CRIMEN Y CASTIGO
OBRA DRAMÁTICA GUIÓN (Encontramos a Raskolnicoff sentado en un bar al lado de Marmeladoff, quien está borracho borr acho y no se queda quieto mientras bebe más m ás y más, Raskolnicoff Raskolnicoff tiene una copa enfrente pero da pocos sorbos a ella, atrás hay un barman que sirve tragos y meseros mesero s que realiz r ealizan an sus actividades actividades mientras nuestros personajes per sonajes conversan, interrumpiendo algunas veces con risas ante el dialogo de mermeladoff) Raskolnikoff: Raskolnikoff: ¿Podría ser yo un hombre hom bre más m ás miserable? Cualquier Cualquier ser pensante se avergonzaría de tener mi vida, vida, yo llegue como un hombre hom bre de ilusi ilusiones. ones. Quería Quer ía poder estudiar y así darles a mi madre y hermana una vida mejor, pero lo único que he hecho es decepcionarlas... dece pcionarlas... Es verdad: verdad: durante un tiempo pude sobrevi sobre vivir vir mi patrona me tenia compasión por que le había dicho que me iba a casar con la fea de su hija pero el e l día que esta murió he tenido que vivir vivir como com o escondido preocupado preoc upado de que me arme riña por deberle ya tres meses de renta. Mas, compadre, eso no es todo. Hoy mismo recibí rec ibí el siguiente siguiente mensaje de mi madre( madr e( toma el e l celular y lee) “querido hijo, como estas?(se ríe sarcásticamente) Te escribía para contarte que nos encontramos bien y hablarte de un asunto referente a tu hermana, mediante un conocido en común conoció a un abogado adinerado el cual apresuradamente, al menos para mí, le ha pedido matrimonio y tu hermana ha dicho que si, este hombre ha debido viajar viajar a Santiago y nos mandara a buscar, por ello mi amado hijo es probable que pronto nos veamos, lamento que no te hayamos escrito antes pero desde que nos cortaron cortar on el teléfono es difícil comunicarnos. Se despide afectuosamente: afec tuosamente: tu madre. ¿Sabe a que me m e suena esto? Pues a patrañas:¿que se casa con él a gusto propio? El tipo tipo seguro que es un idiota idiota con el e l que mi hermana herma na se casa para que me de trabajo y así triunfar. De poco voy perdiendo todo lo que me importa, ayer tuve por necesidad que empeñar un reloj. Así es. es. El reloj de mi ya muerto padre en una casa de empeño de una tal tía rica, le puedo decir que verla ha sido sido una de las cosas más m ás repugnantes del mundo. m undo. La vieja, si es posible, posible, combina co mbina todos los males que que puede haber en un humano: en especial la tacañería. tacañer ía. Me dio por
dicho reloj no más má s de 5000 pesos. Mermeladoff Mer meladoff:: ¿Crees que tu vida es mala, chiquillo? chiquillo? Al menos eres ere s joven y tienes tienes la esperanza de poder mejorarla, en cuanto a mí… Mi vida está arruinada. Antes era concejal… Pero caí en el peor de los males: en el vicio, y nada puedo hacer para remediar rem ediar mi dilema. Intenté volver al trabajo, por mi m i esposa e hijos. hijos. Mi esposa, Catalina… Catalina… Ella no nació para par a soportar la miseria. ¿Tienes idea alguna de lo bella que es ella? Pero no… La adicción es más fuerte f uerte que cualqui cua lquier er pasión, y debido a mi estupidez, estupidez, mi hija hija Sonia ha tenido que caer en la prosti pro stitución… tución… (Llora). Hace…. Hace Ha ce 5 días me llevé el dinero de mi esposa, sí, todo el que quedaba… $100.000 pesos, me lo he bebido todo y nada he dejado. (Debido (Debido al embriago, em briago, su cabeza cae sobre la mesa. De apariencia aturdida y atontada, Mermeladoff intenta mantener la razón. Raskolnicoff Raskolnicoff lo mira m ira atentamente. Los extras le gritan “¡Alcohólico! “¡Alcohólico! ¡Borracho! ¡Borr acho! ¡Ebrio!”). Raskolnicoff: Raskolnicoff: bueno tengo que irme, irm e, disculpe. disculpe. Mermeladoff: Merm eladoff: vete hijo, quizás quizás alguno de nosotros pueda cambiar su suerte.(gritando suerte.(gritando y llorando) (Raskolnicoff (Raskolnicoff sale y se va a su casa, monologa) m onologa) Raskolnikoff: Raskolnikoff: Lo he decidi dec idido, do, he de ser yo. Esa mujer no es más má s que una escoria, y yo debo librarnos de ella. Para Par a eso es que estoy aquí, es mi deber limpiar esta sociedad. No estoy sujeto sujeto a las leyes leyes de las personas comunes, co munes, ¿por qué he de sentirme sentirme culpable, si lo que hago no es más que una ayuda?, alguien alguien debe hacerlo, hacer lo, y ese alguien soy soy yo. (Camina de un lado a otro por la escena) Iré I ré y diré que empeñaré empeñar é algo. (Camina hacia una esquina y se encuentra el cuchillo. Lo toma sorprendido.) Por lo que he escuchado, estará sola. Estoy Estoy siendo siendo apoyado por el Diablo, Diablo, él está de mi lado. He decidido, debo hacer esto. (Se apagan las luces y aparece la casa de empeño. Raskolnikoff se acerca lentamente y observa como la Tía Rica se pasea de un lado a otro con su dinero en la mano. Da pasos sigil sigilosos osos sin que que ella lo vea, escondiendo e scondiendo el arma. arma . La mujer m ujer se voltea a verlo y se sorprende. Lo mira desconfiada y malhumorada. Las luces son
tenues y la música lenta y de suspenso.) Tía Rica: ¿Qué ¿Qué hace usted aquí?, aquí?, ¿qué quiere? quiere? Raskolnikoff: Raskolnikoff: Yo… He venido venido a empeñar e mpeñar algo. ¿Recuerda?, le he dicho que vendría… (Actúa con algo a lgo de nervi ner viosis osismo) mo) Tía Rica: (Se (Se voltea voltea con el ceño fruncido, fr uncido, tratando tratando de esconder su dinero) ¿Qué trae?, ¿qué me trae para empeñar? Raskolnikoff: Raskolnikoff: Esto… Le he traído tr aído algo nuevo, mire… (Saca una caja bien sellada y se la acerca. La mujer se voltea y la mira con codicia mal disimulada) Tómelo, pues tengo prisa… Tía Rica: ¿Por ¿Por qué tiene usted usted tanta prisa? prisa? (Toma la caja y la la observa. Comienza a tratar de abrirla, pero no puede. Se voltea y camina hacia una esquina de la escena) Está Está muy m uy sellada… sellada… ¡Vamos, ¡Vamo s, ábrete! (Mientras la mujer intenta abrir la caja, volteada hacia una pared, Raskolnikoff Raskolnikoff comienza a sacar saca r el arma. ar ma. La levanta y vacila vacila un segundo. La Tía Rica se voltea voltea y lo ve con el arma. Se sorprende tremendamente, deja caer la caja debido a la sorpresa, pero no puede proferir ningún grito. Se ve como Raskolnikoff alza los brazos para asesinar asesinar a la mujer. Se apagan apaga n las luces. luces. Se escuchan gritos y la música se vuelve vuelve más má s acelerada acelera da y desordenada. Se queda todo en silencio silencio y las luces se encienden, sólo apuntando a Raskolnikoff. Raskolnikoff. Se encuentra parado en medio de la escena, sorprendido, sorpr endido, con el cuchillo cuchillo aún en la mano m ano y sangre en las manos ma nos y el suelo. La música se detiene y sólo se ve a Raskolnikof. Raskolnikof. Las luces se apagan por un segundo, y luego luego y se ve la habit ha bitación ación de Raskol Ra skolnikoff, nikoff, donde comienza co mienza a moverse m overse de un lado a otro.) Raskolnikoff: Raskolnikoff: ¡Oh, tristeza la mía! ¡El dolor de la monomanía! monom anía! ¿El castigo castigo ha comenzado come nzado ya? El dolor dolor y sufrimiento son inevitables inevitables para el hombre superior: aquel con gran gr an inteligencia inteligencia y profundo prof undo corazón. cor azón. Los líderes intelectuales intelectuales deben sufrir mucho en la tierra, aquel es mi razonamiento. Sangre: borbotones de sangre por
todas mis ropas, infranqueables dentro de mi alma. Aguantar yo no puedo (realiz (rea liza a un ademán de dolor). He de confesar. No soy quien creía ser. No, no soy ni un Napoleón, ni un Mahoma ni un Licurgio. ¡No soy más que un gusano! ¡Un verdadero gusano: nada más! No he asesinado asesinado a un humano: La vieja vieja no significaba significaba nada. Tan solo he sido sido capaz capa z de matar, no he podido dar el e l salto…. salto…. ¡Y ni eso lo he hecho bien! (Ríe con locura). ¡Ja! … (Aparece Anastasia. Anastasia. Toca Toc a la puerta, puer ta, y Raskolnikoff Raskolnikoff emite em ite un sonido sonido dándole a entender que le permite entrar. Ésta abre la puerta). Anastasia: Anastasia: ¡Señor! Vengo a… (Partiendo con un tono de voz animado y fuerte, al percatarse del estado en el que está Rodia se preocupa y comienza a hablar arrastrada arr astrada y lentamente. Baja los decibeles de su voz). ¿Qué le pasa? ¿Tiene gripe? Raskolnikoff: Raskolnikoff: No… No pasa nada, Anastasia (Molesto). ¿Qué querías? Anastasia: Anastasia: (Entra a la pieza). Bueno, resul re sulta… ta… ¿Conocía usted a Raskolnikoff, Raskolnikoff, el esposo de Catalina? Catalina? (Raskolnikoff (Raskolnikoff asiente lenta y pausadamente). Veo que sí. El punto es que… Ha muerto. Estaba borracho, como siempre, y ha resultado atropellado por un auto. (Raskolnikoff se sorprende, y debido a esto se arrincona). Veo que era buen amigo suyo… Raskolnikoff: Raskolnikoff: Y… ¿Y qué será de su familia? Anastasia: Anastasia: Yo nada sé de eso… ¿Por qué no va a….? (Advierte (Advierte su error er ror y se tapa la cara con las manos, arrepentida). No he dicho nada… Absolutamente nada. Con lo enfermo enfer mo que está… (Rodia simula simula somnolencia, y, cerrando cer rando los ojos, Anastasia Anastasia piensa que se ha dormido). Oh, ya está durmiendo de nuevo. Mejor me iré, no quiero enfermar enfer marlo lo más de lo que está (se va de la habitación). Raskolnikoff: Raskolnikoff: (Abre los ojos, se levanta, y sale de la recáma re cámara ra sigil sigilosamente. osamente. Sale del hostal y llega llega al antiguo hogar de Marm M armeladoff. eladoff. En ella, se encuentran Sonia y Catalina, Catalina, llorando abrazadas la una a la otra. Rodia entra con c on lástima lástima y llama su atención). ¿Catalina? ¿Catalina? ¿Catalina ¿Catalina Ivanovna? I vanovna? (Ésta (Ésta intenta articular palabra, mas no
puede debido al sollozo). sollozo). La semana sem ana pasada, su ya exánime e xánime esposo me contó la historia historia de su vida, y también la de su hija… Yo le aseguro a seguro que hablaba de usted tal como de una Diosa. Desde Desde que supe cuánto las amaba a ustedes aquel borracho, me consid c onsidero ero su amigo. Es por ello… Que quisiera quisiera entregarles entregar les $200.000… $200.000… Quizás esto sea útil para ustedes. Y yo… Quizás vuelva… Adiós. (Sonia da un suspiro. Raskolnikoff Raskolnikoff se da media vuelta). (Catalina (Catalina se va del escenario llorando, con las manos en el rostro. r ostro. Sonia, sonrojada, se mantiene erguida en la habitación. Raskolnikoff Raskolnikoff se sienta con aparente apare nte indifere indiferencia ncia y, sin sin mirar a Sonia a la cara, ca ra, prosigue). Raskolnikoff: Raskolnikoff: ¿Sabes? Me preocupa tu famili fa milia. a. ¿Qué harán har án cuando no puedas pueda s ejercer tu “oficio”? (Sonríe irónicamente). Sonia: ¿Cómo…? ¿Cómo…? (Se sonroja y tapa su cara). car a). ¿Cómo se atreve? atre ve? (Le da una palmada en la mejilla). Raskolnikoff: Raskolnikoff: (Enojado, pero piadoso) Y eso, ¿por qué ha sido? (Ambos se miran perplejos recíprocamente: el uno con estupor y la otra con vergüenza y timidez. Se apagan las luces. Sonia se va, dejando a Rodia solo. Aparecen Pulkeria y Dunia. La primera está agarrada de la mano con su hijo. Éste está sentado, y ella ella erguid er guida. a. Dunetchka, desde un lado, le habla a su hermano). her mano). Dunia: Dunia: Oh, hermano herm ano mío, ¡qué feli fe licidad! cidad! Estuve Estuve a punto de contraer contrae r matrimonio m atrimonio con ese sucio puerco jote de Pedro P edro Petrovich, ¡pero he descubierto sus planes! Fui Fui una tonta, hermano. ¿Cómo no me di cuenta de mi error? ¡La decadencia humana! Raskolnikoff: Raskolnikoff: (Con aire indiferente)No eres er es la única, Dunetchka. Dunetchka. Madre: Madre : he de confesar algo: no puedo seguir guardando este dolor. He sido sido víctima víctima de mí mismo todo este tiempo. Si hubiese hubiese cometido el crime crimen n por pura hambre, sería feliz, absolutamente absolutamente feliz f eliz (con completa sinceridad y seriedad). Pero Per o no… Así no ha sido. Pulkeria: ¿Qué dices? Hijo Hijo mío, ¿por qué dices estas cosas? ¿Estás ¿Estás enfermo? (Dunia (Dunia mira con extrañeza).
Raskolnikoff: Raskolnikoff: ¡En absoluto, PulkeriaAlejandrovna! PulkeriaAlejandrovna! Estoy más cuerdo cuer do que nunca. Y es por eso que quiero, luego de tanto dolor, tanto canibalismo canibalismo hacia hac ia mi propia persona (respira hondo). He sido yo. Yo he matado m atado a la vieja. Le he encajado enca jado un cuchillo cuchillo en la cabeza. Y ya está (proyecta una sonrisa de oreja a oreja. Ríe).
(La madre madr e suelta la mano de su hijo. En shock, shock, ambas caen. ca en. Las luces “parpadean”. Luego, se apagan. Se van. Raskolnikoff entra a la cárcel). (Raskolnikof (Raskolnikof se encuentra sentido sentido observando el e l río con expresión me débil debido a la reciente enferme enfe rmedad, dad, y con expresión ida. Sonia Sonia se acerca ace rca a él sigilosamente sigilosamente y, haciéndose notar, logra que le dirija la mirada. Ella le tiende la mano con una sonrisa tímida. tímida. Raskolnikof Raskolnikof da una mirada corta cor ta hacia ella y vuelve vuelve la mirada m irada al río r ío nuevamente. Luego, se lanza en las rodill r odillas as de ella y comienza com ienza a llorar, abrazándola con fuerza. Sonia parece asustada en un comienzo, pero luego entiende lo que sucede y lo abraza para llorar con él. ) Raskolnikoff : Perdóname. No quiero que me abandones. Por favor, no me abandones. Quédate conmigo. Me arrepiento, yo te lo juro. Sonia: Rodia,¿qué Rodia,¿qué puedo hacer yo? Si pudiera pudiera atravesaría atravesar ía esos barrotes para par a poder sufrir junto contigo. ¡No ¡No soporto el no poder po der compar c ompartir tir tu destino!Prometiste destino!Prometiste ir donde fuese: y ahora que los hombres nos separan, nada cambia, solo tendremos que ser esclavos del tiempo tiempo y esperar (se levanta levanta simulando fortalezae for talezae integridad integridad pero per o al darse vuelta se pone las manos en la cara para ocultar su dolor). Debo… Debo irme. Adiós. (Le da la mano. Raskolnikoffla Raskolnikoffla apresa apr esa entre las suyas y se las agarra. agarra . Más tarde,le da la espalda e spalda a Sonia y al público, público, resignado. r esignado. Sonia se da vuelta vuelta y se prepara pr epara para irse. Da un paso: Rodia Rodia se voltea y agarra su vestido. vestido. Se acurruca acurruc a con sus piernas. Ambos se arrodill arr odillan an y se ponen a su lado de los barrotes. barr otes. Lloran).