos se cuentan miembros de Naciones Unidas como Gambia (875.000 habitantes), Islandia (258.000 habitantes) o Seychelles (68.000 habitantes). En otros términos, provincias o ciudades españolas tienen poblaciones equivalentes a las de un estado con escaño en la ONU: la población de Gambia es equivalente a la de la provincia de Zaragoza, la de Islandia a la del municipio de Hospitalet de Llobregat y la de Seychelles a la de la ciudad de Toledo. Si el tamaño del territori0 ha de contrastarse con otros muchos elementos cuantificables (riqueza natural, por ejemplo), 10 mismo ocurre con la población; incluso mis que en el caso anterior, ya que la calidad de la población, en términos demográfico-culturales, es un factor decisivo para el desarrollo de un estado. En este terreno (educación, cultura, salud) los indicadores a considerar son muy diversos: esperanza de vida, mortalidad infantil, analfabetismo, libros publicados, etc. Tan solo recordar, a modo de ejemplo, y para abundar en la idea de la diferencia existente en el mundo contemporáneo entre unos y otros estados, que la tasa de mortalidad infantil en el año 1990 variaba, en los extremos, entre las 166 muertes por cada 1000 nacimientos de Mali y las 5 de Japón. La esperanza de vida oscilaba en el mismo año entre los 43 años de Guinea (idéntica para hombres y mujeres) y los 82 (para las mujeres) de Japón o Suiza. En lo que respecta a la tasa de analfabetismo, ésta va desde el 82% de Burkina Faso hasta una tasa habitual en los países de la OCDE inferior al 5%. EL PODER COMO VARIABLE DOMINANTE EN LAESTRUCTURA DEL SISTEMA NACIONAL. Volviendo a la tipología de las potencias en el actual sistema internacional, hay que precisar, de entrada, que ésta se encuentra a caballo entre un sistema bipolar (desaparecido) y un sistema en formación (sin estructura de poder precisa).De ahí, por tanto, que sea preciso hacer referencia a algunos elementos del desaparecido sistema bipolar por lo que tienen de continuidad y de cambio en el actual sistema.
El sistema bipolar, y su progresiva transformación desde 1945 hasta 1989, introducirá novedades en lo que respecta a la tradicional estructura de poder del sistema de estados europeos de los siglos ~Iy mI, donde el concepto de gran potencia servía para definir a aquellos estados con recursos (más o menos equivalentes) de todo tipo (económico, político y militar) que creaban las reglas del juego. . El equilibrio del poder entre las grandes potencias (entre cinco y siete) constituía el mecanismo estabilizador del sistema. Pues bien, como es cierto, el sistema internacional surgido de la Segunda Guerra Mundial rompe con esa lógica previa. Además, la transformación progresiva del sistema (evidente a partir de los años setenta) hará cada vez más compleja la tipología de las potencias en ese sistema que nace en el 45, se hunde en el 89 y nosotros revisamos en el 93. Por otra parte, vamos a simplificar hablando de la existencia de tres grandes tipos de potencias desde el final de la Segunda Guerra Mundial: las superpotencias, las grandes potencias y las potencias medias. Superpotencia. Las superpotencias juegan en el sistema bipolar un papel equivalente al de las grandes potencias de la Europa del Congreso de Viena. Son las encargadas de establecer el equilibrio en el conjunto del sistema, no a través de la negociación diplomática (si bien ésta se utiliza desde los años sesenta), sino a través de la disuasión nuclear mutua, que constituye el recurso para generar bloques ideológico-militares liderados por las dos superpotencias (Estados Unidos y Unión Soviética), pero que al mismo tiempo supone ser un factor de parálisis en tanto que ilustra la capacidad de actuación (peligro de aniquilación mundial) y la economía de los dos Grandes. El alcance mundial de las superpotencias viene determinado, por tanto, por su poder de coerción (su capacidad militar y nuclear) que define la lógica bipolar. En esta definición se observa que la lógica bipolar domina el sistema en su dimensión político-militar y que, por tanto, hemos de hablar de dos superpotencias justamente en ese terreno. La desaparición del sistema bipolar no significa la desaparición de dichos recursos (militar-nucleares), sino la desaparición de las reglas del juego en dicho terreno; lo que genera incertidumbre en el actual sistema en transformación. La desaparición de la Unión Soviética ha supuesto una revisión del concepto de superpotencia, evidente de cara al futuro, pero también de manera retrospectiva a causa de la ausencia material de la Unión Soviética en la definición de las reglas del juego en el ámbito económico internacional. De ahí que el concepto de potencia hegemónica, en relación a la capacidad estadounidense de marcar las reglas del juego en el terreno económico (en solitario) y en el terreno político-militar (junto a la Unión Soviética), se ha aplicado en ocasiones a los Estados Unidos como factor diferenciador respecto a la Unión Soviética durante la guerra fría. En buena medida, como veremos a continuación, la erosión respectivamente del papel de liderazgo ideológico de las dos superpotencias y del liderazgo económico de los Estados Unidos a partir de la década de los sesenta supondrá el reforzamiento de lo que aquí denominamos como grandes potencias (en el sistema bipolar y en la actualidad).
Grandes Potencias El concepto de grandes potencia es aplicado a un grupo de países que cumplen funciones diferentes en el sistema. Sin duda, ese grupo de países están formado (desde la perspectiva de 1993) por Francia, Gran Bretaña, China, Japón y la República Federal de Alemania. Los criterios para destacar a este grupo de países son variados y entran en los ámbitos diversos de las relaciones internacionales (económico, político y militar). Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad y del Club Nuclear, China, Francia y Gran Bretaña desempeñan un papel jerárquicamente superior en el sistema internacional que a una historia, prestigio y voluntad política. El papel de China, respecto a la Unión Soviética, y el de Francia, respecto a los Estados Unidos, como erosionadoras del liderazgo político-militar de las superpotencias es un factor destacable. Japón y la República Federal de Alemania, por su parte, consiguen gracias a sus recursos financieros y comerciales convertirse, a su vez, en erosionadoras del papel hegemónico de los Estados Unidos en el ámbito económico internacional. Sin embargo, ninguno de los países mencionados se puede considerar tan completo como los Estados Unidos en lo que respecta a sus recursos (tangibles e intangibles) y a su voluntad política de ejercer como potencia con responsabilidades mundiales. Joseph Nye elabora un listado de recursos y somete a examen a los Estados Unidos, a la Unión Soviética, a Japón, a China y a Europa (en referencia a la Comunidad Europea), para llegar a la conclusión de que en 1990 el Único estado del mundo fuerte en todos ellos seguían siendo los Estados Unidos. Medianas Potencias Finalmente, el concepto de potencia media es posiblemente el mas abarcador, en tanto que recoge un grupo importante de países que destacan bien en un ámbito muy particular de la vida internacional o bien a un nivel regional. Este es un concepto muy utilizado en los últimos años en referencia a los países de tamaño medio (caso de México o Brasil en América Latina o de España e Italia en Europa), con una diplomacia activa en ciertas áreas (caso de la política iberoamericana de España o del papel de México y Venezuela en la pacificación de América Central), aunándose así recursos y voluntad política en la definición. En esta misma línea se puede destacar el papel de países de reducidos recursos (por su tamaño territorial, demográfico o económico), muy diferentes entre sí, pero que juegan un papel destacado en la diplomacia multilateral; es el caso de algunos pequeños países europeos: la Austria neutral de la guerra fría, como espacio negociador, es un buen ejemplo. En este caso, el prestigio del país ligado a su voluntad internacionalista es el elemento destacable. Otro tipo de países que conforman la idea de potencia media son aquellos que por su peso (demográfico, económico, militar, etc.) en un marco regional juegan el papel de potencia en esa dimensión geográfica, estableciendo las reglas del juego en la misma. En este caso, la complejidad de algunas regiones hace que la asunción del papel de potencia constituya un tema permanente de conflicto (India y Pakistán en Asia del Sur, Irak y Siria en el Próximo Oriente, Marruecos y Argelia en el Magreb, etc.). En este último caso, la bipolaridad solía ejercer un papel regulador que actualmente ha desaparecido; si bien, en otros casos, la bipolaridad
suponía la persistencia por definición de un conflicto regional transformado en un conflicto bipolar (el enfrentamiento árabe-israelí) Pequeñas Potencias o Potencias Regionales Son Estados situados en el área del capitalismo semiperiférico y semidesarrollado, por lo cual también se les puede considerar como Estados semi periféricos o de desarrollo medio. Estos Estados cuentan con limitadas capacidades inmateriales, pero destacan por sus capacidades materiales en el sistema interestatal internacional. En este grupo encontramos a: Brasil, China, India, México, Rusia, Sudáfrica, Polonia, Arabia Saudita, Argentina y Turquía. Estos Estados se encuentran en vías de consolidación de sus modernidades y democracias. Estas potencias desde la semiperiferia y desde el Sur comenzaron a cuestionar la jerarquía establecida en el SPI de Guerra Fría y han continuado haciendo lo mismo en el SPI de post Guerra Fría. Actualmente, en este grupo de Estados China aparece como un candidato fuerte para disputar la supremacía y la hegemonía en el mundo. Finalmente, las potencias regionales, debido a su inclusión en el concepto de potencias medias y a su confusión práctica con ellas, no pudieron posicionarse correctamente, apuntalar su interés nacional decididamente, desplegar su interés internacional claramente e implementar roles geoeconómicos y geopolíticos regionales e internacionales adecuados. RELACIONES INTERESTATALES SOCIALES MIXTAS, CONFLICTIVAS Y RELACIONES DE COOPERACIÓN. La sociedad internacional es aquella sociedad global (macrosociedad) que comprende a los grupos con un poder social autónomo, entre los que destacan los estados, que mantienen entre sí unas relaciones recíprocas, intensas, duraderas y desiguales sobre las que se asienta un cierto orden común. Las relaciones internacionales abordan una parcela de la realidad social en la que nos encontramos inmersos, es una de las ciencias sociales. Es más difícil discernir que fenómenos concretos alberga. El realismo político considera la vida internacional como una realidad conflictiva en la anarquía y el dictado de la inexorable ley del más fuerte constituyen su fundamento. Con una identificación entre relaciones internacionales y interestatales. Una teoría de la Sociedad Internación obliga a considerar, junto a sus elementos estructurales, la trama de relaciones que se desarrollan entre sus miembros. Esta visión dinámica de la realidad internacional descansa en el supuesto de que los grupos con un cierto protagonismo internacional no pueden permanecer aislados entre sí sin ver ese protagonismo sensiblemente mermado. En efecto, la Sociedad Internacional, como cualquier otro tipo de sistema social, nace y subsiste debido a las actuaciones de sus miembros orientadas a generar vínculos de mutua influencia. Estas actuaciones recíprocas
o interacciones sociales constituyen el sustrato dinámico de todas las sociedades y, naturalmente, también de la Sociedad Internacional. Desde luego la consideración de la realidad internacional, como una tupida red de interacciones, no excluye la existencia de ciertos actos internacionales de carácter unilateral, emanados de la autonomía de todo actor internacional. Como ejemplos podríamos citar la concesión de cierto tipo de ayudas humanitarias en casos de catástrofes, la ruptura por un país de relaciones diplomáticas, el reconocimiento de un Estado o de un Gobierno o, el caso menos probable, pero mucho más grave, de un ataque nuclear estratégico, el llamado «first strike» o «primer golpe». No obstante, tales actos, además de ser ocasionales, no podrían por sí solos engendrar y sustentar una auténtica Sociedad Internacional. La consideración de las interacciones internacionales nos permite dar un paso teórico y proceder a una mayor precisión del concepto de relación internacional. Podemos afirmar que la relación internacional es la resultante de la articulación de múltiples interacciones entre determinados actores internacionales, en un marco espacial y, temporal bien definido, de tal modo que constituyan un proceso inteligible como un todo y fuera del cual cada una de estas interacciones carece de significado. Tradicionalmente los aspectos teóricos de la cooperación internacional han sido relegados o subestimados por los analistas. Ello ha sido el resultado de la excesiva importancia atribuida a los conflictos internacionales y, muy especialmente, a lo conflictos bélicos, a una visión distorsionada del poder de los estados. Semejante visión conflictiva de la vida internacional no puede ser sostenida hoy en día tras las aportaciones de diversas doctrinas, como el estructuralismo, el funcionalismo, el análisis de sistemas o, más recientemente, las investigaciones para la paz. Por cooperación internacional entendemos toda relación entre actores internacionales orientada a la mutua satisfacción de intereses o demandas, mediante la utilización complementaria de sus respectivos poderes en el desarrollo de actuaciones coordinadas y/o solidarias. Este concepto de cooperación internacional deriva del concepto general de cooperación, desarrollado por la sociología para definir una diversidad de relaciones surgidas en o entre los grupos sociales. Cabría afirmar que la cooperación internacional es la cooperación que se desarrolla en el seno de la Sociedad Internacional