No. 18, Guatemala 6 de agosto de 2014ı 2014 ı
Cárceles hacinadas, !un problema de pocos o de todos " La deficiente situación de la infraestructura carcelaria y el hacinamiento impactan negativamente en la seguridad ciudadana !Por qué Guatemala no ha invertido en su infraestructura carcelaria "
El hacinamiento se refiere a la sobrepoblación crítica en los centros carcelarios. La sobrepoblación crítica es cuando la ocupación sobrepasa el 120%, es decir cuando hay más personas recluidas que espacios disponibles. La ocupación actual de los centros carcelarios en Guatemala es del 280%. El hacinamiento ha crecido a un ritmo alarmante desde el año 2009 aunque el problema no es únicamente del país. El continente, y la región centroamericana, se caracterizan por ser afectados por este fenómeno, ya que todos los países cuentan con una población reclusa mayor a su capacidad carcelaria. Resaltan los niveles de ocupación de Guatemala y El Salvador en comparación al resto resto de países vecinos: 1. El Salvador (322%), (322%), 2. Guatemala Guatemala (280%), (280%), 3. Nicaragua (193%), y luego Costa Rica (175%), Panamá (163%) y Honduras (151%). De hecho, Guatemala es catalogado entre los diez países más hacinados hacinados a nivel mundi mundial. al.
A junio del 2014 se contaba 17,942 personas privadas de libertad, de las cuales el 49% guardaba prisión preventiva. Del total de personas en prisión preventiva, el 45% tiene un año o más de permanecer en esa situación sin haber concluido su juicio. En promedio, las personas pasan de 9 meses a 3 años en prisión preventiva hasta tener su primera sentencia. ı ı Por otra parte, los registros administrativos del Sistema Penitenciario (SP) carecen de información precisa acerca de la duración de pena del 40% de los internos condenados. Del 60% restante, únicamente 1% está condenado por un tiempo menor a un año y el grupo más grande, grande, un 22%, lo constituyen constit uyen las personas con sentencias entre 11 a 25 años de privación de libertad. Un 14% pasará de 26 a 50 años, el tiempo máximo, en la prisión. Esto tiene su origen en el tipo de delitos por los que las personas privadas de libertad han sido condenadas. Los ocho delitos más frecuentes son: robo agravado (12.9%), homicidio (8.7%), (8.7%) , asesinato asesinato (8.6%), asociaciones asociaciones ilícitas (7%), plagi plagio o o secuestroı secuestroı /cien.guatemala
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(4.8%), extorsión (4.5%), portación ilegal de armas (3.7%) y violación (3.2%). Ninguno de esos delitos establece una pena menor a los seis años y tres norman penas máximas de 50 y 40 años respectivamente. La población reclusa condenada ocupa los espacios carcelarios por periodos largos. A eso se suma el crecimiento acelerado de la misma, ya que la cantidad de privados de libertad se duplicó en los pasados cinco años alcanzando en la actualidad casi 18,000 personas (ver infografía). ı
A la fecha el SP cuenta con 22 centros carcelarios los cuales suman un total de 6,412 espacios disponibles. Dos centros se encuentran ubicados en bases militares y no cumplen con el requisito de carácter civil que es tabl ece la Constitución de la República en su artículo 19. Entre los años 1999 y 2010 se adicionaron 680 espacios en total, mientras que en el mismo periodo la cantidad de privados de libertad incrementó en 2,870. Desde el año 2010, la población reclusa creció en 6,870, mientras que los espacios se redujeron en 270 por la destrucción de Fraijanes $$ y un preventivo departamental deshabilitado. Desde 1999 hasta la fecha, los espacios carcelarios en Guatemala se han aumen-ı aumen-ı tado en un 5%, mientras que en el mismo periodo varios países latinoamericanos incrementaron su capacidad carcelaria hasta en un 70%.ı 70%.ı ı El 45% de los espacios carcelarios están en funciones desde hace más de 30 años y sólo el 8% de la infraestructura tiene menos de 10 años. Al hacer un análisis de la obra gris, las instalaciones eléctricas, el suministro de agua y la calidad de los drenajes, se encuentra que solo el 6% de la capacidad instalada del SP está en buenas condiciones, el 89% de la infraestructura en condiciones regulares y el 5% en malas condiciones. El gasto en mantenimiento anual es de Q. 1.6 millones, de los cuales, el 35% se destina a remozamientos. ı Cárceless hacinad Cárcele hacinadas, as, !un problema de pocos o de todos"
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La combinación de las características de la población reclusa (gran crecimiento y condenas largas), así como la ausencia de inversión para generar nuevos espacios carcelarios, da como resultado una ocupación del 280% de las instalaciones, es decir que en promedio hay tres personas que ocupan un espacio disponible. Sin embargo, la ocupación varía en los diferentes centros, en los más hacinados hasta seis personas comparten un espacio. ı
Los penales sobrepoblados producen efectos negativos. Es un tema que va más allá de la incomodidad de las personas privadas de libertad. Si bien los mismos sufren las consecuencias inmediatas de la situación, como la inseguridad interna, la escasez de recursos y servicios, y un ambiente hostil, ellos no son los únicos afectados.ı afectados.ı ı El hacinamiento coloca a la institución en una situación difícil. Las instalaciones sufren un deterioro acelerado por el uso intensivo que se les da. Los drenajes y las instalaciones eléctricas son los que más se desgastan. En algunas cárceles hasta el 80% de las conexiones eléctricas son hechizas por no haber formado parte del sistema original, lo cual sobrecarga la capacidad y constituye un peligro latente. ı latente. ı ı La escasez de espacio físico requiere una logística casi imposible para cumplir con el derecho de visitas y el respeto de los protocolos internos. El incumplimiento de uno de los mandatos más importantes, el de la seguridad interna, conlleva graves consecuencias, también para la sociedad. El hecho de contar con un déficit de infraestructura y personal operativo coloca a la institución en desventaja y propicia cárceles con débil presencia institucional. Por ende, se rigen por sus dinámicas internas y surgen espacios desordenados, privilegios y el incumplimiento de las reglas internas sin consecuencias. El ingreso de objetos ilícitos agrava la situación y permite que las personas recluidas puedan seguir delinquiendo desde las cárceles. ı ı El hacinamiento perjudica el control de los privados de libertad. La delincuencia que proviene desde las cárceles afecta a la población por el riesgo de convertirlos en víctimas de esos crímenes. Un ejemplo claro son las extorsiones, ya que de acuerdo al Ministerio Público, aproximadamente el 80% de éstas procede de un centro carcelario. ı
El artículo 96 de la Ley del Régimen Penitenciario se refiere a la readecuación de la infraestructura carcelaria con el fin de eliminar la sobrepoblación. Se detallan los siguientes requisitos: un centro de detención preventiva en cada departamento, un centro de cumplimiento de condena por región y dos de máxima seguridad en el país. Esto implicaría según la ley, construir 13 centros de detención preventiva, cuatro cárceles de cumplimiento de condena y dos de alta seguridad antes del 2017, ya que los actuales nos reúnen los requisitos técnicos, lo cual a estas alturas es imposible de cumplir.ı cumplir.ı ı Los fondos adicionales para inversión en infraestructura carcelaria se empezaron a asignar asignar a par tir del año 201 2012 ya transcurrida t ranscurrida la mitad del plazo plazo que estipula estipula la ley. Los re-ı re-ı Cárceless hacinad Cárcele hacinadas, as, !un problema de pocos o de todos"
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querimientos de la ley se consideran irrealistas y sin fundamento técnico. Lo preocupante es que la institución debe operar con un marco legal que no se adapta a la realidad de la situación. ı !
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El déficit de inversión en infraestructura carcelaria se suele justificar por la falta de recursos económicos. Sin embargo se evidencia que actualmente es más un problema de una deficiente planificación y gestión o de priorización de recursos. Si bien la Dirección General del Sistema Penitenciario ha tenido asignado Q. 300 millones para inversión en nueva infraestructura durante los últimos tres años, los mismos no se han logrado ejecutar hasta el momento. ı ı La priorización de otros proyectos que se manifiesta a través de transferencias de estos recursos hacia otras unidades, revela una vez más, que el tema carcelario no ha sido considerado prioritario, especialmente el de infraestructura. Otro factor es la falta de planificación. El no contar con un plan de inversión y proyectos diseñados impide una eficiente ejecución de los recursos asignados. ı ı Los recursos financieros actuales revelan que los montos disponibles del 2014 y los asignados en el proyecto del presupuesto para el 2015 no serán suficientes para poder cubrir los Q. 1,100 millones para la adquisición de los módulos de deshacinamiento que está planeado realizarse el próximo mes. Los recursos para terminar la construcción de los mismos deben salir con transferencias de otras unidades, otros ministerios o de una ampliación presupuestaria de parte del Congreso. Para realizar la compra, el Gobierno recurrirá, una vez más, a la modalidad de compra por excepción, para acelerar el proceso y no tener que revelar información delicada. Se cuestiona este procedimiento ya que este mecanismo de adquisición ha sido criticado por su falta de transparencia.ı transparencia.ı
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El hacinamiento propicia cárceles sin suficiente presencia de la autoridad y permite la delincuencia que proviene desde los centros carcelarios, la cual afecta a toda la sociedad. ı
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El hecho de no haber aumentado la capacidad carcelaria por más de una década a pesar del aumento acelerado de la población reclusa, revela una evidente falta de planificación. ı
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La escasez de recursos económicos no siempre es la causa principal de la falta de inversión, sino también la deficiente ejecución de los recursos. El Gobierno actual no ha aprovechado los recursos asignados anualmente en el presupuesto. presupuesto.ıı
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Los requerimientos de la Ley del Régimen Penitenciario en materia de infraestructura carcelaria son irrealistas y sin fundamento técnico. ı Cárceless hacinad Cárcele hacinadas, as, !un problema de pocos o de todos"
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La situación actual definitivamente requiere invertir en nuevos espacios carcelarios, tanto por el aumento de la población reclusa, el cambio de perfil de la misma y por el estado deteriorado de los penales. No existe una verdadera verdadera cárcel de alta segu se guridad. ridad. ı
Para mejorar los índices de seguridad ciudadana se debe tomar en cuenta al SP en las planificaciones estratégicas de alto nivel y tener la voluntad de buscar una solución a largo plazo para contar con un sistema carcelario adecuado. La delincuencia que proviene de los centros carcelarios afecta a toda la sociedad.ı sociedad.ı ı
Se recomienda diseñar y socializar un plan de inversión en infraestructura a mediano y largo plazo, con criterios técnicos y basado en proyecciones de población general, la ocupación carcelaria, evolución del crimen y perfil de los reclusos. Dar continuidad al plan será clave para lograr y mantener una infraestructura penitenciaria adecuada. ı ı
Con Con una planificación actualizada y de largo plazo se podrán planificar, gestionar y ejecutar los recursos económicos necesarios a tiempo. Si las disposiciones legales no permiten ejecutar recursos por una excesiva burocracia, será necesario realizar los cambios que éstas requieren. Se recomienda evaluar en particular si el Ministerio de Gobernación, como encargado de garantizar la seguridad ciudadana, necesita otros mecanismos legales para realizar sus adquisiciones.ı adquisiciones.ı ı
La Ley del Régimen Penitenciario establece un plazo hasta el 2017 para adecuar la infraestructura a nivel nacional, proceso que aún no se ha logrado iniciar. Se recomienda realizar una evaluación a la ley y gestionar los cambios que la misma requiere para lograr un marco legal que pueda ser cumplido al tener tener una visión realista realista y técnicame técnicamente nte adecuada. ı ı
Definitivamente se necesita nueva infraestructura. Pero no sólo urgen más espacios, sino también mayor orden, control y seguridad interna. La nueva infraestructura debe ser aprovechada para lograr un cambio de cultura en los centros de detención. Es necesario que se estipule un nuevo régimen interno, un régimen disciplinario tanto para los privados de libertad como para el personal y que una nueva generación de personal de custodia labore en las nuevas instalaciones, sin ser mezclados con otros guardias. Estos cambios requieren una minuciosa planificación de largo plazo, que debe iniciar desde ahora. Se requieren nuevas cárceles con distintas dinámicas, debe aspirarse a una ampliación con transformación de la gestión. ı
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