V arios autores
Escritos católicos
Apologética del si glo II, Tertul iano, Montanismo, Gnost icismo, Car ismas.
Q uipu Editorial
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Quipu Editorial www.quipueditorial.com.ar Diciembre de 2007 Esta edición en format o PD F puede distribuirse de libre, siempre que no se distorsione el contenido.
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PRIMERA APOLOGÉTICA CRIST IANA SI G LO II
{ Los apologistas cristianos del siglo II.} Por Hans KESSLER
Con esta visión escalonada del mundo, prop plat onismo medio, intentaron exponer los apologistas cristianos del siglo II la fe en el D único y en Jesucristo, para defenderla contra l ataques y presentar abiertamente a Cristo c compendio de la razón universal divina y sup de la razón filosófica dominante. Justino Má 165 ca. Identifica el ser de Cr isto con el logo universal de la filosofía. Ese logos universal preexistente (= razón universal y sentido cósm que Dios ha puesto en el mundo y que desde siempre se ha manifestado en las «razones sem (logoi spermat ikoi), apar eció sobre la tierra y reveló personalmente en Jesucristo con toda plenitud. Por eso, para Justino «t odos los que h 4
vivido (espiritualmente) con el logos» en el f eran cristianos (Justino, Apol. I 46,3). El logo en Juan y en Ignacio de Antioquía es uno de l var ios predicados de Cr isto, se convierte aqu predicado cristológi co por excelencia: el Logo redentor y Cristo su forma de manifestación terrestre.
La acogi da de la especulación filosófica sob logos condujo a un desplazamiento del epicen cristológico a la preexistencia anterior al cos trataba ahora de cómo concebir la relación d premundano o del Hijo de Dios con Dios Pad Par a Justino, el Logos fue «engendrado por la voluntad del Padr e» antes de todas las criat ur Concibe la existencia y generación del Logos la procesión de la palabra humana pensada a l palabra pronunciada, en la cual se dan dos fas la primera está desde toda la eternidad en D Logos interno (razón inmanente); en la segun se abre de hecho a la creación, es producido manera de una esencia independiente, alcanz una existencia propia y plena como Hijo; es d que es engendr ado por la voluntad creadora d (Justino, dial. 61,2s).
Pese a todas las distinciones entre «hecho» «primogénito», tanto Justino como su discípu Taciano y Atenágoras de Atenas (177 ca.) desi Logos justo como tal Hijo primogénito, por l pueden dar la impresión de que lo veían en la 5
línea de las obras creadas. El Logos preexisten tiene aquí claramente una cat egoría inferior al (que es el único «ingénito», no engendrado, y s comienzo), es su primera obra e instrumento, dios subordinado al Padre (ho theos por antonomasia), un «D ios segundo» (deut eros th Justino, Dial. 56,4; cf . 128,4). Con esta idea de plat onismo medio de una hipóstasis divina, se y subordinada, con un comienzo precósmico, podía sí mantener la unidad de Dios –median subordinación-, pero a costa de amenazar con destruir la divinidad real del Logos joánico, consecuencia la presencia efect iva y redentora Dios mismo en Jesucristo. Ese peligro se agrav después con Arrio (+ 336). +++ Los alejandrinos Clem ente y O rígenes
Si los apologistas se habían limitado a inter la fe de la Iglesia con las formas mentales de filosofía, los alejandrinos proyectan por vez prim una vasta síntesis entre cristianismo y conocim del mundo antiguo. Clemente de Alejandr ía (+ del 215), teólogo del Logos como los apologista másallá de estos y resuelve la disonancia (negac del mundo) gnóstica Dios-mundo en una consonancia o armonía fundamental (af irmac mundo) Dios-mundo por medio del Logos un personificado en Cr isto. El papel del ser hum 6
Cr isto pasa por completo a un segundo plano; principio rect or (hegemonikon) en Cr isto lo e excl usivamente el Logos. Ese Cr isto-Logos t hacerse hombre sobre todo par a, como maest entregar a los hombres «su enseñanza celestial el amor (Clemente, Protrept. 11,114,4). En est sentido también se transf orma el motivo del intercambio de I reneo: «El Logos se hizo hom fin de que aprendierais de un hombre cómo e hombre puede hacerse divino (1,8,4).
El primer erudito eminente del cristianismo e Orígenes (+ 254 ca.). Su vasto y complejo sist empieza «arriba», en dios, origen espiritual y transmundano, para alcanzar en un poderoso movimiento cosmológico de descenso el pun bao j de la realidad terrena, emprender entonc «desde abajo» el retorno hacia «arriba»por el ca soteriológico del Espír itu, hasta que finalmente mismo lo sea«t odo en todas las cosas». El Logos convierte en el mediador entre Dios Padre y creación trascendente (no mat erial), a la que embar go pertenece el Logos como primicias primera «criat ura» de la misma esencia. Por ot parte, Orígenes dice del mismo Logos que no instante alguno sin que el existiera. El Logos h tenido que existir desde la eternidad, porque d eternidad necesita Dios un punto de referenc que está referido (en su ser creador). Su «gene es tan eterna y dur adera como la generación d esplendor por la luz, porque no es en virtud 7
adopción por parte del Espíritu, por la que des fuera se convierte en Hijo, sino que es el Hijo p nat uraleza»(Orígenes, De princ. 1,2,4). La nue ideade la generación eterna del Logos perman todavía ambigua en Orígenes, porque no distin claramente entre creador y criat ura. Explícitam habla el maestro alej andr ino de tres «hipósta eternas de la divinidad, entendiendo por hipó según las ideas del plat onismo medio y nuevo realidad metaf ísica autónoma o la realización concreta. Tales hipóstasis continúa viéndolas Orígenes en una relación escalonada y subord llegando a ser una sola cosa por la concordia mismidad de la voluntad. +++ El monarquismo modalista (modalismo) C Dios Padr e. (año 130 ca.)
Ya antes de la mitad del siglo II, se inicia de cristiano el trabajo de ciertos escritores que posteriormente por el tipo de obras llamarem “ apologistas” todos en lengua griega, en este poco a poco van dando un car iz diferente a l literatura cristiana. Esto a diferencia de los padres apostólicos refieren únicamente a la exposición de la fe d forma sencilla. Su ámbito helenístico, le abre vez mása nuevos horizontes diferentes, a tem 8
nuevos. Debido a la hostilidad creciente hacia se ven obligados a dirigir, también su reflexió ambientes no cristianos, intentando dar una i fiel de la nueva religión, en contra de las imá extendidas por parte de los autores paganos, pertenecientes a las clases cultas de la socieda romana. En cierto sentido, tampoco se debe sentido misional y propagandístico de estos t El tener que realizar el discurso del logos, d del público pagano, dió, muchas oportunidade estos escritores de prepar ar discursos cara al pú pagano. También se dieron en esta época diálogos co judaísmo de la diáspora aunque aquí el tema, e puesto de ante mano, siendo siempre le tema mesiánico en Jesús el punto central. La vida cotidiana de los cristianos, tambié mucho que hacer, contraponiéndola con las creencias de los gentiles y en algunos casos explicando, o intentado encontrar mejor dich “intentos” de búsqueda de Dios en los autores gentiles. 1.- CUADRA TO.
Este at eniense está considerado el primero todos, dirigió una apología al emperador Ad lo único cierto, ya que otras posibles obras n sabe con certeza su verdadera procedencia 9
2.- ARÍ STIDES.
Recientemente descubierto, le falta la verda idea de Dios, intenta de un modo poco preci distinguir tres tipos de hombres, judíos, bárba griegos. Solo el cuarto, los cristianos, poseen la rect itud y la verdad moral. Este autor, toma i aquí y de allá. Aunque el intento de aproxima gracias a la misma lengua resulta interesante, todos los sentidos. Este autor está plenament convencido de que sólo el cristianismo puede salvación a la humanidad. 3.- JUST INO.
Podemos decir, de este, que se trat a de una d grandes figuras, dentro de este género. Conve de una familia gentil de Palestina. Su apolog dirigida a los emperadores Antonio Pío y su hijo Marco Aurelio. Es importante también el dialo con el judío Trifon. Gran parte de su obra se ha perdido. El grado de formación del autor, dan a está apología una cat egoría especial a estos escrito revisado todos las corrientes de su tiempo, en intento de buscar la verdad y hasta que no enco el cristianismo y lo aceptó, no encontró la verda paz, después de esto ha dedicado, toda su vid predicarlo. Ideas principales: 10
• Buscando cierto par entesco, con las ideas filosóficas, habla de dios al igual que los filós griegos, como el “ padre del universo” .Es la un sin nombre, sentada encima de este mundo , qu puede hacerse inmediatamente visible . Justin relaciona este Dios con ideas trinitar ias . El L estaba desde el principio en el , paro es infer este. es mandado, conforma indica el AT y ta algunos de los anteriores filósofos, recibieron inspiración del “ ángel del Señor” , de modo q todos estos que han vivido, conforme a su inspiración pueden ser contados de algún mod como cristianos. ( la idea del logos, tiene una c influencia estoica).
• Los ángeles caídos, corrompidos por el or tientan al hombre y de ellos son la obra de la religiones paganas y ellos son los culpables d desorientación de los judíos. Los cristianos e nombre de Jesucristo, están protegidos, cont deones. El alto nivel de compromiso y de verdad é obrado siempre con rect itud, de los cristianos demuestra que están en posesión de la verdad . E cumplimiento en Cristo de todas las escrituras, e prueba también de verdad absoluta. El bautismo y la eucaristía, serán signos de permanencia de dios entre los cristianos. Est sustituyen a los antiguos ritos judíos de sacrif etc. 11
La doct rina de la cruz y la muerte y resurre de Cr isto, son otros de los puntos doct rinales importancia dentro de su apología. Su obra e importante como esl abón entre la primera te cristiana y el desarrollo paulat ino de esta. 4.- TACI ANO.
Discípulo de Justino. A diferencia de este, su una regresión, ya que en vez de ver lo bueno d filosofía y hacer una síntesis desde aquí, este s encuentra bur las y desprecio, par a las conqui la filosofía griega. En algunos momentos, lle af irmar, que todo ha sido tomado de los bár restando así toda originalidad a dicha filosofía es un juicio condenat orio. En cuanto a su te nada de especial aporta a lo de su maestro 5.- ATENÁGORA S.
“ El filósofo de cristianismo de Atenas” rec para el cristianismo , la igualdad de los derech las demáscorrientes filosóficas . Lo másdestac es la af irmación de que a Dios se le puede dem racionalmente . La resurrección especialmen dificultosa para los gr iegos, es trat ada por esta de un modo especial, en un escrito también es 6.- TEÓFILO. De el sólo se conservan “ los tres libros a 12
Aut olico” este, es un amigo pagano, al cual qu acercar los escritos del AT af irmando: que est mas antiguos y tienen mas fondo filosófico q muchos escritos. Destacamos también a Melitón de Sardes, mencionado por Eusebio, sin duda sus escrito debieron de ser importantes en su época. Tam otros como Apolinar, tuvieron su importanc este campo. Mencionar sin más el anónimo “ Discurso a Diogneto” . 7.- CONCL USI ÓN.
En este tipo de literat ura, de este siglo, vem paulat ino desarrollo de la fe y de la teología c respect o a la época anterior. Nos proporciona datos, de la vida interna en este siglo II, Desde lu la intención del cese de las persecuciones, uno d propósitos, no se logró . Pero la intención misione y desde luego el autovalimiento se reforzaro enormemente gracias a estos escritos.
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FR AG ME N TO S DE T A C I A N O
NOTICIA: Taciano, de origen sirio, se convirt al parecer, en Roma, y fue discípulo de san Justin Seconserva de él un Discurso contra los griegos el que se lanzaa atacar el politeísmo y la filosofía pagana de una manera vehemente y extremosa muestra bien su radicalismo y virul encia de Llevado de este radicalismo llegó a abandona doct rina común de la I glesia y fundó una espe sect a puritana de tendencias gnósticas, que f llamada de los encrat itas o continentes, en la pract icaba una total abstención de carnes, y d bebidas alcohólicas, se condenaba absolut ame matrimonio y hasta se llegó a sustituir el vino po agua en la celebración de la eucaristía. Son d particular interés, para el desarrollo teológi co, ideas acerca de la generación del Verbo —que pronuncian los desarrollos ulteriores de Tertu san Agustín— así como su elaboración de la doc de la inmortalidad y de la resurrección. (Josep
A continuación, algunos fragmentos de Tac 1. El V erbo y su generación
Dios era en el principio, y el Principio, se hemos recibido de nuestra, tradición, es la po del Verbo. Porque el Señor del universo, que e 14
sí mismo el mantenedor de todo, en cuanto q creación no había sido hecha todavía, estaba s pero en cuanto que residía en él toda la poten las cosas visibles e invisibles, sustentaba por mismo todas las cosas por medio de su poten racional. Por voluntad de su simplicidad proc Verbo: y este Verbo, que no salta al vacío, se convierte en la obra primogénita del Padre. Sabemos que él es el principio del mundo, y produjo por participación, no por división. P que se divide de otro, queda separado de ello; lo que es participado, distinguiéndose en cu dispensación (o economía) no deja más pobre aquello de donde se toma. Porque así como d sola antorcha se encienden muchos fuegos, y l primera antorcha no queda disminuida en su haberse encendido de ella muchas antorchas, también, el Logos que procede de la potencia Padre no dejó sin razón al que le había engend Yo mismo, ahora estoy hablando, y vosotros m escucháis: y está claro que no porque mi palab a vosotros me quedo yo sin palabra al conver sino que al proferir yo mi voz estoy poniendo or en la mat eria desordenada que está en vosotro la manera como el Verbo, engendrado en el principio, engendró a su vez él mismo para s creación, creando la mat eria, así también yo reengendrado a imitación del Verbo y habien alcanzado la comprensión de la verdad, inten poner un orden en la mat eria de la que yo mi participo. Porque la mat eria no está sin princ 15
como Dios, ni tiene un poder igual al de Dios sie sin principio, sino que ha sido creada. y no por ot ha sido creada fuera del que la produjo como cre de todas las cosas. 1
2. La resur rección de los cuerpos y la inmo del alma
Cr eemos que habrá la resurrección de los cu después de la consumación del universo, no c opinan los estoicos, según los cuales las mism cosas nacen y perecen de acuerdo con unos c periódicos sin ninguna ut ilidad, sino que una cuando hayan llegado a su término los tiempos que vivimos, se dará la perfect a restauración todos los hombres en orden al juicio. Y no n juzgarán Minos o Radamanto, antes de cuya m según las fábulas, ninguna de las almas era ju sino que se constituirá en juez el mismo Dios nos ha creado. No nos importa que nos teng fabul adores o charlat anes, porque creamos est doct rina. Porque así como yo no existía antes nacimiento y no sabía quién era, sino que sólo la sustancia de mi mat eria carnal, pero una ve nacido he venido a creer que existo en virtu nacimiento, aunque antes no existiera, así tam de la misma manera, yo, que he existido, y que muerte dej ar é de existir otra vez y desapar ecer vista, volveré a existir de nuevo, por un proc semej ante a aquel por el que no existiendo ant comencé a existir. Y aunque el fuego haga 16
desaparecer mi carne, el universo recibe la ma evaporada; y si soy consumido en los ríos o en lo mares, o soy devorado por las fieras, quedo depositado en los depósitos del que es un rico El pobre que no cree en Dios no conoce estos depósitos; pero el Dios soberano, cuando quie restablecerá en su condición original aquella sustancia que sólo par a él es visible. 2 3. D e la inmortalidad del alma
Nuestra alma, no es por sí misma inmorta mortal. Pero es también capaz de la inmortali no conoce la verdad, muere y se disuelve con cuerpo, pero resucita luego juntamente con e en la consumación del mundo, para recibir co castigo una muerte inmortal. Por el contrar alcanzado el conocimiento de Dios, no muer másque por el momento se disuelva (con el cuer En efect o, por sí misma el alma es tinieblas, y no nada luminoso en ella, que es, sin duda, lo qu significa aquello: «L as tinieblas no aprehende (Jn 1, 5). Porque no es el alma por sí misma la salva al espír itu, sino la que es salvada por él aprehendió a las tineblas, en el sentido de que Verbo es la luz de Dios, mientras que las tini son el alma ignorante. Por esto, cuando vive s incl ina hacia abao j hacia la mat eria y muere c carne; pero cuando alcanza la unión con el Esp de Dios ya no se encuentra sin ayuda, sino que levantarse a las regiones hacia donde le cond 17
Espíritu. Porque la morada del Espiritu está alto, pero el origen del alma es de abajo. En u principio, el Espír itu era compañero del alma: p ésta no quiso seguir al espiritu, y éste la abandonó Mas ella, que conservaba, como un resplandor d poder del espíritu, y que separada de él yano po contemplar lo perfecto, andaba en busca de Dio se modeló extraviada muchos dioses, siguiend demonios embusteros. Por otra parte, el Espír Dios no está en todos los hombres, sino sólo algunos que viven justamente, en cuya alma se presente y con la cual se abraza y por cuyo me con predicciones, anuncia a las demás almas l está escondido. Las que obedecen a la sabidu atraen a sí mismas el espíritu que les es cong pero las que no obedecen y rechazan al que es servidor del Dios que ha subido, leos j de mos como religiosas se muestran más bien como a que hacen la guerra a Dios. 3 4. Los cr istianos y el emperador
¿Por qué os empeñáis, oh gr iegos, en que, com en lucha de pugilato, choquen las instituciones Estado contra nosotros? Si no quiero seguir l costumbres de ciertas gentes, ¿por qué he de s odiado como el ser más abominable? El emper manda pagar tribut os, y yo estoy dispuesto a h Mi amo quiere que le esté suj eto y le sirva, y reconozco esta servidumbre. Porque, en efec hombre se le ha de honrar humanamente, per 18
sólo se ha de temer a Dios, que no es visible a ojos humanos ni es por arte alguna comprens Sólo si se me manda negar a Dios no estoy dispu a obedecer, sino que antes suf riré la muerte, pa declararme mentiroso y desagr adecido. 4 1. TACI ANO, Discurso contra los griegos, cap. 5. 2. Ibid., cap. 6. 3. Ibid., cap. 13. 4. Ibid., cap. 4.
TERTULIAN O
Una de las principales figuras del siglo III pa cristianismo, Quinto Septimio Florencio Tertu másconocido simplemente como Tertuliano, n en el seno de una familia gentil (o pagana) en Cartago -África- hacia el 150-160 d.C. Su padr centurión en la armada preconsular, y Tertul ia tras una juventud disipada y licenciosa según propio testimonio se convirtió al cristianism ciudad de Roma, hacia el año 195 d.C. siendo después, según Jerónimo, presbít ero de la igles Cartago. Sus primeras obras (de su etapa cat ólica, an hacerse herét ico-montanista) son escritos generalmente apologéticos contra los paganos diversas herej ías y cismas de la época. En esta se nota su educación como abogado por la re 19
que usa en sus argumentos, a veces mordaz y o veces direct amente tomada del derecho roma para Tertuliano, el depósito de la fe descansa excl usivamente en la iglesia universal, que ha recibido sus enseñanzas de los apóstoles, por los herej es y cismát icos ni siquiera tienen der "legal" de usar el nombre de cristianos y las Escrituras, ni la Iglesia se debe tomar la moles siquiera de discut ir con los mismos. Estos argumentos serían usados 1400 años después p Iglesia cat ólica contra el naciente protestanti lema de "Sola Escritura" . Notemos que lo que Tertul iano dice es que la Iglesia podía demost uniformidad de doct rinas por medio de los es apostólicos (aún no compilados en el Nuevo Testamento en la época de Tertuliano). Hubiese sido Tertuliano de Cartago un santo siglo III para la Iglesia Católica –{ siempre co en Italia, Roma sobre la colina vat icana dond reposan los restos del primer obispo de Roma Pedro’ martirizado en cruz invertida cabeza a el 64/ 67 bajo Nerón} conocido Tertul iano co azote de los herejes y defensor de la ortodoxia, s hubiese abrazado, el año 207 d.C. el montanism del que tanto habló San Ireneo de Lyon (trat ánd máscomo gr upo "heterodoxo" que como here ¿Qué es lo que vio Tertuliano en este movimient Pensemos que el montanismo no fue un cisma herejía en sus principios, más bien, del mismo que hoy pasacon ciertos movimientos extrem puritanos, fue una involución de carácter rigor 20
en muchos casos fanát ica y exagerada, que se el seno de ciertos grupos y comunidades de la I y que, pese a que terminó siendo condenados p autoridad del Magisterio de la Iglesia, algun consideraron pat rones de la ortodoxia doct rin Así, conociendo el carácter de Tertuliano, no de extrañar que se viese at raído por el rigor de l montanistas del siglo III y su excesivo celo por santidad y el orden de vida cristiana, común puritanismo protestante. Por otro lado par ec los montanistas af ricanos eran mucho menos místicos que sus homólogos de Fr igia y Asia M Ya como montanista, Tertul iano siguió escribiendo trat ados contra las herejías, que h capitales para entender el posterior desarroll teología cristiana. Quizá la más importante es trat ado "Contra Praxeas" , un alegat o contra un Praxeas, que en la I glesia cat ólica con sede en histórica en Roma, se opuso al montanismo y interpretación acerca de la relación entre el P Hijo y el Espír itu Santo. Así, Praxeas predicab llamado "pat ripasiosismo" herej ía que explica Dios unas veces act uaba como Padr e, otras com Hijo, y otras como Espír itu. Así, entonces el P suf rió también la pasión, puesto que el Padre Hijo. Fr ente a tal herejía, el Magisterio de la Igle denunció dicha doct rina errónea en mat eria d sostenida con pertinacia. Escribió después, como montanista, ardient alegat os contra la iglesia cat ólica a la que acu 21
falta de rigor y santidad, y llamaba a los cat ól "psíquicos" por su oposición, según él, al Espí Santo. Su legalismo y rigorismo llegó al extre reprochar a la Iglesia por los refrigerios que h llegar a los mártires encarcelados tachando de glotonerías esas ayudas a, por propugnar que s podía se debía escapar del martirio (los montan lo buscaban y lo llegaban a provocar -contra l opinión de la Iglesia ya desde el siglo I). Ade según él (y el montanismo) la I glesia no podí reconciliar con la pax ecclesiastica no sólo a lo habían cometido pecat a gr avitoria, o pecado d muerte (apostasía, homicidio y adulterio), sin tampoco a los que cometían pecados menos g (esto es, para el montanismo, existían numero pecados irremisibles que hacían perder la sa En fin, un auténtico puritanismo incapaz de ac la ideade un Dios misericordioso, pleno de am frente a quien se ar repiente sinceramente. Seopuso, también según él, completamente todo lo que sonara a cultura pagana dentro de l iglesia (filosofía, etc.)
Resulta tremendamente asombroso y much menos paradójico que, un defensor de la orto como Tertul iano, se uniese a un grupo tenido herét ico por el Magisterio de la Iglesia, y que la herej ía" produjese algunas buenas fórmulas teológi cas que han resultado ser de primerísim importancia para la doct rina teológi ca de la I Debemos notar además (sería imposible expon 22
porqué aquí, por falta de tiempo) la importan su influencia en la I glesia Católica, al ser el p gran teólogo que escribió en lat ín. -.-
Los protestantes nos envidian muchas veces nosotros los católicos el que gracias al Magiste petrino con sede histórica en Roma, no existen nuestra Iglesia fracciones incompat ibles como caso de las trágicas divisiones que ellos padece se está con Cristo o se está contra Él. +++
Se suele asociar la palabra “ tertulia” con Tertul iano de Cartago (Quinto Septimio Flore Tertul iano), famoso Padr e de la Iglesia del si orador y apologeta con gr an dominio de la re en su forma de argumentar. A este gran retóri llamaba tre Tullius “ el que vale tres veces co Tul io (= Mar co Tul io Cicerón)” , el gran orado romano. Según algunos, allá por el siglo XVI comenzaron a formar círculos de gente culta q reunía en algún local par a leer a Tertul iano y a grandes retóricos de la antigüedad y, de esta m aprender a conversar y ar gumentar en los salon La “ tertulia” es yauna institución española, la “siesta”, etc. Ha habido tertulias famosas y el siglo XVI II, pero las más célebres fueron tertulias literar ias del siglo XX. Hoy las tertu 23
o radiofónicas o televisivas. +++
La primitiva lengua del cristianismo, aun e occidente romano, fue el gr iego. En la Galia ro Ireneo de Lyón escribía en griego, y aun en la m Roma, Hipólito utilizaba esta lengua a finales siglo II. Sin embargo, a medida que el cristian iba arrai gando en occidente, deando j de predo entre sus filas los inmigrantes de origen orien empezó a sentirse la necesidad de expresarse e Los textos lat inos cristianos más antiguos hub de ser las traducciones bíblicas y los formula litúr gicos, de los que quedan rastros disperso ya a finales del siglo I I apar ecen obras litera propiamente tales en lat ín: en esta lengua es los ambientes romanos, el apologista Minuci y en el Africa romana sur ge el genio incompa Tertuliano.
Tertul iano nació en Cartago antes del año 1 se dedicó desde muy joven a la retórica y al de Pasó a Roma, donde par ece que ganó reput ació como jur ista, aunque esto no acabó de satisf acer temperamento idealista y apasionado. Hacia el a 195 se convirtió al cristianismo, y desplegó u incansable act ividad literaria en defensa y expl de su nueva fe. Sin embargo, ni aun en ella encontraba fácilmente satisf acción aquel af rica ardiente a quien toda perfección par ecía poca 24
pronto se dejó at raer por las tendencias más espiritualistas y rigoristas dentro del cristia finalmente, hacia el año 207, se adhirió abierta a la sect a herét ica de Montano, que pretendía cristianismo máspurificado por medio de una encarnación del Espíritu de Dios en sus miem
Los escritos de Tertul iano reflejan todo el apasionamiento de su alma. La doctrina cristia expresaen ellos con una fuerzaextraordinar ia, también de una forma extremosa, desmesurad veces, llena de contradicciones. Los escritos montanistas del último período de su vida manifiestan una act itud rigorista y espirituali contradice las posturas más moderadas de su primeros años. Aun así, los escritos de Tertul ej ercieron un influjo incalculable en la formac pensamiento teológi co.
Al revés que los alejandr inos, Tertuliano af repudiar totalmente la cultur a pagana, lo cual n quiere decir que sus propios modos de pensar y expresarse no estén profundamente influidos p retórica y la filosofía de su tiempo. Antes de entregarse al espiritualismo montanista, Tertu está convencido de que la única verdad es la qu contiene en la tradición apostólica que se conse en la iglesia. Ni siquiera la Escritur a es por si garantía suf iciente de verdad, puesto que tod sect as apelan a ella: el verdadero sentido de la Escritura nos lo da la regla de fe de la I glesia 25
adelante, cuando él mismo haya caído en la se montanista, Tertuliano repudiará la regla de fe vida de la Iglesia, para buscar la verdad únicam en la inspiración carismát ica de los que se sien arrebatados por una extraña nueva efusión d Espiritu.
Contra el marcionismo, Tertuliano defende unicidad del Dios creador y redentor, del Dios Antiguo y del Nuevo Testamento. La misma creación material es en sí buena, manifestando e orden y belleza la bondad de Dios, que la hizo par bien del hombre. En el tratado contra Práx herej e monar quianista, Tertuliano defiende la doct rina trinitar ia con fórmulas que preludian definitivo pensamiento agustiniano en esta m aunque se encuentra todavía con dificultades expresión por falta de un lenguaje teológico pr Tertuliano expresala verdadera unidad de na y de sustancia en Dios juntamente con la verda trinidad de personas, y al combat ir el monarquianismo no cae, como los padres grieg expresiones de tendencia subordinacionista. E encuentra yael germen de lo que será la explica psicológica de la Trinidad que desarrollará s Agustín. El misterio de la Encarnación es ex magistralmente por Tertul iano en el trat ado Christi, en el que combat e las tendencias doce siempre amenazantes. La antropología de Tert es original y vigorosa, y puede estudiarse particularmente en su trat ado De Anima, el pr 26
libro que un autor cristiano dedicara especial esta cuestión. El alma es imagen de Dios, libr inmortal. Respect o al origen de las almas individuales, Tertuliano se inclina por lo que llamó traducianismo, es decir, por la explicac según la cual el alma se transmitiría y se mu a través del semen pat erno en el act o de la generación. A partir de la doct rina cristiana d resur rección Tertul iano corrige el espiritualis la tradición plat ónica, y defiende la dignidad carne y del cuerpo humano, que ha de servir a juntamente con el alma, y que con ella ha de re el premio de la vida bienaventurada. El pecad original es una corrupción inicial y culpable d nat ur aleza que se transmite con la transmisió almas a los individuos.
Podr ía considerarse a Tertul iano como el fundador de la teología sacramental. Su trat ad Baptismo—la primera obra cristiana dedicada expresamente al estudio de un sacramento— establece las bases teológi cas de los sacrament como signos de la gracia. Antes de entregarse montanismo, Tertuliano admitía la posibilida una penitencia aun después del bautismo, y co exhortación a ella escribió su trat ado De paenite Con el montanismo adoptó en cambio un rigoris extremo, lanzándose a furiosos at aques contr jerar quía de la Iglesia a la que acusaba de lax el perdón de los pecados. En Tertuliano se encuentran también las primeras referencias 27
del mat rimonio cristiano.
En cuanto a la vida cristiana, Tertuliano subr en ciertos momentos con intención apologétic los cristianos son en todo como los demáshom dedicándose a toda suerte de ocupaciones y or por los emperadores. En cambio, en otros momentos, y sobre todo a consecuencia del rigorismo montanista, par ece exigir una rigu ascét ica de apartamiento del mundo, negando q cristiano pueda prestar servicio militar y ocupa cosas temporales. A pesar de sus expresiones menudo intolerantes, Tertuliano es uno de lo primeros escritores cristianos que, por razon apologéticas, proclama los principios de la lib religiosa, por los que ningún culto particular p ser impuesto a nadie por la fuerza, y decl ara l absolut a igualdad de todos los hombres ante D
Por lo que respect a a la escat ología, Tertul ia acepta el milenarismo o renado i de los justos mil años sobre esta tierra al fin de los tiempos; se expresayala concepción, que luego se gener por la cual el alma pasa a recibir el premio o castigo de Dios ya inmediat amente después de muerte, sin esperar a la resurrección final, as la idea del pur gatorio o pur ificación del alma de la muerte. (Vives, Joseph) ***** 28
FRAGMEN TOS D E TERTULIAN O La pasión por la verdad
... Dejad que la verdad se abra paso hasta vu oídos, aunque sea por este camino privado de escrito sin voz, La verdad no pide favor algun su causa, porque no se asombra de su condició sabe que anda como extranjera en la tierra, y q andando entre extranjeros, fácilmente se enc con enemigos: su linaj e, su morada, su esperan crédito, el reconocimiento de su valor están cielos. Mientras tanto, una sola cosa pide: que la condene sin ser conocida. ¿Qué daño les pu venir a las leyes, que son soberanas en su pro esf era, de que se la oiga? ¿Podr á su soberanía s gloriosa por el hecho de que condenen a la ve sin haberla oído? Si la condenan sin oírla, ade reproche de injusticia, se at raerán la sospech prejuicio por el cual no están dispuestos a oí que saben que no podr ían condenar una vez o
La verdad no tiene nada de qué avergonzars sólo de que no se la saque a luz. 2 El cr ist ianismo y la filoso fía
Todo esto son doctrinas humanas y demoníac nacidas de la especulación de la sabidur ía mund para agradar a los oídos. Pero el Señor las lla necedad, y eligió lo necio según el mundo pa 29
confundir a la misma filosofía. Porque la filo el objeto de la sabidur ía mundana, intérprete temeraria del ser y de los designios de Dios. T las herej ías en último término tienen su orig filosofía. De ella proceden los eones y no sé q formas infinitas y la tríada humana de Valent que había sido plat ónico. De ella viene el Dio Marción, cuyasuperioridad está en que está ina es que procedía del estoicismo. Hay quien dice alma es mortal. y ésta es doctrina de Epicuro cuanto a los que niegan la resurrección de la c se apoyan en la enseñanzade todos los filósofos excepción. Los que equiparan a Dios con la ma siguen las enseñanzas de Zenón. Los que pret un Dios ígneo aducen a Heráclito. Las misma cuestiones trat an los filósofos y los herej es, y disquisiciones andan entremezcladas: ¿de dónd viene el mal?; ¿cuál es su causa?; ¿de dónde y có ha surgido el hombre?Y también lo que hace poc propuso Valentín: ¿de dónde viene Dios?Está cl de la Entimesis y del Ectroma. Es el miserab Aristóteles el que les ha instruido en la dialé que es el arte de construir y destruir, de con mudables, de conjeturas firmes, de argumentos duros, artífice de disput as, enojosa hasta a sí m siempre dispuesta a reexaminarlo todo, porqu admite que algo esté suf icientemente examina ella nacen las fábulas y las genealogías intermin las disput as estériles, las palabras que se insi como un escorpión... Quédese para Atenas est sabidur ía humana manipuladora y adulterador 30
verdad, por donde anda la múltiple diversida sect as contradict orias entre sí con sus divers herej ías. Pero, ¿qué tiene que ver Atenas con Jerusalén? ¿Qué relación hay entre la Academ Iglesia? ¿Qué tienen que ver los herej es y los cristianos? Nuestra escuela es la del pórtico d Salomón, que enseñó que había que buscar al S con simplicidad de corazón. Allá ellos los que salido con un cristianismo estoico, platónico o dialéctico. No tenemos necesidad de curiose vez que vino Jesucristo, ni hemos de investig después del Evangelio. Cr eemos, y no deseamo nada más allá de la fe: porque lo primero que creemos es que no hay nada que debamos cre allá del objeto de la fe... 3 La tradición apostólica, regla de fe
Jesucristo mientras vivía en la tierra decla que él era, lo que había sido, cuál era la volun Padre que él ej ecutaba, qué deberes prescribía hombre; y todo esto, ya abiertamente al pueb sus discípulos aparte, de entre los cuales había escogido a doce principales par a tenerlos junto destinados a ser los maestros de las naciones. Y habiendo hecho defección uno de ellos, cuand después de su resurrección par tía hacia el Padr mandó a los once restantes que partieran y ens a las naciones, bautizándolas en el nombre del P y del Hijo y del Espíritu Santo. Y al punto lo apóstoles -—palabra que significa Enviados» 31
...recibieron la fuerza del Espír itu Santo que sido prometida para hacer milagros y para h en primer lugar anunciaron por la Judea la fe Jesucristo e instituyeron Iglesias, y luego ma por todo el orbe y predicaron la enseñanzade la misma fe a las naciones. Así fundaron Iglesias en cada una de las ciudades, y de éstas las demá Iglesias tomaron luego el retoño de la fe y la s deladoctrina,comolosiguenhaciendotodoslos díaspar aserconstituidascomoIglesias.Porest razón éstas se tenían también por Iglesias apostólicas, puesto que eran como retoños de Iglesias apostólicas. A todo linaj e se le at ribu car act erísticas de su origen. Y así todas estas I tan numerosas y tan importantes, se reducen aquella primera Iglesia de los apóstoles, de la qu todas provienen. Todas son primitivas; todas son apostólicas, puesto que todas son una. Prueba de esta unidad es la intercomunicación de la pa nombre de hermanos, así como de las garantía hospitalidad...
Aquí fundamos nuestro argumento de prescripción: Si el Señor Jesús envió a los após predicar, no hay que recibir otros predicador de los que Cristo determinó, puesto que «nad conoce al Padr e sino el Hijo, y a quien el Hijo revelar e» (Mt 28, 19), ni par ece que el Hijo lo revelase a otros fuera de los apóstoles, a quien envió a predicar precisamente lo que les hab revelado. ¿Qué es lo que predicaron, es decir, q 32
lo que Cr isto les reveló? Mi presupuesto de prescripción es que esto no se puede esclarecer es recurriendo a las mismas Iglesias que los ap fundaron y en las que ellos predicaron «de viva v como se dice, lo mismo que más tarde escrib por cartas. Si esto es así, es evidente que toda doct rina que esté de acuerdo con la de aquella Iglesias apostólicas, madres y fuentes de la fe, d ser considerada como verdadera, yaque claram contiene lo que las I glesias han recibido de l apóstoles, como éstos la recibieron de Cristo Cr isto de Dios. Al contrario, cualquier doct ri de ser juzgada a priori como proveniente de l falsedad, si contradice a la verdad de las I gle los apóstoles, de Cristo y de Dios. Sólo nos que pues, demostrar que nuestra doctrina, cuya re hemos formulado anteriormente, procede de tradición de los apóstoles, mientras que por e mismo hecho las otras provienen de la falseda Nosotros estamos en comunión con las I gles apostólicas, ya que nuestra doct rina en nada de la de aquéllos. Este es el criterio de la verd
...Suelen objetarnos que los apóstoles no tu conocimientodetodo;luego,agitadosporlamis locuraconquetodolovuelvenalrevés,dicenque efect ivamentelosapóstolestuvieronconocimi detodo,peronoloenseñarontodoatodos.Enun y otro caso atacan al mismo Cristo, quien hu enviado a unos apóstoles o mal instruidos o p sinceros. Porque, ¿quién estando en sus cabales 33
puede creer que ignorasen algo aquellos a quien Señor puso como maestros, todos los cuales fue sus compañeros, sus discípulos, sus íntimos?A e les explicaba por separ ado todas las cosas oscu ellos les dijo que les estaba dado conocer los que el vul go no podia comprender. ¿I gnoró al Pedro, a quien llamó Pi edra sobre la que hab edificarselaIglesia,quienobtuvolasllavesdelre deloscielosyelpoderdeat ar ydesatar enelcieloy en la tierra? ¿I gnoró algo Juan, el muy amado Señor, el que descansó sobre su pecho, el único quien el Señor descubrió que Judas sería el trai que fue dado a María como hijo en su propio lug ¿Qué podia querer que ignorasen aquellos a qui mostró hasta su propia gloria, con Moisés y Elía hasta la voz del Padre desde el cielo? Y con ello n hacía ofensaa los demásapóstoles, sino que ate a que [texto interrumpido]
...Con una locura semejante, como dijimos, confiesan que efect ivamente los apóstoles no ignoraban nada, ni predicaban cosas distintas de otros, pero no admiten que ellos revelasen todos todas las cosas, sino que algunas las anunciaban en público y para todo el mundo, en privado y par a pocos. Aducen las palabras dirigió Pablo a Timoteo (I Tim 6, 20):
...Era nat ural que al confiarle a Timoteo la administración del Evangelio, añadiera que n hiciera de cualquier manera y sin prudencia, 34
palabra del Señor de «no echar las piedras prec los puercos, ni las cosas santas a los perros» ( 7, 6). El Señor enseñó en público, sin ningun alusión a secreto misterioso alguno. Él mism mandó que lo que hubieran oído de noche y e oculto, lo predicasen a pleno día y desde los t Mediante una parábola les daba a entender qu siquiera una mina, es decir, una de sus palabra tenían que guar dar en un escondite sin dar fru alguno. Él mismo les enseñaba que no se solía ocultar una lámpara bao j un celemín, sino que s ponía sobre un candelabro, para que brille « todos los que están en la casa» (Mt 5, 15). Tod los apóstoles o lo habrían despreciado, o no l habrían entendido, si no lo cumplieron, ocult algo de la luz que es la palabra de Dios y el mi de Cr isto... 4
No basta la Escritur a como garantía de ver requiere la fe de la I glesia que la interpreta.
Es evidente que toda doct rina que esté de a con la de aquellas I glesias apostólicas, madr es fuentes de la fe, debe ser considerada como verdadera, ya que cl aramente contiene lo que Iglesias han recibido de los apóstoles, como recibieron de Cristo y Cristo de Dios. Al contra cualquier doctrina ha de ser juzgada a priori com proveniente de la falsedad, si contradice a la ve de las Iglesias de los apóstoles, de Cristo y de D Sólo nos queda, pues, demostrar que nuestra 35
doct rina, cuya regla hemos formulado anterior procede de la tradición de los apóstoles, mien que por este mismo hecho las otras provienen falsedad. Nosotros estamos en comunión con Iglesias apostólicas, ya que nuestra doct rina e difiere de la de aquellas. Este es el criterio d verdad 5.
La regla de la verdad es la tradición antig
Habrá que considerar como herej ía lo que s introducido con posterioridad, y habrá que tene verdad lo que ha sido transmitido desde el princ por la tradición. Pero otra obra asentará contra l herejes esta tesis, por la que, aun sin discutir sus doct rinas, habrá que convencerles de ser tale causa de la «prescripción de novedad» 6.
La apelación no ha de ser a la Escritura; no que llevar la lucha a un terreno en el que la v sea ambigua, incierta o insegura. Aunque la confrontación de textos no tuviera por resu poner en un mismo plano los dos partidos combat ientes, todavía según requiere la nat ur a las cosas, habría que proponerse antes la únic cuestión que ahora pretendemos dilucidar , a s quién hay que at ribuir la fe misma, la fe a la q dicen relación las Escrituras. Por quién, medi quién, cuándo y a quién ha sido dada la doct rin nos ha hecho cristianos. Dondequiera que apa que reside la verdad de la enseñanza y de la f 36
cristiana, allí estarán las verdaderas Escritur verdaderas interpretaciones de todas las que verdaderamente son tradiciones cristianas 7
El Espíritu Santo, garantía de la tradición I glesia
Concedamos que todas las Iglesias hayan caí el error; que el mismo Apóstol se haya equivocado dar testimonio en favor de algunas. El Espíritu Sa no ha tenido cuidado de ninguna a fin de conducir a la verdad, aunque para esto había sido enviado p Cristo, para esto había sido pedido al Padre, para fuera doctor de la verdad. No ha cumplido su deb el mayordomo de Dios, el vicario de Cristo, sino qu ha dejado que las Iglesias entiendan a veces otra y crean otra cosaque lo que él mismo predicaba po medio de los apóstoles. ¿Es verosímil realmente q tantas y tan importantes Iglesias hayan andado p camino del error para encontrarse finalmente en misma fe?Muchos sucesos independientes no lle a un resultado único. El error doctrinal de l Iglesias debiera haber llevado a la diversificac Pero sea lo que fuere, cuando entre muchos se aprecia unanimidad, ésta no viene del error, la tradición. ¿Quién tendrá la audacia de deci equivocaron los autores de esta tradición? 8
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El criterio de antigüedad combinado con e apostolicidad
Así pues, si quieres ejercitar mejor tu curios en lo que toca a tu salvación, recorre las I gle apostólicas en las que todavía en los mismos l tienen autoridad las mismas cátedr as de los apóstoles. En ellas se leen todavía las cartas auténticas de ellos, y en ellas resuena su voz y conserva el recuerdo de su figura. Si vives en cercaníasdeAcaya,tienesCorinto.Sinoestásle deMacedonia,tienesFilipos.Sipuedesacerca Asia,tienesEfeso.SiestásenlosconfinesdeItalia tienes Roma, cuya autoridad también a nosotr apoya. Cuán dichosa es esta Iglesia, en la que apóstoles derramaron toda su doct rina juntam con su sangr e, donde Pedro suf rió una pasión semej ante a la del Señor, donde Pablo fue coro con un martirio semejante al de Juan (Baut ista donde el apóstol Juan fue sumergido en aceite ardiente sin suf rir daño alguno, para ser luego relegado a una isla. Veamos lo que esta Iglesia aprendió; veamos lo que enseñó. Y con ella las Iglesias de Africa que le están vinculadas (ec contesseratis). Ella reconoce a un solo Dios y S creador de todo, y a Cristo Jesús, nacido de la v María, hijo del Dios creador; reconoce la resur rección de la carne, asocia la ley y los pro con los escritos evangélicos y apostólicos: aq donde va a beber su fe: la fe que sella con el a que viste con el Espír itu Santo, que alimenta 38
Eucar istía. Ella exhorta al martirio, y no adm nadie contrar io a esta doct rina. Tal es la doct digo que ya prenunciaba las herej ías fut uras, p de la que nacieron las herej ías. Estas no form parte de ella, puesto que surgi eron en oposici ella. También de un hueso de oliva suave, rica comestible, nace un acebuche. También de las pepitas de higos deliciosos y dul císimos nace e inút il cabrahígo. Así las herejías han nacido d nuestro troncos pero no son de nuestra raza; h nacido de la semilla de la verdad, pero con la bastardía de la mentira.
Siendo así que la verdad ha de declararse a n favor, a saber, de todos los que profesamos aq regla que la Iglesia recibió de los apóstoles, é Cr isto, y Cr isto de Dios, es evidente que nues intento es razonable cuarido proponemos que ha de permitir a los herejes que apelen a las Escrituras, ya que probamos sin recurrir a las Escrituras que ellos no tienen nada que ver con la Escrituras. Si son herejes, no pueden ser cristian yaque no han recibido de Cristo lo que ellos se ha escogido por propia elección al admitir el nom herej es. No siendo cristianos, no tienen dere alguno sobre los escritos cristianos. Con raz ha de decir: ¿Quiénes sois?¿Cuándo llegasteis, y dónde?¿Qué hacéis en mi terreno, no siendo de míos?¿Con qué derecho, Marción, cortas leña e bosque?¿Con qué permiso, Valentín, desvías el de mis fuentes?¿Con qué poderes, Apeles, mue 39
mis mojones?... Esta posesión es mia; posesión antigua y anterior a vosotros. Tengo unos or firmes, desde los mismos fundadores de la d 9. E l criterio de antigüedad de la verdad
Volvamos a nuestra discusión acerca del pr de que lo más originar io es lo verdadero, y lo posterior es lo falso. Tenemos en su favor aqu parábola de la buena semilla que fue sembrada Señor primero, y a la que el diablo enemigo a después la mezcla impur a de la cizaña que es h estéril. Adecuadamente representa la parábola diversidad de las doct rinas: porque también e pasajes la semilla es imagen de la palabra de Dios así la misma sucesión temporal manifiesta que v del Señor y es verdadero lo que ha sido depositad en primer lugar, mientras que lo que ha sido introducido después es extraño y falso. Este principio permanece vál ido contra cualesquie herej ías posteriores, las cuales no tienen conc alguna de su continuidad como argumento de verdad.
Por lo demás, si algunas tienen la audacia de remontarse hasta la edad apostólica, a fin de p transmitidas por los apóstoles por el hecho de existido en la época de los apóstoles, les podem replicar: Que nos muestren los orígenes de s Iglesias; que nos desarrollen las listas de sus 40
en el orden sucesorio desde los comienzas, de su que el primer obispo que presenten como su au padre seaalguno de los apóstoles o de los varon apostólicos que haya perseverado en unión con apóstoles. En esta forma, solo las iglesias apost pueden presentar sus listas, como la de Esmirn af irma que Policarpo fue instituido por Juan, y la Roma, que af irma que Cl emente fue ordenado p Pedro. De la misma manera las demás Iglesias muestran a aquellos a quienes los apóstoles constituyeron en el episcopado y son sus reb la semilla apostólica. Que los herejes inventen a semejante, yaque nada les es ilícito, una vez que han puesto a blasf emar. Pero aunque lo inventen nada conseguirán, puesto que su misma doct rin ser comparada con la de los apóstoles, decla su contenido distinto y aun contrario que no como autor a ningún apóstol ni a ningún var apostólico. Porque, así como los apóstoles no enseñaron cosas diversas entre sí, así los var apostólicos no enseñaron cosas contrarias a l los apóstoles; a no ser que se admita que una aprendieron de los apóstoles, y otra predicaron. tal forma de ar gumento les at acarán aquellas I que, aunque no presentan como fundador su ninguno de los apóstoles o de los varones apostólicos, puesto que son muy posteriores todos los días siguen siendo fundadas, sin emba por la comunión con aquella misma fe se consid como no menos apostólicas en virtud de la consanguinidad doct rinal. Así pues, que todas 41
herej ías, llamadas a juicio por nuestras Iglesia una u otra de estas formas, prueben que son apostólicas por alguna de ellas. Pero está cla no lo son, y que no pueden probar ser lo que no s y que no son admitidas a la paz y a la comunión co las I glesias que de cualquier manera son apost ya que por la diversidad de sus misterios (ab diversitat em sacramenti) de ninguna manera s apostólicas, 10
La regla de la antigüedad y la tradición, c M arción.
Siendo cosa clar a que es más verdadero lo q más antiguo, y es más antiguo lo que viene de comienzos, y viene de los comienzos lo que vi los apóstoles, será igualmente cl aro que fue transmitido por los apóstoles lo que es tenid sacrosanto en las Iglesias de los apóstoles. Ve cuál es la leche que los corintios bebieron del Pablo, según qué principios fueron reprendid gálatas, qué se escribió a los filipenses, a los tesalonicenses, a los efesios, qué es lo que los romanos oyen direct amente, a los que tanto P como Pablo les dejaron el Evangelio sellado con propia sangre. Tenemos también las Iglesias qu alimentaron de Juan: porque, aunque Mar ció rechaza su Apocalipsis, si recorremos la sucesió los obispos hasta su origen terminaremos en Jua autor. De la misma manera se puede reconoc autenticidad de las demás Iglesias. Me refiero 42
sólo a las direct amente apostólicas, sino a tod aquellas que están unidas con ellas por la com del sacramento: en ellas se encuentran el evang de Lucas desde que fue publicado, mientras que mayoría ni siquiera conocen el de Marción. ¿ queda condenado por el solo hecho de que n conoce? Ci ertamente Mar ción tiene I glesias suyas, tan posteriores como adúlteras, ya que recorre su lista sucesoria, se encontrará más fácilmente con un apóstata que con un apóstol, es, descubrirá que su fundador es Marción u ot los del enjambre de Mar ción. Las avispas hac también panales, y así hacen I glesias los marcionistas. Es esta autoridad de las Iglesia apostólicas la que garantizalos demás evange nos han llegado a travésde ellas y según la interpretación de ellas, a saber, el de Juan, el Mat eo, y el que publicó Marcos —aunque se di que es de Pedro, de quien Marcos era intérpret el que compuso Lucas, cuyo contenido se at rib Pablo... 11
1. TERTULI ANO, Apologeticus, I, 1, 1ss. 2. TERTUL., Adv. Val. 3. 3. TERTUL., De Praescript ione, 7, 1 ss. 4. Ibi d. 20-26. 5. Ibi d. 21, 4-7. 6. TERTUL., Adversus Mar cionem, 1, 1. 7. De Praescr. 19, 1-3. 43
8. Ibi d, 28, 1-4. 9. Ibi d. 36-37. 10. Ibi d. 31-32. 11. Adv. Marc. 5, 1.
TERTULIAN O O tros textos
Los dat os biogr áf icos que conocemos de Quint Septimio Florencio Tertuliano nos han llegado a de San Jerónimo. Sabemos que pasó la mayor pa vida en Cartago, donde nació hacia el año 155. S convirtió hacia el año 193, quizá durante sus añ Roma, donde se dedicaba al ejercicio de la abogac Desde entonces puso al servicio de la Iglesia su formación jur ídica y una notable habilidad retóri el primero en emplear la lengua lat ina en la expos teológi ca. Lamentablemente, al final de su vida, c los errores del montanismo, una herejía de corte rigorista. Por esta razón no se le cuenta en el núm los Padres, aunque tiene gr an importancia en la h de la I glesia. Murió en torno al año 225. En su época católica defendió con eficacia la fe a los paganos y frente a diversas herejías, y escribi teológicas y de carácter disciplinar y moral. Quiz más conocido sea el Apologético: un valiente es dirigido a los gobernadores de las provincias rom par a mostrar les la rect itud de vida de los cristiano totalmente aenos j a los delitos que se les at ribu una obra precedente, A los gentiles, había hech 44
enérgica defensadel cristianismo, dirigiéndose al pagano en general. En el Apologético sigue un prog mejor delineado y más sistemát ico. Se propone pres a los cristianos como ciudadanos comunes, como cualesquiera otros, cumplidores ejemplares de tod obligaciones cívicas, interesados por la cosapública como el que más, dignos de todo el aprecio que los gobernantes deben tener por los súbditos buenos y leales. De gr an importancia son otros dos trat ados: un acerca de la oración, y otro sobre la penitencia, que a continuación se recogen algunos pár raf os. trat ado Sobre la oración es el primero que abord tema en la literat ura cristiana. En Sobre la penite testigo de la práctica penitencial de la I glesia y necesidad de confesar los pecados cometidos des Bautismo.
LOARTE ¡Mirad cómo se aman!
(Apologético 39)
Habiendo refut ado las perversidades que se at ribuyen [al cristianismo], mostraré ahora su excelencias. Somos un cuerpo unido por una profesión religiosa, por una disciplina divina una comunión de esperanza. Nos reunimos en asambleao congregación con el fin de recurrir Dios como una fuerzaorganizada. Esta fuerz agradable a Dios. Oramos hasta por los 45
emperadores, por sus ministros y autoridades bienestar temporal, por la paz general (...).
Aunque tenemos una especie de caja, sus ing no provienen de cuotas fijas, como si con ello pusiera un precio a la religión, sino que cada quiere o si puede, aporta una pequeña cantid señalado de cada mes, o cuando desea. En est hay coacción alguna, sino que las aportacione voluntar ias, y constituyen como un fondo de En efect o, no se gasta en banquetes, bebidas, despilfarros mundanos, sino en alimentar o e alospobres; enayudar alosniñosyniñasquehan perdidoasuspadresysusfortunas,alosancianos confinadosensuscasas,alosnáufragos,alosque trabajanenlasminasoestándesterradosenislaso prisiones.Éstosrecibenpensiónacausadesufe,si suf ren como seguidores de Dios.
Pero es precisamente esta eficacia del amo nosotros lo que nos atrae el odio de algunos q dicen: mirad cómo se aman, mientras ellos se entre sí. Mira cómo están dispuestos a morir por el otro, mientras ellos están dispuestos, m bien, a mat arse unos a otros. El hecho de que llamemos hermanos lo toman como una infam sólo porque entre ellos, a mi entender, todo n deparentescoseusaconfalsedadaf ect ada.Sin embargo,somosinclusohermanosvuestrosen cuantohijosdeunamismanat uraleza,aunque vosotros seáis poco hombres, pues sois tan ma 46
hermanos. Con cuánta mayor razón se llaman verdaderamente hermanos los que reconocen único Dios como Padr e, los que bebieron un mi Espíritu de santificación, los que de un mismo s de ignorancia salieron a una misma luz de verda (...), los que compartimos nuestras mentes y n vidas, los que no vacilamos en comunicar toda cosas. Todas las cosas son comunes entre noso excepto las muj eres: en esta sola cosa en que lo demás pract ican tal consorcio, nosotros renun a todo consorcio (...).
¿Qué tiene de extraño, pues, que tan gran am exprese en un convite?Digo esto, porque andá ahí chismorreando acerca de nuestras modest cenas, diciendo que son no sólo infames y criminales, sino también opípar as 1 (...). Pero s mismo nombre muestra lo que son nuestras c pues se llaman ágapes, que en griego significa am En ellas, todo se gasta en nombre y en beneficio d la car idad, yaque con tales refrigerios ayudamos a los indigentes de toda suerte, no a los jactancioso parásitos que se dan entre vosotros (...). Consider el orden que en ellas se sigue, para que veáis car ácter religioso: no se admite nada vil o con la templanza. Nadie se sienta a la mesa sin ha antes gustado una oración a Dios. Se alimenta teniendo presente que incluso dur ante la noc de adorar a Dios, y hablan teniendo presente oye su Señor (...). 47
El convite termina con la oración, como comenzó. De allí nos alejamos, no para unirno gr upos de bandidos, ni para andar vagabundea ni para cometer obscenidades, sino en busca d mismo cuidado de la modestia y de la pur eza, quienes han cenado más disciplina que alimen
1. El ágape era una comida de frat ernidad que pre celebración de la Eucaristía, por un motivo de carida más pobres. Posteriormente, esa costumbre dio luga instituciones de beneficencia de la Iglesia. La calum eran objeto los cristianos no se limitaba a una supues glot onería, sino que también llegaba a imputarles cond licenciosas e incl uso antropofágicas.
Por qué confesar los pecados (Sobre la penitencia Vlll, 4—X)
¿Qué pretenden las parábolas del Evangelio? nos enseñan? Una muj er perdió una dracma, e inmediat amente se puso a buscar la; en cuanto encontró, invitó a sus amigas par a que se ale con ella. ¿N o es como la imagen de un pecado vuelve a la gracia divina?Seextravía la oveja de pastor, y el rebaño entero no le es más querido esa única oveja: sale en su busca, la prefiere sob todas las demásy, cuando la encuentra, la cond aprisco llevándola sobre sus hombros, porque rendida de tanto errar.
Recordar é también a aquel padre bueno y pa 48
que recibe a su hijo pródigo, y lo acoge con c pesar de que el muchacho, con su despilfarro, arruinó. Pero estaba arrepentido, y el padr e m ternero cebado y, con la alegría de un convite rienda suelta a su gozo. ¿Por qué? Porque hab recuperado al hijo perdido. Lo sentía dentro d mismo como la prenda más querida, precisam porque lo había vuelta a ganar.
¿Quién es para nosotros ese padr e? Dios mism Nadie es tan padr e nuestro como El, nadie manifiesta tanta piedad hacia nosotros. Él te como hijo suyo, aun cuando hayas dilapidado manos llenas todo lo que habías recibido. Aun vuelvas desnudo, te recibirá, precisamente po has vuelto. Y sentirá más alegría con tu retor con el buen comportamiento de su otro hijo. condición, claro está, de que tu arrepentimiento sincero: es decir, de que proceda de lo íntimo de corazón; de que estés dispuesto a reconocer e hambre que te af lige y la abundancia de que g alegremente los siervos de tu padre. A condició que abandones la piara inmunda de puercos, v a tu padre y—aunque él se sienta justamente indignado—le digas: he pecado, padre mío; y merezco ser llamado hijo tuyo. El reconocim las propias culpas levanta y ennoblece al peca mientras el que intenta disimular las, las agra confesión de los pecados se halla implícito el reconocimiento de las faltas y la verdadera contrición; si las disimulas, es señal de obstin 49
culpable.
El procedimiento par a beneficiarse de este segundo perdón es más difícil que el del prim que se obtiene en el Baut ismo. Las pruebas qu de ofrecerse son más exigentes. No basta ya h íntimo examen de conciencia; es preciso expres arrepentimiento con un rito claro y manifiesto. rito en griego se llama exomologesis, y consiste confesar sinceramente al Señor las culpas que cometido; no porque Él las ignore, sino porq declarándolas se satisf ace a la justicia divina. confesión oral procede la penitencia, y la pen mitiga la justa ira del Señor hacia el que ha pe
RC/ TERTULIANO: La exomologesis [rito de la Penitencia] comprende todo el proceso por el q hombre se abate y se humilla ante la majesta Dios, hasta el punto de conducirse de modo c de at raer sobre sí la piedad y misericordia div (...). Se propone avalorar las oraciones que dir al Señor, con la aspereza del ayuno; removerse lágrimas día y noche; invocar a Dios con todo ardor de nuestra fe; arrodillarse a los pies del sacerdote... La Penitencia levanta al hombre precisamente cuando lo abat e y lo postra en t ilumina con una luz resplandeciente, cuando mueve a reconocerse pobre y desvalido; lo ju cuando le acusa; lo absuelve cuando le conden Cr éeme: cuanto más severo seas contigo mismo perdonará y excusará Dios tus culpas. Sin emba 50
estoy persuadido de que muchos evitan o dif un día para otro la Penitencia, como si este r pusiese en evidencia delante de los demás. De modo demuestran que les preocupa más la est los hombres que la propia salvación. Se les pu comparar al enfermo que contrae un mal vergonzante y, movido por un falso pudor, e el médico conozca su verdadero estado, y aca mur iendo (...). Pero, dime, tú que muestras a tanto recato y tanta vergüenza: cuando se trat a pecar tenías la frente alta y soberbia, y ahora, c es momento de calmar la justa indignación del S ¿tiemblas?No reconozco ningún mérito ni al pu ni a la timidez, si produce másdaño que benefici es precisamente este falso sentido del pudor el q mueve a algunos hombres como a pensar: no preocupes; es mejor que me pierda yo, con ta mi estimación quede a salvo.
Es verdad que, al reconocer las propias cu podría uno exponerse a un grave riesgo, si, por ejemplo, lo hiciese ante una persona pronta a insultarnos o a burlarse de nosotros, o cuando alguien esperase la ruina del otro par a levant sobre la desgracia ajena, pisoteando lo que y caído. Pero estas cosas no pueden suceder ent hermanos, entre quienes par ticipan de una m esperanza, entre los que tienen de común el t la alegría, el dolor y los sentimientos. Si todo poseen un mismo espíritu, que procede del m Dios y Padre, ¿por qué te crees diferente de e 51
¿por qué huyes de los que están sujetos, igual a las mismas cadas í y errores, como si ellos fu espect adores de tus luchas, prontos sólo al apl no en cambio gente muycercana a ti, compañe tus mismas fat igas?
El cuerpo no permanece impasible ante el suf rimiento de uno de sus miembros; necesaria se duele con él, y busca un remedio. Allí donde e uno o dos fieles, allí se encuentra la Iglesia, y Iglesia se identifica con Cristo. Por eso, cuan tiendes las manos hacia tu hermano, estás toc Cristo, estás abrazando a Cristo, estás implora Cr isto. Y cuando tus hermanos derraman lág por ti, es Cristo quien suf re, es Cristo quien po suplica a su Padr e, obteniendo fácilmente lo q como Hijo pide.
Vamos a decirlo francamente: si conservas tus pecados, ¿piensas obtener un gr an benefic ¿crees acaso que quedará a salvo tu honorabili No. Aunque logr emos ocultar nuestras faltas, cuanto esto es posible al hombre, no las podr esconder a los ojos de Dios. ¿Y vamos a comp estima de los hombres con la certeza de que conoce nuestros pecados? ¿Qué es preferible condenarse, ocultando las miserias a los ojos humanos, o reconocer sinceramente nuestras culpas?
Alguno podrá decir: ¡pero es muy costoso a 52
los propios pecados, y confesarlos! Sí, pero de reconocimiento de la enfermedad procede la curación. Por otra parte, cuando se trat a de arrepentirse, no hay que hablar tanto de lo qu cuesta, sino de la luz y la salvación que ese ac penitencia consigue para nuestro espír itu. Es doloroso, par ejemplo, ser quemado con un c o experimentar la acción de algunas medicin embargo, todos estos remedios se usan, aunq nuestro pobre cuerpo padezca, y su acción do se justifica en orden a la curación de la enfer Cualquiera acepta de buen gr ado el mal presen la esperanza de un bien mayor de que gozare un momento fut uro. La ef icacia de la oración (Sobre la oración, 28-29)
Esta es la hostia espiritual que destruyó lo antiguos sacrificios. ¿A mí qué la muchedumbr vuestros sacrificios?, dijo. Harto estoy de los holocaustos de carneros y de la grasade corde quiero sangr e de toros ni de machos cabríos. ¿ ha pedido esto a vuestras manos?(Is 1, 11). Lo ha exigido Dios, lo enseña el Evangelio. Vendrá hora en que los verdaderos adoradores adora Padre en espíritu y en verdad, dijo. Pues Dios e espíritu (Jn 4, 23 ss) y, por consiguiente, exig adoradores de ese tipo. Nosotros somos verdaderos adoradores y 53
verdaderos sacerdotes, que al orar con el espí sacrificamos con el espír itu la oración como h propia y aceptable a Dios, es decir, la que ex proveyó par a sí. Ésta, ofrecida de todo coraz apacentada por la fe, cuidada por la verdad, por la inocencia, limpia por la castidad, coron la caridad, debemos conducirla al altar de Dio la pompa de las buenas obras, entre salmos e himnos, para que impetre de Dios todo lo que conviene.
¿Qué negará Dios a la oración que proviene espíritu y de la verdad, si es Él quien la exig Leemos y oímos y creemos: ¡cuántas pruebas de eficacia! La antigua oración ciertamente libr los fuegos, de las bestias y del hambre; sin em no había recibido de Cr isto la forma. Pues ¡c cuánta más eficacia opera la oración cristian coloca al ángel del rocío en medio de llamas, obstruye la boca a los leones, ni proporciona comida de los campesinos a los hambrientos, desvía ninguna sensación de las pasiones aun se haya concedido la gr acia, sino que instruy que padecen, sienten y se duelen con suf rimi con la virtud amplía la gracia para que la fe, a comprender por qué se suf re en nombre de D sepa qué es lo que se consigue del Señor.
ORA / EFECT OS: Pero también antes la orac imponía plagas, dispersaba ej ér citos enemigos, impedía la ut ilidad de las lluvias. Ahora, en ca 54
la oración aleja toda la ira de la justicia de Di alerta por los enemigos, suplica por los pere ¿Qué tiene de admirable que sepa alejar agua celestes la que también fue capaz de impetra fuegos? Sólo la oración vence a Dios; pero C quiso que ella no obrar a nada malo y le confi la fuerza del bien. Así, pues, ella no sabe nada que alejar las almas de los difuntos del camin mismo de la muerte, corregir a los débiles, cura los enfermos, expiar a los endemoniados, abrir cerraduras de la cárcel, desatar las cadenas de inocentes. Ella misma disminuye los delitos, las tentaciones, extingue las persecuciones, con a los pusilánimes, deleita a los magnánimos, con a los peregrinos, mitigalas agitaciones, obstacu los ladrones, alimenta a los pobres, gobierna a lo ricos, levanta a los caídos, apoya a los que se e cayendo, sostiene a los que están en pie.
La oración es el muro de la fe, nuestras arma nuestras lanzas contra el enemigo que nos obse por todas partes. Por tanto, nunca caminem inermes. De día acordémonos de la guar dia; p noche, de la vigi lia. Bajo las armas de la oració custodiemos el estandarte de nuestro emperad esperemos la trompeta de los ángeles con la o Oran también todos los ángeles, ora toda cria oran y doblan las rodillas los ganados y las fie saliendo de los establos y grutas, miran hacia el c no con ociosaboca, haciendo vibrar su aliento se su costumbre. También las aves entonces, 55
levantándose, se erigen hacia el cielo y abren de sus alas en vez de las manos y dicen algo parece oración.
¿Qué más se puede decir del deber de la ora También oró el Señor mismo, para quien sea el honor y la virtud en los siglos de los siglos. Felicidad del matrimonio cristiano (A la muj er, 9)
¿Cómo podré expresar la felicidad de aquel matrimonio que ha sido contraído ante la Igle reforzado por la oblación eucar ística, sellado bendición, anunciado por los ángeles y rat ifica el Padr e?Porque, en efecto, tampoco en la tierr hijos se casan rect a y justamente sin el consentimiento del padr e. ¡Qué yugo el que u dos fieles en una sola esperanza, en la misma observancia, en idéntica servidumbre! Son com hermanos y colaboradores, no hay distinción carne y espír itu. Más aún, son verdaderamente en una sola carne, y donde la carne es única, ú el espír itu. Juntos rezan, juntos se arrodillan, ju pract ican el ayuno. Uno enseña al otro, uno hon otro, uno sostiene al otro.
Unidos en la Iglesia de Dios, se encuentran también unidos en el banquete divino, unidos angustias, en las persecuciones, en los gozos. Ninguno tiene secretos con el otro, ninguno 56
al otro, ninguno es gr avoso par a el otro. Libre hacen visitas a los necesitados y sostienen a l indigentes. Las limosnas que reparten, no les s reprochadas por el otro; los sacrificios que cumpl no se les echan en cara, ni se les ponen dificultade para servir a Dios cada día con diligencia. No hace furtivamente la señal de la cruz, ni las acciones de gracias son temerosas ni las bendiciones han d permanecer mudas. El canto de los salmos y de los himnos resuena a dos voces, y los dos entablan un competencia para cantar mejor a su Dios. Al ver y oír esto, Cristo se llena de gozo y envía sobre ellos su paz. CRIPTOGRAFÍA.
La etimología de esta palabra es bastante e El origen es gr iego (criptós), "cripto- significa "oculto" y -graf ía "escritura" , es decir, escritu oculta o secreta.
El origen es gr iego (criptós), "oculto, secret engañoso", de donde derivó también la palabra y, a partir de esta, grotesco. Mástarde surgiría como cultismo.
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AU GE Y D EC LIVE DE L M ON TA N I S
No estaba concl usa la controversia con el gnosticismo, cuando en el seno de la iglesia, s habría paso un nuevo movimiento que se dio mismo el nombre de “nueva profecía” Tambié conocida por la herej ía de los frigios, aludiendo duda al lugar de donde procede esta herej ía. Es partir del siglo IV cuando se conoce como montanismo viendo el papel que desempeña e hombre dentro de la génesis del movimiento. Se trat a de un movimiento de rigorismo, qu intenta evocar los primeros tiempos, de la igle donde los hombres, apar ecen como carismát ic profetas dotados de dones especiales, que ello ponían al servicio de una vida comunitaria má intensa.
Profecía y autoridad de la iglesia llegaron a u enfrentamiento con el resultado de expulsión los secuaces de estas ideas. Tres son los estadios por los que pasa el montanismo. 1.- I nicios.
Comienza hacia el año 170 cuando Montano aldea de Ardabau, en las provincias asiát icas d Fr igia y Misia, poco des pues de su bautismo, 58
lenguaje un tanto oscuro, anuncia a sus herma profeta del espír itu Santo que por obra suya i conducir la cristiandad a la verdad entera.
La unión a este propósito, de dos visionar ia comoPr iscilayMaximilafuedecisiva.Estepueblo, erapropensoalasgrandesmanifestacionesdetip car ismát ico,posiblementeinfluidoporlasregione mistéricasasentadasdurantesiglosenesaszona cierto es que tuvo un “ boon” grande .
Su principal signo el la idea escat ológi ca, anunciando la llegada inminente del Señor y ella comenzará en la llanura de Pepuza una nu Jerusalén celestial. El ambiente era propicio, d a que las cat ástrofes nat urales y la peste, había desolado a las gentes necesitadas de algo de consuelo.
Pero el mensaje escat ológi co, no solo se limi la ideade profecía, tuvo su incidencia en la vida pract ica así el ayuno, como purificación será un punto importante a tener en cuenta haciendo la norma de la iglesia existente, rigurosay pesada.
El deseo del martirio es otro de los puntos verdaderamente significat ivos como el mejor desprendimientos del mundo y la mejor form encontrarse con el Dios de la salvación. Los b materiales, tampoco tiene valor de hay su ent los dirigentes para el sustento de los profetas 59
Pero lo más significat ivo, es su renuncia al matrimonia, fuente de encadenamiento a las c del mundo La abstinencia según Priscila, capa especialmente para las visiones y comunicaci proféticas
La extensión fue considerable en sus comien Asía Menor, Siria, Traciá incluso en Lyon y Vien se tiene noticias de esto como hace notar Euse
Incluso tuvo cierto permiso, posiblemente de a su teología, en un principio, los obispos de Ro no tuvieron en consideración este movimiento peligroso.
Los principales representantes murieron p pero fue el encuentro de esta movimiento, co figura de Tertul iano, la suerte par a su propio desarrollo, ya que este pasó al papel sus inten y esto lo reforzó extraordinariamente. 2.- D esar rollo: T ertuliano
A partir del 205/ 206, sus escritos permiten deducir, que no solo conoce la doct rina sino participa de ella, Sin duda su implacable rigo todo termino medio y su excesivo amor a la ver le llevó por sendas rigoristas. Su poder de ape al Espír itu sedujo a este autor llevándole a un transf ormación paulat ina de un término medi 60
rigor más absolut o.
Tanta fue su obra y su crítica interna, que e montanismo de tertuliano no representa el d primera época, Según este se trata de llevar g Espíritu Santo a la cristiandad a la edad mad este modo y de una manera magistral, expon puntos antes mencionadas como principales haciendo de ellos una doct rina perfect amente sustentada.
Su exposición no fue para el pueblo llano, lo demuestra la historia, pero sus escritos si fue leídos y tenidos en cuenta. 3.- O caso del montanismo
Sólo ante la desf iguración de las ideas del cristianismo por parte de los montanistas tu reacción la iglesia.
La iglesia, se negó a hacer suyo el exagerado programa ascét ico de estos gr upos abriéndose a todos los hombres . El negar la inminencia escat ológi ca hizo que la iglesia se sumergi era e trabajo de todos los días dedicándose más de las tar eas misionales tan importantes en estos primeros tiempos.
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LA CON TROVERSI A CON EL G N O ST I C I SM O
La polémica, literar ia del paganismo, no representa, par a la comunidad cristiana un p demasiado serio, pero en el gnosticismo, le s Iglesia el verdadero adversario, que desde tie muy recientes puso en peligro, la continuidad misma iglesia, debido a las diferencias y a las lu que se dieron, entre los diversos grupos y las diversas ideas.
Ci ertas corrientes dualistas del Oriente, co del judasmo í tardío, unido a las ideas del cristianismo, dan como síntesis una corrient pretendía en los primeros tiempos, dar la solu las preguntas últimas del hombre. El culto, la litur gia, tomaba parte de los ritos, de los culto mistéricos unido a la propaganda y a la clara intención de conquista de la iglesia desde de hicieron de este movimiento, el verdadero ri iglesia naciente. 1.- I deas fundam entales del gnost icismo
El tema fundamental es este: ¿cómo se haya verdadero conocimiento, que esclarezca el eni del mundo, y del mal en el mundo, así como e 62
enigma de la existencia humana?. Las repuesta todas estas grandes preguntas de la humanida desde esta corriente estas:
El más íntimo ser del hombre está impulsad unión con Dios verdadero y perfect o, pero desconocido, por destino especial, el hombre, h sido desterrado a este mundo imperfecto, que puede ser obra de Dios sino la creación de un se inferior e imperfect o, que lo domina, con la a los poderes malignos. El hombre, solo puede liberarse de estos poderes malignos, si se con bien a si mismo y reconoce que está separado de este Dios. Solo este conocimiento, supone retorno al mundo luminoso y superior del ver Dios todopoderoso
No cabe duda, que esto aquí expuesto repres una mezcolanza de múltiples concepciones rel cuestión propia de esta peculiar corriente. ¿Cuál podemos decir que es su influjo?
Par ece claro, que antes del cristianismo, exist movimientos de caract erísticas gnósticas . El an Irán, encontramos los precedentes mas cl ar ideasdualistasdelbienyelmal,laluz ylaoscurida etc. Cuandoestastropiezanconelrelatodelgéne seamoldan,así elDiosdelacreación,deljudaísmo seconvierteeldemiurgo,quenoconocíalaluz.La ideas astrológicas y el influjo de los planetas, 63
también entraron a formar parte de esta amalg de ideas.
En cuanto a la relación con el AT, todo el m coincide en que las ideas del AT, desempeñan papel importante en la fundamentación del gnosticismo, especialmente lo relacionado con ideas apocalípticas. Posiblemente entre gnóstic esenios, y oras corrientes del judaísmo heterod corrieron ideas dualistas exportadas de I rán
Todo esto, se puede decir, que influyo, en la captación de gentes, también de cristianos, un especialmente at rayente y unas ideas curiosas, absolut as at raían hacia si, a las gentes necesitad segur idad en una posible salvación.
Desde los primeros momentos apologistas Justino y otros, mencionan comunidades de cristianos, ( que se auto llaman así) de carácte cl aramente sincretista y gnóstico.
Lo cierto es que desde muy temprano el gnosticismo desf iguro las ideas y la vida de J creando confusión y polémica en las comunida
El camino gnóstico, se convierte así ,en un camino de adeptos, muy especiales, capaces de comprender a través de parábolas y de dichos secretos los misterios de la “ gnosis” . El hec que todo tenga tanto misterio, hace interesa 64
corriente, para los nuevos cristianos.
El creerse los verdaderos y únicos conocedo la verdad también les dio cierta fuerza import creando estados diversos de perfección neum síquicos etc., que determinaban el grado de pertenencia y acceso al conocimiento. 1.1.- Formas más importantes de gnost ic
A la fase primera, pertenecen el gr upo sirio se originó en torno a Menandro y Satornil (Saturnino) en Antioquía. El primero, se pred mismo como redentor al que habían enviado al mundo las potencian invisibles. La doct rina de Saturnino la podemos recoger gracias a “ philosophoneunas” . En ellos viene a decir l siguiente.
El Padr e desconocido, habría creado los “ emones” las potencias del mundo superior e inferior y el mundo es obra de 7 espíritus malos o inferiores. El másalto de ellos, ha de identificarse con el de los judíos. A estos, debe el hombre, su mísera existencia en la tierra. Pero algo de vida tienen dentro, cuando después de la muerte y dependiendo del conocimiento de la verdad v cerca de los espíritus superiores, con los que s encuentran empar entados. 65
2.- Basilides
Su influjo sobre todo es en Alejandr ía. Es u hombre, de gr an capacidad literaria, compuso comentario a los evangelios de 24 libros. Un cristiano Castor Agripa, en un libro llamado E habría refutado estos libros, lastima que la ob encuentre perdida.
Punto de partida, son unas confesiones secr que el Redentor habría confesado al Apóstol M antes de la ascensión.
Se encuentra muy familiar izado con las ide dualistas y sus teorías y doct rina, son francam difíciles. Lo más detestable es la ideade que Je no murió en la cruz sino que fue, Simón de Ci re 3.- V alentin .
Logró las más altas cualidades del gnosticis Sin duda fue la verdadera y más genuina ame para el cristianismo. Su act ividad docente, co en el 135 en Alejandría durante casi dos década hizo propaganda de sus ideas en Roma, donde desempeñó un papel importante, tal una desobediencia con los cristianos romanos ma nuevamente a Oriente. Él, y sus seguidores formalizaron varios te refut ados por diferentes apologistas . 66
Es cierto que usa, ideas de Plat ón y Pitágoras, p también usaideas de Jesús y cuestiones bíblicas, m interpretadas haciendo, así familiar su doct rina cristianos, muchas veces escasamente formado estos, fácilmente prestaban at ención a sus pala caían en la sect a y en su particular sincretismo
La base de su cosmología es el mito del D invisible 30, supremos eones, forman el mund espiritual y perfect o (pleroma) El demiur go c hombreyleimpusoelelementosíquico,ligándo lamat eria,perosinenterarseeste,elhombrere unelementoneumát icoyestoharáqueelhomb quetienedeespiritualdespuésdelamuerteotor la luz.
Jesús se hizo hombre para hacer esto posible trabes del bautismo. El moribundo gnóstico e prepar ado a través de fórmulas secretas, par a recorrer el mundo hostil, antes de llegar a la definitiva. 4.- O fitas
Existíanademássectasespecialmenteexuber Enestasocupabaunpuestoespeciallaserpiente.L primera pareja humana fue desterrada a la ti pero también lo fue la serpiente tentadora qu sus hijos, se encar ga de tentar y mal trat ar a lo hombres en la tierra. 67
De esta sect a y de la interpretaciones simb derivan otras. 5.- M arción
Aunque no se le puede llamar propiamente gnóstico, sus escritos tienen cierto tinte de id gnósticas, por que podemos decir, que represe gnosticismo “ suigeneris” dentro del cristiani
Ya desde joven tuvo sus disput as con dirige de su iglesia a consecuencia de las interpreta las cartas paulinas A la privación de la comun ecl esiástica, siguió la repulsa de personajes com Palias y Policarpo de Esmirna, hacia el año 1 a Roma.
Mar ción, bajo la influencia de Cerdón, se m más de lleno dentro de las ideas gnósticas.
Par a Mar ción el dios del AT no es el Dios verdadero es el Dios riguroso y justo que imp los judíos una ley insoportable estas ideas fuer también criticadas en Roma en el año 144 se a definitivamente de la iglesia . Pronto se preo hacer adeptos a los que dio una estruct ura pa Obispos, presbít eros etc. La igualdad de litu confundieron no a pocos. Los grandes de la épo tuvieron que hacer un esf uerzo para neutraliz ideas ya que represento un verdadero peligr 68
5.1.- Su doctrina:
Se fundamenta en la sagrada escritura. El AT queda excl uido íntegramente ya que en el se h del demiur go despiadado sin bondad y amor L Pablo, pero pur ificados, son la base de su doc
A destacar, puede ser su claro docetismo, a Mar ción no le entra en la cabeza lo de la muerte e la cruz y la encarnación en un cuerpo humano lle de impurezas. Para el, todo este proceso, es p apariencia en Cr isto También su especial condenación l mat rimonio, es cosa destacar, c parte de su doct rina.
Las ideas de Marción, están libres de astrali de ideas fantásticas etc. pero sus ideas son suf icientes par a considerarlo doctrina aparte iglesia . De hecho su presencia obligó a la I gle naciente, a prestar más at ención a la escritur fe, y a la organización interna. 6.- D esar rollo de la lucha def ensiva de la I glesia e importancia de su victoria
Digamos, que ante la realidad del at aque y e peligro que suponía, en seguida los dirigentes diversas comunidades, tomaron cartas en el asu tomando medidas prácticas, contra los gnóstico Por otra parte los teólogos, pronto demostrar on 69
nivel pract ica la falta de suf iciente fundamenta de las ideas de estos conforme a la tradición cristiana.
Debían de tener, un carácter más defensivo ofensivo, su propósito era extirpar dentro de misma iglesia, los focos de infección excluyen la propia comunidad a aquellos que defendía fuertemente estas ideas, sirviendo esto como para disuadir a fut uros intentos. Ejemplo prá otodo esto es la excomunión de Mar ción.
Esta situación defensiva se mezcló con la o situación de organización interna y de una ma atención de los dirigentes cristianos a sus res comunidades, consolidando las estruct ur as y reforzando los vínculos de unión. Gracias a es iniciat ivas, la ilustración del pueblo, fue cada en auge.
El trabajo de los obispos y una extensa producción literar ia de los teólogos, fueron p importantes en la fundamentación y consolid de la fe y de las comunidades Eusebio, conoce de esta literatura y nos habla en su obra, de al de los mayores escritores gnósticos así como d aquellos otros antignósticos que trat aron de r todo este compendio de ideas
Se puede decir, perfect amente, que las diver ideas que trastocaban la idea central del crist 70
fueron claramente refut adas, bien por uno, b otros, reforzando así el sentido de una doct ri central.
Así por ej emplo, los trabajos del famoso au Tertul iano, vinieron a reforzar las ideas de la mu de Cr isto y su resurrección como parte fundam la doct rina cristiana en contra de las ideas marcionistas su fuerte fundamentación bíblic deja lugar a dudas de esta realidad central del cristianismo.
Ante el hecho de formarse en la posición de l revelación direct a por parte de Dios los gnósti tiraban por tierra prácticamente toda la realid fundamento de los libros sagrados.
Contra esta intención de minar el sentido d iglesia, trabajaron fuertemente los autores cris fundamentándose en primer lugar el concepto tradición y de sucesión apostólica. Y luego asegurando con certeza, el número de las Sagr Escrituras pertenecientes al cristianismo.
Sólo podían ser reconocidos como canónico aquellos escritos, que se remontaban a la era apostólica, y que desde siempre hubieran sid apreciados de un modo particular por las igles cristianas. Y solo podían ser reconocidos dir de las iglesias, aquellos, que en serie no interrumpida, se remontases hasta los apóstol 71
se aseguraba la tradición y por otra parte, refe los libros se desechaban todos los escritos du llenos de ideas raras caso de la mayoría de los apócrifos.
Un transmisión optima, por parte de los te de los principios fundamentales a los cat ecúm aspirantes al bautismo , fue una forma de ref ideas y dea j r claros los principios básicos de es doctrina.
El concepto de ciencia fue valorado poco a integrado dentro de las doct rinas de la iglesia
Se puede decir que la lucha, fortaleció en g medida las ideas cristiano asentándose definitivamente los principales puntos. El af irm de este modo impidió que se perdiera en un ma sincretismo helenístico propio de esta época.
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CARISM AS 1. D oct rina bíblica
El concepto Járisma fue introducido por Pa la terminología teológi ca; los sinópticos, Juan Hechos de los apóstoles sin duda conocen el fenómeno de los c., pero no el concepto de c apar ece en Rom, 1 y 2 Cor, 1 y 2 Tico y 1 Pe. P creó una mar cada teología de los c. (si bien él relación a los dones espirituales de la gracia, a de Jarísmata usatambién los conceptos pneum diakoniai y energúemat a [ 1 Cor 12 ] ). Es car act erístico en él el esf uerzo (cf . sobre todo 12-14) por delimitar los c. frente a los fenóme entusiasmo y de éxtasis, por ordenar los adecuadamente en la vida de la comunidad y p entenderlos como una nota peculiar de los bautizados (Rom 12, 6; 1 Cor 7, 7). En las lista donde se enumeran los c. (Rom 12, 6ss; 1 Cor 8ss; 12, 28ss) el punto de vista decisivo es el s a la comunidad.
Los car ismas han sido dados para bien de to Cor 12, 7 );por esto Pablo prefiere el don de profecía, que es inteligible par a todos y sirve edificación de la comunidad, al don de lengu sólo sirve para la edificación y devoción propi Cor 14). En la lista de 1 Cor 12, 28ss (cf . tamb 73
4, 11) el Apóstol menciona en primer lugar lo ministerios car ismát icos de la comunidad, a s apóstoles, profetas y maestros, y luego, junto a extraordinar ios como el donde hacer milagros curar y el de hablar diversas lenguas, mencio que acreditan personalmente, como el poder asistir y de gobernar (cf . además, 1 Cor 12, 8ss, donde se enumeran también: la palabra de sab y de conocimiento, la fe y la -> discreción d espíritus; y Rom 12, 8, donde apar ecen la beni y la misericordia). Para mostrar sensiblemente ordenación mut ua de los diversos c. y sus func Pablo usa la imagen del cuerpo (1 Cor 12, 12-2 Rom 12, 4ss). Como los fenómenos extát icos q gran parte acompañan a los c. también se ha fuera de la comunidad y pueden existir en la I misma sin estar legitimados por la fe, Pablo rec al Pneut na como signo distintivo. Sólo en él posible decir «Señor Jesús»; este «K yrios»es el s de los dones del espíritu (1 Cor 12, 3ss), y en él su fundamento el amor que ha de superar y sop todos los dones del espíritu, para que éstos que adecuadamente integrados en el todo (1 Cor 1
Rom 5, 16 y 6, 23, con el concepto totalmen general del inmerecido don salvíf ico de Dios, aparta ya de esta especial y terminológi camen inteligencia de los c.; 1 Tico 4, 14 y 2 Tim 1, hablan de c. en el sentido de gracia de estado oficio, mientras que el sentido literal de 1 P acerca a la concepción aquí diseñada. 74
2. La importacia de los carism as para la vi I glesia
La definición de la teología escolástica, seg cual los c. son privilegia peculiaria Ecclesiae apostolicae et primitivae, no puede apoyarse seriamente en Pablo, pues, para él , ciertamen son en gran parte fenómenos de entusiasmo q car act erizan la situación escat ológi ca de la I gle pero, en principio, bajo todas sus formas (extá sometidas al orden comunitario) pertenecen s a la I glesia, ya que el bautismo justificante y espíritu vivo están ordenados mut uamente. P el c. habría de describirse como signo de la (dispositiva,extrasacramental)graciavict orios cualencircunstanciaspuedepresentarsecomo fenómenoextraordinario,cercanoalmilagro,pe también puede presentarse sencillamente co fuerza de la gr acia en las pruebas cotidianas ( ello, como --> virtud). Los c. son una caract erí de la operación del Pneuma en los justificados y tanto, pertenecen en todo tiempo a la imagen de Iglesia (no sólo en el periodo de su fundación o momentos extraordinarios por los movimien entusiásticos de devoción).
Ya las cartas pastorales anuncian un proceso había de imponerse en el tiempo postapostóli queda vinculado al -> oficio ecl esiástico y a s órdenes. Y a esto se une que las manifestacio 75
abiertamente car ismát icas se hacen cada vez m raras. El montanismo y el donat ismo son típ la relación crít ica entre el oficio y el c. en el t siguiente. Pero la tensión entre ambos nunca s desvió tan fuertemente hacia el oficio, que lo fenómenos y dones car ismát icos se extinguier totalmente. El monaquismo (donde no está totalmente anquilosado en lo institucional), e ascetismo (-> ascét ica), la --> virginidad, el -> martirio, la -> pobreza y los movimientos de pobreza, la -> mística, las virtudes sociales y la ciencia teológi ca, fueron y pueden ser form aparición de lo car ismát ico. En último términ oficio eclesiástico, si no quiere hacerse profan inconcebible sin c.
Los servicios de la lista de Rom y 1 Cor, los cu tienden a un oficio y despuésrecibieron de hec carácter institucional (¡cartas pastorales!), re matiz carismát ico incluso más allá de Pablo. af irmaciones de la Escritur a sobre el sacerdoc general (Ap 1, 6; 5, 9s) y la elección de todos e Iglesia para un sacerdocio real y par a el pueblo de Dios (1 Pe2, 9, etc.; cf . Vat icano il, De eccl., n 11), así como la concepción neotestamentaria Iglesia como comunidad escatológica del tiem salvífico que ya ha hecho su irrupción (cf . Vat II, De Eccl., n .o 48), exigen lógicamente la estim el cultivo de lo carismát ico en todos los miem ámbitos de la Iglesia. Naturalmente, corresp oficio el último enjuiciamiento y valoración d 76
car ismát ico, pero, por otra parte, este oficio d dejarse corregir por lo car ismát ico y escuchar protesta que todo c. implica contra la petrifi institucional. Como testimonio del Espír itu junto con los -> sacramentos, constituyen la la I glesia en su multiformidad. Su ausencia o opresión hace increíble a la I glesia, conduce uniformidad, e impide toda dinámica.
En la Constitución sobre la Iglesia el Vat ica concede especial at ención a lo carismát ico (= pneumát ico) en la I glesia (particularmente n también n .o 4, 34s, 40s, etcétera). Esta nueva valoración fue preparada en cierto modo por encíclica Mystici corporis (AAS 35 [ 1943 ] 200 2288), si bien ésta todavía entiende por c. en pr línea «dones prodigiosos», o sea, fenómenos especiales y marginales. Puesto que el Vat icano reconoce la operación del Espír itu incl uso fu los limites visibles de la I glesia cat ólica, el co también cuenta con la posibilidad de que allí e c. (De Eccl., n .o 15; De Oec., n .o 3 ), y entien -> ecumenismo como expresión de lo carismá la Iglesia (De Oec., n .o 1, 2; 4, 1, etcétera). Pu sólo el Espír itu puede conceder a la I glesia su multiformidad y fundar la unidad en ella. Estévao Bettencourt
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“Cánticos de Salomón” (texto cristiano de principio del siglo II
“ Ánimo, soy yo, no tengáis miedo”
Mi gozo es el Señor, y mi alma tiende a él. Hermosa es la rut a hacia el Señor, pues él m sostiene. Se da a conocer él mismo en su simplicidad su benevolencia es más grande que su maj est hizo semejante a mí para que le acoja; se hizo semej ante a mí para que me revista de él. Su vista no me espanta, pues él es la miseric El tomó mi nat uraleza para que yo le conoz asumió mi rostro par a que no me aparte de é El Padr e de la sabidur ía es el Hijo de la sabid El que creó la sabidur ía es más sabio que las criat uras. El que me creó sabía antes que yo existiese haría yo una vez llamado a la existencia. Por esto tuvo misericordia de mí y me dio posibilidad de dirigirme a él en la oración y de su sacrificio.
Sí, Dios es incorruptible, es la plenitud de l mundos y es su Padr e. El se manifestó a los su para que conocieran a su hacedor, y no pensa tienen en ellos mismos las raíces de su orige 78
El ha abierto un camino hacia el conocimie ensanchado el conocimiento, lo ha prolonga conducido a su perfección. El ha mar cado el conocimiento con las huel su luz, desde el principio hasta el fin, porque conocimiento es obra suya.
El se ha complacido en su Hijo. A causa de salvación ej erce su omnipotencia y el Altísimo conocido por los santos; Par a anunciar la venida del Señor a los que para que salgan a su encuentro y le alaben goz +++
Fi el a Cristo, la Iglesia Católica desde hace 2 años propone al mundo el único camino posible la salvación.
La Iglesia eleva la humanidad a Dios, porqu Ella se realizaplenamente la redención de Cr Jesús, Rey de Reyes. +++ San Simeón, 2do. O bispo de Jerusalén
Obispo y Mártir + 120 ca.
El Evangelio de San Mat eo describe a San Si 79
comounodelosparientesohermanosdelSeñor.S padreeraCl eofás,hermanodeSanJosé,ysumad era hermana de la Virgen María, siendo Sim primo carnal del Señor. Sin duda, el santo fue los hermanos de Jesús que recibió el Espíritu el día de Pentecostés.
Siendo asesinado Santiago el menor por lo j los apóstoles y discípulos se reunieron para eleg su sucesor en la sede de Jerusalén y por unanimid escogieron a Simeón. El año 66 estalló en Palesti la guerra civil a consecuencia de la oposición de judíos a los romanos y parece que los cristianos d Jerusalén recibieron del cielo el aviso de que ciudad sería destruida y que debían salir de ella s tardanza, refugiándose con el santo en la ciudad Pela.
Después de la toma y destrucción de Jerusa cristianos volvieron y se establecieron en las hasta que el emperador Adriano arrasó con lo escombros, pero este hecho permitió que la Ig floreciera grandemente y que numerosos jud convirtieran al cristianismo debido a los milag obrados por los santos. Vaspaciano y Domician mandaron a matar a todos los miembros descendientes de David, pero Simeón consigu escapar.
Sin embargo, dur ante la persecución de Tra fue denunciado como cristiano y descendien 80
David, siendo sentenciado a muerte por el gobernador romano Ático. Fue tortur ado y crucificado*, soportando con fortaleza y vale suplicio, pese a que contaba con 120 años.
* Llegó el momento de la prueba con uno d emperadores más iluminados, el español Ulpio Trajano, que reina desde el 98 al 116. Como l predecesores, considera los cristianos un pe el Estado, mas prohíbe la persecución genera deberán ser sentenciados sólo bajo denuncia +++
Vissut o nel I secolo d. C., era cugino di Ges anche se non è identificabile con Simeone il Cananeo. Eusebio ci dice che egli succese a Gia “ il Minore” , primo vescovo di Gerusalemme m martire, e che per oltre quarant’anni fu alla gu della Chiesa. Durante la distruzione della città parte dei romani, i rappresentanti di questa pr Chiesadi Cristo si rifugiarono a Pella. Ritornat Gerusalemme, continuarono la loro opera di predicazione tra gli ebrei. Durante la persecu Traiano. Simeone fu denunciat o e fu crocifis
E´ il secondo capo della primitiva comuni cristiana di Gerusalemme. I l secondo vescovo lo chiama nella sua St oria ecclesiastica Euseb Cesarea. I l primo è stat o l’apostolo Giacomo Alfeo, detto il Minore, ucciso nell’anno 63. T 81
non sembra che Simeone sia stat o chiamat o su succedergli. L’epoca, infat ti, è quella del trav all’interno delmondo ebrai co, che precede la armat a contro il dominio romano. Segue poi spietata repressione militare, sotto il comand futuro imperat ore Tito, con la devastazione d Città Santa, e col Tempio saccheggiato e distru L’elezione di Simeone è stat a riferita da Eg uno dei primissimi scrittori cristiani, forse palestinese, gi unto a Roma verso la metà del I secolo. E sulle sue informazioni lo storico Eus scrive: «D opo il martirio di Giacomo e la cadu Gerusalemme che subito seguì, narra la tradiz che gli apostoli e i discepoli del Signore che er ancora in vita [...] si unirono ai par enti del Sig maggior parte dei quali era ancora in vita a qu tempo) e tennero consiglio tut ti insieme per d chi gi udicar e degno di succedere a Giacomo. All’unanimità tut ti designarono vescovo Sime figlio di Cleofa che è menzionato nel Vangelo » (Storia ecclesiastica, III,11). Simeone è dunq di Cleofa; è uno dei due discepoli che sulla stra Emmaus incontrarono il Risorto, senzadappr riconoscerlo, come scrive san Luca. È ritenut parente di Gesù attraverso la moglie, forse cu Mar ia di Nazareth. Simeone è dunque chiamat o a guidar e l’unic comunità cristiana format a interamente da e costretta alla migrazione dopo la distruzione Gerusalemme. La sua terra di rifugio è Petra d Perea, oltre il Giordano, dove una parte dei p 82
fisserà la sua dimora. Lunghissima è la vita d Simeone (si par la di 120 anni), ma della sua o sappiamo poco. Al tempo di Vespasiano e Domiziano (padr e e frat ello di Tito), Roma or ricerche sui parenti di Gesù: ma solo perché, ad altri, sono discendenti dalla stirpe di David ciò stesso sospetti a chi ora ne occupa il reg sono denunce e arresti, ma nulla si dice di Si Per lui il tempo della prova arriva con uno de imperat ori più illuminat i, lo spagnolo Ulpio T che regna dal 98 al 116. Come i predecessori, considera i cristiani un pericolo per lo St at o, vieta le persecuzioni generali: dovranno esser solo su regolare denuncia. E per Simeone la denuncia arriva, forse pe di eretici, dice Eusebio di Cesarea: «A ccusaro Simeone, figlio di Cleofa, di essere discenden Davide e cristiano: egli subì così il martirio, a 120 anni, sotto Traiano Cesare e il console Att quest’ultimo governava la Giudea e seguì di pe il gi udizio e l’esecuzione, meravigliandosi per coraggio di Simeone nei “ molti giorni” delle t alle quali seguì la crocifissione. +++ O rígenes (hacia 185-253) presbít ero y teólogo Homilía sobre San Lucas 32, SC 87, pag. 38
“ Todos los que estaban en la sinagoga tenían 83
ojos clavados en él.”
Cuando lees que Jesús enseñaba en las sinagog que todo el mundo hablaba bien de él (Lc 4,1 guárdat e bien de creer que sus oyentes eran af ortunados mientras que tú te consideres pr sus enseñanzas. Porque, si la Escritura dice ve el Señor habla igual ahora que entonces, igual nuestras reuniones que en la asamblea de los j
“ Me ha ungi do para anunciar la buena notic los pobres.” Los pobres son los paganos. En e ellos eran pobres, no poseían nada, ni a Dios ley, ni los profetas. ¿Por qué razón le envió co Mensajero a los pobres? Para “ proclamar la liberación a los cautivos y dar vista a los cieg libertar a los oprimidos y a proclamar una a gracia del Señor.” (Lc 4,18) ya que por su pala su doct rina los ciegos recobran la vista...
“ Después, Jesús enrolló el libro, se lo dio al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en sinagoga tenían sus ojos cl avados en é.” l (Lc 4 Ahora, en nuestra asamblea sigue siendo posi los ojos en el Salvador. Porque cuando tú pon at ención en lo más profundo de tu corazón p contemplar la Sabidur ía, la Verdad y el Hijo ú Dios, tus ojos verán a Jesús. Dichosa la asambl la que la Escritura nos da este testimonio: To tenían clavados sus ojos en él. ¡Cómo quisiera nuestra asambleamereciera semejante testimo 84
que los ojos de todos, cat ecúmenos y fieles, mu y hombres y niños vieran a Jesús con los ojos, no cuerpo, sino del espíritu! Porque cuando lo hub contemplado, vuestro rostro y vuestra mirad quedarían iluminados de su luz y podréis decir “Haz, Señor, brillar sobre nosotros la luz de tu rostro!” +++ Evangelio según San M at eo 18,21-35.19,1:
Entonces se adelantó Pedro y le dijo: "Seño ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi herm ofensas que me haga? ¿H asta siete veces?". Je respondió: "No te digo hasta siete veces, sino setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielo parece a un rey que quiso ar reglar las cuentas con servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a que debía diez mil talentos. Como no podía pagar rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, hijos y todo lo que tenía, para saldar la deud servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Seño dame un plazo y te pagar é todo". El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó l deuda. Al salir, este servidor encontró a uno d compañeros que le debía cien denarios y, tom del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ´Págame lo q debes´. El otro se ar rojó a sus pies y le suplic ´Dame un plazo y te pagar é la deuda´. Pero é 85
quiso,sinoquelohizo ponerenlacárcelhastaque pagaraloquedebía.Losdemásservidores,alverl quehabíasucedido,seapenaronmuchoyfueron contar loasuseñor.Estelomandó llamar yledijo: ´¡Miserable!Mesuplicaste,yteperdonéladeud ¿N o debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?´. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. L mismo hará también mi Padr e celestial con ust si no perdonan de corazón a sus hermanos" . Cu Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Ga y fue al territorio de Judea, más allá del Jordá -.-
San Francisco de Asís (1182-1226) fundador de los frailes menores Carta a un minist ro general franciscano
“Setenta veces siete.” (Mt 18,22)
En esto conoceré que amas al Señor y me am mí, su siervo y el tuyo: si cualquier hermano mundo, después de haber cometido todos los pecados posibles puede reencontrar tu mirada tu perdón y salir de tu presencia perdonado. pide perdón, pregúntale tú si quiere que le pe E incluso, si después de esto pecar a mil veces contra ti, ámalo más que me amas a mí, para 86
conducirlo así al Señor. Ten siempre piedad de es desgraciados. Y si se presentara la ocasión, com a los guardianes de nuestras comunidades tu resolución de act uar así. +++
"No sigas a la muchedumbre par a obrar mal, ni juicio acomodes al par ecer del mayor número, si ello te desvías de la verdad" SA N ATANASI año 373 +++ La Iglesia, desde el inicio, es cat ólica, esta esencia más profunda, dice Pablo.
“El nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, es un pueb que proviene de todos los pueblos. La Iglesia, des el inicio, es católica, esta es su esencia másprofun San Pablo explica y destaca esto en la segunda lect ur a, cuando dice: "Porque en un solo Espí hemos sido todos bautizados, para no formar que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libr todos hemos bebido de un solo Espíritu" (1 Co 13). La Iglesia debe llegar a ser siempre nuev lo que ya es: debe abrir las fronteras entre lo pueblos y derribar las barreras entre las cl ase razas. En ella no puede haber ni olvidados ni despreciados. En la Iglesia hay sólo hermanos hermanas de Jesucristo libres” . S. S. Benedic 87
– P.P. 2005 +++
“ Alegraos en el Señor siempre; lo repito: ale Que vuestra bondad sea notoria a todos los hombres. El Señor está cerca. No os inquieté cosa alguna, sino más bien en toda oración y presentad al Señor vuestras necesidades con a de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa to inteligencia, guar dará vuestros corazones y vu pensamientos en Cr isto Jesús. Por lo demás, hermanos, considerad lo que hay de verdader noble, de buena fama, de virtuoso, de laudab pract icad lo que habéis aprendido y recibido, habéis oído y visto en mí, y el Dios de la paz e con vosotros.” San Pablo en su carta a los Filip 4, 4-9vs. +++
Cr istianos: un poco menos de buenas intenc y un poco más de buena voluntad. Que en el infierno habrá muchos de buenas intenciones; quizá ningún cristiano de buena voluntad. +++
Debido a la existencia de páginas excelentes apologética y formación, lo que se pretende d 88
aquí es contribuir muy modestamente y suma los que ya se interesan por el Evangelio de C manera mucho más eficaz. FUERA DE LA IGLESI A NO HAY SA LVACIÓN La Iglesia es Una
* La Iglesia es Una debido a su origen. "E modelo y principio supremo de este misterio e unidad de un solo Dios Padre e Hijo en el Espí Santo, en la Trinidad de personas" . * La Iglesia es Una debido a su fundador el mismo Hijo encarnado por su cruz reconc todos los hombres con Dios, restituyendo la u de todos en un solo pueblo y en un solo cuerp * La Iglesia es Una debido a su "alma" : "E Espíritu Santo que habita en los creyentes y l gobierna a toda la I glesia, realiza esaadmira comunión de fieles y une a todos en Cr isto ta íntimamente que es el Principio de la unidad Iglesia" . Por tanto, pertenece a la esencia mis la I glesia ser una. (CI C, 813) La Iglesia es Una. Cristo no fundó muchas, UNA Iglesia, dijo que quería formar un solo bao j la guía de un solo pastor (Cf r.Jn. 10) 89
La única Iglesia de Cr isto, Nuestro Salvado después de su resurrección, la entregó a Pedr que la pastoreara. Le encargó a él y a los dem Apóstoles que la extendieran la gobernaran. E Iglesia, constituida y ordenada en este mund una sociedad, subsiste en la Iglesia cat ólica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los o en comunión con él. La unidad de la I glesia consiste en una unid lafe,enlacaridadyenlaliturgia,bajoelgobierno delosapóstolesysussucesores.Algoqueaparec expresadoenlosHechosdelosApóstoles: "Eran constantes en escuchar la enseñanzade los apó y en la comunidad de vida, en el partir el pan y en oraciones" (Hch 2,42)
En este sentido, el Concilio Vat icano II ha hablado del triple vínculo de la unidad: La profesión de fe, los sacramentos y el gob y comunión ecl esial. Esta unidad no debe ser confundida con uniformidad, ya que la Iglesia no podría unir hombres de todos los pueblos, razas y culturas, c muy diferentes mentalidades y costumbres, si n diera en su seno una diversidad que enriquec unidad. Sin embargo, esta diversidad tiene unas fro que, si se traspasan anulan la unidad. Así apar los cismas y las herejías. Cuando se rompe la comunión vital, especialmente en la comuni culto, estamos hablando de un cisma. Si la ru 90
produce en el ámbito de la unidad de la fe, qu vez provoca una separación en el culto, nos encontramos ante una herej ía. Las separaciones y escisiones suf ridas por la Iglesia a través de la historia, se han debido a disensiones en el ámbito de la fe, que se han profundizado al incidir también fact ores no religiosos (tensiones nacionales, polít icas, cu etc.) y disposiciones personales (espír itu de contradicción, rivalidad, orgul lo...) sin embar estas escisiones había también un sincero af án mantener la autenticidad del mensaje cristian lo que el camino hacia la unidad se debe reali mediante el esf uerzo común por entender rect amente el Evangelio. Las dos separaciones más importantes se produjeron en 1054, al escindirse la Iglesia Or Occidental tras un largo período de disension enfrentamientos, y la ruptur a que la Reforma introdujo en la Iglesia Occidental, y que a su originar ía nuevas ruptur as. Estamos buscando la unidad
Así como notamos la diversidad de comunida cristianas, también constatamos que la mayor de lo que somos y de lo que anunciamos es lo mismo. Más son los aspect os que nos unen qu puntos diversos. Y la Iglesia busca la unidad siempre le han dolido las divisiones por ser contrar ias al pensamiento del fundador. 91
Un esf uerzo muy notable por encontrar la u de los cristianos comenzó con el Concilio Va II. La I glesia quiere la unidad, la busca y se misma para quitar todo lo que por culpa hum impide llegar a esa unidad. En las denominac no católicas también se ha emprendido esta búsqueda. Los cristianos de las diferentes I glesias y comunidades ecl esiales, sienten la necesidad unidad que Jesús expresa en su oración al Padr "Que sean todos uno, como tu, Padr e, estás co y yo contigo que también ellos estén con noso para que el mundo crea que tu me enviaste" movimiento por la unidad de todas las I glesia llama "ECUMENISM O", antes a los no cat ólic solíamos llamar protestantes, calvinistas, anglicanos.... Hoy ya se ha hecho común llama mejor "hermanos separados" , porque en verd hermanos nuestros y están separados de nues católica. El deseo de volver a encontrar la unidad de los cristianos es un don de Cr isto y un llamam del Espír itu Santo. Para responder adecuadam este llamamiento se exige:
* Una renovación permanente de la I glesi una fidelidad mayor a su vocación. Esta renova es el alma del movimiento hacia la unidad. * La conversión del corazón par a llevar u vida más pura según el Evangelio. Porque la infidelidad de los miembros al don de Cr isto, 92
causa de las divisiones. * La oración en común, porque esta conv del corazón y santidad de vida, junto con las oraciones privadas y públicas por la unidad d cristianos, deben considerarse como el alma d el movimiento ecuménico, y pueden llamarse razón ecumenismo espiritual. * El frat erno conocimiento recíproco. * La formación ecuménica de los fieles y especialmente de los sacerdotes. * El diálogo entre los teólogos y los encu entre los cristianos de diferentes Iglesias y comunidades. * La colaboración entre cristianos en los diferentes campos de servicio a los hombres.
Es muy difícil lograr en un fut uro próximo unidad de todos los cristianos, tener una sola porque las divisiones han perdurado siglos. P tarea no es imposible. Si somos de veras cristi que deseamos permanecer fieles al Evangelio, debemos poner de nuestra parte lo que podam poner toda la esperanza"en la oración de Cristo p la Iglesia, en el amor del Padre para con nosotros en el poder del Espíritu Santo." La I glesia es Santa
La Iglesia es Santa, porque Cristo "la amó y d vida por ella" . Esto lo hizo para consagrarla. En dejó el Señor todo el tesoro de su santidad adqu 93
por su muerte y resurrección y así la Iglesia e dispensadora de santidad y santifica a todos su miembros desde el bautismo hasta la última despedida, luchando siempre por purificar la d pecado Esta propiedad de la I glesia par ece contra experiencia concreta, que nos manifiesta una comunidad con deficiencias en las act uacione miembros, y en sus propias acciones comunita Sin embargo, podemos af irmar su santidad des misterio de su ser. Cuando la Sagrada Escritura habla de santidad está haciendo mención a algo que es propiedad y pertenece a Dios, al solo Santo. Por tanto, la santidad no expresa en la Biblia una act itud é primordialmente, sino una apropiación por p Dios que santifica una realidad profana. De a podamos af irmar que la Iglesia es santa porq
* Es de Dios y para Dios. Él la eligey creau pueblo santo, al que es incondicionalmente f abandona a los poderes de la muerte y de la contingencia del mundo (Mt 16,18) * Jesucristo, el Hijo amado de Dios, se en por la Iglesia para hacerla santa e inmaculada Ef 5,27), uniéndose con ella de forma indisolu (Cf r. Mt 28,20) * El Espír itu Santo, prometido por Jesucr (Jn 14,26; 16,7-9), está presente en ella, act uan poder y haciéndola depositar ia de los bienes d salvación que debe transmitir; la verdad de la 94
sacramentos de la nueva vida, los ministerios.
Sin embargo, al acoger a hombres y muj eres pecadores, la propia Iglesia es pecadora, neces convertirse al Evangelio para manifestar con su lo que es su ser mas profundo. El Apóstol Pablo nos recuerda a los cristian que, por el Baut ismo, hemos nacido a una nuev que transf orma nuestro modo de obrar y que ha nuestra existencia cotidiana un servicio a Dios. conversión de actitudes, valores y comportami no es fruto de un empeño personal, sino efect o d Espíritu Santo que act úa en nosotros si somos capaces de dej arnos transf ormar por Él.
Por todo lo anterior, podemos concluir que Iglesia es Santa en su ser más profundo, pero pecadora y en constante conversión en su visibilización en el mundo. Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al pr solemnemente que esos fieles han pract icado heroicamente las virtudes y han vivido en la a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el poder Espíritu de Santidad, que está en ella, y sostien esperanzade los fieles proponiendo a los santo como modelos e intercesores. Los santos y las s han sido siempre fuente y origen de la renovaci las circunstancias más difíciles de la historia Iglesia. En efect o, "La santidad de la Iglesia e secreto manantial y la medida infalible de su laboriosidad apostólica y de su ímpetu mision 95
(CI C, 828)
La Iglesia en la Santísima Virgen llegó ya a l perfección, sin mancha ni arrugo. En cambio, lo fieles cristianos se esf uerzan todavía en vence pecado para crecer en la santidad. Por eso dirig sus ojos a María. En ella, la Iglesia es ya enter santa. La I glesia es Católica
Porque la salvación que Cristo nos trajo se todos los hombres sin excepción. Es Univers esto la Iglesia es Católica. A partir de la Ascensi del Señor, se rompieron las fronteras de Israel p "ir por todo el mundo y anunciar el Evange todas las gentes" Y en orden histórico los apó serían los testigos de Jesús en Jerusalén en Jud Samar ia y hasta las regiones más lejanas de la (Hch 1,8) La palabra "Católico" no se encuentra en el Nuevo Testamento. Será Ignacio de Antioquia hacia el año 110, aplique por vez primera este calificativo a la Iglesia (Carta a los de Esmirna Originalmente significaba "la que expresatod plenitud de la fe" , pero con el tiempo ha pas también a denominar su extensión por todo el mundo. Consecuentemente, al reconocerse la Iglesi cat ólica, dice de sí misma que predica la Fe en integridad a todo hombre, cualquiera que se 96
nación o cl ase social. La cat olicidad de la I gle realiza de forma concreta por: a) La misión que ha recibido del Señor pa anunciar la Buena Noticia a todos los homb 16,15; Mt 28, 19-20); esta tar ea la realiza enriqueciendo las diversas culturas, llevándola plena humanización, al tiempo que ella misma enriquece con las riquezas de todos. b) Su enrai zamiento en un pueblo, localidad ambiente, donde hace presente la plenitud de Iglesia de Jesús que es al mismo tiempo Iglesia Universal, extendida por todo el mundo. c) La abundancia de gr upos que realizan la existencia cristiana de un modo diferente, y como religiosos, lai cos, célibes, casados o cl ér
La cat olicidad de la Iglesia es un don de Dio pero al mismo tiempo es una labor permanen exenta de tensiones y dificultades, debido a la diversidad de cultur as, costumbres, formas de vocaciones. El Concilio Vat icano II en la Lumen Gentiu dice: "Todos los hombres están invitados al n Pueblo de Dios. Por eso este pueblo, uno y ún de extenderse por todo el mundo a través de t los siglos, para que así cumpla el designio de que en el principio creó una única nat uralez y decidió reunir a sus hijos dispersos...Este c de universalidad, que distingue al pueblo de D un don del mismo Señor. Gracias a este cará Iglesia Católica tiende siempre y eficazmente 97
a la humanidad entera con todos sus valores b Cr isto como Cabeza, en la unidad de su Espí La I glesia es Apostólica
Apóstol quiere decir enviado. Los cuat ro evangelios señalan que Dios, el Padr e, ha envi Jesús, su hijo como Salvador del mundo. A su Jesucristo confió a los apóstoles la misión qu recibido del Padr e, encar gándoles predicar en lugar el Evangelio a todos los pueblos, con el del Espír itu Santo, hasta la consumación del m "Se me ha dado plena autoridad en el cielo tierra, Id y haced discípulos de todas las nacio bautizadlos y consagrárselos al Padr e y al Hijo Espíritu Santo, y enseñadles a guardar todo lo he mandado, mirad que yo estoy con vosotros día hasta el fin del mundo" ( Mt 28, 18-20; M 15-20; Lc. 24, 47-48; Hch 1,8). Su función apostólica intransf erible, consis precisamente en ser:
* Testigos inmediat os de la Resur rección d Señor * Fundamentos de la Iglesia
Hoy como ayer y siempre, el Espír itu Santo mantiene a la I glesia en comunión con los A y, gracias a esta comunión, en comunión con e Padre y con su Hijo Jesucristo. El Espír itu S el principio de la comunión de todos los mie 98
de la I glesia en la fe y en el testimonio de vid Apóstoles. En este sentido toda la Iglesia es apostólica, manteniéndose en ella la vitalidad Evangelio. Al servicio de la apostolicidad de todos los miembros de la Iglesia está la sucesión apostó los Obispos que garantizaen cada momento qu Iglesia nuestra es la Iglesia misma de los após La verdadera Iglesia de Jesucristo está allí don creyentes son fieles a la fe de los apóstoles, al m tiempo que se adhieren a la sucesión apostólic los obispos. En el Nuevo Testamento hay indicios claros cómo la misión apostólica, en los tiempos inmediat amente posteriores a los Apóstoles, transmitió a otros discípulos. En efecto: Los Apóstoles no sólo tuvieron en vida diversos colaboradores en su ministerio, sino que:
* Confiaron a algunos el encargo de continu llevar a término y consolidar la obra que ellos ha comenzado. * Establecieron colaboradores al frente d comunidades cristianas y les encomendaron q proveyesen para que otros hombres probados hiciesen cargo, mas tarde, del ministerio apo
La misión de los apóstoles se ha transmitid nuestros días a través de los obispos y del Pap sucesor del apóstol Pedro. Los obispos son sucesores de los Apóstoles no en lo que a éstos 99
fue propio y excl usivo: ser testigos de Cristo Resucitado y ser fundamentos de la I glesia. L obispos suceden a los Apóstoles en su funció Pastores de la Iglesia; a travésde ellos se man se conserva en el mundo entero la Tradición Apostólica. No es necesario que cada obispo, en partic sea sucesor de un determinado Apóstol. Para garantizar la sucesión apostólica, basta con qu Colegio (o conjunto) de los obispos suceda al Colegio (o conjunto) de los Apóstoles. Cada obisp como miembro de todo el Colegio Episcopal, oc un puesto en la sucesión apostólica. Esto es lo qu quiere decir el hecho de que, para ordenar a presbít ero como obispo, está establecido que ordenen, por lo menos, tres obispos, como se que se admite al candidat o en el Colegio de lo obispos. Desde los orígenes de la Iglesia hasta hoy, sucederá hasta siempre, la Fe y la misión de lo Apóstoles se han mantenido íntegras y vivas mediante la sucesión apostólica de los obispo asistida por el Espíritu Santo. Un antiguo texto de la Tradición de la I gle resume esta realidad diciendo: "Los apóstoles salieron al orbe entero a pre la misma doct rina de la misma fe a todas las naciones. En cada ciudad fundaron I glesias, q vinieron a ser como retoños o semillas de la la doct rina para las demás iglesias de entonces ahora. Por eso, nuestras I glesias deben ser 100
consideradas como brotes de las I glesias apo Aún siendo tantas I glesias, no forman más qu sola" . Tertul iano, siglo III ¿Por qué decimos que la I glesia es Roman
Un hecho histórico vino a poner esta nota Iglesia de Cristo: San Pedro, el primero entre Apóstoles, fue a Roma y ahí murió. En los Evangelios apar ece San Pedro con un muy importante entre sus compañeros apósto esta primacía es confirmada por Cristo resuci En los Hechos es quien tiene la dirección prin de la Iglesia naciente. Así se le consideró com de ser la Iglesia de Cristo el estar en comunió Pedro. San Pablo mismo que tiene una parte ta importante en la propagación del cristianism primitivo, confiesa que después de su conver a estar unos 15 días con Pedro, no fuera a suce que su mensaje no estuviera de acuerdo con é Este puesto importante de Pedro en toda la lo sigue teniendo el sucesor de Él en Roma, p ahí murió en el año 67 dando su vida por Cr is como testimonio final de su amor al Maestro Conocemos los nombres de todos los sucesores d Pedro hasta el presente. Hoy también los cristiano conservamos la comunión con la Iglesia de Roma Por eso decimos que la Iglesia es Romana.
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Fuera de la I glesia no hay salvación
¿Cómo entender esta af irmación tantas vece repetida por los Padres de la I glesia?Formul modo positivo significa que toda salvación vie Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su cuerpo El Concilio Vat icano II Sínodo "basado en la sagrada Escritur a y en la Tradición, enseña qu Iglesia peregrina es necesaria para la salvación Cristo, en efecto, es el Único Mediador y Camino Salvación que se nos hace presente en su Cuerpo la Iglesia. Él, al inculcar con palabras bien explíc la necesidad de la fe y del Baut ismo, confirm mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la q entran los hombres por el Baut ismo como por u puerta. Por eso, no podrían salvarse los que, sabiendo que Dios fundó por medio de Jesucrist Iglesia cat ólica como necesaria para la salvació embargo, no hubiesen querido entrar o persev ella" . (Conc. Vat. I I Lumen Gentium 14) Esta af irmación no se refiere a los que, sin suya, no conocen a Cr isto y a su Iglesia: "Los q culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y s Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, ha la voluntad de Dios, conocida a través de lo q dice su conciencia, pueden conseguir la salvac eterna" (L.G. 16)
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