El Barroco Americano en el Perú
El barroco musical se asienta en el Perú a fines del s. XVII. La forma musical más utilizada durante este período es el villancico barroco español. Esta forma puede ser monofónica o polifónica. Consta de dos secciones: Estribillo y Coplas, que se alternan. Por lo general, y si el villancico es polifónico, el estribillo está en ritmo ternario y contrapunto imitativo y las coplas en ritmo binario y estilo homofónico, similar al del coral alemán. Estaban acompañadas por un bajo continuo de órgano u arpa y violón. Los villancicos se escribieron para todos los oficios y festividades de la iglesia. En un principio se importaron de España, pero luego, con la venida de músicos de Europa, se compusieron aquí por estos y por peruanos mestizos religiosos iniciados en el arte musical. Cabe mencionar, entre los músicos extranjeros llegados al Perú, al español Tomás de Torrejón y Velasco, autor de la primera ópera americana existente, La Púrpura de la Rosa, con texto de Calderón de la Barca y estrenada en Lima en 1701. Otro español de la época es Juan de Araujo (1646-1712), famoso por sus villancicos Fuego de Amor, Los Cóflades de la Estrella (negrito), etc. Del Cusco es Ignacio Quispe, autor de A señores los del buen gusto. Con el paso de los años se deja de lado el estilo español y se introducen formas y modos italianizantes, tal como fue en la corte de la Metrópoli, adoptándose los cánones en boga en la península: la monodia (canto y bajo continuo), el uso de un conjunto instrumental de dos violines y bajo, sin violas, las cantatas para voz sola, etc. En el Perú, la introducción del gusto italiano se debió al Virrey Manual de Oms y Santa Pau, marqués de Castell dos Rius. Junto con él llegó el músico italiano Roque Cerutti (1688-1760), quien introduce el violín, el recitativo secco, el bajo continuo, el pensamiento armónico, las partes obligati y el aria da capo. Compuso óperas, como El Mejor Escudo de Perseo y Triunfos del Amor y del Poder, al estilo napolitano. También compuso el sainete A cantar un villancico (MP3, 4,92 Mb, temporalmente no disponible). En el Cusco florece Esteban Ponce de León, compositor de la serenata Venid, venid Deydades. Alrededor de 1706 nace en la ciudad de Huacho el más grande compositor del barroco nacido en la región: José de Orejón y Aparicio. Sus obras, de influencia napolitana, muestran un dominio total de la técnica composicional del período. Su influencia directa fue Cerutti, pero pronto sobrepasó a su modelo. Entre sus obras más conocidas están La Mariposa, la cantata ¡Ah del gozo!, la Pasión según San Juan y se conoce que escribió música para órgano (dada además su condición de mastro de capilla de la catedral de Lima), pero su obra instrumental no es conocida. Murió en Lima en 1765. Hacia mediados y fines del siglo XVIII, se hizo popular la música de escena, sobre todo las tonadillas escénicas. Estas piezas consistían en sainetes aderezados con canciones y ritmos populares. Conocidos de esta época son los compositores Bartolomeo Massa, italiano y Rafael Soria. También son famosas las cantantes Inés de Mayorga y Micaela Villegas "La Perricholi", amante del virrey Amat. Estos últimos años del siglo XVIII y los iniciales del siglo XIX marcan la decadencia de la música virreinal barroca. En el Perú no se dio la aparición del estilo musical clásico. Si bien hubo una simplificación de los elementos propios de la música de los siglos XVII y XVIII, esta simplificación no devino en la aparición de un nuevo estilo, sino más bien se siguió la pauta marcada por España y se tuvo un estilo italiano homofónico (tal como sucedió en la península bajo la influencia de Scarlatti, Carlo Broschi "Farinelli" y Bocherini) A este período pertenecen Toribio del Campo y Pando, célebre por su Carta sobre la música aparecida en el "Mercurio Peruano", Juan Beltrán, maestro de capilla de la catedral de Lima hasta 1807, Pedro Jiménez de Abril o Pedro Tirado, y el genovés Andrés Bolognesi, quien introdujo la ópera de Cimarosa, Paisiello y Rossini, y mandara transcribir la música de los archivos de la catedral a notación moderna (anteriomente se usaba la notación mensural), deschando lo que consideraba muy anticuado y destruyendo los originales de estas transcripciones por inservibles. El último maestro de capilla que tuvo por ese entonces la Catedral de Lima fue Bonifacio Llaque, autor de música religiosa, quien en 1839 tuvo que renunciar al verse privado de sueldo al igual que todos los músicos, dando fin así a toda una época de florecimiento musical, entrando a un estado de atraso grande del arte de los sonidos
Breve historia de la Música Peruana Antes de ser Virreinato español, gran parte del territorio peruano constituyó el Tahuantinsuyo Incaico que unió varias las culturas más antiguas como: Chavin, Paracas, Moche, Chimú, Nasca y otras 20 menores; los antiguos pobladores de la cultura Nasca, fueron los músicos precolombinos más importantes del continente, empleando cierto cromatismo en sus antaras de cerámica, a diferencia de las 5 notas de melodías incaicas. Luego del Virreinato cientos de años de mestizaje cultural han creado un amplio paisaje musical a lo largo del Perú. Instrumentos típicos usados son, por ejemplo, la quena y la antara o zampoña, el cajón afroperuano y la tradicional guitarra, que en el Perú tiene además una variante de menor tamaño, conocida como "charango" y la mandolina. Existen miles de danzas de origen prehispánico y mestizo. La sierra centro, norte y sur de los Andes es famosa por conservar los ritmos tradicionales del huayno y el pasacalle.Esas son las culturas. Música andina A lo largo de los Andes peruanos, en cada pueblo, existe una gran variedad de cantos y bailes que, como lo ameritan numerosos cronistas, son juzgados de "infinitos" por su diversidad. En la época incaica, se usaba la palabra taki para referirse simultáneamente tanto al canto como al baile, pues ambas actividades no estaban separadas una de la otra. Con la llegada de los españoles se producen varios procesos de mestizaje musical, desapareciendo algunos takis y transformándose otros. La música andina actual es toda mestiza, pues no existe pueblo que no haya sido tocado por dicho proceso. Incluso, la mayoría de instrumentos de uso en el área andina es mestizo. En Arequipa y los Andes del Sur se ha difundido grandemente el yaraví, un estilo melancólico de canto, que es uno de los tipos más difundidos de canto. La canción de origen andino más conocida es "El cóndor pasa", una canción tradicional recopilada por el compositor peruano Daniel Alomía Robles, quien la incluyó en una zarzuela homónima, y que fue popularizada en los Estados Unidos por el dúo Simon & Garfunkel. La composición original consiste en un himno al sol, lento, seguido de una kashwa y una fuga de Huayno. Por otro lado está el huaylas, un alegre ritmo de los Andes centrales. Este es otro tipo muy difundido de canto y danza. En Ancash se cultivan los ritmos del huayno, la chuscada, el pasacalle y la cashua gracias al aporte de músicos prolíficos como Víctor Cordero Gonzales quien a pesar de haber fallecido en 1949 aún alumbra el camino de los músicos ancashinos de este nuevo siglo. El huayno es el género de música andina más popular, aunque su origen no se puede rastrear hasta la época incaica, por lo que parece ser una creación netamente mestiza. Se cultiva con distintas variantes en toda la serranía peruana. Un género similar es el tondero de la costa norte peruana Música criolla y afroperuana La sierra, más influida por la cultura española, combina ritmos tradicionales europeos como el vals y la polca con ritmos diversos, sobre todo, de origen africano. No en vano, en la Lima colonial, la población de esclavos negros era la mitad de la población total de la ciudad. La música criolla actual surge a fines del siglo XIX como parte del proceso de transformación social que sufre la ciudad de Lima, recorriendo diferentes estados hasta la actualidad. El estilo limeño más conocido es el vals peruano, popularizado por importantes compositores como: Aaròn Landa Felipe Salaverry y Chabuca Granda quienes son considerados los principales compositores de la música criolla, con canciones como el plebeyo', el huerto de mi amada, el canillita - uno - "La flor de la canela", "Fina estampa" y "José Antonio" - otra -. Otras canciones conocidas de este género son: "Alma, corazón y vida", "Madre", "Odiame", "Mi propiedad privada" y "El rosario de mi madre". Además del vals o valse, la música criolla incluye los géneros de la polca(estos géneros de origen polaco llegaron a Sudamérica en la segunda mitad del siglo XIX junto con el Schotich, la mazurka y el Paso doble español) y la marinera, esta última, con origen en la antigua zamacueca. La marinera es la danza nacional del Perú, nombrada por el literato Abelardo Gamarra en honor de los marinos que lucharon en contra del ejército de Chile en la Guerra del Pacífico. Entre los peruanos de la costa, es considerada tan representativa como es el tango en la Argentina. Posee tres variantes principales, la norteña, la limeña y la serrana. Música afro-peruana Varios géneros musicales (así como otros elementos culturales) de origen africano han sido incorporados en la actualidad a la música criolla. Actualmente, el instrumento emblemático de la música negra en el Perú es el cajón. Ritmos derivados de la música africana como el festejo o el landó son comunes entre las comunidades negras de la costa sur del Perú (Lima, Cañete, Chincha, Pisco, Ica y Nasca). Susana Baca es una reconocida
cantante y compositora de música afroperuana. En el año 2002 ganó un Grammy por su álbum "Lamento negro". Música académica El Perú poseía durante el período colonial una gran actividad musical, con centros importantes en Los Reyes (Lima), Cusco y Potosí . Desde la llegada de los españoles se produjo un sincretismo cultural, se compusieron obras religiosas en texto quechua con armonía del renacimiento italiano y español, claro ejemplo son las obras de los religiosos Juan Pérez Bocanegra (Hanac Pachap) y Luis Gerónimo de Oré. En el Perú se compuso la primera ópera del continente americano, La Púrpura de la Rosa estrenada en 1701, obra del español Tomás de Torrejón y Velasco, sobre texto de Calderón de la Barca. Otros compositores peruanos del período colonial son: Rocco Cerutti y Domenico Zipoli (nacidos en Italia), Juan de Araujo —nacido en España, que compuso obras policorales a 11 voces y dirigía una orquesta de 50 músicos en Potosí—, y el compositor más importante de América virreinal, José de Orejón y Aparicio (nacido en Huacho). En los últimos 20 años del siglo XVIII, se produce la importante recopilación de Música del norte peruano por el Obispo Martínez de Compañon (Enciclopedia Trujillo del Perú). La Opera tuvo un gran auge desde 1808 en Lima con la presencia del músico genovés Andrea Bolognesi Campanella (padre del héroe de Arica). En en elenco de Bolognesi, actuaba la soprano Rosa Merino que en 1821 estrenara el Himno Nacional del Perú. Tras la independencia de España (1821), José Bernardo Alcedo gana el concurso para crear la Marcha Nacional y compone el actual Himno Nacional (que fuera luego restaurado por el compositor italo-peruano Claudio Rebagliati en 1869). El resto del siglo XIX presenta un gran número de compositores de canciones patrióticas. A mediados del siglo llega un gran número de músicos extranjeros, sobre todo italianos, como Carlo Enrico Pasta, Francesco Francia, Antonio Neumane Marno (autor de la música del Himno ecuatoriano), Benedeto Vincenti (autor de la Música del Himno boliviano) y Oreste Sindici (autor del Himno Colombiano) y el sueco Carlos J. Ecklund. Algunos de ellos se quedan en el país, impulsando una actividad musical orientada a la música romántica europea, creando diversas Sociedades Filarmónicas. Desde fines del siglo XIX (desde la guerra con Chile) y durante las primeras décadas del siglo XX, la música peruana denota la influencia de la música andina, en lo que se ha denominado indigenismo musical a la par con la literatura, la pintura y movimientos sociales y políticos como el anarquismo, aprismo y socialismo. Asimismo, hay casos ligados a la corriente del impresionismo musical. Entre los compositores más importantes figuran: José María Valle-Riestra, Ricardo W. Stubbs, Ernesto López Mindreau, Carlos Valderrama Herrera, Renzo Bracesco Ratti, Alfonso de Silva Santisteban, Theodoro Valcárcel Caballero y Raoul de Verneuil. También destacan los arequipeños: Luis Duncker Lavalle, Octavio Polar, Manuel Aguirre, David Molina —que difundieron sus obras con la Asociación Orquestal de Arequipa—, y Roberto Carpio Valdes y Carlos Sánchez Málaga, que tuvieron importante labor en el Conservatorio Nacional de Música de Lima. Entre los cusqueños, destacan: Juan de Dios Aguirre Choquecunza, Roberto Ojeda Campana, Baltazar Zegarra Pezo y Francisco Gonzales Gamarra, estos autores divulgaron sus obras a través de la Orquesta de Cámara del Cusco y del Centro Qosqo de Arte Nativo. Compositores posteriores han adaptado las innovaciones de la música atonal y dodecafónica a la composición. Entre estos músicos destacan dos maestros muy importantes, Rodolfo Holzmann (alemán) y André Sas (francés), que coincidieron en la fundación de la Orquesta Sinfónica Nacional en 1938, que a su vez motivo a la nueva generación de compositores (del 50) a la que pertenecen Enrique Iturriaga Romero, José Malsio, Enrique Pinilla Sánchez-Concha, Celso Garrido Lecca —ganador del premio Luis Tomas de Victoria (SGAE) al compositor más importante de habla hispana 2001—, Edgar Valcárcel Arze, Francisco Pulgar Vidal, Manuel Rivera Vera, Olga Pozzi-Escot, Luis Iturrizaga, Armando Guevara Ochoa —que es la máxima expresión del indigenismo musical— y el vanguardista Cesar Bolaños Vildozo —que también ha realizado investigación de los instrumentos ancestrales—. Se debe agregar una categoría de compositores que continuaron creando dentro de la tonalidad y cuyas obras co-existen con las vanguardistas, como es el caso de: Jaime Diaz Orihuela, Manuel Pérez Acha, Eduardo Julve Ciriaco, Alejandro Bisetti Vanderghem, Juan Fiege y Jacobo Chertman. Posteriormente, encontramos a los compositores de la generaciones 60 y 70 que han sido los alumnos de la generación anterior, donde destacan Pedro Seiji Asato, Walter Casas Napán, Rafael Junchaya Gómez, Aurelio Tello Malpartida, Alejandro Núñez Allauca, Douglas Tarnawiecki, Arturo Ruiz Del Pozo, José Carlos Campos Gálvez y José Sosaya Weckselman.
La «Generación del 80» integrada por Fernando De Lucchi —actual director del Conservatorio Nacional de Música—,Carlos Ordóñez (Haladara das) y Miguel Oblitas Bustamante, cuyas obras transitan entre lo tonal y la vanguardia y los microtonos de la cultura Hindú. Miguel Oblitas Bustamante (discípulo de Américo Valencia en musicología), a efectuado un archivo sobre las obras de los compositores peruanos y los italo-peruanos desde el virreinato hasta nuestros días. Asimismo José Quezada Macchiavello, viene investigando el archivo musical de San Antonio Abad en el Cusco. En años recientes han surgido nuevos jóvenes talentos, muchos de los cuáles se han agrupado en torno al Círculo de Composición del Perú (Circomper). Otros han viajado y residen en el extranjero, como Rajmil Fischman, Pedro Malpica y Jorge Villavicencio Grossmann. Asimismo, en el campo de la interpretación musical, debemos mencionar a distinguidas voces, como las sopranos: Lucrecia Sarria, Teresa Guedes; la contralto, Josefina Brivio, y asimísmo se debe mencionar a la magnífica y fuera de serie Imacc Sumac con una voz prodigiosa de 5 octavas. Los tenores de fama mundial como Alejandro Granda (década del 30) dirigido por Toscanini en Europa, posteriormente son dignos de mencionar: Luis Alva y Ernesto Palacio, en los últimos años ha aparecido el tenor Juan Diego Flórez, quien ha desarrollado una carrera de gran éxito y está considerado internacionalmente como uno de los mejores cantantes de ópera del mundo. Entre los pianistas debemos mencionar a Rosa M. Ayarza flocklorista y Ernesto López Mindreau en la primera mitad del siglo XX, en la segunda mitad destacan: Rosa América Silva Wagner de Bisetti, Teresa Quezada, Lola Odiaga, Edgar Valcárcel, Carmen Escobedo, Gustavo La Cruz, Juan José Chuquisengo, Fernando De Lucchi, Juan Vizcarra, Vladimir Valdivia, Arbe de Lelis, Carlos Paredes Abad. Entre los violinistas: Bronislaw Mitman, Franco Ferrari, Rafael Purizaga, Francisco Pereda, Juan Fiege, Armando Guevara Ochoa, Fabian Silva Franco, Alejandro Ferreyra (Cubano), Laszlo Benedek, Hugo Arias Tenorio, Carlos Johnson Herrera, Sasha Ferreyra, Javier Rodríguez entre otros. Entre otros instrumentistas el flautista Cesar Peredo (Solista de la Orquesta Filarmonica y solista de world music y jazz), el fagotista Oscar Bohórquez, los cornistas Dante Yenque (solista de la Orquesta sinfonica de Sao Paulo, Brasil) José Mosquera (Solista Orquesta Sinfonica Nacional, Perú). Entre los directores de orquesta destacan en la primera mitad del siglo XX Federico Gerdes, Vincenzo Stea, Enrico Fava Ninci; los arequipeños Octavio Polar, David Molina; el cusqueño Roberto Ojeda Campana; el director fundador de la Orquesta Sinfónica Nacional Theo Buchwald (austriaco) que la dirigió desde 1938 hasta 1966. Posteriormente destacan: Luis Herrera de La Fuente, Leopoldo la Rosa Urbani, Carmen Moral, Jorge Huirse Reyes, Armando Guevara Ochoa, Francesco Russo, José Carlos Santos, Teófilo Álvarez Álvarez, David Del Pino Klinge y Miguel HarthBedoya González(Camerata de Lima), Eduardo García Barrios, Guillermina Maggiolo Dibós, Dante Valdez, Abraham Padilla Benavides, Pablo Sabat Mindreau y Miguel Oblitas Bustamante (Orquestas de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y Música del Mundo).
Historia de la Musica Peruana hasta nuestros dias Lamentablemente no existe un verdadero archivo o una documentaciòn apropiada sobre la mùsica nativa de las regiones peruanas de la costa que sea anterior a la llegada de los Incas o mismo de los españoles. Algunos ritmos del pasado tenían sin duda alguna origen tribal, y presumiblemente estaban ligadas a los ritos paganos presentes en las antiguas civilizaciones de la costacosteras. En los manuscritos dejados por los españoles podemos hallar algunas indicaciones. A continuación transcribimos algunos parrafos que hablan del tema: <<....parece que danzar y beber eran las principales formas de juerga reservada a los adultos. Los diversos jefes organizaban regularmente convites con la presencia de cantores, bailarines y payasos adornados con plumas. La borrachera era una diversión que formaba parte del ritual: del indíìgena participante se esperaba que bebiese en forma exagerada. >> De estas costumbres se obtiene confirmaciópon observando cierta cerámica Mochica, donde el ceramista ha fijado la expresióòn atónita propia de un beodoorracho en la cara de un hombre, al quemientras dos mujeres lo alejan arrastrándolo. En otras oportunidades se ve como se le aparta al ebrioborracho para que pueda dormir la mona. La música estaba estrictamente ligada a la danza, y ésta a su vez acon la religión. Todos los bailes, máscaras y atuendos eran una forma de expresión sacra y ritual importante, y eran ciertamene parte integrante de de la
fuente de la hipnosis colectiva imperante durante las celebraciones. Este tipo de música y bailes sobrevivió largamente con los Yuncas, uno de los pueblos ribereños. En la época colonial y hacia fines del setecientos , bajo la direcciòn del obispo Martinez de Compañon, los artistas dejaron testimonios fascinantes, y muchas de ésas danzas fueron ejecutadas hasta bien entrado el 800. En Madrid, en 1936, se publicó un elenco de más de 200 bailes con alusiones a los atuendos . Victor Von Hagen, con su obra, ha abierto nuevas perspectivas a la cronología histórica, revelando que la civilización Mochica-Chimú fué una precursora de la de la de todos los pueblos del continente americano. La música en el Perú y en las Américas comienza con la historia de los primeros habitantes de la región, y ésta rubrica está dedicada en parte a la historia de la música occidental del Perú. Para conocer la música nativa de las Américas, o sea la que existía antes de la llegada de los españoles, se hace necesario buscar las raíces de la música de los pueblos antiguos: se habla por lo tanto de música precolombina. Los etno-musicólogos concuerdan sobre la escasez de datos , la cual tiene como paliativo solamente algunas crónicas españolas de esos tiempos. El arribo de la música occidental muestra una división en etapasa de formación: el Renacimiento Barroco Americano, el estilo Rococó, el clásico, la época republicana, el romántico; el indígena, el moderno, la música de la primera mitad del siglo veinte – para llegar a la música contemporánea. Los españoles que llegaron a principios del siglo XVI eran soldados, y conocían cantos guerreros o rurales, monódicos, que ya existían en la época medieval - al principio bajo influencia barbárica y luego árabe, apareciendo más tarde la del renacimiento. Pero junto a los soldados hay que destacar la presencia del clero, que utilizó la música como arma de conversión religiosa, logrando de tal manera influenciar a los indígenas. Se introdujo el “organum”, que es una forma primitiva de polifonía, en el cual a un canto básico se unían otras voces y sucesivamente el cante monofónico eclesiástico o gregoriano y la polifonía del renacimiento. De tal forma nacen las primeras manifestaciones contaminadas, es decir formas de expresión musical mixtas. A cominezos del siglo XVI, en el libro “Hanac Pachap” del padre franciscano Juan Perez de Bocanegra, en la parte dedicada al “Ritual Institucional”, aparece un canto para la procesión escrito, admirablemente, en lengua Quechua, es decir el antiguo idioma del Imperio Inca. Se puede decir que en ése libro se halla la primera indicación que nos ha llegado de la zona occidental peruana. Existe sin embargo la duda que el autor no sea el franciscano, porque se cree que la obra haya sido escrita por un indio instruido o - en alternativa – por otro religioso, desconocido, del que el susodicho habría simplemente transcrito la obra aponiendo su firma. De todas maneras se tratata de una obrapera en estilo polifónico renacimental, con cadencias musicales de nivel mediobajo, raros pasajes pentafónicos y cierta escasez de calidad expresiva. Llegados a este punto hay que puntualizar recordar qque América no significa solamente, como muchos piensan, Estados Unidos, sino que . América es un enorme Continente dividido geográficamente en América del Norte, del Centro, del Caribe, y América del Sur. Volviendo al Perú, los principales centros religiosos del País fueron Cuzco, Lima y Trujillo, con otros centros menos relevantes como Arequipa, Huánuco, Huamanga y otros. En todas las iglesias se tocaba música vocal o de con el órgano. Muchos músicos españoles como Cristobal de Belzayaga, Pedro Jiménez, José de Campderrós, , Gutierrez Fernandez de Hidalgo, vinieron al Pais e introdujeron las músicas de Palestrina, Morales, Correa de Arauxo, Cabanillas, Aguilera de Heredia, Herrera, etc.-étera. A fines del siglo XVII el barroco musical llega al Perú: en esa época predominan los villancicos. cánticos que se ejecutan – en forma tanto monofónica que polifónica - en el período navideño español. Están compuestos por estribillo y coplas, con formas españolas melódicas en versos pares que se alternan. En general el “villancico” es polifónico, el “estribillo” tiene ritmo ternario con contrapunte imitativo, con coplas en ritmo binario y estílo omofónico parecido al coral alemán. Las acompañaba un bajo contínuo de órgano, o el árpa junto con el violoncelo. Estas formas fueron escritas para todas las funciones y festividades de la iglesia. Inicialmente llegaban de España, pero con el arribo de los músicos europeos fueron realizadas en el Perú, compuestas al principio por los extranjeros pero luego ya por los peruanos mismos. Tomás de Torrejón y Velasco, gran músico español, ha sido el autor de la primera ópera americana conocida, titulada “La Púrpura de la Rosa”, con texto de Calderón de la Barca, que fué presentada en Lima en 1701. Otros artistas de la época como Juan de Araujo (16646-1712) son famoso por sus villancicos (“Fuego de Amor”, “Los Cóflades de de estrella”) (negrito), o como Ingnacio Quispe (de Cuzco), autor de “A señores los del buengusto”. Con el pasar de los años el estilo inicialmente español sufre la influencia italiana con la introducciñn del canto monódico, el bajo continuo, el uso de la música instrumental con dos violines y bajo sin viola, los asolos, etc. En Perú la introducción del sabor italiano se debe príncipalmente a un Virrey, tal Manuel de Oms y Santa Pau, Marqués de Castell dos Rius, junto al que había llegado el gran músico italiano Rocco Cerruti (1688-1760). Se
introduce el recitativo seco con tono basado en el acento y el bajo contínuo, es decir la forma más profunda de cualquier pieza musical vocal o instrumental cuya función sea la de sostener el canto. Le siguen el pensamiento armónico y las partes “obligadas”, cuando el intérprete no puede variar el tiempo a su voluntad, y el aire “da capo”. Se compusieron óperas como “El Mejor Escudo de Perseo”, “Triunfos del Amor y del Poder” y, en estilo napolitano, el sainete “A cantar un villancico”. En Cuzco comparece Esteban Ponce de León, compositor de la serenata “Venid, venid, Deidades” Alrededor de 1706 nace en la ciudad de Huacho José de Orejón y Aparicio, que se convertirá en un gran compositor barroco. Sus óperas de influencia napolitana demuestran su total dominio de ésa técnica compositiva – que estaba en boga en ese período. Bajo la influencia directa de Cerruti pronto logrñ introducir ajustes, mejorando el modelo; entre sus obras más famosas se pueden citar “la Mariposa”, la cantata “Ah de la godurria”, y “la Pasión según San Juan”. También es sabido que ha escrito música para órgano, pero su obra no es conocida. Fué Maestro de Capilla de la catedral de Lima y murió en ésa ciudad en 1975. En el periodo de mediados hasta fines del siglo XVIII, adquirió popularidad la música escénica, sobre todos las tonadilla teatrales. Estas piezas consistían en sainetes durantes los cuales se escuchaban canciones y ritmos populares. Algunos nombres de personas entonces muy conocidas: Bartolomé Massa, Rafael Soria y sobre todo “la Perricholi”, que era la amante del Virrey Juniet y Amat. Estos últimos años rubricaron la decadencia de la música barroca peruana, que no fu´sustituida por uel estílo clásico sino por algo así como una simplificación del mismo, con elementos derivados de los siglos XVII y XVIII que sin embargo no se convirtieron en un nuevo estilo. Mirando a España se adoptó un estilo omofónico derivado de Scarlatti, Carlo Broschi “Farinelli” y Boccherini, estilo que a a su vez influenció al mundo hispánico. A éste período pertenecen Toribio del Campo y Pando. El genovés Andrea Bolognesi introdujo las Operas de Cimarosa, Paissiello y Rossini; de los archivos de la catedral de Lima hizo extraer y transcribir en versión moderna las óperas existentes en las cuales se hacía uso de la forma mensural, lamentablemente destruyendo los originales por considerárlos obsoletos e inútiles. Bonifacio Llaque, autor de música religiosa y Maestro de Capilla de la catedral de Lima fué obligado, junto con otros músicos, a encargarse de la tarea bajo pena de ser privado del sueldo. De ésa forma terminó una época de auge musical y se inauguró un periodo obscuro, en el que el arte de los sonidos quedó rezagado. MUSICA CRIOLLA Podemos tranquilamente afirmar que este género, que nació en el siglo pasado, conjugaba – gracias a su notable ternura – en simbiótica armonía la melodías y el ritmo con la impecáble lírica de los cantores o poetas populares. Algunas observaciones son empero necesarias. Se pñiensa, erroneamente, que hablar de la música peruana o del Perú sea hablar exclusivamente de un cierto tipo de música, estereotipada y poco o nada original. La música peruana es mucho más, ya que hay varios tipos de ella – mayormente desconocidos en Italia. Podesmos afirmar la existencia de una inmensa cantidad de ritmos, sonidos, danzas con mil matices de color que, naturalmente, expresan cadauno de los sentimientos. Los africanos que llegaron al Perú durante el período colonial, en calidad de esclavos, venían de países diferentes – para que entre ellos no hubiese un idioma común. El negro, en el Perú, tuvo que aprender la lengua de sus dueños españoles. Los africanos que llegaron al nuevo mundo mantuvieron escondidas durante siglos sus expresiones culturales: el canto, la danza y la fé; pero las tramandaron oralmente. Hoy, gracias a las búsquedas de los especialistas estas tradiciones – que fueron etiquetadas como foclóristicas - están volviendo a ser conocidas. El poeta César Calvo escribió estos versos: De España nos llegó el Cristo, pero también el patrón, y el patrón, igual que a Cristo, al negro crucificó DANZAS Y BAILES: LA MARINERA Existen ritmos como el de la Marinera, bautizada así en honor de la marina de guerra peruana, y sobre todo gracias a Miguel Grau, llamado “Caballero de los Mares”. Durante la guerra del Pacífico fué un ingenioso estratega en las batallas de ése triste capítulo de la historia, en el cual estuvierno involucrados intereses y naciones: pero será recordado por sobre todo como una persona que se distinguió por su comportamiento humano frente a los enemigos de entonces. En el caso específico del género criollo, que según afirmaciones etnológicas deriva de dialectos haitianos mezclados con el francés, teoría soportada por las más antiguas definiciones en nuestro poder, el nómbre de los cantos y de la música que la constituyen fué aportado por la poblaciones negras que llegaron a América. Danzas como las que una vez se llamaban “Chilena” y “Zamacueca” fueron sucesivamente llamadas “Marinera” por A.Gamarra. Es un baile de origen africana cuyas características muestran una fuerte componente española: y es una de las danzas populares más conocidas, una danza de cortejo similar al flamenco y con una estructura bien precisa: que ofrece un espectáculo magnífico, intrigante.
MÚSICA PROFANA El Gregoriano va a ser prácticamente la única música que se nos ha transmitido hasta el siglo IX. En este momento nacen dos nuevas formas de música que, aunque existen desde antes, ahora adquieren más relieve y son la Música Profana y la Polifonía. Con la música profana se van a cantar todos los problemas humanos y, sobre todo, un tema fundamental: el amor. Nacen así el Trovador, el Trovero y el Minnesänger. La diferencia entre ellos es muy sencilla: el Trovador canta en el dialecto francés "Oc", el Trovero en el "Oil" y el Minnesänger en alemán, pero la temática de sus cánticos es muy parecida: el amor, la guerra y la naturaleza. Fueron especialmente importantes: Guillermo IX, duque de Aquitania, Rimbaut de Vaqueiras, Marcabrú, Adam de Halle conocido como "el jorobado de Arrás" (se considera predecesor de la ópera cómica). Entre los Minnesänger destacaron: Rudolf von Fenis, Raimar el Viejo y el más famoso Walter von der Vogelweide. En España tenemos a Martín de Codax, juglar de Vigo, Guillermo de Berguedá y Berenguer de Palou y a Alfonso X El Sabio, con sus famosas Cantigas que recopilan 417 melodías de muy diversos tipos: estilos de música francesa, castellana, gallega, portuguesa, judía y árabe. Dentro de la música profana podemos distinguir entre: -
Música popular
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Música culta
MÚSICA POPULAR • • • • • •
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Cantos y danzas son despreciados por los sabios (Hoy en día, se desconoce la música popular anterior al año 1000) Melodía gregoriana + texto profano Temática de las canciones: épica, amor, picaresca, campesinos... La colección más antigua data del s. XIV Se transmitía oralmente El intérprete era el JUGLAR y algunas de sus cualidades eran: • Hombres y mujeres itinerantes con mala fama • Eran acróbatas, danzarines, improvisaban... • Transmitían noticias, chimes y leyes, mitos, historias antiguas... • Hacían juegos con animales amaestrados, con títeres, malabares, juegos de mano... El MINISTRIL era el instrumentista de rango profesional que acompañaba la poesía trobadoresca. Son una especia de “Juglares evolucionados” Ya al fin de la baja Edad Media se organizaban en Gremios y había escuelas profesionales. Instrumentos que utilizaban: lira, viela y arpa. Doblaban la melodía y además improvisaban.
MÚSICA CULTA Dentro de esta hay tres representantes, los GOLIARDOS, los TROVEROS y los TROVADORES: GOLIARDOS: Eran clérigos y estudiantes herrantes, que habían sido expulsados de algún monasterio hacia otro, y en el camino vivían la vida. Por tanto, no estaban bien vistos. Se diferencian de los juglares por: -
Al ser cultos (porque han estudiado) la lengua que utilizan es el latín.
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Además de los temas irónicos y satíricos, también hacen serios, como los religiosos pero no litúrgicos (procesiones, villancicos...)
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El tema principal era: comer, beber, mujeres y taberna (los placeres de la vida)
TROVADORES • • • • • • •
Nacen en la provenza (Sur de Francia) entre finales del s. XI y finales del s. XIII El contexto donde se mueven es cortesano (ocio), nobles y caballeros, y cruzadas. Mantienen unos ideales caballerescos y el de la dama idealizada = amor cortés (casadas o de clase inferior) Eran poetas y compositores. Pertenecían a las clases sociales altas (nobles o burguesía) Junto a ellos llevaban un intérprete que solía ser un ministril asalariado Algunos nombres de trovadores: Ventadurn, Marcabru, Rambaut de Vaqueiras y por citar un español Alfonso X el Sabio quien compuso las famosas Cantigas de Santa Maria entre otras.
TROVEROS Nacen entre el s. XII y el XIV en el norte y centro de Francia Algunos nombres de troveros: Ricardo corazón de León y Adam de la Halle