Diagnóstico, horizonte y principios políticos del Movimiento Autonomista
RESOLUCIONES CONGRESO “CONSTRUYENDO “CONSTRUYENDO ALTERNATIVA” 1er CONGRESO DEL MOVIMIENTO AUTONOMISTA Noviembre 2016 a Marzo de 2017
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1era Edición, otoño de 2017 Agradecimientos Equipo de diseño y diagramación Daniel Hanselman Pola Jara Paulina Reyes Javier Velasco Transcripción Transcripción de los votos originales y corrección de estilo Rodrigo Cruz Felipe Valenzuela Javiera Vallejo Stefano Salgado Matias Meza
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Introducción: Corriendo el cerco de lo posible Hace un poco más de un año, lo que hoy llamamos Movimiento Autonomista, pasaba por un momento difícil y decisivo; el proceso de convergencia de las organizaciones de la corriente autonomista habí a terminado mal. A primera primera vista, vista, parecí parecíaa que el problema había sido la diferencia entre las tesis defendidas por las emergentes fracciones. Sin embargo, al mirar las cosas con mayor profundidad, advertimos que en el corazón de la ruptura había habí a una distancia insalvable entre las maneras de imaginar la organización que estábamos construyendo: mientras unos apostaban por la probada astucia de unos pocos y la mucha disciplina de los más, otros confiamos en la deliberación ampliada de los muchos y en el enigmático “mandar obedeciendo”, obedeciendo”, que resuena hace un tiempo desde desde abajo y a la izquierda. Nos declaramos en “estado de congreso” para hacer nacer una nueva organización polí tica y corrimos un primer cerco: decidimos dar vuelta el proceso, apostamos por invertirlo. En vez de acordar por arriba los términos de la emergencia autonomista, convocamos a todas y todos los que se sintieran llamados por la idea de autonomía autonomí a y por lo que proyectaba nuestro trabajo desde los espacios institucionales, institucionales, estudiantiles, sindicales, feministas y territoriales. Así, Así, miles de personas a lo largo de Chile, de distintas culturas culturas militantes y no militantes, se reunieron en las unidades congresales a discutir sobre la organización que soñamos y necesitamos. Centrándonos en diagnóstico, principios, horizontes, desafío y orgánica, dimos forma a una discusión que avanzó en instancias locales, locales, regionales y nacionales. Finalizando Finalizando con una serie de referendos de carácter nacional, donde las y los uconianos participamos para ratificar las posiciones de este nuevo esfuerzo que hacíamos emerger. Las resoluciones de nuestro Congreso Construyendo Alternativa han sido la carta de navegación de nuestra acción en estos primeros meses de instalación política polí tica y orgánica. orgánica. Ahora, encaramos encaramos una nueva etapa y necesitamos necesitamos construir la brújula brújula que guíe nuestro sur durante durante el 2017, para avanzar avanzar en la constitución de de un nuevo sujeto-pueblo de voluntad revolucionaria, al calor de la lucha electoral más relevante de la izquierda chilena en el último tiempo, y del esfuerzo coordinado para rearticular polí tica y socialmente el malestar social y las voluntades de cambio, desde una apuesta de mayorí as, desde nuestros territorios, desde las luchas sociales que vienen cuajando hace años y de aquellas que también comienzan a surgir en estos tiempos. Preparando esta edición nos hemos dado cuenta del valor de las resoluciones del Congreso. No solo por la forma en que construimos este proceso, sino también por la capacidad que tienen s de expresar una columna vertebral que atraviesa desde las definiciones estratégicas hasta los lineamientos básicos de un modelo orgánico, dando cuenta del ethos autonomista que hemos construido de manera colectiva y que determina nuestro rol y posición en el campo de las fuerzas transformadoras. A pesar de no ser un
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documento documento perfecto y de no representar un plan político, es valioso por su consistencia consistencia y por su capacidad capacidad de darnos orientaciones para resolver los desafíos del inestable panorama en el que actuamos. Esta columna vertebral parte con una definición certera que cruza todo el diagnóstico: el neoliberalismo no es solamente un reacomodo del capitalismo, sino que es una racionalidad política que impacta “en todos los ámbitos de la vida humana”, destruyendo las bases mí nimas para que una democracia efectiva sea posible. De esta manera, la privatización no se limita al ámbito estrictamente económico, sino que avanza sobre los derec derechos hos soci sociale aless y los los biene bieness comun comunes es,, natur naturali aliza zando ndo la desig desigual ualdad dad soci social, al, la comp compete etenci nciaa y la destrucción del medio ambiente, desplazando las aspiraciones igualitarias, las formas respetuosas de relación con la naturaleza, y la solidaridad como fundamento fundamento de una sociedad política. La misma política y la democracia son privatizadas, clientelizadas, mercantilizadas, difuminando su carácter transformador y emancipador. Al mismo tiempo, los parámetros economicistas lo invaden todo, desde el sentido de desarrollo y éxito, hasta nuestras relaciones afectivas, justificando la exclusión y segregación de lo (las y los) impro improduc ductiv tivo. o. Mientr Mientras, as, la margi marginal nalida idadd es crimin criminali aliza zada, da, y la crimin criminali alida dadd tambié tambiénn es priva privatiz tizada ada,, apuntando al carácter “anti-social” del sujeto, y no al sistema como principal productor del problema. Así, la reproducción del modelo se sostiene sobre la desarticulación, desarticulación, la atomización y la deshumanización deshumanización en torno a la desconfianza, la competencia y el exitismo, dando paso a relaciones de violencia en todos los planos sociales. Lo normal y lo posible son márgenes estrechos en este sistema. La valoración que hacemos de nuestras capacidades, la construcción de aquello que denominamos normal, posible y bueno se construye en torno a la productividad económica y a la reproducción del modelo. De esta forma, quienes quedan en el “margen” de esta sociedad cada vez somos más, siendo excluidas, abandonadas, discriminadas, menospreciadas, vulneradas, oprimidas y explotadas. El ritmo de la vida neoliberal nos enajena a todas, haciendo, además, que aquellos márgenes se vuelvan invisibles, irrelevantes, oscuros, secundarios. Así, nos vemos inmersos en una una soci socieda edadd que que sólo sólo valor valoraa la juven juventud tud adult adultaa cuan cuando do es “plena “plena”,”, intel intelect ectual ual y físic físicame amente nte,, aprovechando el mayor trabajo posible al menor costo; desplazamos a los niños, niñas y adolescentes, a los adultos mayores, a las personas en situación de discapacidad o aquellas que expresan neurodiversidades, a las mujeres, a los pobres, a los migrantes, a los presos, desconociéndolos como sujetos de derecho, abandonandolos abandonandolos a sus suertes, esperando esperando que el trabajo doméstico no remunerado y que la criminalización hagan lo suyo. Frente a esto, nuestro horizonte no apunta sólo a superar el neoliberalismo, sino que también a superar el capitalismo. A algunos les sonará pretencioso, a otros inútil. Sin embargo, es una definición profundamente estratégica. Superar el capitalismo es reencontrar lo común, es refundir lo social y lo político, es conquistar la libertad plena. Nuestro horizonte es de emancipación, de liberación y por ello democrático, feminista y más allá de las fronteras nacionales. De ahí que no sirva cualquier democracia, sino una democracia radical ( de raíz), que sea capaz de recuperar la soberanía secuestrada en la forma estatal y devolverla a los pueblos en sus territorios; que permita y fomente el surgimiento de relaciones sociales (y productivas) no capitalistas, desde lo local a lo global. 4
Por todo esto, la idea de descentralización aparece una y otra vez en el texto, junto a la libre determinación de los pueblos, a una nueva relación con la naturaleza y a la superación del modelo productivo extractivista y rentista sobre la base de solidaridad, comunidad y cooperación. Por eso, la lucha por los derechos sociales tiene que ser enriquecida con una perspectiva feminista y comunitaria, tal como aparece en nuestras resoluciones. Por ello, también resulta central el feminismo como una forma de politización de lo privado, que revela las formas de explotación y dominación patriarcal y su violencia a veces velada, otras veces explícita; y que llama a ensanchar nuestra concepción de lo político para enfrentar al capitalismo y su patriarcado en todas sus ramificaciones. Algunos pensarán que nuestra definición por la superación del capitalismo nos puede paralizar, marginar, hacer errar. Sin embargo, debe funcionar como una orientación estratégica, como faro apuntando al lugar donde queremos llegar, como pellizcón para no dormirnos en el camino al destino emancipatorio. Debe compelernos a actuar esforzándonos por articular y dialogar el aquí y ahora con nuestra utopía, por prefigurar nuevas formas de relaciones sociales y de vida. Debe recordarnos que nuestro horizonte sigue siendo desconocido y que sólo avanzamos corriendo los cercos al tiempo que construimos camino. Por eso, nuestro esfuerzo no se acaba con la sustitución del Estado neoliberal por uno de bienestar, y nuestro afán no es convertirnos en la generación de recambio para liderar la modernización del capitalismo en Chile. Nuestro esfuerzo busca implantar en las reformas socialdemócratas los gérmenes que nos permitan ir más allá, que nos permitan correr los cercos. Por esto, en esta hora de emergencia de una alternativa democrática, la cuestión de cómo se despliega el Frente Amplio es clave, y así lo entendimos en nuestro Congreso. Este esfuerzo es una apuesta por amplitud frente a la crisis que se vive en nuestro país, para avanzar en la constitución de un sujeto de mayorías, capaz de identificarse en una polaridad entre el pueblo y las elites gobernantes y empresariales. Nuestra tesis de amplitud aún está en construcción y disputa dentro del Frente Amplio, y no puede confundirse con la disputa por el centro, así como tampoco puede subordinarse a una idea de radicalidad como consigna izquierdista. Hoy, debemos tener la capacidad de convocar a amplios sectores descontentos con este modelo a transformar lo que existe y disputar el carácter de la política y el sentido común neoliberal y conservador, desde nuestros principios, antagonismos y horizontes. Éstos no sólo son necesarios, sino que también son posibles. El Frente Amplio no nos sirve como una mera alianza electoral, ni como una mesa de organizaciones que resuelve desde arriba. Sólo avanzamos en nuestro itinerario si logramos desplegar a este referente como un espacio anclado en los territorios y sus luchas sociales, que permita la participación basal de las organizaciones políticas, sociales y de las personas con convicción transformadora, en las configuración y proyección de este actor y también en las decisiones claves de la coyuntura actual. Este actor pronto debe dejar de invitar a relacionarse con él, para permitir el empoderamiento colectivo respecto de él. Una orgánica democrática para que el pueblo decida es el mejor antídoto contra la burocratización, que amenaza a toda fuerza social y política que se comprometa en la lucha política. En este camino ya nos embarcamos y
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aunque no será fácil volcar a todas las fuerzas a un proceso de constitución desde abajo, deberemos construir este objetivo desde nuestros espacios de intervención y de dirección. Los principios de igualdad y democracia, sumados al llamado a crear una “ética polí tica propia”, feminista y colaborativa, toman forma en los lineamientos orgánicos que acordamos para nuestro Movimiento, los que tienen, en este sentido, una vocación prefigurativa, invitándonos a empezar hoy mismo a ensayar las formas y prácticas de la sociedad que soñamos. Esta ética política propia nos toca construirla, a la vez que construímos organización. Y construir organización va mucho más allá de establecer una estructura. Es construir una forma de relacionarnos, una identidad y sentido de colectivo, una confianza política que, sin conocernos personalmente, nos dé certezas de estar construyendo en una misma dirección; es construir una actitud crítica, fraterna y colectiva mas no complaciente, es construir democracia y feminismo en el cotidiano; es luchar contra la burocratización, el mal trato, el egoísmo y el vanguardismo. Nuestra organización tiene una centralidad constitutiva: la política. Somos una organización política, pero no adoptamos mecánicamente la forma de partido -aunque estemos actuando en su arena- sino que apostamos por organizarnos como un movimiento de nuevo tipo , en construcción constante, radicalmente democrático, que sirva para empoderar al pueblo en la lucha polí tica. Quizás esto responda a la intuición fundamental del autonomismo y del feminismo, esto es, a la necesidad de superar la identificación de lo polí tico con lo estatal, porque lo estatal es sólo una parte del entramado de dominación que enfrentamos. Nuestra autonomía es, en este sentido, autonomía respecto de la naturalización de lo establecido, respecto de la caja del modelo. Más que conclusiones, presentamos estas orientaciones, esta carta de navegación autonomista, porque aquí no ha terminado nada. Que este documento no se asuma cerrado ni definitivo, y ojalá nunca llegue a estarlo, porque habremos dejado de crear e imaginar. Encontremos aquí más bien una parte de la historia de uno de los muchos nuevos comienzos de las fuerzas populares, que aunque golpeadas, no estamos derrotadas. Encontremos el esfuerzo por levantarnos y mirar todo lo que ha cambiado y adaptarnos e imaginar. Encontremos también el producto de mirar hacia atrás, recoger lo mejor de nuestra tradición socialista y libertaria, feminista y ecosocialista, y proyectarlo al futuro. Al mismo tiempo, encontremos aquí una afirmación de nuestras intuiciones: al pensar juntos, elaborar juntos y decidir juntos, somos más inteligentes, somos más fuertes, somos más Nosotres. Aquí nada termina compañeras, aquí cada día es continuar. Junio de 2017 Constanza Schönhaut Soto Secretaria General Movimiento Autonomista
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I. Diagnóstico
1. Del impacto del neoliberalismo en nuestra democracia Las reformas neoliberales implementadas en Chile durante la dictadura significaron, por una parte, el término abrupto de largas luchas de transformación social que se habían robustecido en el contexto de la Unidad Popular, y por otra, la instalación de un nuevo modelo político, social y económico que, profundizado por la Concertación y la Derecha en los últimos 27 años, nos sitúa hoy en una fase brutal de desarrollo capitalista, caracterizada, entre otros factores, por la radicalización de las desigualdades en todos los aspectos de la vida. El neoliberalismo se ha convertido en el modo en que el capitalismo contemporáneo se extiende en todos los ámbitos de la vida humana y en todos los grupos sociales. Su instalación se llevó a cabo inicialmente a través de una Constitución plebiscitada en forma ilegítima, en 1980. Este instrumento, hecho a la medida de la élite, puso una serie de frenos a la participación de todos los actores de la sociedad en la construcción de un modelo que garantice bienestar al país. Esto ha implicado, en el largo plazo, una atomización de todo tipo de organización social, y en definitiva, una desarticulación de los distintos movimientos sociales. En su forma actual, este régimen, liderado por el duopolio (Derecha y Nueva Mayoría), se encuentra hoy debilitado por una crisis de legitimidad política y social (a raíz, entre otras cosas, de la corrupción en ambos conglomerados). Sin embargo mantiene mecanismos de control sobre la sociedad y excluye todos los intentos de construcción social por fuera de los márgenes que ellos mismos establecen como posibles. Este escenario presenta una oportunidad para la conformación de una alternativa política y social que construya un nuevo orden; pero su imaginación y articulación debe plantearse más allá de los espacios de participación existentes al dia de hoy, que por lo general son no vinculantes y/o están cooptados por los partidos políticos tradicionales. En efecto, si bien estos partidos se han visto debilitados en su credibilidad y capacidad de convocatoria, la maquinaria que han desplegado durante los últimos 27 años ha marcado los límites de la actividad política en el país, siempre al servicio de los intereses de la clase dominante y en función de la reproducción de los aparatos legales y burocráticos que legitiman su existencia. Todo esto se traduce en un quiebre entre lo político y lo social, que aparecen como incompatibles e inaccesibles. Esta separación se profundiza con el problema del centralismo, que se expresa en el desequilibrio entre la capital y las regiones, y al interior de las mismas regiones, entre su capital y el resto de las ciudades y localidades. En forma proporcional a su distancia con el único centro administrativo del país, las regiones se ven impedidas de decidir sobre su funcionamiento y desarrollo, y quedan sujetas a la homogeneización cultural de los territorios, invisibilizando además las demandas y necesidades de las diferentes comunidades y pueblos.
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Ante una frustración de tal magnitud, el terreno se abre peligrosamente a la proliferación de populismo de derecha. Éste promete un cierto bienestar a costa de la renuncia a lo colectivo, y su reemplazo por un clientelismo político hoy profundamente arraigado en los territorios, que fomenta nocivos antagonismos entre los distintos sectores del pueblo. Este escenario hace imposible sostener que una democracia efectiva pueda pensarse en el contexto de un modelo capitalista neoliberal.
2. Del impacto de la economía y la privatización de los derechos sociales en todas las expresiones de nuestra vida El neoliberalismo, modelo político, económico y social instalado durante la dictadura y profundizado por los gobiernos de la transición, influye en todos los ámbitos de nuestra vida: desde la segregación de nuestro hábitat, hasta la naturalización de la desigualdad en nuestras relaciones cotidianas e interpersonales, dificultando la vida cívica y la solidaridad como elemento central de la acción humana. Esto en el marco de un Estado que abandona a la sociedad, al tiempo que facilita las prácticas explotadoras de un empresariado principalmente rentista -sin vocación de desarrollo- y la hegemonía del ideario que las justifica y sostiene. El Estado Chileno hoy, lejos de haber desaparecido, actúa con fuerza al servicio de este modelo, jugando un rol subsidiario en la garantía de los derechos sociales, y, al miemos tiempo, inyectando recursos en diversas áreas de la economía sin ningún tipo de regulación y sin hacerse responsable del desarrollo económico del país en su conjunto. Además, descuida la necesaria planificación a largo plazo, en favor de los intereses de la élite. Uno de los peores rasgos de este orden neoliberal son sus efectos distributivos. Éstos hacen que Chile esté entre los países con mayor desigualdad de ingresos, donde el 1% más rico recibe alrededor del 30% del ingreso nacional. Estos enormes niveles de desigualdad se deben a varios factores que se refuerzan entre sí, como la brutal concentración de la riqueza, un patrón productivo principalmente agro extractivo y de servicios de poquísima productividad. Pese a que existen abundantes evidencias de que el modelo neoliberal no se sustenta económica ni socialmente, el neoliberalismo somete a todas las formas de vida bajo el poder del capital, repercutiendo directamente en la forma de relacionarnos entre nosotros, con el país y con el planeta. El modelo también se expresa en la privatización de lo público. Por una parte, los gobiernos de los últimos 27 años, no solo mantuvieron las privatizaciones de empresas y servicios públicos hechas por la dictadura, sino que las continuaron y profundizaron. Tras la excusa de una
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“modernización”, estrictamente funcional a los intereses de la élite y sus propósitos, han hecho negocios con empresas privadas concesionando bienes que, hasta esa fecha, eran públicos. La concesión de nuestros recursos naturales al gran empresariado, ha generado un extractivismo descarnado, que precipita estos recursos a su agotamiento, siempre en beneficio único de la élite. Los medios de producción se encuentran en manos de una pequeña minoría, donde además no se reconoce el aporte de las regiones con vocaciones productivas particulares, como es el caso del norte con las mineras, donde el impacto de este tipo de industrialización en el territorio es desatendido prácticamente en su totalidad. La privatización, no se limita a las empresas y servicios públicos, ni a la política de concesiones sino que alcanza la provisión de derechos sociales . El Estado limita su actuar a la protección de una élite que provee los derechos sociales en el mercado, lo que precariza sectores cada vez más amplios de la población. Estos derechos acaban siendo privatizados y censitarios; para tener acceso a una salud, educación, pensión y vivienda digna, un individuo debe tener una capacidad económica que lo permita. El sistema actual además se nutre en el ámbito económico del patriarcado, que fundamenta la división sexual del trabajo y aísla a las mujeres de lo público, relegándolas al espacio privado, y en particular, a las labores de cuidado, no reconocidas como trabajo. Las mujeres hoy se ven inmersas en un trabajo explotador en el espacio de la producción, y en otro igualmente explotador, pero no reconocido, que tiene lugar puertas adentro, en el trabajo reproductivo y en las labores domésticas y de cuidado. Esto en el marco de ideologías que, mediante distintos mecanismos, argumentos y discursos de odio, como el control de la capacidad reproductiva de las mujeres, la naturalización de la violencia machista, o la discriminación racial, sostienen que las personas son mejores para ciertas labores, en razón de su género, etnia, edad, nacionalidad, etcétera. Así, estamos atomizados en conjuntos de individuos que experimentan en su vida cotidiana las contradicciones propias de un sistema de vida altamente desigual e inhumano. Sin embargo, a partir de ahí asoma, cada vez más, una extendida indignación y malestar social que, hasta ahora, no ha tenido expresión política, en tanto la izquierda no ha logrado articular aún las distintas formas de opresión y el descontento que provocan.
3. El neoliberalismo y su relación con el territorio y el Medio Ambiente Con respecto a este ámbito, hemos visto en el último tiempo una de las mayores expresiones del malestar ante el neoliberalismo: las manifestaciones contra la privatización del agua; contra la estrategia de explotación de los recursos forestales, que va de la mano de la destrucción de la flora y fauna nativa y del desplazamiento de los habitantes; contra la explotación pesquera; y contra la producción de energía que implica la contaminación y, muchas veces, destrucción, del ecosistema. Todas ellas tienen como raíz común 10
la relación entre capitalismo y extracción, que evidencia que estos problemas medioambientales son una expresión más de las relaciones de dominación, propias del capitalismo. En este sentido, debemos tomar conciencia que las principales víctimas humanas de la depredación del medioambiente, son las personas más pobres. Las ciudades son parte del medio ambiente, la más cercana para quienes viven en ellas. Por eso es fundamental entenderlas como parte de la lucha medioambiental. Hoy en Chile no existe un control democrático del desarrollo de las ciudades, incluyendo los barrios y la conservación del patrimonio urbano y natural. Tampoco existen planes de regulación, que logren proteger a las comunidades frente a los intereses de las industrias extractivistas. Esto facilita la homogenización cultural de los mismos producida por el neoliberalismo, mediante formas impuestas de consumo y relaciones sociales ajenas a su historia. Afirmamos que el modelo neoliberal genera una sobreexplotación del medio ambiente que es insostenible.
4. El neoliberalismo y su impacto en las relaciones humanas Este modelo, bajo el capitalismo y el patriarcado, perpetúa las relaciones de poder, la discriminación y la segregación, y en general, las relaciones de dominación. De este modo las relaciones humanas basadas en este modelo, imponen parámetros económicos, patrimoniales e individuales o corporativos, desplazando otro tipo de relaciones humanas, basadas en el crecimiento colectivo de las comunidades y la solidaridad. Esto deteriora el tejido social, dando espacio para formas de relación violentas, mediadas por la lógica de la desconfianza frente a lo distinto, que es presentado como ajeno, especialmente bajo criterios de etnia o clase. De esta manera, se pretende la división y enfrentamiento entre nosotros, invisibilizando lo estructural de la pobreza y la delincuencia, privatizando así el problema. Este sentido común, responde a cómo el individualismo neoliberal ha permeado todos los espacios de nuestras vidas, apoyándose en los medios de comunicación masiva y en la educación al servicio del sistema. Así, todo aquello que aparezca como diferente se vuelve amenazante, genera una reacción violenta y es criminalizado. Las principales víctimas son las mujeres, los homosexuales, las lesbianas, los y las inmigrantes, los pueblos originarios, los pobres y, en general, todo aquel que no se ajuste al prototipo de homogeneización social (“lo normal”), dictado por el neoliberalismo. Así, los marginados son criminalizados con la ayuda de los medios de comunicación masivos. Así como hemos generado parámetros para definir qué sujeto tiene derechos en razón de su etnia, nivel socioeconómico o género, hoy los niños y niñas son relegados a la condición de ser no pensante, sobre el cual el adulto puede decidir. Lo mismo pasa con las adultas y adultos mayores, que son desplazados por un culto a la juventud que desconoce su aporte en la sociedad.
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II. Principios
1. Democracia La superación del estado actual de nuestra sociedad neoliberal necesita que imaginemos un nuevo orden social radicalmente democrático, que sea reflejo de la discusión de la base social; que contemple mecanismos para la participación masiva, paritaria, vinculante e inclusiva, con revocación y sin electividad indefinida de los cargos; con altos estándares de probidad, y que surja desde la articulación de las luchas emancipatorias y de transformación social. Esta democracia deberá ser expresiva de los intereses de la mayoría, por lo que debemos buscar mecanismos que permitan alcanzar una distribución equitativa del poder. Sólo de esta forma los diversos actores sociales podrán efectivamente ejercer soberanía sobre las decisiones que afectan el país. Para que el Estado sea un instrumento al servicio de las mayorías, necesitamos equilibrar las asimetrías en la deliberación entre los diferentes actores sociales. De esta manera, los territorios podrán tener incidencia en los aparatos estatales y las comunidades participar en la administración de sus espacios.
2. Igualdad Un horizonte de transformación y emancipación supone asumir la necesidad de construir un orden social donde la desigualdad socialmente construida sea superada. Solo así la sociedad en su conjunto construirá un orden social donde individuos y grupos sociales, con independencia de su origen y condición, puedan desarrollarse en plenitud y libertad. La igualdad debe ser el piso que permita la expresión libre y emancipada de la diferencia. La libertad de las personas supone la capacidad de poder acceder en igualdad de condiciones a los recursos económicos, materiales, simbólicos, políticos y culturales que necesita para definir y construir sus propia vida. La desigualdad social estructural que hoy existe debe ser combatida porque niega la libertad, la autonomía y el desarrollo de las capacidades de todas y todos. Por lo mismo, la lucha por la igualdad debe consistir en eliminar los privilegios de los que disfrutan unos pocos en la sociedad y en asegurar el reconocimiento de la igualdad en dignidad, derechos y capacidades que les asiste a todos los seres humanos. Enfrentando las estructuras que aseguran una desigual distribución del poder en la sociedad se podrán generar las condiciones mínimas para un orden social más justo.
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3. Ecologismo La lógica industrialista, y en general el modo de producción capitalista, es incompatible con el cuidado del medioambiente y de los ecosistemas. Por eso, necesitamos un modelo alternativo de desarrollo que sea sostenible, es decir, que satisfaga las necesidades de la generación actual, sin comprometer la capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones futuras, y que esté basado en una planificación territorial participativa, que considere el patrimonio natural, la soberanía y autonomía territorial de las comunidades. Entendemos que la ecología es política porque la depredación del patrimonio natural y la destrucción del medioambiente genera relaciones de dominación, estratifica el daño ambiental profundizando la desigualdad social y pone en riesgo la existencia de especies, ecosistemas completos e incluso de la especie humana. Apostamos por una sociedad que establezca una relación distinta con la naturaleza, basada en el respeto, la coexistencia, colaboración y el reconocimiento de sus derechos y su relevancia para el planeta como para nuestra especie. El compromiso es con avanzar hacia esta nueva relación en nuestra actividad política cotidiana. En este sentido, es necesario superar las formas de relacionarnos con los animales. Debemos avanzar en la superación de toda forma de violencia y explotación contra éstos.
4. Feminismo y diversidad sexual En el contexto de una democracia radical, debemos romper con todas las relaciones de poder que imposibilitan la participación activa y vinculante en la construcción política y su ejercicio. Por esto, asumimos la necesidad de enfrentar el patriarcado, superando una concepción despolitizada de la igualdad de género, sumándonos a las luchas feministas y su historia, y asumiendo que el feminismo es una ideología que, a diferencia del patriarcado y el machismo, promueve la igualdad económica, política, social y cultural entre los seres humanos, y es una herramienta central en la transformación y ampliación profunda de la democracia y la igualdad. Definirnos como feministas implica una lucha decidida en contra la violencia sexista, y a favor de la ampliación de los derechos sexuales, reproductivos y laborales entre otros. Implica además el posicionamiento de estos y otros problemas como políticos y funcionales a la consolidación del neoliberalismo, por lo que deben ser enfrentados en conjunto. Esta perspectiva supone una crítica radical a la forma de producir y reproducir la vida e implica pensar nuevas formas de organización social para superar y visibilizar las formas de expresión del patriarcado, que en el contexto de una sociedad capitalista, se transforma en unos de los pilares del modelo económico-social que sustenta al régimen, en tanto reproduce una de las formas básicas del modelo económico: la 14
explotación, no sólo en el área del trabajo productivo, sino que también la explotación en el llamado “trabajo reproductivo”. Lo anterior también implica que una orgánica feminista debe buscar superar la invisibilización de la mujer y de las disidencias sexuales en la lucha política y en la vida social, propendiendo a sistemas de cuidado colectivo y a nuevas formas de participación. Finalmente, reconocemos la necesidad de fomentar lazos de solidaridad y apoyo mutuo entre mujeres y entre sujetos desplazados por el patriarcado, a sabiendas de que éste ha reforzado únicamente la competencia entre nosotras.
5. Plurinacionalidad y reconocimiento de la diversidad étnica y cultural Para superar el racismo, la exclusión y la violencia que caracteriza al Estado-nación en contra de los diferentes pueblos - originarios y migrantes -, abogamos por un reconocimiento activo de la diversidad étnica y cultural, que permita el libre desarrollo de los pueblos en igualdad de condiciones, bajo sus propias concepciones. Promovemos la interculturalidad como el reconocimiento de las diferencias radicales al interior de nuestra sociedad y la importancia del diálogo entre las mismas; así como la plurinacionalidad, que lleva esto al ámbito constitucional, tanto en la esfera del reconocimiento de derechos colectivos y en su implementación, como en la organización del Estado.
6. Descentralización - Territorialidad Reconociendo el carácter transversal de los problemas asociados al sistema capitalista, neoliberal y patriarcal instalado en el país, asumimos su expresión local y territorial asociadas a las características del territorio, su historia, y a la coyuntura política en que se encuentra. La descentralización de la política implica dar prioridad a las capacidades y soberanías locales a la hora de generar las propuestas que les atañen directamente, y promover que sean los territorios y sus bases desde donde surja la política de la organización. Es necesario distinguir entre esta idea de descentralización y aquella impulsada por el proyecto dictatorial, orientada a fraccionar los acuerdos políticos nacionales y generar enfrentamientos y competencias entre los territorios. Nuestro proyecto está orientado a la cooperación entre ellos, el respeto a su autonomía y la superación de las desventajas estructurales desde las que operan.
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7. Anti neoliberalismo El neoliberalismo no es solo una teoría económica o un programa político orientado a desmantelar los avances sociales conquistados durante el siglo XX, sino, a su vez, una racionalidad política; un conjunto de mecanismos y técnicas que se traducen en prácticas que permean toda nuestra vida, dando forma a nuestra concepción del mundo y al modo de habitar en él. El neoliberalismo supone la separación entre lo político y lo social, privatizando este último y asumiendo que las demandas relacionadas con buen vivir de las comunidades carecen de un componente político y, por ende, no constituyen una crítica a la racionalidad neoliberal.
8. Anti capitalismo Estamos en contra de toda forma de explotación y sometimiento de la vida y del trabajo humano al capital, porque creemos que las consecuencias derivadas de la acumulación capitalista son incompatible con la democracia. Creemos que el control de los recursos debe ser determinado en los territorios, por las propias comunidades, hoy empobrecidas por la explotación capitalista que devasta el medio ambiente y precariza la vida, afectando aún más a las personas marcadas por su género, etnia, edad, entre otros marcadores sociales. Cuando se trate del destino de bienes comunes que son cruciales para el desarrollo económico del conjunto del país -por ejemplo gran minería del cobre-, el gobierno debe determinarlo en conjunto con las comunidades locales.
9. Laicismo Si bien nuestras y nuestros militantes pueden profesar libremente sus credos religiosos, nuestra organización no promoverá ninguna religión en particular, velando y manteniendo un respeto a la diversidad de opinión y creencias de cada persona. Esto supone que las discusiones que se den dentro de los distintos espacios de deliberación y elaboración política serán efectivamente en t érminos políticos y no subordinados a la supremacía de expresiones morales que promuevan religiones determinadas. Por lo tanto, la expresión religiosa será una expresión más y no superior a otras, ni determinante ni exclusiva. Sin embargo, reconocemos el valor religioso presente en la sociedad, en cuanto permita la emancipación humana.
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10. Autonomía La autonomía es una orientación estratégica que busca evitar la naturalización de las vías de enfrentamiento en las luchas que desarrolla el pueblo en su proceso de emancipación para caminar hacia formas de construcción más elevadas de vida. Frente a la constante expropiación de las capacidades humanas por parte del capital, el patriarcado y el Estado, la autonomía apunta a formas de socialización del poder. Por otra parte, la autonomía en términos tácticos es un constante llamado a la independencia frente a los poderes económicos y fácticos del Estado. Así también, propendemos a una autonomía no sólo en el orden táctico de nuestra política, sino que estratégicamente, entendiéndola ya no sólo como independencia del poder económico, sino que como la forma en la que nos brindamos control total sobre nuestras vidas. En tal sentido, dicha autonomía es el horizonte en el cual somos soberanos de nuestros propios cuerpos, de nuestra vida y de nuestras formas de organizarnos.
11. Latinoamericanismo La historia común y la coyuntura política de la que somos parte nos permite asumir una perspectiva regional en nuestro quehacer. Ponemos especial énfasis en la colaboración con los movimientos y procesos de transformación de izquierda en otros países de Latinoamérica, entendiendo que una verdadera transformación política en nuestro país solo es posible con el conjunto del continente latinoamericano. Esto porque sufrimos la misma explotación e intervención política imperialista, principalmente del imperialismo norteamericano. Por ello nos comprometemos con la solidaridad entre los pueblos y su lucha emancipadora y a la alianza de los pueblos latinoamericanos para su desarrollo frente a las estructuras de dominación oligárquicas internas y el capital foráneo y globalizado. En lo cultural y social, asumimos una postura de acogida y solidaridad irrestricta con las y los migrantes de la región y la protección de sus derechos. Las fronteras que nos dividen son administrativas y no nos separan en lo medular: nuestra condición geopolítica de subalternidad/dependencia frente a los países desarrollados, y una historia común de opresión, lucha y resistencia. Ante la necesidad de enfrentar la hegemonía de prejuicios que dividen a las trabajadoras y trabajadores según su nacionalidad, así como la discriminación que sufren las y los migrantes, proponemos trabajar por su incorporación en todas las luchas que les atañen como trabajadores en condiciones de explotación, articulando una respuesta conjunta y solidaria ante la misma.
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12. Internacionalismo Los problemas que enfrentan las distintas sociedades son problemas de escala global que involucra a toda la especie humana. Por eso promovemos la fraternidad y colaboración entre los pueblos, apuntando a la solución pacífica de conflictos y el desarme progresivo de los ejércitos del mundo.
13. Bienestar de la personas Aspiramos al bienestar y pleno desarrollo de las personas, impedido por una sociedad neoliberal de mercado que nos limita a la posesión de bienes materiales y a alcanzar ciertos frutos del progreso técnico. Entendemos que solo una acción política y social que luche por estos nortes otorgará el bienestar personal y de las comunidades. Promovemos el cuidado de quienes sufren día a día los embates del capitalismo y de quienes se esfuerzan por un mundo mejor. El autocuidado y cuidado mutuo se vuelven necesarios para todos y todas, en nuestro bienestar físico y psicológico, podamos aportar a un mejor mañana.
14. Justicia y Derechos Humanos Entendemos a los Derechos Humanos como uno de los marcos necesarios para el desarrollo libre e igualitario de todos los pueblos del mundo. Si bien estos derechos se originan en los estrechos y coloniales márgenes de los intereses de los grupos privilegiados del mundo occidental, en el siglo XXI estos deberán ser repensados desde una concepción de la justicia que responda a los intereses de todos los pueblos oprimidos y de los sujetos subalternos. En nuestro contexto, el respeto a los Derechos Humanos pasa tanto por el rechazo a la impunidad de los crímenes cometidos en Chile por la Dictadura, y también por la lucha en contra de los atropellos actuales a estos derechos por parte de las elites gobernantes. Entre estos, la militarización del Wallmapu, la violencia estructural del capitalismo patriarcal contra las mujeres y la diversidad sexual.
15. Creatividad y Rebeldía Tenemos el compromiso de inventar una forma de organización política que aún no existe. Buscamos crear un proyecto político que busque situarse en los tiempos y sociedad que nos toca vivir. Sin embargo, siempre en rebeldía, porque nos toca cambiar esta realidad. Somos una organización con una vocación crítica que incluso alcanza a nuestra propia tradición de izquierda. Rechazamos el dogmatismo y nos ponemos al mismo ritmo del pueblo que decimos defender. Sin posiciones paternalistas ni vanguardistas, invitando a la militancia a ser creativos, a cuestionarnos como colectivo constantemente.
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Estamos comprometidos con la promoción de la diferencia, con respetar al otro en toda circunstancia y ser intolerantes con la intolerancia y abiertos hacia nuevas visiones y formas de vida. Con hacernos cargo de los temas por los que estamos defendiendo, es decir, no perder el ritmo de las luchas sociales en las que estamos insertos. Con tener la capacidad de sorprendernos, reinventarnos y continuar luchando. Asimismo, rechazamos toda forma de autoritarismo en que se imponga una forma de hacer o pensar las cosas. Finalmente, en nuestras relaciones políticas, no aspiramos a imponernos, sino a tener capacidad de diálogo para finalmente llegar a consenso, construyendo relaciones basadas en la horizontalidad.
16. Ética política y militante Asumimos la necesidad de formar una ética política propia, que cuestione los valores fundantes del proyecto neoliberal y promueva orientaciones democráticas y colaborativas en el ejercicio de la militancia política. Nuestra ética deberá apuntar hacia un trabajo comunitario y a ser capaz de adecuarse a diversas expresiones culturales e identitarias de todos los sectores excluidos de la sociedad. En ese sentido, nuestra organización deberá cuestionar y superar los mecanismos de dominación del modelo, como el etnocentrismo, la superioridad que ejercen los grupos de elite, el centralismo, el machismo, el clasismo, etc. A su vez, la organización y cada militante tendrá el deber de cuestionar la existencia de estas prácticas en el funcionamiento interno de la organización o en la relación de ésta con la sociedad. Asimismo, nuestra organización política debe propender a prácticas prefigurativas que permitan ir construyendo el nuevo orden social, tales como: el entendimiento del cuidado colectivo, empezando por generar espacios en reuniones y asambleas que permitan que militantes que tienen niños y niñas a su cargo puedan asistir; y sistemas cooperativos de salud, entre otros. Reivindicamos a la política como herramienta de transformación social en pro del interés público y de los grupos oprimidos, que tenga asociado los siguientes valores básicos: transparencia; responsabilidad; honestidad; autocrítica; primacía de lo colectivo por sobre lo individual, donde se eviten los caudillismos y personalismos; y, se predique con el ejemplo. Tanto nuestra organización como nuestros compañeros y compañeras deberán tener total independencia de la política de la transición y de los intereses del empresariado.
17. Izquierda Somos parte de una tradición de pensamiento emancipador que, en el siglo XX, se encarnó en torno a las ideas socialistas, libertarias y comunistas y que encontró en el marxismo, en sus diversas lecturas, su principal cuerpo doctrinal.
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18. Marxistas Adscribimos a la perspectiva marxista de análisis de la realidad, considerando que nuestra sociedad hoy se produce y reproduce a sí misma a partir de la existencia de clases en pugna constituidas a partir de la contradicción capital/trabajo. Comprendemos que esta es una de las herramientas que apuntan a la superación de la explotación del ser humano por el ser humano y de la conformación de estructuras sociales que representan los intereses de la clase explotadora.
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III. Horizontes
1. Política -
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Nuestra orientación estratégica central es buscar la salida al capitalismo y su superación histórica como forma de organización de la vida individual y colectiva, apuntando a la realización de formas más elevadas de organización social y comunitaria. Debemos construir una alternativa político-social como proyecto histórico alternativo a la élite, que asuma las banderas de la transformación social para la instalación de una democracia que permita la existencia de relaciones sociales no-capitalistas, tomando en consideración la organización desde lo local hacia lo nacional, regional y global. Debemos superar la definición liberal de democracia, y avanzar hacia una democracia participativa, inclusiva y descentralizada, que construya desde el territorio, más allá de las propias instituciones, y que promueva la socialización del poder y del Estado. Reconocemos la relevancia del análisis del antagonismo entre las clases sociales para comprender y superar el sistema capitalista imperante. A su vez las luchas sociales y políticas que despleguemos deben orientarse a la conformación de una polaridad entre el pueblo y las élites gobernantes y empresariales. El pueblo no puede renunciar a la disputa por la conducción del Estado. Lo anterior no nos debe llevar a reproducir de manera acrítica las formas de relación entre Estado, sociedad y los ecosistemas. Dirigir el Estado debe orientarse hacia el fortalecimiento de las capacidades del pueblo, combatiendo constantemente las deformaciones burocráticas al interior del aparato estatal. En la construcción de alternativa que busque superar el actual sistema, debemos fortalecer las organizaciones que apunten a una sociedad igualitaria. Es necesario terminar con el carácter subsidiario del Estado. Es fundamental construir una sociedad que reconozca la autodeterminación de los pueblos originarios. Es necesario vivir bajo nuevas formas de organización que deben establecer como principios fundantes el trabajo colectivo, comunitario, transparente y con altos niveles de probidad. Fortalecer la solidaridad y cooperación entre sus integrantes por sobre la competencia, el egoísmo y el individualismo. Impulsaremos una Asamblea Constituyente donde se definan los principios de una nueva Constitución. Apostaremos por la superación y total erradicación del patriarcado como forma de ordenar y reproducir la vida. Esto debe tener como consecuencia la completa colectivización de las labores de cuidado y de trabajo reproductivo. Propenderemos a la erradicación de los géneros como forma de dividir nuestra sociedad en roles determinados.
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Impulsaremos la democratización de las FF.AA. tanto en su acceso, organización, plena subordinación al poder civil como en su integración a las tareas que demande el desarrollo nacional.
2. Economía -
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Es necesaria la superación del sistema capitalista y en particular su fase neoliberal prevaleciente, el modelo agro-extractivista de desarrollo, basado en la articulación del capital financiero. Abogamos por la recuperación de los recursos naturales y sectores estratégicos de la economía. Avanzaremos en la implementación de un modelo económico solidario, comunitario y cooperativo, con un fuerte componente territorial y local en su modelo de desarrollo. Construiremos un modelo económico sostenible con los ecosistemas. Trabajaremos para desarrollar un modelo que asegure el bienestar de las personas en todos los ámbitos de la vida. Que garantice derechos sociales, respeto hacia el medio ambiente, bienestar psicológico y una vida digna. Las labores de cuidado y reproducción humana son una forma de trabajo que determina la producción y generación de riqueza en el país, y que por lo tanto deben ser una labor colectivizada, evitando en especial la discriminación a la mujer y la reducción de estas labores sólo a la familia. Impulsaremos el fomento de la producción de ciencia y tecnología, al servicio de los intereses de la sociedad y no desconectados de ella.
3. Derechos Sociales -
Avanzaremos a una sociedad donde los derechos sociales se encuentren garantizados y no estén al servicio del mercado. El acceso a los derechos sociales debe ser de un carácter radicalmente democrático y no paternalista o clientelar. La reivindicación del acceso y del ejercicio de los derechos sociales, tomando en especial consideración los contextos territoriales del país. Desvincularemos el concepto de derechos sociales del trabajo remunerado, es decir, concebir a quienes realizan labores reproductivas (domésticas/cuidado), como sujeto de los derechos sociales. El ejercicio de los derechos sociales no debe ser una responsabilidad exclusiva del Estado. Fomentaremos formas de gestión comunitaria de los mismos.
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4. Medio Ambiente -
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Asumimos la necesidad de entender la relación de los seres humanos con respecto al medio ambiente de manera compleja, superando las lecturas que reducen a los ecosistemas a la condición de medios o recursos para el desarrollo humano. Debemos avanzar en formas de equilibrio e integración armónica con el medio ambiente. Trabajaremos por la superación de cualquier forma de agro- extractivismo como modelo de desarrollo en el país, apuntando a un modelo sustentable y transformador. Lucharemos por el derecho de vivir en ciudades/localidades dignas y responsables con el medio. Debemos superar los intentos de humanización del capitalismo que utilizan como herramienta la preocupación por el medio ambiente. Apostaremos por la completa soberanía de la sociedad en su conjunto respecto al patrimonio natural. Debemos abogar por la garantización del acceso al agua como derecho social.
5. Relaciones Humanas -
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Avanzaremos a una sociedad en que imperen las relaciones sociales cooperativas y de trabajo en comunidad. Avanzaremos hacia la superación del patriarcado y la dominación masculina en las relaciones sociales, apuntando a una sociedad feminista, igualitaria en derechos para todas las personas. Avanzaremos a una sociedad intercultural con pleno respeto de las diferentes formas de abordar la cultura, su acceso democrático y disputando el paradigma elitista actual. Respetamos los diversos credos y espiritualidades que convivan en un mismo territorio, sin embargo, éstos no pueden ser una guía para la toma de decisiones que involucren a la sociedad en general. Por ello, defendemos la laicidad del Estado. Trabajaremos por la superación del monopolio de los medios de comunicación, ya que estos deben estar al servicio de los intereses de las grandes mayorías y no de pequeños grupos de elite. La democratización de los medios de acceso a la información debe ser fundamental ya que aquello permitirá superar las barreras estructurales que provocan asimetrías entre los diversos actores sociales. Abogamos por la libertad de prensa en el país.
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IV. Desafíos
1. Orientación estratégica -
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Conformaremos un actor político-social, que permita abrir un nuevo régimen político, democrático, popular y participativo, en pos de una agenda transformadora de la sociedad. Este actor debe elaborar y practicar una nueva forma de hacer política, donde el trabajo colectivo está orientado a la construcción de otros sentidos comunes y de nuevas formas de relacionarnos. Para ello, la forma orgánica del movimiento debe ser flexible. La construcción de esta fuerza política debe realizarse desde los territorios. La articulación de las luchas contra el orden actual que se encuentren insertas en un territorio específico deberán confluir con los conflictos nacionales, para construir capacidad política efectiva de este nuevo actor La organización deberá dinamizar los territorios a partir de las luchas sociales emergentes que ya están presentes en la discusión pública actual, como No+AFP, Asamblea Constituyente, entre otras). El movimiento incorporará las luchas y aprendizajes de los movimientos feministas e incluye en su ideario y práctica las luchas y preguntas que desde el movimiento feminista se le hacen al horizonte de emancipación social. El movimiento se constituirá territorialmente en todo Chile. Debemos implementar un lenguaje claro e inclusivo a la hora de hacer política, para que éste no sea una barrera para la participación social en la discusión. Además, debemos tomar medidas para que el nivel socioeconómico o de educación formal, o bien de la actividad remunerada -o no- que desempeñe, no constituya un obstáculo a dicha participación.
2. Orientación Táctica 2.1. Sobre el Movimiento Autonomista -
Apostamos por una fuerza y hegemonía feminista y desmercantilizadora Debemos construir un instrumento político que dispute la constitución y conducción de un referente político y social amplio, y además, dispute la conducción política de la sociedad en el ámbito social, institucional y gubernamental, a través del impulso de una agenda transformadora en ámbitos de acumulación política territorial, sectorial y electoral.
2.2. Sobre el Frente Amplio - Debemos abocarnos a la construcción de un nuevo espacio coalicional unitario (Frente Amplio), que deberá ser refundacional para la izquierda chilena.
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El Frente Amplio no debe entenderse sólo como la sumatoria de las fuerzas emergentes, sino como una herramienta táctica con una orientación política estratégica que se perfila como un nuevo proyecto histórico y popular para nuestro país, permitiendo la emergencia y constitución de un nuevo sujeto en la sociedad. Apostaremos porque el Frente Amplio no se reduzca a un acuerdo electoral, avanzando en la formación de un espacio común desde donde se impulsa una política de superación efectiva al neoliberalismo. El Frente Amplio deberá ser política y socialmente amplio, pero con límites claros que establezcan sus márgenes. De esta forma, deberán conformarlo las organizaciones políticas y sociales que estén en contra de las formas dominación impuestas por el neoliberalismo. El nuevo proyecto político y el Frente Amplio deberán estar fuertemente anclados en los territorios. Deben constituirse desde los conflictos locales y articularse con los conflictos de carácter nacional. El Frente Amplio no sólo debe permitir la participación de los partidos y movimientos políticos constituidos por fuera del duopolio, sino que también deberá promover la participación de organizaciones, movimientos sociales y de personas que tengan convicciones transformadoras de la sociedad. En ese marco podrá convocar a primarias abiertas para definir candidatas/os.
2.3. Otros -
Como tarea inmediata, debemos abogar por la democratización de un SERNAC con capacidad de defender los derechos de los consumidores.
3. Periodo 2017-2018 3.1. Movimiento contra la violencia de género -
Participaremos activamente en la movilización social en torno a violencia de género, y propenderemos elementos programáticos feministas para las candidaturas del Frente Amplio.
3.2. Elecciones 2017 -
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Promoveremos que el Frente Amplio presente un candidato presidencial único que logre aunar los esfuerzos de las fuerzas emergentes, para no sólo generar un cuestionamiento del proyecto de país actual y su estructura económica, social y política, sino también expresar una política transformadora que muestre a la sociedad un proyecto alternativo, y dinamice procesos que permitan la constitución de un nuevo actor nacional. Como Movimiento debemos promover acuerdos electorales prioritariamente con las fuerzas del polo emergente, pero con posibilidad, según las características del territorio, de llegar a acuerdos con otras fuerzas del Frente Amplio.
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Como organización debemos participar de las primarias presidenciales con candidato/a propio. En caso de llevar candidato propio a las primarias, este debe ser definido por un plebiscito donde podrá votar la militancia y la ciudadanía. Independiente de si el candidato presidencial es de nuestra organización o no, debemos impulsar que las Primarias Presidenciales sean o Primarias Legales o Primarias Ciudadanas. Como Movimiento debemos participar de las elecciones parlamentarias con candidatos/as propias/os. Es necesario que las/los candidatas/os que presente el movimiento en las próximas elecciones parlamentarias tengan una base política y social que les respalde. En las elecciones parlamentarias donde participemos como organización definimos que: (i) los territorios serán soberanos para decidir dónde es viable tener candidaturas parlamentarias; (ii) las candidaturas serán levantadas desde los espacios de base del movimiento y también podrán ser propuestas por los órganos de dirección; (iii) las candidaturas serán sancionadas por los espacios de base que corresponden al o los distrito y deberán ser ratificadas por los órganos de dirección nacional del movimiento. Como Movimiento debemos participar de las elecciones a CORE con candidatas/os propias/os. Para presentar candidaturas a CORE debe ser un requisito tener una base social-política que dé sustento y viabilidad a la candidatura. Los territorios serán soberanos para decidir dónde es viable tener candidaturas a CORE. Como Movimiento debemos participar de las elecciones a Gobernador Regional con candidatas/os propias/os. Para presentar candidaturas a Gobernador Regional debe ser un requisito tener una base social-política que dé sustento y viabilidad a la candidatura. Los territorios serán soberanos para decidir dónde es viable tener candidaturas a Gobernador Regional. De la totalidad de las candidaturas parlamentarias presentadas por nuestro movimiento, a lo menos un 40% deben ser mujeres. Se promoverán formas colectivas y nacionales para apoyar las candidaturas del movimiento en lo que diga relación a desarrollo programático, financiero y de despliegue de las campañas.
3.3. Elecciones y Frente Amplio - A nivel territorial, los militantes de la organización deberán fortalecer la formación de los frente amplios territoriales y sectoriales. - El movimiento deberá sancionar, a través de un plebiscito donde participe toda la militancia, los ejes programáticos prioritarios a defender en el proceso participativo de construcción de programa del Frente Amplio. Estos ejes serán vinculantes para las candidaturas del movimiento, las cuales deberán ser adaptadas a las realidades del territorio y distrito.
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V. Orgánica
1. Principios 1.1 Centralidad en la política (principio orgánico fundamental) El objetivo central de nuestra organización es transformar la realidad a través de la acción política y social, acorde a nuestros principios y lineamientos, y en cada uno de los espacios de inserción. Todos los principios orgánicos que se definirán a continuación estarán en función de este punto.
1.2. Democracia interna, participación y territorialidad La democracia interna con unidad política debe ser un eje central de nuestra intervención. Las decisiones que tome nuestra organización deberán basarse en la construcción de posiciones mayoritarias, más que en torno a votaciones que resulten en mayorías simples o falsos consensos. De esta forma, nuestro quehacer deberá estar determinado por la constitución de acuerdos reales y no por acuerdos que se definan de manera burocrática. El modelo orgánico de la organización deberá estar orientado a la conducción y consecución de objetivos políticos, garantizando la participación de las bases y la representación de todos los sectores que comprenden la organización. La estructura orgánica deberá ser construida desde los espacios de base, considerando las particularidades territoriales y sectoriales de los militantes, y deberá estar constantemente en evaluación y crítica. La estructura orgánica y la intervención política deberá reflejar que nuestra organización se constituye como esencialmente feminista. Nuestra organización debe ser profundamente democrática en cómo y dónde se elabora y se resuelve la intervención política y cuáles son los mecanismos de información. Esto permitirá tener total legitimidad en la toma de decisiones y garantizará - con inclusividad - la participación individual y colectiva de los militantes. En ese sentido, el ejercicio democrático interno debe ser consecuente con nuestra propuesta de democratización de la sociedad. Asimismo, todos los militantes de la organización se reconocen como iguales en derechos y también en deberes, lo que permitirá asumir colectivamente la elaboración teórica y la intervención política de la organización. Para que aquello se cumpla, se redactará un código que regirá el actuar de todas y todos los que la componen, bajo el principio de “ética política y militante”. Quienes integren las distintas instancias de coordinación o dirección - ya sea en cuerpos colegiados o cargos unipersonales - deberán ser electos directa y popularmente por quienes participen de las mismas, y por medio de mecanismos que aseguren participación y transparencia. Las diferentes coordinaciones o 30
direcciones deberán entenderse como colectivas, es decir, orientar su rol hacia la consecución de los objetivos estratégicos y tácticos diseñados por la organización, además de procurar la formación de sus militantes, sin personalismos ni caudillismos. Los territorios se constituyen como unidades básicas donde los militantes viven, trabajan o estudian, y deben elaborar e intervenir políticamente en todos los espacios y sectores en los que estén insertos. Los frentes deberán constituirse como espacios de discusión, elaboración e inserción en los conflictos nacionales y locales que pueda sostener el Movimiento en su conjunto. El modelo orgánico debe permitir que los espacios de militancia de base (territorios o frentes) sean soberanos para decidir cómo se impulsa la estrategia y la táctica de la organización, la cual es acordada en instancias de representación nacional.
1.3. Revocabilidad Se contemplarán mecanismos de revocabilidad de los cargos o funciones en caso de incumplimientos de los principios de la organización, resguardando los derechos de representación de las minorías.
1.4. Principio de paridad Como organización buscaremos asegurar una distribución igualitaria de las labores, responsabilidades y cargos en razón de género, promoviendo la participación de todas y todos en las discusiones y decisiones, sin excluir a ningún grupo.
1.5. Flexibilidad Debemos flexibilizar las formas de la organización y sus métodos para no dogmatizarla, permitiendo que se construya de acuerdo a las condiciones, especificidades y tiempos de las personas y los territorios, para garantizar así la participación de los militantes. Asimismo, y cuando corresponda, se deberán usar medios alternativos que modernicen los espacios de discusión, manteniendo siempre la soberanía de los espacios establecidos formalmente en el modelo orgánico.
1.6. Transparencia Las posiciones, debates y decisiones políticas del movimiento serán de público conocimiento, tanto para la militancia como para la ciudadanía en su conjunto. Así también lo serán nuestras formas de financiamiento.
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1.7. Sostenibilidad Debemos asegurar la existencia de la organización, por lo que requerimos de una política que permita sostenerla económicamente. Esto implica crear mecanismos para que todas las y los militantes aporten en proporción a sus capacidades y que se organicen actividades para financiamiento de la organización. La cotización debe ser diferenciada y estar definida por las capacidades financieras reales de las y los militantes. Asimismo, se deberá asegurar una remuneración adecuada para los cargos de dirección dedicados parcial o exclusivamente a la organización.
1.8. Formación Como organización procuraremos la existencia de espacios e instancias de formación constante para toda la militancia, apuntando a la democratización de conocimientos y saberes, y a una educación participativa.
1.9. Convivencia sana La organización deberá considerar una política de autocuidado que promueva el bienestar de quienes la componen, con un reparto equitativo de las cargas de trabajo que permita el desarrollo íntegro de cada militante. Se promoverá la solidaridad interna y la convivencia sana entre militantes, sin que ello signifique privilegios ni la construcción de clientelas. Se rechazará toda forma de acoso u hostigamiento, sea sexual o de cualquier otro tipo. Se acogerá la creación de mecanismos de protección y educación al respecto, como son los protocolos de acoso o la creación de espacios seguros de reunión por parte de militantes que sean parte de grupos sociales no hegemónicos que manifiesten dicha necesidad.
2. Caracterización de la organización y otros elementos 2.1. Partido vs Movimiento -
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Instrumento Político Nuestra organización debe constituirse más allá de las estructuras clásicas y de las existentes a la fecha, puesto que las fuerzas de nuevo tipo requieren de una orgánica de nuevo tipo . Por esto, adscribimos a una estructura del tipo movimental, que pueda rescatar algunas características clásicas de los partidos cuando y donde se requiera. Apuntamos a tener estructuras que permitan la participación de simpatizantes y la capacidad de hacer asambleas abiertas para la comunidad, reflejando nuestra democracia interna. La organización debe contar con un estatuto que regule y transparente su funcionamiento y los deberes y derechos de quienes la integren, propendiendo a la autodisciplina. Instrumento Legal Entendemos que es necesario constituir legalmente un partido, como instrumento de disputa en elecciones para un futuro no lejano, sea para nuestra organización o del Frente Amplio que se integra. Sin embargo, actualmente no estamos en condiciones de conformarlo en el corto plazo, por lo que apuntamos construir las condiciones para que así sea. 32
2.2. Espacio Militancia Internacional Se creará un espacio de militancia para quienes residan temporal o permanentemente en el extranjero, que funcione y tenga los mismos derechos políticos que una región en el órgano de dirección, con representación paritaria.
2.3. Defensoría orgánica Crear una defensoría orgánica, aleatoria en su conformación, que defienda derechos de los militantes ante la orgánica. Símil del defensor del pueblo u ombudsman.
2.4. Tribunal de ética Conformación de un tribunal de ética y disciplina. Sus funciones y atribuciones estarán definidas en el estatuto del movimiento.
2.5. Protocolo de acoso La militancia discutirá y sancionará un protocolo de acoso sexual en un corto plazo. Se utilizará como insumo el borrador elaborado por el Frente Feminista Movimiento Autonomista, disponible para ser discutido y modificado en los espacios orgánicos competentes.
2.6. Sin premilitancia Nuestra Orgánica no contemplará espacios de pre militancia ni de juventudes políticas.
2.7. Aporte financiero Cada militante realizará aportes mensuales a la organización, de acuerdo a sus posibilidades, a fin de asegurar su sostenibilidad.
2.8. Cargos de representación Quienes ostenten cargos de representación política, así como quienes pertenecen a sus equipos asesores, deberán entregar un porcentaje de sus ingresos al movimiento.
3. Modelo Orgánico A continuación se presenta un modelo orgánico básico, fundado en los acuerdos del Congreso Construyendo Alternativa. La redacción de un estatuto provisional será realizado por la comisión mandatada
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por la Asamblea Nacional del Congreso, el que será ratificado democráticamente y estará vigente hasta la ratificación de los acuerdos del congreso orgánico a realizarse en un año más. Cabe tener presente que la Asamblea Nacional del Congreso Construyendo Alternativa comprende el concepto de TERRITORIO como todo ámbito de disputa y no sólo en su definición geográfica. I. COLECTIVO DE BASE DE MILITANCIA. 1. Trabajo político. Puede avocarse a un ámbito geográfico, temático o sectorial. a) Geográfico: sea una parte de una ciudad/comuna, o una agrupación de éstas, dependiendo de características del territorio. b) Temático: en torno a espacios sociales como educación, feminismo, salud, cultura, etc. c) Sectorial: universidades, liceos, frentes sociales, sindicatos, asociaciones de funcionarios, etc. 2. Funciones. Resuelven asuntos locales con soberanía y en coherencia con las definiciones nacionales de la organización. 3. Potestades. Las unidades basales cuentan con soberanía respecto a todos los asuntos del territorio en el marco de la política del movimiento. 4. Derechos políticos. Para tener derechos políticos, es necesario ser parte de una unidad basal de militancia o asumir una función en instancias superiores de la orgánica. 5. Orgánica. Pueden definir libremente su forma de funcionamiento, respetando los principios del movimiento y debiendo contar con ciertos cargos o delegaturas mínimas. Deben tener a lo menos los siguientes cargos: Político, Orgánico, comunicaciones y finanzas. 6. Requisitos de conformación. Desarrollo de un plan político de acuerdo a los marcos políticos generales acordados del movimiento, presentado a la instancia superior que corresponda. II. UNIDADES INTERMEDIAS En caso de ser necesario, un regional podrá crear espacios intermedios entre los colectivos de base y la instancia regional (por ejemplo, Comunales o Zonales). III. FRENTES 1. Definición. Órgano que se aboca al trabajo temático y/o sectorial que nutren la elaboración política de la organización.
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2. Funciones. Promueven el debate al interior de la organización mediante votos políticos en las temáticas y áreas a las que estén abocados o cuya elaboración sea necesaria para la política del movimiento en general. 3. Requisitos de conformación. Para conformar un frente, se requiere cubrir a lo menos 2/5 del total de territorios regionales donde esté desplegado el movimiento. Además, debe presentarse un plan político a los organismos superiores que correspondan dentro de los marcos de la política general del movimiento. 4. Vinculación con órganos superiores. Los frentes se vincularán con los órganos superiores formando parte de las asambleas regionales, representándose a nivel nacional a partir de este espacio. IV. ASAMBLEA REGIONAL. 1. Función. Resuelven asuntos regionales con soberanía y en coherencia con las definiciones nacionales de la organización. 2. Composición. Se componen por todos los territorios existentes dentro de una región.
V. COORDINACIONES REGIONALES. 1. Funciones. Coordinación y conducción política y orgánica de los colectivos de base de militancia dentro de la región respectiva. 2. Potestades. Resuelven asuntos regionales con soberanía y en coherencia con las definiciones nacionales de la organización. 3. Funcionamiento. Pueden definir libremente su forma de funcionamiento, respetando los principios de la organización y debiendo contar con ciertos cargos o delegaturas mínimas. Deben tener a lo menos los siguientes cargos: Político, Orgánico, Comunicaciones y Finanzas. 4. Orgánica. La coordinación regional debe ser electa mediante sufragio universal por los militantes de la región. 5. Representación en instancia nacional. La representación es electa por todas y todos los miembros del regional (cada militante un voto) a partir de los nombres que compongan la coordinación. VI. ASAMBLEA NACIONAL. 1. Funciones. Resuelven votos políticos manifestados desde instancias regionales, frentes y unidades de base dependiendo del caso.
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2. Composición. 2.1 Tendrán derecho a voz y voto: a) Desde las Coordinaciones Regionales: 2 delegados regionales paritarios. b) La Dirección Nacional en su conjunto. 2.2 Tendrán derecho a voz: a) Las dirigencias sociales que tenga el movimiento 3. Sesión ordinaria. La Asamblea Nacional fijará la periodicidad de sus reuniones. VII. DIRECCIÓN NACIONAL. 1. Carácter. Dirección Nacional elegida por sufragio universal, un militante un voto. 2. Cantidad de integrantes. 15 miembros con paridad. 3. Funcionamiento. Funciones mínimas a cumplir: a) Secretaría General (primera mayoría individual). b) Orgánica. c) Comunicaciones. d) Finanzas. 4. Forma de votación. La elección se realizará por persona, integrando las primeras mayorías.
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NOTAS: _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________________ 37
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