Jade Morales Aguilar 26 de mayo de 2012
Encuentro en la lectura Altruismo Y Conducta Prosocial: Concepto Y Teorías, me llamó la atención que la finalidad de las dos conductas es la misma: ayudar o apoyar a personas necesitadas, y a su vez me transporta a la l a diferencia sobre el concepto de conducta prosocial y el altruismo, ya que la conducta prosocial ha sido considerada como una forma de comportamiento moral, y suele asociarse con conductas solidarias y acciones desinteresadas, aunque realmente un comportamiento prosocial puede tener diversas motivaciones. Considero que en general, el interés por ayudar a otras personas suele venir marcado por expectativas de reciprocidad e intercambio social. Esta reciprocidad nos mueve a comportarnos con los demás como nos gustaría que ellos se comportaran con nosotros. Sin embargo, en ocasiones también actuamos de manera personal, sin esperar nada a cambio. Este tipo de relación se da cuando decimos o pensamos que una persona “ayuda” a otra. Cuando
actuamos de manera desinteresada practicamos el altr uismo.
Sin embargo, para que la sociedad sea altruista, considero que debe cumplir con
tres
elementos:
El
primero
es
que
la
conducta
sea
emitida
voluntariamente, es decir no vernos obligados a ejercer un apoyo o ayuda a alguien que lo necesita. Por ejemplo: las organizaciones sin fines de lucro que realizan eventos para ayudar a personas necesitadas. necesitadas. El segundo es es que el destinatario se beneficie de alguna forma con la acción del benefactor; y el último es que el que realiza el acto asuma algún costo para beneficiar al otro. Esto es lo que marca la diferencia entre el altruismo y la conducta prosocial; es decir, una conducta voluntaria que suponga un beneficio para otro será prosocial, pero sólo será altruista si, además, implica algún coste para el autor de la acción. Por ejemplo dentro de las conductas prosociales altruistas puedo mencionar: Hacer algo por alguien sin esperar nada a cambio (la acción desinteresada), ocultar nuestra identidad cuando llevamos a cabo algún tipo de ayuda (dar dinero, objetos para una subasta, etc.), arriesgar la vida, espontáneamente, por un grupo o persona, donar órganos en vida y adoptar a un niño teniendo hijos biológicos. Todas estas conductas son las que nos permiten ser mejores personas, nos provocan satisfacciones y nos hacen sentir bien tanto psicológicamente como espiritualmente.
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Jade Morales Aguilar 26 de mayo de 2012
Sin embargo, existen conductas que son prosociales pero no altruistas, ya que se suele esperar algo a cambio, por ejemplo: Hacer algo por alguien sabiendo que obtendremos algún beneficio, revelar nuestra identidad cuando llevamos a cabo algún tipo de ayuda (empresas que hacen publicidad sobre las acciones benéficas que realizan), llevar a cabo acciones peligrosas calculando los beneficios que nos facilitará (fingir muerte para cobrar algún seguro) y apadrinar a un niño del tercer mundo. Con esto quiero decir que toda conducta altruista es prosocial, aunque no toda conducta prosocial es altruista. Pérez-Delgado, E. (1999). Psicología Mora y Crecimiento Personal. Barcelona: Ariel .
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