En el curso de los años 1997-98, siete economías, que todavía generan cerca de un cuarto de la producción mundial y en la que habitan cerca de 700 millones de personas, han experimentado una depresión económica que tiene un inquietante parecido con la Gran Depresión (1929). Es más, la clase de problemas problemas económicos que el mundo ha padecido padecido recientemente recientemente es justam justament ente e la clase clase de problem problemas as que supues supuestam tamente ente habíamos habíamos aprend aprendido ido a prevenir. El autor, afirma, que este libro es mas bien un tratado analítico del porque sucedió cada uno de los puntos a tratar. Es decir, define: Como pudo ocurrir esta catástrofe, como se puede recuperar las victimas y como podemos evitar que suceda de nuevo. En este libro, plantea que ha tratado de resistir cuatro tentaciones intelectuales. La cual clasifica como: • • • •
La seducción de la sabiduría que da la experiencia La tentación de considerar esta como una crisis puramente asiática La tendencia a moralizar La tendencia a volverse excesivamente circunspectos
Iniciaremos el proceso haciendo un recorrido por aquellas crisis que no solo afectaron su entorno, sino otras economías del globo. Además de poder captar el impacto que tiene, cuando la confianza del confianza del inversionista llega a mermar.
En Hong Kong se trabajaba frenéticamente en el nuevo e imponente centro de convenciones de Hong Kong, con el fin de terminarlo a tiempo para recibir la reunión conjunta anual del FMI y el Banco Mundial. Esto representaba un momento de orgullo, simbolizaba el éxito económico, no solo de la ciudad, sino de China y en efecto de toda Asia. Nadie lo sabia en ese momento, pero el verano de 1997, terminaría siendo una especie de línea de pleamar para el nuevo orden mundial. En ese día las perspectivas para la economía mundial en general, y para el capitalismo en particular, parecían mejores de lo que cualquiera pudiera recordar o imaginar una o dos décadas antes. Al día siguiente, el 2 de julio, Tailandia devaluó el Bath y la crisis financiera asiática comenzó. No fue el milagro asiático un producto de nuestra imaginación? No. El crecimiento asiático fue real y, en su mayor parte, tan impresionante al examinarse de cerca como se manifestaba en la superficie. Luego del mundo experimentar sorprendentes despegues económicos en diferentes naciones del mundo, hubo una larga pausa en la que las economías avanzadas continuaron crecieron, pero no hubo nuevos miembros. Entonces surge Asia, con la industrialización. Primero los tigres originales: Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea del Sur (en los anos 1960), luego una segunda ola, las economías del sudeste asiático, y finalmente el sorprendente despegue del gran dragón, China.
El progreso de Asia era notorio a simple vista: rascacielos donde ante solo había chozas, carreteras donde antes solo había caminos, automóviles donde ante solo había bicicletas. Los salarios crecieron rápidamente, no solo en las estadísticas oficiales, sino en experiencia de las compañías privadas que tenían que atraer trabajadores. Así pues, surge la interrogante, el crecimiento de Asia era real o era otro caso de inversionistas deducibles que le daban demasiado crédito a una economía? El crecimiento de la región estuvo financiado abrumadoramente por los ahorros de cada uno de los países bajo la modalidad de “pague a medida que gaste”. Poco dinero se pidió prestado; la mayor parte del capital que vino del exterior llego en forma de inversión extranjera “directa”.
La única critica giraba alrededor de un concepto que suena misterioso: “ productividad del factor total ”. Fue el único medidor sobre el cual Asia no sobresalió. Asia logro sorprendente tasas de desarrollo económico sin unos incrementos igualmente sorprendentes en la productividad. Su crecimiento fue el producto de una movilización de recursos y no de eficiencia. Las economías asiáticas se caracterizaban por una clase de gobierno diferente al de Estados Unidos. En vez de una relación de confrontación y legalista que hemos desarrollado entre el gobierno y los negocios, las HPAE (Hombre del Asia del Este) disfrutaban de una cercanía sin inhibiciones entre las elites empresariales y del gobierno, una especie de acogedora relación de colaboración, la cual se llamo: “capitalismo clientelista” , y se le atribuiria, correctamente, el fomento de las ganancias privadas costa de la economia y, menos convincentemente, el origen de la crisis.
Durante generaciones, los países de América Latina estuvieron sujetos de manera casi única a las crisis de la moneda, las quiebras bancarias, los brotes de hiperinflación y todas las otras calamidades conocidas por el hombre moderno. Pero, a finales de de la década de los 80, Latinoamérica mostró un cambio sorprendente. El primer ejemplo a resaltar es el caso de Chile, que a pesar de que pocos latinos admiran la brutalidad de Augusto Pinochet, hay que resaltar las reformas económicas que implemento en Chile y que se mantuvieron intactas hasta 1989, cuando finalmente regreso a la democracia. América Latina se reformo.
Hasta los anos setenta, México se cuido de no extralimitar sus finanzas; el crecimiento era desalentador, pero no había crisis. Sin embargo, a finales de anos setenta, la cautela tradicional se hecho por la borda. La economía entro en un boom afiebrado alimentada por nuevos hallazgo de petróleo y grandes prestamos por parte de los bancos extranjeros. Pocos vieron la las señales de alerta. A mediados del mes de agosto de 1982, una delegación de funcionarios mexicanos viajo a Washington a informar al secretario del tesoro que se les había agotado el dinero y que México no podría seguir pagando sus deudas. En pocos meses la crisis se había extendido a la mayor parte de América Latina y más allá, a medida que los bancos dejaron de prestar y comenzaron a exigir el pago de las deudas. Mediante esfuerzos frenéticos, la mayoría de los países logro evitar un paro total del pago de sus deudas, gracias a prestamos de Estados Unidos y de organismos internacionales. En 1985, Miguel de la Madrid, pone en marcha una liberalización radical del comercio de México, implementados algunas medidas de orden económico.
Pero no fue hasta 1988, ano en que Carlos Salinas fue elegido, cuando realmente se inicio una verdadera reforma. Los éxitos de los anos de Salinas se construyeron sobre la base de dos jugadas cruciales de política económica: solucion de la crisis de deuda y proponer el libre comercio con Estados Unidos y Canada. Estados Unidos acepto. Otra economía que siguió sus pasos fue Argentina. Una inquietud común, tanto para México como Argentina era la cuestión de la tasa de cambio adecuada. Ambos habían estabilizados sus monedas, habían reducido la inflación, pero este ultimo se mostraba rezagado respecto a la estabilización de la tasa de cambio. A principios de la década de los noventa las exportaciones mexicanas crecieron muy despacio debido principalmente a que la fortaleza del peso hizo que sus precios fueran poco competitivos. El resultado fue un exceso de importaciones en comparación con las exportaciones.
En diciembre de 1994, las autoridades mexicanas, enfrentadas a una perdida constante de sus reservas de divisas, tenían que decidir que hacer. México escogió la devaluación, pero apenas de un 15%, lo que dio paso a la especulación. Una fuga enorme de capitales era ahora inevitable y el gobierno mexicano pronto tuvo que abandonar del todo la fijación de la tasa de cambio. La crisis pronto se extendió al sector privado y a países como Argentina. Hubo una perdida de confianza del inversionista. México fue rescatada por el tesoro de Estados de Unidos, quien hizo uso, a discreción, del Fondo de Estabilización Cambiaria (ESF). Mientras que Argentina fue a través del Banco Mundial.
A comienzo de 1990, la capitalización del mercado en Japón, el valor total de todas las acciones de las compañías de la nación, era mayor que la de Estados Unidos, que tenia el doble de la población de Japón y más del doble de su producto interno bruto. Fue una época de prosperidad para Japón, de crecimiento rápido, bajo desempleo y grandes ganancias. Bienvenidos a la “economía burbuja ”. La burbuja de Japón fue solo uno de varios brotes de fiebre especulativa alrededor del mundo en los anos ochenta. Todos esos brotes tenían la característica común de que eran financiados principalmente por prestamos bancarios e instituciones. Se desata el denominado “riesgo moral”, fruto de la liberalización de la época. Los bancos de Japón prestaron mas, con menos consideración por la calidad del prestatario, que los de cualquier otro país, y al hacerlo ayudaron a inflar la economía burbuja en proporciones grotesca.
El Banco de Japón preocupado por los excesos especulativos, comenzó a elevar las tasas de interés en 1990 en un intento de dejar salir un poco de aire de la burbuja. Poco a poco fue quedando claro que el final de la economía burbuja no había sido fuente de buena salud sino de un malestar económico cada vez mas profundo. Pero, solamente en un ano, se recupero y comenzó a experimental un crecimiento potencial de la producción. En 1996, Japón empieza a experimentar una “recesión de crecimiento ”, la cual sucede cuando una economía crece, pero no lo suficientemente rápido para hacer uso del incremento en su capacidad, de tal manera que cada vez un mayor numero de sus maquinas y trabajadores están parados. Esto la llevo a un nuevo fenómeno: depresión de crecimiento . Debido, quizás, a su población en proceso de envejecimiento y posiblemente a un nerviosismo con respecto al futuro, el publico japonés no parece estar dispuesto a gastar lo suficiente para utilizar la capacidad de la economía, incluso a una tasa de interés cero. Japón, dicen los economistas, ha caído en la temida “trampa de liquidez ”.
Podríamos decir, que la razón por la cual Japón puede estar atascado en su trampa es que, a pesar de su capacidad para invertir, no puede debilitar el yen lo suficiente, ni siquiera reduciendo las tasas de interés a cero. Ahora, supongamos que acepte la herejía de la inflación y que convenciera a los inversionistas de que los precios subirán realmente 3% o 4% al ano por un periodo largo. Esta inflación estimularía la demanda interna al hacer que el ahorro sea menos atractivo y que endeudarse lo sea mas. Pero también actuaría debilitando aun más el yen y haciendo, por lo tanto, que los bienes japoneses sean más competitivos en los mercados mundiales. Ello es la fuente de dos clases de objeciones: respetable y no respetable. La objeción respetable es que un yen debilitado podría causarles problemas a otros países. La no-respetable es la de funcionarios japoneses a quienes no les gusta la idea de tener una moneda débil. Dichos funcionarios siguen siendo poderosos en Japón, pero se espera que no lo sean por mucho tiempo, seria verdaderamente trágico ver los intereses de una gran nación sacrificados en nombre de su vanidad.
Hay tres cosas que cosas que los administradores macroeconómicos quieren para sus economías: Discreción en la política monetaria con el fin de poder enfrentarse a las recesiones y controlar la inflación. •
Tasas de cambio estables para que los negocios no estén enfrentados a demasiada incertidumbre. Y, Dejar en libertad a los negocios internacionales, que la gente pueda intercambiar divisas cuando quiera, con el fin de no entrometerse en el camino del sector privado. Pero, los países no pueden hacer realidad los tres deseos; si les va bien consiguen dos. ¿Cuál de las tres opciones imperfectas es la mejor? Como regla general, la alternativa preferida de la mayoría de los economistas es una tasa de cambio flotante. Las virtudes de dicha fluctuación libre, cuando funciona, no son difíciles de demostrar, veamos el caso de Estados Unidos. Aunque las tasas de cambio entre el dólar y el yen / euro pueden pasar por giros fastidiosos, este fastidio con seguridad es poca cosa comparada con la libertad de acción que la ausencia de un compromiso con una tasa de cambio le da a la Reserva Federal, ósea la capacidad para reducir drástica e inmediatamente las tasas de interés cuando aparezca la amenaza de una recensión o una crisis financiera. •
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La recesion económica, unas altas tasas de interés y una tasa de cambio devaluada pueden llevar a una compañía sólida a la quiebra. En el peor de los casos, puede causar inestabilidad política. Entonces surge el fenómeno de “perdida de confianza” del inversionista. Pero las tasas de cambios flotantes no funcionan igual los países del tercer mundo. Una y otra vez, los intentos de llevar a cabo devaluaciones moderadas han llevado a un colapso dramático en la confianza . Que papel jugo el FMI? Dos cosas en las que el Fondo Monetario claramente se equivoco: Primero , cuando al FMI se le solicito que entrara en Tailandia, Indonesia y Corea, rápidamente exigió que esos países practicaran austeridad fiscal, que elevaran los impuestos y redujeran el gasto con el fin de evitar déficit presupuéstales mas grandes. El intento por cumplir con estas restricciones para el presupuesto tuvo un doble efecto negativo sobre los países: empeoraron la recesion reduciendo la demanda y alimentar una sensación de que las cosas estan fuera de control y, por lo tanto, alimentar el panico del mercado. Segundo , el FMI exigió una reforma estructural como condición para hacerles prestamos a los países afligidos. Si por esa época se le hubiera preguntado a los funcionarios del FMI que pensaban que estaban haciendo, habrían contestado que todo era parte del ejercicio para recuperar la confianza . Cuales fueron sus recomendaciones con respecto a la tasa de interés y de cambio?. No les dijo que defendieran la moneda a cualquier costo, pero si que elevaran las
tasas de interés, inicialmente a niveles muy altos, en un intento de persuadir a los inversionistas de mantener su dinero donde estaba. Muchas son las opiniones sobre cual debió ser la mejor decisión, pero una que gano un poco de credibilidad, fue la planteada por Jeffrey Sachs de la universidad de Harvard, él dice que si los gobiernos no hubieran elevado la tasa de interés, habrían evitado alimentar el pánico financiero. El resultado habría sido devaluaciones modestas y tolerables y una situación económica mucho mejor. Sin embargo, la conclusión es que no había buenas opciones. Así pues, nadie fue realmente culpable de que las cosas salieran tan mal. Que es la economia de la depresión? El autor plantea, que en esencia lo que significa es fallas de la demanda en la economia, es decir, un gasto privado insuficiente que no utiliza la capacidad productiva disponible. Estas se han convertido en una clara y patente restricción para la prosperidad de una buena parte del mundo. El riesgo mas inmediato de regreso de este fenómeno, es la posibilidad de que la misma se extienda. Ahora, si sucede, la regla es sencilla: reducir las tasas de interes en forma drástica, sin vacilar y dejar a un lado el orgullo y el perjuicio. Sin embargo, solo lograremos la compresión de la economia de la depresion cuando estemos dispuestos a pensar claramente sobre nuestros problemas e ir tras esos pensamientos por el camino que nos lleven...
Amos del universo: Los fondos de cubrimiento de riesgo y otros villanos Uno de los aspectos más extraños de las crisis de los últimos anos ha sido el papel predominante que han desempeñado los fondos de cubrimientos de riesgo (hedge funds), unas instituciones de inversión que están en la capacidad de tomarse el control temporal de unos activos muy superiores a la fortuna de sus dueños. Sin ninguna duda, estos, tanto por sus exitos como por sus fracasos, han sacudido a los mercados mundiales, y por lo menos en unos pocos casos, el especulador malvado ha reaparecido en el escenario. A traves de ellos muchos inversionistas han dado muestra de un alto poder de apalancamiento. A traves de la historia, podemos encontrar algunos ejemplos interesantes: Tenemos casos como el de George Soro (Fondo Quantum), un empresario norteamericano, que a inicio de la decada de los 90, inicio un ataque contra la libra esterlina que llevo a que la misma fuera devaluada y dejada flotar (hasta el dia de hoy). Otro caso, fue el experimentado por Malasia, causado básicamente por especulaciones hechas por hombres de negocios que se habian favorecido por el primer ministro Mahathir. La presencia de estos entes en la diferentes crisis mostradas, siempren ha sido activa, entonces le pregunta seria: Realmente han existido culpables de que las cosas salgan mal? La respuesta es negativa, lo que si han habido son colaboradores.