MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS
ASIGNATURA: ENTORNO ECONÓMICO DE MÉXICO
CUATRIMESTRE: SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2016
TÍTULO: PRINCIPALES OBLIGACIONES PATRONALES CONFORME A LA LEY DEL SEGURO SOCIAL. CRÍTICA AL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL QUE EL ESTADO IMPONE
NOMBRE: JOSÉ ANTONIO FERRA CUEVAS
JUCHITÁN DE ZARAGOZA, OAXACA, OCTUBRE DE 2016
INTRODUCCIÓN En el capitalismo actual, el Estado participa activamente en la economía a través de la política económica, la cual se define cono aquella parte de la ciencia económica que estudia las formas y efectos de la intervención del Estado en la vida económica en el sentido de que no sería posible la previsión de los efectos de la de la intervención del Estado sin un conocimiento de las leyes económicas. A lo largo del curso de problemas económicos de México, se han planteado la evolución de la economía nacional, detectando sus principales problemas; sin
embargo, las medidas de política económica seguidas hasta hoy por el Estado mexicano, han sido de corte inmediatista y monetarista, cuyo eje central es la austeridad en busca de la estabilidad económica, lo que ha provocado que los problemas se agudicen y la crisis siga presente. Muchos autores que analizan el comportamiento de la economía nacional ya apuntaban ciertas tendencias y posibles soluciones a los graves problemas del país; sus planteamientos siguen vigentes. La política económica es el conjunto de mecanismos, instrumentos y acciones que aplica el Estado con el objeto de regular los hechos y fenómenos económicos. El objetivo principal de la política económica es lograr el desarrollo socioeconómico del país. El Estado, como organización social importante, también se identifica como sector público o administración pública, para diferenciarlo del sector privado o del sector externo, que intervienen en la economía.
1. ¿Qué elementos de seguridad económica y financiera se han introducido en México por parte de las autoridades gubernamentales como SHCP, Banxico y sus diferentes iniciativas y comisiones para prevenir una crisis como las que hemos tenido en el pasado (recordar 1988, 1994)? Asumió la presidencia el 1° de diciembre de 1988, el Lic. Carlos Salinas de Gortari, en un periodo extremadamente complicado para México, pues la crisis continuaba afectando la economía nacional. Durante este sexenio se continuó con la política económica basada en la planeación indicativa, a cargo de la Secretaría de Programación y Presupuesto. A través de lo que los especialistas llamaron "Terrorismo fiscal", Salinas obtuvo más ingresos; y se deshizo de muchas empresas propiedad del gobierno que funcionaban como pérdidas para reducir los gastos. Renegoció la deuda externa reduciéndola en un 26% e incluso, en 1991, se reportó el primer superávit en muchos años. Durante su sexenio, la red de carreteras se reestructuró y se puso en marcha el Programa Nacional de Solidaridad, que se encargó de dotar de agua, electricidad, o banquetas a pueblos lejanos de la ciudad. A nivel internacional se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y se lograron muchos intercambios comerciales y culturales con diversos países. El TLC, si bien su diseño e implantación benefició a nuestra nación, paradójicamente también llevó a la economía a integrarse comercialmente con los EEUU, y no a abrirse con respecto del resto del mundo; en efecto, cerca del noventa por ciento de nuestras exportaciones se dirigen hacia dicho país. Paralelamente, esta variable se convirtió en el motor del modesto crecimiento del PIB. Esto trae como consecuencia que se dependa en exceso del desempeño del vecino del norte. Naturalmente, cuando aquél entra en depresión económica, deja de adquirir nuestros productos, lo que ocasiona que ese motor de nuestro crecimiento – exportaciones hacia los EEUU- se vea deteriorado. Para apreciar esto, considere la composición de las exportaciones que arroja una explicación muy convincente. Antes es conveniente hacer una pequeña digresión:
existen productos que no pueden dejar de consumirse, como los alimentos; por otra parte, hay bienes que uno puede dejar de adquirir, como los automóviles o los electrónicos, en caso de enfrentar dificultades. Pues bien, son este segundo bloque de productos los que México le exporta en mayor medida a los EEUU. Es decir, la composición de nuestras exportaciones desafortunadamente no se encuentra debidamente diversificada. De aquí que cuando los problemas financieros de ese país afloran, lo primero que hacen es dejar de importarnos los productos. Si a esto se le agrega que el principal componente de aumento de nuestra economía lo constituyen precisamente las exportaciones, el resultado obvio es que el país decrezca abruptamente. En este sentido, nuestra recuperación depende en gran medida de que nuestro vecino del norte se recupere. Se espera que México decrezca en 8 puntos porcentuales para este año de 2009, con lo que se convierte en el país de la región de la América Latina que más caerá. La respuesta es que el crecimiento del resto de las naciones de la región dependen menos de las exportaciones a los EEUU. La moraleja es que México debiera diversificar sus fuentes de crecimiento, mediante la creación y fortalecimiento de un mercado interno.
EL FOBAPROA Cuando la crisis mexicana parecía que se iba a prolongar, las culpas se pusieron en el pasado. Cuando la recuperación fue más rápida de lo anticipado y se presentaron otras crisis en Rusia y en el sureste asiático, el gobierno de Zedillo se presentó como el milagroso salvador de la crisis, pero ocultó que él mismo la había generado, con sus errores a partir de diciembre de 1994. Entonces pretendió que las reformas estructurales del pasado, en que se basaba la recuperación, no le merecían más que vilipendio y descrédito, al haber alentado la descalificación en bloque de un gobierno al que el nuevo presidente le debía todo. Para cubrir y proteger sus decisiones discrecionales, los miembros del Comité aprovecharon que la Ley no establecía disposiciones para supervisar ni regular al Fobaproa. La Contaduría Mayor reportó que la CNBV no auditó al Fobaproa. Tampoco lo auditó la Secretaría de Hacienda, al no haber disposición expresa en la ley que lo exigiera. En los hechos, el vacío jurídico garantizó que, en el rescate de créditos y bancos, los operadores del Comité Técnico pudieran decidir la impunidad de unos, el castigo de otros y la falta de transparencia en el endeudamiento más grande en la historia del país. Lo hicieron sin supervisión ni rendición de cuentas. Entre otras estrategias o políticas la SHCP y Banxico han implementado una serie de estrategias o políticas como la venta de las reservas de divisas a diestra y siniestra, como ocurrió el pasado año 2015, que Banxico puso a la venta miles de millones de dólares para sostener al peso mexicano de su inminente caída ante el dólar, sin embargo, estas estrategias no le han servido de mucho al gobierno para frenar la crisis que se vive en todos los aspectos. Cabe decir que ha echado mano también para afrontar la crisis el recorte a los gastos públicos en detrimento del pueblo mexicano, en materia de educación, salud y otros temas.
Las crisis de 2008 y la de 2015, ¿qué tan severas han sido? Mucho se dijo que la peor crisis fue la del 2008/2009. Esto se debe a que porque en 1932 (cuando Pascual Ortiz Rubio era presidente), la economía se desplomó 14% y en
el 2009, el PIB disminuyó 6.5%, que fue la baja más grande desde entonces e incluso mayor a la de 1995. Sin embargo, esta conclusión sólo toma en cuenta el PIB y no los demás indicadores coincidentes; además, toma en cuenta la caída anual del PIB, lo que no deja precisar de manera correcta las fechas. En cambio, si analizamos bien los ciclos a partir del índice compuesto, encontramos que la recesión del 2008/2009 no fue la más larga ni la más profunda. La recesión del 2008/2009 no fue una crisis interna provocada por un desequilibrio en la balanza de pagos, un régimen cambiario inflexible y un agotamiento en las reservas internacionales, más bien, fue una crisis importada en su totalidad que vino en un momento en que la estabilidad macroeconómica, por fortuna, no andaba mal. ¿Cuáles fueron las consecuencias? La caída en el consumo privado en el 2009 fue casi una tercera parte de lo que fue en 1995 y la disminución en la inversión privada no llegó a estar cerca del desplome observado 14 años antes. El gasto del gobierno aumentó en el 2009 en comparación con una disminución en 1995, lo cual significa que el gobierno pudo realizar una política contracíclica en el 2009 que no pudo hacer en 1995. Si hacemos el mismo ejercicio de excluir las exportaciones netas de la ecuación del PIB, la disminución fue de 5 por ciento. A final de cuentas, la gran diferencia está en que, en vez de vernos beneficiados por un aumento de 30% en las exportaciones, sufrimos una caída de, aproximadamente, 20 por ciento. El PIB en México será menor para este 2016, que al esperado para 2015, al igual que sucedió en el 2014, el déficit presupuestal y la deuda externa mayores. Los hogares para este año redujeron sus ingresos, la mayoría de las empresas medianas y pequeñas se quejan de menores ventas y de una baja en la actividad económica, el dólar sube y presiona sobre los precios. La mayoría de los analistas habla de una tormenta financiera. Hay quienes atribuyen la creciente crisis en México, a partir del nuevo gobierno, a factores externos: la expectativa del aumento de tasas en EUA, el fortalecimiento del dólar, la crisis griega, y la baja internacional del precio del petróleo. Esos factores influyen, pero no son la causa fundamental de la cada día peor situación de la economía mexicana, sino las decisiones equivocadas de política económica del actual gobierno, por darle preferencia a ganar elecciones más que a prepararse de las presiones externas que se sabía iban a venir. La primera decisión equivocada fue enfrentar una esperada reducción de los ingresos públicos con un incremento de impuestos en lugar de una reducción de los gastos. Esa decisión se tomó básicamente para ganar el control del Congreso en las elecciones intermedias a mediados del 2015. El partido en el poder necesitaba dinero en las arcas del gobierno federal y en las de los gobiernos estatales. Aumentaron los ingresos del gobierno a costa de reducir los de los ciudadanos. El incremento de impuestos, que implica una traslación de recursos del sector productivo a un gasto improductivo, fue el detonante de la crisis mexicana y no factores externos. Si no se hubieran aumentado impuestos y se hubieran reducido los gastos públicos desde 2014, con presupuesto base cero o sin él, y no esperar al 2016, pasadas las elecciones, otra sería la situación en la economía mexicana. Las condiciones fuera del mercado de las licitaciones de Pemex y el atraso para reducir gastos en esa paraestatal, cooperaron a menores ingresos petroleros. Esas situaciones impidieron que México se beneficiara de la recuperación de EUA, su principal socio comercial, y sufriera, como casi todos los países emergentes, los perjuicios del fortalecimiento de los vecinos del norte.
2. Describe la canasta básica mexicana con la que se determina el INPC en México La Canasta Básica es el conjunto de bienes y servicios indispensables para que una persona pueda cubrir sus necesidades básicas a partir de su ingreso. La Canasta Básica mexicana se obtiene a partir de la Encuesta de Ingreso-Gasto de los Hogares (ENIGH) emitida por el INEGI. Dicha encuesta proporciona los gastos asociados de los hogares en 580 bienes y servicios. Con esta base el Banco de México selecciona algunos productos y servicios y los integra en una canasta básica y calcula el peso de cada uno en la construcción del Índice Nacional de Precios del Consumidor (INPC), a esto se le conoce como ponderación. Además, el Banco de México, mide la inflación a través del comportamiento del INPC. La canasta básica está compuesta por 89 bienes y servicios agrupados en las categorías siguientes: Alimentos, bebidas y tabaco; ropa, calzado y accesorios; vivienda; muebles, aparatos y accesorios domésticos; salud y cuidado personal; transporte; educación y esparcimiento, así como otros servicios. La canasta básica tiende a actualizarse, a través de cambios en su ponderación o en la aparición o desaparición de algunos de sus componentes, dados los cambios tecnológicos, aparición de bienes y servicios, o bien un aumento del ingreso familiar y los cambios en los hábitos y preferencias de consumo de los consumidores. Entre los primeros 10 elementos que conforman la canasta básica encontramos: 1.Arroz; 2.- Los aceites y grasas vegetales comestibles; 3.- Huevo; 4.- Pan de caja; 5.Galletas populares; 6.- Harinas de trigo; 7.- Pasteles y pastelillos; 8.- Pollo en piezas; 9.- Leche; 10.- Pasta para sopa. Actualmente si una familia quiere adquirir al menos 25 de ellos, tiene que destinar casi 10 salarios mínimos, lo que nos refleja nuevamente que las personas con ingresos menores no tienen posibilidad de consumir lo indispensable. Durante el gobierno de Felipe Calderón, el precio de la canasta básica de consumo registró un incremento acumulado de 29%, según el INEGI. Al menos 53 de los 80 bienes y servicios que la conforman mostraron un aumento superior a esa cifra. En contraste, el ingreso laboral per cápita en términos reales pasó de 1,342 pesos en diciembre del 2006 a 1,097 pesos en el primer trimestre de 2012, es decir, una caída de 18.26%, de acuerdo con el Coneval.
CONCLUSIÓN Podemos concluir diciendo que, al terminar la gestión de un gobierno federal, deja logros y avances pero también retos pendientes y problemas. Pensar que luego de seis años de gobierno un país se entrega sólo con activos es suponer que el ser social es inerte. Los problemas no se gestan de la noche a la mañana. Pero las crisis sí se pueden desencadenar en un corto tiempo. Errores y decisiones equivocadas pueden desatar una crisis en cuestión de horas. Hay crisis cambiarias que explotan cuando se rompe la credibilidad de los ahorradores y de los inversionistas. El crecimiento con estabilidad, la meta de millones de mexicanos desde hace varias décadas, sólo se da cuando coinciden dos factores: el primero es el crecimiento de la productividad combinado con una disciplina fiscal y monetaria que permita elevar el
ahorro interno; el segundo es la confianza. Sin confianza difícilmente responderán los ahorradores, los inversionistas o los trabajadores. En síntesis, se debe aplicar una política con una visión de largo plazo que permita sentar las bases de un auténtico crecimiento y sobre todo desarrollo; el gobierno actual debe cambiar ciertas estrategias en su política económica por otra que busque el mejoramiento del nivel de vida de todos los mexicanos y no de unos cuantos.