Desarrollo y Crecimiento Personal

JOSÉ IGNACIO MÉNDEZ GÓMEZ

DESARROLLO Y CRECIMIENTO PERSONAL CONCEPTOS Y EJERCICIOS

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Desarrollo Y Crecimiento Personal: Conceptos Y Ejercicios 1 edición © 2018 José Ignacio Méndez Gómez & bookboon.com ISBN 978-87-403-2029-9

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DESARROLLO Y CRECIMIENTO PERSONAL:

CONTENIDO

CONCEPTOS Y EJERCICIOS

CONTENIDO Prólogo

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1

Me reconozco

7

2

Soy consciente de mi forma de ser

17

3

Me enorgullezco de mis virtudes

24

4

Asumo mis errores

31

5

Lucho por mejorar mis defectos

41

Sobre el autor

54

Mi filosofía

56

Mi sistema

57

Listado de cursos, charlas y conferencias

59

Bibliografía

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PRÓLOGO


PRÓLOGO Aprender de las experiencias de los demás es una de las grandes satisfacciones que podemos encontrarnos en esta vida. Pero, evidentemente, para aprender hay que querer aprender. Parece un término obvio; sin embargo, si somos capaces de analizar nuestro interior fríamente, nos daremos cuenta de que no lo es tanto. Todos queremos saber cosas, tener conocimientos y poder hablar de ellos cuando es requerido por la situación; la pena es que, no hay muchas personas que estén dispuestas a sacrificar su tiempo y esfuerzos por conseguir y asimilar esos conocimientos. En todo momento, estoy hablando de conocimientos adquiridos por la vida; lo que muchas veces llamamos «experiencia vital», que no es otra cosa, que sucesos que nos han ocurrido y que han aportado algo a nuestra vida, ya sea positivo o negativo. Esos sucesos los guardamos en nuestra memoria y, dependiendo de cada persona, podrán estar más menos profundo en las grandes cuevas de nuestra mente, donde se guarda la información de nuestro pasado. De qué nos sirve saber que si cruzamos una calle fuera de la zona señalizada es muy probable que nos atropellen… Si fuéramos seres tan inteligentes como nos creemos como especie, evitaríamos el peligro y cruzaríamos por los sitios correctos. Como digo siempre en cada conferencia que realizo, hablo en términos generales: dicen que hay muchas personas que son capaces de aprender todo de su pasado para jamás volver a equivocarse… ¿Las hay? Existe una clasificación o tipo de aprendizaje que tiene relación directa con el condicionamiento; es más, si recibimos «premios» positivos, tendemos a repetirlo, y si son negativos, los rehuimos.

Porque los evitamos, ¿verdad? Yo no estaría tan seguro.

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PRÓLOGO


Aprender de las experiencias, independientemente de ser una frase hecha y repetida durante generaciones, es un proceso que deberíamos interiorizar. Es muy probable que nos evitaría disgustos y nos mostraría el camino correcto en muchas ocasiones. Como teoría es fácil, pero en la práctica requiere «mucha práctica», y para eso estamos aquí, para adquirir el conocimiento necesario que nos permita desarrollar los sistemas con los que aprenderemos, es decir, la práctica. A lo largo de todos los capítulos habrá que desarrollar ejercicios usando unas herramientas maravillosas llamadas papel y bolígrafo; aunque acabemos los ejercicios, no debemos tirar nunca las respuestas ya que, probablemente, harán falta en fases posteriores. Los ejercicios que se van a proponer aquí son para realizar con tranquilidad, en soledad, y sobre todo, con muchísima sinceridad. Si no somos capaces de ser sinceros con nosotros mismos, difícilmente podremos colocar cada pensamiento en su sitio y lograr que nos ayuden a empujar nuestras vidas. No debe darnos vergüenza reconocer, escribir o decir en voz alta muchas palabras que nos vendrán a la mente; siempre debemos ejercitarnos en soledad. Por lo tanto, como nadie nos va a ver ni escuchar, tendremos libertad absoluta de sacar al exterior todo lo que llevamos dentro. Hasta que cada ejercicio no esté completamente interiorizado, no se debe pasar al siguiente, de lo contrario la siguiente fase no podrá trabajarse de la forma correcta y ello llevará a un fallo en el proceso, que no aportará los resultados adecuados. No hay prisa Nadie nos va a obligar a nada. www.aptitudespersonales.com www.academia.aptitudespersonales.com www.blog.aptitudespersonales.com www.facebook.com/aptitudespersonales www.facebook.com/MendezCoach www.linkedin.com/in/joseignaciomendez www.twitter.com/Joseimendezg www.instagram.com/joseignaciomendezg plus.google.com/+AptitudespersonalesAsturias www.youtube.com/c/AptitudespersonalesAsturias

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ME RECONOZCO


1

ME RECONOZCO

Pensar en nosotros mismos parece algo simple; pero complicado de realizar cuando llega el momento. Es importante que nos tomemos el tiempo necesario para pensar en nosotros mismos, en cómo hemos crecido y evolucionado a lo largo de los años y en cómo hemos llegado hasta dónde estamos; y recordar aquellos momentos felices y aquellos que no lo fueron tanto. Todo ello, en conjunto, nos dará una visión global de por qué estamos ahora en el lugar en el que estamos y qué camino hemos recorrido para conseguirlo. Podríamos decir que estamos hablando de autoconocimiento, pero es tan sólo eso, conocernos a nosotros mismos y saber lo que hay dentro de nosotros; ya habrá tiempo de recolocar cada cosa y de valorar lo que significa cada una de ellas. En esta primera fase sólo debemos pensar en nosotros mismos. El autoconocimiento como tal, nos puede llevar a tener una vida mejor, aunque deberíamos preguntarnos si realmente nos conocemos a nosotros mismos. Muchas personas creen que se conocen perfectamente bien, que no precisan de más informació n externa que alguien les pueda aportar; si eso fuera así, poseerían un gran autocontrol y un buen autodominio; serían personas maravillosas, con una gran autoestima; el éxito estaría siempre con ellos y tendrían tal cantidad de energía, que cualquiera podría darse cuenta de ello.

Es posible que existan personas con estas características, y muchas creen que tienen un gran autoconocimiento; pero la realidad es que desconocen más de sí mismos de lo que creen. El ser humano cuenta con diferentes niveles mentales, y hay dos de ellos sobre los que realmente tenemos muy poco control: • Nivel subconsciente • Nivel inconsciente Por ello, conocernos a nosotros mismos puede llegar a ser todo un reto.

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ME RECONOZCO


Si realmente tuviéramos un buen nivel de autoconocimiento, podríamos llegar a determinar los motivos y razones para: • • • • • • • •

Nuestros deseos Nuestros impulsos Nuestros sueños Nuestras pasiones Nuestros miedos Nuestras emociones Nuestros sentimientos Nuestros pensamientos, etc.

Es decir, que sabríamos a ciencia cierta todo aquello que nos completa. Estamos compuestos por diferentes factores psicológicos que hacen de nosotros un ser humano completamente único y diferente a los demás. Muchos dirían que, para vivir mejor, es necesario una casa más grande, más dinero y quizás una pareja; sin embargo, esto no es necesariamente cierto. El dinero, la abundancia, y el apoyo social y emocional contribuyen con un mejor bienestar y es importante notar que la calidad de vida es algo que viene desde adentro. Existen muchas personas pobres que viven bien, y muchos ricos que viven mal. De igual manera existen muchísimos ricos que viven bien y muchísimos pobres que viven mal. Viendo los parámetros anteriores es evidente que la capacidad económica no es la respuesta.

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ME RECONOZCO


imagen 1: siempre vencedor

Curiosamente, el éxito como tal parece que tampoco lo es, ya que cuando alguien logra el éxito en algún aspecto de su vida, dicho aspecto pasa a formar parte de la normalidad y cotidianidad. Lo que se genera es, quizá, un periodo de alta emoción y alegría que contribuye con una sana felicidad, pero en realidad no hablamos de un bienestar permanente. Existen altibajos en la vida que son casi imposibles de evitar (como tendencias de mercado, temporadas de crisis financiera, tiempos de cosecha, etc.), y ello no debería afectar el bienestar personal en ninguna medida. ¿Cuál es la respuesta entonces? Cada vez más estudios comprueban que las personas que mejor viven son aquellas que tienen una psicología más saludable y controlada por sí mismos. En otras palabras, el bienestar de vida proviene de nuestro interior y, la única manera de potenciarlo es mediante el uso de herramientas para nuestro desarrollo personal. Y esas herramientas son las que vamos a trabajar en esta fase, las basadas en el autoconocimiento. El autoconocimiento nos puede llevar a vivir mejor por varias razones:

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ME RECONOZCO


Cuando nos conocemos a nosotros mismos, algunos de los beneficios son los siguientes: • Podemos tomar mejores decisiones que nos hagan más felices y menos esclavos de la sociedad. • Aumentamos nuestro nivel de conciencia y nos damos cuenta de aspectos de la vida susceptibles a mejorar. • Detectamos fortalezas y cualidades, con lo cual mejora nuestra autoimagen y aumenta nuestra autoestima. • Adquirimos un mayor autocontrol, tanto personal como emocional. En resumen, si nos conocemos y nos controlamos, ese camino nos llevará directamente hacia nuestros sueños. Veamos cómo hacerlo y, para empezar, vamos a plantear dos tipos de autoconocimiento: • Autoconocimiento Personal

El autoconocimiento personal se trata básicamente conocernos a nosotros como persona. Es decir, conocernos como individuo único y como parte de una sociedad. Conocer nuestros roles, responsabilidades, derechos y deberes. También conocernos como ser humano con cualidades, defectos e instintos. • Autoconocimiento Emocional

Por otra parte, tenemos nuestro lado emocional. Todos los seres humanos somos emocionales. Es imposible para nosotros liberarnos de ese aspecto sentimental de nosotros mismos. Es por esto por lo que en vez de librarnos de ello, lo que haremos será convertirnos en sus aliados. Nuestras emociones pueden jugar a nuestro favor o en nuestra contra. Si conocemos nuestras emociones, podemos decidir sobre ellas y actuar para mejorarlas. Si desconocemos las razones por las cuales tenemos ciertas emociones (positivas o negativas) tendremos menos capacidad de aprovechar un gran potencial que podríamos estar usando para dirigirnos hacia nuestros más grandes sueños. El autoconocimiento debe llevarnos al autocontrol, y el autocontrol debe ser lo suficientemente positivo como para que estemos satisfechos con nuestra capacidad de lograr nuestros propósitos.

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ME RECONOZCO


Una buena manera de desarrollar el autoconocimiento personal y emocional es empezar por un profundo autoanálisis. Nos realizaremos preguntas a nosotros mismos, nos estudiaremos como si fuéramos un curso de universidad: ¿Sabemos cuánto ganamos? ¿Cuánto gastamos? ¿Qué comemos? ¿Qué tanto ejercicio hacemos? ¿Con quién hablamos? ¿Qué pensamos la mayoría del tiempo? ¿Somos positivos, optimistas, negativos o pesimistas? ¿Nos enfurecemos con facilidad? ¿Nos sentimos emocionados con facilidad?, etc. Después de hacernos estas y otras preguntas, simplemente decidiremos qué aspectos de nuestra vida nos gustaría cambiar, y empezaremos a trabajar en ello. ¿Debemos mejorar nuestro aspecto? Consultaremos a un especialista, y después comenzaremos a hacer ejercicio y a comer más saludable. ¿Debemos mejorar nuestra situación financiera? Estudiaremos en internet o en cursos presenciales sobre gestión financiera, ingresos pasivos, inversión, creación de empresas, etc. Lo importante es que nos analicemos, tomemos decisiones, y después actuemos sobre nuestro análisis.

imagen 2: buscando el cambio

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ME RECONOZCO


Nuestra vida nunca volverá a ser igual, y, por el contrario, estaremos en una situación cada vez mejor. Cada uno de nosotros nos encontramos día a día viviendo nuestro propio sueño personal. Podemos ser conscientes o no de cada uno de nuestros pasos; pero ahí están, siempre llevándose a cabo como si de un guión se tratase.

Cuando hablamos de conseguir nuestras metas y propósitos, y de materializar nuestros deseos personales, el autoconocimiento es la herramienta clave y esencial. Somos muchos los que nos enfrentamos a cambios continuos en nuestra vida personal y profesional. Dentro de nuestra búsqueda de bienestar y crecimiento interior, podemos replantearnos muchas cosas, sobre todo aquellas que nos permiten conocernos a nosotros mismos y orientarnos hacia lo que nos satisface y mejor sabemos hacer. Conocer los objetivos que tenemos y las herramientas para conseguirlos es el primer paso para lograr lo que nos propongamos. Es cierto que en ocasiones nos puede resultar difícil hablar sobre nosotros mismos. Sentimos que nos conocemos y sabemos todo acerca de nosotros, pero muy pocas veces nos detenemos a pensar, reflexionar y escribir nuestras metas. No nos paramos a «sellar con tinta» y ser conscientes de las características que nos facilitarán o dificultarán la consecución de las mismas. Para ello es importante y necesario objetivar lo que sabemos sob re nosotros mismos y nuestro interior como seres humanos. ¿Qué herramientas nos ayudan a conocernos a nosotros mismos y a llevar a cabo la primera fase de la evolución interior?

Vamos a trabajar con 4 herramientas; es importante que las realicemos en el orden marcado, ya que ello colocará nuestra mente en la actitud precisa para pasar a la siguiente herramienta; el desarrollo nos va a llevar algunos días de trabajo ya que deben quedar completamente asimiladas: 1. 2. 3. 4.

Quién soy La línea de la vida Diario de emociones Comunicación subconsciente

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ME RECONOZCO


Una vez realizadas las 4, siempre haciendo una cada día, debemos repetirlas y comprobar si ha habido algún cambio en las mismas entre la primera y la segunda ejecución. Así seguiremos hasta que estemos completamente conformes con los resultados; cada ciclo de 4 días construye un proceso mental paralelo que iremos desarrollando con las herramientas propuestas: 1) Herramienta nº 1. ¿Quién soy?

Este ejercicio nos permite comprobar quiénes somos en este momento, el momento actual, y quién queremos llegar a ser. Hay que destacar que lo más importante es decidir cómo vamos a conseguir llegar a ser la persona que deseamos y anhelamos ser, ¿cuál sería la estrategia para conseguirlo? Este ejercicio se realiza escribiendo en una hoja de papel quién somos, en otra quién deseamos llegar a ser, y en la tercera y última, cómo vamos a hacerlo. Será también interesante complementar este ejercicio con un feedback de nuestras personas de confianza, para saber cómo nos ven y cómo nos perciben las personas de nuestro alrededor. 2) Herramienta nº 2. La línea de la vida

Esta herramienta nos permite crear una línea horizontal que representa nuestra vida. En esta línea marcaremos un punto medio que representa el ahora. Seguidamente, comenzaremos a incluir diferentes situaciones y experiencias vividas. Así podremos ser conscientes de aquello que consideramos relevante en nuestra vida. La segunda parte de este ejercicio consistirá en cumplimentar parte de nuestro futuro, señalando tanto nuestros objetivos más cercanos como los más alejados en el tiempo. Al finalizar esta línea de vida debemos reflexionar sobre lo que hemos vivido y sobre cómo nos planteamos alcanzar los objetivos marcados para nuestro futuro. 3) Herramienta nº 3. Diario de emociones

Las emociones son tesoros, ya que su poder en nosotros es inmenso. Escuchar nuestras emociones puede aportarnos muchos detalles sobre nosotros mismos, otras personas o diferentes situaciones. Debido a ello, el diario emocional es considerado una técnica para facilitar el autoconocimiento. Siendo conscientes de nuestro propio estado emociona y conociendo cuáles son las emociones que más se repiten en nuestro día a día, y su origen, entre otras cosas, lograremos un mayor autoconocimiento en cualquier parcela de la vida que deseemos.

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ME RECONOZCO


4) Herramienta nº 4. Comunicación subconsciente

Esta herramienta puede ser la más compleja y larga de realizar, sin embargo, es el esfuerzo final que culminará con la primera fase terminada. Existe un tipo de comunicación con nosotros mismos, que vamos a denominar «comunicación subconsciente» y existen diversas técnicas para lograrla. Una de estas técnicas es la siguiente: Busquemos un lugar y un momento en el que podamos estar completamente solos y aislados del mundo. Nada de teléfonos y mucho menos internet. Dejemos todo organizado de tal manera que nadie deba buscarnos para nada durante este tiempo, que puede durar aproximadamente una hora. Cuando vayamos a ese lugar (si está rodeado de naturaleza, mucho mejor) debemos llevar papel y bolígrafo, que son nuestras grandes herramientas en cualquier tipo de proceso relacionado con el trabajo con uno mismo.

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ME RECONOZCO


A partir de aquí vamos a empezar a dominar conscientemente nuestra respiración, de manera que podamos respirar diferente a como lo hacemos normalmente. La respiración debe ser más profunda y larga, con lo que lograremos disminuir nuestro ritmo cardiaco y entrar en un estado de relajación física y, en consecuencia, mental. Lo que se busca es la armonía con nuestra mente subconsciente, así que empecemos por tratarnos bien, sin prisas ni preocupaciones; recordemos que se nos va a revelar información importante sobre nosotros mismos. Cogeremos nuestras herramientas (papel y bolígrafo) y comenzaremos, en voz alta, a hacernos preguntas; ejemplo de ellas serían las siguientes: • • • • • •

¿Por qué no he conseguido pareja aún? ¿Qué me hace falta para lograr eso que tanto quiero? ¿Por qué le temo tanto a emprender? ¿Cuál ha sido el motivo de desistir en mis deseos? ¿Por qué he fracasado en…? ¿Qué me detiene para avanzar mucho más?

Es el momento de ser sinceros con nosotros mismos y de comenzar a escribir lo primero que nos venga a la mente como respuesta a esas preguntas; no debemos pensar esas respuestas, simplemente escribir lo primero que se nos ocurra. No pensar es el punto más importante de este ejercicio; debemos dejar que las respuestas fluyan solas. El motivo de hacerlo así es que es nuestra mente subconsciente la que inicialmente muestra aquello que debemos escribir. Es prohibido pensar y razonar en este ejercicio. Lo que llega a nuestra mente puede ser una imagen, una palabra, un sonido, o incluso una combinación de todas estas cosas en una escena. No menospreciemos lo que nuestra mente nos diga y escribámoslo de inmediato, como respuesta a nuestra pregunta. Al principio, como ser en los primeros 20 minutos, recibiremos respuestas que valoraremos como tontas, inadecuadas, o simplemente obvias. No debemos parar y, con insistencia, seguiremos preguntándonos más cosas. Pongamos un ejemplo; si nos preguntamos sobre el motivo de haber fracasado en algo, quizá lo primero que nos venga a la mente sea algo tan simple como un pájaro; por lo tanto, sería lógico que nos preguntáramos:

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ME RECONOZCO


¿Qué tiene que ver un pájaro con mi fracaso?

Al no obtener la suficiente claridad con esa imagen, se puede afinar con más preguntas relacionadas, como por ejemplo: • ¿Acaso es sobre la libertad que tengo o quiero tener? • ¿Es sobre poder o no poder volar?… etc.

Y, por supuesto, escribir todas esas respuestas. Nuestra mente subconsciente tiene una manera muy especial de codificar los mensajes que nos envía para simplificar nuestra visión de la realidad y del mundo, por lo que nos llevará un poco de tiempo entenderla y quizá varios intentos llegar a respuestas profundas y reveladoras. La mente subconsciente tiene acceso a todos nuestros recuerdos, experiencias, logros y fracasos, por lo que sería excelente poder contar con ella para la solución de problemas. Podemos preguntar claramente: ¿Cómo podría resolver «X» problema? Y no dudemos en que las ideas empezarán a llegar. Desde la primera vez que lo intentemos nos daremos cuenta del poder de esta técnica; es importante estar solo y tomárselo en serio, contar con tiempo y encontrarse en un lugar tranquilo. Llegaremos a comunicarnos con nosotros mismos de una forma muy especial, y lograremos un gran autoconocimiento. Realizaremos estos ejercicios las veces que sea necesario; esta fase es el comienzo, y los cimientos que se creen deben estar perfectamente consolidados antes de pasar a las otras; sabremos que hemos completado la primera fase cuando estemos completamente convencidos de los resultados obtenidos y satisfechos con lo que estamos haciendo.

«La clave para gestionar a otros de manera efectiva es manejarse uno mismo primero. Cuanto más conoces de ti mismo, más puedes relacionarte con los demás desde una posición de confianza, seguridad en ti mismo y fortaleza» – Weisinger

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SOY CONSCIENTE DE MI FORMA DE SER


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Para bien o para mal, hemos sido nosotros mismos los que hemos construido nuestro camino; estamos donde estamos gracias a nuestras decisiones y, ahora mismo, no se puede cambiar nada de lo que hemos hecho. Por lo tanto, debemos aceptarnos tal y como somos, ya que nos hemos convertido en el resultado de un proceso de aprendizaje que ha durado toda nuestra vida. Aceptarse a sí mismo es una elección. Es un paso fundamental en el proceso de adquirir una autoestima saludable, porque nos permite concentrarnos en lo que amamos de nosotros mismos y, al mismo tiempo, ser conscientes de lo que no nos gusta, y comenzar a cambiarlo. La autoaceptación significa sentirse feliz de quien uno es. La realidad más común es que solemos sentir procesos negativos acerca de nosotros mismos. Aceptarse a sí mismo es una elección. Es muy común no ser conscientes de la falta de autoaceptación. Se suele decir coloquialmente que nos aceptamos a nosotros mismos, pero, pensándolo fríamente, siempre aparece algo que no podemos aceptar de nosotros mismos. Esta falta de autoaceptación puede bloquear a las personas indefinidamente. Esa situación, sin darnos cuenta, genera muchísimo estrés y tensión en el día a día. Si buscamos una definición al concepto «aceptarse a sí mismo», sin duda la más extendida sería: sentirnos felices de quienes somos. Es aceptar, apoyar y aprobarse a uno mismo y a todas nuestras partes, incluso las que no nos gustan. Es no juzgarnos a nosotros mismos. La mejor forma de alcanzar la aceptación de nosotros mismos es tomar la decisión de hacerlo. Tenemos que tomar la decisión de aceptarnos incondicionalmente: «Yo me acepto a mí mismo incondicionalmente» El próximo paso en el proceso es tomar conciencia. Cuando tomamos conciencia de que tenemos un problema, lo podemos resolver.

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Hay muchas formas de volverse consciente de nuestra falta de autoaceptación, y también hay muchas áreas que no siempre aceptamos, como ser nuestros cuerpos, nuestras relaciones, nuestro trabajo, etc. Aceptación y autoestima

Aceptarnos, es un paso fundamental en el proceso de adquirir una autoestima saludable, porque nos va a permitir concentrarnos en lo que amamos acerca de nosotros mismos y al mismo tiempo, ser conscientes de lo que no nos gusta y comenzar a cambiarlo. Es por eso por lo que autoaceptación y autoestima van de la mano. No podemos tener estima hacia nosotros si no nos aceptamos tal y como somos. Sabiendo lo que significa la palabra autoaceptación y por qué es tan importante, debemos aprender a alcanzarla. Si fuera fácil no estaríamos inmersos en estas letras; por lo tanto, en principio, vamos a seguir unos consejos que nos ayudarán en el proceso. Están relacionados entre sí, por eso es fundamental que interioricemos todos ellos para ponerlos en práctica a lo largo de los días. Vamos a repetir el proceso del capítulo 1; en este caso, el ejercicio cero (0) no vamos a realizarlo, pues ya está trabajado en los días pasados al referirse íntegramente al capítulo 1. Comenzaremos un ciclo de cuatro días comenzando con el ejercicio 1 y acabando con el 4; el quinto día, repetiremos nuevamente el ciclo. Si consideramos que aún no tenemos interiorizado todo el proceso, será necesario repetir el ciclo una vez más para lograr el objetivo de superar la fase 2. 0) Conócete a ti mismo

El autoconocimiento es la piedra basal de la autoaceptación, ya que para aceptarnos, debemos saber cómo somos. No es un trabajo fácil porque es normal que tratemos de autoengañarnos y de crear una falsa autoimagen; pero es un proceso necesario. Tomemos el tiempo necesario para estar solos, analizar lo que pensamos y el porqué lo pensamos, cómo actuamos, etc. Ya hemos visto cómo realizar este proceso en capítulo 1 y la importancia que tiene hacer todos los ejercicios de la forma correcta antes de entrar en esta fase de aceptación.

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1) Ejercicio 1. Aprende a confiar en ti

Es muy importante que siempre que tomemos una decisión, lo hagamos confiando plenamente en que podremos cumplirla. La autoconfianza es otra capacidad que nos ayuda a tener una autoestima saludable, pero quizás sea una de las más difíciles de alcanzar. Según nos vayamos conociendo a nosotros mismos, nuestra autoconfianza irá en aumento por sí sola. Como ya hemos superado la fase 1, la de autoconocimiento, ahora es preciso trabajar con el espejo; es un ejercicio duro, pero tremendamente efectivo. Nuevamente comenzaremos un ciclo de 4 días en el que haremos ejercicios independientes para cada día y los repetiremos si es necesario. El primero de ellos nos ayudará a afianzar los sentimientos hacia nosotros mismos. Nos pondremos ante el espejo, siempre en soledad y tranquilidad, sin nada que nos pueda distraer, y en voz alta contestaremos las preguntas que nos hicimos en la fase 1. • ¿Quién soy? • ¿A dónde voy? • ¿Por qué hago…? etc.

Como ya tenemos esa información escrita, tanto las preguntas como las respuestas, tan sólo debemos ir leyendo y «memorizando» lo que debemos decir ante el espejo; busquemos la voz segura, el convencimiento. Seamos nuestro propio director y actor de esa escena. 2) Ejercicio 2. Libérate de los pensamientos limitantes

Este tipo de condicionantes muchas veces se relaciona con lo que nos han hecho creer que podemos o no podemos hacer, con los mandatos sociales y familiares. Pensemos cuál es el fundamento real que vemos en esas limitaciones que creemos tener. ¿Son limitaciones comprobadas objetivamente o simplemente pensamos que no podemos? Nuevamente hacemos uso de nuestro «archivo» de preguntas y respuestas de la fase 1.

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Busquemos aquellas que tengan relación directa con los temas que no queríamos recordar o con acciones que no nos atrevíamos a hacer. Y nuevamente juguemos a decirlo en voz alta ante el espejo; nuestro segundo día de ejercicios de esta fase se compone de un proceso en el que debemos darnos cuenta de que, realmente, somos nosotros mismos los que nos ponemos trabas en nuestro proceso de evolución. Después de hacerlo ante el espejo unos minutos, cogeremos nuestro cuaderno de progresos y comenzaremos a escribir nuestros logros, no importa lo pequeños que sean. Aunque sea algo muy simple, como aprender a hacer un huevo frito, debemos escribirlo. Este es un hábito que nos va a ayudar a sentirnos bien y a aumentar nuestra confianza. 3) Ejercicio 3. No permitas el «auto-boicot»

Muchas veces y sin darnos cuenta tendemos a autolimitarnos, o a tener poca autoconfianza; esto es una forma de boicotear nuestra vida entera, porque son sentimientos que no nos permiten tomar decisiones o cumplir con lo que nos hemos propuesto. Por desgracia es un proceso muy común, que muchos lo identifican con el miedo al éxito. La base para evitarlo es dejar de compararnos con el resto de las personas, ya que es un juego que, difícilmente, podremos ganar. Siempre va a existir alguien, en algún lugar, que tenga algo que no tenemos, como por ejemplo, el coche que siempre hemos querido, una relación maravillosa, una casa en el lugar que más nos gusta, unas vacaciones en un sitio que nos encanta, etc. Si seguimos comparándonos con los demás constantemente, nunca podremos sentirnos bien con nosotros mismos, pues notaremos faltas en nuestra vida que, realmente no son tales. Como en los ejercicios anteriores, recuperaremos nuestro cuaderno de preguntas y respuestas y buscaremos aquellas que tengan relación con las cosas que tenemos o que hemos tenido, como por ejemplo, casa, coche, familia, amigos, vacaciones, etc. Nos pondremos ante el espejo nuevamente, que se va a convertir en nuestro gran amigo, y mirándonos a los ojos, comenzaremos a «recitar»:

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Me merezco…, por este motivo:» Si hay que repetirlo, se repite; y así con todo lo que consideremos necesario decir en voz alta. El tiempo que estemos ante el espejo dependerá de las afirmaciones que queramos hacer y del convencimiento que tengamos en lo que estamos diciendo. Es decir que hasta que no estemos satisfechos con nuestro tono y nos creamos lo que estamos diciendo, no deberíamos parar. Por supuesto, hay que realizarlo en soledad y con plena tranquilidad.

imagen 4: siempre hay una forma de conseguirlo

4) Ejercicio 4. Evita la lástima por ti mismo y la victimización

Nosotros somos los responsables de nuestras decisiones, y eso implica que debemos hacernos cargo de este concepto. Si no lo hacemos, significa que nos vamos a paralizar ante la oportunidad de cambiar lo malo por lo bueno. Si sentimos que estamos pasando un mal momento, en lugar de responsabilizar a los demás de lo que nos ocurre, tomemos las decisiones necesarias para cambiar nuestra posición.

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Para ello, el ejercicio que vamos a realizar se basa en generar «afirmaciones». Las afirmaciones funcionan y afectan a las personas, de la misma forma que afectan las negatividades. Si una persona repite constantemente conceptos negativos, se los acaba creyendo y actuando en concordancia; con el mismo procedimiento, si una persona repite constantemente conceptos positivos, también se los acaba creyendo. Ello implica que debemos decirnos a nosotros mismos que somos inteligentes o estupendos. Repitiendo esto una y otra vez, lo acabaremos creyendo con el tiempo. La opinión que tenemos de nosotros mismos es básica para nuestro desarrollo personal. Si creemos en nosotros mismos, los demás también lo harán y, se sentirán maravillosamente bien cerca de nosotros. Con todo esto acabaremos creando un círculo de confianza. El último ejercicio de esta fase precisa de papel, bolígrafo y espejo. En primer lugar, y como siempre, busquemos nuestro momento de tranquilidad y soledad; con el bolígrafo en la mano y el papel delante, pensemos en una afirmación; probablemente podamos sacarla de nuestro cuaderno del capítulo 1. Ejemplos de afirmaciones podrían ser: • Afirmaciones positivas para la Autoestima

Me amo y me acepto tal y como y soy. Soy una persona inteligente y hermosa. Soy capaz de hacer con éxito todo lo que me propongo. • Afirmaciones positivas para la Salud

Gozo de una extraordinaria salud. Me alimento con productos sanos y beneficiosos para mi organismo. Hago ejercicio cada día y mantengo mi cuerpo en forma. • Afirmaciones positivas para las Relaciones de pareja

Gozo de una relación de pareja divertida, satisfactoria y duradera.

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Me comunico fácilmente con mi pareja. Siento seguridad en la intimidad. • Afirmaciones positivas para las Relaciones con los hijos

Soy una madre cariñosa y respetuosa. Educo a mis hijos con conciencia y pongo atención a sus necesidades. Expreso con facilidad a mis hijos el amor que siento por ellos. • Afirmaciones positivas para las Relaciones de amistad

Me rodeo de gente que me ama. Hago nuevos amigos con facilidad. Disfruto de mi tiempo libre haciendo actividades con mis amigos. • Afirmaciones positivas para las Relaciones laborales

Me merezco ganarme la vida haciendo lo que me gusta. Tengo un trabajo divertido, que me llena y me satisface. Tengo éxito fácilmente. • Afirmaciones positivas para la Relación con el dinero

Creo firmemente que el Universo es abundante. Hago dinero con mucha facilidad. Recibo ingresos constantemente de diversas fuentes. Son sólo ejemplos, para ver cómo podemos convertir todo lo que hemos escrito hasta ahora, en afirmaciones personalizadas para nosotros mismos. Escribamos las afirmaciones más importantes para nosotros 20 veces, ¡y no menos! Y después de escribirlas, vayamos al espejo y repitamos cada afirmación esas 20 veces mirándonos al espejo. ¡Debemos creer en lo que estamos haciendo y diciendo!

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ME ENORGULLEZCO DE MIS VIRTUDES


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Las responsables directas de los logros de nuestra vida son las virtudes que poseemos, aquellas que nos han dado esa inspiración necesaria para alcanzar, a veces, la satisfacción. Y como han sido buenas para nosotros, debemos conservarlas y luchar por seguir manteniéndolas. Los logros generan sensaciones muy positivas, crean sistemas de «regocijo» y de valor personal, nos elevan por encima de la media de nuestra vida y nos hacen sentir «plenos». Bajo esa perspectiva cuantos más logros tengamos, mayor sensación de plenitud tendremos. Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta de la cantidad de logros que hemos conseguido a lo largo de nuestra vida ya que muchos de ellos, a simple vista, pueden parecer insignificantes; sin embargo, si no fuera por ellos, es muy probable que no estuviéramos ahora mismo donde estamos.

360° thinking

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Eso implica que debemos valorar nuestros logros, nuestros objetivos cumplidos, nuestras metas alcanzadas. En esta fase, sólo nos referimos a los logros pasados; ello implica que debemos hacer acopio de todos ellos y valorarlos de la forma adecuada.

imagen 5: volando y soñando

La valoración personal es mucho más importante de lo que puede parecer a simple vista

La valoración personal es una de las grandes necesidades humanas; no se trata del aspecto físico que tenemos, ni de cuánto llamamos la atención por nuestro cuerpo, ropa o maquillaje en el caso de las mujeres; ni tampoco de las pertenencias, ni del poder que ejercemos sobre otras personas o territorios. Se trata de una valoración personal por lo que somos, no por lo que aparentamos ser o tener. Todo lo que ven nuestros ojos superficialmente no es más que una vana ilusió, es como ver un cascarón adornado de distintas maneras, pero si lo abrimos, encontraremos su verdadero contenido, que dista mucho de lo que podría estar aparentando externamente. El ego se encarga de cuidar la imagen que tenemos de nosotros mismos; desde pequeños se ha ido formando según los conceptos que otros han inculcado sobre nuestro valor personal, comenzando con lo que nuestra propia familia señalaba, y posteriormente con lo que nuestras amistades incorporaban.

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Por lo tanto, el ego de un adulto es el resultado de las opiniones y prejuicios de otros, hasta que hace conciencia de sí mismo más allá de las apariencias. Algunas escuelas hablan de la existencia de cuatro categorías de valoración personal, que no son necesariamente fijas, ya que en ocasiones podríamos reflejar valoración en una, y en otras, en dos, tres o cuatro. El dilema está en detectar en qué categoría nos encontramos más a menudo. Las categorías s on: 1. 2. 3. 4.

Los que se creen superiores y pisotean a los demás o son irónicos. Los que se creen inferiores a los demás y se autocritican constantemente. Los que se creen inferiores a los demás, pero compiten para no demostrarlo. Los que no se creen ni inferiores o superiores a los demás y viven felices sin compararse con nadie.

Estas categorías, realmente, no son más que patrones mentales, programados en nuestra mente desde muy niños. A lo largo de nuestra vida, debemos conocernos lo suficiente y valorarnos de la forma adecuada, para dejar de «sufrir» a causa de estas clasificaciones. Todos estamos expuestos a este condicionamiento social, bien sea por los matices de belleza, poder o posesiones, que, en teoría, debemos tener para ser importantes (según lo que nos han inculcado desde pequeños). La verdad es que nada de lo material es real, todo es una ilusión mental que cuando fallecemos se desvanece, simplemente pasamos a otro plano y volvemos a ser energía. Si logramos estar en la categoría cuatro más a menudo, podremos ser felices, y a su vez haremos felices a los demás en todos los aspectos, pues si no nos comparamos con nadie, seremos lo que somos, no lo que la sociedad nos inculque, ni lo que nuestra familia o amistades quieran que seamos, ni siquiera seremos lo que nuestra mente cree que es; seremos una persona que se conoce tanto así misma, que no necesita ser definida por nada ni nadie, ya que por sí sola lo es Todo. Existen ejercicios que se pueden generar para intentar estar en la categoría cuatro la mayor cantidad de tiempo posible; habría que comenzar por escuchar el silencio de nuestro Yo interior, enseñando a nuestra mente, con paciencia y amor, que no hay motivos para compararse con nadie, ni siquiera con la excusa de lograr una meta similar a la de alguien, mucho menos si nos causa dolor, pues debemos ser originales hasta con nuestros sueños y aspiraciones.

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Si hemos de compararnos, lo ideal sería que lo hiciéramos con nosotros mismos, superarnos con base en nuestras características personales. Somos únicos e irrepetibles. Si alguien nos inspira, que sea para iniciar nuestro camino de evolución; pero una vez que arranquemos, comencemos a construir nuestro propio sendero. Vamos a realizar ejercicios sencillos, simples y de sentido común que nos permitirán trabajar la siguiente fase. Estos ejercicios deben tomarse en serio, quizá no sean tan estrictos como los anteriores, pero no por ello son menos importantes. Cuando la totalidad de los ejercicios estén encaminados, podremos pasar a la siguiente fase. No tengamos prisa en lanzar todos los procesos, llevará sus días, pero una vez lanzados, debemos seguir trabajándolos, aunque ya estemos realizando ejercicios posteriores. 1) Ejercicio 1. Vestirse de manera apropiada y arreglarnos de la forma adecuada

Es muy fácil sentirnos bien cuando nos sentimos atractivos. Esta es una de las mejores formas para sentirnos bien con nosotros mismos y valorarnos de la forma adecuada; todo el mundo conoce los beneficios mentales de mirarse al espejo y verse arreglado respecto a la forma de vestir, de peinar y de llevar los complementos adecuados. Si no sabemos cómo combinar lo que tenemos en casa, pidamos ayuda sin vergüenza ni timidez; seguro que tenemos a alguien que estará encantado de echarnos una mano y de aportar su opinión sobre nuestro aspecto físico, hasta que consigamos estar contentos con nosotros mismos. Hagámoslo tanto para trabajar como para la vida privada; el saber que estamos bien vestidos y contentos con nuestro aspecto, nos aportará fuerza, valor, equilibrio y empuje; ¡y nos sentiremos orgullosos! 2) Ejercicio 2. Buscar una nueva actividad extra

Gran ejercicio que va a aportar grandes sorpresas. Todos tenemos claro que nunca sabremos de lo que somos capaces si no lo intentamos.

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Absolutamente todos tenemos un «don» o «facultad» oculta a desarrollar; quizá seamos un gran jugador de tenis, o un pintor maravilloso, o un gran músico, un patinador, un escalador, escultor, etc. Es necesario buscar una actividad distinta, que no pertenezca a nuestra rutina habitual. Y una vez que la encontremos, luchemos por desarrollarla. Puede que ocurra que una vez probada, no nos llene; no hay ningún problema, pues se busca otra. Y si tardamos en encontrarla, tampoco pasa nada, mientras no paremos de buscar. En el proceso de búsqueda obtendremos tal cantidad de experiencias y sensaciones que nuestra experiencia vital se disparará vertiginosamente y, cuando menos lo esperemos, aparecerá ante nosotros. 3) Ejercicio 3. Aprenda a decir no

Ayudar a las personas es muy bueno, pero poner demasiada presión y estrés en nosotros mismos, no lo es. Si ponemos demasiada comida en un plato no podremos terminarlo y, si lo hacemos, seguro que las consecuencias serán desastrosas. Mantener la actitud de aceptar todo, sólo logrará que fracasemos y en consecuencia, nos sentiremos muy mal con nosotros mismos. Hay que saber decir NO; antes de nada, pensemos si estamos en alguno de estos grupos: • Sentimos la obligación de ayudar a los demás, pero, aunque nos lo agradezcan, no compensan las molestias que hemos tenido para hacer lo que nos han pedido. • Para nosotros, ayudar a los demás es un deber y algo necesario, pero después nos solemos sentir como una «marioneta». • Nos gusta que nos reconozcan y aunque lo hagan, no es suficiente para el tiempo o el esfuerzo que hemos realizado. • Nos que nos agradezcan nuestra amabilidad porque creemos que sólo ayudamos por buenas razones, pero quizá deberíamos replantearnos si sólo lo hacemos por esas buenas razones.

Muchas veces no tenemos tiempo de reacción, es decir, no tenemos tiempo para pensar y dar las razones por las que decir NO sin parecer algo brusco con la persona que nos lo pide; así que vamos a pensar en algunas «excusas» que retrasen el momento, por ejemplo:

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• • • •

Deja que mire cómo tengo la agenda y te digo si puedo. Ahora mismo no puedo contestarte. Si te parece te lo digo más tarde. No estoy seguro de que pueda. Después te lo confirmo. Etc.

Con esto lo que hemos conseguido es tiempo. Un tiempo muy valioso, para aprovechar a realizar estos pequeños «sub-ejercicios»: 1º) AutoPregunta: ¿Por qué siento que debo decirle que sí?

Respuestas posibles: porque la otra persona me da pena/me da mucho respeto; porque tengo miedo a las consecuencias, etc. 2º) Autovaloración: Valorar cuán reales son mis respuestas anteriores.

¿Exagero?, ¿son reales?, etc. 3º) Sopesar las respuestas:

Dar 4 razones para decir que sí y 4 razones para decir que no. 4º) Autovaloración:

Valorar esas 8 razones puntuándolas del 0 al 10 por orden de importancia. 0: ninguna importancia; 10: Muchísima importancia Después calcularemos el resultado final de las 2 opciones (sí y no) y en función del mismo, tomaremos la decisión. 4) Ejercicio 4. Practicar la gratitud

Cuando damos las gracias por algo, inconscientemente, nuestra mente descansa; de alguna forma, implica cerrar un círculo de acción; es decir, alguien realiza algo que nos gusta y nosotros cerramos el proceso dando las gracias y, de esa forma, lo finalizamos. Ello nos hace sentirnos mejor. De la misma forma que damos las gracias a los demás, y jamás debemos perder esa costumbre, también es importante practicar la gratitud hacia nosotros mismos; aunque la expresión «con nosotros mismos», quizá no exprese la realidad de lo que debemos hacer. En este caso debemos liberarnos cerrando nuestros propios círculos, agradeciendo lo que tenemos.

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Por ejemplo: • • • • • • • •

Gracias Gracias Gracias Gracias Gracias Gracias Gracias Etc.

por por por por por por por

tener un lugar donde vivir tener una familia tener pareja haber podido comprarme un coche poder tener comida en la mesa tener el trabajo que tengo disfrutar de este día en la montaña

En ningún momento nos referimos a unas gracias por tener «tal cosa» cuando otros no han podido tenerlo; simplemente es un gracias a nosotros mismos por haber sido capaces de conseguir tal cosa o situación. Recopilemos aquellos logros de los que ya hemos hablado y, ante el espejo, démonos las gracias a nosotros mismos por todo lo que hemos conseguido; en voz alta y con convencimiento. 5) Ejercicio 5. Ser Asertivo

La asertividad, hoy en día, se ha convertido en un arte, y una necesidad imperativa si queremos seguir nuestros caminos de la forma correcta. Para ser asertivo es tan importante la sinceridad como las palabras usadas para ello. Si conseguimos desarrollar el sistema correcto para transmitir nuestras ideas con sinceridad y autoridad, pero a la vez, con respeto hacia la persona con la que estamos hablando, también nos ganaremos el respeto de las personas que nos rodean. Si no defendemos nuestras posturas y pensamientos, nadie lo hará; por ello debemos buscar la mejor forma de conseguirlo. Cuando somos asertivos, estamos transmitiendo a las personas que merecemos ser respetados. Sigamos practicando esta forma de expresarnos y jamás dejemos de hacerlo. Abrirá muchas puertas y nos hará sentir mucho mejor.

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ASUMO MIS ERRORES


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ASUMO MIS ERRORES

En algunos momentos de nuestra vida, no hemos tomado el camino correcto, y esas malas decisiones son las causantes de algunos problemas que nos han surgido. Esas malas decisiones son la consecuencia de habernos dejado dominar por algunos defectos, y simplemente debemos reconocer ese «error». A través de nuestros errores tenemos la oportunidad de reflexionar y aprender algo nuevo. Cuando revisamos las consecuencias de una acción que acabamos de realizar es cuando podemos reconocer el error que cometimos. Debido a esto, nos resulta tan difícil prevenir algunos errores, porque sólo podemos reconocerlos una vez que los hemos cometido. Desarrollar la capacidad de reconocer y aceptar nuestras equivocaciones amplía nuestra visión de la realidad, nos impulsa a asumir nuestra responsabilidad y nos enseña, además, a reconocer la presencia de personas afectadas por las consecuencias de nuestras equivocaciones.

imagen 7: pidiendo ayuda

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Oímos a diario frases como: «Cometer errores es humano», «Un error lo comete cualquiera», etc.; pero lo más importante es que tengamos la disposición de asumir el compromiso de hacer cuanto sea necesario para corregirlos. Algunos padres, por ejemplo, temen reconocer un error frente a sus hijos por miedo a perder su autoridad o el respeto por parte de ellos, cuando, en realidad, hacerlo sería una señal de sabiduría, humildad y amor. Desde luego, no es sencillo aceptar nuestras equivocaciones, pues hiere nuestra autoestima. A veces nos da pena que otros descubran que hemos cometido un error; otras, quedamos paralizados por el miedo de volvernos a equivocar, o también puede suceder que, en vez de asumir nuestra responsabilidad y reparar nuestros errores, busquemos culpar a alguien de ellos. En realidad, saber que tenemos derecho a equivocarnos y estar dispuestos a aprender de ello, nos da la libertad de ser auténticos, de tomar decisiones más acertadas, y nos concede el permiso para atrevernos a realizar actividades nuevas con más seguridad y confianza. Llegará el día en que habremos cometido un error grave, pero, a pesar de la vergüenza que podamos sentir, no deberíamos huir de la responsabilidad, ni ponernos agresivos o defensivos cuando otros nos hagan una observación al respecto; nuestra meta deberá ser, en ese momento, tratar de reparar el daño de la forma más digna posible. Muchas personas creen que reconocer un error puede ser una señal de debilidad y que, además, puede representar la posibilidad de perder el respeto por parte de los seres queridos. ¡No es así! El admitir que nos equivocamos nos hace merecedores del aprecio y la estima de ellos, especialmente si nos ven hacer el esfuerzo para superarlo y no repetirlo. Asumir nuestros errores nos permite crecer y madurar internamente. Además, todas las equivocaciones son una oportunidad para aprender algo nuevo acerca de nosotros mismos, de los demás y de la vida. Hay dos maneras simples de aprender y madurar: • Equivocarse • Acertar Es decir, reconociendo y asumiendo las consecuencias que se generan de nuestras elecciones.

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Pensamos, con frecuencia, que los errores son un fracaso; pero en realidad podemos verlos como una herramienta valiosa que nos permite aprender, crecer, hacer cambios y superar las limitaciones. Para que las relaciones sociales crezcan sanas, debemos aprender a reconocer nuestros propios errores y a aceptar las equivocaciones, siendo responsables de nuestras palabras y asumiendo las consecuencias de nuestros actos y del daño que pueden ocasionar a otras personas. Analizar en qué y por qué hemos fallado nos hace reflexionar y aprender, para que esa situación no se repita de nuevo. Podríamos decir que es una buena técnica de enseñanza y prevención. Pedir perdón nos da libertad, nos hace ser más auténticos y tomar mejores decisiones con mayor seguridad y confianza. Cuando pedimos perdón estamos demostrando que realmente respetamos y queremos a los demás. Si el respeto es mutuo, esa persona nos perdonará demostrándonos que también nos aprecia y nos respeta. Sin embargo, ¿por qué a veces nos cuesta tanto pedir disculpas?, y ¿por qué siempre echamos la culpa al de al lado? Quizás sea porque hacerlo, en cierta manera, mina un poco nuestra autoestima. Es evidente que a nadie le gusta equivocarse. Es algo que nos duele e incluso nos humilla, porque nuestro orgullo y esa testarudez por querer llevar siempre la razón, pueden más que nuestra propia lógica. Seguir sin reconocer nuestros errores nos hará cometer más. Percibimos el hecho de pedir perdón como un acto negativo que nos restará autoridad y respeto, o que nos hará ser peores personas, más débiles o menos válidas. No obstante, hacerlo, nos convierte en seres más humildes, honestos y sinceros y es indudablemente una majestuosa muestra de respeto y entrega hacia las personas que nos rodean. Reconocer nuestros errores no debe darnos vergüenza, sino todo lo contrario, es un signo de valentía, fortaleza, sabiduría y madurez.

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Diariamente escuchamos frases como: • «Errar es de humanos» • «Una equivocación la tiene cualquiera» Sin embargo, todavía, y de forma constante, son muchas las personas que no reconocen que se han equivocado, y no muestran esa actitud de compromiso por mejorar o corregir. Reconocer que hemos fallado y saber disculparnos, conlleva unas pautas, como por ejemplo: • Si hemos cometido un error grave, lo primero que debemos hacer es asumirlo.

Si otra persona nos llama la atención, o nos hace una observación al respecto, no debemos ponernos a la defensiva ni sentirnos atacados. Únicamente debemos reconocer que hemos obrado mal, e intentar reparar ese daño. Liberarse de la culpa siempre es beneficioso, tanto a nivel físico como psíquico. Conseguiremos quitarnos un peso de encima y nos sentiremos más satisfechos con nosotros mismos.

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• Busquemos un lugar tranquilo en el que nada ni nadie pueda molestarnos.

Elegir el momento adecuado para disculparnos es fundamental, podemos hablar con la persona afectada cuando esté relajada y sin preocupaciones. Hablar con ella si está tensa o nerviosa puede desencadenar una discusión o una guerra de reproches. Expliquemos de forma tranquila y detallada, el motivo de nuestro error. Recordemos pedir disculpas de forma sincera. Pedir perdón desde el corazón, ayudará a sanar la herida. • Si otra persona nos pide disculpas, intentemos empatizar con ella.

El hecho de pedir perdón, en muchas ocasiones, supone un trauma para la persona que tiene que hacerlo. Si en este caso, nosotros somos los perjudicados, debemos ser flexibles ante esa situación y facilitar las circunstancias, al igual que haríamos con ese coche que quiere incorporarse a la carretera y no sabe en qué momento hacerlo. Si nos toca perdonar, intentemos empatizar con la persona. Seamos pacientes, entendiendo cómo se siente, compartiendo sus sentimientos y valorando el paso que ha dado para asumir su culpa. Procuremos ser claros y concisos, pero que nuestras palabras no sean demasiado duras. No nos burlemos, no juzguemos, no presionemos ni castiguemos. Pensemos que en otro momento, la situación podría ser al revés. • Valoremos si esa situación también ha sido propiciada por nuestra parte.

A veces simplemente nos fijamos en los errores de los demás sin darnos cuenta de que quizá nosotros también tenemos nuestra parte de culpa en ese conflicto. • No guardemos rencor y no reprochemos a la otra persona sobre algo que forma parte del pasado.

Al igual que el orgullo no deja a la persona pedir perdón, el rencor tampoco deja a veces perdonar de corazón. Una vez asumido el error, no es necesario volver a «remover aguas pasadas», de modo que, si la persona ya se ha disculpado, debemos zanjar el tema y no recriminar o reprochar nada en un futuro, sobre algo que se vivió en el pasado. Es ahí donde debe quedarse.

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imagen 9: siempre hay otros puntos de vista

Y ahora planteemos un ejercicio para completar la asimilación de la fase actual: Ejercicio 1: Recordar

Hagamos memoria sobre algún error que hayamos cometido en nuestra vida con alguna persona a la que realmente apreciemos: una infidelidad, una mentira, una traición, etc., y recordemos cómo hemos tratado esa situación en el momento en que ocurrió: • ¿Reconocimos el error ante esa persona?, ¿le pedimos disculpas? • ¿Cómo se lo tomó esa persona?, ¿nos perdonó?, ¿fue dura con nosotros? • Si esa persona no se hubiera enterado de la situación, ¿hubiera sido mejor callarnos y no reconocer que nos equivocamos? • ¿Hemos repetido el mismo error? • Si nos viéramos inmersos en una situación similar o de mayor gravedad, ¿volveríamos a pedir disculpas, o nos lo pensaríamos?

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Una vez recordados todos estos datos, debemos analizarlos, y para ello cada persona podrá elegir si prefiere papel y bolígrafo, o trabajar con el espejo; tengamos en cuenta que lo perfecto sería realizar ambos procesos. Escribiremos o nos diremos en voz alta, las preguntas planteadas (si se nos ocurren más, son igualmente válidas) y las contestaremos de corazón. No es un ejercicio fácil pues, reconocer posibles errores, nunca lo es; sin embargo, cada vez que lo consigamos, habremos dado un paso más en nuestro desarrollo personal. E incluso, es posible que nos den ganas de hablar nuevamente con la persona agraviada y replantear la situación ocurrida; sólo nosotros sabemos si es una decisión correcta o no, pero si nos hace sentir mejor, hagámoslo, siempre que no perjudique de alguna forma a la otra persona. En el camino de las relaciones entre personas, podemos tropezar y caernos muchas veces, pero no por ello hemos de dejar de seguir caminando hacia la búsqueda de la armonía entre todos nosotros. Recordemos que dialogar, reconocer la parte de culpa y saber perdonar, son las bases para una reconciliación verdadera. Reconocer los errores y pedir perdón es tan importante como perdonar. Los dos son muestras de madurez y valentía. Ejercicio 2: Preguntar

Para aprender a vivir de manera responsable es necesario que cambiemos nuestra manera de pensar. En lugar de lamentarnos por nuestras acciones o circunstancias, debemos preguntarnos por qué suceden y cómo podemos cambiarlas. Por ejemplo, en lugar de lamentarnos porque la gente abusa de nosotros, debemos preguntarnos qué conductas realizamos que hacen que la gente crea que puede abusar de nosotros. En vez de quejarnos de que nadie nos comprende, debemos preguntar qué hacemos para que a la gente le resulte tan difícil entendernos. Por lo tanto, el día que corresponda realizar este ejercicio debemos: Anotar preguntas relacionadas con: ¿Por qué me suceden las cosas que me suceden? Por ejemplo: • • • •

¿Por qué tropiezo tanto? ¿Por qué no encuentro las cosas? ¿Por qué las personas dicen que soy un desastre? Etc.

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Y una vez acabemos las preguntas, comenzaremos a escribir las respuestas, siempre con sinceridad. El siguiente día que nos toque realizar este ejercicio, repasaremos las respuestas y si no estamos de acuerdo con alguna, la modificaremos; a la par, realizaremos más preguntas similares y buscaremos sus respuestas. Ejercicio 3: Completar

Otra técnica para aumentar nuestro sentido de la responsabilidad y, por lo tanto, el proceso de asumir los posibles errores que se cometan, es la de completar oraciones. Debemos apuntar cada frase en nuestro cuaderno, e ir escribiendo entre cinco y diez finales diferentes, sin pensar nada, sólo lo primero que nos venga a la cabeza. Una vez hayamos rellenado todo, revisaremos lo que hemos escrito y reflexionaremos sobre ello. Las frases para este ejercicio son las siguientes: • • • • • • • • • • •

Lo bueno de comportarme como una persona indefensa es… Trato de evitar la responsabilidad culpando a… Si actuara con más responsabilidad en el trabajo… Si actuara con más responsabilidad en mis relaciones… Si me hiciera responsable de mis sentimientos… Si me hiciera responsable de todas mis acciones… Si me hiciera responsable de todo lo que digo… Soy más responsable de mi vida cuando… Evito la responsabilidad sobre mi vida cuando… Cuando soy responsable siento… Cuando evito la responsabilidad siento…

Si hubiera alguna frase más que se te ocurriera relacionada con los temas importantes de tu vida, sin lugar a duda podrías añadirla. Ejercicio 4: Observar

Este ejercicio te permitirá ver en qué áreas de tu vida te comportas responsablemente y en cuáles podrías mejorar.

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Vas a valorar estos aspectos puntuando puntuan do del 1 (mínimo) al 10 (máximo) qué tan responsable eres en estos aspectos de tu vida: • • • • • • • • • • • •

Salud Emociones Elección de pareja Elección de amigos Economía Trabajo Relaciones personales Forma de tratar a los demás Desarrollo intelectual Carácter Felicidad Autoestima

Recuerda que responsabilidad, responsabilidad, también significa asumir errores, culpas y fallos; todo suma en la valoración. Una vez identificadas las áreas en las que eres menos responsable, necesitarás saber cómo cambiarlo y puede que creas que no tienes la respuesta. Sigue utilizando la técnica de completar oraciones del ejercicio anterior y comprobarás que en tu interior sabías cómo hacerlo. Si por ejemplo, consideras que eres muy poco responsable en tu trabajo, completa la oración: «Una de las formas en la que puedo ser más responsable en mi trabajo es…» y escribe entre 5 y 10 finales para esa frase. Empieza a poner en práctica esos consejos que acabas de escribir y verás cómo, poco a poco, empiezas a sentirte más responsable en esa área y tu autoestima comienza a mejorar. Por último, intenta traducir tus pensamientos a conductas. No basta con decir: «Voy a ser más amable con mi pareja», convierte ese pensamiento en conductas concretas; saludarla todas las mañanas con una sonrisa, quedarse hablando juntos media hora después de comer, compartir una afición… Ejercicio 5: modificar vocabulario

Una forma para practicar este nuevo tipo de lenguaje interno conlleva escribir los errores cotidianos que cometes modificando el lenguaje utilizado.

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Describir el hecho concreto sin utilizar calificativos negativos o exagerados. En vez de decir «Ayer fue horrible. Soy un vago y salí tarde de casa por ver la tele», sería ideal que pudieras decir «No me gusta que ayer salí tarde de casa por ver la tele». En la primera definición, las palabras son exageradas y hablan de características difícilmente difícilmente modificables. En la segunda, defines algo que te molesta y la razón. Es importante poder definir los motivos por los que fue algo que te molestó. Ejemplo: Al salir tarde de casa por ver la tele llegué a la mitad de mi clase. Hay que aceptar los errores como parte de la cotidianidad y buscar soluciones. Por ejemplo: «Es cierto que llegué a la mitad de mi clase porque estuve viendo la tele, pero es algo que puede ocurrir. Sé que esto puede ocurrirme, así que voy a levantarme con un poco más de tiempo y ya está.» La práctica constante de este ejercicio hará que puedas modificar con más facilidad los pensamientos irracionales sobre ti mismo y aceptarte con mayor facilidad. Eso te ayudará a sentirte mejor cada día, en todos los ámbitos de tu vida.

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LUCHO POR MEJORAR MIS DEFECTOS


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Seguramente ya nos hemos dado cuenta de que «no existen problemas», existen situaciones que deben plantearse de forma distinta; por lo tanto, trabajaremos con aquellos puntos de nuestra forma de actuar que pueden resultar negativos en algunas ocasiones. Simplemente hay que buscar una adaptación progresiva a las situaciones, en las que debemos valorar y pensar antes de actuar. Empecemos por detectar esos posibles «defectos» que creemos tener y que, quizá, nos afecten más de lo que pensamos. Es común que a las personas les resulte relativamente sencillo juzgar las actitudes y los comportamientos de aquellos que tienen a su alrededor. Es así que cuando vemos a alguien hacer algo que no nos gusta o que consideramos incorrecto, inmediatamente nos damos cuenta de su error. Esto supone, muchas veces, que elaboremos un juicio bastante tajante de esa persona. Y esto puede llegar a suceder con un sólo vistazo. Muchas veces juzgamos a la ligera. Entonces, ¿por qué nos resulta tan fácil encontrar los defectos en los demás?, ¿podemos ver los nuestros igual de rápido? ¡Lo difícil que es ver nuestros propios errores!

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imagen 11: de cualquier sitio sale algo bueno

Evidentemente, si lográsemos ver en nosotros mismos todos los defectos que somos capaces de encontrar en otras personas nos resultaría mucho más sencillo «evolucionar» como personas y controlar nuestras actitudes. Sin embargo, conocerse a uno mismo no es una tarea fácil. Al contrario, es algo difícil y además, necesario para sentirnos a gusto con nosotros mismos y para cometer menos errores. Sin duda alguna resulta complicado intentar separarnos de nuestro cuerpo mientras estamos conversando o realizando alguna actividad, para así poder vernos desde fuera y ser capaces de juzgarnos objetivamente. Aunque podemos intentarlo, hay otros modos más sencillos, de analizar nuestro comportamiento. Todos somos seres humanos. Esta afirmación nos equipara a un mismo nivel y nos define como seres no perfectos y que, por tanto, se equivocan y cometen errores. Es por esto por lo que los errores que cometen nuestros semejantes son los mismos errores que cometemos nosotros. ¿Qué mejor modo, pues, de conocernos a nosotros mismos que observando a las personas que nos rodean?

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Observando a los demás nos veremos en un espejo. Veamos un caso práctico: Nos cruzamos por la calle o en la oficina con una persona que conocemos y nos saluda fríamente. Esto nos molesta; lo normal es que la juzguemos negativamente y nuestros pensamientos acerca de esa actitud no pasen de ahí. Por lo tanto, si nos ha molestado ese comportamiento, al ser todos semejantes, significa que, si yo actúo de ese modo, otras personas pueden sentirse ofendidas. ¿Por qué no nos proponemos, entonces, saludar siempre cálidamente, con una sonrisa? La misma conclusión podríamos extraer si sentimos que una persona es egoísta, soberbia o narcisista.

imagen 12: disfrutando de la vida

Debemos extraer cada una de esas actitudes negativas, e interiorizarlas como una norma a no seguir. Si hacemos esto, además de descubrirnos como seres humanos, podremos convertirnos en mejores personas, lo cual conllevará que los demás sientan respeto y cariño hacia nosotros y, asimismo, una mayor aceptación social. Podemos decir, entonces, que el mejor espejo que podemos utilizar para conocernos a nosotros mismos son las personas.

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Los seres humanos no somos perfectos; tenemos nuestros defectos físicos y emocionales con los que tenemos que convivir. Defectos que podríamos cambiar, llegado el caso, pero que antes de nada tenemos que aceptar. Mejorar la autoestima implica un proceso de autocrítica, que no de castigo. Aceptemos nuestros defectos para mejorar como personas. El primer paso es reconocerlos, pero ¿reconocer qué? Reconocer el error, reconocer que nos hemos equivocado o, sencillamente, reconocer nuestros defectos. Porque los defectos que tenemos son el principal obstáculo que se interpone en el camino de nuestra felicidad. Los defectos nos convierten en personas inseguras, amargadas, disgustadas, y ese es el mejor terreno de cultivo para los problemas de desarrollo personal.

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imagen 13: algo claro entre la bruma

Se necesita un ejercicio profundo de observación y reflexión para reconocer todos nuestros defectos, los físicos y los de personalidad, ya que es un ejercicio que se debe hacer desde la objetividad. No podemos olvidar que cuando tenemos la autoestima baja, nuestros defectos se multiplican y no vemos más que lo negativo que hay en nosotros. Defectos, en apariencia, los hay por todas partes, y no podemos más que aceptarlos si queremos avanzar en la vida y mejorar la autoestima. «Me sobran unos kilos, tengo canas y las arrugas empiezan a notarse en el rostro.» «Por otra parte, a veces soy egoísta, no me esfuerzo lo suficiente y la vida me supera con facilidad.» Los defectos están ahí para aceptarlos, lo que no significa que debamos mantenerlos en su sitio sin intentar cambiarlos. Hay que aceptar los defectos para mejorar la autoestima

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Y los defectos se aceptan reconociéndolos. La mayoría de las personas tendemos a obviar nuestros defectos, sabemos que están ahí, pero como no nos gustan, intentamos ignorarlos en la medida de lo posible. Error. Para aceptar los defectos hay que enfrentarse a ellos y uno de los mejores ejercicios para hacer frente a los defectos es la prueba del espejo. Algunos ejemplos de «defectos» que otras personas llamarían debilidades son: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Nerviosismo Indecisión Complejo de inferioridad Egoísmo Tozudez Arrogancia Grosería Impuntualidad Ingenuidad Falta de confianza Pesimismo Ansiedad Incredulidad Falta de compromiso Irresponsabilidad Falsedad Alta de concentración Desorganización Vaguería Envidia Inmadurez Hipocresía Avaricia Apatía

Demás está decir que estos aspectos de la personalidad se pueden cambiar. Digamos que las debilidades son esas «sombras» que poco a poco tendrás que trabajar.

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Ejercicio 1: Observar

Cada mañana, mírate al espejo y fija tu mirada en todos aquellos rasgos que no te gustan de ti. Obsérvalos, reconócelos como parte de ti y acéptalos, al menos por el momento. Ser consciente de lo que no te gusta de ti mismo te dará fuerzas en el caso de querer cambiarlos. Y en el mejor de los casos, la aceptación de esos defectos supondrá que dejen de convertirse en defectos y pasen a ser rasgos distintivos de tu personalidad. Este ejercicio para aceptar los defectos, que se basa en el aspecto físico, es el punto de partida para hacer ejercicios similares con los defectos emocionales porque es la forma en que aprendemos a ser objetivos con nosotros mismos. Recuerda que para aceptarte tal y como eres, primero debes conocerte a fondo. Y una vez que te hayas aceptado, notarás tu autoestima en los niveles deseados. Por lo tanto, cada vez que nos miremos ante el espejo, debemos realizar este ejercicio. Aparte de eso, el primer y el quinto día del ciclo de ejercicios, que es cuando tocaría realizarlo, hay que dedicarle especial interés y tiempo. Ejercicio 2: Crear un DAFO personal

Con este análisis, vas a poder detectar tus debilidades/amenazas y fortalezas /oportunidades. Para ello has de tener en cuenta que estás valorando tus características, tanto internas como externas. En el apartado interno, para el que utilizarás una hoja, deberás indicar tus debilidades y fortalezas, lo que consideras que te diferencia y los puntos débiles que tienes. A nivel externo, analizaremos las amenazas y oportunidades que pueden perjudicarte o ayudarte en el cumplimiento de tus objetivos. Para acometer cualquier objetivo o meta es importante conocer qué evidencias tendrás que observar para saber que lo has conseguido. Es decir, cuál es el destino de tu plan de acción. De la misma forma, no es menos importante conocer desde dónde partes. Para llegar algún lugar, previamente necesitarás saber dónde comienzan tus pasos.

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El DAFO es una poderosa herramienta de autoconocimiento y se puede aplicar tanto a nivel personal como a nivel empresarial y, en ambos casos, te dará una fotografía clara del punto de partida. El DAFO contemplará 4 aspectos importantes de tu situación inicial: • D de debilidades.

Las debilidades son todas aquellas limitaciones, bloqueos, miedos u otros impedimentos presentes que te bloquean y limitan y no te dejan avanzar. Son puntos débiles que restan logro a tus metas. Es importante que tomes consciencia de estas debilidades para así poder tomar acciones correctoras al respecto • A de Amenazas:

Las amenazas, al igual que en las debilidades, son todas aquellas limitaciones, bloqueos, miedos u otros impedimentos, pero en este caso, se trata de situaciones a futuro. Es decir, estas amenazas todavía no están, pero existe la probabilidad de que aparezcan. Es por ello, que tu plan de corrección debe contemplarlas. • F de Fortalezas:

Es importante que tomes consciencia de todos aquellos recursos de los que ya dispones, y que te harán llegar de manera más eficiente a tu meta. Dentro de las fortalezas, deberás contemplar todos los talentos, capacidades, experiencias, conocimientos, red de contactos, etc. que poseas y que puedan ayudarte a conseguir tu objetivo. Todos ellos te ayudarán a minimizar el impacto de las amenazas y debilidades que contemples. • O de oportunidades.

Las oportunidades, son todos aquellos recursos, competencias, capacidades, experiencias, etc. que todavía no tienes y que necesitarás o que será interesante que tengas para conseguir tus objetivos. Además, las oportunidades contemplan todas aquellas situaciones favorables que todavía no se han producido pero que intuyes o esperas que se produzcan una vez que hayas empezado a avanzar en tu camino.

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Para poder diseñarlo de la forma correcta conviene seguir unas pautas en cada apartado del DAFO: Para detectar debilidades puede ayudarte el contestar estas preguntas. • • • • • • •

¿Qué te impide conseguir tu objetivo? ¿Qué limitaciones encuentras que puedan impedirte llegar a tu objetivo? ¿A qué le temes? ¿Qué te bloquea? ¿Qué te impide avanzar? ¿Qué dificulta tu camino? ¿Qué barreras internas te lo impiden?

Para detectar amenazas sería interesante contestar estas otras preguntas. Fíjate que ahora le damos una proyección a futuro: • • • •

¿Qué te impedirá conseguir tu objetivo? ¿Qué limitaciones encontrarás que puedan impedirte llegar a tu objetivo? ¿A qué le puedes temer? ¿Qué puede aparecer en tu camino que te impedirá avanzar?

Fortalezas. Es importante que esta lista la hagas lo más amplia posible. Estas preguntas te ayudarán a dar forma a esta lista. Trabaja para que sea de al menos 20 ítems. • ¿Qué recursos tienes que te ayudarán a conseguir el objetivo? • ¿Qué conocimientos tienes con respecto a tu objetivo? • ¿Qué experiencias vividas te pueden ayudar en este nuevo objetivo?, ¿en qué te pueden ayudar? • ¿Qué capacidades tienes? • ¿Quién te puede ayudar a conseguir el objetivo? ¿De qué forma lo hará? Con respecto a identificar talentos: • • • • •

¿Qué cosas se te daban bien de pequeño? ¿Qué cosas o actividades se te dan bien? Cuando trabajas en equipo, ¿qué cosas te reconoce la gente que haces bien? ¿Con qué disfrutas? ¿Con qué actividades se te pasan las horas volando? ¿Qué haces de forma fácil?

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Oportunidades. Para detectar oportunidades puede ayudarte el contestar estas preguntas: • • • • • • • •

¿Qué no tienes ahora que necesitas tener para conseguir el objetivo? ¿Qué recursos necesitas? ¿Qué información te falta? ¿Qué conocimiento te falta? ¿Qué capacidad debes de adquirir para conseguir el objetivo? ¿A quién tendrás que conocer? ¿Qué te falta para alcanzar tu reto? ¿Qué ganas si consigues el objetivo?

Para enriquecer un poco más la lista, recuerda alguna cosa que hayas hecho, de la cual te sientas especialmente orgulloso. Piensa qué talentos, capacidades y conocimientos tuyos, utilizaste para llevar a buen puerto algún proyecto. Añade todo esto a tu lista de Fortalezas. Pregunta a tus padres y educadores qué se te daba especialmente bien de pequeño. Eso también añádelo a tu lista. Es importante que esta lista sea grande, y que tomes consciencia de cuántos recursos dispones en el punto de partida. Esto te ayudará a subir tu autoestima y poder acometer tu plan de corrección, con un estado emocional positivo y de poder. Una vez realizado todo el listado con base en esas preguntas, te darás cuenta de que, realmente, muchos de los que considerabas defectos, no son más que rasgos de tu personalidad que te ayudan a ser quién eres, y también descubrirás aquellos aspectos que realmente te están haciendo daño. Es decir, los auténticos defectos.

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FORTALEZAS

• • • • • • • • • •

OPORTUNIDADES

Creativa Persistente Empática Organizada para los trabajos Capacidad para adaptarme a los cambios Comprometida con mis obligaciones y deberes Capacidad para enfrentar los problemas Competitiva Reconozco mis errores Proactiva

• • • • • • • • • •

Me desempeño bien trabajando en equipo Tengo buenos contactos Ser estudiante de una prestigiosa universidad Posibilidad de trabajar en varias ramas de mi carrera Pertenecer al quinto superior de mi carrera Necesidad de personal por recomendaciones Mayor ofertas de empleo Oportunidades laborales extranjeras Posibilidad de abrir negocio propio Oportunidad de exportar al extranjero

FODA PERSONAL DEBILIDADES

• • • • • • • • • •

AMENAZAS

Poca paciencia Autoexigente Distraída Un poco insegura de mis capacidades Ansiedad Auto sugestiva Confiada Imperativa Me tomo un poco e pecho las cosas Reacciono rápido

• • • • • • • • •

Gran competitividad en el mercado laboral Nuevos profesionales Aumento de egresados jóvenes Profesionales mejor preparados Nueva ley que prohibe optar por optar llevar un curso para la titulación Alta rotación de personal Contratos por poco tiempo en las empresas Exceso de carreras técnicas Inestabilidad empresarial

imagen 15: DAFO

Interno

o v i t a g e N

o v i t i s o P

Externo

DEBLIDAD

AMENAZA

Aspecto negativo del una situación interna y actual

Aspecto negativo del entorno con proyección futura

FORTALEZA

OPORTUNIDAD

Aspecto positivo del una situación interna y actual

Aspecto positivo del entorno con proyección futura

imagen 16: DAFO 2

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Ejercicio 3: Autocrítica

Comienza este ejercicio elaborando una lista con tus propios pensamientos autocríticos (por ejemplo: «realmente no tengo nada bueno», «si los demás me conocieran realmente como soy, se decepcionarían», «soy un fracasado», «soy una persona inferior a los demás», etc.) Es decir, aquellos conceptos que tú consideres defectos. Colócate delante de un espejo y mírate. Expresa en voz alta los pensamientos que hayas escrito en tu lista. Deberás expresarlos en primera persona: «soy una persona inferior». Respóndele a ese lado crítico tuyo con racionalidad, ánimo y positividad (como si fueras una persona externa que te aconseja con la realidad): • «Tú eres una persona con virtudes y defectos como cualquier otro» • «¿Quién no tiene debilidades?» • «Te ha ocurrido algo adverso; pero eso no quiere decir que te tenga que seguir ocurriendo o que seas un fracasado» • Etc.

Si tienes dificultades para generar los argumentos racionales y positivos deberás dedicarle más tiempo a trabajarlos y, sobre todo, deberás hacerlo por escrito; fuérzate a escribirlos y dales forma hasta que estés en disposición de decirlos ante el espejo. Dedícale todo el tiempo que veas necesario hasta que ocurra el «clic» en tu cabeza, hasta que veas claramente tus distorsiones y exageraciones, y empieces a sentir una sensación de aceptación personal. Es decir, hasta que tus defectos dejen de serlo. Ejercicio 4: Investigarnos

Conocernos a nosotros mismos es una tarea que dura toda la vida y que se realiza por medio de la exploración de nuestro mundo interno. No es fácil conocerse a sí mismo del todo por varias razones: • Con frecuencia nos falta tiempo para autoexaminarnos. • Vamos cambiando con el tiempo. • No hacemos un alto ante varias circunstancias, que nos permiten tener una mejor visión de nosotros.

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Parte del conocernos es el ser capaz de reconocer nuestras cualidades y nuestros defectos; para colaborar en este conocimiento vale la pena que hagamos un alto y respondamos internamente estas preguntas: • • • • • •

¿Para qué soy bueno (aptitudes)? ¿Cuáles son mis puntos débiles? ¿Cuáles son mis puntos fuertes? ¿Qué hábitos poseo?, ¿cuáles me faltan por adquirir? ¿Comprendo e interpreto bien mis sentimientos y los de los demás? ¿Soy capaz de buscar siempre un equilibrio entre mis opiniones y las de los demás? • ¿Domina la razón, mis reacciones? • ¿Dominan mis sentimientos en mis reacciones?

Este ejercicio nos permite iniciar parte de nuestro conocimiento interno. Al respondernos estas preguntas habremos descubierto en nosotros cualidades como: • • • • • • • •

Tolerancia Saber escuchar Ser colaborador Ser ordenado Poseer sentido del humor Responsabilidad Actitud positiva Etc.

También habremos reconocido nuestros puntos débiles, en los cuales debemos seguir trabajando para evitar que se conviertan en defectos. Aceptarnos como somos es amarnos; pero nada mejor que amarnos de una forma activa y esto lo podemos lograr cuando trabajamos para mejorar aquellos defectos que no nos permiten disfrutar de la vida plenamente.

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SOBRE EL AUTOR


SOBRE EL AUTOR

imagen nº. 17 José Ignacio Méndez

Nací en un pequeño pueblo de Asturias, llamado Tapia de Casariego, el 19 de abril de 1967; sin embargo, a los pocos meses de nacer, y motivado por la búsqueda de un mejor futuro, mi familia se trasladó a Madrid, donde he crecido y donde he asimilado la mayor parte de las experiencias que componen mi vida.

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www.discovermitas.com

Month 16 I was a construction supervisor in the North Sea advising and helping foremen h solve problems


SOBRE EL AUTOR


Estudiando desde muy pequeño con el sistema estricto que aportaban los estudios religiosos y continuando con la línea de mi familia, estuve en varios colegios hasta completar mi formación básica. Mi vida laboral y mis estudios se compaginaron, pues la necesidad de descubrir nuevos horizontes y la de completar mi formación siempre fueron a la par. Acabé los estudios de Administración y Dirección de Empresas, realicé un Master en Dirección Comercial y Marketing y posteriormente lo complementé con módulos de psicología, sociología y antropología. Desde ese momento y durante 15 años, los cursos complementarios fueron parte de mi vida, siempre he querido ampliar mis conocimientos básicos sobre el mundo empresarial, pero también descubrí mi pasión por el estudio del comportamiento humano y su aplicación a dichas empresas. La sociología, la antropología y la psicología se convirtieron en materias de innumerables cursos que acabaron dándome las perspectivas que hoy en día transmito en mis conferencias. La vida se ha encargado de aportarme conocimientos de todo tipo, unos más duros que otros, pero todos constituyen una parte del aprendizaje que tanto ansío. He tenido que vivir en varias ciudades a lo largo de mi vida, siguiendo la costumbre familiar y buscando un mejor futuro para mi hijo, y desde el 2012 vivo en Asturias, actualmente en Gijón.

imagen nº. 18 desarrollo de Aptitudes Personales ®

Soy el creador del método denominado « Desarrollo de Aptitudes Personales», el cual está registrado, al igual que mi marca, y que, a través de 10 fases, aporta un nuevo punto de vista al concepto Evolución y Desarrollo Personal.

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MI FILOSOFÍA


MI FILOSOFÍA

imagen nº. 19 el Doctor de los Sueños

Todos hemos pedido alguna vez consejo a nuestros familiares y amigos, y, aun así, después de escucharlos, muchas veces no acabamos de encontrar la decisión correcta a tomar, y un buen día sin querer, hablamos con un desconocido… y nos aporta esa visión final que necesitamos para escoger el camino adecuado. Yo soy ese desconocido, soy esa persona que no está contaminada por tu situación y que, con objetividad, es capaz de aportar un punto de vista distinto a los que ya tienes para ayudarte a orientar tu camino. Sólo soy una persona, un trabajador, un entusiasta de la transmisión del conocimiento, un formador y un creador de redes comerciales que disfruta cuando s us conocimientos se asimilan. Sólo quiero conseguir esa paz y esa felicidad tan ansiada por todos y con los años he aprendido que existen muchas formas, pequeñas todas ellas, que cuando se suman nos ayudan a conseguir ese estado de sonrisa y de pensamiento positivo en el que podemos decir en voz alta «todo está bien». Mis aptitudes se basan principalmente en procesos formativos relacionados directamente con el entrenamiento de las habilidades de cada individuo, tanto a nivel de empresa como en la vida particular; siempre teniendo en cuenta los factores psicológicos y sociológicos, que son los que han marcado la evolución de las personas en general. A la vez que busco dicho denominador, potencio los puntos fuertes de cada persona y le enseño a diferenciar aquellos otros puntos que necesitan más atención de su parte.

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MI SISTEMA


MI SISTEMA Y para conseguir todo esto, he desarrollado un sistema personal de consecución; ponerlo en práctica es fundamental y que el alumno esté preparado para recibir dicho sistema también lo es. El trato que ofrezco a mis oyentes es de cercanía y jovialidad, les ayudo a captar los conceptos y a que ellos mismos detecten dónde están esos posibles fallos que ralentizan sus objetivos; aunque me adapto siempre a la política de cada empresa a la hora del trato con los empleados, o a la filosofía y cultura personal de cada persona. Llegar hasta aquí, y poder ejecutar esta labor no ha sido fácil. Muchas horas de estudio y capacitaciones avalan mi experiencia y me han ayudado a poder desarrollar mi valía profesional. El sistema que uso para emitir los conceptos es clásico y a la vez efectivo, ya sea para hablar con personas o con empresas. Conferencias y sesiones

Transmitir una idea concreta, hacer entender un concepto necesario para un momento determinado, establecer unas pautas de actuación…. Una conferencia sobre un tema concreto de una o dos horas de duración es una forma fresca y audaz de transmitir conceptos desde una perspectiva ajena al pensamiento de cada persona o a la dirección de la empresa. Convertir un proceso de aprendizaje en una pequeña reunión aportará, sin duda, más beneficios al proceso de evolución ante los nuevos tiempos que se nos presentan. Cursos y monográficos

Una información completa y detallada, además de un seguimiento personalizado para cada alumno sólo puede realizarse a través de un Curso específico. Trataré cualquier aspecto relacionado con el personal, de forma que materias, contenidos, conceptos e ideas queden perfectamente implementadas para su uso posterior. De 10 a 80 horas por curso, dependiendo de la disponibilidad de las personas, de la cantidad de información que se necesite aportar y de cualquier otra variable que pueda surgir.

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MI SISTEMA


Si existe una o varias necesidades concretas en un colectivo de personas o una empresa, ya detectadas por los directivos, o bien por mi análisis personalizado, se pueden generar monográficos para tratar dichas necesidades de forma intensiva. Son sistemas de trabajo mano a mano con las personas interesadas o con los empleados que lo necesiten, con una duración de entre 3 y 9 horas, en los cuales nos centraremos en sólo un tema. Probablemente el proceso de crecimiento de cada persona, o el estancamiento en una empresa, se deba a tan sólo un motivo, o máximo dos; este es el momento de enfrentarlos y generar la Evolución tan necesaria en nuestras gestiones actuales.

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LISTADO DE CURSOS, CHARLAS Y CONFERENCIAS


LISTADO DE CURSOS, CHARLAS Y CONFERENCIAS Tanto los particulares como las empresas pueden hacerse eco de estos sistemas: * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Convierte tu vida en tu vida Las relaciones y sus puntos de vista Objetivo ser feliz Las sensaciones El arte de planchar menos es el arte de tender bien Aprende a sonreír y aprende a desconectar El arte de la escucha Cómo ganar confianza con nuestro interlocutor y con nosotros mismos Preguntas correctas para obtener respuestas correctas El ciclo del yo (conócete a ti mismo) El dominio de la voz y del lenguaje como herramienta laboral Control del miedo y de la negatividad Motívate y crece Encuentra tu fuerza interior Desarrollo del estilo propio y del potencial interior Sistemas y sesiones de desconexión laboral y personal Creación y formación de Redes de Venta Evolución del cliente y vendedor (identificación y desarrollo de sus tipologías) Entrenamiento individual y de grupo (Motivación) El telemárketing y los sistemas de venta telefónicos Análisis y desarrollo de técnicas de venta Las 10 claves para la venta Sistemas de cierre en las ventas Las objeciones Técnicas de comunicación

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LISTADO DE CURSOS, CHARLAS Y CONFERENCIAS


imagen nº. 20 José I. Méndez

Nota

Todas las imágenes son de libre circulación o bien son de propiedad de José Ignacio Méndez (Desarrollo de Aptitudes Personales®)

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Desarrollo y Crecimiento Personal

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