Joaquín Dosil 4 . D E L « T R IÁ I Á N G U L O D E P O R T I V O » A L « PE PE N T Á G O N O D E P O R T IV O » D E L A IN I C I A C I Ó N La psicología aplicada a la iniciación deportiva es susceptible de analizarse desde las personas que q ue la integran. Smoll (1991) (1991 ) describe desc ribe tres tre s elemen ele mentos tos principale princ ipaless en el deporte de base, refiriéndose a ellos como el «triángulo «trián gulo deportivo»: los padres, el entrenador entr enador y el joven depo deportist rtista. a. La L a presencia en el deporte de d e iniciación de directivos directivos y árbitros/jueárbitros/jueces es conveniente incluirla incluirla en el análisis, pues sus actuaciones se consideran suficientemente trascendentales como para influir, de una forma u otra, en el desarrollo personal y deportivo del niño. En consecuencia, el triángulo inicial se convierte en el deportiva, en donde don de los cinco cin co elementos citados se relacionan relacionan pentágo pentá gono no de la iniciación deportiva, y configuran configuran una estructura estructura cuya solidez depende de cada uno de los vértices que la sustentan (Figura 11.2). 11.2). Las características del pentá pe ntágo gono no no difieren en exceso de las del triángulo, pues, como se puede apreciar en la Figura 11 11.2, .2, es el resultado re sultado de la suma de dos elementos. elementos. De esta forma se mantiene m antiene el el triángulo en la parte superior supe rior de la nueva propuesta, y se añaden dos figuras que se consideran relevantes relevantes al trabajar traba jar en la iniciación deportiv deportiva: a: directivos y árbitros. Esta estructura representativa permite una relación entre todos los miembros del del pentágono, con una disposición disposición acorde ac orde con la mayor o menor relación que existe entre los participantes:
— Mayor Ma yor cerca ce rcaní níaa ent e ntre re pad p adre ress y entrenad entre nadores ores con los jóvene jóv eness depo deportist rtistas: as: existe exi ste una influencia directa entre ent re los padres, los entrenadores y los compañeros de entrenamiento. trenamiento. La relación entre e ntre ellos es continua, se produce a diario y conforma la estructura social
el desarrollo, con las exigencias necesarias para favorecerlo y convertirlo en parte integral de la vida de la persona. El peso de cada elemento del pentágono es diferente e independiente, en el sentido de que su influencia depende del sistema en el que esté inmerso el joven deportista (p.e., un club donde los padres tienen capacidad de decisión), así como de la importancia que éste les concede (p.e., para un deportista los comentarios de los compañeros serán relevantes, mientras que para otro únicamente los del entrenador). 5.1* Los jóv en es depor tistas: la influ enc ia d e lo s otros significativos
El psicólogo del deporte que trabaja en la iniciación deportiva tiene, entre otras, la función de enseñar estrategias psicológicas para que el niño se enfrente con éxito a los entrenamientos y competiciones. El éxito se entiende como la capacidad de sacar el máximo provecho de las diferentes situaciones, disfrutando de ellas y obteniendo un aprendizaje significativo. El resultado fina] es la consecuencia de esa actuación, por lo que el éxito se valorará por la realización, no por el resultado. Enseñar a los jóvenes de portistas a evaluar un entrenamiento o competición a través del esfuerzo realizado y no por el resultado final es uno de los objetivos principales del psicólogo del deporte, desde la iniciación al alto rendimiento. El modelo ideal es aquel en que desde el inicio de la actividad el joven deportista goza de asesoramiento psicológico. El desarrollo del deportista estará condicionado por la mejora de las habilidades físicas y psicológicas, por lo que debe existir una pre paración integral en la que ambas estén presentes. La actualidad muestra un modelo de deporte de base centrado en la parte física, obviándose la especificidad que necesitaría la parte psicológica, y dejando que se «desarrolle» a su antojo. La iniciación deportiva se considera el momento apropiado para incorporar los dos aspectos. Si desde el comienzo de la práctica existiera este tipo de entrenamiento físicopsicológico, el deportista las asimilaría y se enfrentaría mejor a los entrenamientos y a las competiciones.
Cuadro 11.1.
Instrumentos de medida de uso frecuente en niños y adolescentes Autores
Instrumento
Rango Edad
Año
Perceived Competence Scalc for Children
S. Hartcr
S12 años
1982
Motivaiion Orientation in Sport Scale
M. R. Weiss, B. J. L. Brcdemeier y R. M. Shewchuk
8*12 años
198S
Children’s Attraction to Physical Activity Scale
RJ. Brustad
8*12 años
1993
Physical Competence Information Scale
T. S. Hom. S. D. Glcnn y A. B. Wentzell
1418 años
1993
Scale of Children’s Action Tendencies
B. J. L Bredcmcicr
1013 años
1994
Children’s Physical SelfPerception Profik
J. R. Whitehcad
12*14 años
1995
F uente:
Brustad (1998).
Los compañeros de entrenamiento (los otros significativos) ocupan un papel importante en la iniciación deportiva. El interés investigador de las relaciones entre pares en este ámbito tuvo un nacimiento tardío, pues la mayor parte de los trabajos se centraban en los padres y los entrenadores (Brustad, Babkes y Smith, 2001). Sin embargo, en los últimos años se aprecia un incremento en el número de publicaciones que ha propiciado un campo de conocimiento más amplio, desde el que el psicólogo del deporte puede intervenir, de forma precisa, en la mejora del bienestar de los jóvenes con la actividad de portiva. Los temas que más se han estudiado hacen referencia a la amistad dentro del de-
11.2.
Influencia del trabajo psicológico en el deporte y en la vida
Variable
Del depo rte a la vida
Atención y concentración
Deporte: en los entrenamientos y en las competiciones el niño tiene que aprender a prestar atención a los estímulos relevantes de la situación, así como a las instrucciones del entrenador. Igualmente, deberá entrenar la concentración adecuada para cada momento. Vida: si se enseña a un niño a atender a los estímulos relevantes de la situación y a concentrarse en la actividad deportiva, se estará favoreciendo que esta habilidad se utilice en otras actividades cotidianas (p.e., seguir una clase, concentrase en los exámenes...).
Motivación
Deporte: el entrenamiento de algunas modalidades deportivas se convierte en algo tedioso y sacrificado. Es importante lograr que el niño acuda a la actividad motivado, con ganas de practicar. El contexto juga rá un papel fundamental a estas edades. Vida: si se consigue una motivación adecuada para los entrenamientos, para el sacrificio diario, etc. se podrá conseguir motivación para realizar otro tipo de actividades que resultan dificultosas, fomentando la autosuperación (p.e., estudiar una asignatura «dura»).
Ansiedad y estrés
Deporte: ofrecer recursos para afrontar las diferentes situaciones deportivas que desencadenan respuestas de este tipo será algo necesario desde el comienzo de la actividad (p.e., entrenamientos de prueba, competiciones, etc.). Vida: estas variables se manifiestan con frecuencia en la vida cotidiana de los niños y adolescentes. Es un hecho conocido el incremento de casos que muestran síntomas de ansiedad y estrés, por lo que si s e le ayuda a controlarlos desde el deporte, podrá utilizar las mism as estrategias y aplicarlas en situaciones diarias (p.e.. hablar en público, dormir bien antes de un exámen, no «quedarse en blanco», etc.).
ceder entre los miembros de un equipo o club de iniciación es una mayor o menor aceptación en función de las habilidades físicas que se poseen. Sin embargo, al contrario de lo que sucedía con la amistad, el nivel de aceptación se va haciendo independiente de las ha bilidades con el paso del tiempo, ocupando las características personales del deportista el lugar fundamental (p.e., empatia, relaciones sociales, apoyo a compañeros, etc.). De esta forma, se aprecia como la amistad y la aceptación son dos elementos que influyen en el desarrollo deportivo y personal del joven deportista, por lo que se deben tener en cuenta en el trabajo del entrenador/monitor y del psicólogo del deporte. Asimismo, otros aspectos vinculados a las relaciones con los compañeros, como la popularidad dentro del grupo y la afectividad (Brustad et al., 2001), autopercepción por su influencia {Smith, 1999, 2003; Weiss y Stuntz, 2004) o el desarrollo moral (Shields y Brede meier, 1995; Weiss y Stuntz, 2004) también estarán presentes. 5.2 . Los padres
La influencia de los padres en la iniciación deportiva es innegable, por lo que se convierten en una de las poblaciones de estudio más importantes en la PAFD. La actitud y el interés que tengan los padres hacia la actividad física y el deporte pueden ser suficientes para que su hijo practique una modalidad, el grado de implicación y el enfoque que se le da a la misma (Dosil y GonzálezOya, 2003b; Fredricks y Eccles, 2004). Esto ha llevado a que algunas instituciones sociales y deportivas incidan en la formación de los padres, favoreciendo la publicación de folletos y libros dirigidos a facilitar la información necesaria para que los padres sepan como orientar a sus hijos antes, durante y después de los entrenamientos y competiciones (p.e., Cruz, Boixadós, Torregrosa y Valiente, 2000; Gimeno, 2000; Peris, 2003). La participación de los padres en el deporte de sus hijos es fundamental para que se logren los objetivos educativos presentados en el Apartado 2. En los últimos años se percibe un aumento en la implicación, sin embargo, todavía existen muchos padres que siguen considerando la actividad deportiva como una continuidad del horario escolar y, de
C uadro 11.3. | Upo de padre Padres entrenadores en la banda
Padres excesivamente críticos
Padres vociferantes detrás del banquillo
Tipología de pad res Descripción
Aquellos que entienden o creen entender el deporte que practica su hijo, por lo que realizan frecuentes sugerencias a los deportistas, contradiciendo al entrenador y desorganizando la estructura interna. Aquellos que nunca están satisfechos con la actuación de su hijo. Suelen reprenderlos y regañarlos, enfocando la práctica deportiva como algo más suyo que del propio hijo. Aquellos que no logran contenerse en la grada y continuamente manifiestan sus pensamientos en voz alta, gritando y dirigiéndose a cualquier persona del campo de juego.
Padres
Aquellos que tienen excesiva preocupación por lo que le puede pasar a su sobreprotectores hijo en la práctica deportiva. Padres desinteresados
F uente:
Aquellos que muestran escaso o nulo interés por la actividad de sus hijos. No suelen acompañarlos a los entrenamientos y/o competiciones, no se preocupan por el desarrollo de la actividad deportiva, no se implican en absoluto, etc.
adaptado de Smoll ( 1 9 9 1 , 2 0 0 1 ) .
Smoll (o.c.) indica qué es lo que puede hac er el entrenador para trabajar con cada tipo de padres, utilizando ejemplos de cómo enfocar la conversación con ellos: — padres entrenadores en la banda, excesivamente críticos y vociferantes: hablar con ellos individualmente y en m omentos concretos, bien en un descanso o al finalizar el partido, buscando una situación agradable para el intercambio de opi-
Aunque estas tipologías de padres siguen encontrándose en el ámbito del deporte de iniciación, se aprecia un aumento en el número de padres que presentan cualidades positivas que complementan la práctica de sus hijos. Este fenómeno se ha producido por la formación adquirida, en la mayoría de los casos, en los programas que se ofertan desde las instituciones (clubes, colegios, ayuntamientos, etc.). Los padres con una implicación adecuada y que colaboran con el entrenador en la educación deportiva de sus hijos se pueden denominar parricipativoscolaborativos. Las características «ideales» que se deben promover en los padres han sido abordadas en diferentes trabajos, entre ellas destacan (Gordillo, 2000; Smoll y Smith, 1999): — aprender a controlar las propias emociones y favorecer emociones positivas en los hijos, sin dar instrucciones o hacer críticas durante los entrenamientos o competiciones; — aceptar el papel del entrenador, sin interferir en los planteamientos e instrucciones que éste da a sus hijos; — aceptar los éxitos y los fracasos, sin realizar comentarios despectivos de los jugadores o padres del equipo contrario, entrenadores o árbitro/juez; — expresar interés, darle ánimos y apoyo en los entrenamientos y competiciones; — aceptar su rol en el campo, siendo un modelo de autocontrol y permaneciendo en el área que les corresponde (gradas). Las orientaciones que el psicólogo del deporte ofrece a los padres van enfocadas a las funciones específicas que tienen en los entrenamientos y las competiciones de sus hijos. Los entrenamientos suelen realizarse en ausencia de los padres, excepto en algunas modalidades en las que cada vez existe un seguimiento mayor desde la iniciación (suelen corresponderse con aquellas económicamente rentables y con proyección). La recomendación principal para los entrenamientos es que se interesen por todo lo que implica el desarrollo de la actividad. Una buena comunicación es un elemento crucial en la relación padreshijos y un instrumento que se debe utilizar cada día. Interesarse por cómo se siente el niño en la actividad, lo que opina del entrenador y de sus compañeros, si dis-
C uadro 11.4. Orientaciones para los pad res antes, durante y después de la competición Antes de la competición
Durante la competición
— Darle seguridad. — Transmitir seguridad. — Destacar el carácter di- — Fomentar la deportivi vertido de la actividad. dad. — Utilizar la competición — Animar y reforzar las como autosuperación. buenas acciones. — fttienciar lo positivo del — No maximizar los errodeporte. res. — Cuidar la comunicación no verbal. F u e n t e : adaptado
Después de la competición — Escuchar y comprender. — Mostrar emociones adecuadas en función del resultado. — Reforzar las cosas que hizo bien y no insistir excesivamente en lo que hizo mal. — Destacar los valores positivos de la competición.
de Dosil (2001b).
características de la situación y, principalmente, del niño: con unos será mejor no hablar en absoluto, con otros cuanto más mejor, etc. (por este motivo, es adecuado que los padres se asesoren con el psicólogo de! deporte). Cuidar estos detalles beneficiarán al niño, le dará seguridad y encontrará en los padres una figura de apoyo. La competición es un proceso d e aprendizaje continuo para los niños. En los primeros años, los deportistas tienen una mayor dificultad para concentrarse únicam ente en la actividad que están realizando, por lo que otros factores (p.e., los padres en el público)» pueden desestabilizarlo o darle seguridad. Por estas circunstancias, los padres deben ser cuidadosos con su comportamiento en la grada, pues sus conductas serán observadas por el niño, y repercutirán en su rendimiento y bienestar. Por último, al finalizar la competición, los padres retoman el rol asumido en la pre competición, ocupando más tiempo con sus hijos y, frecuentemente, regresando con ellos al hogar. En este mom ento es importante darse cuenta de que las em ociones que ha ex-
jc tivos propuestos, la m eto dolo gía para conseguirlo s y el papel que ocupan lo s padre s para ello. Este tipo d e encuentro s fa cilita una din ám ic a d e trabajo adecuada, en donde existe una m ayor participación, com unicación e implicación p or parte de los padres. En el C uad ro 11.5 se presenta un a posible estructura de cha rla entre el entrenador y los padres. Este tipo de encu entro variará de un equipo/club a otro, dependiendo de los objetivos que pretendan, del grado d e participación estimado, del m om ento de la temporada, etc. P or este m otivo, el tiem po de la reunión deberá adaptarse a las circunstancias partic ulare s, tras un conocim ie nto previo de los aspecto s citados. En este caso se ha propuesto u na c harla d e 45 m inuto s, pero en c ada uno de los apartados se puede o cupar más o m enos tiem po. C uand o el entrenad or con sigue «llegar a los padres», la plan iñ 11.5. Fases
Estructura de una charla del entrenad or pa ra los pad res
T*
Contenidos
1. Apertura
5'
Presentación, en la que se debe informar de la formación del entrenador (en caso que sea la primera y no la conozcan), reforzar la presencia de los padres, y en cómo se va a estructurar la charla.
2. Objetivos
5’
Comentar los objetivos deportivos y educativos que se persiguen, procurando incluir aquellos que se consideran son de interés para los padres, con la finalidad de establecer un vínculo que permita que se trabaje en equipo.
3. Explicación del Programa deportivo
5*
Detallar los pormenores del programa deportivo, dejando claras las reglas establecidas y buscando un consenso que permita el buen funcionamiento diario: hora de los entrenamientos, los desplazamientos, el equipaje, etc.
4. El rol del entrenador
5’
Explicación de cuales son las funciones del entrenador y del estilo de entrenamiento qu tende
cación de la reunión puede sufrir alteraciones, alargándose por la participación de los mismos. En estos casos, es importante no perder el con trol de la situación y si surge un exceso de participación, trasladar los comentarios y las preguntas al momento del cierre. La estructura de reunión que se acaba de describir puede ser semejante cuando la realiza el psicólogo del deporte o un directivo, con las adaptacione s propias de su rol y de sus ámbitos específicos de actuación. 5*3. Los entr ena do res
El trabajo psicológico en el deporte de iniciación se centra, principalmente, en la figura del entrenador. Su colaboración se considera esencial para qu e se puedan cumplir los ob jetivos psicológicos con los deportistas y los padres, así como un elem ento clave en la comunicación con los directivos y los árbitros. Hasta hace u nos años únicamente existía la dualidad deportistaentrenador, desde la que se establecía la preparación de los entrenamientos y las competiciones. Este modelo sigue presente en la iniciación, en la que el entrenador continúa ocupando la m ayor parte de las funciones relacionadas con las actividades deportivas, por lo que necesita una formación que va más allá de lo estrictamente relacionado con el entrenamiento físico. En el deporte de base las funciones del entrenador se suelen multiplicar, pues son pocos los clubes o equipos que tienen la posibilidad de contar con los servicios de otros profesionales: médico, preparador físico, psicólogo, fisioterapeuta, etc. por lo que en su formación debe incluir conocimientos mínimos de cada una de estas áreas. La situación formaliva de los entrenadores/monitores que trabajan con la iniciación no siempre es la apropiada. Los técnicos suelen carecer de experiencia y formación (Alfaro, 2000) y, en ocasiones, se vinculan al club o e quipo po r ser o h aber sido deportistas de esa especialidad. El problema que conlleva este tipo de «entrenadores» es que suelen extrapolar su experiencia, sin una base teórica adquirida por medio de una licenciatura o de cursos de entrenador nacional. Lo ideal seria incorporar técnicos con esa ex-
el número de horas, proporcionando la posibilidad de que los entrenadoresmonitores reciban una formación básica en PAFD, similar a la de otras áreas de conocimiento. Como se ha indicado, el papel del psicólogo del depoite en la iniciación suele centrarse en el trabajo con los entrenadores, au nque dependiendo de la edad de los partici pantes y de los objetivos que se persigan, también deberá emplear tiempo en el asesora miento a deportistas. Sin embargo, existe un sector importante de la investigación que defienden que el papel del psicólogo del deporte que trabaja en la base debe estar estrechamente vinculado al del entrenador, potenciando sus habilidades y sólo interviniendo con los deportistas cuando es estrictamente necesario. Para llevar a cabo el asesoramiento a entrenadores, el primer paso es cono cer cuál es su estilo de enseñanza, cóm o se dirige a los niños y la calidad de esta relación. Por este motivo, son necesarias varias reuniones y observaciones de entrenamientos y competiciones, desde las que se puedan destacar los puntos fuertes y débiles presentes en la práctica como entrenador. Igualmente, se pueden utilizar instrumentos de evaluación, como el CBAS {Coaching B ehavior Assesm ent System ) de Smith, Smoll y Hunt (1977) y el CET (Coaching Effcctiven ess Training) de Smoll y Smith (2001). A partir de aquí, el psicólogo del deporte deberá reforzar los fuertes y tratar de corregir los débiles. Los tipos de entrenadores más usuales se recogen en el Cuadro 11.6, así como la relación con el control y disciplina que tienen en la actividad deportiva, y el afecto y satisfacción de necesidades de los deportistas. Esta tipología se corresponde con los estilos de educación que utilizan los padres, ampliamente estudiados en psicología de la educación y del desarrollo (Beltrán y Pérez, 2000). La descripción de cada estilo, mediante las características más significativas y ejem plos concretos, así como la repercusión que tiene en la actitud y comportamiento de los deportistas se recogen en el Cuadro 11.7. Como se puede apreciar, las consecuencias de que el entrenador de la iniciación tenga un estilo u otro repercutirá en los deportistas, por lo que se recomienda tanto a los directivos como a los padres que sepan cuál es el estilo de entrenamiento, obviando los resultados deportivos (malos co nsejao s al respecto). En el asesoramiento psicológico con entrenadores se pueden diferenciar dos tipos de
11.7.
Tipos/ estilos Entrenadores democráticos
Descripción y repercusión de los diferentes estilos de entrenadores
Descripción y repercusión Características: se considera el estilo de entrenador ideal, que se caracteriza por un alto grado de confianza en sí mismo, muestra de un nivel adecuado de afecto y control so bre la actividad, buena comunicación con los jóvenes deportistas y utilización del razonamiento para las instrucciones y toma de decisiones. Ejemplo: un entrenador de baloncesto que explica por qué van a realizar un ejercicio de repetición de tiros tibies que. aún siendo tedioso, beneficiará para que adquieran una mayor facilidad para ejecutarlos. Consecuencias: deportistas más maduros, con motivación intrínseca, con mayor autoestima. seguros de sí mismos y con mayor capacidad de toma de decisiones y autocontrol. Son más creativos, más activos y participativos. Asimilan mejor las instrucciones del entrenador y se enfrentan con confianza a las situaciones deportivas.
Entrenadores autoritarios
Características: es un estilo típico en el deporte, utilizado como modelo por muchos entrenadores. Se describen como entrenadores con alto nivel de control y de disciplina, pero bajo nivel de afecto. La comunicación e instrucciones son unidireccionales, imperativas y sin posibilidad de diálogo. Suelen utilizar el castigo. Ejemplo: el entrenador de baloncesto ordena a los jugadores que se sitúen en la línea de tiros libres para comenzar a realizar ejercicios de repetición, sin ningún tipo de ex plicación. Consecuencias: son deportistas «máquinas» dirigidos por el entrenador, pero tienen poca iniciativa, son poco creativos, tienen dificultad para soportar tensiones y frustraciones, autoestima débil y con motivación extrínseca. Los deportistas suelen alcanzar buen rendimiento de resultado en el período en el que están con este tipo de entrenadores, pero las carencias de aprendizaje repercuten negativamente en el futuro, bien abandonando o encontrándose a un nivel inferior al de otros compañeros.
Entrenadores permisivos
Características: tienen un elevado nivel de afecto y bajo nivel de control del entrenamiento y deportistas. Son inseguros en su rol de entrenador y varían las instrucciones en función de la demanda de los deportistas. Se aprecia la ausencia de reglas internas. No suelen ser un modelo con el que el deportista se identifique.
indica como debe enfocar una charla a un jugador que tiene problemas de excesiva ansiedad en los partidos). Otro de los aspectos que se debe tener en cuenta en el trabajo con los entrenadores en el deporte de iniciación es que sepan diferenciarlo del deporte competición. 0 entrenador es la persona encargada de transmitir cuáles son los objetivos y poner en práctica modelos de deporte distintos a los que se siguen en el ámbito profesional. En el deporte de base debe darse prioridad a que el niño se desarrolle como persona, que mejore la práctica de una modalidad disfrutándola, y que aprenda a ganar y perder. Una de las dificultades con las que se encuentra el entrenador es la de transmitir la idea de que el éxito no va vinculado a la victoria, y el fracaso con las derrotas. Al conseguirlo se estarán relacionando tres elementos claves en la iniciación: educación, desarrollo y deporte. Se pretende que se desarrollen a través de la educación y una de las mejores maneras de hacerlo es a través del deporte, comprendiendo que el objetivo final de la actividad a estos niveles es el desarrollo integral de la persona. Las funciones del entrenador que trabaja en el deporte de iniciación son numerosas. En otro trabajo (Dosil y GonzálezOya, 2003b), se indican diez áreas en las que el psicólogo del deporte puede incidir y que el entrenador debe desarrollar. En el Cuadro 11.8 se recogen los aspectos más importantes de cada una. El entrenador es la figura sobre la que recae el peso del equipo, la persona más cercana a los jugadores y el referente para los padres durante toda la temporada. Todo esto implica que las acciones y conductas que realiza tengan un efecto inmediato en los niños, pues actuarán, en gran medida, en función de las actuaciones del entrenador. Buceta (2004) indica que la actitud que debe presentar antes, durante y después de la competición deberá ser objetiva, positiva y constructiva. Igualmente, los padres y los deportistas, suelen valorar características como: ser entusiasta, implicado en la tarea y buen transmisor de conocimientos/valores. En esta línea, Smoll y Smith (1997) indican tres estrategias para mejorar la relación entrenadordeportista: — Cambiar el concepto de resultado o victoria: la mayor parte de los entrenadores valoran el rendimiento del deportista en función del resultado, por lo que deben
Funciones que desempeña el entrenador de iniciación
Funciones
Descripción y repercusión
Modelo de comportamiento
El entrenador es una persona influyente en la vida de los jóvenes deportistas y, por lo tanto, alguien a quien imitar. Por este motivo, debe ser congruente con sus acciones y comportamientos, tanto dentro como fuera del campo de juego.
Motivar
Esta función es importante para mantener la adherencia a la actividad y que se convierta en algo agradable para los jóvenes. Plantear los entrenamientos y las competiciones desde una perspectiva lúdica. donde lo importante es pasárselo bien y aprender, minimizando las rivalidades y el resultado, es una de las tareas más complicadas a las que tiene que enfrentarse el entrenador.
Prevenir el abandono
Area ligada a la anterior, ya que, si el entrenador es capaz de motivar al deportista/grupo, el índice de abandonos será menor. Los entrenadores deben conocer que al finalizar la escolaridad obligatoria las tasas de abandono se incrementan, por lo que es importante utilizar la prevención.
Comunicador
La capacidad de comunicación del entrenador es fundamenta] para establecer un clima adecuado con los deportistas y padres. Utilizar la comunicación verbal y no verbal correctamente facilitará la actividad y las relaciones que implica.
Planificar y trabajar con objetivos
La planificación de los entrenamientos, del trabajo que debe realizar cada uno de los integrantes del club, de la temporada, etc. influirá en la motivación de los jóvenes (lo que redunda en una menor tasa de abandonos) y estará sirviendo para que aprendan a planificar sus actividades (deportivas o no) en función de objetivos.
Educar
El entrenador que realiza correctamente su trabajo, teniendo en cuenta los as pectos que se están presentando, es un auténtico educador. Cuidar los aprendizajes que se producen en la actividad deportiva y trasladarlos a la vida cotidiana completarán el proceso educativo familiar y escolar.
Las funciones del directivo son numerosas, pero se podrían sintetizar utilizando el acrónimo PODER: Planificar, Organizar, Decidir, Educar y Representar a las entidades (Cuadro 11.9). El verbo «poder» es neutral, en el sentido que se relaciona tanto con as pectos positivos como negativos. Su buen uso es una habilidad q ue tienen q ue adquirir ios directivos y, dentro de lo posible, con connotaciones positivas (p.e., poder mejorar las instalaciones, poder lograr una buena comunicación con los padres, poder fichar a un psicólogo del deporte, etc.). Esto hace que exista una relación directa con los padres, entrenadores y deportistas, pues e jercer el «poder» repercute en el funcionamiento del club o equipo que representan, en el que estos tres componentes actúan como «ejecutores» de las líneas marcadas desde la dirección. Igualmente, jun to a otros directivos, son los encargados de velar por el buen desarrollo de la competición, por lo que, indirectamente, se relacionan, en la función educativa, con otro d e los miembros del pen tágono deportivo: los árbitros. A partir de las funciones que realizan los directivos y según el peso que le otorgan a cada una de ellas, se pueden establecer diferentes estilos, similares a los presentados con Funciones de los directivos deportivos Fundones
Descripción
Planificar
Al comenzar la temporada y en cada situación que lo requiera, los directivos deben planificar detalladamente lo que consideran adecuado para el club o equipo. Una buena planificación puede prevenir problemas y permite que exista información concreta sobre la que trabajar.
Organizar
El directivo debe organizar la actividad deportiva, establecer normas, optimizar el uso de las instalaciones, proponer reuniones con los entrenadores, padres, etc., es decir, llevar a cabo de forma organizada lo planificado para cada momento.
Decidir
Los directivos tienen que decidir en representación del club, por lo que po-
los padres y entrenadores. Sin embargo, en el deporte base suelen coexistir dos tipos es pecíficos de directivos: por un lado, aquellos que están en un club con equipos o deportistas que están en el máximo nivel y donde la iniciación es el primer eslabón que deben superar los deportistas para seguir el camino hacia la élite (en estos casos son directivos más centrados en el rendimiento); por otro, los directivos que pertenecen a un club donde apenas existe algún equipo o deportista en el alto rendimiento y los esfuerzos se centran en el deporte base, con la idea de que mejoren su capacidad, pero bajo la premisa del deporte educativo (en este caso son directivos más centrados en la iniciación). En el primer supuesto, el perfil del directivo suele corresponder con el de un empresario, mientras que en el segundo con el de un padre de deportista. El asesoramiento psicológico que se le de a uno u otro vanará enormemente, principalmente, porque los objetivos que persiguen son completamente distintos. Desde la PAFD los directivos no han recibido la atención que se merecen. En los últimos años se han comenzado a trasladar modelos empresariales al ámbito del deporte, con publicaciones que abordan temas fundamentales relacionados con la dirección y gestión de organizaciones deportivas (p.e.. Cantón y Sánchez Gombau, 2003; Fraiz y Dosil, 2002; Peiró, Ramos y González, 1993; Portero y Riera, 1997). El asesoramiento psicológico a directivos es poco frecuente, aunque se aprecia una tímida demanda, que se comienza a extender, producto del interés por cómo la psicología puede ayudarles en su trabajo. En el ámbito político y empresarial, no existen dudas so bre la potencialidad de utilizar estrategias psicológicas en la mejora de las habilidades sociales, toma de decisiones, etc., lo que permite que directivos deportivos procuren obtener este tipo de refuerzo en su rendimiento profesional y personal. El modelo de asesoramiento psicológico con directivos puede ser, al igual que con los entrenadores, directo o indirecto: — Directo: el psicólogo del deporte trabaja con el directivo como un miembro más del contexto del deporte, buscando aumentar sus capacidades para enfrentarse con éxito a las exigencias del cargo que ocupa. Desde esta perspectiva, el psicólogo evalúa como actúa el directivo en las diferentes situaciones que se pro-
fesional sobre cómo y cuándo hacer las cosas (sin interferir directamente en ellas), se persigue que sea el directivo, por sí mismo, el que adquiera la capacidad de valorar las diferentes situaciones desde fuera e intervenir desde dentro. 5 .5 . Los árbitros
El último elemento del pentágono depoitivo lo constituye el colectivo arbitral. Tal vez se puede considerar el vértice «más alejado» en la iniciación deportiva, pero su figura, clave en las competiciones, tiene una influencia innegable como persona encargada de que se cumplan las reglas, se respete la autoridad y el juego limpio. Como se ha indicado en otro trabajo (Dosil, 2003e), el árbitro, desde su posición, tienen la posibilidad de ayudar a que los deportistas practiquen la actividad de forma adecuada, procurando que cumplan las normas y favoreciendo que sus comportamientos se mantengan en la esfera del aprendizaje. Por este motivo, su función es fundamental en la iniciación, pues trasciende más aliá de la arbitral, convirtiéndose en un verdadero educador. Este enfoque educativo servirá para que los jugadores aprendan a respetar su figura y, principalmente, para trasmitir los valores que se pueden enseñar con el deporte. El estudio del arbitraje deportivo desde la PAFD ha tenido un nacimiento tardío, pero en los últimos años se ha apreciado un incremento notable de las publicaciones dedicadas a esta población (p.e., los trabajos de Guillén, 2003b; Greco, 1996; Grunska, 1999a, o Weinberg y Richardson, 1990). El primer elemento a analizar al referirse a los árbitros es la motivación para comenzar la carrera. En los últimos años se aprecia un descenso del interés vocacional, lo que ha llevado a la creación de estrategias de captación desde las distintas Federaciones/Delegaciones. Para ello, se debe partir del conocimiento de los motivos que llevan a los árbitros a realizar su actividad. Al respecto, Furst (1991) indica que son otros árbitros y los padres (55%) los que tienen una mayor importancia en la decisión de comenzar la preparación como árbitro, seguido del interés personal y la motivación intrínseca (47%). y la gratificación económica por cada competición arbitrada (20%). Como se puede apre-
— Lagunas «claves» en la formación: la psicología se aborda superficialmente y los aspectos educativos no suelen aparecer en los programas formativos. La formación de los árbitros se centra en los aspectos relacionados con la reglamentación, con la idea de que cuanto mayor es el conocimiento de las normas más fácil es hacer que se cumplan. Esta afirmación es totalmente correcta, pero está incompleta, pues se obvia que para hacer cumplir las normas en colectivos humanos se necesita una interpretación de los comportamientos, así como la capacidad de transmitir las decisiones de forma adecuada. La mayoría de los árbitros reconocen que una parte importante del rendimiento arbitral depende de los aspectos psicológicos (personalidad, concentración, comunicación, etc.), señalando que reciben poca atención y que se encuentran entre las deficiencias más importantes en la formación (Guillén, Morán y Castro, 1999; Weinberg y Richardson, 1990). Teniendo en cuenta esto, Greco (19%) señala una serie de contenidos que no deben faltar en la formación de los árbitros, pues su uso es indispensable para poder realizar correctamente su función: personalidad del árbitro, capacidad de observación, capacitación para abstraerse del medio ambiente, toma de decisiones, esclarecimiento de sus funciones y alcance de éstas, comprensión del valor de los gestos específicos, saber disminuir el «sentido de culpa» por alguna decisión, concienciarse de que las críticas se hacen a su función y no a su persona, autocontrol ante comportamientos agresivos y, ya más general, pre paración en pedagogía y educación, así como el conocimiento de las reglas del deporte. En este sentido, se han desarrollado una serie de materiales didácticos (vídeo y cd rom) sobre los aspectos principales que debe conocer el árbitro del deporte de iniciación (American Sport Education Program, 2000), entre los que destacan los directamente relacionados con la psicología: la comunicación con entrenadores y jugadores, como desarrollar el juego para que sea seguro y divertido para los niños, etc. y no se incluyen las reglas del deporte, pues es en lo que más se incide en la preparación de los árbitros en las Delegaciones de las distintas Federaciones. Los árbitros que trabajan en la iniciación deportiva son, en la mayoría de los casos, jóvenes que comienzan a desarrollar esta función, por lo que el aprendizaje es mucho
Tipos de árbitros Tipos Árbitros invisibles
Descripción Son los árbitros ideales, pues pasan desapercibidos y realizan correctamente su trabajo. Unicamente intervienen en momentos concretos, haciéndolo de forma adecuada. Cumplen la norma escrita, pero adecuándola a las circunstancias que se suceden (subjetividad), con la finalidad de favorecer el desarrollo de la competición. Ejemplo: forcejeo entre dos jugadores de fútbol en el que uno acaba cayéndose por falta del otro, se levanta y le recrimina con malas formas su actitud..., el árbitro señala la falta y se acerca a los jugadores, los separa y antes de dar la indicación de sacar la falta le pregunta al jugador que ha recibido la falta si está bien (por el golpe recibido).
Árbitros autoritarios
Se caracterizan por un cumplimiento estricto de la regla escrita y el único criterio conecto es el que ellos interpretan. No admiten los comentarios a sus decisiones y suelen tener problemas con los espectadores, pues sus decisiones carecen de la flexibilidad de los anteriores. Las competiciones que arbitran suelen sufrir muchas interrupciones. Ejemplo: en la situación anterior, el árbitro pita la falta y le saca a ambos tarjeta amarilla por protestar..., los jugadores dejan de forcejear entre ellos y se incomodan con el árbitro.
Árbitros permisivos
Son árbitros que interpretan el reglamento con excesiva flexibilidad, permitiendo acciones que se deben penalizar. Son competiciones sin demasiadas interrupciones, pero que suelen recibir numerosas críticas, pues ante la duda prefieren no decantarse o lo hacen en el sentido que menos complicaciones les supongan (lo que irrita a los jugadores y al pú blico).
Cuadro 11.11.
Instrumentos de evaluación en arbitraje
Instrumento
Autores
Año
H. A. Van Rossum, C. R. Van der Togt y H. A. Gootjes
1984
Actitudes Toward the Referee Questionnaire (ATRQ)
J.
Soccer Ofíicials’ Stress Survey (SOSS)
A.
The Ofñcials’ Stress Test (TOST)
P. A. Goldsmith y J. M. Williams
1992
Soccer Ofñcials’ Satisfaction Scale (SOSS)
A. H. Taylor
1993
Basketball OfficiaTs Sources of Stress Inventory (BOSSI)
M. H. Anshel y R. S. Weinberg
1995
H. Taylor
1988
Las características que debe poseer un árbitro han sido tratadas en numerosos textos (Anshel, 1995b; Cruz, 1997c; Davis, 1996; Dosil, 2003e; Garcés de Los Fayos y Vives, 2003; Grunska, 1999a; Guillén, 2003c; Mañero, Albo y Núñez, 2003; Weinberg y Ri chardson, 1990). Algunas que se consideran importantes, teniendo en cuenta el aspecto educativo y la influencia como modelo para deportistas, padres y entrenadores, se re presentan en el Cuadro 11.12. Las actuaciones arbitrales, basadas en estos principios, mejorarán la calidad del de porte de iniciación y estarán creando el «tan necesario» cambio de actitud con respecto a este colectivo. Los padres, los entrenadores y los deportistas deberán hacer un esfuerzo por comprender la ñgura del árbitro, reduciendo los conflictos que suelen sucederse en las competiciones. Samulski y Noce (2003) indican que son dos los motivos que generan los conflictos entre el árbitro y los entrenadores, jugadores y padres: — diferencia de percepción en la evaluación de una situación, y distinta concepción e interpretación de una misma situación.
Características de los árbitros
Tipos
Descripción
Control
Se considera esencial tener un control interno y externo, es decir, de los propios actos y dej juego, los equipos y los jugadores.
Calma
Las situaciones competitivas suelen ser potcnciaimentc estresantes, pues generalmente existe «presión» por parte de los padres (público), entrenador o los jugadores, por lo que el árbitro debe mantenerse tranquilo y mostrarse, exterior mente, calmado.
Respeto mutuo
El árbitro, sabedor de que es la autoridad en el campo, debe escuchar y respetar a los jugadores y entrenadores, entendiendo que pueden tener un punto de vista distinto y que, por ello, no le están faltando el respeto.
Empatia
Entender lo que están pasando los jugadores y entrenadores en el transcurso de la competición es fundamental para poder actuar correctamente en cualquier circunstancia.
Comunicación verbal y no verbal
Hablar lo justo y utilizar los gestos adecuados beneficiará al buen funcionamiento de la competición, aumentará la credibilidad y el respeto hacia su persona
Presencia física
Tener un aspecto cuidado ayudará a que la primera impresión sea buena, creando un clima inicial que favorecerá el desarrollo del juego.
Estado físico
La forma física es fundamental en los árbitros, pues les permite una mayor facilidad de movimiento por el campo, llegar más rápido a las jugadas, etc.
Colocación
Unida a la anterior, la colocación es una característica esencial para poder ejercer correctamente el rol de árbitro, pues es necesaria en el seguimiento del juego.
Confianza
Los deportistas deben tener plena confianza en el árbitro, para lograrla se debe tener total confianza en lo que se decide señalar y. en caso de equivocarse, olvidarse de inmediato de la jugada y renovar la confianza hasta el final de la competición.
5
CONCLUSIONES
La iniciación deportiva ocupa un lugar importante en el entramado que configura el de porte de un país. Los jóvenes son los encargados de ir escalando los diferentes peldaños que llevan a la élite deportiva y, por ello, se convierten en objeto de estudio de las CAFD, desde su iniciación hasta el perfeccionamiento. Entre los objetivos de la PAFD dedicada a la iniciación, está el establecer un estilo de vida activo entre los jóvenes, que permita que cualquier sujeto practique actividades físicas y/o deportivas, independientemente del grado de habilidad. Desde el ámbito científico, el estudio de la iniciación deportiva suele realizarse teniendo en cuenta los elementos del clásico «triángulo deportivo» de Smoll (1991): de portista, padres y entrenadores. Sin embargo, se considera apropiado transformar este triángulo en un pentágono, en el que se incluyan los directivos y los árbitros/jueces, pues la relevancia de estos colectivos en el enfoque del deporte de iniciación, los convierte en poblaciones de gran interés para el funcionamiento de la actividad. La figura del psicólogo en el deporte de iniciación es, hasta el momento, poco usual. Sin embargo, son cada vez más ios clubes y equipos que deciden contratar los servicios de un profesional de la psicología para completar la formación de los deportistas, con lo que, además de desarrollar sus destrezas físicas, potencian sus habilidades psicológicas, lo que redunda en la mejora del rendimiento y en un mayor crecimiento como persona. Los demás integrantes del pentágono también se verán beneficiados por el asesoramiento psicológico, fundamental para que puedan ejercer su papel de apoyo al joven de portista. En los próximos años, los psicólogos del deporte deberán continuar incorporándose al deporte de base, acostumbrando a los niños y adultos a su presencia y al trabajo desde esta dimensión, lo que impregnará de «normalidad» su figura. En definitiva, los jóvenes son el futuro del deporte, tanto de élite como amateur, por lo que es necesario concienciarse de que los recursos a estas edades deben ser suficientes para cubrir su formación integral.