Las enseñanzas de Pachita, esa gran chamana mexicana por Raúl Tortolero Wednesday, Jun. 21, 2006 at 12:21 AM
[email protected] Intentando entender algunos secretos de una sanadora mexicana excepcional El nombre de Pachita inspira respeto. Ha quedado bien registrado en la mente de México como sinónimo de curación, salud, alivio, fe, energía, poder, medicina. A ella recurrían quienes fueron considerados desahuciados por los médicos convencionales. En definitiva, Pachita tenía secretos. Conocía profundamente la estructura de la psique humana. Conocía a fondo los estratos más básicos, aquellos que están bien ocultos en el devenir de los días, pero que no por ello han desaparecido. Bueno, pues Pachita supo cómo remover lo que tenía que ser removido bien dentro de tales capas sedimentadas de la psiqué. Disponía de gran energía personal y de un grupo de familiares y allegados que reforzaban sus operaciones. Pachita te llevaba a un nivel de conciencia en el que todo era posible. Mediante un camino u otro, enfocaba tu mente en la posibilidad absoluta de que fueras curado. Te devolvía la fe. Estar frente a ella quería decir reencuentro. Con tu fe extraviada, contigo mismo, con Dios. MÁS ALLÁ DEL MIEDO Tenía una congruencia tal, que podías sentirte seguro, no importando si tenía que abrir tu carne para cortar algo putrefacto y maloliente en su interior. No estaba exento el dolor, ni el miedo. Las verdaderas curaciones no están desprovistas de estos sentimientos necesarios para dar un salto cualitativo en tu vida espiritual. Descrita de una forma llana, su sala de operaciones resulta más misteriosa que llena de luz. Operaba en lo profundo de tu psiqué. Funcionaba desde el misterio. Con sólo unas veladoras. Con sus manos podía anestesiarte o inyectarte líquido, que ella llamaba balsámico. Su presencia era fuerte. Aún anciana y con los ojos nublados, no pasaba desapercibida. Cuando operaba era descrita como distinta, porque quien hacía las curaciones según ella misma y los ayudantes, era el espíritu de Cuauhtémoc, el último emperador azteca, quien no habiendo podido finalizar su misión por la invasión española, habría dejado inconcluso mucho camino de sanaciones y consultas. Sabemos que en el antiguo México, todo hombre espiritual era a la vez médico, lo que ahora llamamos médico tradicional. Pero en aquel momento, como ahora, como hasta la fecha, a los médico tradicionales se les conoce también como “los que saben”, “hombre de conocimiento”, “hombre de poder”, o simplemente sabios.
En las ricas lenguas mexicanas esto queda mucho más claro que con la extraña pero popular palabra “chamán”. Pues bien, Pachita era una mujer de conocimiento, lo cual quiere decir que sabía los secretos principales de la vida y de la salud, del bienestar y del desarrollo, y por ello era consultada por innumerables pacientes sobre todos los temas que podamos imaginar. ORGULLO MEXICANO Pachita fue un ser irrepetible. Desconozco quién o quiénes hoy día sigan sus enseñanzas y con qué seriedad o buena fe lo hagan, pero me queda claro que como Pachita no habrá dos. Esto no puede ser traducido como que no haya más médicos tradicionales fuertes, importantes y que estemos viviendo en México una suerte de orfandad. No es así. Pachita es un camino de espiritualidad que dejó su ejemplo trazado. De ella podemos aprender que la fe no tiene efectivamente límites, que todos los problemas tienen soluciones, que muchos males nos vienen como consecuencia de nuestros propios desórdenes y que son una lección y una invitación para estar más cerca de un sendero de bien. Es un orgullo que Pachita haya sido mexicana. Fue tomada en cuenta por altos personajes de la política y por gente de lo más humilde. No había distinción de clases sociales en ella. Todos acudían a su cobijo y sin tener que pagar mucho dinero eran recibidos y bien tratados. Pachita era un ser equilibrado. Era una mujer del pueblo. Era realmente mal hablada, y podía llorar por una causa u otra, pero esto contrastaba porque era muy cariñosa con sus nietos, sus hijos y sus pacientes. A éstos frecuentemente los llamada “cariñosa, cariñoso, mi niño, mi chiquito”. Como toda buena doctora espiritual, podía ser muy dulce o muy dura. Depende lo que se ofreciera. Viajaba por tierra siempre, ya que, extrañamente, temía volar en avión. SIEMPRE CUAUHTÉMOC Lo suyo era entrar en contacto con el espíritu de Cuauhtémoc, a quien dedicaba una oración o poesía, y una vez que el azteca hablaba a través de ella, la voz de la doctora se escuchaba más firme y gruesa, varonil. Cuauhtémoc saludaba entonces a todos los ahí reunidos en el nombre del Padre, de Dios, y aconsejaba a quienes lo necesitaban sobre sus problemas, para pasar a las consultas con los pacientes y más tarde a las operaciones más difíciles. Retiraba “daños” que algunas veces se encarnaban en insectos o formas repugnantes, pútridas, que debían ser envueltas en papel negro y tiradas para no ser vueltas a ver jamás. Pachita también gustaba de recoger animales de la calle para curarlos, por lo que su casa parecía a veces un desfile de zoológico y el olor resultante de excremento no era muy agradable, dicen quienes estuvieron ahí para constatarlo. Usaba ella siempre o muy frecuentemente un mismo vestido, como una niña que no desea
usar otra cosa porque esa ropa le brinda poder y se siente muy a gusto. Usaba un mandil a veces. Y una especie de jorongo con campanitas en las puntas, o un cierto atuendo azteca para dar las consultas. Sus manos podía terminar bañadas de sangre, como las de sus ayudantes. Usaba alcohol, algodones, y un equipo de médicos en espíritu la auxiliaba para cortar, acomodar, coser y suturar. HUÉRFANA Y REVOLUCIONARIA Pachita fue una mujer pobre, que se interesaba además en ahorrar dinero para montar un kinder, ya que decía que no se podía ya componer a “los cabrones” cuado ya eran grandes y estaban torcidos. Por eso ella insistía en enseñarles a los niños cosas positivas antes que erraran su camino. Se dice que de joven participó en la revolución mexicana (19101920), al lado de las huestes de Pancho Villa, de quien también se dice que tal vez fue amante. Fue huérfana de ambos padres y un negro caribeño la adoptó y le enseñó cómo viajar en espíritu y establecer contacto con el astral y el mundo de los espíritus. Luego ese tutor se regresó a su tierra a morir, y Pachita quedó de nuevo sola a los 15 años. No se sabe si conoció o no a sus padres biológicos que por no estar casados, no pudieron cuidarla ante las presiones sociales. Pachita era el sobrenombre de Bárbara Guerrero, una gran practicante de medicina tradicional oriunda de Parral, Chihuahua, nacida en 1900. Las hazañas de sanación operadas por la señora son relatadas a través de distintas personas que la conocieron, entre ellas quizá uno de sus más fieles discípulos, el neurofisiólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México, Jacobo Grinberg Zylberbaum, quien fue su ayudante varios años. EL APORTE DE JACOBO Jacobo Grinberg escribió un libro sobre estas curaciones, intitulado “Pachita”, editado por Heptada en la serie “Los chamanes de México”. De no ser por algunas divagaciones espirituales del autor, que son tan subjetivas que sólo podría entender él mismo, el texto es un gran testimonio del poder de la fe sobre la materia. Pachita efectuaba cirugías de todo tipo. Podía en un mismo día operar un problema del corazón, un pulmón con cáncer, huesos, caderas, páncreas. Y lo hacía a menudo con un cuchillo “de monte” oxidado, siempre apoyada por el espíritu de Cuauhtémoc y varios aprendices ayudantes. Pachita diagnosticaba luego de auscultar con sus manos a sus pacientes. Cerraba los ojos y podía “ver” cuál era el problema. Entonces les recetaba remedios naturales o cambios en sus conductas, en sus rutinas. Hace años, Pachita falleció. Fue una de las más notorias doctoras que ha habido en
México. Algunos días de la semana consultaba en un departamento cercano a la Plaza Río de Janeiro, en la Colonia Roma de la ciudad de México. Ahí fue donde la conocieron y visitaron muchos artistas, intelectuales y gente del pueblo. Sabemos de muchos casos que seguían sus indicaciones y mejoraban. Otros se acercaban a ella un poco arrastrados por sus amigos o familiares, que tenían más confianza o fe, pero que desobedecían o echaban en saco roto sus consejos y eso dificultaba su sanación. Dos personas conocidas de distintos ámbitos de la cultura que estuvieron cerca de Pachita fueron el mencionado Jacobo Grinberg-Zylberbaum, y el cineasta y estudioso del tarot Alejandro Jodorowsky. El primero, tiempo después, hace ya años, desapareció sin dejar rastros. Nadie sabe si murió en un viaje, fue asesinado, fue secuestrado por aparatos de inteligencia o algo distinto. Las últimas versiones de las indagatorias de la policía mexicana apuntaban a que la culpable de esa desaparición podía tratarse de una ex esposa de Jacobo. Esta mujer también habría desaparecido casi simultáneamente que él. Los familiares de Jacobo afirman que él estaba hoy en México y mañana en la India o en Alemania, que se movía por el mundo con soltura. Pero también aseguran que nunca se hubiera ido por su propia voluntad dejando sola a su hija, que por ahora debe ya ser una adulta. Sea lo que sea, dejó escrito todo lo que tenemos que conocer de Pachita. El otro personaje que habla de Pachita en sus libros es Jodorowsky. Finalmente, décadas más tarde, el artista se fue acercando al ámbito espiritual y terapéutico, hasta llegar a concebir lo que hoy denomina como psicomagia y psicochamanismo. De ese tamaño fue la influencia de Pachita. Incluso Carlos Castaneda, el popular escritor radicado en Los Ángeles, hizo referencia a Pachita en alguno de sus libros. Supuestamente habría consultado a su maestro Don Juan sobre las curaciones de la señora, a lo que habría seguido una explicación del “brujo” yaqui en torno a que lo que sucedía es que ella era capaz de “mover el punto de encaje” del paciente, con lo que se facilitaba el movimiento libre de energía y la consiguiente curación. Todo esto, claro, está muy explicado en la terminología de Castaneda, de quien ya hablaremos más tarde en un artículo especial, donde desglosamos su parte relevante, la de las escuelas guerreras, que el señor retoma de muchas tradiciones (no es su invento), y su parte Walt Disney esotérico, donde además jamás menciona a Dios, al amor, y toda su “magia” no cura ni un catarro, por lo que resulta bastante inútil y un gran negocio. Pachita, junto con la extraordinaria, humilde, poética, fluida, lúdica María Sabina, y el exótico y místico llamado Niño Fidencio, son los médicos tradicionales más conocidos de este país. Ha habido y hay muchos más, pero por distintas razones, sobre todo de publicidad, de comunicación, no han trascendido tanto como los anteriores, lo cual no les quita ni un centímetro de grandeza. Pero eso no importa, porque cada obra es sagrada y cada curación es un testimonio de la majestuosidad del espíritu.
tan célebre como dicen? •
hace 1 año
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by leonelne... Miembro desde: 06 julio 2006 Puntos totales: 21996 (Nivel 6) • •
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Mejor respuesta - elegida por quien preguntó Una curandera psíquica de renombre fue Bárbara Guerrero, mejor conocida como "Pachita". Nació en Parral (Chihuahua), hacia 1900 y murió en la Ciudad de México el 29 de Abril de 1979. Pachita fue la única "cirujana psiquica" conocida en su país y en el extranjero. Fue investigada tanto por mexicanos como por investigadores extranjeros, como Stanley Krippner, Alberto Villoldo, Salvador Freixedo y los mexicanos Jacobo Grinberg-Zylberbaum y el Rev. Pde. José Luis Guerrero, Dr. Carlos Treviño Becerra y Dr. Luis Carrillo Azcárate. Estos tres últimos de SOMEPAR. Pachita desde muy jóven empezó a curar por medio de hierbas medicinales y tés y en algún momento de su vida decidió operar, asegurando que el espíritu de Cuahtemoc (último emperador Azteca) se apoderaba de su cuerpo físico para curar a través de ella. Lo llamaba "El Hermanito". Para sus operaciones siempre utilizó el mismo cuchillo de cocina, con el mango cubierto con "cinta de aislar" ya que su mango estaba roto. Siempre operó sin anestesia o asepsia y acostumbraba abrir a los pacientes con el cuchillo, sacar la enfermedad o cambiar el órgano enfermo y cerrar. Los pacientes sufrían mucho y gritaban. Después de que terminaba de operar, ponía un poco de alcohol en la herida y cerraba con las manos o les ponía vendoleras. Después los vendaba y envolvía en una sábana. Luego de un par de horas, los enviaba a su casa donde tendrían que guardar cama durante tres días. Al cuarto día se desenvolvían, quitaban la venda, se bañaban y desde ese momento empezaban su vida diaria como siempre, tomando solo el jarabe, té o hierbas que ella les hubiera recetado. Acostumbraba a materializar órganos sanos como hígado, vejiga, vértebras (que algunos dijeron que pertenecían a perros o venados), y también se dijo que un médico amigo de
ella le proporcionaba los órganos sanos. Estas materializaciones no fueron probadas, ya que ella solía operar en la penunbra, utilizando solo unas velas, porque decía que las luces brillantes dañaban a los órganos del cuerpo. La falta de luz, no permitía cerciorarse de manipulaciones fraudulentas, y tampoco dar un juicio científico sobre los hechos. Aunque los análisis de los tumores y huesos extraídos eran material humano, lo que no se pudo constatar es si efectivamente provenían de los pacientes. La fama de Pachita alcanzó todo México y llegó al extranjero, como Estados Unidos, Centro y Sudamérica, y Europa. En sus sesiones era frecuente escuchar varios idiomas. Pachita fue una extraordinaria psicoterapeuta y en muchos casos usaba su ESP para poder conocer profundamente a sus pacientes, cuidando la creencias de ellos: a los nativos los curaba con yerbas, y a los extranjeros con medicinas a los católicos les sugería que rezara sus oraciones a los Santos y a otras personas les hablaba del poder de la Madre Tierra y si la persona esperaba algun rito, ella lo llevaba a cabo. Pachita tuvo una gran fuerza psicológica que usaba para convencer a sus pacientes de la curación, por lo que, todas las enfermedades psicosomáticas fueron curadas. Tenía también gran practicidad manual, y algunas enfermedades fueron curadas con Quiropraxia. Era visitada por todas las clases sociales, y fue perseguida en varias ocasiones hasta la cárcel. Hasta hoy muchas han sido las curaciones efectuadas por ella, aunque no se han podido confirmar muchas de ellas, se ignoraba el orígen fisiológico o psicosomático. Ella ha sido la curandera más famosa que México ha tenido. Una de las más famosas chamanas ha sido María Magdalena Sabina, conocida como "María Sabina". Nacida en la Sierra de Oaxaca, el 22 de Julio de 1889, murió en la misma el 23 de Noviembre de 1985. Ella fue estudiada por Gordon Wasson, Allan Richardson y varios médicos, antropólogos y etnólogos, así como también el Dr. Stanley Krippner. Ha sido la única chamana mazateca que ha sido conocida fuera del país porque curaba por medio de hongos alucinógenos. Fue tan popular, que la gente iba solo para verla u otras para que los curara. Desafortunadamente, fue más conocida durante la era hippi, lo cual acercaba a aquellos deseosos de drogarse con hongos que ella les proporcionaba en sus curaciones, y en cierto modo se desacreditó. La Sra. Margarita Lopez Portillo, hermana del entonces Presidente de México José López Portillo, filmó una pelicula de su vida, ofreciéndole a cambio una considerable suma de dinero. La película no tuvo éxito, y María Sabina no recibió un centavo. La Sra. López Portillo abandonó a la india en la casa de un sobrino, hasta que luego de un tiempo, desilusionada de la gente de dinero y la ciudad, regresó a la Sierra de Oaxaca, de donde -según dijo- jamás debió salir. La Sociedad Mexicana de Parapsicología, A.C., esta integrada por un plantel profesional destacado. Su fundador y actual director, el Dr. Carlos Treviño Becerra es médico psiquiatra. Actualmente el SOMEPAR es la única institución mexicana reconocida por su prestigio científico y a nivel mundial. Doña Pachita, una de las más extraordinarias chamanas del México contemporáneo, realizaba verdaderas hazañas de curación, de manejo del espacio-tiempo, de la energía y
de la materia, y decía utilizar una serie de procedimientos que le permitían realizar su trabajo. El procedimiento principal de meditación de Doña pachita consistía en sentarse en una silla frente a su altar en el cuarto donde realizaba sus operaciones y curaciones, y una vez ahí, cerrar los ojos y respirar suavemente hasta lograr escuchar un zumbido característico en uno de sus oídos. Una vez captado este zumbido, el cual, según Doña Pachita, era la manifestación de un cambio de estado en ella misma, atendía a ese sonido interno hasta que sentía que caía en una especie de gran orificio, tras lo cual cambiaba de estado. Doña Pachita meditaba sobre sensaciones sonoras características y después se dejaba ir en un acto que ella describía como de un salto al vacío o de una súbita bajada en una rueda de la fortuna, después de lo cual empezaba sus operaciones quirúrgicas. La técnica me hace recordar un procedimiento hindú de meditación llamado “shabd”, en el cual, el meditador debe poner atención en un zumbido característico y seguir este zumbido por un lapso de tiempo relativamente largo. •
hace 1 año
CURACIONES CHAMÁNICAS PACHITA, EL MILAGRO DE MÉXICO de Jacobo Grinberg - Zylberbaum El psicofisiólogo Jacobo Grinberg - Zylberbaum, autor de la Teorìa Sintérgica, conoce a Bárbara Guerrero, 'Pachita', psicocirujana y exponente de la gran tradición chamánica mexicana de estirpe nahuatl, iniciando una insólita relación profesional y personal, en la cual el milagro y lo maravilloso devinieran pan cotidiano. Al mejor estilo espírita, el cuerpo de Pachita, chamana invidente, era "ocupado" por 'Cuauhtémoc', el legendario caudillo mexicano que otrora enfrentara a Cortés, ahora investido con el don terapéutico; y performaba bajo su dirección y con el apoyo de un equipo de cirujanos astrales y ayudantes encarnados (dentro de los cuales figuraba el propio autor), complicadas operaciones a los ojos, el cerebro, la médula espinal, el hígado, genitales, próstata y otros órganos internos y externos; incluyendo transplantes de órganos materializados de la "nada". Trátese de un consejo y apoyo espiritual para afrontar las vicisitudes de la vida; del tratamiento de las enfermedades "de Dios", producto natural del estilo de vida de los sufrientes; o de aquellas provocadas por una descuidada - y negligente - práctica profesional, o por la envidia venial o la asistida por brujería (daño), el Cuauhtémoc en Pachita, conocido en contexto como "el Hermano", disponía siempre de un recurso, un gesto, una palabra y una técnica, para aliviar el sufrimiento; y para sus intervenciones
terapéuticas, valíase tan sólo de un burdo y oxidado cuchillo de cocina, ejerciendo en condiciones que no podrían etiquetarse de asépticas en ningún hospital del mundo. No obstante, las intervenciones se caracterizaron por ser limpias, no iatrogénicas y lo mejor de todo - exitosas, de lo que dan cuenta las miríadas de pacientes -desahuaciados muchos de ellos por la ciencia médica - de México, los Estados Unidos y otras partes del mundo, que se entregaban a sus manos. La obra es una vívida descripción de lo que sucede dentro y alrededor de la medicina popular: su público, sus actores, casuística, procedimientos, rituales y parafernalia. En ciertos niveles puede leerse como una crítica a la ciencia convencional, cuyo desconocimiento de algunas realidades culturales y trascendentales del viviente humano le impiden ampliar y optimizar su marco de acción. En otros, como una oportunidad para emprender el estudio interdisciplinario e intercultural de los saberes populares que han sido sistemáticamente desconocidos y humillados por el conocimiento científico. Y es en la intersección de estos dos enfoques que participa el autor, quien desde una privilegiada y sui géneris "observación - participante" atestigua la ocurrencia de fenómenos no convencionales tales como: posesiones, aportes (materializaciones), sensibilidad excitada, paragnosia, metamorfosis de "daños", entre otros; e intenta transponerlos a una clave de lectura y explicación - física y neurofisiológica - , más accequible al pensamiento occidental, asumiendo con ello el doble riesgo de distorsión por pérdida y ganancia de información, y viviendo por ello mismo un conflicto interior. Sus palabras son elocuentes: Recuerdo que yo estuve a punto de decirle que no era el Hermano el que había hecho aquello sino la misma Pachita en otro nivel de conciencia, pero me contuve. ¿Quién era yo después de todo para afirmar algo así? Jamás en ninguna meditación había yo llegado a un nivel en el que pudiera trasplantar unos pulmones. ¿Cómo podía yo saber si en verdad Cuauhtémoc existía y era capaz realmente de ocupar el cuerpo de Pachita? A partir de ese momento decidí no juzgar y simplemente aceptar lo que veía y oía. Pero no era fácil ... (Op. cit. Pp. 18). El autor no cede a las tentaciones. Concibe que el cerebro y sus productos tienen una organización sintérgica, definida ésta por las notas de coherencia, convergencia e interconectividad, y que en ciertas condiciones como las de meditación, la sintergia se hace elevada dando lugar a fenómenos como los de Pachita. Ella tendría tal poder sobre la materia, al punto de realizar milagros, por funcionar a un elevado nivel de sintergia. El libro contiene varias entradas y un apéndice incluido donde nos ilustra
sobre esta teoría poco convencional. La fenomenología descrita en esta obra es tan exótica, que amerita un encuentro de escépticos y creyentes calificados para deslindar entre lo real - anómalo, lo fantástico - sugestivo y el fraude magistral, participantes potenciales en todo escenario paranormal. La ocurrencia de fenómenos afines en otras partes del mundo (Filipinas, Brasil, India, etc.) de psicocirugías (caso A.Orbito) y psicomaterializaciones (caso A. Amiden), para los que son insuficientes o inaplicables la apelación a la hipnosis o al truco publicitario, impiden encarpetar los expedientes. º*º*º*º*º*º*º*º Reseñado por: Eduardo Mendoza M. Urania Scenia & Itipcap, 2006. Nota: Para esta reseña se ha empleado el texto: Grinberg - Zylberbaum, Jacobo (ed. 1994): "Curaciones Chamánicas. Pachita, el Milagro de México". Biblioteca Fundamental Año Cero Nº 8, Editorial América Ibérica. Madrid - España. ISBN: 84-88337-89-2. Jacobo Grinberg - Zylberbaum Reconocido neurofisiólogo mexicano que repartiera su actividad entre la espiritualidad y la investigación científica. Ha sido el creador de la Teoría Sintérgica, propuesta neurofisiológica heterodoxa que intenta dar cuenta de la relación entre el Pre-espacio y el Cerebro para la manifestación - no creación - de la Conciencia y sus fenómenos locales y no locales, con asiento en la Interpretación de la Teoría Cuántica del Orden Implicado y el Orden Desplegado de David Bohm. Ha sido uno de los investigadores más preclaros en materia de Chamanismo, edificando una obra que se equipara a la del antropólogo-brujo y dotado escritor Carlos Castaneda, de quien fuera amigo y crítico de excepción. Su desaparición física ocurre en circunstancias anómalas y ha dado lugar a más de una teoría conspirativa. Algunos de sus libros son: • • • • • • •
La Experiencia Interna. Trillas, México, 1975. INPEC 1987. La Construcción de la Realidad. Trillas, México, 1975. INPEC 1987. Las Creaciones de la Existencia. Trillas, México, 1976. Psicofisiología del Aprendizaje. Trillas, México, 1976. Bases Psicofisiológicas de la Memoria y el Aprendizaje. I Fase de la Memoria. Trillas, México, 1979. Bases Psicofisiológicas de la Memoria y el Aprendizaje. II La Localización de la Memoria. Trillas, México, 1979. Bases Psicofisiológicas de la Memoria y el Aprendizaje. III Naturaleza de la
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Memoria. Trillas, México, 1980. Los Chamanes de México. I Psicología Autóctona Mexicana. Alpa Corral, México, 1987. INPEC 1990. Los Chamanes de México. II Misticismo Indígena. Alpa Corral, México, 1987. Los Chamanes de México. III Pachita. INPEC, México, 1989. Los Chamanes de México. IV La Cosmovisión de los Chamanes. INPEC, México 1988. Los Chamanes de México. V El Cerebro y los Chamanes. INPEC, México 1989. Los Chamanes de México. VI La Voz del Ver. INPEC, México 1989. Los Chamanes de México. VII El Doble. INPEC, México 1990.
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La Teoría Sintérgica. INPEC, México, 1991.
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Chamanismos ¿De dónde vienen los poderes de un chamán? Pachita fue una de las más grandes chamanas de México. De pequeña fue abandonada por sus padres y adoptada por un negro africano llamado Charles. Durante 14 años Charles cuidó de Pachita y la enseñó a ver las estrellas y a curar. Después, Bárbara Guerrero, "Pachita", luchó al lado del general Francisco Villa durante la revolución Mexicana, fue cabaretera, vendedora de billetes de lotería y cantante en camiones de paso... Tantas experiencais la conectaron con lo que trascendía de todas ellas. De alguna manera, Pachita había logrado dejar atrás muchas ilusiones y eso la colocaba en un punto de contacto íntimo con la Realidad no ordinaria, desde donde ella actuaba. En su libro Pachita (15), el desaparecido investigador mexicano Jacobo GrinbergZylberbaum describe las experiencias que tuvo la oportunidad de vivir al lado de esta extraordinaria mujer cuyo único motivo para vivir era ayudar a su prójimo. Pachita poseía un control extraordinario sobre la materia y la energía. Era capaz de realizar operaciones quirúrgicas tales como transplantes de órganos en las cuales objetos y órganos biológicos se materializaban y desmaterializaban aparentemente de la nada. Pachita decía que el Hermano Cuahutémoc, el espíritu del último emperador azteca, actuaba a través de su cuerpo realizando su trabajo cuando ella entraba en trance transformando su personalidad y efectuando las prodigiosas operaciones que se describen con lujo de detalles en el mencionado libro. Jacobo Grinberg-Zylberbaum estudió personalmente con diversos chamanes mexicanos, además de la famosa Pachita y a raíz de este contacto escribió una serie de seis libros llamada Los Chamanes de México, y publicó también diversos libros teóricos acerca del
estudio de la conciencia en los que fue desarrollando la Teoría Sintérgica como un intento para explicar científicamente el poder y la actuación de los chamanes. En el libro dedicado a Pachita, este prolífico y enigmático autor (de quien se dice que "desapareció" misteriosamente del plano físico hace algunos años), desarrolló una teoría acerca de la estructura del espacio para explicar las habilidades de Pachita y otros chamanes utilizando conceptos de la física cuántica: El concepto de la lattice considera que la estructura fundamental del espacio es una red o matriz energética hipercompleja de absoluta coherencia y total simetría. A esta red se le denomina lattice y se considera que en su estado fundamental contribuye al espacio mismo omniabarcante y penetrado de todo lo conocido. La lattice permanece totalmente invisible hasta que alguna de sus porciones (por cualquier causa) altera su estado de coherencia. Una partícula elemental es precisamente una desorganización elemental de la lattice en cualquiera de sus localizaciones. Cualquier átomo o compuesto químico es una particular conformación estructural de la lattice con respecto a su estado fundamental de máxima coherencia. La concepción de lattice surgió de los estudios de cristalografía, porque la estructura de cualquier cristal es una lattice de alta coherencia que se asemeja a la lattice del espacio. A partir de Eisntein, el concepto de espacio ha sido inseparable del tiempo, por lo que la consideración de la lattice del espacio tiempo se refiere a ambos unificándolos. Si la lattice desapareciera, el espacio y el tiempo harían lo mismo. Cualquier objeto "material" es en realidad una organización irrepetible de la estructura de la lattice. En su estado fundamental de total coherencia, fuera de la misma lattice no existen ni objetos ni alteraciones temporales. Es únicamente cuando la lattice cambia su estructura fundamental que el tiempo transcurre y los objetos aparecen. [...] el nivel de conciencia de Pachita era extraordinariamente diferenciado. Durante las operaciones que realizaba ella era capaz de materializar y desmaterializar objetos, órganos y tejidos. El manejo de las estructuras orgánicas, le permitía realizar transplantes de órganos a voluntad, curaciones de todo tipo y diagnósticos a distancia con un poder y exactitud colosales. [...] Todos estos portentos pueden ser explicados si se acepta la posibilidad de que las modificaciones de la lattice producidas por el campo neuronal de Pachita eran capaces de modificar sustancialmente aquélla produciendo conformaciones similares a la de los objetos (en caso de las materializaciones) o retornos a la estructura de la lattice de los objetos (en el caso de las desmaterializaciones). Pachita poseía un control único sobre su campo neuronal transformándolo y modificando con él a la estructura de la lattice. Aunque sus efectos parecían ser milagrosos se basan, de acuerdo con esta hipótesis, en el mismo mecanismo que todos utilizamos para crear nuestras imágenes o nuestros pensamientos. (15)
¿Qué es el Chamanismo Esencial? Juan Ruiz Naupari, es un chamán y psicólogo transpersonal peruano que actualmente trabaja en colaboración con Stanislav Grof (Ver más acerca del él en R. Holotropica). Ruiz Naupari coincide plenamente con la visión de Fericgla acerca de los chamanismos. Para él la verdadera esencia del chamanismo en sus orígenes fue el autodescubrimiento y no la brujería o la simple sanación de síntomas físicos sin atender al origen espiritual de la enfermedad que es la desconexión del hombre con Dios. En este sentido, Ruiz Naupari asegura que el chamanismo original coincidía completamente con las enseñanzas de Buda, Krishna, Jesucristo y los demás destacados estudiantes y graduados en la ancestral tarea de regresar a la divinidad mediante el camino espiritual que sintetiza la clásica máxima del Templo del Oráculo de Delfos: "Conócete a ti mismo". Para este chamán, "Las plantas tienen un espíritu y sus espíritus son inteligentes y tienen una gran misión y es la de ayudar... las llamadas plantas de poder o plantas Maestras, que en el desarrollo de la evolución, son plantas más evolucionadas, son grandes adiestradoras o adiestradores de lo que es la mente y la conexión con el espíritu." A continuación presento una síntesis de una charla pronunciada por Juan Ruiz Naupari acerca de los distintos chamanismos y la cosmovisión andina en torno al chamanismo esencial: El chamanismo antiguamente fue practicado por una élite sacerdotal y lo que conocemos como chamanismo, sobre todo en Perú, después de quinientos años, no es el chamanismo auténtico, porque este chamanismo está desprovisto de lo que es el trabajo de autodescubrimiento. Podríamos decir que el chamanismo que se practica ahora es como la medicina oficial, donde el paciente va al médico para que le solucione el problema y el doctor intenta solucionarle su afección a través de unas sustancias químicas sin llegar a la esencia de la enfermedad. En el trabajo del autodescubrimiento debemos saber que el hombre, de acuerdo a la concepción andina, tiene tres niveles, para poder tener la oportunidad de descubrirse: el primer nivel que se llama Hanan Pacha o un mundo espiritual; el segundo nivel o Kay Pacha, el mundo del aquí y ahora, de los pensamientos y los actos volitivos de la vida diaria; y un tercer nivel, el Uku Pacha, que es el nivel denso, el nivel del ego. Entender y conocer esto es muy importante en la visión chamánica. El chamán sabe que existen esos tres mundos, externamente y también internamente. El chamán moderno, se quedo en el mundo del Kay Pacha, es decir, el mundo del aquí y del ahora, de los problemas cotidianos y de los problemas físicos, pero no aborda el tema de fondo. Se quedó en el Kay Pacha. Tampoco tiene un gran conocimiento de lo que es el
mundo del Hanan Pacha o mundo espiritual... Cuando uno entra a estudiar y a trabajar con el chamanismo, esto nos da una visión que nos permite el conocimiento de otro tipo de energía. Percibir el aura, por ejemplo, ya no es una cuestión extraordinaria sino más bien ordinaria cuando se está trabajando con el chamanismo. Ocurre como con la sociedad tibetana donde se habla tranquila y alegremente sobre cuestiones de reencarnación. Es algo cultural. Y en chamanismo también es algo cultural hablar de las energías. Las energías que curan, las energías que enferman. Pero otra cosa distinta dentro de lo que es el contexto chamánico es el Espíritu y los diferentes niveles espirituales. Otra cosa también es el abordaje que se hace a los diferentes elementos o departamentos de nuestro subconsciente para descubrir al ego. Entonces esto es lo que ya no existe en el chamanismo moderno, ya no existe la parte superior de la espiritualidad... Algo sucedió en las esferas chamánicas y ese algo fue precisamente que abandonaron el autodescubrimiento, abandonaron el trabajo psicológico y espiritual, porque el trabajo psicológico y espiritual requieren de un esfuerzo. Y para lanzarnos a la búsqueda del autodescubrimiento y a tocar otras esferas espirituales, necesitamos energía y si no tenemos energía, no tenemos esa pasión con la cual investigar y hacernos acreedores de esos misterios que están en el Universo. El chamanismo esencial va mucho mas allá de lo que es una acción de sanar, de curar el cuerpo físico. Podría decir sin temor a equivocarme, por ejemplo, que el príncipe Gautama Sakyamuni, el Buda, era un chamán. Su labor la enfocó realmente a lo que es el autodescubrimiento. El propio Jesús, el Cristo, su actitud, su trabajo, era eminentemente chamánico. El trabajo, la obra que le enseña Krishna a Arjuna es chamánico también. El trabajo del propio Krishnamurti, también es un trabajo chamánico en el sentido de que es un camino que nos permite lo que es el autodescubrimiento. La espiritualidad no solo está ligada a la idea del Espíritu, a la propia palabra del Espíritu, ni tampoco a la adquisición de ciertas facultades para percibir la energía o tener cierta intuición ante ciertos eventos. Podríamos decir que eso son los rudimentos de lo que podría ser una espiritualidad exitosa en la vida del hombre. Entonces, es en el chamanismo esencial donde nosotros podemos encontrarnos a nosotros mismos... Lo que quiero dejar bien asentado es que hubo un chamanismo de un alto nivel y que estaba basado fundamentalmente en el autodescubrimiento, más allá de esas acciones de magia o de brujería o de hechicería que se practican comúnmente hoy día y que nada tienen que ver con lo que fue el chamanismo esencial o aristocrático que existió en las épocas antiguas en todos los confines del planeta Tierra. Entonces, el trabajo del chamanismo esencial no es simplemente para tener la anécdota de haber estado allí. No, la orientación que personalmente tengo y que los maestros con los que trabajo me dan, es precisamente que nosotros tengamos una percepción acerca de nuestro trabajo espiritual y acerca de aquello que nos resta energía y que nos corta las fuerzas necesarias en la investigación y el conocimiento de esa otra parte de nuestro universo que no hemos conocido; para que de manera conciente y sistemática hagamos de nuestro trabajo espiritual, nuestro propósito fundamental.
Tenemos tantas tentaciones en el mundo físico, tantas ocupaciones o preocupaciones que nos sacan fuertemente de lo que es nuestro propósito de trabajo interior, pero debemos hacernos un propósito y ese propósito debe ser inquebrantable... Si no hay un propósito que nosotros consideremos como algo sagrado, sepan bien que nos morimos todos sin haber experimentado lo bello, sin haber experimentado el amor y aquí a la Tierra hemos venido a experimentar el amor. Cuando en el chamanismo no se trabaja con estas pautas, entonces el chamán sólo podrá ver serpientes, sólo podrá ver jaguares, sólo podrá ver musas, pero no podrá ver la Esencia del Espíritu, no podrá realizar un excelente trabajo de autodescubrimiento. Nuestro interés debe ser directamente el Espíritu, porque el Espíritu es la llave, es la clave, es como un ubicarse en un lugar estratégico y desde allí observar y desde esa observación, desde esa contemplación resolver, desde el Espíritu mismo, desde el corazón. Ese es nuestro ideal como seres humanos y a eso llegaremos tarde o temprano y si no es en esta existencia, no importa, llegaremos en otra, pero llegaremos. Esta noticia es una noticia que les servirá para todas sus existencias, es una noticia que ha sido dicha antiguamente y va a ser pronunciada continuamente. Seguro que lo han escuchado más de una vez, pero más de una vez no hemos escuchado realmente.. Un Trabajo Místico podríamos decir que es como aquella capacidad que nos califica para poder conocer otros ámbitos del Espíritu. Un ejemplo de ello son las experiencias con enteógenos. De pronto yo medito, comulgo con la abuelita (ayahuasca) o con el venadito (peyote) y empiezo a sentir unas sensaciones raras y extrañas. Como son sensaciones raras y extrañas mi mente no las tiene registradas y lo que hace la mente inmediatamente es producir miedo. Miedo ante esa sensación rara y extraña. Lo primero que nos preguntamos es '¿Será
malo entrar en contacto con plantas sicointegradoras o enteógenos, tendrá contraindicaciones?' Y curiosamente jamás nos hemos preguntado si el ego tiene contraindicaciones. Y el ego es el causante de un gran porcentaje de todas las enfermedades humanas... Entonces cuando empezamos a sentir ese tipo de experiencias viene nuestro temor, pero cuando uno ya ha recorrido ese camino muchas veces, entiende que ese color, que esa emoción o que esa atención obedece al pensamiento del miedo o a un pensamiento negativo, que está en esos momentos invadiendo nuestra mente y nuestra alma y que está impidiendo que nosotros aflojemos los músculos, la mente, la emoción y podamos fluir con tranquilidad hacia el mundo espiritual. Es como cruzar un puente de una orilla a otra. Sabremos que hay una serie de elementos amenazantes, pero sin embargo esos elementos, esas serpientes o dragones, son aspectos ilusorios, son espejismos que están allí precisamente, para apartarnos del camino, para seleccionar a los caminantes...
Entonces cuando uno entra en contacto con una experiencia transpersonal y observa en primer lugar una serpiente, por ejemplo, que uno no comprende, que no entiende, que está amenazando, entonces uno puede tener miedo y el cobarde se retira y el cobarde acaba. Pero sin embargo cuando uno reconoce que es un espejismo o también cuando uno puede decodificar esa información, decir esta serpiente me está engendrando miedo y yo me relajo, entonces el Espíritu entra a través de la intuición y nos dice: "¡Ah, esta serpiente, esta relacionada con un miedo a enfermar", por ejemplo. Pero como estamos desde el corazón, haciendo el viaje desde el corazón, sabremos que no es necesario ese miedo a enfermar, es simplemente un temor irracional que se ha incorporado en nuestra mente, en nuestra sicología, de alguna manera porque quizás nuestra abuela se acaba de morir de cáncer y nosotros también pensamos que nos va a dar cáncer y que nos vamos a morir de la misma manera y que vamos a morir jóvenes. Entonces lo primero que aparece es el temor más fresco, más reciente: una serpiente, un dolor, un duelo. Son cosas que no existen, no son reales, son una locura. Pero otro hombre inteligente diría: "A ver ¿qué es esta serpiente?", y descubre que es un temor al miedo, es un ejemplo simplemente, de acuerdo. Pero también tiene en ese momento la oportunidad de desbaratar ese miedo hacia la enfermedad y entonces continúa caminando y llega a la otra orilla y tiene una experiencia con el Espíritu. Luego si otra vez aparece la misma serpiente se dirá, "Bueno ya conozco a esta serpiente, ya tengo un recuerdo de lo que es el miedo a enfermar pero continuo adelante", y ese continuar y esa comprensión hace que esa serpiente en la próxima experiencia ya no aparezca. Entonces son como guardianes de nuestros propios egos y curiosamente se constituyen en guardianes de nuestro camino espiritual pero también como señales de que estamos en ese camino... Es interesante su estudio, el ego es un amo, es un jefecillo que está ordenándonos constantemente hacia aquello que nosotros no deseamos, pero también está poniendo a prueba nuestra inteligencia. Si nosotros nos achicamos ante el ego, si nos achicamos ante la vida, le damos poder al ego, y la mejor forma de enfrentarse al ego es observarle, porque curiosamente en la investigación que se hace del análisis del ego lo que no le gusta precisamente al ego es que le vean. Con la abuelita se llega precisamente al centro del Espíritu... Pero ese regalo se nos da simplemente para que nosotros después vayamos haciendo conscientemente ese camino y vayamos construyendo el Camino del Espíritu de una manera consciente, con nuestra experiencia, con la energía de nuestras manos, con nuestro propósito, con nuestra voluntad para que podamos llegar a tener un acceso fácil a nuestro Espíritu interior.
¿Qué es el Neochamanismo? Joan B. Townsend, una antropóloga y profesora canadiense especialista en la gama de nuevos movimientos religiosos y actividades de la "Nueva Era" en Occidente, define el neochamanismo como un movimiento "que combina aspectos específicos del chamanismo tradicional, procedente de diversas sociedades alrededor del mundo, con un nuevo complejo de prácticas y creencias". (19)
En su ensayo "Neochamanismo y el movimiento místico moderno", que a mi juicio tiene un destacado lugar en la valiosa compilación de Gary Doore: El viaje del chamán, curación, poder y crecimiento personal, Joan Townsend segura que el neochamanismo está ejerciendo una gran influencia en la mísitica moderna: Este resurgimiento tiene lugar primordialmente en un pequeño pero importante segmento de la población que experimenta una nueva espiritualidad caracterizada por su interés en sistemas religiosos no occidentales. Y resulta especialmente significativo este interés por cuanto incluye gente educada, de clase media alta, personas que ocupan posiciones desde las que pueden influir, a su vez, sobre las ideas y tendencias de su sociedad. En dicho grupo se están redefiniendo y modelando distintos sistemas de creencias que cobran apariencia de un nuevo movimiento místico. (19) Esta profesora enmarca los orígenes del neochamanismo en la década de los sesenta del siglo pasado, cuando el movimiento hippie impulsó la idea de buscar el contacto directo con lo trascendente y cuando algunos antropólogos estudiaron con chamanes indígenas que habían conservado sus sistemas tradicionales, convertiéndose en sus aprendices, en un intento por asimilar de primera mano los sistemas chamánicos, alejándose del punto de vista teórico y anecdótico de sus antesesores. En este sentido, ella destaca los trabajos de Michael Harner con los chamanes sudamericanos, los de Peter Furst y Barbara Myerhoff sobre el chamanismo huichol en el norte de México y los polémicos estudios de Carlos Castaneda, sobre su aprendizaje con el chamán-brujo yaqui llamado don Juan, también en el norte de México. Y aquí yo incluiría también los estudios de Josep Maria Fericgla, aprendíz de los shuar (jíbaros) ecuatorianos; los de Jacobo Grinberg-Zimmerman, seguidor de Pachita y otros chamanes mexicanos; y los estudios de por lo menos dos de los destacados discípulos de la mítica oaxaqueña María Sabina, que son los doctores Salvador Roquet y Richard Yensen. Para Joan Townsed, lo fundamental del chamanismo "es el acceso a una realidad alternativa, distinta a la realidad cotidiana en la que todos funcionamos", donde el chamán es capaz de penetrar a voluntad y realizar cosas que afecten directamente la realidad ordinaria, con ayuda de espíritus, guías, maestros sin cuerpo físico o animales de poder. Hasta aquí señala coincidencias, sin embargo le parece que las diferencias comienzan en la búsqueda de trascendencia que caracteriza a los neochamanes, en su forma de integrar los conceptos de la medicina occidental con la sabiduría de la medicina tradicional y en general, en el hecho de que las ideas de un neochamán son mucho más eclécticas que las de un chamán clásico. Muchos neochamanes son individuos en busca de trascendencia, que no suelen afiliarse a organizaciones duraderas o claramente definidas, como las iglesias o los grupos de "culto". En realidad, sus "grupos" no son más que pequeñas aglomeraciones de gente que se reúne en talleres y asambleas locales. Estos grupos, raramente dotados de una estructura social, son amorfos y relativamente de poca duración. La gente participa con frecuencia en varios grupos de este género simultáneamente, en uno de los cuales puede
que se haga hincapié en el neochamanismo, en otro en la curación, en otro en el desarrollo psíquico y en otro en sesiones espiritistas. [...] A veces los neochamanes utilizan técnicas del chamanismo clásico para curar, tales como la de succionar para eliminar el objeto intruso en esta realidad y en la realidad alternativa, o la de viajar a la realidad alternativa para rescatar un alma perdida o un espíritu de poder. Sin embargo, su interpretación de la enfermedad es más amplia. La mayoría acepta la teoría de los gérmenes, así como otros modelos occidentales contemporáneos sobre las causas de las enfermedades, y reconoce el valor de las técnicas de la medicina moderna. En la mayoría de los casos, la curación chamánica (psíquica o espiritual) se considera adjunta a la medicina occidental, más que una opción alternativa. No obstante, existe un sentimiento, compartido por los miembros del sistema de creencias neochamánico y los del movimiento místico en general, de decepción con respecto a la medicina convencional. Se respetan los éxitos alcanzados por la medicina occidental, pero son muchos los que opinan que ha ido demasiado lejos. Con frecuencia se perjudica a los pacientes, en lugar de ayudarles. (19) En su completo ensayo, Townsed advierte que gran parte, los neochamanes, los videntes, los espiritistas y los curanderos, tanto hombres como mujeres, practican las mismas actividades y comparten las mismas creencias por lo que hoy en día resulta peligroso establecer una distinción rigurosa entre "chamán" y "no chamán": Técnicas tales como la imposición de manos, la curación del aura, la curación por meditación a distancia y con la asistencia de ayudantes espirituales, o los viajes chamánicos y la extracción de la enfermedad, se consideran como suplementos útiles a las terapias ortodoxas. A veces éstas pueden triunfar donde ha fracasado la medicina convencional y curar a paciente desahuciado. La curación no es sólo física. Incluso cuando no se cura la enfermedad física, la curación del espíritu y la armonía del paciente consigo mismo y con "el universo" se consideran de una importancia igual o mayor. [...] Claramente, la línea que separa a los chamanes tradicionales y neochamanes contemporáneos por una parte, de los videntes y espiritistas por otra, es sumamente sutil. (19) Otras coincidencias que Joan señala entre el neochamanismo y el movimiento "nueva era" se hayan en "el supuesto esencial de que todo está interrelacionado", lo cual conduce a un enfoque profundamente ecológico en el neochamanismo, "reminiscente de las primeras creencias hippies", y a la idea recurrente de la necesidad de un "despertar espiritual colectivo" que detenga no sólo el deterioro ecológico, sino los problemas derivados de las desigualdades sociales y la violencia entre grupos raciales y entre naciones. En este sentido: Se considera que el trabajo neochamánico constituye un instrumento para poner fin a dichas pautas y dirigir el rumbo del desarrollo humano hacia la supervivencia, en lugar de la destrucción. [...] Existe también una esperanza y una fe compartidas en que cuanta más gente ingrese en dicha espiritualidad, mayor será la probabilidad de efectuar un cambio en el mundo, que lo convierta en un lugar mejor y más seguro donde vivir. La unión de todos los pueblos puede convertirse en realidad y la paz en un hecho consumado. Es
preciso que tenga lugar un despertar espiritual y éste es el fin al que se encamina la totalidad del movimiento místico. (19) Por último, Townsend se refiere al futuro del neochamanismo y descarta la posibilidad de que sea sólo una moda "instantánea" de consumo en Occidente. Frente a las críticas que señalan que el éxito del neochamanismo encarna el vacío y "la superficialidad de gran parte de la sociedad actual de supermercado que demanda versiones abreviadas de trascendencia espiritual", la autora cita a Michael Harner, quien respondió con las siguientes palabras a las críticas dirigidas contra sus "cursos intensivos" sobre chamanismo, poco después del accidente de 1986 en la central nuclear de Chernobyl, en la Unión Soviética: ...si las grandes naciones del mundo trabajan día y noche en sus propios cursos intensivos para nuestra aniquilación mutua, no podemos permitirnos ir más despacio en nuestro trabajo en dirección opuesta. La pausada enseñanza que fue posible en las antiguas culturas tribales ha dejado de ser apropiada. Las fuerzas de destrucción nuclear y ecológica avanzan apresuradamente, y también debemos hacerlo nosotros. Es preciso despertar a la gente, o puede que duerma eternamente. Y no sólo es preciso que despierte al conocimiento de la realidad ordinaria, por importante que ésta sea, sino a una comprensión personal, profundamente espiritual, de la interconexión de todo lo existente. Trabajemos unidos y tan rápido como podamos. (19) Según Townsend, la respuesta de Harner es típica de los sentimientos de muchos miembros del neochamanismo y del movimiento místico en general: Es posible cambiar radicalmente la actitud y por consiguiente el rumbo de la historia mundial por medio del trabajo místico, conforme prolifere entre la población del planeta. Sin un cambio de rumbo importante, el mundo se encamina a la destrucción. Por el camino de la mística y conscientes de la unión de todo cuanto existe, se conseguiría un mundo nuevo y mejor en esta realidad, además de la paz que aporta la trascendencia. [...] El chamanismo posee importantes verdades místicas y el potencial de experiencias trascendentes que mucha gente en la sociedad occidental anhela con ahínco. [...] Así pues, creo que el neochamanismo y el resto del movimiento místico no constituyen una moda pasajera de una sociedad seglar y consumista, sino que suponen una tendencia importante, en potencia, capaz de cambiar radicalmente las creencias de la sociedad occidental. (19)
FUENTES DE INFORMACIÓN ACERCA DEL CHAMANISMO 1. Artaud, Antonin: México y Viaje al país de los tarahumaras, FCE, México, 1995. 2. Estrada, Álvaro: Vida de María Sabina, la sabia de los hongos, S.XXI, Méx., 1989. 3. Fericgla, Josep María: Los chamanismos a revisión, Kairós, Barcelona, 2000.
4. Fericgla, José María, et all: Plantas, chamanismo y estados de conciencia, Col. Cogniciones, Los libros de la liebre de marzo, Barcelona, 1995. 5. Fernández-Baca Tupayachi, Carlos: El otro Saqsaywamán, Edición del autor, Perú, 2000. 6. García Piñeiro, Juan José: En busca de las plantas sagradas, Col. Nagual, Ed. Gaia, España, 1996. 7. Haerner, Michael J.: Alucinógenos y chamanismo, Guadarrama, Madrid, 1976. 8. Luna, Luis Eduardo y Pablo Amaringo: Ayahuasca visions: The religious iconography of a peruvian shaman, North Atlantic Books, Berkeley, California, 1991. 9. Mircea, Eliade: El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, México, FCE, 1960. 10. Poveda, José María: Chamanismo: el arte natural de curar, Planeta, España, 2002. 11. Schultes, Richard E. y Hofmann, Albert: Plantas de los dioses. Orígenes del uso de los alucinógenos, FCE, México, 1993. 12. Wolf, Fred Alan: La búsqueda del águila, un físico cuántico viaja, en alas de la Ayahuasca, a los reinos del inconsciente humano y al mundo de los chamanes, Los libros de la Liebre de Marzo, Barcelona, 1997. 13. Grinberg-Zylberbaum, Jacobo: Los chamanes de México I Psicología Autóctona Mexicana, Alpa Corral, México, 1987. 14. Grinberg-Zylberbaum, Jacobo: Los chamanes de México II Misticismo indígena, Alpa Corral, México, 1987. 15. Grinberg-Zylberbaum, Jacobo: Los chamanes de México III Pachita, IMPAC, México, 1988. 16. Grinberg-Zylberbaum, Jacobo: Los chamanes de México IV, La Cosmovisión de los Chamanes, INPEC, México, 1988. 17. Grinberg-Zylberbaum, Jacobo: Los chamanes de México V, El Cerebro y los Chamanes, INPEC, México, 1989. 18. Grinberg-Zylberbaum, Jacobo: Los chamanes de México VI, La Voz del Ver, INPEC, México, 1989. 19. Doore, Gary (compilador): El Viaje del Chamán: curación, poder y crecimiento personal, Kairós, Barcelona, 1998.
20. Schobinger Juan (compilador) Shamanismo sudamericano, Ed. Almagesto / Ediciones Continente, Argentina, 1997.
UNA EXPLICACIÓN DEL FENÓMENO “PACHITA”
Conocí personalmente al Dr. Jacobo Grinberg en el Congreso sobre las Nuevas Fronteras de la Ciencia en Costa Rica, por el año de 1985… Allí se dieron cita diferentes representantes de la ciencia heterodoxa para intercambiar ideas y dar testimonio de sus hallazgos. Enrique Castillo, J. J. Benítez, Andrija Puharich, Andreas Faber Kaiser, Jaques Valle, John Keel entre otros, hicieron acto de presencia para exponer su pensamiento sobre lo Paranormal y confrontar puntos de vista. Como siempre, el tema OVNI/ET dominó los escenarios, pero una que otra vez surgía, necesariamente, la teleportación como factor ineludible de la paranormalidad: un objeto se forma instantáneamente en nuestro espacio convencional y cae por gravedad , se posa, o impacta a gran velocidad, a veces produciendo destrozos, marcando una trayectoria angular aproximadamente de unos 45 a 60 grados, siempre que la penetración por el microportal implique velocidad.. no he podido medir dicho ángulo las veces que he sido testigo de excepción de este fenómeno que ya ocupa la mente de más de un jefe de proyectos en Dios sabe cuántos laboratorios de este mundo, muchos de ellos soñando con poderosas armas o medios militares para imperar sobre las demás naciones y subyugarlas… muy pocos piensan en servir a los demás, hay que señalarlo enfáticamente: iasí somos nosotros, los humanos! … La física actual de vanguardia que, pagada por los poderosos, investiga este fenómeno, a pesar de que ha logrado, de manera incipiente, teleportar partículas de materia o fotones en el ámbito de la Física Cuántica, parece haberse convencido de que es más fácil logarlo psíquicamente que recurriendo a esos “enmarañamientos” de que hablan algunos laboratorios, a pesar de que existen páginas enteras con aproximaciones teóricas y fórmulas que implican el hiperespacio y determinados estados especiales inducidos de la materia, los cuales, según las aproximaciones que esta física hace del fenómeno, representan la clave. Lo curioso y lo cierto es que muchas personas humildes, como Pachita, y algunas con conocimientos superiores pero igualmente humildes, han tenido este poder, por la razón que sea. Personalmente dudo de que se trate de un fenómeno mental simple, aunque ello depende de las definiciones y sus implicaciones en lo que respecta a la fisiología del cerebro y su interacción con la materia y la naturaleza de los campos de energía que motorizan todo… no debemos olvidar, empero, lo que la Conciencia representa por sí misma, y que – según algunos místicos que conocen muy bien de teleportación –, juega también allí su papel… dijimos la Conciencia (así con mayúscula), no la mecánica, pero sólo con la mecánica, hay que reconocerlo, esos poderosos han hecho de las suyas,
como en el caso de Hiroshima y Nagasaky, para hablar de la energía atómica, que seguramente ellos querrán cambiar por algo más limpio, a fin de no tener que lavarse las manos… Gracias a este trabajo, por demás interesante, enviado por Lolita Vargas desde México a través de las redes virtuales, nos enteramos de que el Dr. Grinberg, quien mencionó muchas veces los extraordinarios fenómenos que Pachita producía durante el Congreso, había dejado obras escritas al respecto: los invitamos a leer la breve nota.
Miguel Paz Bonells
Apreciados compañeros y compañeras: La investigación, recopilación y síntesis de información sobre el Chamanismo, que ha hecho nuestra apreciada y querida amiga Karina Malpica, es muy importante e ilustradora. Han llegado mensajes en los que las personas preguntan sobre temas de los cuales se ha escrito de manera vasta: la información se encuentra en el archivo de mensajes del foro y, por supuesto, en los temas que de manera culta, sencilla y amena expone Karina Malpica en la pagina: http://www.mind-surf.net/drogas/chamanismo.htm La humanidad se encuentra en una etapa en la que debe evolucionar, aprender, no sólo pidiendo que los demás le otorguen algo. Es el momento de romper la inercia, mover el SER desde lo más profundo, buscar, resolver… cada quien haciendo su propia síntesis y compartiendo. Hermanos: evolucionemos. Les comparto un fragmento de la investigación de Karina, en un tema super interesante, asociado con la Chamana Pachita y La Lattice (red), la Matrix: ¿De dónde vienen los poderes de un chamán? Pachita fue una de las más grandes chamanas de México. De pequeña fue abandonada por sus padres y adoptada por un negro africano llamado Charles. Durante 14 años Charles cuidó de Pachita y la enseñó a ver las estrellas y a curar. Después, Bárbara Guerrero, "Pachita", luchó al lado del general Francisco Villa durante la revolución Mexicana; fue cabaretera, vendedora de
billetes de lotería y cantante en camiones de paso... Tantas experiencias la conectaron con lo que trascendía de todas ellas. De alguna manera, Pachita había logrado dejar atrás muchas ilusiones y eso la colocaba en un punto de contacto íntimo con la Realidad no ordinaria, desde donde ella actuaba. En su libro Pachita (15), el desaparecido investigador mexicano Jacobo Grinberg-Zylberbaum describe las experiencias que tuvo la oportunidad de vivir al lado de esta extraordinaria mujer, cuyo único motivo para vivir era ayudar a su prójimo. Pachita poseía un control extraordinario sobre la materia y la energía. Era capaz de realizar operaciones quirúrgicas tales como transplantes de órganos en las cuales objetos y órganos biológicos se materializaban y desmaterializaban aparentemente de la “nada”. Pachita decía que el Hermano Cuahutémoc, el espíritu del último emperador azteca, actuaba a través de su cuerpo realizando su trabajo cuando ella entraba en trance transformando su personalidad y efectuando las prodigiosas operaciones que se describen con lujo de detalles en el mencionado libro.
Jacobo Grinberg-Zylberbaum estudió personalmente con diversos chamanes mexicanos, además de la famosa Pachita y a raíz de este contacto escribió una serie de seis libros llamada Los Chamanes de México, y publicó también diversos libros teóricos acerca del estudio de la conciencia, en los que fue desarrollando la Teoría Sintérgica como un intento para explicar científicamente el poder y la actuación de los chamanes. En el libro dedicado a Pachita, este prolífico y enigmático autor (de quien se dice que "desapareció" misteriosamente del plano físico hace algunos años), desarrolló una teoría acerca de la estructura del espacio para explicar las
habilidades de Pachita y otros chamanes utilizando conceptos de la física cuántica: El concepto de la lattice considera que la estructura fundamental del espacio es una red o matriz energética hipercompleja de absoluta coherencia y total simetría. A esta red se le denomina lattice y se considera que en su estado fundamental contribuye al espacio mismo omniabarcante y penetrado de todo lo conocido. Esta lattice o red permanece totalmente invisible hasta que alguna de sus porciones (por cualquier causa) altera su estado de coherencia. Una partícula elemental es precisamente una desorganización elemental de la lattice en cualquiera de sus localizaciones. Cualquier átomo o compuesto químico es una particular conformación estructural de la lattice con respecto a su estado fundamental de máxima coherencia.
La concepción de la lattice surgió de los estudios de cristalografía latice, porque la estructura de cualquier cristal es una lattice de
alta coherencia que se asemeja a la lattice del espacio. A partir de Eisntein, el concepto de espacio ha sido inseparable del tiempo, por lo que la consideración de la lattice del espacio tiempo se refiere a ambos unificándolos. Si la lattice desapareciera, el espacio y el tiempo harían lo mismo. Cualquier objeto "material" es en realidad una organización irrepetible de la estructura de la lattice. En su estado fundamental de total coherencia, fuera de la misma lattice no existen ni objetos ni alteraciones temporales. Es únicamente cuando la lattice cambia su estructura fundamental que el tiempo transcurre y los objetos aparecen. [...] el nivel de conciencia de Pachita era extraordinariamente diferenciado. Durante las operaciones que realizaba ella era capaz de materializar y desmaterializar objetos, órganos y tejidos. El manejo de las estructuras orgánicas, le permitía realizar transplantes de órganos a voluntad, curaciones de todo tipo y diagnósticos a distancia con un poder y
exactitud colosales. [...] Todos estos portentos pueden ser explicados si se acepta la posibilidad de que las modificaciones de la lattice producidas por el campo neuronal de Pachita, eran capaces de modificar sustancialmente aquélla, produciendo conformaciones similares a la de los objetos (en caso de las materializaciones) o retornos a la estructura de la lattice de los objetos (en el caso de las desmaterializaciones). Pachita poseía un control único sobre su campo neuronal transformándolo y modificando con él la estructura de la lattice. Aunque sus efectos parecían ser milagrosos se basan, de acuerdo con esta hipótesis, en el mismo mecanismo que todos utilizamos para crear nuestras imágenes o nuestros pensamientos. (15) (Ver más al respecto en el apartado dedicado a La Teoría Sintérgica)