RESTAURACION DE MONUMENTOS
CAS CASA-HACI A-HACIEN ENDA DA CAY CAYALTI ALTI
INTEGRANTES: ZAPATA CASTRO ELIZABETH
CASA HACIENDA CAYAL TI
DISTRITO DE CAYALTI
El Dis uno la Pro en
trito peruano de Cayaltí es de los veinte distritos de vincia de Chiclayo, ubicada el Departamento de Lambayeque, bajo la administración del Gobierno regional de Lambayeque, en ! Distrito creado mediante "o! #$%#& del #% de enero de &%%', en el segundo gobierno del presidente (lberto )ujimori!!
el Per Ley
DESCRIPCIÓN DE CAYALTÍ *
Es un pueblo pujante y emprendedor que no se amilana ante las adversidades que se le presenta en el camino! Esperamos que esta labor que hemos emprendido en la recopilación de los escasos documentos e+istentes, ms la recopilación de -uentes orales sirva para conocer de ya lo vivido en la hacienda Cayaltí! Este pueblo tiene grandiosa herencia, sus mani-estaciones son muy ricas y variables, la sangre de los pueblos con vida interna como la de Cayaltí se mani-iesta en su -ol.lore! /n pueblo que ha sido escenario de sangrientas acciones de luchas sindicales contra la patronal de ese entonces, así mismo la masacre del a0o &%12 de triste recordación! Cayaltí, es por e+celencia de un amplio paci-ico mesti3aje, adems carece de -undación espa0ola! Los cayaltillanos, es de un tipo humano, alegre, emprendedor, y ligero, la alegría es la característica de este pueblo!
UBICACIÓN
El Distrito de Cayaltí, se encuentra locali3ada en la costa norte del Per, sobre el valle de 4a0a, en la provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque! ( una altitud de $2 metros sobre el nivel del mar!
LÍMITES
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"orte* 5altur y 5ipan 6C(( Pomalca7!
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5ur * Pacanga 6Provincia de Chepen 8 La Libertad7
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Este* 9yotn!
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9este* /cupe y :ocupe!
CLIMATOLOGÍA
5u clima es ; 5emitropical;, su temperatura es de <<= C, en >pocas de e+cesivo verano y en el invierno disminuye a ##= C! El promedio de precipitación es de <$ m!m! Las lluvias casi siempre se presentan en )ebrero y :ar3o, este ltimo muy caluroso! 5u humedad -lucta entre un mínimo de ?&!<@ y un m+imo de ?$!<@!
HIDROGRAFÍA
El principal y nico rio es de 4a0a, del cual aprovecha la Provincia de Cayaltí! Para regar e+tensas Plantaciones de ca0a de a3car y algodón en la actualidad! El rio 4a0a pertenece a la vertiente del pací-ico y nace en el maci3o de Aualgayoc 6Dpto! de Cajamarca7, en la en la cordillera occidental de las (ndes y descansa sus aguas en el Pací-ico! El reducido volumen de agua del rio 4a0a, durante el estiaje no alcan3a ni siquiera a cubrir las necesidades del rea de sembríos de ca0a de a3car y algodón! Por esta ra3ón la producción agrícola y los resultados económicos dependen en parte a la -luctuación de los distintos -actores climatológicos!
TOPONIMIA DE CAYALTÍ
La palabra Cayaltí proviene del nombre de un cacique llamado ;Cayaltí ;, segn estas versiones y especialmente a un testimonio de escritura de testamento de poder, otorgado por don Eugenio de León y Bivera, Cabe3a de aca! En el bienio de &<& 8 &<#, deducimos que su primer nombre ha sido ;5an Pedro de Cayalti;! La palabra Cayalti de acuerdo a su sentido toponomstica, todavía es materia de investigación cientí-ica, tal ve3, en un tiempo no muy lejano, se pueda encontrar una e+plicación ms detallada del origen de nuestro querido Cayalti!
CREACION DE LA HACIENDA DE CAYALTÍ -1850
ntero (spíllaga Farrera 6n! Pisco, Per, &'?% m! Lima, ' de diciembre de &%#7 -ue un empresario agrícola y político peruano! )ue ministro de Aacienda de &'' a &''%, alcalde de Lima de &'%$ a &'%, presidente del 5enado en &%2#8&%2< y &%2%8&%&2, candidato en dos oportunidades a la Presidencia de la Bepblica representando al Partido Civil 6&% y &%&'7, Presidente del Club "acional! 5us padres -ueron Bamón (spíllaga )erreb, de nacionalidad chilena, y :elchora Farrera P>re3! Hrasladado a Lima, estudió en el colegio de "oboa y luego en el colegio -ranc>s regentado por los pro-esores Loiseau y )ontaine! Hras culminar su educación secundaria, pasó a su hacienda Cayaltí! Era la >poca en que se empe3ó a cultivar algodón en las haciendas de la costa, debido a la alta coti3ación que adquirió dicho producto en los mercados internacionales, a raí3 de la guerra civil norteamericana! Hras -inali3ar esta y ante la baja de los precios algodoneros, los agricultores optaron por el cultivo de ca0a de a3car ! (spíllaga viajó a Europa para adquirir maquinarias, arados y otros arte-actos, así como para estudiar los ltimos adelantos de la industria agrícola! Durante la Guerra del Pací-ico tuvo que pagar un -uerte cupo a las -uer3as chilenas de ocupación, para evitar que arrasaran su -undo! En &''$ -ue elegido diputado por Chiclayo! Poco despu>s integró el gabinete ministerial que presidió (urelio Denegri, en el cual asumió el porta-olio de Aacienda, que desempe0ó del ' de noviembre de &'' a & de mar3o de &''%! Eran los días del primer gobierno del general (ndr>s (! Cceres! Entre sus medidas ms importantes que tomó est el restablecimiento de la moneda metlica, que trajo la inevitable depreciación del billete -iscal, hasta su
desaparición! I para el arreglo de la deuda e+terna, celebró el contrato (spillaga8Donoughmore, cuya crítica dio origen a ardorosos debates parlamentarios y a la renuncia del gabinete! 5e Casó el &1 de septiembre de &'%2 con (na :aría (rgote "ieto! En &'%# -ue elegido senador por Lima, siendo varias veces reelegido, ejerciendo esa representación durante veinte a0os! Presidió su cmara durante cuatro períodos legislativos* &%2#8&%2< y &%2%8&%&2! Elegido alcalde de Lima en &%&2, no aceptó dicho cargo por ra3ones >ticas y pre-irió servir a la Fene-icencia Pblica de la capital, como Director! Ese mismo a0o hi3o un segundo viaje a Europa, donde estudió los ltimos progresos industriales y adquirió nuevas y per-eccionadas maquinarias para su hacienda Cayaltí!
RESEÑA HISTÓRICA DE CAYALTÍ
Durante la >poca anterior al imperio del sol, estuvo habitada por la cultura Chavín, despu>s por las grandes culturas* :ochica y Chim! De los restos arqueológicos se han hallado el -aldero del ;Cerro Corvacho; se puede precisar que los primeros grupos humanos que poblaron esta 3ona -ueron los los errantes y misteriosos Chavines! 5egn el Dr! Jalter (lva, director del museo Fruning de Lambayeque, se ha descubierto un ;Gleogi-ico Chavinoide; que representa una -igura gigante, ubicada en la ladera denominada ; pampa de ca0a cru3 ;en el ane+o de la compuerta 6cayalti7 segn las crónicas del inca Garcilaso de la ega dice* ; que cuando Auayna Cpac, padre del in-ortunado (tahualpa conquisto Kuito, sometió a su paso los valles de Pacasmayo, 4a0a, Lambayeque, :otupe ,5ullana, Humbes, tambi>n asegura que sometió a sus dominios al gran collique, al cual pertenecía Cayalti y Cinto 6hoy Chiclayo7! La comunidad de collique -ue encomendado a don Luis de (tien3a, que tenía 1'# indios tributarios y #,<#1 personas reducidos en un pueblo del mismo nombre! En la colonia, con la llegada de los espa0oles los incas -ueron vencidos, entonces Cayaltí, -ue habitada por algunos espa0oles y 6los incas vencidos7 quedaron dominados por los invasores! Despu>s los peninsulares, luego de varias revelaciones se apoderan de esta 3ona y -orman un -undo que por la benignidad u rique3a de su sueldo le denominan ;5an Pedro de Cayalti;! 5egn la testamentaria de escritura del testamento de poder llevado al escribano pblico Don Domingo Cossío :onante, e+pedido el presente testimonio por el notario pblico de Lambayeque Don Carlos Bivadeneira, el 1 de -ebrero de &%<, con lo sgte* ;HE5H(:E"H9 DE P9DEB;!
Don Eugenio de León y Bivera por Don uan de León y Bivera, podemos a-irmar que el primer due0o de esta e+ hacienda ;5an Pedro de Cayalti; -ue Don uan de León y Bivera, Cabe3a de aca, Pnubiteno comisario del santo o-icio de la ciudad de los reyes y natural de 4a0a, hijo legítimo de D9n Cristobal de León y Bivera y de Do0a Mnes os-a Cabe3a de aca! 5an Pedro de Cayalti, -ue comprado en pblico y a remate, ante la leal justicia del conocimiento de 4a0a! De acuerdo al in-orme de Dr* )ernando Palacios, ante el supremo tribunal acerca de la quiebra de ulian de 4aracondegui y la venta de la mitad del -undo de Cayaltí 6Lima #< de "oviembre de &'%$ biblioteca nacional7! Hambi>n se deduce que don ulin de 4anacondegui y don Bamón (spillaga )ernanbus en una unión de sus socios don (ndr>s Farna y don Claudio 9rtega e+plotaron la hacienda Cayalti, que tenían como arrendatarios y miembros de un sociedad (grícola que habían -irmado por escritura del ' de octubre de &,'1% y cuando el < de mayo de &,'$2 despu>s de haber separado de la sociedad de Farra y 9rtega adquieren por mitad del -undo Cayalti, en sociedad y dominio absoluto mediante contrato y venta que celebraron con los se0ores Delgado y sus antecesores due0os por escritura ante don os> 5ayala, pagndoles por el precio de la venta &22!6?7pesos, de todo lo e+puesto a-irmamos que el primer due0o de Cayalti -ue don uan de León y Bivera Cabe3a de aca, luego los se0ores Delgado y por ultimo don Bamos (spillaga y don ulin 4aracóndegui ;la negociación Cayalti;, -ue -undada por don Bamos (spillaga!Los orígenes de lo que hoy es el distrito Cayaltí, y tambi>n la toponimia de su misterioso y bello nombre, estn en el nacimiento de la cultura peruana! Por las evidencias arqueológicas cercanas 6cerro Corbacho, huaca :ataindios, Cerro 5altur e incluso Auaca Bajada, entre otras7 y su cercanía al río 4a0a podemos deducir que Cayaltí -ue un enclave estrat>gico para las culturas :oche y Lambayeque, y qui3s para anteriores civili3aciones precolombinas de la costa norte! Evidencias documentales obtenidas a partir del siglo NM 6despu>s de la conquista espa0ola7 demuestran que Cayaltí -ue anta0o una próspera hacienda, que ya es mencionada en documentos del sigo NMMM en el irreinato del Per, junto con las haciendas de Piccsi, Ptapo, Luya, Pomalca y Ocupe, así como el antiguo Mngenio (3ucarero de ColliqueQ que cita el gran historiador lambayecano orge 4evallos Kui0ones! ( la llegada de )rancisco Pi3arro y sus huestes, nuestra civili3ación autóctona no conocía el cultivo de la ca0a de a3car ni el trigo! Los encomenderos espa0oles apenas llegaron vislumbraron la calidad de nuestra tierra e inmejorable clima para la agricultura! (parte de 4evallos, otros estudiosos se han interesado en el tema, como el patape0o Carlos (rboleda Guanilo e incluso la norteamericana 5usan Bamíre3
:cCartney en su libro Patriarcas provinciales* la tenencia de la tierra en el Per colonialQ, am>n de otros ms conocidos como Loren3o Auertas y :anuel Ha-ur! (simismo, sobre Cayaltí e+istes dos estudios notables* Cayaltí* Hhe -ormation o- a Bural Proletariat on a Peruvian 5ugar Plantation! &'18&%<n introdujo el cultivo de la ca0a de a3car en LambayequeT 5egn (rboleda Guanilo, los primeros en sembrar a3car en nuestra región -ueron 5alvador sque3 6encomendero de Beque7 y Luis de (tien3a 6hijo del encomendero de Collique, Flas de (tien3a7 en el a0o &12!
EL ANTIGUO “INGENIO AZUCARERO DE COLLIQUE
Aacia &1'1 la población era un peque0o emporio de trabajo! (dems del cultivo intenso de maí3, trigo, algodón, chancacas, raspaderas, garban3os y variados productos hortelanos, dentro del pueblo ya por entonces tambi>n se a-anaba una -brica de a3car conocida por el nombre de Mngenio a3ucarero de ColliqueQ, escribe 4evallos Kui0ones en Aistoria de ChiclayoQ! (-irma 4evallos, basado en documentos de archivo, que en pleno siglo NM gran parte de esta producción se llevaba por tierra a los mercados de Lima y por recuas a los mercados de PanamQ! 4evallos demuestra que ya en &1'1, un poderoso vecino de Hrujillo, uan Boldn Dvila, solicita al Mngenio de Collique &22 arrobas de a3car buena y bien acondicionadaQ, de acuerdo a un poder dado por Boldn a Pedro de :ondragón ante el notario (ntonio de Pa3 en -ebrero de ese a0o! :s adelante a-irma, cuando toca lo relacionado al siglo NMM, que sin re-erirnos a Lambayeque ni 5a0a, a Chiclayo lo rodeaban huertas, chacras, -undos y en ellos se producía en peque0os trapiches de tracción animal mucha a3car, por ser ella y las harinas de trigo las dos principales demandas de Panam y ChileQ! (rboleda Guanilo en su estudio Ptapo* una visión geogr-ica e históricaQ 6que gentilmente tuvo a bien leernos durante una entrevista en su casa el a0o #2227 precisa que la producción de a3car en la
costa lambayecana se da en las haciendas de Piccsi, Ptapo, Luya, Pomalca, Cayaltí, Ocupe, entre otras! •
ALUVIONES Y TERREMOTOS
Es de suponer, que estos hacendados vieron un e+celente negocio en la siembra de ca0a y en la producción de a3car! Pero siempre la naturale3a es impredecible y el )enómeno El "i0oQ 6que hasta hoy nos amena3a7 hi3o su aparición! Hras el devastador aluvión del #? de -ebrero de &1', muchos cultivos -ueron arrasados! D>cadas despu>s se volvió a producir ca0a de a3car! 4evallos dice que en &$1 el a3car del valle de Chiclayo que es como el de 5a0aQ, tenía siempre sobreprecio respecto a otros a3cares nacionales y valía siempre cuatro reales ms que el de Hrujillo! Luego vino el terremoto de &'$! Como agobiaba la esterilidad de los campos de trigo, los agricultores se vieron obligados a dedicar todo su es-uer3o a la ca0a de a3car, doblando sembríos y construyendo mayor nmero de trapiches para su bene-icio, lo que produjo el -enómeno negativo de la sobreproducción! El precio bajó a la mitad de antes! 5u-rió el negocio de los derivados del a3car como mieles, raspadillas y conservasQ, dice 4evallos! 5e ha registrado que en &2& nuevos aluviones y plagas de ratones dejaron los campos esterili3ados y destruidos las plantaciones de ca0a! Los trapiches se parali3aron y sobrevino escase3 de a3car que continuó por dos a0os ms! De-initivamente era el inicio de una gran crisis económica para la región lambayecana! •
EL SIGLO XIX: CAYALTÍ EN PERÚ REPUBLICANO
La centuria se inicia con la independencia peruana del poderío espa0ol! ( mediados del siglo NMN Cayaltí estaba en manos de la -amilia (spíllaga (nderson, y su producción anual de a3car era la ms alta a nivel nacional, llegando a los ? mil .ilos! Despu>s de la independencia nacional, nuestro país había quedado devastado económicamente y por a0adidura el Per había contraído su primera deuda e+terna al aceptar dinero i ngl>s para los gastos de la emancipación!
Pero en la d>cada de &'?2 todo empe3ó a cambiar! (quí la historia nacional da un viraje radical hacia una bonan3a a trav>s del guano de las islas, el cual demostró ser un abono e-ectivo! Mnglaterra iniciaba su revolución industrial y necesitaba con urgencia incrementar la producción de su agricultura, siendo el guano un potente -ertili3ante natural! El historiador 4evallos Kui0ones a-irma que al entrar al siglo NMN la economía norte0a era e+celente! Primaba la industria a3ucarera! Llegaron a -uncionar trapiches de cobre a -uer3a animal en los alrededores de Chiclayo, dando gran impulso a la cementera de la ca0a de a3car! Henía -avorable consumo en Chile y la e+portación se hacía por el puerto de 5an os>Q! Luego se sumó Puerto Eten! /no de los rasgos de la economía peruana a los requerimientos del mercado mundial eran las haciendas o plantaciones que e+portaban sus productos utili3ando los -errocarriles para e-ectuar el transporte! Los destinos eran países desarrollados como Mnglaterra, )rancia, (lemania y posteriormente Estados /nidos hacia -inales del siglo NMN! •
EL FERROCARRIL Y LA MÁQUINA A VAPOR
Con la revolución industrial, nuevos inventos se di-unden en el mundo! En &'$2 llega la mquina a vapor a Lambayeque, despu>s de su habilitación en Lima en &'?2! De-initivamente esto marca un hito importante, porque esta tecnología se empie3a a utili3ar en di-erentes campos de la actividad humana! La agricultura y la industria a3ucarera no -ueron ajenas a esto! En &'2 se inicia la construcción de -errocarriles en el Per, para entonces un revolucionario medio de transporte que inicia la >poca moderna y se convierte en una herramienta para el comercio y para unir a las di-erentes localidades! En &'< llega el primer -errocarril a Ptapo y tambi>n por entonces se inicia la construcción de la línea ->rrea que unía Puerto Eten con Cayaltí! Hodo el Per vibra con el estruendo de las locomotoras! 5e construye el )errocarril Central de La 9roya, un ejemplo mundial de ingeniería, con el puente ms alto del mundo!
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LOS BARONES DEL AZÚCAR
( principios del siglo NN ya empie3an a los hacendados a aumentar su poder económico8social, quienes dentro de su propiedad tenían ms poder que las autoridades políticas! Los llamados barones del a3carQ ejercían notable in-luencia a causa del inmenso poder económico que tenían, lo que les creó por un lado antipatías con los gremios del naciente sindicalismo, pero por otro lado tambi>n eran respetados! )iguran los (spíllaga en Cayaltí, el Pardo en Humn, los De la Piedra en Pomalca y los M3aga en Pucal! Para mantener y mejorar la producción en el campo, los hacendados pusieron en prctica la modalidad de engancheQ que se practicaba en otras haciendas de la costa peruana! Predominantemente traían pobladores de la sierra, pero a mediados del siglo NMN empie3an a importar personas procedentes de China y apón, en condiciones muy duras! La -inalidad principal del enganche era buscar hombres para trabajar en las haciendas! El enganchador socorría a la gente con el dinero que necesitaba para sus sembríos o para la compra de medicina para sus -amiliares que estaban en-ermos, pero con la condición de ir a trabajar a la hacienda! 5in embargo se procedía primero a un contrato que estipulaba que hasta no pagar el UsocorroU los peones no tenían derecho a percibir ningn salarioQ! •
EL SINDICALISMO Y LOS RECLAMOS LABORALES
Per no -ue ajeno a los movimientos sindicalistas y de reivindicación de las ocho horas laborales! En estas luchas tambi>n se dieron en-rentamientos con saldo de vidas humanas! :anuel Ha-ur :orn y Diana Cordano Gallegos en su estudio! Los sindicatos en las cooperativas a3ucarerasQ se0ala que los sindicatos a3ucareros se -orman a partir de &%#% y que e+presan el descontento por la e+plotación de la -uer3a de trabajo!
(ntes de &%#% 6a0o del crac.Q norteamericanoQ7, un hecho signi-icativo es la huelga de &%& en la hacienda Pomalca y en &%#& en Cayaltí, reprimidas con el uso de la -uer3a! Los reclamos venían de quienes laboraban en las condiciones ms adversas* los braceros o cortadores y los carreros, encargados de llenar los vagones con ca0a! 5olicitaban aumento de salario,
dotación de alimentos 6antecedente de lo que se conocer como la pailaQ7, supresión de los vales de cartón que reempla3aba al dinero y que sólo tenían valor en los tambos de las haciendas, desaparición de los tambos 6almacenes de dispendio de alimentos7 y el abaratamiento de artículos de primera necesidad, habría que ubicarnos en esta >poca, en sus vaivenes políticos, para comprender la realidad social de entonces! En su estudio (ntagonismos políticos en Lambayeque, &%#28&%<2R Luis Aeredia Gon3ales aborda ese tema, en medio de los nacientes partidos como el (PB( y el Partido Comunista del Per, liderados por Aaya de la Horre y :aritegui, los reclamos populares, las elites -amiliares de los baronesQ del a3car! En la vida cotidiana la interrelación entre hacendados y ca0eros no sólo se daba en el trabajo, sino tambi>n en otras actividades como el deporte y la recreación! De alguna manera estas -ricciones se tenían que superar, la vida continuaba, la industria a3ucarera no podía parar! :anuel Ha-ur a-irma que como un intento de -renar la organi3ación independiente de los trabajadores, los propietarios acentan la prctica del paternalismoQ! La receta es de mucho sentido comn* atraerlos y servirlos cada ve3 que lo necesiten o pidanQ 6Carta del administrador al gerente de Cayaltí, #$ de "ov! De &%#& citado por Loren3o Auertas7! La dictadura que gobernó el Per en &%<2 reprime estos movimientos, como la tristemente recordada masacre de &%<& donde murieron ms de 12 obreros! )ue en el mes de junio, cuando trabajadores de Pucal, Ptapo, Pomalca y Capote se dirigieron a Chiclayo en protesta por el apresamiento de dos líderes de la /5HL y el incumplimiento de pacto en Ptapo y Pucal! En el camino -ueron abatidos por la policía! 9tro hecho lamentable es la denominada masacre de &%12, ocurrida en noviembre de ese a0o, donde -ueron asesinados por lo menos un centenar de trabajadores durante una protesta sindical! Este crimen es mencionado por di-erentes autores como por ejemplo la destacada periodista peruana 5usana Grados, actual directora del diario o-icial El Peruano, y el economista 5lvio Bendón cuyo su artículo -ue decisivo para que el autor de este blog publique el reportaje* Cayaltí* la masacre de &%1% no quedó en el olvidoQ7! •
L( BEC9BD(D( :(5(CBE DE &%12
Aace sesenta a0os ocurrió en la hacienda Cayaltí, olvidada por l a historia o-icial peruana, pero que queda en el recuerdo de quienes la sobrevivieron y en los descendientes de los trabajadores* la masacre de Cayaltí! 5e generó una situación tensa cuando los trabajadores se declararon en huelga y los administradores de la hacienda llamaron ms e-ectivos para re-or3ar el puesto de la Guardia Civil de Cayaltí! /na con-rontación inicial entre la policía y los trabajadores dejó como saldo un trabajador muerto! ( ello siguieron una serie de arrestos! 5ingularmente, los huelguistas estaban al borde de capitular, cuando se produjo otro incidente ms serio! Esta ve3 la policía no sólo abrió -uego contra un grupo de trabajadores reunidos en el puesto de la Guardia Civil, sino que los persiguió a trav>s del pueblo,
disparando salvajemente contra los
trabajadores que intentaban escapar! Por lo menos murieron ! "umerosos trabajadores huyeron hacia sus hogares en la sierra! 5e prendió -uego a los campos de ca0a! “Esa noche”, recordó un obrero años después, “mataron a cientos. Luego, en camiones de la empresa los recogían y muertos y heridos fueron transportados frente al cerro ‘La uitarra! donde se había ca"ado una #an$a y ahí fueron arro$ados”. %tra información recuerda. “&espués en calma todo. La Empresa tu"o apoyo de todos los organismos. 'e amena#aba a la gente (ue reclamaba con botarla o fusilarla) los policías lle"aban a los cabecillas y no se sabía m*s. 'ólo se oía el llanto de muchas señoras, hi$as, esposas, preguntando por sus seres (ueridos.
"o hubo comisión de la verdadQ, comisión investigadoraQ, de-ensoría del puebloQ, responsabilidad políticaQ o penalQ, debate en el congreso, condena de la prensa 6no había congreso en los tiempos de 9dría y la prensa era de la oligarquía7! I tampoco hubo museo de la memoriaQ ni nada por el estilo! 5ólo
la tradición oral de los -amiliares y compa0eros de los obreros muertos! 5in embargo, cuando llegó la re-orma agraria en &%2 Cayaltí era la hacienda con peores relaciones laborales que cualquier
hacienda
a3ucarera
del
departamento! La empresa de los (spíllaga tenía una larga tradición de maltrato a los trabajadores, que quedaba siempre impune debido a su poder económico,
político
y
meditico!
ntero
(spíllaga evitó la destrucción de la hacienda Cayaltí por los invasores chilenos pagando cupos, mostrando documentos que mostraban que Cayaltí pertenecía a su principal acreedor, escondiendo el alcohol y los alimentos de los invasores! En esa circunstancia tres trabajadores chinos se -ugaron!
En los a0os de &''2 los (spíllaga siguieron dependiendo de los trabajadores chinos con los que habían trabajado en la hacienda antes de la guerra! En Cayaltí, al igual que en otras haciendas, se e+plotaba cruelmente, se les pagaba poco a los chinos y estaban sujetos al sistema privado de justicia que administraban los hacendados! Los (spíllaga tenían una crcel en la hacienda y se adjudicaron a sí mismos el derecho de encarcelar o a3otar a los trabajadores, registra varias ocasiones en las cuales los miembros de la -amilia ordenaron ejecuciones por asesinato, y un incidente de &'1 en el cual un trabajador chino huído -ue muerto por una partida de bsqueda de mayordomos de Cayaltí enviada a recapturarlo! Los (spíllaga ad mitían que sus trabajadores chinos eran semi8 esclavosQ y que se les trataba muy malQ! 5in embargo, estaban dispuestos a justi-icar sus acciones caracteri3ando racistamente a los chinos de brbarosQ, demoniosQ y semi8 humanosQ Para la d>cada de &'%2 la inmigración china estaba cerrada y Cayaltí recurrió al reclutamiento de trabajadores de la sierra norte mediante el enganche! Las condiciones de trabajo eran mejores, recurriendo a m>todos ms sutiles y paternalistas, pero con disposición a aplicar violentamente la -uer3a cuando -uese
necesario!
ntero (spíllaga -ue dos veces senador por
Lima
y
dos
veces
candidato
presidencial civilista, perdiendo con el populista Fillinghurst en &% y con Leguía en &%&%! Desde luego que la -igura de Fillinghurst soliviantaba a los trabajadores y a los (spíllaga les preocupaba que la disminución de la jornada de trabajo a ocho horas y la presión por aumento de salarios llegara a su plantación de Cayaltí! ( pesar de perder las elecciones, este incidente demuestra cómo así los (spíllaga conservaban su poder*
En &%&< se llegó a una decisión -inal sobre una larga disputa de tierras entre Cayaltí y el peque0o pueblo de 4a0a, el cual estaba completamente rodeado por la hacienda! La decisión, -avorable a los (spíllaga, motivó un ataque en el pueblo a la propiedad de la -amilia y a la quema de la tierra en disputa! ( pedido de los (spíllaga, 4a0a -ue ocupada por el ej>rcito, que impuso el toque de queda y prohibió la venta de licor, la posesión de armas, y proscribió las reuniones pblicas! El ej>rcito restableció el orden, pero para ello mató a dos 3a0eros e hirió a varios otros! 5ubsecuentemente, el pre-ecto de Lambayeque archivó un in-orme sobre lo sucedido, describiendo la acción del ej>rcito como una masacreQ y a-irmando que todos los cerros circundantes a 4a0a habían sido robados por las haciendas cercanas, especialmente Cayaltí! ntero vio el in-orme, y le -ue posible reempla3ar al pre-ecto con alguien ms -avorable a los intereses de los (spíllaga en menos de una semana ! En &%&% luego del golpe del ? de julio de Leguía hubo una huelga potencialmente violenta en Puerto Eten, donde los (spíllaga tenían a3car y alcohol almacenado para embarcarV les siguieron los trabajadores del ingenio a3ucarero, y en septiembre los cortadores de ca0a* pedían salarios ms altos y precios ms bajos para los alimentos! Los (spíllaga estaban entonces de malas con el poder, pues se habían en-rentado a Leguía! 5in embargo, pudieron gestionar con el pre-ecto el envío de ochenta hombres armados a Eten con la amena3a de encarcelar a los trabajadores portuariosV concedieron aumentos de salarios a los trabajadores del ingenio y recurriendo, una ve3 ms al pre-ecto respecto a los cortadores de ca0a* le pidieron veinticinco hombres armados, >ste envío cincuenta y los trabajadores regresaron a trabajar! Para &%<2 el surgimiento del (PB( estaba presentado problemas a los terratenientes! Desde los periódicos locales se les atacaba duramente! Los (spíllga lo sabían* en 4a0a son todos absolutamente apristasQ aparecería en una correspondencia! Luis (spíllaga escribía a Lima en junio de &%<&, previo a las elecciones de ese a0o* un pretendido asalto por parte de la peonada de Humn y Patapo8Pucal, que repelieron -uer3as bajo el pre-ecto a la entrada de Chiclayo, con una descarga cerrada de la que dicen hay && muertos y otros tantos heridosQ! Hodo esto, sumado al encarcelamiento de los cabecillasQ y la
censura de El HrabajadorQ, un periódico de los trabajadores que circulaba en las haciendas, contó con el apoyo de los (spíllaga! I en realidad los (spíllaga, y la clase terrateniente en general, tenían un ->rreo control de la prensa que manejamos desde la 5ociedad "acional (grariaQ! Henemos hasta dos periódicos, La Crónica y La PrensaQ, escribía Bamón (spíllaga en &%! (parecían artículos anónimos de-endiendo el punto de vista de los hacendados o hacían entrevistas con los periodistas de publicaciones que les eran -avorables! I desde luego, censuraban a quienes tenían puntos de vista opuestos! La AoraQ, periódico lambayecano de tendencias i3quierdistas, publicaba artículos de un periodista espa0ol que criticaba a los hacendados, particularmente a los (spíllaga! Wstos hicieron que el pre-ecto ordenara el cese de la publicación y que el periodista espa0ol abandonara la 3ona !Pero la contribución ms importante que hi3o el gobierno a la supervivencia económica de los (spíllaga y otros hacendados -ue ciertamente la represión al (PB( y otros elementos radicales que amena3aban el control que estos ejercían sobre la -uer3a laboral!La criminali3ación de apristas, comunistas y anarquistas no era sólo ideológica o por seguridadQ, sino -undamentalmente económica! Pero lo tiempos cambiaron! El corto periodo democrtico de Fustamante conlleva un resurgimiento de la actividad sindical! El sindicato de Cayaltí se -orma &%?1 y es reconocido en el :inisterio de Hrabajo gracias a la presión del representante aprista por Lambayeque! Los terratenientes ti enen que aceptarlo! /n mal a tono con la >poca política y social que atravesamosQ! 5in embargo, los (spíllaga estn en la primera de la resistencia a Fustamante! Cayaltí era la sede de la (lian3a "acional en Chiclayo! (poyan a 9dría en el golpe de &%?', en su gobierno, en la candidatura nica de 9dría en &%12! Los (spíllaga aportan trabajadores 6227 de porttilQ para -ormar parte de las mani-estaciones de la (lian3a "acional! Es en este conte+to que se da la masacre de Cayaltí de &%12! Como diría :artín (dn, con la dictadura de 9dría
el Per vuelve a la normalidad, y tambi>n, y sobre todo, para los trabajadores! Los terratenientes les iban a dar una lección y mostrar que eran >stos quienes seguían mandando! Kue los trabajadores no se ilusionaran con la democracia, las elecciones, sindicatos, o representantes en el congreso! Aay pues toda una historia de lucha de los trabajadores de Cayaltí por liberarse de los abusos de los terratenientes, quienes no dudan en restringir derechos como la libertad de e+presión, a la sindicali3ación y a la vida! I estos terratenientes son los abanderados de lo que en el Per pasa por liberalismo! •
BE)9B:( (GB(BM( I C99PEB(HMM5:9
En &%$%, tras la promulgación de la ley de Be-orma (graria durante la dictadura militar de uan elasco (lvarado, se e+propiaron las tierras a los hacendados para entregrselas a los campesinos, bajo la supervisión del Estado! Para la analista 5ilvia Cuevas, este -ue el inicio de la crisis de las a3ucarerasQ ya que en la prctica, la re-orma agraria signi-icó la burocrati3ación del sistema cooperativista que comen3aba a e+tenderse por todo el paísQ! El error de elasco -ue darles las tierras a los trabajadores 6y todo el sistema administrativo económico que representaba7 sin darles ninguna capacitación! En e-ecto la relación de servidumbre con los antiguos patronesQ va a desaparecer! La cooperativaQ, una -orma de propiedad social de los medios de producción 8derivada de los postulados de los modelos socialistas8 no -ue la solución! Hras ms de veinte a0os, el -racaso del cooperativismo era evidente! La propiedad colectiva dio muestras de ine-icacia! ( nivel mundial, con la caída de los regímenes comunistas, se comen3ó a ver el -racaso de un sistema político económico que, si bien es cierto, captó el entusiasmo en la >poca velasquista, no -ue el mejor! En los gobiernos de Felande y sobre todo en el de (lan García, el declive de la producción a3ucarera era ms notorio! Las -bricas no tenían mantenimiento, descendió la producción en el campo y las cooperativasQ -ueron cayendo en vicios administrativos, ya sea por -alta de capacidad de las cpulas dilig>nciales o por -alta de >tica! En &%' )ujimori empie3a a privati3ar empresas estatales! Las cooperativas corrieron el mismo destino, con la di-erencia que sus acciones se repartieron entre los trabajadores! (lgunas empresa vendieron acciones al sector privado
8como Pomalca y Pucal8, pero otras se quedaron así, en medio de la inacción y el desgobierno! Ese es el caso de Cayaltí, que hoy es adems distrito! •
CAYALTÍ EN LA ACTUALIDAD
5u situación crítica! "o hay producción! El -ideicomiso con Co-ide no dio resultado! 5e han abandonado muchos campos de cultivo por -alta de -inanciamiento! /no de esos sectores es precisamente el ane+o La i0a, que -uera invadido por personas que estarían alentadas por tra-icantes de tierras y donde el && de enero de #22< se produjo un en-rentamiento con un saldo de doce muertos! 5ituación que no se debe repetir jams, en aras de la pa3 y la comprensión! Cayaltí tiene cinco mil hectreas para sembrar ca0a, y el resto son huertas y terrenos salinos y para crian3a de ganado! (l promediar el a0o #221 contaba con &,<22 trabajadores en actividad y ?,&%2 jubilados y viudas! El ingenio est parali3ado y los trabajadores que se dedican a la siembra reciben peque0as propinas! Hantísimos a0os en esta -orma como estamos! En primer lugar entraron unos trabajadores de ac, han sido ms vivos que el guila, se llenaron, han arrancado, han arruinado todo, han vendido caballos, han vendido un montón de cosas! En la -brica ya no hay nada casi, solo el techo est, toditito una desgracia! I como no se va querer, por eso se ha estado luchando por un inversionista que venga, pero cuando alguien ha querido interesarse, la otra parte saltaba y hacía lo imposible! Cayaltí ha sido la primera cooperativa a nivel nacional, y ahora estos pobres hombres, los jubilados hay días que no comen! “Cuan! "a# una $%!$&na a '()(* n!* an+ ,%(&n,a ! )&n)u(n,a *!-(*+ $(%! (*! (* $a%a !* .a* naa /0*1+ *(2a-a un ,%a3a4a!% ( -a (/$%(*a5
La población, que se ha incrementado, se dedica al comercio o a cultivar sus huertas! Con la llegada de inmigrantes de la sierra, Cayaltí tiene un rostro distinto al que tenía antes! Aay graves problemas sociales que resolver como el desempleo, al que se suma el incremento de la delincuencia comn y la adicción al alcohol y las drogas! La urbe carece de un adecuado sistema de agua potable y alcantarillado, sus vías no estn as-altadas!
Kuedan los restos de la arquitectura antigua de Cayaltí* la casa hacienda, el ingenio, las casas de obreros y empleados, etc!, como mudos testigos de la historia y que, como en el enlace citado, motiva la imaginación de los turistas y bloguerosQ! 5in embargo, un importante sector de la población quiere que Cayaltí se levante de sus ruinas!