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Cómo Reencontrar el Destino Meditación Medit ación Egipc Egipcia ia
Almas Gemelas - Regre egresiones siones Vidas Pasadas - Misión de Vida Crecimiento Espiritual
MAESTRO ROLLAND
Kabash
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Coordinación y Producción Editorial: Mirta Baldi y Teresita Bavastro Colaboraron en esta obra Alicia Costa Alma Pochellú Ana Paula Paula Garrido Ary Bernige Bernigerr Helen De Souza Laura Revello María del Carmen Dutto Marta Thomas Rosario Dutto Susana Macknight
EDITORIAL
Nefrú
[email protected] www.rolland.com.br
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A mi Maestro Elías, quien me enseñó a buscar la felicidad en el Destino.
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Introducción Encuentro… Tesoro de Felicidad Mi experiencia me enseñó que el auto-encuentro, no es el mero resultado de un análisis psicológico. Es buscar nuestras raíces en vidas pasadas y comprender la influencia que tienen sobre nuestra psiquis, consciente o inconscientemente. Para ello tenemos que partir de un concepto: el alma existe a través de distintas vidas, distintos cuerpos, en diferentes épocas y culturas. De allí resulta nuestra evolución intelectual a través de sucesivas civilizaciones. Mucho más allá del concepto de los arquetipos de Jung, que no llegan más lejos de los instintos y reflejos del aprendizaje colectivo. Creo firmemente, que al psicoanálisis de Freud le faltó una segunda parte. Su intención de dedicarse a la parapsicología en la última etapa de su vida, posiblemente haya sido su idea de siempre, pero no la pudo llevar a cabo en la época de tan duro antisemitismo que le tocó vivir. En otras condiciones, tal vez hubiera continuado con sus ‘vuelos’ como un verdadero místico, con su tarot, con su hipnosis… Con sus caminos para conocer no sólo la vida del más acá sino la del Más Allá, que constituye el verdadero cimiento de la personalidad y del gran Yo. Mi búsqueda nunca habría tenido éxito sin las enseñanzas de mis Maestros, que marcaron los caminos por los que debía transitar. Como lo dijo Sheri Otep, el gran Hierofante Médico de la Dinastía XII del Antiguo Egipto: “Iluminado es aquel que sigue la Luz de su Maestro… nunca estará en la oscuridad”. 9
Cuando encontré mi Luz, ya no hubieron dudas. Mi fe y mi lealtad vencieron a la oscuridad y siempre vi claro mi camino. Hasta los obstáculos que encontraba, sin importar su dimensión, los tomaba como pruebas necesarias para crecer. Crecí y aún cuando hubiese querido avanzar más, superarme más y aprender más, comprendí que las vidas son limitadas y que necesitamos volver a reencarnar para seguir aprendiendo y alcanzar lo que no hemos logrado. Por eso tengo fe en que podré volver para cumplir con la gran ley del ser humano a través de los tiempos: evolución. No se trata de que participemos en el progreso de la sociedad, sino del crecimiento espiritual de nuestra psiquis, de nuestra alma. Cada uno tiene su propia búsqueda, pero siempre lo llevará a la única verdad: su esencia, como lo enseñó Spinoza. Y a través de nuestra esencia, podemos unirnos al camino que nos pertenece, aunque lo hayamos vivido a través de distintas culturas, pensamientos y descendencias, en nuestras diferentes encarnaciones. Nuestra verdadera esencia, es como una Luz que nace en la profundidad de nuestro ser, que ahuyenta dudas y conflictos. Una esencia que en cada vida tenemos la necesidad de volver a sentir. El alma busca su verdadera energía para poder vivir y unir su existencia del presente, con las del pasado y con su historia del Más Allá… He tenido el privilegio de relacionarme con muchas personas que se destacaron en distintos ámbitos y traté de sentir si el éxito que tuvieron en esta vida, fue por la influencia de una anterior. Esto también formó parte de mi búsqueda. Hay quien se busca aislándose de los demás y es posible que también así logre su encuentro. Pero mi camino fue muy 10
distinto. Fue a través de mis consultantes, de las experiencias que me tocó vivir y compartir. Mi consultorio ocupó la mayor parte de mi vida. Traté de comprobar una verdad, no sólo para mí, sino para mis discípulos, para todos los que forman parte de nuestra Escuela. También enseñé a mis discípulos formados como Maestros, a que sigan mi camino y puedan sentir el inmenso placer espiritual de ayudar porque la mayor felicidad para mí fue poder ayudar a otros. Ese placer me motivó dentro de mi camino como Maestro. Aprendí que si se ayuda por compromiso o por deber de conciencia, no sirve, no resulta. Hay que vibrar con la persona que estamos ayudando y sentir que nuestra fuerza mística le llega y provoca una transformación maravillosa. Pero para alcanzar el éxito, antes tuve que encontrar un camino para ayudar. Quien apoyó mi búsqueda guiándome hacia el Kabash, fue mi Maestro Elías, Profesor de Egiptología y Asesor del Museo de El Cairo. Con él aprendí jeroglíficos, aprendí sobre tumbas y papiros, aprendí cómo llegar a vidas pasadas, ¡aprendí tanto!… ¿Saben por qué? Porque lo quise mucho, fue mi Maestro amado. Y quien me reveló las grandes verdades que pertenecen al pasado de mi alma, es el espíritu de una gran sacerdotisa del Antiguo Egipto. Su nombre es Astenkeph. Ella me acompaña en cada una de mis orientaciones y ayudas. Estuve unido a su espíritu en una vida anterior y en la actual está a mi lado desde que nací. Y tengo la certeza de que también estuvo junto a mi padre. Ella me transmite en sus mensajes, un sorprendente conocimiento tanto del pasado como del presente de los consultantes. Desde el Más Allá, sabe lo que nadie puede saber. Gracias a Astenkeph, conocí gran parte de una de mis vidas 11
anteriores, en el Antiguo Egipto, hace tres mil quinientos años atrás… Ustedes dirán, ¡qué suerte tiene el Maestro! Estar acompañado de un espíritu que le comunica todo lo que necesita saber. Es verdad, pero nunca he sido egoísta con el saber ni con los privilegios que me dio el Destino. Fundé una Escuela y formé discípulos, enseñando a cada uno a descubrir su propio Ka o su ‘Doble’ como se lo llamaba en el Antiguo Egipto. A sentir ese espíritu que camina al lado nuestro y nos ayuda a vivir. Siempre he sido ‘Maestro’ y he compartido mis conocimientos. Hasta hoy sigo enseñando a través de estas páginas. ¿Quieren saber cuándo fue la primera vez que sentí a mi Ka, Astenkeph? Fue un encuentro muy triste cuando tenía diez años. Aquel año comenzó mal para mí. El 1º de setiembre, justo el día de mi cumpleaños, estaba en Alemania, en la ciudad de Leipzig y viví el estallido de la guerra. Mi prima Anschen tenía todo preparado para la fiesta, pero siempre algo falta y salimos a comprarlo. Por las calles se escuchaban gritos: ‘¡krieg! ¡krieg!’, (guerra, guerra). Muchos gritaban con espanto y otros con alegría. Hombres, mujeres y hasta niños uniformados y con sus svásticas, marchaban cantando himnos nazis. Tanques y camiones se veían por toda la ciudad, los negocios estaban cerrados. Imposible conseguir velas para mi cumpleaños… Ya en la casa, cuando llegó la noche, mi prima encontró un pedazo de una vela usada y me la prendió. Me dijo que me concentrara en el deseo que más quería. Lo recuerdo como si fuera ahora… Pedí que mi madre me quisiera. ¡Qué triste es cuando un hijo tiene que pedir que su madre lo ame! 12
Pero mi deseo no se realizó. Al volver a París, mi madre me internó en un Asilo cristiano. Justificó diciendo que mi comportamiento era tan malo, que allí yo iba a aprender. ¡No imaginan cuánto sufrí! Estuve casi un año encerrado, hasta que mi prima se hizo mi tutora y me llevó con ella. Un día en el Asilo me acerqué a la capilla donde los demás niños asistían a misa. A mí no me obligaban porque era judío. Desde afuera, vi lo que para mí era la estatua de una mujer, ya que no conocía entonces nada acerca de la Virgen María. Pasaron algunas noches y soñé con una mujer parecida a la de la estatua. Ella me dijo: “Pronto saldrás de aquí y vas a viajar con tu madre al país donde naciste”. En aquel momento, pensé que la que estaba en mis sueños era la misma de la capilla. Hoy sé que fue el primer contacto con mi espíritu guía. Cuando viví en Francia quise ser cristiano, como todos los niños del Asilo. No quería ser distinto, quería ser francés y católico y no un uruguayo que decían que venía de un país de indios y además judío y rechazado como tal. Y cuando estaba en Alemania, también hubiera querido estar uniformado como todos los niños nazis. Todavía no comprendía el porqué de la gran barrera que existía entre judíos y alemanes. Aún hoy, sigo sin entender por qué el mundo está tan dividido. Tal vez sea parte de un Destino que no hemos podido superar. Muchas veces he pensado si existe la meditación que este mundo necesita para salir de su Torre de Babel, de las separaciones y rivalidades entre los hombres, que se transforman en guerras permanentes. Cierta vez, hablando sobre este tema con mi Maestro Elías, me decía que la solución está en la familia. Que si trabajáramos para mejorarla, dándole principios y espiritualidad, podríamos ayudar a mejorar nuestra sociedad. 13
Hoy, después de tantos años, miro hacia atrás y veo que el verdadero avance en mi búsqueda, no fue a través de una profesión o de conocer técnicas, sino de saber por qué existo, hacia dónde voy, cuál es mi misión y cómo puedo alcanzar mi realización y mi felicidad. He aprendido mucho más a través de mis consultantes, de sus problemas, de su dolor, que de todos los libros que leí y todo lo que me enseñaron en la Facultad. Cuando salí de ella, me sentí un ignorante. Sólo sabía que la había cursado. Aunque fuera el mejor profesional del mundo, me sentiría un desgraciado si no hubiera hallado mi camino. Gracias a mi Ka, alcancé lo que realmente necesitaba: conocerme a mí mismo, saber quién soy. La mayoría de las personas se desconocen, son extraños en su propia vida. Tratan de cubrir esa ignorancia y ese gran vacío, aturdiéndose con fiestas, ruidos, con comodidades y conquistas económicas o afectivas. No saben de dónde vienen ni hacia dónde van. Así viven y así mueren, como hojas secas que el río se lleva… Los antiguos poetas egipcios hablaban de que el hombre no puede ser como una hoja seca que el Nilo se la lleva. Tendría que ir en una barca al mundo subterráneo, a la Eternidad… Tener vida en la propia muerte y durante ese viaje realizar su transformación. Llegar a ser como una libélula, que pueda volar y sentir la elevación dentro de su camino, porque la vida debe ser un proceso de cambios y crecimiento. Y la muerte no es detenerse sino una transformación de lo que está destinado para nosotros… todo está ‘escrito’. Pero tenemos que meditar para alcanzar la sabiduría de poder leer eso que está ‘escrito’. Conociendo esto, conocemos el verdadero secreto de la vida. 14
Encontrar Luz… Sabiduría… Amor verdadero Mis queridos lectores, aunque un gran número de ustedes son hoy desconocidos para mí, estoy seguro que a muchas de sus almas las he conocido en otro tiempo. Por eso, trato de enseñarles una sabiduría que ellas puedan sentir, para rescatar la esencia de su propio Destino. No les enseño con palabras o con teorías. Trato de llegar a ustedes a través de mi experiencia personal, mostrándoles el camino que he recorrido hacia mi propio encuentro. Esa es mi misión como Maestro y los que sientan ese camino, podrán transformarse en mis discípulos. Para las almas no existe tiempo ni distancia, existe solamente una esencia que perdura a través de las vidas. En mi búsqueda descubrí el Kabash y ustedes podrán preguntarse sobre su origen, de dónde viene esa sabiduría y por qué se llama así. ‘Kaba’ quiere decir ‘recibir’ y ‘esh’ o ‘ash’ significa ‘fuego’. Así como yo enciendo una vela para comunicarme con mi espíritu guía o mi ‘Ka’, en la antigüedad todo sacerdote egipcio, sin importar en qué época, trató de encontrarse con el Más Allá, a través del fuego. Éste fue la base de toda inspiración mística y religiosa. Aunque hoy estoy al margen de un plano religioso, sigo fiel a la tradición mística del fuego, porque siento que mi alma lo necesita y es parte de su energía. Durante muchos años me dediqué a conocer la Kabalah y su interpretación mística. Encontré una gran similitud entre ella y el Kabash. Los judíos vivieron casi quinientos años en Egipto y aprendieron las bases de la Kabalah, como también muchos conceptos monoteístas nacidos en la Dinastía XVIII, durante 15
la revolución del Faraón Akenatón. En aquella época, dentro de las primeras logias formadas en Neket Atón (Amarna), ya se enseñaba la sabiduría Kabash. Aunque el judaísmo trató de separarse de Egipto y su influencia, no pudo conseguirlo. Lo vemos en el nombre de Abraham. Ab (padre), Ra (dios egipcio), Am (pueblo) que significa ‘padre del pueblo de Dios’. Así como Irushalaim (Jerusalem) viene de `Ir’ (ciudad), ‘Ra’ (Dios), ‘Shalem’ (paz) ‘ciudad de Dios y de paz’. El dios Ra siempre presente como en Sa-ra, Ra-quel, Debo-ra, etc. También el origen de la palabra Rabí, como ‘Ra-Be’ que significa ‘Dios y alma’. La religión judía agregó luego un ‘hei’ (‘H’) en algunas palabras, como en el nombre del patriarca Abraham, para unirlas a Jehová, intentando sacar la esencia del Ra. Lo cierto es que los judíos no pudieron librarse de la influencia egipcia, así como los cristianos nunca pudieron escapar a la judía. Y como los islámicos no pueden ignorar el aporte de los profetas judaicos en su religión. Así, podemos encontrar paradojas dentro de las diferentes culturas, como el inicio del Año Nuevo cristiano, en la fecha de la circuncisión de Cristo, al séptimo día de su nacimiento. El cristianismo festeja con bombos y platillos, el día de un ritual judío de circuncisión… Todas las religiones tienen grandes problemas para explicar acontecimientos que no son fáciles de comprender, pero gracias a los dogmas y a la fe, son aceptados. La mística, sin embargo, trata de liberarse de dogmas y permite ‘volar’ con seguridad, sin miedos. Porque cuando existen dudas, nuestros vuelos místicos pueden transformarse en frustraciones y no permitirnos encontrar el camino. 16
El verdadero místico es un seguidor de lo que siente. Trata constantemente de purificar sus conocimientos y buscar las verdaderas esencias que son como las raíces plantadas por nuestro Creador Cósmico. Recuerdo que uno de mis Maestros de Kabalah, cuando se refería a la importancia del sábado, decía que ese día era como una princesa y debía vestirse como tal. A través de los años, vi falsas princesas vestidas hasta de reinas. Rodeadas de súbditos y seguidores, recibiendo loas, admiración y reconocimiento, cuando no eran nada. Es una gran verdad que el hombre necesita reinas y dioses a quienes adorar y muchas ‘princesas’ y como no sabe distinguir la verdadera, se deja llevar por la influencia de las imágenes. Por eso enseñé a mis discípulos una meditación de inmensa grandeza espiritual, para que puedan encontrar la verdadera princesa o la reina, que pueda ser importante en todos los planos de su vida. JAMUK ASHIR, se practica de pie hacia el Este, frente a nosotros, una vela encendida. La mujer con sus pies juntos y el hombre, algo separados. Se concentran en JAMUK ASHIR durante algunos minutos. Su mística los llevará a encontrar esa luz verdadera, ese conocimiento, ese Destino, esa verdad o ese amor, que llenen su vida. Y que puedan sentir que la felicidad los abraza.
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Nota del autor: En las historias que relato en esta obra he tratado de transmitir de la mejor forma posible, la esencia de una situación que quedó grabada en mi memoria. Los diálogos que he escrito, intentan reflejar esa esencia. Los lugares y los nombres de los verdaderos protagonistas fueron cambiados para proteger su privacidad. 18
Encuentro Fueron miles de casos que he vivido con mis consultantes y cada uno contribuyó como un ladrillo a la construcción de mi templo de verdad. A través de ellos aprendí la sabiduría que me formó como Maestro. La riqueza de cada situación que me tocó conocer, puso los cimientos para mi propio encuentro. Espero que las historias de la vida real que en este libro les presento, puedan orientarlos en la búsqueda hacia su propio Destino. Deseo de corazón que las Dabraká que tanto ayudaron a los protagonistas de estas páginas, también sean para ustedes esa Luz que pueda guiarlos por el camino del encuentro.
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Identidad Identid ad y Destino
Hacía muy poco había llegado a Uruguay y todavía todav ía sentía fresco en mí el recuerdo de d e Egipto. Pensé Pensé que debía comenzar comenzar mi consultorio en Montevideo y pude alquilar un local en la la calle Colonia, gracias a un Ingeniero amigo que me salió sa lió de garantía. En los últimos tiempos, mis consultantes habían sido s ido los capitanes de los barcos en que viajaba, los gerentes de los hoteles en que me alojaba… ‘Leía las manos’ para tener un lugar donde comer o dormir dor mir,, para poder viajar y estudiar lo que tanto me apasionaba. Pensar en un consultorio fijo era sin duda un desafío. desa fío. Tenía Tenía que empezar de nuevo y todos todo s los comienzos son difíciles. También necesitaba volver a Buenos Aires, a buscar mis cosas que estaban en casa de amigos. Mis cuadernos, mis libros, papeles… todo eso eso que representaba mi pasado. pasado. Pero Pero antes tenía tenía que reunir el dinero para viajar viajar.. Además, en ese tiempo se había hundido un barco que cruzaba a Buenos Aires, murieron murier on varias personas y eso complicó las las posibilidades de viajar viajar.. ¡Tantas ¡T antas cosas cosas sucedían y a la vez, v ez, nada sucedía! sucedía! Me sentía dentro de un gran vacío, pero tenía siempre presentes las palabras de mi Maestro Elías: “…Jamás olvides que en cada lugar donde tú estés, las person per sonas as que te ro rodee deenn ser serán án parte de tu Des Destino tino.. Nun Nunca ca será una coincidencia. Los que están a tu lado, ya estuvieron. Las almas se buscan, se necesitan. Cuando existió un sentimiento senti miento,, quieren volver a vivirlo porque eso es un estímulo estí mulo para ellas”. 21
Por eso estaba seguro de que alguien me buscaría, con alguien iría a encontrarme o reencontrarme. Nunca dudé de la palabra de mi Maestro Maestro.. Ese día tenía hambre. No tenía a quién pedir ayuda. No le podía decir al Ingeniero que me dio su garantía, que me trajo muebles de su oficina, que tampoco tenía para comer… Tenía hambre de varios días y el hambre no deja pensar, porque quiere que uno piense sólo en cómo conseguir comida. Salí a caminar por la calle Colonia. Caminé y caminé. De pronto una señora me mira y me pregunta: –¿Usted es Rolland, el hijo de Bashe? –Sí. ¿Conoce a mi madre? –pregunté muy sorprendido. sorprendi do. –La conocí en Argentina cuando visité la estancia de mi amiga. Mi nombre es Rebeca. A usted también lo vi allá en Entre Ríos, era muy joven… –¡Y me reconoció! –Sí, yo tengo un ojo clínico cl ínico.. ¿Y cómo está su madre? –Bien, está en Buenos Aires pero pienso traerla a Uruguay en cuanto pueda. –¿Usted sigue con sus videncias? –me interrogó curiosa–. Supe que estuvo junto junt o a Eva Perón… Perón… –¡Yaa veo que sabe –¡Y sabe sobre mí! –comenté –comenté con con asombro. asombro. Pero al mismo tiempo pensé que sin duda mi Maestro tenía razón, que las almas se buscan y se s e encuentran. –Mire, Rolland, en la institución benéfica donde trabajo, hay un caso muy interesante en el que yo estoy ayudando y me gustaría que usted lo conociera. Se trata de un hombre que perdió la memoria. El médico no sabe por qué. Lo único que el pobrecito contesta a Jacobo Jabo Jabotos tosky ky’’. No cualquier pregunta que se le haga, es ‘Jacobo dice otra cosa. ¿Por ¿Por qué no viene conmigo a verlo? ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Acompáñeme! –insistió. 22
Yo pensé que tal vez ese fuera mi primer caso y acepté Yo su propuesta. ¡Tenía que empezar! Un caso, un plato de comida… lo necesitaba. No pensaba en dinero, apenas en poder comer comer.. Llegamos a una Casa de Salud Sal ud y nos recibió una señora que preguntó si yo era médico. médico. Rebeca afirmó afir mó y a la vez me hizo un gesto para que yo dijera que sí. Cuando la otra señora salió, quiso justificarse justificar se conmigo. conmigo. –¿No mentí mucho, mucho, verdad? Usted estudió medicina… medici na… –Sí, más de lo que usted piensa. El hecho de que no ejerza, no quiere decir que no sea médico médico.. Nos hicieron pasar a la habitación del ‘Sr. Jacobo’. Jacobo’. Era un hombre que miraba al vacío. Ni notó nuestra presencia… No veía a nadie y estaba en el más absoluto silencio. La enfermera que nos condujo hasta él, me explicó: –No habla nada. Si le preguntamos algo, lo único que dice es ‘Jacobo Jabotosky’. –Y la edad, ¿tampoco la dice? –¡Ah! No sé. No le preguntamos. –¿Por –¿P or qué no le preguntaron? preguntar on? Hay que saber saber en qué edad está su mente. ¿Me comprende? Él puede tener dieciocho años en este momento o tener cinco c inco.. –El médico nunca pensó en eso. Usted tiene otra visión… vi sión… Le pedí a la enfermera que me trajera una vela. –¿Para –¿P ara mirarle los ojos? oj os? ¿No es mejor una linterna? linter na? –No,, necesito una vela –No v ela –insistí. –Si le pide una vela, tráigale la vela –protestó Rebeca. Trajo la vela y como siempre, su llama me iluminó para empezar a conocer la verdad. La enfermera y Rebeca quedaron muy sorprendidas cuando les dije: 23
–Primeramente, este hombre no es judío. Él no sabe quién es y ese ‘Jacobo Jabotosky’ que siempre nombra, es alguien muy relacionado a él. –Nosotros encontramos un Jacobo con un apellido muy parecido a Jabotosky, pero ni lo conoce a él. –Me explicó la enfermera. –No, ese apellido no es de aquí y este hombre no es judío y para comprobarlo hay que saber si tiene hecha la circuncisión. La situación empeoró cuando confirmamos que no era judío. La señora que nos había recibido, era de la dirección del asilo y al enterarse de la novedad, quiso sacarlo enseguida. –Pero entonces, ¿por qué lo tenemos acá? ¡Que vaya a una institución cristiana! –protestó indignada. –Antes de sacarlo de aquí, tenemos que pensar en darle una solución –dije tratando de encontrar un argumento para remediar el desastre que provoqué. –¡No! Los que contribuyen con esta obra, lo hacen para ayudar a judíos. Este hombre no es judío y estamos gastando con él. Comida... ropa... todo cuesta. –Pero señora, mientras vemos cómo ayudarlo… –¡No! –me interrumpió. ¡Ni un día más! Si no es judío, no puede estar acá. Me dolió su respuesta y mi ‘vela’ me decía: “Aprende cómo hablan los de tu pueblo. Escúchalos”. –No me hables mi querido Ka, de mis hermanos judíos. Todos los pueblos cometen errores. Estoy seguro que otros fallaron más que el nuestro. Ahora lo único que te pido es que me orientes. ¿Cómo puedo ayudar a este hombre? 24
–“Siempre que pregunto a un alma, ella me contesta cuál es su problema y su tragedia. Me dice qué hace la persona, quién es, qué busca, qué necesita en la vida. Hay un lenguaje entre las almas… Pero su alma no habla… Está muy afectada por el problema que vive”. –Fue la respuesta de mi Ka. – ¿No hay forma de hacer que hable? –insistí. –“Sí, existen caminos, pero necesito más tiempo. Y es difícil encontrar una respuesta antes que lo saquen de aquí”. –Yo no voy a permitir que lo manden a la calle. –“Tú no eres importante aquí, no tienes fuerza para impedirlo”. –Yo lo haré. Decidí que Rebeca era quien debía ayudarme a resolver la situación. –Señora, hemos creado un problema y tenemos que buscar una solución. –¡Ay! ¡Ay! …Yo causé el problema, ¿verdad? –Sí –reafirmé–. Este hombre tenía dónde vivir y ahora van a quitarle toda la ayuda que le estaban dando. Usted ya escuchó a la señora de la dirección. Sé que tenemos que comprender que ella debe responder por el dinero que su institución recibe. Si es de judíos y para ayudar a los judíos… Pero no podemos dejar a este hombre así, sin que él sepa siquiera quién es. Mientras intentaba convencer a Rebeca, mi Ka empezó a comunicarme: –“Abrió su corazón… Este hombre vino viajando y viajando desde Brasil. Habla portugués y también español. Chocó con su auto, no recuerda contra qué, pudo ser un árbol. Traía un dinero importante, que lo perdió en el accidente. Aquellos que buscan lo ajeno se aprovecharon de su desgracia. 25
Se dedica al negocio de vender muebles. Su nombre es Valerio. Tiene un socio en una ciudad de Brasil… en Porto Alegre… que se llama Jacobo Jabotosky. Todo el tiempo lo nombra, lo busca, porque en este momento que se siente completamente perdido, sabe que es el único que puede ayudarlo. Valerio es mentor en una escuela de espiritismo… es un gran místico. Quisiera que podamos ayudarlo”. Yo le contaba a Rebeca todo lo que mi Ka me decía y ella escuchaba muy sorprendida. Empezó a hablar maravillas de mí a la gente del asilo. –Yo conozco su madre, es una gran señora. Él estuvo al lado de Eva Perón, aconsejó hombres importantes… –No señora, no exagere, no tiene por qué hacerlo, no es necesario. Sin escuchar lo que yo decía, seguía contando con entusiasmo la historia de aquel hombre, mientras él continuaba ausente a toda nuestra conversación. –Se da cuenta, este hombre es un alma buena, un hombre espiritual. Perdió sus documentos en el accidente, tendría un maletín con el dinero… Pero tiene su trabajo y lo deben estar buscando en Brasil, seguramente tendrá familia, hijos… Entonces volví a escuchar a mi Ka, diciendo que hacía muchos años, Valerio se había separado de su mujer y sus hijos quedaron con ella. Ya ni siquiera se veían y él sólo tenía a su socio Jacobo. Pero lo más importante para mi Ka, fue que en otra vida ese hombre era un sacerdote, un alma muy unida a nuestro camino místico. Al final, decidí llevármelo conmigo. La directora se encargó de aclararme que no podía quedarse con nada, que todo pertenecía a la Institución. Al menos pudo conservar su ropa. 26
Nos fuimos en un taxi. –Yo sabía que usted tiene un gran corazón –me repetía Rebeca. –Es lo único que me queda –comenté para mí mismo. Ya en mi consultorio sin estrenar, senté a Valerio frente a mí. Su ropa estaba muy prolija, yo lo miraba y pensaba orgulloso ‘mi primer paciente’. Pero él sólo miraba la pared. –Yo lo voy a sacar adelante –pensaba. Es el primer paciente y no puedo fallar. Tenía que buscar algo que ‘despertara’ sus recuerdos. Astenkeph decía que debía mostrarle fotos de muebles. Salí a buscar algo que pudiera ayudar. Las revistas de decoración eran caras y yo no tenía dinero ni para comer… De pronto iba caminando y pisé una hoja de diario. ¡Increíble! Tenía una publicidad donde mostraban muebles. Feliz, volví rápido a mi consultorio. Cuando entré, Valerio seguía sentado en el mismo lugar. Le mostré la hoja y tuve que forzarlo a mirarla, porque no prestaba atención a nada. Entonces, algo ‘tocó’ su memoria y provocó la reacción. –‘Móveis’ –fue su primera palabra. Esa foto lo trajo a la realidad. Yo sentí una gran emoción. ¡Por fin se estaba recuperando! Llegué lejos con aquel hombre. Las regresiones lo ayudaron mucho. De a poco empezó a recordar, a hablarme de su socio, de su negocio en Porto Alegre… Después de un tiempo busqué la forma de prestarle dinero para que viajara de nuevo a Brasil, en una compañía de ómnibus que hacía el trayecto Montevideo-Porto Alegre. Durante el tiempo que estuvo conmigo, le enseñé a meditar y en especial con una Dabraká que lo ayudó, no solamente a encontrarse en esta vida, sino con el pasado que había olvidado. 27
Antes de viajar a Brasil, me dijo que quería formar un nuevo hogar hogar.. –Me di cuenta que estoy muy solo. Tengo Tengo un socio soci o en mi parte económica y es también un gran amigo. Estudiamos junt ju ntos os pe pero ro ni él ni yo hi hici cimo moss gra grann co cosa sa co conn nu nues estro tross es estu tudi dios os,, ya ve que estamos fabricando y vendiendo muebles. muebles. Jacobo se ocupa de la producción y yo de la parte de ventas. Seguro que me está buscando pero quiero aparecer allá de sorpresa. Al desp despedirs edirsee me dijo dijo:: –Quiero que sepa que volveré y que, a pesar de pertenecer pert enecer al espiritismo, espiritismo, lo considero a usted mi Maestro y nunca voy a olvidar sus enseñanzas. Y así fue. Durante mucho tiempo siguió meditando meditando,, siempre con AMISH ARAB, para encontrarse… Al tiempo tiempo volvió volvió a Montevi Montevideo deo y llegó llegó a mi consul consultorio torio con un camión con muebles y madera para arreglar toda mi casa. Hizo un estante donde yo instalé un acuario que tanto me gustaba. Solía mirar los peces para descansar mi mente. Ellos viven en silencio silencio,, parece que fueran de otro mundo, pero están en el nuestro, sólo un vidrio nos separa. Así fue mi comie comienzo nzo en Urugua Uruguayy. Recién ahí empecé a soñar soñar.. A pesar de haber tenido ya un consultorio en Buenos Aires, de haber atendido gente importante, todo aquello había quedado atrás para mí… También, si hoy me preguntan si este es te caso fue importante, impor tante, sé que lo fue, pero el tiempo apaga a paga su valor valor. El tiempo todo lo va borrando y trae siempre s iempre un nuevo día y un nuevo momento para soñar… Rebeca, constantemente constantemente me recomendaba y también una señora ciega, ciega, que fue mi segunda consultante. co nsultante. 28
Venía gente desde desde Port Portoo Alegre para verme, verme, porque porque Valerio Valerio contaba a todos que yo había hecho algo algo increíble… También También en Montevideo muchos supieron lo que había pasado con aquel hombre de Brasil. Hasta la policía vino a mi casa a preguntarme por qué yo no había hecho la denuncia, que ese caso había que pasarlo al consulado brasilero… Mientras que el agente me hablaba, yo miraba como movía la boca. ¡Qué sensación de vacío! vacío! Yo Yo pensaba que ese hombre tenía alma… alma… ¡pero qué poco la sentía! Después de algunos meses traje a mi madre para par a Uruguay y al principio vivió conmigo. Pero Pero enseguida me dijo dijo que quería mudarse. Quería estar en otro lugar lugar,, junto a su colectividad, colectivida d, donde hubiera una sinagoga cerca, donde pudiera hablar su idioma idish y estar junto a su gente. Así que le alquilé la parte de arriba ar riba de una casa, en el barrio de Villa Muñoz, que siempre fue el ‘barrio ‘bar rio judío’ judío’ en Montevideo y allí a llí mi madre se sintió en su s u lugar.
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La Misi Misión ón
Era un hombre bastante mayor y se notaba muy angustiado cuando empezó a hablarme. –Maestro,, yo lo conocí hace veinticinco años y mientras –Maestro miraba mi mano man o, me dijo algo que siempre s iempre recuerdo: “ Usted tiene una importante misión que cumplir. En otra vida, fue una persona muy influyente y su alma va a sufrir mucho si en esta vida no le da su lugar. Trate de encontrarse y seguir el camino hacia su misión. Ese será su verdadero triunfo.” triunfo.” El camino que usted me marcó era espiritual. Como mi padre era Masón, me aconsejó aconsejó seguirlo seguirlo en ese plano. Pero Pero no lo hice. Me dediqué a una gran empresa que fue fundada por mi padre. Conservé su obra material, pero no seguí su parte espiritual. Tengo dos hijos, uno se formó como abogado y es el director comercial de la empresa. El otro es ingeniero y dirige la producción. Le voy a contar un pequeño episodio que sucedió hace unos días, para que pueda conocer mejor la realidad que estoy vivien viv iendo do.. Fue una tard tardee en que lle llegué gué a la emp empre resa sa y me dir dirigí igí al que era mi escritorio. Ahí estaba Jaime, mi hijo mayor. Me recibió con cara de vinagre y me preguntó qué era lo que quería. Yo Yo le dije que sólo estaba de visita. Entonces siguió hablando por teléfono y después con la secretaria. Como no había ningún asiento libre, me fui a sentar en la sala de espera. Pensé en ir a ver a David, Da vid, el ingeniero, ingeniero, pero estaba en reunión con algunos gerentes y volví a la sala de espera. No encontraba un lugar para mí. 31
Una secretaria de las más antiguas se me acercó y me preguntó cómo estaba. “Yo lo extraño Don Saúl. Eran otros tiempos cuando usted dirigía la empresa. ¡Todo cambió tanto! Hay más computadoras y menos empleados. Todo se enfrió, falta ese calor humano cuando usted escuchaba los problemas de los trabajadores. ¡Cuántos tienen su casita o su apartamento, gracias a usted! Sus hijos siguen un sistema de trabajo muy distinto… Bueno, Don Saúl, me alegro de verlo, espero que venga más seguido por acá.” Y yo pensé ‘¿para qué?’ Toda mi vida la dediqué a la empresa, a la formación de mis hijos y a satisfacer los deseos de mi difunta esposa. Aunque algunos me han tildado de egoísta, realmente nunca pensé en mí. ¡Míreme, Maestro! Soy un verdadero desgraciado. No soy nada. Mis hijos no me consultan, nadie me pregunta nada. Ni les interesa cómo estoy… Ahora, en el último peldaño de mi vida, ¿qué puedo hacer? Sólo quedarme en ese inmenso vacío. Me paso todo el día en casa, mirando televisión y sé que esto también se va a terminar… Eso sí, mis hijos y mis nueras me harán un gran entierro, para no desprestigiar la empresa. Pero no quiero seguir hablando de cómo va a terminar la tragedia de mi vida. Maestro, a mi hijo Jaime, hacía casi seis meses que no lo veía y a David, cuatro o cinco. Sin embargo, con las familias de mis nueras, están siempre juntos. Allá existen almuerzos, cenas, fiestas y aniversarios. Yo, para ellos no cumplo más años. Sólo me quedan dos amigos que a veces me llaman por teléfono. Uno tiene Parkinson y apenas camina. El otro se fue a vivir en la estancia 32
de la hija. Ya lo ve, Maestro, estoy muy solo. Dos veces por semana, David me manda un chofer para que me lleve al médico… ¿Por qué no le hice caso a usted y fui en busca de mi misión? ¿Cómo puedo pedir perdón? ¿Y a quién se lo pido? Este año fui a la sinagoga en Iom Kipur y lloré... Tanto era mi dolor, que un bedel se me acercó y quiso saber qué me pasaba. “Don Saúl, usted es uno de los hombre más ricos de esta ciudad, tiene buenos hijos, hermosos nietos... ¿Por qué está tan triste?” No le contesté. Pensé en usted Maestro, cuando me dijo que tenía que encontrarme y así sería feliz hasta la muerte. Pero no seguí ese consejo y por lo tanto seré un desgraciado hasta la muerte. A menos que todavía pueda encontrar una salvación para mi alma… Le enseñé a Don Saúl, una meditación para aquellos que nunca pensaron en los demás. Que pasaron toda una vida dedicados a su empresa, a sí mismos, sin ver más allá. Una Dabraká para salvar la última oportunidad que la vida puede darnos. Lo hice sentar de frente hacia el Este y colocar sus brazos cruzados sobre el pecho. Le pedí que fijara su mirada en la vela y que se concentrara en las palabras ASH NOV LOJEM. Me concentré junto con él, deseando de corazón que este hombre pudiera hallar, aunque sea tardíamente, una misión que colmase su alma. Le dije que siguiera meditando en su casa, una noche sí y una no. Y esta vez, siguió rigurosamente mis indicaciones. No quería perder su última oportunidad. Y así fue que llegó el momento en que sus días se transformaron en días de gloria. 33
Buscó una ONG donde trabajar y fue nombrado Presidente de esa Institución. Gracias a su colaboración, muchos más niños pudieron ser asistidos en sus necesidades. Estaba siempre muy ocupado y feliz por todo lo que lograba hacer por ellos. Un día sus hijos le dieron una sorpresa que lo emocionó muchísimo. Le trajeron de regalo una TV con pantalla gigante. Él pensó que ya no la necesitaba, pero qué bueno sería llevarla para sus chicos. –Maestro, cuando le dije a mis hijos que no tenía más tiempo de mirar TV, me preguntaron qué estaba haciendo. Era un interrogante para ellos. Y les respondí que había descubierto mi Paraíso, que había encontrado mi misión aunque lamentaba el tiempo perdido. Pensé en aquel momento qué hermoso sería que ellos también encontrasen su misión algún día y que no fuera tan tarde como lo fue para mí. Don Saúl me invitó a visitar su Institución para ver su obra y compartir su felicidad. Sólo de escuchar sus palabras, sentí una profunda alegría. ¿Cómo no querría visitarlo y estar junto a él en su Paraíso?
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Actuar con Elevación
Aquel señor vino a verme buscando desesperadamente comunicarse con el espíritu de su padre, que hacía poco había fallecido. Se decepcionó cuando le expliqué que yo actuaba como médium únicamente con mi espíritu guía. Que no trataba de comunicarme con otros espíritus a menos que ellos se presentaran. –Es mi forma de respetar su paz y sus sentimientos, tratando de no invadirlos –le dije. A pesar de mi negativa y de las razones que le manifesté, mi consultante, insistió en su pedido. –Maestro, si yo le cuento mi historia, usted verá muy claro el motivo y la necesidad que tengo. Ya fui a centros de espiritismo y no sentí a mi padre. Vengo a usted como mi última esperanza y créame que estoy desesperado. Me estoy tratando con un psiquiatra que es amigo mío y su consejo, a pesar de sus prejuicios profesionales, es que trate de lograr ese contacto porque el sentimiento de culpa me está destruyendo. Sé que he cometido una falta terrible con mi padre, imperdonable. Pero necesito pedirle perdón y por eso lo busco. De pronto quedó callado. Le pregunté si le sucedía algo. –Es que me cuesta mucho hablar de esa situación. Pero sé que si lo hago, me sentiré aliviado. Y si después de escucharme, usted se apiada de mí y me ayuda, estaría en el cielo. 35
Mi historia no es larga. Después de separarse de mi madre, mi padre se volvió a casar. Nunca supe ni quise saber los verdaderos motivos de esa separación. Hay cosas que aunque pasan muy cerca de nosotros, queremos ignorarlas. A veces es para bien y otras, para mal… Lo cierto es que se casó con una mujer mucho más joven que mi madre. No sé cómo se conocieron, nunca pregunté nada sobre ella. Yo era el único de mis hermanos que visitaba a mi padre muy a menudo. Un día fui a verlo y él no estaba en su casa. Había viajado al exterior por negocios. La esposa me ofreció un café y después hizo una cena para mí… No sé, creo que los dos perdimos la cabeza y pasó lo que nunca tuvo que pasar. Desde entonces, cada vez que mi padre viajaba, su mujer me llamaba para avisarme que estaba sola y yo ‘la visitaba’. Elsa era mayor que yo y estoy seguro que de haberla visto en la calle, no hubiera llamado mi atención... No sé qué llevó a mi padre a sospechar de ella, pero contrató los servicios de una agencia de detectives para que la vigilaran mientras viajaba. Él me confesó que dudaba de la fidelidad de su esposa y que había tomado medidas para descubrirla. Por lo tanto le comuniqué a Elsa sobre el peligro de la situación y nos distanciamos. Yo pensé hacerlo para siempre, pero ella me confesó que me amaba y que no quería alejarse de mí. Todo empezó a complicarse y hasta pensé en salir del país y buscar otros horizontes. Lo primero que hice fue dejar de visitar a mi padre. Él no entendió la razón de mi ausencia, pero como era muy orgulloso, no me pidió explicaciones. En esa época tuvo que ser operado pero nunca quedó bien y un día, se fue… 36
La noche en que lo estábamos velando, en un momento quedé solo junto a él. Lloré y lloré pidiéndole perdón. Pero el silencio de la muerte me angustió más... Yo siempre hice vida de soltero. A pesar de haber convivido con varias mujeres, nunca me pude llegar a casar con ninguna. Mi amigo psiquiatra, me afirmó que por el fracaso de mis padres le tengo miedo al matrimonio, ya que siempre me identifiqué mucho con mi padre. Trabajábamos en lo mismo y creo que en la forma de pensar también éramos parecidos. Él fue siempre muy liberal. Cuando viajaba no creo que practicase el celibato. Bueno, es difícil juzgar un padre y creo que no se debe hacer… Hace dos años y medio que él murió y desde entonces duermo sólo con somníferos y calmantes. Siento dolores en todo el cuerpo como si me dieran todos los días una paliza. Y la tengo bien merecida… Pero lo que más me atormenta no son los dolores sino mi conciencia. Es ese sentimiento de culpa frente a mi padre que vivo constantemente. Imagínese, Maestro, me estoy bañando y se me aparece él con una mirada fría. Y ni le hablo de las noches… ahí está mi padre, permanentemente. Estoy manejando el auto y lo veo. He llegado a pensar que un día me puede provocar un accidente. En este tiempo mis negocios cayeron casi por completo. ¿Será porque no me puedo concentrar? ¿O él me castiga desde el Más Allá, como me dijeron algunos entendidos en estos casos? Maestro, necesito que usted me ayude a conseguir que mi padre me perdone y que se corte esa fuerza negativa que destruye toda mi vida. Antes tenía tantas mujeres que a veces no sabía cómo arreglar mis citas. Mi apartamento parecía un hotel. Ahora, 37
ya hace casi dos años que no salgo con ninguna mujer, mi vida no es vida, no sé qué es. Estoy seguro de que mi padre siempre fue bueno. Y por el amor que sentía por mí, tengo fe que si sabe cuánto me arrepiento de mi falta, él pueda perdonarme. Y así lograré volver a ser feliz... Hábleme, Maestro. Por favor, dígame algo. Su silencio ahora me preocupa… Entonces empecé a hablar frente a este hombre al que le temblaban las manos por su estado emocional y la terrible angustia que estaba viviendo. –Le voy a citar una historia bíblica, la del Rey David con el Profeta Natán. Cuando el Rey, para poder quedarse con Bat Sheva, manda a su esposo al lugar más peligroso, para que encontrase la muerte. El Profeta le pregunta al Rey qué haría él, si ve cómo un hombre que tiene muchas ovejas, mata la oveja de otro que tiene solamente una. ¿Qué justicia merecería ese hombre? A lo que David responde que merecía la muerte. –Tú eres aquel hombre –le dice el Profeta–. Tú que teniendo tantas mujeres, le sacas la única mujer que él tiene. Usted, Sebastián, que tenía tantas mujeres, le tuvo que sacar la única mujer que su padre tenía. Si no se la quitó totalmente, le sacó su amor. Usted tenía juventud, atracción y su padre era un anciano. ¿Usted sabe por qué David no pudo construir el Templo de Jerusalén? ¿Acaso cree que Dios no lo perdonó por ‘las manos manchadas de sangre’? Esa fue la excusa del propio Dios que quería muchísimo al Rey. El deber de David era defender a Israel, por lógica no tuvo otra opción que manchar sus manos con la sangre de los enemigos. Fue por un gran motivo. 38
¿Usted cree que por eso Dios no lo dejó construir el templo? En mi interpretación, Dios no pudo aceptar la injusticia que David cometió con el marido de Bat Sheva. Aquí vemos, dicho con todo respeto, como Dios disimula también sus sentimientos para no herir a su amado… Y en ese momento pensé, aunque no se lo dije, que por todas sus encarnaciones no se le perdonó esa injusticia que el Rey cometió. Sebastián, mi consultante, hizo algo peor, sacarle la mujer a su padre o sacarle el amor de ella… Yo traté de ayudarlo porque en el fondo, fue como Edipo Rey, que quiso matar a su padre para quedarse con su mujer. La psicología humana está llena de pensamientos edípicos y de instintos primitivos contra los que nuestra moral lucha. A veces no llega a tener éxito en esa batalla, por eso existen las guerras, la agresividad y la cruel brutalidad del hombre que llega hasta la tortura, algo que ni siquiera entre los animales se ve. –Mire, Sebastián –le dije–, usted obró por impulsos edípicos y vengativos que siempre existen en el plano inconsciente. En parte pueden haberse originado en su infancia o en su adolescencia, pero también los arrastramos en un plano primitivo y fuera de toda moral. Usted necesita más que el perdón de su padre… Como enseñó el gran Maestro Sheri Otep, en el Antiguo Egipto: todo hombre necesita tres perdones. El perdón del otro, el de su propia conciencia y por último, un perdón Divino. Así que usted deberá empezar por elevarse hacia lo Divino. Hacer obras, meditar para cambiar su forma de pensar y hasta su vida. Le repito, tendrá que hacer buenas acciones para sentirse bien consigo mismo, satisfecho con su persona, con su Yo. Eso levantará su autoestima. 39
Deberá prometerse, frente a una vela, con la meditación JOSHER ADÍN ANÉ, que desde este momento actuará en una forma ejemplar en su vida. Como una persona que busca elevación y quiere ser distinto a los demás. Con eso calmará poco a poco su conciencia y a la vez, buscará que su padre se sienta orgulloso de usted. Con el tiempo, él comprenderá que existieron dos culpables en esta triste situación, su esposa también lo fue. Las almas sufren en la muerte, mucho más que en la vida, porque al estar desencarnadas y dentro de un camino de purificación, son más sensibles al dolor. Están en un tiempo abstracto, de otra dimensión, a la espera de esa energía Divina para una nueva encarnación… Sebastián escuchó con mucha atención cada una de mis palabras y se emocionó, aunque yo pensé que se habría aburrido con mi largo discurso. –Cumpliré, Maestro… Cumpliré. Se lo prometo… Voy a cambiar. Tomaré el rumbo que usted me está marcando. Necesito hacerlo y dejar de sentir repugnancia por mí mismo. Necesito perdonarme… eso tampoco será fácil, pero cuento con su ayuda y con esa meditación que tendrá que enseñarme cómo hacerla. –Esta Dabraká tiene que hacerla sentado en el piso. De frente hacia el Este, con una vela encendida. Cruce las piernas en posición de loto y también cruce los brazos sobre el pecho. Con la cabeza gacha, repita las palabras JOSHER ADÍN ANÉ en voz muy baja, mientras se inclina hacia delante y hacia atrás, en un balanceo permanente, bien concentrado en la meditación. Seis o siete meses pasaron desde aquel día, cuando Sebastián volvió a visitarme. –Maestro, soy otro. Las meditaciones hicieron un cambio increíble en mi vida. Hasta le digo que estoy buscando mi camino espiritual. 40
Como hombre me siento muy bien, tengo novia y pienso casarme pronto. Mis negocios se levantaron. La verdad es que todo está muy bien… No sé cómo agradecerle… Se fue feliz. Yo me quedé pensando en lo importante que fue para él, sentirse perdonado por todos. Pero dentro de mí quedó una pregunta: ¿El padre lo perdonó?... Esa verdad la ignoré, sentirse perdonado es una cosa y ser perdonado es otra. Su acción no era fácil de perdonar, pero para mí, lo más importante fue que él haya encontrado la paz con su propia conciencia. Aunque yo nunca pude aceptar lo que le hizo a su padre.
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El lugar que el Alma busca
Una mujer ya entrada en años, vino a consultarme. Lo primero que hizo, fue mostrarme en su brazo los números con que los judíos eran marcados por los nazis, en los Campos de Concentración. Fue como si me dijera ‘esto es el resumen de mi vida’. Luego empezó a hablar sobre su soledad y la ‘lager krankheit’ o ‘enfermedad del Campo’, que parecía perseguirla y no sabía cómo salir de ella. Al tomar su mano y mirarla junto a la vela, sentí que lo que ella buscaba era un lugar para su alma, tanto en la vida como en la muerte. –Usted, señora Hosman, necesita un lugar donde pueda sentirse bien y paliar su soledad. –Es cierto, estoy cansada de ir de un lado para otro. Maestro, yo vivía en Viena, con toda mi familia: mi esposo, que trabajaba en un Banco y mis dos hijas. Bueno, mi hija mayor, aunque yo la consideraba mía porque la crié, era de su matrimonio anterior. Realmente formábamos una familia feliz. Mi hija menor era igual a mí hasta en los gestos y tenía mi voz. Ella cantaba, como yo también canté en mi juventud. Hasta en el ‘lager’ (campo de concentración), en un principio, cuando los nazis querían mostrar al mundo que no eran tan animales, yo integraba un coro. ¿Cómo decirle en qué quedó mi familia?... Mis hijas y mi marido fueron a la cámara de gas. Yo me salvé porque clasificaba la ropa de las víctimas y todos los objetos de valor que escondían de sus verdugos. 43
Cuando los americanos entraron en el campo, yo estaba moribunda. Ellos me rescataron. En un primer momento pensé en ir a Estados Unidos, pero aquí en Uruguay tenía un cuñado y cuando le escribí, me convenció de que viniera. Cuando llegué, él ya estaba internado, con grandes problemas psiquiátricos que fueron consecuencias del ‘lager’. Y yo pienso que si no encuentro un lugar para mí, voy a terminar como él... ¿Cómo ayudarla a encontrar lo que tanto buscaba? Vino a mi mente una meditación muy especial, a través de la cual muchas personas ya habían logrado encontrar ‘su’ lugar. También a mí me ayudó a hallar ese lugar que el alma busca. Ese templo en el que podamos encontrarnos con nosotros y con Dios, como decían los antiguos egipcios en la Dinastía XVIII. Le pedí a la señora Hosman que se sentara con sus manos apoyadas sobre las rodillas. Estaba ubicada mirando hacia el Este y le dije que fijara su mirada en la vela que estaba encendida frente a ella. Así empezó a repetir GOREJ AVDUL. Repetía aquellas palabras como si fuera una oración y hasta parecía que eran conocidas para su alma. Se concentró en ellas con tanta fuerza, como quien se aferra a una tabla de salvación en medio del océano. Entró en un estado especial... GOREJ AVDUL se confundía con su llanto, que parecía más un grito salido desde la profundidad de su alma… Había pasado un tiempo desde aquella experiencia, cuando la señora Hosman regresó a mi consultorio. Se veía diferente y hasta me habló con gran entusiasmo. –Maestro, hice todas las noches la meditación que me enseñó, menos los sábados, como me dijo. ¡Y tuve la respuesta! Fue un mensaje… –Ella ni siquiera esperaba a que le preguntara, sólo quería contarme lo que había sentido. 44
¿Sabe cuál fue la respuesta? ¡Ir a Israel! Sé que en Jerusalén voy a encontrar paz y el pedazo de felicidad que necesito para aliviar mi soledad. Será que como buena judía, sentí también el canto ‘Leshana Haba B Irushalaim’, ‘el año entrante en Jerusalén’. Recuerdo, Maestro, que muchos judíos cantaban esa misma canción, caminando hacia las cámaras de gas. Tal vez esperaban ir a Jerusalén en otra vida. Pero yo voy a ir en esta, sé que se me cumplirá ese deseo… Pasaron algunos meses y recibí una carta de la señora Hosman. Estaba en Tel Aviv. “...El Estado de Israel se portó maravillosamente conmigo. No encontraron un lugar para mí en Jerusalén, pero viajo muy seguido para allí. En una de esas visitas conocí una persona muy especial, que padecía los mismos males que yo, producto del ‘lager’. Pero unimos nuestros ‘males’ y los transformamos en algo bueno para los dos. La verdad, Maestro, es que me siento muy feliz. Él se llama Jaim (salud) y puede ser que hasta su nombre me haya ‘curado’. Nunca me voy a olvidar de esa meditación que me ayudó tanto a encontrar mi lugar y a mí misma. Aunque ya no la hago, la tengo muy guardada dentro de mí. Sólo quisiera pedirle una cosa más, si usted pudiera enseñarme una meditación para conservar esta felicidad que me tocó vivir ya en el ocaso de mi vida…” Dentro de mi tradición de maestría, no se me permite contestar cartas, así que no pude responderle en aquel momento. Pero el Destino quiso que justo en esos días, una joven conocida me comentara que iba a viajar a Israel. Le pedí que le hiciera llegar una meditación a la señora Hosman. 45
Recuerdo que en un pequeño papel escribí las palabras “ASHUR OMEJ”. Estoy seguro que con esa Dabraká consiguió proteger su felicidad. ¡¿Quién puede dudarlo?!
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Tentaciones e influencias negativas
Quisiera contarles un caso muy especial, con el que aprendí grandes verdades sobre el Destino y la búsqueda del camino del alma. Los hermanos Juan y Martín, trabajaban en un taller de electricidad para automóviles y yo era su cliente, también su amigo y por último me transformé en su consejero. Eran gemelos y existía una fuerte dependencia entre ellos, lo que se considera normal. Su necesidad de estar juntos, tanto física como emocionalmente, era muy grande. Aunque los dos habían elegido la misma profesión, sentí que sus almas tenían distintos objetivos. Uno era muy espiritualista, con inquietud de encontrar su misión y el otro estaba impregnado de materialismo y de adoración por el dios oro. Ellos se sentían atraídos entre sí por la fuerza natural de haber vivido una etapa unidos a la misma placenta. Sin embargo, las almas se rechazaban y se enfrentaban por ser opuestas en la forma de sentir. Según la orientación que habían recibido de un Pediatra cuando eran niños, debían ir a distintas escuelas y estar separados, lo más posible. Era un buen consejo, pero nunca pudieron llevarlo a cabo por esa fuerza biológica que los unía. A Martín, que era el gemelo dominante, le interesaba únicamente ganar dinero. Y como la situación económica del país estaba muy difícil, proyectó un viaje a España para radicarse y trabajar allí. 47
Un día Juan me preguntó: –¿Cómo puedo ser fuerte, Maestro? Mi hermano me arrastra y tengo miedo de ser débil e irme a España detrás de él. Quiero encontrarme y caminar por mi propio Destino. ¿Cómo puedo ser el que siento ser? –¿Y cómo siente ser? –Constantemente tengo sueños en los que me veo dentro de un templo, ayudando. Siempre es en la antigüedad, no sé si será Grecia o Egipto… Pero de lo que estoy seguro es que no siento hacer nada de lo que hago en mi presente. Un día, hablando con Martín, le pregunté si él también soñaba. –Sí, pero no con las estupideces con que sueña mi hermano Juan. Yo sueño con tener un gran taller, con muchos empleados y que mi mujer esté al frente de la contabilidad. Bueno, no sé si son sueños de verdad, pero están dentro de mí. Yo soy práctico y no comprendo cómo puedo tener un hermano gemelo tan distinto. Él y su mujer son iguales. Nunca tendrán nada. El día que yo me vaya a España, se van a morir de hambre porque viven en las nubes. Y no es por ofenderlo, Maestro, pero ellos leen sus libros y lo ven como si fuera su verdadero guía. Pero usted es práctico también, maneja un auto y pide el presupuesto antes de hacer un arreglo. –Mire Martín, el sentido práctico también lo tiene Juan. Él se encarga de la parte contable, es el que hace las boletas. Creo que usted se contradice. Tener un sentido práctico es necesario en la vida. Nos ayuda a sentirnos más seguros y a buscar el bienestar, tanto personal como el de aquellos que dependen de nosotros. Pero una cosa no quita la otra. Ser espiritualista y humanista, es haber madurado nuestro plano instintivo. No pensar únicamente en uno mismo o en su 48
orden familiar, sino pensar en el otro y sentirlo aunque sea un desconocido. Crecer dentro de lo espiritual es el verdadero crecimiento… En ese momento sentí que era inútil hablar con Martín, él no me comprendía. Me miraba como siempre miró a su hermano. Tratar de explicarle era estéril. Pasó el tiempo y un día, en una casa de venta de repuestos de autos encontré a Juan. Se emocionó muchísimo al verme. –Maestro, fui varias veces allá donde usted tenía su consultorio pero está siempre cerrado. Además su celular parece que está muerto. No sabía cómo ubicarlo, necesito hablar con usted. –En estos días pensaba pasar por el taller. Mi auto tiene un problema eléctrico, así que nos vemos pronto. Cuando volvimos a vernos, Juan me plantea que su hermano Martín, estaba viviendo en Bilbao y que le iba muy bien. Quería mandarle los pasajes para que él también se fuera. Pero Juan no sentía hacerlo. –¡Ayúdeme, Maestro! Quiero terminar con esa maldita influencia que nos quiere mantener siempre juntos. De una vez por todas quisiera ser yo mismo… Sé que acá es muy difícil avanzar. Mis hijos están creciendo y las necesidades aumentan. Tengo que mirar por mi familia, pero no quiero que eso se transforme en un justificativo para seguir a mi hermano. Si viajo, nunca iré a España, voy a cualquier país, menos dónde él está. Pero necesito ayuda, no puedo lograrlo solo. Tengo miedo que esa unión que existe entre los dos, me pueda vencer. Le enseñé una meditación que yo mismo hice muchas veces, para luchar contra las influencias y las tentaciones que en ciertos momentos pudieron desviarme, impidiendo que encontrara el verdadero camino de mi Destino. 49
Allí mismo, en el taller, le pedí una vela para encender y meditar juntos. Lo hice sentar con las manos sobre sus rodillas, de frente hacia el Este y le di las palabras ARISH GULAJ. Le expliqué que las repitiera mentalmente y que esa energía le ayudaría a ser él mismo y a encontrar el Destino de su alma. Después de unos minutos, apoyé mis manos sobre su cabeza. Dando unos pequeños toques con mis dedos, me concentraba en la Dabraká ARISH GULAJ, deseándole con toda la fuerza de mi alma, que pudiera encontrar su camino. –¡Maestro!...Fue algo muy fuerte que pasó por mi cuerpo, como una vibración…no sé cómo explicarlo. ¡Qué fantástico! Nunca había sentido algo igual. ¿Cuándo volverá para meditar otra vez? –quiso saber Juan. –Ahora tendrá que seguir meditando en su casa. Es mejor hacerlo al anochecer. Si se concentra bien en las palabras ARISH GULAJ, volverá a tener las mismas sensaciones... Pasaron algunos meses y volví al taller. Juan ya no estaba. Pregunté por él y me dijeron que se había ido del país. Insistí en saber si estaba en España, pero me aseguraron que a España no fue. Al tiempo supe que vivía en Toronto. Mi corazón me decía que con aquella meditación tan poderosa, Juan había encontrado su camino, venciendo la fuerza de su naturaleza, que ejercía una influencia negativa sobre él. Había logrado independizarse.
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Proteger el Camino
Una señora me preguntó si yo podría ‘ver’ o saber dónde su madre, que había muerto, escondió ciertos documentos. Eran ‘bonos’ y representaban un gran capital. La consultante estaba embarazada, de unas veinte semanas pero sus pensamientos estaban concentrados en la única meta de hallar esos bonos. Le dije que yo no hacía videncia para encontrar cosas materiales. Pero sentí la preocupación de mi Ka por su embarazo y que debía preguntarle con quién vivía. Me contó que ella, su marido y sus dos hijas, compartían la casa con una hermana solterona que se dedicaba a tirar las cartas y tenía ciertos poderes para ayudar. Quise saber si no tendría otro lugar dónde vivir. Al percibir mi insistencia en el tema me preguntó contrariada: –¿Y por qué tengo que irme de mi casa? Justificando mi posición le dije que sentía que esa casa estaba negativa y podría afectar su embarazo. Como ella había recibido muy buenas referencias sobre mí, tuvo fe y empezó a pensar en cómo salir de aquella casa. Me habló de la casa de un hermano, pero temía molestar su vida de hombre soltero. El tiempo pasó y siguió pensando, sin poner mucho esfuerzo en concretar una mudanza. Mi Ka me había advertido que la envidia de su hermana ponía en riesgo su embarazo. 51
La solterona sentía que la hermana tenía todo. Un marido que la quería, dos hijas y ahora tal vez hasta el varón que tanto deseaba. ¿Y ella qué? Nada. Se sentía fea, sin marido, sin hijos, sin trabajo, viviendo de algunas tiradas de cartas… La envidia era muy grande y muy peligrosa. Y así, sucedió que unas pocas semanas después de visitarme, la señora perdió su bebé. Después de algún tiempo volvió a verme, muy angustiada y arrepentida de no haber seguido mi consejo. Me contó que una mujer que fue a su casa, también le dijo que estaba muy negativa. –Pero ella la curó, le sacó todo lo negativo y me aseguró que podía estar tranquila. Aquella consultante, pudo haberse protegido de la envidia de su hermana, con una meditación que yo le había enseñado. Le dije que era para que la casa estuviera más positiva ya que no podía hablar la verdad. Me confesó que luego de que ‘curaron’ su casa, ya no hizo más la meditación que le di. Una mujer frustrada tuvo el poder, muy posiblemente inconsciente, de destruir la felicidad de su hermana. Sin embargo no tuvo ni una minúscula fuerza para ayudar a prolongar la vida de su madre o para saber dónde había escondido los bonos que tanto buscaban. El bien es muy difícil de practicar mientras que el mal nace solo y sin ningún esfuerzo, emana y destruye. El yuyo nace solo, crece fácil y arruina lo bueno, sin embargo el trigo cuesta plantarlo, cuidarlo y cosecharlo. Para hacer el bien se necesita esfuerzo, el mal es instintivo. Ningún animal es noble, todos tienen su maldad. No existe un animal que comparta y al hombre cuanto más lo dominan sus instintos, más le cuesta compartir. 52
La envidia es algo que está dentro de cada uno. Entre hermanos, entre madre e hija, padre e hijo, hay envidia y no es racional ni consciente. No queremos envidiar pero lo hacemos. A veces vamos a casa de amigos. Los queremos y ellos nos quieren, pero salimos de su casa mal, cansados, agotados... No entendemos qué nos pasó, qué nos afectó. Lo justificamos por la comida pesada, el licor… También puede sucedernos con ciertas visitas que llega el momento en que ya deseamos que se vayan. Entre padres e hijos existe lo mismo. El hijo se quiere ir rápido y el padre quiere que se vaya el hijo. ¿Qué molesta? ¿Qué esta afectando? Hay quien envidia tu casa, tus éxitos, tu armonía familiar, tu salud y hasta tu auto. Cuántas veces te dicen: “¡Qué bien que estás! Te veo más joven, estás fantástico.” Entonces, rápido, no importa dónde estés, concéntrate y medita con JUSH MAAT ARAB y seguirás caminando sin tropiezos. JUSH MAAT ARAB es la Dabraká específica para estas situaciones. La pueden hacer todos los días cuando se sientan invadidos por las envidias. ¿Cómo hacerla? De pie, hacia el Este. Frente a una ventana o al aire libre. A la hora en que se ven las estrellas. Con una vela encendida. Los brazos cruzados sobre el pecho. Los hombres separando sus piernas y las mujeres con los pies juntos. Se concentran en JUSH MAAT ARAB durante tres o cuatro minutos. No solamente debes buscar el camino hacia tu encuentro. Ese camino tiene que estar protegido y si no lo proteges, se puede arruinar tu búsqueda. 53
Vivimos en una selva donde uno quiere comerse al otro: el más fuerte al más débil, el más inteligente al más ignorante. No te descuides porque pueden atacarte, robarte o sacarte algo con una sonrisa benévola. Con palabras de ternura pueden engañarte y aprovecharse de ti, de tu cuerpo y hasta de tu alma. Además de cuidarte de la selva que te rodea, debes protegerte de ti mismo, de las tentaciones que te ofrece la religión del oro. El Destino no se puede cambiar, pero se puede ayudar. Principalmente cuando se trata de el camino o la misión que debe cumplir el alma. No se debe dejar que nadie se estrelle contra los muros de sus propios caprichos o de fuerzas negativas que intervienen para destruirlo o alejarlo de su verdadero camino. En estos casos, AVISH PHAR RAT es la meditación exacta para romper bloqueos y neutralizar fuerzas destructivas, ajenas a nosotros, que quieren impedirnos de alcanzar nuestro verdadero Destino. Esta meditación se hace de pie, hacia el Este, frente a una vela encendida. La mujer con los pies juntos y el hombre, algo separados. Luego de la puesta de Sol, se concentran en AVISH PHAR RAT durante cinco a diez minutos.
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Camino de Luz
Aquella señora frecuentaba nuestra clínica gratuita. Ya de una edad madura, la ceguera no era su único problema. Sufría por sus huesos y tanto sus riñones como su hígado, no funcionaban nada bien. Yo la atendía únicamente por su plano anímico, por sus estados depresivos y angustias, que en su mayor parte se originaban en su entorno familiar. Era una mujer con un corazón de oro. Hacía de madre para todos y aunque no veía, podía sentir los problemas de cada uno. Su familia era muy pobre y varios de sus integrantes no tenían trabajo. Nosotros tratamos de ayudarlos dentro de nuestras posibilidades. Recuerdo que uno de los médicos le daba dinero para que ella pudiera llegar hasta la clínica. Aquella mujer, a la que llamaré María, tenía una increíble sensibilidad, seguramente producto de su ceguera y de sus sufrimientos. Cierta vez me contó que había sentido una presencia en su cuarto. Estaba convencida de que ‘alguien’ quería comunicarse con ella, pero no sabía cómo llegar a esa comunicación. Su preocupación era que se tratara de ‘algo’ maligno. –Mire, Maestro –me decía–. Mi sobrina algunas veces me ha traído a sus charlas y un día usted dijo que hay espíritus buenos, pero hay otros que son malos y pueden hacernos daño. Me acuerdo muy bien, porque eso me impresionó mucho. Usted habló de personas que fueron enemigas mientras vivían 55
y después que desencarnan, siguen queriendo perjudicar a quienes odian. Hasta dio el ejemplo de un espíritu que distrae a alguien para que cruce sin mirar y tenga un accidente. Claro que también habló sobre los espíritus buenos, que pueden ayudar a resolver problemas, que cuidan y protegen a las personas. Le voy a ser muy sincera, Maestro, yo no creía mucho en espíritus, se lo confieso. Pero como usted lo dijo, empecé a creer y esta experiencia me lo confirma. Mientras la escuchaba, tuve la certeza de que esa presencia que sentía, no era nada negativo. Al contrario, iba a ser algo muy positivo para ella, pero tenía que ayudarla a comunicarse. –Mi estimada María… quiero enseñarle una meditación que nos ayuda a comunicarnos con nuestro ángel de la guarda, que dentro de mi Iniciación se le llama Ka. Ese espíritu tiene una energía maravillosa con el poder de atravesar la frontera que existe entre la vida y la muerte. Yo sé que usted es capaz de recibir esa energía, porque es una persona de fe y sin grandes miedos. Sobrelleva sus problemas con mucha altura y dentro de su familia no deja de ser un cacique. Usted es la que dirige la batuta. –¿Y cuál es esa meditación, Maestro? ¿Ya la vamos a hacer? –No, no puede ser ahora. Se hace a medianoche, después de varias horas de ayuno. Tiene que pedir a alguien de su familia que encienda tres velas y las coloque formando un triángulo. Después usted se sienta, frente a las velas, con los brazos cruzados sobre el pecho, como siempre hace sus meditaciones, pero en este caso el brazo izquierdo va por debajo. Entonces empiece a hamacar suavemente su cuerpo hacia adelante y hacia atrás, acompañando el movimiento con su respiración, que tiene que ser profunda. Relájese, trate de concentrarse y comience a repetir en voz baja 56
AMETHOR... AMETHOR... AMETHOR... Poco a poco va a ir entrando en una profunda mística y estoy seguro que ese será el principio de un gran éxito. No pasaron más de quince días cuando vuelvo a encontrarme con María, que estaba ansiosa por contarme su experiencia. –...Entonces escuché una voz... Al principio no sabía si era de mujer o de hombre, pero después habló como mujer… “Soy Akinoj, sacerdotisa de los templos de Atón. Soy la que recibe las ofrendas para nuestro Dios Único y la que mantiene el fuego eterno del altar...Ese fuego que nunca se apaga. Daría mi vida por su luz, porque quienes lo miran se sienten en el camino de la verdad…se encuentran con su alma y reciben la ayuda de este templo… Prende otra luz para nuestro Dios y sentirás su bendición…la chispa que tú necesitas para resolver tus problemas y tu sufrimiento...” Maestro… Yo soy cristiana y he rezado mucho pidiendo una solución para mí. Nunca sucedió y ahora esta sacerdotisa, de un templo que no conozco ni sé cuál es su Dios, hizo ese milagro. ¡Hacía más de treinta años que estaba ciega y ahora empecé a ver! Esta semana tuve grandes dolores de cabeza y en los ojos. Fui al hospital y me dijeron que mi problema era psicosomático. No entiendo a los médicos. Y si era psicosomático, ¿por qué no me curaron antes? Dicen eso para justificar… –Yo creo, María, que todas las religiones tienen en esencia el mismo Dios. Aunque lo llamen de distintas formas, Dios es Único y es el mismo Dios de la sacerdotisa que la ayudó. –Y ese Dios, que me concedió esta cura tan milagrosa, me hizo sentir cómo caminar de ahora en adelante. Como 57
usted siempre lo dice, Maestro, siento que encontré el camino de mi alma. ¡No sabe cuánto le agradezco por haberme enseñado esa Dabraká! La hice con tanta fe, tan concentrada que en un momento sentí que había salido de mi cuerpo. Hasta me vi sentada frente a las velas. Fue una experiencia que quisiera repetir… Esta Dabraká sólo se puede realizar una vez cada mes lunar. Pero luego de la respuesta tan importante que usted recibió, recién podrá repetirla dentro de siete meses lunares. Respecto a su agradecimiento, quiero enseñarle algo sobre las tradiciones de los templos a los que perteneció la sacerdotisa Akinoj. Como le comunicó, ella recibía las ofrendas. Los templos no fueron hechos únicamente para pedir, sino dejar para dar, para que otros puedan ser ayudados, no solamente por la mano Divina, sino por la mano humana que debería imitarla. –¿Sabe, Maestro? Yo hago artesanías. Con mi sobrina, la que me traía a sus charlas, enhebramos collares. Con ese trabajo nos mantenemos. Desde hoy, un collar de cada cinco que haga, lo voy a donar para la obra que su institución hace con los chicos, especialmente para la fiesta de los juguetes. También voy a ir al Instituto de Ciegos, a ayudar a los niños no videntes, meditando para ellos con AMETHOR para que Dios los ayude. No sé por qué, pero estoy segura que voy a encontrar algún ‘psicosomático’ que recobre la visión como yo. Los dos reímos y nos abrazamos con mucha alegría. Cuando se fue, con gran emoción agradecí a mi Ka, que en su mensaje me transmitió aquella meditación tan milagrosa para María. 58
Estoy seguro que AMETHOR, también puede ayudar a quienes sientan la necesidad de encontrar un camino de luz, para vivir dentro de una verdad. Para buscar soluciones a grandes sufrimientos o a enfermedades para las cuales todavía la ciencia no halló cura… Quizás porque Dios no iluminó para encontrarla. Creo firmemente que toda persona de fe, que se integre total e incondicionalmente, sin miedos ni dudas, a la mística de AMETHOR, a través de esa fuerza puede engendrar un milagro para su vida. Los milagros existen dentro de todas las creencias, porque en esencia se unen a un Dios que yo considero Universal. El nombre es lo de menos, lo importante es sentir a Dios. Todas las religiones llevan la esencia de una verdad que el hombre trató de conservar a través del tiempo y que es la base de su desarrollo espiritual. Aquellos antiguos templos a los que perteneció la sacerdotisa Akinoj, fueron los primeros donde el hombre se encontró con un Dios Único. En esa época el faraón Akenatón, cuyo nombre significa ‘servidor de Atón,’ tuvo la gracia de Dios para enseñar a su pueblo el concepto del monoteísmo. Egipto vibró con aquella revolución religiosa. Los opositores politeístas llamaron ‘herejes’ al faraón y a sus seguidores. Así como Moisés, Cristo, Mahoma, Calvino, Lutero y tantos otros que en mayor o menor grado, contribuyeron a nuestra sociedad, todos los grandes revolucionarios que siguieron una inspiración Divina, tuvieron opositores y enemigos. Y ningún místico puede ignorar el gran aporte de las religiones al desarrollo de la moral y la espiritualidad del ser humano.
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La fuerza del Alma
Sucedió en Santiago de Chile, hace más de veinte años atrás. A través de una consulta, viví una situación que vale la pena que ustedes, apreciados lectores, la conozcan. Una señora, con su típico acento chileno, me hablaba muy poco de sí y mucho sobre una sobrina, como si ella fuera lo más importante en su vida. –Me casé hace años con un hombre que tuvo un matrimonio anterior. Él no había tenido hijos y conmigo tampoco quiso tenerlos. Siempre alegaba que pensar en hijos era recordar su niñez. Cómo su padre castigaba a todos sus hermanos y especialmente a él. La niñez para mi marido, es un trauma. Hicimos terapias de pareja y también para tener hijos, pero nada resultó. Bueno, eso ya pasó, también pasó mi tiempo, ya no tengo edad… Ese tema nunca más se habló en casa. Pero tengo una sobrina que es como una hija para mí. Es hija de mi hermano. Tiene diecinueve años y es muy hermosa, una modelo. No exagero, Maestro, en varias oportunidades le ofrecieron modelar. Es muy capaz, estudió diseño gráfico y trabajaba para una editorial. Pero siempre se cansa de todo, ese es su problema. Tiene muchos altibajos anímicos, se deprime, se angustia… La hemos estado tratando y mejoró bastante, pero siempre recae. Y ese es el motivo de mi consulta. Hablar de mí es un verdadero vacío. Mis padres tenían un fundo (estancia) bastante grande. Mi hermano y yo fuimos 61
los herederos. Él perdió su parte de la fortuna con malos negocios y yo la conservé. Por eso mi economía personal es muy buena y la de mi esposo también. Somos grandes compañeros y mi sobrina llena el hueco que existe en nuestro hogar. A pesar de sus problemas, es una excelente mujercita y quisiera que usted pudiera ayudarme con ella. Me imagino que necesitará verla. –Lógico –respondí. Podré ayudarla mucho más si la conozco. –Está ahí afuera, ahora la llamo. Maestro, yo entré primero para avisarle que ella tiene un inmenso secreto y eso es lo que la pone tan mal. Ni yo ni el psiquiatra que la atiende, hemos podido llegar a conocerlo. Margot está completamente encerrada en su secreto. Espero que usted pueda llegar a sentirla y comprenderla. Muchas veces nos ponemos a hablar y cuando tocamos el tema afectivo, siempre me dice: “Por favor tía, mi amor es algo muy fuerte. No puedo hablarte de él.” Yo no entiendo… ¡Nunca le conocí ningún novio! Tal vez ese amor sea un producto de sus delirios, ya que ha tenido varias crisis. Cuando la joven entró, confirmé que su tía no había exagerado, era muy hermosa y su forma de vestir, muy sensual, llamaba la atención. Margot observó todo a su alrededor y luego me dirigió una mirada inquisidora. “¿Quién es usted? ¿Otro psiquiatra? ¿Para qué mi tía me trajo acá?” Imagino que pensaría eso mientras contemplaba todo en absoluto mutismo. Después de esos primeros momentos de tensión, se sentó frente a mí e inesperadamente empezó a hablarme sobre su vida. –No sé qué me está pasando, pero siento que frente a usted puedo abrir mi corazón. De pronto surgió en mí una 62
confianza que no sé bien de dónde viene, a pesar de que hace pocos minutos que nos conocemos. –A veces –le dije– estamos durante años con una persona sin conocerla y en ocasiones, un minuto es suficiente para sentir a alguien… –Tiene mucha razón. Y lo que más quiero en este momento es poder confiar en usted para contarle mi historia y mi gran secreto. Hace seis años que mi madre murió. Sufrió muchísimo. Tenía cáncer y pasó por varias operaciones. ¡Pobrecita…! Su muerte me hizo cargar con una culpa muy grande. Tal vez por las discusiones y los encontronazos que tuvimos. Éramos muy parecidas y competíamos mucho, en especial por el afecto de mi padre. Para mí, él siempre fue la persona más amada del mundo. Y eso posiblemente le molestaba a mi madre… –Bueno, frecuentemente madres e hijas se enfrentan por celos. Existe una fuerza arquetípica que lleva a actuar de una forma conflictiva. –Sí, así era mientras ella vivió. Pero cuando se fue… ¡Cuánto la extrañé! Y muchas veces la sentí tan cerca que me parecía oír sus movimientos y hasta su respiración. Pagué muy caro por haber hablado de mis experiencias. Me internaron con el diagnóstico de delirio... ¡Lógico! Mi tía me veía que pasaba hablando con mi madre muerta, bueno, con su espíritu… Creo que mi tía también estaba un poco celosa. Mi madre siempre me decía que ella la envidiaba, principalmente por haber tenido una hija. Pero mi tía es muy buena. Usted la conoció, es un ángel. Sé que yo soy su motivo de vida. A mí lo único que siempre me molestó, es cómo su marido me mira. No sé si será porque siempre se dijo que es mujeriego. Pero bueno, eso no viene al caso. 63
Como le dije antes, mi gran amor es mi padre. Por ese amor nunca pude salir con ningún muchacho. Todos me parecían insignificantes, llenos de deseo y poco sinceros. Cuando me hablaban sentía el vacío de sus palabras, su deshonestidad…algunos hasta eran casados. Pero no necesito explicarle a usted sobre esas cosas, las debe conocer muy bien. Acá vendrán muchos hombres y le contarán sus aventuras y sus mentiras. Cómo engañan a sus esposas… Pero siguiendo con mi problema, no es normal estar enamorada de su padre… Maestro, déjeme contarle mi secreto. Después de un año de la muerte de mi madre, un día sentí su voz que me decía: “Anda al cuarto de tu papá, no lo dejes solo. Abrázalo, bésalo y hasta hazlo feliz. No quiero que venga otra mujer y nos lo quite. Que se transforme en una madrastra para ti y tal vez hasta tenga otras hijas y tú serás la sirvienta de ellas.” De alguna forma, esas palabras me empujaron a entrar al cuarto de mi padre y querer acostarme con él. Pero al principio siempre me echaba. Entonces aprendí en la televisión cómo ser más coqueta, más atractiva y sensual… Mi cuerpo me ayudó mucho a lograrlo. Y así lo conquisté y fue mío. Me confesó que nunca había sido tan feliz, como lo fue conmigo. Hicimos un pacto de conservar nuestro gran secreto. Además de usted, sólo lo conoce el Mentor de una escuela Kardecista que frecuentamos. Yo lo aprecio muchísimo y él me dijo que en otra vida, mi padre fue mi esposo, por eso el gran amor que existe entre nosotros. Me desahogué con él porque sé que es muy reservado y confío en usted, Maestro, como le dije al principio, por una extraña fuerza que hizo nacer esa confianza dentro de mí. 64
Pero la historia no termina ahí. La verdad es que mi padre tuvo momentos en que le costaba tener relaciones conmigo, quedaba impotente… Lo trágico para mí, fue cuando hace dos años me echó de su dormitorio, alegando que estaba mal psíquicamente y que no podía continuar con esta relación. Eso fue después de que yo quedé embarazada y tuve que hacerme un aborto. Ahí sufrí una crisis y fui internada. Cuando me dieron el alta, él no me aceptó más y a los tres meses me volvieron a internar. Cuando salí, mi padre empezó a traer a casa a una mujer que había conocido y eso me provocó una nueva crisis. Y siempre mi tía, maravillosa conmigo, me interna, me cuida, vive y se desvive por mí. Esa es mi vida hasta ahora y mi secreto es el gran motivo por el cual nunca llegué a terminar mis estudios, solía quedar en blanco frente a los exámenes. Muchas veces mi cabeza no responde, me cuesta concentrarme. A pesar de todo, llegué a trabajar en una empresa reconocida. Mi tía siempre me reclama: “Margot, ¿por qué no terminas tu curso de diseño gráfico y buscas un trabajo nuevo? Sólo porque el director de la editorial te hacía la vida imposible, no puedes abandonar todo.” Ella tiene sus razones, pero con mis conflictos y el drama que viví y que sigo viviendo, no tengo cabeza para estudiar. Mi tía me juzga porque no conoce mi vida… Ahora acepté venir a verlo a usted, porque tengo que tomar una decisión. Quiero huir de mi casa y en la de mi tía me siento mal, por su marido. Entonces decidí meterme en un convento. Ya lo fui a conocer y hablé con una Hermana de la administración. Me citaron para pasado mañana. Tengo que ir a hablar con la Madre Superiora… 65
Lo que quiero es que usted me diga si hago bien en ir al convento o si es que hay otro camino para mí… Quisiera saber si mi padre va a cumplir la promesa que le hizo a mi madre, de no volver a casarse nunca. Si es que yo lo podré cuidar como fue el deseo de ella. Él, en este momento, está contra nosotras… ¿Cambiará? –Primeramente, Margot, vamos a considerar la posibilidad de ese convento. Usted fue a visitarlo, ¿le gustó? –Mucho. Lo que más me gustó es el jardín. ¡Tantas flores hermosas! Parece que su perfume penetra hasta el alma. –Entonces, creo que vale la pena que converse con la Superiora y que vea si ese camino, puede ser para usted. Después de ese encuentro, seguiremos considerando qué es lo mejor para su vida. Así, dimos un compás de espera a la entrevista. Pero la tía volvió a verme, pidiéndome que yo acompañara su sobrina al convento. Que ella confiaba mucho en mí. Insistió tanto que acepté. Al otro día, Margot vino puntualmente a buscarme en su auto. El convento quedaba cerca de una bodega. Tuvimos que atravesar cuadras y cuadras de viñedos para llegar. Durante el viaje, Margot mostró los rasgos histéricos de su personalidad, tratando constantemente de llamar la atención. En la entrevista, la Superiora empezó a hacer preguntas y en especial quiso saber cuál era mi relación con la joven. Le respondí que en ese momento yo era sólo un consejero. Para no tener que precisar demasiado sobre el tema, le dije que Margot había hecho una consulta conmigo sobre el paso que pensaba dar. –Usted debe ser muy importante para ella –afirmó la Madre Superiora. –Sí –admití. 66
–¿Usted es católico? –No, Superiora, soy judío –respondí, aliviado de que no quisiera saber a qué me dedicaba. –Es extraño que un judío traiga aquí a una joven para que haga una comunión con Cristo. –Yo no la traje, únicamente la estoy acompañando. Margot vino por su propia voluntad. Trato de ayudarla a saber si podrá integrarse a esta vida. –A nosotras nos interesa conocer el motivo por el cual quiere entrar en el convento. Queremos que la persona que busca este camino, lo haga con fe y con la convicción de estar más cerca de Dios y de sus enseñanzas a través de Cristo. No aceptamos que lo haga por huir de los conflictos que tiene en su vida, ya sean sentimentales o de otra índole. Queremos una integración completa y un convencimiento total. Aquí la vida no es fácil. Cada hermana lava su propia ropa, así como la de su cama y sus toallas. Arregla su cuarto y hace limpieza. Nuestra institución necesita de las manos de las novicias y de las hermanas. Tenemos un hospital a cargo y a veces debemos hacer cosas que no son agradables. Pero el amor a María, Madre de Dios, hace más llevadero nuestro sacrificio… En ese momento observé a Margot y vi su rostro totalmente contraído, sus manos tensas y temblorosas, trataban constantemente de tapar su boca. Sus ojos estaban fijos en la religiosa, con expresión de miedo y confusión. De repente interrumpió el monólogo de la Madre Superiora. –¡Una misma se tiene que lavar la ropa! ¿¡Y nadie ayuda a limpiar!? 67
–Es así hija. Nosotras elegimos el camino de servir, así que nadie nos sirve. Al contrario, si una hermana está enferma, las demás se ocupan también de sus tareas. –Yo creo, Margot –intervine– que usted debe pensar y meditar mucho si es que realmente se encuentra apta para integrar esta misión. –Y no sólo ella tendrá que meditarlo –aclaró la Superiora. Nosotras también lo haremos. Hemos tenido grandes desilusiones con personas que parecían estar completamente decididas a servir a Dios con toda su fe. El camino no es fácil, hija. Pero me agrada tu intención, aunque ignoro el motivo que te trae aquí. –Mire, Madre Superiora, creo que Margot necesita un poco más de tiempo para tomar una decisión… Viendo que la joven no estaba bien, traté de finalizar la entrevista y sacarla de allí. Ella se despidió muy nerviosa, la voz le temblaba y casi tartamudeaba. –Sí, lo tengo que pensar, Madre. Vamos Maestro, a usted se le hace tarde. Saludamos, salimos rápidamente y nos quedamos conversando unos minutos dentro del auto. La Madre Superiora nos observaba desde una ventana del segundo piso. Cuando se dio cuenta de que la habíamos visto, cerró el postigo. –¿Y ahora qué hago, Maestro? ¿Qué voy a hacer de mi vida? –me preguntaba Margot muy angustiada. Mi tía me ofreció alquilar o comprar un apartamento para mí, pero no sé vivir sola. No sé hacer nada y además tengo muchos miedos… y hasta duermo con la luz encendida. Su angustia la hizo romper en un llanto desesperado y enseguida empezó a hacer movimientos extraños con sus manos. 68
–¿Qué hago con el gato? –balbuceaba Margot–. Es lo único mío que tengo en la vida…. no puedo abandonar a mi gato… el gato es todo lo que tengo… La joven había entrado en otra de sus tantas crisis. Llamé a su tía y le expliqué lo sucedido. Le dije que yo no había llevado mi libreta de conducir y le pedí que viniera a buscar a su sobrina. Llegó en un taxi y nos fuimos los tres. La señora me pidió que visitara a Margot en el sanatorio donde la iba a internar. Así lo hice al mes siguiente, cuando volví a Santiago. Dos meses después, Margot estaba de alta y volvió a hablar conmigo. Me dijo que hubiera querido estar más tiempo loca y no volver a su casa. Traté de hacerla comprender que era joven y podía rehacer su vida. Entonces le enseñé una meditación para encontrarse consigo misma y Margot la tomó como un sediento bebe agua en el desierto, con gran desesperación. –¿Cómo la tengo que hacer? ¿A qué hora? ¿Tengo que estar parada o sentada? –Tiene que estar sentada hacia el Este, frente a una vela. Es preferible que sea por la noche, antes de acostarse. La Dabraká es MISH VODIR. Repítala muchas veces, hasta que su alma la pueda reconocer y sentir. En uno o dos meses la volví a ver. Vino diciendo que a través de la meditación había sentido que yo fui su padre en otra vida. No sé por qué, pero eso no me sorprendió. Pensé que tendría que hacer sesiones de regresión con ella, para confirmar esa situación. Pero me dije que en realidad no importaba si era o no el verdadero padre de su alma. Lo más importante es que eso la hacía feliz a ella y no iba en contra de mis principios. 69
Margot siguió meditando y tratando de reconstruir su vida. Encontró su amor y se casó. Él era un capitán de barcos y formaron una pareja muy feliz. Sus miedos y sus traumas quedaron para atrás. Tiempo después me envío una tarjeta desde Valparaíso. “Querido papá, soy inmensamente feliz. Con todo mi corazón…Margot Mish Vodir .”
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Energía de Espiritualidad
Aquel consultante se quitó el abrigo y se sentó cómodamente frente a mí. –¿Sabe que después de mí va a atender a mi hijo? –me dijo guiñando un ojo... –¿Su hijo va a venir? –pregunté sin entender el motivo de su gesto. –No, la verdad es que mi hijo no existe. Yo tengo el tiempo de ‘mi hijo’, porque mi caso es tan difícil y tengo tantos problemas que voy a precisar de más tiempo. Por eso es que marqué dos horarios, uno para un supuesto hijo... –¡Ah! Usted tiene también la hora siguiente. –Sí. Y me dijeron que es la última, así que tal vez nadie lo espere después de esa hora –aclaró sugiriendo que podría quedarme con él hasta la madrugada. No me gustó su engaño con los horarios. ¿Y si alguien lo hubiera necesitado? Él sólo pensó en tener todo el tiempo para sí. Pero bueno, ya estaba hecho así que me dispuse a escuchar su historia. –Mire, voy a empezar hablándole de mi abuelo. Él tenía una fábrica metalúrgica muy importante. Su situación económica no era buena, era brillante… Pero toda su atención y su dinero, los dedicaba a mi tío, el hermano de mi madre. A ella nunca le daba nada… Bueno, a veces alguna migaja. Mi tío estaba en la empresa, se había formado en las mejores universidades, hasta estudió en Inglaterra. Lo tuvo todo, en cambio mi madre, no recibió nada. Entonces ella, 71
cuando mi abuelo se acostaba a dormir la siesta, me pedía que yo vigilara si venía alguien, mientras le sacaba dinero del bolsillo. Si yo decía ‘cuidado’, disimulaba y miraba para otro lado. Yo era siempre su centinela… Creo que esa deshonestidad de mi madre de alguna forma, la habré mamado. Aunque si lo miramos bien, lo que hacía era justo… ¡Pobre mamá! El padre no la atendía para nada. La única que le daba plata era mi abuela, que también tenía que sacársela al abuelo. –¿Y su padre? –lo interrumpí. –¡Ah! ¡Mi padre! Ese fue otro problema. Él trabajaba en la fábrica, pero un día mi abuelo lo echó. Fue tan grande la patada que le dio, que no sólo se fue de la fábrica, también se fue de mi casa. Todos esos hechos me afectaron mucho. Mamá no lo quería porque decía que era un vago, un inútil. Yo no sé cómo era en realidad, porque lo conocí muy poco. Casi nunca venía a verme… Y ahí empieza otro capítulo de mi historia. Mi madre quedó sola cuando yo tendría unos siete u ocho años, pero al tiempo se volvió a casar con un hombre excelente. Un ingeniero muy amigo de mi abuelo. Mi relación con él era fantástica. Me dio todo, cariño, estudios… Se dedicó por completo a mí, como si fuera su verdadero hijo. Tampoco tuve hermanos. Mi abuelo se había aferrado mucho a mi padrastro, sobretodo después de que mi tío murió en un accidente. Creo que en parte él llenó el gran vacío que la pérdida de su hijo le dejó. Al fallecer mi abuelo, mi padre quedó al frente de la empresa. Aunque fuera mi padrastro siempre lo consideré mi padre, porque en verdad fue el único padre que tuve. Mi verdadero problema comenzó cuando mi madre se enfermó de cáncer y murió al poco tiempo. 72
Yo tenía veintiséis años y era uno de los principales directores de la fábrica. Mi padre se encargaba de la dirección comercial, que a mí no me gustaba porque soy ingeniero y yo era director industrial, de producción. Mi padre volvió a casarse con una mujer de veinte años y a mí me empezó a gustar ella. Como siempre iba a visitarlos, empezamos a hablar mucho con Esmeralda. Un día salimos juntos a tomar un café. Y así una y otra vez hasta que llegamos más lejos. Yo tenía un apartamento donde siempre nos encontrábamos y un día ella no quiso volver a su casa. Fue muy difícil decirle a mi padre lo que había sucedido, pero él lo aceptó. Dijo que ya sabía que Esmeralda no era para él, que una chica de veinte no sería feliz con alguien que ya tenía más de cincuenta. Y así, seguimos trabajando juntos, sin peleas, sin gritos, sin acusaciones. Pero había muchos días en los que yo no conseguía dormir. Hasta que pasó lo peor. Una noche mi padre se acostó y nunca despertó. Fue una muerte muy misteriosa. En principio pensamos que pudo ser suicidio, pero los médicos dijeron que fue un paro cardíaco. Él sufría del corazón, aunque nunca lo supimos. Desde entonces, mi vida empezó a derrumbarse. Esmeralda siempre me decía: “el día que tu padre muera vas a ser el único heredero y vamos a viajar y hacer todo lo que ahora no podemos…” La realidad estuvo muy lejos de ser así. Al morir mi padre, se hizo una reunión de directorio en la que apareció su hermano. Hasta entonces trabajaba de cualquier cosa en la fábrica, pero se presentó como ‘director general’. ¿Por qué? Él tenía el 99% de las acciones. ¡¿Cómo era posible?! ¡Yo no tenía nada! Su hermano argumentó que él compró las acciones con un dinero de la lotería. ¿Cómo comprobar que no? Me dijo 73
que él era el único dueño de las acciones y que no quería que yo trabajase más en la empresa. Así que fui despedido… Me dieron un dinero muy importante y tuve que salir de la fábrica. Mire Maestro, todas las noches, desde entonces, escucho la voz de mi padre: “ Hijo, el que las hace, las paga.” El psiquiatra me dice que es la voz de mi conciencia. ¡Quiero que usted me lo diga! ¡Por favor Maestro! ¿Es la voz de mi conciencia? ¿O es mi padre que me habla? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué pasó con mi vida? Hace dos años que estoy sin trabajo. Mi mujer se fue con un músico que tiene una banda, no sé de qué… Estoy solo y sin empleo... No puedo dormir… Tengo depresiones, angustias… Yo la quería muchísimo a Esmeralda… También a mi padre lo quería… ¡¿Por qué actué de esa forma tan sucia, tan baja?! Me pregunto para qué vivo… No consigo hacer nada y cada mes voy gastando lo poco que me resta del despido. Pago cuentas y cuentas, un apartamento, un status de vida que hoy no puedo mantener… Lo que me quedó es mi arma y hay días en que quisiera apretar el gatillo y terminar con todo… –Daniel, usted sufre hoy, pero su padre sufrió muchísimo viéndolo con su mujer, mientras vivía y aún en la muerte. Es muy triste… Él le dio felicidad, lo quiso, lo colocó en el mejor puesto de la fábrica y eso usted nunca lo supo valorar. Es posible que como me lo planteó, haya mamado la deshonestidad de su madre, pero justifica su actitud y ser deshonesto nunca es justo. No se arregla una injusticia con otra. Lo que usted le hizo a su padre fue muy deshonesto y él se vengó sacándole la fábrica. Ahora usted considera eso injusto... ¿y cuál es la venganza que quiere? 74
–Yo le estoy haciendo un juicio al hermano, a mi tío… –¿Y cree que lo puede ganar? –Quisiera que usted me ayude. –¡¿En el juicio?! –Sí. Yo quiero explicar que fui desheredado. Mi abogado me dijo que no existe eso. Que no hay una ley que permita desheredar un hijo. –Yo le digo, que ese juicio no puede ganarlo. Las acciones se dan a cualquiera, por algo es una sociedad anónima. No hay cómo justificar que su padre las tenía. Su abogado lo único que podrá ganar en este caso, es el dinero que usted le pague. –Que ya fue bastante... –Bueno, Daniel… vamos a dejar esta situación del juicio. Yo lo voy a ayudar a encontrar un camino para su vida. No tiene que pensar en acabar con ella, sino en tratar de darle un nuevo comienzo. Todos podemos tener un pasado malo, hasta avergonzarnos de él, pero podemos crear un presente y un futuro mejores. Usted es joven, todavía puede construir cosas buenas en su vida, casarse, tener hijos y ser un padre ejemplar. Con el tiempo, esa ‘voz’ dejará de atormentarlo. No sé si recibirá el perdón de su padre, pero sí su silencio… –¿De verdad, Maestro, cree que puede haber una solución para mí? –preguntó con lágrimas en los ojos. –¡Claro que sí! –¿Lo vio en mi mano? ¿Está en mi futuro? –Sí, está… Si usted quiere, podrá lograrlo. Olvídese de la deshonestidad de su madre y de todo lo que lo ha afectado. Trate de hacer un cambio en su vida, de ser distinto. Le voy a enseñar una meditación que lo ayude a encontrar el verdadero camino para su vida. REGUELAJ ASHEM es 75
una energía de elevación, de espiritualidad, que lo va ayudar a tener paz, a realizar cambios positivos y a disfrutar de todos los logros que usted pueda concretar. –Maestro, si yo consigo eso le voy a hacer un monumento. –No se preocupe por levantarme un monumento. Ya muchos lo prometieron pero nunca han encontrado el lugar donde hacerlo. Yo no necesito un monumento, Daniel… Lo que quiero es que usted se realice, que sea feliz… Esa va a ser su verdadera contribución. Porque cada vida que puedo ayudar, me da una enorme satisfacción que me motiva para seguir adelante. –Yo voy a encontrar el lugar, Maestro. –No, no se preocupe… Usted me puede levantar un monumento dentro de su corazón y eso ya es suficiente. Daniel salió de mi consulta con un tesoro: REGUELAJ ASHEM. No quise ni escribir la meditación, en aquel momento busqué grabarla en su corazón. Cuando se fue, me quedé pensando cómo una persona arruina su vida por errores, actúa mal, destruye sus amores, sus afectos… Todo... Aquel hombre heredó la deshonestidad de su madre e inconscientemente la aplicó con quien más quería: su padre. El hombre que hizo todo por él. Lo vistió, lo llevó a los mejores clubes deportivos, lo mandó a estudiar en el exterior, buscó siempre lo mejor para él. ¡Todo lo que hizo por un hijo que no era de su sangre! Y luego el hijo, en un impulso edípico le destruyó su vida, le sacó su mujer y mató toda la ilusión que él tenía con esa chica. Una noche, silenciosamente, su padre se fue… y todas las noches siguientes ‘gritaba’ en la conciencia de su hijo… “¿Por qué? ¿Por qué me hiciste eso? ¿Qué mal te hice para que actuaras así?...” 76
–Había pasado algo más de un año, cuando Daniel volvió para decirme que iba a casarse. Tenía empleo en una metalúrgica, donde ganaba un buen salario. Estaba feliz… pero más feliz lo vi, cuando un tiempo después, vino a contarme que había tenido un hijo y que le había puesto mi nombre. –…Ese es mi homenaje, el monumento que le levanté. En ese momento pensé en la magia del REGUELAJ ASHEM. ¡Cuánto puede ayudar al ser humano la sabiduría de aquellos sacerdotes del Nilo! Esa sabiduría sí merece monumentos.
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Regresión La Dabraká puede hacer que místicamente revivas episodios de vidas anteriores. Tiene la magia de lograr que recuerdes situaciones que pertenecen a otra existencia, en las que podrás verte con otra apariencia física, pero sentirás que eres tú. La experiencia de regresar a un pasado lejano, provoca un profundo contacto con tu alma que te ayuda a retomar el sendero de tu Destino. Retomar tu huella y profundizarla en cada vida, forma parte de tu evolución. La hermosa mística de la regresión, te lleva a sentir esa esencia de continuidad. Si llegas a comprender esa verdad y a sentirla, podrás vivir como místico. La regresión también puede llevarte a revivir hechos que sucedieron en la infancia, recordar episodios que tu conciencia borró porque fueron muy traumáticos. Siempre he sostenido que si conocemos el origen de nuestros traumas, es posible superarlos y limpiar nuestra psiquis. Desintoxicar nuestros estados emocionales, es dar nueva fuerza a nuestra conducta. 79
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Respuestas en vidas pasadas
Una señora muy elegantemente vestida llegó a mi consultorio. Enseguida comenzó a hablarme sobre su experiencia. –Hace muchos años que trabajo en el área de la psicología. Elegí esa profesión porque siempre sentí la inquietud de conocerme. De saber quién fui en otra vida, porque estaba segura que hacía un trabajo muy similar al de hoy. Para mí fue una búsqueda de mucho tiempo. Practicando las Dabraká de sus libros, aprendí la fórmula para encontrarme conmigo misma. Ahora que me encontré, no puedo renunciar a mi Destino, a mi misión de ayudar. Algunos terapeutas envidiosos me llaman ‘la terapeuta curandera’. Debe ser porque mi consultorio siempre está lleno. Y hay una razón para que lo esté, porque mis pacientes no solamente mejoran, sino que se curan. Aquel que posee un medio para aliviar a sus semejantes y devolverles el más precioso de los bienes, su salud psíquica, no tiene derecho a guardar silencio. Gritaría en contra de las leyes que condenen la energía mística que transmito. Nadie me puede criticar por lo que es para mí, por encima de todo, una situación de conciencia con los demás. Entonces, con la bendición de la facultad de psicología o sin ella, he decidido continuar mi camino. Las Dabraká que yo aplico, no son paliativos para mis pacientes, como otro tipo de terapias psicológicas… 81
¡Cuánta razón tenía ella al hablar de paliativos! La propia medicina los ofrece muchas veces, al no haber podido encontrar la cura para ciertas enfermedades muy comunes, como la diabetes o algunos problemas cardíacos. Medicamentos hasta la muerte y no hay otro camino. El hombre llegó a la Luna, explora el espacio exterior, pero no ha resuelto muchos de sus problemas en la Tierra. Mi consultante siguió hablando con gran entusiasmo. –Hace unos días me invitaron a dar una conferencia sobre regresiones y entre el público, vi a uno de los directores de mi facultad de psicología. Por un momento me sentí inhibida, pero pensé: ‘tengo que ser valiente y tratar de liberar todo el conocimiento encadenado por prejuicios de doctos que se sienten dueños de la verdad.’ Así es que miré hacia otro lado, hice mi Dabraká para sentirme segura y dicté mi conferencia, que gracias a Dios fue muy aplaudida. Y al final, hasta ese propio director se acercó a felicitarme. ¿Vio, Maestro? Esto es empezar a romper las cadenas de nuestra época… –Cadenas que existieron en todos los tiempos, de carácter religioso, ideológicas, socio culturales, económicas, científicas… Siendo estudiante de medicina, recuerdo cuando participaba de una clase de cardiología y el profesor era un grado cinco, una eminencia. Nos explicaba que al enfermo no se le puede administrar aminofilina junto con digital. Levanté la mano para preguntar cuál era la razón de ello y el Profesor me respondió: “El porqué de no poder aplicar las dos drogas juntas, no se conoce. Pero tradicionalmente es así como debemos aplicarlas.” Fue una desilusión para mí en ese momento. Pensé que también existían dogmas científicos, que se mantienen por respeto a la tradición. 82
Quedé en silencio por un momento y también mi consultante que me había escuchado muy atentamente. Enseguida retomó la temática de su interés. –Maestro, yo sé que usted ha practicado regresión con sus discípulos y seguramente habrá hecho sus propias regresiones… Quisiera preguntarle por qué en sus libros no profundiza mucho sobre el tema. Yo creo que la regresión es un instrumento muy importante para conocerse y encontrar el camino de cada uno. –Tiene mucha razón, doctora… siempre hablé poco sobre ese tema tan importante. Pero me prometí, que en mi próximo libro escribiré sobre regresiones. Tanto de las que nos llevan a revivir un pasado dentro de nuestra vida actual, como las que nos acercan hechos que pertenecen a nuestras vidas pasadas, a un Más Allá totalmente desconocido. Como adultos, al revivir hechos que sucedieron en nuestra infancia o adolescencia, logramos comprenderlos mejor. También podemos recordar acontecimientos que nuestra conciencia borró, por un mecanismo de defensa, ya que fueron de índole traumática. Siempre he sostenido que si conocemos el origen de nuestros traumas, es posible superarlos y limpiar nuestra psiquis. Desintoxicar nuestros estados emocionales, es dar nueva fuerza a nuestra conducta. –Maestro, yo me dediqué más a las regresiones a vidas pasadas. ¡Es tan fascinante ese mundo! El paciente vibra, su alma se estremece y se siente como pez en el agua dentro de un entorno al que siempre quiso volver. El alma es pura, carece de egoísmo, de vanidad, es desinteresada… ella, a través de la regresión, influye increíblemente sobre la conciencia y provoca cambios que parecen milagrosos. Mis pacientes han tenido cambios de conducta sorprendentes. Mejoran la comunicación con su pareja, con 83
la familia… Usted lo sabe tanto como yo y mucho más porque es un Maestro. Justamente por eso es que vine a hacerle esta consulta. Se trata de un paciente con el que estoy haciendo regresiones. Tiene más o menos mi edad, es un empresario, casado, con hijos grandes. Pero en cada regresión que hace, me encuentra a mí dentro de su vida anterior. Las verdades de otra vida, que él manifiesta en cada sesión, me hacen sentir muy incómoda, porque están muy lejos de una realidad actual. Él me ve como su esposa. ¡Imagínese, Maestro! Yo estoy dentro de mi rol de terapeuta. ¿Cómo puedo ser al mismo tiempo una protagonista de su regresión? –Estimada doctora, permítame que le diga que es un verdadero Destino que se presentó ante usted. No fue casualidad que la haya elegido como terapeuta. Ese hombre se encontró primero con su plano afectivo por ser su talón de Aquiles, ya que vive una situación amorosa muy frustrante. Siempre ha buscado solucionarla, con un gran respeto por su pareja, que ha mantenido estoicamente, con sacrificio y firmes principios. Es una persona muy correcta y lo veo con una vida ejemplar en todos los planos. No sé si él está totalmente convencido de la veracidad de las regresiones, pero tengo absoluta seguridad de que van a influir sobre sus sentimientos y en la relación con usted como terapeuta. Por eso, también usted deberá manejarse con mucho cuidado y con toda su ética profesional, para no influir sobre él ni con el peso de una pluma. Tendrá que mantenerse lo más neutra posible y dejar que el tiempo, que es el más grande de los jueces, decida sobre el camino de su paciente. Entiendo que no será fácil, porque he podido percibir que usted siente una especial atracción por 84
él. Por un lado por que admira su honestidad y su sinceridad. Además, lógicamente, por lo que existió en un pasado, hoy abstracto, pero que no deja de ser real. Usted sabe que los Destinos pueden mover montañas, lo queramos o no, estemos o no de acuerdo. El Destino no nos consulta, es como una tormenta de arena que nos empuja y no nos deja ver… Lo único que sabemos es que estamos dentro de ella. –¡Qué bien lo define, Maestro! Sus palabras son muy hermosas. –No son mías. Vienen a través de esta vela encendida frente a nosotros. –Ya sé, son de su Ka, Astenkeph. –Sí. Se nota que leyó bien mis libros. –Los devoré, algunos los leí varias veces y tengo uno de cabecera que es mi favorito. –No le voy a preguntar cuál prefiere porque para mí son como hijos y trato de no querer a uno más que a otro. –Maestro, ¿alguna vez tuvo un caso como el mío, de una situación tan complicada dentro de las regresiones? –Sí, tuve varios. –Cuánto me gustaría que me cuente, aunque sea uno, para no sentir que sólo a mí me pasa algo así. –Fue hace muchos años cuando enseñaba regresiones a mis discípulos en una casa ubicada en el parque de la Pirámide. Hacíamos esas experiencias en la noche y siempre con la vela encendida, para que mi Ka pudiera observar la corrección y la veracidad de las prácticas. Entonces, una discípula que tendría unos veinte años, se veía a mi lado en una vida anterior, pero no podía precisar qué relación existía entre nosotros. Es importante que cuando aparecen sentimientos que vienen desde el Más 85
Allá, podamos ubicarlos en el lugar que les corresponde, para no entrar en confusiones. Durante la experiencia, sentí el mensaje de mi Ka: “Está cometiendo una grave falta porque las regresiones no se pueden hacer en público, debería hacerlas en privado. Esta iniciada fue una hermana suya en otra vida.” Siguiendo el mensaje de mi Ka, hice varias regresiones con aquella joven. Comprendí que yo tenía una responsabilidad con ella y debía protegerla. Supe también que el noviazgo que ella estaba iniciando, sería el mejor camino para su vida afectiva ya que era parte de su Destino. Con el tiempo se casó con ese hombre y hasta hoy vive feliz a su lado. De vez en cuando, ella aparece y me hace recordar esas sesiones de regresión donde encontró la verdad de sus sentimientos y su felicidad. –¡Qué hermoso! Maestro, yo sé que estoy abusando de su tiempo, pero por favor, cuénteme otra experiencia. Es tan importante para mí escucharlo… –Le voy a contar otra anécdota que sucedió en esa misma casa, junto a la Pirámide. Se trataba de una práctica donde una discípula representaba al paciente y un discípulo al Maestro que guiaba la regresión. Fue una sesión que me gustó muchísimo y pensé que quien la dirigía, en el futuro sería un verdadero guía para sus consultantes. La discípula que estaba realizando la regresión, empezó a entrar en un túnel, el famoso pasaje de esta vida a una anterior. Le costaba mucho articular las palabras mientras iba describiendo lo que veía en ese caminar hacia el Más Allá. Apenas conseguía repetir la meditación para poder entrar con mayor profundidad en esa experiencia tan mística y tan nuestra. Digo nuestra porque los antiguos iniciados de Amarna, dentro de la primera logia que existió en Egipto, realizaban 86
las mismas prácticas para ir al pasado y encontrar los eslabones de sus vidas anteriores. Como ellos, la discípula repetía las palabras SHEJIM AKIM… Al final del túnel, empezó a ver una luz que la cegaba. “Voy hacia la luz… ahora aparece frente a mí un campo muy verde, con muchos árboles… Hay un camino de pequeñas piedras y siento necesidad de caminar por él… Llego a una casa grande, toda de piedra…no tiene puertas. Dudo si entrar o no… pero me decido y entro. Ahí hay alguien sentado de espaldas a mí… tiene un gorro o un sombrero muy raro… Me voy acercando… es un hombre de piel oscura, pero no negra… Me sorprendo al ver sus ojos, su mirada me es conocida, pero no la puedo identificar… Ahora sí lo reconozco. ¡Es Saúl! Me pregunta cómo estoy… Me cuesta aceptar que él es Saúl y que me conozca… Parece que él lee mis pensamientos porque me dice: “Yo soy Amir, pero también soy Saúl. Y tú sos Thirmaat, aunque sos Rosa... Mi gran dolor es que en esta vida somos un gran amor, pero en la actual no somos nada...” En plena sesión, ella empezó a llorar y gritaba: “No quiero ser Thirmaat, quiero ser Rosa y tú, Amir, aléjate de mi vida... Amo a Roberto, mi esposo y padre de mis hijos…” Después de esta sesión, que fue tan atroz para Rosa, mi discípula abandonó la Escuela y por un tiempo no supe nada de ella. Me dijeron que se había ido a Argentina. Creo que en el fondo quiso alejarse de Saúl, que era otro de mis discípulos y olvidar por completo aquella experiencia. Pero un día, Rosa regresó. Lo primero que me dijo fue que se había separado de Roberto. Se sentía muy frustrada en todos los planos y me pidió que la perdonara, que le gustaría volver a integrar la Escuela. 87
Durante ese tiempo, Saúl o Amir, el personaje de su regresión, había enfermado de esclerosis múltiple y apenas caminaba. Lo ayudábamos constantemente con cadenas espirituales y en una oportunidad, Rosa se ofreció a visitarlo ya que estaba muy solo, abandonado por la familia y en una situación bastante precaria. También lo ayudó a través de una Dabraká muy poderosa para darle salud. Con la mano sobre la cabeza de Saúl, Rosa se concentró en las palabras JAI TOV. Ambos repitieron la meditación en voz alta, con una gran inspiración mística. Saúl empezó a mejorar y no demoró mucho tiempo para que tomaran la decisión de vivir juntos. Nadie puede escapar de una tormenta de arena. Sus almas se unieron con tanta fuerza a través de aquella Dabraká, provocando el encuentro o mejor dicho, el reencuentro de un amor de miles de años atrás. –Cuánto le agradezco, Maestro, que compartiera conmigo sus experiencias tan enriquecedoras... –Estoy seguro que si medita sobre ellas, encontrará las respuestas que vino a buscar en esta consulta. Y ya que usted aplica las Dabraká con tanto éxito dentro de su consultorio, quiero enseñarle una práctica muy especial que está relacionada a situaciones que pueden presentarse dentro de las regresiones. ¿Sabe, doctora? Existe una fuerza que puede llevarnos a repetir errores de una vida pasada. Sabemos que el hombre puede tropezar dos veces con la misma piedra y que hay casos en que un impulso del Destino, lo empuja a cometer el mismo error. Pero existe una Dabraká para ayudarlo a dominar ese impulso: JONEB ARREV, para no cometer los mismos errores que en otra vida nos han hecho sufrir tanto… 88
JONEB ARREV también nos ayuda a controlarnos en distintas situaciones: cuando no debemos hablar lo que no corresponde; cuando entramos en ira y somos injustos; cuando perdemos el dominio de nosotros mismos y hacemos lo que nunca hubiéramos querido hacer. Se practica durante los días de Luna Menguante. Sentados en el piso, con las piernas cruzadas en posición de loto, las manos sobre las rodillas. De frente al Este y una vela encendida. Nos concentraremos durante siete a doce minutos en las palabras JONEB ARREV.
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Traumas de la Infancia
En este caso noté que era una mujer bastante agresiva y muy directa en su vocabulario. Cuando se sentó frente a mí observó cada objeto que tenía en mi escritorio, miró los cuadros… Demostraba ser muy curiosa y dudaba de lo que estaba haciendo allí. Pero le quedaban muy pocos caminos para intentar curarse. Ya había visitado psiquiatras, psicólogos y estoy seguro que alguien más que le habló sobre un maleficio, porque en un momento me preguntó: “¿No estaré poseída o embrujada? ¿No me habrán hecho algo malo?” Muchas veces, el consultante dentro de su desesperación y de su ignorancia, acepta falsos argumentos y se convence de ellos. Siempre creí en las fuerzas del mal y en la destrucción que provocan, pero en este caso sentí que no había nada de eso, estaba seguro que existía otra razón muy poderosa. Esa mujer, de unos treinta años, sentía un gran placer si el hombre la golpeaba durante la relación sexual. Al principio, traté de sacarla de su problema a través de una meditación que practicó durante dos meses. Pensé que esa fuerza la ayudaría a superar su patología, pero no dio resultado. Entonces estuvimos de acuerdo en realizar una regresión, para tratar de encontrar en su pasado, algún motivo que justificara su conducta. En las regresiones aplico distintas técnicas y los resultados son siempre relativos a la persona, en cuanto a su resistencia, 91
sus miedos, dudas, escepticismo… todo eso influye de forma negativa. En el caso de Beatriz, no fue fácil porque inconscientemente se negaba a ‘entrar’ en la regresión, como si no quisiera curarse. Ella era feliz dentro de su masoquismo, ¿por qué superarlo? Pero la fuerza del MARAMETH es una de las más poderosas para vencer resistencias y logró que su cuerpo y su alma se entregaran. Beatriz estaba inmóvil acostada sobre el sofá, frente a la vela, repitiendo MARAMETH, hasta que quedó en absoluto silencio. –¿Dónde se encuentra, Beatriz? –No sé… No sé dónde estoy. –¿Qué ve? –Está todo muy oscuro. –¿Usted está quieta o está caminando? –Estoy parada y a lo lejos veo una luz… –¿Puede ir hacia ella? –Sí, voy a tratar… Creo que es la luz de un auto. –Acérquese. –Sí, es un cachilo, de esos Ford y mi padre lo maneja. ¡Qué lindo! Y me invita a subir. “¿Adónde vamos papá?”… “A casa hija”… “¿Y mamá?”… “Sigue enferma, justamente fui a buscar el médico para ella... ¡Qué bueno que te encontré!” Ahora estamos en casa y el médico revisa a mamá. Cuando sale habla con mi padre. Le dice que la situación es difícil. Yo me acerco, quiero saber qué le pasa a mi madre. Mi padre me dice: “Este asunto no es para niñas”. Yo insisto en querer saber lo que dijo el doctor. Entonces papá se pone furioso… “ ¡Te dije que no era para niñas!”… 92
“Pero, papá…” En eso me da un golpe muy fuerte en la cara… “Tú siempre me sacas de las casillas”… Y me da otro golpe a la altura de la oreja. Mi madre lo ve y le grita… “ ¡Sos siempre el mismo animal! ¡La vas a matar a golpes! No hay día que la pobre niña no reciba una paliza. Ella no tiene la culpa de tus problemas…” Mi padre sale corriendo hacia su auto… El médico se queda mirándome fijo… Escuchamos un golpe… un gran estruendo. ¡Mi padre había chocado con un ómnibus! Varias personas traen su cuerpo… todos gritan… El médico le busca el pulso… trata de escuchar su corazón y dice que ya no hay nada qué hacer… Ahora estoy en otra casa… Estoy muy sola… Están entrando unos hombres… ¡Son ladrones! Me piden la plata y las joyas… Estoy paralizada, muda… Uno de ellos me empieza a pegar y me grita… Yo me río… Me siento feliz… Me parece que él es mi padre… Al finalizar la regresión, le pregunté a Beatriz si recordaba lo que había vivido. Ella empezó a llorar a gritos. Con una gran angustia me confesó: –Cuando era niña mi padre siempre me hacía acariciarlo por encima del pantalón y cuando yo me resistía me pellizcaba o me daba un golpe… Después murió en ese accidente y yo lo extrañé mucho. Varias veces sentí su presencia pero nunca en los momentos de sexo… –Estoy seguro que esa verdad que usted vivió en la regresión, la ayudará a superar su problemática. Tiene que entender que el hombre con el que mantiene relaciones, no es su padre… La meditación de MARAMETH la llevó a su niñez para descubrir allí el motivo, la esencia de su problema. 93
Después de un tiempo, Beatriz volvió a verme. Me dijo que ya no sentía ese placer masoquista y que se consideraba ‘curada’. Se encontró consigo misma y pudo realizarse dentro de una pareja normal y con hijos.
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Almas Encadenadas
Hacía poco tiempo que su marido había muerto en un accidente. Quiso empezar a hablarme pero una gran angustia le cerró la garganta. Luego de algunos minutos en que traté de tranquilizarla, Esther me fue relatando su triste historia. –… volvían a Montevideo en un día de mucha tormenta y con una lluvia intensa. Mi esposo perdió el control del auto. Mi hija viajaba con él y también nuestra ama de llaves. La única que sobrevivió fue mi Sara, pero está muy mal, Maestro. Por ella es que vengo a consultarlo. Esther me habló sobre Isaac, su marido, un buen hombre que había formado una importante empresa con un socio y amigo. Las dos familias vivían muy unidas. Ella y la esposa del socio tuvieron hijos con pocos meses de diferencia. Siempre compartían vacaciones y festividades. Los niños, su hija Sara y David, el hijo del socio, fueron amigos inseparables desde la infancia. Ya entonces eran ‘novios’. Y ese juego de niños, se transformó en amor de verdad, hasta que llegó el gran momento en que se comprometieron para casarse. Todos se sentían felices, pero David hacía un tiempo que había comenzado a frecuentar el Casino y el juego lo fue absorbiendo. Además de la ruleta, fueron las carreras de caballos, el póker y hasta la quiniela. Casi sin darse cuenta, se transformó en adicto, enredándose en otros vicios que pertenecen al ambiente, como la droga y el alcohol… 95
Todo eso lo llevó a pedir más y más dinero en la empresa y lo peor, en un momento se quedó con una suma muy importante para cubrir sus deudas. El padre de Sara siempre lo perdonaba porque lo quería muchísimo, como si fuera su propio hijo. Y David aprovechaba ese sentimiento para conseguir lo que quería. Cada vez le decía: “Ahora sí que voy a recuperar lo que perdí. Pero dame la plata tío Isaac, por favor.” No era su tío, pero siempre lo había considerado como tal. Isaac insistía en explicarle que no era un buen momento para la empresa. Que habían disminuido las exportaciones y que estaban entrando en riesgos por lo que no podía seguir sólo sacando y sacando dinero. Pero en definitiva, siempre le daba lo que su ahijado le pedía. Isaac era un hombre de un gran corazón. Supe que solventaba un asilo judío en Montevideo y que participaba en varias asociaciones de beneficencia. La empresa comenzó a caer y después de un tiempo las deudas crecieron más y más... Vinieron los embargos y en medio de esas grandes preocupaciones, Isaac perdió la vida en un accidente, estrellándose contra una columna. Su hija salió despedida del auto y fue la única que quedó con vida. Sufrió un golpe en la cabeza y los médicos atribuyeron a eso su pérdida de memoria. Esther me contó que cuando fue al hospital, su hija no la reconoció. Le dijo: “Yo no soy Sara y usted no es mi madre. Mi nombre es Raquel.” La joven se identificó con una amiga suya que había muerto en un accidente de moto. Sara quedó muy afectada con la muerte de Raquel y siempre acusó al novio de su amiga de haberla matado, por su forma irresponsable de manejar. 96
Raquel era muy conocida dentro de la colectividad. ¡Cuántas veces, en el cementerio judío de la ciudad de La Paz, pasé por su tumba! Está muy cerca de la de mi madre y tiene una foto de la joven. Pero, siguiendo con la historia, Esther me habló sobre una cantidad muy importante de dinero que su marido había depositado en un Banco suizo, a nombre de Sara. Seguramente cuando vio que la empresa se hundía, quiso sacar un dinero para salvaguardar la economía familiar. No se sabe cómo, los acreedores se enteraron de la existencia de esa cuenta en el exterior y lógicamente, querían cobrar lo que les correspondía. Como Sara era la titular, en su estado de amnesia no podía retirar el dinero. Los acreedores y los bancos se mostraban ‘comprensivos’ frente a la situación de salud de la chica y hasta ofrecían pagar distintos médicos que pudieran ayudar a Sara a recuperar la memoria. Esperaban dentro de una política amigable, digamos así, que ella se repusiera. Esther quería saber si es que yo podía ayudar a su hija a recuperar la memoria. Le pregunté si podía traerla. –Sí, Maestro. En el hospital me permiten que yo la saque a pasear, así que no habrá problemas. Cuando Sara llegó a mi consultorio, le pregunté su nombre y enseguida me dijo ‘Raquel…’, hasta con el apellido de su amiga. Sin ningún preámbulo comenzó su ‘protesta’. –Yo no sé si usted es médico o qué, pero la verdad es que estoy muy cansada ya de consultas y entrevistas y de que me persigan y me vigilen… Debo valer una fortuna, porque nunca había sido tan ‘atendida’. Pero es todo falso, lo único que quieren es que cobre esa plata. ¿Me entiende? 97
La joven ya había entrado en manía persecutoria porque era tal el despliegue de médicos y abogados alrededor de ella, que la había afectado muchísimo. Los acreedores estaban desesperados porque Sara no sólo tenía amnesia, sino que afirmaba ser otra persona. ¡Imposible que se le permitiera retirar el dinero! –Raquel, ¿no le gustaría hacer conmigo una regresión? –le pregunté. –¿Qué es eso? –Es ir hacia el pasado y recordar todo lo que usted olvidó. –¿Cómo se puede ir al pasado? –Primero se tiene que recostar en este sillón. Yo le voy a dar unas palabras para meditar. –Me gusta meditar… Estoy practicando yoga. –En esta meditación, tiene que ir repitiendo esas palabras en su mente y poco a poco se va a encontrar en un mundo donde todo le será conocido. –Sí, la verdad es que ahora todo es extraño. No reconozco los lugares ni las personas. Esther dice que ella es mi madre… –¿Y su padre? –Mi padre murió. –El padre de Raquel está vivo. –Para mí, murió… La joven demostraba una gran confusión mental. La hice recostar y le fui repitiendo las palabras ZEFER ASHEM AJOM… ZEFER ASHEM AJOM… ZEFER ASHEM AJOM… Hasta que entró en la profundidad de la meditación. –¿Qué está viendo? –pregunté para saber si ya estaba en su pasado. –Estoy jugando… Estoy con David… Jugamos a las escondidas. 98
Quedó callada unos instantes y quise saber. –¿Sigue viendo a David? –Sí, me gusta estar con él. Lo quiero muchísimo. –¿Y dónde están ahora? –En el frente de la casa de la playa... Ahora vamos hasta la piscina… David siempre me empuja para adentro… Ahora me quiere tirar… ¡Ay! ¡No quiero que me tire! La hice volver al ZEFER ASHEM AJOM… –Continúe repitiendo ZEFER ASHEM AJOM… ZEFER ASHEM AJOM… –Ahora no sé dónde estoy… ¡Ah!... Estoy en un parque... –¿Qué está haciendo? –Estoy con David… Él escribe en un árbol su nombre y el mío… En el medio pone la letra ‘shin’… Me dice que el ‘shin’ siempre le da suerte. ¡Qué increíble! –pensé–. ¡Justo eligió esa letra del alfabeto hebreo! El ‘shin’ del ‘shadai’, que representa la eternidad de Dios. Ciertos Rabís, dentro de la Kabalah, daban a las parejas la bendición del ‘shadai’ para que el amor fuera eterno. Shadai es también un nombre de Dios. A su vez, en el Antiguo Egipto, existió un símbolo muy parecido a la letra ‘shin’, que se interpretó como la barca que une los Destinos… Sin saberlo, David escribió esa letra con un simbolismo de amor y Destino eterno. –¿Qué edad tiene David? –Diecinueve… –¿Y usted, Raquel, que edad tiene? –Diecisiete, voy a cumplir dieciocho… pero no me llamo Raquel, mi nombre es Sara. Raquel, pobrecita… Culpa del inconsciente del novio… murió. ¡Él la mató! ¡Pobre Raquel!... Ni la levantó, la dejó ahí tirada. Ni siquiera llamó una ambulancia. –¿Usted lo vio? 99
–No, pero me contaron… –¿Sigue en el parque con David? –No… Ahora estamos en un auto y vamos a casa porque hay una fiesta grande, muy grande… Hay mucha gente, está toda la familia… Veo a mi papá, al padre de David… a Esther... ¡Sí! Ella sí es mi madre… Mi padre está anunciando que David y yo nos vamos a comprometer… El padre de él trae una botella del champagne que tienen guardado desde el primer año de la empresa y sólo lo sacan para festejar grandes acontecimientos… Papá muestra un reloj de oro. ¡Precioso! Ahora se lo pone a David… Nos dan los anillos, mi padrino los trajo... ¡Estamos comprometidos! Nos abrazamos y nos besamos… ¡Somos tan felices!... –¿Qué más ves, Sara? –Mi padre pisa la copa de champagne… Los dos, mi padrino también la pisa… Como si ya estuviéramos casados. Están anunciando la fecha del casamiento… Volvemos al parque y vamos a nuestro árbol… –¿Siempre siguen visitando ese árbol? –No… Parece que todo se terminó… ¡Mi padre murió en el accidente! ¡Yo lo vi! ¡Con tanta sangre!... –¿Cómo lo viste si tú saliste despedida del auto? –¡Yo lo vi! ¡Lo vi! –Lo habrás imaginado… –¡No! ¡Yo lo vi todo! Y también la vi a ella. ¡Pobrecita!... Siempre me cuidó… estuvo en mi casa desde que yo era muy pequeña… ¡Ahora está muerta!... Ese drama que ella vivió, el shock emocional que eso significó, la llevó a olvidar todo. Después de aquella regresión, Sara recordó su identidad, su vida y de a poco se fue recuperando. La madre estaba tan feliz que no dejaba de elogiarme. 100
–¡Usted sí que es grande! Consiguió lo que nadie pudo. ¡La trajo de nuevo a su vida! David no había querido ver a Sara desde el accidente. Él sufría grandes estados depresivos. Había dejado el juego, el alcohol, la droga… ya no tenía cómo solventar sus vicios. Lo único que hacía era ir todos los días hasta el árbol y se sentaba a llorar allí toda su angustia. Aquel día, antes de despedirse le aconsejé a Sara que volviera a su árbol, que siempre volviera. Le pregunté si recordaba cómo llegar hasta él. –Claro, si yo iba siempre. –Yo te llevo –dijo la madre. –No. Yo voy sola. –¿Se da cuenta cómo me trata mi hija, Maestro? –reclamó Esther. Lo cierto es que ese mismo día, Sara fue al parque y junto a su árbol, encontró a David. Se abrazaron, se besaron… Tuvieron un hermoso reencuentro. Astenkeph, mi Ka, me ayudó muchísimo con esa joven. Era muy correcta, muy noble. No le interesó en lo más mínimo la parte de dinero que le correspondía de la cuenta en Suiza. Ni ella ni David sacaron un solo peso de ese dinero. Se fueron a Israel a trabajar. Lo único que les interesaba era estar juntos y vivir la felicidad de su amor… de su Destino… Siempre pienso cuántas personas viven con su alma encadenada por distintos bloqueos que la mente genera. Esta meditación puede ayudarlas, como ayudó a Sara a romper esas barreras que le impedían sentir su verdadero Destino.
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Verdades Ocultas
Aquella señora tendría alrededor de treinta y cinco años y vino a consultarme porque vivía constantemente angustiada y con depresiones. En la conversación que mantuvimos, me impresioné con sus pesadillas en las que era perseguida por un monstruo. Lógicamente, el miedo inconsciente a encontrarse con él, le impedía conciliar el sueño. Sufría muchísimo a causa de su insomnio. Me contaba los detalles de su pesadilla. –Es un hombre con un rostro muy raro, desfigurado. Parece que tuviera una trompa de elefante. A veces caen pedazos de carne de su cara. Y me habla con una voz de ultratumba. –¿Y qué le dice, Isabel? –No es muy claro, pero lo que logro entender y que siempre repite es: “Te voy a condenar, hija de perra. No mereces la vida ni tu felicidad.” Y yo le pregunto a usted, Maestro, ¿qué vida? Mi vida no es vida. ¿A qué felicidad se refiere? Vivo en una permanente tristeza… Mi marido es un pan de Dios, me hace todos los gustos. Voy a los mejores psiquiatras y hasta me puso dos empleadas para que me ayuden en las tareas de la casa y con mi hijo. La verdad es que no hago nada. A veces dormito durante el día porque las noches se me hacen muy largas… 103
Mi vida íntima hace tiempo que se estancó. Nunca fue una maravilla, pero mi esposo es un gran compañero. Sin embargo, en el último año ese plano no existió entre nosotros… Eso no es lo que me preocupa ahora. Lo que realmente quiero es poder dormir, descansar y sentirme bien, aunque sea un poco mejor. Hace dos años que voy a un psiquiatra. Me ayudó bastante, pero tuve muchas crisis que según el médico, fueron por síndrome de pánico. Hace una semana se me repitió una de esas crisis. Mi cuerpo comenzó a temblar sin control y me asusté mucho... Nosotros vivimos en un quinto piso y cuando tengo que ir al médico, uso la escalera porque no me animo a entrar en el ascensor. Mi marido me puso un chofer porque estoy con miedo de manejar. En realidad le tengo miedo a todo. A veces me parece que mis empleadas planean algo contra mí o que mi vecina me mira como si yo fuera una loca. Bueno, la verdad es que no estoy muy normal, si lo hace alguna razón debe tener. Maestro, mis miedos me transformaron. No soy la misma que fui años atrás… A veces pienso: ¿quién nos maldijo? ¿Quién nos envidió? ¿O es que nosotros mismos somos los responsables de nuestros fracasos? Un espiritualista me dijo que estoy pagando un karma y que tengo que sufrir por errores de una vida pasada. Pero quisiera escucharlo a usted, Maestro. ¿Cómo podría ayudarme? –Señora, quisiera hacer con usted una práctica de regresión. No para entrar en sus vidas pasadas, sino en el pasado de su vida actual. Porque un monstruo, cuando se 104
presenta en sueños como usted me lo describe, no pertenece a una vida pasada. –Claro, Maestro… Acepto cualquier cosa que me ayude. –Entonces póngase cómoda en este sofá y fije su vista en la llama de la vela. Mientras tanto concentre su mente en las palabras AJARÚ BENAT . Trate de repetir constantemente esta Dabraká y entregarse a ella con toda su alma. –Siento que me voy, Maestro… ¡Parece que me fuera a desmayar! No sé lo que me pasa… pero a la vez es placentero. Mi cuerpo está muy liviano, como si estuviera levitando… Veo un camino muy ancho que va hacia una luz gigante… Una gran claridad… Me encandila. ¡Voy muy rápido y estoy llegando a la luz! Siento calor. ¡Cuánta luminosidad!... Estoy atravesando la luz… Ahora veo una casa… La conozco pero no me acuerdo de quién es… Entro en ella… ¡Ya sé, es de Julián! Hizo una pausa. –¿Y ahora qué ve, Isabel? ¿Julián está allí? –Está… Es su consultorio. –¿Consultorio de qué? –Es médico de medicina general, igual que yo… Fuimos compañeros de estudios... –¿Qué está haciendo Julián? –Se sentó… Me pide que me siente también. Estoy muy mal… La cabeza me da vueltas y mis brazos están temblando. Siento un gran malestar en el estómago… Yo le hablo… “¡Con qué frialdad me recibís! Es porque supiste que estoy embarazada ¿verdad?... ¡Contéstame Julián! ”… Ahora él me habla con mucha furia. “¡Me querés chantajear con esta situación! ¡Te dije que no voy a dejar a mi esposa! ¡Hacete un aborto!... ¡Yo mismo te lo voy a hacer! ... ¡Acostate en la camilla!” 105
Le contesto con mucha angustia… “No merezco que me trates así ni que me grites”… Pero él me sigue gritando… –¿Qué es lo que le dice, Isabel? Repítame lo que Julián le está gritando. Por favor, dígame todo, palabra por palabra. –Me dice… “Sos una prostituta… Una mujer que engaña a su marido es cualquier cosa y no merecerías ni que yo te reciba.” “Pero Julián, fuiste tú el que me indujo a esto… Lo engañé contigo… Y tú que decías ser su amigo… que estudiaron juntos… Ahora resulta que yo soy una cualquiera y tú una persona respetable…” “Vamos a terminar con todo esto, Isabel… Acostate en la camilla y yo te lo voy a sacar… Y dejá de hacerte la víctima.” Ahora me hace acostar en la camilla… Me saca mi ropa interior y se acerca con sus pinzas… No veo más lo que él hace… Isabel empieza a gritar –“¡Sos una bestia!... ¡Sos un verdadero monstruo! ¡Bestia! ¡Bestia! ¡Bestia!...” Tuve que hacer un gran esfuerzo para calmar su llanto y poder sacarla de la regresión. Cuando se tranquilizó y pudo escucharme le dije: –Ahora ya sabemos quién es el monstruo de sus pesadillas, Isabel. –Pensar que todo eso lo había olvidado… Todo lo que pasó ese día en el consultorio… Cada detalle… No recordaba nada. –Hay situaciones que la mente quiere borrar, olvidar, es un mecanismo de defensa. Pero a veces esa defensa se nos vuelve en contra, porque escapa a nuestro control consciente. 106
Después de esa sesión, Isabel pudo enfrentarse a su monstruo que dejó de perturbarla en sus sueños. Pero no consiguió soportar el peso de su conciencia, entonces le aconsejé que hablara con su marido, que tratara de sincerarse con él. Así lo hizo, pero su matrimonio ya estaba muy deteriorado para soportar esa prueba. No todo se pudo solucionar… Con el tiempo supe que Isabel se integró a una escuela espiritual que era dirigida por un discípulo mío. Estaba haciendo meditaciones, tratando de encontrarse con su alma y afirmarse en ese camino.
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Venganza del Alma
Quiero referirme a una consulta de una gran riqueza, tanto si la miramos desde el plano psicológico, como en su aspecto místico relacionado a otras vidas. Ana era una mujer de unos cuarenta años, casada, con dos hijos. Tenía buena relación con ellos y también con su marido. Trato de recordar sus palabras, para transmitirles lo más fielmente posible, lo que ella me planteó. –Maestro, estoy muy mal conmigo misma… Me siento culpable por la muerte de mi padre… Surgió un silencio que no quise interrumpir, esperando que ella tomara fuerza para seguir hablando. –Él sufría graves problemas cardíacos y una noche, estando los dos solos en su escritorio, se sintió mal y me pidió que le trajera una píldora. Fui a buscar el frasco y saqué una, pero no podía dársela. Quedé como paralizada, no conseguí llegar hasta él... Estaba a dos metros de distancia pero no lograba dar un solo paso. En su desesperación, mi padre hizo un esfuerzo para acercarse a mí y cayó fulminado... Yo seguía petrificada, sin poder moverme ni prestarle ninguna ayuda. En ese momento entró mi marido que venía a buscarme y al ver a mi padre en el piso trató de reanimarlo. Le hizo respiración boca a boca, le dio golpes en el pecho y nada… 109
Nada de lo que sucedía me conmovía en absoluto. Nunca me angustié… Nunca lloré. Maestro, ¿por qué me pasó eso? ¿Cómo pude ser tan inhumana, tan indiferente con mi padre en un momento así?... Él siempre fue muy bueno conmigo. Ahora, después de dos años, sufro y me angustio por mi comportamiento. Cuánto quisiera que usted me ayudara a encontrar la razón de ese vacío de sentimientos que tuve frente a la muerte de mi padre. Desde entonces no consigo casi dormir, la noche para mí es un largo insomnio. A veces sólo logro dormir al amanecer. Doy vueltas en la cama, de un lado al otro. Mi marido tomó la decisión de dormir en otro cuarto porque conmigo es imposible descansar y él tiene que trabajar. Lo comprendo… Lo he comprendido en otras situaciones más difíciles… Bueno, cuando se ama todo se tolera. Pero volviendo al motivo de mi consulta, necesito que usted me ayude. Hace más de un año que estoy en tratamiento con distintos psiquiatras y no salgo de este pozo de angustia. Mis amigas me dicen “No te falta nada” ¡Si supieran que me falta lo más importante! Me falta paz en mi espíritu. Constantemente me persigue la imagen de mi padre tirado en el piso y yo quieta, como una estatua. –¿Su esposo supo lo que a usted le sucedió? –Sí, fue el único que se enteró. Después de ese día su comportamiento conmigo cambió mucho. Me sentí como un monstruo frente a él y no lo pude explicar. Necesito una respuesta, no sólo para mí, también para él y para mi vida. Tengo miedo de que en algún momento le suceda algo a uno de mis seres tan amados y yo no pueda reaccionar, como me pasó con mi padre. 110
Le pregunté a Ana si estaría dispuesta a hacer una meditación para regresar místicamente a escenas de vidas pasadas. Aceptó enseguida. –¿Usted cree, Maestro, que esta situación yo ya la viví en otra vida? Porque dicen que muchas cosas se repiten… –No siempre se repiten exactamente, pero en cada situación que vivimos existe una esencia de una vida anterior. No hay nada nuevo bajo el Sol, como decían los antiguos sabios. Todo lo que existe, ya existió y creo que necesitamos encontrar la esencia de este hecho tan triste. La hice recostar en un sofá y le pedí que cerrara los ojos porque la palabra que íbamos a repetir la haría entrar en un estado especial, como en un sueño. Empezó a concentrarse… JULAM ABÓ… JULAM ABÓ… JULAM ABÓ… Yo la ayudaba, en voz baja, y apoyaba mi mano en su frente, hasta llegar al punto en que le costaba repetir la Dabraká. Quedó en silencio y su respiración parecía forzada. Le pregunté si estaba bien y demoró algunos minutos antes de conseguir responderme. –Sí, estoy bien… –Dígame Ana, ¿sabe dónde está? –Sí. Estoy…caminando…por un… túnel. Tenía dificultad para hablar. Una palabra muy espaciada de la otra. –¿Ese túnel está oscuro? Su respiración se agitaba y le costaba hablar. –No. Lejos… hay… luz… muy grande. Por momentos todo su cuerpo se estremecía. –¿Sigue caminando por el túnel? –Ya estoy saliendo… ¡Qué luz tan intensa! 111
Ahora me hablaba con mayor fluidez. –Hay un campo, muy verde. Veo un camino… voy a entrar en él. Quedó en silencio durante algunos instantes. –¿Dónde está, Ana? ¿Sigue en el mismo camino? –Sí, pero no me llame Ana, soy Angélica… ¡Allí veo la casa! –¿Es su casa, Angélica? –Claro que es mi casa… –¿Qué edad tiene? –Tengo dieciocho años, recién los cumplí… El 15 de agosto. Mis amigos me hicieron una fiesta en el pueblo. –¿Y cómo se llama su pueblo? Le costó responder, empezó a moverse en el sofá y con la voz quebrada dijo: –Villa del Carmen. –¿Con quién vive en esa casa? –Con mis padres… Justo ahora mi padre me invita a ir al río a pescar… Hace mucho calor y llevo una ropa para bañarme… Mi padre preparó la volanta con el caballo que a mí me gusta… Ese almohadón en el que se sienta se lo hice yo… Oigo gritos… Sí, son de mis hermanos que también quieren venir… Mi padre no quiere… Dice que lo único que van a hacer es espantar los peces… Algunos quedan llorando… Papá da un grito al caballo y salimos… ¡Está tan lindo todo alrededor! Pasamos por la casa de Pedro…Ya no me interesa más y él también se buscó otra novia que es muy fea… Estamos llegando al río… Ahora Papá prepara todas sus cosas de pescar con cara de satisfacción… Yo me pongo otra ropa para bañarme en el río… Ya estoy entrando. 112
El agua está tibiecita y cada vez me animo a ir más lejos... Hay como un barro abajo… Algo que parece que me tira hacia adentro… De repente pierdo pié… Grito a mi padre que me ayude. Me estoy ahogando… “¡Por favor papá! ¡Me ahogo!” … Mi padre me mira y me dice… “Tú quisiste bañarte, entonces aguantá”… “Por favor, me ahogo”… ¡El agua llega hasta mi boca!... “¡Papá, sálvame!”… Él me mira y se ríe… “Trata de nadar”... Ya no puedo más… estoy tragando agua… Siento que me ahogo… Ahora estoy fuera de mi cuerpo… Me sacan del río… estoy muerta. Uno de los que me sacó, fue mi novio, Pedro… Se le caen lágrimas… “Pobrecita –dice–, este río es muy peligroso.”… Mi padre también opina… “Yo le dije lo mismo”... Pedro se rebela … “¡La podían haber salvado!”... Ya habíamos llegado a la respuesta que buscábamos. Entonces interrumpí la regresión. A Ana le costó volver a un estado de lucidez o de conciencia después de revivir aquellos momentos tan dramáticos. Cuando logré que estuviera mejor, le hablé claramente. – Ana, usted en esta vida, se vengó de su padre. Viéndola desesperada, él la dejó morir sin hacer nada. Por eso su actitud frente a la muerte de su padre. –Ahora comprendo todo, Maestro. Mi alma no lo perdonó… Conocer esa verdad me saca una tonelada de culpas que estaba cargando. ¡Me siento tan feliz! ¿Puedo repetir el JULAM ABÓ? –No es necesario, Ana. Usted ya encontró su verdad. En adelante su vida cambiará. Saldrá de su larga noche de miedos y culpas. Usted tiene todo para ser feliz. Deje de mirar hacia atrás y mire sólo hacia el futuro. 113
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Reviviendo un Destino de Amor
Una mujer me sorprendió con una hermosa consulta. Tendría algo más de treinta años. –Maestro, estoy casada con un hombre mucho mayor que yo. Mi temor es que Dios se lo lleve y el gran amor que siento por él, me deje con un sufrimiento que no sé si podré soportar. Soy fuerte, pero mi fortaleza fue construida sobre ese amor. Quisiera, si es posible, saber cuánta vida tiene mi esposo. Quiero viajar con él, darle la mayor felicidad y cuidarlo al máximo para alargar su vida. ¿Existe alguna meditación para eso? Es que sin él, mi vida no tiene sentido. Yo estoy muy de acuerdo con lo que leí en sus libros sobre tradiciones del Antiguo Egipto: un Dios, un Faraón, un Amor… si yo perdiese a mi gran Amor, tengo el proyecto de entrar en un convento para ayudar a niños con problemas, eso es lo que más me gustaría. Le ofrecí hacer una regresión, también con la meditación JULAM ABÓ, porque todo puede repetirse, hasta la duración de la vida. Aunque es muy relativo, podemos llegar a saber lo que nos falta vivir o realizar y con esa base, estimar dónde está nuestro hoy. Nunca acostumbré a buscar una verdad que nos señale un tiempo, a través de hechos aún no vividos. Algunas personas me consultaron sobre eso, pero el motivo con que lo hacían siempre me pareció inmoral. Por ejemplo, cuando lo 115
preguntan con la intención de saber cuándo irán a ‘liberarse de alguien’. Pero este caso fue tan puro y de tanto amor, que la situación resultó completamente diferente. Ella no esperaba liberarse, al contrario, temía perder su pareja. Y los miedos y las fobias pueden empañar la felicidad. Lo más hermoso es disfrutar hasta el último momento, ignorando la sentencia y caminar con fe. En este caso, mi Ka me transmitió que a aquel hombre le quedaba mucha vida por delante. Por eso, consideré necesario hacer esa regresión, para que ella misma lo pudiera ver y sentir. A veces con las palabras, aunque resulten muy convincentes, no se gana la batalla contra los miedos, ya que ellos son totalmente irracionales. Aquella joven mujer, a través de la mística de JULAM ABÓ, revivió la felicidad de ese gran Destino de Amor. La experiencia le dio seguridad y confianza de que podría disfrutar de su pareja por mucho tiempo más.
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Destino Toda alma tuvo su momento de nacer. Las almas que en su primera vida se unieron a través del amor, se consideran ‘gemelas’. Ese amor es una unión muy fuerte y queda marcada con tanta profundidad, que puede dirigir el Destino de la persona en todas sus reencarnaciones. Cuando se vive fuera del Destino, la falta de ese ‘compañero astral’ genera un profundo sentimiento de vacío. Aunque la persona esté rodeada de afectos, se siente sola y no encuentra ‘su’ lugar en la vida. Los antiguos Maestros del Kabash, enseñaron que a través de las Dabraká, podemos ‘llamar’ nuestra alma gemela, encontrarla y revivir el fuego del amor eterno. Además de unirse en una pareja de amor, las almas también se unen a través de un sueño, de un mismo ideal… Su evolución depende de encontrar en cada vida, las raíces de ese ideal y continuar con la misión de construirlo.
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Llamar al Alma Gemela
El Destino es una fuerza muy poderosa que viene desde otras vidas. A veces es como un huracán y arrastra lo que no nos pertenece. En ciertas oportunidades, llega a desintegrar hogares ‘equivocados’, como en un caso que conocí hace muchos años. Una señora vino a verme diciendo que su marido la abandonó. Después de veinticinco años de casados, se fue con una prostituta que conoció en un bar. Ellos tenían cinco hijos, la niña menor de unos nueve años. La señora me decía que su pareja siempre había sido muy unida. Ambos trabajaban en la empresa que tenía unos trescientos empleados y nunca tuvieron problemas. Pero de pronto, en cuatro días, luego de conocer a la otra mujer, su marido abandonó todo. Le contó a su esposa la verdad sobre sus sentimientos pero ella no aceptó esa verdad y adjudicó su conducta a una gran brujería. No cabía en su mente ninguna otra explicación. Cuando vino a consultarme, ya hacía casi dos años que su marido se había ido. Me comentó que frecuentó varios lugares y gastó mucho dinero, pero su marido seguía con esa prostituta. Él no quería saber nada de su familia ni de la empresa. Sólo tenía contacto con uno de sus hijos que había trabajado con él. Y por ese hijo, ella supo que su ex marido pensaba radicarse en Portugal. 119
– ¡Imagínese, Maestro! –me decía la señora. ¡Cómo será el ‘trabajo’ que le hicieron que hasta ahora nadie se lo pudo sacar! Y eso que fui a los mejores brujos que hay acá en Brasil. Hasta que llegué a usted… Y yo pensé que también entraba para ella en ese mismo concepto. Muy sensible, pareció captar mi pensamiento y dijo como disculpándose. – No vengo buscando nada raro… Sólo quisiera saber la verdad, si es que él se enamoró de ella o es una situación de pasión... Ella es más joven que yo y tal vez sea muy bonita… ¡Pero abandonar todo por una prostituta! Hay tantos hombres que tienen relaciones al margen de su matrimonio… pero son muy raros los que actúan como mi marido. No es algo normal. Yo creo que muchas veces existen esos ‘trabajos’ que separan las parejas, pero esta vez, no sentí ninguna influencia negativa. No quise decirle esa verdad, porque no estaba preparada para conocerla. Era muy difícil para ella entender que su marido no estaba ‘embrujado’, que en realidad se había encontrado con su Destino. Comprender que aquella prostituta era su alma gemela y no ella que vivió veinticinco años con él, que le dio cinco hijos y luchó a su lado para crear la empresa que siempre fue el orgullo de ambos. Esa verdad que mi Ka me transmitía en su mensaje, hubiera sido monstruosa para aquella señora. Sentí que su plano psicológico no iba a resistir. Ya se había habituado a vivir con la mentira del ‘trabajo’, creyendo que él la seguía amando aunque la brujería los había separado. Es muy triste ver parejas que pierden gran parte de su vida, atravesando ciclos que son ajenos a su Destino. Qué hermoso sería que hoy existiera, como en el Antiguo Egipto, aquel sacerdote que orientaba sobre el Destino. Así 120
no se cometerían tantos errores y no se destruirían tantas vidas por esas equivocaciones. Como dijo Ortega y Gasset, “el amor no es una pasión”… ¡y sería tan necesario que hubiera un sacerdote que pudiera diferenciarlo! Que fuera capaz de buscar la raíz de cada unión. Un sacerdote que no solamente diera su bendición a un casamiento, sino que pudiera saber que esa unión es parte de un Destino de amor y como tal puede perdurar a través del tiempo. Se podrían evitar gran parte de los fracasos nacidos en los caprichos y apasionamientos pasajeros. Siempre respeté y admiré a esos sabios que tenían tanta responsabilidad frente a una pareja que debía ser para la eternidad… Aunque hoy no podamos seguir esa tradición de recurrir a un templo a consultar nuestro Destino, he buscado enseñar cómo cada uno, a través de ciertas meditaciones, puede llegar a sentir la verdad sobre su amor. Para no errar. Para no permitir que sus instintos o sus impulsos los lleven a vivir una mentira… Volviendo a mi consultante, al no poder hablarle sobre su verdad, le dije que iba a enseñarle a meditar para que encuentre una respuesta y para devolverle la felicidad que había perdido. En el comienzo, ella meditaba pensando que su marido iba a regresar. Sin embargo, sucedió algo diferente en su vida. En su empresa trabajaba un contador que era viudo. Su esposa había muerto hacía poco tiempo en un accidente de tránsito. Él se salvó, pero uno de sus ojos quedó afectado y no podía manejar. Mi consultante se había conmovido mucho con la tragedia de aquel hombre y como vivía cerca de su casa, siempre se ofrecía para llevarlo. Un día, mientras esperaban que calmara la lluvia torrencial, quedaron conversando dentro del auto. 121
Al principio hablaron de ‘bueyes perdidos’, de la lluvia fuerte, de que la ciudad siempre se inunda… hasta que entraron en temas más personales. Sin darse cuenta empezaron a sentir algo especial y la necesidad de estar juntos los hizo buscar un café donde seguir conversando. Y así, nació lo que tenía que nacer, fue un verdadero encuentro de las almas… Cuando la señora volvió a verme, me pidió que le cambiara sus meditaciones, porque ya no le interesaba que su marido regresara. Me confesó que estaba enamorada del Contador y que su mente y su corazón estaban únicamente con él. Le expliqué que en realidad, esa meditación que ella había hecho, era para encontrarse con su verdadero Destino. Y le dije que estaba seguro que lo había encontrado, ya que mi Ka me lo confirmaba en aquel momento. Nos reímos juntos. ¡Ella estaba tan feliz! Reía con tanta fuerza, con tanta alegría… Antes de irse, me preguntó si podría enseñar esa meditación a una amiga que estaba viviendo una situación muy parecida a la que ella pasó. – ¿Por qué no? –le respondí. En aquel momento pensé qué bueno sería publicarla, para que otros también pudieran encontrar su felicidad a través de ella. Por eso, hoy quiero enseñarles a ustedes esa meditación tan maravillosa: MISH KA GOREV. Se hace a la caída del Sol, en los días de Luna Llena. De pie, de frente hacia el Este, con los brazos cruzados sobre el pecho. El hombre con las piernas separadas y la mujer con los pies juntos. Se enciende una vela y se repiten en voz baja las palabras MISH KA GOREV, entre siete y diez minutos. Lo importante no es el tiempo sino la concentración, la mística 122
y la pureza del sentimiento con que nos integramos a la meditación. A través de MISH KA GOREV podemos sentir una verdad. Antiguamente la practicaban los sacerdotes que orientaban a la pareja. Hoy es una luz para encontrar nuestra alma gemela. O para saber si una persona por la que comenzamos a sentir algo especial, está en nuestro Destino. Siempre he enseñado que esta práctica no debe hacerse cuando se tiene una pareja constituida.
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El Amor y la Misión Aquella mujer me consultaba por su soledad. Era joven y bien parecida, pero cada muchacho que se le acercaba, ella sentía que no era su alma gemela y lo abandonaba. –Maestro, ¿usted cree en sueños premonitorios? –Sí… El mundo de los sueños siempre me ha fascinado y he estudiado mucho sobre su interpretación… ¿Por qué me lo pregunta? –Porque quiero hablarle sobre un sueño que se me ha repetido muchas veces, desde que tenía dieciocho años. A esa edad las chicas soñamos con el amor, con un esposo maravilloso, con hijos… Pero mi sueño fue diferente y hasta podría decir, trágico. En él me veía muy distinta, pero sabía que era yo. Tenía un ramo de flores en una mano y en la otra una carta para entregar a mi abuela. Ella estaba como en un hospital, pero no parecía enferma. Se veía muy contenta con mi visita. Bromeaba conmigo como siempre y en especial, sobre el papagayo que le contaba todo lo que yo hacía. “Tienes que decirme la verdad, porque Niko (así se llamaba el papagayo) me contó todo”. En ese entonces mi abuela no estaba enferma, pero después de aquel sueño, siempre tuve miedo de que algo malo le pasara. Ella es mi ser más amado. –Cuando queremos mucho a alguien, podemos tener este tipo de sueños. Soñamos que se enferma o muere –le expliqué. En esencia, es por el temor a perderla que ese miedo aparece en nuestro subconsciente a través de estos simbolismos. 125
Especialmente cuando nos sentimos protegidos por la persona y existe una dependencia afectiva. –Lo comprendo, Maestro. Pero este sueño se me ha repetido muchas veces y siempre tengo otro después de ese. Se lo voy a contar. En mi segundo sueño, veo un hombre que parece herido. Está muy quieto, con los ojos abiertos pero no me ve. Al principio pienso que está muerto, pero lo siento respirar. Entonces me viene un impulso de besarlo. Lo beso y él se levanta. Yo corro y el corre tras de mí… En eso me despierto. ¿Quién es él? ¿Por qué despierto antes de que me alcance y sin saber qué quiere de mí? A la vez tengo miedo. ¿Y si me quiere matar?... Siempre me levanto mal después de ese sueño. Maestro, ya que usted ha estudiado tanto sobre sueños… ¿Me lo puede interpretar? –Cómo no… me encanta interpretar sueños, aunque no tengo la videncia de Freud. Ese Maestro al final lo explicó todo como si fuera psicoanalítico. Pero por algo sus discípulos jamás pudieron interpretar sueños como él. Les faltaba su sensibilidad, su intuición y también su videncia. –¿Sabe que algunos psiquiatras opinaron sobre mi sueño? Me dijeron que tengo miedo a los hombres y por eso no me realizo… que quiero huir de los compromisos porque tengo miedo al fracaso… la verdad, Maestro, es que no me convencieron con sus argumentos. Pero estoy ansiosa por saber lo que usted opina… –Antes de responderle, quisiera hacerle algunas preguntas. En su sueño, ¿la carta estaba cerrada? ¿Usted llegó a entregársela a su abuela? Y otra cosa, ¿cómo está la salud de ella?…Eso es lo que más me preocupa. –Bueno, en el sueño, la carta se la entregué y ella me dijo: “No la puedo leer”. Pero yo no me sorprendí, como si supiera 126
que era analfabeta, aunque en la realidad, mi abuela es profesora universitaria. Y sobre su salud, estamos viviendo un gran problema. Le diagnosticaron el síndrome de Alzhaimer. Toda mi familia está decidida a internarla. ¡No sabe cuánto sufro con eso! –Su sueño es un claro mensaje sobre su futuro. Pero a la vez, es un anuncio de que a través de ese sueño usted conocerá al hombre amado. Su hombre estaba enfermo o inconsciente por estar herido, tal vez en un plano emocional, ya que no vio sangre en su cuerpo. Posiblemente con su beso, despertó de un largo sueño, como ‘la bella durmiente’. Creo que a través de una situación relacionada con su abuela, ya que es el núcleo de su sueño, conocerá a su alma gemela. Lamento que ella esté enferma ahora, pero hasta esa circunstancia puede tener su parte positiva… –No lo entiendo, Maestro. ¿Qué puede tener de bueno la enfermedad de mi abuela? –No lo puedo explicar de una forma racional, ya que los sueños son irracionales. Pero como hubo una carta a su abuela, esto representa también una sorpresa futura muy buena, a través de ella. –¿De la carta o de mi abuela? –De las dos, en un futuro próximo. Le voy a enseñar una meditación para que se ilumine. Y estoy seguro que a través de ella, un día comprenderá el significado de sus sueños. Puede practicarla de día o de noche pero siempre frente a una vela. Se concentra con las palabras KA SHMÚ y luego ATEK BEREK. Se fue bastante confusa. Ella esperaba otra interpretación. Hubiera querido que yo le hablara sobre su Destino, sobre su alma gemela… O que le dijera que su abuela se curaría… 127
Que el hombre que la persigue es su Destino y ella huye de él… Su ansiedad y su soledad eran malas consejeras. Pasó el tiempo… Ya había olvidado aquella consulta cuando la joven regresó. –¿Se acuerda de mí, Maestro? La reconocí inmediatamente. –¡Cómo no me voy a acordar!... de usted y de sus sueños. Junto a ella, estaba un hombre que me miraba y me sonreía. Yo pensé que debía conocerlo de algún lugar y no lo recordaba. Ella me lo presentó. –Él es mi novio, Maestro. Quisimos venir los dos para afirmar la exactitud de su interpretación de mis sueños. Todo lo que me habló fue realidad y soy la mujer más feliz que existe. –Bueno, estoy esperando que me cuente… –¿Se acuerda que cuando vine, a mi abuela le habían diagnosticado Alzhaimer? Casi enseguida la internamos en un sanatorio. Yo siempre la visitaba… Para llegar al cuarto de mi abuela, tenía que atravesar el patio de los enfermos psiquiátricos. Para mí era muy triste tener que pasar por ahí. Pero un día, haciendo ese recorrido, el Destino quiso que me fijara en un hombre que estaba recostado en un sillón. Una fuerza interior me empujó a acercarme a él. Tenía los ojos abiertos pero no me miraba ni me veía... En ese momento, recordé la escena de mi sueño. Lo primero que se me ocurrió fue hacer la meditación que usted me dio de ATEK BEREK. Con esas palabras en mi mente tuve un impulso loco de besarlo como en el sueño y lo hice. Y usted no va a creer lo que sucedió... ¡Ese beso fue como un despertar para él! 128
Me abrazó fuerte, pero tan fuerte que hasta me lastimaba y enseguida aparecieron los enfermeros y lo separaron de mí. Ellos no comprendían su reacción ya que, como me explicaron, Renato hacía tiempo estaba en estado catatónico. Había quedado así luego de una serie de delirios… Después de aquel episodio, él averiguó mi nombre y constantemente quería verme. Y lo más insólito, es que yo también quería estar con él. Empecé a visitar a mi abuela mucho más seguido. Aunque me entristecía porque la mayoría de las veces no me reconocía. Como usted dijo, Maestro, no hay mal que no tenga algo de bueno. Ver a Renato era una alegría y él se fue curando con mi presencia. Conversábamos todo el tiempo que nos permitía el horario de visita. Los enfermeros creían que yo había sido su mujer y lo había abandonado. Para todos fui el motivo de su enfermedad y luego el de su cura. Y la verdad, yo sé que lo curé cuando nos encontramos como almas gemelas… Cuando le dieron de alta, su psiquiatra dijo que está más sano que él. Y creo que es verdad. Yo le aseguro que Renato es más feliz que todos los médicos y todos los enfermeros que estaban en aquel sanatorio. ¡Maestro, lo que no le dije es que Renato es psicólogo y ya volvió a tener algunos pacientes! ¡Ah! Y quiero contarle algo más. A él le fascina meditar y lo hacemos juntos. Tenemos un lugar que es como sagrado, sólo para eso. Ahí nos descalzamos, prendemos nuestra vela y nos sentamos tomados de las manos, uno frente al otro, concentrados en ATEK BEREK. Los dos estamos convencidos de que ya hicimos esta Dabraká en una vida anterior, porque es muy nuestra. 129
Y también usted, Maestro, debió estar en esa vida… Habrá sido nuestro sacerdote. ¡Somos tan felices! El mes próximo nos casamos y lo esperamos para festejar juntos, ya que usted fue quien más contribuyó para que nos encontráramos. Cuando se fueron, sentí una alegría que llegaba a la profundidad de mi alma. Pensé en cuántas veces yo también hice la meditación de ATEK BEREK, para llegar a mi Destino, tanto en el amor, como dentro de mi misión…
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Afectos de otras vidas
Cuánto se sufre cuando vivimos fuera de nuestro Destino... Lejos de lo que nuestra alma siente y busca, tanto en la pareja como en un plano profesional. También las ‘familias equivocadas’ nos llevan a la tristeza, al rechazo y al desarraigo. Nos crean conflictos por falta de sentimientos. Nuestra conciencia nos convierte en ‘monstruos’ insensibles o en víctimas no queridas. Nuestra alma busca su verdadera familia y encuentra padres o hermanos que no llevan nuestra sangre, pero que están unidos a un lejano ayer que es parte de nuestro Destino. Cuando sufrimos por la ausencia de los verdaderos afectos que pertenecen a nuestra alma a través de las vidas, podemos meditar para desarrollar una energía que nos ayude a reencontrarlos. Quisiera contarles una historia que es un claro ejemplo de estas situaciones. Un joven me consultó porque quería encontrar su camino en su plano profesional. Tenía en ese momento la oportunidad de viajar a Estados Unidos y completar sus estudios en una reconocida Universidad. A la vez, le daban un empleo para que se pudiera mantener. Me hablaba de todo eso que parecía tan importante, pero había mucha tristeza en sus palabras. En un momento comenzó a abrirse y a contarme el motivo de su angustia. –Maestro, no tengo nada… Mis padres me rechazan. Mi madre me quiso matar cuando estaba en su vientre y mi padre 131
la apoyaba. No lo hicieron sólo porque el médico dijo que era muy peligroso, dado lo avanzado del embarazo. Nunca me sentí querido. Mis padres daban grandes regalos a mis hermanos, pero de mí a veces se olvidaban. Y cuando se acordaban me regalaban cosas que nunca pude usar… una ropa demasiado chica o demasiado grande… Yo fui el segundo de cuatro hermanos. Quise entender el por qué de la diferencia tan grande que hicieron entre ellos y yo… Bueno, ahora mis padres, como querían que yo viaje, me pagaron el pasaje y se libraron de mí. Dentro de diez días me voy. Ellos quedarán felices y yo también… Traté de ayudar a Ernesto a través de meditaciones para mejorar su plano anímico, para superar su angustia y sus estados depresivos. También para que pudiera encontrar el afecto que tanto le faltaba. Cuando no tenemos el amor de una madre, de un padre, nos faltan las bases más importantes que sostienen nuestro plano emocional. En ambos aspectos tuvimos gran éxito. Cuando Ernesto llegó a California, se encontró con una pareja de compatriotas que lo invitaron a su casa y lo trataron como a un hermano. En sus vacaciones, volvió feliz a contarme la experiencia increíble que estaba viviendo. A través de mi Ka, supe que aquellos grandes amigos, fueron sus padres en una vida pasada. Esto nunca se lo dije, aún cuando en cierta oportunidad llegó a preguntarme qué relación había existido entre ellos en otra vida... Él no entendía el origen de ese sentimiento tan fuerte que los unía. Yo le decía que era resultado de sus meditaciones. Para ser padres no hay que tener cierta edad, las almas encarnan con sus propias leyes, muy ajenas a nuestro 132
conocimiento. El hijo puede ser el padre y el padre puede ser el hijo. Así vemos que muchas veces la hija dice que su madre es como si fuera una hija más. Existen situaciones muy complejas que pueden prestarse a confusión. Pero ahora quisiera enseñarles cuáles fueron las meditaciones que hizo Ernesto y que tanto lo ayudaron. Ambas meditaciones se practican sentados de frente hacia el Este y con una vela encendida. La Dabraká para equilibrar el plano emocional es ASHUR NUVO. La que puede ayudarlos a encontrar afectos importantes, relacionados a su Destino es MELEK ADROJ.
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Mejorar relaciones afectivas
Era un matrimonio de médicos, ambos especializados en la misma área, pero cada uno trabajaba en una clínica diferente. Él trabajaba junto con una joven enfermera que además estudiaba. Ella era casi médica pero estaba postergando el momento de terminar su carrera porque como enfermera especializada ganaba muy bien y el día en que se recibiera, perdía ese empleo. Pasaban todos los días juntos y también parte de la noche porque él la ayudaba a estudiar. Un día pasó lo que no debía haber pasado. Él se apasionó por la joven. Esa situación provocó una gran crisis en el matrimonio. Los hijos pequeños sufrían la ausencia del padre. La esposa, conociendo la verdad, estaba en manos de psicólogos y psiquiatras. Y en su angustia, también recurrió a mí. Desde el inicio de su consulta, mi Ka me dio el mensaje de que esa pareja de médicos era un Destino. Ese Destino había sufrido un accidente, por estar ambos demasiado ocupados y no dedicar tiempo a la pareja, a la comunicación, al afecto… La relación estaba muy deteriorada y no sentían necesidad de estar juntos. Por eso él siempre estaba buscando excusas para escapar de la casa. Le enseñé a aquella médica, una meditación para reconstruir el Destino. También le ayudó a ver sus propias fallas y todos los errores que contribuyeron al desgaste de su pareja. 135
Le dije que no sería solamente con meditaciones que podríamos ganar la batalla y transformar situaciones tan negativas en positivas. Fue siguiendo paso a paso mis consejos y dejó de trabajar tantas horas. Empezó a mirarse más al espejo, se arregló el cabello, se vistió con ropas femeninas y no todo el día con su uniforme como solía hacer. Ella tenía que aprender a comunicarse a través de su cuerpo y convertirlo en un instrumento para atraer a su marido. Dios le dio a la mujer el don de la atracción y debía aprovecharlo. En algunos meses, el marido volvió a pasar más tiempo en la casa. Llegaron las fiestas de fin de año y decidió quedarse con la familia. Cada vez empezaba a sentir más necesidad de estar junto a ella y menos con su enfermera. Al poco tiempo vino a verme esta señora y muy feliz me contó que había tenido una larga charla con su marido. “Nos dimos cuenta de que nos necesitamos, por nosotros y por nuestros hijos”. Me dijo que el esposo había tenido una discusión muy fuerte con la enfermera y la relación entre ellos había terminado. Quiero que ustedes también aprendan esa meditación de inmenso poder para reconstruir un Destino que ha sufrido un quiebre. Para que la pareja pueda reencontrarse… La meditación es KOELEJ ADIM. Es conveniente que la semana en la cual la practiquen, no coman carnes ni beban alcohol. Se realiza durante la Luna Creciente. El horario es a la puesta de Sol. Antes de concentrarse tienen que hacer un lavado de manos. Luego se sientan de frente hacia el Este y encienden una vela. Colocan las manos sobre las rodillas y en esa posición piensan en su compañero, tratando de buscar una 136
luz que les muestre también sus errores y cómo poder enmendarlos. Buscando esa fuerza que los ayude a unir nuevamente su pareja, se concentran durante siete a diez minutos en la Dabraká KOELEJ ADIM. Muchas veces, como sucedió con esta pareja de médicos, el Destino puede sufrir accidentes y quedar ‘herido’. Otras, la convivencia de una pareja con personalidades muy diferentes, puede tornarse difícil y atentar contra el Destino con permanentes enfrentamientos. En ese caso, existe una meditación muy hermosa para ayudar a controlar esos impulsos destructivos: ONU ONU AVED. Esta práctica armoniza la convivencia dentro del Destino
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Transformar los sentimientos negativos
Muchas personas viven y mueren vegetando, ignorando su verdadera esencia, el porqué de su vida y la razón de la gran falta de amor en ella. Muy lejos de lo que podría ser una vida con la motivación del amor, unido al Destino del alma. Algunos siguen unidos a su pareja porque se sienten cómodos. Tantas veces escucho las frases: “Me siento muy cómoda con mi marido” o “no me deja faltar nada y es un excelente padre”; “bueno, tenemos que aceptar que no somos perfectos y mi marido tiene sus grandes defectos, pero tiene una faceta buena porque es muy responsable”… Respuestas muy lejos del amor. Cuando falta el amor, cuando el Destino no está, es muy fácil el fracaso de una pareja. Recuerdo la situación de una mujer que en la consulta, no paraba de hablar mal o mejor dicho, de maldecir a su marido. Estaba muy herida. –¡Es un verdadero cerdo! ¡Un hijo de perra! ¡Cuánto deseo que se muera en la calle como un vagabundo! Maestro, quiero que me ayude a soportar esto que me toca vivir. Que me dé fuerzas para matarlo… ¡Me sacó todo lo que tenía y ahora lo está disfrutando con una loca de un burdel! Yo ya no sé qué decirle a mis hijos… Son grandes y podrían comprender, pero ¿cómo hablarles de esas verdades? Ellos querían al padre cuando él era gente, cuando era otra cosa… ¿Qué voy a hacer ahora, Maestro? Ayer vino mi hermano y 139
me dejó un dinero, si no fuera por eso, hoy mis hijos pasarían hambre. ¡¿Qué hago con mi vida?! Al estudiar su mano, supe que el marido no era su Destino. Era un verdadero intruso en su vida, como ella lo fue en la vida de él. Una pareja que se unió por pasión, después vinieron los hijos, hicieron una economía en común y se creó un ‘hogar’, que ninguno de los dos sentía como algo sagrado y bien propio. Pero se mantuvo. Seguramente por la inercia que existe en la mayoría de las parejas que no saben por qué están unidas. A esta señora, le enseñé una meditación para que pudiera librarse del odio que la dominaba y dejar dentro de ella un espacio para el amor. Pero no para amores del momento, para oasis que aliviaran su desierto por un tiempo, sino para llegar a su tierra prometida, al amor verdadero. Sabía que si lo buscaba, podría encontrarlo. Le pedí que se sentara frente a la vela, con sus manos sobre las rodillas y que se concentrara en las palabras JAMISH KAVOD. Sabía que la fuerza maravillosa de esa Dabraká, podría sacarla de la oscuridad en que se encontraba y llevarla hacia un camino de luz para su vida. Pasaron varios meses hasta que volví a verla. Ya no era aquella mujer oscura y amargada. Su forma de vestir, su peinado… todo había cambiado. Pero lo que más me llamó la atención fue la diferencia en su forma de hablar. Me dijo que había meditado mucho y con tanta fuerza, que le había sucedido un milagro. –Maestro, ¡me pasó algo increíble! Un vecino, al que nunca antes siquiera había mirado, se enteró de mi situación y de lo mal que se había portado mi marido. 140
Y justo él había vivido una situación muy parecida con su mujer. Como los dos estábamos solos, empezamos a conversar sobre nuestra desgracia. Nos fuimos contando cada vez más cosas y surgió algo muy lindo entre nosotros, un sentimiento con una fuerza que le confieso, yo nunca antes había sentido. Y sé que él sintió lo mismo… La verdad es que tengo una nueva vida. Ya mis hijos lo aceptaron. ¿Sabe que mi ex marido quiso volver conmigo y me pidió perdón? Pero ya era tarde… Lo perdoné, sí y también le deseo que encuentre la misma felicidad que yo encontré. Le enseñé la meditación que usted me dio, Maestro. Espero que la haga… Me convencí de que ella había encontrado su verdadero camino, dejando atrás todos sus sentimientos negativos y llenándose de amor. La ‘magia’ de JAMISH KAVOD es maravillosa, porque transforma la persona… Y mientras provoca un cambio positivo en ella, la va guiando hacia su verdad, por el camino de su Destino.
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Energía positiva para encontrar el Camino
Este caso de una gran riqueza desde el punto de vista del análisis psicológico, nos muestra también situaciones clásicas del cotidiano vivir y la influencia de fuerzas paranormales sobre los distintos aspectos de la vida. Se trata de una mujer de alrededor de cincuenta años, llamada Elisa, que me planteó sobre el drama de los últimos años de su vida. Un drama que parecía no tener fin. –Maestro, no puedo contarle sobre esta etapa tan negra de mi vida, sin antes hablarle de cómo comenzó todo. Mi padre fue un hombre muy rico, dedicado al negocio del café, conocido por todos los grandes industriales del ramo. Era mi ídolo… Yo era una niña mimada y consentida. Mi padre nunca me negaba nada. Al contrario, me compraba el auto más lindo, mi ropa era de lo mejor. Siempre me traía regalos… ¡A veces, joyas finísimas! Yo veía a mi hermana y a mi madre, cómo sufrían en silencio porque no recibían las mismas atenciones. Él nunca supo disimular el cariño tan especial que sentía por mí. Por eso, cuando fui a cursar la facultad en Estados Unidos, ese distanciamiento fue un alivio para todos en casa, hasta para mí. Un psiquiatra me dijo una vez que yo era una ‘Electra’, enamorada de mi padre… pero no era así. Yo lo amaba como hija. Ese mismo médico fue quien le aconsejó que me mandara a estudiar al exterior. Así, me fui del país y realmente me hizo 143
muy bien alejarme de la sobreprotección que mi padre siempre me dio. Estudié economía y me gustaba muchísimo. Me especialicé en el campo financiero, porque mi sueño siempre fue trabajar un día con mi padre, ya que heredé su talento y estaba segura que podría ser tan capaz como él. En esa época comenzó el derrumbe de mis sueños y de toda mi vida. Mis padres sufrieron un accidente automovilístico. Mi padre murió en el acto. Mi madre y una empleada que iba con ellos, fueron internadas pero su estado era tan grave que también murieron. La empleada casi enseguida y mi mamá pocos días después. Yo justo había ido en un grupo de excursión a Australia. Estábamos en plena naturaleza y fue difícil localizarme. Cuando finalmente llegué, mi madre estaba en coma. ¡Imagínese, Maestro! Muy difícil explicar cómo me sentí en aquel momento… Mi madre murió y cuando volví a casa, después de haber dormido varias noches en el hospital, mi hermana mayor me esperaba en la puerta. Me miró con desprecio y dijo con sarcasmo: ‘Llegó la hermosa’. Tuve que poner mis cosas en el cuarto de huéspedes, porque ella se había acomodado en la habitación principal y el que había sido mi cuarto, estaba convertido en depósito de muebles en desuso. Pronto comprendí el panorama de mi futuro conviviendo con ella. En Nueva York había conocido a un joven de acá, que también estaba estudiando y nos queríamos mucho. Hasta llegamos a hacer planes de casarnos… Cuando tuve que volver a casa, nos comunicábamos por teléfono y nos escribíamos. Pero esos contactos que al principio eran casi diarios, se fueron espaciando… hasta que terminaron. 144
Había perdido todos mis amores. Y como si fuera poco, me tocaba vivir con una hermana que me odiaba y trataba de hacer mi vida imposible. Nuestra economía era un caos. Yo quise tomar las riendas ya que había estudiado tanto sobre ese campo. Pero me faltaba experiencia, desconocía los contactos de mi padre y además mi hermana se encargaba de poner todos los obstáculos posibles. No quería que yo hiciera nada. Era mi gran enemiga. Nuestra convivencia llegó a un punto ‘rojo’ cuando me levantó la mano. Me golpeó de tal forma que tuve que ir al hospital. Ese fue el final, me fui de casa y ella quedó como dueña de todo. Pedí auxilio a una tía que estaba alejada de la familia y por suerte fui muy bien recibida. Me mudé a su casa y estaba bien allí. Nunca entendí por qué había existido ese distanciamiento entre la familia, siendo ella y mi tío tan buenas personas. Estuve varios meses viviendo con ellos, pero como no me faltaban problemas, mi tío sufrió un gran revés económico y tuvo que entregar la casa a un Banco acreedor. Se mudaron a un apartamento tan pequeño que comprendí que no había lugar para seguir con ellos… Por suerte encontré trabajo en una empresa japonesa. Si me organizaba bien, el sueldo me alcanzaba para alquilar un apartamentito y comer todos los días, pero no siempre lo conseguía. En esa empresa conocí a un americano, se llamaba Henry. Hubo una gran atracción entre nosotros y como yo hablaba muy bien el inglés, nos fuimos acercando y empezamos una relación muy linda. Pero después de unos meses, de pronto terminó… Nunca entendí qué había pasado. De un día para otro, Henry se enfrió completamente conmigo… 145
Al tiempo, el presidente de un club muy importante, me asoció becada. Mi padre fue unos de los fundadores del club y aunque renunció por diferencias con ese mismo presidente, habían sido muy amigos. ¡Fui tan feliz allá! Reencontré amistades de otra época, lo que fue un paliativo para mi soledad. Pero como parece que nada bueno puede durar en mi vida, un día en el club, una señora a la que apenas conocía de vista, me acusó de robo. Dijo que le faltó una suma importante de dinero de su cartera, mientras fue a servirse al buffet… ¡Fue un escándalo! Una situación horrible… Y justo, al salir del club encontré a mi hermana. Riéndose de mí, me dijo: ‘Parece que a la hermosa no la quieren aquí… Los ladrones no son queridos en ningún lugar.’ Mire, Maestro, nunca fui capaz de quedarme con un centavo de nadie. Si encontraba una moneda en el piso, buscaba a quién devolvérsela. Pero la calumnia del robo no termina ahí. No supe cómo, en mi trabajo se enteraron de que yo había sido echada del club. Porque la verdad es que preferí irme, a aceptar la humillación de ser revisada. Así que en la empresa me despidieron. Tuve que ir a vivir a una pensión y ningún empleo me duraba. Terminé trabajando de doméstica… Hasta que encontré ayuda en un centro de espiritismo y mi situación mejoró un poco. De nuevo pude alquilar un apartamento, ya que conseguí trabajo en una financiera. Me enamoré del hijo del dueño y él también de mí. Decidimos casarnos. Yo estaba muy feliz, pero el mismo día del casamiento, sufrí un desmayo. Entonces el médico, que era hermano de mi novio, me diagnosticó una hipoglucemia. Aparentemente, mi problema se había arreglado, después de tomar un vaso de jugo. 146
Maestro, sé que lo estoy aburriendo con mi historia, pero es necesario que usted conozca todos los pormenores de mi vida, para que pueda ayudarme. Si bien estaba muy enamorada de mi marido, nunca pude ser feliz en la intimidad con él. Sufría grandes dolores y llegué a huir de nuestras relaciones. El ginecólogo me daba pomadas y remedios que no resultaban. Algún médico me dijo que mi problema podía ser originado por una tendencia a la diabetes, pero lo cierto es que en poco tiempo tuve una grave insuficiencia renal al punto de llegar a la diálisis. Mi marido soportó bien la situación durante los primeros tiempos, pero un día el médico le dijo que debía cuidarse mucho para que no tuviéramos hijos. Eso fue la hecatombe para él. Empezó a salir con prostitutas y conmigo estuvo cada vez más indiferente, hasta que llegamos a la separación. Por causa de mi salud, hacía tiempo que no trabajaba en la financiera. Durante un año me pagaron un sueldo mísero y después, como todas mis cosas, se terminó. Había tenido un respiro en mi vida, pero duró poco. Y en esa situación me encuentro hoy: totalmente perdida. Pensé volver al Centro de espiritismo, pero me recomendaron que lo consultara a usted y aquí estoy… La triste situación de aquella mujer, con tantas pérdidas… fue clara para mí. La hermana la odiaba desde toda la vida. Empezó a odiarla en su infancia, soportando las preferencias de su padre. Los padres no se dan cuenta de cuánto daño hacen cuando dan más afecto, más atención a uno de los hijos. Aquella mujer, llena de resentimiento, quiso vengarse de su hermana. De ella que siempre era la ‘hermosa,’ como la llamaba con cinismo. De quien se llevaba todo el amor del padre, mientras ella era ignorada. 147
El rencor llenó su vida, convirtiéndola en una mujer frustrada y amargada. Sólo quería hacer sufrir a su hermana. Que sintiera la misma sensación de fracaso, de no ser querida, que ella había sentido siempre. Entonces, buscó brujos que la ayudaran a cumplir su propósito. Le dije a Elisa que yo podía ayudarla. Que tuviera fe y juntos encontraríamos una solución para su vida. Le hablé sobre la fuerza de la meditación y le expliqué que ella necesitaría practicar tres Dabraká: –Para comenzar, deberá meditar con las palabras KA SHMÚ, para comunicarse con la energía mística que viene de un espíritu elevado y que nos ayuda desde el Más Allá. También necesitará la fuerza de la Dabraká SHATIR LOJ, para neutralizar las influencias negativas que hay sobre usted. Y finalmente, meditará con la combinación SHUMERAT, que la ayudará a desarrollar una energía positiva y a encontrar su Destino, tanto en el amor como dentro de su profesión. SHUMERAT la ayudará en su salud que tanto lo necesita. Le recomendé a Elisa que hiciera sus meditaciones todos los días, menos los viernes. Al despedirse, me aseguró que lucharía. Creo que demoró algo más de un año en volver a verme. Pero comprobé que su lucha dio frutos. –Maestro, déjeme contarle. Las meditaciones que usted me enseñó me hicieron ver mi verdad y me dieron fuerza para enfrentarla. Comprendí hasta donde el odio de mi hermana, ayudado por brujos, destruyó mi vida. Pude dejar atrás todo el mal que me han hecho y reconstruir mi pareja. Volví a casarme con mi marido. ¿Se acuerda que nos habíamos separado? Él se acercó y me pidió 148
perdón. La verdad es que nos extrañábamos mucho... Hoy me acompañó hasta aquí, después quisiera presentárselo. Como ya era tarde para que yo pudiera tener un hijo, adoptamos. ¡Somos una familia feliz! Me acuerdo que usted me dijo que mi esposo era mi alma gemela y que las parejas, cuando forman parte de un mismo Destino, tienen que soportar las pruebas, como el oro resiste al ácido. ¡Y eso se cumplió! De vez en cuando me acuerdo de mi triste pasado y de mi hermana, pero siento como una nube que se acerca y tapa todos esos malos recuerdos… Elisa me contó también, que en ese período se había realizado un transplante de riñón y sin llegar a tener una salud brillante, su recuperación era notable. Me sentí muy feliz de haber podido contribuir a ese cambio tan extraordinario que tuvo su vida. Como les decía al comienzo, esta historia nos muestra, en un aspecto psicológico, cuánto puede afectar la personalidad de un niño, el sentirse no querido por sus padres. Ver que existe otro hermano que siempre lleva los elogios y los premios. El rencor y la envidia, hacen nacer el odio que arrastra a la persona hacia una existencia oscura y frustrada y a veces marcada por la sed de venganza... También podemos apreciar cuánto las ‘fuerzas del mal’, como solemos llamar a las energías negativas, pueden llegar a destruir una vida. Tanto en el aspecto laboral, como en la salud, en el amor… todo queda afectado... Lo positivo en este caso, fue confirmar cómo el amor que une las almas, a pesar de sufrir el castigo de fuerzas negativas, logró reconstruirse luego de haber alejado esas influencias paranormales. 149
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Fuerza que une las Almas
Muchas veces observé en mis consultantes, que teniendo su verdadero camino frente a sus ojos, le dan la espalda y se desvían. O están al lado del gran amor de su Destino y no lo ven. Cuántos se cierran frente una verdad que podría iluminar su vida, ya sea por falta de sensibilidad, por miedos o por bloqueos… Una chica de algo más de veinte años, que estaba por finalizar su carrera de química farmacéutica, hacía tres meses había conocido a un hombre que trabajaba como administrador de empresas. Él tenía unos cincuenta años. Era todo un señor, con una buena posición económica. Con su casa, su auto, un apartamento en Punta del Este… Una persona exitosa, con una linda apariencia y mi consultante, a la que llamaré Eva, estaba locamente enamorada de él. Estando frente a ella, sentí que su amado Ricardo tenía otra mujer y que debería alertarla. Pero Eva no lo creyó. Me decía que él siempre fue muy sincero, que no podía estar mintiéndole así. Yo reconocí que era sincero en sus sentimientos, pero con respecto a esa situación, no. Eva salió de mi consultorio convencida de que yo estaba equivocado. Pero al poco tiempo, volvió a verme desesperada. No paraba de llorar mientras intentaba contarme lo que le había sucedido. –Maestro, usted tenía razón… Había otra mujer… Pero eso no es lo peor… ¡Ricardo se casa semana que viene! 151
–¿Y usted cómo lo supo? –¡Él mismo me lo dijo! Hizo una pausa porque la angustia la ahogaba y no podía continuar. Cuando estuvo más aliviada, me contó todos los detalles. –Estábamos en el parque, sentados junto a una gran fuente y él me tomó la mano. Yo me di cuenta de que estaba muy mal, no sólo por su expresión, sino porque su mano temblaba. Y ahí vino su confesión: “Mira, Eva, durante todo el tiempo que estamos juntos, esperé que sucediera un milagro en mi vida. No sé, que algo hiciera que todo cambiase. Pero no se dio... Hace nueve años que tengo una novia y el sábado que viene, me caso. Desde que te conocí, ese casamiento se transformó en un compromiso del que no supe cómo salir. Te dije que esperaba un milagro… que ella me dejara…que sus padres se opusieran ya que nunca me aceptaron del todo… pero nada de eso pasó. Ya no puedo ir para atrás…he dado mi palabra. Mi madre adora a mi novia y a cada momento me repite que ya tiene su vestido para el gran día... No puedo hacer nada… Perdóname por no haberte dicho mi verdad, pero no quería perderte. Ahora te pierdo y sé muy bien que es a ti a quien amo…Pero olvídate de mí. Ricardo muere en este instante. No me llames y no me busques… Por favor, por tu propio bien…” Después de decirme todo, corrió hasta su auto y se fue. Yo no podía reaccionar. No podía siquiera articular una palabra. Mis pies no me respondían, me sentía petrificada. Tampoco sabía dónde ir, estaba perdida y dentro de un gran vacío. No sé cómo pude llegar a mi casa, no me acuerdo nada de lo que pasó después. Apenas sé que dormí mucho… Tal vez dos o tres días, tomando más y más tranquilizantes… 152
Llevó un tiempo para conseguir sacar a Eva de aquel pozo. A través de distintas meditaciones lo fuimos consiguiendo. Pero ella siempre seguía preguntándome, por qué si Ricardo era su Destino, se había casado con otra. –Y ahora, Maestro, todo hombre con el que me relacione, va a ser algo pasajero o ‘descartable’… –No, Eva, no es tan así como dice. –No trate de arreglarlo, Maestro. Yo misma escuché que usted dijo en una charla, que todas las relaciones afectivas que están fuera del Destino, nunca son duraderas y que siempre resultan frustrantes. Le aconsejé a Eva que se concentrara en terminar su carrera y le dije que estaba seguro que mi Ka la ayudaría. Por un tiempo dejó de venir a meditar, estaba desilusionada de todo. Un día asistió a una de mis conferencias. Estaba acompañada por un hombre al que me presentó como su pareja. Era un médico recién recibido, de una edad muy cercana a la de ella. En un momento, Eva se acercó y me habló a solas. –Ya pasaron dos años de lo de Ricardo. Usted dirá que soy loca, pero durante mucho tiempo fui todos los días hasta aquella fuente donde quedé petrificada… Y cada vez arrojaba una moneda dentro de ella, unida a mi deseo de amar a otra persona, con la misma intensidad que amé a Ricardo. Y mi deseo se cumplió. Apareció Jorge y estamos a punto de casarnos. Estoy segura de que vamos a ser felices. Y le voy a decir algo, Maestro: sinceramente, no creo más en Destinos. Sentí sus palabras como un puñal y no pude disimularlo. Me despedí fríamente, deseándole suerte y muchas felicidades con su nueva pareja. 153
De ahí en más, cada vez que alguien me preguntaba por el Destino, aparecía en mi mente el rostro de aquella muchacha con su expresión sarcástica “… no creo más en Destinos”. Un año más tarde, sucedió algo increíble. Llegó a mi consulta un señor de apellido alemán. Era alto, con poco más de cincuenta años. Me planteó que su matrimonio no estaba bien, pero sobre todo, quería que yo le interpretara un sueño que constantemente se le repetía. En su sueño, veía una bolsa transparente, como si fuera de nylon, llena de monedas. En un momento la bolsa se rompe y caen todas las monedas al piso. Empieza a llover muy fuerte y el agua comienza a arrastrarlas. Él corre para salvar sus monedas, pero no puede. La fuerza del agua es tanta, que también lo arrastra a él… De pronto se encuentra atrapado en lo que parece un gran tanque de agua. Nada y nada, para salir de allí, pero no lo consigue y el nivel del agua sigue subiendo… Ahí, en medio de esa desesperación, se despierta. Le dije a aquel señor que según mi interpretación, la bolsa representa algo del pasado, algo que ya existió y también la bolsa se une a la gestación, en este caso una gestación transparente, ya que era como de nylon. Las monedas representan deseos, porque simbólicamente, tienen un sentido de conseguir que las aspiraciones se realicen. Al romperse la bolsa, significa que nace una nueva historia, una nueva vida o un nuevo amor. La lluvia, es señal de fertilidad y de bendición para ese nacimiento. Pero a su vez, la corriente del agua arrastra esas monedas y él va tras ellas, va tras sus sentimientos, pero queda preso, no puede salir. Los antiguos egipcios, iban al río Nilo para purificarse de malos pensamientos o deseos impuros. Esperaban que el río ‘marque un surco’ que los guíe para encontrar su Destino… 154
Aquel hombre no entendió en ese momento el simbolismo de su sueño, pero yo sentí que no faltaba mucho para que tuviera una respuesta más clara. Y así fue. Al poco tiempo aparece este señor, con Eva, mi antigua consultante. Los dos hablaban a la vez, con una ansiedad que hacía muy difícil entenderlos. Eva gritaba: “¡Usted sí es un Maestro de verdad! ¡El Destino existe!” Cuando se calmó un poco empezó a explicarme claramente. –Maestro… ¡Él es Ricardo!... Hace poco fui al dentista porque tenía muy hinchado un lado de la cara. ¡Y ahí me encontré con Ricardo! Él también fue por una hinchazón y como si fuera poca coincidencia, ¡era del mismo lado! Empezamos a hablar. Nos reencontramos, salimos y tomamos muchos cafés. Y nos convencimos que tanto mi matrimonio como el suyo, fueron grandes fracasos... Eva y Ricardo me contaron que ellos mismos interpretaron el sueño y se identificaron como la nueva situación de amor, dentro de un viejo Destino. Después de divorciarse de sus respectivas parejas, por fin se casaron y vivieron el Destino de sus almas. Ustedes me preguntarán, ¿qué meditación habría necesitado este gran amor? Ninguna. Decían los egipcios, que únicamente con la orden del dios Horus, los remeros levantan sus remos y dejan que la barca sea llevada por la corriente del Destino... Él tiene la fuerza de quinientos remeros y no hay tormenta que lo desvíe.
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Ocupación de Vida y Ocupación de Muerte
Siempre tuve la convicción de que muchas enfermedades son de origen psicosomático, producto de lo que dentro de la psicología se conoce como ‘instinto de muerte’. Dentro de cada ser humano, el instinto de vida y el instinto de muerte, se enfrentan constantemente y cuando prevalece el de muerte, aparece la enfermedad, creada por la mente negativa. Sabemos que nuestra mente tiene un gran poder que puede ser tanto constructivo como destructivo. Los antiguos egipcios, dentro de su sabiduría, no hablaban de instintos, pero consideraban que existían en el hombre tres energías fundamentales. La positiva que es la energía de la vida. Ésta, a su vez, se mantiene a través de la neutra, que es la sexual, la que crea... una esencia de la mano de Dios. Y por último, oponiéndose a la positiva, está la energía negativa, que es la de la muerte. La que genera enfermedades y mata ‘partículas’ del ser humano, a cada instante. Debemos comprender un concepto fundamental: en todo lo que es vida y energía, existe un polo positivo y uno negativo. No puede haber energía de vida, si no hay energía de muerte que la polarice. En nuestro ciclo de vida, a los 33 años se produce el mayor enfrentamiento de ambas fuerzas. Después de esa edad, empieza a perder la fuerza de la vida, frente a la de la muerte. 157
La principal energía, la ‘creadora’ se mantiene a través del deseo, de la libido. Su actividad es sumamente importante para mantener la energía de vida. Si nos remontamos a Neket Atón (Amarna), donde se crea una nueva formación iniciática, encontramos que se le da un lugar diferente a la ‘energía creadora’. Se considera que la relación sexual no puede estar en función únicamente del deseo y el placer. Que su sentido principal es crear. Los atonianos querían engendrar una nueva generación, más sana y más pura. Por eso la relación sexual, sólo estaba permitida dentro de un Destino, confirmado por el sacerdote. El matrimonio debía constituirse a partir de un fuerte lazo de amor que no podría romperse. No existía el divorcio, las uniones eran para la eternidad. A partir de esa firmeza y de los principios morales de la pareja, se formaba una familia y un hogar que podría dar cimiento a una sociedad más elevada. También aquellos Iniciados poseían una maravillosa sabiduría para fortalecer las energías neutras y positivas. Mucho he enseñado al respecto y eso me hizo sentir bien con mi conciencia de Maestro, de no guardar conocimientos y de dar vida a esa sabiduría de un ayer glorioso. Basándome en los conocimientos que los Maestros Hierofantes tenían sobre las energías, he observado como ellas se manifiestan en el hombre. Estudié y analicé las dos ocupaciones más importantes del ser humano: la ‘ocupación de vivir’ y la ‘ocupación de morir’. Las he estudiado en el plano consciente e inconsciente y hasta en el subconsciente. Hay personas autodestructivas que no tienen conciencia de serlo. Lo mismo ocurre con otras que ignoran su verdadero deseo de vivir. 158
Dentro de la ‘ocupación de vivir’, existen aquellos que sueñan, que aman, que tienen proyectos, ideales y luchan por ellos. Y otros que hacen de su familia la única meta de su ‘ocupación de vida’. Dentro de la ‘ocupación de muerte’, están los depresivos, los que se sienten frustrados, absorbidos por pensamientos negativos, víctimas de la mala suerte o de la envidia. Los que sienten que la vida no vale nada, que vivir es un verdadero sacrificio. Siempre pesimistas, sin fe, perdidos y dentro de un tétrico vacío. También los que en sus sueños se ahogan en ríos o mares. O los que caen por precipicios, algunos empujados por sus miedos y otros siempre perseguidos. Todos están en la ‘ocupación de muerte’ porque se encargan de trabajar para morir lo antes posible. Somatizan enfermedades, hasta las peores. Personas vulnerables por su genética, perteneciendo a la ‘ocupación de muerte’, desencadenan las amenazas que ya existen dentro de ellas. Muchas veces he ayudado a los que se ocupan de vivir, para hacerlos más soñadores, aumentar sus deseos, fortaleciendo su libido y dando fuerza a sus proyectos, en ocasiones obstruidos por traumas o bloqueos que impiden el flujo hacia la vida. También he podido ayudar a los que en distintas formas se ‘matan’, para que puedan encontrarse con un Yo positivo, de autosatisfacción. A los que sin saberlo están en la ‘ocupación de muerte’, todos los días sacrificándose dentro de una empresa, sin darse el gusto de un descanso. Esclavos del oro y de ambiciones negativas y destructivas. Sacrificándose durante años para tener una casa en un balneario que tal vez logren disfrutar veinte días al año. Dentro de la ‘ocupación de muerte’, existen ciertos placeres masoquistas, personas que sufren con placer de llevar adelante esas metas destructivas. 159
Encontramos tantas mujeres con baja autoestima por haber sido engañadas o usadas, sin fuerza para cambiar su ‘ocupación’, dejándose arrastrar por la tristeza o por la angustia, producto del pesimismo. Sabemos que existen mentes malignas, que con su poder destruyen a un hombre, a una mujer. Destruyen a la pareja, a la familia y hasta su fuente de trabajo. Los antiguos egipcios trataron de enfrentar esas fuerzas a través de oraciones y de meditaciones (Dabraká). Creo que podría escribir varios libros hablando sobre la ‘ocupación de vida’ y la ‘ocupación de muerte’, pero aquí, sólo he querido dar una base sobre estos conceptos, que pueda ayudar al lector en el camino hacia su encuentro. Y para definir mejor estas dos corrientes, les quiero presentar algunos casos que muy bien las ejemplifican. El primero de ellos, trata de una señora que me consultó porque sufría estados de angustia, depresiones e insomnio. Ella se dedicaba a la escultura en madera. Un día me mostró algunas de sus piezas y dentro de mi gusto y conocimiento, eran muy bonitas. Al empezar su consulta, me adelantó que no creía en nada. Me dijo que se sentía totalmente perdida, sin Norte, sin presente y sin futuro. –No se preocupe –le respondí–. La mayoría de la gente que he conocido no tiene conciencia real de su presente y mucho menos de su futuro. Sin embargo, es muy importante que aunque su presente sea un vacío, tenga un proyecto o un ideal para el futuro. Pero cuando mi consultante comenzó a hablarme sobre su vida, fui comprendiendo cómo había llegado a ese extremo. –Bueno, Maestro, en mi caso, no tengo ningún proyecto y menos ideales. 160
Siempre me cuestioné mi matrimonio. No sé por qué me casé con ese hombre. Tuvimos un hijo que hace tres años murió en un accidente de moto dentro de nuestro propio condominio, frente a mí. Se estrelló contra una columna que hacía pocos días la habían colocado y él no la vio. Un muchacho que me dio siempre satisfacciones. Por él seguí tanto tiempo casada. Mi hijo tenía veintidós años y gran parte de mi vida se fue con él. Al poco tiempo de su muerte me separé de mi marido. Recibí una suma importante de dinero. Traté de buscar un negocio para invertirlo y poder vivir de él. Decidí comprar un restaurante porque aunque la gente ande mal económicamente, siempre va a comer. Antes de hacerlo, tuve un romance con un mozo que conocí una noche que cenaba con una amiga. La relación se hizo cada vez más fuerte porque yo estaba hambrienta de amor, de afecto. Aunque entre nosotros había un abismo intelectual, mi soledad convenció a mi corazón de que no existe el hombre perfecto, que siempre algo le va a faltar. Pensé que yo tampoco soy perfecta y corregí todo lo que pude. Me hice plástica en mis senos, corregí las imperfecciones de mi vientre y algunas de mi rostro… Ya ve que le cuento todo. Él tenía mi edad, pero el hombre siempre se mantiene mejor que la mujer. Mientras ella iba hablando, yo sentía una alerta por su vida. –Lo cierto, Maestro, es que pusimos juntos el restaurante, pero como yo estaba con papeles pendientes de mi separación, no podía registrarlo todavía a mi nombre. En ese momento confiaba ciegamente en él y lo puse a su nombre. Con el tiempo, él empezó a destratarme, a darme órdenes como si yo fuera la cocinera del negocio. Un día, de los tantos 161
en que estaba ebrio, me golpeó brutalmente. Él mismo me echó y así perdí mi última ilusión de amor, de restaurante, de todo lo que pudo ser una nueva vida para mí. Era muy tarde cuando me di cuenta de lo estúpida que fui al invertir todo mi dinero en aquel negocio, sin firmar ningún documento para asegurarme legalmente como propietaria. Y aquí estoy, Maestro, vendiendo mis esculturas en los negocios donde me las siguen pidiendo. Repito las mismas que ya hice, pero a veces ni para repetirlas tengo fuerza. Empiezo y no logro terminarlas. Mis depresiones me destruyen… –Señora, usted está dentro de lo que yo llamo ‘ocupación de muerte’. Es un término muy mío. Siento que usted está tomando muchos medicamentos. Pero hay uno en especial que el médico se lo suprimió y usted lo sigue tomando. Su hígado y su riñón ya no lo pueden tolerar. Usted se está suicidando. No lo haga, señora… –¿Cómo se dio cuenta de eso, Maestro? Sí, es verdad, lo estoy haciendo a diario… hasta que llegue el día en que pueda unirme a mi hijo. Siempre sueño con él, con los lindos momentos que vivimos juntos. Soñar con muertos es querer estar con ellos… –Señora, su mente está tan ligada a ese medicamento, que usted tiene conciencia de que va a terminar con su vida. A la vez, su subconsciente a través de los sueños, se une con su hijo muerto. ¡Tiene que salir de esa vida tan negativa! ¿Sabe, Señora, que aquel mozo vive con la mujer que dirige la cocina del restaurante? Ella es muy maligna y le está mandando ciertos fluidos para que usted muera. Esas fuerzas la llevan a seguir tomando a diario su veneno. –Mire, Maestro… aunque como le dije, no creo en nada, la verdad es que después de todo lo que me ha pasado, debería 162
creer. Esa mujer ya existía antes de mí. Y ahora ellos se arreglaron y a mí me echaron. Pero no sólo eso, me han hecho todas las maldades posibles. Y así me fui quedando sin nada. Hasta mi apartamento está embargado por deudas del restaurante… Si lo que quieren es que salga a mendigar, ya no me falta mucho… A esta Señora, la ayudé a través de dos meditaciones. Una para cortar las influencias negativas y la segunda, para que pudiera entrar en la ‘ocupación de vida’, para que se encontrase con su alma y con su verdadero camino. Ya estaba acercándose a los sesenta años. Aunque había luchado para estar más atractiva, en aquel momento su abandono era total y se la veía muy avejentada. Si entraba en la ‘ocupación de vida’, yo sabía que eso cambiaría inmediatamente. La primera meditación que le enseñé para ‘cortar’ o neutralizar las fuerzas negativas externas que querían destruirla, fue SHATIR LOJ. Se sentó frente a una vela, en dirección hacia el Este. Los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja, repitiendo mentalmente durante unos siete minutos SHATIR LOJ. Enseguida, en la misma posición, le pedí que se concentrara en JOMET ASHEM, la meditación para entrar en la ‘ocupación de vida’ y encontrar su propia alma y su Destino. En algunos meses de realizar estas prácticas, su vida había cambiado por completo. Vino un día y me contó que su abogado demostró que había sido víctima de una estafa y pudo recuperar su restaurante. Comenzó a dar clases en un taller para enseñar su arte y una nueva situación afectiva se estaba gestando. Ella se sentía y se veía feliz. 163
–Maestro, ahora duermo muy bien. Me levanto temprano para ir al restaurante y en algunas horas de la tarde y los lunes, doy clases en mi antiguo Colegio. Lo que más me sorprende es que tengo muchos deseos de vivir. ¡Cuánto lamento el tiempo que perdí por no conocer antes sus meditaciones! ¡Ah…! Y aquellas píldoras que me hacían tanto mal, las cambié por vitaminas. Sentí que había logrado ubicarla en su ‘ocupación de vida’ y estaba muy integrada a ella. Me referiré a otro caso en el que podemos observar como se manifiestan la ‘ocupación de muerte’ y la ‘ocupación de vida’. Se trata de una Señora con una enfermedad terminal, a la que le habían pronosticado dos meses de vida. Cuando hablé con ella por primera vez, me sorprendió la conciencia que tenía de su propia situación. –Mire, Maestro, sé que tengo cáncer y mi tumor es tan grande como una papa. Mi gente trata de engañarme, pero yo también soy médica. Ellos piensan que estaba dormida y no escuché cuando el oncólogo habló con mis hijos en el cuarto de al lado. Él dio mi sentencia. Dijo que me quedaban dos meses… Esa es una de las razones por las que quise hablar con usted y abrirle mi corazón. Necesito más tiempo de vida, no quiero irme sin ver a mi Ángela recibida de abogada. Esa fue una de mis mayores metas y veo que se me frustra por mi enfermedad. Mi vida ya no me interesa. Cuando mi marido me abandonó hace tres años, entré en un gran vacío y no me importó más vivir, al contrario, prefería haber muerto. Él fue lo más importante de mi vida, aparte de mis hijos, claro. Fue mi primer hombre y una vez un místico o espiritualista, me dijo que era mi Destino. Bueno, fue un Destino cruel… 164
Cuando me diagnosticaron cáncer por primera vez, lo acepté de tal forma que hasta pensé que yo estaba fuera de mis cabales. ¿Cómo se acepta una enfermedad así? Fíjese, Maestro, que cuando me palpé mi seno y descubrí un carocito, sentí como un placer. Soy psiquiatra y no pude dejar de analizar mi reacción y también mi estado de conformidad, de resignación. Creo que quería morir para hacer sufrir a mi marido. Capaz que no sufriría, pero yo lo viví así en ese momento. Ahora, su joven esposa lo deja venir a visitarme porque sabe que me estoy muriendo. Antes, apenas me llamaba por teléfono para hablar de nuestros hijos o de dinero, eran los únicos temas. Se debía sentir mal ya que tiene una hija más o menos de la edad de su mujer actual. Mire, Maestro, de algo estoy segura: mi marido, en un momento de nuestra relación me dio vida y después me la quitó. Estoy sintiendo que él me acercó a la muerte. Pero ahora quiero vivir por mi hija y no es una excusa. Le juro por Dios y por la vida de mis hijos, que le digo la verdad. Lo que más quiero es ver a Ángela con su título de abogada. ¡Tantas veces lloró conmigo cuando todavía estaba en el colegio! Le costaba estudiar… Le gustaba el teatro, cantar, quería estudiar música, pero yo no la dejé. Pensé que en el teatro no tendría futuro porque no es atractiva. Tiene veintiséis años y nunca tuvo un novio… Bueno, Maestro, mi esperanza es que como el padre es abogado, pueda trabajar con él. En cierto momento pensé que con eso yo estaba queriendo molestar a la esposa de mi ex, pero la verdad es que ella no me interesa. Fue un instrumento para que él me abandonara. Estoy segura de que había dejado de amarme… Pero no quiero aburrirlo más con mi sufrimiento de mujer frustrada. Lo que necesito ahora, Maestro, es una meditación 165
para que mi mente se haga fuerte, poderosa, para que pueda luchar contra el tiempo. Y si es que me frustré como mujer, no quisiera frustrarme como madre. A aquella señora, le enseñé una Dabraká, que tendría que repetir siete veces al día: ASHUM MERIT ANK. Ella apenas podía salir de la cama y tomaba fuertes calmantes, pero le dije que cuando pudiera, encendiera dos velas y tratara de meditar sentada, con la cabeza gacha, de frente hacia el Este. Que pusiera toda su fe para que su mente y su alma pudieran entrar en la ‘ocupación de vida’, dando energía a su cuerpo. Le pedí que cuando se sintiera con fuerzas, me llamara por teléfono y me contara cómo iba su lucha por esa gran meta de madre. Constantemente, durante casi dos años, recibía sus llamados y la alentaba para continuar. Como un milagro de su fe, murió una semana después de que su hija se recibió de abogada, con la satisfacción de ver su gran deseo cumplido. En este caso, queridos lectores, vemos cómo actuó la ‘ocupación de muerte’, generando con su fuerza destructiva una enfermedad tan grave en ella. Pero también, como la ‘ocupación de vida’, a través del poder de la meditación y la fe, venció esa destrucción tan avanzada, provocando una maravillosa prolongación de la vida.
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Paz en el Más Allá
Me tocó conocer una mujer en el momento más crítico de su vida, cuando se encontraba frente a la frontera de la muerte. Su enfermedad ya estaba en una etapa terminal y a pedido de su hermana, fui a verla al sanatorio. Cuando llegué, ella pidió hablar conmigo en privado y las personas que la estaban acompañando, salieron. –Maestro, es una gran alegría conocerlo en este momento. Pedí tanto en mis oraciones y también le insistí a mi hermana, para que usted me visitara antes de que fuera tarde… Tengo plena conciencia de lo que me sucede y cada instante tiene un valor muy especial. Es una etapa muy triste, pero es la ley. Todos debemos pasar por ella, antes o después. Tenemos que aceptar y resignarnos… Me señaló hacia la mesita de luz junto a la cama. –Ese libro suyo me dio mucha fuerza en este momento. Con una de las meditaciones que usted enseña, reviví un episodio de una vida pasada, donde yo era una sacerdotisa en un templo egipcio. Ayudaba a las mujeres a dar a luz, como si fuera una partera. Usted sabe que mi profesión actual está muy lejos de aquélla. No lo quisiera cansar con mis historias, Maestro, pero sé que alguien con su sensibilidad, escuchará a una mujer en mi situación. Hallé en su libro una Dabraká, como usted le llama, para encontrarme. Y lo conseguí, aunque sea al final de mi 167
vida. ¡Cuánto quisiera que otros pudieran encontrarse a tiempo!... Cuando todavía pueden vivir su Destino y ser felices. Sería hermoso encontrarse cuando se tiene toda una vida por delante. ¿Sabe, Maestro? Yo soy socia de este sanatorio desde siempre. Muchas veces he estado aquí, por mis nanas o las de mis hijos, la enfermedad de mi marido… Él murió en el piso de arriba. Siempre que venía, yo sentía la necesidad de pasar por la maternidad y ver los recién nacidos. No imaginaba el porqué de ese deseo tan intenso y superior a mi razonamiento. Llegué al extremo de parar el auto cerca de acá y bajar para ir hasta la maternidad y ver los bebés. Siempre quise pertenecer a la comisión de algún Hospital donde nacen los bebés de madres más pobres, muchas veces sin un padre que los reconozca o asuma alguna responsabilidad frente al recién nacido. Pero mi deseo se frustraba frente a mis prejuicios o a un falso orgullo profesional de seguir con la psicología. Nunca hice lo que sentía hacer, pero su libro me enseñó a tener el coraje de descubrir la que soy en verdad. Por primera vez en mi vida, me siento auténtica. Y soy feliz de haber llegado a comprender la razón de mis impulsos respecto a los recién nacidos, que en cierto momento además de ilógicos, los consideré estúpidos. Maestro, hoy sé que soy una privilegiada. Pocos deben llegar a esta etapa siendo dueños de su verdad. Me he conocido y lo que en otro tiempo me pareció una locura, hoy es parte de mi sostén frente a la muerte. Al ser tan dueña de este momento, quisiera que usted me ayudara a irme con una sonrisa que salga de mi alma… –Nunca he ayudado a nadie a morir. Puedo ayudar a vivir, esa es mi única ley. 168
–Pero usted, Maestro, puede ayudarme a abrir ese camino que acabo de descubrir dentro de mí. –Sí, señora… todo lo que sea para la vida, en eso estoy dispuesto a servirle. Repita conmigo la meditación que los sacerdotes de Amarna, hacían para los heridos en la revolución. JAMID AYOR. “Levántense, dejen sus heridas y sus dolores. Sigan luchando por un mundo mejor, donde reine la verdad, la justicia y el amor.” Mientras nos concentrábamos, sentí un pequeño movimiento. Ella se había ido… Pero escuchó hasta mi última palabra. Entonces medité para su alma, que pudo irse con una sonrisa como ella quería. JAMI AMETH, que tenga paz en su nuevo caminar… Al salir del sanatorio, pensé que sería un gusto volver a encontrarme con ella. Algún día… ¿Por qué no?
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La Misión de las Almas
Como lo he dicho en el comienzo de este libro, gracias a mi Ka pude conocer la historia de mi alma y la esencia de la misión que tengo que realizar en esta vida. Sé que como Maestro, mi misión es también orientar a otros para que encuentren la suya, para que retomen el camino de su propio Destino. A lo largo de mi vida, he seguido una sabiduría inspirada por grandes espíritus que me guían desde el Más Allá. Además de la Suma Sacerdotisa Astenkeph, que me orienta en un plano personal y en todas las ayudas que realizo, quiero hablar sobre otros espíritus que están acompañando mi labor de Maestro. Uno de ellos, es el de la Suma Sacerdotisa Nefrú, quien en vida compartió con mi Ka, la lucha por el mismo ideal. En su homenaje, he dado el nombre de ‘Nefrù’ a varios de los Centros donde se difunden y practican las enseñanzas que aquella sacerdotisa transmitió en su época. Nefrú dirigía Casas de Vida tanto en el Alto como en el Bajo Egipto, pero su actividad se centraba en Neket Atón (Amarna). En aquellos antiguos templos, instruía a la mujer cómo meditar para encontrar su realización, para mantener su juventud y su belleza. La orientaba en todo lo que debía saber acerca de la relación de la pareja. Y además, la aconsejaba sobre cómo ser madre y lograr una buena comunicación con los hijos. 171
Con ese Gran Espíritu aprendí mucho sobre la psicología de la mujer, ya que fue en su tiempo una ‘médica del alma’. Nefrú me ayudó también a conocer la sabiduría de la época para prevenir enfermedades. Del mismo modo, quiero referirme al Espíritu de una sacerdotisa muy destacada durante el reinado del Faraón Akenatón y la Reina Nefertiti (de quien ella fuera orientadora personal). También fue ‘médica del alma’, pero se dedicó principalmente al estudio de las leyes, convirtiéndose en jueza. Su nombre es Meshu Maat y con su gran personalidad de Guía y Maestra, me honra al acercarse a mí como Ka y también como un fiscal que observa mis faltas. Hace muchos años cometí una falta y frente a su acusación, sentí que debía hacer algo para absolverme a mí mismo y lo hice. Busqué una institución de ayuda, donde cumplí con una tarea que para mí era un gran sacrificio. Creo en el símbolo del Antiguo Egipto, de la balanza que pesa las acciones. Por eso considero que si ponemos algo en el plato del lado negativo, necesitamos colocar buenas acciones en el otro lado, para que la balanza se incline siempre a favor de nuestra alma. A veces, cuando sólo pesa el plato del lado negativo, recibimos castigos, para que tomemos conciencia de ello. En un tiempo me alejé de mi misión y tuve la condena de ir a la cárcel. Fui preso político en Argentina, después de la caída del peronismo. Comprendí que eso fue un castigo por haber olvidado mi misión y durante el tiempo que estuve encerrado, medité mucho y traté , más que nunca, de sentir el camino de mi alma… Es bueno que alguien observe nuestro caminar. Sé que el Espíritu de Meshu Maat, jueza de mi conciencia, no pretende 172
que yo sea perfecto, pero sí que tenga principios y que no deje de luchar por las ideas que fueron mías en otra época. Por un ideal de mejorar al ser humano, que ella comparte y que constituyó la esencia de la primera logia que se formó en Neket Atón. Allí la mujer tuvo derecho a integrarse y formar una logia femenina. En mis comunicaciones con la Suma Sacerdotisa Meshu Maat, sentí que ese Espíritu sigue en su eterna lucha. No baja los brazos. Con la verdad de otros tiempos, ella inspiró mis ideales en esta vida y traté de amoldar el ayer al hoy. No encontré en la actualidad una idea que reúna los maravillosos principios de los ‘atonianos’, como se llamaron en aquella época los creyentes en el Dios Atón. Ellos impulsaron lo que podríamos asemejar a un ‘socialismo espiritual’, totalmente desinteresado y con un permanente ‘llanto’ que llama a la conciencia humana. Entendían que el llanto del bebé es la forma más pura de manifestar el hambre, sin entrar en la violencia y empapar con sangre los sacos de trigo. Un pensamiento que podemos considerar cercano al de Gandhi. Tengo fe en que el hombre algún día comprenderá que en ninguna guerra se ganó lo que se buscaba. A través de las batallas el hombre no logrará solucionar sus problemas, sólo a través del corazón podrá resolverlos. Ese pensamiento tan elevado que mis Espíritus Guías me inspiran, forman parte de ese ideal que mi alma debe rescatar y continuar luchando por él, como parte de la misión que debo cumplir en esta vida. Pero sé que también debo, como Maestro, inspirar ese ideal en todas aquellas almas que lo han compartido en un ayer lejano. Ellas, hoy necesitan reencontrarlo y asumirlo como misión de vida, para poder sentirse realizadas. Para sentir la 173
felicidad del encuentro y para tener una nueva oportunidad de construir un futuro mejor para el ser humano…para dar un paso adelante en su propia evolución.
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CONSIDERACIONES SOBRE EL KABASH Y LA DABRAKÁ
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Las enseñanzas del Maestro Rolland se basan en conocimientos de Kabalah y especialmente en una sabiduría originaria del Antiguo Egipto denominada Kabash. La misma, se considera origen de la posterior Kabalah hebrea. Este saber guarda la magia de los Antiguos Sacerdotes Hierofantes del Nilo. Sus conocimientos sobre el aura, su medicina, su videncia, sus prácticas místicas, su humanismo y sensibilidad. Su base práctica, una forma de meditación llamada Dabraká, se aplica en diferentes planos de autoayuda y ayuda a los demás.
Dabraká es una mística concentración donde se unen la fuerza de la mente y del espíritu, para canalizar hacia el hombre las energías del Cosmos y lograr así su propio equilibrio, principio de salud física y psíquica. Es una meditación muy profunda a través de la cual nos conectamos con la esencia trascendente del ser: su alma. En su práctica, se realiza una concentración en determinada palabra, que no posee una traducción, sino que es una combinación de letras. En esa combinación está su energía ya que las letras corresponden a los ‘Números de la Creación’, las fuerzas del Universo que actúan sobre el ser humano. Esa ‘palabra’ a la que llamamos Dabraká, emana, a través de su repetición mental, una vibración que actúa sobre nuestra aura. Ordena nuestras energías, subsanando los desequilibrios que puedan estar afectándonos en distintos planos. 177
El secreto o la llave del éxito es la integración de la persona a la meditación, podemos hablar de una actitud mental o simplemente de la fe. Ingrediente indispensable para el éxito en todos nuestras iniciativas. Sólo a través de la fe es que la persona se ‘abre’ y logra integrar la energía del Dabraká. Esta práctica no tiene ninguna connotación religiosa y es totalmente independiente de la fe que cada uno profese.
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¿Cómo meditar con la Dabraká?
Piensa que si tienes un lugar para alimentar tu cuerpo, también debes buscar un sitio donde alimentes tu espíritu. Aunque sea un pequeño rincón de tu casa, lo importante es que exista ‘ese’ espacio destinado a la meditación, a tu Alma, a tu Espíritu, a la Mística... No es necesario que sea un espacio exclusivo para meditar. Puede ser tu dormitorio, una sala o tu escritorio. Pero debes saber que allí es el lugar donde siempre enciendes tu vela para meditar. En la mayoría de tus Dabraká, vas a encender una vela antes de comenzar a practicarlas. Con eso estarás buscando comunicarte con lo más elevado, con lo que está más allá de tu intelecto. También a través de ese fuego y de esa luz, llegarás a tu propio fuego y a la gran Luz que emana de ti, formando tu aura. Cuando realizas tus concentraciones, abres los canales de comunicación entre tus energías y las grandes fuerzas del Universo. Por ello debes tratar de hacer el mayor contacto posible con ellas. No debes usar calzado de suela de goma o sintéticos. Es conveniente que uses zapatos de suela de cuero o yute. También puedes meditar descalzo o con medias de lana, hilo o algodón. Es ideal que también las ropas que vistes sean de estas fibras naturales. Trata de que tu lugar para meditar no tenga piso aislante (plastificado, vinílico o alfombra sintética). Siempre para lograr mejor polarización y desarrollar al máximo la energía es necesario el ‘contacto’ con la tierra, a través de un piso que puede ser de madera, de mosaico, de 179
mármol o sobre una alfombra de tejido natural o de cuero. También es necesario que, en el momento de meditar, te quites todos los metales que no sean oro, que tengas en contacto con tu cuerpo (anillos, caravanas, pulseras, cadenas, collares, reloj). Cada metal tiene una energía determinada e influye sobre la práctica que realices. A excepción del oro que no modifica en absoluto el efecto. Quitarse el reloj cuando se inicia la meditación, también tiene el sentido de, por un momento, dejar de lado el tiempo y entrar en otro plano, donde nuestro tiempo es relativo, un tiempo de mística que no necesita ser medido. Antes de disponerte a meditar es conveniente que realices un lavado de manos, colocándolas bajo el agua de la canilla, mientras te concentras en TASH LEJ , durante aproximadamente uno o dos minutos. Esa Dabraká en tu mente, tiene la misión de alejar los pensamientos de la vida cotidiana, las preocupaciones, asuntos pendientes, problemas, que te perturban y no te permiten integrarte a la meditación. Une tu Fe religiosa a la meditación. Las Dabraká también te ayudarán a reafirmar tus creencias y tu integración. Cuando ya estés dispuesto a realizar tu Dabraká, al iniciar la práctica, puede ayudarte mucho si fijas la mirada en la llama de la vela. Eso te dará concentración. Aunque al comienzo muchos pensamientos van a invadirte, cruzando tu mente como rayos incontrolables. Poco a poco vas a ir dirigiendo tu mente. Primero hacia el objetivo que te propones con la práctica. Qué quieres lograr. Luego, tratarás de llevar la mente al blanco, al vacío de pensamientos. En ese ‘blanco’ es donde concentrarás con toda tu fuerza la Dabraká. La concentración en la palabra es simple y mágica. La comienzas a mentalizar y con mucha Fe y la energía de tu espíritu, vas penetrando en ella, sintiendo la fuerza de sus letras, su vibración. A la vez, esa energía penetra en ti y en esa 180
integración irás sintiendo cómo la palabra se transforma en un ‘pequeño Sol’ que da vida a tu espíritu. En un momento la llama de la vela se convierte en ‘Divina’, impulsando tus pensamientos e iluminándolos para que puedas crecer y ser feliz. Para que encuentres la respuesta o la solución que estás buscando. Algunas Dabraká son místicas muy profundas donde puedes hasta ‘viajar’ en el tiempo y verte en otras vidas. Donde buscas el gran encuentro con tu Alma, con tu Yo Eterno y Verdadero. Donde tratas de comunicarte con las estrellas y recibir sus mensajes. Estas meditaciones requieren de una preparación previa que ayuden a lograr el estado de elevación necesario para poder realizarlas con éxito. En esos casos suelen indicarse el baño de purificación, el ayuno o ambos. Baño de purificación: luego de haber hecho tu baño de higiene, dejas durante algunos minutos, caer el agua sobre tu cuerpo tratando de sentirlo como una depuración interior. Es una real purificación que te prepara para la mística. Mientras realizas este baño puedes concentrarte en la Dabraká AMU LEJET para ayudar a esa ‘limpieza interior’. Sólo en ocasiones especiales, el baño de purificación no puede realizarse inmediatamente después del baño de higiene. En tales casos, esto se especifica en la práctica. Ayuno: es una de las grandes fuentes energéticas del hombre. Si logras hacerlo con gusto y no por obligación, será una de las primeras grandes conquistas sobre ti mismo. Un ayuno de purificación el primer día de la Luna Nueva, es una hermosa práctica que te dará vida y salud. Cuando una Dabraká indica que debes hacer ayuno previo a realizarla, generalmente especifica la duración del mismo que puede ser de un cierto número de horas. En la antigüedad comenzaban el ayuno al atardecer y lo mantenían hasta el atardecer del día siguiente. Eso se 181
considera un ayuno completo. Se entendía que el hombre con el ayuno mataba los ‘negativos’ (tóxicos) dentro de él. Y después de la muerte empezaba una nueva vida. El ayuno obliga al organismo a gastar sus reservas y por lo tanto tiene que renovarlas y no se intoxica. Todo lo que es renovación es vida. Los ayunos siempre se hacen consumiendo mucha agua para ayudar al proceso de depuración.
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Concentración en la Dabraká
Una técnica sencilla de comenzar a practicar el Dabraká es tratando de ‘ver’ con los ojos cerrados, la palabra escrita frente a ti. Vas recorriendo sus letras y mientras te concentras en ese ejercicio, los pensamientos desaparecen y sólo queda en tu mente la energía de la palabra. Otra forma de concentración es a través de lo que se denomina el ‘Tercer Ojo’, el Ojo del Alma o el antiguamente llamado Ojo de Horus, que simbólicamente se sitúa en el centro de la frente y se interpreta como el punto central de la concentración. Se representa a través de un círculo con un punto en el centro. Ese punto es justamente al que se dirige la concentración. Tienes que cerrar los ojos, visualizar ese círculo y fijar en el punto central, la mentalización de la Dabraká. La filosofía es que, concentrando la energía en un punto pequeño, se obtiene una fuerza mayor. Sentado o acostado en un ambiente oscuro, con una vela encendida. Primero miras la llama de la vela durante unos minutos. Luego, con los ojos cerrados, en esa luz que permanece dentro de ti, como si la estuvieras viendo, mentalizas la Dabraká. Es necesario que sepas que, aprender a meditar, a concentrarse en la Dabraká, es ir integrando ese nuevo ‘idioma’ con el que te comunicas con tu Alma. Como no puedes aprender una lengua que no conoces en una forma inmediata, también debes comprender que la práctica de la Dabraká, te 183
llevará un proceso de aprendizaje. por eso, no debes desanimarte si en tus primeros intentos no consigues la concentración necesaria o sientes que no logras mentalizar las palabras, que los pensamientos te invaden... Recuerda que, poco a poco, irás comunicándote más fluidamente con tu Alma, en ese lenguaje tan elevado, hasta que lo hagas con tanta naturalidad, sin pensar siquiera en cómo debes concentrarte. Ya lo habrás incorporado a ti. El camino para lograrlo es tu integración con esas prácticas. Tu Fe en ellas, querer hacerlas y fundamentalmente, practicar a diario. Con una Dabraká comienzas tu día y con una Dabraká lo terminas. Recuerda que sin Fe y sin Mística, tu Dabraká no tiene vida.
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DABRAKÁ Meditación Egipcia Prácticas incluidas en esta obra
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JAMUK ASHIR Encontrar la Luz verdadera (pág. 17) Se practica de pie hacia el Este. Frente a nosotros, una vela encendida. La mujer con sus pies juntos y el hombre, algo separados. Se concentran en JAMUK ASHIR durante algunos minutos.
AMISH ARAB Encontrar el Destino (pág. 28) Se practica de pie hacia el Este. Frente a nosotros, una vela encendida. La mujer con sus pies juntos y el hombre, algo separados. Se concentran en AMISH ARAB durante algunos minutos.
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ASH NOV LOJEM Encontrar una misión que colme el alma (pág. 33) Se practica sentados de frente hacia el Este con los brazos cruzados sobre el pecho. La mirada fija en la vela. Concentrarse en las palabras ASH NOV LOJEM. Meditar en ella, una noche sí y una no.
JOSHER ADÍN ANÉ Elevarse hacia lo Divino (pág. 40) Esta Dabraká tiene que hacerse sentado en el piso. De frente hacia el Este, con una vela encendida. Las piernas cruzadas en posición de loto y los brazos también cruzados sobre el pecho, izquierdo sobre derecho. Con la cabeza gacha, repetir las palabras JOSHER ADÍN ANÉ en voz muy baja, mientras balancea el cuerpo adelante y atrás.
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GOREJ AVDUL Para hallar el lugar que el alma busca (pág. 44) Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, con la mirada fija en la llama de una vela encendida frente a nosotros. Repetir las palabras GOREJ AVDUL. Hacer la práctica todas las noches, menos los sábados.
ASHUR OMEJ Conservar la felicidad dentro de nuestro Destino (pág. 46) Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, con la mirada fija en la llama de una vela encendida frente a nosotros. Repetir las palabras ASHUR OMEJ. Hacer la práctica todas las noches, menos los sábados.
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ARISH GULAJ Luchar contra las influencias y las tentaciones que nos desvían del Destino (pág. 50) Se practica frente a la luz de una vela, sentados con las manos sobre las rodillas, de frente hacia el Este. Repetir mentalmente ARISH GULAJ. Meditar al anochecer.
JUSH MAAT ARAB Combatir las envidias y proteger el Camino hacia tu encuentro (pág. 53) Practicarla de pie, hacia el Este. Frente a una ventana o al aire libre, a la hora en que se ven las estrellas. Con una vela encendida. Los brazos cruzados sobre el pecho. Los hombres separando sus piernas y las mujeres con los pies juntos. Se concentran en JUSH MAAT ARAB durante tres o cuatro minutos. También se puede hacer en el momento en que te sientas invadido por las envidias. No importa dónde estés, concéntrate y medita con JUSH MAAT ARAB y seguirás caminando sin tropiezos.
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AVISH PHAR RAT Romper bloqueos; neutralizar fuerzas destructivas (pág. 54) Esta meditación se hace de pie, hacia el Este, frente a una vela encendida. La mujer con los pies juntos y el hombre, algo separados. Puede ser a cualquier hora, pero luego de la puesta de Sol. Se concentran en AVISH PHAR RAT entre cinco y diez minutos.
AMETHOR Comunicación con nuestro Ka (pág. 57) Se hace a medianoche, después de varias horas de ayuno. Encender tres velas formando un triángulo sobre la mesa. Sentados frente a las velas, con los brazos cruzados sobre el pecho, el brazo izquierdo por debajo. Hamacamos suavemente el cuerpo hacia adelante y hacia atrás, acompañando el movimiento con la respiración, que tiene que ser profunda. Relajados, concentrarse y comenzar a repetir en voz baja AMETHOR... AMETHOR... AMETHOR... Esta Dabraká sólo se puede realizar una vez cada mes lunar. Pero luego de recibir una respuesta importante, de lograr la comunicación, recién se podrá repetir dentro de siete meses lunares. AMETHOR también puede ayudar a quienes sientan la necesidad de encontrar un camino de luz para vivir dentro de una verdad. Para buscar soluciones a grandes sufrimientos o alguna enfermedad crónica para la cual todavía la ciencia no halló cura… 191
MISH VODIR Meditación para encontrarse consigo mismo (pág. 69) Sentados hacia el Este, frente a una vela. Es preferible que sea por la noche, antes de acostarse. Repetir la práctica MISH VODIR durante varios días para que el alma la pueda reconocer y sentir.
REGUELAJ ASHEM Energía de elevación, de espiritualidad (pág. 75) Se practica sentados, con los brazos cruzados sobre el pecho, izquierdo sobre derecho. De frente al Este, una vela encendida. Repetir las palabras REGUELAJ ASHEM, durante algunos minutos.
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SHEJIM AKIM Regresión Encontrar los eslabones de sus vidas anteriores (pág. 87) Se hace por la noche, después de varias horas de ayuno. Encender una vela y recostarse cómodamente en un sofá hasta quedar relajados. Comenzar a repetir mentalmente SHEJIM AKIM, acompañando la práctica con una respiración profunda.
JAI TOV Para dar salud a otra persona. (pág. 88) Se aplica con ambos manos sobre la cabeza de la persona. También se puede transmitir esa energía de salud, a distancia. En cualquier horario, se enciende una vela, pensando en la persona enferma y se medita durante algunos minutos concentrándose en JAI TOV.
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JONEB ARREV Para no cometer los mismos errores de una vida pasada (pág. 88) JONEB ARREV también nos ayuda a controlarnos en distintas situaciones: cuando no debemos hablar lo que no corresponde; cuando entramos en ira y somos injustos; cuando perdemos el dominio de nosotros mismos y hacemos lo que nunca hubiéramos querido hacer. Se practica durante los días de Luna menguante. Sentados en el piso, con las piernas cruzadas en posición de loto, las manos sobre las rodillas. De frente al Este y una vela encendida. Nos concentramos durante siete a doce minutos en las palabras JONEB ARREV.
MARAMETH Regresión para ir hacia pasado de la vida actual y descubrir el motivo de problemáticas que afectan el presente. (pág. 92) Se hace por la noche, después de varias horas de ayuno. Encender una vela y recostarse cómodamente en un sofá hasta quedar relajados. Comenzar a repetir mentalmente MARAMETH, acompañando la práctica con una respiración profunda. 194
ZEFER ASHEM AJOM Regresión para ir hacia pasado de la vida actual y recordar lo que la mente ha bloqueado. (pág. 98) Para las personas que viven con su alma encadenada por distintos bloqueos que la mente genera. Esta meditación puede ayudarlas a romper esas barreras que le impiden sentir su verdadero Destino. Se hace por la noche, después de varias horas de ayuno. Encender una vela y recostarse cómodamente en un sofá hasta quedar relajados. Comenzar a repetir mentalmente ZEFER ASHEM AJOM, acompañando la práctica con una respiración profunda.
AJARÚ BENAT Regresión para ir hacia pasado de la vida actual y descubrir el motivo de problemáticas que afectan el presente. (pág. 105) Hay situaciones que la mente quiere borrar, olvidar, es un mecanismo de defensa. Pero a veces esa defensa se nos vuelve en contra, porque escapa a nuestro control consciente generando distintos trastornos. Se hace por la noche, después de varias horas de ayuno. Encender una vela y recostarse cómodamente en un sofá hasta quedar relajados. Comenzar a repetir mentalmente AJARÚ BENAT , acompañando la práctica con una respiración profunda. 195
JULAM ABÓ Encontrar los eslabones de sus vidas anteriores (págs. 111, 115) Se hace por la noche, después de varias horas de ayuno. Encender una vela y recostarse cómodamente en un sofá hasta quedar relajados. Comenzar a repetir mentalmente JULAM ABÓ, acompañando la práctica con una respiración profunda.
MISH KA GOREV Encontrar el alma gemela (pág. 122) Se hace a la caída del Sol, en los días de Luna Llena. De pie, de frente hacia el Este, con los brazos cruzados sobre el pecho, izquierdo sobre derecho. El hombre con las piernas separadas y la mujer con los pies juntos. Se enciende una vela y se repiten en voz baja las palabras MISH KA GOREV, entre siete y diez minutos. Esta práctica no debe hacerse cuando se tiene una pareja constituida.
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KA SHMÚ Para comunicarse con la energía mística que viene de un espíritu elevado y que nos ayuda desde el Más Allá. (pág. 127, 148) Sentados, de frente hacia el Este, con una vela encendida.
ATEK BEREK Iluminación Alcanzar el Destino, tanto en el amor, como dentro de la misión… (pág. 127) Se puede practicar de día o de noche pero siempre frente a una vela. Esta meditación se hace de pie, hacia el Este. La mujer con los pies juntos y el hombre, algo separados. Se concentran en ATEK BEREK durante cinco a diez minutos, el tiempo que ustedes sientan.
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ASHUR NUVÓ Equilibrio en el plano emocional (pág. 133) Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, una vela encendida frente a nosotros. Repetir las palabras ASHUR NUVÓ durante algunos minutos.
MELEK ADROJ Encontrar afectos que pertenecen al Destino (pág. 133) Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, una vela encendida frente a nosotros. Repetir las palabras MELEK ADROJ, durante algunos minutos.
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KOELEJ ADIM Reconstruir un Destino Para que la pareja pueda reencontrarse (pág. 136) El horario para realizarla es a la puesta de Sol, durante los días de Luna Creciente. Es conveniente que la semana en la cual la practiquen, no coman carnes ni beban alcohol. Antes de concentrarse tienen que hacer un lavado de manos. Luego se sientan de frente hacia el Este y encienden una vela. Colocan las manos sobre las rodillas y en esa posición piensan en su compañero o compañera, tratando de buscar una luz que les muestre también sus errores y cómo poder enmendarlos. Buscando esa fuerza que los ayude a unir nuevamente su pareja, se concentran durante siete a diez minutos en la Dabraká KOELEJ ADIM.
ONU ONU AVED Armonizar la convivencia Controlar impulsos destructivos (pág. 137) Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, una vela encendida. Repetir las palabras ONU ONU AVED durante unos minutos.
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JAMISH KAVOD Transformar los sentimientos negativos en positivos (pág. 140) Esta Dabraká transforma la persona… Y mientras provoca un cambio positivo en ella, la va guiando hacia su verdad, por el camino de su Destino. Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, una vela encendida frente a nosotros. Repetir las palabras JAMISH KAVOD durante unos minutos.
SHATIR LOJ Para ‘cortar’ o neutralizar las fuerzas negativas externas que nos afectan (pág. 148, 163) Sentados frente a una vela, en dirección hacia el Este. Los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja, repitiendo mentalmente durante unos siete minutos SHATIR LOJ.
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SHUMERAT Energía positiva (pág. 148) Dabraká que ayuda a encontrar el Destino, tanto en el amor como dentro de la profesión. Su fuerza también puede ayudar a mejorar la salud. Se practica sentados, con las manos apoyadas sobre las rodillas. De frente al Este, una vela encendida. Repetir la palabra SHUMERAT durante unos minutos. Esta meditación se realiza todos los días, menos los viernes.
JOMET ASHEM ‘Ocupación de vida’ Encontrar su propia alma y su Destino (pág. 163) Sentados frente a una vela, en dirección hacia el Este. Los brazos cruzados sobre el pecho, izquierdo sobre derecho y la cabeza baja, repitiendo mentalmente durante unos siete minutos, JOMET ASHEM.
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ASHUM MERIT ANK Para P ara que la mente dé energí energíaa al cuerpo (pág. 166) Encender dos velas y medita Encender meditarr sentado sentados, s, con la cabeza gach ga cha, a, de fr frent entee ha hacia cia el Est Este. e. Rep epeti etirr la prá prácti ctica ca de la Da Dabra braká ká ASHUM MERIT ANK, siete veces al día.
JAMID AYO JAMID YOR R Para levantarse y seguir luchando (pág. 169) Meditación que los sacerdotes de Amarna, hacían para los heridos en la revolución. “Levántense, dejen sus heridas y suss do su dolo lore res. s. Si Siga gann lu luch chan ando do po porr un mu mundo ndo me mejo jorr, do dond ndee re reine ine la verdad, la justici jus ticiaa y el amor.” amor.” Esta meditación se hace de pie hacia el Este, Est e, frente a una vela encendida. encendida. La mujer con los pies juntos y el hombre, algo separados. Después de la puesta de Sol, nos concentramos JAMID D AYOR AYOR durante cinco a diez minutos. en JAMI
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JAMI AMET AMETH H Para P ara que al alma tenga paz en en la la muerte (pág. 169) Meditamos con estas palabras palabr as deseándole un camino de paz al alma de la persona que acaba de morir morir..
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Investigaciones Investigacio nes cientí científicas ficas demuestran los beneficios de la meditación
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La meditación se emplea desde hace más de tres mil años. La lista de adeptos ha ido creciendo en los países occidentales en los últimos años, hasta alcanzar una cifra que ronda en los diez millones, en EEUU. Estas personas, lejos de tratarse de fieles religiosos, son profesionales de todo tipo, agobiados por el estrés, pacientes a los que sus médicos recetan sesiones de exploración interior para mejorar o prevenir el dolor o individuos interesados en profundizar en sí mismos y aprender a manejar sus emociones. Los estadounidenses pueden acceder a cursos o sesiones de meditación en los colegios, los hospitales, en instituciones oficiales y prisiones. En España existen centros donde se pueden aprender diferentes técnicas, pero está todavía lejos de ser considerada una herramienta terapéutica. El interés de los científicos por la meditación comenzó hace ya algunos años. En las décadas de los sesenta y los setenta, se había demostrado que el uso de estas técnicas proporcionaba una extraordinaria concentración. Un profesor de medicina de la Universidad de Harvard, Herbert Benson, a través de sus investigaciones llegó a la conclusión de que la práctica milenaria contrarresta los mecanismos cerebrales asociados al estrés. Uno de los más activos investigadores en los últimos años ha sido Richard Davidson de la Universidad de Wisconsin, en EEUU. Sus trabajos aportan resultados sorprendentes sobre la práctica milenaria. “Nuestros resultados indican que la meditación tiene efectos biológicos. Produce cambios en el 207
cerebro, asociados a emociones más positivas y mejoras cerebro, mej oras en la función inmune” dijo a “SALUD”, el investigador Daniel Goleman, autor de numerosos libros sobre inteligencia emocional. Explicó a este suplemento que ‘Lo importante es que la meditación cambia la base de las emociones’. Los estudios neuronales demuestran un incremento de actividad en el lóbulo frontal izquierdo, que es la residencia de las emociones positivas. Al mismo tiempo se reduce el funcionamiento de la región derecha. Probablemente se preguntará en qué cambia esta realidad cerebral, la vida diaria, pues bien, los neurocientíficos han observado que las personas que emplean más la zona izquierda, tardan ta rdan menos tiempo en eliminar las emociones negativas y la tensión que pueden provocar por ejemplo, un atasco o una discusión con el jefe. Este desequilibrio entre los hemisferios conlleva conll eva también una reducción del miedo y la cólera. Davidson y su equipo decidieron investigar con personas de la calle, sin experiencia alguna en las técnicas de meditación. Los resultados confirmaron que no es necesario ser un consumado meditador para disfrutar sus beneficios. Los científicos comprobaron también en este grupo de volunt vol untario arios, s, que el sis sistem temaa inm inmune une de aqu aquello elloss que se hab habían ían entregado a la exploración interior, era más potente que el de sus compañeros. Las posibilidades de la meditación están todavía por explorar.. Davidson y su equipo tienen en marcha un trabajo explorar con pacientes depresivos, “del que aún no tenemos resultados”. Sin embargo, John Teasdale de la Unidad de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en Cambridge (Reino Unido) ya dispone de datos. Este investigador ha encontrado que la combinación de la meditación introspectiva con terapia cognitiva reduce a la mitad las recaídas de los pacientes depresivos crónicos. 208
En el Centro Clínico Essen-Mitte, en Alemania, los médicos médico s han empleado durante cinco años un programa de meditación introspectiva antiestrés diseñado por Jon Kabat-Zinn, un investigador de la Universidad de Massachussetts y autor de numerosos libros sobre este tema, en casi tres mil pacientes con todo tipo de patologías patol ogías entre las que se incluye inc luye el cáncer. La experiencia no se planteó planteó como un ensayo clínico, clínico, de modo que no existen datos objetivos de los resultados, pero los facultativos observaron que la mayoría de los individuos experimentabaa mejorías significativas en su enfermedad. experimentab Hasta aquí algunos de los potenciales usos terapéuticos terapéuticos o preventivos de la meditación. Sin embargo, tanto el planteamiento budista como el de otras tendencias orientales en las que se emplea regularmente esta práctica, va más allá. Su uso está asociado a un cambio de percepción de la realidad y a estimular los procesos de conciencia, algo que también interesa extraordinariamente a los científicos y que conocimiento ento’’ de la existen existencia. cia. Goleman define como ‘ conocimi Lo que parece evidente es que este tipo de investigaciones se encuadran de lleno en la tendencia actual de lo que se denomina medicina medici na integral o en un contexto más amplio ampli o, el estudio de la interacción mente- cuerpo. Después de siglos de divorcio entre estos dos aspectos a spectos que describen al ser humano, humano, “los nuevos datos que proporcionan las neurociencias están matando el dualismo cartesiano cartesiano”, ”, afirma Goleman. “El cerebro juntaa las emo junt emocion ciones es y los pens pensamie amientos ntos.. Los mism mismos os circu circuitos itos que nos permiten pensar pen sar,, nos permiten sentir”, sen tir”, añade. Los cambios cerebrales que produce la práctica habitual de la meditación tienen algunos puntos en común con los que se observan en el estado de iluminación o éxtasis místico. Lo cual no es extraño puesto que una de las vías para alcanzar alca nzar el más alto nivel de abstracción es la meditación. 209
Existen numerosos métodos para meditar meditar,, algunos de ellos procedentes directamente de las antiguas tradiciones y otros otr os de creación más reciente surgidos de los anteriores. En general, se establecen dos grandes grupos de técnicas. Por un lado las que emplean un objeto en el que fijar la concentración. concentració n. Éste puede ser una palabra, un texto, la propia respiración o incluso, algo externo, externo, como una vela. De este modo, se detiene el bullicio mental que normalmente nos acompaña y se logra un estado de calma y relajación. Por otro lado se emplea la meditación introspectiva. En este caso, caso, el objetivo no es detener la mente sino que se dejan discurrir libremente los pensamientos, pero sin detenerse en ellos y sin juzgar su contenido. contenido. De este modo, la atención se centra en el momento presente y desaparecen las preocupaciones por el futuro fut uro..
Acerca Ace rca de la med medit itaci ación ón Cada vez más médicos recomiendan la meditación como fórmula para mejorar la salud. Esta técnica milenaria ayuda a reducir el estrés y, con tiempo y paciencia, puede lograr una disminución de la presión sanguínea. Además, la meditación produce más anticuerpos (los agentes defensivos de nuestro organismo) que los que se consiguen con la vacuna de la gripe. La reducción del estrés se logra al quemar adrenalina, que es la sustancia que éste produce. Dicho componente químico puede incrementar la presión de la sangre y aumentar las posibilidades de que la sangre se coagule, lo l o que supone un mayor riesgo de cardiopatía.. Además de reducir el estrés estr és y la ansiedad, la meditación es una buena técnica que permite lidiar con el dolor crónico. Desde enfermedades consideradas puramente biológicas como el SIDA o el reumatismo, hasta otras con un claro 210
componente psicológico psicológico como las adicciones o las tendencias suicidas, están bajo el influjo del bienestar espiritual del individuo.. En muchos caso, el medio para alcanzar un estado individuo est ado de paz interior es a través de las meditaciones. Algunos científic científicos os opinan que la meditaci meditación ón podría aumentar los niveles de un neurotransmisor, la serotonina, cuya deficiencia está asociada a la aparición de depresión. Quizá con el tiempo y unas cuantas investigaciones más se pueda demostrar que es más eficaz y placentero estar en paz con uno mismo que tomar Prozac. Según estudios científicos realizados en la Universidad de Maharishi de medicina en Fairfield, Iowa, son múltiples los beneficios que la práctica de la meditación ofrece. La disminución del riesgo de infarto agudo al miocardio y de accidente cerebro vascular fue comprobada por un equipo liderado por la Dra. Castillo-Richmond. Un amplio listado de efectos favorables fue presentado luego de alrededor de trescientos cincuenta estudios llevados a cabo. Entre ellos se señalan como beneficios físicos: disminuye la tensión; calma las dolencias psicosomáticas causadas por la tensión; hace descender la presión sanguínea; fortalece el sistema inmunológico; retrasa el proceso de envejecimiento; recarga las baterías. Como beneficios psicológicos: calma; sosiega; energetiza; aparta las preocupaciones; integra; aporta claridad; realza la sensación de individualidad; fomenta el desarrollo personal. Además Adem ás de éstos, se inclu incluyen yen mucho muchoss otros benef beneficios icios relacionados al aumento de la concentración, la optimización del funcionamiento cerebral, mejoras de memoria y aprendizaje, desarrollo de la creatividad y aumento de la confianza en sí mismo mismo..
Fuente F uente:: El Mundo Mundo.. Redacci edacción: ón: ACP ACPress. ress.net net 211
A través de la investigación científica y sus resultados podemos comprobar hoy, aunque sea en parte, los conocimientos que fueron desarrollados y practicados en antiguas culturas. El Hombre ‘redescubre’ así el poder de la meditación y cómo aplicarla a su vida. Kabash, es una sabiduría que como investigador y amante del Antiguo Egipto pude rescatar, descifrando su esencia. En ella está el motor de la vida: la energía. En la Creación toda existen innumerables fuerzas, positivas y negativas. Kabash, a través de su meditación, nos enseña cómo desarrollar las positivas y controlar las negativas. Pero esto no se trata de una teoría, sino de una práctica que nos ayuda a diario a construir una vida más sana y feliz en todo sentido.
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ÍNDICE
Introducción Encuentro… Tesoro de Felicidad .......................................9
Encuentro Identidad y Destino ......................................................... 21 La Misión ....................................................................... 31 Actuar con Elevación ...................................................... 35 El lugar que el Alma busca .............................................. 43 Tentaciones e influencias negativas .................................. 47 Proteger el Camino ......................................................... 51 Camino de Luz ...............................................................55 La fuerza del Alma .......................................................... 61 Energía de Espiritualidad ................................................ 71
Regresión Respuestas en vidas pasadas............................................ 81 Traumas de la Infancia..................................................... 91 Almas Encadenadas ........................................................ 95 Verdades Ocultas .......................................................... 103 Venganza del Alma........................................................ 109 Reviviendo un Destino de Amor .................................... 115
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Destino Llamar al Alma Gemela ................................................ 119 El Amor y la Misión ...................................................... 125 Afectos de otras vidas.................................................... 131 Mejorar relaciones afectivas........................................... 135 Transformar los sentimientos negativos .......................... 139 Energía positiva para encontrar el Camino.............................................. 143 Fuerza que une las Almas .............................................. 151 Ocupación de Vida y Ocupación de Muerte................... 157 Paz en el Más Allá......................................................... 167 La Misión de las Almas ................................................. 171 Consideraciones sobre el Kabash y la Dabraká .............. 175 Dabraká. Meditación Egipcia ........................................ 185
Investigaciones científicas demuestran los beneficios de la meditación ...................................... 205
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