El Diario de un niño indígena
La autora de este pequeño diario es Ana Belén Manzano Galdeano, curso 4 de E.S.O (diversificación).
Esa mañana estaba lloviendo a cántaros. En nuestra tierra llueve muy fuerte y mueren muchas personas cuando esto ocurre. Ese mismo día por la tarde bajé a la playa para pescar unos peces para la cena, y me encontré con que en el mar había unas grandes barcas con personas diferentes a nosotras.
Esa misma tarde las personas de esas barcas llegaron a nuestro poblado, nosotros estábamos asustados porque no sabí sabíam amos os que que quer quería ían n o que que harí harían an con con noso nosotr tros os. . Esos Esos hombres preguntaron por el jefe de la tribu, pero como ello ellos s no sabí sabían an habl hablar ar nues nuestr tro o idio idioma ma no ente entend ndie iero ron n nada.
El 17 de Octubre de 1492
A la maña mañana na sigu siguie ient ntes es los los homb hombre re vini vinier eron on a nues nuestr tro o poblado para saber más cosas sobre nosotros, estuvieron viéndonos hacer las cosas cotidianas: como jugábamos los niños, como pescan o cazaban los mayores o como vivíamos, que hacíamos en nuestro ratos libres, etc... Noso Nosotr tros os no sabí sabíam amos os por por qué qué esas esas pers person onas as esta estaba ban n en nuestro pueblo y creo que ellos tampoco sabían a donde habían llegado, lo supe porque ellos no paraban de mirar sus sus map mapas y sus sus apun apunt tes de nave navega gaci ció ón. Ello llos lo que que querían querían era saber cosas sobre nuestra nuestra cultura, cultura, nuestra nuestra religión, etc...
Me pare arece que que esos sos homb hombr res no dur durará arán much mucho o aqu aquí en nues nuestr tra a tier tierra ra, , porq porque ue he nota notado do, , por por su agit agitac ació ión n de estos días, que los hombres blancos se irán muy pronto.
El 20 de Octubre de 1942
Este día llegaron los hombres blancos a nuestro poblado con muchas cosas para enseñarnos, y también para despedirse.
Nos enseñaron qué eran los libros de lectura, qué era una pistola, que era un lápiz y un papel, etc..., Al llegar el mom moment ento de la desp despe edid dida los los homb ombres res bla blanco ncos nos dijeron que nos portásemos bien, y nos regalaron armas de fuego, que así son como los llaman ellos. No estoy segura de que sea un buen regalo.
Nos fuimos con ellos a despedirlos, se subieron en unas canoas pequeñas para luego subirse a lo que ellos llaman “barco”. Nos despedimos de ellos y se fueron hacia el hori horizo zont nte e hast hasta a desa desapa pare rece cer r al fin. fin. Me sien siento to un poco poco tris trist te por por ello llos, porq orque me hubi ubiese ese gust gusta ado que se hubiesen quedado más tiempo para que nos hubiesen enseñado más cosas, pero tienen que volver a sus hogares con sus familiares. Aún así, no pierdo la esperanza de volver a verlos muy pronto.
DIARIO DE UN IND Í GENA GENA
TAMARA SANTIAGO CORT É S
12 DE OCTUBRE DE 1492
Al caer la noche, salí sal í del del poblado para dar un paseo, pues no pod í a dormir. Llegué Llegué al océ océano y vi en el horizonte una especie de embarcaci ón enorme. Me asusté asusté y fui corriendo a contá cont árselo a mi padre, pero él no me creyó crey ó. “Deja de estar inventando mentiras” me dijo. Lo que me dijo mi padre me dio que pensar, ¿y si en verdad lo he imaginado todo? Al fin y al cabo era de noche, mi mente me podr í a jugar alguna mala pasada ¿no?
13 DE OCTUBRE DE 1492
A la mañ ma ñana siguiente me desperté despert é un poco tarde, mis padres no estaban en mi choza. Salí Salí y tampoco habí hab í a nadie en el exterior . “Qué “Qu é extrañ extraño” —pen —penssé— ¿dó ¿dónde estaba todo el mundo?”. De repente vi a mi madre y un par de mujeres y niñ niños corriendo. Mi madre me cogió cogi ó del brazo y me metió meti ó en la choza. Me dijo que “habí “habí an an llegado unos hombres muy extrañ extra ños, pá pálidos, con extrañ extraños trapos en el cuerpo, hablando en otro idioma...” Me asusté asusté y, de pronto, me acordé acord é de lo que habí hab í a pasado la noche anterior, no habí habí a sido producto de mi imaginació imaginaci ón, vi la extrañ extra ña embarcació embarcación. Así Así que me í hacia el océ armé armé de valor y con mucho sigilo, me dirig í hacia oc éano. Cuando llegué llegué vi al jefe de la tribu hablando mediante se ñas con los intrusos, y todos se dirigieron hacia el poblado. Yo les segu í a con mucho sigilo, cuando llegamos le pregunté pregunt é a mi padre “ ¿quié ¿qui énes son esos hombres?, ¿y qué qu é es lo que quieren?” Él me respondió respondi ó que eran unos exploradores y que solo quer í an an un poco de comida caliente. Nadie se acercó acerc ó a ellos, solo el jefe y algunos hombres, pero parec í an an buena gente. Al caer la noche levantaron un campamento y se quedaron alg ún tiempo con nosotros.
16 DE OCTUBRE DE 1492 ños. Pasaron Pasar on alguno algunoss dí as as y ense ensegu guid idaa nos nos ac acos ostu tumb mbra ramo moss a los los extra xtrañ Lástima. Porque nos dijeron que pronto tení ten í an an que retomar el viaje. Nos dieron diversas cosas como muestra de gratitud, y a cambio nosotros tambié también les les ofre ofreci cimo moss alim alimen ento toss y algu alguna nass pro provisi vision ones es para para el larg largo o camino que les esperaba. Me hice amigo de uno de ellos, se llama Pedro. Es muy bueno y me trata muy bien, ademá además me enseñ enseña un montó montón de cosas que desconcí desconcí a, a, me habla de su tierra y lo mucho que la echa en falta, me habla tambi én de su esposa e hijo, y me cuenta que lo darí darí a todo por ellos. Ojalá Ojalá se quedaran con nosotros para siempre...
23 DE OCTUBRE DE 1492
Hoy es el dí dí a, a, hoy se van a marchar, les voy a echar tanto de menos... sobre todo a Pedro. Han recogido el campamento y todas sus pertenencias y lo han llevado a la gran embarcació embarcación. Por la tarde regresaron a lo que llaman “nav í o” o” para marcharse, pero Pedro y los demá demás me han prometido que volverá volverán. Pero antes de todo esto, todos les les hemo hemoss hech hecho o una una pequ pequeeña desp desped edid ida. a. Todos odos hemo hemoss reí reí do, do, hemos hemos cantado, bailado, comido... He despedido a Pedro desde la orilla y lo he observado cuando se ha embarcado, hasta que ha desaparecido por el horizonte. Ahora todos los dí d í as as voy al mar para ver si aparece el “naví “nav í o” o” con Pedro y todos los demá demás, pero no regresan... Aú Aún así así , no pierdo la esperanza de que algú algún dí a volvamos a reencontrarnos.
TAMARA SANTIAGO CORTÉ CORTÉS
DIARIO DE UN INDÍ INDÍGENA AMERICANO
Hamza 4ºDIV
12, octubre, 1492
Aquella mañana el jefe de la aldea nos habí a mandado a la orilla de mar a pescar. Eera un dí a como cualquiera hasta que levantamos nuestra vista de lo que estábamos haci hacien endo do y nos nos sorpr sorpren endi dimo moss cuan cuando do vimo vimoss venir enir hacia hacia nosot nosotro ross tres tres grande grandess construcciones de madera . Mientras se acercaban a nosotros se veí a que tení an an dentro personas, no eran personas como nosotros sino que ellos eran de una piel blanca y llevaban puesto encima unos trapos que cubrí an a n su cuerpo. Nos quedamos muy sorprendidos porque nunca habí amos amos visto tal cosa.
Cuando bajaron de la construcción de madera se pusieron a saltar y besar la tierra un buen rato, luego se pusieron a descargar grandes cajas de madera. Se adentraron en la selva y montaron un campamento allí , hicieron una hoguera y comieron. A nosotros no nos habí an an visto todaví a, a, pero el jefe de la aldea nos dijo que era muy probable que nos encontrasen. A la mañana ana sigu siguie ient ntee los los homb hombre re blan blancos cos nos nos enco encont ntrar raron on,, ello elloss tamb tambiién se sorprend sorprendier ieron on al igual igual que nosotros. nosotros. Lleva Llevaban ban unas armas peligrosa peligrosass de fuego y armaduras, cuando se reunieron con nuestro jefe de la aldea le ofrecimos alimentos y “chokolatl” la bebida que sacamos del cacao y ellos nos lo agradecieron regalándonos armaduras . Mien Mientr tras as pasa pasaba ban n los los dí as, a s, se aden adentr traba aban n más en las las sel selvas vas para para explo xplora rarl rlas as y conocerlas.
30 octubre 1492
Habí an an pasado dos semanas desde que llegaron y no quitaban la vista de lo que hací amos. amos. Habí a uno de ellos que siempre se poní a a retratarnos y otro se poní a escribir en un cuaderno lo que veí a de nosotros. En nuestra aldea nosotros les hací amos amos sentir como en casa, contemplaban nuestro bailes, costumbres y más cosas de las que hací amos amos cada dí a . 30 de noviembre 1492
Después de mucho tiempo instalados en la selva con nosotros, los extraños hombres deciden marcharse al lugar lugar del que vinieron. Se pasaron mucho tiempo tiempo cargando sus cosas y todo lo que nosotros les habí amos amos dado: dado: alimentos alimentos,, plantas, plantas, cacao cacao y otras otras provisiones. Cuando salieron se despidieron de nosotros y se fueron satisfechos.
DIARIO DE UN INDÍGENA........... CAROLINA SALINAS ROMERA 4ªD
12 octubre de 1492
como todas las ma ñanas, paseaba por la playa y me sent é en un roca observando el horizonte. A lo lejos vi algo extra ño con apariencia de nubes. Eran muy grandes, nunca hab í a visto otras iguales. Segu í observado y aquellas nubes se iban acercando a ún más. Cuanto más se acercaban, m ás grandes se hací an. an. Me sub í a la copa de un pino y desde all í podí a contemplar aquellos objetos que parecí an an nubes. Al cabo de un rato, observ é que lo que parec í an an nubes no eran nubes, eran unas enormes construcciones de madera en las que observ é que habí a gente dentro, pero no se parec í an an a nosotros. Ten í an an una piel p álida y vestí an an con trajes que nunca habí a visto antes. Fui a la aldea y avis é a los guerreros de mi tribu. Nos dirig dirigim imos os haci haciaa el luga lugarr dond dondee se enco encont ntra raba ban. n. Nos Nos esco escond ndim imos os en unos unos arbustos y observamos que bajaban en peque ñas barcas. Llegaron a tierra y all í observaron el terreno y otros hombres bajaban cargamento pesado. Llevaban armas de fuego. Algunos rostros pálidos han hecho un especie de campamento. Los guerreros de la tribu se quedaron vigilando. Dijeron que atacarí amos amos por la ma ñana. Por la noche me escap é de mi aldea y cog í mi canoa y entre las rocas lo observ é más cerca, porque sent í una gran curiosidad de saber quiénes eran y qu é vení an an a buscar. Me qued é en silencio y segu í con la mirada atenta donde estaba el campamento. De pronto alguien me sorprendi ó por detrás. Era uno de los rostros p álidos. Intenté escapar pero no pude. Me hizo unas señas como diciéndome que no me har í a nada. Hablaba en una lengua Hoy,
extraña. Me llev ó al campamento a hablar con su jefe. Me hablaban, pero yo no entendí a nada. Me hac í an an gestos y entend í que querí an an hablar con el jefe de la aldea. Me fui corriendo a mi aldea y habl é con el jefe de la tribu .A la ma ñana siguiente volví al campamento de los rostros p álidos y les indiqu é dónde estab estabaa mi alde aldea. a. Lleg Llegam amos os a la alde aldeaa y todo todoss se qued quedar aron on sorpr sorpren endi dido dos. s. Llegamos hasta donde está el jefe jefe de la tribu. tribu. Se saludaron y empezaron hablar aunque no entendamos entendamos nada. Nos entendimos entendimos por gestos gestos y comprendimos comprendimos que vení an an en son de paz. paz. Los Los recib recibimo imoss con unos unos manja manjares res y vieron vieron nues nuestra trass costrumbres. Nos visitaban cada d í a y nos observaban. Lo apuntaban todo en un pequeño bloc. Pasaban los d í as as y llegó el dí a de la despedida. Entonces me di cuenta de que les hab í a cogido cariño. 23 de octubre, 1492 Por la ma ñana los rostros pálidos recogieron el campamento y en las peque ñas barcas lo llevaron llevaron al gran bote de madera. Todos Todos los de mi tribu nos acercamos a la orilla de la playa para despedirnos e intercambiamos algunos presentes. Ellos nos regalaron varias cosas, como armas de fuego y nosotros les dimos alimentos para el viaje que seguro que ser í a largo. Al atardecer se marcharon y nos hicieron hicieron un gest gesto o como diciendo diciendo que que volve olverr í amos amos a vernos pronto. Se fueron alejando hasta que desaparecieron del horizonte. ¡¡¡Ojal á los vuelva a ver pronto!!!
EL DIARIO DE LOS INDÍGENAS Y LOS VISITANTES
SOUFIANE KHAY 4º ESO PARA EL ÁMBITO SOCIO-LINGÜÍSTICO (AITOR)
12 de octubre del 1492 Un dí a estaba de caza por el bosque y de repente aparecieron tres barcos, que yo no sabí a lo que eran. En ese mismo momento me escondí para que no me vieran . Cuando se bajaron me sorprendió lo que llevaban puesto, se vestí an an deferente a nosotros, tení an an cosas que nuestra aldea no tení a , también tení an an armas fuego y cosas más. Caminaron hacia el bosque durante media noche asta llegar a mi aldea , los de mi aldea se sorprendieron , por que nunca aví an an visto ningún humano con armas de fuego y con ropa deferente a la nuestra. Los recibimos con una sonrisa , yo me acerqué a ellos para para hablarles hablarles pero pero no me entend entendí an an , les volví a hablar pero nada, pues les estuve hablando con señales que ellos entendí an, an, les presenté a mi familia y a mi tribu y también les presenté los alrededores de mi aldea.
20 de octubre del 1492 Durante una semana y un dí a los visitantes estuvieron en la aldea. Una mañana los visitantes quisieron quisieron salir de la aldea para para saber lo que habí a a las afueras, yo yo que conocí a todos los rincones, les lleve a un lugar maravilloso, en el que habí a cascadas de agua.
Luego nos volvimos a la aldea, de camino nos tropezamos con un jabalí . Uno de los visitantes disparó. Me sorprendió lo rápido que lo mató y la facilidad con la que salió la bala . Me dijo que si querí a, a, pero no lo entendí . Lo comprendí luego, porque hablaba con gestos. Yo encantado la cogí y me explicaron como se utilizaba. Era maravilloso disparar con el arma de fuego, y era mas f ácil
cazar con ella. Después de llevarles a las cascadas de agua, nos dirigimos a donde yo tení a mi huerto, allí nos encontramos con mi familia trabajando.
30 de octubre del 1492 Después de otra semana que estuvieron con nosotros ya se tení an an que volver a viajar de vuelta a su paí s natal . Eran personas buenas e inteligentes y nos dejaron unas cuantas armas para cazar. Gracias a ellos somos mas peligrosos y cazamos mas rápido que antes .
EL DIARIO DE UN NAVAJO
Imad Bonnouh 4º Diversificación
12 de octubre de 1492 Hoy por la mañana me levante temprano como siempre hago. De repente vi unos barcos que se acercaban a la orilla. Del barco salían algunas personas muy raras que no se parecían nada a nuestra tribu, llevaban algunos trapos para taparse. Toda la mañana estuvieron descargando algunas cajas que estaban en el barco. Yo me escondí para que no me vieran. Las personas personas de la tribu dicen que llevaban llevaban algunas armas de fuego fuego y que eran muy peligrosos, mi madre dijo que mejor no nos vean pero al final nos han visto. Por la tarde estuvieron estuvieron montando montando unas tiendas tiendas de campaña. campaña. Cuando terminaro terminaron n de montar las tiendas de campaña y fueron a dar una vuelta, se encontraron a unas mujeres de la tribu en el río lavándose la ropa, pero no hicieron nada. Al fin llegaron a nuestro campamento e intentaron hablar con nuestro jefe, pero no pudieron comunicarse con él, porque ellos no sabían nuestro idioma y hablaban una lengua diferente a la nuestra. Nos han ofrecido algunos regalos, pero nosotros los hemos rechazado, porque nunca habíamos visto cosas tan extrañas. El jefe de mi tribu les enseño el sitio donde vivíamos. Por la noche, los hombres han vuelto vuelto a su campamen campamento to para dormir dormir. Las persona personass de nuestro nuestro tribu tribu han ayudad ayudado o a los visitantes. Yo no creo que es una buena idea ayudar a las personas que no conocemos, pero yo soy un niño, no me escuchan y no me hacen caso.
21 de octubre Ya han pasado ocho días. Hoy, cuando me desperté, me encuentré, a los visitantes en la cabaña de nuestro nuestro jefe. Estaban intentando intentando comunicars comunicarsee mediante signos signos y no lo han conseguido conseguido y nos han pedido que les enseñemos nuestras costumbres. Durante el día los hombres estaban viéndonos como trabajábamos, como hacíamos nuestras tareas y ellos no han enseñado algo sobre sobre su idioma. Estan todo el tiempo mirando las mapas, creo que no esperaban llegar a nuestra tierra. Me parece que no van quedarse mucho tiempo con nosotros, dicen que quieren volverse otra vez a sus tierras.
29 de octubre Hoy me he despertado temprano y he encontrado a los visitantes recogiendo sus equipajes. Cuando han terminado, terminado, han llevado llevado los equipajes equipajes al barco. Les hemos dado alimentos alimentos para su viaje, viaje, y también les hemos ofrecido objetos. Ellos nos han ofrecidos algunas armas de fuego. Por la tarde, los visitantes fueron a sus barcos y desaparecieron en el mar. Yo creo que volverán a nuestras tierras.
EXTRAÑAS PERSONAS LLEGAN A NUESTRA TIERRA
MARÍA DEL MAR SANTIAGO HEREDIA, 4º DE DIVERSIFICACIÓN
12 DE OCTUBRE DEL 1492 Cuando desperté, era un día precioso, salí fuera de la cabaña, y vi a unas personas extrañas, que venían en barco. Sus ropas eran muy raras porque llevaban mucha ropa y muy coloridas. Y nosotros no habíamos visto tal cosa nunca. Nos pareció que venían a por nosotros. Nuestro jefe no quería hablar con ellos porque parecía que nos iban a hacer algo, pero al final decidió que a lo mejor tenían algo bueno que decir. No sabíamos lo que decían, porque no comprendíamos lo que decían, pero con señas nos entendimos finalmente. Se establecieron en las orillas del río. 18 DE OCTUBRE DEL 1492 Ya ha pasado una semana. Esta mañana han venido a nuestra aldea. Para que les enseñemos nuestras tierras y nuestras costumbres. costumbres. Nos hemos comunicado mediante señas. Durante todo el día nos han estado observando todo lo que hacíamos. Nos han regalado alimentos nuevos que nosotros no habíamos visto nunca. 23 DE OCTUBRE DEL 1492 Esta Esta mañan mañana a he despe despert rtad ado o y hemo hemoss vist visto o a esa esa gent gente e extr extrañ aña a que que se marchaban, estaban recogiendo todo. Nos han regalado comida. Nos hemos despedido de ellos. Le hemos dado comida para su largo viaje. Y al atardecer se han marchado en su barco. Creo que volverán. Autor/a: MARÍA DEL MAR SANTIAGO HEREDIA
Diario de un ind í í gena gena
Buha Catalin-Flaviu Catalin-Flaviu 4 E.S.O Diver
Diario
12 de Octubre de 1492 Era un dí a estupendo. Estaba paseando por la playa como siempre y pensando en mis cosas cuando vi a los lejos, muy lejos, unas embarcaciones grandes de madera y las vi como se acercaban a nuestra playa. Y esperé a ver ver si se acercaban acercaban más a la orilla. Se pararon cerca de la orilla y vi como salí an an de la embarcación de madera unos barcos pequeños con una gente muy rara, de color blanco y con con unos unos trapo traposs extra extrañoss. oss. Yo me escondí cerca para vigilar lo que hací an. an. Empezaron a investigar la tierra, y al final nos encontraron pero no nos podí amos amos entender entre nosot nosotro ross porq porque ue ellos ellos no habla hablaban ban nuestro nuestro idioma. idioma. Empeza Empezaron ron a obser observa varno rnoss todo todo el dí a y a coger apuntes de lo que comí amos, amos, de las costumbres, de los juegos y de nuestras costumbres. 13 de Octubre de 1492 Por la mañana cuando me levanté, salí y vi a nuestros nuestros visitantes visitantes recogiendo sus sus cosas y subiéndolas ndolas de nuev nuevo en sus botes botes y despu después a la construcción grande de madera que llaman “nave”. Después de terminar de recoger vinieron a despedirse y nos regalaron algunas cosas nuevas y algunas algunas armas de fuego. Nosotro Nosotross les dimos dimos alimento alimentos, s, algunos algunos animale animales, s, algunas algunas frutas frutas y verduras para que las cultivaran en sus tierras. Y se fueron. Les miramos durante un buen rato hasta que desaparecieron y ya no los vimos más. ¿Volverán? The End
EL DIARIO DE UN INDÍGENA
AUTORA: NOELIA MONFERRER MARTÍN
12 de octubre del 1492 Esta mañana cuando me levanté, estaba todo muy extraño. Cuando salí de mi casa hab í a unas personas muy raras, no ten í an an el mismo color de piel que nosotros, estaban muy blancos y vestí an an de otra forma. Se hac í an a n la ropa con sábanas y hací an an muchas cosas extrañas, hablaban muy raro, no se entend í a lo que decí a. a. Empezaron a romper cosas, a tirar piedras a todas las personas que encontraban. Me acerqué para tranquilizarlos, empecé a hablar con ellos. Les pregunté a qué habí an an venido, por qué estaban rompiendo las cosas. No les entendí a muy bien pero dec í an an que allí no habí a normas, que hací an an lo que querí an an porque nadie les podí a decir lo que estaba mal mal y lo que estaba estaba bien. 19 de octubre del 1492
Al principio, cuando llegaron, les gustó mucho el paisaje, las monta ñas. Se pensaban que les bamos a hacer da ño, pero después se dieron cuenta de la buena voluntad de nuestra tribu. í bamos Nos enseñaron su lengua, cómo se escribí a y se le í a. a. Nos mostraron los instrumentos que usaban para cultivar la tierra y c ómo se llamaba su dios. A cambio, nosotros les enseñamos nuestras costumbres, nuestros bailes y nuestra religión. 23 de octubre del 1492
Poco a poco se fueron adentrando en la selva, hasta perderse de vista. Al cabo de unos d í as as volvieron, pero estaban magullados y habí an an pasado hambre. Al parecer hab í an an sufido el ataque de otra tribu. Después de unos dí as as de descanso, recogieron sus cosas y se embarcaron de nuevo, rumbo a su hogar. Han prometido volver, pero yo no estoy muy seguro de que vuelvan.
El diario de un indígena
Autor: Cristina Bonilla García
12 de Octubre de 1492 Esta mañana cuando me levant é estaba todo muy raro, llegaron unos hombre muy extraños en trozos trozos de madera madera gigante gigantescos scos.. Eran muy blancos blancos y vest í an an con unas ropas raras. Cuando llegaron y salieron de las maderas gigantes se tiraron a la tierra como si no la hubiesen hubiesen visto visto nunca. Llegaron Llegaron con con tiendas, tiendas, ten í an an pensado quedarse aquí por un tiempo, nosotros los acogimos y los llevamos con nosotros, les dimos de comer y todo eso, aunque nos cost ó entender lo que dec í an an porque no hablaban nuestra lengua. 15 de Octubre de 1492 Ya llevan 3 dí as as aquí viviendo con nosotros y ya mas o menos nos entendemos, arreg arregla laro ron n sus sus made maderas ras giga gigant ntes es,, a las que que ellos ellos llaman llaman “bar “barco co”, ”, porq porque ue como como vinieron de lejos, pues se rompieron un poco por las tormentas y vientos. Fueron muy amables, nos regalaron frutas de sus tierras y estaban muy buenas. 22 de Octubre de 1492 Llevan aquí 20 dí as as y ya ya se van, van, pero parece que tienen pensado volv volver. er. Espero que sea pronto porque al final me han ca í do do bien, y ademas que la comida de esas tierras de las que vienen vienen está muy buena y que traigan ni ños de de mi edad edad para para hacerme hacerme amiga suya.
EL DIARIO DE UN IND ÍGENA DE UNA ISLA MARAVILLOSA
12 DE OCTUBRE DE 1942 Por la mañana me levanté, me di un buen baño en el rí o e hice mis tareas cotidianas, como llevar agua a mi tribu, coger leña y cazar animales para poder comer. comer. C Cuando uando volví a mi poblado, vi unas extrañas siluetas de madera madera . Cuando se estaban acercando avisé a mi tribu y no se podí an an creer lo que estaban viendo. Estaban ya ya en la orilla y todos salimos corriendo. corri endo. Después desembarcaron y vinieron a explorar nuestra isla, que se llama Guanahani, y le pusieron la isla de San Salvador. Salvador. Me molestó mucho que se apoderaran de nuestra isla, pero me pudo la curiosidad, ya que nunca habí a visto criaturas como aquellas, que eran de un color de piel pálido y tení an an unas extrañas cosas en las manos. Al final nos descubrieron y hablamos con ellos y les preguntamos de donde vení an. an. Nos dijeron que vení an an de un lejano lugar llamado España. El que parecí a estar al mando nos dijo su nombre. Se llamaba Cristóbal Colón. Sus compañeros estaban enfermos y nosotros los curamos con hierbas curativas procedentes de nuestro poblado. Tantos Tantos meses fuera de su paí s y sin médicos y sin medicina hicieron estragos entre la tripulación.
23 DE OCTUBRE DE 1492 Convivieron con nosotros y descubrimos muchas cosas de ellos. Nos dejaron sus armas y tiramos unos cuantos tiros, eran fantásticas porque con ellas podí amos amos buscar mas rápido las presas para poder comer. Comimos cosas que nunca habiamos comido, nos dieron un cargamento de frutas muy extrañas y nosotros a cambio les ofrecimos nuestros arboles de cacao, que les sorprendió gratamente .
Este árbol producí a unas semillas que se llamaban cacao. Era muy amargo pero se podí a beber con agua y con chile. Se llevaron muchos frutos de cacao y a cambio nos ofrecieron cuentas de colores. Dijeron que se embarcarí an an dentro de una semana y les dimos todas las cosas que necesitaban.
Oro
Guayaba
Espinacas
9 DE NOVIEMBRE DE 1492 Cristóbal Colón se despidio de nosotros diciendo que iba a volver otra vez pero con mas tripulación. Nos despedimos de ellos con los ojos llorosos porque nos cayeron muy bien y descubrimos, como ellos, cosas nuevas.