CONCEPTO GENERAL DE LA SUPERVISION Y ADMINISTRACIÓN ESCOLAR La supervisión educativa tiene como función primordial aplicar normas, instrumentos, procesos y procedimientos en los niveles y modalidades del sistema educativo para controlar, vigilar, garantizar y evaluar la gestión en las zonas educativas, distritos escolares, sector escolar y planteles que conlleve al supervisor al cumplimiento de la acción supervisora. Además, la supervisión escolar se encarga de suministrar sugerencias y ayudas constructivas con el propósito de orientar el trabajo administrativo en las instituciones, estableciendo unidades de esfuerzos en las escuelas que ayude al docente a subsanar debilidades, ejerciendo un liderazgo de carácter democrático y participativo. El propósito de la supervisión escolar, en palabras de Salcedo (2002) consiste en establecer una unidad de esfuerzos entre las escuelas, a fin de 14 Revista de Educación, Año 13, Número 25, 2007 Eudy González Urdaneta que, en todas ellas, la tarea educativa se desarrolle de la mejor manera posible. La acción supervisora permitirá el cumplimiento de los fines establecidos en la normativa legal vigente del Ministerio de Educación. La complejidad de la gestión supervisora en la escuela básica media diversificada, requiere un ente rector con capacidad gerencial que maneje eficazmente los procesos supervisorios, organizativos, curriculares, así como lo relacionado a la planificación y demás procesos de las unidades educativas. En efecto, la gestión supervisora es una responsabilidad básica en el sector educativo, pues la educación es la parte más sensible de todo el proceso social de crecimiento horizontal y vertical. Percibido desde ese punto de vista, sea cual sea el tipo de gestión presente, establecida o preferencial, ella se orientará por los principios de: a) Planificación (b) Organización (c) Dirección (d) Coordinación (e) Supervisión, (f) Control y (g) Evaluación. En correspondencia con lo estipulado por el manual del Supervisor, Director y Docente elaborado por López (1996; 2000), la gestión supervisora requiere tener conocimientos sobre el manejo de: recursos humanos, financieros y técnicos. No obstante, Salcedo (2002) considera que la gestión supervisora es un proceso que contempla la producción, adquisición, mantenimiento, promoción, control y unificación de recursos tanto humanos como materiales, durante el cual, los organiza formal e
informalmente y los pone a funcionar dentro del sistema educativo para que se cumplan los objetivos educacionales señalados en los instrumentos legales dispuesta por el Estado Venezolano a través de sus órganos competentes. Es relevante, al respecto, como la pedagogía, la investigación psicológica y sociológica han evolucionado claramente hacia una gestión supervisora con base en un desempeño líder, técnico y ejecutivo como eje triangulado para el buen funcionamiento de la institución educativa
Respetabilidad ACADMÉICA DEL A SUPERVISION Para mejorar e impulsar una educación de calidad en la era del conocimiento en que viven las sociedades modernas, es importante considerar los desafíos y avances tecnológicos que causan profundo impacto en la educación, donde ésta debe ser prioridad en las organizaciones y en los procesos administrativos que conduzcan al avance del país. Cuando se impulsa la educación también se alcanza el nuevo camino en las organizaciones con miras a garantizar el desarrollo de los procesos en la alta gerencia, cambios y transformaciones dentro de los cuales resalta el acto de supervisar cuya finalidad es contribuir a resolver los problemas del aprendizaje en el sistema educativo. Por las razones antes expuestas, surge la necesidad de presentar un modelo de supervisión escolar que articule la gestión supervisora de forma integrada a los procesos técnicos, administrativos, sociales, de asistencia y mediación recientemente denominada como asesoramiento pedagógico integral; en este sentido, la supervisión se ejecuta como una asesoría, un seguimiento, un apoyo profesional que se construye con los supervisores en la práctica. Ello denota, que existe la necesidad de ubicarse en los nuevos escenarios de la supervisión escolar, manteniendo el concepto de asesorar y realizar seguimiento cuando se apliquen los procesos administrativos para que funcionen las instituciones. Dentro de ese contexto, tal y como lo exponen Villarroel (2001:79), “lide rar un proyecto, organización o
institución escolar es también una forma explícita de influir en los demás, independientemente, de la relación laboral que exista entre los sujetos y, ello, no
es más que una acción o gestión de supervisión”. Es por ello que , la
transformación de la supervisión educativa, estará orientada a la redefinición de los procesos de integración curricular, el mejoramiento de las prácticas pedagógicas
y
la
redimensión
de
los
valores.
Conceptuación
Epistemológicamente, la supervisión escolar se fundamenta en el enfoque humanista, el cual, define al hombre como una entidad superior, 13 Revista de Educación, Año 13, Número 25, 2007 Un modelo de supervisión educativa además que establece el desarrollo y la actividad científica libre de directrices, confía en la razón, el método y la ciencia. De esta manera, el humanismo contribuye conjuntamente con la supervisión, en el sentido descrito por el autor, a transformar el hecho supervisorio y aplicar los procesos de asesoramiento pedagógico con el fin de mejorar los contornos del sistema educativo. En este sentido, el humanismo y la ciencia facilitan el desenvolvimiento del hecho supervisorio, para establecer las relaciones existentes entre diversos momentos del quehacer educativo con la finalidad de propiciar en el docente el logro de los objetivos propuestos, acumulando nuevas experiencias durante el proceso. Por lo tanto, es necesario tomar en cuenta el método como procedimiento, por cuanto permite descubrir las condiciones en que se presentan los hechos, la observación, el razonamiento y la verificación durante la supervisión educativa. La concepción del humanismo también se inserta el enfoque de la autorrealización, el cual juega un papel importante porque se vincula con la autosatisfacción, siendo ésta una necesidad básica y fundamental para que el supervisor escolar, se comprometa y participe en todos y cada uno de los procesos.
Niveles epistemológica de la educación La epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados con las fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno resulta cierto; así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido. Cuando se habla de epistemología de la educación se refiere al conocimiento que se produce en esta rama educativa, tratando sobre
los métodos, técnicas, procedimientos y teorías que han hecho posible mejorar las condiciones de producción y validación de los conocimientos desde la educación. Es importante destacar que a través de este informe donde se analizó lo referente a la epistemología de la educación, evidenciado que es una ciencia que se ocupa desde la organización del currículum escolar, de la conexión entre las disciplinas, de cómo se transmite el saber, de la relación entre el sujeto cognitivo y el objeto a conocer, de la formación del docente, del contexto escolar, del sentido social del hecho educativo, de La calidad educativa, de los programas, proyectos, métodos, técnicas, procedimientos que van ayudar a mejorar y optimizar la calidad educativa. La epistemología de la educación es la que trata sobre el conocimiento dentro del proceso educativo, es pues, una rama especifica de la epistemología en general, considerando que el termino aquella ciencia que versa sobre el análisis del conocimiento, especialmente en lo que se refiere al conocimiento científico, aquel que cuenta con un objeto de estudio definido, con métodos y recursos medibles, con estructuras de análisis y de generación de hipótesis. Por lo tanto, la epistemología como tal, trata sobre cómo se da el conocimiento y qué aspecto ayudan a incrementarlo. En función de ello, siempre ha existido la necesidad de conocer la naturaleza del conocimiento, cómo se adquiere, cómo permanece y se vincula con todos los demás aspectos de la vida. De tal manera, que la epistemología como disciplina estudia la manera cómo se construye el saber y de los factores implicados en su constitución, por eso es una ciencia que siempre está avanzado porque lo que es válido como conocimiento, mañana puede ser diferente, De tal manera, que la epistemología como teoría del conocimiento comienza con la filosofía antigua donde se encuentran múltiples reflexiones epistemológicas específicamente en Platón y Aristóteles, pero la teoría del conocimiento como disciplina autónoma aparece por primera vez en la edad moderna, siendo su fundador el filósofo inglés John Locke con la obra ensayo sobre entendimiento humano aparecida en el año 1690, que trata de la edad moderna y trata de un modo sistemático las cuestiones del origen la esencia y la certeza del conocimiento humano. Sin embargo como verdadero fundador del conocimiento dentro de la filosofía continental se presenta Emmanuel Kant con su obra maestra epistemológica “la crítica de la razón pura”, dejando entrever una fundamentación
crítica del conocimiento científico de la naturaleza. Desde la perspectiva fenomenológica, la teoría del conocimiento viene a ser una explicación e interpretación filosófica del conocimiento humano, que se entiende mejor cuando
hay autor reflexión sobre lo que se vive cuando, es decir, se busca aprehender la esencia general del fenómeno concreto. El conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno del otro, el dualismo de sujeto objeto pertenece a la esencia del conocimiento. A partir de este concepto general, se entiende que la epistemología de la educación, es un espacio que sirve para analizar el hecho de modo crítico y reflexivo y para hacer un diagnóstico de avances y dificultades, en vistas a ahondar los primeros y superar los segundos, buscando constantemente lo cierto o verdadero. Se estudia todos los factores intra y extraescolares que influyen en el proceso, no con el objetivo de un análisis infructuoso sino para aportar soluciones. Se evalúan desde la epistemología las diferentes ciencias de la educación, en cuanto a su autonomía y su aporte, y el fundamento científico de los métodos utilizados en la educación formal. En un aspecto puntual, se reconoce que la educación es una forma de modificar el hombre, para adaptarlo y posibilitarlo un desenvolvimiento de las posibilidades del ser. Esta modificación no tendría sentido si no implicara una mejora. Por ello, el término ha de entenderse como el perfeccionamiento intencional de las funciones superiores del Hombre, de lo que éste tiene de específicamente humano. Es un perfeccionamiento intencional porque a través de la planificación del proceso de enseñanza aprendizaje, se buscan los métodos, las técnicas y estrategias necesarias para aprender de manera significativa, es aquí donde entra la epistemología de la educación, que busca dar la orientación eficaz para enseñar de una manera significativa. De allí, que a través de la historia muchas posturas pedagógicas han explicado la manera cómo se produce el conocimiento. Estas posturas o modelos expeditos, permite acometer el hecho educativo desde las diversas posturas epistémicas: la empírica, explica que el conocimiento se adquiere de forma gradual, es decir, progresivo, de acuerdo al individuo, a través de los sentidos y el sujeto es pasivo, todo lo adquiere del exterior; la relacionista, que señala que el sujeto tiene conocimientos a priori, donde adquiere una función de mayor actividad, porque sus estructuras mentales construyen el conocimiento constructivismo; y la dialéctica, considera tanto al sujeto como al objeto como elementos en constante interacción, donde el sujeto construye el conocimiento a través de su actividad, asimismo considera que el conocimiento es continuo, progresivo y en constante evolución. El desafío de forjar y desarrollar ese nuevo instrumental conceptual, con el fin de comprender las nuevas formas de producción de conocimiento que han surgido en
el mundo, no sólo por el interés epistemológico de entenderlas, sino también por el interés práctico y político de que sólo de esa manera se podrán diseñar las políticas adecuadas, en educación, en ciencia, tecnología e innovación, que pueden encauzar a nuestro país por el camino adecuado para llegar a ser un sociedad del conocimiento justa, democrática y plural. De acuerda esta exposición del autor, es importante buscar la manera de cómo producir el conocimiento de forma significativa en los estudiantes, los enfoques antes señalados, expresan de una manera acertada de cómo se produce el mismo, sin embargo en la realidad, es el docente quien debe velar , estudiar, analizar y proponer alternativas, métodos y técnicas para que ellos se adueñen de un conocimiento efectivo, de acuerdo a los requerimientos del mundo de hoy, que sea contextualizado con los avances científicos, tecnológicos y sociales que amerita el hombre y mujer de hoy, prepararlos para que se enfrenten a un mundo cada día más competitivo y avanzado, donde hay cabida para los mejores. En función de ello, es importante acotar que dentro de la epistemología de la educación que busca y propone el conocimiento, pero de forma cualitativa, es decir de calidad y no cantidad, porque hoy se vive una realidad distinta, la mayoría de jóvenes de nuestro país están obteniendo un título universitario, desde licenciados hasta médicos, pero, hay que preguntarse ¿Cuál es la calidad de esa formación?, si vemos a diario a los profesionales que egresan de diversas universidades, sin un cambio conductual, menos en conocimientos. Sobre esta reflexión, cabe señalar lo que indica Morín, (2001), en el documento de los siete saberes para la educación del futuro, parafraseándolos explican: 1.- Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. Con ello se quiere explicar que dentro del conocimiento siempre hay un error, pero de ellos se debe aprender, de allí, que es una tarea fundamental buscar donde están los errores, las ilusiones y cegueras dentro del conocimiento, para no volverlos a cometer y dar respuestas a los problemas; 2.- Los principios de un conocimiento pertinente: Se busca que el proceso educativo no parcele el conocimiento, sino que lo globalice y contextualice con todas las aéreas del pensamiento, por lo tanto, se requiere como lo expresa Morín (2001) “promover una inteligencia general, apta para referirse de manera multidimensional a lo complejo, al contexto en una concepción global”; 3. - Enseñar
la condición humana. Indica con ello, que el conocimiento no puede ni debe desligarse de lo humano de la persona, sus sentimientos, emociones, afectividad, lo social. De allí, la necesidad de adecuar los métodos, técnicas y estrategias a los estilos de aprendizajes de los estudiantes, entendiéndoles sus limitaciones y potencialidades; 4.- Enseñar la identidad terrenal: Implica que el conocimiento debe servir para entender que el destino del planeta Tierra está en manos del hombre, que con su actuar hará de éste un espacio fértil para las nuevas
generaciones o por el contrario continuará destruyéndolo a través de continuar contaminándolo, destruyendo los bosques y las aguas, en fin todos los recursos naturales; 5.- Enfrentar la incertidumbre: Hay que educar para la incertidumbre e inseguridad, para lo que no se conoce, pero se sabe que está ahí, con estrategias de cómo enfrentar los riesgos, preparar a las generaciones nuevas en los peligros del avance de la ciencia y la tecnologías, que así como sirve para muchas cosas también pueden destruir; 6.- Enseñar la comprensión: Implica formar al estudiante en el conocimiento e internalización de los valores como la tolerancia, enseñar de manera urgente a través del ejemplo y modelos la necesidad de querernos unos a otros; a la propia naturaleza; las injusticias humana; preparar a los jóvenes para que sean amantes de la paz y no la guerra; asimismo para que sepan convivir con los demás; y 7.- La ética del ser humano: Implica la necesidad de formar hacia un comportamiento adecuado para vivir en paz consigo mismo y con los demás; como lo señala Morín que “la educación tiene un carácter ternario, es decir, que la condición humana es a la vez individuo, sociedad y especie”. En este sentido es
necesario dar conocimiento en lo moral, la persona y el contexto donde se habita, a fin de lograr una interrelación entre esos tres elementos, indispensables para construir y formar voluntades de ser buenos ciudadanos con valores y la responsabilizad que tenemos para con nosotros mismos, los demás y el ambiente. Estos siete saberes propuestos por Morín, reflejan el ideal de la epistemología, cuando se señala que es una ciencia que busca constantemente implicar el conocimiento de manera integral, desde lo cognitivo, pasando por lo afectivo, moral y social. Por lo tanto, el docente debe considerar todos los factores emocionales, biológicos, económicos, sociales y políticos que tienen influencia en el proceso educativo y a cada educando como un ser con una compleja realidad interior y exterior que lo condiciona, con un cuerpo en desarrollo que afecta su concentración, y centrar especial atención en la conexión del estudiante como ser espiritual y social, que necesita conectarse con sus compañeros en forma solidaria y cooperativa.
Proceso Epistémico ascendente para la supervisión Para desarrollar las Epistemologías del Sur se tiene que reconocer al menos Que la comprensión del mundo es mucho más amplia que la comprensión occidental del mundo, esto es, que la transformación del mundo puede también ocurrir por vías, modos, métodos impensables para la tradición occidental eurocéntrica. 2. Que la diversidad del mundo es infinita, esto es, que existen diferentes modos legítimos de generar, acceder, distribuir, aprovechar los conocimientos. 3. Que esta gran diversidad del mundo, que puede ser y debe ser activada, así como
transformada teóricamente y prácticamen- 66 Cultura y representaciones sociales Año 10, núm. 19, septiembre 2015 te de muchas maneras plurales, no puede ser monopolizada por una teoría general. Es decir, que hay que buscar formas plurales de conocimiento que superen los universalismos y los absolutismos. En este escrito se propone que, como complemento de estas tres premisas del pensamiento postabismal, necesarias para la transformación de los Estados aún homogéneos en Latinoamérica hacia estados plurales, socialmente más justos y auténticamente democrá- ticos, es también fundamental repensar el significado del concepto mismo de conocimiento, y caracterizar al llamado conocimiento tradicional, pues cualquier epistemología, y especialmente las Epistemologías del Sur, no pueden prescindir de abordar esta definición. Para ello, en una primera sección se problematiza la definición del conocimiento, y específicamente la definición del conocimiento tradicional, a partir de los avances de investigación sobre gestión del conocimiento en las organizaciones. Se consideran dos grandes perspectivas epistemológicas que responden y explican la usual separación entre tipos dicotómicos de conocimiento, que aunque analíticamente resultan útiles para el estudio de algunos procesos organizacionales e institucionales de conocimiento, epistemológicamente son insostenibles como parte de un pensamiento postabismal. Se introduce así el concepto de práctica como base para caracterizar una noción postabismal del conocimiento, particularmente del conocimiento tradicional que generan y poseen las comunidades indígenas. En una segunda sección, se realiza un análisis conceptual-comparativo de definiciones de conocimiento tradicional tomadas de documentos normativos emitidos por organismos internacionales o regionales, y muchos de ellos relativos a propiedad intelectual, para mostrar las principales tendencias epistemológicas cuando se define el conocimiento tradicional. Lo anterior, bajo la premisa de que para proteger, gestionar, enseñar, fortalecer el conocimiento tradicional, 67 Conocimientos tradicionales Cultura y representaciones sociales es elemental contar con una sólida definición y caracterización del mismo. Finalmente, se reflexiona brevemente acerca de algunas implicaciones derivadas del ejercicio de delimitar adecuadamente una noción de conocimiento tradicional, sobre todo en el ámbito de desarrollo de nuevas pedagogías interculturales, y del diseño de políticas públicas asociadas a la protección del patrimonio lingüístico y a la gestión y efectiva protección intelectual del conocimiento tradicional.
Segundo Estrato superior ascendente
En el contexto de la globalización económica, la educación superior ha redefinido los espacios institucionales para la producción del conocimiento exigiendo una mayor competitividad de las universidades, lo que ha propiciado asimetrías en su desarrollo, ya que a partir de sus respuestas, algunas han mostrado capacidad para responder a la llamada sociedad del conocimiento, mientras que otras se han concretado a dar respuesta a las necesidades precisas del mercado local. Con ese telón de fondo, en este trabajo se analizarán cuatro aspectos de estas transformaciones en América Latina: la ampliación de la matrícula de educación superior, su distribución por estrato social y género, el proceso de segmentación institucional que ha acompañado ese proceso de crecimiento, y las percepciones de los estudiantes sobre su situación, comparada a la de sus padres. Para el análisis se trabajará con dos conceptos: el de movilidad social y el de desigualdades interdependientes. Se parte del supuesto de que a medida que el nivel de bienestar de los hijos dependa del origen socioeconómico de la familia de origen, habrá mayor reducción en las libertades efectivas en la sociedad en su conjunto, y por tanto, mayores limites a las posibilidades reales de que los individuos que provienen de hogares desfavorecidos logren la vida que desean.
Tercer Estrato superior ascendente
La cantidad y la calidad de la educación tienen consecuencias complementarias en términos de equidad y movilidad social, así como de productividad y crecimiento económico. El aumento en la cobertura educativa puede tener un impacto importante sobre las posibilidades de movilidad social de la población, siempre que el logro escolar represente la adquisición de herramientas y destrezas analíticas verdaderamente útiles para la resolución de problemas, tanto en el ámbito laboral como en la consecución de niveles educativos superiores. La capacidad cognitiva del individuo es difícil de medir, por lo que generalmente se utilizan aproximaciones imperfectas como los resultados en pruebas estandarizadas de aptitud académica. Por otro lado, estas últimas permiten hacer comparaciones internacionales válidas y son una herramienta objetiva que ofrece información cuantitativa sobre la calidad.