Características de las instituciones en el medio rural
Los establecimientos rurales, responden a asentamientos poblacionales aislados, están ubicados en lugares distantes de los centros urban os, en el mejor de los casos caso s próximos a caminos vecinales, no siempre en buenas condiciones. En general no se cuenta con medios de comunicación regulares, debiendo proveerse la población de los medios propios. La capacidad edilicia se encuentra en un alto porcentaje en buenas condiciones y supera las necesidades del servicio. La organización escolar tanto en las zonas zon as urbanas como en las rurales está diseñada sobre la base de asignarle a la escuela una función específica – específica – la la enseñanza – enseñanza – dando dando por supuesto que existen otras instituciones que asumen el cumplimiento de la satisfacción de las restantes necesidades básicas de la enseñanza – enseñanza – aprendizaje. aprendizaje. Pero en el caso de nuestras escuelas rurales, es la escuela la que se convierte en la Institución con más presencia estable y sistemática dentro de la comunidad debiendo satisfacer necesidades que van más allá de las específicas para las que fue creada; la alimentación, la salud, etc. Si el docente rural debe atender a tender a los siete grados, los problemas individuales de cada alumno, la Dirección de la escuela y además otras actividades que no hacen a su función específica, la única alternativa es que dediqu e más horas fuera de su horario, ho rario, asumiendo un tipo de trabajo voluntario que no todos los docentes pueden o desean realizar. Si por el contrario, se mantiene en los límites de su acción pedagógica, sin asumir el reclamo de ampliación de funciones, esto se traduce en el aislamiento de la escuela del medio en que actúa. La escuela rural está formada por un número reducido de habitantes, cuyas viviendas se encuentran distantes unas de otras, careciendo de servicios públicos tales como: salas asistenciales, comercios, teléfonos, telégrafos, etc.; con largas distancias a recorrer y en muchos casos malos caminos de tierra. Teniendo en cuenta que las condiciones económicas, sociales y culturales del campo y de la ciudad son diferentes, se infiere que las escuelas q ue trabajan en las zonas rurales y en las ciudades presentan cambios, que es necesario ne cesario considerar en todos los aspectos de la educación sistemática que realizan los planteles escolares. De todas maneras, cualquiera sea la zona en la que estén ubicadas, las escuelas tienen valores propios en relación con la función específica para la que fueron creadas: ser instrumento de cultura y por lo tanto, deben ser instituciones al servicio inmediato de la comunidad local y nacional, en consecuencia, constituyen el núcleo de un agrupamiento
humano con asiento en un lugar: circunstancias capitales de orden social y espacial en función de las cuales se “da” la escuela. 3. LA ESCUELA RURAL: CARACTERISTICAS PROPIAS La escuela rural debiera ser la institución educativa que tuviera como soporte el medio y la cultura rurales, con una estructura organizativa heterogénea y singular y con una configuración pedagógico-didáctica multidimensional (). Desgraciadamente, y por numerosos motivos, la realidad está muy lejos de los deseos. En la mayor parte de los pueblos, las escuelas son el único foco cultural. Lamentablemente, el estado de las edificaciones escolares y de los recursos educativos con los que cuenta, no contribuyen demasiado a expandir la “cultura" o la acción cultural por el pueblo. Los edificios escolares, en gran parte, siguen siendo los mismos qu e fueron construidos entre los años 60-70, antes de que se produjeran las5famosas agrupaciones de la reforma Villar Pal así (Ley General de Educación de 1970) que tanto contribuyó al abandono juvenil de los núcleos pequeños de población. Los problemas que presentan estas edificaciones son los de siempre: falta de espacios para los alumnos, hacinados en ocasiones en habitaciones pequeñas (de menos de 20 metros cuadrados para unos 15alumnos), frías y húmedas (una pequeña estufa eléctrica, con suerte, debe servir para caldear la habitación, si no falla la instalación eléctrica por sobrecarga), sin reunir las mínimas condiciones de higiene, acústica, habitabilidad y seguridad que exigen las disposiciones vigentes ().La escasez de materiales es enorme, y la mayoría en mal estado debido al uso continuo y a la falta de reposición. Y además puede darse el caso de que cuando se cuenta con dotación material adecuada, no existe espacio físico donde poder colocarlos y usarlos convenientemente, quedando en ocasiones sin desembalar en el paquete durante años. Esta imagen contrasta sobremanera con las edificaciones más o menos recientes de las ciudades, dotadas de abundante material y amplios espacios en los colegios públicos (aumentados más, si cabe, con el descenso de población escolar en los últimos años), no digamos ya en los privados. 5. EL PROFESORADO DE LAS ESCUELAS RURALES El divorcio entre la Universidad y la escuela rural es total. La labor de la escuela rural apenas se valora en los centros que forman a los profesores. Todos los estudios, encuestas y análisis se dirigen a las grandes concentraciones urbanas. Apenas hay pedagogos que investiguen la escuela rural. Tal vez (como indicó un compañero) porque resulta más fácil y rápido obtener un muestreo en una escuela de 300 o más alumnos y una docena larga de maestros que andar vagando de unitaria en unitaria intentando presentar unos datos estadísticos presentables en la tesis doctoral. Si bien en los últimos años parece haber un interés creciente po r la escuela rural, todavía la universidad
queda muy alejada de ella. ¿Cuántos alumnos de magisterio han podido realizar sus prácticas en una escuela rural? ¿A cuántos les habría interesado realizarlas en este tipo de escuelas? La escuela rural debe caer a muchos maestros recién titulados como una pesada losa, ya que, a las dificultades propias de los inicios profesionales, se unen las de clases con más de un curso, y además, la sensación de ser un extraño en una comunidad rural donde la relación familia-escuela no es tan anónima ni tan impersonal como en los grandes centros. Sería necesario incluir en los planes de estudio universitarios la temática de la metodología y organización escolar para la escuela rural. De esta forma se conseguiría que los maestros que llegan a este tipo de escuelas no tengan que pasar un curso buscando la manera de llevar una clase con varios cursos; y además podríamos lograr que los alumnos de magisterio en prácticas fuesen con ilusión y preparación suficientes a a yudar a los alumnos del mundo rural y no a hacer experimentos pedagógicos con ellos. En términos generales, el profesorado de las escuelas rurales está insuficientemente preparado para esta labor específica, aunque traten de paliar esta escasa preparación con mayor dosis de entrega a su trabajo. La mayoría del profesorado suele ser propietario provisional (por un año, generalmente, ya que muy pocos repiten) o propietario con primer destino definitivo (esperando "saltar" hacia la ciudad en cuanto su puntuación lo permita), por lo que la escuela rural se considera como un exilio o un lugar de paso hasta alcanzar7ese núcleo urbano importante donde puedan vivir dignamente con las “ventajas" que la civilización nos aporta. Además, las características singulares de muchos de estos centros, con itinerancias en horario lectivo por parte de los profesores, hacen t odavía menos grata la tarea diaria, al haber una total ausencia de cobertura jurídica en caso de accidente. Por supuesto, esta situación no es la más ade cuada para conseguir que los maestros que llegan a estos centros por vez primera decidan continuar en años posteriores en el mismo puesto de trabajo, y mucho menos para que se planteen desarrollar su carrera profesional hasta la jubilación en estos centros. Otro factor que incide en la problemática diferencial del maestro de las escuelas rurales es el aislamiento o la escasa relación profesional con otros compañeros. En centros urbanos uno siempre tiene la oportunidad de comentar sus problemas con otros compañeros del colegio, y hasta tiene a mano los libros y recursos de perfeccionamiento de los Centros de Profesores o de la misma Universidad. En el mun do rural, con centros pequeños, el intercambio de experiencias con otros colegas es mínimo (tanto por la escasez de colegas como por la dificultad de compartir experiencias interesantes).
Todo esto son condicionantes que obstaculizan y acaban por desanimar a los maestros con mayor vocación. Precisamente las expectativas de estos docentes son más ambiciosas y la frustración resultante más visible. De ahí que los maestros se resistan a trasladarse a las zonas rurales, por lo que existe una penuria de maestros (ante la falta de voluntarios) o una movilidad endémica (por el traslado de los que llegan forzosos a las primeras de cambio). . Particularidades de la escuela rural a) Por las características naturales y sociales de las zonas rurales, la escuela tiene mayores posibilidades de estructurar su programa educativo en estrecha interrelación con su entorno natural y social. Puede aprovechar el contacto directo y diario que los niños y jóvenes tienen con su medio, los conocimientos y experiencias que adquieren mediante su participación en la vida productiva y las diversas formas de socialización que forman su identidad. b) La escuela rural tiene variadas posibilidades de crear espacios pedagógicos al aire libre, basados en la observación directa y en la relación cercana a las actividades productivas y socioculturales de las comunidades. De esta manera, la socialización escolar se complementa y enriquece, directa y prácticamente, con los otros procesos de socialización de la vida comunal campesina. c) Por las características organizativas de las comunidades campesinas, por los principios que rigen su vida familiar y comunitaria, la escuela debe buscar formas y mecanismos de participación comunal. d) La cultura rural es rica de valores sociales y humanos que no deben ser estandarizados por imposición de un sistema rígido. A su vez, los niños deben conocer la evolución del progreso en un intercambio cualificado, respetuoso y comprometido. En muchas comunidades campesinas ya existen organizaciones formales que reúnen a los padres de familia para acordar y ejecutar obras en favor de la educación de sus hijos. Asimismo, existen formas vivas de cooperación y reciprocidad que pueden ser encausadas hacia una participación importante en la educación escolar. PARA MEJORAR LA CALIDAD DE LA ESCUELA RURAL
Si se toma en cuenta lo expuesto hasta ahora, no cabe duda sobre la urgente necesidad de mejorar la calidad de la escuela rural. Tampoco respecto a los beneficios que los alumnos y sus familias campesinas obtendrían directamente. Pero, por dónde emp ezar? Para unos, el camino debe iniciarse por las grandes reformas en los sistemas educativos. Trazando los lineamentos de política educativa, implementando los procesos necesarios, capacitando y dotando de materiales a los profesores, etc.
Esta es una perspectiva correcta, pero no es la única posible. Por esperar que primero se produzcan los cambios estructurales, se puede perder de vista otra posibilidad. La de comenzar reconociendo, valorando y utilizando el potencial que encierra el actual profesorado. Este otro camino puede iniciarse de inmediato. Demanda una inversión menor y no se opone sino que preparara y va al encuentro de los necesarios cambios estructurales. Conseguir esta contribución al desarrollo sostenible del medio rural plantea a la escuela, a través de su profesorado, las siguientes exigencias: 1) Establecer un diálogo educativo permanente con la realidad del medio en sus aspectos ambiental y geográfico, con las actividades productivas y económicas, con la vida sociocultural y con su historia. Diálogo educativo q ue, de manera particular, debe entablarse con las personas que conocen la comunidad porque viven y trabajan en ella. Estas personas también transmiten sus conocimientos y actitudes al niño, forman parte d e su proceso de socialización. 2) Proporcionar conocimientos científicos, formar criterios, desarrollar actitudes y destrezas. La educación responderá a las necesidades e intereses de las familias y comunidades y a los cambios que se operan en los sistemas de producción, sociales y políticos. 3) Formar en el respeto y valoración de la pluralidad de valores y formas de conocimiento, destacando la complementariedad entre los integrantes de una sociedad y entre ésta y su medio ambiente. 4) Orientar y formar para la solución de los problemas que afectan la vida familiar y comunal, mediante el conocimiento, defensa y aprovechamiento adecuado de los recursos naturales propios, como camino seguro hacia un desarrollo auto sostenible. 5) Establecer relaciones de coordinación y apo yo con las instituciones y organismos locales, públicos o privados, para definir conjuntamente acciones.